Santuario
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1. Nombre las tres principales divisiones del Santuario. El rea del tabernculo se divida en tres partes: el atrio, el lugar santo y el lugar Santsimo. El atrio estaba en el aire libre, y era iluminado por el sol. Hasta all poda entrar la gente para hacer sus sacrificios. El lugar santo estaba dentro de la tienda y era iluminado por el candelero. Solo los sacerdotes podan entrar all. El lugar santsimo, tambin estaba adentro, y era iluminado por la gloria shekinah (lo que habita), o sea, iluminado por la gloria de Dios mismo. Dios permita entrar al lugar santsimo al sumo sacerdote, una vez al ao para hacer expiacin (Levtico 16). a. Diga qu haba en cada una de estas divisiones. En el atrio se encontraba el Altar de los Sacrificios y el Lavacro. En el Lugar Santo se encontraban la Mesa de los Panes de la Proposicin, el Candelabro y el Altar del Incienso. En el Lugar Santsimo se encontraba el Arca del Pacto. b. Diga qu representa cada mueble en el Santuario. 1. EL ALTAR DE SACRIFICIO (xodo 27:1-8) El altar era el primer mueble que se encontraba en el atrio. En l se ofrecan todos los sacrificios del pueblo: unos por individuos y otros por el pueblo en conjunto. Claramente este altar habla de sacrificio y derramamiento de sangre. Es imposible acercarse a Dios sin tal sacrificio y derramamiento de sangre (Hebreos 9:22). El altar en que arda constantemente el fuego y sobre el cual se quemaban los sacrificios es smbolo de la cruz de Cristo, mientras que los sacrificios son smbolo de Cristo mismo. Tambin habla del sacrificio que nosotros debemos hacer entregndonos completamente en las manos de Dios. Toda rebelin termina en el altar. Su posicin en la entrada, nos ensea que el sacrificio de Cristo se encuentra en la entrada misma del acceso a Dios y de la comunin con El (Cristo en el Tabernculo). El altar no era atractivo. Tampoco la doctrina de la propiciacin es atractiva para el mundo.
2. LA FUENTE DE BRONCE (xodo 30:17-21) Tambin se le ha llamado el lavacro. Fue hecha de bronce, y forrada adentro con los espejos que las mujeres ofrendaron. Aqu los sacerdotes tenan que lavarse antes de entrar en al tabernculo, bajo pena de muerte si no vivan en santidad. Ellos podan ver sus rostros reflejados en los espejos. La fuente reflejaba la necesidad de limpieza y tambin provea el medio para la limpieza. Tambin tipifica la limpieza que debemos tener por aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida. El agua puede ser smbolo tanto del Espritu Santo que nos limpia, nos purifica y nos guarda sin mancha, como tambin de la Palabra de Dios que nos santifica: Para santificarla (la Iglesia), habindola purificado en el lavamiento del agua por la palabra (Efesios 5:26; vase tambin Salmo 119:9 y Tito 3:5). 3. LA MESA DEL PAN DE LA PROPOSICION (xodo 25:23-30) Estaba hecha de madera de acacia cubierta con oro. Estaba colocada al lado norte del lugar santo. En sta se pona el pan de la proposicin (Levtico 24:5-9). El propsito de la mesa era solo para exhibir el pan. El enfoque es el pan, no la mesa. Esto nos ensea que la iglesia y nosotros como cristianos, nuestro nico objeto debe ser exhibir el pan de la vida el ms elevado empeo de nuestro ministerio debe ser ensalzar nicamente a Cristo para la gloria de Dios y para el bien de los hombres (Cristo en el Tabernculo, pginas 78-79). Los panes se hacan de harina fina sin levadura. La levadura representa el pecado. Cristo dijo, Yo soy el pan de vida. Cristo, que era sin mancha y sin pecado, es el verdadero pan del cielo que comemos nosotros, los sacerdotes del Dios vivo (Vase Juan 6:35-51). El pan expresa apropiadamente la satisfaccin y provisin de las necesidades ms profundas del alma, que las suple Cristo y las revela el evangelio (Cristo en el Taber., p. 69). Por qu gastis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Odme atentamente, y comed del bien, y se deleitar vuestra alma con grosura (Isaas 55:2). As como Cristo ha suplido nuestras necesidades, nosotros debemos darles comida espiritual, que hemos recibido de Cristo en nuestras vidas, a la gente que tiene hambre. 4. EL CANDELERO (xodo 25: 31-4O) El candelero era de oro puro, labrado de una sola pieza. Tenia siete lmparas (no candelas) en las cuales se quemaba el aceite para el alumbrado (xodo 27:20-21). Estaba colocado al lado sur del lugar santo, y daba la nica luz all, Iluminaba el pan de vida. Estaba encendido perpetuamente en el
sentido que todas las noches tenia que estar encendido. Un Sacerdote encenda las lmparas cada tarde y las apagaba cada maana. La luz es figura de Dios a travs de la Biblia. Jess dijo yo soy la luz del mundo (Juan 3:19; 8:12; 12:46). En la nueva Jerusaln, Cristo ser la luz (Apocalipsis 21:23). Cristo tambin dijo: Vosotros sois la luz del mundo (Mateo 5:14). Como el candelero no tenia luz propia, sino que era portador de la luz, nosotros tampoco tenemos luz propia, sino que somos portadores de la Luz Divina. As que el candelero tipifica a Cristo y a su Iglesia dando luz al mundo (Filipenses 2:15; Mateo 5:14-16). 5. EL ALTAR DEL INCIENSO (xodo 30:1-10) El altar del incienso se colocaba en el lugar santo, cerca del velo delante del arca que estaba en el lugar santsimo. Este altar se colocaba entre el lugar que representa la tierra y el lugar que representa el cielo. As es que este altar era la cosa ms cerca de la presencia de Dios. En este altar, el sacerdote quemaba incienso dos veces al da. En la Epstola a los Hebreos se menciona el arca como mueble del lugar santsimo (Hebreos 9:4). El altar del incienso y el incienso que se quemaba en l, representan o tipifican la oracin. Este incienso tipifica la oracin que es el olor suave a Dios (Apocalipsis 5:8). Tambin se tipifica aqu la intercesin de Cristo por su pueblo. Cristo intercede por nosotros (Hebreos 7:25). Posiblemente el altar de afuera (altar de sacrificio) simbolizaba lo que Cristo era y lo que hizo en la presencia de los hombres. En contraste con del altar del incienso, el altar adentro, que estaba escondido de todos, menos de los sacerdotes, simbolizaba lo Cristo es y lo que hace en la presencia de Dios. Nosotros tambin debemos ofrecer a Dios sacrificios de adoracin, de oracin y de alabanza (Hebreos 13:15, 16). Notemos que el incienso se quemaba delante de Dios todos los das. Esto nos indica que debemos orar todos los das. 6. EL ARCA DEL PACTO (xodo 25:10-22) El arca representa la persona de nuestro Seor Jesucristo. Es tan obvio que no es necesaria mucha explicacin. Las otras dos arcas que se mencionan en la Biblia: la de No, donde l y su familia encontraron refugio; y la de Moiss, en la cual fue preservado de la muerte, son una representacin de Cristo mismo. El hecho que el arca del pacto estaba hecha de dos materiales, y solo esos dos: Madera de acacia y oro, claramente apunta a las dos naturalezas de Jess: La humana y la divina. El hecho de que las dos tablas con la
ley se preservaran en el arca es una muestra de esto tambin. El arca representaba la presencia contnua de Dios para con su pueblo. 2. Dibuje un modelo a escala del Santuario, en donde se vean las divisiones principales y la ubicacin de todos los muebles. Recuerde incluir el N, S, E y O. Norte
Oeste
Este
Sur 3. Cuntas cubiertas tena el Santuario? 4 a. Nombre los tipos de cubiertas en orden desde adentro hacia fuera. Cortinas de Lino Fino. Tienda de Pelo de Cabra. Tienda de Pieles de Carnero Teida de Rojo. Cubierta de piel de marsopa (tejones).
b. Diga qu representa cada cubierta.
Cortinas de Lino Fino: JUSTICIA, CUIDADO DE DIOS A TRAVS DE SUS ANGELES. Tienda de Pelo de Cabra: REEMPLAZO POR EL PECADO, RECONCILIACIN Y EXPIACIN. Tienda de Pieles de Carnero Teida de Rojo: LIBERACIN DEL PECADO Y CONSAGRACIN. Cubierta de piel de marsopa (tejones): PROTECCIN DE DIOS.
4. Los siguientes colores fueron usados en el Santuario y la ropa de los sacerdotes. Diga qu representa cada color: a. Rojo. Ilustra el poder que hay en la sangre preciosa del Cordero, derramada por nosotros para la redencin del pecador. b. Azul. El azul, que es el color del cielo, es una representacin bsica del carcter de Nuestro Seor Jesucristo, perfecto en la manifestacin del amor de Dios. c. Prpura (Morado). Recuerda que Jess es Rey eterno y Sacerdote inmortal. d. Blanco. Representa la humanidad perfecta y pura del Salvador y de su justicia, justicia que resulta de su obediencia y absoluta lealtad a Dios. e. Negro. Significa pecado, muerte y hambruna. f. Dorado. Representa el tercer paso del crecimiento espiritual: La Santificacin. Tambin simboliza la idea de algo de gran valor, de compra. El precio del sacrificio de Cristo fue muy grande. g. Plateado. Representa el segundo paso en el crecimiento espiritual. La plata representa los frutos que obtenemos al aceptar el Espritu Santo en nuestras vidas. h. Cobre o Bronce. Es un smbolo de la justicia imputada de Cristo a travs de la justificacin, luego de nuestro arrepentimiento de los pecados. Es el primer paso en el crecimiento espiritual.
Fuentes: Cristo en el Santuario, por Dr. Salim Japas. The Tabernacle in the Wilderness, by George Kirkpatrick. El Santuario: Smbolo y Realidad, Pr. Carlos Nina Ortiz.
5. Discutir y memorizar 1 Juan 1:9; Daniel 8:14 y xodo 25:8. Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9) Y que hagan un santuario para m, para que yo habite entre ellos. (Exodo 25:8) 6. De qu tribu eran los sacerdotes? Por qu? En virtud de las instrucciones divinas, se apart a la tribu de Lev para el servicio del santuario. En tiempos anteriores, cada hombre haba sido sacerdote en su propia casa. En los das de Abrahn, por derecho de nacimiento, el sacerdocio recaa en el hijo mayor. Ahora, en vez del primognito de todo Israel, el Seor apart a la tribu de Lev para la obra del santuario. Mediante este sealado honor, Dios manifest su aprobacin por la fidelidad de los levitas, tanto por haber cumplido fielmente su servicio como por haber ejecutado sus juicios cuando el resto de las tribus apostataron al rendir culto al becerro de oro. El sacerdocio, no obstante, se restringi a la familia de Aarn. Este y sus hijos fueron los nicos a quienes se les permiti oficiar ante el Seor; al resto de la tribu se les encarg el cuidado del
tabernculo y su mobiliario. Adems, deban ayudar a los sacerdotes en su ministerio, pero no podan ofrecer sacrificios, ni quemar incienso, ni mirar los utensilios sagrados hasta que estuviesen cubiertos. 7. Describir la vestimenta de: a. El Sacerdote comn. Se design para los sacerdotes un traje especial, que concordaba con su oficio. "Y hars vestidos sagrados a Aarn tu hermano, para honra y hermosura" (Exo. 28: 2), fue la instruccin divina que se le dio a Moiss. El hbito del sacerdote comn era de lino blanco tejido de una sola pieza. Se extenda casi hasta los pies, y estaba ceido en la cintura por una faja de lino blanco bordada de azul, prpura y rojo. Un turbante de lino, o mitra, completaba su vestidura exterior. b. El Sumo Sacerdote. Las vestiduras del sumo sacerdote eran de costosa tela de bellsima hechura, como convena a su elevada jerarqua. Adems del traje de lino del sacerdote comn, llevaba una tnica azul, tambin tejida de una sola pieza. El borde del manto estaba adornado con campanas de oro y granadas de color azul, prpura y escarlata. Sobre esto llevaba el efod, vestidura ms corta, de oro, azul, prpura, escarlata y blanco, rodeada por una faja de los mismos colores, hermosamente elaborada. El efod no tena mangas, y en sus hombreras bordadas con oro, tena engarzadas dos piedras de nix, que llevaban los nombres de las doce tribus de Israel. Sobre el efod estaba el racional (pectoral), la ms sagrada de las vestiduras sacerdotales. Era de la misma tela que el efod. De forma cuadrada, meda un palmo, y colgaba de los hombros mediante un cordn azul prendido en argollas de oro. El ribete estaba formado por una variedad de piedras preciosas, las mismas que forman los doce fundamentos de la ciudad de Dios. Dentro del ribete haba doce piedras engarzadas en oro, dispuestas en hileras de cuatro que, como las de los hombros, tenan grabados los nombres de las tribus. Las instrucciones del Seor fueron: "Y llevar Aarn los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazn, cuando entrare en el santuario, por memorial delante de Jehov continuamente" (Exo. 28: 29). As tambin Cristo, el gran Sumo Sacerdote, al ofrecer su sangre ante el Padre en favor de los pecadores, lleva sobre el corazn el nombre de toda alma arrepentida y creyente. La mitra del sumo sacerdote consista en un turbante de lino blanco, que tena una plaquita de oro sostenida por una cinta azul, con la inscripcin: "Santidad a Jehov". Todo lo relacionado con la indumentaria y la conducta de los
sacerdotes haba de ser tal, que inspirara en el espectador el sentimiento de la santidad de Dios, de lo sagrado de su culto y de la pureza que se exiga a los que se allegaban a su presencia. 8. Leer y discutir El Conflicto de los Siglos, pgina 488 y Hebreos 4:14-16. CAPTULO 25. Jesucristo Nuestro Abogado
El asunto del santuario fue la clave que aclar el misterio del desengao de 1844. Revel todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto armonioso y demostraban que la mano de Dios haba dirigido el gran movimiento adventista, y al poner de manifiesto la situacin y la obra de su pueblo le indicaba cul era su deber de all en adelante. Como los discpulos de Jess, despus de la noche terrible de su angustia y desengao, "se gozaron viendo al Seor," as tambin se regocijaron ahora los que haban esperado con fe su segunda venida. Haban esperado que vendra en gloria para recompensar a sus siervos. Como sus esperanzas fuesen chasqueadas, perdieron de vista a Jess, y como Mara al lado del sepulcro, exclamaron: "Se han llevado a mi Seor, y no s dnde le han puesto." Entonces, en el lugar santsimo, contemplaron otra vez a su compasivo Sumo Sacerdote que deba aparecer pronto como su rey y libertador. La luz del santuario iluminaba lo pasado, lo presente y lo porvenir. Supieron que Dios les haba guiado por su providencia infalible. Aunque, como los primeros discpulos, ellos mismos no haban comprendido el mensaje que daban, ste haba sido correcto en todo sentido. Al proclamarlo haban cumplido los designios de Dios, y su labor no haba sido vana en el Seor. Reengendrados "en esperanza viva," se regocijaron "con gozo inefable y glorificado." Tanto la profeca de Daniel 8:14: "Hasta dos mil y trescientas tardes y maanas; entonces ser purificado el Santuario," como el mensaje del primer ngel: "Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio!" sealaban al ministerio de Cristo en el lugar santsimo, al juicio investigador, y no a la venida de Cristo para la redencin de su pueblo y la destruccin de los impos. El error no estaba en el cmputo de los perodos profticos, sino en el acontecimiento que deba verificarse al fin de los 2.300 das. Debido a este error los creyentes haban sufrido un desengao; sin embargo se haba realizado todo lo predicho por la profeca, y todo lo que alguna garanta bblica permita esperar. En el momento mismo en que estaban lamentando la defraudacin de sus esperanzas, se haba realizado el acontecimiento que estaba predicho por el mensaje, y que deba cumplirse antes de que el Seor pudiese aparecer para recompensar a sus siervos. Cristo haba venido, no a la tierra, como ellos lo esperaban, sino, como estaba simbolizado en el smbolo, al lugar santsimo del templo de Dios en el cielo. El profeta Daniel le representa como viniendo en ese tiempo al Anciano de das: "Estaba mirando en visiones de la noche, y he aqu que sobre las nubes del ciclo vena Uno parecido a un hijo de hombre; y vino" -no a la tierra, sino- "al Anciano de das, y le trajeron delante de l." (Daniel 7: 13, V.M.) Esta venida est predicha tambin por el profeta Malaquas: "Repentinamente vendr a su Templo el Seor a quien buscis: es decir, el ngel del Pacto, en quien os deleitis; he aqu que vendr, dice Jehov de los Ejrcitos." (Malaquas 3: 1, V.M.) La venida del Seor a su templo fue repentina, de modo inesperado, para su pueblo. Este no le esperaba all. Esperaba que vendra a la tierra, "en llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio." (2 Tesalonicenses 1: 8.) Pero el pueblo no estaba an preparado para ir al encuentro de su Seor. Todava le quedaba una obra de preparacin que cumplir. Deba serle comunicada una luz que dirigira su espritu hacia el templo de Dios en el cielo; y mientras siguiera all por fe a su Sumo
Sacerdote en el desempeo de su ministerio se le revelaran nuevos deberes. Haba de darse a la iglesia otro mensaje de aviso e instruccin. El profeta dice: "Pero quin es capaz de soportar el da de su advenimiento? Y quin podr estar en pie cuando l apareciere? porque ser como el fuego del acrisolador, y como el jabn de los bataneros; pues que se sentar como acrisolador y purificador de la plata; y purificar a los hijos de Lev, y los afinar como el oro y la plata, para que presenten a Jehov ofrenda en justicia." (Malaquas 3: 2, 3, V.M.) Los que vivan en la tierra cuando cese la intercesin de Cristo en el santuario celestial debern estar en pie en la presencia del Dios santo sin mediador. Sus vestiduras debern estar sin mcula; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la aspersin. Por la gracia de Dios y sus propios y diligentes esfuerzos debern ser vencedores en la lucha con el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador en el cielo, mientras que los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a cabo una obra especial de purificacin, de liberacin del pecado, entre el pueblo de Dios en la tierra. Esta obra est presentada con mayor claridad en los mensajes del captulo 14 del Apocalipsis. Cuando esta obra haya quedado consumada, los discpulos de Cristo estarn listos para su venida. "Entonces la ofrenda de Jud y de Jerusalem ser grata a Jehov, como en los das de la antigedad, y como en los aos de remotos tiempos." (Malaquas 3: 4, V.M.) Entonces la iglesia que nuestro Seor recibir para s ser una "Iglesia gloriosa, no teniendo mancha, ni arruga, ni otra cosa semejante." (Efesios 5: 27, V.M.) Entonces ella aparecer "como el alba; hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejrcito con banderas tremolantes." (Cantares 6: 10, V.M.) Adems de la venida del Seor a su templo, Malaquas predice tambin su segundo advenimiento, su venida para la ejecucin del juicio, en estas palabras: "Y yo me acercar a vosotros para juicio; y ser veloz testigo contra los hechiceros, y contra los adlteros, y contra los que juran en falso, y contra los que defraudan al jornalero de su salario, y oprimen a la viuda y al hurfano, y apartan al extranjero de su derecho; y no me temen a m, dice Jehov de los Ejrcitos." (Malaquas 3: 5, V.M.) San Judas se refiere a la misma escena cuando dice: "He aqu que viene el Seor, con las huestes innumerables de sus santos ngeles, para ejecutar juicio sobre todos, y para convencer a todos los impos de todas las obras impas que han obrado impamente!" (S. Judas 14, 15, V.M.) Esta venida y la del Seor a su templo son acontecimientos distintos que han de realizarse por separado. La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al lugar santsimo para la purificacin del santuario, de la que se habla en Daniel 8:14; la venida del Hijo del hombre al lugar donde est el Anciano de das, tal como est presentada en Daniel 7: 13; y la venida del Seor a su templo, predicha por Malaquas, son descripciones del mismo acontecimiento representado tambin por la venida del Esposo a las bodas, descrita por Cristo en la parbola de las diez vrgenes, segn S. Mateo 25. En el verano y otoo de 1844 fue hecha esta proclamacin: "He aqu que viene el Esposo!" Se conocieron entonces las dos clases de personas representadas por las vrgenes prudentes y fatuas: la una que esperaba con regocijo la aparicin del Seor y se haba estado preparando diligentemente para ir a su encuentro; la otra que, presa del temor y obrando por impulso, se haba dado por satisfecha con una teora de la verdad, pero estaba destituda de la gracia de Dios. En la parbola, cuando vino el Esposo, "las que estaban preparadas entraron con l a las bodas." La venida del Esposo, presentada aqu, se verifica antes de la boda. La boda representa el acto de ser investido Cristo de la dignidad de Rey. La ciudad santa, la nueva Jerusaln, que es la capital del reino y lo representa, se llama "la novia, la esposa del Cordero." El ngel dijo a San Juan: "Ven ac; te mostrar la novia, la esposa del cordero." "Me llev en el Espritu," agrega el profeta, "y me mostr la santa ciudad de Jerusalem, descendiendo del cielo, desde Dios." (Apocalipsis 21: 9, 10, V.M.)
Salta pues a la vista que la Esposa representa la ciudad santa, y las vrgenes que van al encuentro del Esposo representan a la iglesia. En el Apocalipsis, el pueblo de Dios lo constituyen los invitados a la cena de las bodas. (Apocalipsis 19:9.) Si son los invitados, no pueden representar tambin a la esposa. Cristo, segn el profeta Daniel, recibir del Anciano de das en el cielo "el dominio, y la gloria, y el reino," recibir la nueva Jerusaln, la capital de su reino, "preparada como una novia engalanada para su esposo." (Daniel 7: 14; Apocalipsis 21 :2, V.M.) Despus de recibir el reino, vendr en su gloria, como Rey de reyes y Seor de seores, para redimir a los suyos, que "se sentarn con Abraham, e Isaac, y Jacob," en su reino (S. Mateo 8: 11; S. Lucas 22: 30), para participar de la cena de las bodas del Cordero. La proclamacin: "He aqu que viene el Esposo!" en el verano de 1844, indujo a miles de personas a esperar el advenimiento inmediato del Seor. En el tiempo sealado, vino el Esposo, no a la tierra, como el pueblo lo esperaba, sino hasta donde estaba el Anciano de das en el cielo, a las bodas; es decir, a recibir su reino. "Las que estaban preparadas entraron con l a las bodas; y fue cerrada la puerta." No iban a asistir en persona a las bodas, ya que stas se verifican en el cielo mientras que ellas estn en la tierra. Los discpulos de Cristo han de esperar "a su Seor, cuando haya de volver de las bodas." (S. Lucas 12: 36, V.M.) Pero deben comprender su obra, y seguirle por fe mientras entra en la presencia de Dios. En este sentido es en el que se dice que ellos van con l a las bodas. Segn la parbola, fueron las que tenan aceite en sus vasos con sus lmparas quienes entraron a las bodas. Los que, junto con el conocimiento de la verdad de las Escrituras, tenan el Espritu y la gracia de Dios, y que en la noche de su amarga prueba haban esperado con paciencia, escudriando la Biblia en busca de ms luz -fueron los que reconocieron la verdad referente al santuario en el cielo y al cambio de ministerio del Salvador, y por fe le siguieron en su obra en el santuario celestial. Y todos los que por el testimonio de las Escrituras aceptan las mismas verdades, siguiendo por fe a Cristo mientras se presenta ante Dios para efectuar la ltima obra de mediacin y para recibir su reino a la conclusin de sta - todos sos estn representados como si entraran en las bodas. En la parbola del captulo 22 de San Mateo, se emplea la misma figura de las bodas y se ve a las claras que el juicio investigador se realiza antes de las bodas. Antes de verificarse estas entra el Rey para ver a los huspedes, y cerciorarse de que todos llevan las vestiduras de boda, el manto inmaculado del carcter, lavado y emblanquecido en la sangre del Cordero. (S. Mateo 22:11; Apocalipsis 7:14.) Al que se le encuentra sin traje conveniente, se le expulsa, pero todos los que al ser examinados resultan tener las vestiduras de bodas, son aceptados por Dios y juzgados dignos de participar en su reino y de sentarse en su trono. Esta tarea de examinar los caracteres y de determinar los que estn preparados para el reino de Dios es la del juicio investigador, la obra final que se lleva a cabo en el santuario celestial. Cuando haya terminado este examen, cuando se haya fallado respecto de los que en todos los siglos han profesado ser discpulos de Cristo, entonces y no antes habr terminado el tiempo de gracia, y ser cerrada la puerta de misericordia. As que las palabras: "Las que estaban preparadas entraron con l a las bodas, y fue cerrada la puerta," nos conducen a travs del ministerio final del Salvador, hasta el momento en que quedar terminada la gran obra de la salvacin del hombre. En el servicio del santuario terrenal que, como ya lo vimos, es una figura del servicio que se efecta en el santuario celestial, cuando el sumo sacerdote entraba el da de la expiacin en el lugar santsimo terminaba el servicio del primer departamento. Dios mand: "No ha de haber hombre alguno en el Tabernculo de Reunin cuando l entrare para hacer expiacin dentro del Santuario, hasta que salga." (Levtico 16: 17, V.M.) As que cuando Cristo entr
en el lugar santsimo para consumar la obra final de la expiacin, ces su ministerio en el primer departamento. Pero cuando termin el servicio que se realizaba en el primer departamento, se inici el ministerio en el segundo departamento. Cuando en el servicio tpico el sumo sacerdote sala del lugar santo el da de la expiacin, se presentaba ante Dios, para ofrecer la sangre de la vctima ofrecida por el pecado de todos los israelitas que se arrepentan verdaderamente. As tambin Cristo slo haba terminado una parte de su obra como intercesor nuestro para empezar otra, y sigue an ofreciendo su sangre ante el Padre en favor de los pecadores. Este asunto no lo entendieron los adventistas de 1844. Despus que transcurriera la fecha en que se esperaba al Salvador, siguieron creyendo que su venida estaba cercana; sostenan que haban llegado a una crisis importante y que haba cesado la obra de Cristo como intercesor del hombre ante Dios. Les pareca que la Biblia enseaba que el tiempo de gracia concedido al hombre terminara poco antes de la venida misma del Seor en las nubes del cielo. Eso pareca desprenderse de los pasajes bblicos que indican un tiempo en que los hombres buscarn, golpearn y llamarn a la puerta de la misericordia, sin que sta se abra. Y se preguntaban si la fecha en que haban estado esperando la venida de Cristo no sealaba ms bien el comienzo de ese perodo que deba preceder inmediatamente a su venida. Habiendo proclamado la proximidad del juicio, consideraban que haban terminado su labor para el mundo, y no sentan ms la obligacin de trabajar por la salvacin de los pecadores, en tanto que las mofas atrevidas y blasfemas de los impos les parecan una evidencia adicional de que el Espritu de Dios se haba retirado de los que rechazaran su misericordia. Todo esto les confirmaba en la creencia de que el tiempo de gracia haba terminado, o, como decan ellos entonces, que "la puerta de la misericordia estaba cerrada." Pero una luz ms viva surgi del estudio de la cuestin del santuario. Vieron entonces que tenan razn al creer que el fin de los 2.300 das, en 1844, haba marcado una crisis importante. Pero si bien era cierto que se haba cerrado la puerta de esperanza y de gracia por la cual los hombres haban encontrado durante mil ochocientos aos acceso a Dios, otra puerta se les abra, y el perdn de los pecados era ofrecido a los hombres por la intercesin de Cristo en el lugar santsimo. Una parte de su obra haba terminado tan slo para dar lugar a otra. Haba an una "puerta abierta" para entrar en el santuario celestial donde Cristo oficiaba en favor del pecador. Entonces comprendieron la aplicacin de las palabras que Cristo dirigi en el Apocalipsis a la iglesia correspondiente al tiempo en que ellos mismos vivan: "Estas cosas dice el que es santo, el que es veraz, el que tiene la llave de David, el que abre, y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre: Yo conozco tus obras: he aqu he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie podr cerrar." (Apocalipsis 3: 7, 8, V.M.) Son los que por fe siguen a Jess en su gran obra de expiacin, quienes reciben los beneficios de su mediacin por ellos, mientras que a los que rechazan la luz que pone a la vista este ministerio, no les beneficia. Los judos que rechazaron la luz concedida en el tiempo del primer advenimiento de Cristo, y se negaron a creer en l como Salvador del mundo, no podan ser perdonados por intermedio de l. Cuando en la ascensin Jess entr por su propia sangre en el santuario celestial para derramar sobre sus discpulos las bendiciones de su mediacin, los judos fueron dejados en oscuridad completa y siguieron con sus sacrificios y ofrendas intiles. Haba cesado el ministerio de smbolos y sombras. La puerta por la cual los hombres haban encontrado antes acceso cerca de Dios, no estaba ms abierta. Los judos se haban negado a buscarle de la sola manera en que poda ser encontrado entonces, por el sacerdocio en el santuario del cielo. No encontraban por consiguiente comunin con Dios. La puerta estaba cerrada para ellos. No conocan a Cristo como verdadero sacrificio y nico mediador ante Dios; de ah que no pudiesen recibir los beneficios de su mediacin.
La condicin de los judos incrdulos ilustra el estado de los indiferentes e incrdulos entre los profesos cristianos, que desconocen voluntariamente la obra de nuestro misericordioso Sumo Sacerdote. En el servicio tpico, cuando el sumo sacerdote entraba en el lugar santsimo, todos los hijos de Israel deban reunirse cerca del santuario y humillar sus almas del modo ms solemne ante Dios, a fin de recibir el perdn de sus pecados y no ser separados de la congregacin. Cunto ms esencial es que en nuestra poca antitpica de la expiacin comprendamos la obra de nuestro Sumo Sacerdote, y sepamos qu deberes nos incumben! Los hombres no pueden rechazar impunemente los avisos que Dios les enva en su misericordia. Un mensaje fue enviado del cielo al mundo en tiempo de No, y la salvacin de los hombres dependa de la manera en que aceptaran ese mensaje. Por el hecho de que ella haba rechazado la amonestacin, el Espritu de Dios se retir de la raza pecadora que pereci en las aguas del diluvio. En tiempo de Abrahn la misericordia dej de alegar con los culpables vecinos de Sodoma, y todos, excepto Lot con su mujer y dos hijas, fueron consumidos por el fuego que descendi del cielo. Otro tanto sucedi en das de Cristo. El Hijo de Dios declar a los judos incrdulos de aquella generacin: "He aqu vuestra casa os es dejada desierta." (S. Mateo 23: 38.) Considerando los ltimos das, el mismo- Poder Infinito declara respecto de los que "no recibieron el amor de la verdad para ser salvos:" "Por lo tanto, les enva Dios operacin de error, para que crean a la mentira; para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad." (2 Tesalonicenses 2: 10-12.) A medida que se rechazan las enseanzas de su Palabra, Dios retira su Espritu y deja a los hombres en brazos del engao que tanto les gusta. Pero Cristo intercede an por el hombre, y se otorgar luz a los que la buscan. Aunque esto no lo comprendieron al principio los adventistas, les result claro despus, a medida que los pasajes bblicos que definen la verdadera posicin de ellos empezaron a hacerse inteligibles. Cuando pas la fecha fijada para 1844, hubo un tiempo de gran prueba para los que conservaban an la fe adventista. Su nico alivio en lo concerniente a determinar su verdadera situacin, fue la luz que dirigi su espritu hacia el santuario celestial. Algunos dejaron de creer en la manera en que haban calculado antes los perodos profticos, y atribuyeron a factores humanos o satnicos la poderosa influencia del Espritu Santo que haba acompaado al movimiento adventista. Otros creyeron firmemente que el Seor los haba conducido en su vida pasada; y mientras esperaban, velaban y oraban para conocer la voluntad de Dios, llegaron a comprender que su gran Sumo Sacerdote haba empezado a desempear otro ministerio y, siguindole con fe, fueron inducidos a ver adems la obra final de la iglesia. Obtuvieron un conocimiento ms claro de los mensajes de los primeros ngeles, y quedaron preparados para recibir y dar al mundo la solemne amonestacin del tercer ngel de Apocalipsis 14. Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendi los cielos, Jess, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerqumonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. (Hebreos 4:14-16)
9. Qu tipo de animales se llevaban diariamente al atrio? El sacrificio diario era de un cordero de un ao sin mancha, y deba ofrecerse en la maana y en la tarde. El sacrificio por expiacin dependa del ingreso del pecador que lo llevaba, por eso poda ser un carnero (esta era la ofrenda comn), o un par de trtolos. Para otras ofrendas y el da de la expiacin se utilizaba diferentes animales, aparte del cordero: Un becerro y un macho cabro.
10. Escribir un prrafo o decir cmo usted ve a Cristo representando en el Santuario y sus servicios. Esto es personal, qu has aprendido de Jess viendo los ritos y muebles del santuario?