15 MANEJO DE LA MUERTE Y EL DUELO 2023 Parte 1
15 MANEJO DE LA MUERTE Y EL DUELO 2023 Parte 1
15 MANEJO DE LA MUERTE Y EL DUELO 2023 Parte 1
DE LA
MUERTE Y
EL DUELO
PSICOLOGÍA
E V O L U T I VA D E L
A D U LT O
L C DA . M É S H E L L E
KABABIÉ
LA MUERTE, UN
PASO INEVITABLE…
• La muerte es un misterio, para algunos
representa un paso de fe y para otros
temor y duda. En cualquier caso nos
recuerda que la vida es efímera, y que
nuestra existencia es un lapso breve
frente a la inmensidad del universo.
• La manera de enfrentar la idea de la
muerte puede dar mayor propósito a
nuestra vida.
• Los rituales que se organizan en torno
a ella ofrecen algo predecible en un
momento de incertidumbre.
¿CÓMO SON LOS DUELOS
EN NUESTRO PAÍS?
• La muerte es una experiencia
universal, un hecho biológico
en el que influyen aspectos
sociales, culturales, históricos,
religiosos, legales, psicológicos,
del desarrollo, médicos y
éticos, estrechamente
relacionados.
• Las actitudes culturales y
religiosas hacia la muerte
influyen en la forma en que los
individuos se enfrentan con su
propia muerte. Unos creen
que uno mismo dirige su
destino y otros lo aceptan TANATOLOGÍA, ES EL ESTUDIO DE L A
como algo inevitable, algo que MUERTE Y DEL PROCESO DE MORIR.
tenía que pasar en su
momento.
¿QUÉ SIGNIFICA DUELO?
• Es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de
empleo, de un ser querido, de una relación, etc.). Convencionalmente se ha enfocado
la respuesta emocional, aunque también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica
y de la conducta.
• Es la reacción de la psique ante la pérdida de una persona, animal, objeto o evento
significativo. Se trata de una reacción principalmente emocional y de conducta en
forma de sufrimiento y aflicción, cuando el vínculo afectivo se rompe.
• La intensidad y la duración de este proceso serán proporcionales a la dimensión y al
significado de la pérdida.
FASES DEL DUELO
Según el modelo descrito por la doctora Elisabeth Kübler-Ross, el duelo se manifiesta
en cinco fases:
1. Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida.
2. Enfado, indiferencia o ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida.
Se buscan razones causales y culpabilidad.
3. Negociación: Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y
contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de
conocerse la imposibilidad de que suceda.
4. Dolor emocional o depresión: Se experimenta tristeza. Pueden llegar a
sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo.
5. Aceptación. Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de visión de
la situación, siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo aceptar que olvidar.
El duelo suele durar entre 6 meses y un
año, cuando se trata de la pérdida de un
ser querido muy allegado. En el caso de
que los síntomas no cesaran después de
estos períodos de tiempo y provocaran
problemas para desenvolverse en su vida
cotidiana, es importante acudir a un
profesional de la psicología, ya que la
persona afectada puede estar sufriendo
un episodio de depresión crónica, lo que
implicaría un duelo patológico.
No siempre se cumplen todas las etapas,
ni necesariamente ocurren en el orden
señalado.
¿ Q U É I N F L U Y E PA R A Q U E L A
MU E RT E DE U N SE R Q U E RIDO SE A
MÁS O MENOS DOLOROSA?
LA IMPORTANCIA
DEL DUELO
• Las costumbres concernientes a la inhumación
y remembranza del ser querido fallecido varían
entre culturas y son regidas por preceptos
religiosos y legales.
• Los aspectos culturales incluyen el cuidado y
conducta hacia el moribundo/fallecido y los
allegados, así como los rituales que se llevan a
cabo.
• Estas prácticas ayudan a la gente a enfrentar la
muerte y a elaborar su duelo, le proporcionan
un sostén en medio de la pérdida.
• Los rituales ofrecen algo predecible e
importante que hacer en un momento en el
que los dolientes se sienten confundidos,
lastimados y vulnerables.
ACTITUDES
HACIA LA
MUERTE
SEGÚN LA
EDAD
Niñez:
• Entre 5 y 7 años la mayoría de niños entiende
que la muerte es irreversible.
• A pesar de ello, es esta etapa tienen dificultades
con el pensamiento abstracto. Pueden creer
que ciertas personas podrán vivir para siempre,
o que la persona fallecida todavía puede sentir.
Pueden sentirse confundidos con eufemismos
como:“se fue al cielo”.
• Expresan su aflicción por medio de la ira o por
la negativa de reconocer una muerte, como si
la pretensión de que una persona siga viva lo
hiciera realidad.
• Es posible que los padres eviten el tema
por su dificultad de aceptar la pérdida o
por proteger a su hijo.
• Los padres o cuidadores pueden ayudar
explicándoles que la muerte es inevitable
y que ellos no la ocasionaron con su mala
conducta o sus pensamientos.
• No es recomendable que el niño tenga
además que hacerse cargo del duelo del
progenitor.
• Es recomendable hacer cambios en el
ambiente, relaciones y actividades, y
responder de manera honesta y sencilla a
sus preguntas, alentándolo a expresar sus
sentimientos, ya sea hablando o a través
del juego.
• Adolescencia: No suelen pensar en la muerte a menos que se enfrenten
directamente con ella. Pueden manifestar depresión, quejas somáticas, promiscuidad,
intentos de suicidio, bajo rendimiento académico, entre otros.
• Adultez temprana: Un adulto joven con muchos proyectos por delante podría
experimentar extrema frustración e ira cuando es enfrentado a la propia muerte o a
la de un ser significativo, pues cambia repentinamente sus planes.
• Adultez media: Son consientes de su propia mortalidad, sus cuerpos les envían
señales de que ya no son tan ágiles y fuertes, piensan en aprovechar los años que les
queda de vida, en especial, después de la muerte de ambos padres, cuando toman el
lugar de la generación mayor. Se preparan para la muerte en términos emocionales y
prácticos, mediante la elaboración de un testamento, la planificación de su funeral o
planteando sus deseos a familiares y amigos.
• Adultez tardía: Pueden
experimentar sentimientos
encontrados acerca de la
perspectiva de morir; los
quebrantos físicos y otros
problemas en la vejez pueden
disminuir su gusto por la vida.
Algunos pueden esforzarse para
aprovechar el tiempo que les
queda, adoptando estilos de vida
más sanos o luchando contra las
enfermedades. Algunos expresan
temor, y los devotos religiosos,
comparan la muerte como una
transición natural a la otra vida.
AFLICCIÓN
Es la respuesta emocional
experimentada en las primeras
fases del duelo.
Respuesta normal ante una pérdida
importante, como la muerte de un
ser querido. Una persona con una
enfermedad grave, larga o terminal
también puede sentir aflicción. Es
posible que incluya sentimientos de
gran tristeza, enojo, culpa y
desesperación.
• El duelo genera un cambio de rutina y de rol, y
tiene consecuencias sociales y económicas. El
doliente acepta la pérdida de manera gradual y
rompe el vínculo con la persona fallecida; se
readapta a la vida, desarrollando nuevos
intereses y relaciones.
• Algunas personas se recuperan con rapidez
(resiliencia), y otras nunca. Cuando hay un
nivel bajo de aflicción, los dolientes dedican
menos tiempo a pensar en la pérdida y buscan
el significado de la misma aunque sientan
añoranza.
• Factores que influyen en el grado de aflicción:
la cercanía y calidad de la relación con la
persona fallecida, la frecuencia de convivir, la
forma de morir, la edad del fallecido y la
expectativas o lo esperado para la vida de esa
persona.
ETAPAS DE LA
AFLICCIÓN