Vida y Obra de Miguel de Cervantes
Vida y Obra de Miguel de Cervantes
Vida y Obra de Miguel de Cervantes
Si toda obra artística es, de algún modo, una autobiografía, esto, tal vez, se
puede afirmar de la de Cervantes con mayor verdad.
Cervantes nace y se forma en pleno auge del Renacimiento y, por otra parte, vive
con intensidad los primeros del siglo XVII, en los que el humanismo universal del
Clasicismo da paso a la problematización y exhuberancia del Barroco. Los mismos
años de su producción literaria, 1585-1616, están a caballo de este cambio.
Cervantes sintetiza los aspectos literarios fundamentales del Renacimiento y, al
mismo tiempo, crea la obra más representativa del Barroco.
Novelas
La Galatea (1585)
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
Novelas ejemplares (1613)
El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)
Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617)
Poesía
Se han perdido o no se han identificado casi todos los versos que no estaban
incluidos en sus novelas o en sus obras teatrales; aunque se le suele llamar inventor
de los versos de cabo roto, en realidad no fue él. Cervantes declara haber
compuesto gran número de romances, entre los cuales estimaba especialmente uno
sobre los celos. En efecto, hacia 1580 participó con otros grandes poetas
contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo en la imitación de los
romances antiguos que dio origen al Romancero nuevo, llamado así frente al
tradicional Romancero viejo del siglo XV, el cual era anónimo.
El único poema narrativo extenso de Cervantes es El viaje del Parnaso (1614). Narra
de forma autobiográfica en ocho capítulos un viaje al monte Parnaso, a bordo de
una galera dirigida por Mercurio, en la que algunos poetas elogiados tratan de
defenderlo frente a los poetastros o malos poetas.
Teatro
Dadas sus penurias económicas, el teatro fue la gran vocación de Cervantes. Escribe
que cuando era mozo «se le iban los ojos» tras el carro de los comediantes y que
asistió a las austeras representaciones de Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito, que
lo tuvo, pues sus obras se representaron «sin ofrenda de pepinos», como dice en el
prólogo a sus Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados, fue efímero
ante el exitazo de la nueva fórmula dramática de Lope de Vega, más audaz y
moderna que la suya, que hizo a los empresarios desestimar las comedias
cervantinas y preferir las de su rival. El teatro de Cervantes poseía un fin moral,
incluía personajes alegóricos y procuraba someterse a las tres unidades aristotélicas
de acción, tiempo y lugar, mientras que el de Lope rompía con esas unidades y era
moralmente más desvergonzado y desenvuelto, así como mejor y más variadamente
versificado. Cervantes nunca pudo sobrellevar este fracaso y se mostró disgustado
con el nuevo teatro lopesco en la primera parte del Quijote.
Entre las obras que se ignora si llegó a escribir o a completar cabe mencionar la
segunda parte de La Galatea, El famoso Bernardo (quizá un libro de caballerías
referido a Bernardo del Carpio) y Las semanas del jardín. También es posible que
haya pensado en escribir una continuación del libro de caballerías Belianís de Grecia.
[cita requerida]
Las obras de teatro perdidas, que Cervantes enumera son La gran Turquesca, La
batalla naval, La Jerusalén, La Amaranta o la del Mayo, El bosque amoroso, La única,
La bizarra Arsinda y La Confusa, que figuraba en el repertorio del autor Juan Acacio
aún en 1627. También fue obra suya una comedia llamada El trato de
Constantinopla y muerte de Selim.
Hay diversas obras que se han atribuido a Cervantes, con variado fundamento. Entre
las más conocidas cabe mencionar:
La tía fingida
Diálogo entre Cilenia y Selanio
Auto de la soberana Virgen de Guadalupe
La Topografía e historia general de Argel, obra editada y publicada en Valladolid, en
1612