Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Los Títulos Valores Mercantiles

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

LOS TÍTULOS VALORES

HISTORIA

Los títulos valores nacen en la Edad Media, cuando los sistemas tradicionales de Derecho Privado resultan
insuficientes para atender las necesidades de un tráfico jurídico cada vez más intenso. El Derecho común, inspirado en
un criterio ius privatista, estaba inmerso en un formalismo que, en aras de la seguridad del tráfico, hacía que las
instituciones fueran inadecuadas al naciente Derecho Mercantil como derecho regulador de las relaciones
profesionales del comerciante.

Las soluciones adoptadas en derecho consuetudinario perseguían dos objetivos: probar la existencia del
derecho, y considerar a éste, al propio derecho o crédito, como valor económico en sí mismo. La constancia
documental del derecho hizo posible que el acreedor reforzara su situación procesal ya que suprimía la necesidad de
probar su existencia; la consideración del crédito como valor económico, una progresiva objetivación de éste,
desligándolo de las eventuales excepciones que fueran oponibles a su anterior titular. Con estas medidas se facilitaba
el ejercicio del derecho y su rápida y ágil circulación. El nexo entre documento y derecho de crédito consiguió ser así
no sólo un instrumento probatorio idóneo, sino acreditar a su poseedor como tenedor legítimo del mismo, según el
derecho aplicable a su concreta circulación.

Los Títulos valores también han sido llamados títulos de crédito. “es el documento necesario para hacer valer el
derecho (derecho de crédito) literal y autónomo contenido en el mismo”.

El tratadista italiano Cesare Vivante, creador de la Teoría General de los Títulos de Crédito los define los títulos de
crédito señalando que son “documentos que llevan incorporado un derecho literal y autónomo que en se puede ejercer
por el portador legítimo contra el deudor a la fecha de su vencimiento”.

El documento (que da cuenta) de un crédito adquiere el carácter jurídico de título de crédito solamente cuando por su
disciplina sea necesario para transferir o exigir el derecho literal y autónomo que en él está mencionado. El derecho
que consta del título es un derecho literal, porque su medida y su contenido están determinados por el preciso tenor del
título.

Un título de valor se asocia a un valor específico. Dicho valor está ligado indefectiblemente al documento (soporte
material). Así, cuando una persona transmite el título de valor, transmite el derecho.

Los cheques, los pagarés, las letras de cambio y las acciones son títulos de valores.

La función económica de los títulos valores es facilitar la circulación de los créditos o excesos de dinero en la economía
para así incentivar la economía en ambas partes.

La gran cantidad de recursos monetarios que se materializan y trasladan a través de los títulos valores ayudan a la
economía de las empresas e inversionistas.

LOS TÍTULOS VALORES

Son actos mercantiles que el sistema jurídico venezolano reconoce y regula en el Código de Comercio, en el art. 2
numeral 13, donde establece que son actos objetivos de comercio, es decir, haciendo abstracción a las personas que
participan en el negocio jurídico mercantil correspondiente.

CARACTERÍSTICAS

1. Autonomía. Se trata de un título autónomo e independiente de cualquier negocio que pudiera haberle dado
origen. Se basta por si mismo. No requiere de otros documentos que expliquen su contenido. Tiene vida propia. El
título de crédito esta orgánicamente destinado a la circulación, es su función natural.

Para fortalecer la aptitud circulatoria, como función natural del título, ha sido elaborado el principio de la autonomía.
(Art.425 C.Co.)

2. Literalidad. El titulo tiene incorporado un derecho de crédito o valor, que es el objeto, y los derechos y las
obligaciones de las partes, que son sujeto activo y pasivo del título, se limitan y extienden de acuerdo a lo expresado
en el propio documento. Por consiguiente, el titulo traduce un derecho literal. Es el derecho que resulta del título. En
virtud de la literalidad, lo que está escrito en un titulo valor se reputa cierto sin posibilidad de prueba en contrario.
Cuando se comete alguna equivocación en la creación del título, la misma deberá ser corregida o el documento habrá
que ser sustituido por otro.

3. Incorporación. El derecho está contenido en el título. Se adquiere el derecho nacido del documento mediante
la adquisición del derecho sobre el documento; con la transferencia del documento, se transfiere necesariamente el
derecho; sin la presentación del documento, no puede obtenerse el cumplimiento de la prestación, y la destrucción del
documento comporta la pérdida del derecho. La incorporación revela una característica esencialmente diferente, sobre
todo cuando se capta que el derecho incorporado no depende de la propiedad que se tenga sobre el título, sino del
título mismo.
4. Abstracción. Por abstracción del título valor entendemos que el mismo tiene en si su propia causa, dado lo cual
el titular no requiere pruebas complementarias respecto de los motivos que originaron la expedición del instrumento par
ejercer los derechos correspondientes. Como consecuencia de la abstracción, la tenencia legitima del título faculta por
sí misma para el ejercicio de los derechos, sin que le sea preciso demostrar al acreedor la existencia de relaciones
jurídicas previas que lo hayan hecho titular y sin que se le exija al deudor la realización de comprobaciones en ese
sentido para entender válidamente librado de su pago.

5. Falta de novación. Art. 121 C.Comercio. “Cuando el acreedor recibe documentos negociables en ejecución del
contrato o en cumplimiento de un pacto accesorio al contrato de que proceda la deuda, no se produce novación”

Al momento de suscribir un título valor, no se está pagando una deuda previa y creando a cambio de ella una
obligación nueva, sino solamente, se está suministrando al acreedor un título negociable que le facilite el traspaso y el
cobro de la deuda definitiva.

6. Negociabilidad. Es esta la razón fundamental de su existencia. Mediante esta característica el título valor,
permite al titular que negocie con sus créditos con lo cual, sin incurrir en engorrosos procedimientos del Código civil ,
se le facilita la agilidad y rapidez de sus operaciones mercantiles. La transferencia de un título valor, hecha de acuerdo
con las formalidades establecidas para cada clase de título en particular, traslada los derechos incorporados
propiamente dichos, y también los derechos accesorios inherentes.

CLASIFICACIÓN

POR SU FORMA DE CIRCULACIÓN

a. Título de valores a la orden: es aquél que una persona extiende a favor de otra en particular, la cual, a su vez,
puede volver a transmitirlo a una tercera a través de la fórmula denominada endoso. Cuando se lleva a cabo dicha
transmisión, no es necesario avisar al deudor (a quien contrajo la obligación de realizar el pago). Por otro lado, el
endosante (quien lo transmite, sea o no el acreedor original) debe responder ante el endosatario (el actual acreedor)
acerca de la solvencia económica del deudor. La letra de cambio, por ejemplo, forma parte de este grupo.

b. Título de valores al portador: este tipo de documento da a quien lo posea el derecho en él incorporado, sin la
necesidad de que su nombre haya sido especificado. Como puede deducirse, un título de valores al portador puede ser
transmitido de una persona a otra sin ningún trámite formal, simplemente entregándolo. Al momento de su emisión, por
lo tanto, el deudor adquiere la obligación de pagar la deuda a quien lo presente en la entidad correspondiente. El
cheque al portador es un buen ejemplo de esta clase de título;

c. Título de valores nominativo: a diferencia del caso anterior, este tipo de título lleva escritos los datos de una
persona en particular, y sólo a ella le será reconocido el derecho a usarlo. Los títulos de valores nominativos pueden
ser transferidos, pero para ello es necesario notificar al deudor del procedimiento, para que éste inscriba la transmisión
en el libro correspondiente. Dos documentos que entran en esta categoría son el pagaré y el cheque nominativo

POR EL OBJETO DEL DERECHO INCORPORADO

Los títulos personales representan la participación del titular en una sociedad, razón por la cual también se les llama
títulos de participación.

Los títulos reales confieren al poseedor legítimo un derecho real sobre una cosa. Estos títulos también reciben el
nombre de títulos representativos de mercancías, para indicar que las cosas a las cuales se refieren se encuentran
incorporadas en los títulos.

Los títulos obligacionales incorporan créditos de carácter pecuniario. Son llamados también títulos de pago. El hecho
de que incorporen una promesa incondicional de pagar una suma de dinero, es decir, que representen un crédito, ha
dado lugar a la denominación de títulos de crédito.

Tampoco hay novación cuando las partes expresamente lo han convenido.

LETRA DE CAMBIO

Su función es la de permitir la circulación y la realización del crédito en forma particularmente rápida y segura. Cumple
esencialmente la función económica de ser instrumento de crédito a corto plazo, tanto en el campo comercial como en
el financiero. Su función típica es la de diferir el pago de una suma de dinero, dando al mismo tiempos al beneficiario la
posibilidad de convertir el crédito en moneda mediante la transferencia del título.

Es un título valor y de crédito por medio del cual una persona denominada librador, emite y ordena a otra denominada
librado pagar a su vencimiento y a la orden del beneficiario y portador legítimo, una determinada cantidad de dinero.

Es un título que contiene la orden de pagar o hacer pagar al beneficiario del mismo, al vencimiento, una cantidad
determinada de dinero en la forma establecida por la ley.
Una letra de cambio es el título de crédito formal y completo que contiene la promesa incondicionada y abstracta de
hacer pagar a su vencimiento al tomador o a su orden una suma de dinero en lugar determinado, vinculando
solidariamente a todos lo que en ella intervienen.

La letra de cambio no nace de improvisto, la actual letra de cambio es el producto de una lenta evolución a través de la
cual fueron precisándose sus rasgos y sus reglas propias. Las letras de cambio se popularizaron con el florecimiento
del comercio, cuyas manifestaciones más importantes ocurrían en las ferias, hacia donde mercaderes y señores se
dirigían, transportando el dinero en forma de letras de cambio. Antes de la fecha indicada en la letra para recibir su
monto se acostumbraba presentar está al librado, quien verbalmente manifestaba estar dispuesto a cumplir la orden o
retenía el documento y tal retención equivalía a aceptación.

Vencimiento de la letra de cambio.

La fecha de vencimiento, como todas las obligaciones, tiene por objeto hacer exigible la obligación cambiaria, cuya
falta de pago en la fecha de su vencimiento coloca al aceptante en mora de la obligación. Si el plazo vence después de
la muerte del aceptante, el heredero quedará constituido en mora después de una notificación o un acto equivalente, y
luego de transcurridos ocho días del requerimiento. (Art. 1269 C.Civil).

EL CHEQUE

La palabra cheque está indisolublemente unida al vocablo inglés exchequer, que significa tablero (de ajedrez o de
damas). El soberano ingles libraba ordenes contra su tesorería, las cuales llamaban exchequer bills, por la forma que
adoptaba el tapiz que cubría la mesa de la tesorería inglesa. De la expresión exchequer bill surgió la palabra cheque.
Fueron los ingleses los padres adoptivos del cheque (Bonelli) y los promotores de su divulgación, la cual se extendió al
mundo entero.

En Venezuela, la legislación sobre cheque fue introducida en 1.904. El Código de Comercio de ese año adoptó las
normas del Código de Comercio italiano de 1.882, a las cuales se hizo insensible. El descuido del legislador
venezolano en materia de cheque ha sido tan grande, que al producirse la incorporación de la reglamentación de la
reglamentación de la letra de cambio en 1.919, ni siquiera se tomó el trabajo de revisar las normas de revisión cuando
en materia de letra de cambio no existen dispositivos sobre el particular.

El cheque es el medio más utilizado para disponer de los fondos de una cuenta corriente bancaria, pero no la única
forma. Por la relativa independencia del cheque y de la cuenta corriente bancaria, la doctrina prevaleciente habla de la
existencia de un pacto accesorio de cheque, superpuesto a los contratos bancarios de una cuenta corriente. El
convenio de cheque no es un contrato autónomo, sino un acuerdo accesorio de la cuenta corriente.

El cheque, como título de crédito, es el documento necesario para ejercitar el derecho literal y autónomo indicado en el
mismo.

EL ENDOSO

Antes de la utilización del endoso, la letra era empleada para el pago de deudas recíprocas entre los comerciantes, a
través de mecanismos diferentes: el acreedor libraba una letra contra su deudor y por cuenta de su propio acreedor; el
tomador que quería pagar con la letra a un tercero, firmaba como avalista, el título acordaba al representante del
tomador la facultad de ser sustituido por otra persona para el cobro de la letra.

La letra pasa a constituirse en un instrumento de pago entre los extraños al primitivo contrato de cambio trayecticio que
le había dado origen y su uso sin la intervención de los banqueros se vuelve frecuente.

El endoso permitirá que la cambial se transforme, con el tiempo, en instrumento para la circulación de un crédito
independiente de la relación de emisión, en el papel moneda de los comerciantes.

EL AVAL

Durante la época en que la letra de cambio constituyó la representación del contrato de cambio trayecticio y, en
consecuencia, era un título expedido por un banquero, el documento estaba dotado de una gran seguridad en cuanto a
su pago. La palabra aval ha dado lugar a discrepancias en cuanto a su origen.

El aval puede definirse como una institución típicamente cambiaria, que tiene por finalidad garantizar el pago de la letra
de cambio. Esa garantía tiene como función, entre otras, reforzar la capacidad circulatoria de la letra de cambio.

EL PAGARÉ

El pagaré cambiario nace en la baja edad media con la fisonomía propia de otros documentos notariales que contenían
el reconocimiento de haber obtenido una suma de dinero y la consiguiente promesa de restituirla. El pagaré se
mantuvo en las legislaciones como lo que fue desde su origen, como una promesa de pago: el emitente del pagaré no
ordena a nadie que pague sino que se obliga él mismo a pagar.
Se trata de un acto de comercio objetivo determinado en el ordinal 13 del artículo 2 del Código de Comercio y regulado
en los artículos 486 al 488 ejusdem.

El pagaré es un título por medio del cual una persona se obliga a pagar a la orden de otra persona una cantidad de
persona en una fecha determinada. El pagaré es una promesa de pago y siendo un título a la orden es transmisible por
medio de endoso.

Es un título valor por medio del cual una persona llamada suscritor promete pagar a la orden de otra, denominada
beneficiario, una cantidad de dinero en la fecha de su vencimiento. Si el pagaré es suscrito por quien no es
comerciante y no responde a las características de acto de comercio la obligación que se propone a cumplir el suscritor
por medio del título valor, no es mercantil. El pagare es un título valor a la orden porque reúne sus características, pero
no es una orden de pago como la letra de cambio y el cheque, sino una promesa de pago. La obligación la asume
directamente el suscritor.

Requisitos del pagare.

• Fecha de emisión.

• Cantidad en número y letras. (Art. 415 C. Co.)

• La época de su pago.

El pagare no puede ser a la vista, ni a cierto plazo vista, porque no existe los sujetos cambiarios; librador y aceptante,
sino un suscritor que lo emite y lo acepta, sin su firma no hay pagaré.

• La persona a quien o a cuya orden debe pagarse. No puede ser al portador.

• La exposición de si son por valor recibido y en que especie o por valor en cuenta.

PRESCRIPCIÓN.

Es la liberación de la obligación cambiaría por no intentarse la acción dentro del transcurso del tiempo prevista en la
ley.

El termino de prescripción de las acciones contra el librado-aceptante y su avalista, es de 03 años; contra el librador, su
avalista y contra los endosantes es de 01 año; y entre endosantes y la de estos contra el librador, es de 06 meses a
partir del día en que el endosante ha reembolsado la letra o desde el día en que ha sido demandado. (Art. 479. C.Co.).

PROTESTO

Es el acto realizado por un notario público o por cualquier otro funcionario que este facultado por la ley para darle fe
pública a los actos que ocurran en su presencia, mediante el cual deja constancia autentica de la presentación del
cheque por el beneficiario o portador al librado para su pago y en el lugar del pago; y de las razones de la negativa de
pago del librado.

De este acto se levanta un acta firmada por el librado (banco) el portador y el notario, el cual se devuelve al portador
del cheque. Esa acta contiene el protesto, el cual es fundamental para intentar la acción contra el librador (el que firma)
y endosantes. Sin el protesto levantado en tiempo legal no hay acción.

El protesto debe ser sacado dentro del término de presentación del cheque de ocho o quince días e en uno de los dos
días laborables siguientes al vencimiento de dichos términos, para no perder la acción contra los endosantes, ni contra
el librador en caso de dejar de ser disponible la cantidad por hecho del librado .

También podría gustarte