Taller La Demanda y La Prueba Carlos Navarro
Taller La Demanda y La Prueba Carlos Navarro
Taller La Demanda y La Prueba Carlos Navarro
LA PRUEBA Y LA
DEMANDA
PARTICIPANTE:
Carlos Navarro
Lisbeth Perez
Froilan Viña
FACILITADORA:
Rogemil Acosta
Noviembre, 2022
CUESTIONES PREVIAS
CONTESTACION DE LA DEMANDA
La contestación de la demanda es el acto procesal mediante el cual el
demandado alega todas sus excepciones y defensas respecto de una demanda. La
contestación de la demanda tiene la misma importancia para el demandado que la
demanda para el demandante. Puede ser escrita u oral, dependiendo del tipo de
procedimiento.
a) Cuando no se hayan opuesto cuestiones previas,
b) Opuestas cuestiones previas. Forma y contenido de la contestación. La
rebeldía o contumacia del demandado. La Confesión Ficta. Efectos.
Cuando la parte demandada es citada, no es solo para que concurra a ejercer el
derecho a la defensa, El CPC dice que es citado para que concurra a contestar la
demanda, puede no hacerlo y oponer cuestiones previas, que no es contestar la
demanda. La principal forma de ejercer el derecho a la defensa es a través de la figura
de la contestación de la demanda.
Por ejemplo en el caso de una demanda por el pago 10 millones de bolívares,
si alego si es el representante o no, son cuestiones previas; pero, si lo que discutimos
es si existe o no la deuda, lo que estamos es discutiendo sobre el fondo del asunto.
Oponer cuestiones previas no es contestar la demanda, aún y cuando la
oportunidad procesal para contestar la demanda es la misma que para oponer las
cuestiones previas, el lapso de emplazamiento de 20 días de despacho; en ese lapso
voy a estudiar el libelo de la demanda y pensaré como voy a realizar mi defensa:
planteo cuestiones previas o contestaré la demanda. Normalmente vamos a ejercer
defensas o excepciones denominadas en doctrina como excepciones perentorias.
Las defensas que nosotros ejercemos a través de las cuestiones previas son las
que denominamos excepciones dilatorias, porque en alguna forma el efecto que
ejercían en general era retardar el proceso, aún y cuando sabemos que las cuestiones
previas fueron creadas con el propósito de depurar el proceso y sabemos que en
algunos casos cuando son declaradas como tal pueden extinguir el procedimiento,
pero las cuestiones previas en general en la práctica lo que hacen es demorar el
proceso. Entonces las cuestiones previas son excepciones de carácter dilatorio, en
cambio las excepciones que vamos a argumentar con la contestación al fondo de la
demanda son excepciones o defensas de carácter perentorio, porque su función no es
demorar sino extinguir, destruir las pretensiones del demandante contenidas en el
libelo de la demanda.
Estas excepciones perentorias dependen de la pretensión contenida en el libelo
de la demanda; porque la contestación debe ser el correlativo, entiéndase correlativo
como complementario opuesto, de la contestación del libelo de la demanda; esto no
significa que con la contestación no pueda introducir cosas distintas.
Dependiendo del tipo de acción que se ejerza, será mi excepción. Por ejemplo,
en el supuesto que me demanden por el cumplimiento de contrato, pero el contrato es
bilateral y en el se pactó un cumplimiento recíproco de las obligaciones de cada una
de las partes, yo puedo argumentar como defensa, si ese es el caso, la excepción de
contrato no cumplido: yo no te he cumplido porque tú no me has cumplido a mí. Esta
es una excepción que puedo ejercer como defensa de fondo en la contestación de la
demanda.
Otro tipo de excepciones que puedo ejercer son todos aquellos hechos
extintivos de las obligaciones; por ejemplo, si existía una obligación pero hubo una
novación y esa obligación se extinguió y dando paso a una nueva obligación que aún
no es exigible.
Entonces, estas excepciones o hechos extintivos encajan perfectamente dentro
de las excepciones perentorias que podemos hacer valer con nuestro escrito de la
contestación de la demanda.
Hay otro aspecto que hay que tratar en este asunto la mayoría de las
excepciones perentorias hay que buscarlas en el mundo del derecho sustantivo
(Código Civil, Código de Comercio), más que en el mundo adjetivo o derecho
procesal. Recordemos cuando hablábamos sobre la caducidad y decíamos que la
prescripción no se podía oponer como cuestión previa pero si en la contestación de la
demanda.
RECONVENCION
Se llama reconvención al proceso judicial en el que el demandado responde a
una demanda con otra que es de igual magnitud, o que ataca directamente a quien lo
demanda, aprovechando la oportunidad del proceso pendiente iniciado por él. Esta
demanda es independiente de la original impuesta, pero forma parte del mismo
proceso.
De esta forma, la respuesta del demandado, a quien se le inicia una
investigación y posterior proceso judicial, sugiere un grupo de acciones contra quien
lo demanda y en su propio favor. El demandado, por medio de la reconvención,
formulará la pretensión o pretensiones que considere pertinentes respecto del
demandado.
La reconvención es un procedimiento por el cual un demandado solicita en el
mismo proceso una condena para el demandante. El demandado no solo define una
demanda en contra de la que se le impone, sino que en la misma asegura su propia
inocencia. La respuesta a la demanda acusatoria debe darse por escrito y en el
momento en que se recibe en el juzgado, momento en que se considera comenzar el
proceso de reconvención.
LAPSO DE PROMOCION Y EVACUACION DE PRUEB AS
“Hasta el Código de Procedimiento Civil de 1897, el término probatorio no se
encontraba segmentado como en el actual, para que, dentro de cada segmento,
llevaran a cabo las partes y el tribunal actividades preclusivas, sino que dentro de él,
conjuntamente, se promovían y evacuaban las pruebas.
Observa el tratadista Arminio Borjas (Comentarios al Código de
Procedimiento Civil Venezolano, tomo III, p. 193, Edit. Bibloamericana. Argentina-
Venezuela) “…Antes de la reforma de 1897, la ley declaraba que el lapso de pruebas
era de treinta días, sin destinar especialmente a la promoción de éstas ninguna parte
de él, por lo cual, durante todos dichos días se las podía indistintamente promover y
evacuar, … omissis … y tanto para el Juez como para las partes se hacía embarazoso,
y aún quedaba expuesto para éstas a peligrosas alevosías, el derecho de promover
nuevas probanzas hasta en el último de los treinta días del término.”
Para esta Sala, conforme a los comentarios de Borjas, era claro que en los
términos diseñados para que conjuntamente se promovieran y evacuen pruebas, hasta
los últimos días del lapso eran hábiles para ofrecer medios de pruebas, ya que ese era
un derecho de las partes. Reminiscencias en el vigente Código de Procedimiento
Civil de este tipo de término único para promover y recibir pruebas es la articulación
probatoria del artículo 607, norma que establece una articulación por ocho días sin
término de distancia, lo que significa –ya que el Código de Procedimiento Civil no
distingue- que dentro de la articulación se promoverán y evacuarán pruebas, ya que
necesariamente el lapso probatorio es para ello.
Al no limitar el artículo 607 en comento los medios a promoverse, entiende la
Sala que en un sistema de libertad de medios, los ofrecibles son tanto medios
nominados como innominados.
En consecuencia, testigos, experticias, inspecciones judiciales, documentos y
otros medios no prohibidos expresa o tácitamente para las incidencias, pueden
proponerse en estas articulaciones; y no señala el Código de Procedimiento Civil que
las pruebas deban evacuarse obligatoriamente dentro de la articulación, y que si allí
no se reciben, las que se insertaren luego resultaren extemporáneas. Si no existe tal
distinción en la ley, el intérprete tampoco debe distinguir.
“Por lo tanto, a juicio de esta Sala, es posible que pruebas ofrecidas por las
partes dentro de la articulación sean recibidas fuera de ella, como incluso ocurre con
probanzas no evacuadas en el término de evacuación del juicio ordinario.
Para la Sala, sería contrario al derecho de defensa de las partes, cercenarles tal
derecho, concretado en el ofrecimiento de pruebas, creándoles la carga de
promoverlas en los primeros días de la articulación de ocho días (de despacho),
cuando la ley no distingue oportunidad dentro del término para promoverlas, ni
ordena tal proceder. Luego, todos los días, hasta el último de la articulación, son
oportunos y temporáneos para ofrecer pruebas. Lo que sucede es que hay pruebas
que pueden evacuarse sin lapso probatorio alguno para ello, ya que se reciben en un
día prefijado, independientemente del lapso, mientras hay otras que requieren de un
término destinado a la recepción de pruebas para que puedan ser incorporadas al
proceso. Ello, debido a que con algunos medios pueden surgir diversas actividades
concatenadas a su práctica, y por aplicación del principio de concentración de la
prueba, el legislador ha querido que ellas se lleven adelante dentro de un lapso
probatorio específico”.
LA PRUEBA
Se puede definir la prueba como “la actividad de las partes procesales dirigida
a ocasionar la evidencia necesaria para obtener convicción del Juez o Tribunal
decisor sobre los hechos por ellas afirmados, intervenida por el órgano jurisdiccional
bajo la vigencia de los principios de contradicción, igualdad y de las garantías
constitucionales tendentes a asegurar su espontaneidad e introducida en el juicio oral
a través de medios lícitos de prueba”.
De la definición transcrita se desprende que la prueba es esencialmente un
acto de parte. Es, en efecto, a las partes procesales a las que incumbe no sólo
introducir en el proceso unos hechos determinados, sino también su ulterior
acreditación mediante el uso de unos medios de prueba previamente propuestos. Por
ello, la L.E.Cr. establece la regla de que “no podrán practicarse otras diligencias de
prueba que las propuestas por las partes, ni ser examinados otros testigos que los
comprendidos en las listas presentadas” (artículo 728).
II. Objeto.
El objeto o finalidad de la prueba no es otro que formar la convicción del Juez
o Tribunal en lo que respecta a la verdadera existencia de los hechos introducidos en
el debate a través de los escritos de acusación, así como en lo referente a la
participación del acusado en tales hechos.
Por otra parte, esa convicción o certidumbre judicial a cuyo logro propende en
último extremo la actividad probatoria aparece a su vez condicionada por la
delimitación de los hechos objeto de debate a través de los escritos de calificación.
Ello significa que el órgano decisor no puede pronunciarse sobre hechos diferentes de
los que constituyen la acusación; y si de las pruebas practicadas resultara la existencia
de nuevos hechos, diferentes de los planteados por las partes, deberá acordar la
suspensión del juicio y la devolución de la causa al Juzgado instructor de
procedencia, al objeto de que éste aporte los “nuevos elementos de prueba” o
practique la “sumaria instrucción complementaria” a que alude el artículo 746.6º de la
Ley.
En otro orden de cosas, existen profundas diferencias entre el objeto de la
prueba del proceso penal y el propio del proceso civil. Así, mientras en este último la
prueba debe recaer estrictamente sobre los hechos controvertidos, en el proceso penal
no hay, en puridad de conceptos, hechos no controvertidos. Ello no obstante, es
preciso hacer las siguientes precisiones sobre este particular:
Por lo que se refiere a los hechos admitidos y confesados, es tajante la L.E.Cr.
al privar de eficacia inculpatoria a la confesión del propio investigado, pues dispone
que “la confesión del procesado no dispensará al Juez de instrucción de practicar
todas las diligencias necesarias a fin de adquirir el convencimiento de la verdad de la
confesión y de la existencia del delito” (artículo 406). La llamada confesión es un
elemento probatorio más, que el Tribunal deberá valorar en conciencia junto con el
resto de pruebas practicadas, así, expresamente, la L.E.Cr. impone al juzgador la
obligación de valorar, entre otros extremos, “lo manifestado por los mismos
procesados” a la hora de dictar sentencia (artículo 741). La conformidad no
constituye exactamente una confesión, sino más bien un allanamiento. En lo que
respecta a los hechos notorios, no existe regla escrita alguna que los excluya de la
necesidad de prueba. Y por lo que respecta a las presunciones, es llano que la Ley no
puede imponer presunción legal alguna de la que deriven efectos perjudiciales para el
reo, por impedirlo el principio de presunción de inocencia.
Medios de prueba.
Rigen el juicio oral los principios de concentración, oralidad, publicidad,
inmediación, igualdad de partes, verdad material y contradicción.
1. Concentración: Los debates del plenario se continuarán, una vez abierto el
juicio oral, durante todas las sesiones consecutivas que sean necesarias hasta su
conclusión.
2. Oralidad: En tanto que en el sumario predomina el principio de escritura, el
plenario se desarrolla por medio de actuaciones orales en su casi totalidad.
3. Inmediación: Es una consecuencia del principio de oralidad. Las pruebas se
practican en el acto del juicio oral ante la presencia del Tribunal.
4. Igualdad de partes: A diferencia del sumario, en el que el Ministerio Fiscal
tiene un cierto predominio, por lo menos hasta el auto de procesamiento, en el juicio
oral las partes acusadoras y acusadas actúan en pie de igualdad, disponiendo de
idénticas posibilidades de intervención.
5. Verdad material. Además de las diligencias de prueba propuestas por las
partes, se practican las que el Tribunal considere necesarias para la comprobación de
cualquiera de los hechos que hayan sido objeto del escrito de calificación. El Tribunal
examinará por sí mismo, sin necesidad de que nadie se lo pida, los libros, documentos
y papeles y demás piezas de convicción. El Presidente puede alterar el orden de
realización de las pruebas propuestas por las partes. Finalmente, el Tribunal apreciará
en conciencia las pruebas practicadas en el juicio y las razones expuestas por la
acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados para dictar
sentencia.
6. Contradicción: En cuanto que es necesaria la presencia de las partes
acusadoras y los defensores del acusado, y de éste, durante todo el desarrollo del
juicio oral. La presencia del Ministerio Fiscal y de los Abogados de las partes viene
exigida por la propia mecánica del sistema, que encomienda a ellos la práctica de los
interrogatorios de testigos y partes y los informes posteriores. La presencia del
procesado es también necesaria; nuestro Derecho no admite, en el procedimiento
ordinario, el juicio en rebeldía.
Los medios de prueba regulados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal son: la
confesión de los procesados y personas civilmente responsables, el examen de los
testigos, el informe pericial, la prueba documental y la inspección ocular.
a) Confesión: La L.E.Cr. no da reglas para el desarrollo del interrogatorio del
procesado; ha de acudirse, por lo tanto, como supletorias a las normas relativas a la
indagatoria.
b) Prueba de testigos: Se comenzará con el examen de los testigos propuestos
por el Ministerio Fiscal, a continuación se practicará la prueba testifical ofrecida por
la acusación particular y actor civil, y por último, la de la defensa del procesado y
responsables civiles.
Los testigos que hayan de declarar en el juicio oral permanecerán, hasta que
sean llamados a prestar sus declaraciones, en un local a propósito, sin comunicación
con los que ya hubiesen declarado, ni con otra persona.
Hallándose presente el testigo mayor de catorce años ante el Tribunal, el
Presidente le recibirá juramento en la forma establecida en el artículo 434.
El Presidente preguntará al testigo acerca de las circunstancias expresadas en
el primer párrafo del artículo 436, después de lo cual la parte que le haya presentado
podrá hacerle las preguntas que tenga por conveniente. Las demás partes podrán
dirigirle también las preguntas que consideren oportunas y fueren pertinentes en vista
de sus contestaciones.
El Presidente, por sí o a excitación de cualquiera de los miembros del
Tribunal, podrá dirigir a los testigos las preguntas que estime conducentes para
depurar los hechos sobre los que declaren.
El Presidente no permitirá que el testigo conteste a preguntas o repreguntas
capciosas, sugestivas o impertinentes. El Presidente podrá adoptar medidas para
evitar que se formulen a la víctima preguntas innecesarias relativas a la vida privada
que no tengan relevancia para el hecho delictivo enjuiciado, salvo que el Juez o
Tribunal consideren excepcionalmente que deben ser contestadas para valorar
adecuadamente los hechos o la credibilidad de la declaración de la víctima. Si esas
preguntas fueran formuladas, el Presidente no permitirá que sean contestadas.
Contra la resolución que sobre este extremo adopte, podrá interponerse en su
día el recurso de casación si se hiciere en el acto la correspondiente protesta.
En este caso, constará en el acta la pregunta o repregunta a que el Presidente
haya prohibido contestar.
En los careos del testigo con los procesados o de los testigos entre sí no
permitirá el Presidente que medien insultos ni amenazas, limitándose la diligencia a
dirigirse los careados los cargos y hacerse las observaciones que creyeren
convenientes para ponerse de acuerdo y llegar a descubrir la verdad.
No se practicarán careos con testigos que sean menores de edad salvo que el
Juez o Tribunal lo considere imprescindible y no lesivo para el interés de dichos
testigos, previo informe pericial.
c) Informe pericial: Los peritos podrán ser recusados por las causas y en la
forma prescrita en los artículos 468, 469 y 470.
La sustanciación de los incidentes de recusación tendrá lugar precisamente en
el tiempo que media desde la admisión de las pruebas propuestas por las partes hasta
la apertura de las sesiones.
Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando
deban declarar sobre unos mismos hechos y contestarán a las preguntas y repreguntas
que las partes les dirijan.
Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier
reconocimiento harán este acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere
posible.
En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que
puedan continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos
verifican el reconocimiento.
d) Prueba documental: El Tribunal examinará por sí mismo los libros,
documentos, papeles y demás piezas de convicción que puedan contribuir al
esclarecimiento de los hechos o a la más segura investigación de la verdad.
e) Inspección ocular: Para la prueba de inspección ocular que no se haya
practicado antes de la apertura de las sesiones, si el lugar que deba ser inspeccionado
se hallare en la capital, se constituirá en él el Tribunal con las partes, y el Secretario
extenderá diligencia expresiva del lugar o cosa inspeccionada, haciendo constar en
ella las observaciones de las partes y demás incidentes que ocurran.
Si el lugar estuviese fuera de la capital, se constituirá en él con las partes el
individuo del Tribunal que el Presidente designe, practicándose las diligencias en la
forma establecida en el párrafo anterior.
En todo lo demás se estará, en cuanto fuere necesario, a lo dispuesto en el
título V, capítulo I del libro II.
PROPOSICIÓN, ADMISIÓN O DENEGACIÓN; PRUEBA ANTICIPADA;
PROPOSICIÓN EN EL ACTO DEL JUICIO; PRUEBA ACORDADA “EX
OFFICIO”.
CLASIFICACION DE LA PRRUEBA
La clasificación de la prueba para un mejor entendimiento los
desmenuzaremos en cuatro partes: contraria, literal, preconstituida y testifical. La
contraria trata de destruir la prueba de la contraparte con el fin de anularla o dejar sin
efecto alguna presunción legal que esta tenga. La literal como su nombre lo indica es
aquella que es presentada mediante un documento escrito. La preconstituida es la que
antes de promoverse un litigio se prepara a una persona. Por último la testifical, aquí
la atención cae sobre las declaraciones de los testigos.
La admisibilidad de la prueba se consumará cuando le falten algunos de los
dos elementos expuestos a continuación: Primero, que debe de ser necesariamente
pruebas que sean admitidas por la ley. Por ejemplo, la prueba testimonial, las
confesiones, el juramento, entre otros. Segundo, debe hacerse llegar en la forma
prescrita por la ley. Por ejemplo, presentación de la prueba escrita, información
testimonial, y demás. Otra cosa que es importante resaltar es que es Juez quien juega
un papel esencial en los procesos jurídicos, tienen que trabajar a partir de las pruebas
que le son presentadas, o sea, no puede investigar por su propio lado para resolver
algún conflicto.
Por jerarquía de la prueba podemos entender que es la aplicación de los
medios de pruebas que hace todo operador jurídico en la práctica. Esto sin olvidar los
elementos de la escala valorativa que se construye desde un punto de vista legal o
racional. Todo operador jurídico para obtener una sentencia favorable debe de
jerarquizar de forma correcta los medios de pruebas, esto lo hacen a partir de una
escala de valores, en las cuales podemos mencionar: su significación, si credibilidad,
utilidad, oportunidad y validez. Tenemos que tener claro algunos tipos de medios de
pruebas que mencionaremos a continuación.
Medio de prueba directo e indirecto: Los directos es cuando el juez asimila la
prueba partiendo de un silogismo o razonamiento deductivo. Estos son los
documentos, testimonios, confesiones, juramentos, visita a los lugares y experticios.
En los indirectos hay más bien una inducción, o sea, que el juez trabaja a partir solo
del medio suministrado, este es el caso de presunciones legales o ya del hombre.
Medio de prueba perfecto e imperfecto: Los perfectos son aquellos que son
establecidos por la ley, y por tanto es la misma ley quien le da el valor probatorio y la
jerarquía que tienen. Cabe resaltar que estas son aplicables en toda materia. Entre
estos podemos mencionar los documentos, la confesión y el juramento decisorio. Por
el contrario los medios de pruebas indirectos son aquellos mediantes los cuales los
jueces actúan mediante su propio convicción, por lo tanto son ellos mismo quienes le
dan el valor probatorio. Entre estos se encuentran el testimonio, las presunciones, el
peritaje, el descenso o visita en los lugares, el uso y el juramento supletorios.
También existen unos medios de pruebas específicos: estos son establecidos
por el ordenamiento y son procedimientos que los abogados pueden recurrir para que
sean los jueces quienes deben aceptar estos como buenos y válidos. Si estos medios
se adquieren de forma ilegal queda automáticamente sin ningún efecto.
Cuando el abogado cuenta con el conocimiento de la jerarquía de las pruebas,
es mucho mayor el porcentaje de obtener éxito en sus procesos, ya que, este
conocería los momentos y las formas indicadas para mostrar las pruebas, que son
elementos necesarios para dar peso a sus argumentos y a sus alegatos. He aquí la
importancia de conocerlos y de cada día sean objetos de un estudio más profundo; y
así lograr una mejor estructura en los procesos jurídicos que presenta a diario nuestro
sistema judicial dominicano.
CONFESIÓN
Es un medio de prueba que existe en la L.E.C.1881, pero que no aparece con
ese nombre en la L.E.C.2000 (en la que se regula un medio de prueba parecido que es
el interrogatorio de las partes) (V. interrogatorio de las partes).
Según ANDRÉS DE LA OLIVA, es un medio de prueba consistente en la
actividad necesaria para obtener, a petición de una parte, que otra preste declaración
ante el juez sobre la certeza de unos hechos personales. Esta declaración se presta
bajo juramento o promesa de decir la verdad. En España las preguntas que se
formulan se denominan «posiciones» y han de estar redactadas categóricamente y de
manera que se responda en sentido afirmativo o negativo. La declaración de la parte
confesante recibe nombre de «absolución de posiciones».
La confesión se proyecta sobre hechos, no sobre derechos ni sobre situaciones
o negocios jurídicos. Teóricamente, cuando la confesión se emite bajo juramento
llamado decisorio, todo lo declarado por el confesante se tiene como cierto, tanto si le
perjudica como si le favorece. En la práctica, la confesión se pide y se presta bajo
juramento indecisorio y, según el Derecho positivo, debieran quedar fijados como
ciertos aquellos hechos confesados que fuesen perjudiciales para el confesante.
Aunque la jurisprudencia ha rectificado el valor legal de la confesión, equiparándola a
los otros medios de prueba que el juez ha de apreciar libremente, mediante esta
apreciación libre es también razonable -salvo el resultado de otros medios de prueba-
que se tengan como reales los hechos que perjudican a un sujeto y se confiesan por él
como ciertos. La experiencia enseña que, cuando una persona reconoce ser cierto un
hecho que le perjudica patrimonialmente, es, de ordinario, porque, en efecto, lo es.
Esa máxima de la experiencia no rige, en cambio en el ámbito penal. No son
pocos los casos de quienes, por diversos motivos (afán de notoriedad enfermizo,
procurar la impunidad a otros, etc.) se confiesan autores de delitos que no han
cometido. En el ámbito jurisdiccional penal la confesión no exime de proseguir las
diligencias de investigación de los hechos, ni vincula al órgano jurisdiccional en
todos los casos, en orden a la sentencia (V. arts. 121 y ss. C.C., 579 y ss. L.E.C.1881
y 406 y 688 y ss. L.E.Cr.).
JURAMENT O DECISORIO
El juramento decisorio, es un tipo de prueba testimonial que sirve para dar por
terminado el proceso sobre derechos disponibles de las partes; además, hay que
mencionar que, con la declaración hecha sobre la verdad de la demanda termina el
proceso, es por ello que, la razón de la presente investigación va enfocada sobre el
valor probatorio que aporta el juramento decisorio para resolver un conflicto, siendo
el objetivo principal ser una prueba única que sirva para el convencimiento del
juzgador y este pueda emitir una decisión en base al juramento rendido, obteniendo
como resultado una administración de justicia eficiente, rápida y segura aplicando así
el principio constitucional de celeridad procesal. Bajo estos antecedentes, la presente
investigación, que se titula: “El juramento decisorio y el principio de celeridad
procesal en los procesos sumarios” tiene como propósito, describir a través de la
aplicación de instrumentos de investigación determinar a través del estudio de casos
si el juramento decisorio es un medio probatorio eficaz para la terminación de los
procesos sobre derechos disponibles de las partes, a fin de establecer si este
mecanismo contribuye con la celeridad del proceso. Para alcanzar este objetivo
general, se realizó, un estudio doctrinario, jurídico y crítico del juramento decisorio;
los resultados de la investigación acuerdan que el juramento decisorio es un tipo de
prueba útil pertinente y conducente, que pone fin al conflicto en los procesos
sumarios de forma rápida, al ser considerada prueba única, aporta de forma positiva
con el principio de celeridad procesal, así como también con el principio de economía
procesal.
EXPERTICIA
La experticia es un medio de prueba consistente en el dictamen de personas
con conocimientos especiales, científicos, artísticos, técnicos o prácticos, con el fin de
cooperar en la apreciación técnica de cuestione de hechos sobre las cuales debe
decidir el Juez, según su propia convicción.
LA TACHA
La tacha del testigo es el acto por el cual la parte denuncia su inaptitud legal
para testimoniar en la causa, por encontrarse incurso en alguno de los casos de
inhabilidad absoluta o relativa que señalan los artículos 477 al 480 de este Código.
TESTIGO
Pueden ser testigo bajo juramento todas las personas mayores de doce años de
edad, que no estén sujetas a interdicción o que no hagan profesión de testificar en
juicio.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS