LD 01

LAUS DEO
NÚMERO 0
REVISTA DIGITAL CATÓLICA
SANTA TERESA DE JESÚS
LA ENCARNACIÓN DE MARÍA
LOS MÁRTIRES SAN CIRIACO Y

SANTA PAULA
EL SENTIDO CRISTIANO DE LA
MUERTE
VIDA DE CRISTO SEGÚN

SANTO TOMÁS
SUSCRÍBETE POR 12 € ANUALES
HTTPS://LAUSHISPANIAE.ES
editorial
JUAN PABLO PERABÁ & JAVIER

MARTÍNEZ-PINNA,
LAUS DEO 01 | 2022
editores
DIRECTOR | Juan Pablo Perabá
direccion@lausdeo.es
En el día de Santiago apóstol, arrancamos con toda la ilusión un nue-
REDACTOR JEFE | Antonio J. Candado vo proyecto editorial repleto de sentido, con el que pretendemos con-
redaccion@lausdeo.es tinuar y complementar la labor que iniciamos con Laus Hispaniae.
ASESORES | José Manuel Leyva, David Estamos convencidos de que la idea de España va unida desde el ori-
Aguilar Carmona gen al cristianismo, y más concretamente al catolicismo. Desde esta
convicción personal, la misión que nos proponemos ahora es defen-
COLABORADORES | Javier Navascués, der y divulgar la fe católica, transmitida de generación en genera-
Eudaldo Forment, Elvira Gómez, ción desde los apóstoles hasta el día de hoy, que es la verdad revelada
Rodrigo Menéndez Piñar, Gabriel Calvo por Dios, y por tanto una e inmutable; difundir los que siempre en-
Zarraute, Martí P. Coronado señó la Iglesia católica, la única verdadera, fundada por Jesucristo,
y el testimonio de vida de los santos; divulgar el inmenso legado
DISEÑO EDITORIAL Y que la tradición cristiana milenaria ha transmitido a través del arte;
MAQUETACIÓN: Juan Pablo Perabá transmitir las enseñazas de la Sagrada Escritura, la Tradición y el
Magisterio de la Iglesia, y de sus santos doctores… Todo ello desde la
EDITA: LAUS HISPANIAE convicción de que solo Dios, uno y trino, creador de todo lo que exis-
Alicante te, a través de la Iglesia fundada por su único Hijo, que entregó su
https://lausdeo.es/
https://twitter.com/lausdeo_es
vida por la redención del hombre, puede dar sentido y esperanza a
https://www.facebook.com/revistalausdeo la humanidad en esta época en la que todo parece decaer ante nues-
tros ojos.
ISSN 2951-8784
Porque, por mucho que nos quieran convercer de lo contrario en
La revista no se hacer responsable de la ve- esta dictadura del relativismo en la que estamos inmersos, existe
racidad, exactitud, adecuación, idoneidad y una Verdad absoluta, eterna e invariable, que es Jesucristo mismo,
actualización de la informción y/u opiniones Camino, Verdad y Vida. Como dijo el gran Benedicto XVI, cuando
suministradas por sus redactores y colabora- era un joven sacerdote, en una de sus primeras homilías: «Sabemos
dores, si bien empleará todos los esfuerzos y que los horrores de la decadencia del mundo viejo son los dolores de
medios razonables para que la información su- parto del mundo nuevo. […] Así pues, ¿hay todavía algo que esperar?
ministrada sea veraz, exacta, adecuada, idónea Sí. ¿Hay todavía un Adviento? Sí. En apertura a la salvación plena que
y actualizada. solo acontecerá cuando Cristo, y solo él, sea rey».
LAUS HISPANIAE | 08 2022 3

6 16
34 42 52
56 64
4 https://lausdeo.es/
ARTÍCULOS
06 ENTREVISTA A SANTIAGO CANTERA

Redacción Laus Hispaniae
16 VIDA DE CRISTO
Exposición de santo Tomás de Aquino
Eudaldo Forment
24 SANTA TERESA DE JESÚS
La primera mujer doctora de la Iglesia
Elvira Gómez Bueno
24
34 DIOS ES DIOS
Rodrigo Menéndez Piñar
42 EL SENTIDO DE LA MUERTE
Y la tradición religioso-cultural
Gabriel Calvo Zarraute
SECCIONES
52 ARTE Y RELIGIÓN | LA PIEDAD

Obra cumbre del renacimiento italiano
Martí P. Coronado
56 TRADICIÓN | LA ENCARNACIÓN
Una aproximación a la vista de la catedral de Málaga
José Manuel Leyva
64 SANTOS Y MÁRTIRES | LA NOVEDAD DE LO VIEJO
Los mártires san Ciriaco y santa Paula
David Aguilar Carmona
70 HOMBRES DE DIOS
El origen del monacato cristiano
Javier Martínez-Pinna
70
LAUS DEO | 01 2022 5

ENTREVISTA
SANTIAGO
CANTERA
la hispanidad y el drama de hispanoamérica
JAVIER NAVASCUÉS
El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote

en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, de la que actualmente es prior ad-
ministrador. Es doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de
Madrid y fue profesor de Historia en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha
participado en diversos proyectos de investigación y labores docentes. Tiene veinte
libros publicados en España y en el extranjero sobre historia de la Iglesia, de la vida
monástica y de España, y sobre teología y pensamiento. Entre ellos resaltan su te-
sis doctoral Los cartujos en la religiosidad y la sociedad españolas (1390-1563) y varios que
ya han conocido dos y tres ediciones como La crisis de Occidente (Madrid, 2008, 2011 y
2021), Hispania-Spania. El nacimiento de España (Madrid, 2014, 2016 y 2021) o Ángeles y
demonios. Criaturas espirituales (Madrid, 2015 y 2017).
LAUS DEO | 01 2022 7
se decía). «Monarquía Católica»
viene a ser el nombre oficial de la
corona hispánica con todos sus
reinos y territorios en el mundo;
tiene su origen en la concesión
del título «Reyes Católicos» por
el papa Alejandro VI a Isabel de
Castilla y Fernando de Aragón.
El concepto medieval de España
que los Reyes Católicos heredan y
completan es el de un conjunto de
condados, reinos y coronas que,
nacidos en el proceso de la Recon-
quista y manteniendo cada uno de
ellos sus particularidades indivi-
duales y sus propias instituciones,
se fueron uniendo bajo una misma
monarquía y dinastía, recuperan-
do de esta manera aquella España
unida bajo el trono de los reyes
godos y que la invasión islámica
del 711 había roto. Los tres elemen-
tos fundamentales que permiten
comprender ese ideal hispánico
son así una monarquía, una histo-
ria común y la fe católica. Y, ante la
vista de su crecimiento como una
primera potencia civilizadora en
el mundo, numerosos autores de
los siglos xvi y xvii percibieron a
la Monarquía Hispánica como el
En esta entrevista, con motivo de su último libro nuevo Israel y la nueva Roma cristiana, como la
publicado, Luces de la Hispanidad, de la editorial realizadora de una misión providencial en la ex-
Sekotia, el padre Cantera reflexiona sobre la gran tensión y la defensa de la Cristiandad.
luminaria que han sido para la cristiandad, y de-
ben seguir siendo, los grandes ideales hispánicos. ¿Qué nos puede decir de la herencia medieval y
de los Reyes Católicos en la conquista y evangeli-
¿Cuáles son los principios fundamentales del zación de América?
ideal hispánico en los comienzos de la Monar-
quía Católica? Las Españas, y de un modo muy especial la corona
de Castilla y el reino de Portugal, se proyectaron
En el libro Luces de la Hispanidad (Sekotia/Almu- hacia el Nuevo Mundo. La realidad social con-
zara, Madrid 2022) he usado el término «ideal figurada a lo largo de la Edad Media en el suelo
hispánico» para referirme al concepto de España peninsular, desde sus raíces europeas y desde sus
en la época (o «las Españas», como muchas veces peculiares raíces hispanas en función del proceso
de la Reconquista, tuvo una línea de continuidad talleres industriales de los poblados indígenas, las
en América, si bien allí asumió nuevos elemen- cajas de comunidad, etc. En tercer lugar, la crea-
tos y adquirió nuevos matices. El espíritu hidalgo ción y el desarrollo de los hospitales. En cuarto lu-
de aventura, de cruzada, de libertades sencillas y gar, toda la asistencia social y educativa llevada a
auténticas, estaba vivo en los conquistadores; las cabo en las misiones; dentro del campo educativo,
encomiendas inicialmente instauradas y luego es obligado resaltar la fundación de universidades
eliminadas fueron en gran medida una continua- en varias ciudades del Nuevo Mundo y la conce-
ción de los repartimientos llevados a cabo en la sión de becas de estudios para indios, así como de
reconquista y repoblación de Andalucía; el anhe- diversos tipos de colegios, y la política de integra-
lo de anunciar a Cristo como Salvador universal ción mixta de españoles e indígenas. En conjunto,
que ardía en el corazón de un todo el proceso de mestizaje
Domingo de Guzmán, de un étnico es el elemento más ca-
Antonio de Padua (nacido en Isabel la Católica es racterístico de la América es-
Lisboa), de un Vicente Ferrer, la madre de Hispa- pañola, dando como resultado
de un Hernando de Talavera lo que el pensador mexicano
o de un Francisco de Cisneros noamérica y el codi- José Vasconcelos denominó
empujaba con el mismo celo cilo de su testamento «la raza cósmica». La promo-
a los misioneros españoles y ción de los matrimonios mix-
portugueses. Y los Reyes Ca- es la clave de bóveda tos por Hernán Cortés en la
tólicos, muy especialmente la de las Leyes de Indias, conquista de la Nueva España
reina Isabel y también el car- apuntaba en esta línea.
denal Cisneros, imprimieron verdadero monumen-
el sello que caracterizaría la to jurídico de huma- ¿Por qué fueron muy impor-
conquista y evangelización de tantes las Leyes de Indias y su
América en la dirección de la nidad sin igual en la regulación laboral?
expansión de la fe y de la pro- historia del derecho
tección de los indígenas. Isa- La promulgación y la codifi-
bel la Católica es la madre de cación de las Leyes de Indias
Hispanoamérica y el codicilo refleja la profunda conciencia
de su testamento es la clave de bóveda de las Leyes cristiana y la preocupación constante de los reyes
de Indias, verdadero monumento jurídico de hu- españoles para dotar al Nuevo Mundo de un or-
manidad sin igual en la historia del derecho. den justo y proteger a sus súbditos indios frente a
los abusos de algunos de los súbditos llegados de
¿Cuáles fueron los principales hitos de la obra sola Península. Son además la expresión legal de los
cial de la Monarquía Católica en la América Es- principios desarrollados por los grandes juristas
pañola? españoles, sobre todo a partir del padre Francisco
de Vitoria y la Escuela de Salamanca, que dieron
En primer lugar, como se acaba de señalar, las Le- origen al derecho internacional, entonces deno-
yes de Indias. En parte derivadas de ellas, también minado «derecho de gentes». El examen sobre la
hay que destacar toda una serie de instituciones legitimidad de la conquista de América y la po-
jurídicas, económico-laborales y de previsión so- sibilidad de abandonar tal empresa, tal como se
cial, tales como la figura del protector universal planteó en la Controversia de Valladolid y en otros
de indios (el primero, nombrado por el cardenal debates, así como el monumento jurídico de las
Cisneros, fue fray Bartolomé de las Casas), la Ju- Leyes de Indias y las instituciones emanadas de
dicatura de Indios, las Audiencias, los obrajes o ellas, son hechos que no encuentran parangón en
LAUS DEO | 01 2022 9

ninguna otra potencia conquistadora y coloniza- varios patios que facilitaban la ventilación de las
dora en toda la Edad Moderna. España lo hizo por naves y que los enfermos pudieran salir a tomar el
la profunda fe católica y la singular humanidad de sol y reponerse con el aire puro.
los Austrias mayores, así como por la compren-
sión tomista de los grandes pensadores de la Es- ¿Qué importancia tuvieron las «reducciones» je-
cuela de Salamanca. En cuanto al plano laboral, suíticas?
buena parte de las Leyes de Indias recogen limi-
taciones a los excesos cometidos en los primeros Todas las misiones desarrolladas por los frailes
momentos de la conquista, de tal forma que se españoles de diversas órdenes religiosas (fran-
terminaron suprimiendo las ciscanos, dominicos, agusti-
encomiendas y se dieron nor- nos, carmelitas, mercedarios,
mas destinadas a asegurar el Aquellos frailes pu- etc.) son dignas de elogio y
descanso de los trabajadores, admiración. Su dedicación
el número de horas de la jor- sieron por escrito las fue absoluta tanto en el campo
nada laboral, las edades para lenguas indias y ela- catequístico como en el de la
poder comenzar a trabajar en promoción humana y social.
ciertos empleos, etc. boraron sus primeras Las caminatas que se dieron,
gramáticas y diccio- pasando por recorridos in-
¿Qué nos puede decir de la hóspitos y peligrosos, y los es-
asistencia hospitalaria y otras narios, levantaron fuerzos que realizaron bajo el
iniciativas benéficas? escuelas y universida- riesgo de los ataques de algu-
nas tribus aún sin convertir, o
Cuando los españoles funda- des, hospitales y casas de las enfermedades y las fie-
ban una nueva población o se de acogida, puentes y bres, solo se explican desde su
establecían en una más anti- sincero e íntimo amor a Cris-
gua de origen indio, los prime- caminos, y defendie- to Redentor y el consiguiente
ros edificios que establecían ron a los indígenas celo por la salvación eterna de
eran la iglesia y el hospital, todas las almas. Es decir, latía
abiertos tanto a españoles ante cualquier abuso en ellos el auténtico afán mi-
como a indígenas y mestizos. sionero que los apóstoles re-
La atención a los enfermos era cibieron del Espíritu Santo en
una pauta típica en la Edad Media de la Cristian- Pentecostés.
dad europea y en España se había desarrollado
mucho, además, por el Camino de Santiago y la Aquellos frailes pusieron por escrito las lenguas
asistencia a los peregrinos que iban a Composte- indias y elaboraron sus primeras gramáticas y
la. Esta tradición se llevó también al Nuevo Mun- diccionarios, redactaron catecismos con una pe-
do. Pronto llegaron asimismo los Hermanos de dagogía muy innovadora, levantaron escuelas
San Juan de Dios, orden hospitalaria española por y universidades, hospitales y casas de acogida,
antonomasia, e incluso surgieron algunas órde- puentes y caminos… Defendieron a los indígenas
nes nuevas en tierras americanas, como los betle- ante cualquier abuso y tuvieron la osadía de en-
mitas en Guatemala, de la mano de san Pedro de frentarse a personajes poderosos que incumplían
San José Betancur. Muchos de los hospitales más las leyes dadas por los reyes de España. Pero, cier-
grandes de las principales poblaciones seguían tamente, las «reducciones» jesuíticas entre los
modelos renacentistas iniciados bajo el reinado guaraníes han sido objeto de una atención espe-
de Isabel y Fernando en la Península, con uno o cial, como lo refleja la película La Misión (con sus
aciertos y desaciertos), porque los hijos de san tugueses fueron durante muchos siglos quienes
Ignacio de Loyola trataron de aplicar en ellas un desarrollaron ese negocio inhumano. Sin embar-
orden social lo más perfecto posible conforme a go, la Corona española sí permitía a los españoles
principios cristianos y de filósofos clásicos, de tal comprar y tener esclavos negros.
manera que fue como una plasmación de la utopía
en la realidad. Así, una vez en América, la suerte de los esclavos
negros podía variar mucho según la conciencia
¿Cómo abordó España el problema de la negritud cristiana y la humanidad del dueño: desde el trato
esclava? casi familiar hasta el maltrato, desde la concesión
de la libertad hasta las malas condiciones en los
Así como es un error creer y difundir los tópicos peores trabajos. Por otra parte, hay que tener en
disparatados de la leyenda negra, también lo es consideración algunos elementos más: reyes es-
sin duda caer en una leyenda rosa de la conquis- pañoles como Carlos I promulgaron algunas le-
ta e incorporación de América por España. El ser yes para proteger la vida y la salud de los esclavos
humano está herido por el pecado
original y los españoles que fueron
al Nuevo Mundo no estaban exen-
tos de la inclinación al pecado. Si
por una parte hubo grandes lo-
gros que no vislumbramos en los
procesos de colonización desarro-
llados por otros países, también
hubo defectos, errores y abusos.
Y una de las mayores debilidades
que podemos encontrar en el pro-
ceso de incorporación de América
es la relativa a la población negra
de origen africano empleada como
mano de obra esclava.
No obstante, también podemos

encontrar en este campo muchas
luces en medio de sombras. Isabel
la Católica prohibió desde el pri-
mer momento que se esclavizase
a los nuevos súbditos indios: pri-
mero a Colón y luego en el codi-
cilo de su testamento; esto marcó
un principio fundamental de cara
al futuro de los indios. La Corona
española prohibió a los españo-
les traficar con negros traídos de
África para esclavizarlos; por eso
y porque estaban más presentes
en África, los comerciantes por-
LAUS DEO | 01 2022 11

¿Qué importancia tiene la Hispa-
nidad en las grandes áreas histó-
rico-culturales de América?
Podemos distinguir tres o cuatro

grandes áreas histórico-culturales
en América en función de la colo-
nización durante la Edad Moder-
na: la hispana o española, la lusa
o portuguesa, la anglosajona y la
francesa. Las dos primeras poseen
numerosos elementos comunes y
pueden englobarse en una única
área mayor: la ibérica o hispánica,
Hispanoamérica. Además de ser
la más extensa territorialmente, el
rasgo principal de ella es la rique-
za de la variedad étnica y el mes-
tizaje, esa «raza cósmica» que de-
cía Vasconcelos. Un mestizaje que
también se da en gran medida en
el plano cultural, como lo reflejan
el arte, la música o escritores como
el Inca Garcilaso de la Vega. La fe
católica confiere una fuerte im-
pronta a esta área como fruto de la
evangelización llevada a cabo por
los misioneros españoles y portu-
gueses.
negros (por ejemplo, en las pesquerías de perlas ¿Por qué recalca que la denomina-
de Venezuela), y el regente cardenal Cisneros, así ción correcta es Hispanoamérica y no Latinoa-
como varios papas desde el siglo xv, condenaron mérica?
el tráfico negrero.
El término Latinoamérica fue acuñado por la po-
Bastantes misioneros españoles y portugueses lítica cultural francesa en el siglo xix, concreta-
clamaron valientemente por los derechos y la li- mente en la época de Napoléon III, con el objetivo
bertad de los negros y un san Pedro Claver quiso de reducir el peso de la herencia hispano-portu-
ser tenido como «esclavo de los esclavos», asis- guesa en América en favor de un incremento de la
tiéndoles humildemente en Cartagena de Indias. presencia francesa; eso sí, siempre frente al otro
Como aspecto positivo hay que señalar además la gran componente del continente, el anglosajón.
incorporación de la negritud a todo el proceso de Pero somos tan estúpidos que en Hispanoaméri-
mestizaje del mundo hispanoamericano, siendo ca, y en la propia España, hemos asumido y hecho
uno de los frutos más tempranos y hermosos san más frecuente ya el término Latinoamérica; y no
Martín de Porres, el simpático «fray Escoba». digamos en los ámbitos eclesiales, que han contri-
buido mucho a difundirlo. Ciertamente, España y creciente intervencionismo de los Estados Uni-
Portugal son hijas de Roma, al igual que Francia o dos, que aspiran a extender su dominio político
Italia; pero la labor desarrollada por españoles y y económico sobre toda América, condicionando
portugueses en América durante varios siglos ha la vida interna de los nuevos estados y llegando a
dejado una impronta particular, especial, tal como arrebatar parte de sus territorios, como en el caso
venimos viendo y brevemente hemos dicho en la de México (entre otros motivos, por la traición de
pregunta anterior. Por eso y también porque hasta Benito Juárez a su propio pueblo).
el siglo xvii se concebía a Portugal como un reino
en «las Españas» (así lo decía, entre otros muchos, Las tremendas injusticias sociales que se van
Luis de Camões, el autor de la gran epopeya lusa), gestando desde los procesos de independencia
pensadores como el vasco es- conducirán a que las ideolo-
pañol Ramiro de Maeztu, el gías del odio que proclaman
portugués Antonio Sardinha El verdadero drama el dogma de la lucha de cla-
o el chileno Jaime Eyzaguirre
de Hispanoamérica se ses puedan desembarcar y
reclamaron emplear el térmi- acampar en Hispanoamérica:
no Hispanoamérica, incluso produce a partir del el marxismo y las nuevas ver-
mejor que el de Iberoamérica, tientes posteriores nacidas de
proceso de indepen-
pues aquel es más rico, exacto él, tales como el indigenismo
y preciso histórica y filosófica- dencia: los caudillis- y, en el campo de la teología,
mente que este.
mos, la inestabilidad el liberacionismo. Hasta lle-
gar a sus últimas expresiones
También dedica un importan- política la corrupción; en el Foro de São Paulo y su
te apartado al marxismo, in-
las ideas liberales y la proyecto de ir extendiendo de
digenismo y liberacionismo nuevo el marxismo por las tie-
en Hispanoamérica, así como masonería, que bus- rras americanas. En realidad,
los populismos hispanoame-
can jugar a crear esta- todos estos elementos que
ricanos. ¿En qué medida estas señalo son verdaderas lacras
ideologías son grandes lacras dos y naciones y a des- para el mundo hispánico, por-
para la Hispanidad?
arraigar a los pueblos que este solo podrá ser fuerte
desde la comprensión de sí
El verdadero drama de Hispa- hispanoamericanos mismo en su esencia mestiza
noamérica se produce a partir
de su esencia católica de lo hispánico y lo indígena,
del proceso de independencia: fruto de la catolicidad. Querer
los caudillismos, la inestabi- comprender Hispanoamérica
lidad política casi constante y en clave de lucha, de odio y de
la corrupción; las ideas liberales y la masonería, búsqueda de una identidad ajena o de recupera-
que buscan jugar a crear estados y naciones y a ción de un pasado indígena falsamente idealiza-
desarraigar a los pueblos hispanoamericanos de do, solo podrá hundirla más y más en la miseria y
su esencia católica, renegando del carácter his- en la irrelevancia. En este sentido, la difusión de
pánico para admirar el espejismo anglosajón o el las sectas es un elemento más de dispersión y de
francés; la pérdida de protección de los indígenas desarraigo y actualmente es una de las mayores
ante nuevos poderes criollos en los que brota un lacras.
racismo despiadado; el hundimiento de la eco-
nomía y la desaparición de los cuerpos sociales ¿Por qué termina hablando de la importancia de
que protegían al trabajador, etc. A ello se une el la basílica de Esquipulas y de los monjes benedic-
LAUS DEO | 01 2022 13

tinos, así como del patrocinio mariano de las na- Virgen se apareció en el Tepeyac al indio san Juan
ciones de Hispanoamérica? Diego y le habló en náhuatl.
Soy monje benedictino y he deseado resaltar la ¿Por qué es clave reinstaurar el Reinado Social de
labor religiosa, social y cul- Cristo en las Españas?
tural de mis hermanos de
Esquipulas. Esta basílica es Reinstaurar el Reina- En realidad, lo es para todo el
denominada «capital centro- mundo. Pero es cierto que re-
americana de la fe», lo cual
do Social de Cristo sulta aún de mayor peso para
revela una vez más la esencia es clave, y resulta aún las Españas, teniendo en cuen-
profundamente católica de ta esa esencia católica de His-
Hispanoamérica. Una Orden
de mayor peso para panoamérica y la gran promesa
antiquísima como la de San las Españas, teniendo del Sagrado Corazón de Jesús al
Benito está presente así, no beato Bernardo de Hoyos en el
solo en los orígenes de la vie-
en cuenta esa esencia siglo xviii, así como las inspi-
ja Cristiandad europea, sino católica de Hispa- raciones de la carmelita santa
también en algunos de los Maravillas de Jesús y de la sa-
focos principales de la Cris-
noamérica. Que Cris- lesa mexicana M. María Angé-
tiandad americana. Perso- to reine en las almas lica Álvarez Icaza, además del
nalmente he tenido relación testimonio de fe ofrecido por
de gran afecto con los mon-
y en las sociedades es el presidente ecuatoriano Ga-
jes de Esquipulas. Asimis- fundamental para la briel García Moreno y los már-
mo, el patrocinio mariano tires y cristeros mexicanos, que
de las naciones hispanoame-
paz universal morían al grito de «¡Viva Cristo
ricanas refleja ese carácter Rey!», recogiendo el espíritu de
católico de las mismas y de todo el conjunto de la encíclica Quas primas de Pío XI. Que Cristo rei-
Hispanoamérica. Y esto sucede desde los albores ne en las almas y en las sociedades es fundamen-
mismos de la evangelización, cuando la Santísima tal para la paz universal.
DOCTORES DE LA IGLESIA
VIDA DE
CRISTO
exposición de santo tomás de aquino
EUDALDO FORMENT
Al final de su vida, Santo Tomás de Aquino (1225-1274) escribió una Vida de Cristo, que
se encuentra en la Tercera parte de la Suma teológica, aunque muchas veces se ha pu-
blicado separada de la Suma. Esta parte de su magna obra la preparó en Nápoles en los
dos últimos años de su vida.
«ECCE HOMO», Vecellio di Gregorio Tiziano (1547)
© Museo del Prado, Madrid
LAUS DEO | 01 2022 17

«HAS ESCRITO BIEN DE MÍ» brado promotor del proceso de su canonización,
que finalizó seis años más tarde.
Al final de su vida, Santo Tomás de Aquino (1225-
1274) escribió una Vida de Cristo que se encuen- En su libro, refiere así la declaración que recogió
tra en la tercera parte de la Suma teológica, aun- del dominico también contemporáneo del Santo:
que muchas veces se ha publicado separada de «Advirtiendo fray Domingo que el maestro To-
la Suma. Esta parte de su magna obra la preparó más bajaba desde su celda a la iglesia antes de los
en Nápoles en los dos últimos años de su vida. maitines, y que cuando sonaba la campana para
anunciarlos volvía rápidamente a su celda para no
Durante este tiempo, Santo Tomás vivió con una ser visto por los otros frailes, una vez lo observó.
gran intensidad y emoción los misterios de la vida Fue a la capilla de San Nicolás y, acercándose por
de Cristo, que le impresionaban de manera espe- detrás de donde permanecía muy quieto en ora-
cial y profunda. Fray Domingo Caserta, sacristán ción, lo vio como un metro elevado en el aire.
del convento de Nápoles, contó un importante su-
ceso al dominico Guillermo de Tocco, autor de la Mientras admiraba esto, escuchó allí mismo, don-
biografía más completa del Aquinate, escrita en el de estaba orando con lágrimas, una voz que pro-
cuarto decenio después de su muerte. El antiguo cedía del crucifijo: «Tomás, has escrito bien de mí;
discípulo del Aquinate, en 1317, había sido nom- ¿Qué recompensa quieres?». A lo que replicó fray
Tomás: «Señor, no otra sino a ti». En este tiempo,
«SANTO TOMÁS DE AQUINO», Antonio del estaba escribiendo la tercera parte de la Suma, so-
Castillo Saavedra (1616-1668)
bre la pasión y la resurrección de Cristo. Después
de escribir eso, ya escribió muy poco, por las cosas
maravillosas que el Señor le reveló».
En la pintura Crucifixión de Cristo con dolientes, con

santo Domingo y con santo Tomás de Aquino, su autor,
fray Angélico, refleja muy bien la devoción de san-
to Tomás a Cristo Crucificado. Se le ve con un li-
bro suyo abierto, que sostiene con las dos manos,
arrodillado al lado de santo Domingo de Guzmán,
que adora y ora con los brazos extendidos, y que
parece mostrar u ofrecer a Cristo, a quien mira
extasiado.
Se puede interpretar esta actitud, que se muestra

en el fresco del pintor dominico, tal como hacía
Abelardo Lobato. Indicaba el conocido filósofo
y teólogo tomista que Santo Tomás está «en pie
junto al Cristo clavado en la cruz, confrontando
© Museo de Bellas Artes, Córdoba
su manuscrito, escrito con la rapidez del pensa-

miento en su famosa littera illegibilis, mientras
dialogaba cara a cara con el amigo y le preguntaba
si en definitiva había leído y escrito bien. En su in-
terior quedaba el eco imborrable de la respuesta:
«Tomás has leído y escrito muy bien de mí».
EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA dre, como se dice en Rm 5, 2 (“por Él mediante la
fe tenemos la entrada en esta gracia, en la cual es-
En su «Introducción general» a la edición bilingüe tamos firmes”) […] Más como este camino no está
de la Suma teológica, Santiago Ramírez, uno de los distante del término, sino conexo, añade “la ver-
más importantes filósofos y teólogos tomistas del dad y la vida”, y así simultáneamente es el camino
pasado siglo, indica que toda esta tercera parte y el término. Es el camino según su humanidad,
de la obra está dedicada a Jesucristo, porque «es es el término según su divinidad».
el camino que nos lleva al Padre». También que
«comprende tres grandes tratados: I. De la perso- En otra obra, que había iniciado también en esta
na de nuestro divino Redentor; en este primer tra- misma época, escribe: «La Divina Trinidad y la
tado se estudia la naturaleza humanidad de Cristo son las
del misterio de la Encarnación dos verdades sobre las que es-
y las consecuencias que de él «La Divina Trinidad triba la fe; esto último no debe
se derivan; luego se examinan y la humanidad de causarnos asombro, porque la
las cosas que hizo y sufrió la humanidad de Cristo es el ca-
Persona del Verbo humanado. Cristo son las dos ver- mino por el que se va a Dios».
II. De los sacramentos, por los dades sobre las que Como consecuencia, añade:
cuales se nos aplican los méri- «El hombre tiene necesidad de
tos de la pasión y muerte del estriba la fe; esto últi- conocer, durante su peregri-
Redentor […] III. De la gloria, mo no debe causarnos nación terrena, aquel camino
a la cual llegamos por los mé- recto que ha de conducirle al
ritos de Cristo, que nos han asombro, porque la fin de su viaje».
sido comunicados por medio humanidad de Cristo
de los sacramentos, y por re- Más adelante explica que «se-
lación con ella de los demás es el camino por el que gún la verdad de la fe católi-
novísimos». se va a Dios» ca, Cristo tenía un verdadero
cuerpo perteneciente a nues-
En el prólogo a esta tercera tra naturaleza, una verdade-
parte, santo Tomás explica ra alma racional y, al mismo
la razón de su contenido y de su orden del modo tiempo, la divinidad. Estas tres substancias se
siguiente: «Nuestro Salvador y Señor Jesucristo, unen en una sola Persona, pero no en una sola na-
«salvando al pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21), turaleza».
como fue anunciado por el ángel» —a san José, que
«se le apareció en sueños» (v. 20)—, «se nos reveló La persona de Cristo es la segunda de la Santísi-
como el camino de la verdad por el que podemos mas Trinidad, con la naturaleza divina, común a
llegar a la resurrección y a la bienaventuranza de las tres Personas, y una naturaleza humana, como
la vida inmortal». la nuestra, asumida menos en el pecado. Su natu-
raleza substancial humana posee por ello un cuer-
El año anterior, en la Exposición del Evangelio de po humano, que es una substancia incompleta,
san Juan, al comentar las palabras de Jesucristo al informada por un alma humana, también subs-
apóstol Tomás: «Yo soy el camino, la verdad y la tancia incompleta. Puede decirse, por tanto, que
vida», el Aquinate dice: «El camino es el mismo en Cristo hay tres substancias: el cuerpo y el alma
Cristo; y por esto dice “Yo soy el camino” (Jn 14, —incompletas por constituir ambas la naturaleza
6). Lo cual tiene, sin duda, una suficiente razón, substancial humana— y la naturaleza substancial
puesto que por Él mismo tenemos acceso al Pa- divina, que es propiamente substancia.
LAUS DEO | 01 2022 19

Santo Tomás afirmará también que «nuestra to de la divinidad no a la manera de un instru-
bienaventuranza», que es «el fin de la vida huma- mento inanimado, que carece totalmente de ope-
na», «nos es conferida por la humanidad de Cris- ración propia, sino a la manera de instrumento
to». Por ello «los hombres son llevados a este fin animado por un alma racional, que se mueve y al
de bienaventuranza por la humanidad de Cristo». mismo tiempo es movida». La humanidad salva-
Esta «naturaleza humana de Cristo fue instru- dora de Cristo, unida a la divinidad, es totalmente
mento de su divinidad, siendo movida a través de libre.
su propia voluntad», que como tal y además per-
fecta, conservaba su libertad. Debe afirmarse, por Desde esta consideración de la doble naturaleza de
tanto, que «la humanidad de Cristo es instrumen- Cristo, infiere Santo Tomás, en el texto citado de
© Museo de Bellas Artes, Sevilla
«EL APOTEOSIS DE SANTO TOMÁS DE

AQUINO», Francisco de Zurbarán (1631
«Hemos de considerar
ante todo el misterio
de la Encarnación, el
misterio de un Dios
hecho hombre para
salvarnos; y, en segun-
do lugar, todo cuanto
hizo y sufrió ese Dios
encarnado, nuestro
Salvador»
la Exposición del Evangelio de san Juan, que Cris-

to «de este modo, según que es hombre dice “yo
soy el camino”, y según que es Dios añade “la ver-
dad y la vida”, por lo que las dos palabras indican
adecuadamente el término de este camino». Las
voces «verdad» y «vida» son adecuadas, porque el «CRISTO CRUCIFICADO», Diego de
final o «término de este camino es el fin del deseo Velázquez (ca. 1632)
humano, pues el hombre desea principalmente
dos cosas. En primer lugar, el conocimiento de la de este camino se designa la verdad y la vida, que
verdad, que es algo propio del mismo. En segun- ya más arriba se había dicho de Cristo. Primero
do lugar, la continuación de su ser, que es algo co- que Él es la vida, al decirse “en Él estaba la vida” (Jn
mún con los demás». 1, 4); después que “era la luz de los hombres” (Jn 14,
1), pues la luz es», es decir, es la verdad.
A los dos fines se llega por el mismo camino. Ade-
más, cada fin y el camino se identifican. Por una LOS MISTERIOS DE CRISTO
parte, porque «Cristo es el camino para llegar al
conocimiento de la verdad, cuando, sin embargo, En el prólogo a la tercera parte de la Suma teoló-
Él mismo es la verdad: “Guíame, Señor, en tu ca- gica, santo Tomás declara asimismo que «para
mino, y andaré en tu verdad” (Sal 85, 11)». Por otra, completar la exposición teológica que nos ocupa
porque «Cristo también es el camino para llegar a es, pues, necesario que […] nos ocupemos del
la vida, cuando, sin embargo, Él mismo es la vida: mismo Salvador y de los beneficios prestados por
“Me hiciste conocer los caminos de la vida” (Sal 15, Él al género humano». Para ello «primeramente
11)». Debe decirse, por consiguiente, que el ini- hemos de estudiar al Salvador en sí mismo;
cio del camino —la gracia de Cristo—, el mismo después los sacramentos, con los que alcanzamos
camino —su humanidad, instrumento de su di- la salud, y en tercer lugar el fin de la vida inmortal,
vinidad—, y su final —Dios, que es la verdad y la al que nos hace llegar por la resurrección». Precisa
vida—, los tres son Cristo. «Por esto, en el término que «en el estudio del Salvador en sí mismo, he-
LAUS DEO | 01 2022 21

Sobre los padecimientos de Cristo hombre, es-
© Museo Diocesano de Arte Sacro, Orihuela
cribía el tomista Torras y Bages: «La substancia

de nuestra santa religión se puede decir que es
el sacrificio de expiación por las culpas y pecados
de los hombres». Jesucristo, «con sus sufrimien-
tos y humillaciones, abrió las puertas de la gloria
reconciliando a los hombre con Dios. Él enseñó
el mérito del dolor, el valor del sufrimiento para
obtener la purificación y el perfeccionamiento
de la vida». Por ello, afirma que «Jesús es el gran
maestro de la ciencia del padecimiento». «La res-
tauración humana se obtuvo mediante su Pasión
sagrada y su muerte afrentosa y gloriosa. Afren-
tosa a los ojos del mundo vanidoso e irreflexivo;
gloriosa a la vista de aquellos que penetran la
substancia de las cosas y ven que el valor real de
los hombres, que su felicidad, no consiste en ex-
terioridades aparatosas y transitorias, sino en su
mérito moral, en su perfección esencial, que tiene
un carácter absoluto y eterno».
Advierte el obispo de Vic que «Jesús vino no solo a

redimirnos, sino también a darnos ejemplo. Pero
Él que quiso ser hombre, no deja de ser Dios, y de
Él a nosotros hay una diferencia infinita. Nuestra
fuerza es una miseria que Él vino a ayudar con la
fuerza de su gracia». Además, «su ejemplo es un
estimulante poderoso de nuestra voluntad, es la
«TENTACIÓN DE SANTO TOMÁS», Diego
Velázquez (1632) perfección humana que enamora al hombre via-
dor y a la cual ha de trabajar para acercársele, pero
mos de considerar ante todo el misterio de la En- en este mundo es imposible alcanzar del todo».
carnación, es decir, el misterio de un Dios hecho
hombre para salvarnos; y, en segundo lugar, todo Indica seguidamente santo Tomás: «Dividimos
cuanto hizo y sufrió ese Dios encarnado, nuestro este estudio (sobre la vida de Cristo) en cuatro
Salvador». En la primera sección de esta parte, es- partes: la primera, de su entrada en el mundo; la
tudia la persona del Salvador (cuestiones 1-26), y segunda, del curso de su vida terrestre; la tercera,
en la segunda se ocupa de su vida (cuestiones 27- de su salida de este mundo; la cuarta, de su exal-
59). tación después de esta vida».
Sobre esta última, antes de iniciarla, explica: Sobre esta sección del tratado cristológico ha
«Después de lo expuesto sobre la unión de Dios observado el tomista Battista Mondin que, a di-
y del hombre, y de las consecuencias de esta ferencia de la anterior, es predominantemente
unión, resta que consideremos cuanto el hijo de histórica. Esta «parte segunda es de carácter pre-
Dios encarnado hizo y padeció en su naturaleza valentemente histórico. Santo Tomás se ocupa de
humana». todos los episodios importantes de la vida de Je-
© Basílica de San Marcos, Florencia
Advierte el obispo de
Vic que «Jesús vino
no solo a redimirnos,
sino también a darnos
ejemplo. Pero Él que
quiso ser hombre, no
deja de ser Dios, y de
Él a nosotros hay una
diferencia infinita»
sús, a partir de la anunciación hasta su ascensión

al cielo».
Sin embargo, al igual que la primera, precisa

Mondin que «la preocupación de Santo Tomás
resta esencialmente teológica; su cometido es
siempre el de lograr la mejor comprensión posible
del misterio de Cristo. Él recorre los hechos prin-
cipales de la vida de Jesús para captar el «porqué»,
las «razones de conveniencia que los han origina-
do».
«VISIÓN DE SANTO TOMÁS», Santi di
Tito (1593)
Además; «es importante observar que también
en esto santo Tomás procede teológicamente: en y al cual el hombre supera, porque su ser trascien-
ningún modo trata de comprobar los hechos, que de la materia, y otro libro es Cristo».
están ya plenamente reconocidos y acogidos por
la fe apoyada en la autoridad de las Escrituras, Nota también el conocido tomista dominico que,
sino que intenta sencillamente comprenderlos. por una parte, santo Tomás «llega a decir que si un
Es siempre la fides quarens intellectum la que orien- estudioso estuviera cierto de que hay un libro en
ta su trabajo. La investigación teológica sobre los el cual se conociese toda la verdad y todo el saber,
misterios de la vida de Cristo está dirigida al des- haría lo posible para comprar, leer y asimilar ese
cubrimiento o a la aproximación por medio de las libro».
rationes convenentiae de los mysteria.
Y que, por otra, «nuestra fortuna es que ese libro
EL LIBRO DE CRISTO existe, y que está al alcance de todos, pero es un
libro sellado, que solo se puede comprender des-
Abelardo Lobato advertía que «Dios ha escrito dos de la clave en que está escrito, que es el amor. Ese
libros para el hombre: uno es la naturaleza, escri- libro es Cristo, libro abierto y patente a los creyen-
to con el dedo de Dios, el mundo que nos envuelve tes, que leen en él y alcanzan la sabiduría».
LAUS DEO | 01 2022 23

VIDAS DE SANTOS
SANTA TERESA
DE JESÚS
la primera mujer doctora de la iglesia
ELVIRA GÓMEZ BUENO
El 27 de septiembre de 1970, el papa Pablo VI reconocía el título de doctora de la Iglesia

a santa Teresa de Jesús, siendo la primera mujer a la que se le otorgaba. En la homi-
lía que pronunció en el Vaticano a tal efecto, se refirió a ella destacando, entre otras
cosas, su singularidad: «La vemos ante nosotros como una mujer excepcional, como
a una religiosa que, envuelta toda ella de humildad, penitencia y sencillez, irradia en
torno a sí la llama de su vitalidad humana y de su dinámica espiritualidad; […] refor-
madora y fundadora de una histórica e insigne orden religiosa, como escritora genial
y fecunda, como maestra de vida espiritual, como contemplativa incomparable e in-
cansable alma activa».
«SANTA TERESA DE JESÚS», José de Ribera (ca. 1645)
© Museo de Bellas Artes, Valencia
LAUS DEO | 01 2022 25

Así describía Pablo VI a santa Teresa de Jesús, que, algunos para manifestar así el don gratuito hecho
junto a su hermano en la fe san Juan de la Cruz, es a todos» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2014).
considerada como la máxima expresión de la mís-
tica española. Y como le sucedió a Pablo VI, nos En su primera obra, Vida, cuenta su infancia y ado-
preguntamos: «¿De dónde le venía a Teresa el te- lescencia hasta la fundación del primer convento
soro de su doctrina?». En pleno Siglo de Oro espa- reformado de San José de Ávila en 1562. En este
ñol, sus obras muestran esa religiosidad que bus- primer libro ya se puede apreciar su estilo sen-
ca la unión cada vez más íntima con Cristo a la que cillo y natural, sin figuras literarias complicadas
estamos llamados todos los creyentes, «aunque de entender; de forma ordenada nos enseña sus
las gracias especiales o los signos extraordinarios pensamientos, su forma de orar y dirigirse a Dios,
de esta vida mística sean concedidos solamente a y sus visiones del infierno. Como casi todo lo que
escribió, lo hizo por obediencia a sus superiores,
Pablo VI otorgó a santa Teresa el título de ya que para ella suponía un gran esfuerzo. Y no
doctora de la Iglesia era por falta de formación como podría parecer en
un principio. Todo lo contrario, puesto que, a pe-
sar de no recibir instrucción como lo hicieron sus
once hermanos varones, algo habitual en la época,
sí aprendió a leer y escribir en casa, seguramente
gracias a su madre. Su padre, Alonso Sánchez de
Cepeda, era hidalgo, bien formado y aficionado a
la lectura, y poseía una buena biblioteca a la que
«EDUCACIÓN DE SANTA TERESA», Juan

García de Miranda (1735)
permitía acceder a sus hijos. sus hermanas del monasterio
Gracias a él se aficionó Teresa A pesar de no recibir de san José de Ávila, dándo-
a la lectura de libros de caba- les recomendaciones sobre la
llerías, que eran los más habi-
instrucción como lo humildad, las tentaciones del
tuales en esos años, así como hicieron sus once her- demonio, la oración y la vida
los de vidas de santos. Ella comunitaria. También la es-
misma lo cuenta al principio
manos varones, algo cribe por recomendación de
del primer capítulo: habitual en la época, un superior, en este caso de
su confesor el dominico fray
«El tener padres virtuosos y
sí aprendió a leer y Domingo Bañes. En ella men-
temerosos de Dios me basta- escribir en casa, segu- ciona en su primer capítulo:
ra, si yo no fuera tan ruin, con «En este tiempo vinieron a mi
lo que el Señor me favorecía,
ramente gracias a su noticia los daños de Francia y
para ser buena. Era mi padre madre el estrago que habían hecho
aficionado a leer buenos li- estos luteranos, y cuanto iba
bros, y así los tenía de roman- en crecimiento esta desven-
ce para que leyesen sus hijos. Esto, con el cuidado turada secta». Y es que apenas dos años después
que mi madre tenía de hacernos rezar y ponernos del nacimiento de Teresa, en 1515, apareció la fi-
en ser devotos de Nuestra Señora y de algunos gura de Lutero, el cual, según recoge la tradición,
santos, comenzó a despertarme de edad, a mi pa- clavó sus noventa y cinco tesis en la puerta de la
recer, de seis o siete años» ( Vida, 1). iglesia del palacio de Wittenberg. Poco después
comenzarían a circular sus obras principalmente
Otra obra destacada es Camino de Perfección, don-
de medita sobre el Padre Nuestro. Va dirigida a Retrato de León X, por Rafael (entre 1518 y 1519).
Fue el papa que excomulgó a Lutero.
«MARTÍN LUTERO», Lucas Cranach el Viejo (1529)
LAUS DEO | 01 2022 27

nos nobles más cultos vinculados al humanismo,
entre otras cosas porque aquí ya se había produ-
cido un sustancial cambio dentro de la Iglesia,
auspiciado por los Reyes Católicos y desarrollado
fundamentalmente por el cardenal Cisneros. Esta
reforma católica era muy necesaria y pretendía
atajar varios problemas que venían arrastrándose
desde siglos atrás, como puede ser la relajación en
la formación y la moral del clero, que a finales del
siglo xv y justo después de la unificación religiosa
(tras la conquista de Granada y la expulsión de los
judíos) era muy evidente.
Se reformaron las órdenes religiosas y se trató de

elevar la formación intelectual y espiritual de los
clérigos, ya que muchos solo sabían leer y escribir
y apenas conocían algo de latín. Sus predicaciones

eran insustanciales y no se ocupaban de las almas
de sus feligreses; de hecho, gracias al concilio ce-
lebrado en Sevilla en 1512, sabemos que la mayoría
de los fieles no conocía las oraciones más básicas,
viviendo así sumidos en una gran ignorancia. Al-
«EL CARDENAL CISNEROS», Matías Moreno gunos seguían practicando ritos que no eran cris-
González (copiada de Juan de Borgoña, ca. 1878) tianos. Muchos clérigos vestían con trajes lujosos,
por lo cual se les obligó a vestir con hábito y ton-
por Francia, Inglaterra e Italia, a lo que el desa- sura. Se practicaba el concubinato y era frecuente
rrollo de la imprenta contribuyó enormemente. ver que los religiosos tenían descendencia.
Se iniciaba así la Reforma protestante, que causó
una gran fractura en la Iglesia. El papa León X lo A pesar de llevarse a cabo una reforma importan-
declaró hereje y, finalmente, en 1521, después de te dentro de la Iglesia, Teresa seguía apreciando
ser invitado numerosas veces a retractarse de sus profundos problemas dentro de la misma: «Y no
opiniones y volver al seno de la Iglesia, fue exco- sé de qué nos espantamos haya tantos males en
mulgado. Fue entre 1562 y 1563 cuando se inició la Iglesia; pues los que habían de ser los dechados
la primera guerra de religión en Francia entre para todos sacasen virtudes, tienen tan borrada
luteranos y católicos, que por desgracia no sería la labor que el espíritu de los santos pasados de-
la única. Esto es lo que llegaría a provocar gran jaron en las religiones» (Vida, VII). Sabía que en
desasosiego en el alma de Teresa, siendo causa de los monasterios no había virtud, que entraban
su llamada a la oración a sus hermanas y, por ex- monjas sin verdadera vocación, y que las comu-
tensión, al resto de fieles; pero una oración llevada nidades eran muy numerosas, lo que causaba que
a cabo con toda la perfección posible, para poder se relajaran las buenas costumbres. Se permitía
salvar muchas almas, «para rogar por los defenso- entrar y salir del convento sin demasiada vigilan-
res de la Iglesia». cia, largas conversaciones a través de la reja con
las visitas, etc. Esto perturbaba a Teresa, que an-
España no se vio muy afectada por la reforma helaba una vida más centrada en la oración indi-
protestante, aunque sí que se extendió entre algu- vidual y con mayor rigor y disciplina. Así sucedió
Comprendió que de-
bía realizar una re-
forma de la orden del
Carmelo para recon-
ducirla por caminos
más rigurosos y rec-
tos, ya que las costum-
bres algo relajadas de
sus hermanas choca-
ban con su deseo de
austeridad y unión
con Dios
que, tras leer las Confesiones de san Agustín, tuvo

una visión ante un Cristo llagado, delante del
cual se había postrado pidiendo en oración fuer-
zas para continuar. Allí supo que tenía que llevar
a cabo una reforma del Carmelo. Tras este hecho
se sucedieron una serie de visiones durante unos
años, hasta que, en 1560, se produjo la Transver-
beración. Así lo describía ella:
«Quiso el Señor que viese aquí algunas veces esta «APARICIÓN DE CRISTO CRUCIFICADO A SANTA
visión: veía un ángel cabe mí hacia el lado izquier- TERESA DE JESÚS», Alonso Cano (1629)
do, en forma corporal, lo que no suelo ver sino por
maravilla […] El rostro tan encendido que parecía de Tras esta experiencia mística tan intensa, y des-
los ángeles muy subidos que parecen todos se abra- pués de algunas visiones más, sintió la necesidad
san. […] Veíale en las manos un dardo de oro largo, y de seguir profundizando en su oración interior, en
al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. un mayor recogimiento íntimo para poder entre-
Este me parecía meter por el corazón algunas veces garse a Dios enteramente y con la mayor perfec-
y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me pa- ción para nunca ofenderle, sin utilizar palabras,
recía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada dejando la mente libre de pensamientos para no
en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, enturbiar esa comunión con «Su Majestad». Así
que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva comprendió que debía realizar una reforma de la
la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que orden del Carmelo para reconducirla por caminos
no hay desear que se quite, ni se contenta el alma más rigurosos y rectos, ya que las costumbres algo
con menos que Dios» (Vida, 29). relajadas de sus hermanas chocaban con su cre-
LAUS DEO | 01 2022 29

© Viena Kunsthistorisches Museum
El primer monasterio
que fundó fue el de
San José de Ávila, en
1562, no sin sufrir una
gran hostilidad por
parte de sus vecinos e
incluso por parte de la
Iglesia. Estas vicisitu-
des las recogería en su
Libro de las Fundaciones
trabajo incansable, los desplazamientos por esos

caminos pedregosos y polvorientos que no ame-
drentaban ese espíritu firme y totalmente entre-
gado a la Providencia divina, puesto que Teresa ni
contaba con recursos económicos propios ni con
casas apropiadas para alojar a las hermanas.
Apenas un año después de la fundación de San

José de Ávila, se clausuró el Concilio de Trento, en
1563, que había sido convocado para contrarrestar
la herejía protestante. Fue uno de los más impor-
tantes que se hayan celebrado y sirvió para fijar
las principales doctrinas de la Iglesia, que habían
sido atacadas por Lutero. Además, puso sobre la
«ÉXTASIS DE SANTA TERESA»,
Sebastiano Ricci (1727) mesa los numerosos abusos que se estaban llevan-
do a cabo dentro de la misma, no solo la venta de
ciente deseo de austeridad, recogimiento y unión indulgencias, sino también la forma de vida del
con Dios. clero en general, tan alejada de los valores cristia-
nos que debía promulgar.
El primer monasterio que fundó fue el de San José
de Ávila, en 1562, no sin sufrir una gran hostili- Se celebraron veinticinco sesiones a lo largo de va-
dad por parte de sus vecinos e incluso por parte rios años para concretar la posición de la Iglesia
de la Iglesia. Estas vicisitudes las recogería en su sobre varios temas: las Sagradas Escrituras como
Libro de las Fundaciones, donde además relata otras fuente de la Revelación divina, la justificación por
fundaciones que sucedieron a la de San José, así la fe y por las obras, la presencia real de Cristo en
como recomendaciones a sus hermanas sobre la la Eucaristía, la comunión bajo las dos especies, la
humildad y la obediencia. Podemos admirar su obligación de residencia de los obispos, los diez-
Monasterio de San José de Ávila
mos… En las dos últimas sesiones se trató el tema a sus hermanas en cuestiones de oración. En ella
de la existencia del Purgatorio y la veneración de se puede apreciar la madurez de Teresa, no solo
las reliquias y de los santos, por su edad, sino también por
así como la reforma de las ór- la experiencia adquirida por
denes monásticas. Especial- Con todo este trabajo los muchos conventos ya fun-
mente en este último punto, dados, por el trabajo de direc-
santa Teresa de Jesús ya había que nos ha legado, no ción que requerían y por los
tomado la delantera al iniciar nos puede extrañar constantes viajes para trasla-
la reforma del Carmelo. Con- darse de un lugar a otro por
tando con la aprobación del que sea considerada esos caminos tan incómodos.
superior de su orden, fue fun- una de las grandes Su salud, que nunca había
dando otros conventos repar- sido muy buena, se fue dete-
tidos por Castilla y Andalucía personalidades de la riorando.
y, con la ayuda de san Juan de Iglesia Católica y de la
la Cruz, también doctor de la Sufría severos achaques que la
Iglesia, fundó otros conventos literatura universal obligaban a guardar cama, en
para religiosos. parte debido al agotamiento.
A pesar de ello, como siempre
En 1577 comenzó a escribir en el monasterio de obediente a sus superiores, comenzó la redacción
San José del Carmen de Toledo su obra titulada de Las Moradas, que tendría que interrumpir en
Las Moradas o Castillo Interior, por consejo de su varias ocasiones por motivos de salud, de traba-
confesor Alonso de Velázquez y para que sirviera jo, etc., pero que resultó ser una de sus obras más
LAUS DEO | 01 2022 31

importantes y, por añadidura, de las más destaca- trabajo que nos ha legado, no nos puede extrañar
das dentro de la mística y del Siglo de Oro español. que sea considerada una de las grandes persona-
Dice así en las Moradas Primeras: lidades de la Iglesia Católica y de la literatura uni-
versal. Nos aportó una espiritualidad que invita a
«Estando hoy suplicando a Nuestro Señor hablase nuestras almas a elevarse, por medio de la oración
por mí, porque yo no atinaba a cosa que decir ni más perfecta, hacia su Creador, utilizando siem-
cómo comenzar a cumplir esta obediencia, se me pre para ello un lenguaje y un sentido común que
ofreció lo que ahora diré, para comenzar con al- solo ella podía manejar, haciendo comprensible
gún fundamento: que es considerar nuestra alma ese camino que debe recorrer el hombre para al-
como un castillo todo de un diamante o muy claro canzar a Dios.
cristal, adonde hay muchos aposentos, así como
en el cielo hay muchas moradas. Que si bien lo Así describía fray Luis de León a santa Teresa:
consideramos, hermanas, no es otra cosa el alma
del justo sino un paraíso adonde Él tiene sus de- «Porque en alteza de las cosas que trata, y en la de-
leites…». licadeza y claridad con que las trata, excede a mu-
chos ingenios; y en la forma y decir, y en pureza
Santa Teresa de Jesús escribió, además de estas y facilidad del estilo y en la gracia y compostura
grandes obras, algunas poesías y muchísimas de las palabras, y en una elegancia desafeitada que
cartas, aunque de éstas últimas solo se conser- deleita en extremo, dudo yo que haya en nuestra
van unas cuatrocientas ciencuenta. Con todo este lengua escritura que con ella se iguale».
«SANTA TERESA DE JESÚS», Benito

Mercadé y Fábregas (1868)
«LA SANTÍSIMA TRINIDAD», Corrado Giaquinto (ca.1754)
TEOLOGÍA
DIOS ES
DIOS
RODRIGO MENÉNDEZ PIÑAR
(Artículo publicado originalmente en Infocatólica)
Aquí nos conducen, sean las claras y fuertes voces del loco de Nietzsche, sean
los ladinos cantos de sirena de la modernidad. Y, como en Egipto o en Babilo-
nia, nos queda adorar en espíritu y en verdad, aguardando con esperanza «la
redención de nuestro cuerpo», sabiendo que «una esperanza que se ve no es
esperanza».
LAUS DEO | 01 2022 35

En la gran obra de arte cinematográfico de Cecil las que hay que guiar con el látigo y eres capaz de
B. DeMille, Los diez mandamientos, cuando Moisés humillarte ante ídolos de piedra y doradas imá-
(Charlton Heston) acude al sencillo hogar de Josa- genes de animales, tú no eres mi hijo. Mi hijo se-
beth (Martha Scott) buscando la verdad de su ori- ría un esclavo. Sus manos estarían encallecidas y
gen, aquella mujer fuerte, compendio de las virtu- agrietadas por el acarreo de ladrillos y su espalda
des bíblicas, contesta: «No, no, tú no eres mi hijo. llena de cicatrices del látigo del capataz, pero en
Si crees que hombres y mujeres son como reses a su corazón ardería la llama del espíritu del verda-
dero Dios».
Comienza entonces la aventura más grande del

Pueblo de Israel. Moisés, ya en el desierto, recibe
la gran Revelación veterotestamentaria: «Yo soy el
que soy» (Ex 3, 14) y es enviado a Faraón. Egipto
lucha contra Dios —una pugna de poderes que
comenzó en el paraíso (cf. Gn 3, 15) y que durará
hasta el final de la historia (cf. Mt 24,13-31)—, es
vencido y deja marchar a los israelitas. Pero Ram-
sés, seducido por la mujer que había dicho «yo soy
Egipto» y que agavillaba en sí todas las tentacio-
nes, toma sus carros y con maniobra zainesca sale
a terminar de una vez por todas con los hijos de
Jacob. Definitiva es la derrota en el paso por el mar
Rojo, ante la cual Faraón solo puede exclamar: su
dios es Dios.
Todavía resuena en
nuestros oídos el re-
lato de los magos de
Oriente. Es la mani-
festación del Salvador
a todas las naciones
que, encerradas en
las almas de aquellos
sabios, aprenden a
reconocerlo y, «pos-
trándose, lo adoran»
«MOISÉS EN EL SINAÍ», Thaddëus Kuntz (s. xviii) (Mt 2, 11)
Es este un typo de la historia de la Salvación. El dor a todas las naciones que, encerradas en las al-
pueblo, el elegido, persevera en un inmenso valle mas de aquellos sabios, aprenden a reconocerlo y,
de cansancio y agonía adorando a su Dios, mien- «postrándose, lo adoran» (Mt 2, 11). Adoración. He
tras espera confiado su liberación. El mundo, vol- aquí la llave que descubre corazones y que coloca
cando sobre él su furia opresora o comprando con a los hombres o con Cristo o con Belial (cf. 2Co 6,
encantos femeninos su voluntad, quiere hacerlo 15-17). Tan solo hay que leer el capítulo trece del
finar en la idolatría. Pero se levanta siempre una libro del Apocalipsis para saber que es la adora-
misma voz, una misma ley: «Escucha, oh Israel, el ción el signo de contradicción y la bandera discu-
Señor tu Dios es el único Señor» (Dt 6, 4). tida para todos los hombres. Porque o se adora al
Cordero degollado o se adora al Dragón con sus
Todavía resuena en nuestros oídos el relato de los bestias de poder y de engaño. Y, como no hay nada
magos de Oriente. Es la manifestación del Salva- oculto que no llegue a descubrirse (cf. Lc 8, 17), el
© Museo de Arte de Toledo, Ohio
«ADORACIÓN DE LOS MAGOS», Bartolomé

Esteban Murillo (ca. 1655-1660)
LAUS DEO | 01 2022 37

juicio de Dios sobre las conciencias íntimas de los que ser consecuente y atreverse a decir lo que dijo
hombres será un juicio de adoración. Nietzsche: «Hasta hoy no se ha experimentado la
más mínima duda o vacilación al establecer que
La modernidad, como otra Popea —«aquella mulo bueno tiene un valor superior a lo malo. ¿Y si
jer lo poseía todo, menos honestidad», dice Táci- fuese verdad su contrario?». Y habrá que osar pro-
to—, ha reconvertido con malas artes la idolatría nunciar —de nuevo, si se quiere ser consecuen-
de las estatuas «que tienen boca y no hablan, tie- te— su gran grito de cólera satánica, el grito de
nen ojos y no ven» (Sal 115, 5) en antropolatría. Ido- aquel hombre loco de La gaya ciencia, portador de
latría del hombre, haciendo de Dios la proyección una lámpara que, ante la muchedumbre, la enar-
de todas las capacidades humanas, como quería bola para después estrellarla contra el suelo y que
Feuerbach, porque Dios, decía, «es el espejo del quede apagada: «—¡Dios ha muerto! ¡Dios sigue
hombre». Se consagra el principio de inmanencia, muerto! ¡Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo nos
según el cual no hay un dios trascendente o, mejor consolaremos los asesinos de todos los asesinos?
dicho, homo homini deus, el hombre es dios para el Lo más sagrado y lo más poderoso que hasta ahora
hombre. Por esto podía decir Marx que «después poseía el mundo sangra bajo nuestros cuchillos.
de Feuerbach la crítica a la religión está sustan- ¿Quién nos enjuagará esta sangre? ¿Con qué agua
cialmente hecha». lustral podremos limpiarnos? ¿Qué fiestas expia-
torias, qué juegos sagrados tendremos que inven-
Así, toda herencia o huella del Dios trascendente tar? —Aquí calló el hombre frenético y miró nue-
en el hombre es opresión y esclavitud. Es falso y lo vamente a sus oyentes. También estos callaban y
aliena. «La religión es el opio del pueblo». Hay que lo miraban extrañados. Finalmente, lanzó su lám-
liberarse. Hay que matar a Dios. Para eso habrá para al suelo, rompiéndose en pedazos y se apagó.
© Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano
«LA CAÍDA Y EXPULSIÓN DEL PARAÍSO»,

Miguel Ángel (ca. 1509)
Se cuenta además que, ese mismo día, el hombre recibir la Sagrada Comunión de rodillas por de-
frenético irrumpió en diferentes iglesias y ento- creto o por presión psicológica, parece que se está
nó su Requiem aeternam Deo (Descanso eterno para prestando servicio a otro espíritu muy distinto,
Dios). Conducido fuera de ellas y conminado a porque el diablo no soporta la adoración. Y cuan-
hablar, solo respondió una y otra vez: —¿Qué son, do todo lo anterior se une a la preocupación cons-
pues, estas iglesias sino las tumbas y sepulcros de tante e imperativa por solucionar los problemas
Dios?». inmanentes de los hombres —el problema social
y económico, acabando con el flagelo del hambre,
El hombre se ha querido igualar a Dios, se ha he- el frío y la miseria; el problema religioso del mal
cho dios, estableciendo el bien y el mal según su y del sentido del sufrimiento, eliminándolo por
propio arbitrio creador —no el milagro; el problema polí-
es otra la tentación primi- tico, reuniendo a todas las na-
genia: «Seréis como dioses, El hombre se ha ciones bajo el signo de la paz
conocedores del bien y del universal—, pareciera que se
querido igualar a
mal» (Gn 3, 5)—. Pero, como está del lado del Gran Inqui-
la máxima de Nietzsche pa- Dios, se ha hecho sidor de Ivan Karamazov, que
rece demasiado, se debe blan- juzga a Cristo y le recrimina
dios, estableciendo
quear. Urge sacar a la otra no haber cedido a las tenta-
bestia, la del engaño, la de la el bien y el mal según ciones del desierto en favor
Tierra, y convertir lo bueno de los más débiles, haciendo
su propio arbitrio
en malo y lo malo en bueno que todo sea posesión de pan
por sufragio democrático, por creador. No es otra la de la tierra —olvidando el del
decisión mayoritaria, por el
tentación primigenia: Cielo—; sumisión a la técni-
acto libre de la soberanía de la ca-prodigio, haciendo creer
nación con poder para auto- «seréis como dioses, que ahí reside su salvación —
determinarse, porque, como
conocedores del bien y su salud—, bajando de la cruz
rezan los nuevos dogmas en si así lo pide el mundo; y tra-
la Declaración Universal de del mal» (Gn 3, 5) bajando por la unificación del
Derechos del Hombre, «la vo- mundo en justicia e igualdad,
luntad del pueblo es la base de negando la meta trascendente
la autoridad del poder público». Así, esta trans- del hombre. Son las tres recetas inmanentes de
mutación de los valores resulta «apetecible a la Satanás para aquietar las angustias de los hom-
vista y excelente para lograr sabiduría» (Gn 3, 6). bres y dar por terminados sus problemas. Es una
El hombre sigue arrodillado, pero ya jamás ante nueva religión. Parecida, ciertamente, a la anti-
Dios, sino ante sí mismo. Un nuevo ídolo levanta- gua. No en vano dijo Castellani que la religión del
do, como dijo Vázquez de Mella, sobre «astillas de Anticristo sería «un cristianismo sin Cruz y sin
tronos y fragmentos de altares», según profetizó segunda Venida», en la que se entroniza, a decir
otro de los predicadores de la nueva religión, Au- del Kirilov de Dostoievski en otra de sus grandes
guste Comte, al decir que «la estatua de la Huma- novelas, Demonios, al propio hombre: «—Él viene,
nidad tendrá por pedestal el altar de Dios». y su nombre será hombre-dios. —¿Dios-hombre?
—le pregunta Stavroguin. —Hombre-Dios, que
Cuando se persigue la adoración a Dios —tam- allá está la diferencia».
bién con el cuerpo, arrodillándose—, cuando se
condena la liturgia católica que durante siglos ha Aquí nos conducen, sean las claras y fuertes vo-
enseñado a adorar a los fieles, cuando se prohíbe ces del loco de Nietzsche, sean los ladinos cantos
LAUS DEO | 01 2022 39

contra el enemigo más cercano, brama:
© Museo Norton Simon, Pasadena
«—¿Ves esta linterna? —gritó Syme con

voz terrible— ¿Ves esta cruz grabada,
ves la luz interior? No la grabasteis, no
la encendisteis vosotros, sino hombres
mejores que vosotros. Hombres capa-
ces de creer y de obedecer son los que
torcieron las entrañas de hierro y pre-
servaron la leyenda del fuego. Las calles
por donde pasáis, los trajes con que os
vestís, todo fue hecho como esta lin-
terna, por un acto de negación contra
vuestra filosofía de suciedades y rato-
nes. Destruiréis a la humanidad, des-
truiréis el mundo. Contentaos con eso.
«TENTACIÓN DE SANTO TOMÁS», Diego Pero esta antigua linterna cristiana no
Velázquez (1632) la destruiréis. Irá a dar a un sitio en que
vuestro imperio de monos será incapaz
de rescatarla. —Y descargó la linterna
sobre el Secretario de modo que le hizo
bambolear. Después, dándole dos vuel-
tas sobre su cabeza, la arrojó al mar. La
linterna lanzó su último destello, como
un cohete, y desapareció».
Para conservar ardiendo en el cora-

zón la llama del espíritu del verdadero
Dios habrá que encallecerse las manos
por doblar el hierro en forma de cruz
o las rodillas por dar culto al único que
lo merece; habrá que sufrir las cicatri-
«SAN IGNACIO DE LOYOLA»,Pedro Pablo
Rubens (ca. 1600) ces causadas por los latigazos de este
mundo; habrá que escuchar, sin desesperarse, la
de sirena de la modernidad. Y, como en Egipto o consigna de los sin Dios, que es la misma que da
en Babilonia, nos queda adorar en espíritu y en Zaratustra al comienzo de sus grandes peroratas:
verdad, aguardando con esperanza «la redención «—¡Os conjuro, hermanos míos: permaneced fie-
de nuestro cuerpo» (Rm 8, 23), sabiendo que «una les a la tierra [todo muy ecosostenible] y no deis fe
esperanza que se ve no es esperanza» (v. 24). Es- a los que hablan de esperanzas sobrenaturales! En
tamos en la misma situación que el protagonista otras ocasiones el delito contra Dios era el mayor
chestertoniano de El hombre que fue jueves, Gabriel de los maleficios, pero Dios ha muerto. Ahora lo
Syme, cuando, rodeado por una turba de revolu- más triste es pecar contra el sentido de la tierra»
cionarios —sin esperanza humana— y tomado —ya se hablaba de pecado ecológico—; habrá que
por loco, en un último esfuerzo, levanta el arma enardecerse y esperanzarse, meditando muchas
que le queda, una lámpara —todo parece una res- veces la voz de mando de nuestro Señor que san
puesta al pasaje nietzschiano—, y, blandiéndola Ignacio coloca en el inicio de la segunda semana
de ejercicios: «Mi voluntad es de conquistar todo a otros» —al decir teresiano— mientras, pos-
el mundo y todos los enemigos, y así entrar en la trándonos juntos y unidos cantando, tomamos el
gloria de mi Padre; por tanto, quien quisiere venir nombre de nuestro príncipe celestial, clamando:
comigo, ha de trabajar comigo, porque siguién- «¡Quién como Dios!».
dome en la pena, también me siga en la gloria»; y
habrá que, en definitiva, «hacernos espaldas unos Porque Dios es Dios.
«ARCÁNGEL SAN MIGUEL DERROTANDO A

SATANÁS», Guido Reni ( 1635)
LAUS DEO | 01 2022 41

«CRISTO YACENTE», Francisco Camilo (segundo
tercio del siglo xvii)
VALORES CRISTIANOS
EL SENTIDO
DE LA MUERTE
y la tradición religioso-cultural
GABRIEL CALVO ZARRAUTE
Una cuestión trascendental que la actual sociedad descreída se empeña en

ocultar es nuestra mortalidad. La condición humana es el mayor misterio para
el hombre y como resulta algo abrumador, procuramos la diversión estabula-
ria para evadirnos de ella y entretenernos lo más posible mientras nos llega la
hora de la muerte. La consciencia de la muerte nos pone en nuestro sitio, pero
se trata de una realidad que nos negamos a conocer, que no nos gusta o nos
asusta, aunque se intente disimular.
LAUS DEO | 01 2022 43

«LA ESCUELA DE ATENASÍ», Rafael
Sanzio (1509-1511))
© Museos Vaticanos
MEMENTO MORI (RECUERDA QUE MORIRÁS) que es la trivialización del sexo, hemos sido asal-
tados por la cruda realidad de los hechos.
Sin embargo, Aristóteles principia en su obra Me-
tafísica que todos los hombres poseen por La misión de la Iglesia, como parte de la misión
naturaleza el deseo de saber, por algo nuestra recibida de Cristo, consiste en confrontar a la gen-
especie recibe el nombre de Homo sapiens. El hom- te con la realidad, preparándolos para la muerte,
bre actual se ha acostumbrado a una vida extraor- antes de que esta misma realidad se les presente
dinariamente más cómoda que la de sus antepa- de improviso. Como ilustra la interesante lectu-
sados, pero este es un estado de cosas temporal y ra de Historia de la muerte en Occidente, de Philippe
nuestro fin será exactamente el mismo que el de Ariés, cuando antaño había fe, la gente no iba a la
ellos. Se ha olvidado que nacimos para morir, de Iglesia para ser feliz, sino para que les explicaran
ahí que la muerte es inevitable, por lo que todos la su miseria. Las personas querían saber cómo en-
encontramos aterradora. frentarse a la realidad de la vida y de la muerte, no
distracciones para sentirse bien consigo mismos,
La posmodernidad ha tratado de esconder la a modo de las recetas que se encuentran en los li-
muerte, tanto domesticándola a través de repre- bros de autoayuda.
sentaciones ficticias, una causa mimada de la in-
dustria del entretenimiento en películas, series Por consiguiente, la tarea de la Iglesia, por pe-
de televisión o el repugnante «Halloween», como simista y contracultural que pueda parecer, no
manteniendo lo real fuera de nuestra vida. Sin consiste tanto en luchar contra las nuevas plagas
embargo, al igual que el caso de ese otro objetivo mundiales, sino contra la era de los analgésicos
obsesivo de la decadente cultura contemporánea que adormecen la conciencia. Para ello, debe vol-
ver a su única razón de ser que es la fe, es decir, xix, El fin del mundo y los misterios de la vida futura,
su misión sobrenatural. Desde el Vaticano II se ha cuya lectura iluminó grandemente a santa Tere-
confundido el progreso humano con el Reino de sa de Lisieux: «El sufrimiento en este mundo o
Cristo, de esta forma la Iglesia ha sido concebida también la prosperidad superficial y pasajera que
como una institución humana que sirve para me- disfrutamos, no es más que algo efímero, ligero
jorar la vida material del mundo. Pero, aunque la y pasajero comparada con la gloria que está por
fe en la vida eterna ilumina la forma justa de vivir venir en el cielo».
en este mundo, la Iglesia tiene un mensaje para
este mundo porque sólo ella tienes las llaves del Como apunta el premio Nobel Alexandr Solzhe-
otro mundo. nitsin, los supervivientes de los temibles campos
de concentración comunistas, el gulag de Sibe-
«La Iglesia ayuda al hombre a vivir, pero a vivir ria, después de largos años expuestos al hambre,
bajo la sombra de la mortalidad, poniendo la tie- el frío y todo tipo de enfermedades junto con el
rra en su contexto de eternidad», advierte Fabrice extenuante trabajo forzoso, afirmaban a su vuelta
Hadjadj en su impactante obra Tenga usted éxito en que pudieron sobrevivir gracias a que sabían (pri-
su muerte. La Iglesia debe preparar a fieles e infie- macía del conocimiento, de la doctrina) que había
les, en primer lugar, solemnizando la liturgia de personas que los esperaban. El recuerdo de este
difuntos (en la medida de lo posible después del amor que los esperaba fue la medicina eficaz de
arrasamiento de la reforma posconciliar), además la vida contra todos los males que les infligía la
de predicar valientemente la verdad de las ultimi- ideología más criminal de la historia de la huma-
dades del hombre a fin de que éstos asuman que la nidad. Por eso los muertos no necesitan recuerdos
muerte es una realidad aterradora a la que todos sentimentaloides que no les aportan nada, sino
nos enfrentaremos algún día. No obstante, como oraciones por el eterno descanso de sus almas.
Charles Arminjon enseña en un clásico del siglo Precisamente rezar por ellos es lo que reconforta
Los padres conciliares reunidos en una sesión del

Concilio Vaticano II
LAUS DEO | 01 2022 45

a los vivos, porque nos hace comprender que no conduce a sorprendentes y extraños compañeros
han desaparecido, que «la muerte no es el final del de cama unidos por el amor al vil dinero, tan criti-
camino», que es posible volver a encontrarnos con cadísimo por el papa Francisco. Por lo tanto y una
ellos porque están vivos. vez más, el seguidismo perruno al mundo posmo-
derno en el que la inmensa mayoría de la jerarquía
La actualidad informativa que nos inunda abar- sigue instalada no podía faltar. Lo cual la hermana
ca un espacio tan limitado de tiempo que, cuan- en la irracionalidad, superficialidad y apostasía
do el suceso, la noticia del hecho, ha excedido la actuales participando en un ¿funeral?, ¿homena-
duración de un día, una semana como máximo, je? o ¿recuerdo? pueril, diseñado por el Gobierno
se da por terminado el asunto a los efectos del más mentiroso, criminal y anticristiano desde la
comentario, con lo que va ate- Segunda República.
nuándose aquel carácter de
permanencia que fuera siem- La tarea de la Iglesia, Qué lejanos quedan ya aque-
pre consustancial a las ideas por contracultural llos valientes obispos, encabe-
y a los hechos, cuya constante zados por el cardenal de Tole-
gravitación sobre el entendi- que pueda parecer, do, Gomá, que denunciaban,
miento y la conciencia contri- no consiste tanto sin falsas prudencias ni com-
buían a la elevación moral del ponendas, la ideología antica-
hombre. De esta suerte, los en luchar contra tólica de la Segunda República
problemas del espíritu, que, las nuevas plagas y su sangrienta persecución.
por medio de esta actuación, Pero claro, eso fue antes del
constituyen el ayer, el hoy y el mundiales, sino cambio de paradigma político
mañana de la humanidad y de contra la era de que supuso el terremoto del
la historia se alejan de nuestro Vaticano II, que produjo una
plano de reflexión, por miedo los analgésicos mayoría de obispos que se ne-
unas veces de mirarlos cara que adormecen la garon a oponerse a la ley del
a cara, y por debilidad de in- divorcio de la UCD (1981) y a
comprensión en otras ocasio- conciencia la del aborto del PSOE (1985);
nes. Todo ello es consecuencia así como de políticos conside-
de la infiltración lograda, en- rados católicos de la talla de
tre individuos y colectividades, por el fenómeno Adolfo Suárez, bajo cuyo Gobierno se instauró la
del reduccionismo. Nos vamos habituando insen- ley del divorcio, siendo premiado con el honor de
siblemente a mirar todas las cuestiones, hasta las ser enterrado en la catedral de Ávila.
más graves, a través de un espejo de superficiali-
dad deshumanizante. Hablar de homenaje de Estado por los fallecidos
resulta absurdo. A los muertos por una enferme-
El homenaje que el Gobierno socialista-comunis- dad no se les homenajea. Cuando se rinde home-
ta-separatista realizó el 16 de julio de 2020 contó naje a alguien es con el fin de reconocer su apor-
con la muy digna presencia del vicepresidente y tación a la sociedad, su trayectoria vital o incluso
el portavoz de la Conferencia Episcopal en re- su muerte cuando se produce como consecuencia
presentación de la Iglesia Católica guardando de su entrega a la nación y a sus compatriotas
compungidos el masónico minuto de silencio. El (víctimas del terrorismo, miembros del Ejército o
pánico cerval en el episcopado a que se desate el de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado
apocalipsis al desaparecer la equis de la Declara- que mueren entregando su vida por España, sa-
ción de la Renta resulta en extremo espantoso y nitarios, etc.). En cambio, lo que corresponde a
las autoridades respecto de las víctimas de una Otro aspecto para resaltar es la manifiesta inca-
pandemia es analizar qué elementos fallaron o pacidad e inutilidad del acto para generar un am-
qué impidió atenderles adecuadamente, recono- biente solemne, demostrando que el homenaje de
cer los propios errores, pedir perdón por todo lo Estado no era capaz de cumplir con ninguno de
que se pudo haber hecho mejor e intentar reparar los objetivos propios de un acto este tipo. Se trató
o indemnizar sus negligencias en la medida de lo de un acto laico (que es lo mismo que laicista), en
posible. el cual se eliminó cualquier referencia a la trascen-
dencia, a la dimensión espiritual del hombre, a la
Sin embargo, lo que el acto buscaba no era hon- fe, a Dios, a Jesucristo y, como no podía ser me-
rar a las víctimas sino la exculpación guberna- nos, a la Iglesia Católica. Fue, en ese sentido, un
mental. A través del sentimentalismo vacío el acto contrario al ser de España, que no se explica
Gobierno pretendía evitar la asunción y exigencia sin el catolicismo. Un acto opuesto a su tradición,
de responsabilidades. Debido a su frivolidad y cultura e historia, que es consubstancial a la fe ca-
trivialización creciente, la política española, au- tólica, fundamento de la unidad nacional desde el
téntica conjura de los necios desde la transición, ha III Concilio de Toledo (589) con la conversión del
entrado en una espiral de vaciedad intelectual y rey Recaredo y la élite visigoda y más todavía con
moral esperpéntica, la cual no sería la primera vez el largo proceso de la Reconquista. Realidad cons-
que desembocara en tragedia. La nación que acer- tatada históricamente, no por ningún paladín de
tó a ser grande en el pasado se encuentra en una aquello que el jesuita progresista Álvarez Bolado
encrucijada histórica donde parece que ha optado denominara despectivamente «nacional-catoli-
por suicidarse, y conviene entender los procesos císmo», sino por el gran medievalista y presidente
que han conducido al marasmo actual. de la Segunda República en el exilio, Claudio Sán-
© Palacio del Senado, Madrid
«CRISTO CRUCIFICADO», Diego de

«CONVERSIÓN DE RECAREDO», Antonio
Velázquez (ca. 1632)
Muñoz Degrain (1888)
LAUS DEO | 01 2022 47

chez Albornoz en su obra España. Un enigma histó- diana e indiscutida de la mayoría de los fieles. El
rico. cambio generacional, a pesar de verse retrasado
por el aumento de la esperanza de vida y la esca-
En el aspecto representativo, dicho acto también sez de nacimientos, ha vaciado nuestras iglesias
fue contrario a la sociología actual de España, don- reduciéndolas a un pequeño y milagroso resto de
de un menguante 68,3 % de los españoles, según supervivientes del naufragio. Los seminarios y
el CIS de octubre de 2019, todavía se declara cató- noviciados, que ya hemos conocido en horas muy
lico. No obstante, la debilidad de este argumento bajas, simplemente han desaparecido; hoy una
se manifestará al desplomarse estrepitosamente, profesión de votos o una ordenación sacerdotal
en diez años, el número de católicos a pesar de «la resulta un evento extraordinario en muchos lu-
primavera de la Iglesia» que gares. El envejecimiento de
insistentemente los palmeros religiosos, sacerdotes y fieles
oficialistas eclesiásticos siguen La nación que acertó es enorme.
vendiendo. Los medios de a ser grande en el
comunicación del Vaticano, las El Gobierno social-comunista
diócesis y las congregaciones pasado se encuentra conoce sobradamente la irre-
religiosas están financiados en una encrucijada levancia de la religión católica
por la institución a la que en la actualidad española y,
representan, por lo que es histórica donde ha por ello, tiene una agenda lai-
lógico que, en cierto sentido, optado por suicidarse, cista perfectamente definida
sean medios de propaganda y y un compromiso firme por
con esa óptica han de ser leídos. y conviene entender llevarla adelante que la deri-
Así continúan presentando los procesos que va de postración y mutismo
una realidad inexistente que episcopal no lograrán frenar.
deja falsamente tranquilos han conducido al En realidad, el «homenaje»
solo a los ingenuos que están marasmo actual fue un acto revolucionario,
predispuestos a dejarse un acto en el que el Gobierno
engañar. contravenía profundamente el
carácter y el ser, la tradición, la cultura y la his-
La situación en que se encuentra la Iglesia es el toria de España. Este carácter revolucionario del
fruto de proteger y ocultar durante decenios he- homenaje de Estado es lo más grave, puesto que
rejías, herejes y hechos inmorales que han dañado supuso la expresión, sin tapujos, de que el Gobier-
enormemente la fe del pueblo. La Iglesia Católica no considera que España se encuentra ya madura
está en horas muy bajas y por ello sucede lo mismo para suprimir totalmente a Dios del ámbito públi-
con la civilización occidental alumbrada por ella. co. Se trató de un acto donde el Gobierno de Espa-
La inmensa mayoría de los que hoy formamos ña hacía profesión de ateísmo, contraviniendo el
parte de la confesión católica nacimos y vivimos sentir de gran número de españoles y de víctimas,
después del último concilio y hemos experimen- renunciando a su deber con el bien común y des-
tado en nuestras propias vidas la decadencia que preciando el papel de la religión en la vida pública.
nos ha traído al momento actual.
EL LAICISMO COMO RELIGIÓN SUSTITUTORIA
Sin necesidad de observar estadísticas lo conoce-
mos de primera mano. Nacimos en parroquias, El odio de la izquierda, bien sea jacobina o socia-
compuestas de familias católicas, donde vivir la fe lista-comunista, hacia la religión católica como
era algo natural y formaba parte de la vida coti- nervio de la comunidad política nace fundamen-
talmente de los mismos presupuestos sectarios Bastilla, para la apertura de las Cortes Constitu-
que habían motivado a los revolucionarios fran- yentes que elaborarán la anticatólica Constitución
ceses en 1792, la época conocida como «el Terror». republicana el 9 de diciembre. En ella se encon-
No en vano, Lenin, como apuntan Robert Service traba condensada jurídicamente la mayor perse-
y Víctor Sebestyen en sus respectivas biografías cución que sufriría la Iglesia en toda su historia a
sobre el político ruso, admiraba al que fuera el partir de julio de 1936.
director del Terror revolucionario francés: Ro-
bespierre. Asimismo, los grandes estudiosos de la Del mismo modo, es perfectamente comprensible
Revolución soviética, como Richard Pipes, Orlan- que dicha República, dirigida por jacobinos como
do Figues o Sean McMeekin, no han dejado se se- Azaña o Companys, se lanzara en los brazos de un
ñalar esta como heredera de la francesa, aunque PSOE bolchevizado por Largo Caballero como ha
con un ímpetu expansivo desconocido hasta en- probado documentalmente Víctor Manuel Arbe-
tonces. De hecho, la Revolución francesa concluyó loa en El quiebro del PSOE y con anterioridad Pío
para dar paso a la dictadura expansionista y beli- Moa en Los orígenes de la guerra civil española. La
cista de Napoleón del mismo modo que el final de consecuencia fue que, a solo dos meses escasos de
la Revolución comunista en Rusia terminó con el iniciarse la contienda, el presidente socialista del
inicio de la dictadura expansionista y belicista de Gobierno, Largo Caballero, junto con el socialista
Stalin. ministro de Hacienda, Negrín, embarcaban las re-
servas de oro del Banco de España, las cuartas del
Ya en 1931, como recuerda Fernando Díaz-Plaja mundo, hacia la opaca Unión Soviética, «paraíso
en Francia 1789. España 1936, la Segunda Repúbli- del proletariado». «Desde ese preciso instante, el
ca eligió el 14 de julio, aniversario de la toma de la destino de la Segunda República quedaba a mer-
Llegada del Gobierno Provisional para la apertura

de las Cortes Constituyentes, 14 de julio 1931
LAUS DEO | 01 2022 49

ced de Stalin», escribe Enrique Martínez-Campos españoles como un: «inmenso latrocinio para com-
en Historia del PSOE, de problema a pesadilla. prar voluntades y conciencias».
Durante el siglo xix español, los liberales exalta- Todo ello con la finalidad de asfixiar económica-
dos (la izquierda de entonces) estaban convenci- mente a la Iglesia, hasta entonces absolutamente
dos de que la Iglesia constituía el baluarte cultural independiente, para someterla al Estado liberal y
y espiritual del orden tradicional y que el clero, los de esta forma anular su presencia e influjo en la
frailes y monjas, los edificios eclesiásticos y sus sociedad. No otra es la meta que persigue el lai-
principales partidarios constituían encarnacio- cismo (Pío XI, Quas primas, n. 23-24). Contra este
nes tan simbólicas como tangibles de ese orden designio anticatólico y por extensión hispanó-
a derribar. Todavía más que quienes formaban fobo se produjeron los levantamientos carlistas,
los grupos políticos y económicos conservadores, que recientemente ha historiado Javier Barraycoa
llamados entonces liberales moderados o libe- en Historia del carlismo.
ral-conservadores; lo cual motivó la primera ma-
tanza de frailes en 1834, narrada de forma extraor- En este sentido, la motivación de la persecución
dinaria por Benito Pérez Galdós en sus Episodios violenta de la izquierda al catolicismo durante la
Nacionales: Un faccioso más y algunos frailes menos. Segunda República y en la actualidad puede consi-
Asimismo, se sumó a esta ofensiva en 1836 la desa- derarse hasta cierto punto también religiosa, aun-
mortización de Mendizábal y en 1855 la de Madoz, que como revuelta, expresando nuevas religiones
como explican los estudios clásicos La exclaustra- laicas rivales o más bien sucedáneos de la fe tales
ción, de Manuel Revuelta, y La Iglesia ante la revolu- como el socialismo, el comunismo o la ideología
ción liberal de José Manuel Cuenca Toribio. Dichas de género. Dicho fenómeno es denominado por
desamortizaciones fueron retratadas por Menén- Bruce Lincoln en El imperio triunfante, como «an-
dez Pelayo en su célebre Historia de los heterodoxos tinomismo milenarista». Mucho más profundo,
«LA DEGOLLACIÓN DE LOS FRAILES», Ramón Pulido

(1902). Representación de la matanza de 1834.
© Universidad de Oxford
El Nuevo Orden
Mundial continúa
con su proyecto
internacionalista o
globalista de extinción
de la religión católica
y las naciones
culturales
Francisco Canals, en Mundo histórico y Reino de

Dios, siguiendo al eminente biblista P. Bover SJ,
habla de la «anomía» como fruto de la apostasía
de las naciones, debida a la quiebra del principio
de autoridad a causa del advenimiento mundial Pío XI, retrato de Philip de László (ca. 1925)
de la democracia liberal que antecede a la mani-
festación del Anticristo. Y es que como sostiene francés Michael Foucault. Sin olvidar a su precur-
en Esencia y valor de la democracia el famoso jurista sor alemán, también protestante, el nihilista Niet-
protestante y campeón del positivismo jurídico, zsche.
Hans Kelsen: «La causa de la democracia estaría
perdida si se creyera alcanzar verdades universa- El Gobierno, en su particular ceremonia pagana
les». De lo que se deduce que el fundamento de la al viejo modo fenicio o de ridículo fuego de cam-
democracia liberal (régimen basado en la opinión) pamento alrededor de un pebetero, realizó una
es el relativismo y por extensión el nihilismo. Lo manifestación explícita o profesión de la religión
que movía a los revolucionarios de la Ilustración laica y, por tanto, de su voluntad de continuar
era el expreso deseo de liberarse totalmente de avanzando en su esquema de convivencia social
las normas universales, leyes o pautas morales donde Dios no tiene cabida. Este postulado es
absolutas a la hora de restaurar una nueva utopía fruto de una ideología revolucionaria y, por consi-
milenarista. guiente, contraria al orden natural y divino reve-
lado en Jesucristo.
No otra cosa fue la revolución sexual de mayo de
1968 sino la reedición de estas histéricas soflamas El Nuevo Orden Mundial continúa con su proyec-
y no otro elemento ideológico aúna a la izquierda to internacionalista o globalista de extinción de
contemporánea. Igual que la Revolución francesa la religión católica y las naciones culturales. Sin
tuvo su principal mentor intelectual remoto en el embargo, estas poseen una mayor densidad histó-
alemán Lutero e inmediato en Rousseau, el ico- rica que la mezcla del utópico humanitarismo de
no intelectual de la izquierda posmoderna, de la Rousseau, la fraternidad universal masónica y las
sociedad líquida —que apunta Zygmunt Bauman ilusiones futuristas del tarot («mirar al futuro»,
en Ceguera moral— en la que todo se disgrega y en repiten los políticos del PSOE-Podemos y del PP-
la que no hay ni debe haber sentido alguno, es el Ciudadanos) con que intentan sustituirlas.
LAUS DEO | 01 2022 51

ARTE Y RELIGIÓN
LA
PIEDAD
obra cumbre del renacimiento italiano
MARTÍ P. CORONADO
Miguel Ángel es uno de los artistas más afamados de la historia, un hombre que du-
rante su juventud estudió la obra de los grandes maestros del pasado, tanto de los
recientes (Giotto o Masaccio) como de los escultores griegos y romanos, cuyas obras
pudo contemplar en la colección de los Medici. La visión de estas esculturas acabó
siendo determinante en su obra posterior, ya que el genial artista italiano se dejó se-
ducir por la forma de representar la belleza de unos cuerpos humanos que parecían
llenos de vida.
«LA PIEDAD», Miguel Ángel (1498-1499)
© Basílica de San Pedro, Ciudad del Vaticano
LAUS DEO | 01 2022 53

Miguel Ángel no se conformó con aprender las ser reparados por un equipo profesional. Gracias
leyes de la anatomía de segunda mano; hoy sa- a ellos, los miles de turistas que cada año visitan
bemos que investigó por sí mismo, que diseccio- el Vaticano pueden seguir deleitándose con esta
nó cuerpos y tomó modelos de estos hasta que la obra cumbre del Renacimiento italiano creada
figura humana dejó de tener secretos para él. Su por el artista florentino Miguel Ángel Buonarroti
maestría la paladeamos en esas figuras poderosas en 1499, cuando tenía apenas veinticuatro años.
que representó en la Capilla Sixtina o en sus so-
brecogedoras esculturas como el David, el Moisés y Situada en la capilla del Crucifijo, de la basílica de
la Piedad vaticana. San Pedro del Vaticano, la Piedad de Miguel Ángel
es una escultura de bulto redondo que representa
El 21 de mayo de 1972 Laszlo Toth, un geólogo de el momento en que la Virgen María recibe el cuer-
origen húngaro que padecía una grave enferme- po de Jesús y lo sostiene en sus brazos. En la com-
dad mental, se dirigió hasta el lugar donde se en- posición de esta magnífica obra se reproducen dos
contraba la Piedad de Miguel Ángel y con un marti- figuras: la santísima Virgen María y Jesucristo. La
llo empezó a golpear la escultura mientras gritaba figura de Jesucristo, con cabeza y brazo inclinado
fuera de sí. Como consecuencia de este ataque, hacia el lado derecho, se armoniza con la figura de
la figura resultó dañada, especialmente la nariz la Virgen, envuelta en telas gruesas llenas de plie-
de la Virgen, los párpados, el brazo izquierdo y gues. Tal y como el propio Miguel Ángel expresó,
el codo, aunque, por fortuna, los daños pudieron la cara de Jesucristo refleja el intento del artista
de humanizar el rostro del hijo de Dios, aunque,
Retrato de Miguel Ángel, por Daniele da
Volterra (ca. 1544)
por otra parte, no observamos en la figura signos
de dolor.
La monumentalidad de la Virgen Ma-

ría con respecto a su hijo sirve como
elemento de corrección óptica, para
darle balance al conjunto escultórico,
y es una composición piramidal tan
del gusto de la época (tal y como ob-
servamos en las obras de Leonardo).
Sus proporciones se relacionan tam-
bién con el carácter protagonista del
personaje en esta pieza, ya que María,
por encima de Cristo, es el centro de
atención para el espectador. La Vir-
gen, joven y bella, sostiene en su rega-
© Metropolitan Museum of Art, Nueva York
zo el cuerpo de su hijo fallecido. Con

la mano derecha carga su torso, mien-
tras el peso del cuerpo se distribuye en
sus piernas. La expresión de su rostro
no muestra, en cambio, emociones
intensas. La dirección de su cabeza,
inclinada hacia abajo, nos hace pensar
que María contempla y medita la esce-
na en su corazón.
Como hemos dicho, la Piedad vaticana representa dad, con su pena, acompaña a su hijo y contempla
la devoción y lamentación de la Santísima Virgen el misterio incomprensible del martirio. El cuerpo
ante el cuerpo de su hijo tras su muerte en la cruz. de María, su apariencia física, es a su vez imagen
La escena no está mencionada ni en los evangelios del estado de su alma, que permanece erguida. El
canónicos ni en los apócrifos. Por este motivo, y en rostro de María fue justificado por Miguel Ángel
contra de lo que habitualmente se cree, este tema como una forma de simbolizar su eterna virgini-
no se empezó a representar hasta el siglo xiv, y dad. Asimismo, el artista pensaba que las perso-
estaba destinado a la devoción privada. nas que se consagraban a Dios en cuerpo y alma
eran eternamente «jóvenes».
Los artistas bajomedievales hallaron su inspira-
ción en los versículos proféticos sobre el sufri- La forma en que Miguel Ángel representa la piedad
miento de María (Lc 2, 33-35), en el evangelio de significa que la armonía, el equilibrio y la belleza
Nicodemo (cap. xi), en las revelaciones de los san- se vuelven metáfora de la espiritualidad cristiana
tos de la época, entre ellas las de Santa Brígida, y consagrada. Esta espiritualidad es interpretada
en los textos devocionales. Cuando Miguel Ángel desde una lectura filosófica propia del Renaci-
esculpió la Piedad ya existía, por lo tanto, una tra- miento, que ve el dominio propio como elemento
dición plástica de la escena representada. Según de razón y como prueba de fe. El rostro sereno de
esta, y frente a lo que vemos en su obra, María de- María se vuelve signo visible de la realidad inte-
bía ser representada con el rostro envejecido por rior del personaje, quizá buscando un paralelismo
los golpes de la vida y con señales visibles de sufri- con la idea grecolatina según la cual una «mente»
miento. Al principio de esa tradición, el cuerpo de sana se refleja en un cuerpo sano. María es así no
Jesús solía ser de menor escala, pero con el tiempo solo modelo cristiano, sino encarnación femenina
la proporción se fue ajustando y surgieron varian- del ideal humanista del Renacimiento.
tes que incluían personajes a los lados.
Detalle del rostro de la Virgen
Sin embargo, Miguel Ángel no lo hizo así.

Además de volver a reducir la escena a los
dos personajes principales, las expresiones
de María cambiaron. En vez de verse en-
vejecida y sufriente, la Piedad del Vaticano
muestra a una mujer joven y dueña de sus
emociones, sosegada y llena de dignidad.
¿Por qué el artista la representa de esa ma-
nera? Todo parece indicar que en esta es-
cultura Miguel Ángel puso de manifiesto la
influencia de la filosofía neoplatónica y de
la estética clásica. Tal influencia se plasma
al hacer que la Virgen y Jesucristo expresen
serenidad y equilibrio, así como una apa-
rente ausencia de sufrimiento.
En la escultura de Miguel Ángel, María no

es muestra de un alma sufriente, no con-
siente convertirse en víctima ni cuestiona
su fe. Por el contrario, «carga» con su reali-
LAUS DEO | 01 2022 55

TRADICIÓN
LA
ENCARNACIÓN
DE MARÍA
una aproximación a la vista
de la catedral de málaga
JOSÉ MANUEL LEYVA
A lo largo de las siguientes líneas haremos una aproximación al concepto teológico

de la Encarnación en María y sus diferentes manifestaciones artístico-culturales en
la ciudad de Málaga. Así mismo, haremos un repaso histórico desde la conquista de la
ciudad en 1487 hasta los ejemplos más recientes que podemos encontrar en la capital
malacitana.
Retablo de la Encarnación con Ciriaco y Paula,
atribuido a Ventura Rodríguez, s. xviii
© Catedral de Málaga
LAUS DEO | 01 2022 57

Relieve de la Anunciación, Fernando Ortiz (1764- mente su noble servicio, principalmente para que
1771). Puerta de las Cadenas. las cosas destinadas al culto sagrado fueran en
verdad dignas, decorosas y bellas, signos y símbo-
Para ello partiremos de documentos teológicos los de las realidades celestiales. Más aún: la Igle-
y magisteriales sobre la doctrina de la Encarna- sia se consideró siempre, con razón, como árbitro
ción, centrándonos sobre todo en el papa Fran- de las mismas, discerniendo entre las obras de los
cisco. Para el santo padre, tendrá una especial artistas aquellas que estaban de acuerdo con la fe,
relevancia la religiosidad popular, a la que define la piedad y las leyes religiosas tradicionales y que
como «encarnación de la fe en la cultura popular» eran consideradas aptas para el uso sagrado».
(Evangelii Gaudium, 90), en la que podemos incluir
las manifestaciones artísticas, tan proclives a la A este respecto, tendremos como punto de ori-
exaltación de María en nuestro ámbito geográfico gen de este artículo al principal templo de nues-
mediterráneo. tra diócesis, la Santa Iglesia Catedral Basílica de
la Encarnación, consagrada bajo una advocación
Este precepto de la importancia del arte vendrá que tuvo una gran relevancia en la península ibé-
ratificado por el Concilio Vaticano II en su célebre rica durante la reconquista de la ciudad por parte
declaración del punto 122 de la Constitución Sa- de los Reyes Católicos, que le otorgaron un senti-
crosanctum Concilium, en la que se afirma: do tanto político como religioso.
«Por esta razón, la santa madre Iglesia fue siem- Ya en la Sagrada Escritura se hace alusión a la im-
pre amiga de las bellas artes, buscó constante- portancia que tendrá la Madre de Dios en los pla-
nes divinos de la Salvación, apareciendo mencio- cosa es imposible para Dios”. Dijo María: “He aquí
nada indirectamente en las cartas paulinas, como la esclava del Señor; hágase en mí según tu pala-
Gálatas, en la que Pablo afirma: bra”. Y el ángel, dejándola, se fue» (Lc 1, 26-38).
«Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Este pasaje será la fuente principal que inspirará
Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a numerosos artistas para llevar a cabo las mani-
para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y festaciones artísticas que tengan a la Encarnación
para que recibiéramos la filiación adoptiva» (Gál como tema principal, muy frecuente a partir de la
4, 4-5). época bajomedieval en contextos de Centroeuro-
pa y la península itálica.
Sin embargo, el relato del que tenemos que partir
como base de la idea de la Encarnación es el fa- En el caso de nuestra catedral, quiero iniciar el
moso pasaje de san Lucas en el recorrido aludiendo a los
que se nos relata el momento magníficos medallones talla-
en el que el arcángel Gabriel Ya en la Sagrada Es- dos en madera que decoran la
le anuncia a María que será la
critura se hace alusión Puerta de las Cadenas (norte),
Madre de Dios: «fachada principal» a efectos
a la importancia que prácticos del templo, ya que
«Al sexto mes fue enviado por durante dos siglos fue la pri-
tendrá la Madre de
Dios el ángel Gabriel a una mera entrada al templo hasta
ciudad de Galilea, llamada Dios en los planes di- que se culminó el frontis de la
Nazaret, a una virgen despo-
vinos de la Salvación, plaza del Obispo en el s. xviii.
sada con un hombre llamado El mismo motivo iconográfico
José, de la casa de David; el apareciendo mencio- nos lo encontraremos tam-
nombre de la virgen era Ma-
nada indirectamente bién en la Puerta del Sol (sur).
ría. Y entrando, le dijo: “Alé-
grate, llena de gracia, el Señor en las cartas paulinas, Realizadas por el malagueño
está contigo”. Ella se conturbó Fernando Ortiz entre 1764 y
como Gálatas
por estas palabras, y discurría 1771, estos medallones venían
qué significaría aquel saludo. a completar el de por sí ya am-
El ángel le dijo: “No temas, plio catálogo de representa-
María, porque has hallado gracia delante de Dios; ciones pictóricas y escultóricas en la catedral que
vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, reforzaban la advocación bajo la que había sido
a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande consagrada.
y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios
le dará el trono de David, su padre; reinará sobre Muy influenciado por el lenguaje italiano, que Or-
la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá tiz había conocido durante su estancia en el Pala-
fin”. María respondió al ángel: “¿Cómo será esto, cio Real de Madrid en 1756, el escultor se recrea en
puesto que no conozco varón?” El ángel le respon- la vaporosidad de los ropajes de María y Gabriel,
dió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder transmitiendo la sensación de encontrarse en un
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el entorno celestial, donde el arcángel sorprende a
que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de la Virgen, arrodillada sobre un reclinatorio, para
Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha conce- anunciarle que será la Madre de Dios (Romero
bido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes Torres, José Luis (2017). Fernando Ortiz, un escultor
de aquella que llamaban estéril, porque ninguna malagueño del s. XVIII).
LAUS DEO | 01 2022 59

Tanto este relieve como las demás representacio- ¿POR QUÉ LA ENCARNACIÓN EN MÁLAGA?
nes artísticas que iremos viendo constituyen una
declaración que, al margen de lo plástico, inter- De esta manera, se abre una ventana en la que
pelan al cristiano para unirse podemos hablar de por qué
más a Cristo a través de María. adquirió tanta importancia la
En palabras del papa Francis- Desde el punto de iconografía de la Anunciación
co en Amoris Laetitia: «La en- vista político, la cons- y la Encarnación en la ciudad
carnación del Verbo en una de Málaga y demás munici-
familia humana, en Nazaret, trucción de nuevos pios del entorno andaluz du-
conmueve con su novedad la templos bajo la advo- rante la Edad Moderna.
historia del mundo. Necesi-
tamos sumergirnos en el mis- cación de la Encarna- Para entender esta idea tene-
terio del nacimiento de Jesús» ción venía a respon- mos que retrotraernos a 1487,
(Amoris Latetitia, 65). A través año en el que Málaga fue in-
de ese sí, el cristiano, como der a dos necesidades, corporada a la corona de Cas-
María en la Anunciación, de- una de corte político y tilla por los Reyes Católicos,
cide seguir a Cristo, teniéndo- dentro de un proceso histórico
la a ella como modelo de acep- otra religiosa conocido como guerra de Gra-
tación libre de Su voluntad nada, o como indican fuentes
para hacernos partícipes de la más antiguas, Reconquista.
Salvación que sólo Él otorga. Ella se convierte en el Durante dicho conflicto, fue habitual que los reyes
modelo de humanidad redimida. y futuros gobernantes fueran erigiendo iglesias
Vista de la nave principal de la catedral
Vista exterior del templo
y catedrales en aquellas ciudades que iban con- va ciudad de Málaga, que dejaría de ser la Madinat
quistando en la Andalucía oriental, normalmente al-Malaqa islámica.
sobre antiguas mezquitas o edificios de la cultu-
ra andalusí, y que consagraban normalmente a la Desde la vertiente religiosa, la «Encarnación» se
advocación de la Encarnación (Alhama de Grana- convertía en una resignificación no solo del espa-
da, Almería, Granada, Guadix, Loja, Málaga, Mar- cio que ocupó la antigua Mezquita Alhama, sino
bella, Motril, Vélez-Málaga…). que era un gesto con el que Málaga se adentraba
en una nueva Encarnación de la que emergería
Desde el punto de vista político, la construcción la Málaga cristiana en la que vivimos desde hace
de nuevos templos bajo la advocación de la Encar- quinientos años (Sauret Guerrero, T. La Catedral
nación venía a responder a dos necesidades, una de Málaga). Esta idea, propia del contexto «triun-
de corte político y otra religiosa. Desde el aspecto falista» que dominaba en la Corona de Castilla y
más humano o civil, los templos mayores servían Aragón durante los s. xv-xvi, puede responder a lo
como una «sustitución» del contexto cultural que expuesto por el papa Francisco en la oración ma-
dominaría en la ciudad, «encarnándose» la nue- riana con ocasión del Año de la Fe (2013). En ella,
LAUS DEO | 01 2022 61

el santo padre exponía: «¿Pensamos que la encar- Manteniéndonos en nuestra catedral, dirigimos
nación de Jesús es solo algo del pasado, que no nos nuestra mirada a la capilla de la Encarnación, la
concierne personalmente? Creer en Jesús significa más importante del templo por ser la sacramen-
ofrecerle nuestra carne, con la humildad y el valor tal. Ubicada en la parte central de la girola, den-
de María, para que él pueda seguir habitando en tro de la parte más antigua del templo, su realiza-
medio de los hombres». ción es de factura moderna en comparación con
las restantes distribuidas en el deambulatorio.
EL ESPÍRITU SANTO EN LA ENCARNACIÓN De hecho, algunas obras que se reparten por otras
capillas estuvieron originalmente en este espacio,
Si bien estamos acostumbrados a contemplar las como el tríptico de la Anunciación del que habla-
representaciones artísticas de remos más adelante
la Anunciación y de la Encar-
nación con la presencia de san
Según Cirilo, María Su retablo, diseñado por el ar-
Gabriel y María, no siempre se quedó santificada quitecto madrileño Ventura
repara en la figura del Espíri- Rodríguez en el s. xviii con
tu Santo que habitualmente
por el Paráclito en el esculturas del granadino Juan
corona a María. momento de la En- de Salazar, se representa el
momento de la Encarnación,
Según Cirilo de Jerusalén, Ma-
carnación, haciéndo- con María llevándose sus ma-
ría quedó santificada por el la cooperadora de la nos al pecho. En esta escena,
Paráclito en el momento de la la presencia del Espíritu San-
Encarnación, haciéndola coo-
historia de la Salva- to cobra especial relevancia en
peradora de la historia de la ción. Y el teólogo Ru- el rompimiento de gloria que
Salvación. Igualmente, el teó- se sitúa sobre María y Gabriel,
logo belga Ruperto de Deutz
perto de Deutz aludirá aportando un cariz celestial a
aludirá a cómo el Espíritu a cómo el Espíritu la composición y tomando po-
Santo interviene en la Encar- siblemente como referente, a
nación, haciéndolo extensible
Santo interviene en la una escala mucho más redu-
a todos los hijos de la Iglesia: Encarnación cida, el mismo motivo icono-
gráfico presente en la vidriera
«Así pues, la bienaventura- de la cátedra de san Pedro en
da Virgen, la parte mejor de la antigua Iglesia, Roma, de la homónima basílica vaticana.
mereció ser esposa de Dios Padre para que fuera
también ejemplo de la nueva Iglesia, esposa del CONCLUSIÓN
Hijo de Dios, su Hijo. Pues el Espíritu Santo, que
obró en su seno la Encarnación del Unigénito Hijo En unas pocas líneas, hemos hecho una breve
de Dios, habría de obrar también en el seno de la aproximación a la Anunciación y a la Encarna-
Iglesia la regeneración de muchos hijos de Dios ción de María, refiriéndonos a algunas de las nu-
por el baño vivificante de su gracia». merosas representaciones artísticas de este tema
que están presentes en la ciudad de Málaga. Estas
Es por ello por lo que, en numerosas creaciones son susceptibles de seguir siendo comentadas en
artísticas relativas a la Encarnación, como se ve ya futuros artículos, siendo un reflejo más que clari-
desde la Edad Media —época de la efervescencia vidente de la importante presencia del arte sacro
del amor mariano— se incluye la figura simbólica en nuestras ciudades españolas durante la Edad
de la paloma en las escenas de la Anunciación. Moderna.
SANTOS Y MÁRTIRES
LA NOVEDAD
DE LO VIEJO
los mártires san ciriaco y santa paula
DAVID AGUILAR CARMONA
La presencia de las comunidades cristianas en la península ibérica se remonta al siglo i.

Sin embargo, no fue hasta el siglo iii cuando la Iglesia adquirió dignidad episcopal den-
tro de las diócesis del Imperio romano, hecho concretado en el sur de la península con el
Concilio de Elvira, celebrado en el año 300.
San Ciriaco y santa Paula, obra de Jerónimo Gómez
de Hermosilla (1796)
© Catedral de Málaga
LAUS DEO | 01 2022 65

Los primeros siglos de nuestra era se caracterizan Nuestra cultura es el resultado de un cúmulo de
por una época de transformación y vicisitudes tradiciones cristianas que forman parte de nues-
que propiciaron la persecución de los cristianos tra identidad colectiva, más si cabe cuando se
por la amenaza que suponían para el poder del trata de la devoción de los patronos, la cual ahon-
emperador por no acatar las divinidades paganas. da en más de mil setecientos años de tradición.
Esta persecución supuso la cimentación de la fe No existen pruebas irrefutables que demuestren
cristiana en la península; de echo, el papa Juan que san Ciriaco y santa Paula fuesen naturales de
Pablo II hizo referencia a los mártires y al origen Málaga, pero existen datos que avalan la cercanía
apostólico de la Bética con que tuvieron con la ciudad.
motivo de su homilía en la pri- Entre ellos destaca que, en el
mera visita que hizo a España Ciriaco y Paula fueron año 652, el obispo de Guadix
en 1982. dos jóvenes de Málaga incluyó en el ara la reliquia
de Paula. Por otra parte, en
La proclamación del edicto que confesaron su fe el Martirologio jerominiano del
de Nicodemo el 24 de febrero y fueron sometidos a siglo v los nombres Ciriaco y
del año 303 fue la resolución Paula aparecen unidos, y el
que adoptó Diocleciano para tormentos con el obje- códice de Cardeña del siglo x
el comienzo de la décima per- tivo de que apostata- afirma que eran malagueños,
secución contra los cristianos, como también el de Usuardo
que comenzó en Asia menor ran del cristianismo. del siglo ix, en el que aparece
por parte de Galerio; Cons- La entereza con la que el 18 de junio como la fecha del
tancio la replicó en las Galias, martirio.
pero adquirió una forma más soportaron el martirio
cruenta y luctuosa por Diocle- fue aliciente para que La presencia de las comunida-
ciano en el norte de África e des mozárabes en el contexto
Hispania. el magistrado dispu- del dominio musulmán perju-
siese la muerte por dicó el recuerdo de los márti-
Ciriaco y Paula fueron dos res Ciriaco y Paula; sin embar-
jóvenes de Málaga que, apre- apedreamiento go, la fina línea que discurre
sados por las tropas del juez entre el olvido y el recuerdo
Silvano, confesaron su fe al perduró hasta el siglo xv, con
magistrado y fueron sometidos a tormentos con la conquista definitiva de la ciudad por sus ma-
el objetivo de que apostataran del cristianismo. jestades los Reyes Católicos en 1487. La victoria
La entereza con la que soportaron el martirio político-militar y el breve apostólico de Inocencio
fue aliciente para que el magistrado dispusiese VIII fueron aliciente para el nombramiento de los
la muerte por apedreamiento junto al álveo del santos malagueños como patronos de la ciudad
Guadalmedina en el año 303. Sus testimonios se en 1490 y su posterior incorporación a su escudo
difundieron mediante las actas del martirio, a las de armas.
que los cristianos podían tener acceso previo pago
de un tributo, así como a través de la trasmisión Tras la consolidación de Málaga como localidad,
oral y popular. Según textos de los siglos iii y iv se construyó el templo dedicado a los patronos en
existían hasta cuatro formas de tortura para con- 1504 y la ciudad organizó las primeras fiestas en
seguir la retractación de los reos: la laceración de honor a Ciriaco y Paula, pues los primeros testi-
las carnes con garfios, la flagelación, el caballete y monios corresponden al año 1507, cuando los ca-
la aplicación de hierros candentes. bildos civil y eclesiástico acordaron llevar en pro-
Relieve de san Ciriaco y santa Paula en el coro de la tores en el escudo con el cariz de pertenencia que
catedrasl de Málaga ello conlleva, el Cabildo civil también promocionó
el altar de los santos patronos de la ciudad, que
cesión a los santos malagueños desde la catedral encargó al insigne escultor Jerónimo Gómez de
hasta la parroquia de los Mártires, erigida tras la Hermosilla, discípulo y colaborador del afamado
conquista. El presupuesto para los festejos corría escultor Pedro de Mena. Este altar incluyó, junto
a cargo de las rentas municipales y adquirió ma- a las imágenes de san Ciriaco y santa Paula, las de
yor prestigio e identidad en el siglo xviii. Hay que san Luis de Tolosa y san Sebastián.
destacar cómo la devoción popular por los márti-
res de la iglesia fue motivo para que, en 1630, Cris- La sociedad del barroco en España se caracteriza
tóbal Remón erigiese la primitiva ermita de Mar- por ser una sociedad desestructurada que adopta
tiricos en la huerta conocida como Perdida. el sistema estamental de la Edad Media de privi-
legiados y no privilegiados. El clima configurado
El cabildo civil es una entidad laica, pero ello no tras la reforma católica (1545-1563), así como la
condicionó la promoción de obras artísticas reli- sucesión de guerras y epidemias, desembocaron
giosas. Esto queda patente en la responsabilidad en una aguda crisis que impregnó a la sociedad de
de estas instituciones al custodiar el culto a los un profundo existencialismo. La religión se mos-
santos protectores; de hecho, la ciudad de Nápo- tró como aglutinante de una sociedad que desea-
les llegó a contar con más de una cincuentena de ba alcanzar el cielo; por tanto, el arte se evidenció
patronos protectores, debido a que el patronazgo como herramienta para la experiencia mística y
de la ciudad era resultado de un proceso admi- adquirió un componente instrumental. Este afán
nistrativo que difería de la Iglesia. En el caso de piadoso y de fe llegó a impregnar las actas oficia-
Málaga, además de la incorporación de los protec- les de los cabildos civiles.
LAUS DEO | 01 2022 67

La extensa producción artística relacionada con pues, los santos adquieren el componente ideali-
san Ciriaco y santa Paula contrasta con la ambi- zado y atlético de la Antigüedad, pero en perfecto
güedad de los escasos documentos disponibles sincretismo con el concepto de decoro moral pro-
sobre sus vidas. mulgado por Trento. Esto conduce a la visión del
santo como héroe.
La devoción a los santos conlleva un peso de arrai-
go local y de tradición popular. Las primeras re- La fisionomía del santo se construye en base a
presentaciones cristianas surgieron como pintu- cuatro actitudes: la idealizada, la verosímil, la
ras parietales en las catacumbas. Sin embargo, realista y la naturalista. La idealizada cuando la
no experimentó una mayor proliferación con el ausencia de documentos y fuentes precisa la crea-
gótico en el siglo xiii, coincidiendo con las obrasción idealizada de la persona; la verosímil cuando
literarias de carácter religioso sobre las vidas dela imagen se construye a partir de datos objetivos,
los santos como La leyenda dorada de Jacobo de Vo- como fuentes literarias o iconográficas; la realis-
rágine. ta es aquella que se basa en la realidad, pudiendo
utilizarse recursos como las mascarillas mortuo-
En la construcción visual de la santidad durante rias; y la naturalista se corresponde con la recons-
el barroco se asignan a los santos unos códigos de trucción en base a los restos óseos.
interpretación como atributos, a los que se aña-
den componentes propios del panteón latino; así En cuanto a los atributos, destacan los genéricos,
así como los específicos. Entre los genéricos se si-
Retablo de Santa Bárbara, catedral de Málaga túan el nimbo, la túnica y el manto para los após-
toles, vestimentas litúrgicas para los religiosos,
clámide para los soldados, cabezas descubiertas
para las vírgenes, entre otros rasgos como la hoja
de palma en alusión al salmo. Entre los rasgos es-
La primera represen-
tación que se conoce
de los patronos es la
relacionada con el
retablo de Santa Bár-
bara, cuyas pinturas,
fechadas en 1524, per-
tenecen a Nicolás Ti-
ller. Allí aparece Ciria-
co atado a un árbol y
Paula leyendo un libro
pecíficos para la identificación
encontramos los instrumentos
del martirio.
En el caso de los mártires de Má-

laga, la parquedad de los datos y
fuentes de información requirió
que sus fisionomías se formasen
por la idealización de los rostros,
de tal forma que suelen repre-
sentarse en su juventud, como
también la tradición popular
atestigua.
La primera representación que

se conoce de los patronos es la
relacionada con el retablo de
Santa Bárbara, cuyas pinturas,
fechadas en 1524, pertenecen a
Nicolás Tiller. Allí aparece Ci-
riaco atado a un árbol y Paula
leyendo un libro y con la cabeza
cubierta; quizás aún no se ha-
bían definido las pautas de iden-
tificación de los santos.
De manera genérica, Ciriaco vis-

te la túnica manicata, que le re-
cubre junto a un manto, y cubre
sus pies con las denominadas
caligae, que solía usar el ejército
para las marchas. Paula suele «SAN CIRIACO Y SANTA PAULA», Pedro López
portar túnica larga que acompaña con manto. Hay Calderón (1716)
que destacar que su cabello aparece descubierto,
pues la tradición afirma que entregó su vida sien- intercedían ante Dios atendiendo las súplicas de
do virgen. Ambos suelen aparecer de pie y atados los malagueños, que imploraban el fin de las ca-
sobre dos árboles. Sin embargo, otras variantes lamidades.
los sitúan de rodillas, con vestuario anacrónico
según las modas imperantes y entre los verdugos, Málaga es un pueblo de frágil memoria. La fiesta
que les arrojan piedras. de la ciudad vivió épocas de altibajos que en cierto
modo alternaron las épocas de depresión econó-
Con todo esto, observamos cómo la devoción po- mica con las de prosperidad. Es en la actualidad
pular a los santos malagueños se acrecentó tras cuando los esfuerzos de los devotos que mantie-
el letargo, y adquirió su mayor apogeo durante la nen el resquicio de la tradición popular claman
época del Barroco, en la que los santos protectores por la reconquista de Málaga y su historia.
LAUS DEO | 01 2022 69

«SAN BENITO DESTRUYENDO LOS ÍDOLOS»,
Fray Juan Andrés Rizi (ca. 1662)
LA IGLESIA MEDIEVAL
HOMBRES
DE DIOS
el origen del monacato cristiano
JAVIER MARTÍNEZ-PINNA
La caída del Imperio romano occidental trajo consigo el inicio de un periodo carac-
terizado por la dispersión de fuerzas políticas y culturales. Pero, en medio de este
proceso, y obligada a superar enormes dificultades, la Iglesia consiguió erigirse como
la fuerza unitaria y cohesionadora de los nuevos reinos surgidos por la unión de ele-
mentos romanos y germanos. En la implantación del cristianismo tiene una especial
relevancia el mundo monacal.
LAUS DEO | 01 2022 71

Después de la muerte de los apóstoles y los que culos neoplatónicos o pitagóricos). En esta zona,
habían convivido con el Mesías durante su predi- desde el siglo iii empezaron a aparecer los dos
cación pública, el fervor de los creyentes empezó tipos principales de monjes: los que aspiraban al
a declinar, especialmente cuando el cristianismo aislamiento total de la persona, como eremitas o
se abrió a pueblos extranjeros con arraigadas cos- anacoretas, y los que propugnaban la vida en co-
tumbres paganas. La austeridad de la Iglesia se mún. En Oriente destacó la figura arquetípica de
fue relajando y, por eso, muchos creyentes que san Antonio Abad (260-356) —quien se retiró a la
aún vivían el fervor apostólico abandonaron las Tebaida para adoptar una forma de vida que se
ciudades y se establecieron en lugares apartados convertiría en modelo de la literatura hagiográfi-
para practicar las reglas que ellos consideraban ca medieval— y san Pacomio (286-346) —que de-
propias de los apóstoles. Estos nuevos monjes fiendía la práctica de la castidad, la obediencia y la
no solo buscaban a Dios a partir de la oración y la pobreza—, mientras que san Basilio, ya en el siglo
soledad, también eran hombres que anhelaban la iv, es el padre de los monasterios orientales por
paz y la tranquilidad en un mundo cada vez más su intento de recuperar la vida apostólica en las
hostil, anárquico y fragmentado. comunidades religiosas. A diferencia de la zona
oriental, en el occidente europeo no existía una
Oriente fue el pionero del monacato cristiano al fuerte base monástica. Aquí asistimos a la con-
encontrar modelos tanto en el medio judío (caso solidación como consecuencia de la dispersión
de los esenios) como en el helenístico (conventí- de núcleos monásticos a partir de focos concretos
que abogaban por un sistema de vida en común.
«SAN ANTONIO ABAD», Luis Tristán (siglo XVII)
Entre todas las corrientes monásticas dos termi-
naron imponiéndose: la céltica y la benedictina.
Irlanda nunca fue ocupada por los romanos, por

lo que su evangelización, relacionada con el bre-
tón Patricio en el siglo v, fue tardía y se llevó a
cabo a través de los grandes centros monásticos
surgidos en el seno de grupos familiares extensos.
Estos primeros monasterios estaban formados
por un conjunto desordenado de pequeñas caba-
ñas, donde la vida de los monjes estaba marcada
por el ascetismo y el trabajo manual. Tras su con-
solidación en el medio insular, el monacato irlan-
dés llevó a cabo una intensa labor evangelizadora
tanto en las islas británicas como en el continen-
te, destacando el trabajo de san Columbano, con
quien se produjo una progresiva celtización de la
Iglesia, que trató de ser contrarrestada por Roma
con los monjes benedictinos. La actividad misio-
nera de Columbano se traduce en la fundación de
numerosos monasterios en Francia, Suiza e Italia

(Bobbio en 590), desde donde se difunde la regla
céltica, en la que se enfatiza la importancia de la
confesión privada y confidencial seguida por la
penitencia para los arrepentidos por sus pecados.
Detrás de la orden benedictina tenemos a san Be- La vida de los monjes se centraba en la observan-
nito de Nursia (480-549), del que no conocemos cia religiosa, al estar sometidos a un riguroso ho-
prácticamente nada, tan solo las noticias recogi- rario y a una estricta rutina que comenzaba antes
das por Gregorio Magno en sus Diálogos. Con su del amanecer, con los maitines, cuando los monjes
Regula monacharum pretendió establecer una se- abandonaban su dormitorio y, alumbrados con la
rie de monasterios autosuficientes, en los que el tenue luz de una vela, se dirigían a la iglesia para
monje, sometido a la autoridad del abad, experi- celebrar el primer oficio de la jornada, envueltos
mentaría las ventajas de una vida en común. Los en el silencio más absoluto y en una oscuridad tal
monasterios se organizaban en torno a una iglesia que favorecía la vivencia de experiencias místicas.
de planta basilical y un claustro, siendo este uno Después, los monjes podían volver a sus camas
de los elementos comunes que unen a los monas- para descansar unas horas hasta la celebración del
terios occidentales desde este lejano siglo vi. En nuevo oficio, justo al alba, tras lo cual disfrutaban
su Regula, san Benito se sitúa lejos del rigorismo de un desayuno frugal y se disponían a cumplir
de los centros monacales celtas y orientales, ya con sus obligaciones. Era bastante frecuente la
que él abogaba por la sobriedad y la discreción. La reunión diaria de los hermanos en la sala capitu-
jornada del monje estaba estructurada y dividida lar del monasterio, situada en uno de los lados del
en diversas ocupaciones: el oficio divino, la medi- claustro, donde debatían sobre los asuntos inter-
tación, la lectura y el trabajo manual e intelectual, nos de la congregación y las noticias de su entorno
siempre teniendo en cuenta una de las máximas que podían afectar a la vida y a la disciplina del
de la regla benedictina: la ociosidad es enemiga
«SAN BENITO», Luis Tristán (siglo XVII)
del alma. En estos monasterios, concebidos como
«ciudades de Dios», los monjes se entregaban al
trabajo y a la oración, alejados de un mundo que
consideraban oscuro y bárbaro, y de las «ciudades
de los hombres» (villas, pueblos y aldeas) en las
que proliferaba el pecado y la vanidad.
Detrás de la orden
benedictina tenemos
a san Benito de Nursia
(480-549), del que no
conocemos práctica-
mente nada. Con su
Regula monacharum
pretendió establecer
© Museo de Zaragoza
una serie de monaste-

rios autosuficientes
LAUS DEO | 01 2022 73

«SAN BENITO DANDO LA REGLA A SUS

MONJES», Mariano Salvador Maella (siglo
XVIII)
monasterio. La mayor parte del día la dedicaban que evocaba al Paraíso, y a su alrededor una gale-
a la meditación y a la oración, incluso durante el ría cubierta desde la que se accedía a las estancias
tiempo de la comida, cuando uno de los monjes más importantes del monasterio, como la sala
relataba algún pasaje de la Biblia, mientras el res- capitular, el refectorio y, por supuesto, la iglesia.
to de sus hermanos comían en riguroso silencio. En el segundo piso estaban los dormitorios de los
Pero el monje medieval no solo oraba, también monjes, unas pequeñas y austeras habitaciones
trabajaba, de forma manual o intelectual, por lo desprovistas de cualquier elemento ornamental
que el resto del día se dedicaba a trabajar la tierra, considerado ostentoso. El claustro era también un
a actividades básicas para el funcionamiento del espacio para la otra vida, ya que en muchas oca-
monasterio y, muy frecuentemente, a la copia de siones sirvió como lugar de inhumación.
manuscritos en el scriptorium.
En el complejo monacal había otras estancias de-
Después de la elaboración de la regla benedictina, dicadas a la actividad económica, cuyas caracte-
Carlomagno ordenó su cumplimiento en todos rísticas dependían de la importancia y riqueza del
los monasterios del imperio, centro. Algunos monasterios
contribuyendo de forma deci- acogían a un gran número de
siva a su extensión. Durante la Después de la elabora- monjes y disponían de exten-
época carolingia se consolidó,
ción de la regla bene- sos latifundios trabajados por
por otra parte, la estructura pequeños campesinos, lo que
del recinto siguiendo un es- dictina, Carlomagno hizo necesaria la presencia de
quema que podemos identifi- almacenes, bodegas, establos,
ordenó su cumpli-
car en el plano del monasterio despensas e, incluso, estan-
suizo de Saint Gallen, con- miento en todos los cias para los trabajos admi-
servado en la biografía de san nistrativos. También destaca-
monasterios del im-
Martín, y que más tarde sería ba el conjunto arquitectónico
adoptado por los monasterios perio, contribuyendo dedicado a la vida cultural,
cluniacenses. En el 910, Gui-
de forma decisiva a su especialmente la biblioteca,
llermo, duque de Aquitania, en cuyo seno se cobijaba el sa-
fundó el monasterio de Cluny extensión ber de la época, al igual que el
en Borgoña, cedido a los be- scriptorium y la escuela de los
nedictinos no sin antes otor- novicios. El scriptorium era el
garles extensos privilegios. Al ser conscientes de lugar donde se escribían libros, se copiaban ma-
la forma en que la regla se había ido erosionando nuscritos o se hacían traducciones. Era, por lo
con el paso del tiempo, los monjes decidieron re- tanto, un espacio en el que los monjes pasaban
formarla y otorgar más importancia al oficio divi- una buena parte de su tiempo, dedicados al traba-
no. Este régimen de vida condujo a la creación de jo intelectual, y por eso se ubicaba en una zona re-
un nuevo espacio arquitectónico y a la aplicación cogida y bien ambientada. Los scriptoria contaban
de un estilo que se amoldaba perfectamente a sus con todo tipo de pupitres, atriles y estanterías,
necesidades: el románico. dotados de cálamos, tintas, pergaminos y cual-
quier tipo de utensilio necesario para la escritura
Como dijimos, el conjunto arquitectónico estaba y la pintura de las miniaturas.
articulado en torno al claustro, un espacio carga-
do de simbolismo y utilizado por los monjes para Otra de las partes importantes del monasterio era
relajarse, meditar y realizar sus plegarias. En el la huerta, utilizada y tratada con sumo cuidado
centro del claustro había un jardín con una fuente porque de ella sacaban los productos necesarios
LAUS DEO | 01 2022 75

para garantizar una dieta equilibrada. Algunas tipo de plantas aromáticas y medicinales. Aunque
huertas eran sumamente pequeñas, pero las de más tardía, podemos destacar una prestigiosa bo-
los grandes centros solían contar con todo tipo tica fundada en el monasterio de Santo Domingo
de instalaciones como norias, fuentes y canales, de Silos en el año 1705, cuya fama fue reconocida
e incluso pequeñas ermitas que servían de retiro en toda la región de Burgos, conservándose en la
espiritual para los monjes. actualidad como museo.
Por último, aunque el monasterio se solía ubicar Los monasterios cluniacenses se fueron progresi-
en lugares apartados e incluso inhóspitos, el con- vamente alejando de las formas ascéticas propias
tacto con el mundo exterior llevó a la construcción de los primeros momentos, hasta el punto de que
de nuevas dependencias, como la hospedería, sus abades aspiraron a lo bello, al esplendor y a la
para dar cobijo a los peregrinos, y los hospitales pureza de las formas externas para exaltar la rele-
o lazaretos, donde se cuidaba a los pobres, enfer- vancia de la liturgia y adorar a Dios. Este poder y
mos y desheredados. Entre las ordenanzas de san la opulencia de los monjes de Cluny ponía en se-
Benito, las más insistentes eran las que apremia- rio peligro la máxima benedictina de ora et labora
ban al monje a ejercer la caridad con sus semejan- y, así, durante el siglo xi se produjeron algunos
tes. Como complemento a los hospitales y enfer- intentos de restaurar los principios propuestos
merías se crearon boticas y, para suministrarles por san Benito. En 1098 el monje Roberto de Mo-
los productos necesarios para la elaboración de lesmes se estableció en un monasterio situado
sus remedios, jardines donde se plantaban todo en el bosque de Citeaux. Allí, el fundador y sus
«TENTACIÓN DE SANTO TOMÁS», Diego

Velázquez (1632)
«LA CENA DE SAN BENITO», Fray Juan Andrés

Rizi (siglo XVII)
«SAN BERNARDO DE CLARAVAL VISITA A GUIDO I
EN LA CARTUJA», Vicente Carducho (1632)
fervorosos acompañantes vivieron en pequeños cienses dieron al trabajo manual una gran impor-
edificios de madera, rodeados de una naturaleza tancia. Frente al centralismo de Cluny, el Císter
hostil; pero la generosidad de Eudes I de Borgoña abogaba por ofrecer una mayor autonomía a los
y sus primos, los vizcondes de Beaune, que cedie- centros monásticos, aunque en dependencia de la
ron a la comunidad las tierras abadía madre, mientras que,
aledañas al monasterio, per- al mismo tiempo, se fomenta-
mitió la construcción de una No podemos terminar ba un espíritu de caridad mu-
humilde iglesia. Uno de los tua común a todas las abadías.
sin hacer referencia
acompañantes de Roberto de
Molesmes, Esteban Harding, al gran impulsor de la No podemos terminar este
se convirtió en el redactor de artículo sin hacer referencia
orden: san Bernardo
su estatuto, la Charta caritatis, al gran impulsor de la orden:
en la que se establecía la igual- de Claraval, el gran san Bernardo de Claraval, el
dad entre los monasterios que
mentor de la cristian- gran mentor de la cristiandad
conformaban la orden y la es- europea durante el siglo xii.
tricta observancia de la regla dad europea durante Su trabajo al frente de esta co-
de san Benito. En la orden se munidad, cuyo porvenir era
el siglo xii
prohibió todo tipo de lujo, por sombrío cuando llegó en 1112,
lo que las nuevas abadías se permitió que, a su muerte, en
construyeron con líneas muy austeras y siguiendo 1154, la orden contase con trescientas cincuen-
las pautas que imponía el gótico en Francia y, pos- ta casas repartidas por todo el continente. Uno
teriormente, en buena parte de la cristiandad. La de los lugares donde el Císter dejó una impronta
austeridad se reflejaba, como no podía ser de otro imborrable fue España, con un gran número de
modo, en la vida del monje: en su forma de vestir, monasterios cistercienses que, en algunos casos,
de alimentarse y de comportarse y, por eso, frente han logrado sobrevivir hasta nuestros días y cuya
a la magnificencia que alcanzó Cluny, los cister- visita es más que recomendable.
LAUS DEO | 01 2022 77

LD 01

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

LD 01

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

LD 01

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

LAUS DEO

SANTA TERESA DE JESÚS

LOS MÁRTIRES SAN CIRIACO Y

VIDA DE CRISTO SEGÚN

JUAN PABLO PERABÁ & JAVIER

LAUS HISPANIAE | 08 2022 3

06 ENTREVISTA A SANTIAGO CANTERA

52 ARTE Y RELIGIÓN | LA PIEDAD

LAUS DEO | 01 2022 5

El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote

LAUS DEO | 01 2022 9

No obstante, también podemos

LAUS DEO | 01 2022 11

Podemos distinguir tres o cuatro

LAUS DEO | 01 2022 13

© Museo del Prado, Madrid

LAUS DEO | 01 2022 17

En la pintura Crucifixión de Cristo con dolientes, con

Se puede interpretar esta actitud, que se muestra

su manuscrito, escrito con la rapidez del pensa-

LAUS DEO | 01 2022 19

«EL APOTEOSIS DE SANTO TOMÁS DE

la Exposición del Evangelio de san Juan, que Cris-

LAUS DEO | 01 2022 21

cribía el tomista Torras y Bages: «La substancia

Advierte el obispo de Vic que «Jesús vino no solo a

sús, a partir de la anunciación hasta su ascensión

Sin embargo, al igual que la primera, precisa

LAUS DEO | 01 2022 23

ELVIRA GÓMEZ BUENO

El 27 de septiembre de 1970, el papa Pablo VI reconocía el título de doctora de la Iglesia

© Museo de Bellas Artes, Valencia

LAUS DEO | 01 2022 25

«EDUCACIÓN DE SANTA TERESA», Juan

«MARTÍN LUTERO», Lucas Cranach el Viejo (1529)

LAUS DEO | 01 2022 27

Se reformaron las órdenes religiosas y se trató de

y apenas conocían algo de latín. Sus predicaciones

que, tras leer las Confesiones de san Agustín, tuvo

LAUS DEO | 01 2022 29

trabajo incansable, los desplazamientos por esos

Apenas un año después de la fundación de San

LAUS DEO | 01 2022 31

«SANTA TERESA DE JESÚS», Benito

© Museo del Prado, Madrid

LAUS DEO | 01 2022 35

Comienza entonces la aventura más grande del

© Museo de Arte de Toledo, Ohio

«ADORACIÓN DE LOS MAGOS», Bartolomé

LAUS DEO | 01 2022 37

«LA CAÍDA Y EXPULSIÓN DEL PARAÍSO»,

LAUS DEO | 01 2022 39

«—¿Ves esta linterna? —gritó Syme con

Para conservar ardiendo en el cora-

«ARCÁNGEL SAN MIGUEL DERROTANDO A

LAUS DEO | 01 2022 41

© Museo del Prado, Madrid

GABRIEL CALVO ZARRAUTE

Una cuestión trascendental que la actual sociedad descreída se empeña en