Revolución Rusa
Revolución Rusa
Revolución Rusa
ANTECEDENTES.
El término Revolución rusa agrupa a todos los sucesos que condujeron de manera
espontánea al derrocamiento del régimen zarista y a la instauración preparada de otro
leninista a continuación entre febrero y octubre de 1917. En gran medida inducida por la
Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa fue un acontecimiento decisivo y fundador del
“corto siglo XX” abierto por el estallido del macro conflicto europeo en 1914 y cerrado en
1991 con la caída de la Unión Soviética. Objeto de simpatías y de inmensas esperanzas por
unos, también ha sido objeto de severas críticas, de miedos y de odios viscerales.
La Revolución de 1917 dio vía libre al nacimiento de la Unión Soviética. Su legado marcó la
política del siglo XX y ha dejado una huella indeleble en el mundo contemporáneo. Pero
cuando dio sus primeros pasos en el gélido mes de febrero de aquel año, no fueron pocos
los revolucionarios que la despreciaron.
• Las marcadas diferencias entre ricos y pobres. Los campesinos representaban más del
80% por ciento de la población y vivían en condiciones de gran pobreza. El 20%
restante eran terratenientes que poseían grandes extensiones de tierra.
• Las constantes derrotas del ejército ruso en la Primera Guerra Mundial y las bajas de
sus soldados, debido a la desorganización, al desabasto de alimentos y de armas.
• La falta de mano de obra desató una crisis económica y social que condujo a la escasez
de productos básicos y a una hambruna entre la población.
• La llegada del frío invierno de 1917, sorprendió al pueblo ruso en las peores
condiciones.
En seguida abordarás las dos fases en que se puede dividir la Revolución Rusa de 1917:
1. La revolución de febrero, con la caída del zar Nicolás II
Primera fase: En 1917, combatían al régimen zarista, tanto los partidos burgueses como el
Partido Obrero Socialdemócrata Ruso. Este partido se había dividido en dos sectores:
➢ Los mencheviques, una minoría moderada, que creía en la posibilidad de que el
capitalismo avanzara hacia mejores condiciones para obreros y campesinos.
➢ Los bolcheviques, que en ruso significa mayoría, liderados por Vladimir Ilich
Uliánov, mejor conocido como Lenin, quienes sostenían que estaban dadas las
condiciones para hacer una revolución que pusiera fin al capitalismo.
En febrero las manifestaciones y las huelgas como la obrera en Petrogrado a la que se le
sumaron mujeres que pedían comida en las calles, fueron reprimidas por la policía. Poco
después, esos mismos policías se unieron a las protestas al igual que los campesinos,
provocando la abdicación del zar Nicolás II.
En la Duma, o parlamento, se agruparon los partidos liberales junto con los mencheviques
para conformar un gobierno provisional, al mando de Aleksandr Kerensky.
Al mismo tiempo, los bolcheviques se organizaron en consejos —llamados sóviets—
integrados por obreros, campesinos y soldados. Los sóviets pretendían cambios más
radicales, por ejemplo, llegar a un acuerdo con Alemania y retirarse de la guerra, lo cual,
permitiría el regreso de los soldados y abastecer a la población de víveres y combustible.
Kerensky, en cambio, apoyó la permanencia de Rusia en el conflicto mundial, por lo que
siguió enviando tropas a los frentes de guerra; lo que provocó gran descontento y
rebeliones que provocaron una nueva crisis en su gobierno.
EL GOBIERNO DE KERENSKI
La actuación de Kerenski se volvió más autoritaria en cuanto accedió al cargo. Decretó
nuevas restricciones a las reuniones públicas, restauró la pena de muerte en el frente de
guerra y se decidió a recuperar la disciplina militar. El programa del nuevo gobierno de
coalición ya no estaba sometido a los principios del sóviet.
Entretanto, el recién nombrado comandante en jefe del ejército, el general Lavr Kornilov,
quiso erigirse como «salvador de la nación» y exigió medidas que en la práctica equivalían
a la imposición de la ley marcial. Kerenski accedió, pero pronto cambió de idea y acabó
recurriendo al sóviet y liberando a los líderes bolcheviques encarcelados para hacer frente
a las fuerzas del general, que iban camino de la capital para imponer el orden.
En abril de ese año, Lenin regresó de su exilio para promover con más fuerza sus ideas,
como la de darle “todo el poder a los sóviets” para lograr “paz, pan y tierra”. Con ello, el
clima de agitación se acrecentó y propició las condiciones para la revolución y la toma del
poder de los bolcheviques con Lenin al frente.
EL MOMENTO DE LENIN
El golpe de Kornilov acabó debilitando a Kerenski y al gobierno provisional. Si la derecha
condenaba a Kerenski por haber traicionado a Kornilov, el jefe del ejecutivo también
levantaba muchas suspicacias entre la izquierda por haber actuado en connivencia con el
general por lo menos al principio. Muchos soldados sospechaban que sus oficiales habían
apoyado a Kornilov, y se produjo un fuerte deterioro de la disciplina en el seno del ejército.
La consecuencia fue un proceso de radicalización que se extendió por las principales
ciudades industriales. Sus grandes beneficiarios fueron los bolcheviques, que a principios
de septiembre obtuvieron sus primeras mayorías en los sóviets de Petrogrado, Moscú,
Riga y Saratov.
Desde Finlandia, Lenin urgió a sus partidarios a una insurrección inmediata, antes de que
se celebrara en Petrogrado un Congreso de los sóviets de toda Rusia previsto para el 20 de
octubre. «Si esperamos, echaremos a perder la revolución», escribió el 29 de septiembre.
Sabía que, si la transmisión del poder del parlamento a los sóviets se producía con una
votación en aquel Congreso, el resultado sería un gobierno de coalición formado por los
partidos políticos presentes en ese órgano, entre ellos sus rivales izquierdistas: los
mencheviques (el ala moderada del POSDR) y el Partido Social-Revolucionario. Lenin vio
entonces la oportunidad de tomar el poder, y esta vez la aprovechó. Volvió de incógnito a
Petrogrado, y el 10 de octubre convocó una reunión del Comité Central de su partido y
forzó la resolución (que ganó por diez votos contra dos) para preparar una sublevación
inminente.
• La caída del zarismo y con ello, el fin de los casi tres siglos de la dinastía Romanov en
Rusia
• La instauración del primer país socialista en el mundo
• La creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1922
• Se produjeron cambios sociales y culturales significativos como: el debilitamiento de
las religiones y el fomento del ateísmo, el aborto legal, el divorcio y la despenalización
de la homosexualidad (aunque volvió a prohibirse en 1934), mejoras sociales para las
mujeres, una educación laica, obligatoria y gratuita
Las consecuencias para el mundo se pueden resumir de la siguiente manera: