Familia Musical Llanos
Familia Musical Llanos
Familia Musical Llanos
Familia Llanos
Ciudad de Iquique, Chile) es un grupo de músicos, agrupados en torno a una familia nortina
que, hace más de 100 años, comenzó a formar una veta musical entre sus miembros
quienes, ligados de una u otra forma al arte, han llevado por generaciones la música en sus
En 1916, Carlos Alfredo Llanos Echeverría', con solo 5 años de edad, da su primer Concierto
espectadores que llenaban las galerías y palcos del palacio escénico, creado en 1890, luego
de la venida de la famosa actriz del cine francés [[Sarah Bernhardt ]], quien en 1888 hubiese
Presidente de la República don Arturo Alessandri Palma, quien luego de escuchar los acordes
del prodigio, instruyó que le fuera otorgada la Beca del Conservatorio Stern, (misma Beca
que 12 años antes el Presidente Pedro Montt hubiese otorgado al célebre pianista Claudio
Arrau). No obstante, sus padres no lo dejaron ir, prefiriendo que siguiera formándose en
Santiago y Conservatorio Nacional de Música (Chile), esta última, institución con la que
mantendría una relación de gran cariño y cercanía hasta 1950, donde tuvo la oportunidad de
ser profesor de piano del entonces joven talento, Valentín Trujillo entre 1940 y 1945.
En 1930 el pianista contrajo matrimonio con Irene Ignelia Ponce Vergara, una bella mujer de
una aristócrata familia Iquiqueña con quien formaría una familia con 10 hijos.
Luego de la Gran depresión de 1929, Carlos Llanos y sus 3 primeros hijos (Carlos, Luis y
Marcela), deciden irse a vivir a Santiago de Chile, en una vieja casona patronal en la calle
Nataniel, donde el pianista recibiría a familias de artistas y músicos que huían hacia el sur,
A los pocos años de haber llegado a Santiago, Carlos dirigía su orquesta para armonizar las
tardes del Teatro Municipal de Santiago (Chile) con melodías de Strauss y Mozart, para
cambiar de ritmo y por las noches alegrar las principales boites de Santiago, con tangos y
boleros que iban dando forma a la vida bohemia de la capital en la década del 40 y 50. En
casa, con sus 10 hijos, Carlos Llanos armaba sendos pesebres para Navidad mientras
vida del músico, intentó reprimir la beta musical de sus hijos, con un espléndido fracaso en
sus intenciones.
Hacia 1949, cada noche, Carlos Llanos enrutaba sus pasos hacia Huérfanos 757, a la madre
de las boites capitalinas, '''El Violín Gitano''', donde dirigía a su orquesta para alegrar las
noches de la aristocracia Chilena. Una noche, como cualquier otra, '''Magda Ruiz''', crooner
cantar, Pedro Guzmán, saxofonista de la orquesta, le contó a Carlos Llanos que, en un local
cercano, se encontraba ''el mejor crooner que hubiese visto''. Juntos fueron a buscarlo, y al
entrar, sobre un ritmo tropical se veía a un joven de 17 años, con una impronta digna de
Clarck Gable, cantar Mambo N°5 (canción que ese mismo año habría compuesto Dámaso
Pérez Prado), para sorpresa del pianista, el crooner era su hijo Carlitos, quien, cinco minutos
después de que partiera su padre, caminaba hacia Huérfanos 837, para cantar con su banda
Los Peniques y sus amigos Valentín Trujillo y Ariel Arancibia (Los Flamingos) en la boite El
Casanova (inaugurado en 1948, y que luego en 1953 se convertiría en el famoso “Bim Bam
El Casanova, 1940
Desde ese día, y en contra de sus planes originales, padre e hijo se unirían en la música hasta
Durante la segunda mitad de la década de los 50', el quizás más célebre compositor chileno
del siglo XX, Francisco Flores del Campo, sufría una profunda sequía artística, luego de haber
participado en los principales teatros de Nueva York y Los Ángeles, su regreso a Chile había
resultado mucho menos glamoroso de lo que él esperaba. Aún deprimido por la afección a la
garganta que lo alejó de los escenarios como cantante, Pancho Flores venía en una mala
racha musical.
En una tarde de otoño de 1958, se juntó con su amigo Carlos Llanos, para pedirle apoyo y
guía, como un músico contemporáneo al que respetaba y seguía desde pequeño. Carlos,
entonces, comenzó a juntarse a tocar y practicar con él, recibiéndolo en su casa quinta de 21
de mayo en La Cisterna. Para ese entonces, en la casa de Carlos Llanos, se paseaban los
artistas de la época, entre ellos Isidora Aguirre quién comentó a ambos músicos de la
creación de su obra “La Pérgola de las Flores” (de la que Pancho Flores luego sería
compositor), Pedro Messone, Patricio Manns y hasta el mismo Víctor Jara (con quién nunca
lograron compartir visión política ni de mundo, pero sí el profundo amor por la música).
El 20 de febrero de 1959 Irene Ponce cumplía 45 años, Carlos Llanos organizó una fiesta para
ella en una boite con amigos y familiares cercanos, con su vieja orquesta tocando
especialmente para ella. En medio del concierto, y mientras el pianista tocaba '''Mi Pecado''',
fundiéndose así, los dos grandes amores de su vida, su mujer y la música, en un acorde
Para la segunda mitad de los años 50, Carlitos Llanos recorría Latinoamérica con sus bongos
y voz, tocando en Cuba con la “Sonora Matancera”, y con “Xavier Cugat”. En medio del
régimen de Castro, Carlitos Llanos alegraba hoteles y teatros con su música tropical y las
Cuenta la calle, que hacia 1955, Carlitos Llanos se enamoró de Clarita García, una hermosa
cubana hija de un General del Ejército Revolucionario, que, al enterarse del amorío de su
hija con un músico, lo salió persiguiendo por las calles de la Havana, disparándole con su
Colt 45, que había recibido de un oficial Estadounidense con quien se emborrachó en un
carismático cuál era, contaría la historia, rematando con una leve subida de pantalón para
mostrar, con nostalgia y memoria, la pequeña cicatriz que le había dejado la única bala bien
Hacia 1960 Carlitos Llanos sigue con su carrera musical, mientras ejerce como ingeniero
de haber perdido a su padre, Eugenio Llanos Ponce, uno de los hijos menores del pianista,
inicia sus pasos en la música, junto a sus hermanos Pancho Llanos, Alfredo Lalo Llanos, y su
hermana menor, Maruja Llanos juegan a interpretar las bandas de la época de la Nueva Ola y
el Neofolclore.
En 1961, Hugo Ortega Gerard, conductor de Radio Pacífico, conducía el programa “La
Cabalgata Musical”, que mostraba las bandas emergentes que marcarían tendencia en los
malones del verano. Con estos mismos grupos formaba bandas que recorrían las playas de
Chile para animar los festivales de verano y los shows de hoteles y carnavales. Ese mismo,
año, Eugenio Llanos Ponce, con un excelente oído y claras habilidades de cantante tenor,
aprendía a tocar batería con '''Fernando Pocho Allende''' (baterista de “Los Twisters”, banda
fundada por Luis Dimas), cuando fue llamado por Hugo Ortega, para unirse a '''Jorge del
Valle''' (Guitarra Eléctrica), '''José Potro Pincheira''' (Bajo y 2da voz), '''Gabriel Gómez'''
(acordeón electrónico) y '''Reinaldo Rino González''' (primera voz) para formar un conjunto
que animara las noches del '''Hotel Bilbao''', durmiendo en una buhardilla con 4 camarotes y
un baño.
El incipiente grupo, aún sin nombre, fue un éxito y el verano del 61 el Hotel Bilbao pasaría a
De vuelta en Santiago, Eugenio Llanos decidió que la música lo acompañaría por siempre, y
junto a “Carlos Trujillo” (bajista y vocalista, fundador del grupo humorístico “Los Muleros”),
“Aldo Labarca” (tecladista) y “Jorge Salas” (guitarrista) y “Eugenio Quenito Llanos” (baterista)
fundaron “Los Pussycats”. Durante los próximos 5 años tocaron por todo Chile junto a
Patricio Renán, Quilapayún, Ginette Acevedo, Palmenia Pizarro y otros artistas que
un longplay de 12 canciones, ícono del beat nacional de la segunda mitad del siglo XX. En
1966, participaron como banda central del programa [[Gran sábado gran]], grabado en
Chilefilm y animado por el gran Alejandro Michel Talento, que tuvo gran éxito en
centroamérica y que vino a Chile a competirle a “Sábado Gigante”. Ese mismo año, Chile
empezaba a agitar su ambiente político, y la música se iba tiñendo, poco a poco, de colores
En este ambiente, Eugenio Llanos decide alejarse de la música profesional y entra a trabajar
a Citroen Chile, compañía a la que dedicaría más de 35 años laborales, donde estudió
Un día de verano de 1995, casi 40 años después de que Carlos Llanos - su padre - hubiese
estado conversando con Isidora Aguirre y Francisco Flores del Campo en su casa de 21 de
mayo, en su local de Citroën, ubicado en Cristóbal Colón 4833, llegó a comprar un auto
Emilio Gaete, con quién terminaría construyendo una linda relación de amistad, y quién le
confesaría que la composición musical completa de La Pérgola de las Flores habría sido
realizada por su padre, Carlos Llanos, y que había sido un regalo para su amigo Francisco
Flores del Campo, para que saliera de su racha de mala suerte y pudiera recomponerse,
incluso agregando que "el pobre Pancho Flores tenía oreja de tarro". No obstante las
declaraciones de Emilio, siendo justos con la historia, grandes éxitos seguirían a Pancho
Flores luego de este noble regalo, ganando inclusive el “Festival de la Canción de Viña del
Mar” con su canción “Qué bonita va” en 1964, interpretada por “Los Huasos Quincheros”.
Su primera hija “María Eugenia”, incursionó en la flauta traversa, su segunda hija “Paula
Catalina” durante más de 10 años bailó profesionalmente en Antumapu, grupo folclórico con
“Martín Adolfo” decidió acompañarlo en su segunda pasión, los autos, vocación a la que
dedicó sus estudios y trabajo durante más de 20 años, “Francisco José”, arquitecto, se dedicó
a la guitarra, saxo, y una serie de instrumentos que acompañan una agradable voz que
rememora a los viejos crooner de la familia, su hijo menor “Eugenito Andrés” es el primero
de muchos Llanos que se reencontró con el piano, y en unas vacaciones a Iquique en 2015,
al recorrer el museo del, hoy cerrado, “Teatro Municipal de Iquique”, se encontró con "el
piano de cola usado por los pianistas de entre 1915 - 1930". Se sentó y pudo encontrarse en
una melódica tonada, con 3 generaciones de músicos, que en amables acordes unen sus