Alvert Einstein
Alvert Einstein
Alvert Einstein
Paralelo: 9 "C"
Albert Einstein
Biografía
Infancia
Nació en la ciudad alemana de Ulm, cien kilómetros al este de Stuttgart, en el seno de
una familia judía. Sus padres fueron Hermann Einstein y Pauline Koch. Hermann y
Pauline se habían casado en 1876, cuando Hermann tenía casi veintinueve años y ella
dieciocho.14 La familia de Pauline vivía cerca de Stuttgart, concretamente en la ciudad
de Cannstatt; allí su padre, Julius Koch, explotaba con su hermano Heinrich un
comercio muy próspero de cereales. Pauline tocaba el piano y le transmitió a su hijo su
amor por la música, entre otras cualidades como su "perseverancia y paciencia".15 De
su padre, Hermann, también heredó ciertos caracteres como la generosidad y la
amabilidad que caracterizaron a Albert.14En 1880 la familia se mudó a Múnich, donde
se criaría durante catorce años, y su padre y el hermano de este, Jakob, quien influyó
intelectualmente sobre Albert, fundaron en octubre una empresa dedicada a la
instalación de agua y gas. Como el negocio marchaba bien, con el apoyo de toda la
familia decidieron abrir un taller propio de aparatos eléctricos (Elektrotechnische
Fabrik J. Einstein & Cie.), que suministraban a centrales eléctricas en Múnich-
Schwabing, Varese y Susa en Italia, la que fracasaría tras endeudar a toda la familia.
Esto causó un trauma no solo a Albert sino también al resto de la familia. A fin de
saldar las deudas y financiar el traslado, el querido jardín de la casa de Múnich fue
vendido a un promotor inmobiliario.14Desde sus comienzos, demostró cierta dificultad
para expresarse, pues no empezó a hablar hasta la edad de tres años, por lo que
aparentaba poseer algún retardo que le provocaría algunos problemas. Al contrario
que su hermana menor, Maya, que era más vivaracha y alegre, Albert era paciente y
metódico y no le gustaba exhibirse. Solía evitar la compañía de otros infantes de su
edad y a pesar de que, como niños, también tenían de vez en cuando sus diferencias,
únicamente admitía a su hermana en sus soledades. Cursó sus estudios primarios en
una escuela católica; desde 1888 asistió al instituto de segunda enseñanza Luitpold
(que en 1965 recibiría el nombre de Gymasium Albert Einstein). Sacó buenas notas en
general, no tanto en las asignaturas de idiomas, pero excelentes en las de ciencias
naturales. Los libros de divulgación científica de Aaron Bernstein marcaron su interés y
su futura carrera. Fue un período difícil que sobrellevaría gracias a las clases de violín
(a partir de 1884) que le daría su madre (instrumento que le apasionaba y que
continuó tocando el resto de sus días)16 y a la introducción al álgebra que le
descubriría su tío Jakob.17 Su paso por el Gymnasium (instituto de bachillerato), sin
embargo, no fue muy gratificante: la rigidez y la disciplina militar de los institutos de
secundaria de la época de Otto von Bismarck le granjearon no pocas polémicas con los
profesores: en el Luitpold Gymnasium las cosas llegaron a un punto crítico en 1894,
cuando Einstein tenía quince años. Un nuevo profesor, el Dr. Joseph Degenhart, le dijo
que «nunca conseguiría nada en la vida». Cuando Einstein le respondió que «no había
cometido ningún delito», el profesor le respondió: «tu sola presencia aquí mina el
respeto que me debe la clase».18Su tío, Jakob Einstein, un ingeniero con gran
inventiva e ideas, convenció al padre de Albert para que construyese una casa con un
taller, en donde llevarían a cabo nuevos proyectos y experimentos tecnológicos de la
época a modo de obtener unos beneficios, pero, debido a que los aparatos y artilugios
que afinaban y fabricaban eran productos para el futuro, en el presente carecían de
compradores y el negoció fracasó. El pequeño Albert, se crio motivado por las
investigaciones que se realizaban en el taller y todos los aparatos que allí había.
Además, su tío incentivó sus inquietudes científicas proporcionándole libros de ciencia.
Según relata el propio Einstein en su autobiografía, de la lectura de estos libros de
divulgación científica nacería un constante cuestionamiento de las afirmaciones de la
religión; un librepensamiento decidido que fue asociado a otras formas de rechazo
hacia el Estado y la autoridad. Un escepticismo poco común en aquella época, a decir
del propio Einstein. El colegio no lo motivaba, y aunque era excelente en matemáticas
y física, no se interesaba por las demás asignaturas. A los quince años, sin tutor ni guía,
emprendió el estudio del cálculo infinitesimal. La idea, claramente infundada, de que
era un mal estudiante proviene de los primeros biógrafos que escribieron sobre
Einstein, que confundieron el sistema de calificación escolar de Suiza (un 6 en Suiza es
la mejor calificación) con el alemán (un 6 es la peor nota).19En 1894, la compañía
Hermann sufría importantes dificultades económicas y los Einstein se mudaron de
Múnich a Pavía (concretamente al Palazzo Cornazzani),20 en Italia, cerca de Milán.
Albert permaneció en Múnich para terminar sus cursos antes de reunirse con su
familia en Pavía, pero la separación duró poco tiempo: antes de obtener su título de
bachiller decidió abandonar el Gymnasium. Sin consultarlo con sus padres, Albert se
puso en contacto con un médico (el hermano mayor de Max Talmud, un estudiante de
medicina que iba todos los viernes a comer a la casa de los padres de Einstein) para
que certificara que padecía de agotamiento y necesitaba un tiempo sin asistir a la
escuela, y convenció a un profesor para que certificara su excelencia en el campo de
las matemáticas. Las autoridades de la escuela le dejaron ir. Justo después de las
Navidades de 1894, Albert abandonó Múnich y se fue a Milán para reunirse con sus
padres.18
Juventud
Así, la familia Einstein intentó matricular a Albert en la Escuela Politécnica Federal de
Zúrich pero, al no tener el título de bachiller, tuvo que presentarse a una prueba de
acceso que suspendió a causa de una calificación deficiente en una asignatura de
letras. Esto supuso que fuera rechazado inicialmente, pero el director del centro,
impresionado por sus resultados en ciencias, le aconsejó que continuara sus estudios
de bachiller y que obtuviera el título que le daría acceso directo al Politécnico. Su
familia lo envió a Aarau para terminar sus estudios secundarios en la escuela cantonal
de Argovia, a unos 50 km al oeste de Zúrich, donde Einstein obtuvo el título de
bachiller alemán en 1896, a la edad de dieciséis años. Ese mismo año renunció a su
ciudadanía alemana, presuntamente para evitar el servicio militar, pasando a ser un
apátrida. Inició los trámites para naturalizarse suizo. A fines de 1896, a la edad de
diecisiete años, Einstein ingresó en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza),
probablemente el centro más importante de la Europa central para estudiar ciencias
fuera de Alemania, matriculándose en la Escuela de orientación matemática y
científica, con la idea de estudiar física.18Durante sus años en la políticamente
vibrante Zúrich, descubrió la obra de diversos filósofos: Henri Poincaré, Baruch
Spinoza, David Hume, Immanuel Kant, Karl Marx y Ernst Mach. También tomó contacto
con el movimiento socialista a través de Friedrich Adler y con cierto pensamiento
inconformista y revolucionario en el que mucho tuvo que ver su amigo de toda la vida
Michele Besso. En octubre de 1896, conoció a Mileva Marić, una compañera de clase
serbia, de talante feminista y radical, de la que se enamoró. En 1900, Albert y Mileva
se graduaron en el Politécnico de Zúrich y en 1901, a la edad de veintidós años,
consiguió la ciudadanía suiza. Durante este período discutía sus ideas científicas con un
grupo de amigos cercanos, incluyendo a Mileva, con la cual tuvo en secreto una hija en
enero de 1902, llamada Lieserl. Al día de hoy nadie sabe qué fue de la niña,
asumiéndose que fue adoptada en la Serbia natal de Mileva, después de que ambos
contrajeran matrimonio, el 6 de enero de 1903, en la ciudad de Berna. No obstante,
esta teoría difícilmente puede demostrarse, ya que solo se dispone de pruebas
circunstanciales. Los padres de Einstein siempre se opusieron al matrimonio, hasta que
en 1902 su padre cayó enfermo de muerte y consintió. Mas su madre nunca se resignó
al mismo.2122Se graduó en 1900, obteniendo el diploma de profesor de matemática y
de física, pero no pudo encontrar trabajo en la Universidad, por lo que ejerció como
tutor en Winterthur, Schaffhausen y Berna. Su compañero de clase Marcel Grossmann,
un hombre que más adelante desempeñaría un papel fundamental en las matemáticas
de la relatividad general, le ofreció un empleo fijo en la Oficina Federal de la Propiedad
Intelectual de Suiza, en Berna, una oficina de patentes, donde trabajó de 1902 a
1909.23 Su personalidad le causó también problemas con el director de la Oficina,
quien le enseñó a «expresarse correctamente».En esta época, Einstein se refería con
amor a su mujer Mileva como «una persona que es mi igual y tan fuerte e
independiente como yo». Abram Joffe, en su biografía de Einstein, argumenta que
durante este periodo fue ayudado en sus investigaciones por Mileva. Esto se
contradice con otros biógrafos como Ronald W. Clark, quien afirma que Einstein y
Mileva llevaban una relación distante que le brindaba la soledad necesaria para
concentrarse en su trabajo.24En mayo de 1904, Einstein y Mileva tuvieron un hijo, al
que llamaron Hans Albert Einstein. Ese mismo año consiguió un trabajo permanente en
la Oficina de Patentes. Poco después finalizó su doctorado presentando una tesis
titulada Una nueva determinación de las dimensiones moleculares, consistente en un
trabajo de 17 folios que surgió de una conversación mantenida con Michele Besso,
mientras se tomaban una taza de té; al azucarar Einstein el suyo, le preguntó a
Besso:En 1905, redactó varios trabajos fundamentales sobre la física de pequeña y
gran escala. En el primero de ellos explicaba el movimiento browniano, en el segundo
el efecto fotoeléctrico y los dos restantes desarrollaban la relatividad especial y la
equivalencia masa-energía. El primero de ellos le valió el grado de doctor por la
Universidad de Zúrich en 1906, y su trabajo sobre el efecto fotoeléctrico le haría
merecedor del Premio Nobel de Física en 1921, por sus trabajos sobre el movimiento
browniano y su interpretación sobre el efecto fotoeléctrico. Estos artículos fueron
enviados a la revista Annalen der Physik y son conocidos generalmente como los
artículos del annus mirabilis («año milagroso»).25
Madurez
En 1908, a la edad de veintinueve años, fue contratado en la Universidad de Berna,
Suiza, como profesor y conferenciante (privatdozent). Einstein y Mileva tuvieron un
nuevo hijo, Eduard, nacido el 28 de julio de 1910. Poco después la familia se mudó a
Praga, donde Einstein obtuvo la plaza de professor de física teórica, el equivalente a
catedrático, en la Universidad Alemana de Praga, debiendo adoptar la nacionalidad
austríaca para poder acceder al cargo.26 En esta época trabajó estrechamente con
Marcel Grossmann y Otto Stern. También comenzó a llamar al tiempo matemático
«cuarta dimensión».27En 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial, fue elegido
miembro de la Academia Prusiana de Ciencias. Estableció su residencia en Berlín,
donde permaneció durante diecisiete años. El emperador Guillermo le invitó a dirigir la
sección de Física del Instituto Kaiser Wilhelm de Física.28El 14 de febrero de 1919, a la
edad de treinta y nueve años, se divorció de Mileva, después de un matrimonio de
dieciséis años, y algunos meses después, el 2 de junio de 1919, se casó con una prima
suya, Elsa Loewenthal, cuyo apellido de soltera era Einstein; Loewenthal era el apellido
de su primer marido, Max Loewenthal. Elsa era tres años mayor que él y le había
estado cuidando tras sufrir un fuerte estado de agotamiento. Einstein y Elsa no
tuvieron hijos.El destino de la hija de Albert y Mileva, Lieserl, nacida antes de que sus
padres se casaran o encontraran trabajo, es desconocido. De sus dos hijos, el primero,
Hans Albert, se mudó a California, donde llegó a ser profesor universitario, aunque con
poca interacción con su padre; el segundo, Eduard, sufría esquizofrenia y fue internado
en 1932 en una institución para tratamiento de enfermedades mentales en Zúrich. Fue
el primero de muchos ingresos. Einstein quería llevar a su hijo enfermo a Princeton,
pero la embajada de Estados Unidos no lo admitió por sus malos antecedentes. Eduard
falleció en el centro psiquiátrico en 1965.29En Berlín en los años 1920, la fama de
Einstein despertaba acaloradas discusiones. En los diarios conservadores se podían
leer editoriales que atacaban su teoría. Se convocaban conferencias-espectáculo
tratando de argumentar lo disparatada que resultaba la teoría especial de la
relatividad. Incluso se le atacaba, en forma velada, no abiertamente, por su condición
de judío. Su nombre figuraba, junto al de otros intelectuales alemanes, en las listas de
personas consideradas «un peligro para el país» por el partido nazi.30 En el resto del
mundo, la teoría de la relatividad era apasionadamente debatida en conferencias
populares y textos.31En Alemania, las expresiones de odio a los judíos alcanzaron
niveles muy elevados. Varios físicos de ideología nazi, algunos tan notables como los
premios Nobel de Física Johannes Stark y Philipp Lenard, intentaron desacreditar sus
teorías.32 Otros físicos que enseñaban la teoría de la relatividad, como Werner
Heisenberg, fueron vetados en sus intentos de acceder a puestos docentes.33En 1923
visitó España, entablando relación con José Ortega y Gasset. Al desembarcar en
Barcelona, y dadas las ideas socialistas que profesaba,34 aceptó una invitación para
dar una conferencia en la sede de la CNT, donde entabló amistad con Ángel Pestaña.
Preguntó qué significaban las siglas CNT (Confederación Nacional del Trabajo), y
cuando lo comprendió, y dadas las ideas anarquistas del sindicato, propuso eliminar la
palabra "Nacional", que en Alemania tenía connotaciones violentas.35 En su visita
también conoció brevemente a Santiago Ramón y Cajal y adicionalmente recibió un
homenaje del rey Alfonso XIII de España, quien lo nombra miembro de la Real
Academia de Ciencias.36Antes del ascenso del nazismo —Adolf Hitler llegó al poder
como canciller el 30 de enero de 1933—, había dejado Alemania en diciembre de 1932
para zarpar inciertamente hacia Estados Unidos, país donde enseñó en el Institute for
Advanced Study, agregando a su nacionalidad suiza la estadounidense en 1940, a la
edad de sesenta y un años.37Antes de decidirse por el exilio estadounidense, en 1933
el gobierno de la Segunda República española ofreció a Einstein incorporarse como
investigador a la Universidad Central de Madrid. Medió en estas gestiones el entonces
embajador en el Reino Unido, Ramón Pérez de Ayala, a iniciativa del ministro Fernando
de los Ríos. Finalmente, dada la situación de inestabilidad política en Europa y el
ascenso al poder de la CEDA en España, Einstein declinó la oferta. Ante la posibilidad
de que el científico alemán aceptara el puesto, sectores de la derecha española
mostraron su malestar y hubo algunas reacciones antisemitas. El diario católico El
Debate (vinculado a la CEDA) publicó un editorial el 12 de abril (titulado Todo es
relativo) donde se refería a Einstein como "el judío"; en otro artículo del mismo
periódico se negaba que fuese una víctima de la persecución hitleriana y que su
destierro fuera forzado: «El ministro socialista se ha apresurado a ofrecerle protección.
Judaísmo y marxismo se identifican y confunden», se añadía.3940Einstein, en 1939
decide ejercer su influencia participando en cuestiones políticas que afectan al mundo.
Redacta una célebre carta a Roosevelt, para promover el proyecto atómico e impedir
que los «enemigos de la humanidad» lo hicieran antes:…puesto que dada la
mentalidad de los nazis, habrían consumado la destrucción y la esclavitud del resto del
mundo.41Durante sus últimos años, Einstein trabajó por integrar en una misma teoría
las cuatro interacciones fundamentales, tarea aún inconclusa.42
Muerte
El 16 de abril de 1955, Albert Einstein experimentó una hemorragia interna causada
por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal, que anteriormente había sido
reforzada quirúrgicamente por el doctor Rudolph Nissen en 1948. Einstein rechazó la
cirugía, diciendo: «Quiero irme cuando quiero. Es de mal gusto prolongar
artificialmente la vida. He hecho mi parte, es hora de irse. Yo lo haré con elegancia».
Murió en el Hospital de Princeton a primera hora del 18 de abril de 1955 a la edad de
setenta y seis años.43 En la mesilla quedaba el borrador del discurso por el séptimo
aniversario de la independencia de Israel, que jamás llegaría a pronunciar, y que
empezaba así: «Hoy les hablo no como ciudadano estadounidense, ni tampoco como
judío, sino como ser humano».Einstein no quiso tener un funeral rutilante, con la
asistencia de dignatarios de todo el mundo. De acuerdo con su deseo, su cuerpo fue
incinerado en la misma tarde, antes de que la mayor parte del mundo se enterara de la
noticia. En el crematorio solo hubo doce personas, entre las cuales estuvo su hijo
mayor. Sus cenizas fueron esparcidas en el río Delaware a fin de que el lugar de sus
restos no se convirtiera en objeto de mórbida veneración. Pero hubo una parte de su
cuerpo que no se quemó.Durante la autopsia, el patólogo del hospital Thomas Stoltz
Harvey44 extrajo el cerebro de Einstein para conservarlo, sin el permiso de su familia,
con la esperanza de que la neurociencia del futuro fuera capaz de descubrir lo que hizo
a Einstein ser tan inteligente. Lo conservó durante varias décadas, hasta que
finalmente lo devolvió a los laboratorios de Princeton cuando tenía más de ochenta
años. Pensaba que el cerebro de Einstein «le revelaría los secretos de su genialidad y
que así se haría famoso». Hasta ahora, el único dato científico medianamente
interesante obtenido del estudio del cerebro es que una parte de él —la parte que,
entre otras cosas, está relacionada con la capacidad matemática— es más grande que
en otros cerebros.Son recientes y escasos los estudios detallados del cerebro de
Einstein. En 1985, por ejemplo, la profesora Marian Diamond, de la Universidad de
California en Berkeley, informó de un número de células gliales (que nutren a las
neuronas) de superior calidad en áreas del hemisferio izquierdo, encargado del control
de las habilidades matemáticas. En 1999, la neurocientífica Sandra Witelson informaba
que el lóbulo parietal inferior de Einstein, un área relacionada con el razonamiento
matemático, era un 15% más ancho de lo normal. Además, halló que su cisura de
Silvio, un surco que normalmente se extiende desde la parte delantera del cerebro
hasta la parte posterior, no recorría todo el camino.
Trayectoria científica
En 1901 apareció el primer trabajo científico de Einstein: trataba de la atracción
capilar. Publicó dos trabajos en 1902 y 1903, sobre los fundamentos estadísticos de la
termodinámica, corroborando experimentalmente que la temperatura de un cuerpo se
debe a la agitación de sus moléculas, una teoría aún discutida en esa época.45
Efecto fotoeléctrico
El primero de sus artículos de 1905 se titulaba Un punto de vista heurístico sobre la
producción y transformación de luz. En él, Einstein proponía la idea de «quanto» de luz
(ahora llamados fotones) y mostraba cómo se podía utilizar este concepto para
explicar el efecto fotoeléctrico.La teoría de los cuantos de luz fue un fuerte indicio de
la dualidad onda-corpúsculo y de que los sistemas físicos pueden mostrar tanto
propiedades ondulatorias como corpusculares. Este artículo constituyó uno de los
pilares básicos de la mecánica cuántica. Una explicación completa del efecto
fotoeléctrico solamente pudo ser elaborada cuando la teoría cuántica estuvo más
avanzada. Por este trabajo, y por sus contribuciones a la física teórica, Einstein recibió
el Premio Nobel de Física de 1921.
Movimiento browniano
Su segundo artículo, titulado Sobre el movimiento requerido por la teoría cinética
molecular del calor de pequeñas partículas suspendidas en un líquido estacionario,
cubría sus estudios sobre el movimiento browniano.El artículo sobre el movimiento
browniano, el cuarto en grado de importancia, está estrechamente relacionado, con el
artículo sobre teoría molecular. Se trata de una pieza de mecánica estadística muy
elaborada, destacable por el hecho que Einstein no había oído hablar de las
mediciones de Robert Brown de la década de 1820 hasta finales de ese mismo año
(1905); así pues, escribió este artículo, titulándolo Sobre la teoría del movimiento
browniano.47El artículo explicaba el fenómeno haciendo uso de las estadísticas del
movimiento térmico de los átomos individuales que forman un fluido. El movimiento
browniano había desconcertado a la comunidad científica desde su descubrimiento
unas décadas atrás. La explicación de Einstein proporcionaba una evidencia
experimental incontestable sobre la existencia real de los átomos. El artículo también
aportaba un fuerte impulso a la mecánica estadística y a la teoría cinética de los
fluidos, dos campos que en aquella época permanecían controvertidos.Antes de este
trabajo los átomos se consideraban un concepto útil en física y química, pero al
contrario de lo que cuenta la leyenda, la mayoría de los físicos contemporáneos ya
creían en la teoría atómica y en la mecánica estadística desarrollada por Boltzmann,
Maxwell y Gibbs; además ya se habían hecho estimaciones bastante buenas de los
radios del núcleo y del número de Avogadro. El artículo de Einstein sobre el
movimiento atómico entregaba a los experimentalistas un método sencillo para contar
átomos mirando a través de un microscopio ordinario.47Wilhelm Ostwald, uno de los
líderes de la escuela antiatómica, comunicó a Arnold Sommerfeld que había sido
transformado en un creyente en los átomos por la explicación de Einstein del
movimiento browniano.
Relatividad especial
El tercer artículo de Einstein de ese año se titulaba Zur Elektrodynamik bewegter
Körper («Sobre la electrodinámica de cuerpos en movimiento»). En este artículo
Einstein introducía la teoría de la relatividad especial estudiando el movimiento de los
cuerpos y el electromagnetismo en ausencia de la fuerza de interacción gravitatoria.48
La relatividad especial resolvía los problemas abiertos por el experimento de
Michelson y Morley en el que se había demostrado que las ondas electromagnéticas
que forman la luz se movían en ausencia de un medio. La velocidad de la luz es, por lo
tanto, constante y no relativa al movimiento. Ya en 1894, George Fitzgerald había
estudiado esta cuestión demostrando que el experimento de Michelson y Morley
podía ser explicado si los cuerpos se contraen en la dirección de su movimiento. De
hecho, algunas de las ecuaciones fundamentales del artículo de Einstein habían sido
introducidas anteriormente (1903) por Hendrik Lorentz,49 físico neerlandés, dando
forma matemática a la conjetura de Fitzgerald.50Esta famosa publicación está
cuestionada como trabajo original de Einstein, debido a que en ella omitió citar toda
referencia a las ideas o conceptos desarrollados por estos autores así como los
trabajos de Poincaré. En realidad Einstein desarrollaba su teoría de una manera
totalmente diferente a estos autores deduciendo hechos experimentales a partir de
principios fundamentales y no dando una explicación fenomenológica a observaciones
desconcertantes. El mérito de Einstein estaba por lo tanto en explicar lo sucedido en el
experimento de Michelson y Morley como consecuencia final de una teoría completa y
elegante basada en principios fundamentales y no como una explicación ad-hoc o
fenomenológica de un fenómeno observado.48Su razonamiento se basó en dos
axiomas simples: En el primero reformuló el principio de simultaneidad, introducido
por Galileo Galilei siglos antes, por el que las leyes de la física deben ser invariantes
para todos los observadores que se mueven a velocidades constantes entre ellos, y el
segundo, que la velocidad de la luz es constante para cualquier observador. Este
segundo axioma, revolucionario, va más allá de las consecuencias previstas por Lorentz
o Poincaré que simplemente relataban un mecanismo para explicar el acortamiento de
uno de los brazos del experimento de Michelson y Morley. Este postulado implica que
si un destello de luz se lanza al cruzarse dos observadores en movimiento relativo,
ambos verán alejarse la luz produciendo un círculo perfecto con cada uno de ellos en
el centro. Si a ambos lados de los observadores se pusiera un detector, ninguno de los
observadores se pondría de acuerdo en qué detector se activó primero (se pierden los
conceptos de tiempo absoluto y simultaneidad).51 La teoría recibió el nombre de
«teoría especial de la relatividad» o «teoría restringida de la relatividad» para
distinguirla de la teoría de la relatividad general, que fue introducida por Einstein en
1915 y en la que se consideran los efectos de la gravedad y la aceleración.52
Equivalencia masa-energía
El cuarto artículo de aquel año se titulaba Ist die Trägheit eines Körpers von seinem
Energieinhalt abhängig y mostraba una deducción de la fórmula de la relatividad que
relaciona masa y energía. En este artículo se exponía que la variación de masa de un
objeto que emite una energía L, es:
{\frac {L}{V^{2}}}
donde V era la notación de la velocidad de la luz usada por Einstein en 1905.Esta
fórmula implica que la energía E de un cuerpo en reposo es igual a su masa m
multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado:
E=mc^{2}\,Muestra cómo una partícula con masa posee un tipo de energía, «energía
en reposo», distinta de las clásicas energía cinética y energía potencial. La relación
masa-energía se utiliza comúnmente para explicar cómo se produce la energía nuclear;
midiendo la masa de núcleos atómicos y dividiendo por el número atómico se puede
calcular la energía de enlace atrapada en los núcleos atómicos. Paralelamente, la
cantidad de energía producida en la fisión de un núcleo atómico se calcula como la
diferencia de masa entre el núcleo inicial y los productos de su desintegración,
multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado.
Relatividad general
En noviembre de 1915, Einstein presentó una serie de conferencias en la Academia
Prusiana de las Ciencias en las que describió la teoría de la relatividad general. La
última de estas charlas concluyó con la presentación de la ecuación que reemplaza a la
ley de gravedad de Isaac Newton. En esta teoría todos los observadores son
considerados equivalentes y no únicamente aquellos que se mueven con una
velocidad uniforme. La gravedad no es ya una fuerza o acción a distancia, como era en
la gravedad newtoniana, sino una consecuencia de la curvatura del espacio-tiempo. La
teoría proporcionaba las bases para el estudio de la cosmología y permitía comprender
las características esenciales del Universo, muchas de las cuales no serían descubiertas
sino con posterioridad a la muerte de Einstein.53La relatividad general fue obtenida
por Einstein a partir de razonamientos matemáticos, experimentos hipotéticos
(gedanken experiment) y rigurosa deducción matemática sin contar realmente con una
base experimental. El principio fundamental de la teoría era el denominado principio
de equivalencia. A pesar de la abstracción matemática de la teoría, las ecuaciones
permitían deducir fenómenos comprobables. El 29 de mayo de 1919, Arthur Eddington
fue capaz de medir, durante un eclipse, la desviación de la luz de una estrella al pasar
cerca del Sol, una de las predicciones de la relatividad general. Cuando se hizo pública
esta confirmación la fama de Einstein se incrementó enormemente y se consideró un
paso revolucionario en la física. Desde entonces la teoría se ha verificado en todos y
cada uno de los experimentos y verificaciones realizados hasta el momento.54A pesar
de su popularidad, o quizás precisamente por ella, la teoría contó con importantes
detractores entre la comunidad científica que no podían aceptar una física sin un
sistema de referencia absoluto.
Estadísticas de Bose-Einstein
En 1924 Einstein recibió un artículo de un joven físico indio, Satyendranath Bose,
denominado La ley de Plank y la hipótesis del cuanto de luz, describiendo a la luz como
un gas de fotones y pidiendo la ayuda de Einstein para su publicación. Einstein se dio
cuenta de que el mismo tipo de estadísticas podían aplicarse a grupos de átomos y
publicó el artículo, conjuntamente con Bose, en alemán, la lengua más importante en
física en la época. Las estadísticas de Bose-Einstein explican el comportamiento de los
tipos básicos de partículas elementales denominadas bosones.55
Debate Bohr-Einstein
Los debates Bohr-Einstein fueron una serie de disputas públicas sobre la mecánica
cuántica entre Albert Einstein y Niels Bohr. Sus debates se recuerdan por su
importancia para la filosofía de la ciencia, ya que los desacuerdos y el resultado de la
versión de Bohr de la mecánica cuántica —que se convirtió en el punto de vista
predominante— forman la raíz de la comprensión moderna de la física.56 La mayor
parte de la versión de Bohr sobre los congresos celebrados en Solvay en 1927 y en
otros lugares fue escrita por Bohr por primera vez décadas después en un artículo
titulado «Discusiones con Einstein sobre problemas epistemológicos de la física
atómica».5758 Según el artículo, la cuestión filosófica del debate era si la llamada
interpretación de Copenhague de Bohr de la mecánica cuántica, que se centraba en su
creencia de complementariedad, era válida para explicar la naturaleza.59 A pesar de
sus diferencias de opinión y de los sucesivos descubrimientos que ayudaron a
consolidar la mecánica cuántica, Bohr y Einstein mantuvieron una admiración mutua
que duraría el resto de sus vidas.6061Los debates representan uno de los puntos más
altos de la investigación científica de la primera mitad del siglo XX, porque llamaron la
atención sobre un elemento de la teoría cuántica, la no localidad cuántica, que es
fundamental para nuestra comprensión moderna del mundo físico. La opinión
generalizada de algunos físicos profesionales ha sido que Bohr salió victorioso en su
defensa de la teoría cuántica y estableció definitivamente el carácter probabilístico
fundamental de la medición cuántica.[cita requerida]
Actividad política
La causa sionista
Los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial empujaron a Einstein a
comprometerse políticamente, tomando partido. Sentía desprecio por la violencia, la
bravuconería, la agresión y la injusticia.63Originario de una familia judía asimilada,
Einstein advirtió la crecida del antisemitismo durante la Primera Guerra Mundial y
abogó parcialmente por la causa sionista.64 Einstein fue uno de los miembros más
conocidos del Partido Democrático Alemán (DDP). Entre 1921 y 1932 pronunció
diversos discursos, con el propósito de ayudar a recoger fondos para la colectividad
judía y sostener la Universidad Hebrea de Jerusalén, fundada en 1918, y como prueba
de su creciente adhesión a la causa sionista. Sin embargo, aunque estaba a favor de
que Palestina fuese un "hogar" para los judíos, tal y como afirmaba la Declaración
Balfour, estaba en contra de la creación de un Estado judío. Así, en enero de 1946, en
una declaración ante el Comité Angloamericano de Investigación que interrogó a varias
personalidades sobre la creación de un Estado judío, Einstein dijo:La idea de un Estado
(judío) no coincide con lo que siento, no puedo entender para qué es necesario. Está
vinculada a un montón de dificultades y es propia de mentes cerradas. Creo que es
mala.65Einstein abogó por un Estado binacional donde judíos y palestinos tuvieran los
mismos derechos:66 «Nosotros, esto es, judíos y árabes, debemos unirnos y llegar a
una comprensión recíproca en cuanto a las necesidades de los dos pueblos, en lo que
atañe a las directivas satisfactorias para una convivencia provechosa».67Con el auge
del nazismo en Alemania, Einstein dejó su país y decidó residir en Estados Unidos.64
Un grupo de enemigos de sus teorías en la Alemania nazi creó una asociación en su
contra, e incluso un hombre fue acusado de promover su asesinato. Además, se
publicó un libro titulado Cien autores en contra de Einstein,68 ante el cual Einstein se
limitó a decir: «¿Por qué cien? Si estuviera equivocado, bastaría con uno solo».69El
Estado de Israel se creó en 1948. Cuando Jaim Weizmann, el primer presidente de
Israel y viejo amigo de Einstein, murió en 1952, Abba Eban, embajador israelí en
Estados Unidos, le ofreció la presidencia. Einstein rechazó el ofrecimiento diciendo:
«Estoy profundamente conmovido por el ofrecimiento del Estado de Israel y a la vez
apenado y avergonzado por no poder aceptarlo. Durante toda mi vida he tratado con
cuestiones objetivas, por lo que carezco de la aptitud natural y de la experiencia para
tratar como es debido con la gente y para desempeñar funciones oficiales. Soy el más
afligido por estas circunstancias, porque mi relación con el pueblo judío se ha
convertido en mi vínculo humano más fuerte, desde que tomé plena conciencia de
nuestra precaria situación entre las naciones del mundo».
La causa socialista
En mayo de 1949, Monthly Review publicó (en Nueva York) un artículo suyo titulado
«¿Por qué el socialismo?»70 en el que reflexiona sobre la historia, las conquistas y las
consecuencias de la «anarquía económica de la sociedad capitalista», artículo que hoy
sigue teniendo vigencia. Una parte muy citada del mismo habla del papel de los
medios privados en relación con las posibilidades democráticas de los países:La
anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la
verdadera fuente del mal. […]El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos,
en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo
tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de
producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso
es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con
eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto
es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los
partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los
capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al
electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de
hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la
población. […]Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos
graves males, el establecimiento de una economía socialista, acompañado por un
sistema educativo orientado hacia metas sociales.
La causa pacifista
Albert Einstein fue un pacifista convencido. En 1914, 93 prominentes intelectuales
alemanes firmaron el Manifiesto para el mundo civilizado para apoyar al káiser y
desafiar a las «hordas de rusos aliados con mongoles y negros que pretenden atacar a
la raza blanca», justificando la invasión alemana de Bélgica; pero Einstein se negó a
firmarlo junto con otros tres intelectuales, que pretendían impulsar un
contramanifiesto, exclamando posteriormente:72Es increíble lo que Europa ha
desatado con esta locura. […]En estos momentos uno se da cuenta de lo absurda que
es la especie animal a la que pertenece.Albert Einstein.Durante la Segunda Guerra
Mundial, Einstein renunció parcialmente al pacifismo proponiendo a los Estados
Unidos que fabricasen una bomba nuclear antes que la Alemania nazi, pero advirtió
públicamente sobre los peligros de una guerra nuclear y proponía el control
internacional de dichas armas.64En 1939 se produce su más importante participación
en cuestiones mundiales. El Informe Smyth, aunque con sutiles recortes y omisiones,
narra la historia de cómo los físicos trataron, sin éxito, de interesar a la Marina y al
Ejército en el proyecto atómico. Pero la célebre carta de Einstein a Roosevelt escrita el
2 de agosto fue la que consiguió romper la rigidez de la mentalidad militar. Sin
embargo, Einstein, que siente desprecio por la violencia y las guerras, es considerado
el «padre de la bomba atómica».73 En plena Segunda Guerra Mundial apoyó una
iniciativa de Robert Oppenheimer para comenzar el programa de desarrollo de armas
nucleares conocido como Proyecto Manhattan. En su discurso pronunciado en Nueva
York, en diciembre de 1945, expuso:En la actualidad, los físicos que participaron en la
construcción del arma más tremenda y peligrosa de todos los tiempos, se ven
abrumados por un similar sentimiento de responsabilidad, por no hablar de culpa.
(…)Nosotros ayudamos a construir la nueva arma para impedir que los enemigos de la
humanidad lo hicieran antes, puesto que dada la mentalidad de los nazis habrían
consumado la destrucción y la esclavitud del resto del mundo. (…)Hay que desear que
el espíritu que impulsó a Alfred Nobel cuando creó su gran institución, el espíritu de
solidaridad y confianza, de generosidad y fraternidad entre los hombres, prevalezca en
la mente de quienes dependen las decisiones que determinarán nuestro destino. De
otra manera, la civilización quedaría condenada.Einstein: Hay que ganar la paz
(1945).74Einstein impulsó en 1955 el conocido Manifiesto Russell-Einstein, un
llamamiento a los científicos para unirse en favor de la desaparición de las armas
nucleares. Este documento sirvió de inspiración para la posterior fundación de las
Conferencias Pugwash, que en 1995 se hicieron acreedoras del Premio Nobel de la Paz.
Ética y religión
Einstein se declaró agnóstico, y en ocasiones se declaró también ateo aunque algunos
historiadores niegan este extremo.75 En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó
a Einstein si creía o no en un dios a lo que respondió: «Creo en el dios de Spinoza, que
es idéntico al orden matemático del Universo».64 Dijo que creía en el Dios «panteísta»
de Baruch Spinoza, pero no en un dios personal, una creencia que criticó.647677
Einstein distingue tres estilos que suelen entremezclarse en la práctica de la religión. El
primero está motivado por el miedo y la mala comprensión de la causalidad, por tanto,
tiende a inventar seres sobrenaturales. El segundo es social y moral, motivado por el
deseo de apoyo y amor. Ambos tienen un concepto antropomórfico de Dios. El tercero
—que Einstein considera el más maduro—, está motivado por un sentido de asombro
ante la Naturaleza.78En una carta a la Asociación Central de Ciudadanos Alemanes de
la Fe Judía, en 1920, les escribe:Ni soy ciudadano alemán, ni hay nada en mí que pueda
definirse como «fe judía». Pero soy judío y estoy orgulloso de pertenecer a la
comunidad judía, aunque no los considero en absoluto los elegidos de Dios.79Una cita
más larga de Einstein aparece en Science, Philosophy, and Religion, A Symposium
(Simposio de ciencia, filosofía y religión), publicado por la Conferencia de Ciencia,
Filosofía y Religión en su Relación con la Forma de Vida Democrática:Cuanto más
imbuido esté un hombre en la ordenada regularidad de los eventos, más firme será su
convicción de que no hay lugar —del lado de esta ordenada regularidad— para una
causa de naturaleza distinta. Para ese hombre, ni las reglas humanas ni las «reglas
divinas» existirán como causas independientes de los eventos naturales. De seguro, la
ciencia nunca podrá refutar la doctrina de un dios que interfiere en eventos naturales,
porque esa doctrina puede siempre refugiarse en que el conocimiento científico no
puede posar el pie en ese tema. Pero estoy convencido de que tal comportamiento de
parte de las personas religiosas no solamente es inadecuado sino también fatal. Una
doctrina que se mantiene no en la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un
daño incalculable al progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la
humanidad. En su lucha por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a
la doctrina de la existencia de Dios, esto es, renunciar a la fuente del miedo y la
esperanza, que en el pasado puso un gran poder en manos de los sacerdotes. En su
labor, deben apoyarse en aquellas fuerzas que son capaces de cultivar el bien, la
verdad y la belleza en la misma humanidad. Esto es de seguro, una tarea más difícil
pero incomparablemente más meritoria y admirable.En una carta fechada en marzo de
1954, que fue incluida en el libro Albert Einstein: su lado humano (en inglés), editado
por su fiel secretaria Helen Dukas y su colaborador Banesh Hoffman y publicada por
Princeton University Press, Einstein dice:Por supuesto era una mentira lo que se ha
leído acerca de mis convicciones religiosas; una mentira que es repetida
sistemáticamente. No creo en un dios personal y no lo he negado nunca sino que lo he
expresado claramente. Si hay algo en mí que pueda ser llamado religioso es la ilimitada
admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede
revelarla.La carta al filósofo Eric Gutkind, del 3 de enero de ese mismo año, subastada
en mayo de 2008,80 deja al parecer las cosas más claras. Dice Einstein:La palabra dios
para mí no es más que la expresión y producto de las debilidades humanas, la Biblia,
una colección de honorables pero aún primitivas leyendas que sin embargo son
bastante infantiles. Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, puede (para
mí) cambiar esto…También hay una carta poco conocida de Einstein, enviada a Guy H.
Raner Jr, el 2 de julio de 1945, en respuesta a un rumor de que un sacerdote jesuita lo
había convertido al cristianismo, en la cual Einstein se declara directamente ateo
(citado por Michael R. Gilmore en Skeptic Magazine, v. 5, No.2)81He recibido su carta
del 10 de junio. Nunca he hablado con un sacerdote jesuita en mi vida y estoy
asombrado por la audacia de tales mentiras sobre mí. Desde el punto de vista de un
sacerdote jesuita, soy, por supuesto, y he sido siempre un ateo.William Hermanns,
veterano superviviente de Verdún, profesor de literatura alemana, entrevistó varias
veces a Einstein, la primera en Berlín en 1930. En esa ocasión planteó la idea de una
religión cósmica, una idea a la que había hecho referencia en la conversación sobre la
realidad que había tenido con Rabindranath Tagore y que después desarrolló y tituló
«Religión y Ciencia», publicado en el New York Times en 1930. Einstein siguió
desarrollando esta idea y Herrmanns, que la consideraba compatible con las creencias
tradicionales se propuso fundar un movimiento que integrara las tradiciones judías,
cristiana, vedista, budista e islámica. Estaba dispuesto a obtener declaraciones
concisas y precisas sobre Dios. Einstein no pudo serlo más:Con respecto a Dios, no
puedo aceptar ningún concepto basado en la autoridad de la Iglesia. Desde que tengo
uso de razón me ha molestado el adoctrinamiento de las masas. No creo en el miedo a
la vida, en el miedo a la muerte, en la fe ciega. No puedo demostrar que no haya un
dios personal, pero si hablara de él, mentiría. No creo en el dios de la teología, en el
dios que premia el bien y castiga el mal. Mi dios creó las leyes que se encargan de eso.
Su universo no está gobernado por quimeras, sino por leyes inmutables.82Para
Einstein, su religión cósmica y su condición judía no guardaban relación entre sí.
Cuando se le preguntó si existía un punto de vista judío replicó:En el sentido filosófico
no hay, en mi opinión, un punto de vista específicamente judío. Para mí, el judaísmo
tiene que ver casi exclusivamente con la actitud moral en la vida y hacia la vida […] El
judaísmo no es, pues, una religión trascendental; tiene que ver como vivimos la vida y,
hasta cierto punto, con cómo la entendemos […], y nada más. Tengo dudas si se le
puede llamar religión en el sentido aceptado de la palabra, o bien considerarla no
como una "fe", sino como la santificación de la vida en el sentido suprapersonal que se
les exige a los judíos.83Einstein decía que la moral no era dictada por Dios, sino por la
humanidad:84No creo en la inmoralidad del individuo, y considero la ética una
preocupación exclusivamente humana sobre la que no hay ninguna autoridad
sobrehumana.
Algunas publicaciones
Einstein, Albert (1901) [manuscrito recibido 16 de diciembrw 1900], «Folgerungen aus
den Capillaritätserscheinungen» [Conclusions Drawn from the Phenomena of
Capillarity] (PDF), escrito en Zúrich, Suiza, Annalen der Physik (Berlín) (en alemán)
(Hoboken, NJ, publicado el 14 de marzo de 2006) 309 (3): 513-523,
Bibcode:1901AnP...309..513E, doi:10.1002/andp.19013090306 – via Wiley Online
Library.Einstein, Albert (1905a) [manuscrito recibido 18 de marzo 1905], «Über einen
die Erzeugung und Verwandlung des Lichtes betreffenden heuristischen
Gesichtspunkt» [On a Heuristic Viewpoint Concerning the Production and
Transformation of Light] (PDF), escrito en Berna, Suiza, Annalen der Physik (Berlín) (en
alemán) (Hoboken, NJ, publicado el 10 de marzo de 2006) 322 (6): 132-148,
Bibcode:1905AnP...322..132E, doi:10.1002/andp.19053220607 – via Wiley Online
Library.Einstein, Albert (1905b) [manuscrito completado 30 abril y recibido 20 de julio
1905]. «Eine neue Bestimmung der Moleküldimensionen» [A new determination of
molecular dimensions] (PDF). Escrito en Berne, Switzerland, published by Wyss
Buchdruckerei. Dissertationen Universität Zürich (PhD Thesis) (en alemán) (Zurich,
Switzerland: ETH Zúrich, publicado el 2008). doi:10.3929/ethz-a-000565688 – via ETH
Bibliothek.Einstein, Albert (1905c) [manuscrito recibido 11 de mayo 1905], «Über die
von der molekularkinetischen Theorie der Wärme geforderte Bewegung von in
ruhenden Flüssigkeiten suspendierten Teilchen» [On the Motion – Required by the
Molecular Kinetic Theory of Heat – of Small Particles Suspended in a Stationary Liquid]
(PDF), escrito en Berna, Suiza, Annalen der Physik (Berlín) (en alemán) (Hoboken, NJ,
publicado el 10 de marzo de 2006) 322 (8): 549-560, Bibcode:1905AnP...322..549E,
doi:10.1002/andp.19053220806 – via Wiley Online Library.Einstein, Albert (1905d)
[manuscrito recibido 30 de junio 1905], «Zur Elektrodynamik bewegter Körper» [On
the Electrodynamics of Moving Bodies] (PDF), escrito en Berna, Suiza, Annalen der
Physik (Berlín) (en alemán) (Hoboken, NJ, publicado el 10 de marzo de 2006) 322 (10):
891-921, Bibcode:1905AnP...322..891E, oi:10.1002/andp.19053221004 – via Wiley
Online Library.Einstein, Albert (1905e) [manuscrito recibido 27 de septiembre 1905],
«Ist die Trägheit eines Körpers von seinem Energieinhalt abhängig?» [Does the Inertia
of a Body Depend Upon Its Energy Content?] (PDF), escrito en Berna, Suiza, Annalen
der Physik (Berlín) (en alemán) (Hoboken, NJ, publicado el 10 de marzo de 2006) 323
(13): 639-641, Bibcode:1905AnP...323..639E, doi:10.1002/andp.19053231314 – via
Wiley Online Library.Einstein, Albert (1915) [manuscrito publicado 25 de noviembre
1915], «Die Feldgleichungen der Gravitation» [The Field Equations of Gravitation]
(Online page images), Königlich Preussische Akademie der Wissenschaften (en alemán)
(Berlín): 844-847 – via ECHO, Cultural Heritage Online, Max Planck Institute for the
History of Science.Einstein, Albert (1917a), «Kosmologische Betrachtungen zur
allgemeinen Relativitätstheorie» [Cosmological Considerations in the General Theory
of Relativity], Königlich Preussische Akademie der Wissenschaften, Berlín (en
alemán).Einstein, Albert (1917b), «Zur Quantentheorie der Strahlung» [On the
Quantum Mechanics of Radiation], Physikalische Zeitschrift (en alemán) 18: 121-128,
Bibcode:1917PhyZ...18..121E.Einstein, Albert (1923) [manuscrito publicado 1923, en
inglés 1967]. Grundgedanken und Probleme der Relativitätstheorie [Fundamental
Ideas and Problems of the Theory of Relativity] (PDF) (en alemán (1923) inglés (1967)).
Nobel Lectures, Physics 1901-1921. Estocolmo: Nobelprice.org (publicado el 3 de
febrero de 2015) – via Nobel Media AB 2014.Einstein, Albert (1924) [manuscrito
publicado 10 de julio 1924], «Quantentheorie des einatomigen idealen Gases»
[Quantum theory of monatomic ideal gases] (Online page images), Sitzungsberichte
der Preussischen Akademie der Wissenschaften, Physikalisch-Mathematische Klasse
(en alemán) (Múnic: Königlich Preussische Akademie der Wissenschaften, Berlín): 261-
267 – via ECHO, Cultural Heritage Online, Max Planck Institute for the History of
Science.. First of a series of papers on this topic.Einstein, Albert (12 de marzo de 1926)
[manuscrito publicado 1 de marzo 1926], «Die Ursache der Mäanderbildung der
Flußläufe und des sogenannten Baerschen Gesetzes» [On Baer's law and meanders in
the courses of rivers], escrito en Berlín, Die Naturwissenschaften (en alemán)
(Heidelberg, Germany: Springer-Verlag) 14 (11): 223-224,
Bibcode:1926NW.....14..223E, ISSN 1432-1904, doi:10.1007/BF01510300 – via
SpringerLink.Einstein, Albert (1926b), escrito en Berne, Switzerland, R. Fürth, ed.,
Investigations on the Theory of the Brownian Movement (PDF), Translated by A. D.
Cowper, USA: Dover Publications (publicado el 1956), ISBN 978-1-60796-285-4,
consultado el 4 de enero de 2015.Einstein, Albert; Podolsky, Boris; Rosen, Nathan (15
de mayo de 1935) [manuscrito recibido 25 de marzo 1935], «Can Quantum-Mechanical
Description of Physical Reality Be Considered Complete?» (PDF), Physical Review
(American Physical Society) 47 (10): 777-780, Bibcode:1935PhRv...47..777E,
doi:10.1103/PhysRev.47.777 – via APS Journals.Einstein, Albert (9 de noviembre de
1940), «On Science and Religion», Nature (Edimburgo: Macmillan Publishers Group)
146 (3706): 605-607, Bibcode:1940Natur.146..605E, ISBN 0-7073-0453-9,
doi:10.1038/146605a0.Einstein, Albert (4 de diciembre de 1948), «To the editors of the
New York Times», New York Times (Melville, New York: AIP, American Inst. of Physics),
ISBN 0-7354-0359-7, archivado desde el original el 17 de diciembre de 2007,
consultado el 31 de marzo de 2016.Einstein, Albert (mayo de 1949), «Why Socialism?
(Reprise)», Monthly Review (New York: Monthly Review Foundation, publicado el
mayo de 2009) 61 (01 (mayo)), archivado desde el original el 11 de enero de 2006,
consultado el 16 de enero de 2006 – via MonthlyReview.org.Einstein, Albert (1950),
«On the Generalized Theory of Gravitation», Scientific American CLXXXII (4): 13-17,
doi:10.1038/scientificamerican0450-13.Einstein, Albert (1954), Ideas and Opinions,
New York: Random House, ISBN 0-517-00393-7.Einstein, Albert (1969), Albert Einstein,
Hedwig und Max Born: Briefwechsel 1916-1955 (en alemán), Múnich: Nymphenburger
Verlagshandlung, ISBN 3-88682-005-X.Einstein, Albert (1979), Autobiographical Notes,
Paul Arthur Schilpp (Centennial edición), Chicago: Open Court, ISBN 0-87548-352-6..
The chasing a light beam thought experiment is described on pages 48–51.Collected
Papers: Stachel, John; Martin J. Klein; A. J. Kox; Michel Janssen; R. Schulmann; Diana
Komos Buchwald, eds. (21 de julio de 2008) [manuscrito publicado entre 1987-2006],
«The Collected Papers of Albert Einstein», Einstein's Writings (Princeton University
Press), 1-10, archivado desde el original el 17 de febrero de 2013, consultado el 31 de
marzo de 2016.. Más información sobre los volúmenes publicados se halla en la web
Einstein Papers Project y en Princeton University Press Einstein Page
Eponimia
Además de numerosas calles, plazas y ciudades de varios países del mundo, así como
distintas instituciones académicas, una amplia relación de elementos relacionados con
la ciencia llevan el nombre de Einstein en su memoria:
Química
El elemento Einstenio fue nombrado en su honor.
Matemáticas
Convenio de suma de Einstein, notación abreviada usada en álgebra tensorial.
Física
Anillo de Einstein, efecto gravitatorio sobre la luz estelar.
Espacio
Observatorio Einstein, un detector espacial de rayos X astronómicos.
Astronomía
Torre Einstein, observatorio erigido en 1924 situado en Potsdam.
Einstein, asteroide número 2001 del catálogo del Minor Planet Center.
Cruz de Einstein, cuásar afectado por el fenómenos gravitatorios que afectan a su luz.
Museo
Einsteinhaus, casa-museo localizada en Berna, dedicada al físico alemán.
Premio
Medalla Albert Einstein, reconociendo anualmente desde 1979 trabajos relacionados
con la obra de Einstein.
En la cultura popular
Albert Einstein ha sido objeto e inspiración para muchas obras de la cultura popular.En
el cumpleaños 72 de Einstein, el 14 de marzo de 1951, el fotógrafo de United Press,
Arthur Sasse, intentaba persuadirlo para que no sonriera ante la cámara, pero ese día,
al haber sonreído a los fotógrafos muchas veces, Einstein le sacó la lengua. Esta
fotografía se convirtió en una de las más populares jamás tomadas. Einstein disfrutó de
esta foto y le pidió a UPI que le diera nueve copias para uso personal, una de las cuales
firmó para un reportero. El 19 de junio de 2009, la fotografía firmada original se vendió
en una subasta por $74 324, un récord para una foto de Einstein.8586Einstein es un
modelo favorito para las representaciones de genios o científicos locos; Su rostro
expresivo y sus peinados distintivos han sido ampliamente copiados y exagerados.
Frederic Golden, de la revista Time , escribió que Einstein era "el sueño de un
dibujante hecho realidad".87El nombre de "Einstein" se ha convertido en sinónimo de
una persona extremadamente inteligente. También se puede usar sarcásticamente
cuando alguien dice lo obvio o demuestra falta de sabiduría o inteligencia.Einstein
también ha sido objeto de muchas citas que se han hecho especialmente populares en
Internet y se le han atribuido falsamente, incluida "la definición de locura".88
Véase también
Puntos de vista políticos de Albert Einstein
Efecto fotoeléctrico
Física teórica
Historia de la electricidad
Mecánica cuántica
Movimiento browniano
Onda gravitatoria
Relatividad general
Teoría de la relatividad
Referencias
Calaprice, Alice (2010). The Ultimate Quotable Einstein. Princeton NJ: Princeton
University Press, p. 340. Letter to M. Berkowitz, 25 October 1950. Einstein Archive 59-
215.
Alfonseca, Manuel (1996). Diccionario Espasa 1000 grandes científicos. Madrid: Espasa
Calpe. p. 740. ISBN 84-239-9236-5.. Pág. 171
Alfonseca, 1998.
Anders Bárány (2001). «El Premio Nobel y el fantasma de Einstein». Project Syndicate.
Einstein, Albert (2000). Mis ideas y opiniones. Barcelona: Antoni Bosch editor. pp.
167/169. ISBN 8493051632. «Nuestra deuda con el sionismo (discurso pronunciado en
Nueva York, 1938) […] En nuestra situación, una cosa debe destacarse en especial: el
pueblo judío ha contraído una deuda de gratitud con el sionismo. El movimiento
sionista ha revivido entre los judíos el sentimiento comunitario, y ha llevado a cabo un
esfuerzo que supera todas las expectativas ».
Hawking, Stephen W.; Mlodinow, Leonard (2005). Brevísima historia del tiempo.
Barcelona: Critica. pp. 183/184. ISBN 8484326373. «La segunda gran causa de Einstein
fue el sionismo […]. Su apoyo explícito a la causa sionista, sin embargo, fue reconocido
en 1952, cuando se le ofreció la presidencia de Israel ».
Frank Pellegrini. «Albert Einstein» (en inglés). Time. Archivado desde el original el 25
de noviembre de 2005.
Smith, Peter D. (2003). Jesús Domingo, ed. Einstein. v.o. inglés (2.ª edición).
Life&Times. p. 191. ISBN 84-7902-557-3.
Ibid., p XVIII.
Spizzi, Dante. «Gli Einstein a Pavia | Museo per la storia dell'Università» (en it-IT).
Consultado el 11 de febrero de 2023.
Renn, Jurgen; Schulmann, Robert (1992). Albert Einstein/Mileva Maric: “The love
letters”. Princeton: Princeton University Press.
Watson, Peter (2007). «Cap. 13: El ocaso de los héroes». Historia intelectual del siglo
XX. Barcelona: Editorial Crítica. ISBN 978-84-8432-805-6.
Mario Mucnick. Libro editado por Aleph Editores. (2011). «Oficio editor.».
The Day Albert Einstein Died: A Photographer’s Story. Revista Life. Consultado el 3 de
diciembre de 2020.
Arnau, Juan (11 de diciembre de 2020). Einstein: la luz que mide las cosas. Babelia, El
País. Consultado el 12 de diciembre de 2020. (requiere suscripción).
«Learn about Niels Bohr and the difference of opinion between Bohr and Albert
Einstein on quantum mechanics».
"Einstein and Complex Analyses of Zionism" Jewish Daily Forward, 24 de julio de 2009
Agencia EFE. Elespectador.com (10 de diciembre de 2009). «Un libro analiza las
motivaciones de los enemigos de Einstein». Archivado desde el original el 24 de
septiembre de 2015.
Stephen Hawking (2001). «El Universo en una Cáscara de Nuez. Capítulo 1.».
Isaacson, Walter (2008). Einstein: His Life and Universe. Nueva York: Simon y Schuster,
pp. 390.
Hoffmann, Banesh (1972). Albert Einstein Creator and Rebel. New York: New
American Library, p. 95. "It seems to me that the idea of a personal God is an
anthropological concept which I cannot take seriously. I feel also not able to imagine
some will or goal outside the human sphere. My views are near those of Spinoza:
admiration for the beauty of and belief in the logical simplicity of the order which we
can grasp humbly and only imperfectly."
Albert Einstein (5 de abril de 2009). «Religion and Science». New York Times (en
inglés).
Austin, Cline. «Einstein Quotes on Atheism & Freethought: Was Einstein an Atheist,
Freethinker?». About.com Religion & Spirituality (en inglés). Archivado desde el
original el 22 de octubre de 2016. Consultado el 2 de febrero de 2017.
«Photo Of Einstein Nets $74K At Auction - Boston News Story - WCVB Boston».
web.archive.org. 22 de junio de 2009. Archivado desde el original el 22 de junio de
2009. Consultado el 27 de abril de 2019.
Golden, Frederic (31 de diciembre de 1999). «Albert Einstein». Time (en inglés
estadounidense). ISSN 0040-781X. Consultado el 27 de abril de 2019.
«9 Albert Einstein Quotes That Are Completely Fake». Gizmodo Australia (en inglés).
16 de mayo de 2015. Consultado el 27 de abril de 2019.
Bibliografía
Bibliografía general
Alfonseca, Manuel (1998). Diccionario Espasa. 1000 grandes científicos. Madrid: Espasa
Calpe. ISBN 84-239-9236-5.
Dukas, Helen, y Banesh Hoffman, Albert Einstein: The Human Side (Albert Einstein, el
lado humano), Princeton University Press.
Einstein, Albert (marzo de 1996). Este es mi pueblo. Título original Dies ist mein volk.
Buenos Aires: Leviatan. ISBN 950516307X. Parámetro desconocido |isbn2= ignorado
(ayuda)
Hart, Michael H., The 100, Carol Publishing Group, 1992, ISBN 0-8065-1350-0.
Otero Carvajal, Luis Enrique: "Einstein y la revolución científica del siglo XX", Cuadernos
de Historia Contemporanéa n.º 27 (2005), ISSN 0214-400X.
Pais, Abraham, Subtle is the Lord. The Science and the Life of Albert Einstein, 1982,
ISBN 0-19-520438-7.
Parker, Barry, Einstein's Brainchild, 280 págs., 2000, Prometheus Books, ISBN 1-57392-
857-7 (en inglés)
Hawking, Stephen, Breve historia del tiempo, Planeta, 1992, ISBN 968-406-356-3.
— (2002). El Universo en una cáscara de nuez (6.ª edición). ISBN 84 8432 293 9.
Robinson, Andrew (2010). Einstein; Cien años de relatividad. Blume. ISBN 978 84 8076
882 5.
Russell, Bertrand, El ABC de la relatividad, 1925.
Schwinger, Julian (1986): Einstein's Legacy: The Unity of Space and Time. Scientific
American Library. 250 págs. Nueva York ISBN 0-7167-5011-2 (El Legado de Einstein. La
unidad del espacio y el tiempo. Prensa Científica, S.A., Biblioteca Scientific American.
250 págs. Barcelona, 1995, ISBN 84-7593-054-9)
Material digital
Byron Preiss Multimedia. (2001). Einstein y su teoría de la relatividad. "Colección
Ciencia Activa". Anaya Multimedia-Anaya Interactiva. Madrid, España. ISBN 84-415-
0247-1. (dos CD y un manual).
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein#Eponimia