El documento habla sobre la salvación que se encuentra únicamente en Cristo Jesús. Explica que todos somos pecadores pero que Dios nos ama y envió a su Hijo para salvarnos de la condenación. Para recibir la salvación debemos arrepentirnos de nuestros pecados, confesar a Jesús como Señor, y convertirnos de nuestros malos caminos. Una vez que hacemos esto, Cristo es nuestro Salvador y Señor, y somos hijos de Dios y nuevas criaturas en Él.
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El documento habla sobre la salvación que se encuentra únicamente en Cristo Jesús. Explica que todos somos pecadores pero que Dios nos ama y envió a su Hijo para salvarnos de la condenación. Para recibir la salvación debemos arrepentirnos de nuestros pecados, confesar a Jesús como Señor, y convertirnos de nuestros malos caminos. Una vez que hacemos esto, Cristo es nuestro Salvador y Señor, y somos hijos de Dios y nuevas criaturas en Él.
El documento habla sobre la salvación que se encuentra únicamente en Cristo Jesús. Explica que todos somos pecadores pero que Dios nos ama y envió a su Hijo para salvarnos de la condenación. Para recibir la salvación debemos arrepentirnos de nuestros pecados, confesar a Jesús como Señor, y convertirnos de nuestros malos caminos. Una vez que hacemos esto, Cristo es nuestro Salvador y Señor, y somos hijos de Dios y nuevas criaturas en Él.
El documento habla sobre la salvación que se encuentra únicamente en Cristo Jesús. Explica que todos somos pecadores pero que Dios nos ama y envió a su Hijo para salvarnos de la condenación. Para recibir la salvación debemos arrepentirnos de nuestros pecados, confesar a Jesús como Señor, y convertirnos de nuestros malos caminos. Una vez que hacemos esto, Cristo es nuestro Salvador y Señor, y somos hijos de Dios y nuevas criaturas en Él.
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Salvos en Cristo
Sin categoría Hoy 3:42 p. m.
Salvos en Cristo
1. Debemos reconocer que todos
somos pecadores. Romanos 3:10-23. 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
2. Él nos amó aun estando muertos
en nuestros delitos y pecados. Romanos 5:8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
3. Murió para salvarnos de la
condenación del infierno. Juan 3:16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
4. Es necesario que confesemos a
Cristo como el Señor de todo nuestro ser. Romanos 10:9, 10. que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
5. Confesar que Cristo es el Señor nos
dará el regalo de la vida eterna. Romanos 6:23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. 6. Sólo en Cristo Jesús nuestro Señor, seremos salvos de la condenación y tendremos vida eterna. Juan 5:24. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
7. Ahora somos hijos de Dios a través
del Señor Jesucristo. Juan 1:12, 13. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
¿Qué debemos hacer para recibir a
Cristo Jesús como el Señor de nuestra vida?
1. Arrepiéntete con todo tu corazón.
Hechos 3:19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, Marcos 1:15. diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Hechos 2:38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
2. Conviértete de tus malos caminos.
Jeremías 3:22. Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios. Ezequiel 14:6. Convertíos, y volveos de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. Ezequiel 18:32. Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis. Joel 2:12, 13. 12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. 13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 3. Confiesa tus pecados al Señor Jesucristo y deja de practicarlos. 1 Juan 1:9. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
4. Congrégate con tus hermanos en
Cristo. Hebreos 10:25. no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. 5. Discipúlate. Juan 17:3. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Ahora Cristo es el Señor de tu vida y
también tu Salvador. Lucas 2:11. que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Hechos 4:12. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Ahora eres un hijo de Dios, a esto se
le llama ser una nueva criatura en Cristo y todas las cosas son hechas nuevas.
2 Corintios 5:17. De modo que si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.