Biología y Filosofía Julieta Schmidt

1- ¿Qué problemas filosóficos encuentras en el capítulo en relación al cuerpo?

2- Elige uno de los problemas que más te interese y elabora una respuesta

1- Olvidemos el escepticismo, y supongamos que el mundo físico existe, incluyendo

nuestros cerebros y cuerpos... ¿U organismos? ¿Cuál es la diferencia entre cuerpo
y organismo? No lo cuestiono filosóficamente, sino que me lo planteo y me parece
que no conozco lo que quieren decir, lo que denotan sus letras. Bueno, creo tener
una noción de sus esencias, pero probablemente, si bajara un ente de otro planeta o
un niño chico y, me preguntara el significado de las palabras, le respondería con
débiles ejemplos. Si no sé explicar algo, es porque no lo entendí. Según lo que
aparece en Google al buscar en qué difieren, cada organismo es un cuerpo. Este
último es el sustrato material del organismo y su funcionamiento; además de que,
cuando muere el organismo, queda solamente el cuerpo, sin las funciones que lo
dotan de vida. Ahí pasa a desintegrarse, y sus elementos se integran a la biósfera
para componer otros cuerpos de organismos.
Ahora que puedo finalizar sin la culpa que me dan los términos que desconozco,
este preámbulo cargoso de leer, voy a aclarar que no estoy segura de que si los
problemas filosóficos que se van a enumerar a continuación los hallé en el capítulo,
o si él los suscitó en mí.
¿El cuerpo es algo sin la mente? “Algo”. Por supuesto que es algo. Es
tangible, es un conjunto de células, órganos... Lo malo de usar esa palabra
comodín, es que a veces no sé a cuál estaría suplantando. ¿Es el cuerpo más que
un montón de células, órganos, masa y carne y hueso sin la mente? ¿Habría mente
sin cuerpo?
Cuerpo- mente, mente- cuerpo. Si es posible estudiar, a nivel biológico, qué
ocurre cuando comemos chocolate, estudiando el cerebro, por ejemplo, pero no en
mi experiencia al ingerirlo, ¿es la mente una mera característica física, explicable
por la ciencia, o va más allá de la tangencialidad humana? A lo mejor, el gusto que
yo le percibo al alimento, no se asemeja en nada al que le siente la persona que
está leyendo esto. Lo dulce, lo salado. Nada me garantiza que la comida sepa igual
en cada organismo. ¿Y los colores? Existe una convención de lo que es el verde.
Probablemente, cuando se me la enseñó, adultos señalaban objetos así
pigmentados. “Verde”, dirían apuntando al pasto, a las hojas o algún juguete; a lo
que yo respondería de igual manera: enseñando cosas correspondientes a esa
palabra. Más allá de los problemas de vista o de la cantidad de conos y bastones en
los ojos, no tengo ni idea de si los colores que veo son los que ven los demás, es
decir, todos sabemos que el pasto es verde, y que el amarillo es distinto al azul,
pero no tengo la seguridad de que mi paleta de colores se repita en otros seres.
¿Hay tantas realidades como mentes?
¿Somos mente o cuerpo? ¿Está bien separar mente de cuerpo, hablar de
ellas como si se tratara de dos rectas paralelas y no considerar su holismo?
¿Somos cuerpo y mente, o hay algo más? Algo del capítulo que llamó mucho mi
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atención, es que ​“mucha gente piensa que la creencia en el alma es algo pasado de
moda y poco científico.”.​ La banalización y/ o jerarquización de ideas sobre otras,
son factores que entrar en juego a la hora de plantearnos la problemática mente-
cuerpo. ¿En dónde está escrito que para que algo sea, tiene que ser atrapado por
las garras de la ciencia? ¿En las bases del modelo hegemónico de la inteligencia
lógico- matemática? ¿Soy yo, con mi cuerpo y mi mente, un sistema aislado, u otros
seres con sus cuerpos y mentes, son también parte de mi experiencia mundana?

2- Es imposible contestar una interrogante

con otro lente que no sea el mío. Es imposible saber
qué quiso decir el autor cuando leemos
un texto, puesto que solo nos leemos a
nosotros mismos. Yo no espero encontrar
las respuestas de una pregunta tan
subjetiva, desenredar los hilos de los
problemas filosóficos. Solo puedo ha-
cerme nuevas preguntas. Preguntas humanas,
ni religiosas, ni filo-
sóficas, ni nada. Hu-
manas, porque siem-
pre queremos conocer
y darle nombre a absolu-
tamente todo, para tener el
control de las cosas, en la
incomodidad de los signos
de pregunta; aunque lo re-
ligioso y filosófico,
pensándolo bien,
¿no es lo humano?
Si se detiene mi
corazón, ¿Ya está?
¿Así nomás termina
todo? “Todo”. ¿Todo?
¿Por qué lo tangible
es nuestro “todo”?

¿La mente puede

obrar sin cuerpo, o no?
¿Qué pasa con los cuer-
pos sin mente?
¿Existen?
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Descartes decía que la mente y el cuerpo son cosas separadas. La primera,

estaría completamente relacionada al acto de pensar, libremente y sin un espacio
delimitado. Por otra parte, el cuerpo, situado en el espacio, sin pensamiento, y
regido por el movimiento. Por supuesto que desde el siglo XVI- XVII, esta idea fue
sometida a interpelaciones, por ejemplo, con diferentes estudios de actividad
cerebral, y otros de cómo afecta físicamente lo que pensamos.
Sinceramente, iba a seguir alargando ese párrafo enumerando valiosos postulados
ajenos a mí sobre los elementos en cuestión, pero si tengo que responder un
problema filosófico, lo quiero hacer con mis ideas lo más en bruto posible; sin saber
qué tan correctas son (si es que existe eso de las ideas erróneas y las acertadas).
¿La mente puede obrar sin cuerpo, o no? ¿Qué pasa con los cuerpos sin
mente? ¿Existen?
Nunca vi una mente sin un cuerpo, aunque no por eso me cierro a la posibilidad de
su existencia. Ver una mente, y no me refiero al superpoder de leer pensamientos,
sino mirar algo y decir que es una, sería corporizarla, adjudicarle un envase. A lo
mejor esto es algo que excede mis capacidades como ser humano. Un ser
todopoderoso y omnipresente como lo es, o vendría a ser Dios sí tiene acceso a una
mente sola, sin cuerpo, dado que la perfección solo es conocida y reservada para
Él.
Un cuerpo sin mente, capaz es algo más cotidiano. Una persona cuyo
corazón se detuvo, un animal muerto, hablando del significado biológico de los
fallecimientos. Alguien en estado vegetativo. Considerando la frase cartesiana
“pienso, luego existo”, existen porque yo existo, porque pienso y razono, antes de
existir por su exterior. Exterior… En esta vida terrenal, a la que tenemos acceso en
este momento, se nos adjudicaron limitaciones, los sentidos, en quienes no
podemos confiar al cien por ciento. Tengo la idea de cuerpo. Por más que haya
accedido a ella gracias a la experiencia sensorial, todos manejamos un concepto de
cuerpo, más allá de la experiencia personal de cada quien respecto al mismo.
A lo mejor la mente no es solo un aspecto de los seres vivos. Las
computadoras, los androides y los robots, parecen utilizar una propia. Pero
asimismo están provistos de cuerpo, y algunos parecen no depender de otros.
Funcionan con algoritmos, fórmulas que responden a un estímulo determinado. Si el
operador presiona ciertos botones, es posible enviar un correo a otra máquina, o si
el sensor de alguna de esas aspiradoras supersónicas que andan solas por el suelo,
le notifica al sistema que frente a ella hay un mueble, entonces va a cambiar de
dirección. ¿No funciona igual que nuestro organismo?
Retomando lo que escribí, “pienso y luego existo”. Los muertos no piensan y
luego existen. ¿Los muertos existen en virtud de que yo pienso? Quizás existimos
por nuestra mente, y no por nuestro cuerpo, algo que hubiese creído hace cinco
minutos. Existo como ser pensante antes que por cualquier otra razón. Los muertos
no existen. ¿Los muertos no existen? ¿Existen porque yo existo?
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No obstante, por más que me adhiera a que existimos en virtud de que

pensamos, y que el cuerpo y la mente sean cosas distintas, no soy completamente
consecuente con mis ideas. Me resulta complicado abstraerme y disociarlos. Capaz
no se puede. O sí, pero están unidos muy fuertemente.
“Existir”. Ese verbo ya me está sonando raro de tanto escribirlo. Si un cuerpo
sin mente, como parece ser el de un difunto, yacería solo, en medio de la nada. En
algún lugar del planeta, sin ningún ser vivo cerca que lo perciba mediante sus
sentidos, nadie que esté al tanto de él ni de su situación. ¿Existiría entonces? Al no
pensar, él no existe. No sé si me explico. Al no tener mente, al no razonar, el
cadáver no es consciente por sí mismo de su existencia. Se vuelve un objeto más.
Si no hay seres pensantes que lo registren, quizás no existiría. ¿Existimos cuando
para otras mentes existimos? No somos sistemas aislados; o somos uno todos
juntos. Si un día me despierto, y resulta que absolutamente cada ser vivo, a
excepción de mí, falleció, ¿soy lo único que existe en la faz de la Tierra?

Fuentes consultadas:

¿Cuál es la diferencia entre organismo y cuerpo?, Quora. Recuperado: 17 de marzo

de 2020. Disponible en:
https://es.quora.com/Cu%C3%A1l-es-la-diferencia-entre-organismo-y-cuerpo

Cuerpo Y Mente: ¿Son Las Emociones, El Cuerpo Y El Cerebro Algo Separado?,

Chile psicólogos. Recuperado: 17 de marzo de 2020. Disponible en:
https://chilepsicologos.cl/cuerpo-y-mente

Diccionario de Google.

Rene Descartes, e-torredebabel. Recuperado: 18 de marzo de 2020. Disponible en:

https://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/D
escartes/Descartes-TestimonioFalazSentidos.htm

Significado de Pienso, luego existo, significados.com. Recuperado: 18 de marzo de

2020. Disponible en: ​https://www.significados.com/pienso-luego-existo/