Codigo de Deontologia Medica
Codigo de Deontologia Medica
Codigo de Deontologia Medica
TÍTULO I
Capítulo Primero
Declaración de Principios
Los Conceptos de Ethos médico, Código de Ética y Ley de Ejercicio de la Medicina se hallan
íntimamente vinculados, no obstante se justifica hacer algunos señalamientos.
1. El Ethos comprende aquellas actitudes distintivas que caracterizan a una cultura o a un
grupo profesional en cuanto a que esta cultura o profesión sostienen una postura que
demuestra la dedicación a ciertos "valores" y a la jerarquía de los mismos. El Ethos médico
traduce la calidad de miembro de una profesión entendida como una vocación en el sentido de
un servicio irrevocable a la comunidad y una dedicación de "valores" más que "ganancia
financiera".
2. El código de ética en medicina obedece a un esfuerzo premeditado de fortalecer el Ethos
médico, sirviendo de ayuda a los médicos -individual o colectivamente- en el mantenimiento de
un alto nivel de conducta ética. Las orientaciones del mismo determinan lo que debe
considerarse conducta apropiada en relación con los pacientes, con colegas, con los miembros
de profesiones afines y con la sociedad.
3. Las pautas contenidas en el código de ética deben distinguirse de las imposiciones descritas
en la Ley de Ejercicio de la Medicina, y es obvio que el estricto cumplimiento del primero evita o
aminora la interferencia del Estado en cuestiones intrínsecas del ejercicio profesional médico.
4. La ética de los médicos se fundamenta en un código de comportamiento aceptado por los
miembros de nuestra profesión y de obligatorio cumplimiento, pero no por ello dejan de
observarse singulares coincidencias entre las normas éticas y las disposiciones legales aunque
su origen sea diferente. Así, una conducta infame constituye una ofensa que cae bajo ambas
jurisdicciones y aunque numerosos aspectos de la praxis médica quedan fuera de lo
contemplado por el ordenamiento legal, no por ello pierden relevancia ya que constituyen un
comportamiento impropio merecedor de la desaprobación del gremio médico. El
comportamiento ético es un deber autoimpuesto por el médico honesto, orgulloso de no ceder
a ciertas tentaciones y cuyo efecto pudiera no someterle a medidas punitivas legales, pero
cuya práctica no por ello dejaría de constituir acciones repugnantes y por lo mismo
indeseables. La desaprobación por los demás miembros de la profesión, la sanción de orden
moral, involucra mayor castigo que la aplicación de medidas legales, e inclusive no actúa como
atenuante para la pena de orden de orden moral, la ausencia de sanciones de carácter jurídico.
5. En nuestra profesión algunos principios pueden calificarse de inmanentes porque son
inseparables de la esencia misma de la medicina.
El respeto a la dignidad de la persona humana constituye en todo momento deber primordial
del médico.
La responsabilidad médica es eminentemente personal.
Va más allá de la responsabilidad penal y reposa en un concepto moral que se llama
conciencia individual.
Los ideales de la profesión médica exigen que la responsabilidad del médico se extienda no
sólo al individuo sino también a toda la comunidad. Por ello aparte de su responsabilidad
individual en el cuido del paciente el médico debe cumplir con la responsabilidad social de
promover la salud de la colectividad.
Los deberes del médico hacia sus pacientes deben prevalecer sobre sus derechos tantos
individuales como en función gremial.
6. Los principios éticos que guían la conducta del médico, se diferencian sustancialmente de
los que rigen a otros miembros de la sociedad, por el singular compromiso que tiene el médico
con la vida de la persona humana y por la proyección social del acto médico.
7. El presente Código se declara de aceptación obligatoria para todo médico que ejerza
legalmente la profesión en territorio venezolano, y sus infracciones serán conocidas y
sancionadas en primera instancia por los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Médicos
de la República y en segunda instancia o de alzada por el Tribunal Disciplinario de la
Federación Médica Venezolana, salvo lo establecido en las leyes vigentes.
8. Ningún Colegio de Médicos, Asociación Médica o Sociedad Científica Médica, podrá
promulgar por sí mismo disposiciones deontológicas.
Capítulo Segundo
El presente Código establece como un deber de todo médico, cumplir en todos los actos de su
vida profesional los principios éticos contenidos en el siguiente Juramento, transcripción fiel del
adoptado por el Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad Central el 14 de febrero
de 1984.
JURAMENTO
"Evocando a Luis Razetti apóstol de la moral médica en Venezuela y en presencia de las
autoridades universitarias, más profesores y compañeros de estudio, me comprometo bajo
solemne juramento a cumplir los siguientes postulados:
1) Desempeñaré mi profesión con esmero y dignidad, velando con el máximo respeto por la
vida de más semejantes y aún bajo amenaza no empleare más conocimientos para contravenir
las leyes de la humanidad.
2) Profesaré a más maestros el respeto y gratitud que se hayan hecho merecedores e
intentaré, con todos los medios a mi alcance, mantenerme permanentemente informado de los
avances del conocimiento médico.
3) No permitiré que la satisfacción intelectual derivada de mi capacidad para identificar y tratar
las enfermedades y de contribuir al progreso de la ciencia médica me hagan olvidar los
principios humanitarios que rigen nuestra profesión y la consideración prioritaria del paciente
como persona.
4) No intentaré nuevos tratamientos o procedimientos de investigación si los riesgos para el
paciente exceden los posibles beneficios, cumpliendo estrictamente las Pautas Internacionales
para la Investigación Biomédica en los Seres Humanos.
5) No permitiré que motivos de lucro interfieran el ejercicio libre e independiente de mi juicio
profesional.
6) Preservaré en absoluto secreto las confidencias que se me hagan durante mi actuación
profesional, aún después de la muerte del enfermo.
7) Mi reverencia por la vida al atender enfermos terminales no colidirá con mi obligación
fundamental de aliviar el sufrimiento humano.
8) Mantendré con todas más fuerzas el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica y
no haré distinción en el ejercicio de más obligaciones ni por adhesión a partido político o
posición social.
9) No estableceré diferencias en mi dedicación y en la calidad de la atención prestada al
enfermo, se trate de servicios médicos contratados, de carácter individual o de índole gratuita.
10) Daré estricto cumplimiento a los principios éticos de nuestra profesión, procurando para los
demás aquello que, en circunstancias similares, desearía para mi y para mis seres queridos".
TÍTULO II
Capítulo Primero
Deberes Generales de los Médicos
Artículo 1°.- El respeto a la vida, dignidad, y a la integridad de la persona humana, constituyen
en todas las circunstancias el deber primordial del médico.
Artículo 2°.- El médico debe considerar como una de sus obligaciones fundamentales el
procurar estar informado de los avances del conocimiento médico. La actitud contraria no es
ética, ya que limita en alto grado su capacidad para suministrar al paciente la ayuda requerida.
Artículo 3°.- En el ejercicio de sus obligaciones profesionales, el médico no hará distinción por
razones de religión, nacionalidad o raza, ni por adhesión a partido o posición social.
Artículo 4°.- Los deberes del médico hacia sus enfermos, deberán ser observados siempre con
el mismo celo y la elevada preocupación que el profesional otorga al ejercicio de sus propios
derechos individuales, sociales y gremiales.
Artículo 5°.- En todo momento, inclusive durante situaciones conflictivas, el médico deberá
asegurar la atención de los enfermos graves o en condiciones de urgencia.
Artículo 6°.- Es deber ineludible de todo médico acatar los principios de la fraternidad, libertad,
justicia e igualdad, y los derechos inherentes a ellos consagrados en la Carta de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas y en la Declaración de Principios de los Colegios
Profesionales Universitarios de Venezuela.
En consecuencia, ante situaciones de fuerza determinantes de regímenes que desconozcan el
ejercicio de la libertad y la dignidad de hombre, los médicos se limitarán al cumplimiento del
deber profesional.
Artículo 7°.- El Médico a quien se solicite para examinar una persona privada de la libertad, o
para prestarle atención médica, no puede directa o indirectamente así sea por su sola
presencia, favorecer un ataque a la integridad física o mental de esta persona o de su dignidad.
Si el médico comprueba que esta persona ha sido víctima de sevicia o de tratamientos
inadecuados debe informar a la autoridad judicial y a los organismos gremiales respectivos.
Artículo 8°.- Constituye una violación patente a la ética en medicina así como un delito con
arreglo a los instrumentos internacionales aplicables la participación activa o pasiva del
personal de salud, en particular de los médicos, en actos que constituyan colaboración o
complicidad en torturas u otros tratos crueles inhumanos o degradantes, incitación a ello o
intento de cometerlos.
Artículo 9°.- Es contrario a la ética en medicina el hecho de que el personal de salud, en
particular los médicos:
a) Cualquier publicidad encaminada a atraer la atención del público profano hacia la acción
profesional, con excepción de los avisos en la prensa autorizados por el respectivo Colegio de
Médicos.
b) La publicación de artículos de índole médica de carácter científico o divulgativo que no se
ajusten a las disposiciones establecidas al efecto en el Código. Las Sociedades Científicas, al
igual que cualquiera otra institución, o Asociación de Médicos, podrá avalar la promoción
publicitaria de medicamentos o productos de consumo masivo, que gocen del respaldo de
estudios científicos, la autorización debe contar, igualmente con la aquiescencia del Colegio de
Médicos o de la Federación Médica Venezolana, según el caso.
c) La participación del médico, con carácter de tal, en programas, entrevistas o publicaciones
de radio, televisión y prensa que violen las disposiciones contenidas en el presente Código.
d) Las declaraciones sobre asuntos gremiales en la prensa, radio, televisión u otros medios de
información, que no se ajusten a las disposiciones de este Código, el Estatuto de la Federación
Médica Venezolana y a los Reglamentos que dicte esta última, de conformidad con el numeral
2 del articulo 70 de la Ley de Ejercicio de la Medicina.
e) Firmar certificaciones, dar declaraciones o escribir artículos recomendando, explícita o
implícitamente, especialidades farmacéuticas u otros medios terapéuticos.
f) Permitir a personas extrañas al acto médico, presenciarlos innecesariamente.
g) Permitir la exhibición al público profano de actos médicos, quirúrgicos u obstétricos que
hayan sido fotografiados o filmados. En caso de que se considere conveniente con fines
educativos, debe obtenerse la aprobación del Colegio de Médico respectivo.
h) Derivar enfermos del Hospital u otras dependencias de atención médica a los servicios
privados de esas instituciones o a clínicas o consultorios particulares con fines de lucro, salvo
mandato expreso del paciente o sus familiares.
i) Aprovechar las situaciones de privilegio para la compra con fines de lucro, de productos
médicos, farmacéuticos u otros artículos en las instituciones que dirijan, si éstas son de
carácter público.
j) Participar como comisionista en compañías encargadas de la elaboración o venta de
productos farmacéuticos o biológicos, mientras esté en ejercicio activo de la profesión.
Artículo 21.- La información gremial será suministrada por el Comité Ejecutivo de la Federación
Médica Venezolana y las Juntas Directivas de los Colegios de Médicos, a través de sus
voceros autorizados. Cualquier otro médico podrá expresar sus opiniones gremiales, estando
obligado a admitir que lo hace a título personal y no institucional.
En el campo científico, los médicos en forma particular o las organizaciones científicas médicas
o académicas, informarán y orientarán sobre las nuevas técnicas y procedimientos
diagnósticos y terapéuticos, que hayan sido aprobados por la Federación Médica Venezolana;
aquellas instituciones que cuenten con oficina de prensa , deberán utilizar las mismas para
hacer llegar a la opinión pública, la información deseada dentro de los principios éticos que han
motivado su creación, con el objeto de propiciar e incentivar la libertad de expresión.
Artículo 22.- Intrusismo es el ejercicio de la Medicina por personas no autorizadas legalmente
para ello. Se entiende por ejercicio de la medicina la prestación de servicios encaminados a la
conservación, fomento, restitución de la salud y rehabilitación física o psico-social de los
individuos y de la colectividad; la prevención diagnóstico y asesoramiento médico-forense así
como la investigación y docencia clínicas en seres humanos, de acuerdo a los establecido en el
artículo 2 de la Ley de Ejercicio de la Medicina.
Artículo 24.- Para la prestación idónea de sus servicios profesionales, el médico debe
encontrarse en condiciones psíquicas y somáticas satisfactorias, y además, mantenerse
informado de los avances del conocimiento médico y mostrar una conducta moral
irreprochable.
Artículo 25.- Debe proscribirse la práctica de la polifarmacia, consistente en la indicación
simultánea de numerosas drogas sin tomar en cuenta el riesgo grave derivado de las
interferencias farmacológicas. El médico tiene la obligación moral y legal de procurar la
información de los avances del conocimiento científico, nada justifica el empleo de nuevos
medicamentos sin el estudio adecuado de su modo de acción, consciente de que la
administración simultánea de varias drogas incrementa el riesgo de los efectos adversos.
Artículo 26.- El médico debe evitar la indicación de exámenes injustificados, así como las
hospitalizaciones innecesarias para la realización de exámenes paraclínicos que, por su misma
naturaleza, pudieran muy bien efectuarse en condiciones ambulatorias. Evitará también la
reclusión en las Unidades de Cuidado Intensivo para el tratamiento de afecciones susceptibles
de ser atendidas en Unidades de Cuido Intermedio y para la atención de enfermos en la fase
final de una afección irreversible.
Las hospitalizaciones innecesarias, aparte de los problemas emocionales que acarrean,
contribuyen al incremento injustificado del costo de los servicios médicos.
Artículo 27.- Para ofrecer sus servicios profesionales, el médico debe observar las siguientes
reglas:
a) Al elaborar un aviso para la prensa sólo hará constar su nombre, apellido, especialidad
inscrita en el Colegio de Médicos respectivo, teléfono del consultorio y de la habitación y los
días y las horas de consulta.
b) Someter este aviso al visto bueno del Colegio de Médicos respectivo, y debajo de él colocar
en título pequeño la siguiente leyenda "Este aviso tiene el visto bueno del Colegio de Médicos
del..."
c) En los casos en que la especialidad esté expresada por términos científicos de difícil
comprensión para el público profano, podrán ser utilizados algunos términos explicativos los
cuales se colocarán entre paréntesis ------- con la autorización previa del Colegio de Médicos
respectivo.
d) No permitir que este aviso sea radiado, televisado o proyectado en pantallas
cinematográficas.
e) Las placas exteriores de los médicos en consultorios y clínicas, indicarán solamente los
datos establecidos y no podrán exceder las dimensiones de 20 x 60 centímetros.
f) Las placas para anunciar Clínicas, Sanatorios, Consultorios o cualquier establecimiento de
índole médica, nunca podrán alcanzar un tamaño mayor de un metro de alto por dos de largo.
Las mismas contendrán solamente el nombre del establecimiento, debiendo ser
confeccionadas sin artificios luminosos y dentro de la mayor sencillez.
g) Los avisos de prensa para anunciar Clínicas. Sanatorios y otros establecimientos médicos
estarán sometidos a las mismas estipulaciones que rigen para el aviso individual de los
profesionales.
h) Las tarjetas y los récipes de presentación del médico deberán estar ajustados a las
estipulaciones del presente Código, no excediendo la información indicada en el literal de este
Artículo.
Artículo 28.- Están expresamente reñidos con las normas de ética, los anuncios que tengan las
características siguientes:
a) Los que den información sobre viajes al exterior en funciones profesionales privadas o sobre
la asistencia a Congresos Médicos, que involucren propaganda o realcen ante el público su
prestigio profesional.
b) Los que ofrezcan la curación de determinadas enfermedades a plazo fijo o infalible.
c) Los que prometan la prestación de servicios gratuitos, o los que, explícitamente, mencionen
tarifas de honorarios.
d) Los que por su particular redacción o ambigüedad, induzcan a error o confusión respecto a
la identidad o título profesional del anunciante.
e) Los que mencionen, bien sea en uno o más avisos, diversas ramas o especialidades de la
medicina, sin conexión o afinidad entre ellas.
f) Los que llamen la atención sobre sistemas, o procedimientos especiales, exclusivos o
secretos.
g) Los que involucren el fin preconcebido de atraer clientela mediante la aplicación de nuevos
sistemas o procedimientos especiales, curas o modificaciones aún en discusión y respecto a
cuya eficacia no haya todavía aprobación definitiva por parte de instituciones científicas
públicas o privadas.
h) Los que impliquen propaganda mediante tarjetas públicas u otras formas de agradecimiento
de los pacientes.
i) Los repartidos en forma de volantes o tarjetas, o el suministro a los pacientes de separatas
de artículos científicos públicos por el médico con el fin aparente de informar al mismo.
j) Los que aún cuando no infrinjan alguno de los apartes del presente Artículo, sean exhibidos
en lugares inadecuados o sitios que comprometan la seriedad de la profesión, o los que
adquieran el tamaño y forma de los carteles y los avisos luminosos.
Artículo 29.- Las entrevistas de prensa, radio, televisión y otras permitidas por el presente
Código, deben ajustarse siempre a los principios de la ética profesional, a fin de evitar las
propagandas o referencias de carácter individual sobre la profesión del entrevistado, con miras
al beneficio profesional.
Artículo 30.- Los médicos no podrán contratar servicios profesionales con personas naturales o
jurídicas que exploten el ejercicio individual o colectivo de la profesión médica en condiciones
tales que violen el ordenamiento legal, que rige la materia y los principios éticos contenidos en
este Código.
Artículo 31.- Los médicos en ejercicio de su profesión no podrán asociarse con fines de lucro
con los integrantes de profesiones afines o auxiliares de la medicina.
Artículo 32.- Ninguna persona legalmente autorizada para ejercer la medicina podrá ofrecer en
venta medicamentos u otros productos de uso terapéutico o sugerir a sus pacientes que los
adquieran en determinadas farmacias o establecimientos.
Artículo 33.- Son actos contrarios a la ética médica ejercer más de dos cargos públicos
remunerados, en horario similar excediendo la jornada máxima que establece la ley, excepto
en poblaciones menores de cinco mil habitantes; reemplazar en sus puestos a los médicos de
Hospitales, Sanatorios, Dispensarios, Institutos Docentes de índole médica, etc., si fuesen
separados sin causa justificada y sin sumario previo con derecho a descargo. En todo caso
debe obtenerse la aprobación del Colegio de Médicos respectivo.
Artículo 34.- Ningún médico prestará su nombre a persona alguna para ejercer la profesión.
Tampoco podrá practicarlas través de otros médicos ni ceder su consultorio a quien no esté
legalmente autorizado.
Artículo 35.- No podrá ejercerse la Medicina en forma regular y permanente en una Entidad
Federal distinta a aquella donde habitualmente se ejerce la profesión, sin la previa inscripción
en el respectivo Colegio de Médicos.
Artículo 36.- El médico que por cualquier circunstancia deje de ejercer la profesión o cambie de
jurisdicción, está en el deber de participarle al Colegio de Médicos de la localidad donde
ejercía.
Artículo 37.- Todo médico en funciones gremiales, administrativas, docente y/0 médico-
asistencial está obligado a acatar las disposiciones contenidas en los Estatutos y Reglamentos
de la Federación Médica Venezolana y en los de su respectivo Colegio de Médicos. Asimismo,
los Acuerdos y Resoluciones emanados de las Asambleas de la Federación Médica
Venezolana y los del Colegio de Médicos al cual pertenezca.
Artículo 38.- Los médicos que desempeñan cargos ejecutivos o disciplinarios en la Federación
Médica Venezolana o en los Colegios de Médicos deberán acatar las decisiones tomadas por
mayoría de votos dentro de los organismos gremiales nacionales o regionales, quedando
sobreentendido que, como integrantes de un cuerpo colegiado, están obligados a cumplir
dichas disposiciones.
Parágrafo Único: El disentimiento de cualquiera de los integrantes podrá hacerlos saber en los
medios de comunicación internos o públicos del organismo al cual pertenezca. Si no se
dispone de dichos medios, el organismo de referencia tiene la obligación de hacer público el
disentimiento en cualquier medio de comunicación existente.
Artículo 39.- Cuando el médico se considere lesionado en sus derechos gremiales deberá
ocurrir a los organismos Gremiales correspondientes para que conozcan y den su veredicto al
respecto. Estos organismos están en la obligación de adoptar, a la brevedad posible, las
medidas conducentes en caso de que consideren que han sido lesionados tales derechos.
Por vía de excepción y sólo después de haber agotado todos los recursos gremiales el médico
podrá hacer uso de los otros recursos que le conceden las leyes.
Artículo 40.- Es absolutamente contrario a la ética el que los médicos funcionarios públicos, o
que ocupen cargos directivos gremiales, se valgan de estas posiciones para obtener ventajas o
canonjías de carácter profesional.
Artículo 41.- Todo médico debe procurar su afiliación a alguna sociedad científica que tenga
relación con las ciencias médicas y contribuir con sus conocimientos, tiempo y energía a que
estos organismos representen los ideales de la profesión.
Artículo 42.- Los Colegios de Médicos a través de sus órganos competentes están en la
obligación de velar por el estricto cumplimiento de las normas establecidas en este Capítulo.
Capítulo Segundo
De los Deberes de los Médicos hacia los Enfermos
Artículo 43.- El médico debe prestar debida atención a la elaboración del diagnóstico,
consagrándole el tiempo requerido y ocurriendo - cuando ello es posible - a los procedimientos
científicos apropiados a su alcance, solicitando la colaboración de otros colegas cuando lo
considere necesario y procurando por todos los medios posibles que las indicaciones
terapéuticas se cumplan.
Artículo 44.- Cuando se trate de menores de edad siempre que no fuera posible localizar de
inmediato a sus representantes legales y cuando la gravedad del caso o la preservación de la
salud pública lo requiera, los profesionales de la medicina podrán practicar exámenes clínicos:
tomar en caso de excepción, o de hacer tomar y analizar muestras, ejecutar pruebas con fines
de diagnóstico o de indicación o comprobación de la terapéutica que consideren necesaria y
realizar intervenciones quirúrgicas, sin autorización previa de sus representantes legales. A la
mayor brevedad, tratarán de localizar a los representantes legales a quienes informarán
detalladamente sobre su actuación y sobre los motivos de la misma.
Artículo 45.- Aceptar el establecimiento de la relación médico/ paciente, salvo en situaciones de
emergencia, es decisión enteramente a discreción del médico. Una vez establecida la relación
la obligación es absoluta, exceptuando las circunstancias siguientes:
Artículo 56.- Las circunstancias que ponen los intereses vitales de la madre en conflicto con los
intereses vitales de la criatura por nacer, crean un dilema y hacen surgir la interrogante
respecto a si el embarazo debe o no debe ser deliberadamente interrumpido. La diversidad de
respuestas a esta situación es producida por la diversidad de respuestas a esta situación es
producida por la variedad de actitudes hacia la vida de la criatura por nacer. Es ésta, una
materia de convicción y conciencia individuales la cual debe ser respetada.
Artículo 57.- Al médico le es permitido indicar la interrupción del embarazo con un fin
terapéutico, y en todo caso, siguiendo las normas establecidas por la ciencia y las
disposiciones legales vigentes.
Artículo 58.- La interrupción del embarazo deberá practicarse en ambiente adecuado, con
todos los recursos de la ciencia, previo consentimiento de la paciente de su esposo, o del
representante legal. La certificación de la interrupción del embarazo deberá hacerla una Junta
Médica, uno de cuyos participantes, por lo menos, deberá tener conocimientos especializados
relativos a la afección padecida por la enferma.
Parágrafo Único: Si el caso fuere de extrema urgencia podrá bastar la opinión de otro médico si
esto fuera posible.
Artículo 59.- Si el médico estima que sus convicciones no le permiten aconsejar o practicar la
interrupción del embarazo puede retirarse siempre que garantice que un colega calificado
continuará prestando la asistencia médica.
Artículo 60.- El médico está obligado a informar a los padres el resultado de las pruebas
diagnósticas prenatales indicadoras de anormalidades fetales. Los padres tienen derecho a
conocer la existencia de la verdad. Sólo a partir de ese momento podrán tomar la decisión que
consideren válida.
Si luego de un conocimiento pleno de la situación los padres experimentan dificultades
para tomar una decisión, no debe vacilar el médico en utilizar el derecho que tiene de
ayudarles activamente en la toma de decisiones que, a su juicio, y sobre la base de experiencia
acumulada, le luzcan razonables.
Artículo 61.- Las relaciones entre los padres de un "recién nacido con patología grave" y el
médico responsable de la atención del mismo son sumamente complejas. Los padres tienen
derecho a conocer los problemas médicos del recién nacido. En consecuencia, el médico se
halla obligado a explicarles el problema en forma adecuada.
Artículo 62.- Si el estado del niño es de grado tal que el tratamiento ocasionará la prolongación
precaria de la vida de un ser con profundo deterioro mental o físico, los padres deben ser
informados de su autoridad para suprimir el consentimiento para el tratamiento y de su
autoridad para exigir al médico la suspensión del que haya iniciado.
Artículo 63.- Cualquier intento de coerción procedente del médico o del personal hospitalario,
para obtener el consentimiento de tratar un niño con graves anormalidades, y en oposición a
los deseos de los padres, debe considerarse como una desviación a las normas de la ética
profesional.
Artículo 64.- Si los principios religiosos del médico - en oposición a los deseos de los padres
consignados por escrito le demandan la preservación de la vida del niño, independientemente
de la calidad de la misma, debe transferir la atención de éste a otros médicos o, en su defecto,
a otra institución.
Artículo 65.- Si los padres exigen el tratamiento luego de obtenida información cabal de su
inutilidad, éste debe ser administrado.
Artículo 66.- Si el médico cree que el niño puede ser capaz de alcanzar mediante el tratamiento
una vida normal y los padres expresan su desacuerdo, debe solicitar la intervención del tribunal
correspondiente. La posibilidad de infringir los principios religiosos de los padres, si es que
existe ese factor, es responsabilidad de la Ley, no del médico.
Capítulo Tercero
Diceología o Derechos del médico
Articulo 67.- El médico puede ejercer el libre de derecho de elección de sus enfermos, limitado
solamente por lo prescrito en el artículo 46 de este Código.
Artículo 68.- El médico tiene derecho a transferir la atención del enfermo, salvo los casos de
fuerza mayor y los ya previstos en este Código, cuando medie algún de las circunstancias
siguientes:
a. Si se entera que el enfermo es atendido simultáneamente por otro médico.
b. Cuando, en beneficio de una mayor atención, considere necesario hacer intervenir a un
especialista u otro médico más capacitado para atender el proceso patológico en cuestión.
c. Si el enfermo, voluntariamente, no cumple con las prescripciones.
Artículo 69. El médico, como funcionario del Estado o de organismos asistenciales de cualquier
naturaleza, tiene el derecho de rehusar aquellas atenciones que no encuadran dentro de las
obligaciones inherentes al cargo que desempeña.
Artículo 70.- El médico puede y debe prestar su adhesión activa a los reclamos colectivos de
mejoras o defensa proporcional y las medidas que para el logro de su efectividad disponga la
entidad a que pertenece.
Artículo 71.- Cuando el médico ejerce el derecho señalado en el artículo anterior, es
indispensable hacerlo por intermedio de la entidad gremial correspondiente, debiendo quedar
perfectamente asegurada la atención indispensable de los enfermos bajo tratamiento y los
nuevos en caso de urgencia.
Capítulo Cuarto
De los Derechos y Deberes de los enfermos
Artículo 72.- El enfermo tiene derecho a:
1) Exigir de los médicos que lo asisten y de los demás integrantes del equipo de salud, un
elevado grado de competencia profesional y a esperar de los mismos una conducta moral
irreprochable.
2) Ser atendido en forma respetuosa y cordial por el médico y por los demás integrantes del
equipo de salud.
3) Ser informado de la naturaleza de su padecimiento oportunamente, de los riesgos inherentes
a la aplicación de los procedimientos diagnósticos y a conocer las posibles opciones.
4) Recibir la información necesaria para dar un consentimiento válido (libre), previo a la
aplicación de cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico.
5) Que se respete su intimidad durante la realización del acto médico.
6) Que se respeten sus confidencias y a que las discusiones concernientes a la información
que ha suministrado, exámenes practicados y estado de salud, se conduzcan con discreción y
carácter confidencial.
7) Exigir honorarios justos y a examinar y pedir información adecuada del monto de los
mismos, no pudiendo el médico tratante negarse a suministrar las explicaciones que el primero
considere convenientes.
8) Rehusar determinadas indicaciones diagnosticas o terapéuticas siempre que se trate de un
adulto mentalmente competente. El derecho a la autodeterminación no puede ser abrogado por
la sociedad a menos que el ejercicio del mismo interfiera los derechos de los demás. Si tal
decisión pone en peligro la vida del enfermo, debe el médico exigir la presencia de testigos que
den fe de la decisión del mismo y anotar la información pertinente en la correspondiente
historia clínica.
9) Rechazar en determinadas circunstancias su participación en procedimientos de
investigación en seres humanos y a conocer el reglamento de la institución donde se halla,
incluyendo las regulaciones concernientes a sus limitaciones personales.
10) El derecho del enfermo de disponer de su cuerpo, luego de su muerte, mediante la
autorización de que sus órganos puedan ser utilizados con fines humanitarios: transplantes,
procedimientos de investigación, estudios de disección anatómica, es de obligatorio
cumplimiento sobre bases estrictamente morales. Igual conducta deberá aportarse cuando el
enfermo no desea la inhumación tradicional sino otro procedimiento de disposición de su
cuerpo: cremación, embalsamamiento.
Capítulo Quinto
Del Enfermo Terminal
Artículo 74.- Enfermedad terminal es la condición clínica que inexorablemente causa la muerte
a quien la padezca, casi siempre porque ha progresado tanto o invadido de tal modo el
organismo que ningún tratamiento puede ya desarraigarla, sin que sea determinable el lapso
de vida restante.
Artículo 75.- Enfermo terminal es la persona que como consecuencia de una enfermedad o
lesión grave, con diagnósticos médicos ciertos y sin posibilidad de tratamiento curativo, tiene
expectativa de vida reducida entre pocas horas y tres meses.
Artículo 76.- La persona que sufre de una enfermedad fatal tiene legítimo derecho a que se le
preste atención, a que se le dedique el tiempo necesario y a que se le siga considerando un ser
humano.
Artículo 77.- El paciente con una enfermedad fatal tiene derecho a ser informado de la verdad
de su padecimiento, si es que realmente desea conocerla. El médico debe efectuar la
evaluación previa de estos enfermos para decidir el momento oportuno en que habrá de
suministrar la información requerida y poder así auxiliarle ante reacciones impredecibles.
Artículo 78.- Los enfermos en condición Terminal y que se encuentran mentalmente
competentes, tienen el derecho a participar en las decisiones referentes a su padecimiento,
para lo cual se les debe informar debidamente sobre las opciones existentes y los eventuales
beneficios o efectos indeseables que puedan derivarse de cada una de ellas.
Podrán rehusar cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico y su determinación debe ser
respetada por el médico aunque colida con lo que se considere como lo mejor.
Artículo 79.- Los objetivos fundamentales en el tratamiento de un paciente terminal son el alivio
del sufrimiento, propiciar la mayor comodidad posible, facilitar el contacto con los seres
queridos, recibir la ayuda espiritual del ministro o sacerdote de su religión si la tiene y si así lo
desea, y finalmente, ayudarlo a enfrentar la muerte con dignidad.
Artículo 80.- El enfermo terminal tiene derecho a ser atendido por profesionales competentes
no sólo por su paciencia, sino también por las actitudes que desarrollan en la aplicación de
tratamientos paliativos, los cuales idealmente deben ser administrados por los integrantes de
un equipo interdisciplinario dirigido por el médico, entendiendo que los enfermos terminales no
deben ser en ningún momento abandonados ni descuidados y para quienes la atención que se
les ofrece es considerada de igual importancia que la de quines sobrevivan.
Artículo 81.- El enfermo terminal tiene derecho a decidir el tipo de información que el médico
podrá revelar luego de su muerte. Es, en suma, garantizar el derecho del fallecido a que se
respete su intimidad.
Artículo 82.- El enfermo terminal no debe ser sometido a la aplicación de medidas de soporte
vital derivadas de la tecnología, las cuales sólo servirán para prolongar la agonía y no para
preservar la vida.
Parágrafo Uno: Distanasia: es la utilización de medidas terapéuticas de soporte vital que
conllevan a posponer la muerte, en forma artificial. Es equivalente a ensañamiento terapéutico,
encarnizamiento terapéutico o hiperterapéutico.
Parágrafo Dos: en aquel paciente críticamente enfermo cuya evaluación por consenso de los
médicos tratantes sea considerado como enfermo terminal, la conducta se regirá por lo
contemplado en este artículo.
Artículo 83.- Cuando un enfermo terminal padezca de dolor, el médico debe auspiciar el
empleo de analgésicos en dosis suficientes con el fin de aliviar el sufrimiento. De ser posible se
deben llevar a cabo medidas terapéuticas especializadas para calmar el dolor. En ocasiones en
las cuales se teme que con el aumento progresivo de la dosis de analgésicos potentes, se
pueda acortar el proceso vital por la depresión de los centros nerviosos que regulan la
respiración, se debe proceder dando prioridad al objetivo de la analgesia como efecto primario
buscado, por sobre el eventual efecto indeseado.
Artículo 84.- Es obligación fundamental del médico el alivio del sufrimiento humano. No puede,
en ninguna circunstancia, provocar deliberadamente la muerte del enfermo aún cuando éste o
sus familiares lo soliciten, como tampoco deberá colaborar o asistir al suicidio del paciente
instruyéndolo y/o procurándole un medicamento en una dosis letal.
TÍTULO III
Capítulo Primero
Del Ejercicio Institucional de la Medicina y de los Deberes del
Médico en Materia de Medicina Social
Artículo 85.- Se entiende por ejercicio institucional de la Medicina la prestación de servicios por
medio de médicos contratados por instituciones oficiales o privadas, a la población en general o
grupos definidos de la misma.
Artículo 86.- Los médicos al servicio de organizaciones dedicadas al ejercicio institucional de la
Medicina deberán cumplir su trabajo profesional de acuerdo con las normas tradicionales del
acto médico. Este se basará, por tanto, en el respeto a la dignidad de la persona, en la relación
médico-paciente, en la responsabilidad individual y en el secreto profesional.
Artículo 87.- Los médicos que realicen la prestación de servicios con compañías de seguros,
administradoras de planes de salud, u otras organizaciones de servicios de salud, deberán
ceñir su actuación a lo pautado en el Artículo anterior, debiendo además respetar y hacer
respetar, cuando sea posible, la libertad de escogencia del médico y clínica por parte del
paciente.
Artículo 88.- Los médicos deben exigir que en el seno de las instituciones donde presten sus
servicios se establezcan las Comisiones Técnicas, Científicas, Asistenciales, Gremiales, etc.
que se estimen necesarias para garantizar la buena marcha de aquellas, así como la defensa
de su independencia profesional.
Articulo 89.- El médico esta obligado a velar por el prestigio de la institución donde trabaja
cumpliendo fielmente las disposiciones reglamentarias de la misma. Estas disposiciones
reglamentarias no podrán colidir con lo dispuesto en la Ley de Ejercicio de la Medicina, en su
Reglamento y en el presente Código.
Artículo 90.- Es deber del médico que ejerce en instituciones hospitalarias, recabar en beneficio
del enfermo información del médico de cabecera. Este último deberá remitir al hospital la
correspondiente historia clínica. Es deseable a su vez, que el equipo médico hospitalario y el
médico de cabecera mantenga comunicación durante la hospitalización del enfermo. Esta
relación debe cumplir con las normas de confraternidad y de respeto de las competencias
respectivas.
Artículo 91.- Al ser dado de alta el paciente, debe entregársele un informe contentiva del
resumen de los datos de mayor significación: diagnóstico clínico, hallazgos operatorios,
informes histopatológicos y otros que se juzguen convenientes.
Artículo 92.- La prestación de servicios con una entidad pública o privada no limita en modo
alguna el ejercicio, por parte del médico, de sus deberes profesionales, en particular sus
obligaciones concernientes a la adecuada preservación del secreto médico.
En ninguna circunstancia puede el médico aceptar limitaciones a su independencia profesional
por parte del organismo empleador, concediéndole prioridad fundamental a la preservación de
la salud física y espiritual de las personas que el médico examina y trata.
Artículo 93.- Los médicos contratados especialmente para prestar sus servicios en instituciones
estatales tienen derecho de exigir al empleador que en el respectivo contrato se fije el monto
de la remuneración, el tipo de servicio que se prestarán y los derechos sociales que beneficien.
En ningún caso deben ser inferiores a los establecidos por la Federación Médica Venezolana,
según sean de instituciones nacionales o regionales. Estos contratos deberán ser previamente
aprobados por el respectivo Colegio de Médicos y la Federación Médica Venezolana.
Artículo 94.- Los reglamentos internos de Hospitales y Clínicas, tanto públicos como privados,
deben ser elaborados y aprobados por las instituciones y la Federación Médica Venezolana,
cuando sean de índole nacional, y por los Colegio de Médicos cuando sean regionales, en un
todo de acuerdo con la Doctrina Federativa.
Artículo 95.- El médico que presta sus servicios a empresas o instituciones públicas y privadas,
debe abstenerse de recibir en su consultorio particular, o prestar atención domiciliaria con
carácter de médico privado, a trabajadores o familiares de éstos a quienes tiene obligación de
atender en las dependencias de las instituciones mencionadas, salvo en condiciones
especiales requeridas por el paciente.
Artículo 96.- Sin perjuicio de lo que establezcan las disposiciones legales vigentes, los
profesionales que ejerzan la medicina están obligados a prestar su colaboración a las
autoridades en casos de epidemias, desastres, y otras emergencias de carácter colectivo y a
suministrar oportunamente los datos o informaciones que por su condición de funcionarios o
médicos, de acuerdo con disposiciones legales, les sean requeridas por las autoridades.
Parágrafo Único: También se hallan los médicos obligados a denunciar ante las autoridades
competentes las condiciones de insalubridad o de inseguridad que observen en los ambientes
de trabajo, así como aquellas que noten en lugares públicos o privados que constituyan riesgos
para la salud o la vida de quienes a ellos concurran.
Artículo 97.- Las campañas públicas de carácter preventivo o curativo, no deben utilizarse para
proselitismo profesional, valerse de esta función para realizar propagandas, para incrementar
su clientela particular.
Artículo 98.- Los médicos al servicio de las instrucciones dedicadas a la prestación de la
medicina institucional, no deben aceptar que ninguna persona o grupos de la sociedad gocen
de fuero especial para su atención en dichos servicios, tanto en las consultas externas como en
la hospitalización.
Artículo 99.- El total del tiempo contratado por un médico con entidades o empresas públicas o
privadas para el desempeño de cargos de carácter profesional no podrá exceder de la Jornada
máxima de Trabajo diario o semanal señalado por la Ley. Incurre igualmente en violación de
este Código el médico que ejerciendo funciones administrativas, permita a otro médico el
cabalgamiento de horarios, el incumplimiento de su trabajo y la violación de la Jornada Máxima
de trabajo.
Artículo 100.- Los médicos que prestan sus servicios en instituciones públicas, deberán cumplir
fielmente con el horario de trabajo médico que les ha sido asignado. La violación injustificada
de este importante deber puede ocasionarle al médico la aplicación de las sanciones
contempladas en las leyes vigentes.
Artículo 101.- El salario o sueldo devengado por el médico en instituciones públicas o privadas
debe estar sustentado en el principio del "Salario Justo". Por tanto deberá tomar en
consideración el alto costo de la vida y sus constantes aumentos, la importancia de la profesión
médica, el papel que el médico juega en la sociedad, sus deberes familiares y todos aquellos
otros elementos contenidos en la doctrina laboral en materia de salario.
Artículo 102.- En el cumplimento de los deberes y derechos que consagra la Ley de Ejercicio
de la Medicina a la Federación Médica Venezolana y a los Colegios de Médicos de la
República, estas Instituciones tienen el deber de luchar por la conquista de mejores
condiciones de vida y de trabajo para los médicos y muy especialmente lo relacionado con el
concepto salario, a que se refiere el Artículo anterior.
Artículo 103.- Cuando la Federación Médica Venezolana o los Colegios de Médicos de la
República, fundamentados en justificadas razones de carácter gremial, ético o deontológico,
mediante decisión dictada al efecto, declaren que un cargo médico no debe ser ocupado por
otro médico (congelación de cargos), hasta tanto no se cumplan determinadas condiciones,
ningún médico deberá ocupar dicho cargo.
Artículo 104.- Se considera como absolutamente violatorio de las normas legales y de los
principios éticos y deontológicos contenidos en este documento, la contratación, por parte de
los médicos, con entidades públicas o privadas de jornadas de trabajo que coincidan total o
parcialmente. (Cabalgamiento de horarios). En tal caso la Federación Médica Venezolana
como los Colegios de Médicos están en la obligación de intentar todas las acciones legales o
disciplinarias establecidas en la Ley de Ejercicio de la Medicina o en su Reglamento.
Artículo 105.- Los médicos están en la obligación de cumplir con los deberes establecidos en
los Reglamentos Internos de la Federación Médica Venezolana y de los Colegios de Médicos
de la República, que dicten de conformidad con la Legislación vigente.
Capítulo Segundo
Deberes de Confraternidad
Artículo 106.- La Confraternidad Profesional se refiere a la comunidad de intereses entre
quienes ejercen una misma profesión, siempre que se fundamente en la aceptación consciente
de que forman parte de una institución disciplinada, cuya unidad corporativa depende del
cumplimiento por parte de sus integrantes, de los deberes que los mismos se han impuesto en
forma voluntaria, y no propiamente de hermandad para justificar desafueros o cualquier
modalidad de actuación reprochable en aras de una mal entendida solidaridad profesional.
Artículo 107.- En buena confraternidad profesional, los médicos están en la obligación de
mantener recíproca colaboración. Está prohibido desacreditar a un colega y hacerse eco de
manifestaciones u opiniones capaces de perjudicarlo moralmente y en el ejercicio de la
profesión. Está así mismo prohibido expedir certificaciones que puedan acarrearle el mismo
daño.
Parágrafo Único: No está reñida con la buena confraternidad profesional la actitud del médico
que rechaza o denuncia los vicios, en los cuales incurren algunos médicos, dañinos a los
intereses del enfermo y al prestigio de nuestra profesión.
Articulo 108.- El médico, independientemente de su especialidad, tiene el deber de prestar
atención gratuita a sus colegas.
Gozan de igual derecho el cónyuge, la viuda mientras no contraiga nuevas nupcias, el padre y
la madre. Los hijos menores de 18 años gozarán de este privilegio mientras dependan
económicamente del médico. Este servicio se realizará:
Artículo 116.- Se llama Junta Médica la reunión de dos o más médicos simultáneamente para
intercambiar opiniones respecto al diagnóstico y tratamiento de un enfermo. El enfermo o sus
familiares tienen el derecho de solicitar una Junta Médica, cuando no estén satisfechos de los
resultados de los tratamientos empleados por el médico tratante o en el caso de que deseen
confirmar la opinión de éste. Tal solicitud debe ser precedida de la información suministrada al
médico tratante. El uso por parte del paciente de este derecho, no debe ser considerado por el
médico tratante como demostración de desconfianza en su acción profesional y debe
solicitarse a través de éste.
Parágrafo Único: Las Juntas Médicas serán promovidas por el médico tratante, el enfermo o
sus familiares.
Artículo 117.- En caso de que sea el médico de cabecera quien promueva la interconsulta o
Junta médica, corresponde a él la designación del colega o colegas que juzgue capaces de
ayudarle en la solución del problema, y en el caso de junta médica, el paciente o sus familiares
podrán exigir la presencia de uno o más médicos de su elección.
Artículo 118.- Al realizarse una Junta Médica, el médico tratante hará la exposición
correspondiente y emitirá el diagnóstico presunto, poniendo a disposición de los colegas toda la
documentación pertinente.
Las deliberaciones de la Junta no deberán desarrollarse ante el enfermo o sus familiares y no
se permitirá opinión alguna en lo que respecta al diagnóstico, pronóstico y tratamiento que no
sea el resultado de las conclusiones de la Junta.
Artículo 119.- Ningún médico deberá concurrir a interconsulta que han sido promovidas sin el
consentimiento del médico tratante. Tampoco está autorizado para promover interconsulta el
médico llamado accidentalmente en reemplazo del médico tratante, salvo en situaciones de
urgencia.
Artículo 120.- El médico consultor no deberá convertirse en médico tratante durante el proceso
de la enfermedad para la cual fue consultado. Sin embargo, existen las siguientes excepciones:
Articulo 121.- El especialista que se encargue de un paciente asume de hecho la dirección del
tratamiento en lo que respecta a su especialidad, pero actuará siempre de acuerdo con el
médico tratante y deberá suspender su intervención tan pronto cesen las causas que
ameritaron sus servicios.
Parágrafo Único: En caso de que sean dos o más especialistas consultados, corresponde al
médico tratante señalar quien debe ser el encargado del tratamiento, acordándose antes con el
enfermo o sus familiares.
Capítulo Tercero
De los Deberes y Derechos de los Médicos hacia otros Profesionales
de la Salud.
Artículo 122.- En sus relaciones con los miembros de otras profesiones de la salud, los
médicos deben observar una actitud decorosa y honorable, dispensándoles la cortesía que
impone su condición profesional y respetando las normas señaladas por la técnica y por las
respectivas leyes de ejercicio profesional.
Artículo 123.- A los médicos les está prohibido:
TÍTULO IV
Capítulo Primero
Del Secreto Profesional y del Uso de las Computadoras en Medicina
Artículo 126.- Todo aquello que llegue a conocimiento del médico con motivo o en razón de su
ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el Secreto Médico. El secreto médico es
inherente al ejercicio de la medicina y se impone para la protección del paciente; el amparo y
salvaguarda del honor del médico la dignidad de la ciencia. El secreto médico es inviolable y el
profesional está en la obligación de guardarlo.
Artículo 127.- El Secreto Profesional Médico constituye una modalidad de secreto comiso
basado en la comunicación privilegiada derivada de la relación médico-paciente.
Comunicación privilegiada se refiere al privilegio de hallarse protegido de tener que revelar
información confidencial transmitida a una persona en virtud de su capacidad profesional. El
objeto de este privilegio, en cuanto se aplica a información médica es asegurar al individuo que
los que ha revelado al médico no será divulgado a otros, estimulando por consiguiente una
franca discusión, necesaria para establecimiento del diagnóstico, tratamiento o cualquier otra
forma de consejo. Realmente el privilegio es del paciente, el cual puede exonerar al médico del
mismo, si así lo desea.
Artículo 128.- Al personal auxiliar que colabora con la realización del acto médico se extiende,
así fuere por el simple hecho de ejercer una actividad en la cual maneja una forma de
comunicación privilegiada, la obligación de mantener el secreto profesional médico.
Parágrafo Único: La solución aceptable descansa en la aplicación del siguiente principio, todos
aquellos que están ligados a la profesión médica y comparten alguno o algunos de los deberes
que incumben a la profesión, se hallan obligados a guardar el secreto profesional.
Artículo 129.- El médico velará porque sus colaboradores guarden el secreto profesional, pero
no será responsable de la revelación que ellos hagan.
Artículo 130.- El secreto médico es un derecho del enfermo, pero el médico no incurre en
violación cuando lo revela de conformidad con lo establecido en el Artículo 47 de la Ley de
Ejercicio de la Medicina, cuyo texto se transcribe a continuación:
"No hay violación del secreto médico en los siguientes casos":
Artículo 131.- Debe distinguirse entre pacientes con capacidad jurídica y aquellos que son
incapaces, bien por minoridad o por defectos mentales.
En el primer caso el secreto es un derecho del paciente que puede ejercerlo manifestando su
voluntad en contrario únicamente limitada por prescripciones legales que obligan al médico a la
revelación del secreto. En el segundo caso el médico puede informar a los familiares del
incapaz, siempre que aquellos ejerzan la representación legal del mismo.
Artículo 132.- El consentimiento del enfermo para que se revele el secreto médico no confiere
al médico el derecho a revelarlo ni le exime de las acciones penales que pudieran surgir de tal
hecho.
Artículo 133.- El secreto profesional médico se extiende no sólo a los hechos de carácter
médico, sino a todo aquello que llegare a conocimiento del médico con motivo o en razón de su
ejercicio profesional.
Artículo 134.- El médico puede eximirse de contestar preguntas relacionadas con
enfermedades de sus pacientes pero está autorizado para revelar el pronóstico y también el
diagnóstico, cuando lo considere necesario en resguardo de su respetabilidad o para mejor
conducción del tratamiento.
Artículo 135.- El médico sólo puede suministrar informes respecto al diagnóstico, pronóstico o
tratamiento de un enfermo a los allegados más inmediatos de éste. Sólo procederá en otra
forma con la autorización expresa del paciente.
Artículo 136.- El médico puede compartir su secreto con los otros médicos que intervienen en
la elaboración del diagnóstico y en el tratamiento del enfermo, obligándose éstos a su vez a
mantener el secreto profesional. Aún así solo la información necesaria debe ser revelada a
menos que dicha revelación se considere esencial para los intereses del enfermo.
Artículo 137- El médico debe respetar los secretos que se le confíen o de los cuales tenga
conocimiento por su actuación profesional, aún después de la muerte del enfermo. Cualquiera
que sea el tiempo transcurrido después de la muerte el deber no disminuye porque en este
respecto no hay prescripción y la divulgación de determinados hechos puede causar perjuicios
no solamente a la memoria y al buen nombre de una persona fallecida sino también a su
familia.
Parágrafo Único: Algo diferente es lo concerniente a la posibilidad de informar confidencias
luego de la muerte del paciente en beneficio de los intereses del Estado y de la comunidad en
general. La divulgación de esta información en caso de que sea necesaria, debe hacerse en su
debida oportunidad, respetando la veracidad, sin entrar en intimidades morbosas y sin dañar la
reputación del muerto. La pulcritud y pureza de la descripción deben ser paralelas a sus
elevadas finalidades.
Artículo 138.- La profesión médica debe rechazar cualquier intento destinado a imponer una
legislación sobre el procesamiento electrónico de datos que pueda poner en peligro el carácter
confidencial de la información recogida. Debe lograrse protección efectiva contra el uso de
retransmisiones de los registros de cualquier información personal antes de que entre a la
computadora.
Artículo 139.- Los bancos de datos médicos, sólo deben hallarse disponibles para la profesión
médica y, por tanto, no debe permitirse su vinculación a otros bancos centrales de datos.
Artículo 140.- Tanto el paciente como el médico deben ser informados de la existencia en la
respectiva institución de sistemas de procesamientos de datos obtenidos de las historias
depositadas en el archivo médico. Dicha información debe suministrarse al médico y al
paciente antes de proceder a su utilización.
Artículo 141.- Debe obtenerse la autorización del médico y del paciente previo al suministro de
la información a individuos y organizaciones extraños a la institución.
Artículo 142.- Para la elaboración, registro y archivo de las historias clínicas en sistemas
computarizados, terminales y otros, se debe disponer de equipos adecuados, con banco de
datos, y unidades terminales debidamente integrados, que se manejan a través de un
programa (software) elaborado de forma selectiva de acuerdo con las necesidades.
Artículo 143.- Para asegurar la intimidad y el secreto profesional de todos los datos incluidos en
las historias clínicas, debe existir en el sistema computarizado una clave secreta especial para
acceder al banco de datos y a cada una de las unidades terminales.
Artículo 144.- El acceso al banco de datos y a las unidades terminales del sistema
computarizado, debe estar reservado únicamente y exclusivamente a los médicos y personal
auxiliar debidamente adiestrado y autorizado para disponer de la clave de acceso al sistema.
Artículo 145.- El manejo de la información conservada en el sistema computarizado de historias
clínicas, debe estar sometido al mismo control y reglamentación establecidos en este Código
en el capítulo de las historias médicas.
Capítulo Segundo
De las Certificaciones
Artículo 146.- Se define el certificado médico como el documento destinado a acreditar el
nacimiento, la realización de un acto médico, el estado de salud o enfermedad o el
fallecimiento de una persona. Su emisión implica responsabilidad moral y legal para el médico
que lo expide. El texto del certificado debe ser claro y preciso ceñido exactamente a la verdad y
debe indicar los fines a que está destinado.
Articulo 147.- El médico expedirá certificación que acredite un acto médico o el estado de salud
en las siguientes situaciones:
a) Consigne en el certificado cualquier dato falso o términos que puedan inducir a duda, con
trascendencia legal o administrativa.
b) Expide certificado sin verificar personalmente el fallecimiento, salvo en los casos antes
señalados.
c) Expide certificado de falsa vacunación.
d) Certifica actos o procedimientos médico-quirúrgicos no realizados.
f) Certifica falsamente el diagnóstico de enfermedad mental.
g) Expide un certificado falso de nacimiento vivo, el médico está obligado a garantizar la
identidad biológica y civil del niño.
Artículo 152.- Al médico le está prohibido divulgar o dar publicidad del contenido de un
certificado médico. En el momento en que el documento ha salido de sus manos, la
responsabilidad por la divulgación del texto recae en la persona que recibió el certificado o, en
el caso de entidades administrativas, de los funcionarios responsables de la tramitación del
documento.
Capítulo Tercero
De la Medicina Forense
Artículo 153.- La medicina forense se caracteriza por la prestación de servicios encaminados a
la realización del peritaje y el asesoramiento médico-forense en todos aquellos aspectos que
interesen a la administración de justicia en general.
Artículo 154.- Los médicos forenses son auxiliares de la administración de justicia en todos los
casos y actuaciones en que sea necesaria su intervención; ésta se ceñirá a lo dispuesto por las
leyes sobre la materia.
Artículo 155.- Las actuaciones de los médicos forenses o de los peritos médicos, eventual o
episódicamente nombrado para desempeñarse en uno o varios casos, deberán ceñirse a lo
dispuesto en las leyes sobre la materia a lo señalado en el mandato judicial y, para proceder al
examen de una persona u objeto, se fundarán en las reglas de su ciencia y arte y en los
principios éticos que inspiran y rigen el ejercicio profesional.
Artículo 156.- Los médicos forenses o los peritos médicos practicarán todas las operaciones,
procedimientos que les aconseje su ciencia y técnica o profesión y especificarán los hechos y
circunstancias en los que hayan de aportar su dictamen. Y si, para fundar mejor su concepto
considerasen necesario indicar la necropsia, reconocimiento o ensayos de algunos líquidos o
materiales, solicitarán lo conveniente al Tribunal, para que así se verifique, a la mayor
brevedad y con las precauciones necesarias.
Artículo 157.- De acuerdo con nuestra legislación el médico debe ocurrir con carácter
obligatorio, al llamado de la autoridad judicial que requiere una experticia.
Artículo 158.- El médico forense - o el médico designado con tal propósito - debe eximirse de
examinar a cualquier persona con la que tuviere o hubiere tenido relaciones que pudieran influir
en su libertad de juicio.
En el caso de experticia en un antiguo paciente el médico no está obligado a revelar
situaciones anteriores en relación con la historia médica de aquel, pero en todo caso podrá
excusarse de aceptar la experticia por razones de ética personal que siempre serán un "motivo
justificado para fundamentar la excusa".
Artículo 159.- En relación con las experticias realizadas el médico debe limitarse a exponer los
hechos observados que se relacionen con el objeto de la investigación, sin descubrir
cualesquiera otras confidencias hechas por la persona examinada con motivo de la experticia.
Artículo 160. A los fines de la práctica de la experticia médico-legal, de la necropsia y de la
exhumación con fines periciales, le médico patólogo forense y el médico forense, deben
disponer de un ambiente o morgue adecuada y del instrumental indispensable para la
realización de la experticia.
Artículo 161.- El médico patólogo forense no debe permitir que cadáveres en avanzado estado
de putrefacción, sean depositados en la morgue de hospitales generales que sirvan también de
morgue forense. Estos cuerpos deben ser llevados para su examen al cementerio de la
localidad, en el cual debe existir un ambiente adecuado.
Capítulo Cuarto
De los Honorarios Profesionales
Artículo 162.- Toda persona que ejerza la profesión médica tiene derecho a percibir una
remuneración justamente llamada honorario por llevar implícita la demostración de la honra que
el médico merece, no enteramente satisfecha por la retribución de carácter material.
Artículo 163.- El derecho a la justa remuneración por los servicios prestados es independiente
del resultado de los mismos.
Cuando se comprueba ya no error excusable, sino negligencia o incompetencia profesional, el
médico no debe - moralmente - reclamar honorarios.
Artículo 164.- El médico fijará la cuantía de sus honorarios, los cuales deben ser justos y
adecuados al servicio prestado, a la experiencia del médico, a la complejidad del proceso
clínico, a la situación económica del enfermo y a otras circunstancias relacionadas con el acto
médico.
Artículo 165.- Si varios médicos colaboran en el diagnóstico o tratamiento de un enfermo y se
establece una nota conjunta de honorarios, se especificará en ella el monto de los honorarios
que correspondan a cada uno de los médicos.
Parágrafo Único: Para los efectos de este Artículo la Federación Médica Venezolana dictará las
normas correspondientes.
Artículo 166.- Queda categóricamente proscrita la dicotomía, es decir la partición de honorarios
entre médicos o entre éstos y el personal auxiliar o cualquier otra persona, por constituir un
acto contrario a la dignidad profesional.
Es repudiable por inmoral el consorcio de dos o más médicos para referirse pacientes sin que
prive una evidente necesidad de colaboración en provecho exclusivo del enfermo.
Artículo 167.- Queda así mismo proscrita la percepción de comisiones o porcentajes derivados
de la prescripción de medicamentos, aparatos ortopédicos, lentes o cualquier otro elemento
corrector, así como las retribuciones de intermediarios de cualquier clase y cualquier otra forma
de colusión entre médicos, industrias o empresas médicas, paramédicas, farmacéuticas u
organismos similares.
Artículo 168.- Si de común acuerdo se estableciere dentro de un grupo médico la posterior
distribución de honorarios por la asistencia en equipo, el grupo sólo podrá estar formado por
médicos participantes todos ellos en la asistencia del enfermo. En todo caso los contratos de
estos grupos o asociaciones deberán ser sometidos previamente al conocimiento del Colegio
respectivo, el cual cuidará particularmente de garantizar los principios deontológicos de la libre
elección del médico, de la independencia del mismo y de los derechos del enfermo; así como
de que esta modalidad de asociación no permita la explotación de ningún miembro del grupo
por parte de otros, o de prácticas que den lugar a abusos de la libertad diagnostica o
terapéutica.
Artículo 169.- Está prohibido al médico solicitar anticipo de honorarios profesionales por
tratamientos aún no realizados. Debe, en cambio, informar al paciente el monto de sus
honorarios antes de la realización de actos médicos, quirúrgicos o de cualquier otro tipo y no
podrá negarse a suministrar al enfermo las explicaciones que éste requiera concernientes al
monto de los mismos.
Artículo 170.- Las atenciones gratuitas deben ser obligatorias para las personas señaladas en
el artículo 108 del presente Código. Sin embargo el médico podrá libremente prestar asistencia
gratuita a personas de manifiesta pobreza o de su íntima amistad.
No constituye falta de ética negarse a la asistencia en forma privada si existiera en la localidad
un servicio asistencial al público, exceptuando aquellos casos de extrema urgencia.
Artículo 171.- Es obligación del médico proteger a su paciente de la especulación a la que
puede estar sometido, específicamente en lo relativo a los honorarios de los profesionales
llamados a consulta y a los cargos hechos por la institución hospitalaria, y que sólo el médico
tratante estaría en capacidad de enjuiciar correctamente.
Artículo 172.- Retasa: Cuando exista inconformidad entre el médico y su paciente en cuanto al
monto de honorarios por servicios profesionales prestados, las partes podrán ocurrir ante el
correspondiente Colegio de Médicos exponiendo sus razones al respecto.
Cuando no se logre la conciliación la controversia se resolverá de acuerdo con lo señalado en
los artículos 40,41,42 y 43 de la Ley de Ejercicio de la Medicina.
TÍTULO V
Capítulo Primero
De la Docencia Médica
Artículo 173.- La elevada responsabilidad asignada a los docentes, de contribuir a la formación
integral de los futuros médicos, justifica el que deban satisfacer los requerimientos de orden
ético en el mayor grado posible.
Artículo 174.- El ejercicio de la docencia médica, en todos sus niveles, exige cualidades
fundamentales; rectitud en los juicios, comportamiento moral irreprochable, aptitud,
conocimientos, experiencia y capacidad para reflexionar y deliberar libre de cualquier prejuicio.
Artículo 175.- Por ser la medicina arte-ciencia, cuyo progreso exige un elevado nivel cultural, el
docente tiene el deber de inculcar a sus discípulos el debido interés por las disciplinas de orden
humanístico y científico.
Artículo 176.- Al impartir docencia debe estimarse que, en la práctica:
Artículo 177.- Los docentes deben propender al cumplimiento, por parte de las Escuelas de
Medicina de las Universidades Nacionales, de programas de investigación y aprendizaje de la
Historia de la Medicina y de la ética médica durante la totalidad del ciclo de pre-grado y en los
cursos de postgrado de las diversas especialidades.
Artículo 178.- Debe condenarse la práctica ilegal adoptada por algunas Instituciones al
contratar estudiantes de Medicina para efectuar - sin supervisión calificada - guardias diurnas y
nocturnas y sin que las mismas formen parte del programa de adiestramiento de la Institución
en la cual realizan su aprendizaje de pre-grado.
Esta actuación origina implicaciones de orden ético y legal para la población atendida, para la
institución empleadora y para los profesionales que ejercen la misma.
Artículo 179.- Los docentes que participen o se solidaricen activa o pasivamente con actos o
medidas que atentan contra la integridad de la Institución o la dignidad de ella o de cualquiera
de sus miembros, incurren en grave violación a la ética profesional, debiendo sufrir las
sanciones descritas en el ordenamiento jurídico vigente.
Capítulo Segundo
De las Historias Médicas
Artículo 180.- Para los efectos de este Código la historia médica comprende:
Capítulo Tercero
De las Publicaciones Científicas
Artículo 195.- Todo médico está en la obligación de comunicar y discutir sus experiencias, el
producto de su investigación y en general su producción científica, dentro del ambiente de las
instituciones médicas que corresponden a su campo de acción y de solicitar la publicación de
sus trabajos en los órganos informativos de carácter médico. Toda discrepancia debe ser
discutida en estos ambientes, evitando que su difusión al público pueda provocar errores de
interpretación, confusión de ideas, desconfianza sobre determinados regímenes o alarma no
justificada sobre difusión de enfermedades o empleo de nuevos métodos diagnósticos y
terapéuticos.
Artículo 196.- El médico que publique los resultados de una experiencia clínico-terapéutica,
debe abstenerse de mencionar en las mismas las denominaciones comerciales y los
laboratorios fabricantes de las drogas usadas en dicha experiencia.
Artículo 197.- En la redacción y publicación de hechos médicos se debe tener autoridad
científica para ello sobre la base del conocimiento del tema.
Artículo 198.- No se debe permitir ser señalado como coautor, a menos que se haya
participado en dicha investigación y se haya redactado o revisado el manuscrito, como para
hacerse responsable de todas las afirmaciones allí contenidas.
Artículo 199.- Cuando se cita un autor debe nombrársele expresamente, así como la
denominación del libro o trabajo publicado - y si es posible el número de la página - y todos los
demás datos que faciliten su identificación. La cita se hará siempre entre comillas.
No se publicará, confiriéndole el valor de cierto, aquello de lo cual no se está realmente seguro.
No se publicará una referencia en forma tal que el lector pueda interpretar que se ha leído el
trabajo original y en realidad solo se ha leído un resumen o paráfrasis del mismo.
Artículo 200.- El orden de colocación de los autores de un trabajo debe reflejar la importancia
del aporte con que cada autor ha contribuido para la realización integral del mismo,
entendiéndose por ello tanto su planteamiento original, como su planificación, dirección,
ejecución experimental y redacción del manuscrito. Cuando un mismo grupo de autores realiza
publicaciones sucesivas sobre diferentes avances en un mismo tema, cabe desplazar en cada
publicación el orden de los autores, de tal manera que el que encabeza la lista en la primera
publicación pasa al segundo lugar en el segundo Artículo y así sucesivamente. En muchos
casos inclusive el autor de mayor jerarquía figura al final.
Artículo 201.- Es contrario a la ética profesional la publicación de un mismo material científico
bajo diferentes formas en varias revistas. Tampoco se debe publicar un Artículo científico en
otro medio de divulgación sin haber obtenido permiso del primer órgano que le dio publicación.
Artículo 202.- Los Comités de Redacción de las publicaciones médicas deben estar integrados
por profesionales médicos. Los miembros de estos Comités deben eximirse de publicar
aquellos trabajos que no llenen los requerimientos científicos y éticos exigidos con carácter
internacional.
Artículo 203.- Cuando se publica un libro el autor debe cumplir con el llamado depósito legal,
consistente en la obligación de depositar tres (3) ejemplares de la obra en la Oficina de
Registro Legal correspondiente. Este depósito legal constituye la salvaguarda más efectiva del
derecho de autor.
Capítulo Cuarto
De la Investigación en los Seres Humanos y en los animales
Artículo 204.- La investigación clínica debe inspirarse en los más elevados principios éticos y
científicos, y no debe realizarse si no está precedida de suficientes pruebas de laboratorio y del
correspondiente ensayo en animales de experimentación.
La investigación clínica es permisible cuando es realizada y supervisada por personas
científicamente calificadas y sólo puede efectuarse cuando la importancia del objetivo guarda
proporción con los riesgos a los cuales sea expuesta la persona.
Artículo 205.- El médico responsable de la investigación clínica debe tomar precauciones
especiales cuando la personalidad del sujeto pueda alterarse por el empleo de drogas o por
cualquier otro factor implícito en la experimentación.
Artículo 206.- En el tratamiento del paciente, el médico puede emplear nuevos procedimientos
terapéuticos si después de un juicio cuidadoso, considera probable el restablecimiento de la
salud o el alivio del sufrimiento.
Artículo 207.- El sujeto debe hallarse bien informado de la finalidad del experimento y de sus
riesgos y dar su libre consentimiento. En caso de incapacidad legal o física el consentimiento
debe obtenerse por escrito del representante ilegal del paciente y a falta de éste, de su familiar
más cercano y responsable.
Artículo 208.- Sólo cuando involucra valor terapéutico para el paciente es válida la utilización
del método que, simultáneamente, implique investigación clínica y procedimiento terapéutico
con la finalidad de adquirir nuevos conocimientos.
Artículo 209.- En casos de investigación clínica con fines científicos en sujetos sanos es deber
de primordial del médico:
1) Ejercer todas las medidas tendentes a proteger la vida y la salud de la persona sometida al
experimento.
2) Explicar al sujeto bajo experimentación, la naturaleza, propósito y riesgos del experimento y
obtener de éste, por escrito, el libre consentimiento.
3) Asumir, no obstante el libre consentimiento del sujeto, la responsabilidad plena del
experimento que debe ser interrumpido en cualquier momento en que el sujeto lo solicite.
4) Deben establecerse procedimientos que permitan compensarle por los riesgos que se
deriven de la experiencia efectuada, lo cual incluye el derecho a recibir asistencia financiera o
de cualquier otro tipo, que constituya una compensación por discapacidad temporal o
permanente.
Artículo 210.- Las embarazadas o en período de lactancia, no deben ser sujetas a investigación
que implique la posibilidad de riesgos para el feto o para el neonato, a menos que esté dirigida
a elucidar problemas del embarazo o de la lactancia. La investigación "terapéutica" sólo es
permisible cuando se destina a mejorar la viabilidad del feto o como ayuda para aumentar la
capacidad de amamantar de la madre.
Artículo 211.- Nunca deberá considerarse la participación de mujeres embarazadas o madres
lactantes en investigaciones no terapéuticas, que puedan exponer al feto, al recién nacido, o
lactante a riesgos, a menos que éstas tengan por objeto explicar problemas relativos al
embarazo o la lactancia.
Las investigaciones terapéuticas sólo se admiten, cuando tienden al estado de salud de la
madre sin perjudicar al feto recién nacido, o lactante a mejorar la viabilidad del feto a promover
el desarrollo saludable del lactante y la capacidad de la madre de alimentarlo debidamente.
Artículo 212.- Los niños no deben ser sometidos a investigaciones que pueden, igualmente, ser
realizadas en personas adultas. De cualquier manera su participación es indispensable para la
investigación de las enfermedades propias de la infancia y de aquellas condiciones a las cuales
los niños son particularmente susceptibles.
Se considera imprescindible el consentimiento de los padres o del representante legal, dado
por escrito, luego de pormenorizada explicación de los objetivos del experimento y de los
riegos o molestias.
Artículo 213.- Las personas con enfermedades o defectos mentales no deben ser sometidas a
investigaciones que pueden realizarse en adultos en plena posesión de sus facultades
intelectuales. También es evidente que son las únicas personas disponibles para la
investigación del origen y tratamiento de las enfermedades o incapacidades mentales.
Debe solicitarse la autorización, dada por escrito, del familiar inmediato (esposa o paciente,
descendiente de edad adulta, hermano).
Artículo 214.- La investigación en sujetos subordinados a un grupo jerárquicamente
estructurado, exige muy cuidadosa consideración, ya que la "buena voluntad" del sujeto puede
hallarse influida por determinadas expectaciones, justificadas o no, de beneficios adicionales.
(Ejemplos de tales grupos son los estudiantes de medicina y de enfermería o personal
subordinado de laboratorio, personal hospitalario, empleados de la industria farmacéutica,
miembros de las fuerzas armadas y prisioneros.)
Artículo 215.- La responsabilidad por las investigaciones de carácter epidemiológico, al no ser
posible la obtención del consentimiento individual, será de la entera responsabilidad de las
autoridades oficiales en el campo de la salud. No obstante, deben emplearse todos los medios
posibles para informar a la comunidad los objetivos de la investigación, las ventajas esperadas
y los posibles riesgos e inconveniencias.
Artículo 216.- La revisión de los protocolos de investigación y la autorización para su ejecución
debe ser realizada por los Comités de Ética de Investigación Clínica, sometidos a las normas
elaboradas por la Institución de Bioética del Gobierno.
Artículo 217.- Cuidadosa consideración merece la investigación patrocinada desde el exterior, o
sea la investigación llevada a cabo en un país anfitrión, financiada y ejecutada parcialmente o
en su totalidad por una agencia externa, nacional o internacional, con la colaboración o con el
acuerdo de las autoridades competentes del país en cuestión.
Este tipo de investigación exige el cumplimiento de dos imperativos éticos:
1. El protocolo de investigación deberá ser sometido a revisión ética por la agencia iniciadora
del proyecto. Las normas éticas aplicadas no deberán ser menos rigurosas, que las que se
aplicarán en el país de origen de la propuesta.
2. Una vez que la agencia iniciadora del proyecto ha dado su aprobación, las autoridades
competentes en el país anfitrión deberán establecer mediante una comisión de revisión ética,
que la investigación propuesta cumple con sus propios requisitos éticos.
Capítulo Quinto
Del Transplante de Órganos
Artículo 231.- La profesión de médica reconoce que el trasplante de órganos implica un
significativo avance del conocimiento científico en pro de la salud y el bienestar de la
humanidad.
Artículo 232.- Como en toda relación profesional entre el médico y el paciente, el objetivo
fundamental de la misma deber ser la salud de este último, extremando todas las medidas
tendentes a proteger los derechos del donante y del receptor. Si ello no es posible, ningún
medico debe aceptar la responsabilidad de participar en las intervenciones destinadas al
trasplante de órganos.
Artículo 233.- La perspectiva de un trasplante de órganos no justifica el rebajar los niveles del
cuido médico actualmente aceptados con carácter universal.
Artículo 234.- Cuando un órgano único, vital, va a ser transplantado, la muerte del donante
debe haber sido certificada por tres médicos distintos a él o los médicos del receptor.
La certificación de la muerte del donante debe contener evidencia escrita de las funciones
cerebrales, del cese de las funciones del tallo cerebral incluyendo apnea, de la irreversibilidad
de dicho proceso, dada por las evidencias de una lesión estructural del sistema nervioso
central, en ausencia de hipotermia, shock, bloqueo neuromuscular o intoxicación por drogas
sedantes. Igualmente debe constar el protocolo contentivo de estos hallazgos durante lapsos
de observación cada tres horas, hasta llegar al diagnóstico de muerte encefálica y los
exámenes complementarios (confirmatorios) si fueron realizados en caso necesario, debe ser
agregado a la historia clínica.
Artículo 235.- En el caso que se trate de de una donación de persona viva, el equipo de
transplante dirigido por un médico debe ofrecer toda la información necesaria al donante
voluntario e inmunocompetente y a sus familiares, dejando claramente establecido los riesgos
implícitos y los beneficios esperados.
Artículo 236.- Es imprescindible discutir todos los pormenores envueltos con el donante, el
receptor y los familiares responsables. El médico debe ser eminentemente objetivo en esta
discusión, revelando claramente los beneficios y los riesgos implicados.
Artículo 237.- Los procedimientos de trasplantes de órganos sólo pueden llevar a cabo:
TÍTULO VI
Capítulo Primero
De las Normas Disciplinarias
Artículo 241.- El incumplimiento a los artículos precedentes cometidos por ignorancia,
negligencia, impericia o mala fe debidamente comprobadas, serán objeto de sanciones por
parte de los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de Médicos y por la Federación Médica
Venezolana, los cuales podrán recomendar y tramitar la suspensión del ejercicio profesional
ante los organismos competentes, sin perjuicio de las sanciones establecidas en la Ley de
Ejercicio de la Medicina y en el Colegio Penal. En los casos de impericia, que por su repetición
significaren ignorancia de la materia, se participará a la Universidad que confirió el título, a fin
de que conozca el caso.
Parágrafo Único: En cada jurisdicción, los Colegios de Médicos vigilarán el cumplimiento de
estas normas y aplicarán las sanciones correspondientes a que hubiere lugar.
Artículo 242.- Constituye infracción del Código de Ética y será sancionado conforme a las
normas disciplinarias del mismo, sin perjuicio de las sanciones señaladas en la Ley de Ejercicio
de la Medicina.
1º La persona que ostenta un título de médico expedido por una Universidad extranjera, no
revalidado en Venezuela o no registrado en la forma establecida para los títulos provenientes
de países con los cuales existen tratados específicos sobre la materia, para títulos.
2º Todo médico con título legal Pero no matriculado en el Colegio de Médicos de la jurisdicción
donde ejerce.
Artículo 243.- Es grave contra la ética profesional, sin perjuicio de la responsabilidad penal
correspondiente, que un médico permita que bajo su dependencia, bajo la garantía de su
nombre, en su consultorio o fuera de éste, ejerza funciones médicas quien no tiene la
calificación para ser miembro del Colegio de Médicos de la localidad.
Artículo 244.- Los médicos extranjeros visitantes en el país, invitados a congresos o reuniones
de cualquier índole médica o no médica, no están autorizados para ejercer la profesión. Su
colaboración será altamente apreciada dentro del ambiente médico, cuando sea consultado por
las entidades médicas responsables y el Colegio de Médicos respectivo, quien otorgará la
autorización. En tal caso, sus opiniones quedarán dentro del ambiente médico y no serán
motivo de remuneración económica.
Capítulo Segundo
Disposiciones Generales
Artículo 245.- Ante los casos de violación de la ética profesional, todo médico está obligado a
denunciar al colega que ha incurrido en tales violaciones ante el Tribunal Disciplinario
correspondiente. De la misma manera, los Tribunales Disciplinarios de los Colegios de
Médicos, ante las presuntas violaciones del presente Código, podrán actuar como Tribunales
de Oficio, y tanto éstos como el de la Federación podrán tomar las medidas pertinentes, a fin
de elevar cada vez más la dignidad profesional. A tal efecto, cuando advirtieren que algún acto
profesional manifiestamente contrario a los principios éticos no estuviere previsto como tal en
este Código, recomendarán a la Asamblea su incorporación, para lo cual bastará un Acuerdo
de Adición.
Artículo 246.- Los Colegios de Médicos están obligados a entregar un ejemplar del presente
Código a todo sus miembros que se encuentren en ejercicio legal de la profesión,
encareciéndoles el más estricto cumplimiento de las disposiciones del referido instrumento.
Artículo 247.- Los Colegios de Médicos propiciarán la realización en las Escuelas de Medicina
de las Universidades Nacionales, de Programas de Investigación y Aprendizaje de la Ética en
Medicina durante la totalidad del ciclo de aprendizaje y en las Residencias de Postrado, en un
todo de acuerdo con lo previsto en el Artículo 71 de la Ley de Ejercicio de la Medicina.
Parágrafo Único: En aquellos Colegios de Médicos en cuya jurisdicción existan Universidades,
dichos Colegios enviarán un ejemplar del Código a los estudiantes del último bienio de la
Facultad de Medicina.
Capítulo Tercero
Disposición Final
Artículo 248.- Se deroga el Código de Deontología Médica aprobado por la LXXXVI Reunión
Extraordinaria de la Asamblea de la Federación Médica Venezolana realizada el 29 de marzo
de 1985. Igualmente todas las disposiciones disciplinarias contenidas en los Estatutos de los
Colegios de Médicos que colidan con las de este Código, el cual entra en vigencia hoy, 19 de
octubre de 2003, fecha de su aprobación en la CXXXIX Reunión Extraordinaria de la Asamblea
de la Federación Médica Venezolana, efectuada en la ciudad de Barquisimeto.
OJO: recordar que se aprobó en Barquisimeto en octubre de 2003; pero como decía Código de
ëtica fue sometido a reforma-aprobación de nuevo en Cumaná, en octubre de 2004.