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16 Portugal

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serie antologías.

16

JOSÉ PORTUGAL CATACORA Semblanza | 1


José Portugal Catacora
21 INTELECTUALES PERUANOS DEL SIGLO XX
serie antologías.16

Materiales didácticos de apoyo a la exposición


https://bicentenario.gob.pe/exposiciones/21-intelectuales/
Lima, diciembre de 2020.

Curaduría y textos: Carlos Maza


Investigación: Anita Tavera
Producción audiovisual y web: Cristian Alarcón
Diseño gráfico: Angélica Parra
Diseño web: Pablo Chacón
Ilustración: Gino Palomino
Locución: Martha Galdós

En la composición de esta publicación se utilizó la familia tipo-


gráfica Reforma de la fundidora digital PampaType, desarrollada
por encargo de la Universidad de Córdoba, Argentina, como parte
de las celebraciones por el centenario de la Reforma Universita-
ria, ocurrida en esa casa de estudios en 1918. La Universidad de
Córdoba ofrece libremente al público la tipografía Reforma digital.
Para los titulares su usaron variantes de Futura, diseñada por Paul
Renner en 1927, característica del modernismo de la época.

Bicentenario, Perú 2021


Índice

Semblanza
José Portugal Catacora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

Ensayo
Experiencias educativas en el altiplano . . . . . . . . . . . . . . 7
Autobiografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
La Escuela Andina del Porvenir: Esquema de un Plan de
Organización de Escuelas Rurales . . . . . . . . . . . . . 10

Narrativa
Niños del Kollao. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Sobre José Portugal Catacora


“José Portugal Catacora. Entre los Hombres que hicieron una
época”, por Rodolfo Sánchez Garrafa. . . . . . . . . . . . 15
José Portugal Catacora
(13 de febrero de 1911 - 21 de marzode 1998)

Bajo la influencia transformadora de la vanguardia puneña del


Boletín Titikaka, y con las herramientas de la formación norma-
lista impulsada por el educador José Antonio Encinas, José Por-
tugal Catacora, maestro rural, emprendió una de las experiencias
educativas más exitosas en la historia de la educación en el Perú;
una experiencia de vinculación entre la formación y la produc-
ción, inspirada por la dignidad, el respeto y la conservación de las
tradiciones locales, y la confianza en la educación para la solución
de los problemas de la sociedad.
Nació en Ácora, Puno, a orillas del Titicaca, y estudió la edu-
cación básica en la ciudad de Puno. Se formó como maestro en la
Normal anexa al Glorioso Colegio San Carlos de Puno, que fue
fundado por decreto de Bolívar en 1825. Hacia 1945 sus estudios
habían llegado al nombramiento de Normalista de Primera Cate-
goría. Carlos Escalante informa que “participó en la conferencia
de Educación Rural de Perú y Bolivia, en Huarizata, Bolivia… don-
de se firmó el convenio para la Organización de los Núcleos Es-
colares Campesinos, en cuya implementación colaboró decidida-
mente”. En 1947 fue nombrado director del Instituto Experimental
de Educación de Puno, donde permaneció hasta 1958 y donde
emprendió su sorprendente proyecto de educación de vanguar-
dia. Utilizaba el “Sistema de Organización Escolar por Niveles de
Madurez del Aprendizaje” acuñado por Encinas, que buscaba la
formación integral de los educandos. En 1957, casi al finalizar su
gestión en el Instituto, presentó la experiencia en Lima, en la Es-
cuela Normal Superior de La Cantuta, hoy Universidad Nacional
de Educación.
Culminada la experiencia en el Instituto, Portugal Catacora
siguió su carrera en otras áreas del sistema educativo, dedicado
a tareas de planeación y representación. Viajó a distintos países
llevando la experiencia peruana, y trayendo de regreso un diálogo

Semblanza | 5
con otros países que alimentó el proyecto educativo nacional. Fue
un embajador del diálogo, un constructor de relaciones, un articu-
lador de mundos. Alcanzó su jubilación en 1967 pero siguió cerca
de sus colegios y sus alumnos durante muchos años más, hasta su
fallecimiento, 30 años después, en 1998.
Pero no sólo dedicó su energía a la docencia y la gestión:
editó revistas de divulgación pedagógica como El educador andi-
no, Puno pedagógico y Repertorio pedagógico, y escribió una se-
rie considerable de publicaciones especializadas en educación y
pedagogía, así como una obra literaria consistente en relatos, le-
yendas y tradiciones en los que plasmaba para sus estudiantes la
visión del hombre y la mujer andinos. Colaboró con Arguedas, de
quien aprendió la tarea de registro y conservación de las manifes-
taciones culturales tradicionales y populares. En el prólogo de su
Niños del Kollao (1937), Emilio Vásquez reseña: “Lo que pretende
José Portugal es esto, precisamente: educar al niño de hoi en tales
condiciones que mañana sea el verdadero artífice de su obra, el
piloto de su destino, el Pigmalión de sus roquedales y el Proteo
multíplice de su alma”.

6 | Semblanza
Ensayo

Experiencias educativas en el altiplano


(Fragmentos)

AYAVIRI, 1930

Cuando en 1930, llegamos a Ayaviri, ésta ya era una ciudad de nota-


ble progreso y de gran agitación cultural. Y este fenómeno se debía,
indudablemente, al hecho de que el ferrocarril de Arequipa, Puno y
de aquí a Cuzco pasaba por ella.
En lo social, la sociedad estaba perceptiblemente dividida en
tres niveles, cada una representada por una institución organizada.
El Sporting Club, representaba a la clase alta, El Deportivo, repre-
sentaba a la clase media y el Obrero a la clase baja. Los maestros y
alumnos agregamos un club deportivo más El Hércules que tuvo
destacada actuación.
En Ayaviri se organizaban frecuentemente funciones de teatro
y se practicaba la música con extraordinario interés; pues existían
hasta tres familias que eran algo así como peñas de arte musical. La
familia Echave, que emigró al extranjero y logró grandes progresos.
La familia Bueno Morales cuyos miembros practicaban distintos ins-
trumentos y se divertían bastante ejecutando bailes clásicos como
la cuadrilla y bailes modernos. Y la familia Yepes, el cariñosamente
llamado Machu-runa, integrado con otros jóvenes evolucionó en un
conjunto musical que ha alcanzado notoriedad en Puno y el país.
Dos veces por semana pasaba el tren llevando un hombre al que
se llamaba el “Revistero”. Éste llevaba toda suerte de literatura en
libros, revistas, folletos y periódicos. Existía además una librería con
miles de volúmenes, cuyo dueño era un chino de apellido Medina,
el que era un hombre muy culto. Aquella librería creo que era la pri-
mera en el departamento. Se editaban varios pequeños periódicos,

Ensayo | 7
entre los que recordamos, La Puna, La Honda, el Boletín Cultural,
El Educador Andino, y el Picaflor.

Al glosar estos recuerdos considero un deber emocional dedicar


algunos recuerdos a los niños del Centro Escolar 861.Los niños
constituían una comunidad escolar de muy diversa extracción so-
cial; estaban los hijos de los campesinos, de los artesanos, de los
empleados, y de las autoridades, así como los de las familias que
se consideraban de la alta clase social. No obstante de que había
una ostensible división social entre la sociedad adulta, nunca ad-
vertimos que estas diferencias se reflejaran en la escuela. Todos los
niños estudiaban, jugaban y compartían la vida escolar en forma lo
más democrática posible.

Inédito recuperado por Carlos Portugal Mendoza en http://


joseportugalcatacora.blogspot.com/p/articulos.html:

8 | Ensayo
Autobiografía
(Fragmento)

Al iniciarse el segundo semestre de 1930 se produjo la revolución


de Arequipa que terminó con el oncenio de Leguía, lo que nos dio
la oportunidad de organizar el Sindicato de Maestros que fue el pri-
mero en el Perú y una Escuela de Alfabetización para los obreros
que nos dio mucha popularidad.
José Yaquetto, Natividad Tapia, Mercedes Bueno i el que sus-
cribe estas líneas nos impusimos la tarea de encender la chispa de
la organización; nuestra iniciativa llegó a la conciencia de la mayor
parte de los maestros locales…el 16 de Mayo de 1931 se fundó el Sin-
dicato de Maestros i luego el 30 de Julio del mismo año se inauguró
exponiendo sus postulados de acción.

Inédito recuperado por http://joseportugalcatacora.blogspot.


com/p/articulos.html

Ensayo | 9
La Escuela Andina del Porvenir: Esquema de un Plan de
Organización de Escuelas Rurales
(Fragmentos)

La denominación de escuela rural en el Perú con respecto de las es-


cuelas actuales solamente podría aceptarse desde el punto de vista
de la ubicación de ellas en medios campesinos; pero por su organi-
zación, la trascendencia de su influencia en el medio comunal i por
sus fines están muy lejos de llamarse tales.
Su organización carece de una modalidad propia o menor di-
cho, la escuela actual llamada rural no tiene la organización que la
diferencia de la escuela de tipo distrital o provincial. Su acción es
simple i restringidamente sobre los pocos niños que concurren a la
escuela, sin ninguna influencia sobre el medio social. I luego esa ac-
ción reducida es puramente intelectualizante a base de la enseñan-
za de lectura, escritura i algunos conocimientos de carácter teórico.

La Escuela Nueva peruana ha de orientarse de acuerdo con las mo-


dalidades propias de nuestra nacionalidad i organizarse sobre bases
fundamentales lejos de todo formulismo político. Con este criterio
consideramos que la Escuela Rural en el Perú debe abarcar todos los
aspectos de la vida campesina. Su acción debe encarar problemas de
orden económico, educacional, sanitario, social e incluso religioso.
Dentro de su acción económica, y teniendo en cuenta que la
tierra es la razón fundamental de la vida rural, debe contribuir a
colectivizar la producción agropecuaria, tecnificar los sistemas de
explotación de la misma, fomentar el desarrollo de la pequeña in-
dustria, mediante procedimientos modernos e intensificar todo sis-
tema de producción, organizando ferias i exposiciones.
En el orden educacional debe adaptar los fines de la esencia a
las necesidades concretas del medio, formando buenos agriculto-
res, buenos ganaderos i buenos pequeños industriales. Dentro del
problema sanitario, debe mejorar la alimentación, los vestidos, la

10 | Ensayo
vivienda higienizar los servicios públicos, prevenir i combatir las en-
fermedades epidémicas i endémicas.
En el orden social, debe propender a la formación de entidades
de producción i consumo, de beneficencia, de colaboración con la
escuela, i en general toda índole de instituciones culturales, artísti-
cas, deportivas i sociales.
En lo que respecta a la moral, debe adoptar todos los métodos
requeridos para extirpar los vicios morales i materiales; principal-
mente aquellos que como el robo, la mentira i la pereza, tienen ori-
gen en la desconfianza históricamente arraigada que el indio siente
con respecto al mestizo i el blanco.
I en general, en todo orden de cosas, debe tratar de acrecentar
las virtudes sociales campesinas, que constituyen la heredad cultu-
ral de su magnífico pasado histórico.

Puno: editorial Laikakota, Asociación Provincial de Maestros


Primarios de Puno, 1945.

Ensayo | 11
Narrativa

Niños del Kollao


(Fragmentos)

EL DIABLO DEL POBLACHO

[…] Aquellas vacaciones fueron para Rosendo mui diferentes a las


anteriores. Aunque su infancia no se había agotado, la miserable
situación de los suyos, que martillaba su mente día i noche, había
terminado con sus juegos.
Si antes gozaba prometiendo a su adorada madre cursar el año
venidero con mayor éxito que el anterior, i la esperanza de cumplir
esta promesa, hacía que se olvidara de la triste realidad en que se
debatía su desamparado hogar, hoy no tenía ninguna promesa que
formular, ni ninguna esperanza que mitigara sus horas crueles. En
vano pasaba horas i horas contemplando su diploma de honor.
Pasaron los dos meses de vacaciones i el problema seguía enig-
mático, incierto, sin solución.
—¿Qué hacer?

En el amanecer del día lunes, antes de que el poblacho se despe-


rezara de su sueño aguardientoso doña Adriana y su hijo empren-
dieron camino a la capital. Suavemente bañados por los rayos del
sol naciente i lactando la dulce brisa matutina del lago legendario
caminaban; ella, conforme i tranquila, alentada por aquella santa
resignación que sólo es propia de las madres, i él, tristemente pen-
sativo, con el alma transida de dolor, por el insistente sacrificio de
su madre. I envueltos en el polvo del camino arribaron a la ciudad.

12 | Narrativa
Así trabajó Rosendo durante más de un año. I en todo este tiempo
frecuentó la íntima compañía del hijo del cura, un muchacho entra-
do en años y más mañozo que un macho de Tunquipa. Este le arras-
traba por todas partes i no le dejaba ni un minuto. Varias veces le
obligó a beber. I aunque Rosendo demostrara repulsión al principio,
poco a poco fueron infiltrándose en su sangre, en su cerebro, hasta
en sus huesos, las costumbres malhadadas de aquél; las costumbres
de la juventud de su pueblo; la miseria moral del poblacho andino.
Así llegó un día en que el diablo se apoderó del espíritu dulce y
blando de Rosendo, al decir del tata i doña Adriana. I desde enton-
ces no se le vio en parte alguna, aunque su charango vibrase igual
que su voz aguardentosa, todas las noches en el poblacho.

EL AGUATERO-ESTUDIANTE

[…] Un día en la clase del 3er. Año, cuando el maestro discurría acer-
ca de las teorías sobre el origen del lago Titikaka, solicitó que se le
oyera i contó la siguiente leyenda, tan rica en imágenes i perfecta
como pocas:
—Hace miles de años de esto. Apu, el dios de las cumbres, ha-
bía prohibido a los hombres que escalaran los cerros, permitiéndo-
les vivir solamente en las quiebras i las hondonadas. Pero, un día,
se presentó entre los hombres el aukka i les obligó a quebrantar la
prohibición, haciéndoles consentir que si lograban alcanzar la cús-
pide de las cumbres, llegarían a tener el mismo poder de los dioses.
Cuando los hombres intentaron escalar la cumbre cercana,
Apu, encolerizado, movilizó un gran ejército de pumas i mandó a
que los devorasen. Entonces, los hombres pidieron protección al
aukka [espíritu del mal, diablo]. Este los internó en las profundida-
des de la tierra i ahí siguen viviendo en forma de anchanchos [espí-
ritus malignos que se cree que habitan las reconditeces de la tierra].
Al contemplar la confabulación con el espíritu del mal, Inti —el
dios supremo de los inkas— sintió pesar grande y eclipsó su luz al

Narrativa | 13
mismo tiempo que todos los seres celestiales se sumieron en amar-
go llanto. Las lágrimas invadieron la tierra en forma de tormentas
terribles, inundando las quiebras i las hondonadas.
En este diluvio murieron la mayor parte de los animales. Sola-
mente una pareja de seres humanos, asidos de un haz de juncos i
resignados a morir en el amor de Dios, antes que escapar con los
demás hombres, lograron flotar sobre las aguas
Cuando el dios Inti volvió los ojos a la tierra i cesó el llanto ce-
lestial, la pareja sobreviviente por obra divina, contempló con gran
asombro que los pumas (titis) habían perecido también i flotaban a
millares sobre las aguas, mostrando sus vientres grises (kkakkas).
He aquí el origen del Lago de que nos hablais i de su nombre —
terminó diciendo el aguatero.

Una nota al pie en Niños del Kollao

Ama Suwa, Ama Llulla, Ama Qella, principios moralistas Ques-


hwas, que se traducen por: no robes, no mientas, no seas perezoso,
respectivamente. Estos principios fueron las bases de la organiza-
ción ético-social del Inkanato, y según el autor de la apostilla, fue-
ron los postulados fundamentales de la Pedagogía Social de Manko
Kapak, a quien se lo considera como el más grande educador de la
América Pre-Colombina.

Niños del Kollao, Puno, 1937.

14 | Narrativa
Sobre Portugal Catacora

“José Portugal Catacora. Entre los Hombres que hicieron una


época”, por Rodolfo Sánchez Garrafa
(Fragmentos)

Habiendo sido primero un artesano, luego un administrador forma-


do en la vida, decidió orientarse al cultivo de la pedagogía, ingresan-
do en 1943 a la Escuela Normal de San Carlos-Puno donde obtuvo
el título de Normalista de Primera Categoría. Dedicó su vida a la
causa de la educación nacional, ya como alfabetizador, docente pri-
mario, especialista en sanidad rural y servicio social, ya como fun-
cionario de la administración educacional tanto en el nivel regional
cuanto nacional y como docente universitario. Aunque cumplió efi-
cientemente todas estas diversas responsabilidades ocupacionales,
es seguro que el campo en el que alcanzó mayor brillo ha sido el de
la innovación y reflexión sobre el quehacer educativo.

Portugal Catacora reconoció en José Antonio Encinas al maestro de


los maestros peruanos y sembrador de la simiente primigenia de una
escuela nueva en el Perú; no obstante, podría decirse que Portugal,
más que un discípulo, fue un hombre cuya praxis convergió con las
ideas renovadoras de Encinas. No en vano dijo este último en una
carta “a mi juicio (el de Portugal) constituye uno de los mejores tra-
bajos que hasta hoy conozco sobre tan importante materia”.

El maestro es considerado por Portugal como uno de los agentes de


la educación al que se le atribuye una función social y otra docente.
Su acción social o de servicio trasciende sobre la sociedad, en tanto
que su función docente se objetiva dentro de la escuela y frente al
niño. El maestro de educación experimental proyecta su labor en la

Sobre José Portugal | 15


práctica y en la investigación. Esta idea supera a la tradicional cen-
trada en el maestro-enseñante.

De acuerdo con el principio de que los medios rural y urbano exigen


soluciones distintas, el proyecto de Portugal plantea que el maestro
rural requiere una capacitación especial y el apoyo de supervisores
especialistas, aunque personalmente él habría preferido que éstos
se denominen orientadores, en los campos de sanidad, agricultura,
pedagogía rural y alfabetización. Sorprende también que su acucio-
sidad le haya llevado a sistematizar lo relativo al diseño y conducción
de los cursos de capacitación y especialización, aspecto que muchas
experiencias descuidan y que por ello limitan su aprovechamiento.

Es innegable que la experiencia desarrollada por José Portugal es


una muestra elocuente de lo que el maestro peruano es capaz de
hacer si no se inclina ante la rutina y el conformismo. Honor y reco-
nocimiento a quien nos señalara un noble camino, desbrozándolo
con su propio esfuerzo y talento.

Reproducido en http://joseportugalcatacora.blogspot.com/p/
articulos.html

16 | Sobre José Portugal


Esta exposición ofrece un
conjunto de miradas sobre el
intenso periodo histórico que
fue el de las décadas de 1920
y 1930 en el Perú. Reunimos a
un conjunto de personas que
encarnaron en sus vidas y obras
las transformaciones de la historia
y la actualidad, los sueños y las
esperanzas de un gran pueblo.
Si al celebrar el Bicentenario
estamos mejor preparados para
afrontar los retos de la equidad,
la justicia, la democracia y
la pluralidad —las Banderas
del Bicentenario—, es gracias
al legado de una generación
revolucionaria, que aquí
sintetizamos en 21 Intelectuales
Peruanos del Siglo xx.
serie antologías.16
JOSÉ PORTUGAL
CATACORA
La serie antologías de la exposición recoge los textos seleccionados
de cada una de estas personalidades, en formato de libro electrónico
para facilitar la lectura, la consulta y el uso en las aulas.

Estas selecciones ofrecen una muestra de su legado y son una


invitación a investigar con mayor profundidad a través de la
exposición virtual.

https://bicentenario.gob.pe/exposiciones/21-intelectuales/

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