Lo Que Cuesta Seguir A Jesús
Lo Que Cuesta Seguir A Jesús
Lo Que Cuesta Seguir A Jesús
25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a
su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no
puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo:
Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra
otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él
con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide
condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no
puede ser mi discípulo.
2 SEÑORES
13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (deificada).
Sané: aborrecer
MATEO 10:34-39
34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre,
y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos del hombre serán los de su casa. 37 El que ama a
padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno
de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que halla su vida,
la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Lo que Jesús no quiso decir: que tenías que llevar una cruz, un peso, una carga (trabajo, familia,
alguna responsabilidad) durante toda tu vida.
La cruz en nuestros tiempos es un símbolo que representa algo bueno, pero en el primer siglo
significa solo una cosa: la más terrible muerte que un ser humano pueda experimentar.
ENTREGA VOLUNTARIA
Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio. Pues tengo la
autoridad para entregarla cuando quiera y también para volver a tomarla. Esto es lo que ordenó
mi Padre».
SE DESPOJO A SÍ MISMO
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
PARTICIPAMOS DE LA MUERTE, PERO TÁMBIEN DE LA RESURECCIÓN
Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también,
al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios.
Palabra fiel es esta: Que si morimos con Él, también viviremos con Él.
Ahora, ¿cómo a través de nuestra fe participar de la cruz, morir a nuestra propia voluntad si ya
estábamos muertos?
Estábamos muertos espiritualmente a causa de nuestras ofensas contra Dios, pero él nos dio vida
al unirnos con Jesucristo.
VIVA LA CARNE, PERO SIN ESPIRITU (NO ESPIRITU MUERTO SINO ESPIRITUALMENTE MUERTO)
Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios,
28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo:
Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
1 CORINTIOS 3:9-15
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el
edificio de Dios.
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como perito arquitecto, puse el fundamento, mientras
que otro sigue construyendo encima, pero cada uno debe tener cuidado de cómo sobreedifica. 11
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si
alguno edifica sobre este fundamento, y pone oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, u
hojarasca, 13 su obra podrá verse claramente; el día la pondrá al descubierto, y la obra de cada
uno, sea la que sea, será revelada y probada por el fuego. 14 Si lo que alguno sobreedificó
permanece, ése recibirá su recompensa. 15 Si lo que alguno sobreedificó se quema, ése sufrirá
una pérdida, si bien él mismo se salvará, aunque como quien escapa del fuego.
31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede
hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro
está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Renuncia a luchar con tus propias fuerzas y vence con el bien el mal.
Siempre va a existir uno más fuerte que tú, uno más poderoso que tú.
EL PUEBLO ACORRALADO
«Este es el mensaje de Dios para Zorobabel: No vencerás con ejército, ni usando tu fuerza, sino
sólo con mi Espíritu, dice el Señor Todopoderoso.