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El Primer Contacto

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CAPÍTULO 1

EL PRIMER CONTACTO

No toda solicitud de ayuda requiere psicoterapia. Es labor del psicoterapeuta el poder


discriminar cuándo es prioritario, por ejemplo, cambiar las normas de educación del
niño, o cuánto de la problemática que plantean los padres tiene que ver más con algo
propio de ellos y no del niño.
Otras veces, se acude al psicoterapeuta como un modo de encontrar un salvador, o un
santo, que basta tan sólo visitarle tantas aveces al mes, para que todo se solucione : lo
molesto, lo incómodo, lo no dicho y lo actuado.

El primer contacto que usualmente tenemos con el niño es a través de una llamada por teléfono de uno de los
padres.
En lo posible, trato de devolver la llamada personalmente y no mediante la secretaria.
Este primer contacto intento que no sea ni muy corto ni muy largo.
Pregunto el nombre del niño, su edad, quién lo refiere y que me expliquen brevemente el motivo por el cual
solicitan la entrevista.
Aunque el padre que llame esté muy ansioso, intento que no se me diga todo por teléfono pues ya desde esta
primera vez es necesario que el encuadre esté claro y concreto, sin ser cortante ni falto de sensibilidad, y éste
es que es preferible hablarnos cara a cara y no por teléfono, por lo tanto les doy la cita, el día y la hora.
Siempre intento, desde esta primera vez, no dar una cita demasiado alejada del día de la llamada ni tampoco al
día siguiente o dos días después. Esto tiene su razón de ser, ya que los padres son como los niños que
tratamos, de algún modo estamos dándoles los parámetros básicos de cómo va a establecer nuestro tipo de
relación a lo largo de la terapia, y se accedemos a sus presiones y angustias muy rápidamente, les estamos
enseñando que la realidad y el otro, siempre estarán disponibles y utilizables para cuando ellos quieran, sin
tener que esforzarse en tolerar un poco la angustia y la tolerancia a la espera. Muchos padres han sido
avisados por los colegios desde principio del año académico, de la necesidad de una evaluación psicológica, y
muchas veces, a dos meses de acabar el año escolar, cuando el colegio amenaza con el suspenso del niño, o el
tener que abandonar el colegio por la no presentación del informe solicitado, los padres acuden corriendo a
solicitar una entrevista e intentan que el terapeuta haga lo que ellos no hicieron por su hijo en todo el año. Si
llevados por su ansiedad, accedemos, la próxima vez, y la próxima, no serán ellos en prever los tiempos para
el niño y la realidad en la que se mueve (profesores, colegio, etc.) sino intentarán que otra vez el otro sea el
que haga el es esfuerzo de hacerlo todo rápido y bien, para cumplir lo que el médico, colegio o profesor, etc.
hayan solicitado.
Otra de las cosas que pregunto por teléfono es si el niño que esté enterado del día en que se realizará esta
primera entrevista.
Esto lo hago porque es necesario que el niño, sea de la edad que sea, debe ser tratado con el respeto y cariño
que todos merecemos, y como vamos a tratar de él y sobre él, tiene todo el derecho a saberlo.
También les pido a los padres que a la primera entrevista vengan sin el niño, ni tampoco con ningún otro hijo.
Que el niño tendrá su cita a solas posteriormente.

¿El por qué primero los padres ?

En realidad lo hago por propia comodidad. Prefiero enfrentarme antes con la ansiedad de los padres, tener un
primer contacto con ellos y que me conozcan y tengan su propio pensar y sentir sobre mí, ya que esto ayudará
en cómo el niño venga a su primera sesión conmigo. Si no me conocen o no han tenido alguna sesión
conmigo es más difícil que puedan responder de la mejor manera a preguntas que el niño puede hacer antes de
la evaluación o la terapia, ni que le puedan hablar de quién o a dónde van y para qué.
A no ser que el niño quiera venir el primero o estar en la cita con sus padres, lo hago de modo separado.
Existen diversas teorías que dicen que el niño tiene que estar dentro de la sesión con sus padres ya que debe
escuchar lo que se habla de él. En mi experiencia con ellos y después de preguntarles muchas veces, ellos se
sienten incómodos de estar con adultos, sobre todo con un adulto al cual no conoce y que posiblemente
identifica con otro más de la lista que lo señalara con el dedo, o que es aliado de los padres, profesores, etc.
Lo que sí hago es contarle lo que se habló de él en la reunión que tuvimos sus padres y yo.
En cuanto a la pregunta usual que se hace de los honorarios, tiendo a cobrar una cifra total por la primera
entrevista, evaluación psicológica y posteriores entrevistas de devolución tanto al niño como a los padres.
Cifra que se dirá desde la primera entrevista.
Después de la evaluación ya se hablará de los honorarios del tratamiento, de acuerdo a los resultados de la
evaluación psicológica y el tipo de tratamiento que se aconsejará.
Tampoco y en lo posible, intento dar esta primera cita muy espaciada de la primera llamada por ejemplo,
dentro de los siguientes seis días, puesto que si están llamando es porque se han dado las condiciones para la
búsqueda de ayuda : ansiedad de los padres por el problema, ansiedad del niño por el problema, presión del
colegio o de algún profesor, agudización de la sintomatología, hecho traumático (divorcio, muerte,
separación, enfermedad, nacimiento de hermano, etc.) y sabemos que le hecho de poder esperar tanto tiempo
antes de la primera entrevista, da opción a que surjan o se refuercen las resistencias, tanto de los padres como
del niño.

CAPÍTULO 2
EL CONSULTORIO

El espacio físico donde se realizarán las sesiones es importante porque de algún modo será
aquello que contenga todas las aventuras del viaje terapéutico. Por esto es necesario que sea
un sitio con luz, con colores alegres y brillantes, con plantas, con materiales que sean bonitos
pero no delicados, que permitan al niño mostrar su mundo, y sus conflictos, mediante el juego
y lo creativo, sin cuidar demasiado si se daña el suelo, las paredes o la mesa. Generalmente,
el niño trae a las sesiones muchas cosas suyas internas dañadas y parte de su mundo
externo(separación de los padres, muertes y discusiones, mal rendimiento escolar, falta de
auto - estima etc.) para tener que esperar de él, al menos por el momento, que cuide un suelo o
una alfombra. Primero le enseñaremos cómo recomponer y reparar su mundo, para luego
pedirle que cuide lo que lo represente.

Setting Terapéutico

Se llama así a cómo organizamos nuestro sitio para trabajar, tanto desde el espacio físico, como del material
necesario para las evaluaciones y las sesiones psicoterapéuticas.
Es conveniente recordar por un momento que la Psicoterapia Gestalt tiene acercamiento al paciente de tipo
humanista, holístico, integrador y fenomenológico, esto quiere decir que tratamos a los pacientes desde una
visión de cercanía de contacto muchas veces activo con el paciente, nos mostramos, interactuamos con él en el
Aquí y Ahora, tanto con un lenguaje de tipo verbal, como simbólico y no verbal. Por lo tanto el espacio físico
que utilicemos, de alguna manera deberá reflejar congruentemente esta postura.

Consejos para un buen encuadre general

Lo primero que considero como muy importante es la posibilidad de un espacio amplio, recordando que el
niño por sus propias características, necesita moverse, ya porque nos viene con algún problema de ansiedad,
hiperactividad, y necesita moverse para descargar energía, otras veces porque aunque sea un niño inhibido,
que tiene bloqueados todos sus movimientos espontáneos, necesitaremos entonces hacerle determinados
ejercicios de desbloqueo, donde este espacio nos será necesario y muy valioso, tanto para él como para
nosotros. Generalmente un espacio de 20 metros cuadrados estarían bien.
Otro punto importante sería la iluminación, que tuviese alguna ventana por donde pueda entrar luz natural.
Este requisito creo que es importante para toda habitación que sea utilizada para consulta terapéutica, ya que
da una sensación de claridad, de energía, de amplitud.
Si se hacen Tests o Evaluaciones Psicológicas a los niños, es necesario tener una mesa donde poder aplicarlos.
La mesa puede ser una mesa plegable que sólo se abra cuando se necesite hacer una evaluación y cuando no,

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