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Ejemplos de Mitos

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EJEMPLOS DE MITOS:

En la Teogonía de Hesíodo se muestra el origen del mundo:

En primer lugar existió, realmente, el Caos. Luego Gea, de ancho pecho, sede siempre
firme de todos los inmortales que ocupan la cima del nevado Olimpo; [en lo más profundo
de la tierra de amplios caminos, el sombrío Tártaro], y Eros, el más bello entre los dioses
inmortales, desatador de miembros, que en los pechos de todos los dioses y de todos los
hombres su mente y prudente decisión somete.

Del Caos nacieron Érebo y la negra Noche. De la Noche, a su vez, surgieron Éter y
Hémera, a los que engendró como fruto de sus amores con Érebo.

Mito etiológico

Urano derramó lluvia fértil sobre la tierra y ésta produjo flores, árboles, animales,
montañas, ríos, lagos y mares.

Mito antropogónico: LA CREACIÓN DEL SER HUMANO, PROMETEO

Prometeo, hijo del Titán Japeto y primo de Zeus, según una leyenda es el bienhechor de la
Humanidad, no su creador.

Por amor a los hombres en un sacrificio ritual hizo dos partes de un buey. En un lado puso
la carne y las entrañas, recubriéndolas con el vientre del animal, y en el otro puso los
huesos cubriéndoles de grasa blanca. Luego dijo a Zeus que eligiese y el resto quedaría para
los hombres.

Zeus escogió la parte en la que sólo había huesos y sintió un profundo rencor hacia
Prometeo y los hombres, decidiendo no volver a enviarles el fuego. Pero Prometeo robó el
fuego del carro de Helios o de la forja de Hefesto, según las versiones, para llevárselo a los
hombres y Zeus decidió castigar a Prometeo y a los hombres.

A Prometeo le encadenó con cables de acero en el Cáucaso, y juró que jamás le desataría de
la roca. Envió un águila que le devoraba el hígado, el cual se regeneraba constantemente
por ser inmortal, produciéndole terribles sufrimientos. Afortunadamente, Heracles atravesó
con una flecha el águila y liberó a Prometeo.

En Roma se representó a Prometeo encadenado y liberado en muchos sarcófagos. En la


Edad Moderna, Tiziano, Rubens o Ribera utilizan el terrible padecimiento de Prometeo
como una prefiguración de Cristo en la Cruz. Ambos sufren una terrible tortura por salvar a
los hombres.

Hera, celosa del amor de Zeus y Leto, madre de los gemelos Apolo y Artemisa,
desencadenó en Ticio, gigante hijo de Zeus, el deseo de violar a Leto. Pero Ticio fue
fulminado por Zeus y precipitado a los Infiernos. Allí dos serpientes o dos águilas, según
las versiones, devoran su hígado que vuelve a renacer con las fases de la luna.

La iconográfica del martirio de Ticio nos recuerda al tormento que sufrió Prometeo. En el
Museo del Prado hay una pintura de Tiziano y otra de Ribera con el tema del padecimiento
de Ticio.

Según otra tradición Prometeo creó a los hombres modelándolos con arcilla y agua, a
semejanza de los dioses y luego les infundió vida con su aliento.

El arcángel San Miguel modeló a Adán y Jehová le insufló vida y le entregó a Eva para que
no estuviese solo.

Zeus como castigo a los hombres les envió a la mujer, Pandora. Ella como Eva, trae la
desgracia a la Humanidad. Pandora fue dotada de belleza, gracia y persuasión, pero también
de mentira y curiosidad.

Eva y Pandora se representan en el arte por su belleza seductora, causante de las desgracias
del género humano.

Epimeteo, hermano de Prometeo, olvidando el consejo de éste de no aceptar ningún regalo


de Zeus, y seducido por la belleza de Pandora, la hizo su esposa y fueron los padres de
Pirra.

A Pandora le entregaron una caja o jarra, según las versiones, pero la curiosidad hizo que
Pandora la abriera y se esparcieron todos los males por el mundo, quedando en el fondo
sólo la esperanza.

Decaulión y Pirra: el diluvio

Sólo Decaulión y su esposa Pirra, hija de Pandora y Epimeteo, merecían salvarse. Prometeo
les aconsejó que construyeran un arca con la que flotaron 9 días y 9 noches.

Al pedir Zeus a Decaulión que le solicitase un deseo, éste le rogó tener compañeros. Zeus
les ordenó que lanzasen los huesos de sus madres por encima del hombro. Decaulión
comprendió que se refería a piedras, los huesos de la Tierra.

De las piedras que arrojó él nacieron los hombres y de las que lanzó Pirra las mujeres. Estos
procrearon y siguió la raza helénica.

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