DISEÑO DE INTERIORES

Estilismo Profesional en Decoración.

A lo largo del curso iremos tratando diferentes puntos para adquirir los conocimientos precisos que
nos permitan, en nuestro trato con el cliente, poder mostrar una diversidad de opciones a elegir con
la suficiente autoridad para asesorarlo sobre cuál de estas opciones son las más convenientes y
porqué .

Iremos de la mano con el cliente por las diferentes fases del proyecto.

Surgirán dudas como:

¿Cómo distribuimos este espacio?

¿Qué colores empleamos para esta habitación?

¿Cuál es la iluminación perfecta para este rincón?

Preguntas como estas y muchísimas más deberemos estar preparados y dispuestos para responder a
nuestro cliente con prontitud y solvencia, siempre siendo fieles también a nuestro saber hacer y
nuestro estilo de diseño.

Veremos a continuación que es un estilo en decoración:

Es una forma particular de decorar o ambientar un espacio a través de ciertas pautas, cierta
composición, formas, colores, muebles e incluso cierta arquitectura, que están vinculadas
generalmente a un contexto socio-cultural determinado que les da características propias.

A continuación vamos a ver los estilos de decoración más populares en todo el mundo:

- Estilo Nórdico: este estilo nació a principios del siglo XX de la mano de los países del norte de
Europa como Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Poco a poco se ha ido introduciendo en el
resto del continente hasta haberse convertido, en la actualidad, en la tendencia estrella en
interiorismo. Este estilo se ha ido depurando mucho a lo largo de las décadas para ser más
minimalista. A día de hoy, gracias a su base funcional, bella, sencilla y natural, ha conseguido
entrar en los espacios de todo el mundo.

Para conseguir un espacio de este estilo es indispensable apostar por un diseño funcional y sencillo.

Para distinguir los muebles de diseño contemporáneo de los nórdicos, siempre debes prestar
atención a los materiales usados. El estilo nórdico siempre emplea materiales naturales como la
madera con texturas y diferentes acabados superpuestos.

Su gama cromática también llama la atención: blanco, beige o tonos tierra que se mezclan con el
negro. En cuanto a los tejidos, la lana, el lino o el cuero son sus grandes protagonistas.
Las maderas que más se suelen utilizan en el estilo nórdico son el pino, el arce, el roble y en general
todas las maderas con tono claro. Para conseguir que tengan dicho tono claro también podemos
utilizar diferentes acabados o tratamientos a dichas maderas como la pintura y el barniz.

- Estilo Minimalista: este estilo nació en Estados Unidos en la década de los 60, pero no fue hasta
los 70 cuando empezó a despuntar. El término significa simplificar lo máximo que se pueda,
despojar todos los adornos para dejar las cualidades esenciales. Los muebles tienen que tener
colores muy similares al del suelo y las paredes, tonos neutros, blanco, blanco roto, grises, beige,
marrones y negros, siendo el contraste del blanco con negro uno de los principales representantes
del estilo. Es especial para aplicar en esquema tonal de colores neutros.

Con los materiales, predominan las superficies lisas, el vidrio y las piedras

- Estilo Rústico: su origen nació de la necesidad de no dejar morir lo tradicional. Desde el siglo XX
se ha ido originando en diferentes partes del mundo. Este estilo puede variar en cada país, su
objetivo es evocar las casas rurales produciendo sensación de armonía, bienestar y confort.

En los estilos rústicos hay una gran variedad de materiales naturales. Los imprescindibles son la
madera, la piedra, el barro, el mimbre y, en muchos casos, consiguen espacios llenos de armonía
gracias a materiales como la cerámica.

Si hablamos de telas, las predilectas son las naturales, el lino y el algodón.

- Estilo Bohemio: Este estilo es una corriente estética que abarca muchos estilos y tendencias que
se armonizan creando en cada espacio una explosión de libertad, felicidad y vida.

Mediante el uso de los colores, tenemos tantas posibilidades como tonos existen, siempre y cuando
estos sean cálidos y vibrantes. Descartaremos en este estilo los tonos neutros u opacos. Los tonos
rojizos, naranjas, amarillos y asociados con la tierra, son los que no pueden faltar dentro de este
estilo, ya sea aplicado a las paredes, el mobiliario, como a los detalles.

El mobiliario en el estilo bohemio prácticamente desaparece de las habitaciones. En lugar de

Los materiales naturales como la madera, el mimbre y el ratán son perfectos para crear espacios
bohemios.

- Estilo Retro o Vintage: Es una manera de evocar lo mejor de las décadas de los 30 a los 80,
donde prevalece lo clásico y lo romántico. Se utilizan colores muy claros; el blanco es el elegido en
la mayoría de los tipos de decoración relacionados con lo antiguo.

Los tonos neutros son los más característicos del estilo vintage en la decoración; por lo tanto, es
indispensable tenerlos en cuenta a la hora de seleccionar muebles como sofás o butacas. En cuanto
al color de las paredes, en función de la decoración, puedes optar por este tipo de tonos o, si quieres
conseguir un espacio que aporte amplitud, puedes animarte con el blanco.
Los materiales varían dependiendo de la época que se quiera evocar. En la mayoría de los casos, los
muebles restaurados marcan la pauta. Resulta interesante que en la decoración interior de las casas
de estilo vintage difícilmente pueden encontrarse dos iguales, ya que son piezas únicas.

- Estilo Industrial: El origen de este tipo de decoraciones radica en las industrias. La historia
cuenta que los jóvenes neoyorquinos en la década de los 50 vivían en fábricas donde abundaban
vigas, ladrillos y hormigón. Los estilos de habitaciones modernas, sobrias y urbanas son
decoraciones de tipo industrial, también conocido como estilo urbano. Los muebles que se utilizan
en los estilos de decoración de casas industriales están fabricados en hierro forjado. Se dejan ver
con un poco de óxido. También se usan maderas sin tratar y chapas. Si se dejan ver las tuberías y
cañerías, mucho mejor.

Planteamiento del problema:

Identificaremos las necesidades de nuestro cliente.

• ¿Quién, qué, cuándo, dónde, cómo y por qué?

Establecer los primeros objetivos.

• Requisitos funcionales.

• Imagen y estilo estético.

• Estímulos psicológicos y significados.

Estudiaremos los distintos elementos con los que contaremos para decorar y la
forma de combinarlo del modo más conveniente.

Pondremos un ejemplo sencillo para poder entenderlo mejor:

- Nos disponemos a trabajar un espacio (por ejemplo, un salón)

- Nuestro objetivo es conseguir un ambiente acogedor

- Los medios que poseemos para esa creación son: muebles (en adelante
hablaremos de masas para referirnos a muebles), color y luz (contaremos con la luz
natural que entra por la ventana y la luz artificial de las luminarias que pongamos
dentro del salón)

Es decir, comenzaremos estructurando un espacio por medio de masas, por medio

Las masas estarán relacionadas entre si con arreglo a un ritmo, buscando una
armonía.

Los colores estarán relacionados con la forma, tamaño, iluminación del espacio,
con las masas y con otros colores.

La luz lo ilumina todo, potenciando los elementos de iluminación y colorido.

Estos 6 elementos: espacio, masas, color, ritmo, armonía y luz van a ser el
objetivo de nuestro estudio para el planteamiento de nuestro diseño. A
continuación iremos viendo uno a uno cada uno de los elementos para entenderlos
y poder utilizarnos a nuestro favor en nuestros diseños.

Por otro lado, no daremos nuestro proceso de diseño por acabado hasta que no
validemos la efectividad de la solución adoptada para resolver el problema
planteado.