Ñawisss
Ñawisss
Ñawisss
Este diseño Sagrado que conlleva la métrica cósmica, sirvió como unidad de
medida para la construcción, desde vasijas, pasando por Centros
Ceremoniales, hasta la planificación territorial de la Cultura Andina.
CHUMPI – KUYAS
Una piedra se transforma en kuya = talismán por el aprecio y consagración.
Representa un aspecto profundo para mi. Bendecirla
La miya es el altar o mesita andino. El cóndor, el puma y la serpiente fueron 3
animales que representaron la cosmovisión de los incas: el mundo superior de los
dioses, el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Reinos = pachas
Mi conjunto de 7 kuyas se llama siwarkenti : el colibrí que es el mensajero sutil
de wiracoha
Los chumpi son las 5 fajas sutiles del ser humano.
Las kuyas tienen puntas (apus) aspecto masculino, y valles aspecto femenino.
Tres anillos representan los 3 pachas
Runtu = huevo. Algunas piedras con esa forma
Las piedras son vasijas – recipientes de ancestralidad. Expresion mas profunda
y antigua
Animismo: todo cuanto me rodea esta vivo de algún modo y representa una
expresión de Dios.
Cosco: ombligo - sonqo = corazón
Inti = sol
Allpa Mama: allpa igual tierra, mama, madre, es decir madre tierra. Pacha mama, pacha,
tiempo, universo, significa madre del universo. Yaku mama, yaku significa agua y
mama, madre, madre del agua. Waka Mama: waka, sagrado, mama, madre sagrada, se
refiere a los sitios considerados sagrados a quienes se acostumbra a dejar los tumines o
los pagos como una retribución de los favores que se recibe de la tierra y de la vida. Inti
tayta, inti sol y tayta padre, padre sol.
La expresión mama y tayta fijan una forma de pensamiento, una visión del mundo que
establece la diferencia con la visión del mundo occidental, en estas expresiones esta
implícito la idea de naturaleza, universo como un ser vivo y lo que es mas considerado
como la madre y el padre del pueblo kichwa, generando con ello un nivel de parentesco
de padre, madre e hijos, un todo que se complementa el uno al otro y que en caso de no
ser tomado en cuenta o que no cumpla con su función pone en riesgo la totalidad, el
bienestar integral de todos.
La concepción de que la naturaleza tiene vida y que muchos de sus elementos son
considerados como los dioses mayores de los pueblos ancestrales, dio lugar a que la
naturaleza sea vista como sagrado, en esa dimensión las acciones de desarrollo se
restringían bajo el mandato de tomar de la naturaleza solamente lo que se necesita y no
abusar de ella. Estas prácticas si bien se mantienen aún, comienzan a debilitarse por la
ausencia de estudios que permitan conocer a profundidad esta visión del mundo y que es
importante recuperarla porque puede constituirse en una alternativa de pensamiento que
ayude a cuidar el ambiente y la manera de ser de las personas.
El sumak kaway, acciones y valores de la comunidad kichwa La minka: se refiere al
trabajo obligatorio que cada ayllu debe cumplir con los intereses de la comunidad en
obras que son de carácter colectivo como por ejemplo un canal de riego, la construcción
de un camino, una plaza o alguna edificación de carácter sagrado o en obras que
comprometen a varias comunidades. La minga es un mecanismo de trabajo colectivo
que fomenta el ahorro, estimula el trabajo y potencializa la producción. Esta tradición
en el caso de las comunidades ha permitido superar y enfrentar el olvido y la exclusión
del sistema colonial y republicano.
El ayni: se caracteriza por el sentido de solidaridad de la familia y de la comunidad, en
labores especificas entre los ayllus o entre los miembros de la comunidad, en labores
que no demandaban tiempos prolongados como por ejemplo el tejado de una casa, la
siembra de maíz, etc. El ayni se rige por el principio de reciprocidad, es decir por el
makipurarina.
El maki purarina: maki mano, purarina, estrechar o darse la mano, es decir ayudarse
mutuamente, equivale a la reciprocidad. Se refiere al sentido de solidaridad que los
miembros de un ayllu deben expresar con sus familiares, con los vecinos de la
comunidad. Esta conducta es observada con mucha atención por los anfitriones de una
actividad productiva o de una fiesta, de registrar los tumines que llevan los
acompañantes y de esta forma tener presente las obligaciones que adquiere con todos y
cada uno de los mismos.
El maki purarina ayuda a que los niveles de comunicación, la interrelación de las
personas se mantenga vigente, esta práctica contribuye a conocerse, reconocerse, a que
se ayuden mutuamente o en su defecto conozcan quienes están, viven a su alrededor.
yanaparina, la solidaridad como un valor fundamental. La situación histórica de las
comunidades ha motivado a que en ciertas circunstancias las comunidades se
cohesionen y fortalezcan los lasos de unidad y de apoyo mutuo, este valor ha permitido
que los ayllus y los miembros de la comunidad, por lo general se apoyen mutuamente y
puedan superar dificultades, lograr objetivos que sin el apoyo de los demás se
extenderían y generaría dificultades al propio individuo y a los miembros de la
comunidad.
El sumak kawsay y los principios para su edificación. Wawakunaka yurakunashna
wiñan, alli wakichikpika alli wiñan, mana alli wakichikpika mana alli wiñankachu. Se
suele decir que las personas crecen igual que las plantas, si los cuidados son adecuados
su crecimiento y sus frutos son buenos, si no se los cuida, entonces los frutos tampoco
serán buenos.
En las comunidades agrarias existe especial cuidado en preparar la tierra, ser realiza los
tumines o los pagos, es decir el permiso a la madre tierra para intervenirla y proceder a
preparar la tierra, la preparación de la tierra implica: abonarla, nutrirla de agua y humus,
arar la tierra, realizar la siembra, protegerla y realizar la cosecha, cada acción articulada
al ciclo lunar, su precisión permitirá garantizar una buena producción. Las comunidades
artesanas y comerciantes combinan estos ciclos con la dinámica y la realidad económica
de la población, en el primer caso debían tener un conocimiento adecuado de las plantas
de las cuales obtenían los distintos colores, así como de los animales que les abastecía
de la materia prima que necesitaban.
En todos los casos están presentes los siguientes valores:
El ama killa, no a la pereza; ama llulla, no a la mentira; ama shua, no al robo, estos
valores se sintetizan en la importancia del trabajo como el eje fundamental para
garantizar el bienestar individual, familiar y colectivo.
Llankayka kushikuypa shunkumi kan, este pensamiento kichwa significa “que el trabajo
es el corazón de la felicidad”, y se sostiene en la trilogía anteriormente mencionada.
Pakta kausay, el equilibrio. La trilogía anterior regida por el trabajo permite garantizar
el equilibrio individual, familiar y colectivo. En la actualidad en las comunidades
kichwas a pesar del deterioro de sus matrices culturales y espirituales conservan rezagos
de estas prácticas.
El equilibrio no se refiere únicamente a la estabilidad de los miembros de la comunidad,
se refiere también al equilibrio emocional que debe lograr cada persona, dicho
equilibrio constituye una garantía para que la comunicación sea horizontal y adecuada y
no se vea afectada por alteraciones de incomunicación que finalmente pueden afectar el
logro de los objetivos.
El equilibrio en su antigua forma procuraba garantizar el bienestar integral del
individuo, la familia y la comunidad, su desestabilización era considerado como un
riesgo que puede afectar su bienestar, en este sentido por ejemplo, si un miembro de la
comunidad afectado por la pereza no participe en una minga que tiene como objetivo
abrir un canal para el riego, este se afecta, debido a que la modalidad de trabajo es
asignar tramos a los jefes de cada ayllu el cual en un tiempo determinado debe cumplir
con dicha responsabilidad. La afectación si bien es superable, esta sin embargo puede
retrasarla y sobretodo generar un malestar el interior de los miembros de la comunidad,
un malestar que prevalecerá por algún tiempo y daña el ánimo de la población.
Alli kausay, la armonía; Como se anota anteriormente el trabajo, el equilibrio permite
sostener la armonía del individuo, la familia y la comunidad. Un individuo, una familia,
una comunidad que logra estas dimensiones puede contagiar su entorno y lograr que las
diferentes actividades sean positivas, influye incluso en el espacio y en lugar por donde
fluya dicha energía, de ser afectada en cambio sucede lo contrario y los resultados no
siempre serán los esperados, la armonía garantiza fluidez wiñak kausay, la creatividad.
La presencia de estos valores es el ingrediente que motiva en las personas a recrear y
crear sus iniciativas. La creatividad está regida por un mecanismo clave que se
denomina el tinkuy.
El tinkuy es la búsqueda permanente de nuevas innovaciones, para lo cual los
elementos existentes se encuentran en permanente revisión o confrontación, de dicha
fricción surge una nueva luz, un nuevo elemento que contribuye a superar lo anterior.
El tinkuy se lo simboliza en los rituales del inti raymi con las danzas guerreras que
rememoran la confrontación de las comunidades por mantener la hegemonía de los
espacios rituales , la confrontación sin embargo no genera enemistad, concluido el inti
raymi las comunidades mantienen los lazos de apoyo y solidaridad. samak kausay, la
serenidad. Aprender a cultivar la serenidad del horizonte, la serenidad de los lagos al
amanecer, es una tarea de perseverancia, disciplina, esta orientado a aprender a crear
mecanismos que permiten controlar reacciones compulsivas, acciones sin previa
meditación.
Los Yachak al realizar las curaciones tienen la costumbre de hacer un corte y mantener
el diálogo para recuperar la energía y luego continuar hasta culminar la misma. Un
agricultor acostumbra a detenerse en medio de la jornada y respirar con profundidad,
mirar su entorno, el trabajo realizado y continuar con sus labores hasta concluirla.
Cultivar la serenidad en las acciones de trabajo, de enseñanza, ayuda a que cada acto se
lo desarrolle en paz y respeto hacia el otro que en estos casos es un reflejo de nuestro yo
o de lo que pretendemos transmitir. runakay, el saber ser.
El runakay es la suma de todos los elementos anotados anteriormente. Runa literalmente
significa persona, humano, el runakay sintetiza la realización del ser humano, para
lograr esta dimensión es indispensable aprender a cumplir paulatinamente, todos y cada
uno de los valores descritos anteriormente. El sumak kawsay Es una concepción andina
ancestral de la vida que se ha mantenido vigente en muchas comunidades indígenas
hasta la actualidad. Sumak significa lo ideal, lo hermoso, lo bueno, la realización; y
kawsay, es la vida, en referencia a una vida digna, en armonía y equilibrio con el
universo y el ser humano, en síntesis el sumak kawsay significa la plenitud de la vida.
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En la mitología inca, a Uku Pacha se le definía como el mundo de abajo, que
era el mundo de los muertos, de los no natos y de todo aquello que se
encontraba bajo la superficie terrestre o acuática. Se consideraba a las fuentes
(en quechua, pukyu), cuevas y toda abertura de la corteza terrestre como vía
de comunicación entre el Uku Pacha y el Kay Pacha.
El mundo aparecía compuesto por cuatro planos, Hakaq Pacha (mundo del
más allá), Hanan Pacha (el mundo de arriba), Kay Pacha (el mundo de aquí) y
Uku Pacha. En la práctica solía haber en el Tahuantinsuyu una
"división" dualista complementaria bastante semejante en algunos aspectos a
la china del yin-yang entre el Hanan y el Urin (o Uku) que llegaba al punto de
calificar a unas poblaciones de Hanan ("superiores") y a otras de "inferiores"
(Urin, Uku) entendiéndolas como complementarias, aunque a diferencia del
dualismo complementario chino no queda claro si la división
entre Hanan/Urin o Uku implicaba un recíproco y progresivo pasaje desde
el Hanan (lo superior, lo solar, etc.) a un Uku o Urin (lo bajo, lo oscuro) y así en
ciclos.
En lengua quechua, pacha significaba a la vez tiempo y espacio,
aunque la acepción más usual es la de tierra. Por ejemplo, cuando se honra a
la pachamama se hace un rito de fertilidad, para que la tierra dé sus frutos a
cambio de las ofrendas y otros sacrificios.
La representación animal del Uku Pacha era representado por una serpiente
gigante o serpiente Amaru.
En mitología inca a Hanan Pacha se le definía como el mundo de arriba donde
se encontraban todos los dioses, el mundo celestial donde
estaban Wiracocha, Inti, Mama Killa, Pachacámac, Mama Cocha e Illapa.
El mundo aparecía compuesto por tres planos, Hanaq Pacha (el mundo del
más allá), Hanan Pacha (el mundo visible de arriba), Kay Pacha (el mundo de
aquí) y Uku Pacha (el mundo de abajo).
La representación animal del Hanan Pacha es el cóndor.
El espacio andino era concebido en dos niveles diferentes: horizontal y vertical. En el plano
horizontal, los incas veían el mundo de manera dual: hanan y hurin (arriba y abajo). Estas
dos mitades eran divididas, a su vez, en otras dos, dando origen a la cuatripartición. Esta
división era entendida como complementariedad, oposición y reciprocidad. Mientras que, a
nivel vertical, el espacio estaba dividido en tres pachas:
1. Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal): era mundo celestial y solo las
personas justas podían entrar en ella, cruzando un puente hecho de pelo. En la tradición
andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses
como Viracocha o Wiracocha, Inti, Mama Quilla, etc (Lo que se ve pero no se puede
controlar).
2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): en la cosmovisión andina, Kay Pacha es el
nombre del mundo terrenal, donde habitan los seres humanos y pasan sus vidas. Habitan
dioses como Pachamama, señora de la tierra, Mama Sara, señora de los frutos y plantas;
Pariacaca, señor de las aguas (Lo que se ve y se puede controlar).
3. Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos): en la mitología andina, Uku
Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos, de los niños no nacidos y todo lo
que estaba debajo de la superficie de la tierra o del mar. Las fuentes, cuevas u otras de las
aberturas de la superficie terrestre eran considerados líneas de comunicación entre el Uku
Pacha y el Kay Pacha. Pero no lo veían como un infierno de "castigo", como le ve la
religión cristiana, sino como otro mundo de estadía. Habita el Supay o dueño de este
mundo; Mama Cocha, señora de las tempestades y la vida marina; y Pachacamac, señor
de los temblores y los maremotos (Lo que no se ve y no se puede controlar).
El medio ambiente y la geografía también fueron parte integral de la mitología Inca.
Muchas características naturales prominentes dentro del Imperio Inca estaban vinculadas
a importantes mitos y leyendas entre los incas.3 Por ejemplo, el lago Titicaca, un
importante cuerpo de agua en el Altiplano, se incorporó a los mitos incas, como el lago de
origen a partir del cual comenzó el mundo. 3 De manera similar, muchos de los picos
andinos prominentes desempeñaron papeles especiales dentro de la mitología de los
incas. Esto se refleja en los mitos sobre la montaña Paxil, de la cual se dice que las
personas fueron creadas a partir de granos de maíz que fueron esparcidos por los dioses. 3
Los entornos terrestres no eran el único tipo de entorno importante para la mitología. Los
incas a menudo incorporaron las estrellas en leyendas y mitos. 4 Por ejemplo, muchas
constelaciones recibieron nombres y se incorporaron a historias, como las formaciones
estelares de la Gran Llama y el Zorro.4 Aunque quizás no se relacione con una sola
característica física per se, el sonido ambiental fue extremadamente importante en la
mitología inca. Por ejemplo, en el mito de la creación de Viracocha, el sonido de la voz del
dios es particularmente importante. Además, los mitos se transmitían oralmente, por lo que
la acústica y el sonido de un lugar eran importantes para la mitología inca. 5 Estos ejemplos
demuestran el poder que tenía el medio ambiente para crear y experimentar los mitos
incas.
Deidades
La mitología andina prehispánica era animista, perfilaba a los astros y a los
grandes hechos y fenómenos geográficos como deidades en sí mismas. El
único dios en sentido pleno de la palabra, fue Viracocha, el dios creador. Otros
dioses importantes eran el sol (inti), la luna (Mama Quilla) protectora de las
mujeres, la tierra (Pacha Mama) de la fertilidad agrícola, y el rayo (Illapa)
trinidad del rayo, trueno y relámpago, y dios de la batalla.
Al igual que los romanos, los incas permitieron que las culturas que integraban
en su imperio mantuvieran sus religiones individuales. A continuación se
muestran algunos de los diversos dioses adorados por los pueblos del imperio
inca, muchos de los cuales tienen responsabilidades y dominios superpuestos.
A menos que se indique lo contrario, se puede suponer con seguridad que
estos fueron adorados por diferentes ayllus o adorados en determinados
estados anteriores.6
Wiracocha
Wiracocha (en quechua: Apu Qun Tiksi Wiraqucha) era considerado como el
esplendor originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad, fue la primera
divinidad de los antiguos habitantes andinos, a saber, los habitantes
de Chavín, Huari y especialmente los tiahuanacos, que provenían del lago
Titicaca. El culto al dios creador supuso un concepto de lo abstracto y de lo
intelectual, y estaba destinado solo a la nobleza.
Wiracocha al igual que otros dioses, fue un dios nómada. Según los mitos,
surgió de las aguas y creó el cielo y la tierra. Tenía un compañero alado, el
Pájaro Inti, una especie de pájaro mago sabedor de la actualidad y del futuro.
Este pájaro mago no es otro que el Corequenque de las tradiciones orales, el
picaflor de oro, mensajero de los dioses, cuyas plumas servían para
la mascaypacha o corona del emperador Inca.
WIracocha es representado con dos varas, que al parecer eran realmente
estólicas (propulsalanzas) o warakas (hondas gigantes andinas).
Aparte del gran Wiracocha y su corte terrenal de Amautas, o sabios y primeros
sacerdotes y administradores, el segundo cordón de clérigos, la nobleza militar
y los ayllus o gremios, regidos hasta en su más mínimo movimiento por la ley
del Inca, el pueblo llano tenía su panteón con otros dioses menores, a los que
probablemente le resultaba más sencillo y cercano dirigirse en busca de
favores y soluciones.
En total, y según algunas tradiciones orales, Wiracocha, el primer sol del
mundo antiguo (Ñawpa pacha), el creador con su corte, tuvo cuatro hijos: Kon o
Wakon, Mallku, Vichama y Pachacámac. También guardan relación con los
cuatro hermanos del mito de los hermanos Ayar, uno de los mitos de la
creación del Imperio inca.
Inti
De acuerdo con la mitología Inca, Inti es el dios Sol, así como una deidad
patrona del Imperio Inca. Su origen exacto se desconoce, la historia más
común dice que él es hijo de Wiracocha (Apu Kon Ticsi Wiracocha), dios de las
Varas, dios creador de la civilización.
El sol es un factor importante de la vida, pues ofrece calor y luz, por eso el Dios
Inti es también conocido como el dador de la vida. Fue adorado por la mayoría
de agricultores que confiaban en él para recibir abundantes cosechas. Aunque
era el dios más venerado después de Wiracocha, recibió el mayor número de
ofrendas. El Sapa Inca, como gobernante imperial, reivindicó su origen divino,
al adjudicarse ser descendiente del propio dios "Inti" o "Sol".
El Inti agarraría mayor protagonismo en el panteón divino del Imperio
Inca luego de la victoria de estos sobre los chancas durante el reinado del
inca Pachacútec, adjudicándole este su victoria.
Illapa
Illapa (palabra en quechua para designar al rayo; también conocido como Apu
Illapa, Ilyap'a, Katoylla, Chuquilla, Intillapa o Libiac) era el dios del rayo,
el trueno, el relámpago y la lluvia, así como también, Illapa era el dios de
la guerra.
Este Dios era considerado como la tercera divinidad más importante dentro del
panteón inca, después de Wiracocha e Inti, debido a esto, Illapa era
sumamente venerado, sobre todo en tiempos de peregrinación y sequía, se
dice que los incas, para atraer la atención de la deidad para que esta produjera
la lluvia, amarraban perros negros y los dejaban sin comida ni bebida, pasaría
un tiempo en que estos animales empezarían a sollozar de dolor por hambre y
sed, esto hacía que el dios Illapa se apiadase de ellos y mandara la lluvia para
evitar sus muertes, también se menciona que si los perros llegasen a morir,
esta deidad demostraba su furia mandando un poderoso rayo que se
encargase de fulminar sin dejar rastro de los culpables de la muerte de dichos
animales.
Se le representa como un imponente hombre de brillantes vestiduras de oro y
piedras preciosas. Illapa portaba una huaraca con la que producía las
tormentas y una makana de oro, la cual simboliza la trinidad del trueno, el rayo
y el relámpago. Illapa era un dios asociado a los grandes felinos y los halcones,
por lo que otra representación que toma Illapa, especialmente en el mundo de
los humanos es la de un puma, jaguar o halcón.
Existe una leyenda que rezaba que Illapa guardaba agua que sacaba de la Vía
Láctea en un aribalo y se lo entregaba a su hermana Mama Quilla para que la
cuidase, al llenarse, Illapa lanzaba un proyectil de su huaraca con la cual se
produciría un estruendo que provocaría el trueno, el rayo vendría a ser las
chispas producidas por el impacto y finalmente la salida del agua sería la lluvia.
Illapa tenía lugar en el Coricancha así como el dios Inti y otros dioses
adicionales. La iglesia de San Blas (Cuzco) fue construida sobre un templo en
la que se rendía culto a este dios. En la fortaleza militar de Sacsayhuaman, que
forma la cabeza del puma que tiene la ciudad de Cusco, hay detalles de
arquitectura en forma de rayo, aludiendo a que se veneraba al dios Illapa.
Sacsayhuaman, al ser también una fortaleza militar, alude también a Illapa
como el principal dios de la guerra dentro del panteón inca.
Mama Killa
Mama Killa (en quechua: Mama Killa, Madre Luna) era hermana y esposa de
Inti; también era considerada madre del firmamento. De ella se tenía una
estatua en el Templo del Sol, en el que una orden de sacerdotisas le rendía
culto.
Los incas celebraban en su honor una gran fiesta denominada Coya Raymi.
Naturalmente, a la diosa Mama Quilla estaba adscrito el fervor religioso de las
mujeres, y ellas eran quienes formaban el núcleo de sus fieles seguidoras, ya
que nadie mejor que la diosa Mama Quilla podía comprender sus deseos y
temores, y darles el amparo buscado.
Pachamama
Pachamama (también conocida como Mama Pacha) se traduce generalmente
como "madre tierra o madre naturaleza", pero una traducción más literal
vendría a ser "madre mundo", era la diosa de la tierra y la fertilidad que preside
de la siembra y la cosecha.
Ella era la esposa de Pachacámac, quien era considerado como el dios
del cielo y las nubes, asociado también al fuego y a los terremotos. La unión de
la Pachamama junto a Pachacámac vendría a representar la unión de la tierra y
el cielo.
Pachamama también es una deidad omnipresente e independiente que tiene
su propio poder creativo autosuficiente para sostener la vida en la tierra. Sus
santuarios son piedras sagradas o troncos de árboles legendarios, y su
representación artística la muestra como una mujer adulta que lleva la cosecha
de papas y hojas de coca, otra representación de esta diosa es la de un
dragón, se le simboliza también con un espiral.
Dentro de la cosmovisión andina, la Pachamama se consideraba un ser
sagrado, la madre de los cerros y los hombres ya que no solo cuida lo material
sino también de lo espiritual, protectora de la naturaleza, proveedora de agua y
de alimentos favoreciendo la fertilidad de la tierra y que cobija a los seres
humanos a cambio de ayuda y protección, los incas promovían la mayor
veneración hacia a ella y por lo tanto su culto era importante, porque de él
dependían el éxito en las cosechas del imperio.
Si bien es considerada un espíritu bondadoso y colaborador de las actividades
humanas, puede también resultar hostil a quienes no respetan la naturaleza; su
rencor se muestra a través de sequías, terremotos o hacer que el clima sea
poco propicio para el cultivo de alimentos.
Pachacámac
Pachacámac, cuyo significado en quechua es "alma de tierra, el que anima el
mundo" era un dios creador ctónico, reedición del dios Wiracocha este dios fue
adorado por la Cultura Ichma, Wari, Lima, Chancay y Chincha.
Pachacámac era un dios asociado al fuego, al cielo, las nubes y los terremotos.
Los antiguos peruanos tenían el pensamiento que un solo movimiento de su
cabeza ocasionaría terremotos, y si se movía completamente, el mundo
llegaría a su extinción. Esto se debe a que Pachacámac era un dios asociado a
poder predecir el futuro y controlar los movimientos de la tierra, debido a esto,
Pachacámac también es conocido como el "dios de los temblores".
Se le conoce como el dios creador de la segunda generación de humanos.
Tras una encarnizada y larga batalla entre Pachacámac y el dios Kon, batalla
en la que Kon acabaría siendo derrotado y desterrado por el victorioso
Pachacámac.
Kon fue el responsable de crear a la primera generación de humanos. Tras su
derrota, Pachacámac destruyó todo lo que Kon había creado, esto con el
propósito de crear una nueva generación de humanos. A los humanos que el
dios Kon creó, Pachacámac los terminaría convirtiendo en zorros, monos y
aves. Este dios los enviaría a poblar los diversos valles que yacen en la costa.
Pachacámac entonces, crearía la nueva generación de humanos, este les
proveyó una cantidad mayor de agua y mejor capacidad de dominar las tierras
cultivándolas a placer. En agradecimiento, los humanos construyeron un
templo cerca de la actual ciudad de Lima, el templo de Pachacámac.
El dios Pachacámac era sumamente respetado, pues no se le podía mirar
directamente a los ojos e incluso sus sacerdotes entraban de espaldas a verlo.
Debido a su potente influencia, los incas lo adoptaron en el panteón como parte
del mito de la creación de los incas. A los grandes templos solamente entraban
los altos dignatarios, pero los peregrinos del común podían observar y hacer
sus propios sacrificios en las plazas.
Mama Cocha
Mama Cocha o Mama Qucha (viene del quechua y significa "madre de las
aguas o madre de los mares") es la diosa del mar y todo lo relacionado con las
aguas, en algunas leyendas, ella viene a ser la madre de Inti y Mama
Quilla con Wiracocha.
Se describe a Mama Cocha como una diosa de gran belleza, pálida y joven
quien estaba casada con Wiracocha, diosa que les enseñó a los incas sobre la
agricultura y la creación de caminos, templos y demás, viviendo en el Hanan
Pacha.
Mama Cocha es considerada como una de las cuatro madres elementales,
entre ellas, se encuentra a Mama Nina (madre del fuego), Pachamama (Madre
tierra) y Mama Wayra (Madre de los vientos). Teniendo como dato curioso que
ella junto a Pachamama y Mama Quilla formen las tres fases de la Luna.
Sus poderes se derivaban del agua, representando al mar y sus respectivas
mareas, al igual que los lagos, fuentes naturales y ríos. Se tenía la creencia
que sus hijos eran los manantiales.
Era considerada una diosa muy importante para los incas, pues esta tenía un
rol muy fundamental para la buena pesca, protegiendo a los pescadores de
maremotos, entre otros desastres, y al hacer que las mareas fueran buenas
para la navegación, también cumplía el rol de producir la lluvia para abastecer
los cultivos.
Kon
Kon era el dios del viento y la lluvia que venía del sur. Esta deidad
originalmente era de la costa peruana, específicamente de la cultura Paracas y
Nazca, los incas más tarde lo incluirían a su panteón.
Este dios era liviano, puesto que carecía de huesos y carne, a pesar de esto,
tenía forma humana. Kon era representado como un ser con rostro de felino,
aunque se cree que usaba máscaras felínicas. Debido a estas características,
este dios es conocido como "el felino volador". portaba cabezas trofeo y un
báculo, debido a sus prominentes ojos, también es conocido como el "dios
oculado". En algunos huacos y cerámicas, Kon era descrito también como un
hombre con rasgos de ave.
Cuenta una leyenda que Kon era un dios creador y que habría creado la
primera generación de humanos que poblaron la tierra. Sin embargo, estos se
olvidarían pronto de él, esto desató la furia de Kon castigándolos quitándoles la
lluvia e hizo que las fértiles tierras se conviertan en extensos desiertos
costeros. Kon solo les proveyó de algunos ríos para que puedan con mucho
esfuerzo trabajar honradamente y subsistir.
Pasaría un tiempo en el que otro dios conocido como Pachacámac, cuyo
nombre significa "alma de tierra, el que anima el mundo" llega a la tierra. Este
se enfrentó a Kon en una batalla larga y encarnizada, en la cual Kon acabaría
siendo derrotado y desterrado por Pachacámac.
Catequil era el dios pre-inca del rayo, del día y del bien. Catequil,
junto a su hermano Piguerao y al dios Ataguchu, formaron parte del
mito de la creación para la etnia de los Huamachucos. Catequil es
considerado como análogo o variante regional del dios Illapa.
Cavillace era una diosa virgen que comía una fruta, que en realidad
era el esperma de Coniraya, el dios de la luna. Cuando dio a luz a un
hijo, exigió que el padre diera un paso al frente. Nadie lo hizo, así
que puso al bebé en el suelo y se arrastró hacia Coniraya. Se
avergonzó de la baja estatura de Coniraya entre los dioses y corrió a
la costa del Perú, donde se transformó a sí misma y a su hijo en
islas, que actualmente se conocen como las Islas Pachacámac.
Kolash fue el dios de las aves y sus trinos. Kolash nació como un
pájaro para después convertirse en humano, similar al dios
Paryaqaqa. Kolash expresa la esencia de todas las cosas.
Mama Nina (Madre del Fuego) era la diosa de la luz, el fuego, los
volcanes.
Mama Wayra (Madre de los Vientos) era la diosa del aire y del
viento, protectora de las aves. Era considerada como una diosa
purificadora.
Paricia era un dios que envió una inundación para matar a los
humanos que no lo respetaban adecuadamente. Posiblemente otro
nombre para Paryaqaqa.
Tunupa era una deidad altiplánica. Según los mitos del Collasuyo,
Tunupa puso orden en el mundo y muchas veces se le confunde
con Ticsi Wiracocha. Tunupa estaba acompañado de Tarapacá y
Taguapacá, quienes le ayudaban a ordenar el mundo, se le
identificaba con los volcanes y los rayos, a los cuales él gobernaba.
También tenía poder sobre el agua y ordenaba los aluviones.