Garcia Tapia Derek Emanuel, Gonzales Villalba Valery Aline, Ponce Martinez Diego, Portuguez Soria Nicolas
Garcia Tapia Derek Emanuel, Gonzales Villalba Valery Aline, Ponce Martinez Diego, Portuguez Soria Nicolas
Garcia Tapia Derek Emanuel, Gonzales Villalba Valery Aline, Ponce Martinez Diego, Portuguez Soria Nicolas
(ORG, 2020)La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un término general para referirse a
aplicaciones que realizan tareas complejas para las que antes eran necesaria la intervención
humana, como la comunicación en línea con los clientes o jugar al ajedrez. El término a menudo
se usa indistintamente junto con los nombres de sus subcampos, el aprendizaje automático y
el aprendizaje profundo.
Sin embargo, hay ciertas diferencias. Por ejemplo, el machine learning se centra en la creación
de sistemas que aprenden o mejoran su rendimiento en función de los datos que consumen. Es
importante tener en cuenta que, aunque todo machine learning es IA, no toda la IA es machine
learning.
Para obtener el valor completo de la IA, muchas empresas están haciendo inversiones
significativas en equipos de ciencia de datos. La ciencia de datos combina estadísticas,
informática y conocimiento empresarial para extraer valor de distintos orígenes de datos.
IA y desarrolladores
Los desarrolladores emplean inteligencia artificial para realizar tareas de una forma más
eficiente que, de otro modo, se realizarían manualmente: comunicaciones con clientes,
identificación de patrones y resolución de problemas. Para comenzar con la inteligencia
artificial, los desarrolladores deben contar con una formación en matemática y sentirse a gusto
trabajando con algoritmos.
(Remeseiro, 2019)El presente trabajo tiene por objetivo tratar de averiguar la forma en que la
Inteligencia Artificial (IA) y su desarrollo podrían provocar y/o agravar las desigualdades
sociales. A pesar de que la IA está mejorando nuestras condiciones de vida y se prevé que
supondrá unos grandes beneficios en un futuro (Trigo-Guedes, 2019), no se pueden dejar de
lado los riesgos y preocupaciones que lleva consigo. En este contexto, la IA, en concreto la que
se sustenta en las redes neuronales y el deep learning1 , se puede definir como la emulación de
la forma de pensar y del razonamiento humano, por parte de las máquinas. Asimismo, también
se puede definir como la disciplina que se encarga de crear sistemas capaces de razonar y tomar
decisiones como un ser humano (Chas, 2020). Actualmente, la Inteligencia Artificial forma parte
de nuestro día a día, y la mayoría de sus aplicaciones están destinadas a mejorar y facilitar
nuestra vida. El ejemplo más cercano y claro es el de los teléfonos móviles. Y es que es a través
de la IA que los teléfonos pueden realizar reconocimientos faciales y de voz, de escritura o de
patrones, así como mejorar la calidad de las fotografías. Otros usos comunes son los motores
de búsqueda o las sugerencias de contenido en diversas plataformas. Asimismo, esta tecnología
es capaz de resolver problemas de gran envergadura en ámbitos como la medicina, el medio
ambiente, la economía o la educación. Por ejemplo, en medicina, el uso de la IA puede ayudar
a la asistencia a profesionales sanitarios en la toma de decisiones, a administrar medicamentos,
supervisar las condiciones de los pacientes, e incluso a diagnosticar enfermedades de difícil
identificación
Objetivo
(Mantaras, 2017)El objetivo último de la IA, lograr que una máquina tenga una inteligencia de
tipo general similar a la humana, es uno de los objetivos más ambiciosos que se ha planteado
la ciencia. Por su dificultad, es comparable a otros grandes objetivos científicos como explicar
el origen de la vida, el origen del universo o conocer la estructura de la materia. A lo largo de
los últimos siglos, este afán por construir máquinas inteligentes nos ha conducido a inventar
modelos o metáforas del cerebro humano.
LA FUERTE Y LA DEBIL
(IMB, 2018)FUERTE-La inteligencia artificial (IA) fuerte, también conocida como inteligencia
artificial general (AIG) o IA general, es una forma teórica de IA que se utiliza para describir una
determinada forma de pensar de desarrollo de IA. Si los investigadores son capaces de
desarrollar una IA fuerte, la máquina requeriría una inteligencia igual a la de los humanos.
Tendría una conciencia de sí misma con capacidad para resolver problemas, aprender y
planificar el futuro.
La IA fuerte tiene como objetivo crear máquinas inteligentes que sean indistinguibles de
la mente humana. Pero al igual que un niño, la máquina de IA tendría que aprender a través de
información y experiencias, progresando constantemente y mejorando sus habilidades con el
tiempo.
Mientras que los investigadores de IA, tanto en el sector académico como en el privado, están
invirtiendo en la creación de inteligencia artificial general (AIG), hoy en día solo existe como
concepto teórico frente a una realidad tangible. Si bien se ha señalado a algunas personas,
como Marvin Minsky, por ser demasiado optimistas sobre lo que podríamos lograr en unas
pocas décadas en el campo de la IA. Otros dirían que no es posible desarrollar sistemas de IA
fuertes. Hasta que las medidas de éxito, como la inteligencia y la comprensión, se definan
explícitamente, tienen razón al pensarlo. Por el momento, muchos usan el test de Turing para
evaluar la inteligencia de un sistema de IA.
(IMB, 2018)DEBIL-La IA débil, también conocida como IA limitada, se enfoca en realizar una
tarea específica, como responder preguntas basadas en la entrada del usuario o jugar al ajedrez.
Puede realizar un tipo de tarea, pero no ambas, mientras que la IA fuerte puede realizar
diferentes funciones y eventualmente aprender a resolver nuevos problemas. La IA débil se
basa en la interferencia humana para definir los parámetros de sus algoritmos de aprendizaje
y proporcionar los datos de entrenamiento relevantes para garantizar la precisión. Si bien la
aportación humana acelera la fase de crecimiento de la IA fuerte, no es necesaria y, con el
tiempo, desarrolla una conciencia similar a la humana en lugar de simularla, como hace la IA
débil. Los coches autónomos y los asistentes virtuales, como Siri, son ejemplos de IA débil.
CONCLUCION
(INDIVIDUAL)
IA débil
IA fuerte
Super IA
Para concluir solo podemos decir que aunque ya es un hecho el desarrollo de estas inteligencias
artificiales y que tienen bastante potencial no son más que solo eso inteligencias artificiales, no
conocemos límites de las IA y tal vez no los conozcamos pero tampoco de la capacidad mental
que tiene un ser humano sin importar la velocidad a la que trabajen estas IA, solo automatizan
procesos, pero no podran tomar las mismas decisiones que el ser humano.
INDIVIDUAL DE GONZALEZ VILLALBA VALERY ALINE
En conclusión la inteligencia artificial se clasifica por ser combinación de algoritmos (secuencia
de pasos).En términos coloquiales, la inteligencia artificial se usa cuando una máquina es capaz
de imitar las funciones cognitivas propias de la mente humana, como: creatividad, sensibilidad,
aprendizaje, entendimiento, percepción del ambiente y uso del lenguaje.
El desarrollo de la inteligencia artificial se ha acelerado gracias a los incentivos tecnológicos,
financieros y humanos actuales.
Todo este logro se obtiene ya con métodos comprobados y asentados en bitácoras y con la
experimentación ahora son confirmados y perfeccionados día a día con métodos de mejora en
cada uno de los aspectos.
Por supuesto que debemos continuar con este proceso de mejora y realizar ajustes necesarios,
tomando en cuenta la modernidad y las
nuevas necesidades que se van suscitando en este planeta y que son de interés para cada uno
de los seres humanos y su entorno
El objetivo de la inteligencia artificial es acercarse cada vez más a la mente humana con el paso
del tiempo
Hay tres tipos de inteligencia artificial, los cuales son:
-Inteligencia artificial estrecha
-Inteligencia artificial general
-Súper inteligencia artificial
La inteligencia artificial ha experimentado avances significativos en las últimas décadas y
se aplica en numerosos campos, como la medicina, la robótica, la atención al cliente, la
conducción autónoma y mucho más. Su desarrollo continúa influyendo en la sociedad y la
tecnología de manera profunda.
REFLEXIONES
REFLEXION DE PORTUGUEZ SORIA NICOLAS
Antes de conocer sobre la inteligencia artificial, no tenía idea de qué se trataba realmente.
Parecía un tema complicado y lejano, algo que solo los científicos o las personas muy
inteligentes podrían entender. No me daba cuenta de cómo la inteligencia artificial ya está
presente en nuestras vidas cotidianas, desde los asistentes virtuales en nuestros teléfonos
hasta los algoritmos que recomiendan películas y canciones en nuestras plataformas de
transmisión.
Antes de adentrarme en el mundo de la inteligencia artificial, apenas tenía idea de cómo
funcionaba esta tecnología y de su impacto en nuestras vidas. Para mí, la inteligencia artificial
era como un enigma envuelto en un misterio; un concepto lejano y abstracto que se
mencionaba en las películas de ciencia ficción.
Sin embargo, al sumergirme en el tema, me di cuenta de que la inteligencia artificial no es solo
ciencia ficción, sino una realidad palpable en nuestro día a día. Descubrí que va mucho más allá
de los robots de aspecto futurista; es la fuerza impulsora detrás de asistentes virtuales como
Siri y Alexa, así como de tecnologías innovadoras en la medicina, la educación y otros campos.
Comprendí que la inteligencia artificial se basa en la capacidad de las máquinas para aprender
de los datos y realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Aprendí sobre
el aprendizaje automático y cómo las computadoras pueden analizar patrones y tomar
decisiones lógicas sin intervención humana directa.
A medida que aprendí más sobre la inteligencia artificial, me di cuenta de lo útil que puede ser
en nuestras vidas, facilitando tareas y brindando soluciones a problemas complejos. Sin
embargo, también entendí que es importante ser consciente de sus limitaciones y de cómo su
mal uso podría plantear desafíos éticos y sociales.
Aprendí que existen diferentes tipos de inteligencia artificial, desde la débil, que realiza tareas
específicas, hasta la fuerte, que puede adaptarse y aprender como un ser humano. Comprendí
que, si bien la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar positivamente muchos
aspectos de nuestra sociedad, también requiere un manejo responsable y ético para garantizar
que se utilice de manera justa y segura para todos.
En general, mi visión sobre la inteligencia artificial ha cambiado de ser algo lejano y complejo a
comprender que ya forma parte de nuestra vida diaria y que, si se maneja adecuadamente,
puede ser una herramienta poderosa para el progreso y el bienestar de la sociedad.
REFLEXION DE PONCE MARTINEZ DIEGO
Antes de comenzar mi exploración en el mundo de la inteligencia artificial, mi comprensión se
limitaba a la idea de que eran como máquinas inteligentes que podían hacer tareas por
nosotros. La visión general que tenía era que se trataba de un conjunto de algoritmos y
programas sofisticados que nos ayudaban a completar tareas complicadas de manera más
eficiente. En resumen, las veía como simples herramientas tecnológicas que facilitaban
nuestras vidas diarias.
Sin embargo, al adentrarme en el tema, descubrí que la inteligencia artificial es mucho más que
solo una ayuda para tareas específicas. Aprendí sobre los dos tipos principales de IA: la débil y
la fuerte. La IA débil, o estrecha, se enfoca en realizar tareas específicas de manera experta,
como jugar ajedrez o realizar traducciones de idiomas. Comprendí que estas aplicaciones eran
útiles en entornos controlados, pero que no tenían la capacidad de pensar o razonar como lo
haría un ser humano.
Por otro lado, descubrí la IA fuerte, que se acerca más a la idea de máquinas que pueden pensar
y razonar como los seres humanos. Esta forma de inteligencia artificial tiene la capacidad de
aprender y adaptarse a situaciones nuevas, lo que la hace más autónoma e independiente. Me
sorprendió darme cuenta de que la IA fuerte está más asociada con la idea de una conciencia
artificial, lo que plantea cuestiones filosóficas y éticas profundas sobre la naturaleza de la
mente y la inteligencia.
A lo largo de mi investigación, también me di cuenta de los debates éticos y sociales que rodean
a la inteligencia artificial, como el impacto en el empleo y la preocupación por la seguridad de
los datos. Comprendí la importancia de regular su desarrollo de manera responsable y ética
para garantizar que sus beneficios superen con creces sus posibles riesgos.
En resumen, mi perspectiva sobre la inteligencia artificial ha evolucionado significativamente.
Ahora veo que va más allá de simplemente realizar tareas, y entiendo su potencial para
transformar fundamentalmente cómo vivimos y trabajamos. También reconozco la necesidad
de considerar cuidadosamente sus implicaciones éticas y sociales, especialmente a medida que
avanzamos hacia un futuro más impulsado por la tecnología.
REFLEXION DE GARCIA TAPIA DEREK EMANUEL
Antes de adentrarme en el mundo de la inteligencia artificial, mi visión se limitaba a
considerarlas como sistemas aislados, sin comprender la complejidad y diversidad que subyace
en su funcionamiento. Pensaba que su utilidad se limitaba a tareas básicas, sin darme cuenta
del vasto universo de aplicaciones que abarcan.
Mi comprensión se amplió al descubrir que las inteligencias artificiales tienen distintos grados
de complejidad y que se especializan en diversos ámbitos, abarcando desde tareas simples
hasta las más complejas y sofisticadas. Comprendí que su utilidad no se limita únicamente al
procesamiento de textos, sino que también abarca la interpretación de imágenes, el análisis de
audios y una variedad de campos en constante expansión.
Además, me impresionó darme cuenta de la rapidez con la que estas inteligencias artificiales
realizan sus tareas, lo que indudablemente puede representar un gran avance en múltiples
ámbitos si se utilizan de manera adecuada y ética. Me di cuenta de que su papel se extiende
más allá de lo que imaginaba, abarcando desde la medicina y la educación hasta la industria del
entretenimiento y la gestión de datos.
Ahora tengo una idea más clara de cómo se aplican estas inteligencias artificiales en la sociedad
y comprendo que este es un tema en constante evolución, con un potencial de desarrollo y
aprendizaje continuo. Reconozco que su uso adecuado y ético es crucial para garantizar que sus
beneficios impacten positivamente a la sociedad y contribuyan al avance tecnológico de una
manera responsable y sostenible.
REFELXION DE GONZALEZ VILLALBA VALERY ALINE
Antes de sumergirme en el tema de la inteligencia artificial, mi comprensión era limitada y
percibía la IA como un concepto abstracto y distante. No comprendía su verdadero potencial y
cómo estaba moldeando activamente nuestra vida cotidiana y el panorama tecnológico global.
A medida que profundicé en el tema, me di cuenta de que la inteligencia artificial no es solo un
conjunto de algoritmos complejos, sino una herramienta poderosa que puede transformar y
mejorar prácticamente todos los aspectos de la sociedad y la vida moderna. Descubrí que su
capacidad para aprender de grandes conjuntos de datos y su habilidad para reconocer patrones
y tomar decisiones lógicas estaban impulsando la innovación en una variedad de campos, desde
la medicina y la ciencia hasta la industria y el entretenimiento.
Mi investigación me llevó a comprender cómo la inteligencia artificial está allanando el camino
hacia un futuro de avances tecnológicos sin precedentes. Visualicé cómo se espera que la IA
evolucione aún más, integrándose de manera más estrecha con la vida cotidiana y
convirtiéndose en una parte esencial de nuestras interacciones diarias. Desde la automatización
de tareas repetitivas hasta la creación de sistemas de aprendizaje más avanzados y la mejora
de la toma de decisiones basadas en datos, la IA está destinada a desempeñar un papel cada
vez más importante en la resolución de problemas complejos y en la mejora de la calidad de
vida.
En resumen, mi percepción de la inteligencia artificial ha cambiado drásticamente. Ahora
reconozco su importancia en la configuración del futuro de la tecnología y su potencial para
mejorar significativamente nuestra vida diaria. Observo con entusiasmo cómo se espera que la
IA siga avanzando, allanando el camino para un mundo más eficiente, conectado e innovador.
INTELIGENCIA ARTIFIFICIAL(IA)
DEFINICION DE IA