Recur Sos
Recur Sos
Recur Sos
Son recursos ordinarios los que se plantean ante el juez que resuelve y origina así una resolución, la cual se puede impugnar
permitiendo que intervenga un control jerárquico superior que actúa revisando los hechos y el derecho motivos de agravios.
Cuando el que decide en el recurso es el mismo magistrado ante quien se deduce la impugnación, el acto se denomina remedio;
mientras que cuando lo hace una Cámara o Tribunal de apelación, estaremos propiamente en el campo de los recursos.
LA ACLARATORIA
Es el remedio que se concede a las partes para obtener que el mismo Juez o Tribunal que dictó la resolución subsane las
deficiencias materiales o conceptuales que contenga, o la integre de conformidad con las peticiones oportunamente formuladas.
La sentencia definitiva y cualquier otra resolución judicial pueden contener errores materiales, o presentar conceptos oscuros u
omisiones sobre puntos o pretensiones deducidas en el litigio.
Para subsanar estos vicios se cuenta la aclaratoria, que no es propiamente un recurso, al punto que se encuentra legislado en el
capítulo de los “deberes y facultades de los jueces” y al regular las actuaciones del magistrado posteriores al dictado de la
sentencia.
En los hechos es el mismo magistrado que dictó la resolución, quien procede a la corrección del error material, la aclaración del
concepto oscuro, o bien, la suplencia de la omisión que se denuncia.
Es decir, a través de la aclaratoria se persigue solucionar en la misma instancia, las distorsiones de expresión permitiendo que sea
el propio juez, de oficio o a pedido de parte, el que integre el acto viciado.
El error material
Existe error material cuando se evidencian errores de copia o aritméticos. Por ejemplo, si en la sentencia se desestima la demanda,
cuando en los precedentes y fundamentos se ha resuelto lo contrario, o si, en lugar de condenar a una persona se menciona a otra
sin relación con el proceso.
El concepto oscuro se manifiesta por la falta de claridad en una expresión de la sentencia, tornando ininteligible la verdadera
intención del magistrado al expresarla. La oscuridad está relacionada con la vaguedad y la ambigüedad.
A modo de ejemplo, si en una acción de daños y perjuicios por una colisión de automóviles, el juez, en su, sentencia manifiesta
que el actor tiene la razón en su accionar, podemos deducir de ello, o bien que la acción judicial deducida es procedente o que su
maniobra antes del choque era la adecuada. Esta expresión ambigua puede dar lugar a un recurso de aclaratoria por oscuridad de
concepto.
La omisión
La omisión constituye el aspecto más delicado de la aclaratoria, porque a veces se trata de cuestiones no resueltas que de pedirse a
través de esta vía, podrían alterar lo sustancial de la decisión.
Por eso, planteada solamente como una deficiencia formal, se podría llegar a perder la apelación teniendo en cuenta que el plazo
para resolver la aclaratoria no suspender el término para apelar.
La omisión debe consistir en algún elemento accesorio de la decisión existente sobre el objeto litigioso en los aspectos principales,
porque de lo contrario correspondería plantear la apelación o el recurso de nulidad.
Trámite
La aclaratoria procede de oficio antes de la notificación a las partes de la sentencia, o aún después si se tratare de errores
numéricos. Puede ser solicitada por las partes, por escrito fundado, dentro de los tres días de notificada la resolución que se
pretende aclarar.
Al ser la aclaratoria una resolución que completa el proveído observado, sin alterarlo en lo sustancial, se resuelve sin
sustanciación, es decir, sin necesidad de conferir traslado a la parte contraria.
La aclaratoria debe deducirse dentro de los tres días de notificada la resolución por escrito y fundamentada ante el mismo juez que
dictó la resolución. El juez resuelve sin sustanciación, es decir sin dar traslado a la otra parte.
La jurisprudencia tiene resuelto que la aclaratoria no interrumpe los términos para deducir recursos ordinarios o extraordinarios.
RECURSO DE REPOSICIÓN
Tiene por finalidad que el mismo juez que dictó la resolución la cambie. Solamente procede contra las providencias simples, que
son resoluciones que hacen al impulso del proceso, causen o no gravamen.
Procedencia
Art. 238. – El recurso de reposición procederá únicamente contra las providencias simples, causen o no gravamen irreparable, a
fin de que el juez o tribunal que las haya dictado las revoque por contrario imperio.
Providencias simples son decisiones del juez o del secretario que resuelven cuestiones de mero trámite; a veces provocan
discrepancias entre las partes, lo que genera agravios contra la resolución, pero como no son prima facie trascendentes, se admite
que sea el mismo funcionario que las dicta quien pueda reconsiderar y, en su caso, revocarlas.
Una providencia simple causa gravamen irreparable cuando, una vez consentida, sus efectos son insusceptibles de subsanarse o
enmendarse en el curso ulterior de los procedimientos; Cuando impide o tiene por extinguido el ejercicio de una facultad, un
derecho procesal, impone el cumplimiento de un deber o aplica una sanción.
Ejemplo: La providencia que ordena correr traslado de una defensa interpuesta, resulta inapelable, por cuanto solo constituye una
providencia simple que nada decide y no comporta pronunciamiento del órgano jurisdiccional respecto de pretensión alguna y, en
consecuencia, no causa ningún gravamen irreparable
Plazo y forma
Art. 239. – El recurso se interpondrá y fundará por escrito dentro de los TRES (3) días siguientes al de la notificación de la
resolución; pero cuando ésta se dictare en una audiencia, deberá interponerse verbalmente en el mismo acto.
Si el recurso fuese manifiestamente inadmisible, el juez o tribunal podrá rechazarlo sin ningún otro trámite.
Tramite
Art. 240. – El juez dictará resolución, previo traslado al solicitante de la providencia recurrida, quien deberá contestarlo dentro del
plazo de TRES (3) días si el recurso se hubiese interpuesto por escrito, y en el mismo acto si lo hubiese sido en una audiencia.
La reposición de providencias dictadas de oficio o a pedido de la misma parte que recurrió, será resuelta sin sustanciación.
Cuando la resolución dependiere de hechos controvertidos, el juez podrá imprimir al recurso de reposición el trámite de los
incidentes.
Resolución
Art. 241. – La resolución que recaiga hará ejecutoria, a menos que:
El recurso de reposición hubiere sido acompañado del de apelación subsidiaria y la providencia impugnada reuniere las
condiciones establecidas en el artículo siguiente para que sea apelable.
Hiciere lugar a la revocatoria, en cuyo caso podrá apelar la parte contraria, si correspondiere.
RECURSO DE APELACIÓN
La apelación, que es el más importante y usual de los recursos ordinarios, es el remedio procesal tendiente a obtener que un
tribunal revisor, generalmente colegiado, revoque o modifique una resolución judicial que se estima errónea en la interpretación o
aplicación del derecho, o en la apreciación de los hechos o de la prueba.
El recurso más común es el de apelación. Es aquel recurso concedido a un litigante que ha sufrido un agravio por una resolución
del juez inferior, para reclamar de ella y obtener su revocación por el juez superior.
Procedencia
Art. 242. – El recurso de apelación, salvo disposición en contrario, procederá solamente respecto de:
Las sentencias definitivas.
Las sentencias interlocutorias.
Las providencias simples que causen gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia definitiva.
Serán inapelables las sentencias definitivas y las demás resoluciones cualquiera fuere su naturaleza, que se dicten en procesos en
los que el monto cuestionado sea inferior a la suma de PESOS TRESCIENTOS MIL ($ 300.000).
Anualmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación adecuará, si correspondiere, el monto establecido en el párrafo anterior.
A los efectos de determinar la inapelabilidad de una sentencia o resolución, se estará al monto que rija en la fecha de presentación
de la demanda o de la reconvención. Si al momento de dictarse la sentencia se reconociera una suma inferior en un VEINTE POR
CIENTO (20%) a la reclamada por las partes, la inapelabilidad se determinará de conformidad con el capital que en definitiva se
reconozca en la sentencia.
Esta disposición no será aplicable a los procesos de alimentos y en los que se pretenda el desalojo de inmuebles o en aquellos
donde se discuta la aplicación de sanciones procesales.
La inapelabilidad por el monto establecida en el presente artículo no comprende los recursos deducidos contra las regulaciones de
honorarios.
Formas y efectos
Art. 243. – El recurso de apelación será concedido libremente o en relación; y en uno u otro caso, en efecto suspensivo o
devolutivo.
El recurso contra la sentencia definitiva en el juicio ordinario y en el sumario será concedido libremente. En los demás casos, sólo
en relación.
Procederá siempre en efecto suspensivo, a menos que la ley disponga que lo sea en el devolutivo.
Los recursos concedidos en relación lo serán, asimismo, en efecto diferido, cuando la ley así lo disponga.
Plazo
Art. 244. – No habiendo disposiciones en contrario, el plazo para apelar será CINCO (5) días.
Toda regulación de honorarios será apelable. El recurso de apelación deberá interponerse y podrá fundarse dentro de los CINCO
(5) días de la notificación.
Art. 245. – El recurso de apelación se interpondrá por escrito o verbalmente. En este último caso se hará constar por diligencia que
el secretario o el oficial primero asentará en el expediente.
El apelante deberá limitarse a la mera interposición del recurso y si esta regla fuere infringida se mandará devolver el escrito,
previa anotación que el secretario o el oficial primero pondrá en el expediente, con indicación de la fecha de interposición del
recurso y del domicilio que se hubiese constituído, en su caso.
El recurso se interpone verbalmente o por escrito, sin fundar (salvo que fuere subsidiario al de reposición, o que se tratare de
apelación de honorarios). No se funda porque se interpone ante el Juez que está entendiendo en el proceso, pero va a resolver el
Tribunal revisor.
El recurso se interpone ante el juez que dicta la resolución que se impugna. Este debe controlar los requisitos de admisibilidad y
proceder a denegar o conceder el recurso, y en su caso, el efecto que se le asigna.
El efecto supone disponer el tiempo cuando se vaya a resolver la queja. Puede ser concedido libremente o en relación, y en uno u
otro caso, con efecto suspensivo o devolutivo.
Formas de concesión
Apelación libremente concedida: cuando la apelación procede en forma libre, una vez concedido el recurso, el expediente debe
elevarse a la Cámara dentro del quinto día. Una vez allí, el Secretario dictará la providencia que ordena poner los autos en la
oficina. Esta se notifica por cédula o personalmente, y el apelante deberá presentar la fundamentación del recurso dentro del plazo
de diez días. El escrito de fundamentación de la apelación libremente concedida se denomina “expresión de agravios”, y debe
contener la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el apelante considere equivocadas, no bastando remitirse a
presentaciones anteriores. De la expresión de agravios debe darse traslado a la otra parte por el plazo de diez días.
Procede contra todas las demás resoluciones apelables que no sean sentencias definitivas dictadas en procesos ordinarios;
El recurso se funda y se sustancia siempre en Primera Instancia, ante el Juez que dictó la resolución apelada, salvo que la
apelación procediera con efecto diferido;
Según paralicen el curso de las actuaciones impidiendo que ellas continúen, mientras no se resuelva el recurso articulado, los
efectos se llaman “suspensivo” y “devolutivo”.
Efecto suspensivo: paraliza el cumplimiento o ejecución de la resolución apelada hasta tanto se resuelva el recurso. Como regla, la
apelación es siempre con efecto suspensivo, salvo que la ley disponga lo contrario.
El expediente debe remitirse a la Cámara dentro de los cinco días desde que se concedió el recurso, si procede libremente, o desde
que se contestó el traslado del memorial, si procedió en relación.
genera la inejecución de la sentencia o del acto impugnado hasta que sea resuelto el recurso que contra ella se interpone. La
suspensión alcanza solamente al acto impugnado, circunstancia que muestra el rol diverso que asume el trámite según sea
cuestionada una sentencia definitiva o una providencia interlocutoria.
No obstante, existe la posibilidad de ejecutar provisionalmente la sentencia apelada, en tanto y cuanto se otorgue fianza que
garantice el restablecimiento de las cosas a su estado original, en el supuesto de que fuera vencido en el recurso.
La regla es que todo recurso procede “siempre en efecto suspensivo” y solo excepcionalmente, cuando el ordenamiento así lo
dispone “en el devolutivo”.
Efecto devolutivo: permite que la resolución apelada pueda cumplirse o ejecutarse mientras se resuelve el recurso. No paraliza su
cumplimiento o ejecución. El ejemplo típico es la sentencia definitiva en el juicio de alimentos. Si la sentencia fuese definitiva
responde a una designación de origen histórico, que consiste en el desprendimiento de la jurisdicción por el órgano que dictó el
acto que, frente a la impugnación, entrega la jurisdicción (facultad de juzgar) al superior.
Va de suyo que no tienen efecto devolutivo los recursos que son resueltos por el mismo juez ante quien se presenta la
impugnación.
La transferencia de la facultad de juzgar caracteriza esta vía, de modo tal que, si no obstante la jurisdicción continúa interviniendo,
algunos ordenamientos admiten contra esa “extensión del poder”, un recurso que suele denominarse de atentado o innovación.
La remisión de la jurisdicción al órgano superior, privando al a quo de la potestad de juzgar o seguir interviniendo en la causa;
El superior asume la facultad plena de revocación de la sentencia recurrida, dentro de los límites que el recurso le señala. Los
poderes consisten en la posibilidad de confirmar íntegramente el fallo, de confirmarlo en una parte y revocarlo en otra, y de
revocarlo totalmente;
La alzada controla el juicio de admisibilidad, sin importar la actitud de la parte que resultó beneficiada con la sentencia que nada
dice sobre el posible error incurrido al otorgar el medio de gravamen.
Efectos de la apelación vinculados con la oportunidad en que el recurso debe ser sustanciado y resuelto
Inmediato o no diferido: si el Código nada dice, una vez concedido el recurso, se eleva inmediatamente a la Cámara el expediente,
o las copias con sus memoriales (según que haya sido concedido con efecto suspensivo o devolutivo) para ser resuelto. La
apelación procede, como regla, con efecto inmediato, salvo que la ley disponga lo contrario. La apelación libremente concedida
procede siempre con efecto inmediato, porque se trata de sentencias definitivas de procesos ordinarios.
Diferido: se difiere o posterga la sustanciación y decisión del recurso para la oportunidad en que el expediente esté radicado en la
Cámara con motivo de la apelación interpuesta contra la sentencia definitiva. Es decir, que habrá que esperar que el proceso
termine y se apele la sentencia definitiva para que la Cámara, una vez el expediente allí, resuelva antes que nada los recursos de
apelación concedidos durante el proceso con efecto diferido. Esto se funda en la necesidad de evitar las continuas interrupciones
que sufre el proceso cuando las apelaciones proceden con efecto inmediato. Por ejemplo, apelaciones de honorarios en los
incidentes. Solo procede el efecto diferido cuando la apelación ha sido concedida en relación y esté expresamente previsto en la
ley.
CONCESIÓN DE UN RECURSO
Interpuesto el recurso de apelación el juez debe concederlo, en la medida de su procedencia formal, distinguiendo la providencia
cuestionada. Si fuesen los agravios dirigidos contra una sentencia definitiva, el recurso se adscribe a los que se conceden en forma
libre; en cambio, si la queja se deduce contra una providencia interlocutoria, el recurso se concede en relación.
En el recurso otorgado libremente la actividad de la alzada se inicia con la providencia que ordena que los autos sean puestos “en
la oficina” de la Cámara a fines de que las partes, notificadas que sean, cumplimenten con la carga de expresar agravios.
En esta categoría, la impugnación se fracciona en dos etapas: en la primera, se interpone la queja; en la segunda (en la alzada) se
fundamentan las críticas contra la providencia recurrida.
Por vía de principio, todo el trámite se cumple en segunda instancia y la decisión se emite por el voto individual de cada uno de
los jueces que integran la Alzada.
El recurso que se concede en relación procede contra toda providencia que no sea la sentencia definitiva, y como la concesión
libre, puede llevar efectos suspensivos o devolutivos.
Los recursos se pueden desistir o renunciar, tanto como en el derecho civil o común, los individuos pueden desistir o renunciar
derechos que les competen.
Los justiciables tienen la posibilidad de hacer pasar en autoridad de cosa juzgada un proveimiento que les agravia, ya sea
prestándole aquiescencia anticipadamente, o abandonando los recursos luego de interpuestos; sea por no cumplir debidamente con
la carga de fundamentación que exigen las reglas procesales, o manifestando su expresa voluntad de no mantener el carril
impugnativo oportunamente incoada. También es posible que el quejoso abandone la instancia luego de incoada la impugnación,
al no impulsar el trámite por un tiempo determinado.
La interposición del recurso debe hacerse dentro de plazo de cinco (5) días de haberse notificado –por cédula o ministerio legis
según el caso– la resolución. Con la presentación del anuncio de impugnación (solamente se indica que causando gravamen la
providencia dictada, se apela), el juez dicta un proveído concediendo o rechazando el recurso. Si lo concede, comienza a correr el
plazo de cinco (5) días para fundarlo. Este es un término automático que queda notificado automáticamente.
Los fundamentos de los agravios deben ser concretos, precisos y claros, pues en nuestro sistema dispositivo dicho escrito se erige
en el eje que tiende a vulnerar el acto atacado. Para ello, el quejoso debe poner de manifiesto los errores de la resolución
impugnada, pues si este embate no se cumple o se lleva a cabo en forma deficitaria, el decisorio deviene firme.
Cuando fue alegado y desestimado en la instancia de grado, replanteándose en la alzada en el momento de fundar el recurso de
apelación;
Cuando la prueba fue rechazada en primera instancia o el interesado se vio privado de ella por haberse decretado la caducidad de
la prueba o haberse hecho lugar a la negligencia acusada.
El escrito de expresión de agravios deberá contener la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el apelante considere
equivocadas. De dicho escrito se dará traslado por diez o cinco días al apelado, según se trate de juicio ordinario o sumarísimo.
La argumentación no puede transitar los carriles del mero inconformismo; hay que demostrar donde están las equivocaciones,
cómo se producen, cuánto afectan al recurrente, y en su caso, cómo podría ser resuelta esa crisis a partir de la actividad del
tribunal que ha de resolver la queja.
Art. 260. – Dentro de quinto día de notificada la providencia a que se refiere el artículo anterior y en un solo escrito, las partes
deberán:
Fundar los recursos que se hubiesen concedido en efecto diferido. Si no lo hicieren, quedarán firmes las respectivas
resoluciones.Indicar las medidas probatorias denegadas en primera instancia o respecto de las cuales hubiese mediado declaración
de negligencia, que tengan interés en replantear en los términos de los artículos 379 y 385 in fine. La petición será fundada, y
resuelta sin sustanciación alguna.Presentar los documentos de que intenten valerse, de fecha posterior a la providencia de autos
para sentencia de primera instancia, o anteriores, si afirmaren no haber tenido antes conocimiento de ellos.Exigir confesión
judicial a la parte contraria sobre hechos que no hubiesen sido objeto de esa prueba en la instancia anterior.Pedir que se abra la
causa a prueba cuando:
se alegare un hecho nuevo posterior a la oportunidad prevista en el artículo 365, o se tratare del caso a que se refiere el segundo
párrafo del artículo 366;
se hubiese formulado el pedido a que se refiere el inciso 2 de este artículo.
Si la impugnación se sostiene en la alegación de vicios de juzgamiento o de procedimiento, la Sala debe esperar el transcurso de
los plazos y el cumplimiento del principio de bilateralidad y contradicción que supone sustanciar los escritos que se presenten;
para que una vez cumplido, cierre o clausure las oportunidades llamando autos para dictar sentencia.
Esta providencia queda consentida ministerio legis en el plazo de cinco (5) días, debiendo de inmediato procederse al sorteo del
orden de votación.
En el caso de abrir a prueba, el procedimiento se clausura una vez cumplido el plazo establecido en el artículo 262 parte final, es
decir que las partes tienen seis días comunes para alegar sobre el mérito de la prueba, cumplido lo cual se llamará autos para
sentencia, con idéntico proseguir que el anterior.
Inmediatamente, los jueces que integran la Sala de la Cámara de apelaciones respectiva deben proceder a sortear el orden de
votación para alcanzar la sentencia.
La obtención de mayorías aritméticas no es una buena técnica para auspiciar en la justicia clara e inteligible “para todos”. El
pronunciamiento debe ser congruente con el pensamiento de quienes lo forman y recorrer los pasos necesarios para la formación
de la voluntad colectiva del cuerpo.
No existe inconveniente en dictar la sentencia de grado cuando se alcanzan las votaciones consecuentes, aun cuando reste el
pronunciamiento de un tercer miembro. Igual conclusión tiene el supuesto de pronunciamientos dictados con la ausencia de uno
de sus miembros, sea por vacancia, licencia o algún otro impedimento para integrar el órgano.