Reseña Variedades Del Español
Reseña Variedades Del Español
Reseña Variedades Del Español
EB 1
EPD 11
2 de junio de 2021
Este artículo, escrito por María Prados Lacalle, tiene como objetivo analizar el tratamiento de
las variedades del español en su enseñanza como lengua extranjera y determinar si existe un
equilibrio entre las diferentes variedades. Se basa en la importancia de conocer dichas
variedades al aprender español y la necesidad de adaptar su enseñanza al alumnado.
El español está considerado una lengua histórica, de la cual pueden surgir diversas variedades
atendiendo a factores tales como el tiempo (variedad diacrónica) y el lugar (variedad
diatópica), así como factores sociales (variedad diastrática) y situacionales (variedad
diafásica).
También es complejo establecer la variedad diafásica, ya que para pasar de un estilo a otro se
debe tener una formación más profunda en el idioma. Hay que considerar factores tales como
el contexto del alumno, las características de los receptores nativos, la situación
comunicativa, los temas a tratar y la intención del emisor. Podemos encontrar la modalidad
oral en oposición a la escrita, aunque es difícil marcar una diferenciación entre ambos ya que
pueden compartir rasgos. El registro se divide entre formal e informal y finalmente, hay que
distinguir entre texto y discurso.
Existen varios conceptos que hay que comprender con respecto a la enseñanza de español
como lengua extranjera. Se entiende como modelo lo correcto y lo neutro de la lengua, lo
estándar es lo común a la mayor parte de hablantes y la norma es, según Coseriu, una
abstracción entre el habla y el sistema. Además, el dialecto es un sistema lingüístico derivado
de otro y surgido en un lugar específico, de carácter principalmente oral, sin norma ni
prestigio.
En los manuales de menor nivel que se han analizado, en lo que respecta a las variedades
diatópicas, no se trata la norma hispanoamericana. En las diastráticas, se centra en la variedad
juvenil ya que ese es el perfil del hablante que aparece y en las diafásicas, se ve
principalmente un registro informal y juvenil.
En el nivel más avanzado, aparecen rasgos de diferentes orígenes tanto peninsulares como
hispanoamericanos y se explican, así como léxico propio del español americano. También se
aprecian hablantes de todas las edades, pero con características similares; y un léxico juvenil
con vulgarismos. Aparece tanto el registro formal como el informal, especificando su uso; y
expresiones coloquiales, refranes y léxico técnico de diversos campos.
Como conclusión a este análisis también podemos ver que, aunque en la enseñanza de
español como lengua extranjera predomina la variedad procedente del norte-centro de la
península, empiezan a incluirse rasgos del español atlántico poco a poco.
Así, según lo explicado en este artículo, podemos considerar que lo más adecuado es
comenzar con una formación centrada en una variedad más próxima a la norma y, por tanto,
cercana al resto, para continuar formando al alumno en otras variedades una vez sentadas las
bases del idioma. Esto se debe a que, para un correcto manejo de una lengua, el hablante debe
ser capaz de desenvolverse en los contextos más diversos y adaptarse a cada situación, así
como saber reconocerlo según la variedad que perciba. No obstante, intentar tratar numerosas
variedades del español desde un nivel inicial puede confundir al estudiante.
Un caso similar es la enseñanza del inglés como lengua extranjera en España. Se comienza
con el inglés propio de Inglaterra y cuando se alcanza un nivel superior, se estudian rasgos
diferenciados del inglés americano, así como una distinción entre el registro formal e
informal. Es decir, en los niveles básicos se enseña la norma y una vez el alumnado tiene un
manejo más fluido del idioma, se le enseñan otras variedades para poder desenvolverse en
distintos contextos.
Así mismo, hay que considerar que puede que haya variedades las cuales no necesiten
enseñarse pues no se le va a dar uso. Por ejemplo, a medida que la sociedad avanza, las
diferencias en las variedades diastráticas según el sexo o género de los hablantes son cada vez
menores, por lo que no tendria por qué incluirse esta diferenciación en la enseñanza del
español. Así mismo, un estudiante de Traducción e Interpretación de español nacido en un
país de la Unión Europea tiene más cercanía con la norma peninsular por lo que, aunque deba
conocer rasgos propios del español atlántico, no le sería necesario dominar ambas variedades
al mismo nivel. Por tanto, en este caso, la enseñanza del español como lengua extranjera debe
adaptarse a la situación o necesidades del alumno.
También cabe comparar la enseñanza de las variedades del español como lengua extranjera
con la enseñanza de la lengua árabe en los grados de nuestra universidad. Existe una variedad
de árabe estándar, usado para fines institucionales y oficiales, el cual es el que se enseña en
las aulas. Sin embargo, cada país tiene su propio dialecto árabe más o menos diferente al
modelo estándar y hablado en la vida diaria de dicho país, el cual habitualmente se adquiere
por parte del egresado una vez terminada su formación universitaria por diferentes medios,
como prácticas laborales o cursos impartidos en el país escogido, según los objetivos y
perspectivas de futuro del alumnado. Es un caso similar al del español, ya que, por ejemplo,
existen numerosas variedades diatópicas dentro y fuera de la península, y se considera que lo
más adecuado es impartir el modelo estándar y profundizar en sus variedades una vez se
alcance un mayor nivel de formación según el estudiante así lo vea conveniente para su
aprendizaje.
Para terminar, cabe mencionar que el aprendizaje de una lengua no debe guiarse por motivos
de productividad, rentabilidad o uso. Aprender debe estar basado principalmente en el deseo
de saber y conocer algo nuevo, y no por lo que podamos obtener de ello en un futuro; lo cual
se aplica también al aprender las diferentes variedades del español.