Sindrome de Turner
Sindrome de Turner
Sindrome de Turner
SINDROME
DE TURNER
INTRODUCCIÓN
Síndrome
Un síndrome es un cuadro clínico o un conjunto de síntomas que presenta alguna
enfermedad con cierto significado y que por sus propias características posee cierta
identidad; es decir, un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos), que
concurren en tiempo y forma, y con variadas causas o etiología.
Síndrome de Turner
Este síndrome recibe su nombre en honor a su descubridor, el endocrinólogo Henry H.
Turner, que realizó una descripción por primera vez de las características de unas 7
mujeres que captaron su atención en 1938. Sin embargo, no fue hasta 1959 cuando Ford y
colaboradores diagnosticaron la causa de estos síntomas mediante un cariotipo.
El síndrome de Turner, síndrome de Ullrich-Turner, monosomia X, también conocido
como 45,X o 45,X0, es un trastorno que afecta solamente a las personas de sexo
femenino, se produce cuando falta un cromosoma X (cromosoma sexual) de forma total o
parcial. El síndrome de Turner puede causar una variedad de problemas médicos y de
desarrollo, como baja estatura, la falta de desarrollo de los ovarios y defectos cardíacos.
Etiología
En pocos casos, uno de los padres lleva silenciosamente cromosomas reorganizados que
pueden ocasionar el síndrome de Turner en una hija, pero esta es la única situación en la
que este síndrome es heredado. En general no es hereditario. No se conoce con exactitud
cuál es la causa del síndrome de Turner. A día de hoy, hay dos teorías: la teoría meiótica y
la mitótica.
La teoría meiótica afirma que durante la formación del óvulo o
los espermatozoides (gametogénesis), alguno de ellos pudo haber sufrido un error y no
portar un cromosoma X. Si el óvulo o el espermatozoide han sufrido esta pérdida
cromosómica, el individuo contará con dicha ausencia (45, X0)
La teoría mitótica, por otro lado, postula que la pérdida de uno de los cromosomas no se
produce en los gametos (óvulo o espermatozoide) sino que tiene lugar más tarde, durante
el primer periodo del desarrollo embrionario (en las primeras semanas de gestación). Esto
explicaría el mosaicismo presente en muchas de estas pacientes; es decir, la existencia en
un mismo individuo de células con contenido genético y cromosómico diferente, teniendo
poblaciones celulares con un solo cromosoma X y poblaciones con dos de ellos (46,
XX/45, X0).
Las investigaciones más recientes apoyan la segunda teoría, y no la primera. En el 75% de
los casos, el cromosoma X ausente tiene origen paterno.
Los antecedentes familiares no parecen ser un factor de riesgo, por lo que es poco
probable que los padres de un hijo con síndrome de Turner tengan otro hijo con el
trastorno.
Síntomas
Los signos y síntomas del síndrome de Turner pueden variar entre las niñas y mujeres que
padecen el trastorno. Es posible que, para algunas niñas, la presencia del síndrome de
Turner no sea claramente evidente, pero para otras niñas, varias características físicas son
evidentes desde el principio. Los signos y síntomas pueden ser sutiles y desarrollarse
lentamente con el tiempo, o significativos, como los defectos cardíacos.
Complicaciones
El síndrome de Turner puede afectar el desarrollo adecuado de diversos sistemas del
cuerpo, pero esto varía mucho en cada persona que lo padece. Algunas de las
complicaciones que pueden producirse son las siguientes:
• Problemas cardíacos. Muchos bebés con síndrome de Turner nacen con defectos
cardíacos o incluso con anomalías leves en la estructura del corazón que aumentan
el riesgo de complicaciones graves. Los defectos cardíacos a menudo incluyen
problemas en la aorta, el gran vaso sanguíneo que deriva del corazón y libera
sangre rica en oxígeno al cuerpo.
• Presión arterial alta. El síndrome de Turner puede aumentar el riesgo de tener
presión arterial alta, una afección que aumenta el riesgo de contraer enfermedades
del corazón y los vasos sanguíneos.
• Pérdida auditiva. La pérdida auditiva es frecuente cuando se padece el síndrome
de Turner. En algunos casos, se debe a la pérdida gradual de la función nerviosa. El
mayor riesgo de infecciones frecuentes en el oído medio también puede derivar en
pérdida auditiva.
• Problemas de visión. Cuando se padece el síndrome de Turner puede haber más
riesgo de tener un control muscular débil de los movimientos de los ojos
(estrabismo), miopía y otros problemas de la vista.
• Problemas renales. El síndrome de Turner puede estar asociado a malformaciones
de los riñones. Aunque, por lo general, estas anomalías no causan problemas
médicos, pueden aumentar el riesgo de infecciones de las vías urinarias.
• Trastornos autoinmunitarios. El síndrome de Turner puede aumentar el riesgo de
actividad deficiente de la tiroides (hipotiroidismo) debido al trastorno autoinmunitario
denominado tiroiditis de Hashimoto. También existe un mayor riesgo de contraer
diabetes. Algunas veces, el síndrome de Turner está asociado a la intolerancia al
gluten (enfermedad celíaca) o a la enfermedad intestinal inflamatoria.
• Problemas del esqueleto. Los problemas de crecimiento y desarrollo de los huesos
aumentan el riesgo de una curvatura anormal de la columna vertebral (escoliosis) y
una curvatura hacia adelante de la parte superior de la espalda (cifosis). El
síndrome de Turner también puede aumentar el riesgo de que los huesos se
vuelvan débiles y frágiles (osteoporosis).
• Infertilidad. La mayoría de las mujeres con síndrome de Turner son infértiles. Sin
embargo, un número muy reducido pueden quedar embarazadas espontáneamente
o con un tratamiento para la fertilidad.
• Complicaciones en el embarazo. Debido a que las mujeres con síndrome de
Turner tienen más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como
presión arterial alta y disección aórtica, deben ser evaluadas por un especialista del
corazón (cardiólogo) y un médico especializado en embarazos de alto riesgo
(especialista en medicina maternofetal) antes del embarazo.
Aspectos psicológicos
Las niñas con ST generalmente tienen una inteligencia normal, pero algunas pueden tener
dificultades de aprendizaje, especialmente en matemáticas.
Sin embargo, al medir el CI de un grupo de niñas afectadas por la enfermedad, este se
encontraba dentro de la normalidad, pero en los límites inferiores. La base de este hecho
se encuentra en dificultades en el procesamiento perceptivo espacial (se cree que su
origen puede ser una disfunción del sistema nervioso), lo que da lugar a problemas con las
matemáticas y con el dibujo en la edad escolar, aunque estos problemas pueden
subsanarse, en parte, con esfuerzo por parte de las niñas, los padres y los profesores.
Por otra parte, es frecuente un retraso en su madurez emocional. Esta inmadurez está
claramente relacionada con la sobreprotección que reciben de sus padres y familiares, que
se debe en gran medida a que tienden a tratarlas sobre la base de su baja estatura, lo que
las perjudica haciendo que se mantengan inmaduras y dependientes. También es habitual
que las niñas tengan una autoestima baja, debido a los posibles signos físicos del
síndrome, pueden tener dificultades para desempeñarse en situaciones sociales, sufrir
ansiedad y depresión, y tener un mayor riesgo de padecer trastorno por déficit de atención
e hiperactividad.
Tratamiento
Dado que los síntomas y las complicaciones varían, los tratamientos se adaptan a los
problemas específicos de cada persona. La evaluación y el control de los problemas
médicos o de salud mental asociados al síndrome de Turner a lo largo de la vida pueden
ayudar a abordar los problemas de forma temprana.
Los tratamientos principales para casi todas las niñas y mujeres con el síndrome de Turner
comprenden terapias hormonales:
• Hormona de crecimiento. La terapia con hormona de crecimiento, que suele
administrarse diariamente en forma de inyección de hormona humana del
crecimiento recombinante, suele recomendarse para aumentar la estatura lo
máximo posible en los momentos adecuados durante la primera infancia y hasta los
primeros años de la adolescencia. Empezar el tratamiento a tiempo puede mejorar
la estatura y el crecimiento óseo.
• Terapia con estrógenos. La mayoría de las niñas con síndrome de Turner deben
iniciar una terapia con estrógenos y una terapia hormonal para comenzar la
pubertad. A menudo, la terapia con estrógenos se inicia alrededor de los
11 o 12 años. El estrógeno ayuda a promover el desarrollo de las mamas y a
mejorar el tamaño (volumen) del útero. El estrógeno ayuda a la mineralización de
los huesos y, cuando se utiliza con la hormona de crecimiento, también puede
ayudar a la estatura. La terapia de reemplazo con estrógenos por lo general se
extiende durante toda la vida, hasta que se alcanza la edad promedio de la
menopausia.
Otros tratamientos se adaptan a problemas concretos, según sea necesario. Realizar
controles regulares ha demostrado mejorar sustancialmente la salud y la calidad de vida de
las niñas y mujeres con síndrome de Turner.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA:
https://es.wikipedia.org/wiki/Síndrome_de_Turner
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/turner-syndrome/diagnosis-
treatment/drc-20360783
https://kidshealth.org/es/teens/turner.html
ACTIVIDADES PARA TRABAJAR EN EL AULA
4. Sopa de letras
H T S E P F E R M D I L H E N R Y C A
O Z B S U L E S X R R E O O V S X N E
V C S T C R O M O S O M A M R E I P L
I L Q A U E C O G R A F I A C M R N L
S O R T X R I N F E R T I L L Q O A P
I Y E U Ñ S N I X Q I M R Z E I D N S
O A K R A M L E S T R O G E N O N I A
N G I A S I N D R O M E O M E S W P E