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Pasto Estrella

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Zootecnia

Jorge Leonardo Ruiz Suarez


Pasto estrella: con nombre científico Cynodon nlemfluensis vanderyst var.

Nlemfuensis, más conocido como estrella africana, pasto azul, tumba viejo. Este pasto se
reproduce en regiones con latitud de 15° Norte y 15° Sur y con una latitud de 0 metros a 2.300
metros sobre el nivel del mar, tolera periodos cortos.

El incremento poblacional mundial para el año 2050 exige un aumento en la demanda de


alimentos; la producción de leche y carne, que se espera que aumente entre 73 y 58 % (Gerber et
al., 2013). La necesidad de intensificación de los sistemas ganaderos tropicales, implica producir
de forma eficiente, con menos recursos externos y optimizar aquellos disponibles en la finca. Los
forrajes son económicos y se consideran el principal recurso de alimentación en rumiantes
(Cézar da Silva et al., 2014); su producción es influenciada por las condiciones edafo-climáticas,
que determinan tanto la cantidad como la calidad de estos (Vélez & Berger, 2011).

La composición nutricional de los forrajes afecta la productividad de los sistemas


ganaderos (Paris et al., 2016). Los componentes estructurales y del contenido intracelular afectan
de manera significativa la digestibilidad, la cual tiene el mayor impacto en la productividad
animal (Rodríguez-Zamora & Elizondo-Salazar, 2012; Miranda Valente et al., 2010). Dichos
componentes también tienen un impacto directo sobre los niveles energéticos y el consumo de
materia seca (Monção et al., 2016). La edad de corte en forrajes tiene efecto directo sobre la
producción de biomasa y las características nutricionales (Maldonado Peralta et al., 2020; Patiño
Pardo et al., 2018; Reimann Skonieski et al., 2011), con cambios en las proporciones de los
componentes intracelulares y de la pared celular (estructurales) (Bassegio et al., 2013).

El proceso de defoliación (corte y acarreo) tiene efecto significativo sobre el desarrollo


de la planta, que define en gran medida su crecimiento, calidad nutricional y, en consecuencia, la
productividad de cada sistema ganadero (Tilahun et al., 2017). Conforme avanza la edad
fisiológica de la planta, se incrementa la proporción fibrosa (fibra detergente neutra) de la planta
y se reduce la proporción intracelular (Van Soest, 1994). La madurez fisiológica de los forrajes
aumenta el estado de lignificación (Rojas-García et al., 2018) y reduce la degradación por parte
de los microorganismos a nivel ruminal (Campos Paciullo et al., 2002). La disminución en
nutrientes intracelulares (carbohidratos solubles, proteínas, ácidos grasos, minerales y vitaminas)
acarrea menor digestibilidad de la materia seca y bajo aporte de nutrientes al animal (Reuter de
Oliveira et al., 2014).
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Jorge Leonardo Ruiz Suarez

El balance entre los componentes de la pared celular y los componentes del contenido
intracelular (Monção et al., 2016) conlleva a definir un punto óptimo de cosecha, por criterios
como la altura de corte (Gelley et al., 2017; Rodrigues Andrade et al., 2018), el intervalo de
cosecha (Arteaga et al., 2019; Bassegio et al., 2013; Donaghy & Fulkerson, 2002; Miranda
Valente et al., 2010; Reuter de Oliveira et al., 2014) o la edad fenológica (Donaghy & Fulkerson,
2002; Villalobos & Arce, 2013). La selección por estos criterios tiene un efecto directo sobre la
producción y calidad nutritiva del forraje (Patiño Pardo et al., 2018), que influye también en la
estructura del dosel de la pastura (Rojas García et al., 2020), la relación hoja:tallo (Maldonado
Peralta et al., 2019), la remoción de meristemos apicales, además de incidir en la longevidad y
persistencia de la pastura (Ramírez Reynoso et al., 2020).

En sistemas de corte se debe buscar no solo máximos rendimientos de biomasa por


unidad de área, sino también integrar las variables nutricionales del forraje con el fin de tener
indicadores robustos que permitan definir el momento óptimo de cosecha, en términos de la
producción y aporte de nutrientes (Cameron et al., 2018).

El pasto Estrella Africana (Cynodon nlemfuensis Vanderyst) es una especie usada en


Latinoamérica (Cook et al., 2005) por su alta producción de biomasa, valor nutricional,
palatabilidad, resistencia a plagas y enfermedades, excelente cobertura y fácil establecimiento
(Paris et al., 2016).

En el pasto Estrella Africana existe gran cantidad de estudios en sistemas de pastoreo que
se enfocan en la productividad de biomasa por área, sin embargo, desde el enfoque en la
producción de nutrientes, poco se ha evaluado su respuesta productiva bajo diferentes edades de
cosecha.

La producción de biomasa y la calidad nutricional son los principales criterios utilizados


para definir el momento de cosecha, por lo que el enfoque de este estudio propone definir
indicadores integrales que permitan al productor manejar edades de cosecha que optimicen dicha
producción de nutrientes. Los cortos intervalos de cosecha incluidos en el estudio, en
comparación a la mayoría de investigaciones que incluyen intervalos extensos (mayor a 70 días),
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tienen el propósito de evaluar el potencial de rebrote del pasto estrella sometido a cosechas
sucesivas en períodos cortos.

El objetivo de este trabajo fue evaluar la producción de nutrientes del pasto Estrella
Africana con cinco períodos de recuperación por medio de la integración de información de
biomasa y nutricional para establecer ventanas de cosecha en sistemas de corte. La hipótesis de
este estudio consistió en que el pasto estrella se puede cosechar de forma intensiva sin sacrificar
la biomasa ni el aporte de nutrientes, tal como ocurre al cosecharse con intervalos extensos.

Para la calidad del alimento y alternativas de solución para conservar el forraje, en este
caso el pasto estrella en terrenos que son muy lluviosos o en su defecto muy secos; una de estas
opciones es la elaboración de heno que consiste en cortar, secar, enfardar y prensar el forraje, lo
que permite conservar el pasto por largos periodos disponiendo de materia seca para la
alimentación bovina en la época que se requiera. El proceso de henificación convierte un forraje
verde y perecedero en un producto que puede ser almacenado en forma segura y
transportado fácilmente sin riesgo de deteriorarse; al mismo tiempo, las pérdidas de materia seca
y nutrientes se limitan a un mínimo (Suttie, J. M.- 2003). El heno es producto del secado
del forraje, en donde se reduce su humedad de un nivel del 70 a 90 % al tiempo de corte, a un
nivel entre 12 y 20 % al momento de almacenar, permitiendo de esta forma la conservación
segura por un largo periodo de tiempo. Razón por la cual se recomienda elaborar heno
cuando hay menos posibilidad de lluvias (ejemplo al principio de la época de sequía y/o
en el verano). (Viloria, 2019). La implementación del heno ayuda a reducir los costos de
producción asociados a la compra de concentrados para el sostenimiento de los animales y al
incrementar la utilidad de los productores ganaderos. El objetivo de elaboración del heno
es bajar la hume-dad, minimizar la actividad celular y la de los microorganismos existentes para
mantener la calidad del forraje. El heno es la fuente más económica de nutrientes para los
animales, con excepción del pastoreo directo, y se emplea como complemento alimenticio en las
épocas de escases de pasto. (Contreras, 2013). En cuanto a fuentes de forraje para el heno, se
encuentra el pasto estrella (Cynodon nlemfuensis), que corresponde a una Gramínea perenne
rizomatosa y estolonífera de profundas raíces, originara del este África y está bien adaptada
a trópicos y subtrópicos. Tiene un potencial de producción de hasta 34 toneladas de materia
seca al año. A edad de 21 días sin ningún tipo de fertilización puede presentar contenidos de
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proteína de 13 %, una digestibilidad de 57.9% y 2.08 Mcal de energía metabolizable (Viloria,
2019). Las condiciones climáticas requeridas por la especie están acordes con las
condiciones locales, temperatura (17 a 27°C), precipitación anual (de 800 a 2 mil milímetros)
y humedad relativa (60 – 80%).

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