02 - QUINTANA, Ángel - El Advenimiento Del Cine Como Nueva Imagen
02 - QUINTANA, Ángel - El Advenimiento Del Cine Como Nueva Imagen
02 - QUINTANA, Ángel - El Advenimiento Del Cine Como Nueva Imagen
El cine es un fenómeno idealista. La idea que el hombre se hizo del cine existía en su
cerebro, como el cielo platónico, y lo que nos resulta más sorprendente es la resistencia
de la materia a la idea… Una realización aproximativa y complicada de la idea precede
El adveni-
miento del
casi siempre a los descubrimientos industriales1.
Desde una posición idealista, André Bazin reclama el papel que el mito desarro-
lló en el advenimiento del cine. El teórico francés no rechaza la función que tuvie-
cine como
ron los diferentes descubrimientos científicos en el desarrollo tecnológico del me-
dio de expresión, pero nos recuerda que las ideas preceden siempre a los inventos
y que la técnica surge de la resistencia de la materia a la idea. La propuesta de Bazin
resulta altamente sugestiva, pero no observa la aparición del cine como un fenóme-
nueva
no de civilización. Si admitimos que las ideas no son innatas y que mantienen una
íntima correspondencia con los sistemas culturales, podremos redefinir el adveni-
miento del cine desde una posición complementaria a la propuesta baziniana. El
imagen
cine no es ni un fenómeno tecnológico, ni idealista, sino un fenómeno cultural per-
fectamente ubicado dentro de una serie de metamorfosis perpetradas en el terre-
no de la visión durante el siglo XIX que provocaron una transformación de la mira-
da clásica, de la figura del observador y de las formas de representación.
Durante muchos años, la historiografía cinematográfica se ha olvidado de la cul-
tura que marcó el advenimiento del cine y ha institucionalizado el llamado pre-cine 1. ANDRÉ BAZIN: Qu’est-ce que le
como el relato legendario de los avances de la ciencia hacia la conquista de la pro- cinéma?, Paris, Editions du Cerf.
yección de imágenes fotográficas en movimiento. La invención del cinematógrafo págs. 19 y 20. (Traducción castellana:
Lumière ha sido contemplada como el maravilloso final feliz de un relato tecnológi- Madrid, Rialp, 1981).
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8 El advenimiento del cine como ueva imagen
2. La institucinalización del estudio del co, del que surgía otro nuevo relato: el de las obras maestras y de los grandes auto-
pre-cine ha estado determinada por el res del considerado “arte cinematográfico”. Generalmente, el advenimiento del
trabajo pionero realizado por C. A. CERAM cine ha sido contemplado desde una única y limitada perspectiva tecnológica. De
en el que considera el nacimiento del cine este modo, se ha institucionalizado el estudio de una arqueología del cine que ha
como simple resultado de una serie de acabado adquiriendo un carácter endogámico, ya que a diferencia de la arqueología
invenciones ópticas, cuyos origenes se clásica ha sido incapaz de descubrir en los monumentos tecnológicos del pasado las
encuentran en las sombras chinescas. Ver: huellas de una determinada forma de comprensión de la civilización. La arqueología
Arqueología del cine, Barcelona, cinematográfica también ha sido incapaz de establecer relaciones con los regímenes
1965. Dicho campo ha sido contrastado de visibilidad generados desde las artes de su contemporaneidad. Incluso en los tra-
científicamente por los trabajos de algunos bajos recientes que han abordado con rigor metodológico el precine, sobre todo
creadores que han intentado reescribir los estudios de Laurent Mannoni, David Robinson, Donata Presenti Campagnoni y
una historia tecnológica, a partir del Francisco Javier Frutos2, continúa persistiendo una cierta tendencia positivista que
estudio de los aparatos ópticos y de las contempla el cine como producto exclusivo de las investigaciones llevadas a cabo
patentes de invención. Dicha historia en la ciencia de fijación de la luz, la descomposición del movimiento o los sistemas
tecnológica continua siendo la apro- técnicos de proyección. En un trabajo reciente, Laurent Mannoni, por ejemplo, ha
ximación mayoritaria a los orígenes del desmitificado la idea de un cine centenario afirmando que si consideramos que lo
cine, si bien recientemente se han ex- que define el origen del medio de expresión es la alianza del arte y la ciencia ópti-
perimentado ligeros desplazamientos hacia ca, el origen del cine estaría explícito en las investigaciones sobre la cámara oscura
el ámbito de la iconografia. Ver LAURENT realizadas por Gianbattista della Porta en 15893. Laurent Mannoni ataca la falta de
MANONNI: Le grand art de la Lumière rigor metodológico en el estudio de la arqueología del cine, pero no puede recha-
et l’ombre. Archeologie du cinéma, zar una visión autofundada y teleológica de la tecnología de la visibilidad.
Paris, Nathan, 1994; DAVID ROBINSON: ¿Cómo podemos separarnos de la visión tecnológica que domina todos los estu-
The lantern image. Iconography of dios sobre los orígenes del cine? Ciertas claves del problema se han puesto en evi-
the magic Lantern, London, Magic dencia en algunos de los estudios que han confrontado el cine y la pintura. En el
Latern Society, 1993. D ONATA ensayo El ojo interminable, Jacques Aumont se preocupa de los diferentes puntos de
PRESENTI CAMPAGNONI: Verso il cinema. contacto que existen entre la nueva imagen pictórica del siglo XIX y la imagen fini-
Macchine spettacoli e mirabili visioni, secular del cine. Aumont considera que no existe una descendencia unívoca entre
Turin, UTET, 1995 y FRANCISCO JAVIER cine y pintura, sino otra forma de relación que debe pasar por “estimar el lugar que
FRUTOS: La fascinación de la mirada. el cine ocupa al lado de la pintura, dentro de una Historia de la representación. En
Los aparatos pre-cinematográficos y una Historia, pues, de lo visible”4. Antonio Costa también cuestiona la exclusividad
sus posibilidades expresivas, Valla- que goza la visión tecnológica en el estudio de los orígenes del cine al afirmar que
dolid, Semana Internacional de cine “el pre-cine debe ser visto como la expresión de los nuevos modelos de la expe-
de Valladolid, 1996. riencia a partir de los cuales tomarán vida los nuevos lenguajes”5. Sin embargo, An-
3. LAURENT MANNONI: “Le quatrième tonio Costa adscribe su búsqueda al concepto de precine, es decir a aquellas mani-
centenaire du cinéma. L’archéologie festaciones visuales anteriores a ese absoluto llamado cine. Para huir de una historia
du cinéma et la naissance de autofundada de los orígenes del cine, lo primero que debemos rechazar es la idea
l’industrie cinématographique”. En de precine. Si consideramos que la aparición del cine se ubica dentro de los diferen-
Cinéma des premiers temps. Théoreme, tes procesos y metamorfosis que han marcado el devenir de las imágenes, debe-
nº 4, Paris, IRCAV, Universidad Paris mos resituar su aparición dentro de una Historia de lo visible que no se limite a ser
III, 1996. el relato de la fascinación mágica que ejercieron una serie de dispositivos ópticos en
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Àngel uintana
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el proceso de invención del cine. Si entendemos el cine como un factor de civiliza-
ción y de pensamiento es preciso plantearse cómo el cine emerge dentro de los di-
ferentes regímenes de visibilidad del siglo XIX y buscar su lugar en lo que Gillo
Dorfles ha calificado como el devenir de las artes6. ¿Qué posición ocupó el cine
como nueva imagen dentro de la cultura de finales del XIX?
Para estudiar los orígenes culturales del cine es preciso partir de una idea de ima-
gen que sea amplia, funcional y polisémica. El estudio del advenimiento del cine
como nueva imagen debe situar el nuevo medio de expresión en relación con las
formas de visibilidad de un universo exterior que empieza a descomponerse con la
irrupción de la modernidad. En el transcurso del siglo XIX se transforma la percep-
ción y se crean unos nuevos modelos de observación y de deseo visual. Los cambios
en la figura del observador modifican también las formas de visibilidad de las artes.
La imagen deja de poseer un valor claramente simbólico y se abre hacia un proceso
de revalidación de lo efímero, rompiendo con el valor trascendente de la mirada
para provocar una mirada exploratoria preocupada por capturar el instante. Sin em-
bargo, el cine no sólo se constituye como un medio de expresión útil para compren-
der el mundo fenoménico, sino que también se constituye como un instrumento
para explorar lo psíquico. La composición del imaginario cinematográfico se desarro-
lla en un momento en el que entra en crisis la idea de una visión objetiva del mundo 4. JACQUES AUMONT: El ojo intermi-
exterior. La fisiología descubre que el ojo ya no puede revelar una verdad y a princi- nable, Barcelona, Paidós, 1997,
pios del siglo XX la psicología cognitivista certifica que existen esferas de percepción pág. 30.
cerebral no asimilables por el sentido de la vista. La imagen-movimiento surge como 5. ANTONIO COSTA: Cinema e pittura,
una nueva imagen perceptiva, su poder fantasmagórico es inherente a su propia Turin, Loescher, 1991, pág. 50.
esencia como movimiento de imágenes discontinuas. Tal como ha certificado Arthur 6. Gillo Dorfles considera que las ar-
C. Danto, la esencia del cine son “las imágenes que se mueven y no exactamente (o tes han sido simpre posibles bajo el signo
necesariamente) las imágenes de las cosas que se mueven”7. del devenir, en la transformación conti-
En el libro Estética del cine, Mario Pezzela toma como ejemplo los estudios de de las artes. México, Fondo de Cul-
Panofski sobre el Renacimiento, para afirmar que “el estudio de las diferentes for- tura Económica, 1963.
mas de representación permite desvelar el modo de percepción particular de una 7. A RTHUR C. D ANTO : “Images
época. Bajo dicha perspectiva, el cine expresa las formas perceptivas de la moderni- Mouvantes” en Cinémathèque, nº 13,
dad y de su apertura hacia el mundo”8. Situándose en una óptica cercana, Leo primavera de 1998, pág. 51.
Charney y Vanessa R. Schwartz ubican los orígenes del cine dentro de la moderni- 8. M ARIO P EZZELLA : Estetica del
dad afirmando que el cine no debe ser considerado como una simple extensión de cinema, Bologna, Il Mulino, 1996,
las formas melodramáticas del teatro, de la serialidad narrativa y del realismo de la pág. 10.
novela decimonónica, que marcaron su forma representativa, sino que debe ser 9. L EO C HARNEY Y V ANESSA R.
“redefinido como un componente vital de la amplia cultura de la vida moderna que SCHWARTZ: Cinema and the Invention
abarca una serie de transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales”9. of Modern Life, Berkeley, University
¿Cuál es esa modernidad de la que surge el cine? of California Press, pág. 10.
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Deutsch Collection
Deutsch Collection
En el XIX las formas plásticas se han liberado de la tutela del arte, de forma pareci-
da a como en el siglo XVI las ciencias se han liberado de la filosofía. La arquitectura ha
mostrado el camino transformándose en una construcción de ingeniero. La fotografía se
convierte en reproducción de la naturaleza. La creación imaginaria se prepara para con-
vertirse en un hecho práctico situando las artes gráficas al servicio de la publicidad. La li-
teratura se somete al montaje de las páginas literarias de los periódicos. Todos estos pro-
ductos tienen como intención la de presentarse como mercancías en el mercado16.
Mirian Bratu Hansen, haciéndose eco de los estudios realizados por Siegfried Le siècle de l’image analogique,
Kracauer sobre la constitución de una sociedad de masas en la vida urbana de los Paris, Nathan, 1997, pág. 36.
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años veinte, considera “el cine como la principal institución cultural en la que las ma-
sas, vistas como una forma heterogénea, indefinida y desconocida de colectividad,
pueden llegar a representarse como público”18. En el cinematógrafo, la configuración
del público se efectúa a partir de un doble movimiento: mediante la creación del es-
pectador como integrante de la masa que acude a los espectáculos cinematográficos
y mediante la representación de la masa urbana como motivo figurativo.
Un tema recurrente de las primeras vistas Lumière es la filmación de vistas urba-
nas de diferentes temporalidades del mundo. Los operadores Lumière colocan sus
cámaras frente a diferentes paisajes metropolitanos con la intención de atrapar el
devenir de un mundo en estado perpetuo de tránsito. Las vistas Lumière inscriben
el cinematógrafo dentro de la modernidad perceptiva del mundo fenómenico y
abren las puertas a una nueva configuración espectatorial del público de masas.
Modernity”. En L EO C HARNEY Y
de Vincennes, 1996.
l’image cinématographique”. En
de movilidad. Los panoramas, que exhiben sus telas circulares de 360º, se convier-
ten en uno de los grandes polos de atracción de la espectacularización urbana de la
mirada, ya que permiten viajar desde la inmovilidad virtual. La fotografía se convier-
te en el testimonio del desplazamiento, en el reflejo de ese haber estado ahí, anali-
zado por Roland Barthes. No obstante, las diferentes imágenes móviles que trans-
forman la experiencia no remiten a ninguna totalidad, ni temporal, ni espacial, sino a
un mundo descompuesto.
El cine rompe con la instantánea fotográfica al permitir la representación del
tiempo del acontecimiento. El modelo de observador que propone la representa-
ción cinematográfica primitiva es, como la mirada de quien observa una fotografía,
una mirada exploratoria, cuya funcionalidad primogénita es básicamente cognitiva.
Walter Benjamin afirma que “a medida que se desarrollan los medios de transporte
la pintura pierde su valor informativo”26. Dicho valor se desplaza al cine porque, a
partir de su temporalidad recupera la imagen realista, entendida no como la imagen
que da cuenta de todo lo visible, sino como imagen que proporciona el máximo de
información sobre el mundo real, permitiendo al espectador explorar el devenir de
los fenómenos.
Los operadores Lumière se convierten en la proyección perfecta del pintor de la
vida moderna, tal como fue sistematizada por Baudelaire. Sus vistas cinematográfi-
cas atrapan la belleza efímera del mundo, embalsamándola y eternizándola. El cine
podrá capturar un presente, que una vez proyectado desaparece. En sus apasionan-
tes textos teóricos sobre la temporalidad del cine, Jean Epstein consideraba que
uno de los valores principales del cine residía en el modo como materializaba la
propia idea de presente: “El presente es solo un encuentro y el cine es el único
arte que puede representar el presente tal como es”27. La obsesión por el presen-
te constituye el elemento clave de una modernidad finisecular que nació arropada
—como el cinematógrafo— en la melancolía de su propio tiempo, sin ningún afán
de buscar sistemas de proyección hacia el futuro.
Pablo, 1838
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