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Regulación de la telemedicina: Oportunidades y retos

para el personal de salud


México ya tiene un programa para ampliar la telemedicina en el
país, para el cual advierte que se requiere de recursos humanos con
formación médica, pero también digital. En este tenor, las autoridades
federales reconocen que todavía hay resistencia entre el personal del
sector salud para avanzar en esta materia.
El Congreso de la Ciudad de México le planteó al Poder
Legislativo federal la necesidad regular la telemedicina en el país, con
lo cual se podría ampliar la atención médica a distancia. Pero esto
también abre oportunidades y retos laborales al personal de salud,
quienes necesitarán habilidades digitales.
La telemedicina ya se ejerce en el sistema público de salud en
nuestro país. Los trabajadores y las trabajadoras que ofrecen
consultas vía remota “le dan un carácter multidisciplinario” a la
implementación de la estrategia que se construye en México, señala
un informe del Observatorio de Telesalud de la Secretaría de Salud
(SSa federal).
“De la correcta integración del recurso humano, de los recursos
técnicos y materiales, de una perfecta logística y estrategias de
planeación, dependerá el éxito o el fracaso del programa”, reconoció la
SSa en un documento de 2018, cuando el proyecto de telesalud a
nivel nacional no llevaba mucho implementándose.
En todo 2022, la SSa ofreció casi 2 millones de “atenciones a
distancia”. La mayoría de ellas, 33.5%, fueron “interpretaciones
diagnósticas”. El segundo lugar, 17%, lo ocuparon las asesorías
médicas por la covid-19. Y en tercer lugar, con el 16%, estuvo el
seguimiento de esa misma enfermedad pandémica.
México tiene problemas de “insuficiencia de médicos
especialistas, la escasez de recursos, el aumento en la demanda de
servicios y la centralización de estos”, admite la Dirección de Telesalud
de la SSa.
A eso, “se suma la gran extensión del país, las características
accidentadas de su territorio y las dificultades de comunicación”. Ante
la dificultad de “llevar recursos de salud a zonas remotas” la
telemedicina tiene un gran potencial, sostiene.
Las reformas legales sobre la mesa
En junio de este año, el pleno del Congreso de la Ciudad de
México aprobó una iniciativa del diputado Ricardo Rubio Torres (PAN)
para pedir al Congreso federal que incorpore los conceptos telesalud,
telemedicina y receta electrónica a la Ley General de Salud (LGS).
Los Congresos locales no tienen facultad de modificar las leyes
generales o federales. De ahí que el proyecto fuera enviado a la
Comisión permanente.
La iniciativa propone agregar al artículo 1 Bis de la LGS que “se
entiende por telesalud el modelo de atención integral de salud llevado
a cabo por medio de las tecnologías de la información y las
comunicaciones, a través del cual se busca proporcionar a la
población servicios de salud a distancia en los casos en que la
interacción presencial no sea absolutamente necesaria”.
El legislador local propone señalar en ese mismo párrafo que,
mediante las tecnologías de la información y la comunicación, el
personal de salud ofrece “información válida para el diagnóstico,
tratamiento y prevención de enfermedades y lesiones”.
Por lo tanto, una receta electrónica es un documento que cumple
los mismos requisitos que las recetas impresas, pero que se emite a
través de las tecnologías de la información.
En el artículo 3 de la LGS, el cual indica que es materia de
salubridad general la atención médica, se propone agregar que
también lo es la telemedicina, la telesalud, la receta electrónica y el
tratamiento integral del dolor.
Con este proyecto, la telesalud y la telemedicina serían
consideradas derechos y servicios básicos de salud, por lo que
cualquier persona deberá tener garantizado su acceso.
Con la pandemia “tomaron un nuevo auge algunas actividades,
como el trabajo a distancia, la paquetería y la mensajería a domicilio,
las clases o cursos a distancia y las consultas médicas vía
teleconferencia”, expone el diputado Ricardo Rubio en la
argumentación de su propuesta.
Esta herramienta, agrega el legislador, ayudó incluso en la
atención de enfermedades de menor complicación, “pero que sí
requerían de una consulta inmediata”. Sin embargo, “esta práctica tan
necesaria” no está reconocida en la LGS.
¿Más retos que oportunidades?
Como todo nuevo programa, se requiere de recursos humanos
que coordinen y lideren de forma adecuada el desarrollo del mismo”,
señala el Programa de Acción Específico 2013-2018 del proyecto de
telemedicina.
Sin embargo, en el último reporte de dicho programa, la SSa
reconoció “una marcada resistencia al cambio”, es decir, a la adopción
de tecnologías de la información y la comunicación, “principalmente
por el profesional médico de instituciones gubernamentales”. En las
universidades, esto es aceptado, agregó.
Por ello, “el recurso humano que haga funcional un programa de
esta magnitud requiere ser seleccionado con afinidad a las tecnologías
de la información y que interactúe sin problema en los procesos de
teleconsulta”.
Para ello, el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud
(Cenetec) ha seguido ofreciendo capacitaciones al personal. “Durante
2023 estamos fortaleciendo los servicios de telesalud mediante una
mayor coordinación y colaboración interinstitucional”, señala dicho
organismo en el reporte Acciones Telesalud 2022.

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