Tema 06
Tema 06
Tema 06
INCAPACIDADES
ÍNDICE
1. Introducción.
2. Incapacidad temporal.
2.1. Concepto de incapacidad temporal (IT).
2.2. Agentes implicados en el control y gestión de la IT: Guía para un mar de siglas.
2.3. Requisitos para acceder a la prestación por IT.
2.4. Regímenes del Sistema de la Seguridad Social.
2.5. Contenido de la acción protectora.
2.6. Las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social.
2.7. Las contingencias protegidas.
2.7.1. Concepto de accidente de trabajo (AT).
2.7.2. Concepto de enfermedad profesional.
2.7.3. Concepto de accidente no laboral y enfermedad común.
2.8. Cuando la incapacidad es previsiblemente definitiva: la incapacidad permanente.
2.9. Extinción del derecho al subsidio de IT.
2.10. Pérdida o suspensión del derecho al subsidio.
2.11. El control de la IT.
3. Incapacidad permanente.
3.1. Concepto de Incapacidad Permanente.
3.2. Grados de incapacidad permanente.
3.3. Contenido de la acción protectora.
3.4. Revisiones de grado.
7. Resumen.
8. Ejercicios de autoevaluación
9. Bibliografía comentada.
10. Bibliografía complementaria (citada en el texto)
11. Actividades para la evaluación a distancia
12. Recursos en la web
1. Introducción.
2.2. Agentes implicados en el control y gestión de la IT: guía para un mar de siglas.
- Para el trabajador:
En caso de tratarse de contingencia profesional, se flexibilizan los requisitos para el
acceso a la prestación (la enfermedad profesional se protege sin el requisito de un
periodo de cotización previo, a diferencia de la enfermedad común), y mejora la cuantía
de las prestaciones económicas.
- Para el empresario:
Ya hemos visto que, en caso de contingencia común, el empresario tiene la obligación
de hacer frente al subsidio que recibirá el trabajador entre el cuarto y el decimoquinto
día de duración del proceso. Pero, por otra parte, entre las consecuencias que tiene para
el empresario la declaración de un accidente de trabajo o enfermedad profesional está la
posibilidad de exponerse a un recargo de las prestaciones a percibir por el trabajador por
déficit de medidas de seguridad. Es decir, si se constata que la lesión o enfermedad del
trabajador puede relacionarse con una falta de medidas de seguridad en el puesto de
trabajo atribuibles al empresario, éste puede verse sancionado con la obligación de
pagar un recargo sobre las prestaciones que reciba el trabajador. Este recargo cumple la
doble finalidad de incrementar las cantidades que el trabajador recibe, con lo cual
funciona como indemnización, y de sancionar al mismo tiempo al empresario infractor.
- Sobre la entidad aseguradora:
Además de determinar la cuantía que debe abonarse al trabajador, la calificación como
profesional o común de una enfermedad o accidente determina, en la mayoría de los
casos, cuál será la entidad responsable del pago de dicha prestación, pues en la mayoría
de los casos las contingencias comunes y profesionales no están cubiertas por la misma
entidad.
- Sobre la sociedad en su conjunto:
El conocimiento adecuado de cuáles enfermedades o accidentes son atribuibles a las
condiciones de trabajo permite avanzar en el conocimiento científico de los mismas,
profundizar en la delimitación de sus factores etiológicos y, consecuentemente, permite
mejorar el desarrollo de medidas preventivas que eviten eventos similares en el futuro.
Aún persistiendo las circunstancias que dieron lugar al inicio del proceso de IT,
el derecho al subsidio por incapacidad temporal podrá ser denegado, anulado o
suspendido:
1.- Cuando el beneficiario haya actuado fraudulentamente para obtener o conservar
dicha prestación.
2.- Cuando el beneficiario trabaje por cuenta propia o ajena.
También podrá ser suspendido el derecho al subsidio cuando, sin causa
razonable, el beneficiario rechace o abandone el tratamiento que le fuere indicado.
Como consecuencia de todo lo anterior, podemos concluir que, tras la entrada en vigor
de los cambios normativos analizados, el médico inspector del INSS ha visto
sustancialmente ampliadas sus competencias en el control de la IT. Durante los
primeros 12 meses, ya puede emitir altas por inspección con la misma validez que la de
la inspección médica de los servicios públicos de salud, y, superado el duodécimo mes,
el INSS asume en exclusiva las competencias en el control de la prestación, quedando el
médico del SPS liberado incluso de la obligación de emitir partes periódicos de
confirmación. No obstante, el paciente queda vinculado al SPS para seguir recibiendo la
asistencia sanitaria precisa para la recuperación de la salud, asistencia que sigue siendo
parte consustancial de esta prestación. Durante este periodo, además, el médico de
atención primaria conserva, como no podía ser de otra forma, sus funciones de
asesoramiento y orientación al paciente en sus relaciones con los demás agentes
implicados en el control de la IT (INSS, Inspección Médica del SPS, Mutuas, ...), y su
conocimiento de las circunstancias clínicas del paciente puede resultar decisivo,
comunicadas éstas por los cauces oportunos, para orientar la decisión de aquéllos.
3. Incapacidad permanente.
Cuantía
(euros)
I. Cabeza y cara
990 a
1. Pérdida de sustancia ósea en la pared craneal, claramente apreciable por exploración
2.240
clínica
2. Disminución de la agudeza visual de un ojo en menos del 50 por 100, siempre que
1.140
con corrección no alcance las siete décimas .
3. Disminución de la agudeza visual de un ojo en más del 50 por 100 1.920
4. Disminución de la agudeza visual en ambos ojos en menos del 50 por 100, siempre
2.420
que con corrección no alcance en ambos ojos las siete décimas
720 a
5. Alteraciones de la voz y trastornos del lenguaje, conservándose voz social
2.420
Nota. La agudeza visual se especificará siempre con arreglo a la escala de Wecker, con
y sin corrección óptica
1º. Organos de la audición:
6. Pérdida de una oreja 1.810
7 . Pérdida de las dos orejas 3.830
8. Hipoacusia que no afecta la zona conversacional en un oído, siendo normal la del
1.210
otro
9. Hipoacusia en ambos oídos que no afecta la zona conversacional en ninguno de ellos 1.800
10. Hipoacusia que afecta la zona conversacional en un oído, siendo normal la del otro 2.420
11. Hipoacusia que afecta la zona conversacional en ambos oídos 3.580
2º. Organos del olfato:
12. Pérdida de la nariz 7.940
13. Deformación o perforación del tabique nasal 1.210
14. Pérdida del sentido del olfato 1.210
3º. Deformaciones del rostro y en la cabeza, no incluidas en los epígrafes anteriores:
15. Deformaciones en el rostro y en la cabeza que determinen una alteración 1.280 a
importante de su aspecto. 2.560
16. Deformaciones en el rostro que afecten gravemente a la estética facial o impidan 1.920 a
alguna de las funciones de los órganos externos de la cara . 7.940
Cuantia Cuantía
(euros) (euros)
Derecho Izquierdo
IV. Miembros superiores
A) Pulgar:
26. Pérdida de la segunda falange (distal) 2.240 1.810
B) Indice:
27. Pérdida de la tercera falange (distal) 1.140 920
28. Pérdida de la segunda y tercera falanges (media y distal) 1.810 1.320
29. Pérdida completa 2.420 1.810
30. Pérdida del metacarpiano 960 920
C) Medio:
32. Pérdida de la tercera falange (distal) 1.210 920
33. Pérdida de la segunda y tercera falanges (media y distal) 1.920 1.350
34. Pérdida completa 2.420 1.810
35. Pérdida del metacarpiano 960 920
36. Pérdida completa, incluido metacarpiano 2.870 2.240
D) Anular:
37. Pérdida de la tercera falange (distal) 960 680
38. Pérdida de la segunda y tercera falanges (media y distal) 1.460 1.140
39. Pérdida completa 1.920 1.350
40. Pérdida del metacarpiano 790 750
41. Pérdida completa, incluido metacarpiano 2.420 1.810
E) Meñique:
42. Pérdida de la tercera falange (distal) 680 540
43. Pérdida de la segunda y tercera falanges (media y distal) 1.140 920
44. Pérdida completa 1.350 1.140
45. Pérdida del metacarpiano 1.100 1.100
46. Pérdida completa, incluido metacarpiano 1.810 1.710
Nota. La pérdida de una falange de cualquier dedo de la mano en más del
50 por 100 de su longitud se equiparará a la pérdida total de la falange de
que se trate.
2º. Anquilosis:
A) Codo y muñeca:
47. Anquilosis del codo en posición favorable (ángulo de 80 a 90 grados) 2.940 2.240
48. Anquilosis de la muñeca 2.770 1.990
B) Pulgar:
49. De la articulación interfalángica 1.920 920
50. De la articulación metacarpo falángica 2.420 1.810
51. De la articulación interfalángica y metacarpo falángica asociadas 2.870 2.240
52. De la articulación carpometacarpiana 3.200 2.590
C) Indice:
53. De la articulación segunda interfalángica (distal) 960 680
54. De la articulación primera interfalángica 1.460 1.140
55. De la articulación metacarpo falángica 1.460 1.140
56. De las dos articulaciones interfalángicas asociadas 1.460 1.140
57. De las articulaciones metacarpo falángicas y una interfalángica
1.920 1.350
asociadas
58. De las tres articulaciones 2.560 1.920
D) Medio:
59. De la articulación segunda interfalángica (distal) 750 570
60. De la articulación primera interfalángica 960 680
61. De la articulación metacarpo falángica 960 680
62. De las articulaciones interfalángicas asociadas 1.210 920
63. De las articulaciones metacarpo falángicas y una interfalángica
1.460 1.140
asociadas
64. De las tres articulaciones 2.060 1.460
E) Anular y meñique:
65. De la segunda articulación interfalángica (distal) 750 570
66. De la articulación primera interfalángica 860 610
67. De la articulación metacarpo falángica 860 610
68. De las articulaciones interfalángicas asociadas 1.170 920
69. De las articulaciones metacarpo falángicas y una interfalángica
1.390 1.100
asociadas
70. De las tres articulaciones 1.920 1.390
Nota. Tendrán también la consideración de anquilosis las alteraciones de
sensibilidad, así como los estados que, por sección irrecuperable de
tendones o por lesiones de partes blandas, dejen activamente inmóviles
las falanges
A) Hombro:
71. Limitación de la movilidad conjunta de la articulación en menos de un
990 830
50 por 100
72. Limitación de la movilidad conjunta de la articulación en más del 50
2.870 2.420
por 100
B) Codo:
73. Limitación de la movilidad en menos de un 50 por 100 1.920 1.350
74. Limitación de la movilidad en más del 50 por 100 2.560 1.920
C) Antebrazo:
75. Limitación de la prosupinación en menos de un 50 por 100 1.070 610
76. Limitación de la prosupinación en más de un 50 por 100 2.560 1.810
(Ambas limitaciones se medirán a partir de la posición intermedia.)
D) Muñeca:
77. Limitación de la movilidad en menos de un 50 por 100 1.070 610
78. Limitación de la movilidad en más del 50 por 100 (También se
2.420 1.810
determinarán estas limitaciones a partir de la posición intermedia.)
E) Pulgar:
79. Limitación de la movilidad global en menos de un 50 por 100 1.460 920
F) Indice:
80. Limitación de la movilidad global del dedo en más de un 50 por 100 860 610
G) Medio, anular y meñique:
81. Limitación de la movilidad global en más de un 50 por 100 750 500
Nota. Cuando la mano rectora para el trabajo sea la izquierda, la
indemnización será la fijada en el baremo para el mismo tipo de lesión en
la mano derecha. Igual norma se aplicará en el caso de trabajadores
zurdos.
Cuantía
(euros)
V. Miembros inferiores
A) Primer dedo:
82. Pérdida total 2.240
83. Pérdida de segunda falange 990
B) Segundo, tercero y cuarto dedos:
84. Pérdida total (cada uno) 680
85. Pérdida parcial de cada dedo 500
C) Quinto dedo:
86. Pérdida total 680
87. Pérdida parcial 500
2º. Anquilosis:
A) Rodilla:
88. En posición favorable (extensión o flexión hasta 170 grados, incluido
2.870
acortamiento hasta 4 centímetros).
B) Articulación tibioperonea astragalina:
89. En posición favorable (en ángulo recto o flexión plantar de hasta 100 grados) 2.420
C) Tarso:
90. De la articulación subastragalina o de las otras medio tarsianas, en buena posición 1.920
funcional
91. Triple artrodesis 2.660
D) Dedos:
92. Anquilosis del primer dedo:
a) Articulación interfalángica 500
b) Articulación metatarso falángica 830
c) Anquilosis de las dos articulaciones 1.280
93. Anquilosis de cualquiera de los demás dedos 500
94. Anquilosis de dos dedos 610
95. De tres dedos de un pie 830
96. De cuatro dedos de un pie (en el caso de anquilosis de los cinco dedos, el pulgar
990
se valorará aparte)
Nota. Serán aplicables a las anquilosis de las extremidades inferiores las normas
señaladas para las de los miembros superiores
A) Rodilla:
97. Flexión residual entre 180 y 135 grados 1.990
98. Flexión residual entre 135 y 90 grados 1.210
99. Flexión residual superior a 90 grados 610
100. Extensión residual entre 135 y 180 grados 860
B) Articulación tibioperonea astragalina:
101. Disminución de la movilidad global en más del 50 por 100 2.130
102. Disminución de la movilidad global en menos del 50 por 100 990
C) Dedos:
103. Rigidez articular del primer dedo 430
104. Del primero y segundo dedos 680
105. De tres dedos de un pie 720
106. De cuatro dedos de un pie 920
107. De los cinco dedos de un pie 1.280
4º. Acortamientos:
1.140
108. De 2 a 4 centímetros
109. De 4 a 10 centímetros 2.420
5.1. Concepto
La Ley de Presupuestos Generales del Estado para el 2011 (Ley 39/2010),
publicada en el BOE del día 23 de diciembre de 2010, introdujo una nueva prestación en
el sistema, concebida para proteger la situación de los progenitores, adoptantes o
acogedores de carácter preadoptivo o permanente, en aquellos casos en que ambos
trabajen, para el cuidado del menor/es que estén a su cargo y se encuentren afectados
por cáncer (tumores malignos, melanomas y carcinomas), o por cualquier otra
enfermedad grave, que requiera ingreso hospitalario de larga duración, durante el
tiempo de hospitalización y tratamiento continuado de la enfermedad, acreditado por el
informe del Servicio Público de Salud u órgano administrativo sanitario de la
Comunidad Autónoma correspondiente.
Dicha prestación, con naturaleza de subsidio, tiene por objeto compensar la
pérdida de ingresos que sufren las personas interesadas al tener que reducir su jornada,
con la consiguiente disminución de salarios, ocasionada por la necesidad de cuidar de
manera directa, continua y permanente de los hijos o menores a su cargo, durante el
tiempo de hospitalización y tratamiento continuado de la enfermedad. El subsidio, por
tanto, viene predeterminado por la reducción efectiva de la jornada laboral y por las
circunstancias en que ésta se lleva a cabo por las personas trabajadoras.
En la actualidad, las características de la prestación y los requisitos que deben
cumplirse para poder optar a ella están recogidos en el Real Decreto 1148/2011
(publicado en el BOE de 30 de julio de 2011), el cual establece que el cáncer o
enfermedad grave que padezca el menor deberá implicar un ingreso hospitalario de
larga duración que requiera su cuidado directo, continuo y permanente, durante la
hospitalización y tratamiento continuado de la enfermedad. Se considerará asimismo
como ingreso hospitalario de larga duración la continuación del tratamiento médico o el
cuidado del menor en domicilio tras el diagnóstico y hospitalización por la enfermedad
grave. La acreditación de que el menor padece un cáncer u otra enfermedad grave de las
que puedan dar lugar a esta prestación, así como la necesidad de cuidado directo,
continuo y permanente del menor durante el tiempo de hospitalización y tratamiento
continuado de la enfermedad se efectuará, incluso en aquellos casos en que la atención y
diagnóstico del cáncer o enfermedad grave se haya llevado a cabo por servicios médicos
privados, mediante declaración cumplimentada por el facultativo del Servicio Público
de Salud u órgano administrativo sanitario de la Comunidad Autónoma correspondiente,
responsable de la atención del menor. Cuando el diagnóstico y tratamiento del cáncer o
enfermedad grave del menor se haya realizado a través de los servicios médicos
privados se exigirá que la declaración sea cumplimentada además por el médico del
centro responsable de la atención del menor.
Cuando exista recaída del menor por el cáncer o la misma enfermedad grave no
será necesario que exista un nuevo ingreso hospitalario, si bien en la recaída de la
enfermedad deberá acreditarse, mediante una nueva declaración médica, la necesidad,
tras el diagnóstico y hospitalización, de la continuación del tratamiento médico así
como del cuidado directo, continuado y permanente del menor por el progenitor,
adoptante o acogedor.
Serán personas beneficiarias del subsidio por cuidado de menores afectados por
cáncer u otra enfermedad grave las personas trabajadoras, por cuenta ajena y por cuenta
propia y asimiladas cualquiera que sea su sexo, que reduzcan su jornada de trabajo en,
al menos, un 50 por 100 de su duración, siempre que reúnan la condición general de
estar afiliadas y en alta en algún régimen del sistema de la Seguridad Social y acrediten
los periodos mínimos de cotización exigibles en cada caso.
El subsidio se reconocerá en proporción al porcentaje de reducción que
experimente la jornada de trabajo que disfruten las personas trabajadoras.
En el supuesto de personas trabajadoras por cuenta propia y asimiladas incluidas
en los distintos regímenes especiales del sistema de la Seguridad Social y en el de las
personas trabajadoras de carácter discontinuo incluidas en el Régimen Especial de los
Empleados de Hogar, se considera situación protegida los periodos de cese parcial en la
actividad, para el cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave.
Cuando ambas personas progenitoras, adoptantes o acogedoras tuvieran derecho al
subsidio solamente podrá reconocerse a una de ellas, con independencia del número de
menores que estén afectados por cáncer u otra enfermedad grave y que requieran un
cuidado directo, continuo y permanente.
En los casos de separación judicial, nulidad o divorcio, si ambas personas
progenitoras, adoptantes o acogedoras tuvieran derecho al subsidio podrá ser reconocido
a favor de la determinada de común acuerdo. A falta de acuerdo y de previsión judicial
expresa, se atribuirá la condición de persona beneficiaria del subsidio a aquella a quien
se conceda la custodia del menor y si ésta fuese compartida a la que lo solicite en primer
lugar.
Lo dispuesto en este apartado será igualmente de aplicación en los supuestos de
ruptura de una unidad familiar basada en una análoga relación de afectividad a la
conyugal.
Mediante acuerdo entre ambas personas progenitoras, adoptantes o acogedoras y
la empresa o empresas respectivas, podrán alternarse entre ellas el percibo del subsidio
por periodos no inferiores a un mes, en cuyo caso el percibo del subsidio quedará en
suspenso cuando se reconozca un nuevo subsidio a la otra persona progenitora,
adoptante o acogedora.
Las personas trabajadoras contratadas a tiempo parcial tendrán derecho al
subsidio por cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave, siempre
que reduzcan su jornada en, al menos, un 50 por 100, reconociéndose el subsidio en
proporción al porcentaje de reducción que experimente la jornada de trabajo que
disfruten las personas trabajadoras.
Cuando los solicitantes de la prestación tengan menos de 21 años de edad en la
fecha en que inicien la reducción de jornada, no se les exigirá periodo mínimo de
cotización previo para el reconocimiento del derecho al percibo del subsidio. A partir de
los 21 años, sin embargo, la exigencia de un periodo mínimo de cotización es uno de los
requisitos que el beneficiario debe cumplir:
a) Si la persona trabajadora tiene cumplidos 21 años de edad y es menor de
26 en la fecha en que inicie la reducción de jornada, el periodo mínimo de
cotización exigido será de 90 días cotizados dentro de los siete años
inmediatamente anteriores a dicha fecha. Se considerará cumplido el
mencionado requisito si, alternativamente, la persona trabajadora acredita
180 días cotizados a lo largo de su vida laboral, con anterioridad a la fecha
indicada.
b) Si la persona trabajadora tiene cumplidos 26 años de edad en la fecha en
que inicie la reducción de jornada, el periodo mínimo de cotización exigido
será de 180 días dentro de los siete años inmediatamente anteriores a dicha
fecha. Se considerará cumplido el mencionado requisito si,
alternativamente, la persona trabajadora acredita 360 días cotizados a lo
largo de su vida laboral, con anterioridad a la fecha indicada.
La prestación económica por cuidado de menores afectados por cáncer u otra
enfermedad grave consistirá en un subsidio, de devengo diario, equivalente al 100 por
100 de la base reguladora establecida para la prestación por incapacidad temporal,
derivada de contingencias profesionales o, en su caso, la derivada de contingencias
comunes, cuando no se haya optado por la cobertura de las contingencias profesionales,
aplicando el porcentaje de reducción que experimente la jornada de trabajo.
Se tendrá derecho al subsidio por cuidado de menores afectados por cáncer u otra
enfermedad grave a partir del mismo día en que dé comienzo la reducción de jornada
correspondiente, siempre que la solicitud se formule en el plazo de tres meses desde la
fecha en que se produjo dicha reducción. Transcurrido dicho plazo, los efectos
económicos del subsidio tendrán una retroactividad máxima de tres meses.
El subsidio se reconocerá por un periodo inicial de un mes, prorrogable por
periodos de dos meses cuando subsista la necesidad del cuidado directo, continuo y
permanente del menor, que se acreditará mediante declaración del facultativo del
Servicio Público de Salud u órgano administrativo sanitario de la Comunidad Autónoma
correspondiente, responsable de la asistencia médica del menor, y, como máximo, hasta
que éste cumpla los 18 años.
Cuando la necesidad de cuidado directo, continuo y permanente del menor, según
se acredite en la declaración médica emitida al efecto, sea inferior a dos meses, el
subsidio se reconocerá por el periodo concreto que conste en el informe.
El subsidio se extinguirá:
a) Por la reincorporación plena al trabajo o reanudación total de la actividad
laboral de la persona beneficiaria, cesando la reducción de jornada por cuidado de
menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave, cualquiera que sea la causa que
determine dicho cese.
b) Por no existir la necesidad del cuidado directo, continuo y permanente del
menor, debido a la mejoría de su estado o a alta médica por curación, según el informe
del facultativo del Servicio Público de Salud u órgano administrativo sanitario de la
Comunidad Autónoma correspondiente, responsable de la asistencia sanitaria del
menor.
c) Cuando una de las personas progenitoras, adoptantes o acogedoras del menor
cese en su actividad laboral, sin perjuicio de que cuando ésta se reanude se pueda
reconocer un nuevo subsidio si se acredita por la persona beneficiaria el cumplimiento
de los requisitos exigidos y siempre que el menor continúe requiriendo el cuidado
directo, continuo y permanente.
d) Por cumplir el menor 18 años.
e) Por fallecimiento del menor
f) Por fallecimiento de la persona beneficiaria de la prestación.
En un anexo del referido Real Decreto se mencionan un total de 109 circunstancias que
pueden dar lugar a la prestación, contemplándose la previsión de que el Ministro de
Trabajo e Inmigración podrá acordar, mediante orden ministerial, la incorporación de
nuevas enfermedades a dicho listado de enfermedades consideradas graves, cuando,
previos los estudios e informes correspondientes, se trate de enfermedades graves que
requieran el cuidado directo, continuo y permanente del menor por los progenitores,
adoptantes o acogedores, durante su ingreso hospitalario, de larga duración, y
tratamiento continuado de la enfermedad.
I. Oncología:
1. Leucemia linfoblástica aguda.
2. Leucemia aguda no linfoblástica.
3. Linfoma no Hodgkin.
4. Enfermedad de Hodgkin.
5. Tumores del Sistema Nervioso Central.
6. Retinoblastomas.
7. Tumores renales.
8. Tumores hepáticos.
9. Tumores óseos.
10. Sarcomas de tejidos blandos.
11. Tumores de células germinales.
12. Otras neoplasias graves.
II. Hematología:
13. Aplasia medular grave (constitucional o adquirida).
14. Neutropenias constitucionales graves.
15. Hemoglobinopatías constitucionales graves.
V. Psiquiatría:
31. Trastornos de la conducta alimentaria.
32. Trastorno de conducta grave.
33. Trastorno depresivo mayor.
34. Trastorno psicótico.
35. Trastorno esquizoafectivo.
VI. Neurología:
36. Malformaciones congénitas del Sistema Nervioso Central.
37. Traumatismo craneoencefálico severo.
38. Lesión medular severa.
39. Epilepsias:
a. Síndrome de West.
b. Síndrome de Dravet.
c. Síndrome de Lennox-Gastaut.
d. Epilepsia secundaria a malformación o lesión cerebral.
e. Síndrome de Rassmussen.
f. Encefalopatías epilépticas.
g. Epilepsia secundaria a enfermedades metabólicas.
h. Otras epilepsias bien definidas.
40. Enfermedades autoinmunes:
a. Esclerosis múltiple.
b. Encefalomielitis aguda diseminada.
c. Guillain-Barré.
d. Polineuropatía crónica desmielinizante.
e. Encefalitis límbica.
f. Otras enfermedades autoinmunes bien definidas.
41. Enfermedades neuromusculares:
a. Atrofia muscular espinal infantil.
b. Enfermedad de Duchenne.
c. Otras enfermedades neurosmusculares bien definidas.
42. Infecciones y parasitosis del Sistema Nervioso Central (meningitis, encefalitis,
parásitos y otras infecciones).
43. Accidente cerebrovascular.
44. Parálisis cerebral infantil.
45. Narcolepsia-cataplejia.
VII. Cardiología:
46. Cardiopatías congénitas con disfunción ventricular.
47. Cardiopatías congénitas con hipertensión pulmonar.
48. Otras cardiopatías congénitas graves.
49. Miocardiopatías con disfunción ventricular o arritmias graves.
50. Cardiopatías con disfunción cardiaca y clase funcional III-IV.
51. Trasplante cardiaco.
X. Nefrologia:
67. Enfermedad renal crónica terminal en tratamiento sustitutivo.
68. Trasplante renal.
69. Enfermedad renal crónica en el primer año de vida.
70. Síndrome nefrótico del primer año de vida.
71. Síndrome nefrótico corticorresistente y corticodependiente.
72. Tubulopatías de evolución grave.
73. Síndrome de Bartter.
74. Cistinosis.
75. Acidosis tubular renal.
76. Enfermedad de Dent.
77. Síndrome de Lowe.
78. Hipomagnesemia con hipercalciuria y nefrocalcinosis.
79. Malformaciones nefrourológicas complejas.
80. Síndromes polimalformativos con afectación renal.
81. Vejiga neurógena.
82. Defectos congénitos del tubo neural.
83. Otras enfermedades nefrourológicas graves.
XI. Reumatología:
84. Artritis idiopática juvenil (AIJ).
85. Lupus eritematoso sistémico.
86. Dermatomiositis juvenil.
87. Enfermedad mixta del tejido conectivo.
88. Esclerodermia sistémica.
89. Enfermedades autoinflamatorias (Fiebre Mediterránea Familiar, Amiloidosis y otras
enfermedades autoinflamatoras graves).
90. Otras enfermedades reumatológicas graves.
XII. Cirugía:
91. Cirugía de cabeza y cuello: hidrocefalia/válvulas de derivación, mielomeningocele,
craneoestenosis, labio y paladar hendido, reconstrucción de deformidades craneofaciales
complejas, etc.
92. Cirugía del tórax: deformidades torácicas, hernia diafragmática congénita,
malformaciones pulmonares, etc.
93. Cirugía del aparato digestivo: atresia esofágica, cirugía antirreflujo, defectos de
pared abdominal, malformaciones intestinales (atresia, vólvulo, duplicaciones),
obstrucción intestinal, enterocolitis necrotizante, cirugía de la enfermedad inflamatoria
intestinal, fallo intestinal, Hirschprung, malformaciones anorrectales, atresia vías
biliares, hipertensión portal, etc.
94. Cirugía nefro-urológica: malformaciones renales y de vías urinarias.
95. Cirugía del politraumatizado.
96. Cirugía de las quemaduras graves.
97. Cirugía de los gemelos siameses.
98. Cirugía ortopédica: cirugía de las displasias esqueléticas, escoliosis, displasia del
desarrollo de la cadera, cirugía de la parálisis cerebral, enfermedades neuromusculares y
espina bífida, infecciones esqueléticas y otras cirugías ortopédicas complejas.
99. Cirugía de otros trasplantes: válvulas cardíacas, trasplantes óseos, trasplantes
múltiples de diferentes aparatos, etc.
XIV. Neonatología:
101. Grandes prematuros, nacidos antes de las 32 semanas de gestación o con un peso
inferior a 1.500 gramos y prematuros que requieran ingresos prolongados por
complicaciones secundarias a la prematuridad.
XVI. Endocrinología:
109. Diabetes Mellitus tipo I.
6. Prestaciones por riesgo en el embarazo y en la lactancia.
6.1. Introducción.
En la valoración del posible riesgo laboral durante el embarazo hay que tener
en cuenta una serie de cuestiones fundamentales. En primer lugar hay que decir que el
embarazo no es una enfermedad, sino un aspecto de la vida cotidiana, una situación
fisiológica en la que en principio con la aplicación de las normas y procedimientos
preventivos que ya existen en los ámbitos laborales permitirían con frecuencia
garantizar la protección de la salud y la seguridad de las embarazadas. Y por tanto, el
trabajo per sé no supone un riesgo para la salud. De hecho, en nuestro entorno social
muchas mujeres trabajan durante el embarazo, y muchas reanudan su actividad
profesional durante el período de lactancia.
Otro aspecto a tener en cuenta es la diferenciación entre los conceptos de riesgo
clínico y riesgo laboral ya que estos conceptos no son coincidentes: así el concepto de
embarazo de riesgo para un médico clínico no significa que ese riesgo se atribuya al
trabajo.
Además, los problemas que nos podemos encontrar en el momento de identificar
riesgos ambientales y laborales son muchos, ya que en la mayoría de las ocasiones
coexisten situaciones propias de la mujer o de su entorno social con otras del entorno
laboral y la causa real del riesgo está enmascarada por lo que en la valoración debemos
ser cautos.
a) Riesgos clínicos del embarazo: son situaciones que dificultan o impiden el
normal desarrollo del mismo, que no deben alegarse ni admitirse como
riesgo laboral y que se clasifican en :
Factores socio-demográficos: situaciones que implican un mayor
seguimiento y que no pueden ser agravados por factores puramente
laborales
▪ Edad materna menor o igual de 15 años
▪ Edad materna mayor o igual de 35 años
▪ IMC > a 29 ó < 20
▪ Tabaquismo
▪ Alcoholismo
▪ Drogadicción
▪ Nivel socioeconómico bajo
Antecedentes reproductivos: situaciones que implican igualmente un
mayor seguimiento y que no pueden ser agravados por factores
puramente laborales y que en principio tampoco serían
necesariamente incapacitantes pero que en algunos casos puede
recomendarse reposo y darían lugar a situaciones de IT:
▪ Esterilidad en tratamiento al menos 2 años
▪ Abortos de repetición
▪ Antecedentes de parto pretérmino
▪ Antecedentes de nacido con CIR
▪ Antecedentes de muerte perinatal
▪ Hijo con lesión neurológica residual
▪ Antecedente de nacido con defecto congénito
▪ Antecedente de cirugia uterina
▪ Malformación uterina
▪ Incompetencia cervical
Antecedentes médicos que afectan al embarazo: con cierta frecuencia
la mujer presenta patologia previa que se agrava durante su gestación
o que el embarazo sirve para detectar y que en ocasiones pueden
alterar la capacidad de trabajo:
▪ Hipertensión arterial
▪ Cardiopatía
▪ Enfermedad renal
▪ Diabetes mellitus
▪ Otras endocrinopatías
▪ Enfermedad respiratoria crónica
▪ Enfermedad hematológica
▪ Epilepsia y otras enfermedades neurológica
▪ Enfermedad psiquiátrica
▪ Enfermedad hepática con insuficiencia
▪ Enfermedad autoinmune con afectación sistémica
▪ Tromboembolismo
▪ Patología médico-quirúrgica grave
Situaciones que vamos a intentar analizar más detenidamente en el presente tema, con
la intención de que nos oriente a la hora de valorar si una situación alegada por una
trabajadora es o no una situación de riesgo laboral y por tanto, en caso de no ser posible
la adaptación o cambio de puesto, debería procederse a la suspensión del contrato y al
reconocimiento de la prestación por riesgo.
6.2. Marco normativo básico.
6.3.3. Cuantía:
Subsidio equivalente al 100% de la base reguladora correspondiente, que será la
establecida para la prestación de IT derivada de contingencias profesionales.
6.5.1. A. Agentes.
1. Agentes físicos, cuando se considere que puedan implicar lesiones fetales o provocar
un desprendimiento de la placenta, en particular:
a) Choques, vibraciones y movimientos.
b) Manipulación manual de cargas pesadas que supongan riesgos, en
particular dorsolumbares.
c) Ruido.
d) Radiaciones no ionizantes.
e) Frío y calor extremos.
f) Movimientos y posturas, desplazamientos, tanto en el interior como en
el exterior del centro de trabajo, fatiga mental y física y otras cargas físicas vinculadas a
la actividad de la trabajadora embarazada, que haya dado a luz o en período de
lactancia.
2. Agentes biológicos.
3. Agentes químicos.
a) Las sustancias etiquetadas R 40, R 45, R 46, R 49, R 68, R 62 y R63 por el
Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas,
aprobado por el Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, o etiquetadas como H351,
H350, H340, H350i, H341, H361f, H361d y H361fd por el Reglamento (CE) n.º
1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre
clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas, en la medida en que no
figuren todavía en el anexo VIII.
b) Los agentes químicos que figuran en los anexos I y III del Real Decreto
665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo.
c) Mercurio y derivados.
d) Medicamentos antimitóticos.
e) Monóxido de carbono.
f) Agentes químicos peligrosos de reconocida penetración cutánea.
6.5.1.B. Procedimientos.
Procedimientos industriales que figuran en el anexo I del Real Decreto
665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo.
a) Agentes físicos:
Radiaciones ionizantes.
Trabajos en atmósferas de sobrepresión elevada, por
ejemplo, en locales a presión, submarinismo.
b) Agentes biológicos:
Toxoplasma. Virus de la rubeola.
c) Agentes químicos:
2. Condiciones de trabajo.
1. Agentes químicos:
Las sustancias etiquetadas R 64, por el Reglamento sobre
clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas, aprobado por el Real
Decreto 363/1995, de 10 de marzo, o H362 por el Reglamento (CE) n.º 1272/2008
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre
clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas.
Las sustancias cancerígenas y mutágenas incluidas en la tabla 2
relacionadas en el “Documento sobre límites de exposición profesional para
agentes químicos en España” publicado por el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo para las que no haya valor límite de exposición asignado,
conforme a la tabla III del citado documento.
Plomo y derivados, en la medida en que estos agentes sean susceptibles de ser
absorbidos por el organismo humano.
2. Condiciones de trabajo.
–Trabajos de minería subterráneos.
7. Resumen.
8.1. Preguntas.
Seleccione una de las cinco opciones de respuesta planteadas para cada pregunta:
1.- El agente competente para valorar al paciente en situación de IT, en los doce
primeros meses desde el inicio de la misma es:
a) 24 meses.
b) 15 meses
c) 12 meses, prorrogables por otros 6 en los casos de periodo de observación por
enfermedad profesional.
d) 15 meses
e) 12 meses, prorrogables por otros 6 si durante ellos es previsible el alta por curación.
4.-El agente competente para valorar al paciente en situación de IT, una vez que han
transcurrido 12 meses desde el inicio de la misma es:
a) Enfermedad común.
b) Accidente de trabajo.
c) Accidente no laboral.
d) Cualquiera de las anteriores.
e) No tiene derecho a IT
a) Sí.
b) No , es competencia de la Mutua Colaboradora
c) No, es competencia de la Inspección del SPS
d) No, es competencia exclusiva del INSS
e) Cualquiera de las anteriores es cierta
11.-Un paciente recibe el alta a los 14 meses de iniciado el proceso de IT, ¿Quién ha
emitido ese alta?
a) Depende de la contingencia.
b) Cada 15 dias.
c) Semanalmente desde el primer parte.
d) En el caso de accidente de trabajo no se necesitan partes de confirmación en ningún
periodo de la IT.
e) Ninguno de los anteriores.
a) Depende de la contingencia.
b) Cada 15 dias.
c) Semanalmente desde el primer parte.
d) En el caso de accidente no laboral no se necesitan partes de confirmación en ningún
periodo de la IT.
e) Ninguno de los anteriores.
a) Enfermedad común.
b) Enfermedad profesional.
c) Accidente de trabajo.
d) Accidente no laboral.
e) En todos los anteriores.
21.- En cuál de los siguientes casos rige en nuestro país un sistema de lista:
a) Enfermedad común.
b) Enfermedad profesional.
c) Accidente de trabajo.
d) Accidente no laboral.
e) En todos los anteriores.
23.- El alta médica por resolución del Director Provincial del INSS:
3.- e) 12 meses, prorrogables por otros 6 si durante ellos es previsible el alta por curación.
22.- c) Que se ponen en marcha los mecanismos destinados a valorar si el trabajador reúne
criterios de incapacidad permanente.
1.- Real Decreto Legislativo 8/2015 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social. BOE núm. 261, de 31 de octubre de 2015.
Este Real Decreto Legislativo ha entrado en vigor precisamente en enero de este año,
sustituyendo al anteriormente vigente Real Decreto Legislativo 1/1994 (BOE núm.154
de 29 de junio de 1994). No obstante, de momento siguen en vigor las definiciones de
los grados de incapacidad permanente (en su modalidad contributiva) que incluía el
mencionado Real Decreto Legislativo 1/1994.
5.- Orientaciones para la valoración del riesgo laboral y la incapacidad temporal durante
el embarazo. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia – INSS. 2008.
6.- Orientaciones para la Valoración del riesgo laboral durante la lactancia natural.
Asociación Española de Pediatría – INSS. 2009.
Ley 39/2010, de Presupuestos Generales del Estado para 2011 (BOE de 23 de diciembre
de 2010).
Ley 39/1999, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personas
trabajadoras. BOE núm. 266, de 6 de noviembre de 1999.
Ley orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. BOE núm. 71, de
23 de marzo de 2007.
Real Decreto 625/2014, de 18 de julio, por el que se regulan determinados aspectos de
la gestión y control de los procesos por incapacidad temporal en los primeros trescientos
sesenta y cinco días de su duración. BOE núm. 176, de 21 de julio de 2014.