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Pediatrika 4/99 Vol. 19/173 Quemaduras eléctricas en Pediatria: revision A. C. Lépez-Mutioz", P. Sanabriat, P. Bourgeo! +B. Suso’, J. C. Lépez™, S, Martinez"** * Servicio de Anestesiologia y Reanimacién. ** Dpto. de Cirugia Pedidivica. Unidad de Quemados. Hospital Infantil ‘La Paz" "" Unidad de Quemados. Centro de Traumatologia y Rehabiltacion ‘La Paz" Madrid (Espa) Resumen Las urgencias por quemadura eléctrica (QE) pedidtrica han aumentado en los iltimos quince ios. Suponen aproximadamente el 1-1,5% de Jes ingresos en una Unidad de Quemados. Las sliologias de las QE en los nifos difieren de las, de adultos. No es necesaria monitorizacién car- ca y el manejo ambulatorio es seguro y efec- Sivo para la mayoria de quemaduras por bajo woltaje domésticas, cuando hayan transcurrido 4 Foras de observacion asintomaticos en urgen- cias. Sin embargo, nifios con quemaduras por alto voltale deben ingresar en el hospital: es ne- cesario un traslado répido a la Unidad de Que- mados, una reposicién hidroelectrolitica intensa, un soporte hemodindmico y metabélico adecua: do asi como una cirugia temprana. Las QE, so- fbre todo por bajo voltaje pueden prevenirse con madidas simples de seguridad, Los padres de- fen ser informados por su pediatra sobre danos SEctricos y su prevencién, ya que estos dafios Son algunos de los pocos en niios que pueden sr prevenidos. Palabras clave: Quemadura eléctrica. Pedié- ‘sea. Nifio, Manejo. (Pediatrika. Vol. 19- n° 4. 173-178, 1999) Summary During last fifteen years, pediatric electrical burns (EB) urgencies have increased, accounting for 1-1,5% of all admissions to Major Burn Cen- ters. The EB etiologies in children differ from tho- se of adults An outcome management is safe and effective, in most children with a low voltage injury who remains asymptomatic for 4 hours in the emergency room. But children with high vol- tage injuries must be hospitalised: i's necessary an early transfer of patients to a Burn Unit, ag- gresive fluid resucitation, haemodynamic and Metabolic support and an early surgical interven- tion. EB in children, especially low voltage iinju- Fies can be prevented with simple security mea- sures. Parents must be taught about electrical bums and how to prevent them by the pediatri- cian, because these injuries are some of the fow in children which can be prevented. Key words: Electrical burn. Pediatric. Child Management, (Pediatrika. Vol. 19 -n® 4. 173-178, 1999) Vol. 19/174 A.C. Lopez-Mufioz y cols. 1. Introduccién y etiopatogeni Las quemaduras eléctricas (QE) pedidtricas supo- nen aproximadamente el 1-1,5% de los ingresos en una Unidad de Quemados (1). Hasta finales del siglo pasado, los Unicos los accidentes eléctricos conoci- dos eran los producidos por la electricidad atmostéri- 50-100 IU/ml la banda miocar- dica de CPK (MB) excede 5% del total de CPK. El aumento de CPK en QEBV no predice la necesidad de cuidados quiriraicos, ni hay correlacién entre el aumento de CPK y anormalidades en el ECG. Pero el aumento de CPK en las QEAV si tiene mucha ma- yor correlacién con la necesidad de procedimientos Quinirgicos y, aunque menos, también con la exis- tencia de alteraciones ECG (1, 14, 30, 32). @) Mioglobinuria: No aparece tras QEBV. Si suelen aparecer nive- les elevados de mioglobina urinaria tras QEAV, y suelen mejorar tras hidratacin y diuréticos sin com- plicaciones. Por ello, urincandlisis y niveles de mio- globina urinaria deben ser obtenidos en todos los Pacientes con QEAV. La persistencia de mioglobi- hhuria durante mas de 6 horas tras una reposicién adecuada de volumen es signo de dafio muscular que probablemente precise cirugia (1, 6, 11) ) Antibioticoterapia: Por el riesgo de infeccién anaerébica, aunque controvertida la profiaxis antibidtica, suele realizar se una profilaxis anticlostridium con Penicilina G ante lesiones importantes producidas por la eleotr- cidad (20), Y antibioticoterapia profiléctica contra microorga- nismos habituales del cantro en el perioperatorio in- mediato a la cirugia (2, 17). ) Tratamiento local: En lesiones exclusivamente cutdneas no difiere Vol. 19/177 Quemaduras eléctricas en Pediatria: revision del de las quemaduras térmicas. Pero en muchas ocasiones es dificil precisar si hay 0 no lesién mus- cular subyacente, por lo que en caso de duda esta justificado realizar una incision en el area quemada yy observar el miisculo. En caso de lesiones profun- das estan justificadas dos actitudes terapéuticas: ~ Conservador con cura oclusiva: por la imposibi- lidad de marcar inicialmente los limites precisos de las lesiones. Una vez delimitadas éstas y elimina- dos los estacslos, dependiendo de las condiciones locales, la solucién de continuidad creada puede corrarse mediante aproximacion de los bordes, Dlastia de desiizamiento, injerto peciculado o injerto libre, 0 incluso esperando la cicatrizacién esponta- nea. En general se utiliza en quemaduras peque- fias, Aun esto caso, es precisa una estrecha vigilan- cla del lesionado monitorizando presiones en dichos Compartimentes y el flujo distal de la extremidad por palpacion, y doppler, por si en cualquier momento evolutivo fuese precisa una fasciotomia por compro- miso vascular 0 nervioso. = Desbridamiento quirirgico inicial, tan pronto co- mo el estado general del paciente lo permita, para ef- minar todos los teidos necrosados (pie, tejido celular subcuténeo y musculo), con lo que se previene la ‘paricion de miosits clostrdiales. La solucion de con- tinuidad creada se deja cubierta con un apésilo y se ‘observa la herida unos das después, para proceder a un desbridamiento complementaro si fuese preciso. “Tan pronto como sea posible la pérdide de sus- tancia cutdnea se cubre con injertos. En caso de QEAV, es necesario una escaroto- mia, fasciotomia o desbridamiento inicial en las pri- meras horas de producirse la lesi6n. Sin embargo, fen alguna serie se ha demostrado que una fascioto- mia femprana no dismunuye de forma significativa Ia incidencia de amputacion. = En algunos casos de quemaduras de las extre midades, la amputaci6n es el tnico tratamiento. La arteriografia indica con precision el nivel de amputa- ion. El munén debe dejarse abierto, procediéndose al cierre del mismo cuando no existan signos de ne- erosistisular (2,6, 10, 11, 93-96). Correspondencia: Dr. A.C. Lépez Munoz Servicio de Anestesiolog’a, Reanimacion ¥y Terapéutica de Dolor Hospital infantil ‘La Paz" Paseo de fa Castellana, 261 228046 Madri E-mail: aclopezm @comv.os Vol. 19/178 C. Lépez-Mufioz y cols. Padiatrika 4/99 Bibliografia 1. Zubair M, Besner GE: Pediatric electrical burns: ma agement strategies. Burns, 1997; 23:419-420, 2, Duran H, Arcelus |, Gareta-Sancho L, Gonzélez F, Femendez L, Méndez J: Tratado de Patologia y Cini: ca Quinirgica. Vol. 1. 2% ed. Me Graw-blisInterameri- cana Ed. 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