Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Triduo de Preparacion

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

Cardenal Eduardo Francisco Pironio

Triduo en honor de la
Beatificación del Cardenal
13 al 15 de diciembre 2023

Presentación
Invitamos a todas las diócesis del país, a las parroquias, instituciones,
movimientos, comunidades y corrientes de gracia a preparar nuestro
corazón para celebrar el don y la alegría de la beatificación del Cardenal
Eduardo Francisco Pironio a lo largo de los tres (3) días previos a la
celebración que tendrá lugar a las 11 hs. en la Basílica de Luján.

Introducción

La Iglesia Argentina celebra el don de la Beatificación de Cardenal


Eduardo Francisco Pironio, que supo testimoniar su identificación plena
con Jesús, su amor a la Virgen, su fidelidad a la Iglesia y su servicio al
pueblo santo y fiel en nuestra patria y en el mundo.

En el camino de este Adviento y en espera del Dios que viene, celebramos


con María, la vida y virtudes del Cardenal.

Día 1 | Meditamos sobre la persona del Cardenal

Guía-El cardenal argentino Eduardo Pironio nació el 3 de diciembre de


1920 en Nueve de Julio, Buenos Aires y murió a la edad de 77 años, el 5 de
febrero de 1998, en Roma, sus restos descansan en la Basílica de Nuestra
Señora de Luján, dónde pidió ser sepultado.
Fue el hijo menor de José Pironio y Enriqueta Buttazzoni. Era una familia
numerosa (22 hijos) y profundamente católica. Su madre recibió las gracias
de la Virgen de Luján, a su mediación se debe su curación milagrosa, que
le permitiera dar a luz a Eduardo. Este acontecimiento va a provocar una
profunda devoción por María. Su padre José falleció de una apendicitis
cuando él tenía apenas ocho años. Con tan solo 11 años ingresó al
seminario San José de La Plata el 14 de marzo de 1932.

Su ordenación sacerdotal tuvo lugar en la Basílica de Nuestra Señora de


Luján el 5 de diciembre de 1943, fue consagrado obispo allí también el 31
de mayo de 1964, con el título de Ceciri y Obispo Auxiliar de la Plata.
Finalmente es creado cardenal por San Pablo VI en el consistorio del 24 de
mayo de 1976 con el título de los Santos Cosme y Damián.

Sirvió a la Iglesia Argentina, Latinoamericana y Universal en distintas


tareas que le fueron confiadas.

Nos disponemos a escuchar la Palabra, que iluminó su vida e ilumina


la nuestra:

Lector: De la Carta de San Pablo a los Romanos 12, 12

Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y


perseverantes en la oración.

Meditamos unos minutos en silencio

Guía: Amigo de Dios y de los hombres el padre Eduardo vivió su fe con


alegría y esperanza desde la contemplación y la oración activa, de la mano
de María, a quien amó con fervor, nos enseñó a amar a la iglesia y a los
hombres. Con palabras del padre Eduardo, pongamos en Ella nuestra
mirada en camino del Adviento y preparando la Beatificación del Cardenal:

“María es feliz porque Dios la ama, le revela su plan de salvación y ella se


entrega por amor a un Dios para quien nada es imposible (cf. Lc 1,37).”

“María es la mujer de lo simple, de lo cotidiano, de la oración humilde y


contemplativa: “María por su parte, guardaba todas estas cosas, y las
meditaba en su corazón” (Lc 2,19). Sólo los contemplativos son capaces de
acoger en su profundidad la fe y comunicarla con transparencia y eficacia.
La nueva evangelización exige hombres y mujeres contemplativos.”
(Cardenal Pironio: La alegría de la fe)
Pidamos por su intercesión: Por intercesión del Beato, te lo pedimos
Señor

- Que podamos, como María, recibir al Salvador con alegría. Oremos


- Que en el silencio y la oración lleguemos a unirnos profundamente
con Jesús. Oremos
- Que nuestra unión a Cristo nos mueva a comunicar la fe y a vivirla
cada día y todos los días. Oremos
- En el silencio del corazón o en comunidad ponemos nuestras
intenciones

Rezamos: Padre Nuestro. Ave María y Gloria. –

Beato Eduardo Pironio- Ruega por nosotros. –

-----------------------------------------------------

Día 2 | Meditamos sobre la vida del Cardenal

Guía: El cardenal Eduardo Pironio, cuya Beatificación celebraremos,


siendo sacerdote acompañó a los laicos motivando la corresponsabilidad
en la “Iglesia misterio de comunión misionera”. Fue asesor de los Jóvenes
de Acción Católica de la diócesis de Mercedes y, más adelante, Asesor
Nacional de la Acción Católica Argentina. Sirvió como Rector del
seminario de Buenos Aires y decano de la facultad de teología de la
Universidad Católica Argentina.

Designado obispo auxiliar de Mar del Plata, en 1964, por el papa San Pablo
VI, el carisma, el pensamiento y la fuerza espiritual y pastoral de Pironio se
expandió a nivel continental y mundial. Participó en las dos sesiones
finales del Concilio Vaticano II y luego, como secretario general y
presidente del Celam, ayudó a forjar la fisionomía de la Iglesia
latinoamericana y caribeña del posconcilio.

Fue obispo auxiliar en La Plata, administrador diocesano en Avellaneda,


obispo de Mar del Plata.

En 1975, San Pablo VI lo nombró pro-prefecto de la Congregación para los


Religiosos y los Institutos Seculares y San Juan Pablo lo designa prefecto
de los laicos.
Discípulo incansable, comprometido, sensible y generoso el padre
Eduardo asume su servicio y lo nutre con la cercanía de María, nuestra
Señora del Adviento, su madre, y la nuestra.

Nos disponemos a escuchar la Palabra, que iluminó su vida e ilumina


la nuestra.

Lector: De la Carta de San Pablo a los Romanos 12, 11

Con solicitud incansable y fervor de espíritu, sirvan al Señor.

Silencio breve

Guía: su disponibilidad total y gozosa: “Yo soy la servidora del Señor”. El


misterio de María comienza así: en una entrega radical y generosa al plan
de Dios (en la encarnación del Hijo de Dios, en el misterio de su cruz
pascual, en la fidelidad al Espíritu de Pentecostés). “María fue avanzando
en la peregrinación de la fe” (LG, 58). Cardenal Pironio La alegría de la fe

Pidamos juntos: Por intercesión del Beato, te lo pedimos Señor

- Que a ejemplo de María sepamos responder al llamado del Señor.


Oremos
- Que nuestra fidelidad y amor a Dios se vea en nuestro servicio a los
hermanos, en especial a los que sufren y esperan. Oremos
- En el silencio del corazón o en comunidad ponemos nuestras
intenciones…

Rezamos: Padre Nuestro. Ave María y Gloria. –

Beato Eduardo Pironio- Ruega por nosotros. –

----------------------

Día 3 | Meditamos sobre la persona del Cardenal

De la mano del Card. Pironio nacieron las Jornadas Mundiales de la


Juventud (JMJ), por encargo de San Juan Pablo II. La primera que se realizó
fuera de Roma.
También tuvo un papel importante en el Sínodo de los Laicos, en 1987, y
luego sería uno de los principales predicadores de la exhortación
postsinodal Christifideles laici, dando conferencias alrededor del mundo
sobre la Iglesia “sacramento de comunión misionera”, destacando de
modo particular el papel del laicado. Un tema que, sin duda, se torna
actual en el actual proceso del Sínodo de la sinodalidad.

Nos disponemos a escuchar la Palabra, que iluminó su vida e ilumina


la nuestra.

Lector: Del evangelio de san Juan 3, 16

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el
que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Silencio breve

Guía: Impulsado por su amor a Dios y a la iglesia el cardenal, como María


en las Bodas de Caná “Hagan todo lo que Él les diga” Jn2-5, nos invita a
mirar la realidad, a ser cercanos a las preocupaciones del pueblo y a
mostrar a Jesús como camino de salvación. Ayudándonos así a descubrir
un camino nuevo que robustezca nuestra acción evangelizadora, y
responda al hoy de los que caminan junto a nosotros pensando también
en aquellos que aún no conocen el amor de Dios

Reflexionaba en “América Latina, iglesia de la Pascua”

“Si se vive el dinamismo creador de la esperanza cristiana –que no es


espera pasiva y ociosa, sino seguridad y compromiso, actividad y firmeza–
llegará para América Latina la hora de la liberación anhelada. Pero no
basta la esperanza de unos pocos. Tiene que ser la esperanza de la Iglesia.
Se nos exige a todos los cristianos que seamos enteramente fieles al
Sermón de la montaña. Que vivamos a fondo las Bienaventuranzas
evangélicas. Hasta ahora las hemos aprendido y enseñado; pero falta
celebrarlas en la vida. No somos verdaderamente pobres, ni mansos, ni
misericordiosos. No tenemos hambre sincera de justicia.

No hemos amado a Dios con toda el alma, ni hemos descubierto a Cristo


en los hermanos. Por eso no hemos saboreado la cruz ni hemos servido de
veras a los hombres.”
Pidamos al Señor. Por intercesión del Beato, te lo pedimos Señor

- Poder mostrar al mundo el camino que Jesús nos mostró con


nuestra vida de discípulos misioneros. Oremos
- Ser hombres y mujeres pobres, mansos, y misericordiosos que viven
la alegría del Reino entre nosotros. Oremos
- Caminar juntos haciendo de nuestra iglesia un lugar para todos,
todos, todos. Oremos
- En el silencio del corazón o en comunidad ponemos nuestras
intenciones…

Rezamos: Padre Nuestro. Ave María y Gloria. –

Beato Eduardo Pironio- Ruega por nosotros. –

También podría gustarte