Sierra Fuenzalida 2014 PDF
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Lo hace mostrando el derecho como una complejidad a la que hay que mirar con cui-
dado, por sus distintas conexiones e intersticios.
Por esto, al mostrar el derecho, el profesor Bascuñán hace mirar también la sociedad en
que opera. Por esto, también, su interés en la investigación más empírica y sus métodos.
Para mirar y poder conversar sobre lo visto.
Este artículo ofrece una mirada sobre el derecho y la sociedad en Chile a propósito de
una dimensión: la profesión legal. El artículo da cuenta de un trabajo que se inició en
1995 y dura hasta hoy. Aunque no ha tenido intervención alguna en su texto, el profesor
Bascuñán está presente a lo largo de toda su extensión. Y desde varios años antes.
Enseñando.
A una generación tras otra.
Mostrando.
Introducción
*1Este artículo en parte está basado en Sierra, Lucas, Legal Ethics in Chile: Professional
Dilemmas and Challenges under Conditions of Modernization, (1995), inédito, parcialmente
traducido y editado con notas actualizándolo por Pablo Fuenzalida para el curso de Profesión
Jurídica impartido por el profesor Antonio Bascuñán V.
** Abogado, Universidad de Chile. Máster en Derecho (LL.M.), Universidad de Yale. Ph.D,
orientó esa reforma fue el hecho de que “deben coexistir varios perfiles de
abogado para enfrentar la diversidad de roles profesionales que se requie-
ren en la actualidad”. Para esto se flexibilizaron los estudios del derecho
mediante la incorporación de nuevas asignaturas “permitiendo al alumno
elegir un significativo número de materias y al incorporar una variedad
de métodos de enseñanza-aprendizaje y de evaluación”1. Y junto con la
supresión de ramos obligatorios que pasaron a ser optativos o electivos, se
crearon dos asignaturas obligatorias a cargo del Departamento de Ciencias
del Derecho: Filosofía Moral y Profesión Jurídica.
1
Bascuñán V., Antonio “Sobre la formación del abogado en Chile en el Siglo XXI”, 172
Doctrina MJD (2007) (disponible en www.microjuris.cl).
2 Standard 302(a) (5) de los ABA Standards for Approval of Law Schools. El cumplimiento
Uno de los ejes del curso de Profesión Jurídica tiene que ver con la
historia de la profesión organizada en Chile. Por supuesto, ésta es una his-
toria que está relacionada con el Estado, a través de un proceso continuo
de negociación entre éste y la profesión organizada, proceso en el cual se
ha ido dibujando el ámbito de competencia de esta última, y la extensión
e intensidad de su autonomía. Este artículo es un intento por caracterizar
esta experiencia histórica durante la República, desde mediados del siglo
XIX hasta nuestros días.
La historia que cuenta este artículo termina el año 2005, con la reforma
constitucional de ese año. Aunque sin restablecer la afiliación obligatoria,
la reforma definió que los colegios profesionales tienen ahora competencia
exclusiva sobre sus afiliados para conocer de la ética profesional. Además,
estableció que los profesionales no colegiados deben ser controlados por
tribunales especiales de ética que creará la ley.
3 Ese Colegio de Abogados es el actual Colegio de Abogados de Chile A.G. Cuando en este
4
Pardo, Fanny, Ética y Derecho de la Abogacía en Chile (Santiago: Editorial Jurídica de
Chile, 1969), p. 1. Ver también Mesa Seco, Manuel, Comentarios al Código de Ética Profesional
del Abogado (Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, Memoria
de Licenciado, 1952), p. 19.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 421
5 Estévez Gazmuri, Carlos, Manual del Abogado (Editorial Jurídica de Chile, 1950),
p. 15.
6 Otra razón posible que podría explicar la baja profesionalización y corta existencia de este
colegio puede encontrarse en que la profesión desde el punto de vista de sus practicantes era
bastante débil, tanto por el bajo número de abogados como por la escasa dedicación al ejercicio
de la profesión ante la baja demanda de servicios legales durante gran parte del siglo XIX bajo
una economía primordialmente agraria, escenario que comenzaría a revertirse con la explotación
del salitre y las codificaciones de fines de siglo. De la Maza, Íñigo, “Los abogados en Chile:
desde el Estado al mercado”, 10 Informes de Investigación UDP (2002).
7 Estévez, op. cit., p. 17.
422 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
interés público propender con esmero y por todos los medios posibles a que
los individuos que en tan elevadas esferas deben desarrollar su actividad, sean
dignos por su ilustración y por su honestidad de las honrosas funciones a que
están predestinados y de la confianza pública que se requiere para el desem-
peño de ellas8.
El discurso de Valdés Vergara delineó los tres fines que el Instituto debía
perseguir: la mejora y dignidad de la profesión legal por medio de incenti-
var a los estudiantes de derecho y a los abogados a estudiar arduamente y
a ejercer escrupulosamente; prestar asistencia legal a los pobres, y cultivar
los recursos humanos a través de los cuales se nutría la judicatura9.
Durante sus ocho años de existencia, el Instituto hizo mucho más tra-
bajo que su predecesor, y diseñó el tipo de estructura y la clase de énfasis
profesional que típicamente reflejó el futuro del Colegio de Abogados de
Chile10. El Instituto centró su atención principalmente en los tribunales,
persiguiendo la rectitud de los procedimientos y el mejoramiento del proceso
adjudicativo. Los jueces y funcionarios judiciales estaban bajo la atención
del Instituto, así como el comportamiento de los abogados y sus agentes que
trabajaban ante tribunales. Algunas de las medidas disciplinarias adoptadas
por el Instituto posteriormente fueron reglas profesionales obligatorias. Entre
ellas, es importante destacar la obligación por parte del abogado de firmar
los documentos presentados durante las etapas más importantes del juicio.
Este deber fue impuesto en orden a evitar maniobras dilatorias que eran
comunes en algunos procesos. Por otra parte, el Instituto sugirió la posibi-
lidad de integrar los tribunales con abogados cuando los jueces estuvieran
imposibilitados de oficiar ciertas audiencias.
11 Estévez, op. cit., p. 21. Ver también Pardo, op. cit., p. 1.
12 Pardo, op. cit., p. 1; y Correa, Susana, El Derecho de Asociación, El Colegio de Abogados
los siguientes: a) Haber sido suspendido el abogado inculpado tres o más veces; b) Haber sido
condenado por sentencia ejecutoriada por alguno de los delitos contemplados en los artículos
231 y 232 del Código Penal o en los Títulos IV y IX del Libro 2º del mismo Código; c) Haber
sido aceptada por el Consejo General, la acusación que se hubiere formulado, por alguno de
los delitos a que se refieren los artículos 231 y 232 del Código Penal”.
22 Artículos 16 a 28 de la Ley Nº 4.409. Para una revisión de este punto, ver Irureta, Pedro,
“Los Colegios Profesionales y el Derecho del Trabajo”, en 21-1 Revista Chilena de Derecho,
p. 105.
23
El Colegio controlaba el acceso a la profesión a través de la práctica profesional, pero
también tuvo un mayor protagonismo durante la breve existencia de un examen de admisión
posterior a la práctica profesional. La comisión evaluadora estaba integrada por los presidentes
de las Cortes Suprema y de Apelaciones de Santiago y del Colegio de Abogados. El examen
consistía en la relación de algún expediente o en el alegato de alguna causa, “sin perjuicio de
que la Comisión pueda hacer al postulante las interrogaciones que estime convenientes con el
objeto de cerciorarse de su competencia. […] El examen se calificará en la forma siguiente:
distinguido, aprobado o reprobado. Si el postulante fuere reprobado no podrá repetir el examen
antes de seis meses. Si se le reprobare nuevamente, el plazo para la repetición será de un año”.
Artículo 22 Reglamento del Colegio de Abogados, 15 de abril de 1935. La Ley Nº 7.855 de
1944 suprimió el examen.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 427
24
Entre las revistas figuraban la Revista de Ciencias Jurídicas y Sociales y la Revista de
Derecho y Jurisprudencia.
25 Si bien desconocemos la participación del Colegio al respecto, bajo este contexto puede
explicarse la promulgación de la Ley Nº 6.985 de 1941 que estableció el requisito de contar
con nacionalidad chilena para ser abogado incorporando un nuevo artículo a la Ley Nº 4.409.
Conforme a su historia legislativa, este requisito “tiende a evitar que los abogados chilenos
sufran la competencia de los extranjeros. Disposición similar existe en muchos otros países y,
si éstos cierran sus puertas a nuestros nacionales, no se ve por qué nosotros hemos de proceder
con distinto criterio. A esto se agrega que día a día el ejercicio de la profesión se hace más difícil
especialmente para los jóvenes que recién se inician”. Citada en Pedro Carlos Torres, 15473
LegalPublishing (1998), considerando 2. El fallo afirmó la constitucionalidad del requisito de
nacionalidad, con el voto de minoría del ministro Cury. Este requisito fue morigerado por la
Ley Nº 20.211 de 2007, que permitió ejercer como abogados a los extranjeros residentes que
cursaron la totalidad de sus estudios de derecho en Chile.
26Valenzuela, Eugenio, Proposiciones para la Reforma Judicial (Centro de Estudios
Públicos, 1991), p. 63.
428 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
potestad para revisarla. Fuera del servicio público que proveía, el Servicio
de Asistencia Judicial era utilizado para formar a los futuros abogados.
Para que los egresados de derecho obtuvieran su título de abogado, era
obligatorio trabajar en esa institución y este trabajo debía ser aprobado por
el Colegio.
Pocos años después, una nueva legislación –la Ley Nº 7.291– fue dictada
con el objeto de otorgar más recursos al Colegio para proveer asistencia
legal. En cuanto partida del Presupuesto de la Nación, ese dinero permitió al
Colegio expandir la asistencia judicial a lo largo del país. Al mismo tiempo,
un par de oficinas de asistencia, al amparo del Colegio, fueron abiertas en
dos instituciones penales de Santiago27.
Sin embargo, semejante expansión hizo que el Colegio fuera más allá
de sus intereses profesionales. Si durante cuarenta años el Colegio se ubicó
frente al gobierno, el traslape progresivo con la esfera del Estado significó
que, hasta cierto punto, se tornara una organización en el Estado.
compraventa de bienes por parte del Colegio con miras a esa función estaba
exenta de impuestos. Más aún, toda la correspondencia enviada o recibida
por el Colegio quedó libre de porte. Finalmente, los empleados que trabajan
en las actividades de asistencia judicial fueron asimilados a los funciona-
rios públicos y sus salarios fueron pagados directamente por el Estado30.
Adicionalmente, esta misma ley creó un arancel de honorarios para los
abogados. Este arancel había sido propuesto por el Colegio y enviado al
Congreso, el que lo aprobó.
ver Eyzaguirre, Alejandra, Perfil Institucional del Colegio de Abogados (1925-1980), tesis para
optar al grado de licenciado en historia, Universidad Católica de Chile, 1989, pp. 101-42.
35 “El 5 de diciembre del año pasado se otorgó personalidad jurídica al Club de Abogados
de Chile por decreto del Ministerio de Justicia Nº 5138 del 5 de diciembre de 1961. Dicha
institución persigue fundamentalmente el fomento de las relaciones sociales, la confraternidad
y conocimiento recíproco entre los abogados. Para el cumplimiento de sus fines, el Club está
haciendo los trámites para adquirir el décimo piso del edificio de calle Huérfanos Nº 1147,
vecino al Palacio de los Tribunales y que destinará a sede social. Al efecto, se ha dictado el
decreto que autoriza la venta y fija sus condiciones. Esta sede será dotada de toda clase de
comodidades para los socios del Club, entre ellas, casino, tablero electrónico que indique el
curso de las tablas de la corte, servicio de mensajeros, etc. Hasta la fecha se han inscrito como
socios de la institución aproximadamente 600 abogados de la jurisdicción”. 5 Gaceta Forense
(1962), p. 2.
36 Así lo estableció la Ley 16.518 de 3 de agosto de 1966. Además, Leonardo Garetto Gúmera,
entonces presidente del Club de Abogados, en entrevista hecha por uno de los autores el 27 de
diciembre de 1995. También 22 Revista del Club de Abogados de Chile (1994).
432 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
37 Sus miembros eran Óscar Dávila, Carlos Estévez G., Arturo Alessandri R., Rafael Moreno
E., Humberto Álvarez S., Leopoldo Ortega N., Luis Barriga E., Antonio Ramírez L., Guillermo
Correa F., Germán Riesco, Osvaldo Hevia L., Enrique Rossel S., Pablo Langlois, Ernesto Silva
I., Pedro Lira U., Ignacio Ureta E., Lindor Pérez G., y Raúl Varela V.
38
El Código de la FIA se reproduce en 64-XVI Revista de Derecho Universidad de Con-
cepción (1948), pp. 209-220.
39
La historia del Código de Ética se encuentra en las Actas de las Sesiones del Consejo
General de 8 de abril de 1948; 22 de abril de 1948; 26 de agosto de 1948; 30 de septiembre de
1948; 7 de octubre de 1948; y 28 de octubre de 1948. Entre los acuerdos se dejó constancia de
que se realizaron cambios a los primeros artículos pero los antecedentes sobre esta modificación
así como el resto de la discusión no fueron transcritos. Con posterioridad a su aprobación, uno
de los Consejos Provinciales solicitó las actas para conocer el debate en torno al nuevo Código,
a lo cual respondieron desde Santiago que no se dejó constancia de la discusión de cada artículo
porque la mayor parte del trabajo fue encomendado a la comisión interna.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 433
Que estas ideas, por naturaleza sutiles e imprecisas, que constituyen el deber
profesional, se tradujeran en disposiciones escritas que fueran modificándose
en la forma que la experiencia lo aconseje. A ello obedece la dictación del
interesante Código objeto de este artículo […] El Código evitará en gran parte
la discusión doctrinaria por los consejeros sentenciadores, quienes contarán
ahora para el pronunciamiento de sus fallos con una ordenación sistemática de
los principios fundamentales que informan la profesión, y el público, gracias
a esta iniciativa de los propios abogados, podrá conocer y apreciar en todo lo
grande de su significado los caracteres esenciales de la profesión a que acude
para la defensa de sus derechos40.
40 Serrano, Ricardo, “El Código de Ética Profesional”, 67-XVII Revista de Derecho Uni-
Bajo esta óptica, el Código decía poco y nada sobre formas de ejercer
distintas a la demanda o defensa judiciales, tales como la asesoría, la ense-
ñanza, el arbitraje, la mediación, entre otros.
so. La abogacía, su situación actual y perspectivas futuras. Discurso del señor Presidente del
Consejo Provincial del Colegio de Abogados”, 150-XXXVII Revista de Derecho Universidad
de Concepción (1969), p. 22.
48 “Dicho perfil consistía básicamente en la enseñanza del derecho positivo vigente, espe-
cialmente sus códigos, a fin de que el abogado, con dicho conocimiento, pudiere operar en los
tribunales de justicia. Tal perfil es definido por varias características: predominio absoluto del
estudio del derecho positivo, a través de distintas asignaturas de los principales códigos de la
República y en especial del Derecho Civil y del Derecho Procesal; carácter enciclopédico del
conocimiento de las distintas ramas del derecho (enseñar un poco de todo), plan rígido (todos
los alumnos deben estudiar lo mismo y en el mismo orden), clases conferencias y exámenes
orales. Se caracteriza por una actitud pasiva del estudiante ante el profesor el que dicta su
clase. El conocimiento de dicha información es controlado por el profesor en el examen con
preguntas orales que deben ser respondidas por el alumno de inmediato, privilegiando así el
conocimiento memorístico. Pueden agregarse otras características, pero dicho modelo, en lo
sustancial, se conserva hasta hoy en varios planes de estudio y en asignaturas impartidas por
numerosos profesores”. Bascuñán, op. cit.
49 Novoa, Eduardo, El Derecho como Obstáculo al Cambio Social (México: Siglo XXI
Editores, 1975).
50 Sin perjuicio que su punto de partida e interpretaciones tienen un sesgo derechista, una
descripción histórica de este periodo puede encontrarse en Lavín, Francisco, Papel Político
436 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
del Colegio de Abogados en el Período 1970-1973, memoria de prueba para optar al grado de
licenciado en Ciencias Jurídicas, Universidad Católica de Chile (1989).
51 En octubre de 1972 el Consejo General del Colegio de Abogados acordó la realización
miento político de la judicatura durante este período puede verse Cortés Araya, Joaquín “La
Corte Suprema a través de la Prensa”, en El Ferrocarril.
53 Diario La Prensa, 23 de agosto de 1973, p. 5.
54
Acta del Consejo General del Colegio de Abogados correspondiente a la sesión del 6
de agosto de 1973.
55
“El Colegio de Abogados y el Nuevo Gobierno de Chile”, comunicación del Colegio de
Abogados a las instituciones congéneres del exterior, de octubre de 1973, reproducida en 160-
XL Revista de Derecho Universidad de Concepción (1973), pp. 108-113.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 437
Tan pronto como en 1973, la dictadura buscó dictar una nueva constitu-
ción. La labor fue encomendada a una comisión de abogados constituciona-
listas, incluyendo al entonces Presidente del Colegio de Abogados Alejandro
Silva Bascuñán. El trabajo de esta comisión fue después remitido al Consejo
de Estado, órgano asesor de la Junta Militar, integrado por ex Presidentes
de la República junto con autoridades militares y civiles. Finalmente, la
Junta Militar revisó y acordó el texto final.
56 Decreto Ley Nº 349 Prorroga Mandato de Directivas de Juntas de Vecinos y otras Orga-
nizaciones (D.O. 4.03.1974).
438 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
57 Artículo 1º Nº 20 inciso 6º Acta Constitucional Nº 3, contenida en el Decreto Ley Nº 1.552,
Deróganse todas las disposiciones legales que facultan a los Colegios Profe-
sionales para conocer y resolver los conflictos que se promuevan entre pro-
fesionales, o entre éstos y sus clientes, como consecuencia del ejercicio de la
profesión, como asimismo aquéllas que les permiten conocer y sancionar las
infracciones a la ética profesional.
Toda persona que fuere afectada por un acto desdoroso, abusivo, o contrario
a la ética, cometido por un profesional en el ejercicio de su profesión, podrá
recurrir a los Tribunales de Justicia en demanda de la aplicación de las sancio-
nes que actualmente contemplen para estos actos la Ley Orgánica del Colegio
respectivo o las normas de ética vigentes. Para todos los efectos, el asunto se
considerará como de naturaleza contencioso civil y su tramitación se ajustará
al procedimiento sumario.
Derógase toda norma que faculte a los Colegios Profesionales para dictar
aranceles de honorarios para sus asociados y déjanse sin efecto los que
actualmente se encontraren vigentes. Todo acto en contravención a este
artículo será sancionado de conformidad con las disposiciones del Decreto
Ley Nº 211, de 1973. A falta de estipulación expresa o acuerdo entre las
partes, los honorarios serán regulados por el juez en conformidad al proce-
dimiento sumario.
60 Así fue establecido por el artículo 2º transitorio del Decreto Ley Nº 3.621. Es importante
recalcar que, en materia de códigos de ética, el Presidente jamás ejerció esa potestad.
61 La ley que estableció lo anterior fue la Ley Nº 17.995 de 8 de mayo de 1981.
442 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
1988); Peña, Carlos, “Informe sobre Chile”, en Jorge Correa Sutil (ed.), Situación y Políticas
Judiciales en América Latina, 2 Cuadernos de Análisis Jurídico Universidad Diego Portales,
p. 361; Correa, Jorge y Barros, Luis, Justicia y Marginalidad. Percepción de los Pobres (CPU
& DESUC, 1993); y Yáñez, José, “Organización de la Administración de Justicia en Chile”, en
Proyecto de Capacitación, Formación, Perfeccionamiento y Política Judicial. Administración
de los Tribunales (CPU, 1991), pp. 225-43.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 443
reclamos presentados ante los tribunales en materia ética contra los abo-
gados haya disminuido abruptamente. Hasta 1981, el número de reclamos
recibidos por el Colegio de Abogados alcanzaba aproximadamente unos
100 por año63. Después de 1981, y por varios años, el número de juicios
civiles iniciados contra abogados por faltas a la ética profesional no superó
el promedio de uno por año64.
67 Cabello Fuenzalida, Pamela de L. con Chair Kuncar, Vivian M., MJJ20103 Microjuris.com.
(2009). En primera instancia al no haberse acreditado esa calidad respecto a la parte demandada,
el Código serviría “tan solo de precedente” (24º Juzgado Civil de Santiago, Rol C-16710-2005,
8 de agosto de 2006, considerando 6). En segunda instancia, al haberse acreditado la calidad de
colegiada de la demandada, el código fue aplicado en cuanto norma obligatoria, si bien la Corte
planteó que respecto a los no colegiados el código puede ser tenido como referencia (Corte de
Apelaciones de Santiago, Rol Nº 8.283-06, 5 de junio de 2009, considerandos 2 y 3).
68
Clínica Las Condes con Meza, 28º Juzgado Civil de Santiago, Rol C-7547-2003, 2 de
marzo de 2007, considerando 13; Clínica Las Condes con Meza, Corte de Apelaciones de
Santiago, Rol Nº 6.875-2007, 23 de noviembre de 2009, considerando 4.
69
Cabello Fuenzalida, op. cit., considerando 9 (primera instancia) y considerando 7 (se-
gunda instancia).
70 Clínica Las Condes con Meza, op. cit., considerando 25.
71
Clínica Las Condes con Meza, op. cit., considerandos 4-7. El fallo cita el razonamiento
de Berstein con Albónico, op. cit.
72 Para Tavolari, op. cit., pp. 6-9, el Código obliga sólo a los abogados asociados al Colegio
de Abogados de Chile A.G. en cuanto continuador legal del antiguo Colegio. Y en materia de
sanciones, como el artículo 1º transitorio del Decreto Ley Nº 3.621 disponía la derogación de
la Ley Nº 4.409 de manera inevitable, al no proceder aplicar las sanciones contenidas en una
ley derogada, restan solamente las contenidas en las normas de ética vigente. Sin embargo, los
tribunales podrían aplicar las sanciones contenidas en los estatutos de cada colegio respecto a
sus miembros. Para Matus, Jean Pierre, “Control Ético y Deontología”, en 13-1 Ius et Praxis
(2007), [www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-00122007000100016-
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 445
con Meza, Rol Nº 242-2010, el 18 de mayo de 2012. Es la primera vez que la Corte Suprema
se ha pronunciado en un proceso sustanciado bajo el Decreto Ley Nº 3.621 y, además, sobre un
profesional no colegiado. Sin embargo, la Corte desaprovechó esa oportunidad para pronun-
ciarse sobre los aspectos problemáticos expuestos, en pos de resguardar el carácter de derecho
estricto del recurso de casación, rechazándolo por razones formales.
446 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
74
Acta de Sesiones del Directorio Nacional del Colegio de Abogados, 27 de agosto de
1984, intervención director Allende, p. 6.
75 Se envió un oficio al Ministerio de Justicia solicitando que se facultara al Colegio por ley
para concluir la tramitación de 159 procesos existentes, y se comunicó a los reclamantes que
respecto a aquellos posteriores a la norma referida el Colegio era incompetente para conocerlos.
Acta de Sesiones del Directorio Nacional del Colegio de Abogados, 7 de junio de 1982, p. 2.
76 Esta actitud continuó durante principios de la década de 1990. Ver, por ejemplo, “Cuenta
78 Ver Actas de Sesiones del Directorio Nacional del Colegio de Abogados, 2 de julio de
Sin embargo, esta estrategia utilizada por los colegios profesionales fue
atacada a través del entonces recién creado recurso de protección81. En 1986,
la Corte de Apelaciones de Santiago acogió uno en contra del Colegio Mé-
dico, afirmando que “la carencia de facultades de los Colegios Profesionales
que le permitan conocer y sancionar las infracciones a la ética profesional,
los obliga, si quieren adoptar alguna medida respecto de un asociado […]
a recurrir a los Tribunales de Justicia en demanda de las sanciones por esas
infracciones [.]”82. El Colegio Médico solicitó al Colegio de Abogados su
opinión jurídica sobre el tema, en calidad de informe en derecho para poder
acompañarlo ante la Corte Suprema. El Colegio acordó contestar la consulta
sin aludir al caso particular, fundado en el denominado derecho de policía
correccional83. La Corte Suprema acogió la apelación reconociendo las atri-
buciones de los colegios para sancionar disciplinariamente a sus asociados,
recogiendo lo sostenido por el Colegio de Abogados84.
rreccional que sus estatutos le confieran, y ejercerán este derecho en conformidad a ellos”.
84 El Presidente del Directorio Nacional informó que “había escuchado de boca de a lo menos
dos Ministros, que había sido determinante para revocar el fallo de la Corte de Apelaciones,
la consideración del informe que acompañó el Colegio de Abogados”. 19 Acta de Sesión del
Directorio Nacional del Colegio de Abogados, 11 de agosto de 1986, p. 6.
85
Cabe señalar que existió con anterioridad una Comisión de Exiliados que habría sido
disuelta en 1983. Acta de Sesión del Directorio Nacional del Colegio de Abogados, 10 de enero
de 1983, p. 6, intervención director Durán criticando su disolución.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 449
de Ética con jurisdicción sobre todos los abogados. Al igual que el Decreto
Ley Nº 3.621, el Presidente tendría potestad para dictar un nuevo código de
ética. En cuanto a la libertad de asociación, mantenía la posibilidad de crear
nuevos colegios de abogados, los cuales tendrían derecho a nombrar sus
propios jueces en el Tribunal Nacional de Ética en la proporción que refleja-
ran sus miembros del total de abogados en el país86. Finalmente, el Colegio
llevaría nuevamente un registro nacional de abogados en ejercicio.
diría que esto último fue un error del Ejecutivo, porque en vez de patroci-
nar el proyecto del Colegio, se lo entregó a determinados diputados que lo
utilizaron como base para sus propias reformas, las cuales tampoco fueron
aprobadas90.
La reacción del poder judicial fue inmediata y algo teatral94. Los tri-
bunales inferiores a lo largo de todo el país organizaron un “funeral judi-
cial” el mismo día que el Congreso comenzó la tramitación de la reforma
constitucional y recibió los descargos de Jordán y los otros ministros
acusados. Esta protesta terminó con la desafiliación masiva de los jueces
de sus colegios respectivos95. Si bien la acusación constitucional final-
93 La Tercera, “Inquietud por Situación en el Poder Judicial”, viernes 20 junio 1997, p. 8.
96
Correa, Jorge, “Cenicienta se queda en la Fiesta. El poder judicial chileno en la década
de los 90”, en Paul Drake e Iván Jaksic (eds.), El modelo chileno. Democracia y desarrollo en
los noventa. (Santiago: LOM Ediciones, 1999); Libertad y Desarrollo, 345 Temas Públicos,
18 de julio 1997; 371 Temas Públicos, 16 de enero 1998; Instituto Libertad, 15 Perspectiva,
julio 1997.
97
El Mercurio, “Sergio Urrejola mantiene en secreto declaraciones sobre Correa Bulo”, y
“Molestia en la Suprema por denuncia de Olivares y Urrejola”, lunes 11 de septiembre 2000.
98 El Mercurio, “Presidente de la Suprema instó a Urrejola a entregar antecedentes”, jueves
14 de septiembre 2000, y “UDI: Absurdo aplicar Ley de Seguridad del Estado contra Urrejola”,
sábado 16 de septiembre 2000.
99 El Mercurio, “Definitiva expulsión de Correa Bulo”, sábado 28 de abril 2001.
100
U.G.H.G. con Consejo General del Colegio de Abogados A.G., Corte Suprema, Rol
Nº 758-1998, 25 de marzo 1999 (LegalPublishing Nº 15832), y George Brown Campbell con
Consejo General del Colegio de Abogados de Chile, Corte Suprema, Rol Nº 3.743-2.002, 28
de octubre 2002.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 453
101 En el caso del Colegio Médico, en 1983 modificó su código anterior, el cual sería susti-
tuido por uno nuevo el año 2006. El Colegio de Ingenieros aprobó su código vigente en 1998.
El Colegio de Enfermeras lo hizo en 1991 y en 2008 se encontraba en proceso de revisión.
Finalmente, el Colegio de Profesores dictó un nuevo código en el año 2003, contemplando un
procedimiento de revisión y posible modificación cada tres años.
102 En este sentido, resulta sintomático que la gran mayoría de las escuelas de derecho
dejaran de impartir cursos de ética o responsabilidad profesional, y que las pocas que los
ofrecían lo hicieran en calidad de curso optativo o se limitaran a repetir las disposiciones del
código en forma ritualista. Para el estado de la cuestión a principios de los noventa, Tavolari,
op. cit., p. 21.
103 Incluso el Colegio publicó una serie de críticas de tenor similar en su revista institucio-
nal. Ver Ruiz-Tagle, Pablo, “Una nueva autorregulación profesional”, 13 Revista del Abogado
(1998), pp. 14-7. Críticas específicas pueden verse en De la Maza, Íñigo, “La tradicional
dignidad de la profesión: abogados y publicidad en Chile”, en 10 Derecho y Humanidades
(2004), respecto a las normas sobre formación de clientela, y Coloma, Rodrigo, “Vamos a
contar mentiras, tralará…, o de límites a los dichos de abogados”, en 19-2 Revista de Derecho
de la Universidad Austral de Chile (2006), respecto a las normas que regulan la conducta de
los abogados en litigio. Para los problemas que los jueces identificaban en la normativa ética de
los abogados, Bascuñán, Antonio, Sierra, Lucas y Varas, Juan Andrés, Judicatura de Primera
Instancia: Algunas Indagaciones, 2 Serie Estudios CPU (1993), p. 43.
454 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
104 Sobre la historia de estas directrices y los problemas que aparejaron, ver Fuenzalida,
106 Al año 1995 había 35 facultades de Derecho. Consejo Superior de Educación, Antecedentes
Chile, desde 1862 (año del primer “Colegio de Abogados”, como ya vimos)
y 2010.
4. Desde 2005 hasta hoy: más cerca del Estado, pero ¿cuánto?
107 Urzúa, Sergio, “La rentabilidad de la educación superior en Chile. Revisión de las bases
108
Anteproyecto de ley sobre conducta ministerial de los abogados y procuradores y
tribunales competentes para conocer de sus infracciones (2002-2003), disponible en www.
colegioabogados.cl/htm/proy_ley.htm. Este anteproyecto fue elaborado durante la presidencia
de Sergio Urrejola, y su autor principal fue Alejandro Guzmán Brito. Cabe observar que, aun
cuando el proemio señala que los preceptos fueron inspirados sobre una serie de normas na-
cionales e internacionales pero depurados “del ligero tono admonitorio y discursivo con que
fueron compuestas, para hacerlas ganar en precisión y exactitud”, el proyecto mantenía diversas
disposiciones del Código de 1949, muchas de las cuales habían sido objeto de crítica.
109
En su cuenta pública del año 2009 el presidente de la Corte Suprema señaló: “Es pre-
ocupante el número de abogados que se han titulado en el último tiempo. Desde 1997 y hasta
2008 han recibido sus diplomas 15.894 profesionales, a los que se suman los 350 que juraron
en enero pasado. Como le corresponde otorgar el título, a la Corte Suprema le inquieta no sólo
la cantidad de profesionales que se han incorporado a la abogacía, sino la calidad de su pre-
paración y los riesgos que un alto número de letrados en competencia representa para la ética
profesional. Este problema ha sido y debería seguir siendo objeto de estudio con el Colegio
de Abogados, si bien eventualmente requiere de una iniciativa legal”. En la cuenta pública
correspondiente al año 2010 se indicó al respecto: “Este Tribunal desde luego no hace ningún
juicio de valor acerca de si son o no necesarios estos profesionales. Le preocupa eso sí el grado
de preparación para asumir con idoneidad la defensa de asuntos de carácter jurisdiccional y la
manera como se obtienen los grados de licenciados cuando los interesados han cumplido su
pre grado en distintas facultades y la disposición de algunas en facilitar el cumplimiento del
requisito del examen de grado a personas que han egresado muchos años antes de postular a
dar el referido examen… Observamos en la Corte Suprema, en alegatos de asuntos importantes,
que el nivel de preparación de algunos de los profesionales es muy insuficiente”. Finalmente,
en la correspondiente al año 2011 se dijo: “[H]emos enfatizado sobre el nulo control ético
respecto del ejercicio desdoroso que algunos profesionales asumen en el patrocinio o defensa
de las causas civiles y criminales. Hoy no existe un control efectivo de la ética profesional al
desaparecer la colegiatura obligatoria. Las sanciones que los colegios profesionales imponen
como asociaciones gremiales miran más bien a determinar o no la pertenencia de los aboga-
dos a dichas instituciones, pero lo real es que el público afectado no tiene ningún mecanismo
expedito y gratuito para reclamar de las actuaciones indebidas de los abogados, lo que deriva,
por supuesto, en el desprestigio de esta profesión”.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 459
sentation alleging non-observance by Chile of the Forced Labour Convention, 1930 (No. 29),
submitted under article 24 of the ILO Constitution by the Colegio de Abogados de Chile, AG.
460 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
113
Pfeffer, Emilio, Reformas Constitucionales 2005. Antecedentes-Debates-Informes
(Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2005).
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 461
gremial. Ello pone de manifiesto la importancia que aún mantienen los colegios
profesionales en los últimos años, que se ha traducido en un debilitamiento de
los mismos. Para revertir este proceso, aunque sea en parte, considera de gran
utilidad aprobar una reforma constitucional que vigorice la participación de
los colegios profesionales en materia de control ético. Citó el caso brasileño,
donde el Colegio de Abogados ostenta el carácter de garante de la Constitución.
Expresó que es partidario de consagrar una fórmula mixta que parta de la base
de que todos los profesionales queden sujetos a algún tipo de control ético. Los
colegiados se someterían a las normas de la entidad de que forman parte y, por
su lado, los que no lo son, a la jurisdicción de tribunales especiales.
114 Silva, B., Alejandro y Silva, G., Pía “Control del comportamiento ético de los pro-
fesionales”, en Francisco Zúñiga (coord.), Reforma Constitucional (Santiago: LexisNexis,
2005), p. 318.
462 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
115 Así lo hizo ver el Presidente de la Corte Suprema en la inauguración del año judicial
2011: “Esta norma [reforma CPR 2005] otorgaba la esperanza de corrección a esta grave
omisión, sin embargo, quedó supeditada [a la aprobación de un proyecto de ley] […] [E]n la
actualidad la norma constitucional no deja de ser más que una especie de precepto progra-
mático, puesto que obligar a una persona que se equivocó en la elección de un profesional y
que por ello sufrió un perjuicio, a iniciar un juicio para reclamar de una mala práctica o de un
engaño profesional, contratando incluso un abogado para ello, es una tarea imposible, como
lo revelan las estadísticas de los ingresos civiles donde este tipo de procedimientos son casi
inexistentes. Por lo demás, lo dicho en la disposición transitoria citada, existía desde el mo-
mento en que cesó la colegiatura obligatoria, sin que ello sirviera para controlar el ejercicio
de la función aludida”.
116
También se han presentado diversos problemas prácticos según da cuenta la jurispru-
dencia. Por ejemplo, se ha aceptado la interposición del recurso directamente ante la Corte de
Apelaciones. En Gompertz Pumarino Jorge con Consejo General del Colegio de Abogados,
Corte de Apelaciones de Santiago, Rol Nº 5.873-2007, la Corte tuvo que resolver sobre la
admisibilidad del recurso dado que el apelante lo presentó simultáneamente ante la propia
Corte y el Colegio de Abogados. El 24 de agosto de 2007 solicitó al Colegio que se pronunciara
sobre la materia, informando este último que ambos recursos eran inadmisibles, aunque hubo
un voto disidente rechazando lo anterior. El 1 de octubre de 2007 la Corte declaró admisible
el recurso con el voto en contra del Ministro Pfeiffer, quien lo declaró inadmisible conforme
a las normas comunes a todo procedimiento establecidas en el Libro I del CPC prescribiendo
que debió interponerse ante el mismo tribunal que dictó la resolución recurrida. Ver también
Consejo General del Colegio Médico con Rodolfo Santander y otros, Corte de Apelaciones de
Santiago, Rol Nº 2.235-2009, en la cual que tuvo por inadmisibles diversos recurso interpues-
tos ante la Corte, pero luego procedió a tenerlos por admisibles acumulándolos a uno recurso
interpuesto ante el Colegio Médico. Pero también se ha rechazado esta posibilidad, debiendo
interponerse ante el colegio respectivo (Bosch Passalaqua, Corte de Apelaciones de Santiago,
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 463
Nociones básicas de derecho procesal nos indican que si se habla de hechos es-
tablecidos en la causa, ha debido existir una etapa de recepción de las probanzas,
ya que los hechos deben probarse, a través de los medios idóneos que son las
evidencias, pruebas o probanzas. Aún más, como se dijo, dos consejeras […] han
concurrido al fallo condenatorio teniendo presente que sólo se encuentran acre-
ditadas ciertas conductas, de donde se colige que, efectivamente, han existido
falencias probatorias, ya que seis consejeros estiman probadas tres órdenes de
conductas, y dos miembros, solamente dos. En efecto, si se denuncian hechos,
el simple sentido común permite entender que en el proceso, que no tiene otra
naturaleza sino la de ser sancionatorio, ha de haber una etapa destinada a la
rendición de pruebas […]; Que, de lo expuesto hasta el momento se desprende
que el proceso adolece […] de un defecto formal grave, tocante a la rendición
de pruebas, puesto que en la especie simplemente no hubo instancia para pre-
sentarla, al omitirse o rechazarse expresamente abrir un término probatorio,
no obstante las reiteradas peticiones en tal sentido del abogado denunciado y
finalmente sancionado, y también una petición en igual sentido del denunciante,
sin que las partes contaran con medios de impugnar la resolución denegatoria.
[…] si bien es cierto en esta clase de procedimiento no procede, respecto de
la sentencia pronunciada por el Consejo del Colegio de Abogados el recurso
de casación, sino el de apelación, puede esta Corte […] enmendar los errores
de procedimiento que advierta, lo cual, como ya va quedando en claro, en la
especie se cometieron, y de gran calibre119.
119 Gompertz, Jorge con Consejo General del Colegio de Abogados de Chile, Corte de Ape-
120 El proyecto está basado en el Anteproyecto de ley sobre colegios profesionales elaborado
122
La Corte Suprema, por Oficio Nº 189 de 28 de Julio de 2009, en Informe Proyecto de
Ley Nº 44-2009, Boletín Nº 6.562-07, informó favorablemente el proyecto. Sin perjuicio de
lo cual realizó una serie de críticas debido a la escasa regulación del procedimiento de desig-
nación de los integrantes y del funcionamiento de los Tribunales Especiales, y a permitir la
comparecencia personal en juicio infiriéndose que ante las Cortes de Apelaciones no regiría
la exigencia de patrocinio de abogado ni apoderado judicial. Respecto al régimen de recursos,
criticó la procedencia en contra de las sentencias definitivas del recurso de reposición por pugnar
contra el principio de desasimiento del tribunal una vez dictado su fallo; otorgar preferencia
del recurso de apelación en la vista de la causa en las Cortes de Apelaciones por implicar un
recargo extraordinario en la congestionada actividad de los tribunales de alzada, y por autorizar
respecto de la sentencia definitiva que falle la apelación “la queja” sin precisar si se trata de
un recurso de queja propiamente tal o de una queja disciplinaria, la que es improcedente en
contra de fallos judiciales. Por último, el conocimiento de recursos de apelación significará un
incremento de la carga jurisdiccional que irroga mayores gastos, sin que el proyecto señale la
fuente de los recursos que deben solventarlos.
123
Se han producido al menos dos procesos de atomización de la estructura colectiva de la
profesión. El primer proceso consistió en dos intentos que fracasaron: el denominado Colegio
Nacional de Abogados, formado a inicios de los ochenta, y el Colegio de Abogados Laboralistas,
aunque su naturaleza fue más cercana a un instituto especializado, por lo que su nombre pudo
conllevar a error. Andrade, Eduardo, “Comentarios sobre la colegiación profesional obligatoria
y el estatus jurídico de las asociaciones gremiales profesionales”, en XXX Jornadas Chilenas
de Derecho Público, op. cit., p. 127. El segundo proceso se produjo con la independencia de
los antiguos consejos provinciales que comenzaron a constituirse en colegios de abogados re-
gionales con personalidad jurídica propia, los cuales al año 2011 ascendían a doce, solamente
dependiendo –y, por tanto, compartiendo la personalidad jurídica– del Colegio de Abogados
de Chile, cuya sede se encuentra en Santiago, seis colegios regionales.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 467
124 Como señala Charles Frankel “la función de un código profesional [...] no consiste en
entregar a los practicantes máximas extractada de manuales de curso. Esta consiste en sensi-
bilizarlos en el alcance, profundidad y complejidad de los compromisos que han asumido al
entrar en la profesión. El valor de un código, entonces, descansa menos en los ‘deberes’ y ‘obli-
gaciones’ específicas que en su utilidad como catalizador de un discurso continuo de la raison
d´etre de la profesión”. Frankel, Charles, “Review of Code of Professional Responsibility”,
en 43 University Of Chicago Law Review (1976), p. 883. Cursivas en el original.
468 Lucas Sierra Iribarren - Pablo Fuenzalida Cifuentes
Y remata la Corte:
Que entendidas con la fuerza indicada las normas relativas a la conducta ética
que deben cumplir los profesionales que detentan un grado o título univer-
sitario, más allá de su afiliación al colegio profesional respectivo, toda vez
que las mismas afincan su legitimidad general en el mínimo ético exigible a
quienes han recibido un título para el ejercicio profesional a que se los habilita
–en el caso de los abogados prestando estos incluso el juramento que exige el
Código Orgánico de Tribunales en su artículo 522 ante la Corte Suprema, con
todas las implicancias que de ello se derivan–, habrá de entenderse también
que las normas del Código de Ética que obligan a los abogados tienen para
todos estos fuerza vinculante, las mismas que este máximo Tribunal, como
todo juez de la República, debe exigir en su estricto cumplimiento con el
mayor rigor.
125
Mayor detalle sobre este proceso de codificación de buenas prácticas profesionales así
como de la reforma procedimental pueden encontrarse en este mismo homenaje en la colabo-
ración del entonces Presidente del Colegio de Abogados, Enrique Barros B.
Tan lejos, tan cerca: La profesión legal y el Estado en Chile 469
5. Conclusión
La historia que ahora concluye intentó mostrar una dimensión de las re-
laciones entre el derecho y la sociedad en Chile a propósito de la profesión
legal organizada y el Estado. Cuatro son las etapas que es posible distinguir
en esta relación: una primera, durante el siglo XIX y primer cuarto del XX
de relativa distancia, una segunda desde 1925 hasta 1981 de gran y promis-
cua cercanía, una tercera desde 1981 hasta 2005 de relativa distancia, y una
cuarta, desde 2005 hasta hoy, de posible mayor cercanía.
Con todo, la hipótesis de que pueda volver a haber una cercanía parecida a
la que hubo durante la segunda etapa, es muy poco plausible. Por, al menos,
dos razones: la profundidad con que parece haberse arraigado el principio
de la libertad de asociación, por una parte, y el contexto de masificación y
diversidad que hoy caracteriza a la profesión legal y, probablemente, la va
a seguir caracterizando en el futuro.