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Tema 1 Dip

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Tema 1.

El ordenamiento jurídico internacional


El Derecho Internacional Público como ordenamiento jurídico de la comunidad internacional es el conjunto de normas
y principios que regulan las relaciones de los miembros de la sociedad o comunidad internacional. Formalmente, es el
ordenamiento jurídico que regula la coexistencia pacífica de los sujetos internacionales, su mutua cooperación, y la
protección de intereses fundamentales para la comunidad internacional en su conjunto.

El DIP se asienta sobre dos estructuras, ya que las características de un ordenamiento jurídico dependen de la sociedad
cuyas relaciones espera regir:

- Estructura social: grupo cuya vida debe regir el Derecho Internacional (es la sociedad o comunidad
internacional).
- Estructura jurídico-formal: principios y normas que lo componen.

1. Principios del Derecho Internacional

El DI se compone de un conjunto organizado de principios que recogen ciertos valores jurídicos e inspiran las normas
que después determinarán las conductas concretas que sus destinatarios habrán de cumplir. La mayoría de los
principios se originan en la época de las Naciones Unidas.

Para poder hablar de principios estructurales, tenemos el punto de partida en el art. 2 de la Carta de las Naciones
Unidas (recoge los principios por los que se rige) y en la Resolución 2625 de la Asamblea General de NU. Todos ellos
se encuentran relacionados entre sí y deben ser interpretados entre todos ellos:

- Prohibición de la amenaza o uso de la fuerza.


- Arreglo pacífico de las controversias.
- No injerencia en asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados.
- Libre determinación de los pueblos.
- Cooperación pacífica entre los Estados.
- Igualdad soberana de los Estados.
- Obligación de cumplir de buena fe las obligaciones internacionales.

La Resolución 2625 no menciona el respeto universal de los derechos humanos, pero hoy en día no cabe duda de su
carácter de principio estructural, además de su proclamación en nuevas Resoluciones. Como podemos ver aquí, la
lista de principios irá alargándose progresivamente con el tiempo con el nacimiento de otros nuevos como ha ocurrido
con el de la protección general del medio ambiente o la obligación de respetar los principios básicos del Derecho
humanitario.

Diferenciamos los principios generales de los estructurales. Los principios generales del Derecho son aquellos que la
Corte puede utilizar para resolver una controversia, de ahí que su desarrollo sea más que todo en la práctica arbitral y
jurisprudencial, así como ayudando a interpretar las normas e incluso como norma supletoria en casos en los que no
haya una norma claramente aplicable. Doctrinalmente, podríamos decir que responden a una generalización de las
normas jurídicas, además de que se corresponden con los principios aceptados por todos los sistemas jurídicos.

SON UN FONDO NORMATIVO COMÚN A LOS DERECHOS INTERNOS Y AL DERECHO INTERNACIONAL.

Como ejemplos de principios generales del DI según la generalidad de los ordenamientos jurídicos internos podemos
hablar del cumplimiento recíproco de las obligaciones, principio de cosa juzgada, irretroactividad de las leyes, pacta
sunt servanda, prohibición de abuso de derecho, etc. En cuanto a principios generales exclusivos del DI hablamos de
libertad de navegación, de comunicaciones, principio de continuidad del Estado, intangibilidad de fronteras, etc.

Los principios generales tienen una doble dimensión:

- Informan cada sector normativo, pero a la vez son inducidos por ese mismo sector, por lo que siempre hay una
interrelación entre normas y principios.
- Pueden ser utilizados como instrumento de interpretación y aplicación por el juez internacional para resolver el
caso que se le presenta.
2. Normas del ordenamiento jurídico internacional

El Derecho Internacional es un verdadero ordenamiento jurídico porque constituye un sistema integrado y cohesionado
de normas que imponen obligaciones y prohibiciones inspiradas en unos valores superiores (los principios) mediante
las cuales se regula la conducta de los sujetos y actores internacionales.

La creación de normas internacionales se lleva a cabo mediante procedimientos distintos a los de las normas internas
de los Estados, ya que en la comunidad internacional no existe un órgano legislativo con poderes equivalentes a los
de los parlamentos nacionales. Igualmente, el Derecho Internacional cuenta con una serie de normas propias distintas
a las de los Estados.

El art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia dice que hay que referirse a la normativa comunitaria como
manifestaciones normativas más que fuentes del Derecho ya que ello comprende la fuente material como tal, así como
su proceso de aprobación.

Las manifestaciones normativas que menciona el artículo son sobre todo las siguientes:

- Convenciones internacionales que establezcan reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes.
- Costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como Derecho.
- Principios generales del Derecho reconocidos por las naciones civilizadas.
- Decisiones judiciales y doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones como medio
auxiliar para la determinación de las reglas de derecho.

Esta lista no se ajusta del todo a la realidad, partiendo de que menciona a los principios generales del Derecho cuanto
no son verdaderas normas jurídicas, sino valores superiores que inspiran y limitan el contenido de dichas normas
sirviendo de guía para su aplicación e interpretación; los tratados internacionales simplemente los acogen y reflejan.

Tampoco tienen la condición de normas jurídicas las sentencias de los tribunales internacionales por mucho que sean
relevantes para la controversia que resuelven, sino que su importancia está en ser un medio auxiliar útil para que la
Corte pueda determinar las reglas jurídicas aplicables.

Las manifestaciones normativas del ordenamiento jurídico internacional se reducen a:

- Costumbre: práctica general y uniforme mediante la cual el Estado se comporta conforme a Derecho.
- Tratado: el momento fundamental de su celebración es la manifestación por cada Estado del consentimiento
en obligarse por el tratado, y se hará con gran formalismo.
- Acto jurídico unilateral: basta con el consentimiento individual de uno solo que se obliga frente a los demás
respecto a una situación determinada originándose solamente una obligación exclusiva del Estado que la
realiza y los derechos de los demás Estados.
- Resoluciones vinculantes de las organizaciones internacionales: aprobados por órganos de organizaciones
internacionales, se trata de un consentimiento y consenso que encontramos en el tratado constitutivo de dicha
organización, en el que se establece el carácter obligatorio de dichas resoluciones.

Como se ha mencionado antes, la comunidad internacional tiene su forma de crear normas, pues el consentimiento del
Estado es el punto inicial y necesario del proceso de formación de cualquier norma internacional, pero el punto final lo
constituye el consenso entre un grupo de Estados (coincidencia de sus consentimientos).

3. Caracteres del Derecho Internacional Público

En primer lugar, encontramos la relatividad, la oponibilidad de las normas internacionales.

Los efectos jurídicos para un determinado Estado dependen del consentimiento de éste, que ha de expresarse de
forma explícita, implícita o anticipada. Así pues, la eficacia del Derecho Internacional es relativa en la medida en que
sus normas solo obligan a aquellos que las acepten voluntariamente.

La relatividad fue confirmada por el Convenio de Viena sorbe el Derecho de los Tratados (1969) según el cual un
Tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin su consentimiento, pero no elimina la posibilidad
de que genere efectos a un tercer Estado cuando se cuente con su aceptación.
De esta misma forma, las normas consuetudinarias internacionales producen efectos jurídicos solo para los Estados
que así lo consientan al contribuir con su comportamiento a su consolidación (aceptación expresa) o, simplemente, no
oponiéndose a las mismas (aceptación tácita).

La relatividad de las normas consuetudinarias conlleva a una diferencia según de donde provengan:

- Provienen de costumbre general: no son necesariamente oponibles a todos los Estados, pues éstos tienen la
posibilidad de eludir las obligaciones derivadas de aquellas costumbres que resulten contrarias a sus intereses
oponiéndose a las mismas. Para ello, deberán adoptar y mantener sin fisuras una práctica distinta y contraria
a la aceptada por el resto de los Estados, tanto durante el periodo de su formación como una vez que éste
haya concluido.
- Provienen de costumbre particular (surgidas de las relaciones internacionales de pocos Estados): solo generan
obligaciones y derechos para dichos Estados.

En segundo lugar, tenemos la obligatoriedad.

Toda norma jurídica es obligatoria para sus destinatarios, por lo que los Estados vinculados por las normas
internacionales deberán cumplir las obligaciones o prohibiciones que contengan, de lo contrario tendrán que afrontar
las consecuencias.

No todas las normas jurídicas son imperativas, sino que coexisten con las dispositivas.

Las normas imperativas están en el art. 53 del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados como aquellas
aceptadas y reconocidas por la comunidad internacional en su conjunto como normas que no admiten acuerdo en
contrario, de modo que solo pueden ser modificadas por una norma posterior de Derecho Internacional que tenga la
misma naturaleza. Protegen intereses colectivos compartidos por los Estados, por lo que generan obligaciones y
derechos erga omnes. Tienen carácter universal y suponen una excepción a la relatividad de las normas internacionales,
pues obligan a todos los Estados con independencia del consentimiento de cada uno de ellos que, en caso de que
alguno muestre su oposición, es sustituido por su aceptación global por parte de la comunidad internacional en su
conjunto.

Por otra parte, se trata de normas consuetudinarias surgidas de la práctica estatal, que cuentan con el convencimiento
generalizado de los Estados, no solo acerca de su obligatoriedad, sino también respecto de su imperatividad. Al haber
sido incorporadas en los tratados internacionales, suelen estar codificadas.

El hecho de que la comunidad internacional tenga que reconocer y aceptar el carácter imperativo de las normas
imperativas hace que exista un núcleo básico de ellas formado por:

- Prohibición de amenaza y uso de la fuerza, así como el arreglo pacífico de las controversias.
- Prohibición de intervenir en los asuntos que sean de jurisdicción exclusiva de otro Estado.
- Prohibición de establecer o mantener por la fuerza situaciones de dominación colonial y el derecho a la libre
determinación de los pueblos.
- Igualdad soberana de los Estados.
- Obligación de respetar y proteger los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales de los
individuos (prohibición del genocidio, apartheid, esclavitud, tortura, tras inhumanos y degradantes).
Por último, tenemos el universalismo y particularismo en el Derecho Internacional

Las normas internacionales pueden tener carácter universal o particular, como característica básica de la comunidad
internacional, ya que al constituir un grupo social del que forman parte todos los Estados del mundo, la comunidad
necesita también un Derecho para regular jurídicamente las relaciones que se establecen todos los miembros de la
misma, aunque existan grupos más reducidos de Estados que tienen mayor afinidad (se regirán por normas
particulares).

- Derecho universal: tiene sobre todo carácter consuetudinario, ya que por mucho que haya tratados
internacionales, están abiertos a la participación de todos los Estados que decidan obligarse por ellos.
- Derecho Internacional particular: regula las relaciones existentes entre el limitado número de Estados
vinculados por las normas, que se diferencian del resto porque comparten ciertas características e intereses
comunes. Son sobre todo normas establecidas en tratados, que están concebidos para contar con una
participación reducida.

Cabe la posibilidad de que una determina materia se rija por las normas internacionales universales y particulares,
complementándose entre sí. En caso de incompatiblidad se le atribuye primacía a la norma particular sobre la general
(principio lex specialis), excepto cuando sean normas ius cogens, que prevalecen sobre las dispositivas y las anulan.

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