Siembra RETIRO IMPACTO JOVENES ACA
Siembra RETIRO IMPACTO JOVENES ACA
Siembra RETIRO IMPACTO JOVENES ACA
Sumario
I. CONSIDERACIONES PREVIAS
II.NUESTRA PROPUESTA
1. Objetivo
2. Responsables, tiempos y elementos necesarios
Conductores
Equipo Interno
Equipo Externo
3. Criterios para la organización
4. Los temas y su posible desarrollo
III.CONTENIDOS
Esquema de contenidos
V. CONCLUSIÓN
Anexo 1
Anexo 2
Anexo 3
Anexo 4
Anexo 5
Agradecemos la elaboración de este material al Pbro. Fabián Esparafita y a la Comisión Nacional del
Área Jóvenes que ha sido enriquecida con el aporte de la Arquidiócesis de Paraná para los Anexos
cuyos colaboradores han sido:
- Gervasoni, Mario (Presbítero)
- Bagattín, María Elisa - Giménez, Silvia
- Baima, María Belén - Larraule, Marcos
- Baima, Juan Pablo - Martínez, Juan Ignacio (Presbitero)
- Basgall, José - Méndez, Andrés
- Benvenutti, María Candelaria - Padilla, María Natalia
- Bogado, Dana - Pidone, María Eugenia
- Bravo, Marcelo (Presbítero) - Ramos, Carlos
- Calloni, Roberto - Rocha, Rafael
- Chelotti, Silvina - Rothar, Diego
- Cortopassi, Félix - Rothar, Nelson
- Dumón, Mariano - Stefoni, María Paula
- Galarraga, Nancy - Velázquez, Valeria
- García, Fabiola
I CONSIDERACIONES PREVIAS
Retiros de Impacto
Es importante tener en cuenta que todo retiro tiene un objetivo particular; en todo
retiro, tanto el que lo programa como aquel que se vale del mismo, persiguen una finalidad, en
base a la cual todo lo ordena el que lo propone y lo analiza el que participa.
Para que se entienda un poco mejor considerémoslo desde la vida de Jesús, se retiró
al desierto, ya que quería prepararse para lo que conocemos como su vida pública, se apartó
de la multitud para estar a solas con el Padre y dialogar con Él; llevó a sus discípulos a un
lugar solitario, para que, después de intenso trabajo apostólico, “pudieran descansar un poco”;
se retiró, luego de la última cena, para rezar y disponerse a llevar a cabo la voluntad del
Padre: la donación de su vida por amor a nosotros...
Como vemos cada retiro tiene un objetivo: profundizar la relación con Dios, discernir
alguna situación personal, gozar de un tiempo de descanso en el Señor, incentivar el
fervor apostólico; producir un impactante encuentro con lo sagrado...
De esto último tratan lo que conocemos como “retiros de impacto”: jornadas, encuentros,
etc., cargadas de un hondo contenido kerigmático, propuestas a través de situaciones,
experiencias y metodologías impregnadas de una intensa emotividad, pues se trata de
impactar en los sentidos de los participantes y producir una ruptura con la rutina cotidiana,
o quebrar la indiferencia religiosa en que se pudieren hallar.
De entre los retiros de impacto muchos de ellos, verdaderamente logran esta finalidad:
producen en los que concurren una nueva percepción de la vida, un profundo cambio de
perspectiva de la vida, un profundo cambio de perspectiva, un hondo deseo de
emprender con vitalidad renovada la reconstrucción de la propia historia o la
transformación de la realidad existencial. Sin embargo no pocos de estos fervorosos
propósitos se ven frustrados a poco de andar, ya sea por falta de perseverancia en ellos, o
por falta de nutrición en el fervor, o bien por carecer de imaginación en el momento de
ponerlos en práctica.
Algunos otros, para dar sostenimiento a aquellos fervientes deseos generan nuevas
estructuras donde pretenden encausar las inquietudes de los participantes, generalmente
solicitando de ellos la donación de su tiempo para servir en la preparación de nuevos
retiros de impacto, (a veces, a costa de olvidar la propia responsabilidad en la conversión
personal y en la transformación de la realidad existencial, otras generando “funcionarios
habilidosos” de los tales retiros de impacto).
Valiéndonos de esta característica global de los retiros de impacto, tratando de evitar las
desviaciones y potenciando sus riquezas, hemos querido elaborar una propuesta que
abarque la preparación, el desarrollo, y hasta el seguimiento posterior, y que la
metodología integrada con los contenidos, responda, por un lado, a aquel anuncio
kerigmático que mencionáramos al principio, y por otro a la realidad de aquellos a quienes se
convoca.
Publicación digital del Consejo Nacional de Acción Católica 3
Argentina Equipo Nacional de formación- Año
RETIRO SIEMBRA
Acción Católica Argentina
Consejo Nacional- Área Jóvenes
Si bien el esquema ha sido pensado para los Jóvenes de la Acción Católica, creemos que
el mismo puede constituir un material de utilidad, para otros movimientos, grupos
juveniles, colegios y por ello lo ponemos a disposición de la comunión eclesial.
II NUESTRA PROPUESTA...
1. OBJETIVOS
“Con esta propuesta queremos evangelizar y santificar a los
hombres y formar cristianamente sus conciencias, de suerte que
puedan imbuir de espíritu evangélico las distintas comunidades y
los diversos ambientes...” (Pablo VI, n° 1 del llamado
“Decálogo de la Acción Católica”, 23/09/73; P.I. 10.2)
“Se ha insistido en que la Institución existe para evangelizar. Trabajar genéricamente por este
objetivo global es el servicio primigenio que la A.C. presta a la Iglesia y al mundo y al cual
deben subordinarse todos sus programas y acciones concretas. Para concretizar esto, la
Institución puede aplicarse creativamente a proponer a sus miembros diversas formas
organizadas para afrontar situaciones específicas...” (P.I. 15.1)
Queremos ofrecer estos “retiros de impacto” como un servicio que permita una fuerte
experiencia de encuentro con Dios.
Porque deseamos que este servicio sea realmente fructífero, no descuidamos los detalles
para que “impacte”, a la vez que evitamos la ansiedad efectista. No se trata de un curso
de catequesis, ni siquiera una cátedra para enseñar todas las verdades de la fe: lo que
propiamente queremos es ayudar, a quienes asistan, a comprender que la experiencia de
Dios que hayan tenido, ha de ser profundizada.
SIEMBRA...
Teniendo en cuenta las dinámicas internas y la finalidad de estos retiros de impacto se nos
ocurrió que podríamos llamarlos SIEMBRA, pues considerado este nombre como sustantivo
resulta coherente con las dinámicas internas y como verbo en imperativo responde a la
invitación que queremos hacer a los participantes. Por eso en adelante para referirnos a esta
propuesta de retiros de impacto la citaremos como SIEMBRA. A la hora de clarificar un poco
más nuestra propuesta, y teniendo en cuenta el interrogante que podría surgir en aquellos
a quienes querríamos invitar, se nos ocurre responder acerca de ¿QUÉ ES SIEMBRA?
Porque es un encuentro supone cierto interés de los que van a concurrir, cierta
predisposición, cierto deseo de participar y compartir. Porque pretende reavivar la conciencia
supone en los invitados cierta aceptación de la verdad religiosa, cierta conciencia de fe.
No debería ser un retiro del tipo ejercicios espirituales aunque sí se han de realizar, a
lo largo del mismo diversos ejercicios de tipo espiritual.
No debería ser una convivencia escolar o juvenil aunque sí se ha de desarrollar en un
clima de convivencia fraterna entre jóvenes de distintas realidades.
POR LO TANTO...
SOLO DEBERÍAN PARTICIPAR DE SIEMBRA QUIENES SINTIERAN INTERES POR ENCONTRARSE CON DIO
Esta primera elaboración está pensada para jóvenes, entre 14 y 17 años, considerándose
conveniente que la participación en cada SIEMBRA se organice según las edades por franjas.
Habría que tener en cuenta que en el primero que se realizara se debería invitar de un
modo selectivo a colegios, parroquias, diócesis, que admitan continuar la experiencia. El
criterio de selección deberían establecerlo los organizadores del mismo, conforme a lo
anteriormente descripto, pero además, consideramos oportuno, que se tengan en cuenta
a aquellos que manifiesten mejores condiciones de liderazgo. Para el resto de los encuentros
deberían ser presentados por dirigentes, o por amigos que hayan participado en alguno.
Es importante, si queremos lograr una buena y activa participación de los que concurran a
una SIEMBRA que:
a) Responsables
CONDUCTORES
Porque normalmente les resulta muy difícil la participación completa durante los tres
días.
Porque les permite un mejor discernimiento de situaciones críticas.
Porque para los adolescentes participantes ejercen una autoridad más persuasiva y
eficaz.
Porque están más cercanos y disponibles, generalmente, para escuchar y comprender
los planteos de los chicos.
Son propuestos por el equipo diocesano encargado de los retiros de impacto, con aval del
asesor diocesano ó del asesor de tales retiros.
Para un mejor desarrollo de los trabajos en grupos, y para un seguimiento interno más
personalizado es conveniente que haya un Equipo Interno integrado de la siguiente manera:
- un Coordinador
- un Sacerdote Acompañante (o alguien delegado por él)
Consideramos que quienes integren el E.I. deben ser jóvenes con orientación
catequísticas, experimentados en dirigencia juvenil y de fe entusiasmante.
Porque su tarea, entre otras que le puedan asignar los conductores, consiste en
coordinar los grupos internos que se formen en cada SIEMBRA.
Para una organización eficaz del retiro, es importante que haya un Equipo Externo
conformado por:
- un Coordinador
- un Responsable de Liturgia
- un Responsable de la Alimentación
- un miembro que sirva como Nexo entre el equipo interno, las necesidades
detectadas y las posibles respuestas o soluciones a brindar.
- un Responsable de Infraestructura
- un Responsable de la Economía
- diez auxiliares
Consideramos que los colaboradores de Equipo Externo deberían ser jóvenes que hayan
participado de alguna SIEMBRA porque:
b) Tiempos
En cuanto al tiempo que ser requeriría de las personas colaboradoras y ejecutoras de esta
propuesta, sería:
Una reunión para la designación de tareas, dos meses antes de la fecha del encuentro.
Otra reunión un mes antes para la puesta en común de lo preparado por cada uno
en su área.
Una reunión final inmediatamente antes para el arreglo y acabado de los últimos
detalles.
c) Elementos necesarios
Espacio suficiente para alojar a los participantes y al equipo interno como mínimo
(habitaciones individuales o cuartos comunes).
Una sala amplia con sillas y mesas suficientes para participantes y E.I. ubicadas en
ronda para que nadie de la espalda al otro; todos mirando hacia la mesa de
conducción.
Dos o tres salas para reuniones grupales, en caso de no poder usarse el parque.
Una sala apartada para recibir el Domingo a familiares y amigos (si se realiza la
integración familiar).
Este sería el ideal, sin embargo hemos contemplado otras variantes que aquí les
presentamos en caso de no poder lograr lo anterior.
Para comedor puede usarse alternativamente el mismo lugar que para sala de reuniones.
Las salas para los grupos pueden prescindirse y distribuirse en las habitaciones o en caso
de extrema necesidad en la misma sala de reunión general.
NUNCA habría que compartir la sala de oración o Capilla con otra actividad.
El parque sólo en caso de extrema necesidad se podría prescindir.
Cancioneros suficientes.
Instrumentos musicales.
Hojas en blanco y lapiceras.
Velas (tantas cuantos participantes, E.I. y varias más)
Un Cirio Pascual.
Lo necesario para la Misa: Ornamentos; Misal; Leccionario; Cáliz; Copón; Crucifijo;
Velas; Lavabo; Pan; Vino y Agua (vinagreras y patena).
Abundantes textos para las oraciones en común.
Su se usan en la Oración de la Tarde (ver más adelante) biombos personales de
cartulina.
Espacio apropiado.
Leña abundante.
En caso de necesaria sustitución (lluvia, falta de parque), el signo del fogón podría
reducirse a un tacho donde encender un pequeño fuego que permita quemar los papeles
que se indican oportunamente (ver Fogón).
Creemos oportuno además compartir con Uds. ciertas consideraciones con las que fue
elaborada esta propuesta:
Como su nombre lo indica el encuentro aprovecharía las analogías y las riquezas que
surgen de contemplar el proceso de la siembra, la cosecha, la molienda, y la nueva siembra...
B) Respecto de lo litúrgico-sacramental
Por todas estas razones proponemos que la Misa se celebre hacia la finalización de la
SIEMBRA, pues debería considerársela como un punto de culminación y no de partida.
VIERNES
Así, entonces, el Viernes a la noche: antes de salir del lugar de concentración
debería advertirse a los participantes acerca de la disponibilidad que se espera
de ellos y de la colaboración que se les requerirá para el desarrollo de la
SIEMBRA; en definitiva, las reglas de juego con que habrán de participar. Sería
conveniente que participen de esa reunión los familiares y amigos que los
acompañen. (¡Nunca llevar gente engañada!).
Después de cenar serán llevados al S.R.G. para el primer tema: La tierra. Para
ambientar e introducir en el ejercicio del silencio interior se intentará proponer
desde ese momento contemplar “la semilla” con la que irán identificando el
misterio del Plan de Dios. Con este clima de búsqueda del silencio interior irse a
dormir (NADA DE REUNIONES ENTRE LOS PARTICIPANTES...).
SÁBADO
Por la mañana, levantarse, bien temprano, podría ser 7.30. Después de
higienizarse y ordenar mínimamente las cosas, serán conducidos a la Capilla
para realizar allí la oración eclesial de alabanza. Concluida esta oración el
equipo interno les servirá el desayuno, preparado por el equipo externo (entre las
8 y las 9). Alrededor de las 9 de la mañana los participantes compartirán el
núcleo temático La semilla y la siembra. Después de un tiempo prudencial de
esparcimiento se los convoca nuevamente para participar de: El brote y la espiga.
Después de un breve tiempo de esparcimiento (lo que implica que no hay siesta;
y habría que evitarla pues acarrearía serios inconvenientes en el desarrollo de la
SIEMBRA, de todos modos esto puede ser adaptado por los organizadores
mientras se respete el estilo y el ritmo del retiro) se los convoca nuevamente para
participar del núcleo temático: La cosecha y la molienda.
A la noche luego de todo esto se los invitará a compartir la Cena que, como
explicamos las veces anteriores, prepara el equipo externo, y sirve el interno
(20.30-21.30); si hiciera falta después de la cena se podría acabar o prolijar la
participación en el fogón (entre las 21.30 y las 22.00 hs). A las 22 hs se celebraría
el Fogón, considerado como la Fiesta por la cosecha lograda, tiempo para
compartir lo trabajado en el día. Podrían participar del mismo los miembros
del equipo externo. Teniendo en cuenta que los participantes pueden no
tener el mismo ritmo de descanso este Fogón tendrá si un tiempo límite antes del
cual no se podrá retirar nadie.
DOMINGO
Es la gran JORNADA, y por lo tanto, habría que favorecer una levantada más
tardía: recomendamos que sea alrededor de las 8.30 hs. Como el día
anterior, después de higienizarse y ordenar mínimamente las cosas, serán
conducidos a la Capilla para realizar allí la oración matinal de alabanza.
Concluida esta oración se les servirá el desayuno.
En otro lugar de la casa, sin que los participantes lo hubieran notado podrían
estar los padres o familiares de los participantes, quienes a su vez recibirían una
propuesta adecuada (se puede ver aparte esa propuesta).
En la Misa, los participantes ofrecerán los propósitos, según las circunstancias y los
grupos, compartirán alguna experiencia de lo vivido, sin revelar detalles de lo
ocurrido internamente, en particular lo referente a dinámicas y gestos.
IIICONTENIDOS
Les presentamos aquí una síntesis de los temas y el modo como consideramos oportuno
desarrollarlos. Asimismo justificamos por qué proponemos las características de los oradores.
Por último sugerimos algunos textos bíblicos como apoyatura a los animadores de los distintos
núcleos temáticos.
SIEMBRA
LA TIERRA
LA SEMILLA Y LA SIEMBRA
ESQUEMA DE
EL BROTE Y LA ESPIGA
LA COSECHA Y LA MOLIENDA
EL AMASADO Y LA COCCIÓN
OFRECIMIENTO Y BENDICIÓN (Celebración)
LA COSECHA LOGRADA (Fogón)
LA PARTICIÓN Y LA NUEVA SIEMBRA
CUIDADO DE LA SIEMBRA (Integración comunitaria)
LA EUCARISTÍA (Misa)
La tierra
Es importante que este tema lo de un joven de la misma edad de los participantes ya que
queremos captar su buena disposición sin prejuicios. Y, en general, reciben con más agrado y
apertura lo que pueda proponerles un par suyo que otro les pueda parecer ajeno a su
realidad.
DESARROLLO
Seguramente contarán, para ese momento, los participantes, con una especie de
“maceta”, en la que “contemplarán” la tierra que ellos son, cómo llegan a este encuentro, será
tierra con piedras, tierra dura, reseca, arcillosa, mezclada con yuyos, con raíces viejas.
Nosotros somos tierra, somos frágiles, no somos 100 por 100 fértiles. Nosotros como
la tierra, tenemos muchas veces un corazón duro, seco, mezclado con escombros de
nuestra soberbia, endurecido por la bronca, por el deseo de revancha, otras veces lo
tenemos impermeable por la indiferencia...
Nosotros como la tierra a veces estamos cargados de raíces viejas, de yuyos y espinas,
raíces de vicios y defectos que no nos dejan ser quien querríamos ser, yuyos que
parecen tiernos pero enseguida se vuelven ásperos y duros y entorpecen nuestro crecimiento;
espinas que impiden a los demás acercarse a nosotros.
Y la semilla está ahí. La semilla es silencio, es misterio, espera poder entrar en nosotros
que somos tierra. La semilla tiene todo para ser planta, lo encierra todo en su pequeñez,
pero quiere necesitar de la tierra para sacarlo todo afuera, para manifestar su grandeza.
La tierra puede darle a la semilla abrigo y silencio para que madure y se manifieste en todo
su esplendor.
La tierra puede también quedarse dura, seca, indiferente y no dejar que penetre la semilla.
Como puede haber alguno que no sepa buscar en el evangelio sería conveniente que
este texto en particular (y si lo consideran prudente los organizadores los demás textos
también) estuviera copiado en una hoja aparte facilitada a los participantes para su
reflexión personal.
Meditación de la Parábola
Ver Propuesta de desarrollo Arquidiócesis de Paraná ver pagina
La Semilla y la Siembra
Consideramos importante que este núcleo temático sea dado por un sacerdote, o
diácono, ó religioso/a, ó seminarista ó novicio/a (en etapa avanzada de formación); NO para
confundir el tema con el discernimiento a la vocación consagrada, sino por la autoridad
que reviste para ellos y para todo cristiano, en materia de discernimiento de los planes
divinos.
Por lo tanto, si bien la presentación de este tema la podría hacer cualquiera que gozase de
la condición de cristiano, insistimos en la conveniencia de valernos del prejuicio que
inconscientemente atribuye nuestro pueblo a quienes proponemos.
DESARROLLO
Decíamos que la semilla en sí misma es misterio, es proyecto, ella encierra una riqueza
que por su sola apariencia nosotros NO VEMOS, pero sí intuimos por lo que sabemos de ella;
pero de hecho, NO VEMOS lo que ella encierra. La semilla es secreto.
La semilla la podemos comparar con el plan de Dios para mi, el sueño que Dios tiene para
mi vida, para que mi vida sea plena, vigoriza, fecunda... la semilla es el proyecto de Dios.
Intuyo que lo que sé de Él que quiere mi felicidad, ha buscado siempre encontrarse con el
hombre y caminar con él (Gn. 3). (Será importante destacar, como en tercera persona lo que
puede hacer la semilla, lo que Dios ha hecho con otros. Se puede presentar aquí los
rasgos más salientes del Plan Salvador pero SIN ALUDIR O INVOLUCRAR a los oyentes,
porque aquí queremos plantear lo que sabemos que hizo en otros la semilla).
Las preguntas o interrogantes que deberían resonar en el corazón de los oyentes sería:
Para que haya una buena siembra tiene que haber una tierra bien dispuesta y preparada.
La siembra conlleva un tiempo de oscuridad porque no se ve lo que hace la semilla con la
tierra pero sí sabemos que si la tierra está bien dispuesta la semilla le abrirá su misterio y
juntas se enriquecerán para crecer y manifestarse. Por eso es un tiempo de esperanza (habrá
que insistir aquí en evitar cualquier apuro durante la siembra, hay que saber esperar; no todas
las semillas germinan al mismo tiempo).
Por otra parte, hay, asimismo, una gran diferencia. Si bien todas las semillas gozan de las
características de semilla, cada porción de tierra en que caen es diferente a la otra, con
sus propias riquezas y limitaciones; y, en este caso además, cada semilla fue pensada por
Dios para cada porción de tierra.
Será importante, por lo tanto, si queremos que la SIEMBRA produzca fruto, que la tierra se
abra a la semilla, que la tierra se reconcilie con la semilla para que puedan enriquecerse
mutuamente; (NO plantear el tema de la confesión, SOLO dejar claro que para que la siembra
produzca fruto, tierra y semilla deben estar reconciliadas, unidas, integradas; de lo contrario
NO interactuarán y la semilla seguirá guardando su riqueza y la tierra, por el contrario, se
irá empobreciendo hasta convertirse en desierto).
Textos que pueden ayudar o acompañar: Is. 55, 10; Mt. 13, 3s.
DESARROLLO
Si la semilla ha sido bien recibida por la tierra, si ésta le supo dar abrigo y aliento, a su
debido tiempo germinará y aparecerá el Brote, cargado de vida nueva, de impulso firme
que busca llegar al sol, y en sus primeros días este impulso es tan fuerte que hasta parece
lograrlo.
Mientras somos niños estamos abrigados y protegidos por nuestra familia, pero a poco de
andar empiezan a aparecer los conflictos; dejamos de ser nenes para pasar a ser pavos; en
nuestro yo más profundo todo lo que nos resultaba divertido deja de atraernos; en nuestra
relación familiar de recibirlo todo, pasamos a sentir reclamos y exigencias; en nuestra vida
afectiva sentimos cosas que en principio no entendemos y cuando las entendemos no
sabemos manejarlas; en nuestra vida religiosa, de sabernos queridos y acompañados por
nuestros catequistas, de sentirlo a Dios como un Padre cariñoso, empezamos a sentirnos
solos, rodeados de gente, pero solos, empezamos a sentir exigencias que no sabemos
cómo responder y hasta empezamos a creer que Dios está a punto de retarnos o
castigarnos en cada cosa que hacemos torpemente... ¿De qué modo podemos
defendernos de estas circunstancias?
Miremos primero el brote. El brote también experimenta sensaciones nuevas: siente el frío
del agua que cae de la lluvia, padece la violencia del viento huracanado, goza de la brisa
de primavera, soporta el calor de un sol agobiante, resiste la helada nocturna.
Así también pasa en nuestra vida... todo eso que sentimos como temores y fracasos, y de
hecho lo son, lo que anhelamos como esperanzas y logros, pueden ayudarnos a crecer y
fortalecernos, si reafirmamos conscientemente nuestra identidad personal a la luz del proyecto
de Dios y de la tierra que somos, tierra tejida y amasada en nuestra historia personal, desde
que fuimos engendrados hasta el día de hoy.
Si por el contrario a la hora de enfrentar los conflictos, seguimos los criterios de los “yuyos”
que nos rodean: vida fácil, pura j..., “sexo, droga y rock´nd roll”, muy probablemente
aunque sigamos perdurando en la historia, nuestra vida habrá muerto sin dar el fruto que
podría haber dado.
Sin embargo para que el entusiasmo no nos juegue una mala pasada es bueno que
una vez más contemplemos nuestra SIEMBRA. En todo tallo cargado de espigas hay no
obstante algunas secas, sin semillas, pero las hay también rebosantes y maduras.
Así también pasa en nuestra vida, animados por el proyecto de Dios, comprometidos con
nuestro propio esfuerzo, tenemos que saber que: en nuestra vida habrá espigas cargadas de
triunfos, rebosantes de logros personales y maduras como para ser gozadas. Pero también
habrá espigas secas por lo fracasos o sin semilla de la ilusión soñada; y la “culpa” no será ni
de
La espiga, antes de ser abierta, como la semilla, también es un misterio. Pero es fruto de la
libre interacción de la tierra y la semilla.
Algunos textos que podrían ayudar a ilustrar: Mt. 13, 24ss; Os. 10,12; Mc. 4,26ss.
La cosecha y la molienda
Sería oportuno que este tema lo coordinara un matrimonio joven, que de ser posible
fueran papás (si lo juzgan conveniente podría estar presente su hijito o bebé); no solo por
la imagen tierna y familiar que en sí mismos van a captar los participantes, sino que además
este tema puede llevarlos a replanteos interiores críticos y duros; y experimentar que
provienen de un ámbito impregnado de cariño les permitirá, tal vez con más confianza,
asumirlos para intentar superarlos.
DESARROLLO
Sería bueno, para acentuar este clima que sucintamente, ambos se presentarán
reseñando brevemente sus historias personales: cómo vivieron la etapa de los chicos que
tienen enfrente, cómo se conocieron, cuánto hace que se casaron, cómo vivieron los
primeros tiempos y qué implicó la llegada de este hijo, cómo están hoy acá...
Después de esta breve presentación, recordarán los temas anteriores, lo principal; y... si
bien el brote sueña con ser espiga fecunda sabemos que en realidad la cosa no termina
allí. La espiga debe enfrentar el desafío de la cosecha. En cada espiga están encerrados
los recuerdos de cada momento de la semilla, lleva el recuerdo de la siembra, de su
encuentro con la tierra, de su germinación, de sus luchas por crecer, de sus logros y fracasos.
Pero ahora llega el momento de la poda, de arrancarla del taller y enfrentar una nueva
aventura.
Así también pasa en nuestra vida... a poco de andar en nuestra adolescencia nos vemos
enfrentados con una nueva realidad que nos toca vivir y somos requeridos en nuestra libertad
para asumir tal desafío con nuestra propia responsabilidad. Y aquellas primeras crisis que
fueron transformando nuestra vida aparecen otra vez, con rostros nuevos, con circunstancias
nuevas, con sentimientos nuevos. Ya no vale lo que hasta ayer valía porque otros los elegían
por mí ahora me tengo que jugar yo y hacer mi propia elección. Si la espiga no acepta el
desafío de la cosecha muy probablemente se pudra, se seque o se esparzan sus semillas por
el azar del viento sin un destino seguro.
Así también pasa en nuestra vida... los que no se animan a hacer su propia elección y se
quedan mirando, esperando ver cómo hacen los demás, muy probablemente se pudran
vaciando su sentido de existencia, o se sequen gastando sus energías en vanidades o tal
Sin embargo los que asumen el desafío de ejercer su libertad, este doloroso desafío, se
enfrentan con el gozo de la responsabilidad probada.
Si la espiga es fiel al proyecto de la semilla recordará siempre que deberá pasar por la
cosecha si quiere que su vida trascienda. Si somos fieles al proyecto de Dios, no
tememos enfrentarnos al desafío de ejercer nuestra libertad, comprometida con nuestra
responsabilidad, porque contamos con la gracia de Dios para llevar a buen término
nuestra vida (por contradictorio que parezca, en definitiva nos diría Jesús: “No son ustedes los
que me eligieron a mi, sino Yo quien los elegí a ustedes y los destiné para que vayan y den
fruto y ese fruto sea duradero...” Jn. 15).
En toda cosecha algunos granos se separan para NUEVAS SIEMBRAS; y el resto se destina
a la molienda. Una vez más, la semilla se enfrenta con la posibilidad de la muerte. Tuvo
que dejar la espiga y ahora se enfrenta con la moledora que quiere convertirla en harina. Para
eso, si quiere que su vida sea fecunda y trascienda tiene que enfrentarse a su muerte y
purificación.
Así también pasa en nuestra vida... de distintos modos se nos presenta la posibilidad de
la molienda: a través de circunstancias o pruebas que nos ofrece la vida nos vemos obligados
a morir, a enfrentar el desgarrón interior por la pérdida de cosas o personas, otras veces es
Dios mismo quien nos pide renunciar a nosotros mismos, a nuestros afectos, a nuestros
apegos... Si enfrentamos este proceso con valentía, disfrutamos de la vida nueva con
mayor libertad, acompañados por Dios, aún en medio de la renuncia o de la misma
prueba. Pero si no aceptamos el desafío de la molienda, si nos resistimos o no nos
dejamos purificar; si protestamos caprichosamente la renuncia requerida o la prueba
propuesta, muy probablemente nuestra harina puede impregnada de un sabor amargo
que nadie quiera probar y solo sirva para ser arrojada a la tierra.
Algunos textos que podrían ayudar a ilustrar: Eclo. 6,19; Jn. 12,24ss. Se podría leer aquí el
salmo 139 (138).
El amasado y la cocción
Es importante que quienes dirijan este núcleo estén revestidos de cierta autoridad oral
para con los participantes ya que la clave es LA INTEGRIDAD INTERIOR.
Podría ser un matrimonio de la edad de los papás de ellos, o bien alguno de los
matrimonios conductores.
DESARROLLO
Así también pasa en nuestra vida... muchas veces nos sentimos incómodos interiormente
y nos cuesta relacionarnos con los demás. Si no son los de mi barra, nos volvemos torpes
y a veces tímidos, nos encerramos en nosotros mismos. Querríamos llevarnos bien con todo
el mundo pero nos sentimos interiormente divididos, no acertamos a mezclar nuestra
harina con el agua justa: nos apelotonamos con nuestros amigos y nos separamos del
resto o nos diluimos en el mar de gente, indiferente y anónima. Y lo uno y lo otro nos
pone mal, porque querríamos vivir integrados a nuestros amigos, sin separar de nuestra
comunidad. ¿Por qué se produce esta división interior? Es bueno una vez más
preguntarnos
Y vemos que lo que Dios quería es que la semilla se convierta en harina que se
integre con la harina de otras semillas y juntas se amasen hasta llegar a ser pan para los
demás. Así Dios ha querido y quiere que los hombres se amasen hasta llegar a ser una
comunidad solidaria: Pero...
¿Qué pasó entonces, que esto no se logró o no se logra, al menos con facilidad?
Pero si la harina se integra con otras harinas y se dejan unir por el agua en su justa
medida, entonces se logra el bollo de masa que amasada con cariño por el panadero se
ve más unida y sabrosa; esa masa bien unida y preparada se ve sometida a la
maduración del fuego para convertirse finalmente en pan y llegar así la semilla al
anteúltimo escalón de la plenitud de su destino.
Publicación digital del Consejo Nacional de Acción Católica 2
Argentina Equipo Nacional de formación- Año
RETIRO
SIEMBRA
Acción Católica Argentina
Así también pasa en nuestra vida... si nos dejamos amasar por el “Gran Panadero” nos
unimos mejor con nuestra comunidad, sea nuestra familia, nuestro grupo de amigos, nuestra
comunidad del club, del barrio, de la parroquia. Si nos dejamos madurar por el Fuego de
la Gracia de Dios, nuestra vida se torna sabrosa y bien dispuesta para el bien propio y el de
los demás.
Cuando nos dejamos reconciliar con Dios recuperamos la integridad interior, cuando nos
dejamos madurar por su gracia y amistad, nuestra vida se convierte en servicio, solidaridad, la
disfrutamos nosotros y la disfrutan los demás.
Tener en cuenta para los efectos del pecado los primeros relatos del Génesis: rivalidad
entre Adán y Eva, entre Caín y Abel, la Torre de Babel...
Ofrecimiento y bendición
Celebración de la tarde
De ser posible esta celebración debería ser animada o conducida por el sacerdote asesor;
en su defecto por alguno de los matrimonios conductores. Los participantes deberían llevar lo
trabajado en el día: cartulinas, hojas, fichas, etc...
DESARROLLO
Una vez que todos están acomodados, recibimos la presencia de Cristo que nos
ilumina (entra el sacerdote o animador con el CIRIO PASCUAL ENCENDIDO), con un
canto apropiado.
Aquí se los invita a los participantes a mirar fijamente el CIRIO (o simplemente centrar su
Explica
en
mirada el sentido
él) y tener de alalaluz
su vela de Cristo:
altura de su cómo
boca. enciende e ilumina
(Detrás del biombonuestra vida.
si está en una sala).
Marca también cómo hay hechos, palabras, actitudes, que agreden la luz, o que
la hacenhará
El animador vacilar,
una desde
recorridaadentro
por uno listado
desde de
afuera de nosotros
“pecados mismos.
comunes”, a modo de examen
En definitiva, cómo nuestros pecados oscurecen y hasta
de conciencia (ver aparte) y cada participante sin mirar a sus compañeros,apagan esa luz.
solo al CIRIO,
soplará su vela, en cada pecado o debilidad que le resulte frecuente en su vida; ¡¡¡el
animador también participa con su vela!!!
Al apagarse todas las velas (pues todos somos pecadores), el animador destacará la
presencia del CIRIO que sigue encendido atrayendo nuestra mirada y que nos invita a
encender nuevamente en él nuestras vidas.
Nadie deja el salón sino sólo para confesarse o para meditar en su interior. Cuando
regrese, si se ha confesado, o reconciliado interiormente con Dios (no confundir con
¡confesión interior!), enciende su vela con el CIRIO y lo coloca en el lugar previsto.
La cosecha lograda
El animador relata la importancia de la luz, para iniciar la fiesta. Si estamos a oscuras nos
volvemos torpes, callados, temerosos, necesitamos de la luz: da pie así (como antes) al
ingreso con el CIRIO que presidirá la FIESTA. Se lo recibe con un canto.
Con la luz del CIRIO se comienza la ceremonia del encendido del fuego.
Nuestra vida puede parecerse a este FOGÓN: de una manera u otra este grupo de leños,
como la vida, se van a destruir. O bien por pudrirnos en la soledad o por consumirnos en
el Fuego del Amor de Cristo. Por más que este rociado con la Gracia de Dios, si no me
dejo consumir por este Fuego, mi vida se podría destruir en la pudrición o en la soledad.
Si nos dejamos consumir por el fuego de Dios nuestra vida se convierte en servicio y abrigo
para los demás. Si nos dejamos purificar por el fuego de la gracia de Dios, nuestra vida se
convierte en luz y calor que convoca.
La pregunta que sigue ha de hacerse con voz fuerte y convincente, para esto es necesario
que el grupo esté motivado.
Y con una vela encendida en el CIRIO, el animador prende el FOGÓN, mientras cantan.
Interrumpe cuando lo juzga oportuno el animador, para remarcar que como queremos
que nuestra vida se vea purificada por el fuego de la gracia, e invita a los participantes a
arrojar en el fogón las debilidades y pecados, signo de que han sido vencidas por el amor de
Cristo Resucitado ; el Señor quiere ayudarnos a vencer y de hecho quiere seguir haciéndolo.
Al concluir el canto con que recibimos a la Virgen seguimos la fiesta con lo preparado por
los grupos con sus coordinadores; intercalando cantos y alguna reflexión breve y apropiada...
Luego, TODOS se van a descansar. Los últimos en hacerlo son los de Equipo externo.
Consideramos oportuno que este tema sea presentado por un par de jóvenes (un varón y
una mujer) cuyas características de compromiso con la fe estén pasando por un momento
entusiasmante tal vez con experiencia misionera, o dirigencial, no importa tanto su edad sino
su grado de compromiso y entusiasmo con la FE y con la Iglesia.
DESARROLLO
Así también pasa en nuestra vida... si no somos capaces de compartir nuestra vida con
los demás, si no nos partimos en el servicio y en la entrega, nuestra entrega se va
secando, perdiendo sabor.
Aquí uno de los charlistas narra su testimonio (SIN VERSO) de apostolado ambiental: sea
familiar, barrial, del club; (convendría evitar los matices, marcadamente intraeclesiales, esto
es, de apostolado parroquial); tener en cuenta que escuchan con más interés aquel
testimonio
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que acentúe su compromiso social. Nos desmerecemos uno ni exaltamos el otro, sólo
marcamos los matices que consideramos convenientes.
El otro charlista tendrá en cuenta, por su parte que, si nuestra vida está cargada de Dios,
si nos hemos encontrado con Él, si su siembra produjo en nosotros abundante semilla no
podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que repartir las semillas de Dios, de lo
contrario, que nos rodea y la que está más allá, se irá empobreciendo hasta convertirse
en desierto. Y en el desierto tampoco nosotros podemos vivir.
Narra aquí su testimonio misionero, (en lo posible misión fuera de su radio parroquial-
misión estilo ad gentes). (SIN VERSO).
Algunos textos que podrían ayudar a ilustrar: 2 Re. 4, 42-44; Is. 28, 24; Jn. 6, 1-15.
Cuidado de la siembra
SUGERENCIAS PARA LA INTEGRACIÓN COMUNITARIA
Así también pasa en nuestra vida... si todos los días nos tornamos insistentes para que
nos cuente que les pasa, o queremos que vayan a misa todos los días, si les exigimos
estricta coherencia con lo afirmado hoy a la noche, muy probablemente se ahogue su
crecimiento, o se sequen interiormente. Si cada día que pasa nos tornamos ansiosos por sus
progresos o se los exigimos, muy probablemente respondan con conductas de rebeldía o de
indiferencia. Si les marcamos: “No sé para que fuiste ahí, si TODO sigue igual”, estaremos
frenando o rompiendo el proceso que se ha iniciado en ellos.
Cuando todos están listos comenzamos la Misa en este marco de fiesta: a modo ritual
podría el sacerdote recordar el mandato del Levítico (Lv. 23,9-12): ¡Ofrezcamos al Señor las
primicias de esta SIEMBRA!
Se desarrolla la misa como de costumbre, con las lecturas propias de Domingo que se
celebra. En la Homilía, además de lo considerado por el predicador proponemos tener en
cuenta que:
I El pan amasado por nosotros, será transformado por Jesús en su Cuerpo y en su Sangre, así también
II La Eucaristía es Pan de Vida que vivifica y compromete: porque nos da la vida de Dios y nos invita a
III La Eucaristía es signo de comunión con Dios que nos lleva a comprometernos
para trabajar por la comunión de los hombres entre sí y para con Dios.
Después de la Homilía se hacen las intenciones preparadas por los familiares y amigos,
por los miembros del E.I. y E.E.
En el momento de las ofrendas, cada uno de los participantes en un sobre con su nombre
coloca sobre el altar el propósito personal; se llevan además el Pan (podrían ser los amasados
por ellos el día anterior, si lo acepta el sacerdote o no hay disposiciones en contrario) y Vino.
Estos signos pueden ser objetados por alguna rúbrica desconocida por nosotros; en ese caso
se colocan los propósitos en una mesa auxiliar, en una canasta, o simplemente a los pies del
altar.
Es importante este signo: no sólo concuerda con el momento litúrgico (ofertorio) sino que
además, es el momento de ofrecer a Dios la primicia de esta SIEMBRA, (los propósitos
generados en cada participante son puestos ante la Sagrada Presencia para que Él los
sostenga, los aliente y bendiga).
Todo sigue como de costumbre hasta la oración después de la comunión. Aquí se inserta
un ritual propio. Todos se sientan. Con una breve explicación se les repartiría si fuese posible,
a cada participante:
Ese morral es de exclusivo uso personal. Las semillas se servirán como recuerdo de lo
recibido y de lo que debería hacer. El Evangelio es signo de las Nuevas Semillas que
debe verdaderamente sembrar y, con el Libro de los Salmos, le ayudarán a fecundar su
propio crecimiento.
Uno de los participantes (el elegido entre ellos), da su testimonio con las características
descriptas.
Antes de retirarse del lugar todos los participantes deberán saber día y hora concretos en
la semana siguiente para realizar la evaluación de la ¡SIEMBRA!. de este modo cada
participante volverá al lugar de la SIEMBRA o en un lugar convenido para evaluar el
trabajo realizado aquel día; mejorar y corregir nuestras propuestas no significa no estar
seguros de las mismas sino dispuestos a perfeccionarnos. Para ese día seguir la dinámica
propuesta en el ANEXO 4.
En esa reunión de evaluación se les entregará material para su reflexión personal y se los
invitará a una próxima reunión de seguimiento en el mes siguiente, desde ya acordado
allí fecha, hora y lugar de la misma. Por otra parte, en las semanas próximas alguno del
equipo interno, o alguno de los responsables del externo podría visitar en su casa familiar
al encuentrista. De este modo se daría una relación en un ámbito distinto de los
anteriores y posibilitando una evangelización más plena.
Así, según la fecha, hora y lugar convenido, al mes siguiente, , los encuentristas pondrían
en común cómo reaccionaron sus “semillas”, cómo germinaron, qué dificultades tuvieron;
si ayudó a su crecimiento el material sugerido...
Respetar la ley del crecimiento no quiere decir que por ello renunciemos a invitar a los
encuentristas a contagiar su entusiasmo a cuantos los rodean.
Además, habría que ayudar a los participantes que puedan tener cierta cercanía, afectiva,
ambiental o local, para que vayan plasmando, el entusiasmo vivido, en obras de solidaridad o
caridad concretas, sean de orden “eclesial” (colaborar en la colecta de Cáritas, o en la de Más
por menos; que Cáritas de su parroquia les permite brindar algún servicio; que organicen
alguna colecta de alimentos por el barrio según les indique el párroco con quien la preparen,
etc.) o de orden “civil” (si se trata de propuestas en un colegio pueden armar el padrinazgo a
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alguna escuela careciente; organizar alguna visita a enfermos en hospitales, a chicos de
orfanatos, a ancianos en hogares...).
V CONCLUSIÓN
Estimamos que a partir de aquí, los organizadores de SIEMBRA, pueden considerar su
tarea como acabada y dar lugar así a quienes corresponde continuar el proyecto
evangelizador a través de los grupos ambientales; sean grupos de proyección evangelizadora
o las comunidades parroquiales misioneras.
ANEXOS
0. PREVIO A TODA REUNION
ANEXO 1
El equipo del Área Jóvenes del Consejo encargado de los Retiros de Impacto nombra
o elige a los conductores.
Los conductores eligen y convocan a los colaboradores externos e internos; eligen a los
coordinadores y acuerdan las fechas de reunión de esta mesa de conducción.
1. PRIMERA REUNIÓN
a) Reunión general
Oración en común y reflexión del asesor.
Se dividen por equipos.
b) Reunión de equipos
Equipo Interno:
El Coordinador distribuye los ministerios y asigna las etapas, define los colaboradores
propiamente internos y aquellos que darán charlas, pero no estarán todo el tiempo.
Menciona los coordinadores de grupos. Explica el sentido de cada etapa, abriendo la
posibilidad del diálogo para su mejor comprensión.
Equipo Externo:
El Coordinador distribuye responsabilidades. Menciona los responsables de áreas.
Instruye al encargado de Liturgia para que, con su equipo, elaboren lo que les
corresponde. Lo mismo hace con el de Alimentación.
En el caso de Infraestructura, se menciona al responsable de los lugares posibles y la
fecha para la cual debe contratarse la casa.
Se advierte al encargado de Economía de los posibles gastos, y éste a su vez, informa
sobre los ingresos habidos y por haber.
Se resuelven diferencias, se dialoga y despejan dudas. Se ponen de acuerdo sobre
fechas de reunión de cada área.
c) Reunión General
Oración en común y despedida.
a) Reunión General
El área de liturgia anima la oración en común. Reflexión del asesor.
b) Reunión por Equipos
Equipo Interno:
Testeo de inscriptos. Lectura prudencial de fichas. Planteo de las dificultades,
búsqueda de soluciones. Presentación de cada etapa.
Equipo Externo:
Presentación del trabajo realizado por cada área. Planteo de dificultades, búsqueda
de soluciones.
c) Reunión General
El área de liturgia anima la oración en común. Despedida.
a) Reunión General.
El área de liturgia anima la Misa que preside el Asesor.
Se ponen en común las tareas realizadas. Se repasa cada etapa en coordinación
entre el E.I. y el E.E. y cada responsable reubica su rol.
5. SIEMBRA.
ANEXO2. Ficha
1. Datos Personales
Nombre y Apellido: ..........................................................................................................................................
Domicilio: .............................................................................................. Localidad:
.......................................
Teléfono: ........................................................................ E-mail:
......................................................................
Fecha de Nacimiento: .................................................. D.N.I.:
.......................................................................
Ocupación: .................................................................... Lugar:
.......................................................................
Estado Civil: ..................................................................
Edad:.........................................................................
Parroquia: ..................................................................... Cargo:
........................................................................
2. Vida Cristiana
¿Qué idea tienes de Dios?, ¿cuál es tu relación con Él?, ¿actualmente, te haces algún
cuestionamiento sobre tu vida cristiana?, ¿cuáles?
........................................................................................................................................................................................................
........................................................................................................................................................................................................
..........................................................................................................................
3. Situación Actual
Cuéntanos tu relación con tu familia, amigos, trabajo, estudio y grupo parroquial.
INSCRIPCIÓN: hasta el 16/06 de 20 a 22hs. – PRE – SIEMBRA: 19/06 a las 17hs. en Sede ACA N°
........
DURANTE LA
4. Moderar las reuniones propias del área
5. Velar por la preparación espiritual
Miembros del 1. Preparar la etapa asignada
Equipo Interno 2. Velar por su propia preparación espiritual
3. Preparar la coordinación de los grupos
1. Preparar la etapa asignada
Coordinador 2. Velar por su propia preparación espiritual
Externo 3. Preparar la coordinación de los grupos
1. Organizar los momentos de oración
Coordinador de 2. Preparar el material
Liturgia 3. Armar la estructura y redactar las oraciones
4. Moderar las reuniones propias del área
5. Velar por la preparación espiritual
6. Animar la liturgia de las reuniones generales.
1. Organizar el menú
Coordinador de 2. Adquirir los alimentos necesarios
Alimentación 3. Prever los utensillos
4. Moderar las reuniones propias del área
5. Velar por la preparación espiritual
6. Convocar a colaboradores auxiliares
1. Prever y contratar el lugar para la SIEMBRA
Coordinador de 2. Adquirir el material previsto por los equipos
Infraestructura 3. Ambientar el lugar
4. Velar por la preparación espiritual
Coordinador de 1. Prever y adquirir los fondos necesarios
Economía 2. Velar por la preparación espiritual
Responsable Tareas
1. Moderar cada una de las etapas
Conductores 2. Atender las situaciones de los coordinadores del grupo
3. Velar por el aprovechamiento del tiempo
4. Decidir sobre los horarios previstos
DURANTE LA
4. Velar por la participación activa
5. Servir las mesas
6. Velar por la disciplina interior
7. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
1. Coordinar las tareas de las distintas áreas
Coordinador 2. Atender y resolver imprevistos
Externo 3. Colaborar en el aprovechamiento del tiempo
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
1. Recibir del C.I. y del E. I. los reclamos de las necesidades
Coordinador 2. Presentar los reclamos y sus posible soluciones al C.E.
Nexo 3. Resolver con C.E. los imprevistos que pudieran surgir
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
1. Animar los distintos momentos de oración
Coordinador de 2. Distribuir los ministerios para la misa y oraciones
Liturgia 3. Resolver con C.E. los imprevistos del área
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
Coordinador de 1. Proveer según lo previsto, las comidas
Alimentación 2. Mantener la limpieza de cocina y comedor
3. Resolver con C.E. los imprevistos del área
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
1. Colaborar con el E.I. en la Recepción
Coordinador de 2. Proveer a tiempo el material previsto por los equipos
Infraestructura 3. Resolver con C.E. los imprevistos del área
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
1. Administrar los fondos recibidos
Coordinador de 2. Recibir la cuota solidaria
Economía 3. Resolver con C.E. los imprevistos del área
4. Rezar por todos los participantes de la SIEMBRA
Responsable Tareas
DESPUÉS DE
PROPUESTA CRONOGRÁMICA
ANEXO 4
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
ANEXO 5
:
NUCLEOS TEMÄTICOS:
MATERIAL ARQUIDIOCESIS DE PARANA
MEDITACIÓN
Debemos disponer nuestro interior a la acción de la semilla puesta en nosotros por Dios a
través de Jesús y por intermedio de la acción y resguardo del Espíritu Santo. Necesitamos
irnos transformando en abono de esa semilla ya que si no la cuidamos con esmero se secará.
No tengamos duda, el sembrador existe y quiere transformarnos para Él y poder habitar en
cada uno de nosotros. Si logramos que este cambio perdure para irradiar esa luz, no sólo
tendremos asegurado el futuro sino que viviremos en el presente un adelanto de la vida
eterna.
Esto parece muy lindo pero muy difícil de alcanzar, pero si dejamos que esa semilla se
transforme en planta o en árbol dentro de cada uno de nosotros, cada rama nos sustentará y
guiará en cada decisión que tomemos. No tenemos que tener miedo si se rompe un gajo,
porque sabemos que con María y el Espíritu Santo saldrá un retoño que hará más fuerte al
árbol.
Como ya dijimos la semilla es un llamado, al cual una vez atendido no podemos colgar el
tubo. Es un sacudón en nuestra vida, una topadora que atropella todo nuestro interior y
derrumba montones de centros de interés: dinero, placer, lujo, poder. Cristo a través de esta
parábola trata de darse a conocer como el Pastor, y guiarnos para que dejemos de sembrar
al borde del camino, en terreno pedregoso, entre zarzas. Debemos dejarnos guiar por
Él y sembrar en tierra buena, ya que es la única forma de que nuestra vida haya valido la
pena.
Como oyeron al final de la parábola Jesús dijo: “¡El que tenga oídos para oír, que
oiga!”. Que este pasaje del evangelio nos comprometa, alimentándonos del maná que no
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tiene fin,
PREGUNTAS
1) ¿Cuál es mi relación actual con Jesús?
2) ¿Logro que habite en mi interior, actúo en consecuencia?, ¿creo que es posible lograrlo?
3) ¿Siento a Jesús como amigo?
1° NÚCLEO TEMÁTICO
“LA TIERRA”
AMBIENTACIÓN
Lugar con poca luz, más bien oscuro (a medida que se avanza en el tema se irán
prendiendo de a una las luces del lugar). Tres o cuatro jarrones con distintos tipos de tierra
(con yuyo, con piedras, con suciedad, uno vacía y aparte uno con tierra fértil). Cada chico,
cuando entre tendrá una maceta vacía delante de él con su nombre, un papel de color y
una birome.
CUENTO
Leer un cuento que hable sobre la realidad común a todos para que se ambienten en el
lugar donde están.
Hay muchas maneras de estudiar la tierra. De relacionarse con ella. He conocido un grupo de ingenieros que
vinieron al campo, extrajeron pequeñas muestras de tierra, y luego las analizaron minuciosamente en sus
laboratorios. Al tiempo volvieron acompañados por otros hombres e instalaron una ladrillería. Arañaron la
superficie de la tierra y le sacaron toda la capa fértil. La humillaron prolijamente en el pisadero, la mezclaron con
otros elementos, de la zona unos y otros traídos de afuera moldearon el amasijo, luego lo resecaron al sol y lo
apilaron de a miles formando un hormiguero. El fuego completó la obra, endureciendo esta tierra fértil,
desmenuzada sin identidad en una infinitud de paralilepípedos útiles para ser transportados y apilados en cualquier
parte.
Cuando se agotó la tierra fértil y el paisaje mostró su rostro agrio de médano y de tosca, esos hombres levantaron el
campamento y se fueron a reanundar su minería en paisajes nuevos. No creo que la nostalgia haya tenido nada que
hacer en su despedida. Nada dejaban allí esos hombres que fuera obra suya, a no ser los restos de hornallas de color
entre rojo y negro, que en ese paisaje de tierra semejaban bocas de puñalada en el cuerpo de un finado.
También he visto un grupo de hombres que en términos científicos hablaban de la fauna y de la flora. De cada yuyo
distinto sacaron un par de hojitas. Descubrieron flores raras y se indignaron al comprobar que otras se habían
extinguidos. Estos hombres, ¡con qué respeto y con qué altura hablaban de la tierra! Con términos precisos y
correctos aborrecieron el trabajo de los ladrilleros.
Y luego de unos días, agotado ya lo que tenían que decir, se fueron también ellos del paisaje, sin que quedaba de
ellos ni un recuerdo en absoluto. A su paso, es cierto, el paisaje no quedó humillado. Pero tampoco se aportó nada
Y he visto también otros grupos de hombres. Vinieron con todo lo poco que tenían, y algunos animales. Tenían
muchas menos posibilidades que los ladrilleros y mucha menos ciencia que los sabios. Pero tenían una gran
riqueza: tenían tiempo y cariño por la tierra.
Comenzaron por incendiar un trozo de pajonal. Ordenaron un pequeño trozo de paisaje y allí se instalaron para
vivir. Traían semillas distintas, nuevas para ese paisaje viejo. Al principio todo pareció quedar igual, salvo los
pequeño tablones de geografía cambiada. Y la presencia constante de aquellos hombres en diálogo continuo con la
tierra, interpelándola por los abrojos, por la quínoa y el chamico.
Nuestros hombres no interpelaban a la tierra por lo visible de la tierra, por lo que la tierra mostraba. Interpelaban a
la tierra por lo que en la tierra había de oculto. No se limitaron a recoger u organizar lo que encontraron en su
superficie. La incendiaron, la roturaron, la recorrieron tranco a tranco sembrándola de semillas nuevas. Después
supieron esperar. Esperaron vigilantes, carpiendo siempre el rebrote del paisaje viejo. Y lo que es importante:
vivieron en la tierra; no se fueron de ella.
Eran hombres con fe en la tierra. Con un cariño profundo por la tierra. Sabía que la tierra tiene posibilidades
muchísimo más ricas que aquello que puede dar cuando es dejada a sus solas fuerzas.
No es que se hayan propuesto liberarla de algo: yuyos invasores o antiguo pajonal. No quisieron liberar la tierra de
algo. Quisieron liberar algo en ella. Sus posibilidades ocultas, su capacidad de trigal, su florecer de linares, sus
rastrojos de maizal fortificado de trojas.
La tierra aceptó a estos hombres. Les devolvió con inmensa generosidad las semillas que ellos habían sembrado. Al
tiempo comenzó a haber una identificación entre esos hombres y la tierra liberada.
Bajo un mismo sol, la tierra y los hombres comenzaron a tener la piel color trigal. Y cuando el hombre se acostó a
dormir en el surco, la tierra se levantó a vivir en el alma de sus hijos.
Mamerto Menapace
Cada uno tendrá que levantarse y buscar el tipo de tierra que siente que posee en su
interior.
Se hace un canto.
PREGUNTAS
1. ¿En qué se relaciona el cuento con esto que comenzamos a vivir?
2. ¿Qué puedo rescatar para mi vida interior?
3. ¿Cómo está mi tierra? ¿Me siento identificado con la tierra con desechos, yuyos y piedras?
De esta manera se hará la relación con el tema: “La Tierra”. Luego se les dará a cada uno el
pasaje del evangelio Lc. 8, 4-8, para que reflexionen personalmente (música instrumental de
fondo).
“Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las edades, Él les dijo,
valiéndose de una parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la
semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte
cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. Otra cayó entre las espinas, y éstas,
Hacer una reflexión más concreta sobre el tema. Luego cada uno tendrá que tomar su
maceta con la tierra seleccionada y arrojarla en la vasija vacía. Canto: “Sé como el grano de
trigo”.
Seguido de esto tendrán que cargar tierra limpia (se prenden las luces). Este es el momento
para hacer entender que si mi tierra no está limpia, la semilla no podrá ser sembrada;
reconociendo que el único modo de preparar mi interior para recibir todo lo que vamos vivir
estos días, la única forma es comenzar en silencio recordando los momentos más fuertes que
tuve en mi vida (tanto cosas buenas como malas). Lo harán en las hojas que tengan en
cada uno de sus lugares, como una radiografía, poniendo al final virtudes y defectos, aspectos
que quiero acrecentar o cambiar (esto será antes de ir a dormir).
2° NÚCLEO TEMÁTICO
LA SEMILLA Y LA SIEMBRA
REFLEXIONAMOS
La semilla es simple y a la vez en ella se guarda una fuerza de vida que no se nota a
simple vista; es más , hay semilla de diferentes especies que sin embargo parecen iguales. Pero
solo cuando se desata esa misteriosa fuerza de vida que esta en su interior, solo allí podemos
contemplar su realidad más profunda. Es misterio y proyecto.
Este es el desafío de descubrir el sueño de Dios sobre cada uno de nosotros, es el Señor
que siempre ha tenido un plan para nuestras vidas, pero solo lo podremos descubrir cada
uno de nosotros , como nos enseña S. Agustín “ Dios que te creo sin ti, no te salvara sin ti”
Como todo misterio no se puede descifrar a simple vista, hay que ser paciente, saber esperar el
tiempo oportuno en el que podemos llegar ver la luz que Dios ha puesto en nuestro interior.
Esa luz del misterio solo la podemos ver cada uno de nosotros, nos pueden ayudar y hasta
indicar el camino, pero solo nosotros lo podemos recorrer. No se te descubre de forma mágica,
ni extraordinaria.
En nuestro interior están los elementos necesarios para ver con claridad, para penetrar en el
misterio.
En este caminar debemos leer los signos de la providencia sobre nosotros.
“ Dios en el cual creemos es un Dios de amor, que nos ama y conduce con amor hasta en los
más mínimos detalles de nuestra vida”.
Es en este aspecto que cada uno de nosotros somos semillas valiosas a los ojos del
Señor, nuestra labor es saber descubrir su mensaje, ser y presentarnos como tierra fértil
donde su plan de salvación se manifieste.
Si nos abandonamos a los brazos de Dios descubriremos, que Dios ha preparado la tierra de
nuestras vidas, con los surcos de las cosas que hemos vivido, para que en ella germine y se
desarrolle su plan de amor sobre nosotros y toda la humanidad.
El sabe de los peligros y debilidades que tenemos en nuestras vidas, el mira nuestro esfuerzo,
no nuestros logros. Confiemos y en el silencio del encuentro personal con Dios abrámonos al
misterio de amor que el tiene sobre nuestras vidas, para que así en nosotros germine Jesús,
palabra eterna del Padre.
5° NÚCLEO TEMÁTICO
PROCESO DE LA SIEMBRA
TIERRA Y NECESITAN TIEMPO DIOS BROTE Y ESPIGA
Hijo mío:
Buenos días!!! ¡Me alegra tanto que hayas venido a verme! Esto quiere decir que tan
olvidado no me tienes y que aún ocupo un lugar en tu vida y en tu corazón.
Quiero aprovechar la ocasión para decirte que me gusta que dialogues conmigo de
todas tus cosas, de tus problemas, de tus fallas, de tus anhelos y fracasos; de lo que
tu corazón quiera decirme. Día a día te espero siempre para poder charlar en un largo
abrazo de palabras. Sé que muchas veces no sabes cómo llamarme o cómo venir a
mí; por eso quiero que tomes el ejemplo de mi Mamá que, al ver que moría por vos,
hablaba con mi Padre, rezaba pidiendo por mí. Ella sentía en lo profundo de su
corazón verme ir a los cielos y, sin embargo, porque también te amó a ti, me dejó morir y
se dejó sufrir.
Y hoy, mi pequeña semilla, que he entregado mi vida por vos, que noche a noche y día a
día sin importar cómo me trates, sigo a tu lado.
¿Te acuerdas en algún momento de mí? ¿Te das cuenta que en cada uno de ustedes estoy?
Me duele decirte que no, cada uno sigue en su rutina diaria, en sus estudios, en sus
trabajos, en sus cosas materiales, que sólo los vacían cada vez más y no se dan cuenta de
ello.
6° NÚCLEO TEMÁTICO
“LA PARTICIÓN Y LA NUEVA SIEMBRA”
OBJETIVOS
- Reconocer que hay un mundo que te espera, que te pide ser protagonista.
- Descubrir qué necesitamos a Jesús para ser sal de la tierra y luz del mundo.
MOTIVACIÓN
Realizaremos una dramatización que tiene como centro el tema de la espera, y qué pasa
cuando la persona “esperada” no llega.
Jorge: Qué buen lugar elegimos para esperar! es cómodo, tenemos mate... igual no creo que
la espera sea muy larga.
Paula: Es cierto, él nos prometió que vendría puntual, seguramente no habrá problema:
¡Tengo tantas ganas de verlo! En cuanto llegue le voy a pedir que me arregle este zapato
¿sabés? me molesta, tiene el taco flojo... y el tiene un montón de herramientas...
J: Sí, yo preparé todo para que me enseñe a arreglar la radio, no sé que tiene que
no funciona.
P: Pero, estás seguro que va a venir para acá? ¿Es éste el lugar donde hay que
esperar?
J: Sí, dijo en el salón de adelante del árbol... ves algún otro?
P: No... pero qué árbol es este?
J: Parece un sauce... es raro, no es un árbol de la zona. ¿Perderá sus hojas ahora
que llega el otoño?
P: ¿Qué se yo? Mirá que hacés preguntas tontas... estamos esperando al Señor X,
no estudiando jardinería o botánica.
(Llega Estela, casi corriendo, con otro aparato para arreglar)
Estela: Y, ¿Dónde está? ¿Ya llegó? vine lo antes que pude. ¡Qué emoción! Quiero
saludarlo y contarle un montón de cosas!!! Estaba super ansiosa por recibirlo...
J: Pará, acelerada, tranquila. Todavía no llegó.
E: ¡Qué raro! ¡Él que es tan puntual! Bueno, se habrá retrasado...
P: ¿Qué trajiste?
E: Mi walk-man... está roto, la cinta se engancha, ya arruiné el último de Ráfaga...
J: No perdiste mucho...
E: ¿Qué decís, tonto? A ver, qué música escuchás, vos....
(y siguen el diálogo... puede pasar un cartel con la hora. )
P: ¿Qué hora es? ¡Cuánto tarda! Voy a poner a calentar más agua, el mate ya se
nos está acabando.
J: Vendrían bien unos bizcochos, así lo convidamos cuando llegue.
E: Sí! ¡Qué papelón, no tener nada para ofrecerle! Voy a traer de casa bizcochitos.
J: Dale, vayan que yo me quedo acá por las dudas...
EXPERIENCIA
A partir de la obrita, viviremos un tiempo de preguntas personales sobre qué cosas
nosotros esperamos, qué soñamos. Tomar conciencia de qué es lo que nosotros
esperamos, soñamos, y cómo lo esperamos.
1. ¿Qué cosas espero? ¿Qué sueños tengo?
2. ¿Pensás que alguien espera algo de vos? ¿Sentiste alguna vez que sos necesario para
alguien?
3. Los chicos de la escena de teatro, primero se distraían de la espera, con otros temas,
luego comenzaron a dudar de la persona que esperaban... y por último se fueron
defraudado. ¿Qué cosas me “distraen” de mis sueños y esperanzas? ¿Cuáles son mis
dudas? ¿Qué me causa desilusión?
Podemos invitar a compartir las respuestas, durante un breve instante.
ILUMINACIÓN
Puede pasarnos como a los chicos que recién vimos... y cansarnos de esperar.
¡Es que ya no tenemos que esperar! La persona que en realidad TODOS esperan (aún
sin saberlo) el único que puede hacernos mirar la vida de una manera diferente, YA
LLEGÓ, hace 2000 años, se hizo uno de nosotros, asumió su misión y entregó su vida.
La idea fundamental a desarrollar es que JESÚS YA LLEGÓ, que a los cristianos no
nos puede pasar lo que veíamos en la representación, que para nosotros LA PERSONA
ESPERADA, ya vino a ARREGLAR lo que estaba roto: NUESTRA RELACIÓN CON
DIOS PADRE. Por eso, ahora, somos nosotros los esperados... la realidad que nos rodea
espera lo mejor de nosotros, que seamos SAL Y LUZ.
Tomando el lema de la XVII Jornada Mundial de Jóvenes, que se realizó en Toronto
(Canadá), en 2002, “Ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la luz del mundo”. Así
como Jesús entró a Jerusalén para asumir su misión y vivir la Pascua, los jóvenes
queremos “entrar en nuestra realidad” y transformarla, como la sal transforma la masa
y la luz disipa las tinieblas.
Muchos son los que creen que no podemos cambiar las cosas: que no podemos ser
protagonistas de nuestra vida. Frente a ellos queremos anunciar que Jesús sí llegó a
nosotros y que son muchos los jóvenes que en todo el mundo se hicieron protagonistas y
generadores de Vida en medio de la adversidad.
Cuando hablamos de protagonismo pensamos siempre en el actor principal, es el
personaje central de una historia, en aquel que llevó adelante una acción determinada y
se destacó por encima de los demás. Ser protagonista parece implicar la necesidad de
desplazar a otros, por lo menos, a un segundo plano.
Pero el protagonismo es una característica que Dios le otorgó al ser humano para que
sea alguien. Todos los hombres fueron creados para protagonizar la Creación. Ser
protagonistas es una decisión propia, es un desafío.
“Ustedes son la sal de la tierra... Ustedes son la luz del mundo”. Las dos imágenes, de la
sal y la luz, utilizadas por Jesús, son complementarias y ricas de sentido. En efecto, en
la antigüedad se consideraba a la sal y a la luz como elementos esenciales de la vida
humana.
“Ustedes son la sal de la tierra”. Como es bien sabido, una de las funciones principales
de la sal es sazonar, dar gusto y sabor a los alimentos. Esta imagen nos recuerda que,
por el bautismo, todo nuestro ser ha sido profundamente transformado, porque ha sido
sazonado con la vida nueva que viene de Cristo.
Durante mucho tiempo, la sal ha sido también el medio usado habitualmente para
conservar los alimentos. Como la sal de la tierra, están llamados a conservar la fe que
han recibido y a transmitirla intacta a los demás.
“Ustedes son la luz del mundo”. El símbolo de la luz evoca el deseo de verdad y la sed
de llegar a la plenitud del conocimiento que están impresos en lo más íntimo de cada
ser humano.
Cuando la luz va menguando o desaparece completamente, ya no se consigue distinguir
la realidad que nos rodea.
La luz de la cual Jesús nos habla en el Evangelio es la de la fe, don gratuito de Dios, que
viene a iluminar el corazón y a dar claridad a la inteligencia.
El encuentro personal con Cristo ilumina la vida con una nueva luz, nos conduce por el
buen camino y nos compromete a ser sus testigos.
1. ¿Qué realidades hoy nos necesitan a nosotros para que seamos “sal y luz”? ¿Qué
podemos hacer? Divididos en grupos respondemos esta pregunta a través de un collage,
una canción, un graffiti y una representación.
CONCLUSIÓN
Luego de la puesta en común del trabajo en grupo, se finaliza el tema leyendo el texto:
“La Misión de las Manos”.
Los santos fueron hombres y mujeres que hicieron de sus vidas pan para los demás,
comprometieron sus manos en el trabajo por los hermanos, y así encontraron la
felicidad.
La santidad es una invitación de Dios para todos, es el sueño de Dios para cada uno de
nosotros. La santidad como propuesta actual, que nos ayuda a vivir la verdadera
felicidad.
EN NUESTRA VIDA
- Mucha agua provoca una disolución. Nos perdemos en el mundo.
- Poco agua provoca una incomodidad. Nos agrumamos en un grupo. Quedamos limitados a un
determinado grupo.
La incomodidad:
- Nos cierra a los demás.
- Genera un aislamiento (timidez, torpeza).
- Únicamente nos sentimos cómodos cuando estamos en nuestro grupo de amigos, con nuestra
barrita.
Existe el deseo de relacionarnos con los demás, unirnos, llevarnos bien (yo antes de la ACA).
Pero: la división interior, los prejuicios y la inseguridad; provocan la incomodidad y el agrupamiento.
Resultado: separación, aislamiento, anonimato, incomodidad, baja autoestima.
VEAMOS AHORA
1. ¿Qué es lo que causa todo esto?
2. ¿Cuál era el proyecto de la semilla?
3. ¿Qué rumbo tenía el Plan de Dios?
Dios crea al hombre. El hombre es un ser social, dotado de libertad (hacer, dejar de hacer) y
AMASADO
de inteligencia PAN
(bueno, malo).
Los hombres estamos llamados a vivir en comunidad, relacionándose con los demás hombres. El
hombre necesita dar y también espera recibir. Necesita dialogar, pero también necesita ser escuchado.
EL CUERPO MÍSTICO
Es similar al cuerpo humano. Cuenta con una cabeza invisible que es Jesucristo, una cabeza
visible que es el Santo Padre, el Papa Juan Pablo II; y los miembros de este cuerpo somos
nosotros, los bautizados que formamos la Iglesia.
¿Qué sucedería si nos rompemos un brazo? Desgaste, malestar.
Lo mismo sucede dentro de la Iglesia. Si uno de nosotros falta o se aleja, no toma posesión del lugar
que le corresponde. Por eso es necesario que como miembros nos mantengamos unidos a la cabeza.
¿Queremos formar parte de una comunidad o de una cooperativa?
Una comunidad incluye a todos los hombres. En cambio, una cooperativa es sólo para algunos, otros
quedan afuera.
CUANDO ALGO DE ESTO NO SALE BIEN, CUANDO NO HAY ARMONÍA Y UNIÓN EN NUESTRA
El pecado generaCOMUNIDAD,
aislamiento, división, malos entendidos,
ALGO A COMENZADO incompresión,
A GANAR malestar.
TERRENO: “EL El pecado nos aleja
PECADO”.
de Dios y rompe nuestra amistad con Él.
Podemos vencer el pecado y tenemos los medios para ello: siendo verdaderos cristianos y verdaderos
apóstoles, partícipes de la comunión.
Esto es lo más importante porque la Eucaristía nos separa del pecado:
- La Eucaristía nos une a Cristo.
- Nos purifica al mismo tiempo de los pecados cometidos.
- Nos preserva de futuros pecados.
La Eucaristía manifiesta la culminación de todos los sacramentos. En ella culmina todo deseo humano.
Por ella llegamos a Dios y Dios se une a nosotros con la unión más perfecta.
Debemos nosotros con nuestro trabajo en la Iglesia, cultivar el deseo constante del Sacramento
Eucarístico.
Es obvio, que no podemos sentarnos a la Mesa Sagrada con una conciencia manchada y corrompida.
Hacer esto nunca podrá llamarse Comunión. Por más que traguemos mil veces el Cuerpo del Señor, no
será comunión; sino condena, tormento y mayor castigo.
Para vencer al pecado Dios nos regaló el Sacramento de la Reconciliación.
Debe haber deseo constante por la Eucaristía. Los santos y maestros de la vida espiritual lo
recomiendan. Santa Teresa de Jesús escribió: “cuando no puedan comulgar y puedan oír misa,
comulga espiritualmente, que es un grandísimo provecho”.
Por medio de la Misa, la fe nos lleva a recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Cristo Resucitado que se
hace para nosotros alimento de vida.
¿Queremos ser una comunidad que acompaña a los hombres a un verdadero encuentro con Jesucristo?
Debemos disponernos a acoger cordialmente a quienes se acercan a nuestras comunidades. Algunos
participan de las diversas celebraciones y así expresan el sentido de pertenencia a un pueblo que vive y
celebra comunitariamente su fe. Otros se acercan a solicitar algún servicio pastoral o asistencial.
Estas son las oportunidades invalorables que se presentan para que podamos ofrecer el rostro cordial de
la Iglesia.
FRASE PARA EL REGALO: “Vivo yo más no yo, sino Cristo vive en mí”.
FOGÓN
AMBIENTACIÓN
Fondo del parque. Lugar específico para fogones. A oscuras. Con poca luz en el fondo.
IMPORTANCIA DE LA LUZ
Destacar la importancia de la luz para iniciar una fiesta. Si estamos a oscuras nos volvemos torpes,
nos golpeamos, estamos callados, temerosos (como cuando caminamos por calles oscuras).
Por eso, necesitamos de la Luz. Entrada del Cirio Pascual.
Hoy es una noche de fiesta: fuimos perdonados, estamos más cerquita de Dios. Queremos estarlo, por
eso hoy festejamos la pureza de nuestro corazón. La fiesta necesita de la luz; como por ejemplo el
festejo de un cumpleaños necesita de las velas.
Música instrumental.
KEROSENE
Éste será rociado en los leños, como la gracia de Dios sobre nosotros, que no sólo nos cubre, sino
que nos penetra y nos transforma con su amor.
Recordemos cada uno de nosotros los momentos especiales donde Dios nos ha rociado con su gracia en
nuestras vidas: en la familia, el estudio, el trabajo, el noviazgo, los amigos. Recordemos ese momento
como si fuera hoy. Vamos a ver que Dios siempre está rociando nuestras vidas con su gracia, sólo hace
falta darnos cuenta.
CIRIO
Pero sin el fuego del Cirio, el fogón no se enciende.
EN NUESTRAS VIDAS
Los leños son como nuestras vidas, de una manera u otra se van a destruir: ya sea en soledad o
consumiéndonos en el Fuego del Amor de Cristo.
Por más que estamos rociados con la Gracia de Dios, si no nos dejamos consumir por el Fuego de su
Amor, nuestras vidas se destruirán en la soledad o en la pudrición.
Como queremos consumirnos en su Amor, ofrezcamos nuestras caídas, nuestras faltas, nuestra tierra
que ayer trajimos al encuentro, y seamos transformados por el fuego. Quememos los papelitos donde
anotamos las debilidades, las caídas, los pecados.
Pero, por ser Hijos de Dios, Él nos creó y nos pensó con talentos y capacidades, no para que las
enterremos, las escondamos, sino para que las plantemos, para que se multipliquen dándolas. Por eso
pensemos cuando acerquemos los papelitos al fogón, en nuestros talentos y ofrezcamos éstos también
para que sean consumidos por su fuego.
Canto: “Madre”
María es la Madre que da vida, que la sostiene, que la fortalece, que le da sentido; ella nos educa para
amarnos. Dejémonos educar por ella.
Sepamos escuchar en nuestro corazón su dulce voz. Ella nos habla, quizás no en los momentos en que
le pedimos que nos hable, sino en los momentos que necesitamos que nos hable.
¿Cómo poder escucharla cuando estamos aturdidos por la vida, por los problemas, por las dudas?
¿Cómo escucharla cuando nosotros somos los que hablamos sin parar, monologamos?
María que sepamos siempre escuchar tus palabras y aceptar los tiempos que tú nos tienes pensados
y no los que nosotros queremos imponer.
Madre, transforma nuestras lágrimas, tristezas y angustias, en flores que adornen tu Santuario, en
tierra que formen este puente que hoy quiero ser para mis hermanos.
María, escribe mi nombre en tu corazón y no lo borres jamás. Enséñame el arte de descubrir el
Amor del Padre Dios en todas las circunstancias de mi vida. Edúcame para que siempre pueda dar
mi Sí dispuesto a su voluntad. Transfórmame. Hazme fuerte en el dolor, paciente y valiente ante las
adversidades de la vida. Envíame a colaborar en la construcción del Reino de Dios en mi ambiente.
Virgen, protege también a todos nuestros seres queridos, ellos son nuestro tesoro, ahora son tuyos,
guíalos Madre.
HOJA DE APUNTES