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El Silencio Social 90-2006 - Dagoberto Fuentes

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EL SILENCIO SOCIAL DURANTE

LA DÉCADA DE LOS 90 Y SU
DESPERTAR EL 2006.

Autor: Dagoberto Gerardo Fuentes Hernández. Dagfuentes@udec.cl, profesor en Historia,


geografía y ciencias sociales, candidato a magister en historia de la Universidad de
Concepción, Chile.
Coautor: Fidel Isaías Vallejo López. Estuante de Pedagogía en historia,
fidelvallejo@udec.cl geografía y ciencias sociales de la Universidad de Concepción, Chile.

Área: Dictaduras militares.

“Trabajo preparado para su presentación en el 9º Congreso Latinoamericano de Ciencia


Política, organizado por la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP).
Montevideo, 26 al 28 de julio de 2017.”
INTRODUCCIÓN:

La década de los 90 representó para Chile el término de un largo y


traumante periodo para la historia nacional, los 16 años de la dictadura cívico-militar
calaron profundo en la política, la economía y sobretodo en la sociedad.

Los chilenos (as) avizoraron una época de cambios y tranquilidad, claro, se dejó
atrás la persecución política, los exilios, los toques de queda, Tejas Verde, “Venda Sexi”,
Isla Quiriquina, entre otros espacios de reclusión y tortura, para dar paso a la Democracia
y a la “libertad”.

Sin embargo, lo que la gente y la euforia de las celebraciones de aquel 5 de


octubre de 1988 no sabían, era que el Chile de los 90 se hacía heredero de las reformas
estructurales realizadas en la dictadura, una “revolución silenciosa” como lo planteó el
historiador Alfredo Jocelyn-Holt en su obra Espejo Retrovisor (Planeta Chile, 2000),
herederos de parientes vivos, completamente activos y desafiantes. El gobierno de la
coalición política de la Concertación, encabezado por el ex presidente Patricio Aylwin
(1990-1994) debió gobernar con la presencia del Senador vitalicio Augusto Pinochet. El
miedo y el nerviosismo a las represalias se hicieron palpable en hechos como el
“Boinazo” 1(1993) o el encarcelamiento de Pinochet en Londres (1998), entre otros.

A pesar de la realidad política existente en la última década del siglo XX la


economía chilena experimentó un crecimiento significativo, Chile se convirtió en un
lugar predilecto para las inversiones extranjeras. El sistema económico neoliberal no
experimento ningún cambio, de hecho fue profundizado por las nuevas autoridades.

La sociedad chilena de 80s había cumplido un rol importante en la


organización de movimientos sociales de oposición, cuyo fin fue para presionar al
gobierno militar. Por otro lado, estos movimientos cumplieron un papel fundamental
desde 1982 hasta fines de la década de los 80s por medio de las jornadas de protestas y

1
Se le denomina boinazo al ejercicio hecho por algunos militares en las cercanías del palacio de la Moneda en
el año 1993, sus razones fueron principalmente presionar al gobierno para que el juicio abierto en contra de
uno de los hijos de Pinochet (caso “Pinocheques”), finalmente el caso fue cerrado. Este tipo de hechos se
fueron repitiendo durante la década de los 90 lo que demostró la fragilidad del Estado chileno durante el
periodo de transición.
paralizaciones nacionales. Esto contrasto enormemente con la década de los 90s, donde
los movimientos sociales de carácter transversal cedieron su protagonismo a una
transición que, significaba el término a una prolongada y traumante dictadura cívico
militar.

No es hasta el año 2006 cuando los estudiantes secundarios con la popularmente


llamada “revolución pingüina” rompen con esta situación y se da inicio a un periodo
totalmente contrario al que se venía dando. Desde ese momento en adelante las temáticas
abordadas y discutidas son variadas, de esta forma se pueden encontrar problemáticas
referidas con la educación, la salud, la vivienda, jubilación, situación indígena, , derechos
humanos, demandas de género, movimientos homosexuales, entre otros. La “revolución
pingüina” marco el inicio de un periodo en la historia nacional de los movimientos
sociales. Ahora bien, si extrapolamos esta situación del 2006 a la década de los 90s, nos
damos cuenta que no existieron movimientos sociales de carácter transversal ni nacional.
¿Qué motivos existieron para que no siguieran actuando los movimientos sociales de la
década de los 80? ¿Cuáles fueron las causas que gatillaron la inexistencia de los
movimientos sociales en Chile?, dentro de una posible respuesta ¿Habrá tenido que ver el
trauma causado en la sociedad, la violencia sistematizada del régimen cívico-militar o
fueron más causas las que provocaron esto?

Para el caso de estas interrogantes plantearemos como hipótesis : Durante la


década de los 90 en Chile no existieron movimientos sociales de carácter transversal
debido a la dura represión y trauma que causó la dictadura militar, además de un cambio
a un sistema económico neoliberal que instalaría el consumo como proyecto existencial.
Pero, fue principalmente la política del consenso que practicaron los líderes políticos
opositores, que, posteriormente significó la base para la elaboración de los planes y
proyectos de los gobiernos de la concertación en la década de los 90 con la llamada
democracia tutelada. Esta situación cambió debido a la llamada “revolución pingüina”
que dio pie a la aparición de movimientos sociales de carácter nacional, transversal y
activos dentro de la política.
.

MÁS FUERZA QUE RAZÓN, LA CONTRAREVOLUCION.

LA APLICACIÓN DEL NEOLIBERALISMO

El agotamiento del modelo de sustitución de importaciones en América Latina,


generó un clima social crispado. Surgieron bloques progresistas que planteaban la
necesidad de reformar dicho modelo debido a las situaciones de marginalidad y pobreza
que se mostraban como problemas endémicos de la región. Esto también repercutió en
Chile, surgiendo una nueva fuerza política que intentaría reformar el modelo desde el
Socialismo: la Unidad Popular nació así bajo el liderazgo de Salvador Allende2.

Estos intentos de reforma condujeron a un creciente protagonismo de intervención


política por parte del Estado, no obstante, como respuesta la burguesía local se alió con el
capital extranjero y las empresas transnacionales norteamericanas con el fin de
redireccionar el rumbo que había perdido el país bajo la dirección de Allende. Esto
terminaría con la llegada de una dictadura cívico militar que se había conformado por los
positivos resultados obtenidos de los diferentes lazos que la burguesía chilena desplegó
para generar la contrarrevolución. La matriz social de la dictadura militar chilena estaba
compuesta por las cúpulas militares, intelectuales neoliberales y empresarios nacionales o
transnacionales.

Pinochet y sus colaboradores más cercanos, se dispusieron a elaborar dos planes


para la estabilización y refundación económica del país, ello por la necesidad de controlar
la alta inflación que se había producido por el bloqueo económico estadounidenses contra
el gobierno de la Unidad Popular.

El primero, suponía cambios que fuesen prudentes y graduales, apoyados por la


ayuda financiera internacional. La segunda opción, un shock fiscal y monetario cuyo
objetivo era suprimir la creciente inflación y restaurar la viabilidad de la balanza de

2
TALAVERA, P.: El Modelo Neoliberal: Aspectos teóricos y su aplicación en el cono sur latinoamericano.
La configuración del modelo transnacional de desarrollo en América Latina: antecedentes y crisis. 33, pp.
137- 151. 1983.
pagos3. A partir de estas dos propuestas, Pinochet (que no era muy asiduo a soluciones
paulatinas) escogería la opción del tratamiento de shock. En 1975 es anunciado el Plan de
Recuperación Económica cuyas características principales son:

- Aumento del IVA


- Privatización de algunas empresas estatales.
- Reducción del gasto público en un 20%.
- Despido de un 30% de los funcionarios del sector público.
- Eliminación de los sistemas de ahorro y préstamos de vivienda.

Además, el tratamiento de shock trajo consigo la flexibilización de los mercados


laborales, ello, a través de la reducción del poder de negociación de los sindicatos, la
disminución de las restricciones a los despidos y la neutralidad del Estado en la
negociación de los salarios privados4. No obstante, estas solo serían medidas económicas,
falta detallar lo que para Tomas Moulian es el arma fundamental de una revolución
minoritaria, el terror.

EL TERROR Y EL TRAUMA POLÍTICO

La elección de Salvador Allende traía consigo las ilusiones de una parte del
pueblo que, sin armas, buscaba una vía al socialismo, su convicción de que la lucha era
legítima, que buscaba condiciones de vida más justas y humanas del sector popular,
acentuaban el carácter idealista de la Unidad Popular. Sin embargo, los dispositivos de la
derecha chilena además del boicot de Estados Unidos, contribuyeron a que el desenlace de
este idilio tomara tintes trágicos para las mayorías populares, las organizaciones sociales
y sus esperanzas históricas en busca de reivindicaciones.

Chile el 11 de septiembre de 1973 pasaba de un proceso de polarización


social y política, a una situación de “guerra”. Chile, cuya última guerra había sido hace
casi cien años, pasaba de la noche a la mañana a un estado de guerra, concepto al que el
pueblo chileno no estaba habituado a verbalizar, pero que sin embargo pasaría a ser de uso

3
FONTAINE, J. “Transición Económica y Política en Chile: 1970-1990”. Estudios Públicos, 50, 229-279,
1993.
4
FONTAINE, J., Ibidem.
común en una época en que el marxismo fue mostrado como un enemigo interno. La
guerra entre el “marxismo y la democracia” no hizo distinción entre combatientes y la
población civil.

Por lo anterior, la base del sistema político se construyó a partir del rol de las
Fuerzas Armadas careciendo de toda legitimidad ciudadana. Por lo cual, su forma de
dominación y de validación social en un principio fue el terror. Las dictaduras
revolucionarias (como fue el caso de Chile) nació de una aleación entre Poder normativo
y jurídico (basado en el derecho), Poder sobre los cuerpos (terror) y Poder sobre las
mentes (saber). Para Tomás Moulian, la dictadura chilena apoyo su despliegue y
mantenimiento en el terror, lo que a la postre sería el fundamento de soberanía absoluta
del despotismo de la dictadura cívico militar chilena. El concepto de terror es definido por
el mismo Moulian, entendiendo este como: “es la capacidad que tiene un Estado de
actuar sobre los cuerpos de los ciudadanos sin tener que reconocer limites en la
intensidad de las intervenciones o de los daños y sin tener que enfrentar efectivas
regulaciones en la determinación de los castigos o prohibiciones. Terror es la capacidad
absoluta y arbitraria de un Estado de inventar, crear y aplicar penas y castigos”5.

LA REPRESIÓN POLÍTICA

Este recurso afectó la cotidianidad de la sociedad, haciendo del terror una


normalidad en situaciones específicas. El efecto más aterrador para la población fue saber
que el Estado podía ejercer intencionalmente la violencia a través de los diferentes
aparatos desplegados por el régimen. El proceder de los dispositivos de seguridad como,
por ejemplo, la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) 1973-1976 y la posterior CNI
(Central Nacional de Inteligencia) 1977-1990 procedieron por medio del asesinato, la
desaparición de personas y la tortura , violando masiva y sistemáticamente los derechos
humanos. Esta amenaza permanente del terrorismo de Estado trajo consigo una respuesta
de miedo crónico en la sociedad, esto significa que el miedo dejó de ser una reacción
específica a una situación concreta para pasar a transformarse en un estado permanente de
la vida cotidiana.

5
MOULIAN, T.: El consumo me consume. Santiago de Chile, 2015.
La violencia represiva de la dictadura trajo consigo la destrucción de la identidad
política y psicológica de los sujetos torturados. Para Lira y Weinstein (1984) las
consecuencias traumáticas de las torturas trascendieron lo personal, esto porque se
prolongaron en la vida de los familiares de los y las torturados(as). Sus efectos se han
observado en el miedo, la negación social, la autocensura, en el aislamiento, en la
pasividad y en la resignación6.

EL REEMPLAZO DE UNA IDENTIDAD POLÍTICA POR UNA


IDENTIDAD DE CONSUMO.

Como dijimos anteriormente, la tortura trajo consigo la destrucción de la


identidad y la voluntad política de la mayoría de aquellos(as) que sufrieron este tipo de
vejaciones, la muerte y la desaparición terminarían el trabajo que barbáricamente había
elaborado la dictadura. Este último punto significa hasta el día de hoy, uno de los actos
más simbólicos del terrorismo de Estado en Chile, ya no bastaban con las ejecuciones y
fusilamientos colectivos e individuales que se llevaban a cabo por un consejo de “guerra”
inmediatamente después del de las sentencias sin derecho a apelación 7, sino que la
desaparición de los cuerpos dejaba en evidencia una voluntad por depurar la memoria
histórica haciendo desaparecer todo vestigio del antiguo régimen, incluso si se trataba de
seres humanos. El proyecto de refundación del Estado estaba por encima de toda
prudencia moral.

Este escenario que por más de 16 años traumatizó a la sociedad chilena, dejó
un vacío en la identidad política de la ciudadanía, el cual fue llenado por una creciente
disposición hacia el consumo, momento en el que empieza a desaparecer el escaso
vocabulario político de lucha de clases que había logrado sobrevivir a la dictadura, este se
sustituyó por una identidad no politizada, que no alteró el orden político y menos el orden
económico, que contribuyó a presentar a Chile como un país con condiciones de
gobernabilidad que fomentó la inversión del capital internacional.

6
LIRA, E & CASTILLO, M. (1993). “Trauma Político y Memoria Social”. Psicología Política, 6, pp. 95-
116.
7
Decreto Ley N° 6 de 1973.
Esto según Moulian8, fue diluyendo los vínculos sociales a través de la
organización política, en su lugar, se implantó una identidad consumista. Una sociedad
donde sus relaciones históricas y sociales se redujeron a una comunicación individual
entre personas libres pero aisladas. Que no tienen influencia social o cultural, sino más
bien estas personas se encuentran influenciadas por una racionalidad orientada hacia el
logro del éxito, caracterizado por un mayor beneficio económico. Esta mentalidad
instalada en la ciudadanía supuso un duro revés para la articulación de movimientos
sociales transversales durante la década de los 90s e inicios del 2000.

La fragmentación de los vínculos sociales a través de la política fue


analizada por Norbert Lechner9 con el concepto de naturalización de lo social; esto quiere
decir que el orden social se entiende bajo un aparente orden natural, pensando que la
realidad social se construye fuera de la voluntad humana. Esta naturalización de lo social
hizo que la sociedad chilena se negara a reconocer por mucho tiempo, que el origen de la
ley era humano y que por ende respondía a intereses particulares. La ciudadanía chilena
de los 90s percibía la sociedad como una carga ajena, una sociedad naturalizada y
blindada que carecía de interpretación crítica.

Otro punto a destacar, es el concepto de democracia de Robert Lechner: un


movimiento histórico cuyo sentido ha de actualizarse siempre de nuevo, cada época ha de
redefinir su situación10. Durante la década de los 90s no hubo un movimiento histórico
social que planteara las bases de lo que debía ser la democracia, en vez de ello, la política
se recluyó a espacios concebidos para su práctica, lo que poco a poco fue
profesionalizando la política dejando de lado la cosa pública. La gobernabilidad pos
dictadura hizo que las personas adquirieran un grado de autonomía a través del consumo,
no obstante, la acción colectiva se restringe a intereses focalizados, así, mucho antes de
que el individuo ejerza su derecho de elegir libremente, gran parte de los asuntos
relevantes para su vida cotidiana han sido previamente decididos por otros11

8
MOULIAN, T.: El consumo me consume. Santiago de Chile, 2015.
9
NORBERT, L.: Las Sombras del Mañana. La dimensión subjetiva de la política. Santiago de Chile, 2002.
10
NORBERT, L., Idem.
11
NORBERT, L., Idem.
LA GENERACIÓN DEL “ESTOY NI AHÍ” Y LA DEMOCRACIA
TUTELADA:

El siglo XX y la expansión del capitalismo trajeron una serie de cambios dentro


de la sociedad; gustos y modas, formas de vivir, es decir cambios culturales, en unas
cuantas décadas se terminaron elementos culturales milenarios, esta situación demostró la
magnitud de los cambios fundamentalmente en las sociedades desarrolladas y con
posterioridad en las sociedades del tercer mundo y finalmente socialistas. La revolución
cultural afecto principalmente a la iglesia y la familia. Esta revolución debe ser entendida
como el triunfo del individuo sobre la sociedad, es decir los cambios sociales provocados
por el Estado de bienestar y la expansión de la economía capitalista dieron como
resultado la fragmentación y desintegración de los tejidos sociales construidos desde hace
siglos en la sociedad.

Para Eric Hobsbawm los principales cambios tienen que observarse en la unidad
básica de la sociedad, es decir la familia, dentro de ellas se resaltan las relaciones entre
los géneros y las relaciones generacionales.

Dentro de estas últimas las relaciones padre-hijo, adulto-niño y adulto-joven


sufrieron cambios sustantivos durante esta época, sobretodo el rol de los jóvenes dentro
de la familia y la sociedad. Antiguamente los jóvenes eran considerados como la fase
culminante del desarrollo humano para pasar a ser adultos, los pertenecientes a las clases
más bajas seguían los estilos y la moda de los integrantes de las clases más altas. Eran un
grupo social que no tenía demasiado protagonismo dentro de la cultura y la sociedad,
como si lo tenían en ese tiempo la clase media. Por el contrario para este periodo
(fundamentalmente en la década de los 60 y 70) los jóvenes son la matriz de la revolución
cultural, debido a que inauguran nuevas costumbres y disponen de una forma nueva del
ocio y el mercado de consumo, es un grupo social autónomo que posee 3 vertientes:

1. La juventud como fase culminante del desarrollo humano y no como una


fase preparatoria para la vida adulta.
2. Dominio de la cultura juvenil en el mercado.
3. La cultura juvenil se internacionalizó gracias a la influencia de EEUU por
medio de las películas de Hollywood, la música y el estilo de ropa

La cultura joven se caracterizó por:

Estilo populista: se convirtió en una forma de rechazar los antiguos valores


pertenecientes a la burguesía y adoptó las características de la cultura de la clase obrera,
Eric Hobsbawm explica que esto se debe al contexto extremista de la época de los 60 y el
auge de las ideologías de izquierda en la juventud.

El estilo iconoclasta es una plasmación intelectual en sus pensamientos y su


actitud. Se adoptan modelos a seguir típicamente rebeldes como las estrellas de rock,
además de frases alusivas a la agitación, el alboroto, el desorden, la desobediencia, entre
otras.

La liberación individual y social iban de la mano, esto significaba desafiar las


reglas, las normas y los antiguos valores por medio del desobedecimiento, las prácticas
sexuales no permitidas, el consumo de drogas y las ideologías de izquierda.

Los universitarios son un buen ejemplo de los estilos iconoclastas, libertarios y


populistas, los estudiantes demostraron ser los nuevos agentes culturales de la sociedad,
de las universidades emanaban ideas que intentaban mejorar el mundo, marcados por el
radicalismo y la ideología de izquierda, esto se demostró en la revolución estudiantil de
mayo de 1968 en Francia que impacto a intelectuales y políticos de la época y
demostraron de paso que los estudiantes eran un nuevo grupo social. Los movimientos
estudiantiles se generalizaron en el mundo y tomaron aspectos distintos en cada zona del
planeta, a excepción del mundo socialista en donde no se masifico el movimiento, en
América Latina algunos movimientos estudiantiles terminaron siendo movimientos
armados tal como ocurrió con Sendero Luminoso en Perú o el caso chileno del MIR
(Movimiento de izquierda revolucionario). Los jóvenes tenían confianza en ideologías,
movimientos y en los proyectos de la modernidad, soñaban con un futuro mejor.
En Chile los movimientos juveniles se caracterizaron hasta 1973 por estar ligados
a un partido político. Durante la dictadura cívico-militar los partidos políticos fueron
prohibidos, como es sabido se persiguió a las personas opositoras y fundamentalmente de
izquierda, toda organización pasó a formar parte de la clandestinidad si es que no era
aprobada por el gobierno, los medios de comunicación e información fueron controlados,
sobretodo la televisión, la radio y la prensa escrita. El golpe militar en Chile quebrantó la
efervescencia juvenil dentro de la política durante los 70.

Según historiadores como Alfredo Jocelyn-Holt y Tomas Moulian durante esta


época se impuso un nuevo sistema económico, político e imaginario, es por ello que la
dictadura cívico-militar calo profundo en la sociedad. Durante esta época la discusión de
las ideas y la política se truncó, imponiéndose una serie de reformas (acciones) que
lograron tener resultados a corto plazo, el poder político se hizo cupular, es decir se
centró en la institución12, paralelo a esto se iniciaba el proceso de despolitización13. Las
generaciones que nacieron en dictadura y que alcanzaron la juventud en la transición no
vivieron dentro de un clima de discusión de ideas, en un sistema en donde adquiría
importancia la palabra14, por el contrario nacieron en un sistema en donde el debate se
relativizo en contraste de la acción, la que fue vitalizada en la dictadura, es decir el alto
mando militar decía cosas por la televisión o la prensa, cuya finalidad era acatarlas y no
llevarlas a evaluación, en este sentido el régimen traspaso a la sociedad la lógica fáctica15,
es decir se realizó un gobierno con graves carencias en derechos humanos, políticas
sociales y participación política, aun así mostro resultados económicos eficaces, “esta era
otra manera de entender la libertad, distinta a como se había planteado hasta ahora. La
elocuencia ahora estaría dada por cifras; la autoridad se ganaría el respeto por los
resultados, no por las buenas intenciones”16.

La generación de la década de los 90s es escéptica con otras formas de poder que
no muestren resultados y que critiquen las cifras y por consiguiente el modelo, esto
inevitablemente desarrolló el conformismo, que junto al avance del individualismo y la

12
PORTALES, F.: Chile: una democracia tutelada, Santiago, 2000.
13
MOULIAN, T.: Chile: anatomía de un mito, Santiago, 1997
14
JOCELYN-HOLT, A.: Espejo retrovisor, Santiago, 2000
15
JOCELYN-HOLT, A., idem
16
JOCELYN-HOLT, A., ídem, p 98.
costumbre de apreciar el poder político en la institución y no en la organización social,
hizo que la juventud “no estuviera ni ahí”, una muestra de esto es la baja inscripción en
los registros electorales durante esta década. Esta actitud se normalizo dentro de la
sociedad, creándose una imagen muy distinta al joven revolucionario de la década de los
60 al cual hacía alusión el Che Guevara.

La baja participación de los jóvenes en la política preocupó a las autoridades del


periodo de la transición, pudiendo observarse en numerosos discursos de la época el
llamado a los jóvenes a inscribirse en el registro electoral y a participar del sufragio.
Todos estos elementos en conjunto muestran que los discursos no calaron profundo
dentro de los jóvenes de la época, tampoco se hace mucho esfuerzo para cambiar la
situación, esto los convierte en una población pasiva frente al poder político e
institucional.

Sin duda este factor social y cultural nos puede ayudar a comprender la falta de
movimientos sociales en la década de los 90s en Chile ya que demostramos como las
características culturales de los jóvenes se vieron influenciadas por las reformas y
características de la dictadura de Pinochet, dichas características hacían imposible la
organización de los jóvenes en movimientos sociales de carácter trasversal, ya que
basaban su estilo de vida en el individualismo, escepticismo, competitividad,
consumismo y despolitización, esta situación rompió con las características anteriores de
la juventud de los 60s u 80s.

Los movimientos sociales de la década de los 80s fueron bastante efectivos, se


vieron acompañados por la reorganización de la oposición política liderada por la
Democracia Cristiana, estas dos formas de oposición lograron coordinarse dentro de un
solo eje: la recuperación de la democracia, sin embargo, las formas de conseguirlo y las
expectativas fueron muy distantes entre el bando institucional y los movimientos sociales.

Las características culturales de la generación de los 90s no son suficientes para


resolver nuestra problemática, es más, este factor no se puede explicar sin su contexto, la
actitud de los políticos de la Concertación, los discursos y la falta de cambios en la
constitución de 1980 nos demuestran que existió un factor oculto detrás de la vuelta a la
democracia.

LA DEMOCRACIA TUTELADA:

La existencia de una oposición organizada y extendida por todo el territorio


nacional, comenzó a retomar fuerza luego de la crisis económica de 1982. Las jornadas
de protesta nacional encabezadas por la oposición de carácter popular, tuvieron su fruto
años después, cuando el gobierno se vio en la obligación de ceder dentro de su violenta
política restrictiva. De esta forma se consiguió: “tolerancia relativa” del funcionamiento
de los partidos políticos; mayor aceptación de crítica en los medios de comunicación;
comienzo de la autorización para el retorno de los exiliados, etc.”17 En 1986 apareció la
Asamblea de la Civilidad que se extendió muy rápido por el territorio nacional, esta
asamblea agrupo a una serie de gremios, cuya finalidad era presionar al gobierno por
medio de la movilización.

La Asamblea de la Civilidad, aglutinó en su interior a gran parte de la oposición


siendo un referente movilizador. La máxima expresión de fuerza de esta asamblea, fueron
los paros nacionales de 1986 del 2 y 3 de julio. Los estudios nos demuestran que fueron
espacios en donde se lograron reconciliar la Democracia Cristiana y el proscrito partido
Comunista. Sin embargo, las movilizaciones, los paros nacionales y la presión en la calle
no lograron hacer caducar al gobierno cívico-castrense, además los grupos pertenecientes
a la clase media comenzaron a alejarse de aquellos movimientos populares cada vez más
violentos, fue lo que ocurrió cuando apareció el Frente Patriótico Manuel Rodríguez
(FPMR) en 1983.

En este tipo de contexto, los líderes o “dirigencia opositora” como los denomina
Francisco Portales, comienzan a explorar nuevas rutas para recuperar la democracia,
según lo observado durante este periodo tomó importancia la opinión y figura de Patricio
Aylwin.

La línea tomada por esta oposición se caracterizó por sostener que la transición a
la democracia debía ser por medio de la negociación aunque en la práctica las
17
PORTALES, F.: Chile: una democracia tutelada, Santiago, 2000, p23.
negociaciones se transformaron en concesiones hechas entre la futura Concertación y el
régimen cívico-castrense ¿De qué concesiones se hablan? Los testimonios de las personas
pertenecientes a este grupo, como Edgardo Boeninger nos revelan que:

“algunas condiciones básicas que debían cumplirse para que las fuerzas armadas
aceptaran traspasar el poder: el aislamiento político del PC (no su exclusión legal) y la
aceptación de hecho de la constitución de 1980, sin prejuicio de introducirle reformas
sustanciales, porque para los militares descalificarla por ilegitima y pretender sustituirla
en su integridad constituía una ofensa al honor militar”18

Durante la década de los 80 existieron 2 tesis sobre el derrocamiento del gobierno


militar, una pacífica e institucional y otra un poco más violenta por medio de la acción de
los movimientos sociales, finalmente se impuso solo una, tal como reconoció el ex
Presidente Patricio Aylwin a la pregunta hecha sobre la importancia de la Concertación
de partidos por la democracia en una entrevista realizada por el historiador José Bengoa y
Eugenio Tironi para la revista Proporciones:

“- Si (responde Don Patricio Aylwin), pero más que fenómeno, diría que es un
proceso. Surgió la Alianza Democrática, hubo etapas, vinieron las protestas, vino la
Asamblea de la Civilidad, vino el debate sobre la conveniencia o no del plebiscito. Como
recordarán, se planteaban dos estrategias posibles: la estrategia de la protesta, de la
confrontación, del paro general que llevara a derribar la dictadura; o la estrategia de
utilizar la institucionalidad y derrotar a la dictadura en su propia legalidad. En definitiva
fue ganando esta última tesis.”19

La Democracia Cristiana dio luces de ser el sector líder dentro de la oposición


“institucionalista” y dentro de ésta el ex presidente Aylwin junto con otros líderes del
partido, como vimos con Edgardo Boeninger, compartieron la tesis de la concesión.
Paralelo a esto se ha demostrado que una mayoría de la oposición se vio cada vez más
encantada con el sistema económico que habían implementado los militares, quizás sea

18
PORTALES, F., Ibidem, p25.
19
BENGOA, J. y TIRONI, E., “Una mirada retrospectiva: entrevista a Patricio Aylwin Azócar, Proporciones,
25 (1994), p. 13.
esta la explicación existente para poder comprender la inexistencia de reformas al sistema
económico durante la década de los 90s, sumando además las presiones por mantener la
constitución. En la entrevista hecha al ex presidente Aylwin por la revista Proporciones
los entrevistadores realizan una pregunta sobre la opinión de éste con respecto a la
constitución y el hecho de que durante su gobierno este se viera constreñido por las
FFAA, el fallecido líder demócrata cristiano respondió:

“Como hombre de derecho, y como profesor de derecho público, rechazo la


constitución en muchos aspectos. Consagra un régimen de democracia protegida y, a mi
juicio, esas protecciones limitan la democracia y favorecen a un sector, el sector
conservador.” 20

El resto de la respuesta se centra solo en las gestiones de su gobierno con respecto


a lo que él llama la democracia protegida, por ejemplo por la limitación de no poder
cambiar las normativas que respaldaban la existencia de senadores designados por el
antiguo régimen o la autonomía que gozaban las FF.AA., fuera de eso no hay
comentarios acerca del sistema económico ni mucho menos de sus consecuencias sociales
o una opinión negativa al respecto, es más, dentro de su gobierno el sistema se
perfecciono mucho más por medio de los tratados de libre comercio con Asia Pacifico,
Estados Unidos, entre otros. Se agrega a este listado la modernización de producción del
cobre.

Las políticas concesivas de la Concertación terminaron en mayo de 1989 cuando


la propia dictadura realizó reformas a la constitución política de 1980. Los autores que
tratan este tema no poseen testimonios expresos de este temprano acuerdo al que llegaron
la oposición y el régimen militar, sino que lo infieren por medio de los hechos que
acontecieron durante los años 88 y 89, escenario previo a la entrega de poder. Uno de los
autores que más ha trabajado el tema ha sido Felipe Portales, quien propone que:

“los líderes de la oposición aceptaron perder aquel inmenso poder que le


brindaba la Carta Fundamental original de los 80. Y lo que es aún más grave, desde
el punto de vista democrático, dichas modificaciones se hicieron pasar

20
BENGOA, J. y TIRONI, E., Idem, p. 15
completamente inadvertidas, dentro del conjunto de reformas constitucionales que se
plebiscitaron en julio de 1989. Prácticamente nadie de los adherentes a la
Concertación (ni tampoco los de derecha, aunque para éstos se trataba de un
beneficio) supo siquiera que con su voto estaba validando aquella enorme cesión de
poder político a la futura oposición de derecha”21.

En este caso el autor se refiere a las reformas de los artículos 65 y 68 de la


Constitución original de 198022. Estos dos artículos suponían la aprobación del gobierno
de 1990 de todos los proyectos legislativos si es que se conseguía la mayoría absoluta del
Parlamento, estos artículos se crearon con la seguridad y la base hipotética de que
Augusto Pinochet ganaría el plebiscito de 1988, cosa que no ocurrió, por lo que la
Constitución quedaba a merced de la Concertación, la que de seguro tendría mayoría en
el congreso. Ese mismo año se crearon comisiones de expertos por parte de la
Concertación y Renovación Nacional (RN) para realizar reformas constitucionales que
lograran democratizar la Carta Fundamental, dentro de esas reformas la UDI propuso
hacer cambios dentro de los artículos 65 y 68, estos cambios, como propuso Felipe
Portales pasaron inadvertidos.

Durante los 17 meses transcurridos entre el triunfo del NO y la entrega de mando,


el gobierno militar “traspaso propiedades de diversa índole a las fuerzas armadas,
privatizo cuantiosas empresas estatales, reasignó a funciones de inteligencia del Ejército a
numerosos agentes vinculados a la Central Nacional de Inteligencia (CNI) continuadora

21
PORTALES, F., Ibidem, p 37.
22
El articulo 65 establecía que: “El proyecto que fuere desechado en general en la cámara de su origen no
podrá renovarse, sino después de un año. Sin embargo el presidente de la República, en caso de un proyecto
de su iniciativa, podrá solicitar que el mensaje pase a la otra Cámara y, si esta lo aprueba en general, volverá a
la de su origen y sólo se considerará desechado si esta Cámara lo rechaza con el voto de los dos tercios de sus
miembros presentes”. (PORTALES, F., Idem, p35.)

Por su parte el articulo 68 decía: “El proyecto que fuere adicionado o emanado por la Cámara revisora volverá
a la de su origen y en ésta se entenderán aprobada las adiciones y enmiendas con el voto de la mayoría de los
miembros presentes. Si las adiciones o enmiendas fueren reprobadas, se formará una comisión mixta y se
procederá en la misma forma indicada en el artículo anterior. En caso de que en la comisión mixta no se
produzca acuerdo para resolver las divergencias entre ambas Cámaras, o si algunas de las Cámaras rechazaren
la proposición de la comisión mixta, el Presidente de la República podrá solicitar a la cámara de origen que
considere nuevamente el proyecto aprobado en segundo trámite por la revisora. Se entenderá que la Cámara
de
de la DINA”23, dicto leyes cruciales tales como la prohibición del aborto terapéutico, el
10% de las ventas exteriores de CODELCO pasaron a manos de las FFAA, Sistema
Binominal, la Ley Orgánica Constitucional de la Educación (LOCE); la derogación de
esta última será el reclamo fundamental del movimiento de los estudiantes secundarios el
año 2006. En total se aprobaron numerosas leyes que tenían como fin la mantención de la
Constitución del Estado, las limitaciones legales para realizar cualquier tipo de cambio
constitucional, le dio más autonomía a las FFAA, además la convirtió en una Institución
defensora de la institucionalidad, la Constitución y la Democracia; como lo dijo el propio
Augusto Pinochet en una entrevista al diario el Mercurio el 18 de octubre de 1989:

“Por eso digo, tengo mis aprensiones (con respecto al gobierno de la


Concertación) y por eso es que me quedo como Comandante en Jefe del Ejército. No
para promover golpes o hacer gobiernos paralelos con el fin de molestar o no dejar
gobernar (…) (m)e quedo para resguardar la institucionalidad como me lo pide la
Constitución”24

De esta forma la democracia quedó tutelada por Pinochet y el Ejercito, por medio
de la promulgación de leyes que los favorecían en contraste al débil y concesionario
Gobierno de la Concertación, para empeorar la situación las Cámaras quedaron
gobernadas por la derecha ya que en la cámara del Senado se sumaban 8 parlamentarios
designados por el Ejército, la Concertación jugó en los 90s sobre una cancha ya rallada
por el antiguo régimen y lamentablemente consensuada por la propia coalición política.
Debido a esta situación los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, pero
fundamentalmente el primero, tuvieron que enfrentar en diversas situaciones un montón
de limitaciones, uno de los ejemplo más resaltantes fueron las políticas con respecto a los
Derechos Humanos, para ello el presidente Aylwin constituyó la Comisión de Verdad y
Reconciliación (Comisión Rettig) y las “leyes cumplido” que eran proyecto de leyes para
proteger el derecho de las personas. Para el caso de los Derechos humanos la comisión
Rettig se creó para establecer un panorama lo más completo posible de todas las
violaciones, muertes y desapariciones que hayan ocurrido entre 1973 a 1990, la comisión

23
CORREA, S., FIGUEROA, C., JOCELYN HOLT, A., ROLLE, C. y VICUÑA, M., Historia del siglo XX
chileno, Santiago, 2001, p. 338.
24
CORREA, S., FIGUEROA, C., JOCELYN HOLT, A., ROLLE, C. y VICUÑA, M., Ibidem, p. 338.
prometía saber de las victimas e individualizarlas, no tenía facultades jurídicas y estuvo
formada por personas pertenecientes a las distintas corrientes ideológicas del que hacer
nacional25, la idea de justicia primaba dentro de la propuestas de gobierno de la
Concertación, aun así se creó de forma limitada, por ejemplo no consideraba como asunto
grave a los detenidos por razones políticas ni a los torturados con resultado de muerte,
“tampoco se daría a conocer los nombres de los autores comprobados de los hechos
punibles”26 y lo más llamativo fue el hecho mismo del nombre de la Comisión Verdad y
Reconciliación, para llegar a este último fin se exceptuaba la justicia.

“Yo siempre dije: “Verdad y justicia en la medida de lo posible”. El informe


(Rettig) mostro la verdad (…) en cuanto a la justicia, diría que, por una parte, la
reparación es un aspecto de justicia, y ha funcionado (…). La justicia humana es limitada
y es necesario poner el anhelo de justicia como sanción al culpable, en la balanza y
vinculado a otros valores sociales que son igualmente importantes, como el anhelo de una
convivencia pacífica y de terminar con el conflicto”27.

De esta forma se refirió Patricio Aylwin cuando le preguntaron sobre el balance


de la Comisión de Verdad y Reconciliación en la entrevista publicada en la revista
Proporciones.

¿Cómo afecto esta situación y la democracia tutelada a las movilizaciones


sociales?

Francisco Portales en su libro Chile: una democracia tutela nos aporta una
pista importante para poder responder a esta pregunta, según el autor el liderazgo de la
Concertación, dentro del bloque opositor durante la década de los 80s, se impuso sobre
las otras formas de oposición y lo hizo con características cupulares y autoritarias, los
partidos que se unían a esta coalición debían aceptar el plan de transición ya adoptado por
los líderes de la Democracia Cristiana, por ejemplo durante la reunión hecha por el
conglomerado político el 25 de mayo de 1989 se sabe por testimonios sobre el
enfrentamiento que protagonizo el líder del PPD de ese entonces, Don Ricardo Lagos

25
PORTALES, F., Ibidem, p. 61
26
PORTALES, F., Idem p. 61
27
BENGOA, J. y TIRONI, E., Ibidem, p. 14
versus Patricio Aylwin, quienes discutían sobre las falencias de la reforma
Constitucional, finalmente gano la postura del DC y se firmó la ya sabida reforma 28. La
forma de transición pronto se impuso a la de las movilizaciones sociales, estas últimas se
vieron muy debilitadas por 2 hechos ocurridos en 1986, el primero fue el hallazgo de un
arsenal de armas en Carrizal (norte de Chile) en agosto y el otro fue el atentado frustrado
hacia Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo en el mes de septiembre. Estos dos hecho
recrudecieron las represalías de la policía publica y secreta hacia los dirigente y
participantes de los distintos movimientos sociales, durante esta época se pueden
encontrar casos terribles de abuso como por ejemplo la matanza de Corpus Christi de
junio de 198729.

Sin embargo, a pesar de la violenta represión a los movimientos sociales y la


centralización del poder opositor en la cúpula dirigente, los movimientos sociales
siguieron funcionando y “alborotando el orden público”, por lo que los factores
anteriormente nombrados no son suficientes para explicar el problema.

Durante el periodo de la Democracia tutelada de la década de los 90s la gestión de


los gobiernos de la Concertación se empeñó en desmovilizar a la ciudadanía, durante esta
década las concentraciones publicas fueron desapareciendo, es decir las organizaciones
emblemáticas de profesores, pescadores, trabajadores de la salud, federaciones
universitarias, sindicatos, etc., fueron disminuyendo su número de participación, por
ejemplo en 1971 los trabajadores sindicalizados representaban 1/3 de trabajadores
30
ocupados, en 1996 representaban sólo el 12.4% . Con respecto a la participación
política, los partidos son débiles debido a las consecuencias de la persecución política. La
Concertación siguió con la misma línea militar de mantener el poder en la cúpula, por lo
tanto, la transición fue un traspaso cupular del poder sobre las bases completamente
debilitadas, esto se sustentó en las características que tomó la oposición institucionalista,
en este caso la participación política sólo quedó relegada al ejercicio del sufragio, de esta
forma se fortaleció en la política la presencia de los “poderes facticos”31 como las

28
OTANO, R., Crónicas de la transición, 1995, p. 84.
29
CORREA, S., FIGUEROA, C., JOCELYN HOLT, A., ROLLE, C. y VICUÑA, M., Ibidem, p. 332.
30
Idem, p. 339
31
Idem, p. 340
Fuerzas Armadas, la Iglesia Católica, los Empresarios y el Gobierno. Paralelo a esto, los
gobiernos de la Concertación ayudaron a cerrar periódicos y revistas que en la década de
los 80s fueron importantes medios de comunicación opositores, tal como la revista
Análisis, Fortín Mapocho, La Época, Hoy, La Bicicleta, entre otras32.

Este tipo de actitudes antidemocráticas confirma la tesis de un traspaso tutelado y


protegido de la Democracia, tal parece que durante este periodo para los líderes de la
transición solo era importante el traspaso del poder, ahora cómo se traspasara y en qué
condiciones fue un juego del que ellos fueron excluidos por el “Ente protector” de la
institucionalidad, la chilenidad y la democracia, es decir las FFAA.

LOS PINGÜINOS ROMPEN EL HIELO.

La movilización de estudiantes secundarios del año 2006, conocida


popularmente como “revolución pingüina” por el color característico de los uniformes
escolares (blanco y negro), se encuentra dentro de un periodo histórico distinto de la
transición democrática33, durante el primer gobierno de la Presidenta Michel Bachelet las
instituciones chilenas son mucho más estables que en años anteriores, el miedo a
Pinochet y las FFAA se había disipado años antes con el descredito provocado por el
encarcelamiento del ex senador vitalicio en Londres y posteriormente por la denuncia de
la millonaria cuenta existente en el Banco Riggs, todo eso dejó al principal líder y
caudillo del ejército en un cierto estado de abandono y desprestigio en el plano político.
Muestra de la estabilidad existente en la institucionalidad, fue la primera reforma a la
constitución el año 2005, realizada durante el gobierno de Ricardo Lagos Escobar, en
donde se democratizó y se abrieron canales de participación ciudadana dentro de la
política por medio de los Consejo Ciudadano para el Fortalecimiento de la Sociedad
Civil. Coincidentemente la transición democrática terminó durante el segundo periodo de
dicho mandato.

Paralelo a la maduración democrática, desde el año 2001 en adelante se


organizaron paros y manifestaciones con motivo mapuche, deudores habitacionales, entre

32
Idem, p. 340
33
Por lo menos así lo hace ver la socióloga de la Universidad de Chile Beatriz Silva Pinochet en su artículo
“La ¨revolución pingüina¨ y el cambio cultural en Chile”.
otras, sin embargo en todas las ocasiones fueron disueltos de forma violenta por el
gobierno de turno, tales movimientos no tuvieron la envergadura suficiente como para
movilizar a una gran masa de personas, sus epicentros fueron locales y no se
generalizaron a nivel nacional.

Con respecto a los movimientos estudiantiles desde el año 1998 en adelante


comenzaron a ganar terreno dentro de los planos gubernamentales y nacionales. Los
movimientos del nuevo milenio comenzaron a forjar relaciones por medio de mesas de
dialogo entre el gobierno y los secundarios y universitarios, en dicho esfuerzo por
escuchar las demandas estudiantiles de la época se encuentra la creación del Parlamento
Juvenil, que durante el 2005 fue cerrado por el Congreso por falta de presupuesto. Lo que
hay que dejar en claro, es que los movimientos estudiantiles producidos durante este
tiempo serán cruciales para entender las características del movimiento del año 2006, ya
que les dio la experiencia de dialogar con el gobierno, profundizar sus demandas y exigir
cambios estructurales como la derogación de la LOCE, además les permitió mejorar las
organizaciones a nivel nacional lo que quedó demostrado durante el periodo de
movilización.

Este era el contexto de la democracia y los movimientos sociales durante el año


2006, año en que estalló la movilización nacional de los estudiantes secundarios (la
generación de la democracia), por medio de la paralización, toma de los establecimientos
educacionales, organización nacional por medio de la unificación de las demandas y la
exigencia de dialogo con el gobierno.

El petitorio de los estudiantes secundarios se resumió en los siguientes puntos:

- Eliminación de la LOCE (Ley orgánica constitucional de la educación).


- Gratuidad del Pase escolar.
- Disminución del precio de la inscripción para rendir la PSU (prueba de
selección universitaria).
- La fiscalización y mejora en la distribución de los recursos Estatales en los
establecimientos educativos.
¿Qué características hicieron de este movimiento algo novedoso con respecto a lo
que se venía dando dentro de los anteriores movimientos sociales y que no se había dado
durante la época de transición?34

El movimiento del año 2006 se caracterizó por ser transversal, este carácter debe
ser entendido en una doble significancia:

Transversalidad socioeconómica: Este movimiento nace en los llamados liceos


emblemáticos que pertenecen al sistema municipal de la educación, en donde se
concentra la mayor parte de los estudiantes con bajos recursos del país, este hecho se
generalizó en todos los liceos municipales del país. Posteriormente se sumaron liceos
particulares y particulares- subvencionados, establecimientos en los cuales llegan a
estudiar jóvenes pertenecientes a las clases altas y medias.

Transversalidad política: llamó la atención que dentro del movimiento primaran


los intereses de los estudiantes por sobre la tendencia política de estos, teniendo en cuenta
que el movimiento pertenecía en su mayoría a sectores no tradicionales de la izquierda,
también llamados los “ultras” o los “anarcos”, aun así existían estudiantes relacionados
con los partidos de Derecha, de la propia Concertación, del Partido Comunista o
simplemente apolíticos, por ejemplo el Centro de Alumnos del Instituto Nacional que
durante ese momento tenía tendencias políticas cercanas a la Derecha, mientras que el
Liceo de Aplicaciones las tenía hacia la Izquierda.

Las asambleas como unidad básica de organización: las asambleas fueron una
forma de organización horizontal e integradora, influencia del sector no tradicional de la
izquierda y también utilizadas por la manera práctica en la que se podían utilizar para
resolver problemas y dar respuesta rápida a las propuestas del gobierno35. Las asambleas
ya eran un elemento común dentro de las organizaciones estudiantiles, acá se resaltó su
importancia por el hecho de que este fue un canal organizador a nivel nacional.

El carácter nacional: Como dijimos el movimiento se expandió por todo el


territorio nacional, esto trajo consigo la gran tarea de organizar a todos los

34
Beatriz Silva Pinochet: “La ¨revolución pingüina¨ y el cambio cultural en Chile”.
35
Beatriz Silva Pinochet: “La ¨revolución pingüina¨ y el cambio cultural en Chile”.
establecimientos, el petitorio fue un instrumento que logro centrar todos los esfuerzos
sobre un mismo objetivo, aunque se mantenían algunas peticiones de carácter regional,
como por ejemplo en Temuco, en donde se pedían cambios educacionales vinculados a la
cultura mapuche, sin embargo el histórico centralismo de Santiago y en segundo plano de
las grandes ciudades como Concepción o Valparaíso, dificultaron e invisibilizaron las
peticiones regionales o de sectores mucho más pequeños.

El conflicto comenzó a dar luces de su fin cuando el cambio de la estrategia


política utilizada por el gobierno comenzó a dar resultados, es decir el gobierno paso de
dar respuestas ambiguas a detectar los puntos del problema, a mellar en la unión nacional
por medio de soluciones que satisfacían a un sector y también con la alineación de los
medios de comunicación para que el movimiento perdiera popularidad dentro de la
ciudadanía, de esta forma los secundarios quedaron cercados por prensa opositora al
movimiento ya que la Derecha, opositora al gobierno, estaba en contra de la derogación
de la LOCE por lo que también contribuyeron a la táctica del gobierno36.

Los establecimientos educativos sancionaron a todos aquellos estudiantes que


participaron de las movilizaciones, por medio de las suspensiones o simplemente la
expulsión. Muchas de las demandas estudiantiles no son cumplidas, se deroga la LOCE y
se propone la LGE (Ley general de la educación), que aún sigue movilizando a los
secundarios debido a que no soluciona ningún problema estructural de la educación.

Pese a los resultados de las movilizaciones las consecuencias que dejaron estos
movimientos dentro del imaginario social de los actuales jóvenes chilenos fue bastante
importante. Desde ese momento los estudiantes comenzaron a exigir cambios profundos,
por primera vez, después de mucho tiempo, los movimientos sociales enarbolaban criticas
generales al sistema. La dictadura militar y posteriormente los gobiernos de la
Concertación durante los 90s habían cerrado y privado la democracia a las cúpulas del
poder, reduciendo así la participación de los ciudadanos solo a los tiempos de elecciones.

36
FLEET, N., “Movimiento estudiantil y transformaciones sociales en Chile: una mirada sociológica”, Polis,
revista de la Universidad Bolivariana, 10, 2011, pp. 99-116.
Durante este periodo adquieren realce el internet como medio de comunicación dentro de la organización,
más información al respecto se puede encontrar en el siguiente artículo: Beatriz Silva Pinochet: “La
¨revolución pingüina¨ y el cambio cultural en Chile”.
Los estudiantes pusieron sobre la mesa una forma de democracia más abierta y
participativa, en la cual los ciudadanos organizados y movilizados son capases de
dialogar y formar parte de las decisiones políticas. Es muy parecido a lo que en el fondo
plantearon con posterioridad los movimientos ecologistas de “Patagonia sin Represas” o
actualmente el movimiento “No más AFP”.

La revolución pingüina también puso sobre la mesa el hecho de que el Estado


tenga más protagonismo dentro de las políticas sociales, uno de los principales emblemas
dentro del movimiento estudiantil es el término de “la educación de mercado” 37 que
históricamente fue inaugurada posteriormente al golpe de Estado de 1973 y que fue
profundizada y mantenida por los gobiernos de la transición democrática.

CONCLUSIONES:

La investigación presentada, se ha construido por medio del análisis de fuentes y


sobretodo de bibliografía existente, que nos dan pistas de lo que pensamos pudieran ser
los factores que incidieron en la ausencia de movimientos sociales en Chile durante los
90s.

Los factores en general apuntan a las consecuencias psicológicas, culturales,


sociales y políticas que dejó la dictadura militar. La implementación de las reformas
neoliberales y las políticas de terror dejaron traumas y consecuencias que se mantienen
hasta el día de hoy. El neoliberalismo convirtió a la sociedad tradicional en una sociedad
de mercado, aunque este proceso ya se estaba dando dentro de los márgenes del
capitalismo liberal, este hecho acelero la situación; los sindicatos se vieron afectados por
las nuevas relaciones laborales formadas por este sistema, que favorece la competitividad,
que llevó a la ruptura de los antiguos tejidos sociales.

Por otro lado el trauma de la violencia, la persecución, la tortura, la desaparición


de familiares y tantos otros horrores de la dictadura, sumado, a los incentivos del propio
gobierno por desmovilizar y despolitizar a la sociedad, lograron éxito en las generaciones
de los años 90s, que crecieron en un mundo en donde la palabra y la discusión eran

37
CASTRO, F., “Movimientos estudiantiles chilenos 2011-2013: impactos y consecuencias”
relativizadas en su eficiencia siendo reemplazadas por la imposición de las soluciones
que por lo general expresaban resultados rápidos y en forma de cifra.

Si bien la mayor parte de los factores se encuentran dentro del periodo del
régimen cívico-militar hay que tener presente que durante la época de la democracia
tutelada los gobiernos de la Concertación también contribuyeron al debilitamiento de los
movimientos sociales por medio de la conservación de prácticas cupulares y autoritarias
de manejo del poder político, que dejo a los ciudadanos relegados solo al papel del
sufragio, dentro de lo que se estipuló como una democracia representativa. Durante este
periodo se cerraron importantes medios de información que ayudaron a fortalecer a los
medios tradicionales de la derecha. De forma indirecta contribuyeron a la desilusión de la
ciudadanía con respecto a los partidos políticos y la Institucionalidad por medio del
mantenimiento del sistema político del régimen cívico-militar que se simbolizo en la
mantención de la constitución de la década de los 80s.

En fin la falta de movimientos sociales son el resultado de una serie de factores


provenientes de la propia sociedad, la política la economía y la cultura que encontraron su
unión en el contexto político-social de la década de los 90s.

Durante los 90s los jóvenes fueron la imagen de la despreocupación, del disfrute y
la flojera, en definitiva fue la generación del “no estoy ni ahí”, esto se reflejó en la
participación política, sin embargo, pensamos al igual que Alfredo Joselyn-Holt que los
jóvenes si estaban ahí, en la discoteca, en el estadio, en los primeros conciertos masivos
de la historia nacional, consumiendo neopren, protagonizando movimientos sociales
silenciosos. La época de transición no debe ser imaginada como un periodo “libre” de
movimientos sociales, todo lo contrario, en las poblaciones marginales, por ejemplo del
Gran Santiago, los movimientos sociales siguieron latentes y bastantes activo dentro del
marco local, por ejemplo los movimientos juveniles centraron su acción comunitaria
dentro del eje cultural.
Las instituciones democráticas durante el nuevo milenio aumentaron su
estabilidad y con las reformas de Ricardo Lagos, se abrieron mucho más a la democracia,
así lo hicieron las personas y los primeros en dar el ejemplo de lo que significa ser
ciudadano no fueron los expertos en derecho ni los viejos que habían vivido las
democracias de los 60s, fueron los jóvenes, que sin saber lo que era, tal parece que lo
sabían todo.

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