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Perdón en El Matrimonio

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Perdón en el matrimonio

Cristiano
El poder del perdón en el matrimonio es una de las virtudes más
necesarias en el mundo moderno, y es que la verdad, las ofensas
provenientes de nuestros seres queridos suelen doler más.

¿Porqué sucede esto? porque al daño recibido se le suma el sentimiento


de haber sido de alguna manera traicionados en nuestra confianza,
nuestros afectos o nuestras expectativas.

Por eso los errores entre esposos tienden a convertirse no sólo en


“problemas por resolver” sino en “dolores del corazón” que amenazan la
relación misma y que hacen hasta dudar del amor.

Por eso uno de los valores fundamentales que deriva del amor y que es
vital en toda vida de pareja es el perdón. Ésta es la actitud de alguien que
después de haber sido víctima de una ofensa, toma la iniciativa de
borrarla.

Qué significa el perdón en el


matrimonio
Perdonar, es el don perfecto que se le puede ofrecer al otro. El perdón
está en el corazón de la espiritualidad conyugal ya que le permite a la
pareja avanzar, a pesar de las inevitables heridas, como lo ilustra esta
historia.

Es por ellos que es importante la oración de los esposos para alcanzar la


humildad y la sanidad del corazón.
Cómo perdonar una infidelidad
en el matrimoniio según la Biblia
Muchas parejas se preguntan hoy en día ¿como perdonar una infidelidad
en el matrimonio?.

Primeramente debo decirte que esto no es fácil, pero como


dice Filipenses 4:13 «Todo lo puedo en Cristo que nos fortalece», es posible
el perdón de una infidelidad.

Debemos primeramente meternos en intimidad con Dios, no es fácil a


simple vista, pero te aseguro que si confías plenamente en Dios, Él te dará
la victoria. Todos los seres humanos podemos un día caer en la trampa
del enemigo y equivocarnos, fallarle a esa persona que amamos, porque
nuestra naturaleza carnal, está viva.

No quiere decir que tengas que volver con esa persona, pero si la persona
esta genuina-mente arrepentido, y quiere una oportunidad, ¿quien eres
tú, para decirle que no? sabiendo que existe un Dios de oportunidades,
que siempre está dispuesto a perdonar nuestras infidelidad hacia él.

Te recomiendo que primero confieses tu pecado en el sacramento de la


confesión, si eres tu el que cometió la falta, pero si eres la parte afectada
puedes pedir consejería.

Luego puedes hacer un ayuno, siempre entregándole tu situación a Dios


todo poderoso que es experto en dar respuestas que son para bien y no
para mal. El matrimonio, amistad, o hermandad son vínculos de unión que
para Dios resultan ser importantes, él nos manda a que nos amemos los
unos con los otros, a que nos perdonemos nuestras ofensas así como él
nos perdona a nosotros.
Qué hacer para perdonar en el
matrimonio
La forma cristiana de proceder para practicar el perdón en el
matrimonio te lo explico a través del siguiente ejemplo:

Roberto se sintió muy mal por una palabra de María. Después de algunos
días de enojo, sin esperar a que María se excusara, él tomó la iniciativa de
perdonarla.

Aunque perdonar no es olvidar, pese a que haya tomado tiempo, Roberto


supera el recuerdo de la injuria al dar el primer paso, al besar a María, al
mismo tiempo que le hace comprender la herida que ella le infirió.

Dicho perdón permite a esta pareja florecer de nuevo, volver a comenzar


con un amor más grande.

Con pleno derecho, esta pareja puede volver a hacer la petición de la


oración del Padrenuestro que Jesús nos enseñó: “Perdona nuestras
ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

Este es el valor fundamental del perdón en el matrimonio cristiano.

Un rabino empleó una imagen muy sencilla para traducir esta nulidad del
perdón: cada uno de nosotros, dice, está unido a Dios por medio de un
hilo; y cuando alguien comete una falta, el hilo se rompe.

En la reconciliación, Dios junta las dos puntas del hilo y hace un nudo. Así,
el vínculo con Dios se restablece, y el hilo se vuelve más corto. Nos
encontramos, pues, más cerca de Dios por la reconciliación misma.

El perdón en el matrimonio cristiano es la fina flor del amor teologal que


se vive en un contexto de alianza. Éste convierte el poder en servicio y la
herida en ternura.

Introduce en el seno de las relaciones humanas las costumbres de Dios y


hace de la pareja y de la familia una imagen de la trinidad.
Citas bíblicas sobre el perdón en
el matrimonio cristiano
San Pablo habla de este amor-perdón en un texto magnífico, muy
utilizado en las celebraciones matrimoniales (1 Corintios 13:1-13]. Él
escribe que el amor es magnánimo y servicial, que no es envidioso, que
no se jacta ni se engríe, que no hace nada inconveniente, no busca su
interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal ni se alegra de la injusticia.

Este amor, llamado también caridad, ágape, todo lo excusa, lo cree todo,
todo lo espera y lo soporta todo. Él no pasará nunca: “Lo que permanece
hoy, es la fe, la esperanza y la caridad; pero la más grande de lastres, es la
caridad” (1 Corintios 13:13).

Con este perdón la pareja cristiana edifica el reino en la historia a través


de las realidades cotidianas de la vida. Como Cristo, éste es profeta (por
su obra de evangelización en casa), sacerdote (obra de oración en el
hogar) y rey (obra de servicio al mundo). Este vocabulario teológico de
profeta, sacerdote y rey puede parecer de otra época.

Simplemente digamos que la pareja ejerce su función profética dando


testimonio de Cristo por medio de su amor y de su palabra (con
frecuencia por la educación de los hijos), la cual ejerce su función litúrgica
al ofrecer su vida de todos los días a Dios “como hostia viva, santa y
agradable a Dios” (Romanos 12:1) (a menudo por la oración y las liturgias
familiares), la cual realiza su función real al llevar nuevamente al mundo
hacia su fin que es regresar a Dios (con frecuencia por medio de su
compromiso en el mundo).

Esta triple dimensión profética, litúrgica y real de todo bautizado puede


llevarse a cabo en diferentes niveles por la pareja: ministerio de la vida,
acogida de las personas menos favorecidas, testimonio de fe,
compromiso (escuela, barrio, parroquia), promoción de las personas,
creación de redes de solidaridad (actividades sociales, caritativas,
deportivas), calidad de vida, etc.

Si la pareja cristiana irradia el Evangelio en el corazón del mundo, se debe


a que saca su inspiración de la escucha de la Palabra de Dios, como lo
veremos en este artículo, A la luz de la Palabra dada y recibida, ésta dirige
su mirada de fe, de esperanza y de amor a los acontecimientos del
mundo, tratando de discernir en ellos los “signos de los tiempos”, ya que
dichos acontecimientos revelan la presencia de Dios en el mundo.

"Peleamos, nos arreglamos, nos mantenemos en esa pero nos amamos", dice una de las
canciones del cantante J. Balvin, y en ella expresa una verdad muy simple: toda pareja
tiene dificultades. Es que si nos ponemos a pensar, ¡es difícil! Dos mentes que piensan
tan diferente viviendo juntas, dos voluntades buscando la felicidad de maneras tan
diferentes, dos historias que se han intersectado sin poder entender totalmente su
pasado, ¡ese es el matrimonio!

"El arreglarnos", sin embargo, no es tan fácil, como sugiere la canción. Porque las
heridas del corazón son reales y también duelen, tal vez más que las físicas. Nada duele
tanto como una herida causada por la persona que amamos. Un grito, un silencio, un
chantaje, un insulto, una humillación, no sentirse apreciado…. Y a veces uno, sin
considerar que el amor es un delicado cristal, lo pisotea con orgullo, lo tira con soberbia,
lo hiere tanto que es muy difícil arreglarlo de nuevo.

Pero desde la cruz podemos entrever la eficacia del amor que se entrega, del perdón que
duele, de las consecuencias últimas del verdadero amor. Que nuestra vida como pareja
refleje la verdadera reconciliación cristiana donde se reconoce los errores, se pide
perdón por ellos, se aprende de esa experiencia y se toma la decisión de no cometerlos
de nuevo. Una transformación a través de la gracia en la que cada cada perdón es un
paso hacia una mejor vida de pareja.

"Amor, vengo a pedirte perdón porque aunque prometí ante Dios hacerte feliz, a veces
solo te he causado lágrimas. Quiero que renovemos hoy nuestro amor delante de Dios y
aunque no puedo cambiar el pasado, prometo amarte de verdad todos los días de mi
vida".

He aquí tres versículos de la Biblia para que hagas tuyo este amor en tu pareja:

1. Colosenses 3:13

Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una queja contra otro. Así como
el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.

2. 1 Corintios 13:4-7

Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido,
ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de
las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo
todo, soportarlo todo.
3. Efesios 4:32

Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los
perdonó a ustedes en Cristo.

El Perdón y Los Límites En El


Matrimonio
108 Comentarios
Dios nos manda a perdonar y bendecir, pero si la agresión continua qué

hacemos?

Muchas personas que han pasado por crisis en sus matrimonios deciden en

obediencia a Dios perdonar y bendecir a su cónyuge agresor, pero

frecuentemente el agresor vuelve a agredir a su cónyuge y reaviva el dolor

y la frustración. Qué hacer?

Un agresor(a) es una persona que abusa emocionalmente de su cónyuge,

que la lastima, que la ofende constantemente, que la intenta controlar, que

la oprime con su actitud, que la margina de tomar decisiones en el hogar,

etc.

I Pedro 3:8-9: En fin, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos

fraternalmente, misericordiosos, amigables. No devolváis mal por mal, ni

maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que

fuisteis llamados a heredar bendición,

Dios nos manda a perdonar hasta 70 veces siete, o sea siempre y además a

bendecir a nuestro ofensor. No obstante la decisión de perdonar y bendecir,


no obliga al cónyuge herido a permanecer expuesto a seguir recibiendo el

abuso.

Si el agresor no se arrepiente de verdad y se aferra a fortalecer su vida

espiritual, va a seguir cayendo en la misma debilidad. Entonces se le debe

poner un límite a esta persona, manteniéndole a distancia y motivándole a

que busque la ayuda necesaria para que pueda cambiar su actitud agresiva y

abusadora.

La mayoría de personas que tienen esa tendencia abusadora, han vivido

experiencias que programaron su mente para reaccionar así y lo que

necesitan es ayuda profesional y espiritual para poder sanar su mente y

poder cambiar su programación negativa a una actitud de amor de bondad y

fidelidad.

Generalmente ambos cónyuges quedan muy lastimados después de una

crisis, y van a necesitar pasar por un proceso de limpieza emocional,

sanidad interior e inteligencia emocional bíblica para poder restaurarse

sólidamente y poder volver a la relación con la seguridad de que podrán

tener un matrimonio saludable.

La duración de este proceso va a depender de la madurez espiritual de cada

cónyuge y de la calidad de la ayuda que puedan conseguir para resolver su

situación. La gran mayoría de casos que buscan la ayuda oportuna y con

consejeros calificados consiguen restaurar y fortalecer la relación para

siempre.
Bíblicamente el divorcio no procede, pero en algunos de estos casos es

necesaria una separación temporal para tratar a ambos por separado en su

proceso de restauración hasta que a criterio de su Pastor y terapeuta ya

estén listos para regresar y mantener la nueva actitud de inteligencia

emocional bíblica.

Si usted ha experimentado o está experimentando crisis en su matrimonio y

algún tipo de abuso emocional o físico, busque ayuda calificada, póngase

en contacto con su Pastor o Líder espiritual para que evalúen su caso y le

guíen. Dispóngase a trabajar de inmediato en su caso antes de que llegue a

un punto de no retorno!

Para Cristo no hay nada imposible, pero nosotros tenemos que hacer

nuestra parte y permanecer conectados espiritualmente al Señor con la guía

correcta.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.

CUÍDALO!

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