Rosario de Los 7 Dolores de Maria
Rosario de Los 7 Dolores de Maria
Rosario de Los 7 Dolores de Maria
Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a
los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los
del mundo entero.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente
suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de
Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre
Santísima. Amén.
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)
Señal de la Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Primer Dolor
La profesía de Siméon.
Lectura: Lucas 2: 25-35.
Padre Nuestro
Ave María
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma
con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su
amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu
Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al
Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Segundo Dolor
La huida a Egipto.
Considera el agudo dolor que María sintió cuando ella y José tuvieron que huir
repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza decretada por
Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus privaciones durante tan largo
viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en la tierra del exilio. Madre Dolorosa,
alcánzame la gracia de perseverar en la confianza y el abandono a Dios, aún en los
momentos más difíciles de mi vida.
Padre Nuestro
Ave María
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma
con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su
amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu
Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al
Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Tercer Dolor
El Niño Jesús perdido en el templo.
Padre Nuestro
Ave María
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma
con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su
amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu
Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al
Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Cuarto Dolor
María encuentra a Jesús con la cruz a cuestas.
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta Madre, tan
dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo arrastran a tan cruel
muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron cuando sus ojos se encontraron - el
dolor de la Madre bendita que intentaba dar apoyo a su Hijo. María, yo también quiero
acompañar a Jesús en Su Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis hermanos y hermanas que
sufren.
Padre Nuestro
Ave María
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma
con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su
amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu
Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al
Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Contempla los dos sacrificios en el Calvario - uno, el cuerpo de Jesús; el otro, el corazón de
María. Triste es el espectáculo de la Madre del Redentor viendo a su querido Hijo
cruelmente clavado en la cruz. Ella permaneció al pie de la cruz y oyó a su Hijo prometerle
el cielo a un ladrón y perdonar a Sus enemigos. Sus últimas palabras dirigidas a Ella
fueron: "Madre, he ahí a tu hijo." Y a nosotros nos dijo en Juan: "Hijo, he ahí a tu Madre."
María, yo te acepto como mi Madre y quiero recordar siempre que Tú nunca le fallas a tus
hijos.
Padre Nuestro
Ave María
Padre Nuestro
Ave María
Padre Nuestro
Ave María
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma
con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su
amor y obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu
Corazón que está totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al
Corazón de Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre Crucificada,
Madre Dolorosa,
Madre lacrimosa,
Madre aflicta,
Madre abandonada,
Madre desolada,
Madre despojada de su hijo,
Madre traspasada por la espada,
Madre consumida por el infortunio,
Madre repleta de angustias,
Madre con el corazón clavado a la Cruz,
Madre tristísima,
Fuente de lágrimas,
Auge de sufrimiento,
Espejo de paciencia,
Roca de constancia,
Áncora de confianza,
Refugio de los desamparados,
Escudo de los oprimidos,
Vencedora de los incrédulos,
Consuelo de los miserables,
Remedio de los enfermos,
Fortaleza de los flacos,
Puerto de los náufragos,
Bonanza en las Borrascas,
Recurso de los afligidos,
Terror de los que arman celadas,
Tesoro de los fieles,
Vista de los profetas,
Báculo de los Apóstoles,
Corona de los Mártires,
Luz de los confesores,
Perla de las Vírgenes,
Consolación de las viudas,
Alegría de todos los Santos,
ORACIÓN
Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y
Madre María, según la profecía de Simeón; concédenos propicio, que cuantos veneramos
sus dolores y hacemos memoria de ellos, consigamos el feliz efecto de tu sagrada Pasión.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.