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Igualdad de Género

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Igualdad de género

Sebastián Valladares Viera 1ºBach A


Ander Serrano Inchausti 1ºBach A
Iván Evangelista Pérez 1ºBach A
Ciencias de la computación
09:13 29 de noviembre de 2023
Indice
1. Introducción........................................................................................................3
2. Igualdad de género entre niños y niñas...............................................................4
3. Promover la igualdad..........................................................................................4
4. Todos iguales.......................................................................................................5
5. Igualdad de género en adultos y Ancianos..........................................................6
6. Vestirse con libertad............................................................................................7
7. Votar....................................................................................................................8
8. Participar en las fuerzas armadas........................................................................9
9. Divorciarse........................................................................................................10
10. Abortar con amparo legal..................................................................................11
11. Administrar sus propios bienes en el matrimonio.............................................12
12. Ejercer el derecho a la planificación familiar...................................................13
13. IGUALDAD DE GÉNERO EN LA RELIGIÓN..............................................15
14. PATRIARCADO Y RELIGIÓN...........................................................................
...........................................................................................................................16
15. RELIGIÓN, CULTURA Y LIBERTAD RELIGIOSA.....................................17
16. HACIA UN ENFOQUE HOLÍSTICO..............................................................18
17. Conclusión........................................................................................................21
18. Bibliografía.......................................................................................................22
Introducción

En este trabajo vamos a exponer las razones por las cuales a pesar de

vivir en un mundo tan supuestamente avanzado aún siguen existiendo

desigualdades entre hombres y mujeres en casi todos los ámbitos de la sociedad,

estas desigualdades van desde prohibiciones a las vestimentas de las mujeres

hasta que pobres niñas sean secuestradas y abusadas.

Sin lugar a dudas es un problema muy grave al que se le tiene que

poner fin con extrema importancia, por ello se han estado implantando medidas las

cuales son en su mayoría legales, aumentando las penas de cárcel. Aunque estas

medidas han reducido la cantidad de casos de violencia de género, no lo han

erradicado en absoluto.

Debido a que no se ha erradicado por completo aún es un tema que se

tiene que tratar por ello se ha buscado acabar con el problema de raíz mediante

una educación que promueva la igualdad y evite que los niños piensen que la

violencia de género es algo del día a día.

Sin embargo aún no se ha encontrado la manera de abordar el hecho de

enseñar a los niños que la violencia de género debe ser erradicada y la

desigualdades entre hombres y mujeres no deberían existir, llegando incluso a

infundir el efecto contrario al esperado.

1 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Igualdad de género entre niños y niñas

El empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres es clave para

romper con el ciclo de discriminación y violencia. Cuando una sociedad consigue

que las mujeres –en toda su diversidad – alcancen su plena autonomía económica,

física y política, asegura que se cumplan sus derechos en igualdad de condiciones

y, por tanto, garantiza también que niños, niñas y adolescentes tengan un

desarrollo pleno.

De hecho, las normas de género afectan a los niños y los hombres

porque ejercen influencia en la forma como viven y actúan y en cómo esta

información se transfiere de una generación a la otra.

Tal y como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño

(CDN), la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación

Contra las Mujeres (CEDAW por sus siglas en inglés), y la Convención sobre los

Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), es crucial reconocer y

proteger los derechos de niñas, adolescentes y mujeres para transformar los

patrones de conducta y redefinir las relaciones de género.

Promover la igualdad

Para mejorar la igualdad de género entre niños y niñas es imprescindible

aportar una educación amplia e interactiva para inculcar los valores necesarios a

los jóvenes. Para lograr esto es muy útil realizar actividades como las siguientes:

1. Pedirles a los niños que pregunten cómo vivían sus madres, tías y

abuelas.

2 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


2. Que los niños enumeren las cosas que se hacen en casa (tareas

domésticas) y anoten el nombre de quien las hace y piensen si se deberían

repartir las tareas de forma diferente.

Con estas 2 simples actividades conseguimos que los niños se den

cuenta de una serie de factores en los que diferimos

• Coeducación

• Corresponsabilidad doméstica

• Reparto equitativo de las responsabilidades entre mujeres y

hombres.

• Discriminación de género

• Estereotipo sexual

• Igualdad de género

Igualdad de oportunidades

3 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Acceso a la educación

Todos iguales

No podemos hablar de la igualdad de entre hombres y mujeres a

tempranas edades sin mencionar el hecho de que hay muchas personas que por el

hecho de ser mujeres pierden el derecho a recibir educación un dato impactante es

que en todo el mundo existen 122 millones de niñas que no tienen acceso a

educación. Por eso la UNESCO pide que se preste atención a la igualdad de

género en todo el sistema educativo en relación con el acceso, el contenido, el

contexto y las prácticas de enseñanza y aprendizaje, los resultados del aprendizaje

y las oportunidades de vida y trabajo.

Derecho a la educación

Todo el mundo debería tener derecho a una educación sin importar su

procedencia etnica gustos y derecho a no ser criticado por eso.

4 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Igualdad de género en adultos y Ancianos

cuando se busca es igualdad de género entre más adultos es para que

transmitan unos valores correctos a su descendencia pero esto no es tan fácil

como suena hay muchos problemas con esto porque por ejemplo en España se

han criado con una dictadura sin capacidad de crecer con pensamiento propio

siendo los únicos capaces los que eran contrarios a su pensamiento o los que

tenían suficiente dinero para poder enseñar y crecer con unos valores justos.

con esto me refiero a que con la visión que se tienen en el pasado de las

mujeres mucha gente la veía como objetos negandoles el derecho a votaciones y

que para cosas como comprar vehiculos necesitaban la autorización de un adulto

varón,

actualmente esto sea cambiado bastante pero quedan cosas metidas en

la sociedad que tienen connotación machista pero que nosotros lo vemos sin

maldad ninguna pero expresiones como `esto es uncoñazo` o `esto es lapolla `esto

deja ver que lo que tiene connotación negativa es sobre lamujer mientras que lo

masculino es mejor esto son micromachismos arrastrados por adultos que no nos

permite buscar igualdad de genero que se busca por ejemplo esto es un ejemplo

de cosas que no podian hacer lasmujeres en el pasado

Vestirse con libertad

"Cuando yo tenía 12 o 13 años y llegó la gran moda de los pantalones

para las mujeres, mi mamá llegó un día a casa con dos. Pero mi padre le dijo que

de ninguna manera se los podía poner, que en esa casa él era quien llevaba los

pantalones".

5 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


La anécdota se la cuenta a BBC Mundo la poeta nicaragüense Claribel

Alegría, nacida en 1924, e ilustra cómo las reglas de la moral y la costumbre, y los

roles de género, limitaron históricamente la libertad de las mujeres para vestirse a

su antojo.

En las sociedades occidentales los pantalones eran una prenda

masculina, y no fue hasta entrado el siglo XX cuando se empezaron a considerar

apropiados para las mujeres.

Qué es el micromachismo, el fenómeno que tiene a miles de mujeres en pie de guerra

En 1915, la feminista puertorriqueña Luisa Capetillo fue arrestada por

ponerse pantalones en públicoen La Habana, lo que da una idea de cuán estrictas

llegaron a ser las normas del vestir en algunos lugares.

La actriz y cantante Marlene Dietrich desafió la tradicional dicotomía

entre masculinidad y feminidad.

La profesora de historia de la Universidad Nacional de Colombia Ana

Catalina Reyes pone otro ejemplo de estas limitaciones.

"Leí un contrato del año 1923 en que una maestra aceptaba no casarse,

no fumar, no beber cerveza, no vestir ropas de colores brillantes y usar siempre

dos enaguas", le explica Reyes a BBC Mundo.

"La relajación de las normas morales sobre el aspecto de la mujer en el

mundo occidental no comenzó hasta los años 20 y 30 del siglo pasado en grandes

ciudades como Nueva York o París, cuando se produjo un cambio en la

representación de la figura femenina, sobre todo en las clases medias", le dice a

6 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


BBC Mundo Isabel Morant, profesora de Historia en la Universidad de Valencia

(España) y editora de la colección "Historia de las mujeres en España y América

Latina".

Las mujeres empezaron a cortarse el pelo, a subirse las faldas, a salir a

pasear solas...

Los códigos de vestir se fueron relajando a lo largo del siglo XX.

Pero los cambios fueron paulatinos. Pat Nixon fue la primera Primera

Dama de Estados Unidos que vistió pantalones en público, y lo hizo en 1972.

Francia no abolió formalmente la obsoleta prohibición de usar

pantalones en la capital, París, ¡hasta 2013!

Y aunque las normas y presiones morales sobre el aspecto físico

todavía perduran , hoy la libertad es mayor que hace 100 años.

Votar

El voto es un derecho que se da por sentado hoy en día en muchas

partes del mundo.

Sin embargo, hace 100 años las mujeres no podían votar en muchos

países.

En esta foto de 1913, las mujeres sufragistas celebran un festival de

verano en Kensington, Reino Unido.

El voto femenino fue permitido por primera vez para todas las mujeres

en Nueva Zelanda en 1893.

Australia, Finlandia, Noruega y Dinamarca lo aprobaron entre 1902 y

1915.

7 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Reino Unido lo hizo en 1918, aunque solo para mujeres de más de 30

años y que cumplieran (ellas o su marido) ciertos requisitos de propiedad.

• ¿Qué países han tenido mujeres mandatarias mientras EE.UU.

elegía a 43 hombres para presidente?

Tendrían que pasar años hasta que este derecho llegará a América

Latina.

El primer país donde pudieron votar las mujeres en la región fue

Uruguay, el 3 de julio de 1927, en un plebiscito local en la comunidad de Cerro

Chato, en el centro del país.

Pero fue Ecuador, en 1929, el primer país latinoamericano en consagrar

en la ley el voto femenino, aunque solo para las mujeres alfabetizadas mayores de

21 años.

La relajación de las normas morales sobre el aspecto de la mujer en el

mundo occidental no comenzó hasta los años 1920 y 1930 en grandes ciudades

como Nueva York o París"

Isabel Morant, autora de "Historia de las mujeres en España y América

Latina"

Participar en las fuerzas armadas

"Más allá de los mitos y cuentos de guerreras, la participación de las

mujeres en la verdadera batalla bélica o su presencia en escenarios de guerra

revela un patrón de exclusión y omisión", escribe Helena Carreiras, profesora en el

Instituto Universitario de Lisboa, en su libro "Género y ejército: mujeres en las

fuerzas armadas en las democracias occidentales".

8 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Aunque las dos guerras mundiales supusieron un avance en este

sentido, las mujeres participaron mayoritariamente en roles que no eran de

combate.

En los países de la OTAN, el reclutamiento de mujeres en los ejércitos

regulares empezó a principios de la década de 1970 en algunos "pioneros":

Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Francia.

Noruega tiene la primera fuerza de élite integrada solo por mujeres.

Luego, otros los siguieron a finales de 1970 y principios de 1980.

En Alemania, las mujeres no alcanzaron un estatus militar completo

hasta el año 2000.

Las restricciones duraron muchos años y en distintas esferas. Por

ejemplo, el primer país de la OTAN en permitir a las mujeres trabajar en

submarinos fue Noruega, en 2000.

• Por qué Nicaragua es y no es el sexto mejor país del mundo para

ser mujer

Y en América Latina, no entraron al cuerpo de comando terrestre en

muchos países hasta las décadas de 1990 y 2000, según documentos de la Red

de Seguridad y Defensa de América Latina.

Divorciarse

En algunos países, como España, el único requisito para poder

divorciarse en la actualidad es que hayan pasado tres meses desde la fecha del

matrimonio.

Pero históricamente el divorcio no ha sido tan fácil.

9 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


"No puedo pensar en ningún país en el que hace 100 años una mujer

pudiera divorciarse por las mismas razones y con la misma facilidad que un

hombre", le dice a BBC Mundo Stephanie Coontz, profesora emérita de historia y

estudios de la familia en el Evergreen State College y autora del libro "Marriage: A

History" (Una historia del matrimonio).

No puedo pensar en ningún país en el que hace 100 años una mujer

pudiera divorciarse por las mismas razones y con la misma facilidad que un

hombre"

Stephanie Coontz, autora del libro "Marriage: A History" (Una historia del

matrimonio)

Las mujeres "tenían que probar maltrato físico o adulterio, o incluso

ambos a la vez. Y no podían evitar ser forzadas a tener relaciones sexuales porque

la violación se definía como relaciones forzadas con alguien que no fuera la

esposa".

10 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


En Reino Unido, por ejemplo, el divorcio era algo muy extraño antes de

1914 y estaba considerado un escándalo.

La ley de Causas Matrimoniales, de 1923, permitió por primera vez a las

mujeres solicitar el divorcio en caso de adulterio del cónyuge, algo que hasta ese

momento solo podían hacer los hombres.

Otra ley, en 1937, amplió las posibles causas del divorcio: crueldad,

deserción o locura incurable, explica el Parlamento británico en su web.

La violación dentro del matrimonio no estuvo reconocida legalmente

durante mucho tiempo.

Pero el verdadero cambio, según Coontz, fue la introducción del divorcio

sin causas. Fue en Rusia tras la revolución bolchevique de 1917.

Pero en Estados Unidos, por ejemplo, hubo que esperar hasta 1969,

cuando California se convirtió en el primer estado en permitirlo.

Chile fue el último país de América Latina en legalizar el divorcio, en

2004.

La aprobación del divorcio "favoreció a las mujeres, pero no a todas por

igual", afirma Morant: las mujeres que más lo utilizaron en un principio fueron las

que eran independientes económicamente.

Abortar con amparo legal

A lo largo de la Historia, la percepción sobre el aborto ha sido

cambiante: los griegos, por ejemplo, lo tenían como parte de su política oficial,

cuenta la "Enciclopedia sobre control de la natalidad", editada en 2001 por el

historiador estadounidense Vern L. Bullough.

11 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


El aborto está criminalizado en El Salvador y las mujeres pueden ir a la

cárcel.

A finales del siglo XIX el aborto se ilegalizó en Estados Unidos; en

Noruega, quien ayudase a una mujer a abortar podía ir a la cárcel; y en Alemania

se prohibieron los abortos que no se debieran a estrictas razones médicas, recoge

la "Enciclopedia de Oxford sobre mujeres en la historia mundial".

La excepción fue la Unión Soviética, que permitió el aborto gratuito en

hospitales en 1920, aunque en 1935 José Stalin volvió a criminalizarlo.

El siguiente país en legalizar el aborto fue Islandia, en 1934.

Pero la verdadera ola liberalizadora se produjo a finales de los años 60,

con cambios legales en Estados Unidos, Europa Occidental e Israel, entre otros.

Pero las leyes del aborto han sufrido numerosos vaivenes y hoy en día

hay muchos lugares donde el aborto está prohibido, con o sin excepciones.

En América Latina hay siete países donde impera la prohibición total:

Chile, Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Surinam, Haití y El Salvador.

• "Murió con el feto adentro porque la ley contra el aborto no nos

permitió darle el tratamiento contra su cáncer"

• Aborto en El Salvador: "Si esta fuera mi mujer, yo ya le hubiera

volado la cabeza"

En América Latina, las mujeres ya podían heredar y ser propietarias a

comienzos del siglo XX, pero en la mayoría de países no podían administrar sus

bienes si estaban casadas

12 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


Administrar sus propios bienes en el matrimonio

La posibilidad de heredar, poner una demanda judicial o participar en

contratos no estuvieron siempre al alcance de las mujeres.

En Estados Unidos, por ejemplo, estos derechos se concedieron por

primera vez con la aprobación en Nueva York de la Ley de Propiedad de las

Mujeres Casadas.

En América Latina, aunque las mujeres ya podían heredar y ser

propietarias a principios del siglo XX, en la mayoría de países no podían

administrar sus propios bienes si estaban casadas.

De hecho, en algunos países las mujeres adquirieron antes el derecho a

votar que el derecho a controlar sus asuntos económicos.

Hace 100 años, las mujeres latinoamericanas no podían administrar sus

propios bienes si estaban casadas.

"Las mujeres solteras tenían los mismos derechos de propiedad que los

hombres", le explica a BBC Mundo Carmen Diana Deere, profesora emérita del

Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida.

En América Latina, los primeros en garantizar el derecho a manejar sus

bienes fueron Costa Rica (1887), El Salvador (1902) y Nicaragua (1904), y el último

fue Guatemala, en 1986, según el libro "Empowering Women: Land and Property

Rights in Latin America" (Empoderando a las mujeres: tierra y derecho de

propiedad en América Latina), de Deere y Magdalena León de Leal.

Pero a pesar de los avances, las mujeres casadas se mantuvieron

largamente en una situación de supeditación a sus maridos durante décadas.

13 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


En Colombia, por ejemplo, hasta 1974 el marido todavía tenía la

potestad de determinar unilateralmente el lugar de residencia del matrimonio.

La potestad marital, o derechos del marido sobre la persona y

propiedades de la mujer, se mantuvo en algunos países latinoamericanos, como

Ecuador, hasta 1970.

Ejercer el derecho a la planificación familiar

La Iglesia católica empezó a condenar rutinariamente cualquier práctica

que interfiriera con la concepción durante la Edad Media.

En 1484 el papa Inocencio VIII incluyó la contracepción entre las

actividades propias de las brujas, cuya persecución autorizó mediante la bula

Summis desiderantes affectibus.

Aunque la existencia y utilización de métodos anticonceptivos se

remonta a tiempos antiguos, su situación legal ha ido variando.

En Estados Unidos, por ejemplo, la contracepción fue legal durante la

mayor parte del siglo XIX, pero en 1873 el Congreso ilegalizó la circulación de

anticonceptivos a nivel federal.

En la década de 1960, 30 estados todavía tienen leyes que restringen la

venta e incluso la publicidad de métodos anticonceptivos.

La hostilidad de algunos gobiernos a los métodos anticonceptivos se

plasmó en numerosos ejemplos como el de Argentina, donde la Junta Militar que

estuvo en el poder desde 1976 a 1983 prohibió por decreto cualquier práctica de

control de natalidad.

Margaret Sanger (1883 - 1966) fue una reformista estadounidense que

fundó el movimiento por el control de la natalidad.

14 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


En EE.UU., los esfuerzos de activistas como Margaret Sanger

terminaron garantizando el derecho de las mujeres a la planificación familiar.

Y el desarrollo de la píldora, promovida en sus inicios por la misma

Sanger, amplió notablemente la disponibilidad de anticonceptivos en países

occidentales a partir de 1960.

Pero no todos la recibieron con los brazos abiertos. En Francia, la

píldora no se comercializó hasta la aprobación de la Ley Neuwirth, en 1967, que

encontró una oposición feroz de algunos sectores.

En las décadas siguientes, la investigación científica continuó

aumentando el abanico de métodos disponibles.

En América Latina, por su parte, estos avances médicos, así como las

preocupaciones por el rápido crecimiento de la natalidad y su impacto sobre los

recursos, provocaron un importante cambio de políticas.

Así, como explica Naciones Unidas, "la mayor parte de los gobiernos de

América Latina y el Caribe han facilitado anticonceptivos desde inicios de la

década de 1970".

15 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


IGUALDAD DE GÉNERO EN LA RELIGIÓN

En Unorthodox, una miniserie de gran éxito, la protagonista Esty

reproduce la historia real de Deborah Feldman, una joven esposa jasídica en

matrimonio concertado que lucha por encontrar su identidad en un entramado de

reglas y prácticas religiosas, marcadamente patriarcales, en las que su

individualidad y autodeterminación se hacen invisibles por la fuerza de la gravedad

del dogmatismo y androcentrismo religioso. Se escapa de la comunidad jasídica

Satmar en Williamsburg, Nueva York, y viaja a Berlín en búsqueda de sí misma y

de su madre, que la había abandonado cuando ella era pequeña. La protagonista

16 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


encuentra un grupo de amigos en Berlín que le preguntan: ¿Por qué te marchaste?

Ella contesta: “Dios esperaba demasiado de mi”.

La serie, inspirada en el libro Unorthodox: The Scandalous Rejection of

My Hasidic Roots, nos muestra una mujer rota al avenirse a los mecanismos de

control religiosos que la orientan exclusivamente a la reproducción y al cuidado de

la familia; la condenan a la ignorancia excluyéndola de la educación; y le imponen

unos ritos que invisibilizan su feminidad (rapado del cabello y ropas holgadas). La

construcción de los capítulos introduce al espectador en una serie de prácticas,

creencias, rituales y preceptos morales en los que la mujer aparece subordinada

no sólo dentro del ámbito religioso (un rabino decide si la recién casada ha perdido

la virginidad como está prescrito) sino también en la esfera social (Esty debe

relacionarse exclusivamente con otras mujeres de su comunidad), económica (en

palabras de la protagonista al llegar a Berlín: “no tengo dinero, no tengo

educación”) y cultural (sin acceso a estudios superiores ni a la lectura y con la

obligatoriedad del yiddish en lugar del inglés). Escapa lejos no solo porque Dios

espera demasiado de ella sino porque la comunidad también espera de ella que

cumpla con un rol “natural” de esposa y madre, y minimice cualquier nota

disonante e individual. Tanto la religión como el grupo religioso le acarrea tal

sufrimiento y culpabilidad que no puede decirse que la religión facilite el ejercicio

de derechos tan fundamentales, en su condición de persona y mujer, como el

derecho a la identidad, a la autonomía, a la libertad de expresión, a la igualdad de

género, a los derechos reproductivos, etc. La serie abre numerosos interrogantes:

¿Es común en las religiones un sistema patriarcal que margina, discrimina y

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enmudece a las mujeres? ¿Es la religión o el derecho de libertad religiosa lo que

oprime al mundo femenino? ¿Son compatibles los derechos de la mujer con la

libertad religiosa?

PATRIARCADO Y RELIGIÓN

Mucho se ha escrito sobre el papel de las religiones monoteístas en la

institucionalización del patriarcado (Tamayo, 2012). El feminismo nos ha ofrecido

una profunda reflexión sobre el sometimiento histórico de la mujer, poniendo

énfasis en la misoginia de las religiones y en las formas sutiles en las que estas

han sometido a las mujeres mediante la aceptación por parte de ellas de roles

generados tradicionalmente por el paradigma de una masculinidad hegemónica,

cuyos presupuestos las mujeres creyentes han interiorizado como normales (Díez,

2002). La “palabra de Dios”, que no “de Diosa”, ha colocado a la mujer en un

estado de subordinación al hombre y marginal en la comunidad. Küng explica que

la tradición cristiana ha excluido a la mujer porque “por ella entró el pecado en el

mundo; porque fue creada como segunda; porque no fue creada a imagen de Dios;

porque no es miembro pleno de la Iglesia; por el tabú de la menstruación” (Küng,

2012). Rita Gross trazó un panorama de las religiones del mundo desde el

predominio institucionalizado masculino hasta una relativa inclusión del poder

femenino con el siguiente orden: judaísmo, confucionismo, islam, hinduismo,

cristianismo, budismo y taoísmo. Si bien la cultura patriarcal es la dominante hoy

en la mayoría de las religiones, la antropóloga Merlin Stone en When God was a

woman, demostró que en sociedades matrilineales las grandes diosas

representaban una ginecocracia custodiada por sacerdotisas que administraban la

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actividad económica. En muchas culturas antiguas la mística de la feminidad,

encarnada en múltiples diosas en distintas partes del mundo (Saravasti en la India,

Brigit en Irlanda, Isis, Nut y Hathor en Egipto, Vesta en Roma, etc…), nos

recuerdan en palabras de Wise “que Europa fue una vez gobernada por una

religión igualitaria matriarcal” (Wise, 1997, Mirón, 1998). Sin embargo, las deidades

masculinas fueron desplazando a las diosas-madres de la fertilidad cuyo culto y

poder fueron desapareciendo progresivamente al tiempo que las religiones

monoteístas institucionalizaron un dios patriarcal. Una visión amplia de la historia

nos enseña que la religión, como conjunto de creencias, no es en sí misma

desigualitaria y patriarcal, sino que una cultura androcéntrica permeó las religiones

matriarcales arrastrando a la invisibilidad a la mujer. Por lo tanto, las religiones

organizadas actualmente como espacios de masculinidad pueden cambiar, mutar,

como cualquier constructo social susceptible al impacto profundo y equitativo del

feminismo.

RELIGIÓN, CULTURA Y LIBERTAD RELIGIOSA

Al igual que patriarcado y religión aparecen con frecuencia tan unidos

que llegan a confundirse, la religión y la cultura están estrechamente relacionadas

y son difíciles de separar. Patrones culturales y prácticas religiosas justifican

lamentablemente discriminaciones contra la mujer en muchos países. Así lo

señalaba hace casi veinte años el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la

libertad de religión y de creencias, Abdelfattah Amor: “las discriminaciones basadas

en el sexo tienen su fundamento en prácticas culturales o religiosas”

(E/CN.4/2002/73/Add.2). A pesar de la tendencia natural a valorar conjuntamente

normas religiosas y prácticas culturales, es relevante señalar que la teología

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feminista ha realizado una gran labor en el discernimiento de uno y otro concepto a

fin de impulsar reformas en la organización interna de las confesiones y promover

los derechos de la mujer en el interior de las comunidades religiosas. En todo caso,

prácticas nocivas con origen religioso y/o cultural como la mutilación genital

femenina, delitos por motivos de honor, “la prostitución sagrada” forzada, la quema

y otras formas de maltrato a las viudas, el matrimonio forzoso y numerosas

vulneraciones de derechos humanos no pueden ser justificadas al amparo del

derecho a la libertad religiosa, aunque fuesen validadas por Estados confesionales

o por instituciones religiosas en nombre de la religión. Cuando Asma Jahangir,

Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la libertad de religión y de creencias

apuntaba en 2010 que “no puede considerarse tabú exigir que los derechos de la

mujer primen sobre las creencias intolerantes que se aducen para justificar la

discriminación por motivos de género” (A/65/207, párr. 69), quería decir que los

derechos de la mujer priman naturalmente sobre la religión y las creencias porque

las creencias no son sujetos titulares de derechos. La protección de los derechos

humanos no se atribuye directamente a las normas religiosas, sino a los seres

humanos como titulares de derechos en tanto que agentes que poseen, profesan y

desarrollan las creencias religiosas. El derecho de libertad de religión o de

creencias tiene la finalidad de proteger a los creyentes y no a las creencias, es

decir, desde la perspectiva de los derechos humanos no puede concederse

reconocimiento jurídico al contenido particular (doctrinas, prácticas o sistemas de

valores) de las religiones y las creencias. En consecuencia, en nombre de la

religión no pueden limitarse, ni por supuesto violar o menoscabar, los derechos de

la mujer. No obstante, no se puede olvidar que para muchas personas las

20 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


convicciones religiosas forman parte de su identidad personal y comunitaria y por

este motivo, el derecho de libertad de religión y de creencias sirve para respetar y

proteger esta realidad interna de presiones externas, así como su exteriorización

mediante las consiguientes prácticas y con los límites establecidos por la ley. Una

vez apuntada la diferencia entre religión y libertad religiosa, la siguiente cuestión es

mucho más compleja: ¿Cuál es la relación entre los derechos de la mujer,

específicamente la igualdad entre mujeres y hombres, y la libertad religiosa?

¿Tiene uno de estos derechos preferencia sobre el otro? ¿Cuáles serían los

principales conflictos y sinergias?

HACIA UN ENFOQUE HOLÍSTICO

La complejidad de la relación entre estos dos derechos y de los

conflictos derivados de la confluencia de la libertad religiosa y de los derechos de

la mujer ha llevado a considerar que las dos normas de derechos humanos son

antagónicas y excluyentes, como si de un juego de suma cero se tratase: un

avance para uno de los derechos significa un retroceso para el otro. Por ejemplo,

existen leyes confesionales sobre el estado civil de las personas, aplicadas por

Estados que abiertamente discriminan a la mujer (repudio unilateral por parte del

marido o derechos de custodia y herencia a favor del hombre) y leyes para la

igualdad de género, como la prohibición de determinados símbolos que induzcan a

la inferioridad de la mujer, que restringen la libertad religiosa de la mujer a expresar

su identidad como creyente. El aparente antagonismo demanda otra aproximación

que resalte las sinergias entre los dos derechos en lugar de dar por sentado el

conflicto.

21 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


En primer lugar, es necesario recordar que en la Conferencia Mundial de

Derechos Humanos de Viena en 1993 se afirmaba que “todos los derechos

humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados

entre sí”, de manera que todos los derechos humanos deben tratarse de forma

global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el

mismo peso. Por lo tanto, no existe una jerarquía entre estos dos derechos sino

una relación en pie de igualdad que demanda una ponderación contextualizada del

alcance de ambos derechos en caso de colisión.

En segundo lugar, las interpretaciones antagonistas entre los dos

derechos en ocasiones están basadas en estereotipos de género y en estereotipos

religiosos. En cuanto a los estereotipos de género, la eliminación de la

discriminación contra la mujer necesita de la eliminación de los patrones de

comportamiento que reflejan prejuicios basados en la inferioridad de la mujer. El

artículo 5a de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de

discriminación contra la mujer obliga a los Estados partes a adoptar todas las

medidas apropiadas para “modificar los patrones socioculturales de conducta de

hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las

prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea

de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones

estereotipadas de hombres y mujeres”. La Convención no demanda ninguna

intervención en las religiones en sí mismas, ni menos aún una modificación de las

creencias religiosas de las personas, sino una intervención para eliminar los

22 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


prejuicios y las prácticas consuetudinarias que reflejan una función estereotipada

de la mujer. Una herramienta son los programas educativos y otra, la persuasión

internacional para que los Estados (por ejemplo, Argelia, Egipto, India o Israel) que

han presentado reservas a los tratados internacionales para proteger los derechos

que promueven la igualdad entre los géneros las retiren. Por lo que se refiere a los

estereotipos religiosos, muchos activistas de los derechos de la mujer tratan las

prácticas religiosas como impedimentos para el desarrollo de una sociedad sin

discriminación, sin hacer justicia a muchas mujeres creyentes que manifiestan su

identidad personal mediante símbolos religiosos como el uso del velo. Habrá que

incorporar a las acciones y programas para la igualdad de género un enfoque

acerca del pluralismo religioso y la perspectiva de género a las políticas diseñadas

para proteger la libertad de religión.

Por último, al encontrarnos con una colisión entre los dos derechos

mencionados disponemos de algunos criterios que orientan la ponderación entre el

contenido de los derechos de la mujer y el de libertad religiosa. Uno de ellos es la

no aceptación de la violencia física o psíquica, directa o indirecta para justificar el

ejercicio de la libertad religiosa. La Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia

Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995 indicó que los Estados deben

condenar la violencia contra la mujer y refrenarse de invocar cualquier tradición o

argumento religioso para evitar sus obligaciones con respecto a la Declaración de

la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Otro criterio es el análisis cauteloso y

contextualizado de los límites impuestos a la manifestación de la libertad religiosa

en los textos internacionales de derechos humanos y en nuestro ordenamiento

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jurídico: la salvaguarda de la seguridad, de la salud y de la moralidad pública, todo

ellos “elementos constitutivos del orden público protegido por la Ley en el ámbito

de una sociedad democrática” (artículo 3.1 de la Ley Orgánica de Libertad

Religiosa). La jurisprudencia muestra casos en los que se ha concluido que el

ejerciente del derecho de libertad religiosa atenta contra el derecho a la integridad

moral de la mujer (Sentencia del Juzgado de lo Penal de Barcelona, Sentencia de

12 de enero de 2004, caso del Imán de Fuengirola) y casos en los que la libertad

de expresión y religiosa prevalecen sobre un posible delito de odio por razón de

género (Auto del Juzgado de Instrucción número 6 de Alcalá de Henares de 10 de

julio de 2012, caso del obispo de Alcalá de Henares).

Finalmente queda por señalar un ámbito en el que la tensión entre los

dos derechos requiere un fino análisis jurídico y una mirada desde la antropología

jurídica. Es el ámbito de la dimensión colectiva o institucional de la libertad

religiosa. El derecho protege la autonomía interna de las confesiones porque la

infraestructura institucional es importante para la supervivencia del colectivo y para

la protección de la identidad religiosa de los creyentes. ¿Qué ocurre cuando la

identidad personal de una creyente disiente de la identidad colectiva y de las

normas de la comunidad religiosa como se muestra en la serie Unorthodox?

Evocando las palabras de la protagonista, no se puede entrar en lo que Dios

espera de nosotros, pero sí en lo que nosotros esperamos del Estado y de los

textos de derechos humanos. Del Estado esperamos protección frente a cualquier

coacción en el interior de las comunidades y de los derechos humanos cabe

esperar una valoración de los límites de los derechos humanos acorde con el

24 Iván Evangelista Sebastián Valladares Ander Serrano


progreso de la sociedad pluralista en la que vivimos. Quizás el concepto abierto de

moral pública, que actúa como límite a la manifestación de la identidad religiosa,

llegue a incluir el principio de igualdad entre mujeres y hombres con tal fuerza que

la paridad de géneros sea aceptada en el interior de las confesiones como parte

del devenir natural de la evolución y de la interpretación de las fuentes religiosas.

Quizás las voces de las mujeres pensantes del imaginario poético de Adrianne

Rich sean de gran ayuda para visibilizar los “monstruos” de la libertad religiosa,

impulsen su transformación y las tensiones sean integradas paulatinamente de una

manera holística.

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Igualdad de
oportunidades

Derecho a la
educación

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Libro ejemplar

Una figura ejemplar

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Religión sin
discriminacion

Oportunidades

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Violencia-2022

Violencia de genero Violencia domestica Victimas totales


Victimas 32644 8151 40795
Personas condenadas 3,4 36161 7022 43183
Personas denunciadas 33209 6813 40022
Conclusión

Nuestra conclusión es que no se va ha poder alcanzar la igualdad de

género hasta que no se prohíban las religiones que castiguen a las mujeres por

enseñar el pelo y siendo castigadas con la muerte religiones que ven a mujeres

como objetos y que permitan el adulterio haciendo que un esposos pueda tener 7

esposas tratándolas como si fuesen figuras de acción.

Pensamos que aunque los hombres y las mujeres no tengamos las

mismas capacidades todo el mundo debería poder tener acceso al oficio que

quiere mientras que se lo merezca que aunque un hombre sea más capacidad

para ir a la obra que una mujer también tenga acceso a ello si ella quiere.

En el tema de adultos vemos muy difícil que haya igualdad de género

porque van ha seguir transmitiendo lo que les enseñaron a ellos creemos que tiene

que haber mucha concienciación desde pequeños ellos teniendo una trata con

psicólogos que les hagan ver esto sin que los conocimientos de sus padres les

adoctrinen con creencias negativas cosas como que seguimos viendo ha dia de

hoy con tiendas de juguetes con pasillos distinguidos según el género con el de

chica lleno de rosa y el de chicos lleno de azul.

si se normaliza que a un chico le guste una muñeca y a una chica un

dinosaurio nos actualizaremos como sociedad mientras que no se cambie esto de

raiz no llegaremos a alcanzar la igualdad de género.

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Bibliografía
https://www.observatorioreligion.es/revista/articulo
derechos_de_las_mujeres_y_libertad_religiosa___irreconciliables_/index.html

Eugenia Relaño Pastor observatorio del plurarismo religioso de españa

11 DE MARZO DE 2021

https://www.bbc.com/mundo/noticias-38007110

Antía Castedo
BBC Mundo
7cosas que las mujeres no podían hacer hace 100 años

24 noviembre 2016

https://www.unicef.org/lac/igualdad-de-genero

https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:b59c1fb7-30c6-4917-96be-
f6a8d7eef619/guia-de-actividades-de-igualdad.pdf

https://www.unesco.org/es/gender-equality/education

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