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Cita sugerida:
Ortiz, M.; Rubio Pérez, A. (2013). Problemas sociales y políticas sociales
neodesarrollistas: El Programa Familia Argentina. Revista de estudios regionales y
mercado de trabajo (9), 127-143. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.6299/pr.6299.pdf
Introducción
En los últimos años se ha ido consolidando en Latinoamérica una tendencia
hacia el reposicionamiento del Estado en los procesos políticos y sociales que
derivó en nuevos lineamientos de política pública. Esta temática se vincula con
la consideración de la llamada “cuestión social”, que se particulariza en cada
época bajo la forma de problemas sociales que constituyen la expresión del
modo como se interroga, interpreta, resuelve, ordena y canaliza dicha cues-
tión. Por lo tanto, como categoría de análisis, remite a las diferentes formas en
que se significan y explican los problemas sociales.
Un problema social es considerado como tal cuando media, en re-
lación con él, la acción efectiva de sujetos interesados en presentarlo como
perjudicial, sea desde un determinado punto de vista o sea para la sociedad
en general en tanto pone en cuestión la legitimidad misma del sistema. En
consecuencia, la caracterización del problema resulta dependiente de las defi-
niciones hegemónicas que son las que imponen la forma en que se lo nombra,
se lo describe y se lo especifica en un contexto determinado, sea económico,
cultural, social. De este modo, los problemas no se definen aisladamente sino
inscriptos en una red que mantiene continuidad en el tipo de argumentación y
en las explicaciones que los sostienen. Por lo tanto, la disputa por su definición
es también una disputa por la determinación de las causas, por la atribución de
responsabilidades, por su formación, por la delimitación de ámbitos de compe-
tencia en las soluciones y por los alcances de la voluntad política de interven-
ción (Grassi, 2009).
El campo político y el de los expertos (o los técnicos) son, por excelen-
cia, campos de producción de problemas sociales, en la medida en que ellos
María Isabel Ortiz es Bióloga, Master en Gestión Ambiental y Profesional Principal del cpa-conicet y del
Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional del Nordeste (unne).
Ana M. Pérez Rubio es Psicóloga, Master en Ciencias Sociales, Investigadora del Conicet y del Centro de
Estudios Sociales de la unne y Profesora Titular de la Facultad de Humanidades de la unne.
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María Isabel Ortiz y Ana M. Pérez Rubio
son quienes gestionan la cuestión social. De ahí derivan los planes y progra-
mas de política social que pone en marcha el Estado. En consecuencia, la defi-
nición del problema social es objeto de disputas políticas y teóricas que enmas-
caran intereses que orientan la acción en lo atinente a la “solución” del mismo,
esto es, los planes y programas de los diversos sectores de la política social del
Estado. Las explicaciones y argumentos que se esgrimen y confrontan supo-
nen una concepción de la tensión subyacente “desposesión/igualdad-libertad”
y generan el modo en que se constituye la cuestión social en cada época, pri-
vilegiando, en general, aquello que atañe a la reproducción de la vida y de la
fuerza de trabajo. En el marco del sistema capitalista, mediante las políticas so-
ciales, el Estado materializa una de sus funciones al limitar la explotación del
proletariado y la privatización de la esfera de subsistencia y de reproducción de
la vida (Grassi, 2009).
Las políticas sociales actuales –con enfoque de derechos– se presen-
tan como un intento por desmarcarse de las que aplicara el neoliberalismo en
el período anterior, en cuanto son universales e integrales, considerando, por
un lado, la inclusión con trabajo y, por otro, la atención de la familia y la comu-
nidad con posibilidades de acceder a la finalización de los estudios primarios
y/o secundarios en sus propios barrios y sin límites de edad. Además, los des-
tinatarios no son definidos como beneficiarios, sino como sujetos de derechos,
al privilegiar el componente participativo, la idea de comunidad y de solidaridad
entre pares. Estas nociones resultan fundamentales en relación con la afecta-
ción del sujeto y los procesos de producción humana.
Esas son algunas de las cuestiones que nos proponemos analizar en
estas páginas a partir de un conjunto de preguntas: cuáles son y cómo se defi-
nen los problemas frente a los cuales las políticas sociales se proponen como
solución; cuál es la noción de ciudadanía que subyace en esas propuestas de
protección social; cómo se entiende la inclusión.1 En definitiva, nos pregunta-
mos qué posibilidades presentan estos espacios de incidir en la conformación
de procesos alternativos capaces de generar autonomía o, por el contrario, de
garantizar la gobernabilidad sin alterar el funcionamiento de la sociedad y
de la economía considerado correcto.
El artículo analiza a nivel del discurso –tomando como fuente los
documentos oficiales del Ministerio de Desarrollo Social y entrevistas a funcio-
narios de nivel nacional y provincial– los Programas Sociales del Bicentenario,
en particular el Programa Familia Argentina,2 en tanto soluciones a los problemas
sociales definidos en su vinculación con la construcción de la cuestión social.
Se exponen aquí resultados preliminares de un proyecto más amplio que ana-
liza las políticas sociales y sus procesos de implementación incluyendo la
1 Consideramos que la inclusión es un concepto complejo que va más allá del mejoramiento de las con-
diciones materiales de vida y que involucra, además, aspectos simbólicos y subjetivos.
2 Véase < http://www.desarrollosocial.gob.ar/familiaargentina/Default.aspx>.
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Neodesarrollismo
Durante la década del noventa y lo transcurrido de la década de 2000, en la
mayoría de los países latinoamericanos emerge una nueva visión sistémica
–diferente de los postulados del Consenso de Washington– que incorpora las
necesidades y problemas de las personas y encara lo social no solo como una
externalidad del crecimiento y de la acumulación económica, sino como
una preocupación central. Estos enfoques intentan plantear el problema del
desarrollo económico y la política social en términos de derechos humanos,
incluyendo los sociales y económicos. Se trata de una nueva visión del desa-
rrollo que sostiene que, los individuos, en su calidad de ciudadanos, “consumi-
dores y productores”, tienen un conjunto de derechos económicos, sociales y
políticos indivisibles. Al mismo tiempo, se asiste a la revalorización del Estado
(Lechner, 1999) junto con un leve aumento del gasto social y una mejora en
el diseño y gestión de los programas orientados a la atención de la extrema
pobreza desde una perspectiva más integral.
En esa línea, se intenta propiciar una nueva generación de políticas
sociales centrada en los derechos ciudadanos, lo que implica la reorganización
de funciones y presupuestos por parte del Estado, una reorientación de carác-
ter integral e intersectorial y una activa participación ciudadana para definir el
tipo y calidad de los bienes y servicios que se requieren. Al mismo tiempo, la
política económica debe propiciar un entorno que favorezca la creación de ri-
queza, como condición material básica para que esos derechos puedan ejercer-
se, con lo cual se diferencia del enfoque asistencialista, al considerarlos actores
dinámicos y no solo receptores pasivos.
una nueva historia”, “[…] necesitamos trasladarnos, transitar, para construir una
nueva subjetividad [...] algo proactivo diferente que cambie este patrón”.
El discurso del entrevistado presenta un contenido político explícito
que reconoce la desigual estructura socioeconómica de la provincia y esbo-
za una propuesta de transformación, en lo que constituye un claro distancia-
miento del acervo propio de la “correntinidad” (Guber, s/f) –esto es, de una
identidad conservadora tradicional–, proponiendo como alternativa un discur-
so sustentado en el ideario de la modernidad, aunque algo aggiornado.
Su propuesta puede, en líneas generales, asimilarse a un modelo de
seguridad social (Fleury y Molina, 2002) basado en un principio de justicia
social que garantiza a todos los ciudadanos un mínimo vital socialmente es-
tablecido. Tiene carácter universal y se accede únicamente a partir de la nece-
sidad de los individuos: ello supone un mecanismo de redistribución a través
de las políticas con el objetivo de subsanar las desigualdades derivadas de la
tensión entre capital-trabajo. A diferencia del modelo anterior, el Estado tiene
un papel fundamental tanto en el financiamiento como en la administración
del sistema, destinando recursos importantes para el mantenimiento de las
políticas sociales. Este modelo se correspondería, asimismo, con una modali-
dad de ciudadanía universal al asegurar los beneficios sociales como derechos
universales.
C /JWFMQSPWJODJBM
La siguiente entrevista fue realizada a un funcionario de la gestión
provincial a cargo de una subsecretaría, quien designa como problema más
acuciante la “crisis de la familia”, la “dificultad para trasmitir valores, sostener
ingresos y contener a los jóvenes”. Considera que, en las familias pobres, la
mujer es el miembro más importante; se trata de “súper madres”, que operan
como “paraguas de la pobreza” en lugar del hombre, debido a su “inestabilidad
laboral y en sus relaciones”. Con respecto a los jóvenes, considera que su pro-
blemática se inicia a los 14 años, cuando comienzan a ser víctimas de la delin-
cuencia y la droga debido, fundamentalmente, a los “cambios de la pubertad y
… hormonales”. Coincidentemente con esta visión, la provincia ha implemen-
tado un programa destinado a jóvenes a partir de esa edad, bajo el nombre de
“Buen Camino”, que ofrece cursos de capacitación en vinculación con escuelas
confesionales subsidiadas por el Estado. La mayor preocupación es mantener
a estos grupos dentro del programa, “controlando” con ayuda de asistentes so-
ciales su permanencia. Hay otros dos programas destinados a la educación de
adultos, “Yo sí puedo” y “Vos Podés”, que se desarrollan en “capillas” y casas
particulares con participación mayoritaria de mujeres.
Desde su perspectiva, las políticas que se implementan en el ámbito
provincial resultan complementarias de las nacionales, aunque destaca como
principal orientación “la promoción humana”, aludiendo al mensaje bíblico
de “enseñar a pescar”. Al igual que en los planes nacionales, se reconocen dos
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A modo de conclusión
Las políticas sociales constituyen la manera en que el Estado interviene en la
cuestión social. Sus fines son resolver la falta de trabajo, proveer adecuadas
condiciones de vida a los pobres estructurales y, en definitiva, restaurar su
dignidad. Sin embargo, no se trata de una intervención neutra sino que está
teñida de concepciones ideológico-políticas.
En términos generales, se sostiene que la política social opera como
regeneradora de lazos sociales quebrados, atendiendo necesidades y reinte-
grando a la sociedad a quienes han quedado excluidos por causa del desem-
pleo, la recesión y/o las crisis macroeconómicas.
Las políticas sociales analizadas, tanto en términos del discurso ofi-
cial como en la visión de sus gestores, ponen de manifiesto:
tMBJNQPSUBODJBRVFBERVJFSFMBGBNJMJBZMBPSHBOJ[BDJ¡OTPDJBMNF-
diante la transferencia de ingresos y la producción de recursos materiales y
simbólicos, junto con un marcado carácter asistencial de corte individual en
tanto no se incluyen lecturas políticas colectivas ni para la identificación de los
problemas ni en las estrategias de abordaje. A pesar de la intención expresa de
desmarcarse de las políticas neoliberales, al menos en el diseño propuesto por
el Ministerio de Desarrollo Social, se evidencian escasas diferencias; la articu-
lación de lo técnico y lo político y la persistencia de su separación constituyen
una cuestión que aún queda por resolver;
tFMSFDPOPDJNJFOUPEFEPTFKFTEJGFSFODJBEPTVOPEFTUJOBEPBUSBCBKB-
dores sin empleo –población económicamente activa con componente de pro-
moción social en su intervención–; el otro direccionado a la familia y grupos
diferenciados –sujetos pasivos desde la perspectiva económica– que atiende
requerimientos y necesidades con enfoque asistencial. La distinción entre de
estos dos ejes –diferenciando entre pobre estructural-objeto de asistencia y po-
bre con capacidad de reinsertarse– parece articular en una misma propuesta
dos visiones contradictorias en las orientaciones de tales políticas. Se mani-
fiesta aquí la tensión pasivo/activo en la definición de los sujetos destinatarios
de los programas sociales, diluyendo la intencionalidad proclamada en el dis-
curso acerca de la restitución de derechos y mostrando el carácter de asistencia
focalizada del programa. El planteo discursivo en términos de derechos así
como su diseño e implementación seguirían la lógica del beneficio y no la
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Bibliografía
Resumen Abstract
En los últimos años se ha ido consolidando en In recent years, a trend towards the
Latinoamérica una tendencia hacia el reposi- repositioning of the State in social and political
cionamiento del Estado en los procesos políti- processes has been consolidated in Latin
cos y sociales que derivó en nuevos lineamien- America; that resulted in new guidelines
tos de política pública. Esta temática se vincula for public policy. This issue is related to the
con la consideración de la llamada “cuestión recognition of the “social question”, which
social”, la que se particulariza en cada época is particularized in each period under the
bajo la forma de problemas sociales que shape of social problems that constitute
constituyen la expresión del modo en que se the expressions on how it is questioned,
interroga, interpreta, resuelve, ordena y canali- interpreted, solved, organized and canalized.
za dicha cuestión. Por lo tanto, como categoría Therefore, as a category of analysis, it refers to
de análisis, remite a los diferentes modos en the various ways in which the social problems
que se significan y explican los problemas get meaning and explanation. The political
sociales. El campo político y el de los expertos and the experts (or technicians) fields are, by
(o los técnicos) son, por excelencia, campos de far, the main producers of social problems,
producción de problemas sociales, en la medi- due to the fact that they are responsible for
da en que son los que gestionan la cuestión so- the management of the social question. Thus,
cial. De ahí derivan los planes y programas de the plans and programs of social policy that
política social que pone en marcha el Estado. triggers the State derive from this entity.
El presente artículo analiza a nivel del discur- This article looks at the discourse level –
so –tomando como fuente los documentos takings as a source the official documents
oficiales del Ministerio de Desarrollo Social of the Ministry of Social Development and
y entrevistas a funcionarios de nivel nacio- interviews with officials from national and
nal y provincial– los Programas Sociales del provincial– the social programs Bicentennial,
Bicentenario, en particular el Programa Familia including Argentina Family Program. The
Argentina. La pretensión es dar respuesta a aim is to answer the following questions:
las siguientes preguntas: cómo se definen how to define social problems against which
los problemas sociales frente a los cuales las social policies are proposed as a solution;
políticas sociales se proponen como solu- which is the notion of citizenship that
ción; cuál es la noción de ciudadanía que underlies the proposed social protection;
subyace en esta propuesta de protección and how inclusion is understood.
social; y cómo se entiende la inclusión.