5 Periodos Sensibles
5 Periodos Sensibles
5 Periodos Sensibles
5. Periodos sensibles
En todos los seres vivos existen periodos sensitivos, no voluntarios, en los que el organis-
mo tiende intuitivamente a realizar una determinada acción. Se habla de periodos porque
corresponden a una determinada etapa y se llaman sensitivos porque son independientes
de la voluntad. Aparecen en el individuo como “un intenso interés de repetir ciertos actos
extensamente, sin ninguna razón evidente”. Pueden variar individualmente y son aproxi-
mados, pero por todos pasan por ellos.
Periodos sensibles es el nombre que la Dra. Montessori puso a los períodos de la edad en
que el niño demuestra capacidades inusuales para adquirir unas habilidades particulares,
ya que es cuando atrae el interés del niño.
Padres y maestros debemos estar atentos a los periodos sensibles de los niños para ofre-
cerles lo más adecuado en cada momento. Cuando los padres y maestros reconocen y
toman ventaja del periodo sensible por el cual pasa el niño, pueden hacer más efectivo el
apoyo de su desarrollo y aprendizaje.
Introducción a la pedagogía Montessori
Si observamos a los niños veremos que son nuestros grandes maestros. Ellos siem-
pre nos indican en que momento están, que necesitan, que sienten. Solo tenemos
que pararnos a observar y aunque un bebé aún no hable, seremos capaces de en-
tender lo que necesita.
Si sabemos lo que necesita, lo que le interesa, lo que le motiva en cada momento,
podremos ofrecerle un ambiente y unas actividades o propuestas acordes a la ne-
cesidad que tenga en cada momento, ayudando enormemente así al desarrollo de
todas sus potencialidades. De ahí la importancia de conocer el periodo sensible en
el que están nuestros hijos o cada uno de nuestros alumnos.
Cada periodo sensible presenta un tipo específico de compulsión que motiva al niño a en-
focarse intensamente en algún aspecto particular de su ambiente, día tras día, sin cansarse
o aburrirse. Claramente, esto es un mecanismo biológico interiorizado en el niño, que lo
ayuda a desarrollar habilidades y talentos que son una parte inherente de su herencia
como ser humano. Inevitablemente, el comienzo y final de cada periodo sensible podrá
ser diferente de un niño a otro, por eso necesitamos observar cuidadosamente y respon-
der a nuestro niño de manera individual.
Durante un periodo sensible, el niño puede aprender nuevas cosas, dominar habilidades o
desarrollar aspectos de su cerebro, y lo hace sin apenas esfuerzo y casi de manera incons-
ciente. Sin embargo, los periodos sensibles son etapas transitorias. Una vez que el niño
tiene dominadas las habilidades o concepto, el periodo sensible desaparece, por eso si el
niño no está expuesto a una correcta experiencia y estimulación en el momento correcto
la oportunidad de aprendizaje pasará. Las habilidades podrán ser aprendidas más adelan-
te, pero necesitaran años de trabajo duro. Llevar una acción fuera de su tiempo natural
propicio nos obliga a desarrollar una fuerza de voluntad muy superior, nos cuesta más
trabajo y además es muy difícil alcanzar la misma perfección en los resultados.
Si no estamos atentos a los periodos sensibles está oportunidad parará para siem-
pre. Y no quiere decir que algo no pueda aprenderse nunca más, sino que lo que
se aprenda una vez pasado el periodo sensible para hacerlo se hará con una difi-
cultad y un esfuerzo enorme. Por poner un ejemplo, quizá uno de los más senci-
llos de entender; si ahora nos llamaran de un trabajo y la condición para tener el
puesto fuera que aprendiéramos alemán, inglés o francés, seguramente lo apren-
deríamos si tenemos mucha necesidad, pero el esfuerzo a realizar sería enorme
y además nunca conseguiríamos el acento ya que nuestro periodo sensible pasó
hace tiempo.
Introducción a la pedagogía Montessori
Veamos el caso del niño salvaje de Aveyron, si recordáis del punto 1. Víctor de
Aveyron fue encontrado en el bosque con 10 años, siempre en contacto único con los
animales. No hablaba, emitía sonidos. No caminaba, gateaba, trepaba, reptaba... Nun-
ca había llevado ropa. Como comenté en el primer tema Víctor aprendió a caminar,
pero le costó muchísimo esfuerzo.
La observación de los periodos sensibles es una de las bases principales del método
Montessori. Para desarrollar estos periodos recibió la influencia de los estudios de Itard.
✓ Son universales: en cualquier parte del mundo, un niño, a la edad de 6 años, habla, se
mueve, funciona independientemente y ha ordenado su mente en relación con su cultura,
sin importar cuál sea esta.
No importa raza, cultura ni religión. Todos los niños en cualquier parte del mundo pa-
san por estos periodos sensibles de la misma forma. Otra cosa es que la necesidad que
tiene cada uno en cada periodo sea cubierta de una forma u otra o incluso no cubierta.
✓Son Transitorios: los periodos sensibles son pasajeros y desaparecen o bien porque ya
ha adquirido las habilidades que necesitaba o bien porque no ha habido el suficiente es-
tímulo y se ha dejado pasar.
Introducción a la pedagogía Montessori
En ese momento ellos no son conscientes del gran interés que les genera un tema
en concreto. Muchas veces nos extrañamos como adultos de lo que pueden llegar a
insistir en una cosa, pero los niños, son capaces de seguir y seguir y seguir sin des-
canso hasta que han sacado todo el partido necesario a aquello que necesitaban.
Quizá pensaréis que es realmente difícil . Un adulto observador será capaz de recono-
no haber visto un periodo sensible en cer cada periodo sensible con relativa facili-
nuestros hijos o alumnos y que si es dad.
irrepetible ya no hay nada que hacer.
Tampoco se trata de eso, siempre po-
demos ofrecer un ambiente adecuado
y con unas propuestas interesantes y
eso siempre ayudará a nuestros hijos y
alumnos.
Lo que si debéis pensar es en entrenar
esa capacidad y observar, observar y
observar al máximo, hasta que llegue un
momento en el que la observación sur-
ge de forma natural. La mayoría de los
adultos acostumbramos a intervenir en
todo y a observar y “dejar hacer” muy
poco. Os animo a que trabajéis este
aspecto y os aseguro que es posible.
(imagen de Jaisa educativos)
Introducción a la pedagogía Montessori
A continuación vamos a ver los diferentes periodos sensibles identificados por María
Montessori
Este periodo del niño empieza desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Aunque su
mayor auge se da durante el primer año de vida (de ahí esta franja marcada en la gráfica)
Poco a poco el niño se interesa por gatear, después por caminar, y por último perfeccionar
su manera de caminar.
Introducción a la pedagogía Montessori
RECOMENDACIÓN
Os recomiendo leer sobre Emmi Pikler y especialmente su libro “Moverse en libertad”.
Hablaremos también en el grupo sobre la importancia de integrar el punto de vista de
Pikler con nuestros hijos y alumnos.
Este periodo va desde el nacimiento hasta los 6 años. En un principio el niño se interesa
por cualquier sonido hecho por la voz humana. El bebé oye tu voz y observa los labios y la
lengua (órganos del habla) desde el nacimiento, absorbiendo en todo momento. Comien-
zan emitiendo sonidos, gorjeos y arrullos, que son vocalizaciones no lingüísticas relaciona-
das con el hambre, el dolor, el placer…Hacia los 6 meses, aparecen los primeros balbuceos
(ma ma ma…) donde se combinan los sonidos vocálicos y consonánticos.
Alrededor del año comienza la etapa lingüística propiamente dicha, donde aparecen las
primeras palabras (mamá, papá), se va ampliando su vocabulario, se da la etapa holofrá-
sica (palabra-frase) y posteriormente se comienza con la elaboración de frases cada vez
más largas y complejas y ampliando su vocabulario durante toda la infancia.
Introducción a la pedagogía Montessori
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el método Montessori introduce al niño
en una correcta terminología científica y matemática desde el principio.
Si os paráis a pensar que vocabulario aprenden los niños a medida que crecen,
vemos que se ha decidido a nivel curricular que palabras como trapecio, prisma,
órbita, etc son palabras que no se enseñan hasta primaria. En Montessori este tipo
de terminología se muestra ya en infantil. Se parte de la base de que todo lo que
hacen tiene lugar de forma manipulativa, no sobre un papel. Así si un niño tiene en
sus manos un prisma, lo manipula, construye con el y lo ve a diario, ¿porque no van
a ser capaces de saber que es? La palabra “prisma” como conjunto de letras tiene
para ellos la misma dificultad que la palabra “árbol”. ¿Porque creemos entonces
que les va a resultar más fácil una que otra? Si es un objeto que pueden ver y tocar
no tiene mayor dificultad para ellos. Por ese motivo siempre se habla con la termi-
nología correcta desde bien pequeños.
Otro tema a tener en cuenta es el de simplificar las palabras para que les sea más
fácil. No es nada recomendable usar el típico “guau guau”, la “pupa”, la “chicha”. El
motivo es el mismo que os comentaba. NO hay prisa en que digan ciertas palabras
pero es mejor darles la correcta desde el principio a dale una simple y que luego la
modifiquen, el proceso para ellos es más complejo.
Introducción a la pedagogía Montessori
En la escuela es posible que sea más peligroso porque es difícil atender a tantos
niños al mismo tiempo, pero en casa no cuesta permitirles que tengan acceso a
cosas pequeñas si estamos con ellos. Es una necesidad que tienen y estando al
lado si van a meterse algo a la boca siempre podemos impedirlo.
Sobre esto último también hay que tener en cuenta que todo es en función del
niño, si es un niño que se lo mete todo, todo todo en la boca y lo único que va
a percibir es que siempre le decimos que no o que no le permitimos hacer algo,
entonces si es mejor no poner a su alcance objetos pequeños para que no tenga
la sensación de que no se le permite hacer nada.
Cuando ya son algo más mayores, hacia los 3 o 4 que no hay tanto peligro, este
periodo sensible continúa y sigue siendo para ellos muy importante. Mi hijo
mediano siempre lleva en las manos cosas pequeñas de playmobil, incluso se las
lleva de viaje y las mantiene en la mano durante ratos larguísimos. Fijaros en esa
necesidad si no lo habíais hecho hasta ahora.
Introducción a la pedagogía Montessori
En este periodo se desarrolla el hábito del orden, alrededor de los 2 años y se extiende
hasta más o menos los 4 años.
El término orden, significa el orden de la vida, la relación de las cosas, lugares y momen-
tos, no se refiere solo a guardar las cosas en su lugar. Las rutinas cotidianas son en este
momento muy importantes. Las rutinas del día a día les crean seguridad y la repetición de
las mismas tareas les ayuda a anticipar y saber qué viene después. En esta etapa el niño
es un apasionado las rutinas y tiene un gran deseo de consistencia y repetición.
Algo que me gustaría comentar es que el tema de las rutinas es cierto y necesario,
pero no hay que convertirlo en una obsesión hasta tal punto de darles de comer
todos los días a la misma hora exacta, bañarlos a la mima hora, y todo tan cuadra-
do, porque si no, lejos de ayudarles, haremos que cuando la rutina varíe por algo
no acepten el cambio o se pongan muy nerviosos. Hay que pensar que en el día a
día pueden pasar miles de cosas imprevistas que nos harán salir de la rutina, por
lo tanto tampoco debemos ser demasiado escritos con eso.
Introducción a la pedagogía Montessori
Va de los 2 a los 6 años. Cuando la música es parte de su vida cotidiana, el niño muestra
espontaneidad e interés en el desarrollo del tono, ritmo y melodía.
Ofreciendo instrumentos musicales, y cantándoles nanas y canciones estaremos poten-
ciando este periodo sensible.
Introducción a la pedagogía Montessori
En las aulas Montessori el trabajo de las normas de gracia y cortesía forma parte del
área de la vida práctica, hablaremos de forma más extensa en ese punto.
Introducción a la pedagogía Montessori
Este periodo va desde el nacimiento del niño hasta la edad de 6 años, pero alcanza el pun-
to de mayor desarrollo a los 2 años de edad aproximadamente. Durante este periodo los
sentidos del niño son instrumentos primordiales de aprendizaje, se pueden llegar a desa-
rrollar de una forma que no se volverá a repetir.
Desde el momento del nacimiento, el bebé recibe impresiones del mundo a su alrededor
a través de sus cinco sentidos. Al principio, están activos los sentidos de la vista y el oído,
luego gradualmente, a medida que se desarrolla el movimiento, desempeña un papel el
sentido del tacto, seguido del gusto a medida que es capaz de llevarse cosas a la boca. Des-
de los dos años en adelante, el niño comenzará a sentirse fascinado por las experiencias
sensoriales (oído, olfato, gusto y tacto).
Es en este periodo que el niño tiene más sensibilidad para aprender letras, números, for-
mas geométricas, tonos musicales, colores, dimensiones, etc. Con los materiales del área
de sensorial que trabaja el refinamiento de los sentidos al máximo.
El niño al desarrollar sus sentidos tendrá la posibilidad de elaborar ideas abstractas mucho
más claras.
Introducción a la pedagogía Montessori
Va de los 3 a los 4 años. María Montessori descubrió que la escritura precede a la lectura.
Empieza con intentos de reproducir letras y números con lápiz y papel.
Se dio cuenta de que los niños sienten interés por copiar los trazos de letras, números y
otros símbolos, mucho antes que por leer.
¿Como podemos saber que estan en este periodo sensible? ¿que les interesa la escri-
tura? Siempre pasan por una etapa en la que vemos que intentan imitar la escritura
de los adultos, aunque sea con garabatos. Ahí ya empiezan a mostrar interés. Pero
quizá el ejemplo más claro sería cuando vemos a los niños resiguiendo con el dedo las
letras que llevamos en una camiseta, los números de las matriculas de los coches, los
carteles, etc.. Es en ese momento que podéis apreciar un gran interés por introducirse
en la escritura y es cuando podemos presentarles por ejemplo los resaques metálicos
(un material del área de lenguaje pensado para iniciarse en la grafomotricidad que
veremos cuando hablemos de los materiales)
Introducción a la pedagogía Montessori
Va de los 3 a los 5 años. El niño muestra un interés espontáneo en los símbolos y el sonido
que representa los trazos aprendidos.
Posteriormente empieza a reconocer palabras y a partir de los 5 años muchos niños ya
son capaces de iniciarse en la lectura.
Va de los 4 a los 6 años. Montessori encontró la manera de darle al niño una experiencia
concreta de forma que pueda manipular las matemáticas e interiorizarlas de forma sensorial.