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Inventario Ambiental Eeia

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INVENTARIO AMBIENTAL-LINEA BASE AMBIENTAL

1. AMBITO DE ESTUDIO

La Unidad de Conservación y Patrimonio Natural (UCPN) Refugio de Vida Silvestre


Departamental (RVSD) Serranía Sararenda, pertenece al sistema orográfico del Subandino Sur
de Bolivia que se extiende entre la Cordillera Oriental de los Andes y la Llanura Chaco Beniana.
Las sierras subandinas forman cordones largos y estrechos con orientación norte – sur, de los
cuales el de Sararenda se extiende por unos 120 km desde el río Parapetí hasta el río Grande y
marca el límite entre los departamentos de Santa Cruz y Chuquisaca; teniendo como
poblaciones importantes cercanas: Camiri, Cuevo, Lagunillas (en el lado de Santa Cruz) y
Muyupampa (en el lado de Chuquisaca). Alcanza alturas máximas de casi 2.000 m en la divisoria
de aguas; da origen a varios arroyos y ríos importante que son de vital importancia para la zona
por ser los principales provisores de agua.

2. EL CLIMA

El clima de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda esta caracterizado por una alta estacionalidad con
una época húmeda en los meses de diciembre hasta marzo y una época seca muy marcada en
los meses de mayo hasta octubre.

Las tendencias climáticas están evidentes al nivel mensual, mostrando los cambios de los valores
mensuales de la precipitación y de la temperatura. Mientras se observa una disminución de la
precipitación en todos los meses, es especialmente el mes de agosto donde se ha medido un
decremento de más de -61% de la precipitación en los últimos 20 años en comparación con
datos de años anteriores. Es alarmante que la temperatura muestra el mayor incremento de
más de 0,7 ºC en el mes octubre al final de le época seca, causando en conjunto con el
decremento de la precipitación una intensificación y prolongación significativa de la época seca.
Esa tendencia no solo está evidente en la zona de Camiri, sino en prácticamente en toda el área
nacional de Bolivia.
2.1.1. METEOROLOGIA
2.2. CALIDAD DEL AIRE

Las serranías de Sararenda e Incahuasi, al localizare en las primeras estribaciones andinas


presenta una variedad de climas entre xérico y subhúmedo pluviestacional, que determinan
cambios abruptos en la vegetación. La vegetación corresponde principalmente a la formación
de bosque semihúmedo montano (Boliviano-Tucumano), aunque también es muy común la
formación de bosque seco de pie de monte y de valles (Chaco Serrano). Este bosque
semihúmedo crece sobre una secuencia de serranías que en general tienen una orientación
norte-sur, y que, además presentan valles profundos con suelos fertilizados por los procesos
naturales de erosión e inundaciones leves.

3. LA GEOMORFOLOGÍA

La geomorfología de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda está caracterizada por la serranía


Incahuasi al lado oeste y la serranía de Sararenda al lado este. Ambas tienen una orientación de
norte al sur, dando como un marco al valle central, que está cruzado de oeste a este por el Río
Parapetí, siendo el río principal de la UCPN. El relieve esta mayormente ondulado hasta muy
escarpado en las zonas de las serranías, dejando zonas planas solo en la cercanía del río Parapetí
en el valle central. El rango altitudinal marca el nivel más bajo del UCPN con 710 metros en el
punto de salida del Río Parepetí cerca de Camiri, mientras el punto más alto está ubicado en la
zona noroeste del área en la serranía de Incahuasi con una altura de 1.936 metros.

La geomorfología genera una red hidrográfica que tiene su drenaje principal en el río Parepetí,
marcando al mismo momento el valle central de la UCPN. Existe una zona importante de la
Serranía Sararenda en el rincón este de la UCPN, que drena hacia al lado este, formando la zona
de principal importancia para el abastecimiento de agua para las ciudades de Camiri y Cuevo
incluyendo todo el sector agropecuario de aquellas zonas. Una pequeña parte de la UCPN en el
norte tiene la salida de agua desde Caraparicito hacia el norte a la cuenca de los afluentes del
Río Grande.

4. LA GEOLOGÍA

La Unidad de Conservación y Patrimonio Natural (UCPN) Refugio de Vida Silvestre


Departamental (RVSD) Serranía Sararenda, pertenece al sistema orográfico del Subandino Sur
de Bolivia que se extiende entre la Cordillera Oriental de los Andes y la Llanura Chaco Beniana.
Las sierras subandinas forman cordones largos y estrechos con orientación norte – sur, de los
cuales el de Sararenda se extiende por unos 120 km desde el río Parapetí hasta el río Grande y
marca el límite entre los departamentos de Santa Cruz y Chuquisaca; teniendo como
poblaciones importantes cercanas: Camiri, Cuevo, Lagunillas (en el lado de Santa Cruz) y
Muyupampa (en el lado de Chuquisaca). Alcanza alturas máximas de casi 2.000 m en la divisoria
de aguas; da origen a varios arroyos y ríos importantes que son de vital importancia para la zona
por ser los principales proveedores de agua.
5. EL AGUA

Las tendencias climáticas están evidentes al nivel mensual, mostrando los cambios de los valores
mensuales de la precipitación y de la temperatura. Mientras se observa una disminución de la
precipitación en todos los meses, es especialmente el mes de agosto donde se ha medido un
decremento de más de -61% de la precipitación en los últimos 20 años en comparación con
datos de años anteriores. Es alarmante que la temperatura muestra el mayor incremento de
más de 0,7 ºC en el mes octubre al final de le época seca, causando en conjunto con el
decremento de la precipitación una intensificación y prolongación significativa de la época seca
. Esa tendencia no solo está evidente en la zona de Camiri, sino en prácticamente en toda el área
nacional de Bolivia. En el caso de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda se muestra la importancia
de la conservación de las áreas de producción hídrica para amortiguar los impactos del cambio
climático; ahora y en el futuro, porque bajo estas tendencias climáticas actuales la disponibilidad
de agua seguirá disminuyendo de forma agravada

La distribución de la producción de agua anual según el balance hídrico determinado al nivel de


microcuencas define un patrón clave, existe mayor aporte hídrico en las zonas altas y boscosas.
Existen algunas microcuencas en las serranías de Sararenda e Incahuasi (de este a oeste) con
muy alta importancia para la generación agua tanto en la época húmeda como seca, denotando
su relevancia fundamental en el tiempo de estiaje (sequía). Por otro lado, las microcuencas más
bajas muestran su aporte en la regulación de caudales, y donde los procesos de
evapotranspiración generan humedad en las masas de aire que por convexión con las serranías
aportan al ciclo del agua de la región

5.1. HIDROGEOLOGIA

Las zonas con mayor valor del balance hídrico están consideradas áreas con mayor producción
de agua (mapa 7) mientras valores más bajos del balance hídrico indican zonas con menor
producción de agua. El mapa del balance hídrico anual determinado para la UCPN-RVSD Serranía
Sararenda representa y sigue el rango altitudinal, por lo que la forma del relieve, el tipo del uso
de suelo y el patrón espacial de la precipitación determinan la distribución de las zonas de
producción de agua (mapa 7). Se observa que zonas boscosas de la altura son las áreas de mayor
producción de agua, mientras las zonas con superficies intervenidas por actividades
agropecuarios o aun industriales no aportan a la producción de agua por su alto grado de
compactación de los suelos y baja intercepción de la vegetación. Para la gestión territorial de la
UCPN-RVSD Serranía Sararenda es de alta importancia reconocer en todo detalle las
características de las zonas productoras de agua para fomentar y garantizar la seguridad hídrica
de la región (mapa 7, zonas de color azul), especialmente en un contexto actual donde el cambio
climático es una realidad inexorable.
6. LA FAUNA

6.1. MAMIFEROS

Los mamíferos que habitan en la UCPN-RVSD Serranía Sararenda y alrededores, están agrupados
en 12 gremios tróficos; donde el gremio que conglomera la mayor cantidad de especies es la
frugívora con 24 especies que corresponden al 26% de las especies reportadas en este
documento. Este grupo está compuesto principalmente por mamíferos de porte pequeño como
los murciélagos de los géneros Artibeus, Carollia, Sturnira, Pygoderma, entre otros y roedores
(Oligoryzomys, Rhipidomys, Hylaeamys, entre otros), aunque también existen mamíferos de
porte mediano a grande, como la corzuela (Mazama gouazoubira), anta (Tapirus terrestris) entre
otros. EL segundo gremio mejor representado es el Omnívoro compuesto por 21 especies (22%),
seguido por los Insectívoros con 20 especies (21%). Mientras que los gremios menos
representativos son: los especialistas en nueces, Hematófago y Rizófago, todos ellos conforman
el 3% de la mastofauna local. La UCPN-RVSD
6.2. AVES

El conocimiento de la diversidad de aves de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda, en gran parte se


basa en estudios de evaluaciones rápidas. Si bien aún quedan vacíos de información, las
evaluaciones rápidas realizadas en distintas localidades abarcan las principales unidades de
vegetación como: bosque chaqueño serrano y el bosque Boliviano-Tucumano. Entre los estudios
principales podemos mencionar a los realizados por el Museo Noel Kempff Mercado (2000,
2007, 2008, 2012), Herzog (2005), Maccormick & Soliz (2005), Miserendino (2015) y Aponte
(2018). En base a esta información se registran un total de 261 especies de aves para la UCPN-
RVSD Serranía Sararenda (tabla 5); las cuales pertenecen a 23 órdenes y 53 familias
respectivamente, donde la familia más diversa es Tyrannidae con 44 especies, seguidas por las
familias Thraupidae (sayubuces y tangaras) con 26 especies, Furnariidae (tiluchis y trepapalos)
17 especies, Trochilidae (picaflores) y Thamnophilidae (hormigueros) con 11 especies,
Psittacidae (parabas y loros) 10 especies, Anatidae (patos) y Accipitridae (águilas y chubis) 9
especies, Columbidae (palomas), Picidae (carpinteros) y Falconidae (halcolnes) con 8 especies
(figura 31) y otras familias con menor número pero no menos importante.
6.3. Anfibios y reptiles

Pocos estudios de anfibios y reptiles se han realizado en la UCPN-RVSD Serranía


Sararenda o en sus alrededores, entre los principales se puede mencionar los realizados
en 2007, 2008, 2010 por el Museo Noel Kempff Mercado en la zona norte, en
Caraparicito y alrededores (registros disponibles en el Centro Geoespacial para la
Biodiversidad de Bolivia-CGB) y las evaluaciones rápidas en la Estancia Yatigüigua
(Muñoz A. 2003; Serrano y Apaza, 2005) entre otros pocos. Basados en estos estudios,
la riqueza de especies hasta ahora conocida para la UCPN-RVSD Serranía Sararenda es
de 24 especies de anfibios (ranas y sapos) y 42 de reptiles (lagartijas y víboras), siendo
siendo las ranas de la familia Hylidae las más diversas con 7 especies, seguida de
Leptodactylidae con 6 especies y las serpientes de la familia Colubridae, con 15 especies.
Estos anfibios y reptiles representan un poco más del 10 % de las especies conocidas
para el país; sin embargo, este número puede cambiar significativamente cuando se
realicen más estudios en especial en la zona centro-sur de la UCPN-RVSD Serranía
Sararenda.
6.4. ECOSISTEMA MARINO

Los recursos acuáticos de la Unidad de Conservación del Patrimonio Natural Serranía Sararenda
pertenecen a la cuenca amazónica, subcuenca del río Madera. El principal río de la zona es el río
Parapetí, al cual descargan sus aguas los diferentes ríos y quebradas estacionales y
permanentes. En la zona norte de la UCPN-RVSD Serranía Saraenda algunas quebradas tienen
drenaje hacia la cuenca del río Ñancahusu. afluente del río Grande.
7. VEGETACIÓN Y FLORA

La Serranía Sararenda es una cadena montañosa del sistema subandino que alcanza una
elevación de 1900 m y en sus distintos niveles altitudinales alberga una alta variedad de bosques.
La vegetación de toda esta zona antiguamente se denominaba Bosque Tucumano-boliviano,
porque se pensaba que tenían su origen en el norte de Argentina; sin embargo, estudios
recientes demostraron que estos bosques tienen su centro de origen y distribución en Bolivia,
en una zona entre Chuquisaca y Tarija, por lo cual, Navarro en el año 2002 propone que todos
estos bosques sean llamados Bosque Boliviano-Tucumano. Es de ahí que reside la importancia
de su conservación y priorización en las estrategias de conservación de la UCPN-RVS Serranía
Sararenda.

Se encuentra en menor proporción que el subhúmedo, es un tipo de bosques de notable


diversidad florística y estructuralmente complejos (selvas), generalmente dominados por
lauráceas, mirtáceas y nogales, que representan la vegetación potencial climatófila (zonal) en
los pisos ecológicos montano inferior y basimontano, con bioclima pluviestacional húmedo. Su
distribución en la UCPN es restringida, abarca aproximadamente un 3% de territorio (4.913,71
ha). Se distribuye entre 800 – 900 m y 1900 m de altitud. Muy amenazados en general, por
extracción de madera y avance de la frontera agrícola. Dentro de ella se encuentra la serie de
vegetación Bosque Boliviano-tucumano de Laurel y Nogal del piso montano inferior
(CES409.201) la cual florísticamente se caracteriza por la presencia abundante del nogal (Juglans
australis) y el laurel (Nectandra angusta), conjuntamente con especies como el ajo-ajo (Gallesia
integrifolia), aguai (Chrysophyllum gonocarpum), lapacho (Handroanthus lapacho), mora
(Chlorophora tinctoria), quina (Myroxylon peruiferum), sahuinto (Myrcianthes sp.). La Ecología
y estado de conservación; esta unidad de vegetación se desarrolla sobre quebradas, laderas y
fondos de valle de la serranía a una altitud de 1200 a 1900 msnm, es una formación vegetal
siempre verde, con dosel arbóreo de entre 20-25 m y de 15 m de altura en otras zonas, presenta
varios estratos vegetales y sotobosque denso a ralo de diferentes niveles. Estos bosques han
sido afectados por la extracción de árboles maderables como el cedro, nogal, quina, tajibos
entre otros; de igual manera el área es sometida al pastoreo por ganado vacuno y caprino, como
consecuencia de estas actividades el bosque puede perder parte de su estructura original. Las
áreas que presentan un estado de conservación de regular a bueno son aquellas de difícil
accesibilidad, esto principalmente debido a factores topográficos como las laderas con bastante
pendientes.

El Bosque húmedo subandino Boliviano-Tucumano; se encuentra en menor proporción que el


subhúmedo, es un tipo de bosques de notable diversidad florística y estructuralmente complejos
(selvas), generalmente dominados por lauráceas, mirtáceas y nogales, que representan la
vegetación potencial climatófila (zonal) en los pisos ecológicos montano inferior y basimontano,
con bioclima pluviestacional húmedo. Su distribución en la UCPN es restringida, abarca
aproximadamente un 3% de territorio (4.913,71 ha). Se distribuye entre 800 – 900 m y 1900 m
de altitud. Muy amenazados en general, por extracción de madera y avance de la frontera
agrícola. Dentro de ella se encuentra la serie de vegetación Bosque Boliviano-tucumano de
Laurel y Nogal del piso montano inferior (CES409.201) la cual florísticamente se caracteriza por
la presencia abundante del nogal (Juglans australis) y el laurel (Nectandra angusta),
conjuntamente con especies como el ajo-ajo (Gallesia integrifolia), aguai (Chrysophyllum
gonocarpum), lapacho (Handroanthus lapacho), mora (Chlorophora tinctoria), quina (Myroxylon
peruiferum), sahuinto (Myrcianthes sp.). La Ecología y estado de conservación; esta unidad de
vegetación se desarrolla sobre quebradas, laderas y fondos de valle de la serranía a una altitud
de 1200 a 1900 msnm, es una formación vegetal siempre verde, con dosel arbóreo de entre 20-
25 m y de 15 m de altura en otras zonas, presenta varios estratos vegetales y sotobosque denso
a ralo de diferentes niveles. Estos bosques han sido afectados por la extracción de árboles
maderables como el cedro, nogal, quina, tajibos entre otros; de igual manera el área es sometida
al pastoreo por ganado vacuno y caprino, como consecuencia de estas actividades el bosque
puede perder parte de su estructura original. Las áreas que presentan un estado de conservación
de regular a bueno son aquellas de difícil accesibilidad, esto principalmente debido a factores
topográficos como las laderas con bastante pendientes

8.-Paisaje
9.-EL MEDIO SOCIO-ECONOMICO

En base a la información revisada y considerando la información disponible de localidades


aledañas a la UCPN-RVSD Serranía de Sararenda se registra el uso de especies de animales
silvestres como fuente medicinal, por ejemplo, el puercoespín (Coendou prehensilis) es utilizado
para curar los huesos; mientras que la cascara del quirquincho bola (Tolypeutes matacus) lo
utilizan para aliviar el dolor de estómago; la grasa del zorro es empleada para tratar el
reumatismo; mientras que otras especies como el león (Puma concolor), jaguar (Panthera onca),
corzuela (Mazama gouazoubira), rosillo (Pecari tajacu), tropero o majano (Tayassu pecari),
quirquincho (Chaetophractus sp) son apetecidos por su carne. Es probable que dentro de los
límites de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda, existan otras especies que tengan otro tipo de uso
ya sea tradicional, medicinal o de subsistencia, para lo cual será indispensable la realización de
mayores estudios para registrar y documentar esta información.

En lo referente a los usos de la avifauna local, la información es aún muy escasa; siendo lo
reportado por Sánchez (2008) uno pocos estudios que menciona la cacería de subsistencia de
algunas especies de aves como las pavas (Cracidae), perdices (Tinamidae) y palomas o inambu
(Columbidae) para la alimentación de los lugareños en algunas comunidades cercanas a la
serranía Incahuasi. También menciona el uso de loros como mascotas, los cuales son extraídos
de sus nidos cuando son pichones y también llegan a comercializarlos. Las especies de mayor
demanda son Amazona aestiva (loro hablador o galano), Psittacara mitrata (tarechi) y Pionus
maximiliani (loro chuto o loro opa). En el caso de los reptiles se tiene información sobre el uso
del peni negro y colorado (Salvator merianae y Salvator rufescens) para consumo de su carne y
uso del cuero para elaboración de artesanías o para su comercialización.

Los peces en general son un recurso aprovechado por los pobladores locales, principalmente
con fines de subsistencia, como complemento a su dieta. Las principales especies que son
capturadas con este fin son los bagres (Pimelodus sp., Rhamdia quelen, Pimelodella sp.), los
sábalos (Prochilodus spp.), las diferentes especies de bogas (Leporinus friderici y L. fasciatus) y
algunas sardinas de mayor tamaño (Astyanax spp.). El río Parapetí es el río principal donde la
pesca tiene un alto valor socioeconómico y cultural, la pesca generalmente es de autoconsumo
y tiene mucha relevancia en la alimentación de la población indígena guaraní, sobre todo en la
parte baja del río en las comunidades del Isoso.

En cuanto a los peces, muchas especies importantes en la pesca en la zona del Isoso migran a
las cabeceras tanto para alimentarse como para reproducirse, estas migraciones pueden darse
a los cuerpos de agua de la UCPN-RVSD Serranía Sararenda. De ahí la importancia de estos
afluentes que forman parte del área de reproducción y desove de peces migratorios. Entre las
especies de la zona que tienen hábitos migratorios, están los Sábalos (Prochilodus nigricans y P
lineatus), las bogas del género Leporinus y especies de bagres de importancia para la pesca.

Criterios de Acceso a los Recursos; la forma de acceso a la tierra en el Territorio Guaraní de Alto
Parapetí, basado en sus normas tradicionales, tiene como criterio principal la pertenencia a una
familia de la comunidad. La sucesión hereditaria es, por tanto, la vía para acceder a un chaco y
a los recursos naturales del espacio territorial disponible. En el caso de las “comunidades
cautivas” y de las familias empatronadas en condiciones de servidumbre, el acceso a la tierra y
los recursos estaban mediados por la hacienda. En estos casos, como era característico del
sistema de servidumbre, las familias guaraníes accedían a pequeñas superficies de tierra que les
permitían – junto a los pocos productos asignados por patrón –cubrir sus necesidades mínimas
de alimentación. Estas pequeñas parcelas son parte de los mecanismos de sujeción a la
hacienda, mediante la creación de una obligación o deuda de trabajo a cambio del acceso al
recurso.

Organización del trabajo comunitario; la unidad familiar es la base fundamental para la


organización de la producción en estas comunidades, tanto en el ámbito agrícola como en el
pecuario. Las relaciones de reciprocidad son fundamentales para la organización del trabajo
colectivo en la comunidad para la realización de actividades como la cosecha, chaqueo y
desmonte. La faena, es la forma característica de trabajo colectivo. El trabajo colectivo se realiza
mediante la activación de las redes familiares articulando a la familia nuclear con la familia
extensa.

Agricultura; el maíz constituye el principal cultivo, el mismo que se siembra junto con el joco,
cumanda y zapallo, utilizándose una superficie promedio de 0,95 ha por familia, que
generalmente están ubicadas en áreas de alto riesgo climático. La tecnología utilizada en esta
actividad es rudimentaria, donde se destaca el uso del azadón, la picota, pala, hacha, machete y
arado de palo.

Pecuaria; la ganadería vacuna juega un rol importante en los ingresos de las familias guaraníes,
en algunos casos mucho más importante que la agricultura. A menudo, esta actividad es fuente
de ahorro de las familias que les permite disponer de recursos monetarios en los momentos de
mayor necesidad y urgencia. Además, es importante para el autoconsumo y el funcionamiento
de todo el sistema de producción familiar, ya que permite la producción de alimentos y de
subproductos como el cuero. Al tratarse de una ganadería extensiva, se utiliza el sistema de
ramoneo. La infraestructura productiva en la mayoría de los casos es incipiente, contándose
básicamente con corrales pequeños y rústicos

Forestal; los guaraníes cortan madera con fines domésticos, es decir, madera para leña y para
construcción; sin embargo, el perjuicio hacia los bosques no está dado por la actividad forestal
de baja intensidad, sino por el desmonte descontrolado para la habilitación de chacos debido a
la falta de terrenos cultivables. Por esta razón, los pobladores se ven forzados a habilitar
terrenos de cultivos en lugares poco adecuados, con mucha pendiente, como las faldas de los
cerros, pie de monte, que además presentan características edáficas limitadas. Entre las
especies más utilizadas se tiene al sebil, cuchi, guaranguay, lanza, lapacho, momoqui y otros que
se enlistan en la siguiente

Caza y Pesca; las áreas de cacería se ubican en el monte alrededor de los chacos. En el monte la
caza se realiza con preferencia en la época seca, porque resulta más fácil seguir las huellas de
los animales, utilizando para ello perros en la persecución y captura de la presa. En los chacos
se aprovecha que los animales – principalmente aves, urina y tatú – bajan a comer cuando los
cultivos se encuentran listos para la cosecha. Se utilizan como instrumentos de caza el cuchillo,
machete y armas de fuego como el rifle de salón y la escopeta. La pesca es una actividad que se
realiza solamente en comunidades cercanas al Río Parapetí. Ésta puede considerarse como una
práctica marginal, puesto que su aprovechamiento es ocasional entre los meses de mayo y
agosto; es destinada en su totalidad para autoconsumo.

Parapetí. Ésta puede considerarse como una práctica marginal, puesto que su aprovechamiento
es ocasional entre los meses de mayo y agosto; es destinada en su totalidad para autoconsumo.
Venta de fuerza de trabajo; la mayoría de los comunarios de Alto Parapetí dependen de la venta
de su fuerza de trabajo en las haciendas para su subsistencia. Trabajan de forma temporal en la
siembra y/o cosecha de maíz, maní y cumanda, o en el cuidado del ganado durante todo el año.
Las modalidades de venta de su fuerza de trabajo son el jornal y la “tarea” o contrato.

Circuito de intercambio; una de las modalidades de intercambio es la articulación de las familias


a las redes de intermediarios llegados de Camiri, Cuevo y Lagunillas, los cuales arriban a las
comunidades con mayor afluencia al final de la cosecha durante los meses de junio a agosto. La
modalidad de pago suele ser en dinero en efectivo o a través del intercambio con otros bienes
que no son producidos por las comunidades, principalmente víveres. El ganado se vende
ocasionalmente de acuerdo con las necesidades de las familias.

10.-EL SUELO

El uso actual del suelo en el área de la UCPN-RVSD Sararenda fue generado utilizando un
promedio de datos multiespectrales del satélite Sentinel 2A (Fuente: European Space
Association, ESA) del año 2019 con una resolución de 10x10m por cada pixel de la imagen,
representando de esa forma la información multiespectral de mayor resolución espacial
disponible hoy día. A base de las mismas imágenes satelitales se ha generado el índice de
vegetación normalizado (NDVI – por sus letras en inglés), que utiliza la banda de infrarrojo de
onda corta y la banda de rojo de las imágenes satelitales para calcular y visualizar la actividad
fotosintética de la vegetación, lo que ayuda a la identificación de las características actuales de
las plantas en temas del estado de su salud, contenido de humedad y el tipo de vegetación
presente (mapa 2). En función de estas informaciones multiespectrales y del índice de
vegetación se ha elaborado una clasificación supervisada de las imágenes satelitales, las cuales
representan las características típicas de la vegetación en la zona de la UCPN-RVSD Serranía
Sararenda (figura 44, mapa 2). Las categorías de vegetación fueron obtenidas del mapa de
biorregiones de Navarro&Ferreira 2009 y modificadas en función del mapa de las características
de la vegetación generado para crear finalmente el mapa del tipo de uso del suelo actual
presente.
VALORACIÓN DE LA CALIDAD AMBIENTAL DE LOS ELEMENTOS DEL MEDIO

1. Principales impactos sobre el ambiente físico

Se acepta que el ambiente físico comprende principalmente los componentes geomorfológicos,


clima, suelo, agua y aire. Algunos autores incluyen también el paisaje, aún cuando estos últimos
puede ser considerado parte del ambiente sociocultural.

Las operaciones de cosecha del bosque nativo traen una mayor presión sobre el medio ambiente
físico debido a las acciones necesarias para el manejo, cosecha y repoblamiento. Los efectos
directos sobre cada área cosechada se manifiestan en un aumento de los niveles de
compactación, erosión superficial, amasado y desplazamiento del suelo, cambios en la
hidrología del área, cambios microclimáticos y una disminución de la fertilidad. Por otra parte
los efectos indirectos o fuera de cada área de cosecha afectan entre otros, el régimen y balance
hídrico, la producción de aguas en cuanto a calidad, la producción de sedimentos y cambios en
la profundidad de napas freáticas entre otros. En forma puntual y generalmente como
consecuencia del transporte se altera los niveles de ruido y contaminación del aire.

La severidad de estos efectos sobre o fuera de cada área de cosecha varían en magnitud según
la intensidad, la duración y extensión del cambio, y por el grado de reversibilidad de las
consecuencias. Casi siempre los efectos sobre el componente ambiental físico son primarios
porque se ubican en el inicio de las cadenas de efectos y comúnmente tienen consecuencias
sobre los componentes biológico y social. Esta es la razón por la cual medidas preventivas,
mitigantes y correctivas a los impactos del componente físico tienen mayor eficacia.

1.1. Suelos

A nivel global, el diagnóstico del estado actual del recurso suelo en la Serranía Sararenda
muestra que los principales problemas de degradación del recurso están relacionados con la
degradación biológica y la erosión hídrica. El primero, influenciado por la deforestación y las
quemas que contribuyen a una fuerte disminución de la materia orgánica, el segundo por la
topografía montañosa, la intensidad de las precipitaciones, la explotación indiscriminada del
bosque y la habilitación de suelos de aptitud forestal para la agricultura y ganadería. En
prioridades siguientes se mencionan la degradación física o compactación y la expansión de los
asentamientos humanos.

1.2. La erosión hídrica

Los ecosistemas naturales de la Serranía Sararenda presentan un 21% de su superficie con


niveles de erosión grave o muy grave y otro 34% con erosión moderada. La situación de
estabilidad coincidente con los niveles de erosión leve o latente, está relacionada
principalmente con el mayor nivel de cobertura vegetacional.

La tasa de pérdida de suelo es función de la energía cinética del agua, la que depende del
volumen y velocidad del agua que escurre. Por lo tanto, y especialmente por la topografía
accidentada donde se ubica la serranía, se espera moderadas a altas tasas de erosión en los
primeros años después de la corta con el consecuente mayor aporte de precipitaciones. La
erosión será más intensa en las cortas a tala rasa y corta de protección en fajas y menos en las
cortas de protección homogénea. La corta selectiva al no alterar significativamente los niveles
de cobertura no incrementa per se las tasas de erosión, sin embargo persiste la influencia
generada por las vías de saca y la construcción de caminos. La erosión hídrica además de
significar una disminución del volumen de suelo, reduce la capacidad de retención de agua, la
materia orgánica y los elementos nutritivos, reduciendo la fertilidad y la actividad de la flora y
fauna del suelo.

Empleando la ecuación universal de pérdidas del USLE se estimó la pérdida de suelos que
ocasionaría una tala rasa, estratificada por categoría de pendiente.

Por otra parte, en el caso de la tala rasa en fajas debe considerarse que este impacto ocurre por
una sola vez al menos en la edad de rotación esperada de 60 años o más, esto es un promedio
de 0,15 ton/año/ha adicionales a la tasa de pérdida considerada normal. Sin embargo, todos
estos valores deben considerarse sólo como referenciales, dado que no existen antecedentes
suficientes para ajustar la ecuación de pérdidas a la zona que se estudia.

Sin perjuicio de los valores calculados, el alto contenido de materia orgánica de los suelos,
muchas veces superior a 20%, colocarían a los suelos en la categoría no erodable. Aún en
situación de remoción del horizonte orgánico, se esperarían valores menores a los anotados.

2. LUGAR
2.1. SERRANÌA SARARENDA

En la Serranía Sararenda no hay registros de erosión bajo bosque nativo, por lo que la predicción
del impacto de la cosecha en los bosques nativos siempreverdes se basa en antecedentes
medidos en áreas adyacentes cosechadas o con cobertura de bosques de plantación.

A pesar que son escasos los antecedentes de investigación de erosión en terrenos forestales en
Bolivia, se puede proveer con certeza un aumento considerable de las pérdidas de suelo
producto de las prácticas de quema y tala de árboles. En suelos arcillosos sometidos a
precipitaciones de más de 2000 mm/año, trabajando sobre parcelas experimentales, bajo la
condición sin cobertura después de tala rasa y quema de desechos, determinaron pérdidas
anuales de 1563 kg/ha, 1878 kg/ha y 3926 kg/ha para pendientes de 30, 50 y 60%
respectivamente.

La pérdida de suelos por erosión hídrica a partir de los caminos forestales, según el tipo de suelo,
la pendiente del camino y la longitud del tramo, puede alcanzar valores medios anuales del
orden de 1,6 a 11 kg/m2 de superficie de camino, o bien extrapolando a un área forestal con
una densidad de caminos de 16 a 30 m/ha, de 37 a 160 toneladas por km2 y año. En el año de
construcción de caminos esta tasa puede alcanzar valores mayores a dos veces a los aquí
señalados.

Las pérdidas son mayores en aquellos caminos que alteran el flujo normal de cauces naturales y
que se construyen con fuertes pendientes longitudinales, con sistemas de drenaje inadecuados
y con excesiva remoción y exposición de suelos en los taludes de corte y terraplén. Por lo tanto,
la estabilización de calzadas, la construcción de cunetas y alcantarillas, la disminución del
movimiento de tierras y el empleo de la maquinaria adecuada pueden ayudar a disminuir la
pérdida de suelo y el deslizamiento de tierras.

2.2. Hidrología

Las acciones que comprende la cosecha de los bosques de la serranía afectan el componente
ambiental agua, derivado del impacto directo sobre los componentes ambientales suelo y
vegetación, con los cuales ésta se relaciona. El grado de impacto ambiental producido depende
también de la severidad de las condiciones climáticas y la topografía.

Cambios en la intercepción, escorrentía y caudal

La disminución de los niveles de intercepción como consecuencia de la tala de árboles causa un


aumento de la escorrentía superficial. En casos extremos y dependiendo de la superficie talada
puede favorecer el anegamiento temporal de áreas bajas como consecuencia de una tala
masiva, lo que afecta la regeneración y la microfauna del suelo. En períodos de tormentas, la
mayor cantidad de agua de escorrentía genera un aumento de la erosión y arrastre de
sedimentos a los cursos y cuerpos de agua, afectando su calidad físico-química. En cuerpos de
agua pequeños esto puede afectar la micro flora y fauna acuáticas.

Aumento de la escorrentía, erosión y producción de sedimentos

La Serrania Sararenda intercepta 800 a 900 mm de precipitación anual, es decir, un 35% de la


precipitación media anual. Por ello, el chaqueo se ha considerado como acción degradante. Por
ejemplo, el primer año siguiente a una quema, llega en forma directa al suelo un aporte adicional
de 9 millones de litros de agua por hectárea cosechada. Igualmente, dado que la
evapotranspiración de este bosque consume entre 500 a 600 mm/año, las quemas a tala rasa
dejan disponible un volumen de 5 a 6 millones de litros por hectárea intervenida, incrementando
los caudales y su torrencialidad.

Sin embargo, los métodos de quema selectiva y de protección no conducen a modificaciones de


importancia en el balance hídrico. Al menos en las áreas cortadas la cubierta vegetacional se
recupera en el corto a mediano plazo, restableciéndose así los niveles de intercepción, las tasas
de evapotranspiración y por lo tanto los niveles de escorrentía previos a la intervención.

Otras acciones de la cosecha que afectan negativamente la intercepción de la precipitación y


escorrentía son la construcción de caminos. Sin embargo, los valores de los impactos son
menores, dado que la superficie que involucran en la actualidad es poco significativa. Se
considera además como un impacto de carácter positivo la regeneración, enriquecimiento y
crecimiento del bosque secundario.

Se estima que la superficie de intervención del bosque nativo en la Serranía Sararenda en


relación al tamaño de las cuencas, es pequeña. Aunque, en casos determinados puedan incidir
un aumento del caudal local a nivel de micro cuencas como consecuencia de la disminución de
la intercepción y evapotranspiración y el aumento de la escorrentía superficial.
La cosecha, por concepto de eliminación de vegetación, es la acción de mayor peso en esta
evaluación. La construcción de caminos y raleos productivos también contribuyen al aumento
del caudal, pero en menor grado.

3. Efectos sobre el ambiente biológico

3.1. Vegetación

La cosecha de la Serranía Sararenda debe ser analizada según sea el tipo de corta. En situaciones
de corta a tala rasa tanto para habilitación de terrenos agrícolas y sustitución por especies de
rápido crecimiento como las cortas de protección en fajas significan la eliminación del 100% de
la cobertura arbórea, siendo allí donde el impacto adquiere su máxima expresión. En cambio en
las cortas selectivas y cortas de protección homogénea, aún cuando intensas tienen un efecto
menor sobre el componente ambiental vegetación.

En el caso de cortas de protección y selectivas adquiere importancia el mayor o menor daño que
el proceso de cosecha genera sobre los árboles remanentes y la regeneración, por encima de las
variables del componente.

Los efectos más apreciables que causan las acciones de la cosecha de la Serranía sobre la flora
son por un lado la reducción del número de especies nativas y, por otro, el aumento de malezas
alóctonas invasoras. La reducción de las especies nativas es una consecuencia directa de la
cosecha y construcción de caminos. Sin embargo, ninguna de las especies vegetales
prospectadas en la Serranía Sararenda tiene problemas de conservación. Por otra parte, al
despejar los terrenos, destruyendo la cubierta arbórea, se deja terreno libre que puede ser
invadido por malezas foráneas, que generalmente son de difícil erradicación.

Cambios en la composición del bosque y daño a los árboles remanentes

Una primera medición en cortas selectivas del tipo forestal, aún cuando no tiene la rigurosidad
de un diseño experimental acabado, muestra que el daño por cosecha en los árboles
remanentes no supera el 10 por ciento. Esto para condiciones de bosque con pendientes de 20
a 35%. No hay antecedentes sobre daño a la regeneración establecida (1-2 m), aunque
prácticamente no se observó.

Definiendo como daño leve las lesiones físicas recuperables (pérdida de ramas daño menor en
corteza) y daño grave a los que es conveniente eliminar (pérdida completa de la copa, pérdida
de corteza), se obtuvo que 15,6% de los árboles con diámetro mayor de 10 cm resultaron con
daño grave y 28,8% tuvieron daño menor por volteo y maderero.
4.1 . Fauna

La fragmentación del bosque tiene a menudo efectos sobre la comunidad de aves y de pequeños
mamíferos a través de la destrucción del hábitat. La pérdida de hábitat boscoso coloca a una
proporción importante de especies de aves en una situación de alto riesgo, por el alto nivel de
endemismo que caracteriza a la mayoría de ellas. La perturbación del bosque reduce las
posibilidades de alimentación y refugio de las especies, tanto para pequeños mamíferos que
usan nidos o cuevas como para aves y marsupiales arborícelas. Así, la remoción de árboles
antiguos reduce la existencia de nudos o protuberancias que ofrezcan sitios para el nidaje de las
aves. Por otra parte, una alta proporción de plantas leñosas usan a las aves como vectores de
polen y semillas. Las plantas polinizadas o dispersadas por aves en un bosque fragmentado con
poblaciones reducidas de aves mutualistas están sujetas a fallas reproductivas y patrones
alterados de flujo génico. Así, el mantenimiento de poblaciones de aves mutualistas tiene
importantes repercusiones recíprocas para la comunidad de plantas.

Efecto sobre la diversidad y abundancia de mamíferos y aves

Teniendo en cuenta que las cortas de la Serranía Sararenda han sido preferentemente selectivas,
a excepción de la habilitación de terrenos para la agricultura, la eliminación de vegetación afecta
en forma leve el nivel poblacional y la diversidad de los mamíferos mayores, cuyos ámbitos de
hogar y territorios son amplios. El efecto es moderado y transitorio para aves y mamíferos
pequeños, que son desplazados a otros sectores. El efecto sobre el hábitat redundará en pérdida
de refugios tanto en árboles que serán cortados.

Agréguese el efecto de la polución de los gases de los combustibles que afectan la vegetación y
hojarasca, destruyen la fauna de invertebrados, fuente de alimento de roedores y aves.

Las cortas a tala rasa constituyen la acción de mayor impacto de la cosecha forestal sobre el
componente faunístico. Se modifica el habitat para especies de aves, mamíferos arborícelas
afectando zonas de nidificación y de alimentación de especies frugívoras, insectívoras,
fungívoras. El ordenamiento de desechos y la preparación del suelo agudiza el deterioro del
sistema de cortas a tala rasa en fajas. El suelo que deja es inhabitable por un tiempo prolongado.
No obstante puede ser fuente de refugio para el animal que sobrevive y para el que recoloniza,
como pequeños mamíferos y aves que nidifican en el suelo.

CONSTRUCION DE ACCESO Y PLANCHADA SARARENDA

En este tipo de AOP se elabora un acceso y una planchada que implica la alteración o
modificación de los factores bióticos y abióticos que rodean la determinada área donde se
realizara la AOP; ya que se incorporara maquinaria para hacer la apertura de dicho acceso o
camino, comenzando primeramente con un desmonte al cual se denomina Derecho de Vía
(DDV) en el cual veremos la afectación de la flora y vegetación, paisaje, fauna, suelo, agua,
geología, clima, geomorfología y medio socio-económico.

Flora y vegetación

La construcción de una planchada tendrá un impacto en la flora y la vegetación. Algunos de los


posibles efectos pueden incluir:

1. Eliminación de vegetación: Para construir una planchada, a menudo se debe limpiar y eliminar
la vegetación existente en el área donde se va a construir. Esto puede resultar en la pérdida de
árboles, arbustos u otras plantas, lo que puede tener un impacto negativo en el ecosistema local
y la biodiversidad.

2. Perturbación del suelo: Durante la construcción de la planchada, el suelo se puede compactar,


remover o alterar. Esto puede afectar la estructura y calidad del suelo, así como los
microorganismos y la vida del suelo que son importantes para el crecimiento de las plantas.

3. Cambios en la hidrología: Dependiendo del diseño de la planchada, la construcción puede


alterar los patrones de drenaje natural del terreno. Esto puede provocar cambios en el flujo de
agua y afectar la disponibilidad de agua para las plantas circundantes.

4. Fragmentación del hábitat: La construcción de una planchada puede fragmentar el hábitat


natural al dividir áreas previamente continuas en secciones separadas. Esto puede afectar la
movilidad de la fauna y la dispersión de semillas, lo que a su vez puede tener un impacto en la
diversidad de especies y la salud del ecosistema.

Es importante tener en cuenta estos posibles impactos y tomar medidas para minimizarlos.
Algunas estrategias de mitigación pueden incluir la conservación de áreas de vegetación
existente, la implementación de prácticas de construcción sostenibles, como la protección del
suelo y la implementación de medidas de control de la erosión, y la realización de estudios de
impacto ambiental para evaluar los posibles efectos antes de llevar a cabo la construcción.
Además, la restauración ecológica posterior a la construcción puede ayudar a rehabilitar áreas
afectadas y promover la recuperación de la flora y vegetación.

Paisaje

La construcción de una plancha tendra varios efectos en el paisaje, tanto positivos como
negativos. Aquí hay algunos puntos a considerar:

1. Alteración visual: Dependiendo del tamaño, diseño y ubicación de la plancha, puede tener un
impacto visual en el paisaje. Si la plancha se integra armoniosamente con su entorno y se utiliza
un diseño estético, puede complementar el paisaje circundante. Sin embargo, si es incompatible
con el entorno natural o se realiza de manera poco cuidadosa, puede resultar en una alteración
visual no deseada.

2. Cambios en la topografía: La construcción de una plancha implica nivelar y modificar el


terreno existente. Esto puede alterar la topografía natural del área y cambiar su apariencia. En
algunos casos, puede ser necesario excavar o rellenar para crear una superficie plana, lo cual
puede tener un impacto en la forma del paisaje.

3. Pérdida de vegetación: La construcción de una plancha a menudo implica la eliminación de


vegetación existente, como árboles, arbustos o pastizales. Esto puede resultar en una pérdida
de biodiversidad y modificar el aspecto general del paisaje.

4. Impacto en el ecosistema: La construcción de una plancha puede tener efectos en el


ecosistema local. Puede perturbar la fauna y flora existente, cambiar los patrones de drenaje
natural y alterar los procesos ecológicos en el área.

Es importante considerar el contexto y aplicar buenas prácticas de diseño y construcción para


minimizar los impactos negativos en el paisaje. Esto puede incluir la integración adecuada de la
plancha con el entorno, la preservación de la vegetación existente siempre que sea posible, la
selección de materiales y colores que se ajusten al paisaje circundante, y la implementación de
medidas de restauración o mitigación para minimizar los impactos negativos y ayudar a
restaurar el paisaje después de la construcción.

Es recomendable consultar con expertos en paisajismo, arquitectos o profesionales de la


construcción para obtener orientación específica y asegurarse de que la construcción de la
plancha se realice de manera responsable y respetuosa con el paisaje.

Fauna

Gracias a la planchada, la fauna se verá afectada de esta manera:

1. Pérdida o fragmentación del hábitat: La construcción puede implicar la eliminación de


vegetación y alteración del paisaje, lo que resulta en la pérdida o fragmentación de hábitats
naturales. Esto puede afectar la capacidad de la fauna para encontrar alimento, refugio y rutas
de migración.

2. Barreras físicas y aislamiento: La construcción de infraestructuras puede crear barreras


físicas que impiden el movimiento de la fauna, lo que puede resultar en aislamiento de
poblaciones y dificultades para acceder a recursos vitales. Esto puede tener consecuencias
negativas para la diversidad genética y la viabilidad a largo plazo de las especies.

3. Cambios en el comportamiento y distribución: La presencia de una nueva


infraestructura puede alterar el comportamiento natural de la fauna. Animales pueden evitar el
área debido al ruido, la actividad humana o cambios en la disponibilidad de recursos. Esto puede
provocar cambios en la distribución de especies y alterar las interacciones ecológicas.

4. Atropellos y mortalidad: Las infraestructuras pueden aumentar el riesgo de atropellos


de fauna por vehículos en movimiento, lo que puede resultar en una mayor mortalidad de
animales.

Para minimizar estos impactos, se pueden implementar medidas de mitigación como la


construcción de pasos de fauna, la preservación de corredores ecológicos, la revegetación de
áreas afectadas y la implementación de restricciones de velocidad para vehículos. Estos
enfoques ayudan a mantener la conectividad de los hábitats y reducir el impacto sobre la fauna
local.

Suelo

La construcción de una planchada puede tener varios efectos en el suelo, ya que implica la
manipulación y la alteración de la superficie terrestre. Algunos de los impactos potenciales en
el suelo son los siguientes:

1. Compactación del suelo: Durante la construcción de una planchada, el suelo puede ser
sometido a maquinaria pesada, lo que puede provocar su compactación. La compactación del
suelo reduce la porosidad y la capacidad de retención de agua, lo que puede dificultar la
infiltración y la absorción de nutrientes por parte de las plantas.

2. Erosión: Durante el proceso de construcción, el suelo expuesto puede verse afectado


por la erosión causada por el viento y el agua. La falta de cobertura vegetal y la perturbación del
suelo pueden facilitar la pérdida de suelo fértil, lo que puede tener un impacto negativo en la
calidad y la capacidad de sustentación del suelo.

3. Cambios en la estructura del suelo: La excavación y la nivelación del suelo durante la


construcción de la planchada pueden alterar la estructura natural del suelo. Esto puede afectar
la porosidad, la permeabilidad y la capacidad de retención de agua del suelo, lo que a su vez
puede tener consecuencias para el crecimiento de las plantas y la salud del ecosistema.

4. Pérdida de materia orgánica: Durante la construcción, es posible que se elimine la capa


superior del suelo que contiene materia orgánica y nutriente. La pérdida de esta capa de suelo
fértil puede dificultar el crecimiento de las plantas y afectar la calidad del suelo a largo plazo.

Para mitigar estos impactos en el suelo, es importante tomar medidas adecuadas durante la
construcción de la planchada. Algunas estrategias de mitigación pueden incluir la
implementación de prácticas de manejo del suelo, como la protección de áreas sensibles, la
conservación de la capa superior del suelo, la revegetación o el uso de técnicas de construcción
que minimicen la compactación y la erosión del suelo.

Agua

1. Erosión del suelo: Durante la construcción, la remoción de vegetación y el movimiento


del suelo pueden aumentar el riesgo de erosión. Esto puede resultar en la sedimentación de los
cuerpos de agua cercanos, lo que afecta la calidad del agua y el hábitat acuático.

2. Contaminación del agua: Las actividades de construcción a menudo implican el uso de


materiales y sustancias que pueden ser transportados hacia los cuerpos de agua. Esto incluye
productos químicos, combustibles, lubricantes y sedimentos. Si no se toman las precauciones
adecuadas, estos contaminantes pueden afectar negativamente la calidad del agua y la vida
acuática.

3. Alteración del flujo de agua: La construcción de accesos y planchadas puede alterar el


flujo natural del agua. Esto puede provocar cambios en los patrones de drenaje, la distribución
de nutrientes y la disponibilidad de agua para los ecosistemas acuáticos. Estas alteraciones
pueden afectar la flora y fauna acuáticas, así como la calidad y disponibilidad del agua para otros
usos.

4. Perturbación del hábitat acuático: Durante la construcción, se pueden generar ruidos,


vibraciones y perturbaciones en el entorno acuático. Estos impactos pueden afectar a los
organismos acuáticos, como peces, invertebrados y anfibios, interrumpiendo su
comportamiento, reproducción y migraciones.

Geología

La construcción de una planchada puede verse afectada por las características geológicas del
área donde se lleva a cabo. Las condiciones geológicas pueden influir en la estabilidad de la
planchada, la elección de los materiales de construcción y los métodos utilizados. A continuación
se mencionan algunos aspectos que pueden tener un impacto:

1. Tipo de suelo: El tipo de suelo presente en el área puede afectar la capacidad de carga y la
estabilidad de la planchada. Algunos suelos, como los arcillosos o los expansivos, pueden sufrir
asentamientos diferenciales o cambios volumétricos que pueden comprometer la integridad de
la estructura. Es importante realizar estudios geotécnicos para comprender las características
del suelo y tomar medidas adecuadas de diseño y construcción.

2. Capacidad de carga: La capacidad de carga del suelo es fundamental para determinar la


resistencia y la estabilidad de la planchada. Si el suelo no tiene la capacidad de soportar la carga
de la planchada y las cargas adicionales, pueden producirse deformaciones, hundimientos o
fallas. En algunos casos, puede ser necesario realizar trabajos de mejora del suelo, como
compactación o refuerzo, para garantizar una base sólida para la construcción.

3. Presencia de agua subterránea: La existencia de niveles freáticos altos o la presencia de agua


subterránea puede tener implicaciones en la construcción de la planchada. Puede requerir
medidas de drenaje adecuadas para evitar problemas de acumulación de agua debajo de la
estructura.

4. Riesgos geológicos: Algunas áreas pueden presentar riesgos geológicos, como deslizamientos
de tierra, fallas geológicas o hundimientos. Estos riesgos deben ser identificados y considerados
en el diseño y la construcción de la planchada para garantizar la seguridad y evitar futuros
problemas.

En resumen, las características geológicas del área de construcción pueden influir en el diseño,
la estabilidad y los métodos de construcción de una planchada. Es importante contar con la
asesoría de geólogos o ingenieros geotécnicos durante el proceso para evaluar adecuadamente
los aspectos geológicos y tomar las medidas necesarias para garantizar una construcción segura
y duradera.

Clima

La construcción de una planchada (o losa de concreto) puede ser afectada por el clima en
diferentes formas. A continuación, se describen algunas de las posibles influencias:

- Temperatura: la temperatura ambiental puede tener un efecto directo sobre la mezcla de


concreto utilizada para construir la planchada. Si hace demasiado frío, la mezcla puede tardar
más en fraguar, lo que puede retrasar el proceso de construcción. Si hace demasiado calor, por
otro lado, puede ser difícil controlar la hidratación del concreto, lo que puede comprometer la
resistencia final de la estructura. Además, las altas temperaturas pueden favorecer la aparición
de grietas y fisuras (debido al efecto de la dilatación térmica), especialmente si la planchada está
expuesta a la radiación solar directa.

- Humedad: la humedad ambiental también puede influir en la calidad del concreto, en especial
durante el proceso de curado (es decir, el período en que se deja secar la mezcla para que
adquiera su resistencia final). Si el aire está demasiado seco, la humedad del concreto puede
evaporarse demasiado rápido, lo que puede generar fisuras y debilidades estructurales. Por otro
lado, si la humedad es demasiado alta, el concreto puede tardar más en secar y adquirir su
resistencia definitiva.

- Viento: el viento no suele ser un factor decisivo en la construcción de una planchada, pero en
algunos casos puede afectar negativamente la calidad del concreto al favorecer la evaporación
del agua de la mezcla o desplazarla/llevarla a otros lugares.

- Precipitaciones: finalmente, la lluvia y la nieve pueden ser un problema importante durante la


construcción de una planchada. Si llueve (o nieva) sobre el concreto recién colocado, puede
afectar la hidratación y fraguado del material, diluirlo y debilitarlo, y generar fisuras y grietas.
Además, si la planchada ya está construida pero no tiene un buen drenaje, las precipitaciones
pueden generar acumulaciones de agua y humedad que comprometen su estabilidad en el largo
plazo.
Geomorfología

1. Alteración del drenaje y patrones de flujo: La construcción de un acceso y una planchada


puede modificar los patrones naturales de drenaje y flujo de agua en el terreno. Esto puede dar
lugar a cambios en la erosión y sedimentación, así como en la formación de canales o depósitos
de sedimentos.

2. Perturbación del equilibrio de los procesos geomorfológicos: La construcción puede


interrumpir los procesos geomorfológicos naturales, como la erosión, la deposición y la
movilidad del suelo. Esto puede conducir a cambios en la estabilidad del terreno, la morfología
de las laderas y la distribución de los materiales.

3. Alteración de la vegetación y la cobertura del suelo: Durante la construcción, se pueden


eliminar o alterar la vegetación y la cobertura del suelo. Esto puede exponer el suelo desnudo a
la erosión y alterar la dinámica de los sistemas naturales de retención de agua y nutrientes.

4. Cambios en la conectividad de los sistemas fluviales: La construcción de un acceso y una


planchada puede crear barreras físicas que interrumpen la conectividad entre los cursos de
agua, como arroyos y ríos. Esto puede afectar el flujo de agua, la migración de organismos
acuáticos y la transferencia de sedimentos y nutrientes a lo largo de los sistemas fluviales.

Es importante tener en cuenta estos impactos y tomar medidas adecuadas de mitigación y


restauración para minimizar los efectos negativos en la geomorfología. Esto puede incluir la
implementación de técnicas de control de erosión y sedimentación, la restauración de la
vegetación nativa, la construcción de estructuras de drenaje adecuadas y la consideración de los
procesos geomorfológicos en la planificación y diseño de la construcción.

Socio-económico

La construcción de acceso de una planchada puede tener varios impactos socioeconómicos,


tanto positivos como negativos. Aquí hay algunos aspectos a considerar:

1. Alteración del drenaje y patrones de flujo: La construcción de un acceso y una planchada


puede modificar los patrones naturales de drenaje y flujo de agua en el terreno. Esto puede dar
lugar a cambios en la erosión y sedimentación, así como en la formación de canales o depósitos
de sedimentos.

2. Perturbación del equilibrio de los procesos geomorfológicos: La construcción puede


interrumpir los procesos geomorfológicos naturales, como la erosión, la deposición y la
movilidad del suelo. Esto puede conducir a cambios en la estabilidad del terreno, la morfología
de las laderas y la distribución de los materiales.

3. Alteración de la vegetación y la cobertura del suelo: Durante la construcción, se pueden


eliminar o alterar la vegetación y la cobertura del suelo. Esto puede exponer el suelo desnudo a
la erosión y alterar la dinámica de los sistemas naturales de retención de agua y nutrientes.

4. Cambios en la conectividad de los sistemas fluviales: La construcción de un acceso y una


planchada puede crear barreras físicas que interrumpen la conectividad entre los cursos de
agua, como arroyos y ríos. Esto puede afectar el flujo de agua, la migración de organismos
acuáticos y la transferencia de sedimentos y nutrientes a lo largo de los sistemas fluviales.

Es importante tener en cuenta estos impactos y tomar medidas adecuadas de mitigación y


restauración para minimizar los efectos negativos en la geomorfología. Esto puede incluir la
implementación de técnicas de control de erosión y sedimentación, la restauración de la
vegetación nativa, la construcción de estructuras de drenaje adecuadas y la consideración de los
procesos geomorfológicos en la planificación y diseño de la construcción.

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