Parte 2-Decisión de Tribunal de Arbitramiento
Parte 2-Decisión de Tribunal de Arbitramiento
Parte 2-Decisión de Tribunal de Arbitramiento
RELATIVAS A INVERSIONES
WASHINGTON, D.C.
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LAUDO
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Caso CIADI No. ARB/07/30
ÍNDICE DE CONTENIDOS
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Caso CIADI No. ARB/07/30
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Caso CIADI No. ARB/07/30
v
Caso CIADI No. ARB/07/30
vi
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Caso CIADI No. ARB/07/30
I. Antecedentes Procesales
3. Entre los días 31 de mayo y 12 de junio de 2010, se celebró una audiencia sobre jurisdicción
y fondo, seguida de dos días de alegatos los días 21 y 23 de julio de 2010. El 3 de septiembre de
2013, el Tribunal dictó una Decisión sobre Jurisdicción y Fondo (“la Decisión de 2013”), en cuyo
párrafo 404 se establecían las conclusiones que se citarán en la Sección II infra.
6. Entre los días 11 y 23 de septiembre de 2013, las Partes presentaron variadas comunicacio-
nes al Tribunal.
7. Mediante carta de fecha 1 de octubre de 2013, el Tribunal fijó un cronograma para la pre-
sentación de escritos de las partes acerca de lo siguiente: (i) la potestad del Tribunal para reconsi-
derar la Decisión de 2013; y (ii) y un posible cronograma para la presentación de escritos sobre
cuantificación de daños. Las Partes presentaron oportunamente dos rondas de escritos.
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Caso CIADI No. ARB/07/30
10. El 20 de febrero de 2015, renunció el Profesor Georges Abi-Saab con efecto inmediato. El
10 de agosto de 2015 se reconstituyó el Tribunal, con el nombramiento del Profesor Andreas Bu-
cher, nacional de Suiza, por parte del Presidente del Consejo Administrativo.
11. Ese mismo día, el 10 de agosto de 2015, la Demandada presentó una Segunda Solicitud de
Reconsideración dirigida a la Decisión del Tribunal del día 10 de marzo de 2014. Solicitó una
audiencia sobre dicha solicitud. La Demandada recordó que, inmediatamente después de la Deci-
sión de 2013, había solicitado la reconsideración, señalando
1
Decisión de fecha 10 de marzo de 2014 sobre la Primera Solicitud de Reconsideración de la Demandada, párr. 9.
2
Segunda Solicitud de Reconsideración de la Demandada, págs. 2-3.
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13. Posteriormente ese mismo día, la Demandada comentó la carta de las Demandantes. El 13
de agosto de 2015, las Demandantes afirmaron que su carta del día anterior proporcionaba una
respuesta completa a los planteamientos de la Demandada en su carta ulterior.
14. El 15 de agosto de 2015, se informó a las Partes de que el Tribunal “actualmente está con-
siderando la solicitud de la Demandada, incluida su solicitud de una audiencia, y se comunicará
con las partes cuando corresponda. El Tribunal considera que en esta fase no son necesarias pre-
sentaciones adicionales”4 [Traducción del Tribunal].
15. El 9 de noviembre de 2015, la Demandada presentó una propuesta para recusar como árbitro
a L. Yves Fortier QC. En base de la Regla 9(6) de las Reglas de Arbitraje, se suspendió el proce-
dimiento hasta el 15 de diciembre de 2015 cuando se desestimó la propuesta. La Demandada realizó
otras dos propuestas los días 26 de febrero de 2016 y 22 de julio de 2016 (Quinta y Sexta Propuestas
de la Demandada para recusar a L. Yves Fortier), ambas desestimadas los días 15 de marzo de 2016
y 26 de julio de 2016, respectivamente.
16. El 9 de febrero de 2016, el Tribunal dictó su Decisión sobre la Segunda Solicitud de Re-
consideración de la Demandada. Explicó que había abordado la cuestión, tal como lo hicieron las
Partes, en aras de buscar la existencia y la fuente de la facultad que la Demandada le solicita que
ejerza. No es cuestión de hallar una regla que prohíba la existencia o el ejercicio de esta facultad.
Debe determinarse que esa facultad existe. La Demandada no lo ha demostrado.
3
Carta de las Demandantes de fecha 12 de agosto de 2015, pág. 1.
4
Carta del CIADI de fecha 18 de agosto de 2015, pág. 2.
3
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19. El 21 de marzo de 2016, el Presidente del Tribunal, Juez Kenneth J. Keith, renunció como
árbitro en el presente caso con efecto inmediato. El 22 de abril de 2016, se reconstituyó el Tribunal,
con la designación del Sr. Eduardo Zuleta, nacional de Colombia, como árbitro presidente por parte
del Presidente del Consejo Administrativo.
23. Mediante carta de fecha 20 de abril de 2016, la Demandada presentó ante el Tribunal una
Tercera Solicitud de Reconsideración de la Decisión de la Mayoría de fecha 9 de febrero de 2016,
que incluía la misma solicitud y se basaba en los mismos fundamentos que las dos Solicitudes
anteriores. Las Demandantes respondieron mediante carta de fecha 21 de abril de 2016.
24. Durante la Audiencia Organizativa del 24 de febrero de 2016, se ordenó a las Demandantes
que exhibieran una serie de documentos que el Tribunal consideraba que no eran privilegiados.
Mediante carta de fecha 11 de mayo de 2016, el Tribunal se pronunció sobre la última cuestión
pendiente respecto de la exhibición de documentos.
25. Otra decisión del Tribunal durante la Audiencia Organizativa consistió en invitar a las Par-
tes a realizar comentarios respecto de las cuestiones ajenas a la cuantificación de daños que consi-
deraban que aún se encontraban pendientes, si las hubiere. El Tribunal recibió presentaciones de
las Demandantes el 2 de marzo de 2016 y de la Demandada el 11 de marzo de 2016. Tras las
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debidas deliberaciones, el Tribunal consideró necesario invitar a las Partes, mediante carta de fecha
17 de marzo de 2016, a presentar una ronda adicional de escritos, que se recibieron de parte de las
Demandantes el 15 de abril de 2016 y de parte de la Demandada el 15 de mayo de 2016. Se invitó
a las Partes a referirse específicamente a la solicitud de las Demandantes de declaración de viola-
ción del Artículo 6 del TBI (C-2, R-13).
26. El Tribunal celebró una primera fase de la audiencia sobre cuantificación de daños durante
los días 15 y 19 de agosto de 2016 acerca de las siguientes cuestiones: (i) el alcance de las conclu-
siones del Tribunal sobre el Artículo 6(c) del TBI y el resultado de la reclamación de las Deman-
dantes de una declaración de que la Demandada violó el Artículo 6 del TBI; (ii) la Tercera Solicitud
de Reconsideración de la Demandada; (iii) la alegación de tergiversaciones; (iv) la relevancia de
las fórmulas de compensación; y (v) el impacto del procedimiento de arbitraje CCI, en su caso5.
27. Al término de la audiencia del 19 de agosto de 2016 y previa consulta a las Partes, el Tri-
bunal dictó la Resolución Procesal No. 4, que dispuso en particular lo siguiente:
28. La Resolución Procesal No. 4 dispuso además que las Partes debían proceder mediante
cooperación conjunta y diligente a introducir informes periciales consolidados nuevos: (1) sobre
las capacidades de producción de los Proyectos Petrozuata, Hamaca y Corocoro (párr. 4); y (2)
5
Se realizó una grabación de audio de la audiencia y se produjo una transcripción (en idiomas inglés y español), en
tanto se había hecho esto para la Audiencia Organizativa del 24 de febrero de 2016 y para las audiencias celebradas
durante los días 31 de mayo a 12 de junio y los días 21 a 23 de julio de 2010. Se ha hecho lo mismo respecto de todas
las demás audiencias que sucedieron a partir de entonces. Todas las transcripciones han sido revisadas y modificadas
por las Partes, ya sea en forma directa en la transcripción (corregida) o en una lista separada. La numeración de días
utilizados para las transcripciones en español de las audiencias de febrero y marzo de 2017 han sido alineados con los
números utilizados para la versión en inglés. El Tribunal hace referencia a las transcripciones, tanto en inglés como en
español, tal como han sido aprobadas por las Partes y constan en el expediente, absteniéndose de modificar el lenguaje
para mejorar o para hacer calzar un idioma con el otro. En algunos puntos, se deben consultar ambas versiones para
alcanzar un entendimiento óptimo del contenido respectivo de las transcripciones.
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sobre la cuantía de daños resultantes de la expropiación de los tres Proyectos (párr. 5), en cada caso
sobre la base de una estructura de asuntos acordados en forma conjunta. En ambos casos, se deter-
minó que las partes debían proceder mediante un intercambio inicial de informes entre ellas sin
copiar al Tribunal y posteriormente corregir los informes según sea necesario para que cada una de
las partes pudiera presentar su versión definitiva al Tribunal, a más tardar, el 17 de octubre de 2016
para los informes sobre las capacidades de producción y, a más tardar, el 17 de noviembre de 2016
para los informes en materia de daños.
29. En la Resolución Procesal No. 4, el Tribunal impartió más instrucciones a las Partes con
respecto a la esencia de los informes periciales sobre la cuantía de daños. Los informes deberán
determinar si la valuación se realizó a la fecha de la expropiación, es decir, el 26 de junio de 2007,
o al 31 de diciembre de 2016, en cada caso, teniendo en cuenta y no teniendo en cuenta, las fórmulas
de compensación incluidas en los Convenios de Asociación (párr. 6). Los escritos definitivos sobre
cuantificación de daños fueron programados para el 30 de diciembre de 2016 (párr. 7). La Resolu-
ción fijó las fechas para la audiencia sobre la segunda fase de cuantificación de daños entre los días
21 y 25 de febrero de 2017 (párr. 8), a la que se agregó una audiencia mediante carta del CIADI de
fecha 2 de septiembre de 2016 entre los días 27 y 31 de marzo de 2017.
30. El 31 de agosto de 2016, el Tribunal recibió de cada una de las partes un conjunto de pre-
sentaciones que se habían utilizado en el curso de las negociaciones que habían mantenido entre
los días 27 de noviembre de 2007 y 8 de septiembre de 2008. La mayoría de los documentos pre-
sentados por cada una de las partes eran idénticos6.
6
Anexos Documentales de las Demandantes C-688 a C-694; Anexos 1 a 10 de la carta de la Demandada de fecha 31
de agosto de 2016.
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35. En respuesta a la invitación realizada por el Tribunal en su carta del día 6 de mayo de 2016,
las Partes dieron a conocer las presentaciones y los informes de valuación que habían efectuado y
presentado hasta el 20 de mayo de 2016 al Tribunal CCI (Caso No. 20549/ASM), donde Conoco-
Phillips eran las demandantes, y PDVSA y dos de sus subsidiarias eran las demandadas. Estos
escritos eran suplementarios a las dos Solicitudes de Arbitraje de fecha 10 de octubre de 2014,
cuyas copias fueron dadas a conocer al presente Tribunal en una fecha anterior (R-494, R-495).
Cada una de las Partes realizó comentarios aclaratorios relacionados con estos procedimientos me-
diante sendas cartas, ambas de fecha 20 de mayo de 2016. El 16 de septiembre de 2016, la Deman-
dada presentó al Tribunal su Dúplica en el procedimiento CCI del 9 de septiembre de 2016. Por
último, con el consentimiento de las Demandantes y previa aceptación del Tribunal, el 16 de di-
ciembre de 2016 la Demandada presentó la transcripción de la audiencia celebrada del 28 de no-
viembre al 10 de diciembre de 2016 en el marco del Arbitraje CCI (R-654). Mediante carta a las
Partes de fecha 19 de diciembre de 2016, el Tribunal recordó que, de conformidad con el párrafo
3 del Acta de la Audiencia Organizativa de fecha 24 de febrero de 2016 y tal como había reiterado
en sus instrucciones de los días 6 de mayo, 1 de julio y 12 de septiembre de 2016, este material se
ha recibido con fines exclusivamente informativos y, en consecuencia, no se le adjudicará valor
probatorio alguno en el presente caso. El Tribunal informó asimismo en su carta de fecha 23 de
diciembre de 2016 que no concedía autorización a las Partes para presentar documentos a los que
hubieran hecho referencia durante la audiencia CCI u otros documentos que no obraran en el ex-
pediente del Arbitraje CCI, ni para presentar autoridades legales adicionales7.
7
La Demandada se quejó durante la Audiencia de septiembre de 2017 de que se le impidió actualizar su información
y sus alegaciones al 31 de diciembre de 2016, ya que documentos y pruebas que había presentado en el Arbitraje CCI
no se habían admitido en el procedimiento ante este Tribunal, en particular, una declaración testimonial más reciente
elaborada por el Sr. Figuera; cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4615:4-4617:11 (Preziosi),
4617:12-4619:5 (Kahale), 4692:5-4695:3 (Preziosi). El Tribunal recuerda que, en su carta de fecha 23 de diciembre de
2016, explicó que esa incorporación tardía de pruebas nuevas no se había permitido según las Reglas 34 y 35 de las
Reglas de Arbitraje del CIADI, en particular, porque no habría sido posible un contrainterrogatorio adicional (que de
todos modos no fue ofrecido por la Demandada). El Tribunal observó también que su forma de proceder no se previó
y ni siquiera se contempló durante la Audiencia Organizativa de fecha 24 de febrero de 2016, y esto con el acuerdo de
las Partes. La Demandada no realizó ninguna solicitud de presentación de declaraciones testimoniales adicionales
cuando se les envió a las Partes el borrador de Resolución Procesal No. 4 a efectos de recibir sus comentarios (cf. TR-
S, Audiencia de agosto de 2016, Día 5, págs. 1404:22-1416:14). Sin embargo, la Demandada presentó ante el Tribunal
los Apéndices 157, 161, 162, 164, 165, 169, 171, 172, 176 de Figuera como adjuntos a su Escrito Post-Audiencia de
2017. Además, la Demandada permitió que sus peritos valuadores adjuntaran a su opinión material del Arbitraje CCI,
que carece de valor probatorio en el presente caso, esto es, los Apéndices 154-172 de Figuera (Brailovsky & Flores,
Réplica a la Actualización de la Valuación, 21 de abril de 2016) y extractos de las Declaraciones Testimoniales de
Figuera junto con los Apéndices 176 y 178 (cf. Brailovsky & Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación,
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37. Las conclusiones a las que arribó la decisión del Tribunal del año 2013 son las siguientes:
17 de noviembre de 2016, nota al pie 2). El 10 de enero de 2019, el Tribunal rechazó la solicitud imprevista de la
Demandada de fecha 8 de enero de 2019, en la que solicitaba al Tribunal tomar en consideración un modelo de datos
relacionado con el Proyecto Corocoro, que se había presentado en un arbitraje CCI iniciado el 30 de diciembre de
2016.
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c. Todas las reclamaciones basadas en una violación del Artículo 3 del TBI son deses-
timadas;
d. La Demandada no cumplió con su obligación de negociar de buena fe a fin de de-
terminar la compensación debida por su expropiación de los activos de ConocoPhillips en
los tres proyectos en función del valor de mercado como lo requiere el Artículo 6(c) del
TBIñ [sic]
e. La fecha de valoración de los activos de ConocoPhillips es la fecha del Laudoñ [sic]
f. Todas las demás reclamaciones basadas en un incumplimiento del Artículo 6(c) del
TBI son desestimadas;
g. Todas las demás cuestiones, incluyendo las costas y los gastos del Tribunal y los
gastos de determinación de las partes se reservan para su consideración en una fase poste-
rior de este procedimiento de arbitraje.
Los apartados (a), (b)(i), (b)(ii), (c), (f) y (g) precedentes han sido decididos unanimemente
[sic] por el Tribunal. Los apartados (d) y (e) han sido decididos por mayoría, con la opinión
disidente del Árbitro Georges Abi-Saab.
38. Esta Decisión sobre Jurisdicción y Fondo del año 2013 se incorpora al presente Laudo por
referencia.
40. La Mayoría del Tribunal ha decidido en dos oportunidades que no goza de potestad para
analizar la Solicitud de Reconsideración de la Demandada, en cada oportunidad, con la opinión
disidente del tercer árbitro.
41. Sin embargo, el significado y los efectos verdaderos del extracto de la Decisión de 2013
con respecto al desarrollo de las negociaciones en materia de compensación por parte de la De-
mandada incluido en el párrafo 404(d) siguió siendo objeto de debate. El Tribunal consideró que
sería de utilidad contar con mayor claridad en relación con la obligación que prohíbe la expropia-
ción por parte del Estado receptor según se señala en el Artículo 6 del TBI y en relación con la
evaluación de la reclamación de indemnización de daños planteada por de las Demandantes. Otros
acontecimientos procesales, y en particular la Audiencia del mes de agosto de 2016, proporciona-
ron una visión más amplia sobre las negociaciones que realmente se entablaron entre las Partes,
incluso en el período comprendido entre los meses de noviembre de 2007 y septiembre de 2008,
que el Tribunal no pudo evaluar en el procedimiento anterior que concluyó con la Decisión de
2013. Además, la Demandada presentó una reclamación basada en supuestas tergiversaciones de
las Demandantes frente al Tribunal. Por lo tanto, el Tribunal decidió que tanto la Tercera Solicitud
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Caso CIADI No. ARB/07/30
42. Las conclusiones a las que arribó el Tribunal en su Decisión Interlocutoria rezan lo si-
guiente:
44. En resumen, el Tribunal explicó que el verdadero sentido de la conclusión a la que arribó
la Decisión de 2013 con respecto a la negociación en materia de compensación era que la Deman-
dada no entabló negociaciones que condujeran a una oferta que cumpliera con los requisitos de
“justa compensación” y “valor de mercado”. El Tribunal no determinó una ausencia de buena fe
por parte de la Demandada por el incumplimiento de su obligación de negociar en función del valor
de mercado tal como requiere el Artículo 6(c) del TBI (párrs. 39-62). El Tribunal concluyó que,
hasta la presentación de la Solicitud de Arbitraje de las Demandantes y a partir de entonces, la
Demandada no previó, realizó ni propuso a ConocoPhillips una valuación de mercado tal como
exige el Artículo 6(c) del TBI (párrs. 63-131). El Tribunal decidió además que la reclamación de
la Demandada basada en supuestas tergiversaciones de las Demandantes no podía prosperar a la
luz de que la Demandada no demostró que las Demandantes hubieran retenido información rele-
vante de forma indebida ni que hubieran presentado pruebas falsas o de algún otro modo engañosas
(párrs. 67-69, 80, 93, 132-136).
45. En su Decisión Interlocutoria de 2017 (párr. 137), el Tribunal recordó que, en su Decisión
de 2013, había concluido que la Demandada cometió una violación del Artículo 6(c) del TBI al no
cumplir con su obligación de negociar de buena fe, sobre la base del valor de mercado, la compen-
sación que debe otorgarse a las Demandantes por la toma de sus activos (párr. 404d). El Tribunal
explicó que la obligación a la que se hace referencia implícita en el Artículo 6(c) constituye uno de
los tres requisitos relevantes que debe cumplir el Estado receptor si procede a expropiar o nacio-
nalizar la inversión del inversionista. Más allá de esta función, no cuenta con autonomía legal. De
hecho, el incumplimiento de una obligación contenida en el apartado (c) del Artículo 6, tal como
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afirmara la Decisión de 2013, no concede a la parte perjudicada derecho a reclamar daños y per-
juicios sobre la base de tal incumplimiento. El efecto jurídico de dicha violación aparece exclusi-
vamente en el contexto general del Artículo 6 debido a que el incumplimiento de los requisitos del
apartado (c) significa que las medidas adoptadas por el Estado receptor no cumplen con las condi-
ciones establecidas en esta disposición.
46. Toda vez que no se hayan cumplido los requisitos del Artículo 6(c), no se ha satisfecho una
de las condiciones acumulativas establecidas en el Artículo 6, como consecuencia de lo cual se ha
violado el Artículo 6. El Tribunal recordó en su Decisión Interlocutoria de 2017 (párr. 147) que la
Decisión de 2013 observó que el requisito de compensación era una de las condiciones necesarias
para que una expropiación sea “lícita” (párrs. 334, 343, 401). Con la misma lógica, debe entenderse
que la conclusión según la cual no se ha cumplido una de estas condiciones tiene por efecto que la
expropiación realizada en el mes de junio de 2007 sea ilícita.
48. No se controvierte el hecho de que las medidas aplicadas el 26 de junio de 2007 no hayan
sido tomadas a cambio de una “justa compensación” tal como exige el apartado (c) del Artículo 6.
De hecho, no se ha pagado compensación alguna. Tal como explica también la Decisión Interlocu-
toria (párr. 153), las negociaciones entabladas antes de la toma de posesión de los activos y parti-
cipaciones de ConocoPhillips fueron dirigidas por Venezuela en función de un modelo que impli-
caba una migración a empresas mixtas, basado en un monto de compensación que no tenía nada
que ver con una compensación representativa de valores de mercado que cubrieran el lucro cesante
que hubieran percibido las empresas de ConocoPhillips hasta el final de la vida útil de los
8
Testigo Mommer, TR-S, Audiencia de agosto de 2016, Día 3, págs. 925:5-926:3.
9
El testigo utilizó el término “desaparecer” (TR-S, Audiencia de 2010, Día 7, pág. 1807:7-9) y explicó además que
los activos fueron tomados (TR-S, Audiencia de 2010, Día 7, págs. 1685:11-14, 1821:17-19).
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49. Todas las razones esgrimidas en la Decisión Interlocutoria de 2017 (párrs. 137-155) y reite-
radas brevemente en el presente Laudo sustentan la conclusión del Tribunal de que la Demandada
ha violado el Artículo 6 del TBI.
50. Poco tiempo después de emitir su Decisión Interlocutoria el 17 de enero de 2017, el Tribu-
nal avanzó a la fase final del presente procedimiento, relativa a la cuantificación de daños.
51. El Tribunal celebró su audiencia sobre la segunda fase de cuantificación de daños en Wa-
shington, D.C. en dos partes: la primera, del 21 al 25 de febrero de 2017; y la segunda, del 27 al 31
de marzo de 2017. Las siguientes personas estuvieron presentes en estas dos sesiones (excepto
cuando se establezca lo contrario):
En representación de la Demandada
Sr. George Kahale, III, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Benard V. Preziosi, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Profesor Tullio Treves, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Dori Yoldi, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Arianna Sánchez, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Simon Batifort, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Irene Petrelli, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Matilde Flores, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Farshad Zahedinia, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Sofia Herrera, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Steven Richardson, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Gloria Diaz-Bujan, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Herbert Tapia, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
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52. Durante la audiencia del mes de febrero, se escuchó y sometió a contrainterrogatorio a los
siguientes testigos y peritos:
Dr. Manuel A. Abdala y Profesor Pablo T. Spiller, presentados por las Demandantes
Sr. Vladimir Brailowsky y Dr. Daniel Flores, presentados por la Demandada
Sr. Albert Roy Lyons, presentado por las Demandantes
Sr. Rubén Figuera, presentado por la Demandada
Sr. Jesús Rafael Patiño Murillo, presentado por la Demandada
Dr. Richard F. Strickland, presentado por las Demandantes
Sr. Neil K. Earnest, presentado por las Demandantes
Sr. David Andrew Brown, presentado por las Demandantes
Sr. Leonardo Marcano, presentado por la Demandada
Luego de un intercambio de opiniones entre las Partes, el Tribunal decidió que el Sr. Virgil Cham-
berlain, testigo presentado por las Demandantes, no comparecería en la audiencia del mes de fe-
brero.
En la audiencia del mes de marzo, se interrogó nuevamente a los testigos Lyons y Figuera, seguidos
de los peritos en materia de cuantificación de daños, Dr. Abdala y Profesor Spiller, en representa-
ción de las Demandantes; y Sr. Brailovsky y Dr. Flores, en representación de la Demandada.
53. Poco tiempo antes de la celebración de la audiencia del mes de marzo, el 20 de marzo, a
petición del Tribunal, las Partes presentaron tablas correspondientes a cada uno de los Proyectos
Hamaca y Petrozuata que contenían cifras de producción anual acumulada, enumeradas por año,
de Crudo Extrapesado (EHCO, por sus siglas en inglés), Crudo Comercial (CCO, por sus siglas en
inglés) y mezclas, para cada uno de los siguientes períodos: (i) comienzo de cada Proyecto hasta el
26 de junio de 2007; (ii) junio de 2007 hasta el 31 de diciembre de 2016; y (iii) 1 de enero de 2017
hasta el vencimiento del plazo del Convenio de Asociación pertinente. Se realizó una solicitud
similar en relación con el Proyecto Corocoro, aunque sin división alguna en función de la calidad
del petróleo. Con respecto a los tres Proyectos, las tablas contenían asimismo información relativa
a los Gastos Operativos (OPEX) y Gastos de Capital (CAPEX) que afectaban las cifras de produc-
ción mencionadas anteriormente para los mismos períodos, así como los impuestos relacionados
con la producción. Se invitó también a las Partes a explicar el funcionamiento de un impuesto a las
ganancias inesperadas y el impacto, si lo tuviere, de aplicar las disposiciones de compensación, en
el supuesto de que dicho impuesto se hubiera aplicado desde el 15 de abril de 2008, de la tasa que
se habría aplicado a cada año. En forma paralela a la Evaluación de la Producción de la Demandada,
las Demandantes presentaron también un conjunto de tablas relativas a la producción, los costos y
los impuestos del petróleo con respecto a cada uno de los Proyectos.
los fines de su exportación. Se proporcionaron también tablas complementarias que resumían las
cifras pertinentes en materia de producción, costos e impuestos. En la audiencia tuvo lugar un
intercambio de opiniones en aras de ayudar al Tribunal a entender esta voluminosa documenta-
ción10.
55. Mediante cartas de fechas 4 y 12 de abril de 2017, el Tribunal ordenó a los peritos valua-
dores que debatieran con el propósito de acercar sus posiciones respectivas en relación con las tasas
de descuento, en general, y el riesgo país, en particular. Mediante carta de fecha 25 de abril de
2017, las Demandantes informaron al Tribunal de que los peritos habían deliberado, aunque no
lograron reducir la brecha entre sus opiniones respectivas.
56. Mediante cartas de fechas 27 de abril y 3 de mayo de 2017, el Tribunal solicitó a las Partes
que presentaran, a más tardar, el 29 de mayo de 2017, una estimación elaborada en forma conjunta,
sustentada por sus peritos respectivos, de la producción real de los Proyectos (julio de 2007 al 31
de diciembre de 2016), acompañada de una estimación de los costos asociados. El Tribunal observó
también en su carta de fecha 27 de abril que las audiencias celebradas en los meses de febrero y
marzo de 2017 habían demostrado claramente que los peritos habían formulado diversos supuestos
y afirmaciones que eran erróneos, que no se remitían a las pruebas obrantes en el expediente, o
simplemente que no estaban sustentados por pruebas suficientes. Por lo tanto, mediante estas dos
cartas, el Tribunal solicitó a las Partes que continuaran procurando que sus peritos trabajen en
forma conjunta en aras de lograr resultados sobre la base de una cooperación constructiva. En su
carta de fecha 27 de abril, el Tribunal solicitó también a las Partes que, a más tardar, el 19 de mayo
de 2017, le proporcionaran otro informe de experto elaborado por sus peritos respectivos sobre el
riesgo país asociado específicamente a cada Proyecto. La fecha límite fijada para el 19 de mayo de
2017 se prorrogó al 26 de mayo (carta de fecha 18 de mayo de 2017) y ulteriormente al 2 de junio
de 2017 (carta de fecha 25 de mayo de 2017).
57. El 19 de mayo de 2017, tanto las Demandantes como la Demandada presentaron sus Escri-
tos Post-Audiencia tras las audiencias de febrero y marzo. Los peritos proporcionaron los informes
adicionales que se les había solicitado en esa misma fecha.
58. El 2 de junio de 2017, las Partes presentaron dos conjuntos de documentos que contenían
lo siguiente: (1) una Evaluación de la Producción para los tres Proyectos presentada por la Deman-
dada, con comentarios de la Demandada y de las Demandantes; y (2) los Gastos de Capital (CA-
PEX) y Gastos Operativos (OPEX) Ex Post Estimados de la Demandada para cada Proyecto, tam-
bién con comentarios de la Demandada y de las Demandantes (en adelante, “Estimaciones de Cos-
tos”).
10
Cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 14, págs. 2565:21-2602:16.
15
Caso CIADI No. ARB/07/30
59. Mediante cartas de fechas 8 y 14 de junio de 2017, el Tribunal presentó a las Partes una
lista de preguntas. Las respuestas de las Partes se recibieron el 10 de julio de 2017, seguidas de
comentarios de refutación de cada parte el 31 de julio de 2017. El 11 de septiembre de 2017, a
petición del Tribunal, la Demandada presentó una traducción al idioma inglés de los Anexos 8 a
10 presentados con relación al Apéndice 76 de la Declaración Testimonial del Sr. Figuera. Poste-
riormente, el 13 de septiembre de 2017, el Tribunal invitó a las Partes a elaborar respuestas a una
serie de preguntas complementarias que se presentarían durante la próxima audiencia.
60. El Tribunal celebró su audiencia final en Washington, D.C. los días 19 a 21 de septiembre
de 2017. Esta audiencia se concentró en el análisis de las respuestas de las Partes a las preguntas
del Tribunal y de la presentación de aclaraciones adicionales. El último día, las Partes formularon
sus alegatos de cierre. Las siguientes personas participaron de esta audiencia:
16
Caso CIADI No. ARB/07/30
En representación de la Demandada
Sr. George Kahale, III, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Benard V. Preziosi, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Arianna Sánchez, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Simon Batifort, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Irene Petrelli, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Matilde Flores, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Farshad Zahedinia, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Sofia Herrera, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Steven Richardson, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sra. Gloria Diaz-Bujan, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
Sr. Joseph Giberti, Curtis, Mallet-Prevost, Colt & Mosle LLP
61. El 19 de septiembre de 2017, en respuesta a una solicitud que efectuara el Tribunal, la De-
mandada presentó dos listas, una para el Proyecto Petrozuata y la otra para el Proyecto Hamaca,
que contenían información acerca de las ventas reales de CCO desde el año 2009 hasta el año 2015,
incluidas las cantidades relevantes de barriles vendidos, y también los precios correspondientes en
USD conforme a su facturación real.
62. En el curso del debate que tuvo lugar ante el Tribunal, las Partes elaboraron en forma con-
junta listas de precios de CCO por año con relación a los Proyectos Petrozuata y Hamaca, que
indicaban una serie de cifras compartidas y una serie de otros precios donde las posiciones respec-
tivas diferían. La información proporcionada se utiliza en la Sección VIII infra en materia de Pre-
cios.
63. En el transcurso del presente procedimiento, las Partes han efectuado un sinnúmero de pre-
sentaciones y han presentado una gran cantidad de anexos documentales. El Tribunal no enumera
la totalidad de estas presentaciones, algunas veces efectuadas en formato de carta. Recuerda los
memoriales y escritos principales que recibió, complementados, cuando correspondiere, por su tí-
tulo breve.
17
Caso CIADI No. ARB/07/30
Las Demandantes
La Demandada
18
Caso CIADI No. ARB/07/30
Réplica de la Demandada a las Respuestas de las Demandantes a las Preguntas del Tribunal, 31 de
julio de 2017
– Réplica de la Demandada de fecha 31 de julio de 2017
64. El Tribunal ha recibido una gran cantidad de declaraciones testimoniales, muchas de ellas
elaboradas por el Sr. Albert Roy Lyons, presentado por las Demandantes, y por el Sr. Rubén Fi-
guera, presentado por la Demandada. Estas declaraciones pueden detallarse de la siguiente manera:
Sr. Lyons
Sr. Figuera
65. Con respecto a los aportes del Sr. Lyons y del Sr. Figuera, que son de particular relevancia
para la fase de cuantificación de daños, el Tribunal observa en primer lugar que sus opiniones no
en todos los casos reflejan su conocimiento personal directo relativo al desarrollo y a la operación
de los Proyectos, dado que ejercieron responsabilidades solo durante una parte del período en el
que tuvieron lugar los hechos relevantes para la cuestión que debe analizar el Tribunal.
66. El Tribunal ha recibido también una gran cantidad de informes elaborados por los respecti-
vos peritos de las Partes.
67. Algunos de estos informes se concentraron en temas relacionados con la producción (ups-
tream, on-stream y downstream) y en una serie de elementos técnicos. La pericia principal en esta
categoría fue de autoría del Sr. Jesús Rafael Patiño Murillo, presentado por la Demandada; los
informes presentados por este perito son los siguientes:
19
Caso CIADI No. ARB/07/30
Los informes proporcionados por el Sr. Patiño han sido analizados y abordados por dos de los
peritos de las Demandantes. El Dr. Richard F. Strickland presentó tres informes:
El Sr. Neil K. Earnest (Muse, Stancil & Co.) proporcionó los siguientes informes:
Evaluación Técnica del Rendimiento del Mejorador Hamaca y Petrozuata – 13 de octubre de 2014
Informe de Experto Consolidado – 17 de octubre de 2016
68. Una segunda categoría de informes periciales se relaciona con el cálculo de la producción
de petróleo y de los daños objeto de la controversia, ambos temas cubiertos por el término
“valuación”.
11
Los tres primeros de estos informes tuvieron también como autor al Sr. José Alberro.
20
Caso CIADI No. ARB/07/30
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las De-
mandantes en Venezuela, 19 de mayo de 2017
Informe de Experto sobre la Tasa de Descuento que se Aplicará a los Flujos de Efectivo Proyecta-
dos, 24 de julio de 2009
Segundo Informe de Experto sobre la Tasa de Descuento que se Aplicará a los Flujos de Efectivo
Proyectados, 1 de febrero de 2010
Réplica a la Refutación de LECG sobre el Segundo Informe de Tasa de Descuento, 17 de mayo de
201012
Informe de Experto sobre Valuación, 18 de agosto de 2014
Informe de Experto sobre los Fundamentos Técnicos e Históricos de las Estipulaciones de Com-
pensación, 18 de agosto de 2014
Segundo Informe de Experto sobre Valuación, 7 de enero de 2015
Actualización de la Valuación, 18 de marzo de 2016
Réplica de la Actualización de la Valuación, 21 de abril de 2016
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016
Informe de Experto Adicional sobre Riesgo País en la Tasa de Descuento, 19 de mayo de 2017
Todos los demás informes presentados ante el Tribunal serán mencionados cuando correspondiere.
69. De acuerdo con lo solicitado, el 16 de abril de 2018, las Partes efectuaron sus presentaciones
sobre Costos, a las que le siguió la refutación de las Demandantes de fecha 3 de mayo de 2018 y
dos cartas en respuesta de la Demandada, de fechas 18 de abril y 3 de mayo de 2018. Las Deman-
dantes actualizaron su presentación mediante carta de fecha 17 de septiembre de 2018.
71. El remedio natural para la compensación de los Daños sufridos por las Demandantes como
consecuencia de la expropiación de los tres Proyectos ha de hallarse en el TBI o en el derecho
aplicable al que hace referencia este Tratado. Por lo tanto, el Artículo 9 del TBI es la primera fuente
de derecho que debe considerarse (A). Con relación a los Proyectos Petrozuata y Hamaca, se ha
hecho mucho hincapié, desde el comienzo del presente procedimiento, en la supuesta relevancia
12
Estos tres primeros informes han sido elaborados por el Sr. Brailovsky y el Profesor Louis T. Wells.
21
Caso CIADI No. ARB/07/30
72. Al comienzo de este análisis, deben examinarse con mayor detenimiento dos disposiciones
del Artículo 9 del TBI. La primera es el inciso 3 sobre el posible alcance ratione materiae de un
laudo del Tribunal sobre el fondo. Esta disposición reza lo siguiente:
74. Las Demandantes afirman que, en virtud del Artículo 9(5) del TBI, solo el derecho interna-
cional consuetudinario rige las consecuencias de la expropiación ilegal de Venezuela, el cual exige
una reparación íntegra. Por otra parte, Venezuela sostiene que cualquier laudo dictado en el pre-
sente caso debe tener en cuenta las leyes venezolanas, con inclusión de los términos y condiciones
de los convenios especiales relacionados con los Proyectos y sus disposiciones en materia de com-
pensación. Venezuela alega esto sobre la base del Artículo 9(5) del TBI. Venezuela afirma que las
Demandantes “simplemente ignoraron” el derecho venezolano.
75. Las Demandantes explican que el Artículo 9(5) no hace más que confirmar que el Tribunal
debe considerar diferentes conjuntos de normas para diferentes conjuntos de asuntos en disputa.
Esta disposición no constituye una cláusula expresa de elección del derecho aplicable; no puede
interpretarse que su referencia al derecho interno exija su aplicación al momento de determinar
toda cuestión que se plantee ante el Tribunal.
22
Caso CIADI No. ARB/07/30
76. Por consiguiente, la invocación por parte de Venezuela de “las leyes de la Parte Contratante
respectiva” es inapropiada, en tanto la cuestión que ha de determinarse en esta fase de cuantifica-
ción de daños debe dirimirse únicamente de conformidad con el derecho internacional. La respon-
sabilidad del Estado conlleva una obligación secundaria de reparación íntegra. Este principio ha
sido consagrado en el Artículo 32 de los Artículos de la CDI.
77. Las autoridades a las que hace referencia Venezuela en su Memorial de Contestación sobre
la Cuantía no tienen lugar en el caso que nos ocupa. La única cuestión relevante consiste en deter-
minar si se puede permitir a Venezuela que invoque su propio derecho interno a efectos de mitigar
su responsabilidad en virtud del derecho internacional. En síntesis, las autoridades citadas por Ve-
nezuela contradicen su alegación de que las consecuencias que siguieron a la violación del Tratado
por parte de Venezuela debieran determinarse por referencia a instrumentos de derecho interno,
tales como las Autorizaciones del Congreso.
78. El tribunal del caso Mobil no tuvo dificultad alguna en rechazar el mismo argumento sobre
la base de la misma disposición del Tratado13. Determinó que una parte no puede invocar las dis-
posiciones de su derecho interno como justificación al incumplimiento de un tratado. Las obliga-
ciones internacionales no pueden ignorarse con base en el derecho interno. El Tribunal del caso
Mobil no tuvo dudas de que el Laudo debía regirse por el derecho internacional. En consecuencia,
las Condiciones Decimoctava y Vigésima no podían eximir ni excusar el cumplimiento de las obli-
gaciones contraídas por la Demandada en virtud del Tratado y el derecho internacional consuetu-
dinario. Teniendo en cuenta esto, el Tribunal del caso Mobil consideró los efectos de las Condicio-
nes Decimoctava y Vigésima del Marco de Condiciones de Cerro Negro en la sección correspon-
diente a la cuantificación de daños.
79. Además, los Convenios de Asociación ni siquiera se encuentran comprendidos en los tér-
minos del Artículo 9(5). Para que un contrato en el marco del derecho interno afecte eventualmente
los derechos de inversionistas en el marco del derecho internacional, es evidente que el contrato
debe haberse celebrado entre esos mismos inversionistas y el mismo Estado demandado. Resulta
lógico que los contratos en los cuales el Tribunal puede “fundar” su laudo en virtud del Artículo
9(5) deban ser también entre el Estado y el inversionista. En síntesis, el derecho internacional con-
suetudinario rige la cuantificación de daños en el presente caso, y la invocación que realiza Vene-
zuela del Artículo 9(5) del Tratado no modifica ese hecho.
13
Venezuela Holdings, B.V., Mobil Cerro Negro Holdings, Ltd. y otros c. La República Bolivariana de Venezuela,
Caso CIADI No. ARB/07/27, Laudo de fecha 9 de octubre de 2014 (CL-348). Sobre este punto, las Demandantes
hacen referencia a los párrs. 224 y 225 del Laudo (Réplica de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 39). Estos
párrafos, entre otros, han sido anulados por la Decisión sobre Anulación, de fecha 9 de marzo de 2017, párr. 196(3)
(R-658).
23
Caso CIADI No. ARB/07/30
2. La Posición de la Demandada
80. La Demandada sostiene que deben tenerse en cuenta y aplicarse las Autorizaciones del
Congreso y los Convenios de Asociación a fin de determinar la cuantificación de daños en virtud
del Artículo 9(5) del TBI, el cual hace referencia a las leyes de la Parte Contratante respectiva y a
las disposiciones de convenios especiales relacionados con la inversión.
81. Las Demandantes alegan que, dado que el tema es la reparación íntegra, el único derecho
relevante es el derecho internacional. Este argumento no es más que una invitación a que el Tribu-
nal ignore las disposiciones en materia de derecho aplicable del Tratado. Las Demandantes parecen
tener la impresión equivocada de que el derecho internacional puede aplicarse en abstracto sin tener
en cuenta el derecho nacional. El Tratado exige la compensación basada en el valor justo de mer-
cado, pero el valor justo de mercado no es un concepto separado de los derechos subyacentes que
se valoran, que no pueden separarse de cualquier limitación que se les pudiera afectar. El concepto
de reparación no es independiente de los términos y condiciones aplicables a las inversiones espe-
cíficas en cuestión.
82. La Demandada observa también que el Artículo 9(3) del TBI impide que este Tribunal ad-
judique una indemnización de daños más allá de aquellos ocasionados por un incumplimiento del
TBI. En el caso de que no se haya pagado la compensación exigida, la única indemnización de
daños es el monto de compensación adeudado a la fecha de expropiación, más intereses.
83. En otras palabras, poner en vigor las disposiciones en materia de derecho aplicable del Ar-
tículo 9(5) del Tratado holandés y aplicar los mecanismos de compensación no solo es un requisito
del propio Tratado holandés, sino que es coherente con el análisis del derecho internacional que las
Demandantes pretenden que este Tribunal realice de conformidad con lo dispuesto en la decisión
de Chorzów, y es parte integrante de este análisis. Es dable observar que se reconoce de manera
universal que la naturaleza y el alcance de los derechos de propiedad son definidos por el derecho
local, y no por el derecho internacional. La cuestión en el caso que nos ocupa no consiste en deter-
minar si las consecuencias de un hecho internacionalmente ilícito debieran decidirse mediante el
derecho internacional o nacional. Se trata del alcance de los derechos que las Demandantes deten-
taban. Eso se determina mediante el derecho nacional, en este caso comenzando por las Autoriza-
ciones del Congreso. Las Demandantes no pueden eludir los términos y condiciones en virtud de
los cuales se les permitió invertir en Venezuela. Estos deben aplicarse y determinan la base de
compensación.
84. Las Demandantes invocan asimismo el reconocido principio según el cual un Estado no
puede hacer uso de su derecho interno para eximir su responsabilidad internacional. Este es uno de
los principios que invocan las Demandantes que no guarda relación alguna con los hechos del caso.
Este no es un caso en el que la Demandada invoca legislación promulgada posteriormente como
24
Caso CIADI No. ARB/07/30
defensa frente a una reclamación en el marco del derecho internacional. Por el contrario, la De-
mandada invoca los términos y condiciones establecidos al comienzo de los Proyectos de mejora-
miento de conformidad con las Autorizaciones del Congreso, que establecían los términos y con-
diciones en virtud de los cuales las Demandantes tendrían derecho a invertir en Venezuela. La
cuestión puede plantearse de la siguiente manera: si los términos y condiciones de una inversión
establecen que el Estado tendría derecho a capturar, por ejemplo, ganancias inesperadas mediante
tributación, ¿puede aplicarse el principio según el cual un Estado no puede hacer uso de su derecho
interno para eximirse de una responsabilidad internacional para evitar que el Estado ejerza ese
derecho cuando se materialicen ulteriormente las ganancias inesperadas? La respuesta debe ser
“no”. Sin embargo, eso es lo que intentan hacer las Demandantes. No han podido refutar ninguna
parte del extenso acerbo probatorio que establece la facultad del Estado, en calidad de propietario
de los recursos, de obtener el beneficio de las ganancias excepcionales.
85. El Tribunal observa que la redacción y la lista expuestas en el inciso 5 del Artículo 9 del
TBI no establecen orden de prioridad alguno entre las cinco fuentes de derecho que se mencionan.
La disposición contiene una enumeración, sin jerarquía alguna. Cuando se la considera como
norma en materia de derecho aplicable, o sobre conflictos de leyes, la norma tiene sus propias
limitaciones: determina las posibles fuentes de derecho aplicables, aunque no determina cuál es
aplicable en un contexto particular que sea relevante para el dictado del laudo.
86. Uno de los efectos de esta característica del Artículo 9(5) del TBI es que el posible ámbito
de aplicación de una u otra de las fuentes de derecho enumeradas, por sí o en comparación con las
demás, debe determinarse por referencia al ámbito de aplicación de cada una de estas fuentes. El
Artículo 9(5) no brinda una respuesta a esta pregunta.
87. El Artículo 42(1) del Convenio CIADI se encuentra en consonancia con esta interpretación.
De conformidad con esta disposición, el Tribunal decidirá la diferencia “de acuerdo con las normas
de derecho acordadas por las partes”. El Artículo 9(5) del TBI constituye este acuerdo. El TBI se
encuentra también en consonancia con la segunda parte del Artículo 42(1) del Convenio CIADI,
que establece que, a falta de acuerdo en la elección de las normas de derecho aplicables, el Tribunal
aplicará la legislación del Estado que sea parte en la diferencia “y aquellas normas de derecho
internacional que pudieren ser aplicables”. El Convenio CIADI no dispone restricción alguna en lo
que respecta a estas “normas de derecho internacional aplicables”; estas incluyen necesariamente
todas aquellas normas que, según su ámbito de aplicación autónomo, cubran la cuestión jurídica
que surge en un caso particular.
88. Un factor importante de jerarquía es el principio según el cual el derecho internacional debe
prevalecer sobre el derecho nacional y un Estado no puede invocar su derecho interno para eximirse
25
Caso CIADI No. ARB/07/30
de una obligación en el marco del derecho internacional. Por cuestión de principios, las Partes no
controvierten que este principio resulte del propio derecho internacional, y no del Artículo 9(5) del
TBI, ni tampoco existe controversia alguna en este sentido.
89. Este principio de prelación del derecho internacional sobre el derecho nacional tiene sus
propias limitaciones. El derecho internacional no prevalece sobre el derecho nacional en una cues-
tión que no se rige por el derecho internacional, en cuyo caso se puede aplicar el derecho nacional,
de conformidad con el Artículo 9(5) del TBI. El asunto sumamente debatido de la relevancia de las
Disposiciones de Compensación contenidas en los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca
hace al quid de esta cuestión. ¿Pueden estas disposiciones regir los efectos de una expropiación de
los activos de titularidad de los participantes en los Proyectos? ¿O estas disposiciones son relevan-
tes para la determinación de los activos sujetos a dicha expropiación cuando se los considera en el
marco del Artículo 6 del TBI? Estas preguntas, junto con otras, se analizarán en mayor detalle
infra.
90. El Tribunal observa asimismo que el Artículo 9(3) del TBI no sustenta la interpretación de
la Demandada de que no puede adjudicarse una indemnización de daños más allá de aquella pre-
vista en el Tratado. Esta disposición establece que el laudo del Tribunal no determinará un incum-
plimiento más allá de las “obligaciones bajo el presente Convenio”. De este modo, aunque el rango
de obligaciones que deben tenerse en cuenta se ve limitado por el contenido del TBI, esta limitación
no se aplica a los términos “daños” y “monto de la compensación” contenidos en esa misma dispo-
sición.
91. El Tribunal advierte también que el TBI ha de interpretarse a la luz de las normas estable-
cidas en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados del 23 de mayo de 1969. El
Artículo 31 § 3(c) de este Tratado indica que ha de tenerse en cuenta “toda forma pertinente de
derecho internacional aplicable en las relaciones entre las partes”. Ciertamente, el Tribunal debe
ser consciente del objeto especial del TBI como Tratado destinado a estimular las inversiones ex-
tranjeras, pero no puede aplicar el TBI en un vacío, sin tener en cuenta las normas relevantes del
derecho internacional. El Artículo 9(5) del TBI debe interpretarse en consonancia con dichas nor-
mas.
26
Caso CIADI No. ARB/07/30
92. Plasmado en términos muy resumidos, el debate entre las Partes se centra en determinar si
los Convenios de Asociación, relacionados, respectivamente, con los Proyectos Petrozuata (C-21)
y Hamaca (C-22) se basan en el principio tácito, aunque fundamental, de que debe preservarse la
facultad del Estado receptor de capturar ganancias extraordinarias y si, en este sentido, los inver-
sionistas no gozan de garantía alguna de que sus ingresos nunca se verían afectados. La notable
diferencia con contratos del Estado más antiguos en materia de extracción de petróleo es que estos
Convenios no contienen la llamada cláusula de “estabilización” en virtud de la cual el Estado acepta
no interferir en las características jurídicas y económicas del contrato.
93. Las disposiciones de compensación contenidas en cada uno de los Convenios de Asociación
representan un sustituto de la plena preservación de los derechos y políticas del Estado receptor14.
En resumen, estas disposiciones prevén que, en caso de que el Estado adopte una “Acción Discri-
minatoria” (“AD”) que ocasione una pérdida significativa a los inversionistas extranjeros, se debe
proporcionar una compensación. Sin embargo, esta compensación no es adeudada por el Estado,
sino por PDVSA o su subsidiaria pertinente, una compañía bajo el control del Estado. El monto de
la compensación se calcula sobre la base de una fórmula compleja, que, en virtud de los precios
del petróleo vigentes, resultaba en una suma de aproximadamente USD 25 o USD 27 por barril,
respectivamente. El pago debía realizarse conforme a los términos regulares de distribución de
dividendos a los accionistas. El Convenio de Asociación Hamaca contiene un nivel adicional al
prever una opción de “compra” en caso de que las partes no lleguen a un acuerdo sobre si una
acción discriminatoria ha ocurrido o de que las partes no lleguen a un acuerdo sobre las modifica-
ciones que deben acordarse (Art. 14.4). Desde el comienzo mismo del presente procedimiento, las
Partes han estado profundamente divididas en su respectiva interpretación del contenido y de los
efectos de estas disposiciones de compensación (también denominadas “Disposiciones de Acción
Discriminatoria” o “Disposiciones de AD”) en el presente caso, y esto, en particular, con respecto
a su aplicación a las consecuencias de una expropiación regida por el TBI.
94. Las Demandantes objetan la principal línea de argumentación de Venezuela según la cual
las disposiciones de Acción Discriminatoria contenidas en los Convenios de Asociación de Petro-
zuata y Hamaca limitan de algún modo la compensación que resulta de la responsabilidad de Ve-
nezuela en virtud del derecho internacional por su expropiación de estos Proyectos, aunque Vene-
zuela no fuera parte de estos Convenios.
14
Artículos 9.07 para Petrozuata (C-21, R-22) y 14 para Hamaca (C-22, R-26).
27
Caso CIADI No. ARB/07/30
95. Las Demandantes afirman que el derecho interno es irrelevante para el estándar de com-
pensación por una violación en el marco del derecho internacional. El Artículo 9(5) del TBI no
dispone lo contrario; simplemente establece las distintas fuentes de derecho que un tribunal podría
aplicar a las distintas cuestiones. Las cuestiones de responsabilidad del Estado en este caso atraen
a las normas del derecho internacional. Los Convenios de Asociación no afectan las obligaciones
de Venezuela en virtud del derecho internacional. No hay nada en estos contratos que dé cuenta de
un “tope” sobre el valor de los Proyectos. Por el contrario, las disposiciones de AD actúan como
una forma adicional de protección que servía para aumentar el valor de las Asociaciones.
96. Las Demandantes son inversionistas y, por lo tanto, tienen derecho a gozar de las protec-
ciones sustantivas del Tratado. En consecuencia, las reclamaciones de las Demandantes deben eva-
luarse y valorarse en virtud del Tratado y del derecho internacional. Todo eventual reclamo de
naturaleza contractual es separado y diferente de las reclamaciones en virtud del Tratado. No puede
reducir la cuantificación de daños en virtud del derecho internacional. En el presente caso, Vene-
zuela no era parte de los Convenios. A fortiori, estos Convenios no pueden eliminar ni limitar la
responsabilidad del Estado venezolano en virtud del derecho internacional.
97. Las Autorizaciones del Congreso confirman la irrelevancia de las disposiciones de acción
discriminatoria. Estas Autorizaciones disponen que los Convenios no restringirán los derechos so-
beranos de Venezuela. Uno de estos derechos era el derecho a otorgar protecciones vinculantes a
los inversionistas extranjeros mediante un Tratado o mediante legislación (en este caso, la legisla-
ción en materia de inversiones).
98. Las Demandantes explican que las disposiciones de AD incluyen tres premisas básicas: (a)
Primera, cuando ocurre una AD, las Demandantes deben, en la medida de lo posible, impulsar
recursos en contra del actor gubernamental responsable de la AD, con inclusión de acciones por
daños pecuniarios contra el Estado. (b) Segunda, las subsidiarias relevantes de PDVSA se encuen-
tran contractualmente obligadas a indemnizar a las Demandantes por el daño resultante de la AD,
limitándose la indemnización en determinados escenarios del precio del petróleo. (c) Tercera, a
efectos de evitar el doble recupero, si las Demandantes obtienen el pago por parte del actor guber-
namental relevante, deben proporcionar una compensación a las subsidiarias de PDVSA mediante
el crédito o reembolso correspondiente.
99. Las disposiciones de AD muestran que son irrelevantes para la compensación adeudada por
Venezuela en virtud del derecho internacional por la expropiación de las inversiones de las De-
mandantes. Se trata de indemnizaciones contractuales parciales que han de pagar las subsidiarias
de PDVSA. No pretenden responder a las obligaciones de Venezuela por su propia conducta ilícita.
No limitan las ganancias de ningún participante del Proyecto ni imponen límite alguno al valor
justo de mercado de las participaciones de las Demandantes en el proyecto.
28
Caso CIADI No. ARB/07/30
100. Venezuela ha evitado considerar los claros términos de las disposiciones de AD y, en cam-
bio, se ha basado en el historial de negociaciones. El texto del contrato es la mejor prueba del
acuerdo de las partes. Las disposiciones de AD reconocen taxativamente los derechos de las De-
mandantes y exigen que se impulsen aquellos recursos que se encuentren disponibles dadas las
circunstancias. Aún si este Tribunal considerara el historial de negociaciones precontractuales, las
disposiciones de AD no contienen un valor tope sobre la responsabilidad del Estado en virtud del
derecho internacional.
101. Todos los testigos de las Demandantes citados a comparecer durante la audiencia de agosto
de 2016 confirmaron su interpretación de la estructura de tres vertientes de las disposiciones de
AD que se delinearan supra. Venezuela no ha presentado ni un solo testigo que haya participado
en las negociaciones de los Convenios de Asociación. El único testigo que compareció en repre-
sentación de Venezuela, Dr. Mommer, no cumplió función alguna en estas negociaciones.
102. Las Demandantes nunca han alegado que Venezuela careciera de la “potestad soberana” de
expropiar. La cuestión consiste en determinar si las disposiciones de AD se pronuncian acerca de
las obligaciones de Venezuela en virtud del derecho internacional en lo que se refiere a esa potes-
tad. No lo hacen.
104. Las disposiciones de AD agregan valor a las Asociaciones, ya que proporcionan un nivel
adicional de protección, más allá de los recursos contra el Estado previstos expresamente en las
disposiciones de AD. Venezuela alega que un comprador interesado en las participaciones de las
Demandantes valoraría los flujos de caja futuros en virtud del supuesto de que el Estado se apro-
piaría de todos los flujos de caja que excedan los límites de indemnización impuestos en las dispo-
siciones de AD. En consecuencia, afirma la Demandada, el valor justo de mercado de las partici-
paciones de las Demandantes en el proyecto se encontraría limitado por las disposiciones de AD.
105. Aun en el supuesto de que las disposiciones de AD pusieran de algún modo un tope al valor
de las Asociaciones, la única forma en que podría imponerse ese tope sería si se considerara que
las Demandantes han renunciado a sus derechos a una reparación íntegra en virtud del derecho
internacional. El hecho es que las Demandantes detentan importantes derechos en el marco del
derecho internacional frente al Estado, a los que no han renunciado, y que no han sido modificados
ni limitados en absoluto por los Convenios de Asociación, de los que el Estado ni siquiera es parte.
29
Caso CIADI No. ARB/07/30
106. Las Demandantes observan también que Venezuela malinterpreta el historial de negocia-
ciones de los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca. En primer lugar, las condiciones
incluidas en las Autorizaciones del Congreso no exigían una renuncia a los recursos contra el Es-
tado en virtud del derecho internacional. Cada Autorización establecía solamente un marco general
no taxativo para los temas que se abordarían en cada Convenio de Asociación. En segundo lugar,
las partes de ConocoPhillips no negociaban con el Estado y, por lo tanto, no consentían en ninguna
de las limitaciones a la eventual responsabilidad del Estado. Su acceso se limitaba a los represen-
tantes de Maraven y Corpoven. En consecuencia, esos debates solo pueden haberse relacionado
con derechos y obligaciones entre las partes del contrato. En tercer lugar, la afirmación de Vene-
zuela según la cual Conoco procuraba obtener compensación “por parte del Gobierno” mediante la
Autorización Petrozuata, y no de la subsidiaria de PDVSA, Maraven, carece de sustento. La carta
de respuesta del Sr. Griffith de fecha 17 de septiembre de 1992 (R-97) aludía a la compensación
propuesta que adeudaría Maraven. En cuarto lugar, las disposiciones operativas de los Convenios
de Asociación se circunscribían a los derechos y obligaciones recíprocos de las partes de esos Con-
venios. Se autorizó a PDVSA y a sus subsidiarias a acceder a asumir cierto grado de indemnidad.
No podrían pretender ni pretendían aceptar la imposición de obligaciones al Estado; esa cuestión
se encontraba fuera del ámbito de los Convenios y se regía por otras fuentes de obligaciones del
Estado, incluido el derecho internacional. En quinto lugar, las partes agregaron disposiciones que
no fueron impuestas por las Autorizaciones del Congreso, tales como el mecanismo de compensa-
ción de “escala móvil”. Las partes de ConocoPhillips pretendían las indemnidades más sólidas que
pudieran obtener, en tanto que sus contrapartes procuraban limitarlas. Al final, los Convenios de
Asociación disponían la indemnización parcial por parte de la filial contratante de PDVSA en el
caso de acciones gubernamentales cuyo daño superara los umbrales especificados. En síntesis, los
términos de los Convenios de Asociación no pretenden afectar ninguna obligación que el Estado
tuviera, o pudiera asumir en el futuro, en virtud del derecho internacional ni en el derecho común
o constitucional de Venezuela. Tampoco existe indicio alguno de que las disposiciones de Acción
Discriminatoria sustituyeran la responsabilidad del Estado de otro modo aplicable. Ofrecían un
nivel adicional de protección para los inversionistas.
107. Las Demandantes sostienen que las disposiciones de Acción Discriminatoria fueron conce-
bidas para servir como pólizas de seguros limitadas, suscritas por las subsidiarias contratantes de
PDVSA – y no como renuncia a los derechos de las Partes de ConocoPhillips en ese sentido. Los
Convenios de Asociación prevén una indemnidad contractual contra la subsidiaria contratante de
PDVSA por medidas adoptadas por el Estado. Esta indemnidad se encuentra subordinada a cual-
quier reparación que las Demandantes puedan obtener en cualquier otro fuero competente en contra
del Estado. Venezuela no es parte del Convenio de Asociación. Las Autorizaciones del Congreso
30
Caso CIADI No. ARB/07/30
lo confirman en forma expresa al hacer reserva de los poderes soberanos del Estado. Venezuela no
puede arrogarse la calidad de tercero beneficiario. Se trata precisamente de cómo el Tribunal del
CIADI en el caso Mobil c. Venezuela (CL-348) ha interpretado disposiciones similares. El Tribunal
observó que el Convenio limita la compensación adeudada por PDVSA, limitación que se refleja
en el monto que ha de adjudicar el tribunal de la CCI. Sin embargo, esta limitación no es aplicable
a la responsabilidad del Estado en virtud del TBI.
108. Las Demandantes rechazan también la afirmación especulativa de Venezuela según la cual,
de no haber existido la expropiación, el Gobierno “en toda probabilidad” habría gravado los Pro-
yectos para capturar todas las ganancias que superaran los topes de precio contractuales. Este ar-
gumento es ilógico y carece de todo fundamento jurídico. No es más que una reformulación del
argumento principal de Venezuela de que los Convenios de Asociación operan como renuncia a
los derechos de las Demandantes contra el Estado en el marco del derecho internacional, al menos
con respecto a ganancias que no sean “normales”.
110. Las Demandantes objetan también la aseveración de Venezuela según la cual, aun si el
estándar de reparación íntegra fuera aplicable, el Tribunal debe tener en cuenta “los términos de la
inversión”. Los únicos flujos de caja que las Demandantes podrían haber esperado ganar en ausen-
cia de expropiación habrían sido los que se encontraban por debajo de los vagos umbrales de
“ganancias inesperadas” o “excepcionales”. El argumento es circular. Solo si el argumento de Ve-
nezuela estuviese bien fundado – es decir, si los Convenios de Asociación le hubieran adjudicado
al Estado todos los flujos de caja por encima de un nivel “excepcional” – se podría concluir que se
podría privar de este derecho a las Demandantes a ese nivel. Si los Convenios de Asociación no
dejan sin efecto el derecho de las Demandantes a la reparación íntegra en virtud del estándar del
derecho internacional, tampoco pueden afectar el cálculo de la reparación íntegra.
111. Por último, aun en el supuesto de que las disposiciones de AD sirvieran de algún modo
como tope a la responsabilidad de Venezuela en virtud del Tratado y del derecho internacional,
esta limitación no podría funcionar en este caso, porque una parte que adopta una conducta dolosa
no puede reclamar el beneficio de supuestas limitaciones contractuales en materia de responsabili-
dad. Por el contrario, en virtud del derecho venezolano, esta parte deberá pagar todos los daños
directos e indirectos que surjan de su conducta. Por lo tanto, aun en el supuesto de que Venezuela
se hubiera puesto en los zapatos de las partes de los Convenios de Asociación, continuaría siendo
absolutamente responsable frente a las Demandantes.
31
Caso CIADI No. ARB/07/30
2. La Posición de la Demandada
113. El análisis de la Demandada comienza afirmando que la cuestión básica que ha de dirimir
el presente Tribunal es si un Estado detenta el derecho de determinar los términos y condiciones
conforme a los cuales aceptará inversiones en su territorio. La posición básica de la Demandada es
que la inversión en los Proyectos Petrozuata y Hamaca incluía la reserva por parte del Estado de
sus plenos poderes soberanos15 para tomar medidas que afectaran los Proyectos y que la compen-
sación por esos actos soberanos sería proporcionada por la empresa estatal socia en los Proyectos.
La compensación por las acciones gubernamentales se realizaría en términos “equitativos” y sujeta
a un tope de ganancias “excesivas” o “excepcionales” o “inesperadas” generadas por los altos pre-
cios del petróleo, que el Estado estaba legitimado para tomar para sí en su condición de “dueño del
recurso”.
114. El Tribunal observa que tiene ante sí explicaciones sumamente extensas y reiteradas de
parte de la Demandada. A los fines del presente Laudo, la presentación de la posición de la De-
mandada debe centrarse en aquellos hechos y argumentos que sean relevantes para la interpretación
del Tribunal y su análisis de las cuestiones pertinentes que exigen una solución. A efectos de ser
fiel a la presentación de la Demandada, el Tribunal mantiene la división basada en la evolución
histórica de cada Proyecto, haciendo también referencia a los resúmenes contenidos en la Decisión
de 2013.
15
De conformidad con el Artículo 320 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (R-16) y del
Artículo 5 de la Ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, de fecha 21 de
agosto de 1975 (C-6, R-19).
32
Caso CIADI No. ARB/07/30
a. El Proyecto Petrozuata
115. La Demandada recuerda que la Condición Décima Sexta de la Autorización del Congreso
(R-21/92) se refería al modo preciso en que el socio extranjero sería “compensado” haciendo re-
serva simultáneamente de los poderes soberanos del Estado. La utilización del vocablo
“compensar” en la Autorización dice mucho. Eso es lo que está en el centro de este caso,
“compensación”, y no “seguro”, tal como las Demandantes argumentan. Las Demandantes enten-
dían perfectamente que no tenían ningún recurso internacional en contra del Estado (ningún TBI
era aplicable en ese momento) y han admitido ese punto en varias ocasiones en el curso de este
Arbitraje. Es por esta razón que, durante las negociaciones, presionaron a Maraven para obtener la
mayor protección posible.
117. La carta de fecha 17 de septiembre de 1992 del Sr. Griffith de Conoco (R-97) realizaba
comentarios sobre el borrador de las condiciones que debían incluirse en la Autorización Petro-
zuata. La carta solicitaba disposiciones de compensación total, basada en el valor de mercado, una
cláusula de estabilidad económica y precisiones sobre la manera en qué serían valorados y reem-
bolsados los activos y derechos de Conoco, en caso de que ocurriera una nacionalización. En res-
puesta, solo se introdujo una modificación al borrador de la Cláusula Décima Sexta, esto es, la
aclaración al final del texto en orden a que el Estado hacía reserva de su poder soberano16. El
Testigo McKee declaró que Conoco no obtuvo nada de lo que solicitó en la carta17.
118. En su carta de fecha 16 de septiembre de 1993 (R-100), Conoco pretendía que la definición
esencial de Legislación Discriminatoria (que, en última instancia, se convirtió en “Acciones Dis-
criminatorias”) cubriera virtualmente toda acción gubernamental que afectara en forma adversa al
Proyecto. Con respecto a la compensación, Conoco procuró nuevamente obtener una compensa-
ción total, de modo que se restituyera el ingreso del Accionista Clase B relevante a donde habría
estado de no haber habido Acción Discriminatoria. Conoco no la obtuvo.
16
Cf. Informe de la Comisión Bicameral de fecha 12 de agosto de 1993 (R-167, C-8); y además una presentación al
Senado (R-393) y una carta del Presidente de Maraven a la Comisión Permanente sobre Energía y Minas de fecha 13
de febrero de 1996 (R-394).
17
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, pág. 736:9-19; Audiencia de agosto de 2016, Día 1, págs. 277:8-279:20, 285:5-
287:13.
33
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119. El acta de las Reuniones de Negociaciones de Miami que tuvieron lugar en los meses de
noviembre y diciembre de 1993 revelan que la cuestión que se debatió fue cuál sería el mecanismo
que implementaría la noción de compensación “equitativa” a la vez que permitiría al Estado cap-
turar lo que se consideraban ganancias inesperadas (R-395).
120. El Informe del Equipo de Gestión Estratégica Conoco Venezuela del mes de enero de 1994
(C-67) claramente expresó el entendimiento de Conoco de los riesgos del Proyecto Petrozuata, el
hecho de que era probable que se adoptaran medidas gubernamentales en escenarios de altos pre-
cios y la probabilidad de que el Gobierno pusiera un tope a la rentabilidad del proyecto. El Testigo
McKee explicó que nunca esperaron que un país como Venezuela no detentara el poder de incre-
mentar lo que percibe18; creían en los derechos soberanos de un país 19. Por consiguiente, el Sr.
McKee no solo reconoció esta expectativa, sino que realmente avaló el concepto20.
121. En el mes de febrero de 1994, Conoco presentó una propuesta detallada de “escala móvil”
estableciendo un mecanismo de compensación ligado al precio promedio del petróleo crudo Brent
(R-101). La propuesta fue en seguimiento a las discusiones que habían tenido lugar dos meses antes
en Miami.
122. La Presentación del Comité Directivo del mes de abril de 1994 confirma que Conoco en-
tendía muy bien que el Estado tenía derecho a adoptar acciones gubernamentales que afectaran la
rentabilidad del proyecto, y que la protección de Conoco debía proporcionarse por medio de dis-
posiciones para el otorgamiento de compensación por Maraven y que Conoco no recibiría la
“compensación total” que había pretendido desde el inicio de las negociaciones. Dada la falta de
una “cláusula de estabilidad económica”, Conoco se encontraba expuesta a cambios en la legisla-
ción que podrían tener un impacto adverso en la rentabilidad del Proyecto. La Diapositiva 8 des-
cribía la cuestión como “El Gobierno puede quitar la rentabilidad” (R-102).
123. La comunicación interna del mes de febrero de 1995 dirigida al Comité Directivo de Co-
noco resaltaba una vez más el riesgo de que el “gobierno pu[diera] cambiar radicalmente impuestos,
reglas de control de cambios y tasas u otras características de nuestros términos básicos que pueden
hacer nuestra empresa no rentable” (R-397). El documento observaba que el riesgo de acción gu-
bernamental estaba siendo abordado mediante la “búsqueda de términos contractuales que ayuda-
rán a proteger a los inversionistas no venezolanos”.
18
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, págs. 749:14-750:4.
19
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, pág. 761:2-5.
20
El Sr. McKee afirmó también que la “tasa mínima de aprobación” para el proyecto era del 20% (Ibídem, TR-S,
Audiencia de 2010, Día 3, págs. 753:6-12, 754:4-14). Dentro de este límite, se reconoció que el Estado esperaría
incrementar lo que percibe el gobierno. Para hacer eso, era necesario asegurar que flujos de caja del Proyecto hasta
cierto nivel estuvieran protegidos de acción gubernamental.
34
Caso CIADI No. ARB/07/30
124. La Presentación del Comité de Negocios Estratégicos de PDVSA del mes de marzo de 1995
(R-219) daba cuenta de que la posición de Conoco era la siguiente: “el dueño del recurso debe
poder obtener el beneficio de las ganancias excepcionales”. Se observa que el mecanismo de com-
pensación actual (escala móvil) permite un reconocimiento gradual de los beneficios excepcionales
para el propietario del recurso. Documentos internos de Conoco confirmaron la opinión de la com-
pañía de que “se ha eliminado gran parte del riesgo tributario mediante las disposiciones contrac-
tuales que exigen que Maraven compense las pérdidas de Conoco resultantes del tratamiento dis-
criminatorio” (R-398/397) [Traducción del Tribunal].
125. El Prospecto de Emisión Petrozuata de fecha 17 de junio de 1997 (C-75) que, por su natu-
raleza, se presume fidedigno, no señala que una “compensación total” del Estado estuviera dispo-
nible; describe en detalle las disposiciones de compensación. La interpretación de las Demandantes
del mecanismo como una “póliza de seguro parcial” carece de sustento.
126. Las Demandantes no se pronuncian acerca del testimonio del Dr. Mommer respecto de los
mecanismos de compensación establecidos para los Proyectos de mejoramiento. Su testimonio es
consistente con la totalidad del expediente. En su segundo testimonio directo suplementario, el Dr.
Mommer recordó que la esencia del concepto que discutieron dentro de PDVSA consistía en definir
lo que constituye “ganancia normal” y lo que constituye ganancia “excesiva” o “inesperada”. Las
Demandantes no cuestionaron al Dr. Mommer sobre el tema de las disposiciones de compensación
durante la audiencia de 2010. Personalmente, el Dr. Mommer consideró esas cláusulas como una
evasión de la condición de que los Proyectos no debían restringir de modo alguno el poder soberano
del Estado. El Dr. Mommer renunció a PDVSA en razón de esta discrepancia en el mes de enero
de 1995. La reconocida característica para el otorgamiento de compensación por acción guberna-
mental adversa fue explicada también por el Profesor Sornarajah y el Profesor Wells21.
b. El Proyecto Hamaca
127. Los términos jurídicos básicos se establecieron en la Condición Décima Novena de la Au-
torización del Congreso Hamaca (R-93, C-132), dejando en claro que el Proyecto no impondría
restricción alguna al ejercicio de los poderes soberanos del Estado.
128. La compensación se preveía en la Condición Vigésima Primera, que disponía que los par-
ticipantes extranjeros tendrían derecho a compensación por parte de la subsidiaria de PDVSA, sin
perjuicio de las condiciones y limitaciones establecidas en el Convenio. Esta Condición era similar
a la Condición Décima Sexta de la Autorización Petrozuata (R-21/92), incluido el lenguaje que
21
La Demandada asimismo hace referencia a Thomas W. Waelde/George Ndi, Stabilizing International Investment
Commitments: International Law Versus Contract Interpretation, Texas International Law Journal 31 (1996) págs.
215-267 (R-220).
35
Caso CIADI No. ARB/07/30
129. La Condición Vigésima Primera contenía asimismo otra disposición relativa a la opción de
compra. Disponía que, en caso de que la empresa del Estado investida de la responsabilidad de
proporcionar compensaciones por acciones gubernamentales adversas no pudiera llegar a un
acuerdo respecto al monto de la compensación determinada, ésta tendría la opción de comprar los
intereses de las subsidiarias de ConocoPhillips involucradas en el Proyecto Hamaca al precio esta-
blecido en la fórmula. La disposición subraya que existiría un límite máximo sobre la compensa-
ción por acciones gubernamentales adversas que asegurara que las ganancias “excesivas” o
“excepcionales” o “inesperadas” resultantes de altos precios de petróleo serían aprovechadas en
beneficio del Estado.
130. En el presente caso, lo principal es que la opción de compra establecida por la Condición
Vigésima Primera de la Autorización Hamaca indudablemente se activaría en virtud de cualquier
determinación de un tribunal arbitral de que se debía una compensación como resultado de cual-
quiera de las medidas gubernamentales en discusión en este caso. Por lo tanto, la subsidiaria de
PDVSA que estuvo involucrada en el Proyecto Hamaca tendría la opción de comprar la totalidad
de los intereses de las subsidiarias de ConocoPhillips en el Proyecto al precio determinado por la
fórmula, lo cual impediría la posibilidad de una compensación en exceso de esa cantidad.
131. El acta de una temprana Reunión del Comité Directivo Corpoven-Arco, Acuerdo para un
Estudio Conjunto, que tuvo lugar en el mes de febrero de 1995 (R-107) confirma que el Congreso
tenía el poder para promulgar nuevas leyes o modificar la ley vigente. El acta deja en claro que el
Estado podría ejercer sus plenos poderes soberanos. Los inversionistas debían ser compensados
por una acción gubernamental adversa por la empresa estatal, con cualquier compensación sujeta
a la fórmula de precio tope para asegurar que el Estado conservara el derecho de capturar las ga-
nancias inesperadas generadas por altos precios.
132. El concepto de compensación “equitativa” limitada a proteger los flujos de caja que resul-
tasen de precios ordinarios, pero no de precios extraordinarios, fue incorporado posteriormente en
los pliegos de condiciones para el Proyecto Hamaca, tales como el pliego de condiciones de fecha
2 de mayo de 1996 (R-402). Como en el caso de todos los demás documentos que obran en el
expediente, la palabra operativa era “compensar”. El pliego de condiciones reconocía también la
inclusión de una opción de compra en “condiciones equitativas”.
133. Un diagrama de flujo de una presentación de Corpoven del mes de abril de 1996 titulada
“Términos y Condiciones de la Asociación Arco–Corpoven” (R-405) ilustra el funcionamiento de
los acuerdos de compensación. El diagrama muestra que las acciones legales en contra de las me-
didas gubernamentales, es decir, los recursos para obtener la revocación de las medidas, eran solo
36
Caso CIADI No. ARB/07/30
134. La presentación interna de Phillips del mes de mayo de 1996 a su propia alta gerencia con-
tenía una diapositiva que expresaba el entendimiento de Phillips de la estabilización fiscal (C-110,
pág. 43). Nada puede ser más claro respecto del tema de la estabilidad fiscal que las palabras: “Sin
cláusula de estabilidad” [Traducción del Tribunal]. Los testigos Goff22, Appel23 y Sheets24 confirma-
ron que no existía dicha cláusula.
135. Puesto que el Proyecto Hamaca no gozaba de garantía de estabilidad por parte del Estado,
las partes se enfocaron en diseñar disposiciones de compensación que abordaran las consecuencias
económicas adversas de una acción estatal. En una carta de fecha 29 de mayo de 1996 dirigida a
Corpoven, Arco abandonó la idea de estabilización después de que Corpoven hubiera declarado
que tendría problemas para conseguir tales protecciones a través del proceso actual de aprobación
del Congreso (R-403). El borrador de la disposición de discriminación adjunto a la carta dejó en
claro que no habría obligación de compensar en caso de que un “tributo [sobre ganancias] inespe-
radas” fuera impuesto cuando el precio del petróleo hubiera superado un determinado umbral.
137. Un Memorándum de Información de Hamaca da cuenta de que los socios de Hamaca esta-
ban considerando proponer al Gobierno la inclusión de una cláusula de estabilidad fiscal conforme
a la Ley sobre Promoción y Protección de Inversiones de 1999 (C-101). Nunca se hizo, ni siquiera
se buscó llegar a acuerdo alguno de estabilidad fiscal.
138. Como en el caso del Proyecto Petrozuata, el expediente demuestra que la negociación legal
giró en torno a la definición de ganancias “inesperadas” que el Estado tendría derecho a capturar.
Con la experiencia del Proyecto Petrozuata en mente, las discusiones se concentraron en el con-
cepto de un flujo de caja anual protegido basado en un tope de precio. Las partes fijaron un umbral
22
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, págs. 653:15-654:5.
23
TR-S, Audiencia de 2010, Día 4, págs. 931:9-13, 936:16-19; Audiencia de agosto de 2016, Día 1, pág. 243:12-16.
24
TR-S, Audiencia de 2010, Día 6, págs. 1539:12-1542:14.
37
Caso CIADI No. ARB/07/30
de USD 27 por barril (en dólares de 1996), a ser escalado de acuerdo con la inflación, definiendo
la frontera entre ganancias “normales” e “inesperadas”, sin ninguna compensación a ser pagadera
por acción gubernamental que capturara las ganancias “inesperadas” resultantes de incrementos de
precios por encima de ese nivel. Este punto está ilustrado en un resumen de las posiciones de las
partes en las negociaciones (R-392) y en un diagrama de flujo presentado por Corpoven en el año
1996 (R-405).
139. La Demandada observa también que la Embajada de los EE. UU. informó en el mes de
mayo de 2006 que, según una socia de un estudio jurídico venezolano, las asociaciones estratégicas
no tienen una base jurídica para controvertir aumentos al impuesto sobre la renta o al nuevo im-
puesto de extracción (R-350). Para la protección contra los aumentos impositivos, cada uno de los
convenios cuenta con alguna forma de cláusula de compensación. Sin embargo, para recibir el
pago, un determinado nivel de perjuicio económico deberá ocurrir. Lamentablemente, las fórmulas
que se utilizan asumen precios bajos del petróleo. Debido a los altos precios actuales del petróleo,
resulta muy improbable que los aumentos generen un daño suficiente a los socios para llegar al
umbral por el cual PDVSA deba pagar a los socios. La Demandada supone que la abogada en
cuestión era la Sra. Eljuri, la propia abogada de ConocoPhillips en Venezuela. El cable demuestra,
en primer lugar, que las Demandantes siempre supieron que los términos y condiciones de sus
inversiones en los Proyectos de mejoramiento incluían el derecho soberano del Estado a tomar
medidas que afectaran la rentabilidad del proyecto con compensación limitada a ganancias
“normales” definidas por aplicación de un tope de precio. En segundo lugar, el cable explica el
funcionamiento de los mecanismos de compensación para los Proyectos de mejoramiento; las De-
mandantes se han rehusado a comentar sobre el fondo del cable, más allá de argumentar que el
cable era “irrelevante”, “testimonio de oídas” e “inadmisible”. Las Demandantes parecen pensar
que el cable es irrelevante porque se refiere a la reclamación contractual de Mobil por daños en el
arbitraje CCI en contra de PDVSA. Pero ese cable no dice nada sobre ese arbitraje, sino que explica
el funcionamiento de las disposiciones de compensación de todos los Proyectos de mejoramiento
de petróleo crudo extrapesado (“EHCO”) en la Faja Petrolífera del Orinoco. Por lo tanto, ninguno
de los argumentos no sustantivos de las Demandantes en relación con esos cables tiene fundamento.
140. En respuesta al primer argumento planteado por las Demandantes, la Demandada admite
que algunas cuestiones se rigen por el derecho internacional, aunque eso no significa que el derecho
internacional, incluido el Tratado holandés, no permitirá considerar el derecho nacional o los con-
venios especiales relacionados con la inversión. Por lo tanto, la expropiación afecta derechos de
propiedad, y esos derechos están definidos por la legislación local en virtud de la cual fueron crea-
dos.
38
Caso CIADI No. ARB/07/30
141. La Demandada sostiene que deben tenerse en cuenta y aplicarse las Autorizaciones del
Congreso y los Convenios de Asociación para determinar la cuantificación de daños en virtud del
Artículo 9(5) del TBI, que hace referencia a las leyes de la Parte Contratante respectiva y a las
disposiciones de convenios especiales relacionados con la inversión. El concepto de valor justo de
mercado no constituye un concepto separado de los derechos subyacentes que se valoran, que no
pueden separarse de ninguna limitación que se les pueda aplicar. La noción de reparación no es
independiente de los términos y condiciones aplicables a las inversiones específicas de que se trate.
En otras palabras, la aplicación de las disposiciones en materia de derecho aplicable del Artículo
9(5) del Tratado holandés y de los mecanismos de compensación no es solo un requisito del propio
Tratado holandés, sino que es coherente con el análisis de derecho internacional que las Deman-
dantes pretenden que el presente Tribunal realice de conformidad con lo dispuesto en la decisión
de Chorzów y que es parte integrante de este análisis.
142. La Demandada reitera que la naturaleza y el alcance de los derechos de propiedad son de-
finidos por el derecho interno, y no por el derecho internacional. El alcance de los derechos que las
Demandantes detentaban se determina mediante el derecho nacional, en este caso comenzando por
las Autorizaciones del Congreso. Las Demandantes no pueden eludir los términos y condiciones
en virtud de los cuales se les permitió invertir en Venezuela. Estos deben aplicarse y determinan la
base de compensación.
143. El segundo argumento de las Demandantes no guarda relación alguna con los hechos del
presente caso. Puede que sea cierto que un Estado no puede en virtud del derecho internacional
eviscerar derechos adquiridos mediante legislación posterior e invocar su legislación nacional a tal
fin. Pero, en el caso que nos ocupa, los derechos adquiridos desde el principio estuvieron sujetos a
la facultad del Estado de capturar ganancias “excesivas” o “inesperadas” o “excepcionales”. La
Demandada apela a los términos y condiciones establecidos al comienzo de los Proyectos de me-
joramiento de conformidad con las Autorizaciones del Congreso, que establecían los términos y
condiciones en virtud de los cuales las Demandantes tendrían derecho a invertir en Venezuela.
144. Como tercer argumento, las Demandantes afirman que nunca habían renunciado a sus de-
rechos en el marco del derecho internacional. Por lo tanto, las disposiciones de compensación de
los Convenios de Asociación no pueden privarlas de su derecho a una compensación íntegra, aun
si esto incluyera ganancias “inesperadas” o “excepcionales”. Para la Demandada, el concepto de
renuncia es irrelevante en el presente caso. Solo puede renunciarse a un derecho que se detenta.
Los derechos que detentaban las Demandantes eran de carácter limitado. El Artículo 2 del Tratado
holandés contempla que el Estado tiene derecho a establecer los términos y condiciones en virtud
de los cuales se admitiría una inversión en su territorio. Las Demandantes no pueden recurrir al
concepto de renuncia para eliminar esos términos y condiciones y ampliar los derechos adquiridos
por sus filiales cuando realizaron la inversión.
39
Caso CIADI No. ARB/07/30
145. La noción de que las Demandantes eran inmunes a la acción gubernamental de capturar
ganancias inesperadas no puede fundamentarse en ninguna parte del expediente. Las Demandantes
solo tenían derecho a compensación en el caso de que la medida gubernamental infringiera el nivel
de flujos de caja protegidos, medido por las fórmulas por debajo del tope de precio. No se trata de
una cuestión de renuncia a un derecho adquirido, sino de definir el derecho que existía en primer
lugar, en tanto una parte no puede renunciar a un derecho que no detenta.
146. La Demandada recuerda que las Demandantes (i) reconocen que Venezuela detentaba el
derecho y la discrecionalidad para definir los términos y condiciones en virtud de los cuales admitía
las inversiones; y (ii) sostienen que la Demandada no puede “buscar refugio” en esos términos y
condiciones que reservaban al Estado el derecho a adoptar acciones gubernamentales relacionadas
con las inversiones. No se puede reconocer el derecho del Estado a determinar las condiciones para
admitir una inversión e invocar también el derecho internacional para eliminar ese mismo derecho
soberano. Ninguno de los argumentos de las Demandantes refuta la cuestión fundamental de que
se debe dar cumplimiento a los términos y condiciones de una inversión. Se trata simplemente de
reconocer que un reclamo en virtud de un tratado no está separado de los términos y condiciones
de una inversión, y que los derechos de propiedad protegidos por un tratado constituyen derechos
creados y definidos por el derecho nacional. No existe fundamento alguno en el derecho nacional
ni en el derecho internacional para compensar a una parte por derechos superiores a los que deten-
taba o por ignorar las limitaciones impuestas a esos derechos como condición para admitir la in-
versión. Las Demandantes nada pueden decir ante la evidencia de que los Proyectos Petrozuata y
Hamaca fueron autorizados por Venezuela en virtud de términos y condiciones específicos. Esos
términos incluían la reserva por parte del Estado de sus plenos poderes soberanos y la compensa-
ción que sería proporcionada por la empresa estatal con sujeción a límites establecidos por los topes
de precio. En virtud del Artículo 2 del Tratado, las Demandantes no pueden ignorar esos términos
y condiciones invocando principios generales de derecho internacional que no guardan relación
alguna con el caso que nos ocupa.
40
Caso CIADI No. ARB/07/30
elevados precios del petróleo. La Demandada solicita a este Tribunal que respete los términos y
condiciones en virtud de los cuales se autorizaron los Proyectos. Hacer lo contrario significaría
otorgar a las Demandantes el beneficio inesperado que procuran obtener y contradecir el principio
elemental de que no se puede compensar a una parte por derechos que nunca detentó.
148. Las Demandantes también hacen referencia a la decisión de la mayoría sobre mala fe en la
negociación lo que de algún modo impediría la aplicación de los términos y condiciones en virtud
de los cuales se autorizaron las inversiones en los Proyectos de mejoramiento. Esta observación es
incorrecta. En su Decisión de 2013, el Tribunal dejó expresamente abierta la cuestión relativa a la
relevancia de las disposiciones de compensación (párr. 402). Y la alegación de mala fe de parte de
la Demandada ha sido eliminada del expediente como resultado de la conclusión a la que arribó el
Tribunal en su Decisión Interlocutoria de 2017.
149. El quinto argumento de las Demandantes es que “en toda probabilidad” Venezuela no habría
ejercido su pleno derecho a las ganancias fiscales generadas por los precios que superaran los topes
de precio, y que pueden desestimar las ganancias fiscales inesperadas en su valuación, lo que re-
presenta el sexto argumento. La Demandada observa que uno solo puede preguntarse cómo alguien
podría creer realmente que, en el supuesto de que no se hubiera dado la nacionalización, Venezuela
no habría ejercido su plena potestad soberana de recaudar ganancias “excesivas” o “excepcionales”
o “inesperadas” mediante la tributación. El ejercicio por parte de Venezuela de su potestad de pro-
mulgar medidas concebidas para capturar ganancias inesperadas era perfectamente lícito. Perfec-
tamente habría tenido derecho a gravar todas las ganancias superiores a aquellas generadas por los
topes de precio en el caso de los anteriores Proyectos Hamaca y Petrozuata en el supuesto de que
esos Proyectos hubieran continuado en el escenario “contrafáctico” que las Demandantes proponen
como hipótesis. La decisión emitida en el caso Chorzów no puede citarse para justificar el aisla-
miento del concepto de reparación íntegra de cualquier consideración que afecte el valor en forma
negativa.
150. La Demandada afirma que un comprador razonable de las participaciones de las Deman-
dantes en el momento de la expropiación habría llevado a cabo una diligencia debida sobre ese
tema y habría tenido en cuenta el poder del Estado de capturar ganancias inesperadas. Por supuesto
que es necesario plantear el tema de la probabilidad de que se hubieran establecido impuestos adi-
cionales lo antes posible, aun si se lo considera por referencia a una fecha ulterior, por ejemplo, la
fecha del laudo. Es lógico que un Estado insista al comienzo de un proyecto en conservar sus plenos
derechos soberanos a efectos de capturar ganancias excepcionales.
151. La Demandada hace referencia al testimonio del Dr. Mommer y a todo el historial de la
conducta del Gobierno desde el año 2004, cuando hubo un cambio estructural en los mercados
internacionales del crudo que llevó a un espiral ascendente en los precios del crudo. En su primera
declaración testimonial, el Dr. Mommer dejó en claro que el Gobierno reaccionaba a los aumentos
41
Caso CIADI No. ARB/07/30
extraordinarios del precio. Esto explica el motivo por el cual, en el mes de octubre de 2004, se
restableció la regalía del 16⅔%. En los años 2005 y 2006, parecía que la tasa del impuesto sobre
la renta del 34% ya no era necesaria para la viabilidad económica de los Proyectos. Abogó por una
tasa del 50%. Los precios continuaron en alza. Fue entonces que el Presidente Chávez decidió que
debería introducirse un impuesto fiscal a las ganancias excesivas por precios altos. De no haberse
tomado la decisión de nacionalizar en el año 2006, se habrían adoptado impuestos adicionales. Por
lo tanto, queda claro que era prácticamente seguro, y no solo probable, que el Gobierno hubiera
ejercido su derecho soberano a capturar las ganancias inesperadas resultantes de los Proyectos.
152. Casi todas las autoridades legales relevantes dejan en claro que un tribunal no puede deses-
timar acontecimientos posteriores a la nacionalización al momento de calcular el valor a la fecha
del laudo. En el caso que nos ocupa, preservar la facultad de capturar ganancias inesperadas era
precisamente el objetivo de las Autorizaciones del Congreso.
153. Por último, las Demandantes reiteran su argumento de que, según la afirmación principal
de la Demandada, los Acuerdos operan como renuncia a los derechos de las Demandantes en el
marco del derecho internacional a reclamar contra el Estado, al menos con respecto a otras ganan-
cias que no sean “normales”. El problema de fondo de este argumento, afirma la Demandada, es
que el concepto de renuncia es completamente irrelevante para el caso de marras. Las Demandantes
pretenden que este Tribunal analice el presente caso como si involucrara la renuncia a derechos
adquiridos, porque bien saben que el expediente da cuenta de que no detentaban los derechos que
ahora reclaman. Si las Demandantes nunca detentaron el derecho a apropiarse de las ganancias
excepcionales resultantes de los elevados precios del petróleo libres de interferencia gubernamen-
tal, no hay espacio alguno para el argumento de renuncia ni para ninguna de las autoridades citadas
con referencia al concepto de renuncia.
154. La conclusión resultante de las Autorizaciones del Congreso y de las disposiciones de com-
pensación es que el Estado, con razón, habría ejercido su poder soberano de capturar las ganancias
excesivas resultantes de los precios del petróleo por encima de esos topes de precio. La Demandada
había ejercido ese poder soberano en diversas oportunidades cuando los precios comenzaron a subir
a partir del año 2004, y tenía sobrados motivos para continuar haciéndolo, tal como declaró el Dr.
Mommer25.
155. Las Demandantes pretenden aislar los cambios posteriores a la nacionalización de los cam-
bios negativos posteriores a la nacionalización. Su criterio respecto de los impuestos venezolanos
a las ganancias inesperadas es ilustrativo. Las Demandantes han procurado evitar el régimen fiscal
aplicable a su Proyecto en un intento de abultar su cálculo de la indemnización de daños. En la
primera etapa, las Demandantes impugnaron la tasa del impuesto sobre la renta del 50% y el
25
Segundo Testimonio Suplementario, párr. 11.
42
Caso CIADI No. ARB/07/30
impuesto a la extracción/la regalía del 33⅓% vigente en el momento de la expropiación por consi-
derarlos violatorios de su derecho imaginario a la “estabilización” del régimen fiscal de la década
del 90. Ese argumento fue rechazado por el Tribunal. Ahora las Demandantes pretenden evitar la
aplicación de los impuestos a las ganancias inesperadas que fueran promulgados en los años que
siguieron a la expropiación.
156. El objeto del análisis consiste en colocar a las Demandantes en la posición en la que se
habrían encontrado, en toda probabilidad, si no hubiese ocurrido la expropiación. Eso significa que
las Demandantes habrían continuado participando en los Proyectos en virtud de los términos de los
Convenios de Asociación y las Autorizaciones del Congreso, sin perjuicio de la reserva expresa
por parte del Estado de sus derechos a promulgar medidas, con inclusión de impuestos, que afec-
taran los Proyectos. Por lo tanto, las Demandantes solo tienen derecho a una compensación por las
medidas gubernamentales hasta los topes de precio especificados en los Convenios de Asociación.
Por ende, si no hubiese ocurrido la expropiación, las Demandantes habrían estado sujetas a medidas
fiscales adoptadas por el Gobierno, incluidas las leyes sobre impuestos a las ganancias inesperadas
que ahora pretenden ignorar.
157. Las alegaciones de las Partes sobre la pertinencia de las disposiciones de compensación de
los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca tratan en profundidad las Acciones Discrimi-
natorias que afectan a los Proyectos en curso al privar a los participantes de parte de sus ingresos.
Sin embargo, el enfoque primordial en el presente caso debería recaer en el impacto de la expro-
piación que se hizo efectiva el 26 de junio de 2007.
158. Uno de los primeros pasos que debe adoptar el Tribunal en el análisis de las cuestiones
pertinentes consiste en separar aquellas expresiones que no traen aparejado un significado o a una
definición. La afirmación de las Demandantes de que tenían derecho a una compensación “íntegra”,
por sí misma, no hace a un lado los efectos que han de atribuirse a las disposiciones de compensa-
ción; ello depende de lo que debe entenderse por “íntegra”. De manera similar, en lo que respecta
a la Demandada, existen efectivamente numerosos indicios de que las partes podían esperar que
“el Gobierno pueda quitar la rentabilidad”, aunque esta afirmación no es muy clara en tanto no
identifica la “rentabilidad” a la que hace referencia. En concreto, la postura de la Demandada no
puede prosperar cuando alega que, en el presente caso, la expropiación del Gobierno había elimi-
nado esa “rentabilidad” al dar por terminados los Convenios de Asociación de manera que la com-
pensación debía basarse en las disposiciones de esos mismos Convenios que el Gobierno decidió
rescindir y de los que, de todos modos, nunca ha sido parte.
43
Caso CIADI No. ARB/07/30
Disposiciones de Compensación formaron la base para otorgar la compensación por las medidas
gubernamentales acordadas al comienzo de los Proyectos de Mejoramiento ”26, ¿qué significa pre-
cisamente? ¿Cuál es el pensamiento que subyace a la afirmación de que “este caso tiene que ver
con la definición del ámbito de los derechos que se expropiaron”27? ¿Significa que estas disposi-
ciones rigen exclusivamente la admisibilidad y los efectos de la expropiación, con exclusión de
cualquier otro recurso, sea local (Ley de Inversiones – C-1, R-12) o internacional (TBI)? ¿O signi-
fica que las disposiciones de compensación rigen la valuación de los ingresos económicos de los
accionistas inversores en el caso de ser afectados por una Acción Discriminatoria, con lo cual debe
aplicarse la misma fijación de ganancias al considerar la compensación de las Demandantes por la
nacionalización que se hizo efectiva el 26 de junio de 2007?
160. Como primera cuestión, el Tribunal debe determinar el significado del concepto “Actos
Discriminatorios” en el marco de las disposiciones de compensación. La definición de dicho con-
cepto es compleja y varía en cada uno de los dos Convenios de Asociación. Los elementos de la
definición, en sus partes pertinentes, son los siguientes:
26
Escrito Post-Audiencia de 2017 de la Demandada, párr. 47. La Demandada con frecuencia utiliza expresiones simi-
lares o idénticas.
27
Escrito Post-Audiencia de 2017 de la Demandada, párr. 30.
28
Se trataba de la subsidiaria de PDVSA, Maraven, en el caso del Proyecto Petrozuata.
44
Caso CIADI No. ARB/07/30
162. El término “Perjuicio Económico Significativo” fue definido como el resultado de los Actos
Discriminatorios en el transcurso del ejercicio fiscal, el cual representa, al menos, USD 6,5 millo-
nes (cifra incrementada a partir del año 1994) para todos los Accionistas Clase B29. Dicho perjuicio
deberá determinarse mediante el cálculo de cualquier devolución de préstamos o dividendos que el
Accionista Clase B habría percibido si el Acto Discriminatorio no hubiera tenido lugar.
163. Luego, la Sección 9.07 dispone la compensación que recibirá el “Accionista Perjudicado”
por parte del Accionista Clase A cuando sufriera, en un determinado ejercicio fiscal, un perjuicio
económico significativo como resultado de cualquier Acto Discriminatorio. El pago se efectuará
con dinero en efectivo que la compañía tenga disponible para el pago de dividendos al Accionista
Clase A y la devolución de Préstamos por Requerimiento de Fondos (a). Cuando el precio ajustado
por inflación comparado con el precio del crudo Brent ascienda a USD 18,00 como máximo, se
deberá compensar el 100% de los daños. Si el resultado arroja un precio para el crudo Brent de
USD 25,00 por barril, no se compensará ningún daño. Para aquellos precios comprendidos entre
estos dos valores, los daños se determinarían en forma proporcional sobre la base de la fórmula
también denominada “escala móvil” (b). Los distintos rangos de la “escala móvil” no son de rele-
vancia alguna a los fines del presente Laudo ya que, desde el momento de la expropiación, los
precios superaron los USD 25 por barril y ello derivó en la prevalencia de un precio alternativo (en
la hipótesis de daños superiores a USD 75 millones en el año 1994), determinando el pago del 25%
de los daños reales sufridos (c). Asimismo, se dispuso que el accionista perjudicado debe, en la
medida de lo posible, interponer y agotar todos los recursos legales y administrativos disponibles
que proporcionen una reparación respecto de la aplicación de cualquier Acto Discriminatorio (d).
En caso de controversia, se deberá suspender el pago hasta que se llegue a un acuerdo o hasta que
el acaecimiento del hecho sea determinado finalmente por medio de un procedimiento de arbitraje
(f).
164. Si bien la política que subyace a la disposición de compensación para Hamaca es la misma
que para el Proyecto Petrozuata, la estructura y los elementos fundamentales del marco jurídico
son diferentes. La Sección 14 del Convenio de Asociación Hamaca también tiene, como punto de
partida, el acaecimiento de un Acto Discriminatorio (a). Dicho acto puede consistir en un cambio
en la legislación, un acto de gobierno o cualquier otra acción o decisión adoptada por las autorida-
des de Venezuela que sea (i) aplicable a la Asociación, (ii) injusta y (iii) que no sea de aplicación
general a las entidades involucradas en nombre propio en la industria de hidrocarburos de Vene-
zuela (b).
165. El Convenio de Asociación Hamaca dispone además que, respecto de las alícuotas imposi-
tivas, los nuevos tributos, las cargas financieras o los precios por bienes y servicios, los controles
de cambio de moneda extranjera, “o la expropiación de los activos, o la participación de una Parte
29
Conoco Orinoco Inc.
45
Caso CIADI No. ARB/07/30
166. En la medida en que una parte extranjera sufra una reducción superior al cinco por ciento
en el flujo de caja neto referencial en cualquier ejercicio fiscal como resultado de al menos un Acto
Discriminatorio, Corpoven Sub, subsidiaria de PDVSA, deberá compensar a dicha parte (Sección
14.2(a)). Los factores relevantes se definen con gran complejidad. De conformidad con la presen-
tación de los peritos de las Demandantes30, en sus términos más simples, el flujo de caja neto refe-
rencial de USD 27, o superior a él, debe considerarse a partir del año 2008. Por lo tanto, una re-
ducción superior al 5% (USD 1,35) activa la obligación de Corpoven Sub de proceder a la com-
pensación. La indemnización de daños de la parte perjudicada deberá ser equivalente al importe
expresado en dólares estadounidenses que dicha parte necesitaría para obtener la totalidad del flujo
de caja neto referencial que habría obtenido en el ejercicio fiscal correspondiente si el Acto Discri-
minatorio no hubiera tenido lugar, más los intereses sobre dicho importe a la tasa LIBOR. Además,
el referido monto se incrementará por un valor que considere los impuestos aplicables (Sección
14.3(d)).
167. Una vez que la parte extranjera notifique a Corpoven Sub, podrán iniciarse las negociacio-
nes, que podrán incluir consideraciones acerca de los recursos jurídicos (Sección 14.3(a-c)). En
ausencia de un acuerdo sobre las modificaciones que se concluirán, cada una de las partes está
facultada para iniciar un arbitraje (Sección 14.4(a)). En caso de que se admita que los Actos Dis-
criminatorios derivaron en un efecto significativo adverso para la parte extranjera, el tribunal de
arbitraje deberá determinar, en una segunda etapa del procedimiento, el “precio de compra” (Sec-
ción 14.4(b)), que será calculado ya sea por referencia a la inversión neta de dicha parte o al valor
comercial de su participación en el proyecto (Sección 14.4(c)). Luego, si no se resolviera la cues-
tión, una opción sería que Corpoven Sub comprara la participación accionaria de la parte extranjera
perjudicada al precio de compra (Sección 14.5(a-2)).
30
Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 38-42.
46
Caso CIADI No. ARB/07/30
169. El Tribunal observa que no se encuentra ante una reclamación para que se declare el incum-
plimiento de las disposiciones de los Convenios de Asociación en relación ya sea con una expro-
piación o su compensación. El petitorio de las Demandantes se funda en una reclamación para que
se declare que la Demandada incumplió el Artículo 6 del TBI y para que el Tribunal determine los
daños que se han derivado de dicho incumplimiento. Las Demandantes invocan el derecho inter-
nacional, y no los Convenios de Asociación, como fundamento de su reclamación en materia de
daños.
170. Además, el Tribunal advierte que la aplicación del Artículo 6 del TBI a la presente diferen-
cia prevalece sobre cualquier legislación local de Venezuela relativa a la misma cuestión. El in-
cumplimiento del Artículo 6 del TBI es definido únicamente por dicha disposición sin tener en
cuenta el derecho local del Estado receptor. El mismo principio debe aplicarse necesariamente a la
compensación que se debe otorgar como consecuencia de una expropiación, independientemente
de la naturaleza del estándar aplicable conforme al derecho local. El estándar del TBI prevalece
sobre cualquier estándar que el Estado receptor pudiera considerar aplicable conforme a su derecho
local.
31
La Demandada había explicado que el cambio en el derecho de explotación y la reestructuración causada por la
migración no estaban contemplados en la definición de Actos Discriminatorios; cf. Memorial de la Demandada de
Contestación sobre la Cuantía, párrs. 45, 278.
47
Caso CIADI No. ARB/07/30
sentido solo en el caso de existencia continua de los Proyectos. En el caso de Petrozuata, la com-
pensación se abona por medio de la previsión de dividendos o de los fondos generales que acumu-
lan pagos diferidos para una fecha posterior (Sección 9.07). En el caso de Hamaca, con posteriori-
dad a la notificación por parte de la parte extranjera del efecto significativo adverso causado por el
Acto Discriminatorio, se entablan negociaciones tendientes a acordar cambios en la relación de las
partes que, por lo tanto, se considera que sigue en curso (Sección 14.3(c)). Si la parte agraviada no
desiste de su reclamación, su indemnización de daños debe abonarse con el flujo de caja neto de
Corpoven Sub respecto del Proyecto que, así, continúa en existencia (Sección 14.5(a/1)). Si las
partes no podían llegar a un acuerdo respecto de las modificaciones a los términos de su convenio
ni aceptar la decisión de arbitraje, se debía dar lugar a una adquisición; sin embargo, en el caso de
una expropiación, las acciones que debieran ponerse a la venta ya no existen.
173. El Tribunal observa el debate entre las Partes relativo a si las disposiciones de compensa-
ción regirían una expropiación diferente de aquella llevada a cabo por medio de una única apropia-
ción el 26 de junio de 2007, que consistía en un conjunto de actos de Gobierno, que pueden califi-
carse en forma conjunta como Actos Discriminatorios, si bien algunos de sus componentes, como
tales, no cumplirían las condiciones establecidas en la definición pertinente. Se informó al Tribunal
que las Partes habían arribado a un acuerdo sobre la aplicabilidad de las disposiciones de compen-
sación respecto de la expropiación32. Además, la Demandada confirmó que esto significa que las
disposiciones de compensación resultan aplicables a la expropiación “en este caso”33 – es decir,
“exclusivamente”. Esta postura no refleja la reclamación de las Demandantes en el presente caso34.
Solo puede relacionarse con la diferencia planteada ante el Tribunal de la CCI. No es relevante
32
TR-S, Audiencia de agosto de 2016, Día 2, pág. 437:22- 438:7 (Kahale, King); Audiencia de marzo de 2017, Día
15, págs. 2824:19-2829:3 (Partasides); Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, pág. 5104:4-15 (Kahale).
33
Escrito Post-Audiencia de la Demandada de 2017, párrs. 23, 48, que indica la dificultad relativa a la aplicación de
estas disposiciones “cuando el contrato se termina” (párr. 23).
34
El Abogado de las Demandantes explicó en la Audiencia de marzo de 2017 que su reclamación sobre expropiación
no se regía por el mecanismo de Actos Discriminatorios, que define el valor que fuera expropiado, pero no define el
derecho relativo a la expropiación, ni tampoco representa un recurso exclusivo; cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017,
Día 15, págs. 2820:7-2823:13, 2827:14-2829:3 (Partasides).
48
Caso CIADI No. ARB/07/30
para el presente caso en que la expropiación que originó la disputa consiste en la única apropiación
llevada a cabo el 26 de junio de 2007 la cual dio origen a la reclamación de las Demandantes por
incumplimiento del Artículo 6 del TBI.
174. El Tribunal no puede coincidir con la Demandada cuando argumenta que el Sr. Griffith, en
su carta de fecha 17 de septiembre de 1992 (R-97), aceptó que las disposiciones de compensación
analizan precisamente cómo “ʻse valuarían y reembolsarían los bienes y la participación de Conoco
en el caso de nacionalizaciónʼ”35. Ello no es lo que el Sr. Griffith escribió. De hecho, se dirigió por
escrito al Sr. Aliro Rojas, Director Ejecutivo de Maraven, indicando que Conoco quería conocer la
forma en la cual se analizaría esta cuestión en la siguiente negociación y, además, que pretendían
obtener una compensación total y una cláusula de estabilidad económica. Asimismo, indicó que el
proyecto requería una legislación tributaria positiva. Esto no es lo que obtuvieron, pero no es lo
mismo que afirmar que el Sr. Griffith hubiera aceptado en el año 1992 que el único recurso dispo-
nible en caso de nacionalización fuera lo dispuesto en las cláusulas sobre trato discriminatorio (en
la Condición del Congreso No. 16). La Ley sobre los Efectos del Proceso de Migración a Empresas
Mixtas de los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco, aprobada por la Asam-
blea Nacional el 11 de septiembre de 2007, declaró que estos Convenios “quedarán extinguidos”
(C-35).
175. El Tribunal observa también que la invocación por parte de la Demandada de las disposi-
ciones de compensación como normas que rigen la expropiación realizada el 26 de junio de 2007
resulta inconsistente con los términos y efectos de la apropiación que realmente tuviera lugar en
esa fecha, cuando Venezuela asumió directamente las actividades llevadas a cabo por las Asocia-
ciones y extinguió los derechos de propiedad de ConocoPhillips36, los cuales incluían necesaria-
mente los derechos de ConocoPhillips por intermedio de los Convenios de Asociación e incluso
aquellos previstos en las disposiciones de compensación. Tal como se mencionara anteriormente,
el Testigo Mommer recordó que, en esa fecha, los Convenios de Asociación se rescindieron37.
176. La Demandada ha negado que la Ley Venezolana sobre Promoción y Protección de Inver-
siones de fecha 22 de octubre de 1999 (R-12, C-1) tuviera un rol que desempeñar respecto de la
expropiación decretada el 26 de junio de 2007. Pareciera correcto que las Demandantes en el pre-
sente caso no estuvieran sujetas a la Ley de Inversiones. Sin embargo, las uniones transitorias de
empresas que llevaban a cabo cada uno de los tres Proyectos adoptaron posiciones contrarias. La
Demandada explicó en la fase jurisdiccional del presente procedimiento que, conforme al Artículo
5 del Decreto No. 1.867 de fecha 11 de julio de 2002 sobre el Reglamento de la Ley de
35
Escrito Post-Audiencia de la Demandada de 2017, párr. 53; TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, págs.
5104:16-5105:6 (Kahale).
36
Testigo Mommer, TR-S, Audiencia de agosto de 2016, Día 3, págs. 925:5-926:3.
37
El testigo empleó el término “desaparecía” (TR-S, Audiencia de 2010, Día 7, pág. 1807:8-11) para explicar además
la apropiación de los activos (TR-S, Audiencia de 2010, Día 7, págs. 1685:10-12, 1821:17-19).
49
Caso CIADI No. ARB/07/30
Inversiones38, las tres uniones transitorias de empresas a cargo de cada uno de los tres Proyectos
iban a considerarse empresas receptoras de la inversión39. Por lo tanto, estas entidades eran inver-
siones “propiedad de, y ... controlada[s] efectivamente por una persona natural o jurídica venezo-
lana o extranjera” y, así, sujetas a la Ley de Inversiones (Artículo 3, último y único párrafo - R-
12). La Ley de Inversiones debe prevalecer sobre los Convenios de Asociación si se considerara
que estos Convenios rigen los efectos de su propia expropiación.
177. En cualquier caso, el Tribunal observa que, si la reclamación de compensación de las De-
mandantes estuviera regida por las disposiciones de compensación de los Convenios de Asocia-
ción, quedaría cubierta por las cláusulas de arbitraje allí contenidas (Sección 9.07(f), Sección 13.16
para Petrozuata y Sección 14.4 para Hamaca). Ninguna reclamación fundada en estas disposiciones
se planteó ante este Tribunal del CIADI. No obstante, ello no significa que dichas disposiciones
sean irrelevantes para la decisión de este Tribunal sobre las consecuencias de la expropiación que
vulneró el Artículo 6(c) del TBI.
178. El Tribunal observa la afirmación de la Demandada según la cual “la cuestión ante este
Tribunal no es determinar si los Convenios de Asociación han sido incumplidos, sino si los meca-
nismos de compensación cuidadosamente negociados establecidos conforme a las Autorizaciones
del Congreso como condiciones para involucrarse en los proyectos de mejoramiento son relevantes
en la determinación de la cuantía”40. La cuestión se plantea de manera correcta y amerita conside-
ración adicional. Implica necesariamente que la expropiación llevada a cabo por el Estado el 26 de
junio de 2007 no debe analizarse como parte de la reclamación que invoca el incumplimiento de
los Convenios de Asociación. La afirmación de la Demandada, citada supra, no difiere de los ale-
gatos de apertura de las Demandantes con ocasión de la Audiencia del mes de agosto de 2016 según
la cual los Convenios de Asociación constituyen el fundamento para determinar el quantum. Se
alegó que, ante la pregunta de “¿qué es lo que ha sido tomado de ConocoPhillips?”, las Deman-
dantes reconocieron que se debe considerar una "serie de derechos" que fueran objeto de apropia-
ción. Además, las Demandantes alegaron que reconocían también que la "serie de derechos" se
centra en los Convenios de Asociación y en el valor que representan para ConocoPhillips41.
38
Reglamento del Decreto con Rango y Fuerza de Ley de Promoción y Protección de las Inversiones (RL-2).
39
Memorial de la República Bolivariana de Venezuela sobre Objeciones a la Jurisdicción, de fecha 1 de diciembre de
2008, párr. 132, nota 186, que enumera a Petrolera Zuata, a Petrozuata C.A., al Consorcio de Desarrollo de Corocoro
y a la Asociación Hamaca. Cf. también Opinión Legal de Enrique Urdaneta Fontiveros, de fecha 28 de noviembre de
2008, párr. 31.
40
Memorial de la Demandada de Contestación sobre la Cuantía, 18 de agosto de 2014, párr. 155.
41
TR-S, Audiencia de agosto de 2016, Día 1, pág. 81:14-22 (Partasides).
50
Caso CIADI No. ARB/07/30
180. En otras palabras, la “compensación total” - término que las Demandantes utilizan con fre-
cuencia - no puede representar más que una compensación de los derechos y activos de titularidad
de las Demandantes al momento pertinente e incluye los ingresos derivados de aquellos a futuro
en una medida aún pendiente de determinación. Dichos derechos están fundados en los Convenios
de Asociación, que se rigen por el derecho venezolano.
181. Por consiguiente, como la expropiación privó a las Demandantes del ingreso que tenían
derecho de percibir conforme a los Convenios de Asociación, estos Convenios son de aplicación
plena, incluidas sus disposiciones de compensación (en lo relativo a Petrozuata y Hamaca). En la
medida que dichas disposiciones impongan un límite a los derechos potenciales de las Demandan-
tes de percibir los dividendos del Proyecto, dicho límite debe considerarse al momento de determi-
nar el alcance de la apropiación por medio de la expropiación. La compensación representa el valor
correspondiente a la pérdida. No puede cubrir más que aquello a lo cual las Demandantes habrían
tenido derecho si no hubiera existido expropiación.
182. El Tribunal del caso Burlington, frente a una cuestión similar, indicó que “debe asumir que
Burlington es titular de los derechos que componían los activos expropiados y que tales derechos
se respetan. Esto no significa que el Tribunal exija el cumplimiento de una reclamación contractual.
51
Caso CIADI No. ARB/07/30
Lo que hace el Tribunal es valuar un activo expropiado, el que las Partes concuerdan está com-
puesto por un conjunto de derechos que permiten a Burlington obtener ingresos futuros”42.
183. Las Demandantes señalan, como principio y de forma correcta, que no habían renunciado
a sus derechos conforme al derecho internacional. Sin embargo, si bien la protección de sus dere-
chos en calidad de inversionistas se rige por el TBI, el contenido de dichos derechos está determi-
nado por los Convenios de Asociación que se rigen por el derecho de Venezuela. Ello es lo que el
Artículo 2 del TBI denomina “marco de [las] leyes y reglamentos” de la Parte Contratante que
gobiernan la inversión. Cuando aceptaron su inversión en Venezuela por medio de los Convenios
de Asociación y las Autorizaciones del Congreso en las que se basan dichos Convenios, las De-
mandantes adquirieron los derechos consagrados en estos instrumentos, que gozaban de la protec-
ción a la inversión disponible, la cual, en un principio, estaba fundada en el derecho local y se
transformó en el TBI solamente, en una etapa posterior. Los derechos de los inversionistas son
aquellos que adquirieron al momento de realizar la inversión en el Estado Contratante del TBI.
Estos derechos eran los receptados en los Convenios de Asociación; por definición, no pueden estar
sujetos a una renuncia de derechos conforme al derecho internacional. Asimismo, la participación
de los inversionistas en los Proyectos no supone una renuncia de derechos contenida en el TBI que
rige la protección de la inversión, pero no así su substancia.
184. Las disposiciones de compensación de los Convenios de Asociación pueden ser de relevan-
cia en el presente caso solo si una medida particular del Gobierno cumple con todos los requisitos
para su aplicación.
185. En este aspecto, el aumento del impuesto a las ganancias del 34% al 50% y el impuesto a
las regalías / extracción del 33⅓% que estaba vigente al momento de la expropiación ya no son un
problema. En su Decisión de 2013, el Tribunal concluyó que, si bien las Demandantes aceptaron
considerar el impuesto a las ganancias y las alícuotas de las regalías como tributos, ellos constituían
un régimen fiscal que no está comprendido en el alcance del Artículo 3 del TBI, y que - tal como
aceptaron las Demandantes - estas medidas (que eran aplicables en ese momento) no incumplían
el Artículo 4 del TBI (párr. 322). Además, y en el presente caso, estas medidas del gobierno no se
han invocado como actos discriminatorios que den lugar a la aplicación de las disposiciones de
compensación. Las Demandantes apelan al enfoque de sus peritos de incluir, en sus cálculos de
42
Burlington Resources, Inc. c. República del Ecuador, Caso CIADI No. ARB/08/5, Decisión sobre Reconsideración
y Laudo, 7 de febrero de 2017, párr. 358, que señala además que “los contratos expropiados incluían una cláusula de
absorción de impuestos obligatoria que no puede ignorarse a efectos de valoración” (párr. 359).
52
Caso CIADI No. ARB/07/30
daños, todos los impuestos existentes en cada una de las fechas de valuación, con excepción del
impuesto a las ganancias inesperadas43.
188. Por lo tanto, el impuesto a las ganancias inesperadas vigente constituye la única hipótesis
en la que las disposiciones de compensación pueden desempeñar algún rol o puede que deban
considerarse al momento de determinar el valor de los Proyectos y los ingresos de sus participantes.
Sin embargo, antes de llegar a esta etapa, la cuestión que se debe analizar es si era posible aplicar
dicho tributo a los Proyectos, en forma total o parcial. Dado que todas estas cuestiones se
43
Escrito Post-Audiencia de las Demandantes de 2017, párr. 186; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 15, pág.
2686:18-21 (Friedman); Abdala/Spiller, Actualización de marzo de 2016, 18 de marzo de 2016, párr. 28.
44
Memorial de la Demandada de Contestación sobre la Cuantía, 18 de agosto de 2014, párr. 138; Escrito Final sobre
la Cuantía de la Demandada, párr. 263.
45
Artículo 6 del Decreto No. 40.114 del 20 de febrero de 2013 (R-502, C-600), que modifica al Artículo 1 del Decreto
No. 38.910 del 15 de abril de 2008 (R-500, C-252/582).
53
Caso CIADI No. ARB/07/30
C. El Estándar de Compensación
189. El centro de atención de las Partes al abordar la estructura de las reclamaciones en materia
de daños que se analizarán en el presente caso se encuentra íntimamente relacionado con la fecha
de valuación. La Decisión de 2013 determinó que esa fecha debía ser la fecha del laudo (párrafos
363, 404). Dicha fecha refleja la posición de las Demandantes. La Demandada objeta esta conclu-
sión e insiste firmemente la fecha de la expropiación como fecha de valuación.
190. La discusión acerca de la fecha de valuación debe ser analizada desde una perspectiva más
amplia, es decir, la compensación que las Demandantes tienen derecho a reclamar como conse-
cuencia del incumplimiento del Artículo 6 del TBI.
192. Dicha postura y metodología no tienen ningún efecto en la realidad. No incluye la produc-
ción, los costos y los impuestos que se devengan desde la apropiación hasta el momento en que se
emite el laudo, ni tampoco determinan la rentabilidad futura de los Proyectos entre la fecha del
laudo y el final de la vida útil del Proyecto.
54
Caso CIADI No. ARB/07/30
194. En la Resolución Procesal No. 4, el Tribunal instruyó a las Partes a determinar sus respec-
tivas valoraciones para ambas situaciones, a la fecha de la expropiación, es decir, el 26 de junio de
2007, o el 31 de diciembre de 2016, considerando y sin considerar las fórmulas de compensación
previstas en los Convenios de Asociación (párr. 6). Las Partes cumplieron en general con la orden
del Tribunal. No obstante, solo consideraron la hipótesis de la aplicación de las disposiciones de
compensación, esto es, que dichas disposiciones habrían regido la expropiación como tal. Así, se
le dio escasa consideración al caso en el cual la compensación por la expropiación se rige por el
derecho internacional, al tiempo que se incluyen los efectos que han de atribuirse a las disposicio-
nes de compensación contempladas en los Convenios de Asociación respecto de los factores eco-
nómicos que constituyen “Actos Discriminatorios”.
197. Las Demandantes sostienen que, si Venezuela hubiera expropiado de forma lícita las inver-
siones de las Demandantes, habría correspondido aplicar el estándar de compensación dispuesto
por el Artículo 6(c) del TBI. Puesto que Venezuela procedió de forma ilícita, dicho Artículo no
resulta aplicable a la cuantificación. Por el contrario, el estándar de compensación aplicable está
determinado por el derecho internacional consuetudinario. Un “principio esencial” del derecho in-
ternacional consuetudinario es que el Estado tiene la obligación de ofrecer una reparación íntegra
por el daño causado por su acto ilícito.
198. La Corte Permanente de Justicia Internacional (CPJI) ofreció una descripción con valor
jurídico del estándar de compensación aplicable en el caso Chorzów Factory46. “La reparación, en
la medida de lo posible, debe eliminar todas las consecuencias del acto ilegal y restablecer la
46
Corte Permanente de Justicia Internacional, The Factory At Chorzów (Claim for Indemnity) (The Merits), Germany
v. Poland, Fallo No. 13, 13 de septiembre de 1928, 1928, Series P.C.I.J. A No. 17 (CL-84).
55
Caso CIADI No. ARB/07/30
situación que, en toda probabilidad, habría existido si dicho acto no se hubiera cometido” (pág. 47)
[Traducción del Tribunal]. Los Artículos de la CDI reflejan la misma norma de derecho interna-
cional consuetudinario (CL-85). Disponen que el Estado debe ofrecer una “reparación íntegra del
perjuicio causado por el hecho internacionalmente ilícito”. En consecuencia, cuando el activo es
expropiado de forma ilícita, la tarea del tribunal consiste en poner al inversionista en la situación
económica de la que habría gozado si el acto ilícito nunca se hubiera cometido. Ello se suele deno-
minar situación “contrafáctica”. El recurso que se prefiere es la restitución. Cuando la restitución
es imposible o impracticable, tal como en el presente caso, la norma de reparación íntegra exige el
otorgamiento de una indemnización de daños y perjuicios que logre el mismo resultado. La com-
pensación en virtud de una expropiación ilícita debe corresponderse con el valor que produciría la
restitución en especie, además del pago por cualquier daño adicional.
199. Si no se hubieran expropiado de forma ilícita los derechos de las Demandantes en los tres
Proyectos, las Demandantes habrían retenido la posesión de dichos proyectos y obtenido ganancias
por sus operaciones durante la totalidad del plazo previsto. En particular, las Demandantes habrían
percibido, a partir del mes de junio de 2007, los dividendos correspondientes a su participación en
las ganancias conforme a sus derechos de propiedad. El método más común para el cálculo de
dicho valor consiste en la determinación del valor justo de mercado a la fecha de valuación, tal
como disponen los Comentarios de los Artículos de la CDI (CL-86). Dicho valor refleja el lucro
cesante que el inversionista habría percibido si la expropiación no hubiera tenido lugar. En los
casos que involucran activos generadores de ingresos, la evaluación del valor justo de mercado
debe compensar su rentabilidad futura para otorgar una reparación íntegra.
200. Tanto el Proyecto Petrozuata como el Proyecto Hamaca eran yacimientos de petróleo en
plena etapa de producción comercial al momento de su confiscación, y continuarán produciendo
petróleo hasta la fecha del Laudo y por muchos años más. El Proyecto Corocoro se convirtió en un
yacimiento de petróleo productivo en el mes de enero de 2008 y continuará produciendo hasta, por
lo menos, el año 2021. Las Reservas y la capacidad de producción de los Proyectos son datos
conocidos, y sus hidrocarburos constituyen productos básicos para los cuales existe un gran mer-
cado con precios internacionales de referencia. La metodología de los flujos de caja descontados
utilizada por los peritos de las Demandantes calcula dicho valor de forma adecuada.
201. En el presente caso, el estándar de compensación exige que (a) las Demandantes reciban
una indemnización equivalente a los flujos de caja que habrían percibido si no se hubieran expro-
piado los Proyectos; (b) los cambios favorables del mercado desde la apropiación se devenguen en
beneficio de las Demandantes; y (c) se excluyan del cálculo las medidas en detrimento del valor
adoptadas o permitidas por Venezuela con posterioridad a la apropiación.
56
Caso CIADI No. ARB/07/30
16.010 millones; (2) lucro cesante desde la fecha del Laudo hasta las fechas de vencimiento de los
Convenios de Asociación, por un importe de, al menos, USD 5.276 millones; (3) intereses poste-
riores al Laudo, calculados sobre la base del costo de capital; (4) declaración de que el importe
otorgado es neto de impuestos y no puede ser gravado impositivamente una vez más por Vene-
zuela; (5) todos los costos del arbitraje incurridos por las Demandantes.
2. La Posición de la Demandada
203. La Demandada recuerda que la expropiación fue decretada en virtud del derecho de Vene-
zuela y que el Tribunal concluyó que se cumplieron los requisitos de los Artículos 6(1) y (2) del
TBI. Por lo tanto, la expropiación fue legal y plenamente eficaz. La conclusión del Tribunal de que
no se había abonado compensación afecta una de las modalidades de la expropiación, pero no torna
la ilegal. Por lo tanto, la compensación a la cual las Demandantes tienen derecho es la compensa-
ción que no percibieron al momento de la expropiación. Así, su compensación necesariamente debe
fundarse en el valor de los Proyectos al momento de la apropiación por parte de Venezuela, y debe
incluir un importe que represente las estimaciones de las ganancias y pérdidas futuras calculables
de forma razonable en ese momento.
204. La Demandada invoca a Sir Ian Brownlie quien definió la distinción entre una expropiación
ilícita solo sub modo y una ilícita per se en los siguientes términos:
Las distinciones prácticas entre una expropiación ilícita sub modo, es decir, únicamente si
no se prevé compensación, y una expropiación ilícita per se pareciera que son las siguientes:
la primera importa el deber de abonar compensación sólo por daños directos, es decir, el
valor del bien, en tanto que la segunda comprende la responsabilidad por pérdidas indirectas
(lucrum cessans); la primera confiere un título reconocido por tribunales extranjeros (y tri-
bunales internacionales), mientras que la segunda no genera ningún título válido47. [Tra-
ducción del Tribunal]
205. La Demandada alega que, en virtud del Artículo 9(3) del TBI, este Tribunal - en cualquier
caso - carecería de toda facultad para otorgar una indemnización de daños que exceda aquellos
“causados” por el incumplimiento de una disposición del Tratado. Incluso en el supuesto de que
existiera un incumplimiento por falta de pago o de una oferta concreta de compensación, no hay
ninguna otra indemnización que resulte del incumplimiento excepto la compensación que debería
haber sido abonada en el año 2007 con intereses.
47
Ian Brownlie, Principles of Public International Law, séptima edición. Oxford 2008, pág. 539 (R-124). La Deman-
dada hace referencia, asimismo, a James Crawford, Brownlie’s Principles of Public International Law, pág. 625 (R-
631).
57
Caso CIADI No. ARB/07/30
importe total de USD 471 millones, el cual, si el Tribunal así lo determina, podrá ser incrementado
a fines del año 2016 por medio de la aplicación de un interés simple al monto de USD 515 millones,
y a cualquiera de dichos importes se le deducirán los costos de la Demandada.
207. El Tribunal considera innecesario aportar extensas citas del Fallo del caso Chorzów. No
obstante, es útil recordar la ratio decidendi principal, aunque de la forma más concisa posible.
208. El Fallo de la Corte se fundó en “las normas de derecho internacional en vigor entre los dos
Estados involucrados”. Los derechos de los individuos están “en un plano diferente”. El daño su-
frido por un individuo “nunca es, por lo tanto, idéntico en su naturaleza al que sufrirá un Estado”
(pág. 28) [Traducción del Tribunal]. Cabe agregar también que, cuando se hace referencia al Ar-
tículo 31 de los Artículos de la CDI (CL-85), las disposiciones sobre responsabilidad del Estado
son “sin perjuicio de cualquier derecho que la responsabilidad internacional del Estado pueda ge-
nerar directamente en beneficio de una persona o de una entidad distinta de un Estado” (Artículo
33(2)).
209. Respecto del principio aplicable en materia de daños, la Corte expresó que el daño sufrido
por una de las dos compañías involucradas (denominada "Oberschlesische") es “equivalente al va-
lor total - pero solo a dicho valor total - del bien y de los derechos de dicha Compañía” (pág. 31)
[Traducción del Tribunal]. El principio que establece la obligación de efectuar una reparación es
el complemento indispensable de no haber aplicado el convenio. Es “un elemento del derecho in-
ternacional positivo” (pág. 29)48 [Traducción del Tribunal].
211. La Corte observó que la compensación debida al gobierno alemán no se limita necesaria-
mente al valor del emprendimiento al momento de la desposesión, más intereses a la fecha de pago.
Si el gobierno polaco hubiera tenido derecho a expropiar y, por lo tanto, su acto ilícito hubiera
48
El Tribunal en Teinver procuró hacerlo más preciso: "[e]l caso de la Fábrica de Chorzów no constituye la fuente del
principio de reparación íntegra del derecho internacional consuetudinario, pero el tribunal en ese caso determinó que
ese principio fue uno de los que habían sido establecidos por la práctica internacional". Teinver S.A. y otros c. La
República Argentina, Caso CIADI No. ARB/09/1, Laudo, 21 de julio de 2017, párr. 1089.
58
Caso CIADI No. ARB/07/30
consistido simplemente en no haber abonado el precio justo por aquello que se expropió, la com-
pensación se limitaría a dicho valor. Ello colocaría a Alemania en una situación “más desfavorable”
que aquella en la cual Alemania estaría si Polonia hubiera respetado la Convención, es decir, si no
hubiera procedido de la forma en que lo hizo. Esto sería “injusto”. Además, sería “equivalente a
hacer que la liquidación lícita y la desposesión ilícita no puedan distinguirse en lo que respecta a
sus resultados financieros” (pág. 47) [Traducción del Tribunal].
212. La distinción trazada por la Corte es aplicable, también, en otras situaciones. La expropia-
ción llevada a cabo en forma legal excepto por la ausencia de compensación coloca a la parte
perjudicada en una situación más desfavorable que aquella en la que estaría si no se hubiera llevado
a cabo la expropiación. En el último caso, dicha parte gozaría del pleno beneficio del bien y de los
derechos que fueran apropiados. En la primera situación, habría percibido una “justa compensa-
ción” en un importe que difiere del beneficio del goce permanente de todo aquello que fuera apro-
piado y, por lo general, es inferior a él.
213. Sin embargo, el presente caso es distinto. Sin dejar de adherir al razonamiento de la Corte,
una expropiación llevada a cabo en forma legal excepto por la ausencia de compensación coloca a
la parte perjudicada en una situación más desfavorable que aquella en la que estaría si dicha expro-
piación se hubiera llevado a cabo en cumplimiento de todos los requisitos legales. En efecto, la
diferencia entre estas dos situaciones, que coloca a dicha parte en una situación más desfavorable,
radica en la falta de pago de la compensación que la parte expropiante está obligada a abonar.
214. Tal diferencia no puede reducirse a una mera cuestión de intereses. Si la expropiación debía
compensarse por referencia al precio de mercado a la fecha en la cual tuvo lugar, el valor de la
compensación - en caso de que no se haya abonado - no se incrementa simplemente por un factor
basado en la tasa de interés. En una fecha posterior, el valor del bien y de los derechos expropiados
es diferente, por lo general por referencia a un precio de mercado superior. Dicha diferencia no
guarda ninguna relación con los intereses. El valor de la inversión en una actividad comercial (que
no consiste solo en depositar dinero en una cuenta bancaria) tiene características progresivas a lo
largo de una línea que no puede compararse con la tasa de interés.
215. La Corte del caso Chorzów no se explayó sobre esta hipótesis. Simplemente comparó el
caso real con la situación financiera de Alemania en un caso en el cual Polonia habría tenido el
derecho a proceder a la expropiación, pero omitiendo abonar un precio justo. La cuestión principal
aún sigue en pie: el inversionista o la parte perjudicada no debería recibir un tratamiento más des-
favorable de parte del tribunal que decide la cuestión por medio de una “justa compensación”, más
intereses, si tenía derecho a no ser expropiado sin una justa compensación determinada por refe-
rencia al valor de mercado al momento de la apropiación. Cuando dicha compensación constituía
uno de los requisitos legales para llevar adelante la expropiación, el hecho de no proceder al pago
59
Caso CIADI No. ARB/07/30
requerido torna ilícita la expropiación y produce las consecuencias financieras de la pérdida del
bien y de los derechos que fueran apropiados.
216. La misma línea argumental es aplicable al Estado receptor que procede a la expropiación.
Si la compensación fuera otorgada en un determinado momento posterior a la apropiación como
“justo precio” por aquello que fue expropiado, más intereses, el Estado receptor sería tratado de
manera más favorable que la situación en la cual enfrentaría una expropiación que no debería haber
tenido lugar sin compensación. Si no hubiera habido expropiación, el inversionista habría gozado
de los ingresos y del aumento del valor de mercado del bien y de los derechos. Si no se considerara
dicho aumento en el valor, el resultado financiero no podría distinguirse de la situación en la cual
la compensación hubiera sido abonada oportunamente en cumplimiento de los requisitos legales.
Así, el Estado receptor podría aprovechar todos los importes financieros acumulados en la medida
en que sean superiores a la tasa de interés que tendría que abonar sobre el “justo precio” determi-
nado al momento de la apropiación. En palabras de la Corte, dicho resultado sería “injusto”.
217. En diversos laudos y escritos, se traza una distinción entre expropiaciones ilícitas y lícitas.
Esta última expresión queda reservada para los casos en los cuales la expropiación cumple con los
requisitos legales, pero no ofrece ninguna compensación o ella resulta insuficiente. En ocasiones,
se utiliza el Fallo del caso Chorzów para respaldar esta terminología. La referida interpretación del
Fallo del caso Chorzów se fuerza demasiado. La Corte no empleó el término expropiación “legal”
o “lícita” para la situación en la cual el "acto ilícito" de quien realiza la expropiación (“su propio
acto ilícito”) consiste simplemente en no haber abonado el precio justo de aquello que se expropió
(pág. 47)49 [Traducción del Tribunal]. En otra parte, la Corte observa que el pago de justa compen-
sación habría tornado lícita la expropiación50 - incluyendo, así, el requisito de compensación en el
concepto de expropiación lícita, mientras que su omisión mantendría la ilicitud de la expropiación.
218. El dictum de Sir Ian Brownlie, que invoca la Demandada, no es pertinente. La propia argu-
mentación de la Demandada no es tan estricta como pareciera ser la de Sir Ian, ya que la Deman-
dada acepta considerar las proyecciones de ganancias futuras (lucrum cessans) que no están con-
templadas en el concepto de Sir Ian relativo a la expropiación ilícita sub modo. La Demandada
agrega su propia interpretación a la declaración de Sir Ian, que omite citar en su totalidad y en
contexto51. Cuando se leen las partes que preceden a la oración citada por la Demandante, resulta
fácil comprender que Sir Ian no consideró el factor tiempo. No indicó que una expropiación sea
lícita solo si se omite el pago de compensación efectiva y que permanezca así en el futuro. El
49
En este sentido, la Corte utiliza la expresión “liquidación lícita”, « liquidation licite ».
50
“para tornarla lícita, sólo habría faltado el pago de justa compensación” [Traducción del Tribunal] - « à laquelle
n’aurait manqué, pour être légitime, que le paiement d’une indemnité équitable » (pág. 46, No. 123).
51
Ian Brownlie, Principles of Public International Law, págs. 538/539 (R-124). La Demandada hace referencia, asi-
mismo, a James Crawford, Brownlie’s Principles of Public International Law, pág. 625 (R-631), donde no se menciona
ninguna demora en el pago de compensación.
60
Caso CIADI No. ARB/07/30
La expropiación del bien ajeno es lícita si se ofrece una compensación pronta, adecuada y
efectiva. En principio, por lo tanto, la expropiación - como ejercicio de competencia terri-
torial - es lícita, pero la regla de compensación (en esta versión) torna contingente la lega-
lidad52. [Traducción del Tribunal]
219. En realidad, la terminología correcta no es relevante, si bien puede observarse que el uso
de la expresión “expropiación lícita” no pareciera ser el más apropiado cuando implica la omisión
de uno de los elementos esenciales de la expropiación - la compensación. En todo caso, se debe
hacer hincapié en el significado de dicho término ya que se utiliza en diversos laudos. En efecto,
debería significar que el inversionista que sufrió la expropiación que fuera “lícita” (excepto por no
haberse realizado el pago de la compensación) no tiene derecho a reclamar más que el pago por
parte del Estado receptor de una compensación que refleja el valor de mercado de la inversión al
momento de la expropiación, más intereses devengados hasta la fecha de pago.
220. Así, el Tribunal en Tidewater concluyó que “la indemnización por una expropiación lícita
es la indemnización justa representada por el valor de la empresa en el momento de la expropiación
y la reparación en el caso de una expropiación ilícita es la restitución en especie o su equivalente
monetario”53. El Tribunal en Mobil señaló que “el mero hecho de que un inversor no haya recibido
compensación no convierte en sí mismo a una expropiación en ilegal”54.
52
Brownlie, ibídem, págs. 533/4.
53
Tidewater Investment SRL, Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Laudo, 13 de marzo
de 2015, párr. 142 y párrafos subsiguientes 130-146, 159-163 (R-642). El Tribunal observa en un cierto punto que la
expropiación que solo carece de justa compensación debe considerarse una “expropiación provisionalmente lícita”
(párr. 141). Sin embargo, para eliminar la calidad de “provisional”, el simple otorgamiento de la compensación no
resulta suficiente. Y el Tribunal no tiene la facultad de realizar una declaración que no le fuera solicitada por las
demandantes.
54
Mobil Corporation, Venezuela Holding, B.V. y otros c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/07/27, Laudo, 9 de octubre de 2014, párr. 301 (CL-348).
61
Caso CIADI No. ARB/07/30
explica por qué diversos laudos no admiten debate alguno acerca del momento adecuado para cal-
cular los daños, indicando, simplemente, que el inversionista tiene derecho a percibir el pago de la
compensación que no recibió cuando se realizó la expropiación, más intereses. Las distinciones
que se deben realizar en ocasiones se diluyen aún más cuando se indica que el inversionista debe
percibir la compensación como si se le debería haber abonado al momento de la expropiación, si
bien diversos elementos particulares de ingresos y costos se cuantifican luego por referencia a va-
lores más recientes o reales.
222. Otros casos son diferentes, y la situación del presente caso también lo es.
223. El Artículo 6 de TBI está organizado en tres partes, cada una de las cuales representa una
condición que se debe satisfacer para que una expropiación sea admisible conforme al TBI. La
asignación de una “justa compensación” es uno de esos requisitos. Tal como el Tribunal concluyera
y explicara en su Decisión Interlocutoria de 2017, la Demandada no cumplió con este requisito.
Por lo tanto, no se ha satisfecho uno de los tres requisitos aplicables de forma conjunta, y se ha
violado el Artículo 6 de TBI. Dicho acto ilícito exige la reparación de las pérdidas de las Deman-
dantes.
224. En virtud del reconocido principio consagrado en el Fallo del caso Chorzów, “la reparación,
en la medida de lo posible, debe eliminar todas las consecuencias del acto ilegal y restablecer la
situación que, en toda probabilidad, habría existido si dicho acto no se hubiera cometido” (pág. 47)
[Traducción del Tribunal]. Suponiendo que la restitución en especie no es posible, el importe de la
compensación debería reflejar el valor que tendría una restitución en especie y una indemnización
por pérdidas sufridas que de lo contrario no estarían cubiertas. La desposesión importa la obliga-
ción de restituir el emprendimiento y, si ello no fuera posible, el pago de su valor al momento de
la indemnización. A esta obligación se le debe adicionar la compensación de las pérdidas sufridas
como resultado de la confiscación. Así, la reparación implica la sustitución del pago del valor del
emprendimiento por la restitución (pág. 48). La Corte agregó que estos principios no son aplicables
“en el caso de una expropiación propiamente dicha” (pág. 48) [Traducción del Tribunal].
225. Cuando impartió instrucciones a los peritos en respuesta a su consulta sobre la valuación a
realizar, la Corte Chorzów solicitó el valor del emprendimiento destinado a la fabricación de pro-
ductos de nitrato a la fecha de la desposesión y los resultados financieros del presente (ganancias
y pérdidas). Esta cuestión debía contemplar el valor pecuniario, tanto del objeto del emprendi-
miento como de cualquier ganancia probable (“lucrum cessans”) que se habría devengado entre la
toma de la posesión y el dictamen del perito55. Si bien la Corte observa que se debe tener en cuenta
que estos principios son diferentes de aquellos aplicables en el caso de una expropiación, puede
concluirse que cuando se analiza la “eliminación” de todas las consecuencias de una expropiación
55
Págs. 51-53, No. 136, 141.
62
Caso CIADI No. ARB/07/30
ilícita, se debe analizar la situación del inversionista como, en toda probabilidad, habría existido
en caso de que dicha apropiación ilícita no hubiera ocurrido [Traducción del Tribunal].
228. El Tribunal agrega que la identificación correcta del recurso en caso de violación del TBI
debería respetar el objeto y fin del TBI ya que ello debe ser aplicable a las disposiciones del TBI
en materia de protección de inversiones en general. Si la “justa compensación” se determina en
virtud de la fecha de la expropiación, y se considera una tasa de interés simple, el Estado receptor
obtendría una clara ventaja de su apropiación, tal como ocurre en el presente caso. Así, dicha in-
terpretación redundaría en un incentivo para que los Estados receptores procedan a la expropiación
de inversiones y al diferimiento del pago de la compensación hasta una fecha futura incierta. Este
63
Caso CIADI No. ARB/07/30
enfoque haría fracasar el fin de la “protección de las inversiones” que constituye el objeto del TBI
tal como dispone su Preámbulo.
229. El enfoque que considera la rentabilidad futura de los Proyectos exige una aclaración adi-
cional respecto de la fecha en la cual se deben determinar los valores relativos a los Proyectos. La
expropiación que consiste en una única apropiación se valora a la fecha de dicha apropiación. Sin
embargo, ello es correcto solo por referencia a dicha fecha en particular. A medida que el tiempo
transcurre, los valores cambian. Los ingresos pueden aumentar, los costos surgen de forma dife-
rente, y los impuestos pueden incrementarse. En el presente caso, el aumento de los precios del
petróleo constituye el factor principal que orienta el debate sobre la determinación de la fecha de
valuación apropiada. Ello condujo a que, en su Decisión de 2013, este Tribunal determinara que
esa fecha debe ser la fecha del presente Laudo.
230. En el marco de la diferencia entre las Partes, la cuestión consiste en determinar si los ele-
mentos relevantes para el cálculo de daños (con inclusión de ingresos, costos, impuestos, entre
otros) son aquellos aplicables o conocidos al momento de la expropiación, o aquellos al momento
en el cual se debe decidir acerca de los daños devengados hasta esa fecha y los que surjan a partir
de la fecha referida. Esta es la razón por la cual las Partes no se han puesto de acuerdo en adoptar
una valuación ex ante o una valuación ex post. La cuestión está estrechamente vinculada al estándar
de compensación aplicable. Si la compensación de las Demandantes constituye aquello que no
percibieran al momento de la expropiación, el valor de la pérdida debe considerarse ex ante, a la
fecha de la apropiación, con una estimación a ese momento de las ganancias, las pérdidas y los
costos, así como de otros elementos relevantes que surgieran en el futuro. Por otro lado, si las
Demandantes tienen derecho a percibir compensación por la totalidad de los ingresos y ganancias
netas que habrían percibido si el Proyecto no se hubiera expropiado, la valuación debe realizarse
contemplando todos los datos reales (históricos) y futuros disponibles, lo que deriva en una valua-
ción que hace hincapié en la cuestión desde el punto de vista ex post.
231. En consonancia con el derecho establecido, se deduce que el derecho de las Demandantes
a la reparación íntegra tiene como consecuencia necesariamente que la fecha de valuación debe ser
la fecha del Laudo.
232. Debido a las mejores condiciones de mercado, los tres Proyectos han aumentado su valor
con posterioridad a la confiscación. Las Demandantes tienen derecho a gozar de los beneficios de
esas mejores condiciones de mercado; habrían obtenido tales beneficios si no se hubieran expro-
piado los Proyectos de forma ilegal. Las consecuencias de la mala administración de los Proyectos
64
Caso CIADI No. ARB/07/30
por parte de PDVSA no pueden considerarse en la valuación, dado que ello no habría ocurrido en
el escenario “contrafáctico”.
233. El Tribunal determinó previamente que la fecha de valuación es la fecha del Laudo. En
consecuencia, la valuación del Tribunal debería considerar las tendencias del mercado posteriores
a la expropiación que hayan aumentado el valor de los Proyectos. Por consiguiente, y en opinión
de las Demandantes, lo que queda por calcular consiste en (a) los flujos de caja históricos perdidos:
flujos de caja no percibidos de los Proyectos entre la fecha de la apropiación (26 de junio de 2007)
y la fecha del Laudo del Tribunal, con aplicación de un factor de capitalización que actualiza los
flujos de caja históricos perdidos al valor actual; (b) el valor del patrimonio neto de las inversiones
a la fecha de valuación: flujos de caja perdidos desde la fecha del Laudo hasta la fecha de finaliza-
ción de los Convenios, calculados con el método DCF para reducir dichos flujos de caja futuros al
valor actual; (c) intereses posteriores al laudo sobre todos los importes otorgados desde la fecha
del Laudo hasta la fecha de pago; y (d) costos del arbitraje.
2. La Posición de la Demandada
234. En opinión de la Demandada, no hay ningún fundamento para apartarse de la fecha de va-
luación del Tratado. Esta fecha se define en el Artículo 6(c) que dispone que el valor de mercado
al cual se debe hacer referencia es la fecha “inmediatamente antes de tomarse las medidas o antes
de que las medidas inminentes se hagan del conocimiento público, cualquiera que ocurra antes”.
Sin embargo, incluso si el Tribunal pudiera apartarse del estándar del Tratado y considerar el de-
recho internacional consuetudinario, el resultado sería exactamente el mismo.
235. En este sentido, la Demandada alega que la fecha de valuación habitual en casos de expro-
piación es la fecha de desposesión y que la fecha de valuación no se modifica si la expropiación es
tal que, “para tornarla lícita, sólo habría faltado el pago de justa compensación”, tal como se indicó
en el caso Chorzów Factory56 [Traducción del Tribunal]. Las autoridades, incluso la presente de-
cisión, dejaron en claro que cuando el único fundamento para la ilicitud es la falta de pago de
compensación, la fecha de valuación sigue siendo la fecha de desposesión porque los daños se
calculan en función del importe de la compensación que se debería haber abonado en dicha fecha,
más los intereses devengados hasta la fecha de pago.
236. La Demandada, invocando la declaración de Sir Ian Brownlie citada supra, alega que la
fecha de valuación, en caso de una expropiación que, en el peor de los casos, constituye solo ilicitud
sub modo, y no per se, es la fecha de desposesión porque la indemnización de daños por dicha
expropiación comprende el valor del bien expropiado a esa fecha, más los intereses devengados
hasta la fecha de pago.
56
Cita el Fallo dictado en Chorzów, pág. 46.
65
Caso CIADI No. ARB/07/30
237. La Demandada explica que las valuaciones ex ante tienen en cuenta la información relativa
a la producción, los costos y los precios que se consideran relevantes a la fecha de valuación del
año 2007. El enfoque de las Demandantes respecto de dicha valuación no difiere. La diferencia
entre las valuaciones de las Partes resulta de su discrepancia en las proyecciones de producción ex
ante, porque las Demandantes tienen una visión mucho más optimista de la condición del yaci-
miento Petrozuata y del mejorador Hamaca que la Demandada a la fecha de valuación de 2007. Si
bien se supone que la valuación ex post se basa en aquello que efectivamente ocurrió en los Pro-
yectos con posterioridad a la nacionalización del año 2007, las Demandantes evitan considerar
datos ex post en detrimento del valor, presentando, así, una valuación híbrida que no guarda rela-
ción con los hechos. La Demandada observa que, cuando el Tribunal analice lo que ocurrió real-
mente, no puede ignorar las tendencias negativas en los Proyectos en términos tanto de producción
como de costos.
238. El Tribunal observa que, si bien las Partes presentan sus respectivas posiciones con argu-
mentos sólidos, no siempre son consistentes.
239. El enfoque de valuación ex post de las Demandantes requeriría, en teoría, considerar todos
los datos disponibles en materia de producción, costos y otros factores económicos de relevancia a
la fecha real y trasladar los datos hasta la fecha de la decisión. Ello no es lo que siempre han hecho
y tampoco es lo que han hecho sus peritos. Así, consideran los pronósticos de producción previos
a la expropiación como fuentes adecuadas para determinar la producción de petróleo en el escena-
rio contrafáctico. La Demandada señaló la preferencia de las Demandantes por identificar los cos-
tos en función de los costos devengados y proyectados con anterioridad a la fecha de expropiación,
alegando que los costos alegados por la Demandada no eran in totum confiables ni convincentes;
aquí, una vez más, dicho enfoque se asemeja a adoptar de manera súbita una valuación ex ante,
mientras que el enfoque ex post habría requerido un análisis más riguroso de las pruebas presenta-
das por la Demandada respecto de los costos en los que incurriera desde el mes de junio de 2007.
240. Por otro lado, la Demandada tampoco lleva adelante de forma consistente una valuación ex
ante que, según alega, debería ser la única relevante para este Tribunal. Dicha valuación requeriría
considerar todos los hechos tal como ocurrieron a la fecha de la expropiación, incluidas las pro-
yecciones futuras sobre la base de los mejores conocimientos disponibles en ese momento. En otras
palabras, el enfoque debería ser aquel que adoptara un comprador razonable en ese preciso mo-
mento y nada más. La valuación correcta a la fecha de expropiación no utilizaría las cifras de pro-
ducción del año 2008 ni los pronósticos confeccionados por el Sr. Figuera en el año 2009, que
66
Caso CIADI No. ARB/07/30
241. De hecho, independientemente de que uno adopte una postura fundada en principios de
valuación ex ante o ex post, ninguno de estos enfoques puede desarrollarse según su propia lógica.
Hay dos factores principales que lo explican. (1) La presión de los datos reales, por lo general,
prevalece. Con frecuencia, no hay razón para fundarse en hechos hipotéticos que han demostrado
ser erróneos. (2) Por otra parte, hay situaciones en las cuales los datos reales no están disponibles
o no son confiables, con lo cual no hay ninguna otra alternativa sino considerar las proyecciones
que fueron elaboradas minuciosamente y acordadas por los actores involucrados en el momento
pertinente con anterioridad a la expropiación.
242. Los peritos de la Demandada presentaron un artículo que explica el funcionamiento de los
dos métodos de valuación y la cuestión que los divide60. En opinión del autor, en un análisis ex
ante, todos los daños proyectados con posterioridad a la fecha del incumplimiento son descontados
a valor actual hasta la fecha del incumplimiento para arribar a un monto de indemnización a dicha
fecha; luego se aplican los intereses correspondientes. En un análisis ex post, los daños proyectados
57
Cf. Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párrs. 113, que utiliza las cifras proporcionadas por Figuera,
Testimonio, 22 de julio de 2009, párrs. 26-30, que se fundaban parcialmente en información real para los años 2008 y
2009. El mismo enfoque se adoptó para Hamaca. En la Audiencia de septiembre de 2017, el Abogado de la Demandada
admitió que no presentaban proyecciones ex ante junto con las cifras reales presentadas para el segundo semestre de
2007 y para el año 2008 - TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4681:16-4682:10 (Preziosi).
58
Cf. Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párrs. 174, 182-188.
59
Cf., ibídem, párrs. 139, 345.
60
Stephen L. Buffo, Readings from the Book of Wisdom: Ex Post versus Ex Ante Damages, Stout, Risius Ross 2014,
Brailovsky/Flores, Apéndice 392. Los peritos hacen referencia a este artículo a efectos de explicar qué implicaría la
valuación ex post, pero no analizan la definición de la valuación ex ante, ni la comparación que hace el autor de ambos
métodos. Cf. Actualización de la Valuación, 18 de marzo de 2016, párr. 41; Réplica a la Actualización de la Valuación,
21 de abril de 2016, párr. 19.
67
Caso CIADI No. ARB/07/30
se calculan a valor actual a la fecha del juicio. Para aquellos daños comprendidos entre la fecha del
incumplimiento y la fecha del juicio (los daños del período intermedio), se aplica un factor de valor
tiempo del dinero hasta la fecha del juicio; y los daños proyectados con posterioridad a la fecha del
juicio (los daños posteriores al período intermedio) son descontados a valor actual a la fecha del
juicio. El desafío de un análisis ex ante radica en que el hecho de no considerar información pos-
terior puede hacer que se ignoren artificialmente los efectos reales para la demandante que, si se
consideraran, derivarían en una estimación más precisa de las pérdidas de la demandante. Por el
contrario, el enfoque ex post procura efectivamente colocar a la demandante en la posición en la
que habría estado a la fecha del juicio si las acciones de la demandada no hubieran ocurrido. Al
momento de evaluar ambos enfoques, se debería considerar el efecto de los sucesos del período
intermedio en la demandante. Dependiendo de si los factores económicos predominantes afectaron
de forma positiva o negativa la conducta de la demandante, esta última estaría en una situación
mejor o peor en función de la opción ex post, y ocurriría lo contrario en el caso de considerar hechos
ex ante únicamente. Por lo tanto, la cuestión consiste en determinar si la demandada no debería
asumir el riesgo de la incertidumbre generada por el acto. Si la demandada no obtuvo beneficios
como resultado del acto, es probable que el argumento de que la demandante pueda ser compensada
en exceso por medio del análisis ex post no tenga mucho peso61. Sin embargo, puede que el otor-
gamiento de daños que coloca nuevamente a la demandante en su situación económica a la fecha
del perjuicio, pero que deja beneficios a la demandada como resultado de su acción, no sea apro-
piado y no desaliente futuros actos ilícitos.
243. La comparación entre ambos métodos de valuación que constituyen el eje central de la con-
troversia entre las Partes demuestra que no puede adoptarse uno ni el otro sin realizar varios ajustes.
Los elementos legales deben considerarse en mayor profundidad.
61
De todos modos, en tal caso, la pérdida debe permanecer con el Estado receptor que lleva a cabo la expropiación. El
inversionista no debería percibir menos que el inversionista que fuera afectado por una expropiación en pleno cumpli-
miento del TBI. Cf., por ejemplo, Siemens A.G. c. La República Argentina, Caso CIADI No. ARB/02/8, Laudo, 6 de
febrero de 2007 (CL-43), que concluye que la demandante tenía derecho no solo a percibir el valor de su empresa a la
fecha de la expropiación, sino también cualquier otro valor superior que la empresa hubiera obtenido hasta la fecha del
laudo, más los daños indirectos (párr. 352).
68
Caso CIADI No. ARB/07/30
245. El Artículo 6(c) del TBI rige la compensación que el Estado que procede a la expropiación
debe abonar al momento de la apropiación. No versa sobre las consecuencias de su incumplimiento.
Si se alegara que el Artículo 6(c) continúa siendo aplicable y rige las reclamaciones de las Deman-
dantes en materia de reparación, ello significaría que dicha disposición sigue rigiendo la compen-
sación con la mera adición de intereses. Ello no está establecido en la disposición, que hace refe-
rencia únicamente al valor de mercado al momento de la apropiación. El texto no hace referencia
alguna a la posibilidad de que el Artículo 6(c) continúe siendo aplicable en el futuro y en los años
sucesivos a efectos de calcular la compensación del inversionista, a la cual solo se le suman los
intereses.
247. Si no se abonó la compensación, la valuación ex ante que presupone que el pago se realiza
en la fecha de expropiación y calcula los intereses de allí en más, tendría como consecuencia el
aprovechamiento por parte del Estado de cualquier diferencia entre las ganancias reales del negocio
y los intereses. En efecto, el Artículo 6(c) dispone que el pago se realice en la fecha de expropia-
ción, sin ninguna otra alternativa ni cláusula de escape. Si no se abonó la compensación en el
momento estipulado, la pérdida debe determinarse independientemente de dicha disposición, y el
Estado receptor debe abonar la compensación correspondiente. Ninguna disposición establece que
dicha pérdida suponga simplemente el pago de intereses.
248. La valuación ex ante tiene sentido solo si redunda en un pago ex ante. La hipótesis de un
comprador razonable que considera la adquisición de los Proyectos, tal como fuera presentada por
la Demandada, consiste en un comprador que adquiere los Proyectos el mismo día de la despose-
sión de las Demandantes de dichos Proyectos y que abona el importe correspondiente en esa fecha.
El comprador razonable que difiere su adquisición para otro momento futuro reconsiderará el valor
de mercado de los Proyectos a dicho momento y abonará el importe que corresponda al valor de
mercado real. Como los precios oscilan, de forma ascendente y descendente, el comprador no su-
gerirá fijar el precio sobre la base de un análisis ex ante (con más intereses), y ningún vendedor
aceptaría concretar la operación en función de ello.
249. Las Directrices del Banco Mundial relativas al tratamiento de la inversión extranjera directa
no pueden interpretarse de otra manera. En su Capítulo IV, se menciona el pago de la compensación
pertinente como uno de los factores que permiten que el Estado pueda expropiar una inversión
extranjera privada. Cuando se indica que dicha compensación debe ser adecuada, efectiva y pronta,
69
Caso CIADI No. ARB/07/30
ello siempre significa que el pago se realiza en el mismo momento que la apropiación. Si una
“empresa en marcha” está involucrada, se deben incluir en el cálculo los ingresos futuros que po-
drían esperarse con certeza razonable en el transcurso de su vida útil; ello debe suponer una eva-
luación al momento de la expropiación. Si la compensación debe considerarse en una etapa ulterior,
los hechos reales o históricos prevalecerían con seguridad respecto de cualquier proyección previa
relativa a la vida útil de la empresa en el futuro. De forma similar, cuando se supone que un com-
prador interesado considerará características específicas de la inversión “incluso el período durante
el cual ha existido”, ciertamente se deberá actualizar este elemento específico al valor actual si la
adquisición no tuvo lugar en el momento previsto, es decir, en la fecha de la expropiación. No hay
ningún fundamento para intentar interpretar que las Directrices confirman que la valuación de la
inversión expropiada se establece, en todos los casos, en la fecha de la expropiación.
250. Si el pago no se efectúa en la fecha de la expropiación y se difiere para una fecha posterior,
más los intereses correspondientes, aquel que lleva a cabo la expropiación obtiene beneficios dia-
rios de la diferencia entre las ganancias que resultan de la operación de los Proyectos (que repre-
senta la inversión que hubiere sido expropiada) y los intereses aplicables. La valuación ex post
corrige el trato desigual que deriva de dicho cálculo, porque contempla un pago que incluye las
ganancias que resultan de la inversión que hubiere sido expropiada por el Estado sin la carga del
financiamiento de su valor.
251. Proceder en ese sentido significa que el Estado receptor obtenga los beneficios del valor de
la inversión por encima de los términos legales cuando debería haber abonado la compensación. El
propósito de la disposición de compensación radica en resarcir plenamente al inversionista en tér-
minos de valores de mercado equitativos al momento del pago. Si dicho pago no se realiza y se
difiere para una fecha posterior, se debe determinar necesariamente una vez más por referencia al
valor de mercado vigente en ese momento. Por lo tanto, ello equivale a una valuación ex post.
252. Por ejemplo, y a título ilustrativo, cuando una industria de producción de petróleo tiene un
valor de mercado de USD 10.000 millones al momento de la expropiación y genera el 10% de
ganancias netas, el Estado receptor - cuando no abona la compensación y espera que la decisión se
emita algunos años más tarde sobre la base de la valuación ex ante (es decir, 10.000 millones) -
percibiría USD 1.000 millones por año como resultado de una inversión que no realizó por sí
mismo, dejando a los inversionistas con intereses de 300 millones (3%) y al Estado con una ganan-
cia neta de 700 millones. De hecho, los inversionistas sufrirán una pérdida ya que los costos de
financiamiento de la inversión de USD 10.000 millones (aún en manos del Estado receptor) son
significativamente superiores a la tasa de interés del 3%. Así, el Estado receptor percibe un importe
superior al valor de mercado que la inversión tenía al momento de la expropiación. Dicha extensión
de la apropiación carece de fundamento conforme a las disposiciones del Artículo 6 del TBI.
70
Caso CIADI No. ARB/07/30
253. Cuando se consideran los hechos que tuvieron lugar con posterioridad a la expropiación, y
antes o después del Laudo, es probable que se cuestione la pertinencia de la información disponible
en su relación causal con la situación de los Proyectos tal como existían al momento de la expro-
piación. La reparación debe restablecer a las Demandantes en la situación que habría existido, “en
toda probabilidad”62, si la expropiación no hubiera tenido lugar. En este aspecto, la valuación ex
post está vinculada a la situación ex ante en virtud de la cual se llevaban a cabo los Proyectos al
momento de la expropiación. Dicha vinculación no puede reducirse a una mera condición de pre-
visibilidad. Los hechos podrían ser relevantes para la evaluación del escenario contrafáctico incluso
si no fueran previsibles al momento de la apropiación, en la medida en que puedan evaluarse con
una certidumbre razonable como consecuencias de la situación inicial al momento de la apropia-
ción. Se debe poder ubicar a estos hechos en una sucesión de acontecimientos que, aunque no
fueran previsibles en un momento anterior, no obstante, se presentan como una situación que, en
virtud de una perspectiva razonable, pareciera como una consecuencia posible de la expropiación
y la pérdida representada por la apropiación de los Proyectos de las Demandantes63.
254. El enfoque ex ante calcula los ingresos devengados desde la fecha del incumplimiento con
base en proyecciones. Luego, dichos ingresos se descuentan a la fecha del incumplimiento. Esta es
la posición de la Demandada, utilizando una tasa del 19,8%. En comparación con los hechos reales,
ello produce el efecto de reducir la compensación de dos maneras, a saber, (1) los ingresos que se
devengan en el futuro por sobre las cifras proyectadas benefician al Estado, y (2) en la medida en
que la tasa de descuento sea superior a la tasa de interés, la diferencia positiva se devenga también
en favor del Estado receptor. Dicho enfoque desconoce artificialmente cualquier consecuencia para
las Demandantes en el futuro que, si fuera considerada, derivaría en una estimación más precisa de
las pérdidas de las Demandantes. Ello es precisamente lo que hace la valuación ex post.
256. En algunos casos, se adoptó esta solución salvo por motivos diferentes de la denominada
naturaleza “jurídica” de la expropiación que simplemente carece de compensación. En el caso del
62
Fallo dictado en Chorzów, págs. 47, 53.
63
Cf. también el Laudo del 7 de febrero de 2017 en Burlington Resources, Inc. c. República de Ecuador, Caso CIADI
No. ARB/08/5, párr. 333, que, sin embargo, utiliza la previsibilidad como factor preponderante si bien declara correc-
tamente que el daño sufrido debe haber sido causado por el acto ilícito. Se puede encontrar el mismo razonamiento en
Quiborax S.A. y Non Metallic Minerals S.A. c. Estado Plurinacional de Bolivia, Caso CIADI No. ARB/06/2, Laudo,
16 de septiembre de 2015 (R-577), párrs. 382/383.
64
Para una descripción general de la jurisprudencia, véase Steven R. Ratner, Compensation for Expropriations in a
World of Investment Treaties: Beyond the Lawful/Unlawful Distinction, American Journal of International Law 2017
págs. 7 y ss., 15-18.
71
Caso CIADI No. ARB/07/30
Laudo del caso Crystallex65, las partes acordaron que la fecha de valuación adecuada debería ser
la fecha de expropiación. Ello constituyó también el fundamento para la misma solución del Tri-
bunal en Saint-Gobain66, con el elemento adicional de que, en ese caso en particular, dicha valua-
ción generaba un valor superior al que se obtenía con la valuación a la fecha del laudo.
257. En otros laudos, simplemente se consideró la compensación como una de las condiciones
para una expropiación que el TBI no prohíbe, como consecuencia de lo cual, si no se abonó la
compensación, se incumplió uno de los requisitos del Tratado, hecho que deriva en una expropia-
ción ilícita como si no se hubieran cumplido cualquiera de los demás requisitos. En consecuencia,
el Laudo dictado en Crystallex reza lo siguiente:
Cuando un tratado exige varias condiciones cumulativas para que una expropiación se con-
sidere lícita, los tribunales de arbitraje parecen entender de manera uniforme que la falta de
observancia de cualquiera de estas condiciones implica una violación de la disposición so-
bre expropiación67.
En estas circunstancias, el Tribunal solo puede concluir que Venezuela violó el Artículo
VII(1) del Tratado, puesto que ni se le pagó ni se le ofreció una compensación “pronta,
adecuada y efectiva” a Crystallex68.
El Tribunal de Crystallex hizo referencia a otros siete laudos que consideraban la ausencia de pago
de justa compensación como un incumplimiento de las disposiciones pertinentes en materia de
65
Crystallex International Corporation c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB(AF) 11/2,
Laudo, 4 de abril de 2016, párr. 854.
66
Saint-Gobain Performance Plastics Europe c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/12/13,
Decisión sobre Responsabilidad y Principios en Materia de Cuantificación de Daños, 30 de diciembre de 2016, párrs.
611-614 (R-655).
67
Crystallex International Corporation c. República Bolivariana de Venezuela, Laudo, 4 de abril de 2016, párr. 716.
68
Ibídem, párr. 717.
72
Caso CIADI No. ARB/07/30
258. El Tribunal de Tidewater adoptó una postura firme en cuanto a la necesidad de realizar una
valuación ex ante al momento de la expropiación en caso de una denominada expropiación “lícita”
a la que solo le falta justa compensación73. En dicho caso, la valuación y la compensación deberían
calcular los daños tal como fueran identificados al momento de la expropiación, incluido aquello
que el inversionista esperaba en ese momento en términos de ganancias futuras y expansión. Los
hechos conocidos a la fecha de la expropiación se consideran a modo de referencia, ya que son los
únicos relacionados de forma objetiva con la disputa74.
259. Los motivos que subyacen a dicha postura se basan en la idea de que un tribunal de arbitraje
debe evitar considerar sucesos que tengan lugar con posterioridad a la expropiación, tales como la
evolución de precios, la posible expansión del negocio u otras circunstancias que puedan parecer
69
Bernardus Henricus Funnekotter y otros c. República de Zimbabwe, Caso CIADI No. ARB/05/6, Laudo, 22 de abril
de 2009, párr. 98 (“El Tribunal observa que las condiciones enumeradas en el Artículo 6 son acumulativas. En otros
términos, si se incumple cualquiera de dichas condiciones, existe una violación del Artículo 6”) [Traducción del
Tribunal]; Saluka Investments BV c. República Checa, CPA/CNUDMI, Laudo Parcial, 17 de marzo de 2006, párr. 266
(el incumplimiento de al menos una de las condiciones establecidas en el Artículo 5 del tratado llevaría a la conclusión
de que la demandada incumplió el Artículo 5 del Tratado); Kardassopoulos c. Georgia, Caso CIADI No. ARB/05/18
y No. ARB/07/15, Laudo, 3 de marzo de 2010, párr. 390 (que señala que la ausencia del debido proceso es suficiente
para respaldar la conclusión de que la expropiación fue ilícita); Compañía de Aguas del Aconquija SA y Vivendi
Universal SA c. La República Argentina, Caso CIADI No ARB/97/3, Laudo, 20 de agosto de 2007 (CL-42), párr.
7.5.21 (la ausencia de compensación torna ilícita la expropiación); Siag y Vecchi c. Egipto, Caso CIADI No
ARB/05/15, Laudo, 1 de junio de 2009, párr. 428; Marion y Reinhard Unglaube c. La República de Costa Rica, Caso
CIADI No. ARB/08/1 y No. ARB/09/20, Laudo, 16 de mayo de 2012, párr. 305; Gemplus, S.A. y Talsud, S.A. c.
México, Caso CIADI No. ARB(AF)/04/3 y No. ARB (AF)/04/4, Laudo, 16 de junio de 2010, párr. 8-25 (“El Tribunal
concluye que dichas expropiaciones fueron ilegítimas en virtud de los TBI y el derecho internacional, con fundamento
en los hechos determinados por el Tribunal y, además, en el hecho de que la Demandada no satisfizo la condición
establecida en el Artículo 5 de ambos tratados respecto del pago de una indemnización adecuada”).
70
Quiborax S.A. y Non Metallic Minerals S.A. c. Estado Plurinacional de Bolivia, Caso CIADI No. ARB/06/2, Laudo,
16 de septiembre de 2015 (R-577), párrs. 370-386.
71
Tenaris S.A. y Talta-Trading E Marketing Sociedade Unipessoal LDA c. República Bolivariana de Venezuela, Caso
CIADI No. ARB/11/26, Laudo de fecha 29 de enero de 2016, párr. 481.
72
Laudo dictado en Burlington, párrs, 160, 176, 325-330, 409, 477, 531.
73
Tidewater Investment SRL y Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/10/5, Laudo de fecha 13 de marzo de 2015 (R-642), párrs. 130-146, 159-163.
74
La Árbitro Brigitte Stern, que integró el Tribunal de Tidewater, comparte la misma posición en su opinión parcial-
mente disidente de Quiborax S.A. y Non Metallic Minerals S.A. c. Estado Plurinacional de Bolivia, Caso CIADI No.
ARB/06/2, Laudo de fecha 16 de septiembre de 2015 (R-577). El árbitro disidente observa que una expropiación, “a
la que sólo le falta una compensación justa para ser lícita, debe tratarse como una expropiación posiblemente lícita (o
una expropiación posiblemente ilícita hasta tanto el tribunal haya otorgado la compensación debida para que la expro-
piación sea legal” (párr. 17, énfasis omitido). Sin embargo, la tarea del Tribunal en ese caso no consiste en tornar lícita
una expropiación que no ha sido lícita anteriormente, sino en determinar las consecuencias jurídicas de una expropia-
ción que no cumple con la ley por no estar acompañada de la compensación requerida.
73
Caso CIADI No. ARB/07/30
hipotéticas o incluso especulativas. De hecho, esa preocupación debe tomarse en serio. Sin em-
bargo, no permite una conclusión amplia según la cual los sucesos que tuvieron lugar con poste-
rioridad a la expropiación no influirán de modo alguno en el cálculo por parte del tribunal de la
pérdida sufrida por la parte expropiada y de la indemnización de daños que ha de otorgarse. El
Fallo de Chorzów no sustenta dicha interpretación. En ese caso, la demandante era Alemania que
no podía reclamar los ingresos futuros de la fabricación en la que no tenía impacto operativo.
260. El enfoque del Tribunal de Tidewater parece ser correcto cuando se hace referencia a la
fecha de la expropiación en todos los aspectos incluso la determinación y el pago de la justa com-
pensación adeudada al inversionista. No obstante, si no se abona compensación alguna, la valua-
ción se actualiza al igual que las ganancias devengadas respecto del Estado receptor desde la fecha
de la expropiación, y se deja al inversionista, que no percibió el valor de mercado de su inversión
en calidad de contraprestación por la pérdida sufrida, con la expectativa de un pago posterior junto
con los intereses correspondientes. El Laudo de Tidewater sirve para entender que, en tales casos,
se necesitan ajustes. En efecto, el Tribunal observó, invocando una vez más a las Directrices del
Banco Mundial, que la valuación ex ante no significa que no consideraría perspectivas futuras. En
primer lugar, los factores que el comprador interesado tendría en cuenta para sí cuando considerara
la adquisición de una inversión incluyen, necesariamente, “las circunstancias en las cuales operaría
en el futuro”. En segundo lugar, el Tribunal, cuando estima los valores ex ante, no está obligado a
ignorar los sucesos posteriores a la fecha del perjuicio, si ellos aclaran en términos más concretos
el valor aplicable a la fecha del perjuicio o convalidan la razonabilidad de una valuación realizada
a tal fecha75. El Tribunal agregó, en referencia a los peritos de ambas partes, que puede haber, en
casos particulares, un beneficio real posterior, ya que permite una medición confiable de los flujos
de caja no percibidos entre la fecha del incumplimiento y la fecha actual76. Ello es precisamente lo
que permite la valuación ex post: considerar los hechos reales que mejoran la evaluación de aque-
llos considerados antes de la expropiación cuando representaban meras proyecciones respecto de
un futuro desconocido. El foco debe centrarse en la causalidad, lo que significa que la información
ex post no debería introducir hechos que no tengan un vínculo real con los bienes expropiados en
la valuación77. Sin embargo, si existe un riesgo que pueda materializarse en ciertas situaciones, la
solución adecuada debe encontrarse en la aplicación correcta del requisito de causalidad, con in-
clusión de factores atenuantes tales como causas intervinientes o concurrentes, culpa concurrente
o proporcionalidad. Este elemento es importante y debe incorporarse como factor de ajuste respecto
de aquello que pudiera parecer extremo en el enfoque basado en la valuación ex post. En efecto,
tal valuación no debería incluir los hechos y sucesos que no tengan una vinculación razonable o
adecuada con la inversión como fuera implementada y llevada a cabo al momento de la expropia-
ción. La pregunta acerca de si la información o la valuación deben determinarse ex ante o ex post
75
Laudo dictado en Tidewater, párr. 160.
76
Ibídem, párr. 162.
77
Esta es el propósito principal de la Árbitro Stern en su opinión disidente (cf. párrs. 87-101).
74
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261. Por lo tanto, la valuación ex post debe medirse en relación con el contenido y los términos
de los Convenios de Asociación y la totalidad del contexto contractual en el cual se basaban los
Proyectos. La producción, los costos, los impuestos y cualquier otro componente de la valuación
real son relevantes solo en la medida en que sean generados por los Proyectos, o estén relacionados
con ellos, según fueran creados y llevados a cabo al momento en que tuvo lugar la expropiación.
Asimismo, ello significa que los métodos de producción, el equipamiento, los costos, etc., nuevos
o adicionales no deben incluirse en la valuación basada en el marco pertinente del presente caso,
cuando tienen como origen compromisos legales u opciones operativas que no guardan relación
con los Proyectos originales.
262. Esta consideración nos obliga a entablar un debate que contrasta, simplemente, dos fechas
de valuación diferentes. En efecto, si los daños deben evaluarse a una fecha determinada, deben
estar vinculados a un hecho lesivo por una relación de causalidad, por ejemplo, la expropiación.
Desde el punto de vista de la fecha de expropiación, las consecuencias en los daños que ocurrieron
posteriormente se consideran si tienen fundamento en las proyecciones y expectativas existentes
en dicho momento, lo que significa que parecen ser consecuencias de dichos factores. La informa-
ción ex ante establece un punto de referencia a partir del cual se puede evaluar la probabilidad de
acaecimiento de los sucesos en el futuro. Desde el otro punto de vista, cuando se evalúan los daños
a la fecha de la decisión, los sucesos de naturaleza “contrafáctica” que no son originados por el
proyecto o el marco jurídico que deja de existir a raíz de la expropiación no se incluyen en la
valuación. Considerando cualquiera de los puntos de vista, los resultados coincidirán en gran me-
dida, es decir, una valuación que incluye todos los efectos reales causados por el perjuicio, junto
con todos los demás efectos relacionados que se sucedan en el futuro.
c. Las pruebas
263. El Tribunal observa que la valuación ex post hace hincapié en los términos reales. Sin em-
bargo, no puede realizarse sin considerar presunciones y proyecciones aproximadas. Esto resulta
fácil de comprender en relación con sucesos futuros, mayormente relativos a la producción, los
precios del petróleo, los costos y los impuestos. La situación no es clara en los términos reales
correspondientes al período histórico comprendido entre la expropiación y la fecha del presente
Laudo (denominado, asimismo, el “Período Intermedio”). En este aspecto, es cierto que, en teoría,
todos los hechos reales pertinentes deberían estar a disposición del Tribunal. Este no es el caso. En
primer lugar, los Proyectos se realizaron de forma diferente de aquella en la que se habrían llevado
a cabo si los Convenios de Asociación hubieran continuado siendo aplicables. En segundo lugar,
las pruebas presentadas ante este Tribunal no son representativas, en varios aspectos, ni del esce-
nario real ni del escenario “contrafáctico”. El Tribunal debe analizar las pruebas que obran en el
75
Caso CIADI No. ARB/07/30
expediente y no puede decidir por referencia a las pruebas que las Partes no pudieron o no tuvieron
la intención de presentar ante el Tribunal.
264. El cálculo de daños no constituye una ciencia exacta. Es una cuestión de derecho, y en la
medida en que los factores de hecho o las rentabilidades pertinentes sean inciertas o estén asociadas
con un margen de apreciación, la determinación correcta constituye una de las tareas del Tribunal.
Conforme a la Regla 34(1) de las Reglas de Arbitraje, el Tribunal deberá pronunciarse sobre la
admisibilidad de cualquier prueba alegada y su valor probatorio. Así, el Tribunal goza de discre-
cionalidad absoluta sobre estas cuestiones. Tal discrecionalidad también es aplicable con respecto
al peso que ha de atribuirse a las pruebas ofrecidas en cuanto al cálculo de daños.
265. Una de las características de la valuación ex post es que, por razones prácticas de fácil
comprensión, la fecha de dicha valuación no puede ser la misma fecha que la del Laudo. El Tribunal
impartió instrucciones a las Partes, en la Resolución Procesal No. 4, de que presentaran sus valua-
ciones ex post sobre daños actualizadas al 31 de diciembre de 2016 (párr.6). Las Partes elaboraron
sus respectivas presentaciones en este sentido. El Tribunal decidió no solicitar una actualización
posterior, debido a su renuencia a involucrarse en otra demora del procedimiento y considerando
que la información adicional que se proporcionaría no tendría un impacto significativo en la gene-
ralidad del cálculo de daños78. Por lo tanto, la evaluación de las pruebas relevantes entre principios
del año 2017 y la fecha del presente Laudo se funda en la información y las proyecciones disponi-
bles para el período precedente y la actualización solicitada al 31 de diciembre de 2016.
266. En el presente caso, las pruebas se basan en gran medida en documentos. Una cierta canti-
dad de testigos presentaron declaraciones y fueron escuchados. Sin embargo, todos ellos tienen un
conocimiento personal limitado de la vida útil de los Proyectos, en particular, el Sr. Lyons y el Sr.
Figuera, los principales testigos de hecho presentados por las Partes.
267. El Sr. Lyons se desempeñó como Gerente General de la Unión Transitoria de Empresas de
Petrolera-Ameriven (Hamaca) desde el mes de agosto de 2003 hasta el mes de agosto de 2005
cuando se convirtió en presidente de ConocoPhillips Venezuela y se involucró en Petrozuata como
Miembro de la Junta Directiva y en Corocoro en calidad de Ejecutivo, en tanto permanecía a cargo
de Hamaca como Miembro de la Junta Directiva. Abandonó dicho cargo en el mes de abril de 2006
cuando fue designado presidente de ConocoPhillips en América Latina. Se desempeñó en dicha
78
La Demandada planteó una objeción con ocasión de la Audiencia de septiembre de 2017 mediante la cual reclamó
la posibilidad de proporcionar una actualización de los hechos relevantes con posterioridad al 31 de diciembre de 2016
(TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4616:9-4618:22, 4692:6-4693:3 – Preziosi). El Tribunal no
está convencido de la pertinencia del argumento y observa además que la Demandada no había planteado el argumento
con anterioridad si bien había dispuesto de varias oportunidades para hacerlo desde el 19 de agosto de 2016 cuando se
emitió la Resolución Procesal No. 4. Véanse los dos últimos párrafos de la Sección I supra.
76
Caso CIADI No. ARB/07/30
función hasta fines del año 200879. Se retiró de ConocoPhillips en el año 2012.80 Fue cosignatario
de las Resoluciones de la Junta Directiva de fecha 22 de mayo de 2007 las cuales conferían el Poder
de Representación a los Abogados que representan a las Demandantes en el presente procedimiento
(C-003).
268. El Sr. Figuera se desempeñó como presidente de Petrozuata desde el mes de enero de 2005
hasta el mes de diciembre de 2006. Fue presidente de Hamaca desde el mes de junio de 2006 hasta
la expropiación y, luego, de PetroPiar hasta el mes de diciembre de 2007. A partir de esa fecha, no
tuvo ninguna relación personal con Hamaca ni con Petrozuata desde que abandonó esa compañía.
En el mes de diciembre de 2007, se convirtió en presidente de Petrosucre hasta el mes de diciembre
de 2008. A fines del año 2011, fue designado Gerente General de la División Junín, donde perma-
neció hasta fines del año 2013. Tal como explicara al Tribunal, cuando se desempeñó como Gerente
General no tenía control directo sobre los siete Proyectos individuales que conformaban la División
(con inclusión de Petrozuata). Ni se le consultó ni revisó documentos tales como planes de negocio
para ninguno de los proyectos. Por consiguiente, desde que abandonó los Proyectos, no tuvo ningún
conocimiento personal y debió hablar con gente para obtener información81. Los datos concretos
que utilizó se los proporcionó el personal técnico de PDVSA82. El Sr. Figuera, en su Testimonio
del año 2009, señaló que luego se desempeñó como Gerente General de las Uniones Transitorias
de Empresas Offshore de Corporación Venezolana del Petróleo S.A. (“CVP”), filial 100% de titu-
laridad de PDVSA83; en esta posición, tenía una participación indirecta en las compañías a través
de las cuestiones de la Junta84. En el año 2014, se desempeñó como Director Interno de esta com-
pañía, siendo responsable, entre otras, de PetroSucre que opera el campo Corocoro; luego se
desempeñó también como Director Ejecutivo para desarrollos nuevos en la Faja Petrolífera del
Orinoco85. En síntesis, el Sr. Figuera no contaba con información personal para aportar pruebas en
calidad de testigo de los hechos relativos a la operación de los Proyectos Petrozuata y Hamaca
desde principios del año 2008.
269. Ninguno de los testigos pudo declarar respecto de hechos concretos con base en su conoci-
miento personal y contemplando el período histórico comprendido desde la expropiación hasta el
79
Fue el signatario de la Notificación de la Controversia formal presentada ante las autoridades gubernamentales com-
petentes de Venezuela el 31 de enero de 2007 (C-36).
80
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 339-341; Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1419-
1420, 1423.
81
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 664-674; Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1420-
1423, 1576.
82
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1102:5-1103:9.
83
Testimonio, 22 de julio de 2009, párr. 1.
84
TR-S, Audiencia de marzo 2017, Día 11, pág. 1422:15-20.
85
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 2.
77
Caso CIADI No. ARB/07/30
año 2015 o 2016, y, en muchos casos, la información proporcionada al Tribunal se funda en rumo-
res o documentos obtenidos de otras personas involucradas en los Proyectos que no fueron convo-
cadas para comparecer ante el Tribunal. La falta de pruebas derivó en que algunos peritos adoptaran
posturas que no reflejan la situación real de los Proyectos y que presentaran argumentos fundados
en presunciones no contrastadas con hechos reales o no sustentadas en las pruebas que obran en el
expediente del Tribunal. Asimismo, el Tribunal observó que, en reiteradas ocasiones, los peritos
valuadores insistieron en que sus análisis se circunscribían a las instrucciones impartidas por sus
respectivas Partes. Por lo tanto, las pruebas de los peritos demandan un análisis minucioso en lo
que se refiere a su objetividad y confiabilidad.
270. El Tribunal indica, además, que el recurso que considerará debe guardar relación con los
hechos reales y reflejar el conocimiento del Tribunal. El Laudo “contendrá (...) las razones en que
funda su decisión” (Artículo 48(3) del Convenio CIADI, Regla 47(1)(i) de las Reglas de Arbitraje).
Los Miembros del Tribunal deben ser capaces de ejercer imparcialidad de juicio (Artículos 14(1),
40(2) del Convenio CIADI). Cuando se leen estas disposiciones de forma conjunta, significa que
la opinión de los peritos debe poder traducirse en razones que el Tribunal ha de proporcionar.
Dichas razones no pueden basarse, por ejemplo, en fórmulas matemáticas no acompañadas de ex-
plicaciones que sirvan como prueba o fundamentos de derecho en los cuales pueda fundarse el
laudo. El Tribunal no puede arribar a conclusiones con base en simples hojas de cálculo en formato
Excel que no estén acompañadas de explicaciones y que no puedan funcionar de modo interactivo.
Esto es incluso más difícil cuando las respuestas de los peritos se circunscriben a afirmar que los
informes han sido confeccionados cumpliendo las instrucciones de las partes. En diversas oportu-
nidades, el Tribunal hizo saber a las Partes de estas deficiencias.
271. La carga de la prueba se basa en dos componentes. Uno consiste en determinar la parte que
debe presentar al Tribunal las pruebas relevantes para la resolución de la diferencia. El otro aspecto
consiste en identificar a la parte en la que recae la carga cuando las pruebas solicitadas no fueran
presentadas ante el Tribunal. En muchos casos, aunque no en todos, ambos componentes coinciden
en la misma parte.
272. La parte que presenta la alegación o afirmación es, también, la parte que debería proporcio-
nar las pruebas que sustentan dicha presentación. Asimismo, y en la mayoría de los casos, es la
parte perjudicada si el Tribunal no considera su presentación debido a que no se presentaron las
pruebas solicitadas. Como cuestión general, queda claro que las Demandantes tienen la carga de la
prueba en relación tanto con el hecho como con el monto de la pérdida y los daños.
78
Caso CIADI No. ARB/07/30
la estimación de producción y costos. En este aspecto, el Tribunal debe considerar las dificultades
inherentes a la prueba de cantidades precisas de petróleo producidas a través del proceso de extrac-
ción, mejoramiento y entrega para la venta, y a la identificación de todos y cada uno de los ele-
mentos de costos asociados con dicho proceso. Cuando el acaecimiento de ciertos hechos se de-
muestra con certeza, se puede evaluar su cuantificación una vez que el Tribunal haya recibido
información suficiente para demostrar su confiabilidad con certeza razonable. Se debe ejercer cierta
discrecionalidad y aproximación para que dicha evaluación de datos cuantificados resulte posible.
El Tribunal, al momento de valorar ganancias y costos futuros, hará hincapié en la existencia de
una secuencia de acontecimientos que demuestren que dichos sucesos futuros se convertirían en
hechos reales con suficiente certeza, y no adjudicará compensación alguna por reclamos y costos
inherentemente especulativos o cualquier otro elemento que afecte el flujo de caja.
274. El expediente del Tribunal contiene una cantidad inusualmente numerosa de situaciones en
las cuales una parte o la otra no pudo acceder a información relevante para la resolución de la
diferencia y proporcionársela al Tribunal, o alegó que no estaba en condiciones de hacerlo. Las
Demandantes sostuvieron que, desde que abandonaron los Proyectos, debieron afrontar grandes
dificultades para acceder a los hechos relativos a la operación en curso, de la producción de petróleo
y sus costos. Por otro lado, la Demandada no proporcionó información de parte de las personas que
han sido responsables de la realización de los Proyectos desde hace varios años y lo serán también
en el futuro inmediato. No se convocó a ningún testigo que tuviera conocimiento real de los pro-
yectos. Asimismo, el Tribunal observa la ausencia de testigos en representación de compañías ex-
tranjeras que operan en la Faja del Orinoco y, en particular, de Chevron, compañía estrechamente
vinculada a la producción de petróleo en el sitio. En el presente caso, estas dificultades se materia-
lizan, en particular, en relación con el modo de funcionamiento real de los Proyectos y los costos
implícitos desde el mes de junio de 2007 y durante el resto de la vida útil de los Proyectos.
79
Caso CIADI No. ARB/07/30
276. La Demandada generó, en diversas ocasiones, muchísimas facturas solo en formato elec-
trónico sin proporcionar ninguna explicación ni orientación sobre el modo de comprender cientos
o más de miles de documentos no identificados por numeración consecutiva ni fechas, principal-
mente sin referencia alguna a los contratos subyacentes y, en general, sin indicar si el importe
facturado se abonó efectivamente. El rol del Tribunal no consiste en buscar las pruebas que la
Demandada o sus testigos o peritos ofrecieron sin realizar ningún esfuerzo por procurar que sean
comprensibles. En tales casos, se deben solicitar pruebas con mayor sustento, tales como explica-
ciones acerca de las tareas a realizar en ciertos elementos del equipamiento. Se debe prestar especial
atención al riesgo de superposición de las reclamaciones o pagos, tales como los costos asociados
reclamados además de los costos de las paradas cuando pareciera que aquello que estaba “asociado”
estaba, de hecho, incluido en el presupuesto de la parada [Traducción del Tribunal]. En ocasiones,
la Demandada adoptó la posición de ofrecer solamente un mínimo de información, si bien otras
pruebas habrían estado manifiestamente disponibles; dicho enfoque debe, al final, ser perjudicial
para esta Parte. Por ejemplo, el Tribunal descubrió también con cierta sorpresa que la Demandada
consideraba apropiado incluir, en su Escrito de Costos Estimados presentado al Tribunal el 2 de
junio de 2017, los costos proyectados por un importe de USD 512.913.000 para una parada que
ocurriría en el año 2016 precedente86 y que, de hecho, nunca se llevó a cabo en dicho año y cuya
realización era aún incierta en el mes de septiembre de 201787. En tales circunstancias, la necesidad
de proceder de forma minuciosa en la evaluación de los datos es particularmente importante.
277. El Tribunal, al optar por un enfoque ex post para la valuación basado en cifras reales en
lugar de la valuación ex ante que utiliza cifras, de forma total o parcial, que han resultado incorrec-
tas durante la operación en curso de los Proyectos, no pretende indicar que la información ex ante
disponible al momento de la expropiación o con anterioridad a esa fecha sea completamente irre-
levante. En efecto, pareciera en ciertas ocasiones que la información real de un elemento en parti-
cular no está disponible ni es confiable. La operación de los Proyectos Petrozuata y Hamaca no fue
igual desde el año 2009, con resultados diferentes respecto de la calidad y cantidad de producción,
y generó costos que no siempre eran comparables con aquellos en los que se incurriera o que fueran
proyectados cuando ConocoPhillips era todavía un socio activo. En tales circunstancias, la evalua-
ción de las pruebas en función de los Proyectos tal como se habrían llevado a cabo si la expropia-
ción no hubiera tenido lugar puede resultar difícil, hipotética o simplemente imposible. El Tribunal,
al momento de ponderar las pruebas, puede, en ciertas ocasiones, compartir la opinión de que las
suposiciones realizadas por los socios de los Proyectos con anterioridad a la expropiación eran
razonables hasta el punto de poder usarlas como referencia y como pruebas fiables. Dicho enfoque
86
Página 42. De modo similar, los peritos de la Demandada Brailovsky/Flores, en su Informe de Experto Consolidado
sobre Valuación de fecha 17 de noviembre de 2016 (párr. 329, 335, 337), presentaron costos estimados para una “su-
puesta parada en 2016” de USD 456,5 millones, cuando deben haber sabido que dicha parada no tuvo lugar en el año
2016 [Traducción del Tribunal].
87
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4656:13-4657:4 (Preziosi). Se explicó que la información fue
proporcionada, en efecto, a mediados del año 2017 pero sobre la base de proyecciones que datan del año 2015 (ídem,
págs. 4658:14 - 4661: 4).
80
Caso CIADI No. ARB/07/30
es especialmente necesario cuando las pruebas que preceden a la expropiación del mes de junio de
2007 se basaban en fundamentos comunes y fueron elaboradas mediante la cooperación de todos
los socios y acordadas por todos los asistentes a las reuniones de la junta, lo cual significa, salvo
indicación en contrario, por unanimidad en la mayoría de los casos.
VI. Producción
A. Observaciones Preliminares
279. Las Partes disienten enérgicamente respecto de los elementos pertinentes para el cálculo de
la indemnización de daños y perjuicios. En sus presentaciones, siguen una línea común de elemen-
tos consecutivos que deben considerarse como datos fundamentales para este cálculo. Estos datos
proporcionarán también orientación para el presente Laudo. Son los siguientes: producción, precios
del petróleo, costos, impuestos, tasa de descuento, intereses o factor de actualización. Las Partes
hacen referencia a la “Metodología DCF”. Aceptan que esta metodología utiliza las mismas cate-
gorías de datos y que su especificidad se relaciona con la tasa de descuento.
280. El flujo de producción puede dividirse en extracción, tratamiento y mejoramiento del pe-
tróleo. Posteriormente le siguen la entrega y venta. El Proyecto Corocoro es distinto de los otros
dos debido a su menor tamaño, la calidad diferente del petróleo y el hecho de que no se realiza
mejoramiento alguno. Esto explica por qué el proceso de producción de los Proyectos Petrozuata
y Hamaca es más complejo e implica una mayor cantidad de cuestiones y hechos de carácter técnico
que han de abordarse. Cada uno de los Proyectos debe analizarse y evaluarse por sus características
propias. Por consiguiente, el análisis se divide en las tres secciones principales de producción (ups-
tream, mejoramiento, downstream), y se abordan en primer lugar los Proyectos Petrozuata y Ha-
maca, y, en segundo lugar, el Proyecto Corocoro.
88
Decreto No. 5.200 de fecha 26 de febrero de 2007 (C-5, R-40); Ley sobre los Efectos del Proceso de Migración a
Empresas Mixtas de los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera del Orinoco; así como de los Convenios de
Exploración a Riesgo y Ganancias Compartidas, de fecha 11 de septiembre de 2007 (C-35).
81
Caso CIADI No. ARB/07/30
281. Hay coincidencia en que el Proyecto Petrozuata se diseñó para extraer aproximadamente
120.000 barriles por día (BPD) de crudo extrapesado (EHCO, por sus siglas en inglés) y para me-
jorarlo a 104.000 BPD de crudo sintético (Syncrude o CCO). Posteriormente, este crudo sintético
se vendía a ConocoPhillips en virtud de un Contrato de Comercialización (Off-Take Agreement)
para una mayor refinación en su refinería de Lake Charles.
283. El Proyecto Hamaca se diseñó para producir y mejorar 190.000 BPD de crudo extrapesado,
así como para vender los 180.000 BPD resultantes de crudo sintético y otros Productos Derivados
a los mercados internacionales.
284. El Convenio de Asociación Hamaca fue suscrito el 9 de julio de 1997 (C-22, R-26) por
Corpoguanipa S.A. (en representación de Corpoven, subsidiaria de PDVSA), las filiales ARCO y
Texaco, y Phillips Petroleum Company Venezuela Limited (cuya titularidad fue posteriormente
transferida a ConocoPhillips Hamaca B.V. – CPH). Estipulaba que el Proyecto se estructuraría
como una unión transitoria de empresas no incorporada; Phillips Company detentaba la titularidad
del 40% del Proyecto Hamaca89, en tanto que cada una de las subsidiarias de PDVSA y Chevron
detentaba la titularidad de una participación del 30%. La explotación del campo se extendería hasta
el 8 de julio de 2037.
285. El Proyecto Corocoro operaba sobre la base del Adendum del Plan de Desarrollo de 2005
(C-181) que proyectaba la producción de 30.000 BPD de crudo liviano y medio en las Áreas Nue-
vas costa afuera del Golfo de Paria desde el verano de 2007, con una producción que aumentaría
hasta alrededor de 70.000 BPD cuando la Instalación de Producción Central entrara en producción
a fines de 2008.
89
La participación inicial del 20% se incrementó al 40% mediante Modificación No. 2 al Convenio de Asociación
Hamaca de fecha 28 de junio de 1999 (C-22, pág. 818/pdf).
82
Caso CIADI No. ARB/07/30
287. Algunas cuestiones son de carácter general y pueden analizarse independientemente de las
cuestiones específicas de cada Proyecto particular (B). Se abordarán estas cuestiones en primer
lugar, en lo que respecta a Petrozuata y Hamaca, antes de que la atención se centre en cada uno de
estos Proyectos por separado (C y D), a lo que seguirá un análisis del funcionamiento de los mejo-
radores (E) y una conclusión (F). Tal como se mencionara supra, Corocoro merece una sección
especial (G). Un último punto se relaciona con los Productos Derivados (H).
288. Uno de los aspectos más controvertidos es la evaluación de los perfiles de producción que
han de considerarse para el período posterior a la expropiación, tanto entre el mes de julio de 2007
y fines de 2016 como desde comienzos de 2017 hasta el final de la vida útil de cada uno de los
Proyectos (Petrozuata y Hamaca). Los peritos de cada parte presentaron análisis sobre la base de
supuestos muy distintos. Los diferentes objetivos operativos son objeto de debate, conjuntamente
con la capacidad de las compañías migradas para operar de manera eficiente los proyectos y el
negocio en su conjunto. Cuando se tratan los menores volúmenes de producción, la cuestión que
surge como reflejo se relaciona con las cantidades de petróleo que continúan estando disponibles
para el futuro (las Reservas), ya sea hasta el término de la operación de los Proyectos o hasta el
momento del agotamiento absoluto de los campos.
289. Las Demandantes explican que sus peritos valuadores, Dr. Abdala y Prof. Spiller, se han
basado en los perfiles de producción avalados por todas las participantes del Proyecto, incluida
PDVSA, inmediatamente antes de la expropiación. Ellos reflejan lo que ambas partes contendientes
acordaron que era posible lograr. Eso es particularmente pertinente cuando, tal como en el caso
que nos ocupa, los perfiles anteriores a la expropiación se ven confirmados por pruebas sumamente
convincentes – las cifras de las Reservas del Proyecto. Esas cifras constituyen una medida espe-
cialmente fidedigna del valor de un campo petrolífero, ya que reflejan el mejor conocimiento actual
respecto de las propiedades geológicas y económicas de un yacimiento.
290. Venezuela ofrece con respecto a los Proyectos Petrozuata y Hamaca únicamente las afir-
maciones efectuadas para el arbitraje por su testigo de hecho, Sr. Figuera, y los modelos de su
perito técnico, Sr. Patiño. Los peritos en materia de cuantificación de daños de Venezuela, a su
vez, se basan en sus informes para los perfiles de producción que incorporan a su cálculo de la
83
Caso CIADI No. ARB/07/30
indemnización de daños. Los perfiles de producción de Venezuela elaborados para el arbitraje de-
ben ser desestimados.
291. En primer lugar, las reducidas estimaciones de producción propuestas por Venezuela son
rebatidas por una prueba de mucho mayor peso: las cifras de las Reservas Probadas. Estas Reservas
son, por definición, los volúmenes de petróleo que se recuperarán casi con seguridad en las condi-
ciones económicas y operativas existentes. Venezuela plantea una contradicción extraordinaria:
según las cifras de Reservas Probadas que han sido publicadas, en la actualidad los campos son
capaces de producir mucho más petróleo que en el momento de la expropiación, en tanto que, según
los perfiles presentados en el marco del presente arbitraje, los Proyectos producen cada vez menos.
Esto carece de todo sentido.
292. En segundo lugar, en la medida que la producción de crudo extrapesado (EHCO) en los
Proyectos realmente haya disminuido desde la expropiación, la única explicación sería la mala
gestión de los Proyectos por parte de PDVSA con posterioridad a la expropiación.
293. En tercer lugar, las proyecciones de producción de Venezuela no son fiables. Para el período
comprendido entre el año 2009 y la finalización de los plazos de los Proyectos, Venezuela no se
basa en datos reales de producción de EHCO, sino en modelos teóricos para Petrozuata y Hamaca
creados por el Sr. Patiño. Para el período histórico (enero de 2009-diciembre de 2015), el Sr. Patiño
excluye decenas de millones de barriles de EHCO que, según los propios documentos de PDVSA,
efectivamente se produjeron durante ese período. Las proyecciones de producción futura del Sr.
Patiño se apoyan en una metodología inadecuada, tal como ha explicado el perito de las Deman-
dantes, Dr. Strickland.
294. La indemnización de daños y perjuicios en el marco del presente caso debe restablecer a las
Demandantes a la posición que habrían gozado en el escenario contrafáctico, en el que la expro-
piación no hubiera tenido lugar. De acuerdo con este principio, los peritos de las Demandantes se
han basado en perfiles de producción de petróleo conservadores contenidos en los documentos de
planificación de negocios anteriores a la expropiación de cada uno de los Proyectos. Estos perfiles
reflejan las expectativas compartidas de los participantes de los Proyectos respecto del nivel de
producción de petróleo que se alcanzaría en el futuro. Los tribunales internacionales habitualmente
se han basado en estas proyecciones.
295. Los peritos siguen el enfoque descrito supra, adoptando las proyecciones de la siguiente
manera: (a) para Petrozuata, la recuperación de EHCO restante entre el mes de junio de 2007 y el
año 2036 es de 913,5 millones de barriles; (b) para Hamaca, la recuperación de EHCO restante
entre el mes de junio de 2007 y el año 2037 es de 1.894 millones de barriles.
84
Caso CIADI No. ARB/07/30
296. Las Demandantes afirman que las cifras de las Reservas son ampliamente utilizadas para
cuantificar los volúmenes de petróleo que se prevé recuperar de yacimientos de petróleo específi-
cos. En virtud de las regulaciones de la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus
siglas en inglés) las Reservas se dividen en tres categorías: Probadas (1P), Probadas más Probables
(2P) y Probadas más Probables más Posibles (3P). Las Reservas Probadas (1P) representan un
“escenario de estimados mínimos”, el más prudente para la producción real de un campo dado. Las
Reservas 2P representan el “escenario de mejores estimados”, en tanto que las Reservas 3P repre-
sentan el “escenario de estimados máximos” (CL-343) [Traducción del Tribunal]. Los tribunales
internacionales se basan en las cifras de las Reservas. De manera similar, la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP), Venezuela y PDVSA utilizan definiciones funcionalmente idén-
ticas.
297. En el presente caso, las propias cifras de Reservas Probadas de Venezuela disipan cualquier
duda de que los perfiles de producción de petróleo de las Demandantes eran, y siguen siendo, al-
canzables. Esas cifras – que han aumentado desde la expropiación – confirman con “razonable
certeza” que hay más que suficiente EHCO recuperable, el que incluso excede las proyecciones
anteriores a la expropiación utilizadas por las Demandantes. El Ministerio de Energía y Petróleo
dio cuenta de que las Reservas Probadas en Petrozuata ascendían a 2.400 millones de barriles de
EHCO en el año 2006 (C-404). Su cifra publicada más reciente, en el año 2010, asciende a 3.900
millones de barriles (C-623). No se ha publicado nada desde entonces. En el año 2006, la cifra para
Hamaca ascendía a 3.600 millones (C-404) y, para el año 2015, a 4.600 millones (CLEX-090).
298. La Demandada alega que estas cifras no son comparables con los perfiles de producción de
petróleo en el contexto del presente arbitraje. En primer lugar, Venezuela argumenta que las Re-
servas Probadas del Ministerio se calculan durante toda la vida de los campos, y no durante los
plazos contractuales de proyectos específicos. Sin embargo, el argumento no puede tener éxito a la
luz de la definición de Reservas Probadas, con la que también coincide Venezuela. Estas Reservas
se refieren a los volúmenes de EHCO que, casi con certeza, han de recuperarse en las “condiciones
imperantes”, lo que significa que son realmente recuperables y, sin dudas, antes del término de los
Proyectos [Traducción del Tribunal]. En segundo lugar, Venezuela alega que las cifras publicadas
por el Ministerio incluyen volúmenes adicionales de petróleo recuperable cuando se utilizan técni-
cas de optimización de recuperación de crudo (EOR, por sus siglas en inglés), tales como las in-
yecciones de vapor. Si se han incluido estos volúmenes de reservas de petróleo recuperables en la
cuenta del Ministerio, esas mismas técnicas habrían estado a disposición de las Demandantes tam-
bién en el escenario contrafáctico. En tercer lugar, Venezuela pareciera sugerir que las cifras de
Reservas Probadas pueden ser superiores para el dueño del recurso natural (el Estado), dado que
no se ve afectado por el pago de impuestos y regalías. Venezuela no ha ofrecido prueba alguna en
85
Caso CIADI No. ARB/07/30
este sentido. En cualquier caso, PDVSA paga los mismos impuestos y regalías que las compañías
petroleras privadas en Venezuela.
299. Las cifras de Reservas Probadas de Venezuela con posterioridad a la expropiación demues-
tran que los campos Petrozuata y Hamaca siguen siendo más que capaces de producir los volúme-
nes de EHCO utilizados en el modelo de daños de las Demandantes. Es más, las cifras de Reservas
Probadas han aumentado desde la expropiación, lo que contradice la posición de Venezuela de que
los volúmenes de producción se han reducido con el transcurso del tiempo.
300. Las Demandantes observan que la Demandada basa su argumento en los perfiles de pro-
ducción elaborados a los fines del presente arbitraje por su perito técnico, Sr. Patiño. Posterior-
mente fueron incorporados al cálculo de la indemnización de daños de Brailovsky y Flores. En el
supuesto de que se aplicaran, reducirían el valor de los Proyectos en aproximadamente USD 6.900
millones, en comparación con los perfiles de producción utilizados por los peritos las Demandan-
tes.
301. La Demandada distingue entre dos etapas: (a) con respecto al período histórico (2007-
2015), Venezuela se basa en lo que afirma ha sido el rendimiento “real”. Esto lo divide en dos
partes: (i) para el período que se extiende desde el 26 de junio de 2007 hasta fines de 2008, Vene-
zuela utiliza los volúmenes reales de EHCO producidos por los Proyectos, tal como fuesen infor-
mados por PDVSA, en tanto que, (ii) para el período que se extiende desde el 1 de enero de 2009
hasta el 31 de diciembre de 2015, Venezuela se basa en los cálculos que efectuara el Sr. Patiño de
los volúmenes de EHCO que habrían sido necesarios para producir las cantidades de crudo sintético
que fueron vendidas realmente por los Proyectos con posterioridad a la expropiación. (b) Con res-
pecto al período futuro (desde el 1 de enero de 2016 hasta el fin de los Convenios de Asociación),
Venezuela se basa en proyecciones de producción teóricas creadas por el Sr. Patiño.
302. Las Demandantes sostienen que no puede considerarse el rendimiento de los Proyectos con
posterioridad a la expropiación, bajo la dirección de PDVSA, como reflejo del rendimiento que se
habría logrado si no hubiese ocurrido la expropiación. Las Demandantes carecen de medios para
probar o verificar esa información. Aun si los resultados “reales” de los que da cuenta Venezuela
fueran ciertos, no reflejan lo que se habría logrado en el supuesto de que no hubiese ocurrido la
expropiación. En primer lugar, los supuestos volúmenes menores de producción no son consisten-
tes con las cifras de Reservas Probadas del Ministerio. Esas cifras reflejan las cantidades de petró-
leo que un operador competente extraería en las condiciones imperantes, y estas cifras superan en
forma considerable los volúmenes de petróleo utilizados en los cálculos de la indemnización de
daños de las Demandantes. En segundo lugar, desde la expropiación, los tres Proyectos han sido
de titularidad y han estado bajo el control mayoritario de PDVSA, que tiene prioridades y
86
Caso CIADI No. ARB/07/30
capacidades diferentes. Según las Demandantes, desde comienzos de la década de 2000, PDVSA
se ha transformado de una empresa con orientación comercial en un órgano del Estado venezolano.
Se han modificado sus prioridades y se ha visto afectado su rendimiento. El gobierno, por ejemplo,
ha utilizado de manera creciente a PDVSA como “fuente de caja” para financiar sus programas
sociales [Traducción del Tribunal]. Todos los Proyectos se vieron afectados por un éxodo de em-
pleados experimentados como resultado de la expropiación de los Proyectos en la Faja del Orinoco
y las Áreas Nuevas.
305. En cualquier caso, la afirmación de Venezuela de que se les prohibía a los Proyectos ante-
riores a la expropiación vender productos no mejorados es falsa. Venezuela se ampara en una carta
del Ministerio del mes de junio de 2005 (Apéndice 1 del Testimonio del Dr. Mommer). En un
examen más minucioso, la carta se trataba en realidad de una demanda de que los Proyectos paga-
ran regalías más elevadas sobre los volúmenes de EHCO no mejorados. Nunca se les impidió a los
Proyectos que vendieran crudo mezclado: (a) ambos Proyectos producían y vendían crudo mez-
clado con anterioridad a la carta del mes de junio de 2005; (b) el Ministerio tenía pleno conoci-
miento de esto; (c) ambos Proyectos continuaron produciendo y vendiendo productos mezclados
87
Caso CIADI No. ARB/07/30
después del mes de junio de 2005; y (d) no existió ocasión alguna en el período que antecedió a la
expropiación en la que se prohibiera o se evitara que alguno de los dos Proyectos produjera y
vendiera crudo mezclado. No puede sugerirse que se habría impedido que los Proyectos produjeran
y vendieran crudo mezclado en el escenario contrafáctico. Sin embargo, las Demandantes no ha-
brían hecho esta elección: habrían mejorado esos volúmenes de crudo adicional, maximizando así
el valor que se obtendría de ellos.
306. Con respecto al período futuro, es decir, del 1 de enero de 2016 en adelante, Venezuela se
basa en las proyecciones de producción preparadas por el Sr. Patiño. El Sr. Patiño estimó para cada
Proyecto una tasa de declinación anual, en la cual los pozos en cada campo producían menos pe-
tróleo con el transcurso del tiempo. Las Demandantes observan en este sentido que, cuando los
Proyectos anteriores a la expropiación utilizaron herramientas más avanzadas, la metodología de
curva de declinación del Sr. Patiño resulta inadecuada y, en definitiva, irrelevante. También queda
claro que la metodología simple de tasa de declinación del Sr. Patiño solo podría utilizarse a efectos
de evaluar una pequeña minoría de los pozos en ambos campos. El Sr. Patiño no realizó la más
básica confirmación de los hechos. No intentó (i) conciliar sus proyecciones pesimistas con las
cifras mucho mayores de Reservas Probadas publicadas por el Ministerio y PDVSA; (ii) comparar
los resultados de su modelo con las proyecciones de producción a largo plazo elaboradas por los
Proyectos desde la expropiación; ni (iii) poner a prueba sus proyecciones contra la producción real
de EHCO de los campos durante los últimos períodos cubiertos por esas proyecciones. Los infor-
mes del perito de las Demandantes, Dr. Strickland, revelan estos y otros defectos fundamentales
en el análisis del Sr. Patiño, incluida la errónea combinación de pozos de distintos tipos.
307. Las Demandantes observan que las prácticas y competencias de PDVSA devinieron muy
diferentes de aquellas de la gerencia anterior de los Proyectos, con anterioridad a las expropiacio-
nes. Ya en el año 2003, el gobierno despidió a miles de ingenieros y gerentes experimentados de
PDVSA y los reemplazó por partidarios del régimen político. Otra ola de pérdidas de directivos
experimentados tuvo lugar en el año 2007. PDVSA ofreció salarios sustancialmente inferiores al
personal venezolano. La mala gestión y la corrupción han quedado documentada en Venezuela y
los Estados Unidos.
308. En sustento del rendimiento de PDVSA en los Proyectos con posterioridad a la expropia-
ción, la Demandada alega que Chevron siguió siendo accionista y es una organización comercial
competente. Sin embargo, la sugerencia ignora que, desde las apropiaciones, PDVSA detenta la
titularidad de la totalidad de lo que fuera el Proyecto Petrozuata y del 70% de lo que fuera Hamaca.
La estructura de gestión de las compañías ha cambiado. Aunque la Demandada alega además que
Chevron mantiene un papel significativo en las actividades de mantenimiento en Hamaca, no ha
aportado pruebas a tal efecto, más allá de las aseveraciones carentes de fundamento del Sr. Figuera.
88
Caso CIADI No. ARB/07/30
2. La Posición de la Demandada
309. La Demandada observa que los puntos de partida de las Demandantes para los Proyectos
de mejoramiento de crudo extrapesado son (i) para Petrozuata, el Modelo Económico Compuesto
de ConocoPhillips (COP) del mes de octubre de 2006 (MEC, LECG-085, BF-412), y (ii) para Ha-
maca, el Modelo Económico Petrolera Ameriven Hamaca del mes de octubre de 2006 (AEM o
PAM, LECG-129, BF-411). Ambos Proyectos han producido menos petróleo de lo que han pro-
yectado las Demandantes. El Proyecto Petrozuata se ha visto afectado por una tasa de declinación
elevada, la falta de buenos objetivos de pozos y la baja producción inicial de los pozos. El Proyecto
Hamaca se ha visto afectado debido a problemas de envergadura en el mejorador, que redundaron
en un OSF promedio de solo 71,37%. Estas cuestiones se detallan en el Tercer Testimonio Directo
Suplementario de Rubén Figuera y en el Testimonio Experto de Jesús Patiño, que forman la base
de la valuación realizada por el Sr. Vladimir Brailovsky y el Dr. Daniel Flores.
310. Las Demandantes utilizan prácticamente la misma producción y los mismos costos en sus
valuaciones ex post que aquellos que utilizan en sus valuaciones ex ante. La única diferencia es el
índice de inflación; los costos subyacentes son exactamente los mismos. Sin embargo, esos datos
ex ante no guardan relación alguna con lo que sucedió realmente en los Proyectos después de la
nacionalización. Aunque esos datos pueden haber resultado adecuados para dar cuenta de la infor-
mación de la que habría tenido conocimiento un comprador razonablemente informado a la fecha
de la nacionalización, en una valuación ex post al 31 de diciembre de 2016, debe tenerse en cuenta
lo que realmente ocurrió en el período histórico.
311. La Demandada también reacciona frente a las Demandantes cuando argumentan que no
deben tener en cuenta el rendimiento de los Proyectos operados por compañías en las que no par-
ticipan. Alegan que el análisis posterior a la expropiación es esencialmente irrelevante para el aná-
lisis “contrafáctico”, ya que tenían derecho a una compensación basada en la manera en la cual se
habrían operado los campos si no se hubiera desposeído a las Demandantes.
312. La Demandada resalta además la confusión de las Demandantes al hacer referencia a las
reservas del Ministerio en este contexto. Los volúmenes de producción de EHCO para el período
de duración de un proyecto con una vida limitada que utiliza técnicas de producción en frío no son
comparables con los volúmenes que Venezuela espera que se alcancen durante toda la vida del
campo, tanto con producción en frío como utilizando técnicas de EOR.
313. La Demandada ha demostrado precisamente cuáles han sido la producción y las ventas de
CCO alcanzadas por los Proyectos de mejoramiento Petrozuata (en la actualidad, PetroAnzoátegui)
89
Caso CIADI No. ARB/07/30
y Hamaca (en la actualidad, Petropiar) durante el período histórico90. Lo que hizo la Demandada
fue evaluar de manera apropiada el rendimiento que esos Proyectos probablemente habrían alcan-
zado en el período histórico si se hubiesen mantenido las asociaciones. Por lo tanto, la Demandada
partió de las ventas reales de CCO como base de sus cálculos, ya que el producto de petróleo que
se les permitía vender a las asociaciones Petrozuata y Hamaca era el crudo mejorado. La Deman-
dada ha estimado (no “proyectado”) los volúmenes de EHCO que habrían sido necesarios para
lograr los volúmenes de venta de CCO materializados en el período histórico. En síntesis, la De-
mandada comenzó con los datos de rendimiento real relevantes, esto es, las ventas de CCO y, a
partir de allí, estimó los volúmenes de producción de EHCO y los costos relacionados en los que
se habría incurrido en un escenario en el cual se hubieran mantenido las asociaciones. La única
“proyección” que realizó la Demandada fue en relación con la producción futura de EHCO y CCO,
donde se necesitan proyecciones, ya que se desconocen los hechos reales.
314. La Demandada ha establecido cuáles han sido las ventas reales de CCO en PetroAnzoátegui
y Petropiar durante el período histórico y que esos son los resultados que habrían prevalecido en
toda probabilidad en un escenario en el cual ConocoPhillips participara en los Proyectos. Les co-
rresponde a las Demandantes la carga de establecer que los Proyectos habrían alcanzado mejores
resultados que aquellos que obtuvieron las empresas posteriores a la nacionalización si se hubieran
mantenido las asociaciones. Pero las valuaciones ex post de las Demandantes, que se construyen
sobre la base de modelos desactualizados desde hace tiempo que fueron elaborados en el año 2006,
ignoran el escenario real y las realidades históricas de los Proyectos.
316. Los perfiles de producción utilizados por las partes suponen necesariamente la producción
solo para los plazos de duración de los Proyectos. Ninguna de las partes ha supuesto que se em-
plearían técnicas de EOR, con los costos asociados, ya sea en Petrozuata o en Hamaca. Las Reser-
vas del Ministerio suponen la producción durante toda la vida de los campos y la implementación
90
Cf. Facturas en los Apéndices 42, 81, 104, 105 de Figuera; Informes en los Apéndices 106, 107, 108, 109 de Figuera;
Apéndice 46 de Patiño.
90
Caso CIADI No. ARB/07/30
de técnicas de EOR que aumentarían el factor de recuperación a una tasa supuesta del 20% contra
el Petróleo Original en Sitio (POES) calculado al comienzo de los Proyectos.
317. Las Demandantes alegan que ambas categorías de Reservas se definen como volúmenes
que son recuperables en términos comerciales en las condiciones económicas y operativas existen-
tes. Ignoran la distinción entre volúmenes de producción que pueden esperarse en el curso de un
período de aproximadamente 30 años utilizando métodos de producción primaria solamente y la
producción que puede esperarse durante la vida de los campos de petróleo utilizando todos los
métodos conocidos que se encontrarían a disposición de Venezuela (en contraposición a una em-
presa del Proyecto). El Sr. Figuera explicó que las Reservas aprobadas del Ministerio suponen que
los pozos continuarán produciendo petróleo, incluso a una tasa cada vez más baja. Suponen tam-
bién que oportunamente se perforarán los pozos adicionales que sean económicamente atractivos
para el país y que, en definitiva, se emplearán técnicas de EOR durante la vida del campo. El
argumento principal del Sr. Figuera es que las reservas para un país, como dueño de los recursos,
serán invariablemente superiores que para un proyecto particular de plazo limitado. Esto es así, no
solo porque el país puede utilizar métodos de recuperación que pueden no ser atractivos para un
participante en el proyecto, sino también porque el dueño del recurso, que produce mediante su
empresa petrolera nacional, se beneficia de la totalidad de los ingresos obtenidos en la producción.
318. La Demandada hace referencia a una presentación de Petrolera Ameriven a CVP del mes
de noviembre de 2006 que traza una distinción entre un factor de recuperación del 5,4% del POES
para la vida de 35 años del Proyecto Hamaca, en tanto que el mismo factor aplicado a la vida del
campo Huyapari hasta el año 2150 se estimó en 11,7%91. Esto significa que este campo produciría
más del doble de EHCO de lo que se estimó para la vida del Proyecto Hamaca utilizando única-
mente técnicas de producción en frío. La Demandada recuerda asimismo que los informes anuales
de gestión de PDVSA indicaban que las Reservas establecidas en ellos eran para la vida del campo
y se basan en la producción final utilizando técnicas de EOR, por ejemplo, en el Informe de 2008
(CLEX 39).
319. La Demandada observa asimismo que las Demandantes nunca habrían implementado la
EOR en los Proyectos si hubiesen continuado en calidad de participantes. Aun si determinadas
áreas de los campos de ambos proyectos posiblemente pudieran explotarse utilizando técnicas de
EOR, esta hipótesis es irrelevante, ya que estas técnicas nunca se consideraron seriamente y, en
cualquier caso, ninguna de las Partes supone la implementación de estas técnicas en el marco del
presente procedimiento de arbitraje. El Testigo Brown explicó que ConocoPhillips había sugerido
la utilización del drenaje por gravedad asistida por vapor (SAGD, por sus siglas en inglés) cuando
Petrozuata diseñaba su primer estudio piloto de EOR en el año 2005. Ni el Testigo Brown ni las
Demandantes mencionan que el proyecto SAGD en estudio en Petrozuata se implementaría solo
91
Apéndice 75 de Figuera.
91
Caso CIADI No. ARB/07/30
en una parte determinada del área de reserva del campo Petrozuata con arenas que presentaban un
espesor estimado en ese momento de al menos 40 pies y que utilizaría solo pozos con una única
pared lateral. Tampoco abordan la alegación del Sr. Lyons con ocasión de la audiencia de 2010 de
que no había un alto grado de confianza en que ese proyecto funcionara en Petrozuata. Aun si se
hubiese implementado el proyecto SAGD, solo se habría esperado que aportara 20.000 BPD de
EHCO a partir del año 2015, como muy temprano, a un costo de más de USD 1.000 millones92.
ConocoPhillips rechazó la EOR en razón de que era poco rentable (C-333). Las Demandantes
nunca han abordado los costos asociados a los Proyectos de EOR, que conllevan enormes gastos
de capital por adelantado.
320. En síntesis, la Demandada concluye que no existe relación alguna entre las Reservas del
Ministerio y los volúmenes de producción que pueden alcanzarse con la producción en frío durante
los plazos de los Proyectos Petrozuata y Hamaca. La utilización que hacen las Demandantes de las
Reservas del Ministerio no es más que una cortina de humo. Lo que resulta imposible de compren-
der es por qué razón, si los Proyectos pueden producir más que suficiente petróleo, el propio perfil
de producción de las Demandantes para Petrozuata se desploma en el año 2023 y el propio perfil
de producción de las Demandantes para Hamaca cae a partir del año 2031. Las Demandantes por
supuesto reducen sus propios perfiles de producción porque los campos sencillamente no pueden
producir más y, de hecho, producirán menos con la producción en frío.
322. Las Demandantes nunca han podido explicar por qué razón debería suponerse que, en un
proyecto como Hamaca, la presencia de unos pocos colaboradores de ConocoPhillips habría cam-
biado radicalmente los resultados alcanzados en el período posterior a la nacionalización. En Pe-
tropiar, desde la nacionalización, el personal de Chevron ha ocupado cargos clave en los proyectos
de mejoramiento y en la gestión técnica, el mantenimiento, la ingeniería y construcción, y la per-
foración; ha sido responsable de todas las actividades principales de mantenimiento, incluida la
92
Apéndice 80 de Figuera.
92
Caso CIADI No. ARB/07/30
parada del año 2009, y la parada/PRAC (Plan de Restauración de Activos Críticos) combinados en
el año 2012 y la serie de PREM (Plan de Restauración de Equipos Mayores) a partir del año 2012.
323. El Tribunal analizará la producción correspondiente a cada uno de los Proyectos por sepa-
rado. Tal como se ha explicado supra, utilizará cifras reales en tanto se encuentren disponibles y
lo hará sobre la base de pruebas confiables. Sin embargo, este enfoque es posible solo en la medida
en que la operación del Proyecto desde la expropiación se mantenga cercana a las características
que habrían imperado si no se hubiesen extinguido los Convenios de Asociación. La principal
preocupación al respecto se relaciona con las cifras reales y las proyecciones presentadas por la
Demandada a partir del año 2009.
324. La Demandada sostiene que la producción de petróleo de los Proyectos fue muy inferior a
la que se había proyectado. En sustento de su alegación, la Demandada utilizó datos de rendimiento
reales, esto es, ventas de CCO, y estimó los volúmenes de producción de EHCO y los costos rela-
cionados en los que se habría incurrido en un escenario en el cual se hubiesen mantenido las aso-
ciaciones93.
325. Sin embargo, este planteamiento, explicado en mayor detalle supra, no es correcto. La pro-
ducción de EHCO disponible del Sr. Patiño se basaba en un cálculo retro de lo que él consideraba
las cantidades máximas de petróleo que podían extraerse de los pozos realmente existentes y de los
que se perforarían ulteriormente. Las cantidades de EHCO que empleó con este propósito fueron
manifiestamente inferiores a lo que considerara cantidades de EHCO accesibles en los campos y
susceptibles de ser extraídas si hubiesen estado disponibles los pozos necesarios, lo que, en su
opinión, no fue así.
326. La Demandada no brindó muchas explicaciones acerca de la separación que operara desde
el año 2009 entre la producción de crudo sintético o CCO y la venta de petróleo mezclado. Aunque
no se encuentre sustentada por comentarios ni pruebas concretas, la afirmación de la Demandada
es clara:
93
Los contratos en materia de migración preveían que el mejoramiento del crudo extrapesado no constituía la produc-
ción exclusiva y que la empresa mixta vendería además otros hidrocarburos (cf. Artículo 3 del contrato de Hamaca de
fecha 5 de diciembre de 2007, R-45, y el borrador de fecha 17 de enero de 2007, C-31, respectivamente, para Petrozuata
de fecha 22 de enero de 2007, C-32).
93
Caso CIADI No. ARB/07/30
[L]os programas de capacidad de producción del Sr. Patiño para Petrozuata y Hamaca arran-
can el 1 de enero de 2009 porque en 2009, las compañías creadas tras a la nacionalización
comenzaron a operar de manera inconsistente con el modelo de asociación previo a la na-
cionalización en el sentido que produjeron y vendieron (o intercambiaron con otras empre-
sas mixtas) productos mezclados, actividad en la cual las asociaciones no estaban autoriza-
das a participar. En el período posterior a la nacionalización y anterior al 1 de enero de
2009, las empresas mixtas produjeron y vendieron sólo CCO y, en consecuencia, el desem-
peño real en ese período representa lo que probablemente habría sido el desempeño de las
asociaciones si hubieran continuado existiendo.94.
327. En calidad de perito, el Sr. Patiño no pudo prestar declaración testimonial en este sentido.
No ha sido refutado por la Demandada. La pericia del Sr. Patiño se basaba en cantidades de EHCO
suministradas a los mejoradores sustancialmente inferiores a lo que se había previsto con anterio-
ridad al año 2009. Por lo tanto, incorporó en su análisis la caída del EHCO disponible para la
producción de crudo sintético mejorado. Al proceder de esta manera, no se basó en las cantidades
de EHCO que se habían extraído y trasladado a los mejoradores antes del año 2009 cuando los
Proyectos se operaban tal como fueran diseñados por los participantes que actuaban en virtud de
los Convenios de Asociación. Le manifestó además al Tribunal que su estudio y sus instrucciones
eran diferentes de la metodología que existía actualmente en los Proyectos96.
94
Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 317.
95
Informe Consolidado del Sr. Patiño (nota al pie 31). Al hacer referencia a esta nota, la Demandada interpretó que el
EHCO producido y utilizado en el período que comenzara el 1 de enero de 2009 para la producción de productos
mezclados “permanece en el subsuelo hasta que sea necesario para la producción de CCO”. (Escrito Final sobre la
Cuantía de la Demandada, párr. 317 in fine). Este supuesto es puramente teórico y no guarda relación alguna con la
vida real de los campos.
96
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 920:17-923:7.
94
Caso CIADI No. ARB/07/30
328. Las mismas cifras reducidas sirvieron posteriormente para la presentación que el Sr. Figuera
realizó ante el presente Tribunal por primera vez con su Tercer Testimonio Suplementario. Sin
embargo, su testimonio no se basa en su conocimiento personal, en tanto había abandonado los
Proyectos mucho antes del año 2009. Demostró además que su información le había sido propor-
cionada por fuentes externas (básicamente el Sr. Patiño), porque no se encontraba en ninguna de
las declaraciones que había presentado anteriormente ante el Tribunal. Además, sus nuevas cifras
son inconsistentes con aquellas incluidas en sus declaraciones testimoniales anteriores.
329. La interpretación del Sr. Figuera del cambio que ocurriera desde el año 2009 en los volú-
menes de producción suministrados a los mejoradores es distinta de aquella del Sr. Patiño y de la
afirmación de la Demandada. En efecto, para el Sr. Figuera, cuando los Proyectos comenzaron a
utilizar el exceso de producción de EHCO, en la forma de ventas de DCO u otros productos mez-
clados, “[e]sto se debió al OSF crónicamente bajo en el mejorador de Hamaca y a ciertos eventos
en Petrozuata que también redujeron el rendimiento del mejorador”97. Por lo tanto, el Sr. Figuera
invirtió la cadena de causalidad: la reducción en las cantidades de EHCO suministradas al mejora-
dor no fue consecuencia de la elección de vender petróleo mezclado, sino el efecto de restricciones
de acceso al mejorador expresadas por su menor OSF. Sin embargo, el Sr. Figuera no proporciona
ninguna información sobre hechos reales en sustento de su afirmación. El cambio repentino obser-
vado a partir del año 2009 no tiene explicación alguna con base en la cronología de acontecimien-
tos: en la segunda mitad del año 2007 y en el año 2008, los mejoradores operaban correctamente y
cumplían con los parámetros para las producciones de EHCO a CCO igual que antes. El Testigo
Figuera declaró que, en la segunda mitad del año 2007 y en el año 2008, no se produjo petróleo
mezclado (DCO o Merey 16) en Hamaca o Petrozuata98. El cambio a la producción de petróleo
mezclado tuvo lugar en el año 2009. Una evaluación de la calidad del mejorador no puede mostrar
un “salto” repentino del OSF del 79% al 60% de 2008 a 2009, sin explicación operativa alguna que
no sea el volumen de EHCO suministrado al mejorador. No se ha dado cuenta de ninguna modifi-
cación con respecto al rendimiento del mejorador. No existen pruebas ante el Tribunal de que los
volúmenes de EHCO entrante y CCO saliente se redujeran debido a una disponibilidad limitada de
los mejoradores que igualmente se habría materializado en el marco de la operación en virtud de
los Convenios de Asociación99. El Sr. Figuera adoptó las cifras del Sr. Patiño y su enfoque basado
en las tasas de declinación. La conclusión del Sr. Patiño con respecto a la producción limitada de
los mejoradores se basó en su interpretación de la producción de EHCO proveniente de los campos
y no en el análisis del rendimiento de los mejoradores, el cual no había realizado. Es ilustrativo
97
Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 21.
98
Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 21, nota al pie 46.
99
El Testigo Sheets explicó que es más oneroso refinar crudo pesado que crudo dulce ligero. “Por esta razón, si el
diferencial entre el crudo pesado y el liviano cae lo suficiente, en algún punto se justifica económicamente que los
refinadores conviertan la capacidad de refinamiento del crudo pesado en capacidad de refinamiento normal para crudo
liviano (llamada “moldear” la instalación de coque). Se puede alcanzar este punto cuando el diferencial disminuye en
pocos dólares”. (Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 22).
95
Caso CIADI No. ARB/07/30
observar las cifras que enumera a modo de conclusión de su análisis del rendimiento de los mejo-
radores100: en primer lugar, el perito identifica la posible producción de EHCO al mejorador como
consecuencia de su análisis del EHCO disponible en los campos; y luego, en segundo lugar, calcula
el CCO saliente utilizando exclusivamente el factor del rendimiento, como si el mejorador operara
a un OSF del 100%101. La Demandada102 y sus peritos valuadores103 han reproducido las mismas
cifras.
330. Estos elementos básicos de las cifras de producción de la Demandada se analizarán en ma-
yor detalle infra.
331. La Demandada no ha presentado testimonio alguno sobre esta cuestión ante el presente
Tribunal. Este último supone que esto se podría haber hecho fácilmente citando al personal respon-
sable de la operación de los proyectos bajo la conducción de PDVSA y, por consiguiente, bajo el
control del Estado. La prueba presentada ante el Tribunal se basa en gran parte en documentos
relacionados con las ventas de petróleo. Las ventas son en dos partes. La mayor parte se relaciona
con facturas y ventas de CCO. La parte más pequeña se trata de la venta de petróleo mezclado, que
significa petróleo no mejorado y vendido como cantidades de EHCO combinado con nafta (DCO)
o con Mesa (lo que deriva en Merey 16), usualmente en una proporción del 76,67% al 23,33%.
332. La Demandada objetó la utilización de cualquier cifra relacionada con el petróleo mezclado,
alegando que no se les permitía a los Proyectos comercializar este petróleo, en tanto se encontraban
obligados a producir exclusivamente crudo sintético104. La última observación es correcta, sin per-
juicio del análisis de la cuestión que consiste en determinar si se les permitía a los Proyectos vender
petróleo mezclado durante las paradas. Las partes principales de la carta del Ministerio de Energía
y Minas de fecha 23 de junio de 2005 respecto de Hamaca105 rezaba lo siguiente:
TERCERO: La mezcla de hidrocarburos extrapesados solo está prevista en las fases preope-
rativas, pero no así en las fases posteriores de la explotación. En la decisión del Congreso
y en el Informe de la Comisión Bicameral no se autoriza la mezcla de hidrocarburos extra-
pesados durante los períodos correspondientes a la parada de planta.
100
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 116, 193.
101
Por ejemplo, para Petrozuata y para el año 2017, una producción de EHCO al mejorador se determina en 86.829
BPD, que produce 74.855 de CCO, que es el resultado del factor de rendimiento de 0,8621. Para el mismo año, en
Hamaca, 143.432 BPD de EHCO producen 135.256 de CCO, resultado obtenido mediante un factor de rendimiento
de 0,947. No se ha medido impacto alguno de un OSF reducido en estos cálculos.
102
Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párrs. 325, 363.
103
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 246-249,
259.
104
Cf. Autorización del Congreso Hamaca, Condición Décima (R-93); Convenio de Asociación Hamaca (Sec. 6.2).
105
Testimonio del Dr. Mommer, Apéndice 1, que incluía una carta casi idéntica enviada a Petrozuata el mismo día
(también C-217, R-199).
96
Caso CIADI No. ARB/07/30
El quinto párrafo explica además que los volúmenes de hidrocarburos que exceden la producción
mensual promedio de MBD que fue aprobada por el Congreso estarán sujetos a la tasa de regalías
del 30% establecida por la ley mencionada anteriormente, y que esto también se aplica en casos de
volúmenes relacionados con la mezcla de crudos extrapesados. También se afirmó que el pago de
tales regalías no legitima los excesos identificados y no implica una autorización para tales activi-
dades.
333. El Tribunal interpreta que este último párrafo se encuentra dirigido esencialmente a la re-
galía, que será la tasa regular del 30% en el caso de cualquier producción en exceso que supere el
volumen de 197 MBD de crudo extrapesado. La mezcla del crudo extrapesado no se encontraba
prohibida durante las paradas, sino que se toleraba. Tal como se estableciera en el párrafo 4, esta
producción se encontraba fuera de la actividad regida por el Convenio de Asociación.
El Artículo 1 del Convenio Hamaca define “Producción Comercial” como “el petróleo mejorado
obtenido del mejoramiento del Crudo Extra Pesado”, en tanto que el Artículo 1 del Convenio Pe-
trozuata establece que el término “Proyecto” se relaciona con la producción y el mejoramiento del
crudo extrapesado; el petróleo mezclado no se incluye en estas definiciones106. Por lo tanto, las
cantidades de petróleo mezclado que ConocoPhillips presuntamente había producido y vendido y
que luego preveía proporcionar sin pasar por el mejorador durante las paradas no se encontraban
comprendidas en el ámbito de aplicación de los Convenios de Asociación. Sin embargo, formaron
parte de la “expropiación”, porque representaban activos e intereses que se encontraban incluidos
en el alcance de la expropiación de conformidad con el Artículo 2 de la Ley sobre los Efectos del
Proceso de Migración a Empresas Mixtas de los Convenios de Asociación de la Faja Petrolífera
del Orinoco de fecha 11 de septiembre de 2007 (C-35).
334. La parte principal del argumento de la Demandada con respecto a la mezcla es errónea. El
Tribunal no considera pertinentes las ventas reales o futuras de petróleo mezclado. Solamente ob-
serva, que existían cantidades sustanciales de EHCO disponible para permitir la venta de cantida-
des considerables de barriles de petróleo mezclado desde el año 2009, lo que considera importante.
La Demandada observó que, en Petrozuata, se vendió “un volumen significativo de productos
106
Por el mismo motivo, los peritos de la Demandada explicaron que la disposición de compensación de Hamaca que
se basa en ingresos provenientes de la producción comercial no era aplicable a una actividad como la mezcla; TR-S,
Audiencia de febrero de 2017, Día 6, págs. 140:21-141:9 (Flores).
97
Caso CIADI No. ARB/07/30
336. Sin embargo, el Tribunal determina que el planteamiento de las Demandantes tampoco es
preciso. En los modelos y documentación de las Demandantes, no se considera que las cantidades
de petróleo que se contabilizaron como “mezclado” en las Tablas presentadas el 20 de marzo de
2017 posean esta característica (compuestas de EHCO y nafta u otro diluyente). Las Demandantes
agregan en un comentario a sus Tablas que la fuente de este petróleo “mezclado” ha de hallarse
bajo “EHCO de desvío”109 [Traducción del Tribunal]. Las Respuestas de las Demandantes de fecha
10 de julio de 2017 afirman que la producción de petróleo mezclado se ha reflejado en los planes
de negocios anteriores a la expropiación110, aunque sin demostrar de manera convincente que esa
producción consistiera en algo más que simple EHCO que no pasaba por el mejorador. Los mode-
los y las cuentas de los peritos de las Demandantes determinan cantidades de “EHCO de desvío”
107
Estimación de Costos para Petrozuata de la Demandada, págs. 7, 72, 73; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día
14, págs. 2576:19-2577:4, 2595:16-20 (Preziosi).
108
Estimación de Costos para Hamaca de la Demandada, págs. 7, 76, 97.
109
Cf. Tablas de las Demandantes presentadas el 20 de marzo de 2017 para Petrozuata y Hamaca.
110
Pregunta 15, párr. 36. Sin embargo, el Plan de Negocios de Petrozuata de 2006 simplemente menciona la producción
de EHCO de desvío (diapositiva 2, LECG-082). El Plan de Negocios de Hamaca de 2006 observa la utilización de
EHCO para “mezcla y ventas” independiente del mejorador durante las paradas (pág. 20) [Traducción del Tribunal];
registra precios para la mezcla de EHCO (pág. 17) que son tan bajos (comparados con la nafta) que sustentan el su-
puesto de simple producción de EHCO. Cuando las Demandantes citan a sus peritos (ibídem, nota al pie 62), hacen
alusión a su declaración de “EHCO” y no “mezcla” (CLEX-086). De manera similar, el 18 de mayo de 2006, la Junta
Directiva de Hamaca previó una producción de EHCO de desvío durante las paradas (C-344, Apéndice 25 de Figuera,
págs. 3, 8) y, en su reunión de fecha 12 de septiembre de 2006, supuso una producción de 80 MBD de EHCO durante
esta ocasión (Apéndice 75 de Figuera, pág. 2). La producción de desvío durante las paradas por renovaciones y las
paradas de emergencia también se reconoció en Petrozuata; cf. Estados Financieros de 2006/5, pág. 14, que observaron
que la producción de desvío consistía en EHCO no procesado a través del mejorador (LECG-009); y para 2004/3, págs.
14/15, que agregaron que el petróleo producido por desvío se mezclaba con crudo de Santa Bárbara (LECG-094). El
Abogado de la Demandada mencionó un acuerdo del Ministerio con PDVSA “para brindar el Mesa necesario para el
proceso de mezclado” durante la parada de 2006 en Hamaca; TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, pág.
4339:1-7 (Preziosi).
98
Caso CIADI No. ARB/07/30
337. Ante todo, el Tribunal observa que no existe prueba alguna sobre la producción de petróleo
mezclado durante las paradas en el argumento de las Demandantes. Además, la actividad de los
pozos puede reducirse, pero no puede detenerse por completo; había cantidades de EHCO de las
que se podía disponer cuando no se disponía de capacidades de mejoramiento debido a una parada
111
MEC, págs. 53-55/pdf.
112
MEC, págs. 244/245/pdf.
113
MEC, págs. 63-65/pdf.
114
Cf. MEC, págs. 245/246/pdf, y CLEX-086, Hamaca, OPEX. Estos costos se explican como proyecciones de ventas
futuras de productos mezclados por parte de las Demandantes (cf. Estimaciones de Costos de la Demandada para
Hamaca, en los Nos. 14 y 21). Sin embargo, esta producción nunca tuvo lugar, y los peritos de las Demandantes, al
contabilizar los costos de la nafta, en realidad contabilizan la venta de EHCO de desvío que no contiene nafta. En
cualquier caso, el monto en USD correspondiente a las partes de nafta mencionadas no cumple con las cantidades de
EHCO de desvío si se prefiriera interpretar que dicho EHCO fue utilizado para la producción de petróleo mezclado.
115
MEC, pág. 52/pdf; el Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párr. 34, observa que, durante los períodos
de mantenimiento del mejorador, el Proyecto Petrozuata vendía productos mezclados. Véase también MEC, pág. 15,
que registra un total de 934,9, cantidad que los peritos de las Demandantes redujeron a 913,5 a efectos de excluir la
primera mitad del año 2007; Abdala/Spiller, Evaluación de Daños para las Expropiaciones de las Inversiones de Co-
nocoPhillips en Venezuela, 19 de mayo de 2014, nota al pie 37.
116
En la valuación de los peritos de las Demandantes, los precios de EHCO vendido representan aproximadamente un
30% del precio del crudo sintético pesado; cf. CLEX-086, Ingresos (Petrozuata y Hamaca).
117
Cf. MEC, págs. 244/245/pdf.
99
Caso CIADI No. ARB/07/30
en curso. Una parte de estos volúmenes de EHCO podía almacenarse en el sitio del mejorador y
disponerse tan pronto como se terminara la parada. Otra parte, que superaba estas capacidades de
almacenamiento, se vendía como EHCO. Los peritos de la Demandada no dan cuenta de estos
volúmenes de “EHCO de desvío”118, aunque se los incluye en los cálculos de los peritos de las
Demandantes conjuntamente con los precios en USD que parecen representar cantidades de alre-
dedor de 30% en comparación con los precios de venta del crudo sintético pesado. Representan lo
que las Demandantes denominan de manera errónea “petróleo mezclado”.
338. El Tribunal tiene dos maneras de tener en cuenta esta venta suplementaria de EHCO que
representa una pérdida cuando se la compara con el escenario contrafáctico regido por los Conve-
nios de Asociación. Una opción sería tener en cuenta los volúmenes respectivos de EHCO desviado
y vendido durante las paradas por separado y deducir los costos, regalías e impuestos asociados. El
Tribunal no adopta este método, porque, en ausencia de información confiable sobre estos últimos
puntos, el resultado podría ser especulativo119. La otra opción se basa en la verdadera función de
la venta de EHCO de desvío, que consiste en compensar parte de la pérdida en la producción de
CCO mejorado durante las paradas. Tal como se explicará en la parte F infra, esta compensación
se realiza en forma de valores adicionales al insumo total de EHCO al mejorador y al CCO resul-
tante.
339. El Tribunal reconoce la diferencia existente entre las Reservas disponibles para los Proyec-
tos durante la vida útil de estos y las Reservas que quedan desde entonces en los campos hasta un
momento posterior cuando se agotarán completamente después de que se hayan utilizado todas las
técnicas disponibles para la extracción de petróleo.
340. Sin embargo, el Tribunal advierte una brecha en el razonamiento de la Demandada. Una
cosa es afirmar que la cantidad total de Reservas de todo el campo no estará a disposición de los
Proyectos durante los próximos 20 años, pero otra cuestión consiste en saber la cantidad de Reser-
vas de petróleo que contiene el campo que pueden ser extraídas por los Proyectos durante su vida
útil. En otras palabras, aunque las Reservas del campo ofrecen producción de petróleo durante un
plazo más prolongado que el de los Proyectos, esto no establece cuánto habrá a disposición de los
Proyectos y cuánto quedará cuando se cumpla su plazo. Para responder esta pregunta, uno necesita
118
Cf. Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, notas al pie
129 y 152, donde se observa la referencia que hacen los peritos de las Demandantes a la venta de EHCO de desvío y
petróleo mezclado, respectivamente, durante las paradas.
119
Por ejemplo, la regalía se fijaría en un 30% y no se combinaría con el impuesto de extracción a un total del 33⅓%.
100
Caso CIADI No. ARB/07/30
evaluar las Reservas disponibles para los Proyectos o la diferencia entre estas Reservas y las Re-
servas del campo. La Demandada no aportó esta información120.
341. La información proporcionada por las cifras de las Reservas del Ministerio implica la utili-
zación de técnicas que son más desarrolladas y más productivas que la producción en frío operada
por los Proyectos. En este sentido, se mencionan las técnicas de EOR. Sin embargo, aun cuando se
presuma que las Reservas del Ministerio comprenden las Reservas que contiene el campo que no
son accesibles a los Proyectos en tanto no modifiquen su modo operativo, esta información no
determina la cantidad de Reservas disponibles para los Proyectos.
342. Lo que la Demandada denomina argumento básico del Sr. Figuera, según el cual las reser-
vas disponibles para el dueño de los recursos siempre serán superiores a las Reservas para un pro-
yecto en particular de plazo específico, naturalmente es correcto, aunque no ayuda a identificar la
cantidad de Reservas disponibles para los Proyectos. La fórmula del Sr. Figuera sería absoluta-
mente correcta si los Proyectos dejaran un barril de petróleo en el campo cuando dejan el proyecto.
Se requiere un análisis más profundo.
343. Un ajuste del argumento básico del Sr. Figuera se relaciona con el impacto de los costos. A
diferencia de las Reservas de los Proyectos, que se explican solo si la recuperación es cierta o
probable cuando se utiliza una técnica que sea conocida y probada, las Reservas del Ministerio no
explican el impacto de costos mayores como resultado de la utilización de técnicas nuevas y la
dificultad de extraer petróleo del campo hasta su punto de agotamiento. Podría existir un punto en
el que la producción basada en el remanente de las Reservas del Ministerio en el campo se torne
poco rentable, en especial, cuando se la compara con los costos de importar petróleo desde el ex-
tranjero.
120
Los peritos valuadores de la Demandada podrían haber recabado esta información cuando visitaron el proyecto,
pero se les impartieron instrucciones de no formular preguntas acerca de la producción de los yacimientos; TR-S,
Audiencia de marzo de 2017, Día 12, pág. 1945:10-16 (Flores).
121
Cf. Apéndice 75 de Figuera, diapositiva 15.
122
El Tribunal observa que el Plan General de Negocios adjunto como Apéndice B al Convenio de Asociación Hamaca
(C-22, pág. 125/pdf) prevé “un factor de agotamiento primario de 10,5%”, fundando esta conclusión en un POES
estimado de 33.000 millones de barriles y el plan actual de perforación “basado en los resultados de estudios de
101
Caso CIADI No. ARB/07/30
como 3.715 MMB123, que es más que suficiente para permitir la extracción de los volúmenes pre-
vistos por el Proyecto. Si la situación fuera tan alarmante como la presenta la Demandada, uno
esperaría encontrar al menos una nota en ese informe presupuestario. Dicha nota no existe.
345. Cabe destacar que, para el campo Huyapari (que es parte de Hamaca), el Informe de PDVSA
de 2015 registra 4.500 millones de Reservas Probadas en el año 2015 (CLEX-090)124 y compara
este volumen con una producción real de 151 MBD, que se afirma se encuentra en una relación de
1:83 respecto de las Reservas. Los informes relativos al período comprendido entre los años 2008
a 2013 observan cantidades de Reservas de entre 4.136 y 5.340 millones, con cifras de producción
de entre 125 y 165 MBD al año (CLEX-039). El Informe presentado por PDVSA ante la Comisión
de Valores de los Estados Unidos el 17 de noviembre de 2006 dio cuenta de 3.808 millones de
reservas probadas para el campo Huyapari de Hamaca, observando que, a una tasa de producción
de 106 MBD, esto permitiría la producción durante 98 años (C-258, págs. 27, 42/pdf). De manera
similar, las cifras de Petrozuata habían cambiado de 2.522 millones a fines del año 2004 (mismo
Informe, pág. 42/pdf) a 2.400 millones en el año 2006 (C-404) y 3.900 millones en el año 2010 (C-
623)125. El Informe Descriptivo de 1996 había determinado que una reserva de 2.700 millones era
suficiente para garantizar los 1.500 millones que produciría el Proyecto durante 35 años126. Cual-
quier otra postura sería contraria al Convenio de Asociación (C-21) donde las partes aceptaron que
podrían planearse actualmente 1.533 millones de barriles como “Petróleo Total Requerido” (Art.
I). Parecería ajeno a la realidad sostener que las reservas del Proyecto se extraerán en su totalidad
en un futuro cercano.
346. Las Partes no han aportado pruebas que permitan al Tribunal arribar a conclusiones precisas
respecto del posible impacto de la EOR u otras técnicas distintas de la producción en frío. Aunque
se haya afirmado que estas técnicas eran poco rentables, debe hacerse hincapié en que esto fue en
el año 2003 o posteriormente, pero antes del año 2007. Por ejemplo, el Tribunal considera dema-
siado escueta la afirmación de la Demandada de que la Junta Directiva de Petrozuata concluyó en
su reunión de fecha 6 de octubre de 2005 que la optimización de recuperación de crudo (EOR)
utilizando el drenaje por gravedad asistida por vapor (SAGD) era poco rentable (C-333). De hecho,
tal como explica el Acta, la Junta quería someter la cuestión a los representantes de los accionistas.
laboratorio, revisión y extrapolación de la historia de producción del Bloque B, y en simulación de campos” (comen-
tario de la figura 3).
123
Apéndice 75 de Figuera, diapositiva 10.
124
Cifra confirmada por el Testigo Figuera, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, pág. 803:17-21.
125
El Testigo Figuera no objetó este supuesto (TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 751:4-755:4), ha-
biendo aceptado anteriormente que la cifra de 2.477 millones de barriles era correcta (TR-S, Audiencia de 2010, Día
8, págs. 2081:12-2082:16).
126
Proyecto de Asociación Maraven-Conoco Petrozuata C.A. Memoria Descriptiva, pág. 130/pdf (C-92); Revisión de
la Memoria Descriptiva de enero de 2000 (C-323, pág. 59/pdf). El Testigo Lyons confirmó las cifras (TR-S, Audiencia
de febrero de 2017, Día 7, págs. 362:18-363:17, 394:20-395:1) y la cifra de 2,434 considerada en el año 2006 (TR-S,
Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 465:3-467:5, 468:11-471:6).
102
Caso CIADI No. ARB/07/30
Se observó que el Ministerio le imponía a Petrozuata un tope de 120.000 BPD de EHCO al mes;
el Acta entonces rezaba lo siguiente:
Consecuencias – si el tope continúa por la vida de la concesión, no hay incentivo para cam-
biar la técnica vigente de producción en frío hasta o después del año 2030 (pág. 297).
El Sr. Figuera explicó que el Proyecto había reconocido que existía capacidad, a través del uso de
tecnología de inyección de vapor, para extraer crudo adicional con alta viscosidad de las arenas ya
explotadas, pero que dicha tecnología sería difícil de implementar dada la decisión inicial del Pro-
yecto de perforar intensivamente utilizando pozos multilaterales127. El Testigo Lyons confirmó
también que estas técnicas estaban disponibles cuando se tornaron necesarias para llenar el mejo-
rador128. Un Dossier Informativo de EOR para Petrozuata del mes de marzo de 2005 contenía un
estudio de factibilidad que promovía la EOR como opción para utilizar la producción de gas en
exceso en el sitio (C-332).
347. El rechazo de la Demandada de cualquier acceso a estas técnicas en años posteriores y para
la segunda parte de la vida de los Proyectos no es convincente a la luz del dictamen pericial pre-
sentado por ella misma y elaborado por el Dr. Rafael Sandrea que arribara a la conclusión de que
“era probable que [las inyecciones de vapor] ya no fueran poco rentables en el año 2004, y cierta-
mente no eran poco rentables en los años 2006 y 2007, cuando los precios del crudo aumentaron
rápidamente”129. Este informe es consistente con las deliberaciones de la Junta Directiva de Petro-
zuata en el año 2005130. El interés real por esta tecnología mejorada también queda demostrado por
127
Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 22; Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párrs. 20, 27;
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 72.
128
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1556:11-19.
129
Testimonio del Experto Dr. Rafael Sandrea, 29 de enero de 2010, pág. 29.
130
Se dijo que se adoptaron iniciativas para introducir la inyección de vapor; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día
11, págs. 1527:15-1528:16 (Lyons), págs. 1529:18-1530:20 (Figuera); TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9,
pág. 1046:14-21 (Patiño).
103
Caso CIADI No. ARB/07/30
la Demandada que da cuenta de una “evaluación de EOR” en Hamaca en el año 2015 por la que
reclama el reembolso de costos en la suma de USD 5,6 millones131 . El Tribunal entiende que
existía sin dudas potencial para la introducción de técnicas de extracción nuevas y más eficientes
que habrían expandido las Reservas de los Proyectos y aumentado su producción132. El Testigo
Figuera informó que todos los pozos perforados desde el año 2015 fueron adaptados para recupe-
ración mejorada con vapor en el futuro, una estrategia consistente con las directivas del Ministerio
para que todos los proyectos se prepararan para la utilización de técnicas de EOR para lograr un
mayor factor de recuperación en los campos133. PDVSA informó para el año 2009 que el proyecto
de inyección de vapor (SAGD) “fue puesto en marcha como método de recuperación mejorada
para crudos extrapesados en el área de la Faja del Orinoco, para aumentar el factor de recobro de
reservas de hidrocarburos hasta un 60%”134. Sin embargo, el expediente del Tribunal no contiene
información ni pruebas suficientes para permitir que se tenga en cuenta una ampliación de la ex-
tracción de petróleo en términos cuantitativos. No obstante, la disponibilidad de estas técnicas,
respaldadas por el perito de la Demandada, Dr. Sandrea, desde antes de la expropiación en el año
2006, permite aceptar que los Proyectos tenían un potencial de desarrollo que podría haber com-
pensado en gran parte la supuesta declinación de la capacidad de los Proyectos para recuperar
EHCO según alega la Demandada en el marco del procedimiento que nos ocupa.
d. La gestión de PDVSA
348. El Tribunal considera verosímil que una cantidad de empleados superior a lo normal aban-
donara Venezuela como consecuencia de la migración a empresas mixtas y la expropiación de dos
titulares importantes de convenios de asociación en la Faja del Orinoco. Sin embargo, observa que
no ha recibido información detallada de este traslado y literalmente nada respecto de su impacto
en la operación de los Proyectos.
349. El simple hecho de que PDVSA ofreciera salarios sustancialmente inferiores al personal
venezolano no demuestra que la calidad de su trabajo fuera inferior a aquella de quienes trabajaban
anteriormente en los proyectos. Se ha afirmado que los empleados técnicos más experimentados
131
Cálculo de Costos del Proyecto Hamaca, pág. 49.
132
El potencial para la implementación de esas técnicas futuras ya había sido reconocido en el Plan General de Nego-
cios adjunto como Anexo B al Convenio de Asociación Hamaca (C-22, pág. 125/pdf) al observar que: “La recuperación
secundaria utilizando agua, gas, vapor o cualquier otro método, no está planificada en este momento, pero pudiera ser
determinada como posible, a medida que se vaya aprendiendo más acerca de las características de los campos en el
Área Especificada” (comentario a la figura 3).
133
Cf. Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 59; Testimonio adicional, 20 de julio de 2009, nota
al pie 19; Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párr. 27; Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto
de 2014, nota al pie 207; Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 85.
134
PDVSA Memoria y Cuenta 2009, pág. 716 (C-564).
104
Caso CIADI No. ARB/07/30
abandonaron los Proyectos cuando ocurrió la expropiación135. Pero, aun así, ¿cuáles fueron las
cifras y el impacto concreto? No se han aportado pruebas. De manera similar, la sospecha de las
Demandantes de que ya no se admitía que Chevron desempeñara un rol significativo en la opera-
ción y el mantenimiento de los Proyectos en general, y de los mejoradores en particular, no se
encuentra sustentada por evidencia alguna136. Es adoptada como un “supuesto clave” de los peritos
de las Demandantes137 . Éste no es el rol de un perito. Las Demandantes podrían haber aportado el
testimonio de testigos o podrían haber ampliado el análisis de los convenios que regían determina-
das empresas mixtas donde los participantes (minoritarios) extranjeros, tales como Chevron, de-
tentaban funciones de control en calidad de operadores de partes importantes de los Proyectos138.
350. El Tribunal observa que, en ciertos aspectos, se han comprobado dificultades con el perso-
nal que pueden haber tenido el efecto de aminorar el avance del trabajo, en particular, durante las
paradas en los mejoradores139. Éste podría haber sido un factor que tuviera impacto en el tiempo y
en los costos. Debiera tenérselo en cuenta, si se alega correctamente y se sustenta con pruebas. Esto
se considerará ulteriormente como posible impacto en los costos.
135
Lyons, Cuarta Declaración Testimonial, 16 de mayo de 2014, párr. 22; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 6,
pág. 42:10-19 (King).
136
El Testigo Figuera afirmó que, con posterioridad a la migración, los ingenieros de Chevron quedaron como respon-
sables del monitoreo y planeación de las actividades aguas arriba en Hamaca (cf. Testimonio, 20 de julio de 2009, párr.
47). Los colaboradores de Chevron ocuparon posiciones clave (TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs.
1537:12-1538:21). Chevron era uno de los socios más importantes en el país (TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día
11, pág. 1539:4-9).
137
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 8 (a, b), 46, 116, 214; TR-S, Audiencia de
febrero de 2017, Día 6, págs. 165:22-166:1; Audiencia de marzo de 2017, Día 12, págs. 1762:12-14, 1763:18-1764:1,
1765:5-10, 1768:12-1769:6, 1770:7-17, 1778:20-1779:2 (Abdala).
138
El Contrato para la conversión en la empresa mixta Petropiar suscripto el 5 de diciembre de 2007 (R-45) estipulaba
que el Gerente Técnico y de Operaciones será nominado por Chevron Orinoco y que la estructura de la gerencia será
revisada por los socios a los fines de asegurarse que la misma responde a los fines y objeto de la empresa mixta (Art.
4.2).
139
La fuente más explícita es el informe sobre la parada de Petropiar del año 2012, que observa lo siguiente: “bajo
rendimiento de contratistas por falta de supervisores con experiencia”, “se tomaron muchas decisiones sin involucrar
a los planificadores”, “falta de control de calidad y de especialistas por el contratista para reparación de tanques”, “no
se contaba con personal suficiente para cubrir los turnos de trabajo”, “no se contaba con suficiente personal de apoyo
operacional”; Apéndice 46 de Figuera, Petropiar, Informe Final de Cierre del Plan de Restauración de Activos Críticos
2012 (PRAC), agosto de 2013, pág. 87.
105
Caso CIADI No. ARB/07/30
352. Los peritos de las Demandantes tomaron el perfil de producción de petróleo más conserva-
dor receptado en el Modelo Económico Compuesto de ConocoPhillips que había sido actualizado
a fines del año 2006 (LECG-085). Esto arroja una recuperación proyectada en Petrozuata de 913,5
millones de barriles de EHCO durante el período comprendido entre el mes julio de 2007 y el año
2036140.
353. Una gran cantidad de pruebas contemporáneas confirman la razonabilidad del perfil de pro-
ducción de las Demandantes, en particular: (a) las cifras de Reservas Probadas, tal como fueran
certificadas en el mes de agosto de 2006 por la empresa consultora D&M en 1.020 millones de
barriles de petróleo al 31 de diciembre de 2005 (LECG-078) y al 31 de diciembre de 2006 a los
fines de proporcionar información a la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC) en 936,4
millones de barriles (LECG-006, 108); (b) el Modelo Económico de Petrozuata desde fines de
2006, que muestra un saldo de 1.192 millones de barriles (LECG-077, pág. 468/pdf); y (c) el Plan
de Negocios de Petrozuata de 2006, que proyectaba una producción total de 1.235 millones de
barriles de EHCO del año 2006 al año 2036 (LECG-082)141.
355. PDVSA avaló el perfil de producción que utilizaron las Demandantes en ese momento. En
el mes de junio de 2007, tanto la Demandada como el Sr. Figuera afirmaron que el Proyecto Petro-
zuata produciría al menos la cantidad de EHCO que se requería durante su plazo contractual. Desde
el mes de enero de 2005 hasta fines del año 2006, el Sr. Figuera fue Presidente de Petrozuata. El
Sr. Figuera aprobó proyecciones de recuperación aún mayores que aquellas que asumieron los pe-
ritos de las Demandantes. (a) El Memorial y Cuenta de Petrozuata de 2005 previó que este Proyecto
produciría más de 1.600 millones de barriles de EHCO durante su vida operativa (LECG-106, pág.
1). (b) En el mes de noviembre de 2006, el Sr. Figuera realizó una presentación que confirmó que
el Proyecto proyectaba la recuperación de volúmenes de petróleo por encima de los 1.560 millones
de barriles de EHCO (C-324). En el año 2006, el Ministerio anunció que las Reservas Probadas en
140
Cifra reducida de 934,9 que cubría de fines del año 2006 al año 2036.
141
Este plan no había sido aprobado por la Junta, aunque por motivos no vinculados a las producciones, esto es, la
utilización propuesta del Área de Reserva (C-333).
106
Caso CIADI No. ARB/07/30
el campo Petrozuata ascendían a 2.400 millones de barriles, cifra certificada por el Sr. Figuera (C-
471). El Ministerio propuso llegar a casi duplicar la producción en Petrozuata en el mes de agosto
de 2006, solo 10 meses antes de la expropiación (C-231). Las cifras de Reservas Probadas para
Petrozuata que Venezuela ha adoptado y publicado con posterioridad a la expropiación disipan
cualquier duda acerca de la capacidad de cumplir con el perfil de producción de las Demandantes,
porque han aumentado, de aproximadamente 2.400 millones de barriles a fines del año 2006 a
3.900 millones de barriles en la actualidad. El año 2010 es el último año para el cual se publicaron
cifras.
356. Venezuela ha optado por la proyección pesimista del Sr. Patiño, alegando que, con poste-
rioridad a la expropiación, el campo Petrozuata ha resultado mucho menos productivo que lo que
se había anticipado y, en la actualidad, se encuentra en gran parte agotado. La valuación de Vene-
zuela a la fecha del laudo supone que la producción total de EHCO en Petrozuata desde el mes de
junio de 2007 hasta el año 2036 será de 522 millones de barriles. Esta hipótesis debiera compararse
con otra, relacionada con las Reservas Probadas del Ministerio. Aquí, las cifras aumentaron de
2.434 millones de barriles en el año 2006 a 3.923 millones de barriles en el año 2010 (C-404, C-
623), mientras que, en paralelo, las proyecciones de la Demandada cayeron de 653 millones (Sr.
Figuera) a 522 millones (Sr. Patiño).
357. El Sr. Patiño adopta una tasa de declinación para todos los pozos en el campo del 22%
(correspondiente a una declinación del 20% de la tasa de producción). Utiliza esta tasa para sugerir
que será necesario perforar una cantidad importante de pozos nuevos cada año. Además, prevé
tasas de producción iniciales para los pozos nuevos que se perforarán en el futuro. Y concluye que
existen objetivos viables insuficientes para abastecer al mejorador después del año 2021. El perito
de las Demandantes, Dr. Strickland, explica que la esencia del método del Sr. Patiño – la utilización
de curvas de declinación simples – es inadecuada y el propio método está plagado de errores.
358. El Sr. Patiño calcula su tasa de declinación mediante el análisis de información de pruebas
de pozos correspondiente a un total de 124 pozos en Petrozuata y obtiene la tasa media de declina-
ción para esos pozos, que posteriormente aplica a todos los pozos existentes y futuros en el campo.
El Dr. Strickland demuestra que el Sr. Patiño aplica de manera incorrecta su propia e inadecuada
metodología de tasa de declinación. En primer lugar, utiliza datos de pruebas de pozos que solo
proporcionan un “panorama” de la vida de un pozo, y no dan cuenta de cambios operativos de
rutina que permiten la prolongación de la vida de los pozos y el aumento de la cantidad de petróleo
que producen. El Sr. Patiño debería haber utilizado la producción diaria fiscalizada. En segundo
lugar, el Sr. Patiño fusiona de manera equivocada diferentes tipos de pozos. Algunos pozos mues-
tran una declinación “exponencial” (lo que significa que declinan a una tasa constante a lo largo
del tiempo), mientras que otros son “hiperbólicos” (lo que significa que la tasa de declinación des-
ciende en forma constante a lo largo del tiempo). Aunque dos pozos declinen a una tasa inicial del
20%, la declinación del pozo hiperbólico posteriormente se reduce, como consecuencia de lo cual
107
Caso CIADI No. ARB/07/30
este pozo produce más barriles de petróleo a lo largo de su vida que el pozo que declina de manera
exponencial. El Sr. Patiño reconoce que alrededor de la mitad de los 124 pozos que analizó en
Petrozuata mostraban una declinación hiperbólica. Sin embargo, nunca realizó efectivamente la
distinción, subestimando así la producción futura.
359. El Sr. Patiño parece haber reconocido su error cuando proporcionó una tasa de declinación
revisada en su Informe Consolidado (párrs. 42-45). Su nuevo análisis muestra que, cuando se toma
debida cuenta de los pozos hiperbólicos, la tasa de declinación del campo se reduciría del 20% al
14%, lo que conduce a una mayor recuperación. Para evitar este resultado, el Sr. Patiño introdujo
nuevamente en sus cálculos pozos que anteriormente había excluido, y también calculó tasas de
declinación diferentes para pozos existentes y nuevos.
361. Para las Demandantes, otro error es la conclusión del Sr. Patiño de que solo quedaban 262
objetivos de pozos en el campo de Petrozuata al 1 de enero de 2009. El Sr. Patiño aplica un estándar
poco realista para determinar qué cuerpos de arenas petrolíferas cuentan como objetivos. Los cri-
terios del Sr. Patiño son excesivamente restrictivos. Si se hubiesen aplicado esos criterios en la vida
real, no se habrían perforado algunos pozos que el Proyecto Petrozuata efectivamente perforó. El
Dr. Strickland muestra que el Sr. Patiño pasó por alto al menos otros 22 objetivos de pozos viables,
aun aplicando sus criterios. Este error reduce la producción proyectada en aproximadamente 18
millones de barriles.
362. Las Demandantes objetan asimismo que el modelo de producción del Sr. Patiño asuma ex-
clusivamente la perforación de pozos unilaterales, en contraposición a los multilaterales. Un pozo
unilateral presenta solo una perforación horizontal, en tanto que los pozos multilaterales presentan
dos o tres perforaciones horizontales a distintas profundidades. Al comienzo del Proyecto Petro-
zuata, los accionistas (incluida PDVSA) decidieron en forma conjunta perforar en primer lugar
pozos multilaterales. Los pozos multilaterales demostraron ser capaces de producir mucho más
petróleo en Petrozuata que los pozos con una única pared lateral. Una vez que se hizo cargo de las
operaciones en Petrozuata, PDVSA abandonó en gran parte esta estrategia y volvió a perforar pozos
108
Caso CIADI No. ARB/07/30
363. Las Demandantes concluyen que, cuando se realizan las correcciones necesarias al modelo
de proyección del Sr. Patiño, tal como hiciera el Dr. Strickland, el modelo del Sr. Patiño arroja un
perfil de producción consistente con el utilizado por los peritos de las Demandantes. Esto confirma
la suficiencia de las proyecciones anteriores a la expropiación de estos peritos, cuya factibilidad
queda confirmada por las cifras de Reservas Probadas anteriores a la expropiación del Ministerio,
de PDVSA y de ConocoPhillips. La documentación de las Demandantes observa volúmenes pro-
yectados de 118.200143 y 118.000 BPD144.
2. La Posición de la Demandada
364. La Demandada utiliza los datos disponibles en los planes de negocios con anterioridad a la
expropiación para demostrar que el campo Petrozuata simplemente no podía producir los volúme-
nes que se habían previsto empleando técnicas de producción en frío durante el plazo del Proyecto.
Esto puede observarse a partir de una revisión de los perfiles de producción y programas de perfo-
ración de pozos reflejados en los planes de negocios anuales y documentos relacionados desde el
año de puesta en servicio del mejorador en 2001. Un resumen muestra que la cantidad de produc-
ción total prevista osciló entre 1.760 (2001), 1.590 (2002), 1.600 (2003), 1.580 (2004), 1.560
(2005) y 1.502 (2006) millones de barriles. La producción iba a caer en 2027 (2001), 2033 (2004),
2029 (2005) y 2031 (2006). La cantidad total de pozos horizontales con una única pared lateral
necesarios fue inicialmente de 571 y, luego, de 745 (2002), aumentando a 777 (2004). El plan de
negocios de 2002 observó que se habían perforado 241 pozos. Posteriormente, se advirtió la per-
foración de 21 pozos en el año 2004 (2005) y un total de 56 pozos nuevos en los años 2005 a 2009,
cantidad que aumentó en dos etapas de 83 a 116-119 el año posterior a esa fecha (2006). En el mes
de agosto de 2003, los socios del Proyecto reconocieron que sería necesario acceder al Área de
142
Cf. Dúplica de la Demandada sobre la Cuantía, 7 de enero de 2015, párr. 365; Figuera, Tercer Testimonio Suple-
mentario, 15 de agosto de 2014, párr. 72.
143
Plan de Negocios de Petrozuata de 2006, págs. 8/9/pdf (LECG-082); MEC 2006, págs. 79/80 (LECG-085); Tablas
presentadas el 20 de marzo de 2017.
144
Memorial de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 120; Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado,
17 de noviembre de 2016, párr. 50.
109
Caso CIADI No. ARB/07/30
Reserva y que el Proyecto demandaría mayor superficie más allá de ese Área para lograr las tasas
de alimentación de EHCO al mejorador de 120.000 BPD durante la vida del Proyecto. La Deman-
dada observa además que ConocoPhillips proyectó que el nivel de producción de alrededor de
118.200 solo duraría hasta el año 2023, y no hasta el año 2031145.
365. La Demandada hace además referencia a una serie de presentaciones internas de ConocoP-
hillips, que advierten una marcada caída en la producción de pozos multilaterales entre los años
2000 y 2007, y a que debía preverse otra pérdida del 18% si no se implementaba un programa de
perforación de pozos. Se muestra un resumen de ConocoPhillips que prevé una caída de la recupe-
ración última de 1.767 a 1.246 millones de barriles. Esta marcada tendencia descendente para el
período posterior al cierre del ejercicio 2006 queda asimismo demostrada por documentos del Pro-
yecto que estiman una tasa de declinación de alrededor del 20% anual, tal como demostraron los
informes semanales elaborados por el personal de yacimiento entre 2004 y la primera mitad de
2007, que considera los pozos activos, los pozos inactivos y las reparaciones de pozos; el gráfico
de una presentación del mes de noviembre de 2006 a la Junta Directiva de Petrozuata, que refleja
una tasa de declinación anualizada del 18%; una presentación al Ministerio en febrero de 2007; y
un informe de capacidad productiva de junio de 2007 que refleja una tasa de declinación del 19,7%.
366. Sobre esta base informativa al 26 de junio de 2007 y utilizando parte importante de las
pruebas del Sr. Figuera, la Demandada estima que se produciría un total de 653,4 millones de
barriles de EHCO en Petrozuata utilizando técnicas de producción en frío hasta el 12 de abril de
2036 y que esos volúmenes de EHCO producirían un total de 562,1 millones de barriles de CCO.
145
Grupo RCTA de ConocoPhillips, Desarrollo de Reservas de Capacidad Productiva, octubre de 2006 (C-474).
110
Caso CIADI No. ARB/07/30
368. El Sr. Patiño determinó asimismo que quedaban por perforar 262 nuevos objetivos de pozos
al 1 de enero de 2009. Asignó posibles tasas de producción inicial a cada uno de los nuevos pozos
que identificó. Estimó que el período de meseta para los pozos nuevos en Petrozuata sería de alre-
dedor de seis meses para los pozos en el Área Base y de 18 meses para los pozos en el Área de
Reserva.
369. El Sr. Patiño arribó a las siguientes conclusiones con respecto a Petrozuata: (1) Al 1 de
enero de 2009, el Proyecto había perforado, completado y conectado 373 pozos de producción, 289
de los cuales se encontraban activos y 29 de los cuales tenían problemas menores que demandaban
reparaciones de rutina. La producción posible de esos 318 pozos alcanzaba un total de 112,1 MBD.
Además, se suponía que 12 pozos con una producción posible de 6,1 MBD se completarían y se
conectarían a la producción, a más tardar, a fines del año 2008. Esto redundaría en una capacidad
de producción del campo de aproximadamente 118,2 MBD al 1 de enero de 2009. (2) El Sr. Patiño
supuso también que, durante el año 2009, se perforarían 29 pozos nuevos y que se perforarían 14
pozos unilaterales en reemplazo de los pozos multilaterales que fallaran. (3) Posteriormente, el Sr.
Patiño agregó nuevos pozos año tras año sobre la base del número de pozos incluidos en el pro-
grama de perforación que asumieron los peritos de las Demandantes. Supuso también que (a) se
perforarían pozos adicionales con una única pared lateral para reemplazar los pozos multilaterales
que fallaran; (b) el 10% de los pozos con una única pared lateral fallarían y serían objeto de “nuevas
re-entradas”; y (c) los pozos fallarían y se repararían a una tasa anual del 16% de los pozos activos.
370. Para la Demandada, el estudio del Sr. Patiño demuestra que el campo se queda sin objetivos
de pozos en el año 2020. La producción comenzaría a caer con anterioridad a ese momento y cae
drásticamente a partir de entonces, ya que no existen pozos nuevos a perforar para compensar par-
cialmente la declinación. En total, teniendo en cuenta el número de pozos perforados y todos aque-
llos completados, perforados nuevamente o completamente nuevos, el programa de capacidad de
producción del Sr. Patiño supone un total de 757 pozos durante la vida del Proyecto. Esa cifra es
coherente con el número de pozos que se previó en los planes de negocios con anterioridad a la
expropiación.
371. El Sr. Patiño concluyó que, durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2009 y
el plazo del Proyecto Petrozuata, se produciría un total aproximado de 461 millones de barriles de
EHCO y que la producción de EHCO desde el comienzo del Proyecto Petrozuata hasta el 12 de
abril de 2036 alcanzaría un total de 848,4 millones de barriles. Esa cifra es alrededor de 400 millo-
nes de barriles menos que los volúmenes que las Demandantes sostienen se producirían sobre la
base del modelo obsoleto de ConocoPhillips elaborado en el año 2006. En función de las impor-
tantes actividades de perforación adicionales que han tenido lugar desde que se elaboró el modelo
de ConocoPhillips, se ha tornado evidente que el campo no soportará todos los años el perfil de
producción previsto en el modelo de las Demandantes a la luz del programa de perforación de
111
Caso CIADI No. ARB/07/30
pozos establecido en él ni los volúmenes de producción acumulados que adoptan las Demandantes
y sus peritos.
372. No será necesario que el Tribunal retome las cifras vinculadas al enfoque de producción ex
ante de la Demandada tal como se demuestra mediante su lectura de los planes de negocios para
Petrozuata entre los años 2002 y 2006. La producción total mínima se estimó en 1.502 millones de
barriles en el año 2006. En ese momento, todos los participantes también admitieron que se perfo-
raría un total de 745 (2002) y 777 (2004) pozos, respectivamente, a un ritmo de alrededor de 10 a
24 pozos nuevos entre los años 2005 y 2009, el total manteniéndose aún muy por debajo de la
cantidad total prevista146. Habida cuenta del hecho de que no se ha alcanzado el total proyectado
de 777 pozos, la afirmación de la Demandada de que el Proyecto carecía de suficientes objetivos
disponibles es poco convincente y, en cualquier caso, no hay pruebas que la sustenten. El Testigo
Lyons declaró que, a fines de 2006, quedaban por perforarse 825 laterales 147. También parece de
dominio público en ese momento que la vida útil del Proyecto Petrozuata no terminará en el año
2036, sino que la caída ocurrirá como pronto en el año 2027. Aunque la Demandada afirma que se
observó una producción sustancialmente inferior con anterioridad a la expropiación, las cifras pre-
sentadas no sustentan esta conclusión. Ninguno de los planes de negocios entre los años 2001 y
2006 mostraron una producción diaria significativamente inferior al máximo permitido de 120.000
BPD. Las notas internas de ConocoPhillips en las que se basa la Demandada para mostrar declina-
ciones importantes en la producción no son pertinentes, dado que el objeto de demostrar esas de-
clinaciones era también alertar acerca de la necesidad de pozos nuevos. Los informes semanales
presentados entre los años 2004 y 2007 muestran muchas variaciones en la productividad de los
pozos y una declinación en los años 2006 y 2007, pero no proporcionan información alguna acerca
de perforaciones futuras148. ¿Y cómo podría explicarse que la hoja de términos para la migración
propuesta por el Ministerio, presentada en el mes de agosto de 2006, sugiriera que Petrozuata “ya
no estará sujeta al límite de producción de 120 MBD” y que a la Empresa Mixta “se le autoriza a
ampliar su capacidad a 225 MBD, aproximadamente” (C-231, C-232, C-236)?
373. Por ejemplo, la Demandada se basa en una presentación de noviembre de 2006 a la Junta
Directiva de Petrozuata que refleja una tasa de declinación anualizada del 18%, aunque también
agrega que esto sería aplicable “si no se perforaran pozos en el año 2007”149. La Demandada
146
Cf. Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párrs. 16-29; Patiño, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre
de 2016, párr. 20.
147
Lyons, [3.a] Declaración Testimonial de Refutación, 14 de abril de 2010, párr. 11; TR-S, Audiencia de marzo de
2017, Día 11, pág. 1551:4-14. El Sr. Lyons se refirió a la lista proporcionada en el Plan de Largo Plazo de Petrozuata
de abril de 2006 (C-480).
148
Cf. Apéndices 102 (2004) y 103 (2005) de Figuera, R-279 (2006), R-280 (enero-junio de 2007).
149
Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párrs. 100-104, 109.
112
Caso CIADI No. ARB/07/30
también obtiene la misma declinación de una presentación del mes de noviembre de 2007, sin
embargo, nuevamente sujeta a la condición de que esta pérdida ocurriría “si el programa de perfo-
ración de pozos de 2007 no se aplicara oportunamente”150. En tanto no se hubiera alcanzado la
cantidad total de pozos que habían sido aprobados por todos los participantes, incluida la empresa
de la Demandada, PDVSA, no queda ningún argumento convincente en sustento de una caída o
declinación drástica en la producción. El Sr. Figuera también exagera cuando señala una caída en
la capacidad de producción del campo a 108.000 BPD. La diferencia de 12.000 BPD hasta el má-
ximo es igual a la producción de 15 pozos a 800 BPD cada uno, lo que corresponde aproximada-
mente a la cantidad promedio de pozos perforados anualmente en ese momento. Además, una ob-
servación más detallada del documento en el que se basan la Demandada151 y el Sr. Figuera152
demuestra que la supuesta declinación en la producción fue exclusivamente de carácter transitorio
en el año 2008, cuando las Demandantes ya no participaban en el Proyecto. En efecto, el informe
sobre Capacidad de Producción del Campo Petrozuata del mes de junio de 2007 153 simplemente
advierte que la capacidad actual en el año 2008 era de 108.000 BPD y que se observaba una decli-
nación del campo. El documento posteriormente hace referencia a un programa de perforación
optimizada para la implementación de nuevos pozos (pág. 5) y advierte que la construcción de
macollas y pozos nuevos había sufrido un fuerte impacto como consecuencia de demoras contrac-
tuales, nuevas regulaciones ministeriales y restricciones en el flujo de caja ocasionadas por reduc-
ciones de la OPEP (pág. 7)154. El informe concluye que el impacto negativo del año 2008 no ocu-
rrirá en el año 2009 (pág. 8). Presenta un cronograma para el agregado de dos pozos al mes comen-
zando dentro de seis meses (es decir, a fines de 2008). El informe agrega a partir del año 2009 una
nueva producción de pozos de 10.560 BPD anuales dentro de cuatro años (pág. 10). Por lo tanto,
150
Ibídem, párrs. 102/103.
151
Ibídem, párr. 102.
152
Apéndice 3 de Figuera: Capacidad de Producción, Campo Petrozuata, junio de 2007.
153
Apéndice 3 de Figuera, al que se hace alusión en Figuera, Testimonio Directo, 20 de julio de 2009, párr. 23.
154
Véase también Informe Mensual Preliminar de Petrozuata de febrero de 2007, pág. 1 (LECG-156, pág. 37/pdf), que
observa que, para cumplir con las restricciones del Ministerio, el promedio mensual de producción de EHCO debía
reducirse a 95MB por día. Estas restricciones eran con frecuencia objeto de debate. En la reunión de la Junta Directiva
de fecha 7 de junio de 2006, las limitaciones impuestas por encima del promedio mensual de 120 MBPD se mencio-
naron como una desventaja en vista del aumento de la capacidad de los mejoradores a 145 MBPD o incluso a 165
MBPD (C-347, pág. 4/pdf). En el Acta de reunión de la Junta Directiva de fecha 13 de septiembre de 2006, se dejó
constancia de que el Sr. Figuera “manifestó que Petrozuata planteó desde el año pasado modificar la estrategia de
producción a fin de elevar la capacidad de producción a la Capacidad Máxima Demostrada (MDR) del Mejorador, en
lugar de mantener la capacidad condicionada a los 120 MBD autorizados por el MENPET, lo cual requería el segundo
taladro no autorizado en su oportunidad” (C-335, pág. 4/pdf). Esta afirmación confirma que la capacidad de diseño
máxima se basaba en instrucciones del Ministerio, aunque, en realidad, podía incrementarse, y que las perforaciones
adicionales estaban previstas y eran factibles, aunque no estaban autorizadas en esa oportunidad. En la siguiente
reunión de fecha 15 de noviembre de 2006, los “cortes de producción impuestos por el MENPET” fueron nuevamente
motivo de preocupación (C-336, pág. 3/pdf). El expediente del Tribunal contiene correspondencia mediante la cual se
implementaban estas reducciones desde el mes de septiembre de 2006 hasta el año 2007 (C-365-368, 370-372, 476).
Las Demandantes alegaron que estas limitaciones a la producción no habían sido compensadas por Maraven tal como
se había aceptado en el Convenio de fecha 10 de noviembre de 1995 (C-369; Réplica de las Demandantes, nota al pie
255).
113
Caso CIADI No. ARB/07/30
se había programado que la declinación ocurrida se compensaría con nuevos pozos, y ninguna de
las dificultades que habían tenido un impacto en la situación en el año 2008 guardaba relación
alguna con las características imperantes del Proyecto cuando los Convenios de Asociación llega-
ron a su fin.
374. La mayor parte de los argumentos de la Demandada en este sentido no solo se relacionan
con una situación ex ante, sino que se presentan a efectos de demostrar una declinación a largo
plazo del campo Petrozuata después del año 2009 y para el resto de su vida útil. Una afirmación
tal no puede prosperar porque deja totalmente de lado la consideración de acontecimientos y pro-
yecciones pertinentes para ese período futuro.
375. Las Demandantes proyectaron recuperar en Petrozuata 913,5 millones de barriles de EHCO
durante el período comprendido entre el mes de junio de 2007 y el año 2036. Las arrolladoras cifras
proyectadas con anterioridad a la expropiación muestran números claramente por encima de los
1.000 millones de barriles de Reservas de EHCO. El último documento disponible muestra 3.900
millones de barriles para el año 2010155. El Tribunal considera que no queda argumento alguno en
sustento de que el Proyecto no permitiría la recuperación de la cantidad de EHCO necesaria para
cumplir con la recuperación prevista de 913,5 millones de barriles (menos los volúmenes de petró-
leo mezclado). Además, si la Demandada considera que esta última cantidad no puede alcanzarse
a lo largo de la vida útil del Proyecto y que, por consiguiente, la cifra de 2010 de 3.900 millones
no era correcta, le correspondía aportar la prueba pertinente a la que tiene fácil acceso. Se ha pedido
a la Demandada en reiteradas oportunidades que proporcione los planes de negocios pertinentes u
otros documentos que ofrezcan una percepción de la operación real en el proyecto. No ha estado
dispuesta a hacer lo que se la invitó a hacer. No ha argumentado que se tratara de una tarea impo-
sible de realizar.
376. Las Demandantes no han aportado cifras anuales en sus escritos. Estas fueron aportadas
posteriormente en sus tablas de producción presentadas el 20 de marzo de 2017 donde se explicó
que las cifras anuales fueron copiadas por sus peritos del MEC-Modelo Económico Compuesto de
2006 (MEC) (LECG-085), aunque expresadas mediante cifras más precisas en una Valuación Plena
del mes de diciembre de 2006 (CLEX-86). Las cifras proporcionadas en estos dos documentos
coinciden en su mayor parte y sustentan una tasa de producción promedio de 118.200 BPD desde
el comienzo del período posterior a la expropiación, con las excepciones de los años de paradas y
sin contar el petróleo mezclado informado como vendido durante las paradas.
155
Ministerio Popular de Energía y Petróleo, Petróleo y Otros Datos Estadísticos 2009-2010, pág. 71.
114
Caso CIADI No. ARB/07/30
377. Aunque parece plausible que aquellos pozos que muestran una declinación “hiperbólica”
produzcan un total de petróleo superior a los pozos que muestran una declinación “exponencial”156,
no es necesario que el Tribunal abra un debate en este sentido. En primer lugar, la prueba presen-
tada no permite al Tribunal identificar qué pozo corresponde a una u otra categoría, y esto – si fuera
posible – tampoco permitiría una extrapolación razonable a la totalidad de los pozos que operan en
los campos. En segundo lugar, si esta distinción fuera tan importante como se alega, uno esperaría
hallar una cantidad respetable de indicios en la documentación del Proyecto presentada al Tribunal.
Pero no es así. Por lo tanto, el Tribunal debe concluir que la Demandada no halló sustento adicional
para esta teoría en los archivos del Proyecto o que, de todos modos, no la consideró relevante para
el Tribunal.
379. El Testigo Lyons declaró que la declinación de los pozos tenía un motivo distinto de aquel
que resulta de una simple observación del rendimiento de los pozos. Recordó que el Proyecto Pe-
trozuata había perforado principalmente pozos multilaterales que eran mucho más productivos que
los pozos con una única pared lateral. Cuando las Demandantes habían dejado el Proyecto, PDVSA
decidió cambiar de estrategia y concentrarse solamente en la perforación de pozos con una única
pared lateral. Con estos pozos, la recuperación última de petróleo fue mucho menor (alrededor del
20 al 30 por ciento)157.
380. El Sr. Patiño no llega tan lejos. Su análisis se centra en la observación de una fuerte decli-
nación en la producción de los pozos, aunque no analiza en detalle la posibilidad de mejora en la
producción mediante un aumento en la perforación de pozos nuevos, nuevas perforaciones, reem-
plazo y reparación de pozos existentes. Sin esta otra parte de la visión general de cifras netas de
producción, las conclusiones resultantes son incompletas y no pueden identificar las cantidades de
EHCO recuperable en los sitios de los proyectos. Cuando, con ocasión de la Audiencia de febrero
de 2017, se le preguntó al Sr. Patiño si efectivamente cotejó su trabajo con los objetivos de pozos
156
El Sr. Patiño reconoció que el cambio de un enfoque a otro ocasionaría una caída de su tasa de declinación del 22%
al 17,3% para los pozos en producción al 1 de enero de 2009; cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de
2016, párrs. 42-44.
157
TR-S, Audiencia de 2010, Día 4, págs. 1072:12-1074:2; Día 5, págs. 1310:8-1313:9; Segunda Declaración Testi-
monial, 30 de octubre de 2009, párrs. 10, 11, 13, 24, 30; Cuarta Declaración Testimonial, 16 de mayo de 2014, párr.
21; Quinta Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párrs. 43-48.
115
Caso CIADI No. ARB/07/30
en los modelos posteriores a la expropiación con las nuevas empresas, respondió al Tribunal que
no lo verificó158, agregando que solicitarlos “no era parte de mi función”159. Confirmó además que
los Proyectos debieran o deben contar con estas listas160. Asimismo, no existía ningún modelo
dinámico del yacimiento161. El Testigo Figuera mencionó la existencia de un “Plan Estratégico”162;
sin embargo, nunca se ha presentado ese plan al Tribunal163.
381. El Sr. Patiño no cumplió con una ecuación fundamental plasmada en un documento que
había presentado al Tribunal:
Durante todos los años del proyecto, habrá desarrollos de pozos nuevos y/o recompletacio-
nes de pozos existentes a efectos de compensar la declinación de la producción164. [Traduc-
ción del Tribunal]
Esta fórmula prevista en un documento relativo a Hamaca, desde luego, es igualmente aplicable a
Petrozuata165. El Sr. Patiño no determinó la cantidad de pozos nuevos necesarios (manteniendo, en
cambio, el máximo de 757 pozos proyectados desde el comienzo mismo del Proyecto Petrozuata)
y mantuvo también la misma cantidad de pozos nuevos que se perforarían en los años 2009 a 2020
tal como se proyectó en ese mismo momento, sin agregar ningún pozo nuevo desde el año 2021
para los 15 años restantes del Proyecto, aunque debe haber tenido conocimiento de que la declina-
ción de los pozos que observaba requería necesariamente que se perforaran y se reemplazaran más
158
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, pág. 1027:1-5.
159
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, pág. 1025:7-11.
160
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1024:9-1025:4.
161
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1098:18-1102:22(Patiño), págs. 1182:16-1183:16, 1191: 2-7
(Strickland). Sin embargo, el Sr. Patiño declaró también que, antes de la expropiación, el Proyecto Hamaca utilizaba
un Modelo Dinámico de Yacimiento para su producción (TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 914:15-
915:7). Declaró que, después de la expropiación, PetroPiar utilizó un modelo geológico con el que pudieron establecer
objetivos de perforación adicionales a efectos de mantener el potencial de producción (ibídem, pág. 919:22-920:6). El
Sr. Patiño aceptó también que, cuando existía un Modelo Dinámico actualizado, no tenía sentido utilizar curvas de
declinación simples para pronosticar la producción (ibídem, pág. 914:15-915:2).
162
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1465:7-1466:3.
163
Los peritos de la Demandada no solicitaron que se les proporcionara el plan; TR-S, Audiencia de marzo de 2017,
Día 12, págs. 1928:14-1929:3 (Flores).
164
Apéndice 7 de Patiño, Petrolera Ameriven S.A., Proyecto Hamaca, Plan de Desarrollo Upstream: 190.000 BOPD,
Faja de Crudo Extrapesado del Orinoco, Venezuela, Borrador, 3 de diciembre de 1999, pág. 125, que observa además
que, con relación a los riesgos y los parámetros de los proyectos, siempre era necesario garantizar que la cantidad de
pozos fuera tal que fuera posible producir 190.000 BPD (pág. 246) y que podría existir un amortiguador para permitir
que el campo produzca más de 190 MBOPSD en caso de escasez (pág. 247).
165
La Presentación del Sr. Figuera sobre Retos de Explotación de Petrozuata en el año 2006 enumeraba uno de los
retos operacionales: “Mantener la capacidad de producción para alimentar el Mejorador a la Capacidad Máxima De-
mostrada (MDR)” (C-324).
116
Caso CIADI No. ARB/07/30
pozos que los que había planeado. En otras palabras, el Sr. Patiño no cumplió con el objetivo de
compensar la declinación de la producción166.
382. La inconsistencia del enfoque del Sr. Patiño con las características del Proyecto también
puede demostrarse al considerar la opción adoptada al comienzo mismo de los Proyectos en lo que
respecta a la tasa de declinación. El Sr. Figuera declaró que esta tasa era del 20% para Petrozuata167.
Si esta había sido la tasa inicial para la declinación de los pozos del Proyecto, ¿por qué en ese
momento nadie consideró el cierre del proyecto poco tiempo después del año 2007 cuando el Sr.
Patiño proyectó sobre la base de una tasa idéntica o similar una creciente escasez de producción de
EHCO a partir del año 2009168?
383. La metodología del Sr. Patiño demuestra que, consideradas en una mayor escala de infor-
mación disponible, que incluya una selección más representativa de pozos y un supuesto realista
de objetivos disponibles, las conclusiones a las que se puede arribar a partir de su método no pueden
demostrar una declinación neta de la producción de petróleo en tal medida que no se alcanzaran las
proyecciones de producción vigentes en ese momento. Esta demostración debería incluir ambas
caras de la moneda, la declinación efectiva, por una parte, y la imposibilidad de prever pozos nue-
vos, reemplazados y reparados suficientes, por la otra169. Más importante aún es la utilización que
hace el Sr. Patiño de las cantidades de EHCO necesarias para la producción y las ventas reales más
limitadas de CCO desde el año 2009, a la vez que admitía que, en realidad, se disponía de mayores
cantidades de EHCO y que estas habrían permitido soportar la producción de crudo sintético me-
jorado en la medida exigida por las proyecciones adoptadas por los participantes de los Convenios
de Asociación. Una selección de las cifras consideradas por el Sr. Patiño puede ilustrar sus cálculos:
166
Cf. Strickland, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1195:7-1197:4.
167
Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 29.
168
Cf. Apéndice 81 de Patiño, Producción.
169
Cf. Testigo Lyons, Segunda Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 36; TR-S, Audiencia de marzo
de 2017, Día 11, págs. 1491:14-1495:20. Explicó la interacción entre la declinación y la perforación de pozos nuevos,
agregando que la perforación real de pozos nuevos algunas veces se demoraba cuando la plataforma estaba siendo
utilizada en otro sitio y, por lo tanto, no estaba disponible sobre la marcha.
117
Caso CIADI No. ARB/07/30
384. Desde el año 2016, cuando no contaba con cifras reales para el CCO disponible, el Sr.
Patiño seleccionó las cifras para el Potencial de Producción de EHCO menos el 10% para determi-
nar la Producción de EHCO para el Mejorador y, de allí (x0,8621), el CCO. Aquí se seleccionan
cuatro años a modo de ejemplo. En realidad, al observar esta tabla, los resultados de su estudio de
170
Apéndice 81 de Patiño, Producción.
171
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 116; Apéndice 81 de Patiño, Producción. Estas
cifras se calculan nuevamente partiendo de los volúmenes de CCO mencionados en el Informe de Experto Consolidado
del Sr. Patiño, 17 de octubre de 2016, párr. 116 (con un factor de rendimiento de 0,8621); para el período 2009-2013,
las cifras de BPD se han copiado del Tercer Testimonio Suplementario del Sr. Figuera, 15 de agosto de 2014, tabla 4,
párr. 87, con base en el Apéndice 81.
172
Todas las cifras correspondientes al período 2009-2015 se copiaron del Informe de Experto Consolidado, 17 de
octubre de 2016, párr. 116, donde el Sr. Patiño explica que las tomó del Tercer Testimonio Suplementario del Sr.
Figuera de fecha 15 de agosto de 2014, tabla 4 (párr. 87), donde se hace referencia al Apéndice 81. Esto es correcto
para los años 2009-2013. Sin embargo, el Sr. Patiño no advirtió que el Sr. Figuera actualizó su documentación y
presentó un nuevo conjunto de facturas en su Apéndice 108, tomando nota adicional de los resultados en su Cuarto
Informe Suplementario Directo de fecha 7 de enero de 2015, tabla 2, párr. 20, cuyas cifras de producción de EHCO se
han copiado en la Evaluación de Producción presentada por la Demandada el 2 de junio de 2017.
173
Estas cantidades representan el 76,67% del petróleo mezclado vendido según la información presentada por la
Demandada con ocasión de la Audiencia de marzo de 2017 y también receptada en la Evaluación de Producción de
Petrozuata, pág. 1 (para las cantidades de MMB).
174
El Sr. Patiño también proporciona las cifras “al principio de cada año”, que son algo diferentes y menos adecuadas
a los fines comparativos. Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 116; Apéndice 81 de
Patiño, Producción.
175
Las cifras fueron redondeadas por el Sr. Patiño.
176
La cifra de BPD para el 1 de enero de 2009 es de 118.189. Esta cifra no ha sido verificada por el Sr. Patiño, aunque
se obtuvo del potencial de producción de 121.900 BPD según se identificó en el Testimonio del Sr. Figuera de fecha
20 de julio de 2009, párr. 30. Posteriormente, el Sr. Patiño procedió a introducir algunos ajustes menores, que derivaron
en la cifra de 118.200 BPD; cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 21; Informe de Experto,
18 de agosto de 2014, párr. 141.
118
Caso CIADI No. ARB/07/30
385. Desde que se estableció el nuevo modelo operativo de producción en el año 2009, el sumi-
nistro de EHCO servía a dos productos de venta diferentes, esto es, petróleo mejorado o petróleo
mezclado (DCO o Merey 16). Para los años 2009 a 2015, el Sr. Patiño admite que había más can-
tidades de EHCO disponibles (columnas 2/3) que las cantidades de EHCO suministradas al mejo-
rador (cf. columnas 4/5). Se muestra el extremo para el año 2010, cuando se da cuenta de una
producción de EHCO de 120.984 BPD, mientras que la disponibilidad del mejorador estaba limi-
tada a 69.021 BPD, después de que se hubiera establecido en 105.501 BPD el año anterior.
386. Cuando se consideran ambas líneas de producción, surge del total (columna 10) que, a partir
del año 2013, la cantidad de EHCO realmente utilizado (para CCO y mezcla) era superior al volu-
men que el Sr. Patiño aceptó como disponible para el potencial de producción de EHCO (columnas
2/3). Desde el año 2016, el Tribunal no cuenta con pruebas en el expediente de las cantidades de
petróleo mezclado producido y vendido. Cuando se toma la cantidad promedio anual de alrededor
de 21.000 BPD de EHCO utilizado para mezcla (columnas 8/9) como directriz, surge que, desde
el año 2017 hasta el año 2036, se encuentra claramente por encima (en muchos años por una can-
tidad de alrededor de 10.000 BPD) de la diferencia entre las cantidades que el Sr. Patiño identifica
como “potencial total de producción de ECHO” y “producción de EHCO al mejorador”177 . Esto
significa que las cifras de producción reales y proyectadas son superiores a lo que el Sr. Patiño
determinó como producción máxima de EHCO en Petrozuata.
387. Los volúmenes del Sr. Patiño para el potencial total de EHCO disponible en los proyectos
(columnas 2/3) siempre son superiores a los volúmenes reales extraídos por los pozos (columnas
4/5) a los fines de producción de CCO mejorado (columnas 6/7). Esto se aplica a dos períodos,
aquel comprendido entre los años 2009 y 2015, y el otro que cubre los años 2017 a 2036. Por lo
tanto, había más EHCO disponible que lo que resulta de las conclusiones del Sr. Patiño.
177
Véase Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 116; Apéndice 81 de Patiño, Producción.
119
Caso CIADI No. ARB/07/30
388. Lo que antecede queda confirmado cuando se consideran las cantidades estimadas de
EHCO utilizadas para la mezcla. Cuando se las agrega a los volúmenes utilizados para mejora-
miento, las cantidades resultantes (columna 10) son reveladoras desde dos perspectivas: (1) la can-
tidad agregada siempre es superior al EHCO abastecido para mejoramiento – mostrando así que el
EHCO que se lleva al mejorador se encuentra por debajo del EHCO disponible; y (2), más impor-
tante aún, esta cantidad se acerca a la capacidad de alimentación real del mejorador que mencionan
las Demandantes (118.000 BPD). La diferencia es de alrededor de 10.000 BPD, que es apenas un
poco más que 12 pozos nuevos que producen a un ritmo de 800 BPD.
389. Para su definición de pozos disponibles, el Sr. Patiño adopta un enfoque personal cuando
identifica las características de los pozos y su posible declinación, pero no procede de la misma
manera cuando se trata de determinar el potencial disponible para pozos nuevos y objetivos nuevos.
El Dr. Strickland ha observado con razón que una comparación con las cantidades de Reservas
Probadas certificadas habría proporcionado un panorama general respecto de la posibilidad de am-
pliar la perforación de pozos178. Efectivamente va más allá de la eficiencia comercial aceptar la
visión del Sr. Patiño de que, en alrededor de unos pocos años (2020) y quince años antes del fin
del Proyecto, no se perforará ningún pozo y que el EHCO abastecido al mejorador se encontrará
un 50% por debajo de su capacidad de diseño179.
390. En un análisis más detallado de los aspectos esenciales de los pozos nuevos que se perfora-
rían, el Tribunal observa que el Sr. Patiño proyectó 372 pozos adicionales desde el 1 de enero de
2009 (compuestos por 262 pozos nuevos, 68 pozos de reemplazo y 42 reentradas), cantidad que
difiere en un único pozo de los 373 pozos agregados al Proyecto según el testimonio del Sr. Fi-
guera180 cinco años antes. Además, en la misma tabla, el Sr. Patiño adoptó exactamente la misma
cantidad de pozos que se agregarían, año a año desde 2009 hasta 2019181. Para el año 2020, el Sr.
Patiño señaló 31 pozos nuevos, en tanto que el Sr. Figuera tenía 32. Para el Testigo Lyons, todavía
se perforarían pozos en el año 2024182.
391. Más sorprendentemente aún, el Sr. Patiño no prevé ningún pozo nuevo desde el año 2021,
aunque el Sr. Figuera, testigo de la Demandada, afirmó que el plan del Proyecto incluía 37, 48 y
25 pozos nuevos que se agregarían en el período comprendido entre los años 2021 y 2023. El
supuesto del Sr. Patiño es igualmente sorprendente si se lo compara con el Modelo Económico
Petrozuata para fines del año 2006 que preveía la perforación de entre 18 y 31 pozos por año desde
2022 a 2028, y, posteriormente, 41 en el año 2029 y 19 en 2030, terminando con 3 en cada uno de
178
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 39-44.
179
Cf. ibídem, 17 de octubre de 2016, párr. 116.
180
Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 29.
181
Ibídem, párr. 30.
182
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, pág. 626:16-20.
120
Caso CIADI No. ARB/07/30
los años 2031 y 2032183. El Sr. Patiño se opuso a la evaluación del Dr. Strickland de que existían
22 objetivos adicionales disponibles, afirmando que esto no tendría un impacto significativo184. La
opinión del Dr. Strickland185 habría merecido mayor atención, aún más en tanto alegó un aumento
similar de 18 millones de barriles durante la vida útil del Proyecto, lo que redunda en aproximada-
mente medio millón de barriles al año. En cualquier caso, las cantidades máximas de pozos pro-
yectados a futuro cumplen el propósito de planificar el trabajo y el presupuesto; no establecen
límites de manera que en el futuro no pueda perforarse ningún pozo más allá de esas cifras para
tener lleno el mejorador, si la economía lo permite186.
392. En síntesis, el Sr. Patiño se mantiene muy cerca de la evaluación original de actividades de
producción y perforación, utilizando cifras que son casi idénticas a aquellas presentadas a través
del testimonio del Sr. Figuera. Tal como explicara al Tribunal, se le impartieron instrucciones de
que utilizara los volúmenes de CCO para la venta hasta el año 2015 y calculara la cantidad de
EHCO que se necesitaba sobre esta base187; por lo tanto, identificó la producción de EHCO nece-
saria sobre la base del CCO histórico que se había vendido año tras año188. Este enfoque no incluye
considerar si el mejorador no podría producir más CCO tal como se hubiera hecho antes del año
2009. El Tribunal considera que la evaluación que hace el Sr. Patiño de la tasa de declinación de
los pozos no considera de manera suficiente el potencial de compensación mediante pozos nuevos
y el aumento de los trabajos de mantenimiento y reparación (al igual que el incremento relacionado
en los costos). Este punto solo se aborda marginalmente en el análisis de declinación del Sr. Pa-
tiño189.
393. Esta brecha en el análisis del Sr. Patiño aparece también cuando se comparan las estima-
ciones que el Sr. Figuera había presentado en su primer testimonio, donde la capacidad de produc-
ción inicial del Proyecto Petrozuata se estableció en 121,9 MMB190, cifra que el Sr. Patiño también
utiliza como base de referencia para sus propias proyecciones191. El Sr. Figuera utilizó una tasa de
declinación del 20%, en tanto que el Sr. Patiño utilizó la misma tasa o una tasa similar (con algunas
variaciones que no son pertinentes para la comparación que sigue). Sin embargo, sus cifras de
183
LECG-077, pág. 469/pdf.
184
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 111, 115, Apéndice 85.
185
Cf. ibídem, párrs. 108-110. Asimismo, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1114:18-1117:10.
186
Cf. Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1544:1-1547:13.
187
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, pág. 1011:19-1012:5.
188
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, pág. 1089:12-16.
189
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 106/107.
190
Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 30, pág. 19.
191
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 21, nota 33.
121
Caso CIADI No. ARB/07/30
producción de EHCO para el mejorador consideradas al cierre del ejercicio son notablemente di-
ferentes:
Comenzando en el año 2020, el último año en el que el Sr. Patiño prevé pozos nuevos, las cifras
de producción de EHCO del Sr. Figuera son cada vez mayores comparadas con aquellas del Sr.
Patiño, aunque la tasa de declinación del Sr. Figuera sea cercana a aquella utilizada por el Sr. Pa-
tiño. La explicación principal debe ser el cálculo de la producción de EHCO en los campos del Sr.
Patiño, que incluye su método para determinar los pozos en declinación y una consideración res-
tringida de la perforación de pozos nuevos.
394. La Demandada192 y sus peritos valuadores193 adoptan el enfoque y los resultados del método
e informe del Sr. Patiño, e incluyen en su presentación las cifras relativas al período histórico com-
prendido entre el 26 de junio de 2007 y fines del año 2008. Sus conclusiones son las siguientes:
192
Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 325. Las cifras correspondientes a los años 2007 y 2008 son
receptadas en la tabla ex ante, párr. 113.
193
Cf. Brailowsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 246-
249. Las cifras correspondientes a los años 2007 y 2008 son receptadas en la tabla ex ante, párr. 74.
122
Caso CIADI No. ARB/07/30
Sr. Patiño
2009-2036 460.950.000195 397.385.000196
395. Para concluir, el planteamiento de la Demandada, basado en el análisis del Sr. Patiño cen-
trado exclusivamente en las tasas de declinación, no puede ser aceptado por el Tribunal. No se han
aportado pruebas ante el Tribunal que den cuenta de que la producción en Petrozuata ha de limitarse
a cantidades significativamente inferiores a la capacidad de diseño del mejorador de 120.000 BPD,
que corresponde a 43.800.000 MMB. Para el período comprendido entre los años 2009 y 2015, las
cifras proporcionadas por el Sr. Figuera, combinadas con el EHCO que se requiere para la venta
de petróleo mezclado, confirman esta evaluación:
194
Testimonio, 20 de julio de 2009, párrs. 11/12. Las cifras citadas por la Demandada y sus peritos son apenas dife-
rentes para el año 2007.
195
Esta cifra se convirtió en 474.753.000 en la última actualización del Sr. Patiño conforme al Apéndice 90. Sin em-
bargo, afirmó que la diferencia era insignificante y no la utilizó en su Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre
de 2016, cf. párrs. 44, 116, ni tampoco utilizó las cifras que componían este monto final. La Demandada y sus peritos
valuadores tampoco han adaptado sus cifras a esta última versión.
196
Tal como se observara supra con respecto a las cifras del Sr. Patiño sobre el CCO vendido entre los años 2009 y
2015 (columnas 6/7), se copiaron del Tercer Testimonio Suplementario del Sr. Figuera, 15 de agosto de 2014, párr.
87, tabla 4 y Apéndice 81 adjunto, sin observar que el Sr. Figuera había actualizado su información en su Cuarto
Testimonio Suplementario y el Apéndice 108 adjunto. La Demandada y sus peritos valuadores han utilizado las cifras
del Sr. Patiño, por lo cual sus cifras también son incorrectas, al igual que cualquier cálculo ulterior basado en ellas.
123
Caso CIADI No. ARB/07/30
Estos datos demuestran que la cantidad de EHCO que se requiere para producir el EHCO necesario
para el mejoramiento y la venta de petróleo mezclado (en una proporción del 76,67%) es cercana
al máximo de la capacidad de diseño de 43.800.000 MMB para el abastecimiento de EHCO al
mejorador. La cifra clave que debe utilizar el Tribunal es 43.070.000 MMB, que corresponde a los
118.000 BPD que las Demandantes confirman como capacidad de alimentación del campo Petro-
zuata.
396. En este punto, las cifras que deben utilizarse son aquellas relativas a la Capacidad de Pro-
ducción de EHCO. Tal como se mencionara supra, la Producción de EHCO que se requiere para
la Producción de CCO se señala con fines informativos, porque estas cantidades reflejan las elec-
ciones operativas que se adoptaron desde el año 2009, como consecuencia de lo cual la producción
de CCO se redujo de manera significativa en comparación con la situación anterior a ese cambio,
aunque se la complementó con la venta de petróleo mezclado199.
197
Evaluación de Producción de Petrozuata, pág. 1; Apéndice 109 de Figuera. El EHCO que se requiere para la pro-
ducción de las cantidades de CCO mencionadas en la tabla representa cifras inferiores a aquellas mencionadas en el
rubro EHCO Producido supra (columna 2). Tal como explicó el Sr. Figuera, el Proyecto producía más EHCO de las
cantidades de EHCO necesarias para el CCO que se producía, según sus cifras. Las cantidades de EHCO que se re-
querían se proporcionan en el Cuarto Testimonio Suplementario del Sr. Figuera, 7 de enero de 2015, y pueden calcu-
larse dividiendo las cifras de CCO Producido por el factor de rendimiento de 0,8621 (p. ej., 26.404.495 de CCO al
año: 0,8621 = 30.628.112 de EHCO).
198
Presentado por la Demandada con ocasión de la Audiencia de marzo de 2017; Evaluación de Producción de Petro-
zuata, pág. 1, que hace alusión a los Apéndices 110 y 112 de Figuera. El petróleo mezclado se compone de EHCO en
un 76,67% y de diluyente (Nafta o Mesa) en un 23,33%
199
La elección operativa mencionada supra es aceptada por la Demandada también en su impacto en los costos. Tal
como se estableciera en la Estimación de Costos para Petrozuata de la Demandada presentada ante el Tribunal el 2 de
junio de 2017, en el escenario “contrafáctico”, la producción de EHCO habría sido inferior a lo que fue en realidad, ya
que solo se habría producido el EHCO que podía mejorarse. Por lo tanto, la Demandada ha diferido los costos relativos
a la perforación de pozos nuevos de modo que la capacidad de producción sea proporcional a la capacidad que se
requiere para la producción del EHCO necesario para las ventas reales de CCO (pág. 14). En otras palabras, se perfo-
raron más pozos nuevos a los fines de extraer suficiente EHCO para satisfacer la necesidad de mejoramiento a CCO y
de proporcionar la porción de 76,67% del petróleo mezclado. Esto significa también que más volúmenes de EHCO
124
Caso CIADI No. ARB/07/30
397. Para obtener los volúmenes aproximados de EHCO que habrían estado disponibles cuando
no se permitía la mezcla, la cantidad de EHCO que se requería para la producción correspondiente
de CCO vendido (teniendo en cuenta el factor de rendimiento) debe sumarse a la porción de EHCO
del 76,67% en el petróleo mezclado200. Tal como se mostrara en la tabla supra, las cantidades así
alcanzadas (columna 8) son comparables con aquellas de las que el Sr. Figuera da cuenta como
“EHCO Producido” en general (columna 2). Por lo tanto, las cantidades aproximadas de 39.500.000
MMB y 108.000 BPD pueden considerarse cifras reales de producción de EHCO experimentadas
anualmente entre 2009 y 2015201.
398. Estas cantidades resultan algo superiores cuando se incluyen también los resultados de pro-
ducción de EHCO durante los 18 meses desde la expropiación hasta finales del año 2008, cuando
se produjo un total de 60.929.932 MMB, lo que corresponde a un promedio de 111.288 BPD. En
proporciones adecuadas, esto permite arribar a la conclusión de que, en el período comprendido
desde la expropiación hasta fines del año 2015, se ha producido una cantidad promedio real de
40.000.000 MMB al año, que corresponde a 110.000 BPD.
399. Los supuestos del Sr. Patiño sobre las tasas de declinación desde el año 2016 no pueden
servir de proyección para la evaluación por parte del Tribunal del desarrollo más probable del
Proyecto si la expropiación no hubiese tenido lugar. El Tribunal no cuenta con pruebas en el expe-
diente que aborden la cuestión específica de los volúmenes disponibles para la producción de
EHCO provenientes de los campos durante el período que se extiende hasta el final de la vida útil
del Proyecto. Las cifras de las Reservas, tal como se afirmara supra, no impactan de manera nega-
tiva en las perspectivas de producción suficiente correspondientes a los volúmenes proyectados
sobre la base de los Convenios de Asociación. La producción real de EHCO para los años 2009 a
2015 de 39.500.000 MMB y las cantidades por encima de esta cifra que representan las ventas
realizadas con anterioridad al año 2009 cuando la producción de CCO se combinaba con la venta
de petróleo mezclado indican objetivos, aunque sujetos a mejoras mediante aumentos en los es-
fuerzos de perforación y mantenimiento, que las pruebas que obran en el expediente del Tribunal
no han demostrado que fueran inalcanzables.
hayan estado y estuvieran aún disponibles cuando se perforaban además pozos nuevos, más de lo que ha confirmado
el Sr. Patiño en el marco del presente procedimiento.
Las cifras resultantes son comparables con las cifras que mostró el Sr. Figuera como “EHCO Producido”. Sin
200
embargo, se encuentran muy por debajo de la Capacidad de Producción de EHCO de la que diera cuenta el Sr. Patiño.
201
El Tribunal observa que la Demandada también argumentó que, con base en el programa del Sr. Patiño, la cantidad
de EHCO utilizada para la mezcla desde el 1 de enero de 2009 “se asume que permanece en el subsuelo hasta que sea
necesario para la producción de CCO”, y que , por tanto, “el mayor número de pozos efectivamente perforados en el
período histórico se reduce (con lo cual se reducen los costos históricos), ya que el exceso de producción de EHCO no
habría sido necesario”, (Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 317 in fine). Toda la teoría respecto del
EHCO almacenado en forma subterránea a los fines de la posterior producción de CCO carece de fundamento real,
aunque si se admitiera, tal como sugiere la Demandada, habría más pozos disponibles que los perforados realmente,
compensándose así cualquier declinación aun sin que se perforen pozos nuevos. Las conclusiones del Sr. Patiño serían
entonces irrelevantes incluso para la Demandada.
125
Caso CIADI No. ARB/07/30
400. La producción de EHCO de 118.000 BPD que alegaron las Demandantes202 corresponde a
43.070.000 MMB. Estos volúmenes se encuentran apenas por encima de las cifras reales para el
período comprendido entre los años 2009 y 2015 (39.500.000 MMB) y la cantidad promedio real
de 40.000.000 MMB para el momento posterior a la expropiación en los años 2007 a 2015. El
Tribunal no encuentra pruebas ni argumentos convincentes que le impidan considerar estas cifras
para la producción de EHCO en Petrozuata si los Convenios de Asociación y la operación que
tenían a las Demandantes como socias se hubiesen mantenido en vigencia. Se trata de cifras están-
dares basadas en la capacidad de producción de los campos. Deberán revisarse teniendo en cuenta
la capacidad de producción del mejorador.
401. El Proyecto Hamaca se planificó para un campo de producción delimitado a partir del cual
producir EHCO. El campo contaba con un área principal (denominada “H” por el Bloque Huyapari)
y un área de reserva al sur (conocida como “M” por el Bloque Maquiritare), que se cedió con
anterioridad a la nacionalización. La limitación principal en Hamaca – y la fuente principal de
disenso entre las Partes – es la capacidad del mejorador de procesar EHCO en la producción de
CCO. Esta cuestión se analizará en mayor detalle infra (E).
402. Las Demandantes afirman que el perfil de producción utilizado por sus peritos para el Pro-
yecto Hamaca redunda en la recuperación de aproximadamente 1.864 millones de barriles de
EHCO desde el mes de junio de 2007 hasta el año 2037, lo que corresponde a un nivel de produc-
ción promedio de EHCO de aproximadamente 175.000 BPD. Ese perfil se toma del propio Modelo
Económico del Proyecto Hamaca (elaborado por Petrolera Ameriven), según su última actualiza-
ción en el mes de octubre de 2006 (LECG-129).
403. Este perfil de producción de petróleo es consistente con otros datos que muestran la pro-
ducción prevista proveniente del campo Hamaca. (1) En el mes de febrero de 2007, un equipo de
ConocoPhillips calculó Reservas por 1.960 millones de barriles (LECG-111, pág. 9/pdf). Recien-
temente, PDVSA informó que las Reservas Probadas ascendían a 4.600 millones de barriles
(CLEX-090, pág. 39). (2) El Plan de Negocios Hamaca de 2005 contiene proyecciones de produc-
ción futura de petróleo que son consistentes con las cifras utilizadas por los peritos de las Deman-
dantes (LECG-122/112). (3) El Modelo Económico ConocoPhillips, en su última versión presen-
tada a fines del año 2006, proyectó la recuperación de 1.894 millones de barriles de EHCO durante
202
Memorial de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 120; Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado,
17 de noviembre de 2016, párr. 50.
126
Caso CIADI No. ARB/07/30
la vida del Proyecto (LECG-085), cantidad que posteriormente se ajustó a 1.864 millones de barri-
les203.
404. Las Demandantes recuerdan que, en la primera fase del presente caso, Venezuela recurrió
a una proyección de producción para Hamaca que estimaba la recuperación de 1.672 millones de
barriles de EHCO desde la fecha de la expropiación hasta la finalización del plazo del Proyecto204.
Esta proyección se basaba en gran medida en el mismo perfil de EHCO utilizado por los peritos de
las Demandantes, aunque con una reducción del OSF del mejorador Hamaca. En la etapa posterior
sobre la cuantía, Venezuela utilizó una proyección más pesimista que prevé la recuperación de
solamente 1.051 millones de barriles de EHCO desde el mes de junio de 2007 hasta la finalización
del Proyecto205. Esta proyección se construye sobre la base de un OSF aún más inconsistente para
el mejorador Hamaca ahora pronosticado por el Sr. Figuera.
405. La proyección de producción futura de EHCO de Venezuela también se extrae del modelo
teórico del Sr. Patiño. El Sr. Patiño introdujo en su modelo la afirmación del Sr. Figuera de que el
mejorador Hamaca logrará un OSF de solo 72,85% para el resto del plazo del Proyecto. En conse-
cuencia, el Sr. Patiño restringe de manera artificial la producción de EHCO, de modo que el modelo
nunca pueda reportar una cifra de producción de más de 143.432 BPD de EHCO206. El límite que
el Sr. Patiño introdujo en su modelo impide que el mejorador opere alguna vez más allá de la
previsión de OSF del Sr. Figuera. Por consiguiente, las cifras de producción en virtud de este mo-
delo siempre serán incorrectas. Los volúmenes de producción de EHCO del Sr. Patiño para el pe-
ríodo histórico (2009-2015) se desvían sustancialmente no solo del escenario contrafáctico de las
Demandantes, sino también de la producción real con posterioridad a la expropiación. Nuevamente,
el Sr. Patiño ignora lo que ha ocurrido realmente en el Proyecto. Esto puede demostrarse al com-
parar el límite superior del Sr. Patiño respecto de la producción de petróleo sintético con la pro-
ducción real de crudo sintético informada en años anteriores, según PDVSA. El enfoque del Sr.
Patiño contrasta claramente con la utilización que hacen los peritos de las Demandantes de los
planes de negocios consensuados del Proyecto, tal como confirman las cifras de Reservas Probadas
del Proyecto tanto con anterioridad como con posterioridad a la expropiación. Además, el perfil de
producción del Sr. Patiño para Hamaca está sujeto a los mismos errores graves que su análisis de
Petrozuata, con la excepción de los pozos multilaterales que no han sido utilizados ampliamente
en Hamaca.
406. La estimación que realiza el Sr. Patiño de la producción prevista también se basa en una
tasa de declinación del campo. El Dr. Strickland sostiene que se utilizaron los datos equivocados,
203
Escrito Post-Audiencia de 2017 de las Demandantes, párr. 35.
204
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 83.
205
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 259.
206
Apéndice 84 de Patiño, Métrica de Campo.
127
Caso CIADI No. ARB/07/30
y que nuevamente se mezclan pozos que tienen tasas exponenciales (constantes) y pozos que tienen
tasas hiperbólicas (siempre descendentes). El Sr. Patiño utiliza un total de solo 55 pozos. Obtiene
una única tasa de declinación exponencial del 24% anual, que posteriormente aplica de manera
mecánica a todos los más de 800 pozos en existencia y futuros en el campo durante el período
comprendido entre los años 2009 y 2037. El Sr. Patiño ha reconocido parcialmente su error y pro-
porcionado un análisis nuevo en su Informe Consolidado, que adopta un enfoque híbrido que deriva
en una tasa de declinación excesiva del 18,7%207. El Dr. Strickland demuestra que la tasa de decli-
nación del Sr. Patiño se contradice con el historial de producción real del Proyecto. El Sr. Patiño
subestima la producción prevista en Hamaca en aproximadamente 695 millones de barriles durante
el resto del plazo del Proyecto. Una vez más, el Sr. Patiño intenta justificar su deficiente análisis
haciendo referencia a algunos documentos del Proyecto, que, sin embargo, no reflejan las proyec-
ciones de producción a largo plazo para el campo.
407. El Sr. Patiño también reduce la producción artificialmente adoptando criterios restrictivos
y poco realistas para los objetivos de pozos. El Sr. Patiño descarta objetivos de pozos viables,
privando así al Proyecto de millones de barriles de producción. Tal como reconociera el Sr. Patiño,
el Proyecto posterior a la expropiación en realidad ha perforado pozos que él no incluyó en su
proyección de producción. El Dr. Strickland explicó que los errores del Sr. Patiño conducen en su
conjunto a subestimar la producción en Hamaca en más de 706 millones de barriles de EHCO.
Cuando se corrigen esos errores, su modelo da cuenta de volúmenes de producción consistentes
con aquellos utilizados por los peritos de las Demandantes.
408. Para concluir con los temas relativos al upstream, las Demandantes afirman lo siguiente:
(a) que sus peritos se basan en las proyecciones anteriores a la expropiación más conservadoras del
Proyecto, cuya factibilidad queda confirmada por las cifras de Reservas Probadas anteriores a la
expropiación del Ministerio, de PDVSA y de ConocoPhillips; (b) que los argumentos de Venezuela
de que la productividad de los campos es decreciente se contradicen con las cifras de Reservas
Probadas, que han aumentado desde la expropiación; y (c) que el Sr. Patiño utiliza una metodología
inadecuada. Cuando se corrigen los muchos errores, su modelo arroja resultados para la producción
futura de petróleo en Hamaca que son consistentes con el argumento de las Demandantes.
2. La Posición de la Demandada
409. La Demandada observa que había signos en Hamaca que suscitaban dudas respecto de la
capacidad del campo de cumplir con los requerimientos de EHCO en el mejorador durante la tota-
lidad del plazo del Proyecto. La cantidad total de pozos que se requerían en el campo aumentaron
en los planes de negocios de 739 en el año 2004 a 1047 en el 2005 y a 1389 en el año 2006; y se
anticiparon 635 pozos hasta el año 2015, según el plan de negocios de 2006, en comparación con
207
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 136/137.
128
Caso CIADI No. ARB/07/30
los 527 pozos previstos para el mismo período en el plan de negocios de 2005. El plan de negocios
de 2006 dejaba en claro que el Proyecto se quedaría sin objetivos de pozos en el año 2031 y que,
desde ese momento, la producción disminuiría (LECG-122/112).
410. Los pozos en el Proyecto Hamaca experimentaron una alta tasa de declinación. Cuando el
Sr. Figuera asumió su cargo de Presidente de Petrolera Ameriven en el mes de junio de 2006 fue
informado por el Sr. Steinar Vaage, colaborador de ConocoPhillips y Gerente General del Proyecto,
de que el Proyecto operaba con una declinación del 2% mensual, que se correspondía con una
declinación en la capacidad de producción de 50 a 60.000 BPD al año208. En síntesis, sobre una
base ex ante al 26 de junio de 2007, la Demandada estima que se habría producido un total de 1.671
millones de barriles de EHCO209 utilizando técnicas de producción en frío y que se habrían proce-
sado esos volúmenes de EHCO para producir 1.576 millones de barriles de CCO.
412. En este sentido, la Demandada se basa en el estudio del Sr. Patiño. Las conclusiones del
perito respecto del campo Huyapari son las siguientes: (1) Al 1 de enero de 2009, el Proyecto
Hamaca había perforado, completado y conectado 325 pozos, 266 de los cuales estaban activos y
43 de los cuales estaban inactivos y requerían reparaciones menores, en tanto que los otros 16 pozos
no podían ser reparados. La producción posible de esos 309 pozos alcanzaba un total de 169,4
MBD. Además, existían 32 pozos perforados en el año 2008 aunque todavía no conectados para la
producción a comienzos del año 2009. Cuando se suman, el programa de capacidad de producción
alcanzaría un total de 201,2 MBD. (2) Suponiendo que estos 201,2 MBD se hubieran reducido a
fines del año 2009 a 177,7 MBD teniendo en cuenta los volúmenes de EHCO que se requerían para
las ventas de CCO alcanzadas durante ese año, no se habrían necesitado pozos nuevos. (3) Poste-
riormente, el Sr. Patiño agregó pozos nuevos a efectos de procurar que la capacidad de producción
total del campo fuera de alrededor del 110% del EHCO necesario para (a) las ventas de CCO que
se alcanzaron realmente en el período histórico; y (b) las ventas de CCO que se alcanzarían en el
208
Apéndice 74 de Figuera.
209
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 83.
210
Cf. Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 120.
129
Caso CIADI No. ARB/07/30
período de proyección asumiendo un OSF a largo plazo del 72,85%. Después del año 2024, no
había objetivos de pozos nuevos, y, de ahí en adelante, la capacidad de producción será insuficiente
para soportar los requerimientos de EHCO para la producción de CCO incluso a un OSF del
72,85%.
413. El programa de capacidad de producción del Sr. Patiño en Hamaca supone un total de 1.218
pozos. Esto representa 171 pozos más que la cantidad establecida en el Plan de Negocios de 2005
y 171-197 pozos menos que la cantidad establecida en el borrador del plan de negocios de 2006
(1.389) o en el modelo en el que se basan las Demandantes (1.415). El Sr. Patiño ha arribado a la
conclusión de que, durante toda la duración del Proyecto, se produciría un total de 1.269 millones
de barriles de EHCO usando técnicas de producción en frío, alrededor de 800 millones de barriles
menos que los volúmenes de producción que las Demandantes afirman se producirán.
211
Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 9.
212
Fueron motivo de preocupación en la Reunión de la Junta Directiva del 16 de noviembre de 2006 (C-343, pág. 2).
213
Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 119.
214
Apéndice 74 de Figuera.
215
C-344, Apéndice 25 de Figuera, pág. 5. La Junta advirtió, asimismo, una tasa de producción actual de 185.000 BPD
de EHCO, cercana al máximo de diseño.
130
Caso CIADI No. ARB/07/30
cantidades de pozos que debían perforarse216. Por el contrario, la no perforación de pozos genera
una caída en la producción de todos los pozos217. El Testigo Lyons explicó que todos entendieron
que el supuesto general para Petrozuata y Hamaca era tener lleno el mejorador218. El Testigo Fi-
guera estuvo de acuerdo con este requisito219; era el supuesto clave220. El Sr. Patiño no incluyó este
objetivo importante en su metodología.
415. El Tribunal no puede aceptar el hecho de que Sr. Patiño se base en el muy bajo factor OSF
(72,85%) del mejorador alegado por el Sr- Figuera, como consecuencia del cual solo una cantidad
reducida de EHCO puede ser incorporada en el mejorador y extraída de los campos221. El Sr. Patiño
no analizó, desde ningún punto de vista, el factor de recuperación real aplicable al mejorador Ha-
maca.
416. El Tribunal tampoco puede aceptar las proyecciones del Sr. Patiño en cuanto al EHCO
proveniente de los campos, por cuanto este supone que los volúmenes de EHCO requeridos para
las ventas de CCO desde 2009 habrían mermado y, como consecuencia, no se habrían necesitado
nuevos pozos. De hecho, esta caída en la producción de EHCO adecuada para obtener CCO no
tiene nada en común con la operación planificada en virtud del Convenio de Asociación, que no
contemplaba la producción regular de petróleo mezclado. Al Tribunal también le resulta difícil
comprender la supuesta declinación, según la Demandada, en el campo de Hamaca, cuando el pro-
grama del Sr. Patiño consideró un total de 1.218 pozos, más de 170 pozos menos que los 1.389
previstos ya en el plan de negocios de 2006222. En cualquier caso, el Sr. Patiño se citó como perito,
y no como testigo.
417. Ante la influencia de factores externos tales como el OSF o la menor producción de CCO
mediante su propia metodología, los supuestos del Sr. Patiño no ayudan al Tribunal a tomar una
decisión. De nuevo, la tasa de declinación del Sr. Patiño se basa en una pequeña muestra de pozos
que luego corrigió en respuesta a las críticas del Dr. Strickland. Tampoco comparó sus resultados
con el historial de producción real del Proyecto.
216
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 879:13-880:24.
217
Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 7, pág. 439:10-14.
218
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1452:2-6.
219
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1453:7-12.
220
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1461:20-22.
221
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 121/122, en el que se señaló que el OSF a largo
plazo del 72,85% que proyectó el Sr. Figuera “[se basó] en el desempeño histórico del mejorador desde que fue comi-
sionado hasta el 2015” (nota 199). El Sr. Patiño no investigó si esto era correcto.
222
Véase, también, Presentación a la Junta del Presupuesto 2007, Apéndice 75 de Figuera.
131
Caso CIADI No. ARB/07/30
223
Apéndice 84 de Patiño, Producción.
224
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 193; Apéndice 84 de Patiño, Producción. Estas
cifras se calculan nuevamente partiendo de los volúmenes de CCO mencionados en el Informe de Experto Consolidado
del Sr. Patiño, 17 de octubre de 2016, párr. 193 (con un factor de rendimiento de 0,947); para el período 2009-2013,
las cifras de CCO se han copiado del Tercer Testimonio Suplementario del Sr. Figuera, 15 de agosto de 2014, párr. 8,
sobre la base del Apéndice 42.
225
Todas las cifras correspondientes al período 2009-2015 se copiaron del Informe de Experto Consolidado, 17 de
octubre de 2016, párr. 193, donde el Sr. Patiño explica que las tomó del Tercer Testimonio Suplementario del Sr.
Figuera de fecha 15 de agosto de 2014, tabla 1 (párr. 8), donde se hace referencia al Apéndice 84. Esto es correcto para
los años 2009-2013. Sin embargo, el Sr. Patiño no advirtió que el Sr. Figuera actualizó su documentación y presentó
un nuevo conjunto de facturas en su Apéndice 106, tomando nota adicional de los resultados en su Cuarto Testimonio
Suplementario de fecha 7 de enero de 2015, tabla 1, párr. 19, cuyas cifras de producción de EHCO se han copiado en
la evaluación de la Producción presentada por la Demandada el 2 de junio de 2017.
226
Estas cantidades representan el 76,67% del petróleo mezclado vendido según la información presentada por la
Demandada en la Audiencia de marzo de 2017 y también receptada en la Evaluación de Producción de Hamaca, pág.
15.
227
El Sr. Patiño también proporciona las cifras “al principio del año”, que son algo diferentes y menos apropiadas a
los fines comparativos. Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 193; Apéndice 84 de Patiño,
Producción.
228
Las cifras fueron redondeadas por el Sr. Patiño.
229
Esta cifra no fue verificada por el Sr. Patiño, quien advirtió que, el 1 de enero de 2009, cuando comenzó su programa
de capacidad de producción, esta capacidad del campo ascendía a 201,2 MBPD; cf. Informe de Experto Consolidado,
17 de octubre de 2016, párr. 124; Informe de Experto, 18 de agosto de 2014, párr. 141.
132
Caso CIADI No. ARB/07/30
419. Desde 2016 en adelante, cuando no contaba con cifras reales de CCO, el Sr. Patiño selec-
cionó las cifras de Potencial de Producción de EHCO menos el 10% para calcular la Producción
de EHCO para el Mejorador y, a partir de allí (x0,947), el CCO. Aquí se toman cuatro años a modo
de ejemplo. De hecho, si observamos la tabla, los resultados de su estudio de declinación impactan
verdaderamente en la producción de EHCO en Hamaca recién a partir de 2025, con otra caída más
en 2027.
420. Dado que esto se realizó para Petrozuata, aunque sin incurrir en largas repeticiones, las
cifras resultantes del estudio del Sr. Patiño y la comparación con las cifras relativas a la producción
de petróleo mezclado ameritan los siguientes comentarios.
421. Los volúmenes que propone el Sr. Patiño con respecto al EHCO potencial total disponible
en los proyectos (columna 2/3) son siempre superiores a los volúmenes reales extraídos por los
pozos con el fin de producir CCO mejorado (columna 4/5). Esto corresponde a dos períodos: 2009-
2015 y 2017-2036. Por lo tanto, había más EHCO disponible de lo que resulta de las conclusiones
del Sr. Patiño.
422. Si se consideran también las cantidades aproximadas de EHCO que se utilizarán para mez-
cla y se las agrega a los volúmenes empleados para mejoramiento, las cifras resultantes son intere-
santes desde dos puntos de vista: (1) la cantidad agregada es siempre superior al EHCO provisto
para mejoramiento, lo que demuestra que el EHCO que se incorpora al mejorador es inferior al
EHCO disponible; y (2) hay una diferencia de alrededor de 38.650 BPD en relación con la capaci-
dad de alimentación del mejorador (190.000 BPD). Para compensar esa diferencia, se requeriría
una amplia actividad de perforación (correspondiente a unos 45 pozos que procesen a un ritmo de
800 BPD). El Testigo Figuera señaló que era posible incrementar el índice de producción por pozo
a una producción inicial de 1400 a 1600 BPD a corto plazo230.
423. Para su definición de los pozos disponibles, el Sr. Patiño identifica nuevamente las carac-
terísticas de los pozos y su potencial declinación, pero no procede a determinar el potencial dispo-
nible para nuevos pozos y nuevos objetivos. Solo analizó el 17% de los pozos operativos en el
230
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1554:5-21. Agregó que no tuvieron que preocuparse por el largo
plazo, ya que eso era tarea de Venezuela.
133
Caso CIADI No. ARB/07/30
proyecto, quizás porque los denominados pozos “erráticos” no pudieron utilizarse para esa
prueba231. Asimismo, seleccionó un requerimiento de arenas de 20 pies de espesor 232 que se con-
sideraron demasiado rígidas233. El Testigo Lyons comentó que, si se extrae menos de 20 pies, se
está dejando de lado mucho petróleo, es decir, se elimina petróleo que es obtenible234. La decisión
de PDVSA de exigir arenas de 20 pies de espesor fue una de las razones por las cuales se alegó que
los Proyectos no tenían objetivos235. Falta una comparación con las cantidades de Reservas Proba-
das certificadas. Llama la atención que, según la recomendación del Sr. Patiño, se dejen de perforar
pozos a partir de 2024, si bien queda tiempo hasta 2037 para aumentar la producción de EHCO.
424. Al analizar con mayor grado de detalle los puntos clave de nuevos pozos por perforar, el
Tribunal advierte que el Sr. Patiño proyectó 754 nuevos pozos desde el 1 de enero de 2009 236, cifra
que se encuentra en el rango de las proyecciones comerciales anteriores a la expropiación. En este
sentido, el Sr. Patiño se mantuvo muy fiel a su cálculo original de producción. De nuevo, el Tribu-
nal concluye que el cálculo de la tasa de declinación de los pozos no considera de manera suficiente
el potencial de compensación a través de nuevos pozos y el aumento de las tareas de mantenimiento
y reparación (así como el correspondiente aumento en los costos). Este elemento se contempla solo
marginalmente en el análisis de declinación del Sr. Patiño237. También se advirtió que una de las
principales causas de la declinación en la productividad de los pozos fue la política de PDVSA de
dar prioridad a los pozos con una única pared lateral. Para el Testigo Lyons, este cambio de estra-
tegia tuvo un efecto mayormente negativo en la productividad238. Esta circunstancia también torna
incierto el estudio del Sr. Patiño basado en la declinación de los pozos. De hecho, explica que, con
respecto a los pozos multilaterales, no es posible gestionar ni determinar con precisión la informa-
ción sobre las reservas restantes y el nivel de agotamiento por lateral239. Entonces, ¿cómo se puede
calcular la declinación de los pozos multilaterales?
425. El enfoque del Sr. Patiño no es prospectivo. En su Primer Informe, concluyó que “[c]on un
objetivo de capacidad de producción de 154,6 MBD, el campo Huyapari agota los objetivos en el
231
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 929:14-932:12, 1093:1-1097:4.
232
Cf. Patiño, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 62, 112-114.
233
Strickland, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 99-107.
234
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1551:9-1552:6.
235
Cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1549:5-7 (Figuera), pág. 1551:9-21 (Lyons).
236
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 155.
237
Ibídem, 17 de octubre de 2016, párrs. 106/107.
238
Segunda Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párrs. 10, 11, 13, 24, 30; Cuarta Declaración Testimonial,
16 de mayo de 2014, párr. 21; Quinta Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párrs. 43-48; TR-S, Audiencia
de 2010, Día 4, págs. 1072:12-1074:2; Día 5, págs. 1310:8-1313:9.
239
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 88. El Perito Brown objetó el supuesto del Sr. Patiño
(Segunda Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párrs. 11-13).
134
Caso CIADI No. ARB/07/30
año 2024”240. Suponiendo que esto fuera correcto, ¿por qué no sugirió buscar objetivos a partir de
2024? ¿Fue porque se centró en un “objetivo de capacidad de producción de 154,6 MBD”? Identi-
ficó 1.100 pozos por perforar durante la vida útil del campo. Pero también advirtió que se proyec-
taron cifras mayores: hasta 1.265 pozos productivos241. Esta cifra se puede encontrar en un Informe
de Ingeniería de ConocoPhillips de 2007, en el cual se identifican “nuevos productores” y se agre-
gan 124 nuevas perforaciones, con una cantidad total de 1.389 pozos perforados242 [Traducción del
Tribunal]. ¿Por qué no fue más previsor ante una capacidad de producción muy por debajo del
objetivo del Proyecto ya que el Sr. Figuera informó que, al momento de la migración, ConocoPhi-
llips había proyectado una capacidad de 200 MBD que consideró que, en realidad, se redujo a 186
MBD243? En el mismo informe, se identificaron 50 nuevos productores perforados por año desde
2024 hasta 2030. En opinión del Tribunal, el Sr. Patiño no fue más allá de la cifra de 154,6 MBD
porque se le solicitó
426. Otra de las severas limitaciones que adopta el Sr. Patiño consiste en bloquear el ingreso
diario de EHCO desde 2016 hasta el fin del proyecto en 143.432 BPD y conservar un objetivo de
157.775 BPD que incluye un margen del 10%245. Estas cifras representan una disponibilidad má-
xima. Según las Demandantes, la cifra de 143.432 BPD se obtiene tras aplicar un OSF del 72,85%
a partir de la capacidad de diseño de 190.000 BPD. Y el objetivo del Sr. Patiño de 157.775 BPD
está cerca de los 154,6 MBD que menciona como objetivo propuesto al comenzar su estudio. Esta
observación coincide con la presentación del Sr. Patiño de su metodología en la que señala que el
cálculo de un OSF del 72,85% del Sr. Figuera era parte de la información en la que se basó su
240
Informe de Experto, 18 de agosto de 2014, párr. 82. Según el Dr. Strickland, el Sr. Patiño tomó la producción real
de CCO y luego recalculó los volúmenes de EHCO que se habrían requerido para alcanzar esa producción (TR-S,
Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1109:6-1110:4).
241
Informe de Experto, 18 de agosto de 2014, párr. 49.
242
ConocoPhillips, Revisión del RCAT para Hamaca, Ingeniería, 7 de mayo de 2007, pág. 14/pdf (LECG-111). La
misma cifra se consideró en la Presentación de la Junta Directiva del 12 de septiembre de 2006 (Apéndice 75 de
Figuera). En ambos documentos, se señaló que dichas perforaciones se efectuarían hasta 2032 aproximadamente.
243
Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 47.
244
Informe de Experto, 18 de agosto de 2014, párr. 67. De hecho, la cifra de 154,6 MPD no se menciona en el Testi-
monio al que hace referencia el Sr. Patiño.
245
Cf. Apéndice 84 de Patiño, Producción, Mejorador, Métrica de Campo.
135
Caso CIADI No. ARB/07/30
estudio246. Si bien el Sr. Patiño no lo dice expresamente, la revisión de su dictamen sugiere que, de
hecho, comenzó su estudio partiendo de la hipótesis de una tasa máxima de OSF del 72,85% y
luego volvió a calcular las cantidades de pozos necesarios para garantizar la producción de EHCO
necesaria que se encontraba por debajo de la capacidad de diseño en más de un 27%247.
427. La Demandada248 y sus peritos valuadores249 adoptan el enfoque y los resultados del método
e informe del Sr. Patiño, e incluyen además en sus presentaciones sobre el perfil ex ante las cifras
relativas al período histórico comprendido entre el 26 de junio de 2007 y fines de 2008 250. Sus
conclusiones son las siguientes:
Sr. Patiño
2009-2037 961.622.000251 908.136.000252
246
Cf. Patiño, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 121, en el que se señaló también que “el
OSF es una consideración importante en el programa de capacidad producción de Hamaca” (nota al pie 199). El Sr.
Patiño utilizó este OSF para calcular los volúmenes de EHCO proyectados para el mejorador (párr. 122). La Deman-
dada, en su Escrito Final sobre la Cuantía, párr. 362, confirma que las conclusiones del Sr. Patiño se basaron en un
supuesto OSF del 72,85%. Fue parte de las instrucciones del Sr. Patiño: cf. Informe de Experto, 18 de agosto de 2014,
párr. 8; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 9, págs. 1010:18-1012:11 (Patiño), pág. 1110:5-16 (Strickland).
247
Este porcentaje se puede comparar con el 30% que la Demandada calcula como parte variable de los costos opera-
tivos (OPEX) y, por lo tanto, sujeta a la variación en la producción de EHCO. Cf. Estimación de Costos para Petrozuata,
págs. 14, 43/44, 48, 52/53, 56/57, y Hamaca, págs. 15, 55, 59/60, 64/65, 69/70, 74; Brailovsky/Flores, Informe de
Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 308, 315.
248
Cf. Escrito Final sobre la Cuantía de la Demandada, párr. 363; las cifras correspondientes a los años 2007 y 2008
se incluyen en la tabla ex ante, párr. 157.
249
Cf. Brailowsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 259; las
cifras correspondientes a los años 2007 y 2008 se incluyen en la tabla ex ante, párr. 74.
250
Se tomaron de Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párrs. 37-39; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 14,
págs. 2574:15-17, 2576:14-15, 2578:9-10, 2580:5-9 (Preziosi).
251
Esta cifra llegó a ser de 959.823 en la última actualización del Sr. Patiño conforme al Apéndice 89. Sin embargo,
señaló que la diferencia era insignificante y no la utilizó en su Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016,
párrs. 137, 193, como tampoco utilizó las cifras que componen este monto final. De igual modo, la Demandada y sus
peritos valuadores no adaptaron sus cifras a esta última versión.
252
Tal como se advirtiera supra en relación con las cifras del Sr. Patiño sobre CCO vendido entre 2009 y 2015 (co-
lumna 6/7), estas se copiaron del Tercer Testimonio Suplementario del Sr. Figuera, 15 de agosto de 2014, párr. 8, tabla
1 y Apéndice 42 adjunto, sin mencionar que el Sr. Figuera había actualizado esta información en su Cuarto Testimonio
Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 19, tabla 1 y Apéndice 106 adjunto. La Demandada y sus peritos valuadores
se basaron en las cifras del Sr. Patiño, por lo cual sus cifras también son incorrectas, al igual que cualquier cálculo
ulterior basado en ellas.
136
Caso CIADI No. ARB/07/30
2009-2015 EHCO Pro- CCO Produ- EHCO re- Facturas de Petróleo EHCO ne- Total de EHCO
ducido253 cido254 querido para CCO255 Mezclado cesario para utilizado para me-
CCO factu- Vendido256 mezcla joramiento y mez-
rado (76,67%) cla
(columnas 4 y 7)
2009 45.723.407 39.675.000 42.075.382 39.845.387 8.077.205 6.192.794 48.268.176
2010 53.540.415 49.459.910 52.236.706 49.468.161 0 0 52.236.706
2011 57.523.545 46.783.000 50.105.448 47.449.859 3.095.873 2.373.606 52.479.054
2012 60.903.301 26.782.000 26.625.256 25.214.117 34.208.123 26.227.368 52.852.624
2013 58.430.039 47.602.000 49.768.987 47.131.231 19.054.535 14.609.112 64.378.099
2014 56.553.345 53.190.000 55.919.208 52.955.490 4.667.865 3.578.852 59.498.060
2015 54.927.758 50.946.000 54.157.769 51.287.407 2.816.642 2.159.519 56.317.288
2016
Total 387.601.810 314.437.910 330.888.756 313.351.652 71.920.243 55.141.251 386.030.007
Promedio 55.371.687 44.919.701 47.269.822 44.764.522 10.274.320 7.877.322 55.147.144
por año
Por día, 151.703 123.068 122.506 122.643 28.149 21.582 151.088
BPD
1 2 3 4 5 6 7 8
429. A esta altura, las cifras que han de prevalecer son aquellas relativas a la Capacidad de Pro-
ducción de EHCO. Tal como se mencionara supra, la Producción de EHCO requerida para la Pro-
ducción de CCO se indica con fines informativos, ya que estas cantidades reflejan las decisiones
operativas adoptadas desde 2009, que ocasionaron una importante reducción en la producción de
CCO, a pesar de que se complementó con la venta de petróleo mezclado. Ninguna de las cifras de
EHCO requerido para CCO facturado (columna 4) se acerca a las cantidades introducidas en el
mejorador en la segunda mitad de 2007 (31.570.422 MMB) y 2008 (58.112.475 MMB). Por lo
253
Evaluación de Producción de Hamaca, pág. 15; Figuera, Cuarto Testimonio Suplementario, párr. 19. En los Estados
Financieros de PetroPiar correspondientes a los ejercicios 2009 a 2012, se pueden encontrar cifras similares, converti-
das en BPD (CLEX-094, pág. 210, 259/PDF).
254
Evaluación de Producción de Hamaca, pág. 15; Apéndice 107 de Figuera. El EHCO requerido para la producción
de las cantidades de CCO mencionadas en la tabla (columna 4) representa cifras inferiores a las mencionadas en el
rubro EHCO Producido supra (columna 2). Tal como explicó el Sr. Figuera, el Proyecto produjo más EHCO que las
cantidades de EHCO requeridas para el CCO producido, según sus cifras. Las cantidades de EHCO requeridas para el
mejoramiento a CCO se proporcionan en el Cuarto Testimonio Suplementario del Sr. Figuera. Estas se pueden calcular
dividiendo las cifras de CCO Producido (columna 3) por el factor de rendimiento de 0,947 (p. ej., 44.919.701 CCO
por año: 0,947 = 47.433.686 de EHCO).
255
Presentadas por la Demandada en la Audiencia de marzo de 2017, con correcciones para los años 2009 y 2010 en
el Anexo 7 de las Respuestas de la Demandada del 10 de julio de 2017.
256
Presentadas por la Demandada en la Audiencia de marzo de 2017; Evaluación de Producción de Hamaca, pág. 15,
en referencia a los Apéndices 110 y 111 de Figuera. El petróleo mezclado se compone de EHCO en un 76,67% y de
diluyente, mayormente nafta en un 23,33%.
137
Caso CIADI No. ARB/07/30
tanto, la caída que ocurrió en 2009 no fue debido al rendimiento del mejorador, el cual se encon-
traba bajo el control de PDVSA durante ese período de 2007/2008 y a partir de 2009.
430. Para obtener los volúmenes aproximados de EHCO que habrían estado disponibles si no se
hubiera permitido la mezcla, se deben sumar la cantidad de EHCO requerida para la producción
del correspondiente CCO vendido y la parte de EHCO del 76,67% en el petróleo mezclado257. Tal
como se muestra en la tabla supra, las cantidades obtenidas (columna 8) son similares o muy apro-
ximadas a las que el Sr. Figuera declaró como “Producción de EHCO” total (columna 2). Por ende,
se pueden mantener las cifras aproximadas de 55.200.000 MMB y 151.200 BPD como cifras de
producción anual real de EHCO entre 2009 y 2015.
431. Estas cifras aumentan levemente si se incluyen también los resultados de la producción de
EHCO tras los 18 meses transcurridos desde la expropiación hasta fines de 2008, cuando se produjo
un total de 89.682.897 MMB, a un promedio de 163.061 BPD. En proporciones adecuadas, esto
permite concluir que, en el período comprendido desde la expropiación hasta fines de 2015, se
produjo una cantidad promedio real de 56.000.000 MMB por año, que correspondía a 153.500
BPD.
432. Si tenemos en cuenta la capacidad de producción de EHCO que declaró el Sr. Patiño, sus
cifras son superiores a las requeridas para producir el CCO que se vendió en realidad durante los
años 2009 a 2015258. De hecho, calculó cifras de producción potencial real de EHCO de entre
57.977.405 MMB (159.866 BPD en 2015) y 68.950.690 MMB (188.906 BPD en 2009), a un pro-
medio anual de 60.225.626 MMB, que claramente superan las cifras citadas supra y extraídas de
las presentaciones del Sr. Figuera.
433. El Sr. Patiño no es un testigo de hecho que aporte pruebas relacionadas con estas cifras. No
obstante, la Demandada y sus peritos valuadores se basan en ellas. Las cifras del Sr. Figuera pro-
vienen de cifras reales que obtuvo tras observar miles de facturas e informes dirigidos al Ministerio
sobre la producción de EHCO. La diferencia está en el rango del 4%, que es insignificante si se
tienen en cuenta todos los demás factores que pueden afectar (de manera positiva o negativa) el
funcionamiento de una maquinaria tal como un mejorador.
434. Las Demandantes no proporcionaron cifras anuales en sus escritos. Recién las incluyeron
en las tablas sobre producción que presentaron el 20 de marzo de 2017, cuando explicaron que sus
peritos copiaron las cifras anuales del Modelo Económico Compuesto de ConocoPhillips de 2006
(MEC) (LECG-085), si bien las expresaron con montos más precisos en una Valuación Plena de
Las cifras resultantes son similares a las que presenta el Sr. Figuera como “EHCO Producido”. No obstante, están
257
muy por debajo de la Capacidad de Producción de EHCO que informó el Sr. Patiño.
258
De hecho, si observamos la tabla, los resultados de su estudio de declinación comienzan a tener un efecto importante
en la producción de EHCO en Hamaca recién a partir de 2024.
138
Caso CIADI No. ARB/07/30
diciembre de 2006 (CLEX-86). Las cifras suministradas en estos dos documentos concuerdan, en
su mayor parte, con una tasa de producción promedio de 175.000 BPD (correspondiente a un total
anual de 63.875.000 MMB), que adoptan las Demandantes y sus peritos259 desde el comienzo del
período posterior a la expropiación, con excepción de los años de parada y sin contar el petróleo
mezclado que se declaró vendido durante las paradas.
435. La producción de EHCO de 175.000 BPD que alegan al principio las Demandantes debe
reducirse en función de sus propias observaciones. Esta cifra se basó en un OSF del 92%, según
habían indicado las Demandantes. En vista del OSF del 91% adoptado posteriormente en el proce-
dimiento, esta cifra pasaría a ser 172.900 BPD y, por año, 63.108.500 MMB.
436. Estas cantidades se encuentran por encima de las cifras reales correspondientes al período
comprendido entre 2009 y 2015 (55.200.000 MMB, 151.200 BPD), pero son más cercanas al
monto promedio real durante el período posterior a la expropiación, es decir, 2007 a 2015
(56.000.000 MMB, 153.500 BPD). El Tribunal concluye que no hay prueba alguna ni argumentos
convincentes que le impidan considerar estas cifras en relación con la producción de EHCO en
Hamaca si se hubieran mantenido en vigencia los Convenios de Asociación con las Demandantes
como socias. Estas son cifras estándares basadas en la capacidad de producción de los campos, que
se deberán revisar en función de la capacidad de producción del mejorador.
437. Cabe agregar otra observación: el Sr. Patiño señala una declinación abrupta respecto de
Hamaca en los últimos diez años de la vida útil del Proyecto. La producción de EHCO cae desde
2025 y, tres años después, alcanza el nivel de la mitad de las cantidades recuperadas entre 2012 y
2024. Los peritos de las Demandantes advierten una caída en 2031260. Esto debe abordarse en de-
talle infra (F).
438. Pero antes, debe analizarse si la producción de EHCO disponible es susceptible de mejora-
miento.
1. Elementos Básicos
439. De acuerdo con las limitaciones aceptadas en los Convenios de Asociación, los Proyectos
Petrozuata y Hamaca se centraron en la producción de crudo sintético (CCO) a través de un proceso
de mejoramiento de crudo extrapesado (EHCO), con exclusión del mezclado que se combina con
otros petróleos y no se procesa a través de un mejorador. Cada proyecto contaba con un mejorador
259
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 54.
260
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 54.
139
Caso CIADI No. ARB/07/30
disponible a tal fin, cada uno construido para ser capaz de procesar una determinada cantidad má-
xima de petróleo por día durante la vida de los Proyectos. En términos de EHCO, esta cantidad fue,
para Petrozuata, de 120.000 y, para Hamaca, de 190.000 barriles por día (BPD) aproximadamente.
440. El EHCO no es suministrado al mejorador en esa calidad. Dada su alta viscosidad, había
que diluirlo con nafta para poder procesarlo como el DCO de los pozos a través de una tubería
conectada con el mejorador. Es indiscutible que las respectivas cantidades de dicho EHCO mez-
clado o diluido estaban compuestas de EHCO sin diluir en el 76,67% y de nafta en el 23,33%. Al
llegar al mejorador, el EHCO original se separaba de la nafta; mientras que esta última se devolvía
a los campos, el EHCO remanente ingresaba al proceso de mejoramiento.
441. Para poder determinar la cantidad de CCO disponible para la venta, se calcula la capacidad
del mejorador en relación con la cantidad de EHCO que se puede introducir. La relación entre el
CCO resultante y el EHCO ingresante se determina mediante un “factor de rendimiento” que ex-
presa la cantidad de EHCO respecto del CCO resultante. Si este factor es del 94,7% o de 0,947
(como en el caso de Hamaca), un barril de EHCO equivale a 0,947 barriles de CCO. Por lo tanto,
el mejorador de Hamaca estaba diseñado para producir 179.600 BPD261 de CCO, en tanto que el
mejorador de Petrozuata estaba diseñado para producir 104.000 BPD (lo que arroja un factor de
rendimiento de 0,8621).
442. Dada la relación entre el EHCO y la nafta al mezclarse como DCO, la cantidad de EHCO
requerida para llenar el mejorador a la capacidad máxima representa una proporción del 76,67%
en relación con la cantidad de DCO proveniente de los campos. Así, un barril de DCO incluye
0,7667 barriles de EHCO que rinden 0,7261 barriles de CCO a un factor de rendimiento del 94,7%
(en el caso de Hamaca). Por lo tanto, si el mejorador tenía una capacidad de 190.000 BPD de
EHCO, tuvo un rendimiento inicial de 247.800 BPD de DCO (que incluía 57.800 BPD de dilu-
yente).
443. La capacidad máxima de producción de CCO no se definió en términos reales, sino como
una cantidad diseñada de EHCO que cada mejorador era capaz de procesar. La relación entre esta
capacidad óptima diseñada de CCO y la cantidad de CCO realmente tratada en un cierto momento
o, mejor dicho, durante un cierto período se expresa como el “factor de operación” (on-stream
factor u OSF). El OSF es una métrica que describe la eficiencia operacional de un mejorador o una
refinería262. Es una medición de la producción real de CCO en relación con la tasa de diseño para
261
Las cifras precisas de EHCO y capacidad de CCO del mejorador Hamaca son inciertas. Aquí suele citarse y utili-
zarse la cifra de 179.600 BPD para CCO. Dado el factor de rendimiento de 0,947, equivaldría a 189.600 BPD de EHCO
(cf. Earnest, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 10, 34, 56). Sin embargo, la capacidad de
EHCO es, por lo general, 190.000 BPD.
262
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párr. 214.
140
Caso CIADI No. ARB/07/30
la producción de CCO263. Refleja la relación entre la producción real de crudo sintético (CCO) y
la capacidad de diseño del mejorador. De hecho, el OSF es el número o porcentaje fundamental
que identifica la disponibilidad y capacidad de tratamiento del mejorador y, eventualmente, las
cantidades resultantes de CCO que pueden ponerse a la venta en el mercado. Así, en el caso de
Hamaca, el OSF es una medición de la producción real de CCO en relación con la tasa de diseño
para la producción de 179.600 BPD de CCO. Si el mejorador opera a un OSF del 91% (según
alegaron las Demandantes), cabe esperar que produzca 163.400 BPD de CCO (si recibe 189.600
BPD de EHCO, con un factor de rendimiento de 0,947). Si opera a un OSF del 84,26% o 73%
(ambas cifras utilizadas por la Demandada), producirá 151.331 o 131.100 BPD de CCO, respecti-
vamente. Desde otra perspectiva, pero, de nuevo, en lo que respecta al mejorador Hamaca, se puede
afirmar que mientras que un OSF del 100% representa 179.600 BPD de CCO, un OSF del 1%
equivale a 1.796 BPD. Esto también significa que una parada del mejorador se puede medir no solo
en días, sino además en función de sus efectos en el OSF. Una pérdida de 1.796 BPD equivale a
una reducción del 1% del OSF. Esto explica, asimismo, el hecho de que el OSF se utilice como
expresión de un porcentaje de tiempo que una refinería opera a su capacidad de diseño264.
444. En ocasiones, el OSF se utiliza de manera diferente, como factor basado en el volumen real
de EHCO ingresante. Se ha observado, de hecho, que el OSF puede calcularse, en principio, me-
diante cualquiera de las cifras de producción de EHCO o CCO265. Con respecto al EHCO, el OSF
se puede utilizar para expresar la cantidad de EHCO suministrado al mejorador. Por ende, de nuevo,
en el caso de Hamaca, si suponemos que el mejorador opera a un OSF del 91% (tal como alegaron
las Demandantes), esto puede significar que recibe una producción de EHCO de 172.900 BPD que
luego se mejora a 163.736 BPD de CCO (con el mismo factor de rendimiento de 0,947). En la
hipótesis de un OSF del 84,26% o 73% (ambas cifras utilizadas por la Demandada), el mejorador
producirá 151.331 o 131.100 BPD de CCO, respectivamente, lo que puede implicar que el sumi-
nistro de EHCO se limite a 159.800 o a 138.437 BPD (de nuevo, utilizando el factor de rendimiento
de 0,947).
445. En síntesis, el OSF puede interpretarse de dos maneras: (1) expresa una disminución en las
capacidades de rendimiento del mejorador, que produce CCO por debajo de su capacidad de di-
seño266; o (2) el OSF disminuye debido a una reducción en las cantidades de EHCO provenientes
de los campos, lo cual también tiende a reducir los volúmenes de CCO por debajo de su capacidad
263
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 117, nota 229.
264
Cf. Memorial sobre la Cuantía de las Demandantes, 19 de mayo de 2014, párr. 143.
265
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párr. 246, nota 391.
266
El Sr. Earnest expresa esta opción al hacer referencia a una pérdida de capacidad operativa en el mejorador Hamaca;
cf. Evaluación Técnica del Rendimiento del Mejorador Hamaca y Petrozuata, 13 de octubre de 2014, párr. 11; Informe
de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 55. Sin embargo, esta opción no elimina per se la otra que
considera la tendencia descendente del rendimiento del OSF como una disminución en el volumen de EHCO suminis-
trado.
141
Caso CIADI No. ARB/07/30
de diseño. Otro factor para el que no se aportaron pruebas sobre cantidades tiene que ver con el
procesamiento de EHCO entregado a los mejoradores de Petrozuata y Hamaca desde otros proyec-
tos en los campos de Orinoco267.
446. Las Demandantes explican que, en su tercer año de operación comercial en 2004, el mejo-
rador Petrozuata alcanzó un OSF de aproximadamente 97% que las Demandantes describen como
“World-class” (“mejorador de primera”). El mejorador siguió siendo “el mejor de su clase” hasta
el año 2007, debido a un recorte en la producción de EHCO como consecuencia de una limitación
de la OPEP aplicable en el año 2007268. En ese entonces, el mejorador se encontraba bajo el control
de la unión transitoria de empresas Petrozuata. Desde la expropiación, su operación y manteni-
miento han estado exclusivamente en manos de PDVSA.
447. Las Demandantes observan que Venezuela alega que, con posterioridad a la expropiación,
PDVSA afrontó problemas operacionales que redujeron el OSF del mejorador Petrozuata. Con una
excepción, se dice que todos estos problemas surgieron en el año 2009, mucho después de que las
Demandantes se fueran de Venezuela. El Sr. Earnest concluye que los problemas en los que pre-
tende fundarse Venezuela tienen que ver, en realidad, con el mal manejo técnico del mejorador por
parte de PDVSA. No se pueden atribuir esas deficiencias a las Demandantes.
448. Venezuela reconoce de manera tácita que el rendimiento inferior del mejorador se debe, al
menos en parte, a las propias fallas técnicas de PDVSA. Las Demandantes advirtieron que el Sr.
Figuera atribuye el tiempo de inactividad del mejorador en los años 2014 y 2015 a “fallas en los
equipos y errores operativos”269 [Traducción del Tribunal]. En el año 2013, se produjo una inte-
rrupción en la unidad de coque retardada “debido a un error del operador”, y el Sr. Figuera explicó
que este incidente causó un cierre del mejorador por 45 días y una reducción resultante del 12,3%
del OSF del mejorador para el año 2013270. El Sr. Earnest señaló que nadie se imaginaría que, por
este motivo, una organización administrada de manera competente podría realizar una parada de
45 días271. Los inspectores del Gobierno informaron en el año 2015 acerca de un grave deterioro
de las instalaciones de mejoramiento bajo la gestión de PDVSA y advirtieron la negligencia de
267
Cf. Figuera, Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 22; Earnest, Informe de Experto Consoli-
dado, 17 de octubre de 2016, párr. 66.
268
Cf. Figuera, Segundo Testimonio Suplementario, 17 de mayo de 2010, párr. 17; TR-S, Audiencia de febrero de
2017, Día 8, págs. 641:21-642:24, 650:4-651:21.
269
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párr. 219, en referencia a una declaración del Sr. Figuera ante
el Tribunal de Arbitraje de la CCI.
270
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 95.
271
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 136.
142
Caso CIADI No. ARB/07/30
PDVSA en su manejo de los Proyectos de la Faja Petrolífera del Orinoco (C-649). Las deficiencias
de PDVSA no pueden imputarse debidamente a las Demandantes en el escenario contrafáctico.
449. En cuanto a la capacidad de producción más controvertida del mejorador Hamaca, las De-
mandantes reiteran que sus peritos adoptaron un enfoque conservador. Se basaron en la cifra de
producción promedio de Hamaca de 175.000 BPD de EHCO durante los últimos años del plazo
contractual. Este nivel de producción implica un OSF para el Mejorador Hamaca de aproximada-
mente 91%272. Esa cifra de OSF coincide con la expectativa de todos los participantes del Proyecto
(incluso PDVSA) con anterioridad a la expropiación, tal como surge del Plan General de Negocios
de 2005 para el Proyecto Hamaca (C-341, pág. 39) y del Modelo Económico del Proyecto de 2006
(LECG-129). El Sr. Earnest concluye que esta proyección del OSF es razonable y alcanzable273.
450. Los Estudios de Confiabilidad, Disponibilidad y Mantenibilidad (RAM, por sus siglas en
inglés) encomendados por los socios del Proyecto previeron un OSF promedio a largo plazo de un
84-93%. La Junta Directiva del Proyecto Hamaca evaluó el RAM IV y los informes que lo prece-
dieron, y concluyó que había un rango de entre 85% y 95% (C-344,470).
451. El rendimiento real del mejorador en el período previo a la expropiación confirma la con-
clusión de los socios del Proyecto de que se alcanzaría, de manera razonable, un OSF del 91% a
largo plazo. En 2005, el primer año completo de operación comercial, se alcanzó un OSF del 89%.
En 2006, el OSF promedió 91% en los primeros cinco meses de ese año 274. En consecuencia, los
socios del Proyecto concluyeron que el OSF del mejorador seguiría subiendo en años posteriores,
tal como reflejan los sucesivos Planes de Negocios del Proyecto correspondientes a los años 2005
y 2006275. El Plan de 2005, el último aprobado por la Junta de Hamaca276 antes de la expropiación,
demuestra que las partes esperaban que el OSF ascendiera al 94,8% en 2007 y se mantuviera en
tasas superiores al 90%, salvo en los años de parada277.
272
En el Memorial sobre la Cuantía de las Demandantes, 19 de mayo de 2014, párr. 144, esta cifra de producción
implica un OSF de aproximadamente 92%.
273
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 68-79.
274
En el mes de mayo de 2006, la Junta Directiva advirtió un OSF actual del 91-92%; C-344, Figuera, Apéndice 25.
275
C-341, C-346. El Testigo Figuera planteó dudas acerca de si los miembros de la Junta entendían el desafío que
aceptaron en el Plan de 2006, pero no estuvo presente en la reunión; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs.
1602:17-1603:6, 1604:7-9, 1605:8-15.
276
Se comentó que este Plan no se había aprobado formalmente debido a algunas incertidumbres en el año 2007 en
relación con el acceso al Área de Reserva y la cuestión de cuánto durarían los cortes de OPEC. Cf. Testigo Lyons, TR-
S, Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 457:16-458:6; Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1624:8-
1628:1.
277
Cf., también, Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1605:18-1607:8, 1610:16:1611:9,
quien señala un OSF real del 91,4% en 2005.
143
Caso CIADI No. ARB/07/30
452. Para garantizar este resultado, los socios del Proyecto acordaron un programa detallado de
inversiones de capital con el fin de aumentar y mantener el OSF del mejorador, según se refleja en
los extractos del presupuesto de Gastos de Capital (CAPEX) 2007-2008 del Proyecto (C-473).
También se contemplaron otros gastos correspondientes a años posteriores. Las expectativas de los
socios del Proyecto eran razonables y alcanzables. El Sr. Earnest concluyó que se esperaba que las
medidas de mejora presupuestadas produjeran un OSF a largo plazo de aproximadamente 91%-en
línea con la cifra adoptada en el Modelo Económico del Proyecto y el modelo de daños de la De-
mandantes.
453. Las Demandantes advierten que Venezuela insiste en fijar el OSF a largo plazo en el 72,85%
para los 21 años restantes del plazo del Proyecto. Esta cifra es la cifra más reciente que propuso el
Sr. Figuera y supuestamente se basa en el propio rendimiento de PDVSA en Hamaca con posterio-
ridad a la expropiación. En primer lugar, hay pruebas contundentes de que el manejo de los Pro-
yectos por parte de PDVSA después de la expropiación sufrió graves deficiencias que deben impu-
tarse a PDVSA, y no a las Demandantes en el escenario contrafáctico. En segundo lugar, el Sr.
Figuera hace referencia a cifras incorrectas. Declara un OSF del 87,63% para 2005, mientras que,
en el acta de una reunión de la Junta de Hamaca, se menciona un OSF a fin de año del 89% (C-
344, C-561, C-614). En tercer lugar, Venezuela admite que Hamaca estuvo eludiendo el mejorador
y vendiendo grandes cantidades de productos no mejorados desde 2009, lo cual reduce artificial-
mente el OSF. En este sentido, Venezuela no demostró que el mejorador fuese incapaz de procesar
esos volúmenes adicionales. En cuarto lugar, el OSF a largo plazo del 72,85% que propone Vene-
zuela no es creíble. Si fuese correcto, el mejorador permanecería fuera de línea el 30% del tiempo,
por cada uno de los próximos 20 años. Con respecto al mismo período, Venezuela alega que Pe-
troPiar gastará miles de millones de dólares en paradas por renovaciones, mantenimiento y perfec-
cionamiento del mejorador; dichas actividades tuvieron por objeto optimizar la integridad del me-
jorador, que debía alcanzar un OSF mayor (C-341, C-346). Esto se confirma en un Informe de la
compañía sobre la parada de 2009 (C-584). En síntesis, las pruebas brindan sustento a las expecta-
tivas de los socios de Hamaca de alcanzar un OSF a largo plazo del 91%. La cifra del 72,85% de
Venezuela es poco confiable e inverosímil.
454. Las Demandantes objetan, asimismo, el argumento principal de Venezuela acerca de las
deficiencias del mejorador, que guardan relación con el coquificador y los niveles de vibración allí
experimentados. El coquificador es la parte del mejorador que elimina los elementos más pesados
del EHCO para producir hidrocarburos más ligeros y valiosos. Los socios del Proyecto priorizaron
la resolución de este problema. Se confeccionó una lista de medidas correctivas (C-340, C-346).
El Sr. Figuera admitió que la vibración del coquificador no afectó la producción de crudo sintético
en Hamaca. No obstante, Venezuela asegura que la vibración del coquificador presenta un “riesgo
de falla catastrófica”278. Los peritos en cuantía de Venezuela adoptan una probabilidad compuesta
278
Dúplica de la Demandada sobre la Cuantía, 7 de enero de 2015, párr. 441.
144
Caso CIADI No. ARB/07/30
anual de destrucción del mejorador del 10%279. Esto reduce el valor del Proyecto en USD 2.000
millones (16%). Venezuela no ofrece justificación técnica para la cifra del 10%. Ninguna compañía
responsable seguiría operando un coquificador que, en realidad, representa un riesgo importante
para el entorno y sus trabajadores. Nueve años después de la expropiación, el problema sigue sin
resolverse. Recién en 2012, se encomendó a un tercero analizar el problema de la vibración (Che-
vron Energy Technology Company, CETC). El informe de CETC280 propuso una corrección de la
estructura del coquificador con el objeto de reducir las vibraciones estructurales de los tambores.
El Sr. Earnest está de acuerdo y considera que la medida, tal como se propuso, casi seguramente
logrará resolver el problema de vibración del coquificador. Sin embargo, PetroPiar no implementó
por completo la solución de CETC.
455. Las consecuencias económicas del problema del coquificador que sugiere Venezuela son
absurdas. Venezuela alega que PetroPiar invertirá miles de millones de dólares para mantener y
optimizar el mejorador. Si esto fuese cierto, sería más económico reemplazar el coquificador que,
según los cálculos del Sr. Figuera, cuesta USD 600 millones281. Las pérdidas sufridas durante el
reemplazo podrían evitarse mediante la venta de productos mezclados. En la audiencia ante la CCI,
los peritos de la Demandada admitieron que la probabilidad de falla de un coquificador no tiene
fundamento técnico.
456. La Demandada alega otros tantos problemas operativos que, en su opinión, reducen la efi-
cacia de las operaciones de PetroPiar y deberían reflejarse en la valuación relativa al Proyecto
Hamaca y su mejorador. Ninguno de estos problemas tiene un impacto específico en la valuación.
Así, la corrosión por ácido nafténico es un problema común en las refinerías y puede ser subsanado;
según el expediente, este problema se reconoció antes de la expropiación y se estaba resolviendo
(C-379). No existen pruebas de que los supuestos problemas de calidad que plantea el Sr. Figuera
con respecto al EHCO (en particular, una gravedad inferior) hubieran afectado la producción de
crudo sintético; el Sr. Earnest explica que Venezuela exageró bastante el impacto potencial de la
calidad del EHCO en los niveles de producción282. El supuesto derrumbe del tanque de almacena-
miento 12 en 2011 se debió a un incendio ocasionado por un error de un operador; eso es respon-
sabilidad de PDVSA, y todas las pérdidas resultantes habrían estado cubiertas por la póliza de
seguro de PetroPiar.
279
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, para 261.
280
Figuera, Apéndice 72.
281
Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 52; Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 43.
282
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 140.
145
Caso CIADI No. ARB/07/30
3. La Posición de la Demandada
457. La Demandada recuerda que el mejorador Hamaca se encargó en el mes de octubre de 2004,
con un rendimiento de diseño de 247.000 BPD de petróleo crudo diluido (DCO), que comprendía
aproximadamente 190.000 BPD de EHCO y 57.000 BPD de diluyente, y una capacidad de produc-
ción de diseño de unos 179.600 BPD de CCO. El plazo del Proyecto culminaría en el mes de agosto
de 2037. El rendimiento del mejorador fue la principal preocupación en Hamaca. Se realizaron
varios estudios de Confiabilidad, Disponibilidad y Mantenibilidad (“RAM”) que finalmente de-
mostraron que el mejorador tendría un OSF a largo plazo de alrededor de 84%, cifra muy por
debajo del OSF mayor del 91% incluido en el plan de negocios.
458. La Demandada demostró que el perfil de producción de CCO para el Proyecto Hamaca que
utilizaron las Demandantes es infundado debido a las rigurosas limitaciones en el mejorador del
Proyecto. La evolución del OSF en Hamaca indica que, a medida que aparecía información nueva,
disminuían las perspectivas de rendimiento a largo plazo del mejorador. El OSF a largo plazo apro-
ximado para el mejorador Hamaca mermó en cada uno de los cuatro estudios RAM que se enco-
mendaron en el período comprendido entre los años 1999 y 2006.
459. RAM I283 se emitió en el mes de junio de 1999 y concluyó, en función de la información
limitada disponible en ese entonces, que el mejorador podría alcanzar el objetivo original de un
OSF del 93%. RAM II284 se preparó en 2002 (cuando la ingeniería detallada del mejorador estaba
casi terminada) y señaló una mayor frecuencia de fallas en los intercambiadores de calor, las co-
lumnas y la alimentación eléctrica, como así también fallas de otros componentes no considerados
en el estudio RAM I. El OSF a largo plazo que se previó en RAM II fue del 86,4%, y se advirtió
que era imposible alcanzar el nivel de disponibilidad previsto del 93%. RAM III285 se emitió en el
mes de noviembre de 2003, cuando la construcción del mejorador se encontraba casi al 60%. Este
estudio fue realizado por una empresa distinta de la que llevó a cabo RAM II, pero que, sin em-
bargo, utilizó una metodología similar. Concluyó que el OSF a largo plazo era del 85,37% y con-
firmó también la imposibilidad de alcanzar el OSF previsto del 93%. RAM IV286 se realizó en 2006
cuando el mejorador ya se encontraba construido y había estado en funcionamiento por más de un
año. Este estudio contempló un total de 1.354 componentes y se basó en datos reales de las bases
de datos de Petrolera Ameriven. Tomó en cuenta las modificaciones que se efectuaron durante la
construcción y se basó, además, en estudios de confiabilidad que luego fueron divulgados. RAM IV
concluyó que el OSF a largo plazo sería del 84,38%, pero que, según la naturaleza de futuras me-
joras que se realizaran, el OSF promedio ascendería a un 86,32% o 87,87%. Así, había un potencial
283
Figuera, Apéndice 19.
284
Figuera, Apéndice 20.
285
Figuera, Apéndice 21.
286
Figuera, Apéndice 9.
146
Caso CIADI No. ARB/07/30
de mejora del 3,4%. RAM IV también explicó que las fallas upstream podrían tener como efecto
la reducción del OSF al 82,35%. Por lo tanto, el rango de OSF posible oscilaba entre 84,38% en
un escenario “más representativo” y 87,87% según las “mejores prácticas”.
460. Las principales conclusiones que se pueden deducir de los estudios RAM son las siguientes:
(a) que el OSF proyectado caía de manera constante a medida que surgía información nueva; (b)
que RAM II, III y IV no consideran que sea posible alcanzar el OSF a largo plazo previsto del 93%,
establecido al comienzo del Proyecto, ni el OSF del 91% que constituye la base de las proyecciones
de las Demandantes al 26 de junio de 2007; y (c) que los OSF para el escenario más representativo
establecido en RAM IV eran del 84,38% y del 86,32 después de las mejoras metalúrgicas, y se
reducían al 82,28% y al 84,22% al contemplar eventuales fallas upstream. Toda la información y
las conclusiones contenidas en los informes RAM justifican el uso de un OSF del 84,26% en el
análisis ex ante.
461. Las Demandantes procuraron restarle importancia a la tendencia que expusieron los infor-
mes RAM. El Sr. Earnest advirtió un cambio de metodología entre RAM I y II y RAM III, que fue
realizado por otra empresa. Para la Demandada, lo que resulta claro es que RAM III y RAM IV
estuvieron en manos de la misma empresa. Estos informes se realizaron en un lapso de dos años, y
el OSF estimado volvió a caer. La empresa que llevó a cabo RAM I y RAM II fue la misma que
estuvo a cargo del diseño y de la construcción del mejorador Hamaca. Es por eso que la caída del
OSF es aún más notoria. La única conclusión posible que puede deducirse de los informes RAM
es que el OSF a largo plazo proyectado siguió cayendo bastante respecto del OSF del 93% que se
consideró alcanzable en un principio.
462. Las Demandantes alegaron que el Proyecto preveía un OSF de 91% o más, sobre la base de
una versión incompleta del acta de la reunión de la Junta Directiva celebrada el 17 de noviembre
2005, en tanto que la versión completa del acta (basada en el original en español) refleja que “sería
un desafío para Ameriven durante los próximos años” alcanzar ese resultado. Junto con esta con-
dición, la Junta Directiva procedió sobre la base de un supuesto OSF “Mejor del Mundo” del 91,4%
en el plan de negocio de 2005. Con ocasión de la aludida reunión, los miembros del Comité Ope-
rativo de Petrolera Hamaca (OPCOM) reconocieron que el “escenario mejor del mundo” incluido
en el plan de negocios de 2005 era un “objetivo”. Señalaron que el OSF real ascendía al 84%.
463. El estudio RAM IV representa la mejor prueba de lo que se podía pretender razonablemente
del mejorador Hamaca a largo plazo. Los resultados de ese estudio—82,35% hasta la implementa-
ción de mejoras metalúrgicas durante la inminente parada en 2009 y, luego, 84,26%—reflejan la
realidad de que el mejorador Hamaca sufrió problemas severos. El OSF del 91% que utilizaron las
Demandantes es una mera aspiración.
147
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464. De hecho, en el mejorador Hamaca, excepto en 2005, el OSF nunca alcanzó siquiera el
nivel que se previó en RAM IV, menos aún el OSF de más del 91% que emplearon las Demandan-
tes. El OSF en el período comprendido entre los años 2005 y 2015, calculado ya sea a partir de la
producción o de la venta de CCO, redundó en un OSF promedio del 73,06% o 72,85%, respectiva-
mente.
465. Las Demandantes ignoran el rendimiento real en su valuación ex post y apuntan a diversos
“informes a disposición del público” para afirmar que el mejorador, en realidad, operó a un OSF
muy superior al que se refleja en la presentación de la Demandada. Según el Boletín Estadístico
Anual de OPEC de 2013, el mejorador Hamaca operó a una tasa de producción más alta de lo
previsto en 2006. Pero las cifras que se utilizaron en el Boletín se refieren a la tasa de suministro
de DCO, y no al contenido de EHCO del suministro de DCO. Las cifras que deberían compararse
con los 175.000 BPD de suministro de EHCO de las Demandantes son, aproximadamente, 146.000
BPD para 2010 y 141.000 BPD para 2011, ya que tales cifras representan el EHCO en el suministro
de DCO cuando la capacidad del mejorador es de 190.800 BPD de DCO y de 184.200 BPD de
DCO, respectivamente. La referencia de las Demandantes al producto del mejorador es otra tergi-
versación confusa. El producto es CCO, y no DCO o EHCO. En vista de las cifras del Boletín de
OPEC, la producción de CCO fue de aproximadamente 138.532 BPD en 2010 y 133.741 BPD en
2011.
466. El Sr. Lyons aludió a un artículo del mes de septiembre de 2012 (C-560) en el cual se dijo
que las instalaciones producirían 243.000 BPD, en comparación con los 180.000 BPD antes de la
parada. Estas cifras tienen que ver con el rendimiento del DCO, y no del EHCO o del CCO. Des-
pués de la extensa parada/PRAC en 2012, el OSF del mejorador en 2013 fue tan solo del 71,90%,
un poco menos que en 2011 (72,38%).
467. La Demandada señala que las Demandantes se equivocan al alegar que el propósito de las
paradas consiste en aumentar el OSF con el tiempo. Ese es otro de los misteriosos argumentos de
las Demandantes. El OSF fue del 72,85% durante el período de once años desde 2005 hasta 2015.
Las esperanzas de que las paradas por renovaciones y otras actividades importantes de manteni-
miento aumentaran el OSF, con inclusión de los enormes gastos requeridos, no dieron los resulta-
dos sostenidos. Entre otras, el Proyecto Hamaca incluyó importantes tareas de mantenimiento y
mejora con posterioridad a la nacionalización. En 2009, hubo una extensa parada que duró 65 días
y costó USD 223,7 millones; el OSF no mejoró. Como resultado del mal desempeño del mejorador
pese a la parada de 2009, se creó un equipo multidisciplinario que determinó que la capacidad de
procesamiento en el mejorador se limitó en 2010 a unos 145.000 BPD de EHCO. Luego, se prepa-
raron dos planes: el PRAC (Plan de Restauración de Activos Críticos) y el PREM (Plan de Restau-
ración de Equipos Mayores). El PREM estaba previsto para realizarse de forma anual desde 2012
hasta 2022. El PRAC se llevó a cabo en 2012 junto con la parada, por un costo total de USD 313,2
148
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millones. El primer PREM se realizó en 2012 y el segundo, en 2013. Sin embargo, el OSF en 2013
fue de tan solo el 72%.
468. En síntesis, el mejorador en el Proyecto Hamaca nunca pudo alcanzar un OSF del 91% a
largo plazo, y, aun después de tareas de mantenimiento principal, los aumentos de OSF fueron
efímeros. No hay motivos para concluir que, en un escenario “contrafáctico”, el OSF habría sido
superior al del período histórico. No existe prueba que permita afirmar que el mejorador Hamaca
habría tenido un rendimiento con un mejor OSF si una subsidiaria de ConocoPhillips hubiera per-
manecido en el Proyecto.
469. La Demandada observa, asimismo, que los estudios RAM se centraron en las limitaciones
mecánicas, pero hay otros factores importantes que tuvieron un efecto adverso en la producción de
CCO. RAM IV no tuvo en cuenta el hecho de que la carga de alimentación de EHCO podía variar
de manera significativa respecto de lo que se preveía. Poco después de la nacionalización, el Pro-
yecto Hamaca advirtió que el EHCO que se suministraba al mejorador tenía una gravedad API
aproximada de 7,7 grados, inferior a la gravedad API de 8,6 grados en la que se basó la alimenta-
ción de diseño. La gravedad API más baja tiene como correlato una menor concentración de com-
ponentes más livianos del petróleo y también una mayor viscosidad. Esto, a su vez, deriva en (i)
un porcentaje menor de EHCO en el DCO; y (ii) una menor tasa de conversión inherente de EHCO
a CCO (rendimiento) para el componente EHCO del DCO. Como resultado de ello, se podría pro-
ducir menos CCO en relación con las especificaciones de diseño. Al momento de la nacionaliza-
ción, se previó que la gravedad API del EHCO seguiría disminuyendo con el tiempo a unos 7,0
grados API.
470. La Demandada también observa que el EHCO en Hamaca tenía una composición química
menos favorable que la prevista, lo cual puede tener un impacto importante en el rendimiento del
mejorador y la calidad del CCO producido, con un consecuente impacto en el valor. Por ejemplo,
el contenido de metales corroe los catalizadores que son indispensables para los procedimientos de
mejoramiento. El aumento en los metales ocasionó un incremento en los costos debido a los reem-
plazos más frecuentes de catalizadores. El contenido alto de metales tiende a reducir el OSF todavía
más porque se requieren suspensiones con una duración más significativa para reemplazar los ca-
talizadores.
471. El Residuo de Carbón Conradson (CCR, por sus siglas en inglés) mide las propensiones de
formación de coque de un crudo. Mayores cantidades de CCR tienden a correlacionarse con la
existencia de volúmenes reducidos del CCO producido conforme a las especificaciones, porque se
producirán menos fracciones del CCO más ligero y de mayor valor. De manera similar, la Cantidad
Total de Ácidos (TAN, por sus siglas en inglés) es un indicador importante de las características
corrosivas del material en cuestión. Esto ocasiona problemas de corrosión para los clientes encar-
gados de la refinación final y afecta el precio del CCO de Hamaca. Las Demandantes y el Sr.
149
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Earnest han intentado minimizar el impacto del grave problema de corrosión, alegando que el Pro-
yecto se estaba ocupando de dicho problema mediante mejoras metalúrgicas. En una reunión del
Comité Operativo de Petrolera Hamaca, celebrada el 8 de febrero de 2006, se señaló que no pudo
realizarse una debida inspección de corrosión en el mejorador antes de la primera parada por reno-
vaciones, debido a la dificultad para localizar los problemas de corrosión. Las Demandantes alu-
dieron a la reunión del 22 de febrero de 2007 de la Junta Directiva de Hamaca para afirmar que el
problema de la corrosión “se estaba solucionando”. De hecho, lo único que se hizo fue colocar una
orden de compra de intercambiadores de calor con equipos de metalurgia mejorada, que cuales se
habían identificado mucho antes. Lo claro es que había un importante riesgo de que ni el alcance
ni los gastos estimados optimizaran el rendimiento del mejorador de manera radical. De hecho, el
OSF de RAM IV después de las mejoras metalúrgicas se proyectó en tan solo 84,26%.
472. Por último, el nivel de sulfuro asociado a la carga de alimentación procesada en el mejora-
dor es esencial para determinar la calidad y el precio del crudo. La presencia de sulfuro en el crudo
no es recomendable por cuestiones de corrosión, contaminación ambiental y toxicidad humana.
Los equipos de mejoramiento que entren en contacto con crudo y fracciones de petróleo que con-
tienen sulfuro se degradarán más rápidamente, lo que implicará mayores costos de mantenimiento
y falta de disponibilidad del mejorador. El problema del sulfuro se puede abordar por medio de una
metalurgia mejorada, pero esto incrementa los costos de capital y, por ende, afecta el precio del
CCO. El sulfuro se convertirá en varios óxidos sulfúricos durante el proceso de combustión y,
luego, se tornará un problema para el aire. En síntesis, la calidad del EHCO que se suministra al
mejorador se identificó como un problema potencial al comienzo del Proyecto Hamaca.
473. Un tema importante que merece especial atención son los riesgos significativos relaciona-
dos con las vibraciones en la estructura del coquificador y el impacto que tendrían tales riesgos en
el futuro del Proyecto Hamaca. Ante esta cuestión, en 2005, se formó un Equipo especial de Pro-
yecto para la Mitigación de Vibraciones. Las vibraciones podrían ocasionar una falla en las líneas
de vapor por encima del tambor del coquificador que llevan todo el contenido del efluente alta-
mente combustible y de alta temperatura del proceso de reacción de coquización retardada. Una
fuga o anomalía en estas líneas podría tener consecuencias catastróficas para la continua viabilidad
del mejorador. En una reunión celebrada en el mes de noviembre de 2005, el Comité de Operacio-
nes del Proyecto categorizó un “Colapso Catastrófico de Tuberías” como un riesgo de “altas con-
secuencias con alta probabilidad”. Foster Wheeler, licenciante estadounidense líder de tecnología
de coquización retardada, señaló que el problema representaba “una amenaza de alto potencial”287.
En el mes de abril de 2007, se presentó una solicitud de fondos, basada en un nivel anormal de
vibraciones, lo que representaba una amenaza de alto potencial para la seguridad del personal, la
integridad mecánica de las tuberías y un mayor impacto sobre la producción. Se señaló que no
había estándares o directrices en la industria que pudieran seguirse, por lo cual resultaba muy difícil
287
Figuera, Apéndice 71.
150
Caso CIADI No. ARB/07/30
475. El hecho de que el mejorador Petrozuata se diseñó para brindar una capacidad de 120.000
BPD de EHCO, lo que equivale a 104.000 BPD de CCO (o, más precisamente, 103.450 BPD), a
un factor de rendimiento de 0,8621, y para operar a un OSF del 97%, es indiscutible288. La Deman-
dada denunció deficiencias y problemas operativos durante el período histórico, ya que el Sr. Fi-
guera menciona “fallas en los equipos” y “errores operativos”. No identifica la causa de tales acon-
tecimientos ni concluye que estos hayan afectado de modo alguno la producción futura. Las prue-
bas presentadas ante el Tribunal demuestran que el mejorador era capaz de operar a una tasa de
OSF del 97%. Ante dicha estructura compleja, puede ocurrir que, a fin de mantener ese alto nivel
288
El Testigo Figuera señaló que fue del 95,9% en 2006; TR-S, Audiencia de 2010, Día 8, pág. 2071:4-18. El Plan de
Negocios de 2006 mencionaba una tasa de confiabilidad ajustada del 97,5%. El Informe realizado en marzo de 2012
después de la parada de 2011 reveló una capacidad de procesamiento de DCO resultante próxima al valor máximo de
diseño; Figuera, Apéndice 82, pág. 39. En el Informe Anual de Petrozuata a los Prestamistas, 1 de abril de 2007, se
observó que el mejorador operó el 98% del tiempo durante el año 2006 (C-376, pág. 3/PDF).
151
Caso CIADI No. ARB/07/30
476. Las Demandantes advierten, sin embargo, que el volumen promedio de EHCO suministrado
al mejorador fue de 118.000 BPD289, lo que equivale a 43.070.000 MMB al año. Si se aplica un
OSF del 97% (de 120.000 BPD), los volúmenes resultantes son inferiores, es decir, 116.400 BPD290
(42.486.000 MMB) para EHCO y 100.348 BPD (36.627.181 MMB) para CCO. Estas cantidades
no contemplan el impacto de las paradas requeridas para renovaciones quinquenales que se habían
programado. No obstante, esta secuencia estuvo sujeta a incidentes técnicos, económicos y prácti-
cos y, por lo tanto, no se puede considerar para una reducción en la producción (e imputación de
costos) durante cada año. Su impacto en el OSF del año vigente es de aproximadamente 8%, lo que
da lugar a un descuento del 1,6% anual a los fines de calcular la capacidad del mejorador. Todo
período de parada adicional es absorbido por el OSF total. Por ende, con respecto al EHCO, los
volúmenes que se tendrán en cuenta son de 114.480 BPD y 41.785.200 MMB, que rinden 98.693
BPD y 36.023.021 MMB de CCO.
477. Gran parte del expediente documental acerca del mejorador Hamaca en los años 2005 a
2007 revela un OSF en torno al 90%, más o menos. Es indiscutible que PDVSA compartía todas
estas estimaciones efectuadas antes de la expropiación. El Plan de Negocios de Hamaca de 2006
para los diez años siguientes declara un OSF promedio del 89,65% para ese período (C-346, pág.
32), con las mayores cifras en 2011 y 2013 (94,53%), y las menores, en 2008 (77,58%, un año de
paradas por renovaciones), aclarando que esto se encontraba en el rango del estudio RAM IV (pág.
34). El Testigo Lyons afirmó que, en 2006, el socio del Proyecto avaló el uso de un 91-92% como
el OSF previsto a largo plazo para el mejorador Hamaca291. A la luz de las pruebas que obran en el
expediente, la aseveración de la Demandada de que el PSF del mejorador no superó el 73% desde
2005 es infundada. Al menos durante los primeros años antes de la expropiación, dicha alegación
se contradice claramente con las pruebas documentales disponibles que datan de ese entonces. El
289
Esta cifra era la cantidad de producción de EHCO en el campo registrada en el Plan de Negocios de Petrozuata de
2006 (LECG-082).
290
En el Escrito Post-Audiencia de las Demandantes 2017, párr. 104, se consigna una cifra de 116.600 y se hace
referencia al MEC, págs. 41-43, que no proporciona dicho resultado.
291
[Tercera] Declaración Testimonial de Refutación de Lyons, 14 de abril de 2010, párr. 5; Cuarta Declaración Testi-
monial, 16 de mayo de 2014, párr. 28; Quinta Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párr. 19. El OSF de
diseño se había establecido en 91% en el Plan de Negocios del Proyecto Hamaca (Plan de Construcción) de fecha 14
de octubre de 1998, que incluía paradas semestrales (30 días) y cortes no programados (18 días por año), págs. 222,
234/235. El objetivo era llegar al 95% (págs. 224, 237). El Acta de la Reunión del Comité Operativo de Hamaca,
celebrada el 30 de noviembre de 2004, previó un OSF del 88,4% en 2005 y del 91,5%-92,9% de 2006 en adelante, con
excepción de un OSF del 87,3% en años de paradas (C-201); las mismas cifras se exhiben en la Presentación de la
Junta Directiva de fecha 2 de diciembre de 2004 (C-202, pág. 14/PDF). Durante la reunión de la Junta Directiva de
Hamaca de fecha 17 de noviembre de 2005, se estableció que el ciclo útil de la planta del mejorador correspondiente
a los 10 años siguientes era del 91,4% (LECG-130, pág. 11/pdf).
152
Caso CIADI No. ARB/07/30
Tribunal advierte, asimismo, que, cuando la Demandada basa su posición acerca de un OSF pro-
medio del 73% durante el período comprendido entre los años 2005 y 2015 en la declaración del
Sr. Figuera292, se contradice claramente con su propio testigo que habla de un OSF de entre 74,90%
y 86,25% durante los años 2005 a 2008 (con un promedio de 80,65%) e informa al Tribunal que el
OSF en 2005 fue del 87,6%293. En el mes de septiembre de 2010, PDVSA y sus socios comunicaron
haber realizado la parada de 2009 con el fin de restaurar un “Mejorador de Clase Mundial”294.
478. El Tribunal considera que la documentación que obra en su expediente acerca de las paradas
que, en general, se programaron cada cuatro años revela que uno de los principales propósitos de
las paradas consistía en procurar el mantenimiento y aumentar el rendimiento del mejorador, cuyo
objeto se expresa generalmente a través del OSF medido antes de la parada y el alcanzado al tér-
mino de ésta. Las Partes no comparten una misma postura respecto de si las paradas realizadas
fueron exitosas en este sentido, pero esto no elimina el objeto relativo a la mejora del OSF.
479. La Demandada insistió en la fase final de este proceso en subestimar las cifras de OSF
contempladas en los pocos documentos sobre paradas que presentó ante el Tribunal, para lo cual
alegó en reiteradas ocasiones que las cifras de OSF obtenidas fueron mucho menores, en torno al
72% o 73%. Sin perjuicio del origen de estas cifras, que se analizará infra, el Tribunal advierte
desde el principio que se contradicen claramente con la documentación relativa a las paradas que
habían preparado y aprobado todos los participantes, incluida la empresa propiedad de la Deman-
dada, PDVSA. La Demandada afirma que las paradas se realizaron y reclama los costos generados.
Si el OSF realmente cayó a un nivel del 73%, la parada anterior a la medición de dicho OSF habría
sido un completo fracaso y los costos reclamados en tal sentido, injustificados. La Demandada no
alega eso. Además, no aportó ningún testimonio ni pruebas adicionales del aludido bajo nivel de
OSF. Por otro lado, el argumento frecuente de las Demandantes basado en las grandes deficiencias
de PDVSA para operar el mejorador y su mala gestión no es más convincente, ya que no encuentra
sustento en los hechos y las pruebas del caso.
480. Las paradas sirven para aumentar el OSF295. La Demandada informó que, después de la
extensa parada/PRAC en 2012, el OSF del mejorador en 2013 fue tan solo del 71,90%, un poco
menos que el OSF en 2011 (72,38%)296. Esta afirmación se torna más confusa aún a la luz del
Informe de 2012 relacionado con la parada, cuyos principales autores fueron los representantes de
292
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, tabla 1, párr. 8.
293
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, pág. 763:20-23.
294
Informe Final sobre Parada de Planta PetroPiar 2009, 21 de septiembre de 2010, Figuera, Apéndice 76, pág. 3.
295
Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 7, pág. 525:8-19.
296
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 346, pág. 259
153
Caso CIADI No. ARB/07/30
PDVSA junto con los de Chevron. Cuesta creer que, bajo la gerencia de un director de alto nivel
de PDVSA, se haya redactado un Informe que indique que el objeto del ejercicio fue lograr “el
propósito de restituir la capacidad de procesar confiablemente 247 MBD”297 y que el mejorador
era de “World-class” (“mejorador de clase mundial”)298, y que el Gobierno venezolano declare
ahora ante este Tribunal que todo esto era erróneo y que la cifra correcta había sido inferior al 72%.
481. Algo similar argumentó la Demandada respecto de la parada de 2009, que supuestamente
no aumentó el OSF. Faltan las pruebas que se esperaba aportara la Demandada. La Demandada
simplemente alude a una tabla que preparó el Sr. Figuera que no se basa en los hechos pertinentes,
tal como se explicará infra. El Informe de la parada de 2009 se presentó de manera parcial 299; en
las secciones faltantes, se debe haber incluido la información relevante acerca del OSF real verifi-
cado, ya que esta información es crucial para que quede asentada en dicho informe. Cuando se les
preguntó sobre el OSF resultante del PRAC de 2012, el Abogado de la Demandada admitió que
esta información no se incluyó en las partes del Informe de cierre que se presentó ante el Tribunal300
y que quizás pudo estar en las partes faltantes que no pudieron exhibir301. No lograron explicar por
qué se omitió esta información302.
482. En la misma línea, cuando la Demandada afirma que el primer PREM se ejecutó en 2012 y
el segundo, en 2013, pero que ninguno aumentó el OSF por encima de aproximadamente 72%, la
única prueba fue una lista de cifras que presentó el Sr. Figuera. Si se hubiera abordado seriamente
la cuestión, la Demandada habría presentado la documentación necesaria en poder de PDVSA con
respecto a estos PREM.
297
Figuera, Apéndice 46, Informe Final de Cierre del PRAC 2012, agosto de 2013, págs. 6, 7; cf. TR-S, Audiencia de
febrero de 2017, Día 10, pág. 1254:7-15 (Earnest). El volumen de 247 MPB fue la capacidad máxima de DCO. La
Demandada argumentó que, mientras que este volumen era el objetivo, la capacidad real fue de 190 MPB, tal como se
asentó en el Informe del PRAC; cf. Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, pág. 284; TR-S, Audiencia de
septiembre de 2017, Día 16, págs. 4531:2-4532:21 (Preziosi). Sin embargo, la Demandada no aportó ninguna prueba
en cuanto al resultado de este PRAC; faltan varios capítulos importantes que muy probablemente incluyan la sección
acerca del OSF obtenido al final de la restauración. El Tribunal advierte, asimismo, que la cifra de 190 MPB no repre-
sentaba una baja capacidad o un OSF de cierta duración, sino que el mejorador estaba atravesando un período de ciertas
dificultades que requerían una solución adecuada. El Informe explica que la capacidad de procesamiento del complejo
estaba limitada a 190 MPB “por daños mecánicos a algunos de sus equipos críticos” que luego se enumeran. Por lo
tanto, queda claro que la cifra de 190 MPB era de índole transitoria.
298
Cualidad expresamente confirmada por el Abogado de la Demandada como postura de PDVSA; TR-S, Audiencia
de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4375:22-4376:6 (Preziosi).
299
Figuera, Apéndice 76, Informe Final sobre Parada de Planta PetroPiar 2009, 21 de septiembre de 2010.
300
Figuera, Apéndice 46.
301
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4377:9-4379:22 (Preziosi).
302
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4350:8-4352:18, 4373:2-4374:8, 4377:9-4379:22 (Pre-
ziosi). En respuesta a la solicitud del Tribunal, se presentaron tres anexos relacionados con la preparación de la parada
y no con sus resultados.
154
Caso CIADI No. ARB/07/30
483. Otra contradicción en las presentaciones de la Demandada tiene que ver con las cifras de
OSF consideradas en los estudios RAM que la Demandada presentó como totalmente confiables,
al menos, durante la primera fase de este procedimiento. La Demandada se contradice al afirmar,
por un lado, que el Informe RAM IV respalda un OSF del 84,26%, cuyo porcentaje se repite mu-
chas veces en sus presentaciones303, y, por el otro, al sostener que, desde 2005 (por ende, antes de
prepararse el RAM IV en 2006) hasta 2015, el OSF fue de alrededor de 73%304. El estudio RAM IV
también entra en conflicto con la alegación de la Demandada de que el OSF solía bajar después de
las paradas. Los gráficos del estudio muestran todo lo contrario: mientras que el OSF se mantiene
bajo durante los años de paradas, alcanza su pico máximo al año siguiente, antes de volver a des-
cender continuamente al aproximarse a la siguiente parada cuatro años después (págs. 70, 77).
484. La misma incongruencia surge de las declaraciones del Sr. Figuera, aunque con el elemento
agravante de que el Sr. Figuera se presentó ante este Tribunal como testigo de hecho que declaró
sobre la base de su conocimiento personal. El Tribunal advirtió que, en su primer Testimonio, leído
junto con su Apéndice 31, el Sr. Figuera respaldó plenamente el estudio RAM IV y concluyó que
debía mantenerse como promedio un OSF del 84,26%305. Calificó este estudio como el más impor-
tante de los estudios RAM, ya que se basaba en datos reales de la planta y se había diseñado para
calcular un OSF realista en el que pudiera basarse el Proyecto306. Recién en su Tercer Informe
Suplementario, el Sr. Figuera comenzó a declarar que, desde 2009, se debió haber reconocido un
OSF real promedio del 72,85% o 73%. El Sr. Figuera no mencionó ninguna otra fuente para su
declaración, excepto al Sr. Patiño. El Sr. Figuera le dijo al Tribunal que simplemente declaró lo
que se le informó sobre el OSF anual; su aporte se limitó al cálculo de los promedios307.
485. La Demandada continuó copiando las cifras del Sr. Figuera a lo largo del proceso308, a la
vez que seguía basándose en los resultados del estudio RAM IV. Si bien las partes pueden optar
303
Cf. Informe Consolidado, párrs. 130, 136, 138, 140, 157, 344; Escrito Post-Audiencia, párr. 124 (en el cual la cifra
es del 84,38%). Cabe recordar que el Sr. Figuera (Apéndice 9) introdujo en este procedimiento el estudio RAM IV, en
el que se declara que su “objetivo consiste en calcular el factor on-stream (OSF)” (pág. 10) [Traducción del Tribunal].
304
Cf. Informe Consolidado, párrs. 139, 305, 345-347, 362; Escrito Post-Audiencia, párrs. 123, 126.
305
En años normales, habría un OSF del 87,67%, que descendería al 73,50% en años con paradas de 45 días y al
83,83% cuando hubo que implementar un cambio catalizador. El Primer Testimonio Suplementario respaldó un pro-
medio del 84,26% (párr. 81). Además, se dijo que la producción potencial máxima de CCO se vería reducida, en
comparación con el diseño original de 179,6 MBD, a 176 MBD durante la vida del Proyecto (párr. 82). Esto resultaría
en un OSF del 98%.
306
Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párrs. 51, 56. El Testigo Figuera presentó un Estudio ABB en el
que se explicaba que “un estudio RAM es una excelente herramienta cuantitativa que brinda al equipo del proyecto
índices clasificados numéricamente e importantes valores para un sistema de componentes” (Apéndice 23, pág. 8/PDF)
[Traducción del Tribunal].
307
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 762:24-763:6.
308
Esto se hizo, sin embargo, solo para los años 2008 a 2015 que abordó el Sr. Figuera. La Demandada no cuenta con
pruebas que respalden estas cifras hipotéticas de OSF de alrededor del 70% para los años 2005 a 2007. Al contrario,
155
Caso CIADI No. ARB/07/30
por presentar contextos fácticos alternativos, pese a su incongruencia, la misma conducta resulta
bastante problemática cuando la adopta un testigo que pretende declarar ante el Tribunal sobre la
base de sus conocimientos personales y decirle la verdad al Tribunal. Claramente, se debe elegir
entre un OSF del 84,26% y uno del 73%, ya que una de estas cifras es errónea, si no lo son ambas.
486. El Sr. Figuera demostró que las cifras de EHCO que empleó para calcular sus nuevas cifras
de OSF se relacionan con la producción de CCO en las cantidades requeridas desde 2009 cuando
el Proyecto comenzó a producir y vender importantes volúmenes de productos no mejorados, para
lo cual utilizó el mejorador por debajo de su capacidad de diseño309. El OSF anual que consideró
se puede comparar con las cantidades correspondientes de CCO que se habían producido y vendido
en el período comprendido entre los años 2009 y 2015:
La explicación de las cifras es que el OSF se calcula tomando la capacidad de diseño de 179.600
BPD de CCO, lo que equivale a 65.554.000 MMB, como referencia al 100%. En comparación con
las cantidades reales de EHCO y CCO informadas por el Sr. Figuera, los porcentajes obtenidos se
encuentran entre 60% y 70%. Sin embargo, este cálculo no tiene nada que ver con la eficacia del
mejorador. El Sr. Figuera, de hecho, simplemente comparó la reducción de EHCO y la producción
de CCO resultante durante el período comprendido entre los años 2009 a 2015 en relación con los
presentó una lista de pérdidas de oportunidades para 2006 y la primera mitad de 2007 que da lugar (si se realizan los
cálculos apropiados) a OSF claramente por encima del 80% (R-308)
309
Cf. Testimonio de Figuera, 20 de julio de 2009, párr. 8; Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 345;
Escrito Post-Audiencia de la Demandada de 2017, párr. 126.
310
Basado en Figuera, Apéndice 107; Evaluación de la Producción de Hamaca, pág. 15; Figuera, Cuarto Testimonio
Suplementario, 7 de enero de 2015, tabla 1, párr. 19.
311
Presentadas por la Demandada en la Audiencia de marzo de 2017, con correcciones para los años 2009 y 2010 en
el Anexo 7 de las Respuestas de la Demandada del 10 de julio de 2017.
156
Caso CIADI No. ARB/07/30
niveles de diseño. Sus cifras solo se pueden interpretar como una consecuencia del cambio en la
producción que ocurrió en 2009, cuando se redujo la producción de petróleo mejorado mientras
que, al mismo tiempo, se vendía petróleo mezclado. Estas cifras no demuestran que el mejorador
ya no fuera capaz de ofrecer un rendimiento en las cantidades próximas al nivel de diseño. No se
han presentado pruebas ante el Tribunal en relación con dicha deficiencia. El Sr. Figuera no aborda
la cuestión.
487. De hecho, el Sr. Figuera modificó los parámetros aplicables a la métrica del OSF efectiva-
mente aplicable cuando los Convenios de Asociación se encontraban aún vigentes. Comparó la
cantidad de CCO producido en el período comprendido entre los años 2009 y 2015 con la capacidad
de diseño inicial de CCO, si bien esta capacidad ya no era real porque el mejorador estaba operando
bajo las nuevas condiciones con cantidades de EHCO y volúmenes de CCO muy por debajo del
máximo de 190.000 BPD de EHCO312. Desde luego, la métrica del OSF compara el CCO produ-
cido con el EHCO suministrado al mejorador a tal efecto. Pero cuando esa métrica debe servir para
identificar el desempeño del mejoramiento, tiene sentido solo cuando el volumen de EHCO se
mantiene constante: en esta condición, es posible comparar la eficacia del mejorador en distintos
momentos por referencia al CCO saliente en relación con el EHCO suministrado. Por ende, cuando
el Sr. Figuera señaló un OSF del 60% para 2009, comparó la producción real de CCO con la capa-
cidad de diseño inicial del Proyecto de 190.000 BPD (69.350.000 MMB), mientras que el método
adecuado habría requerido comparar con el volumen real de EHCO utilizado para producir esa
cantidad real de CCO (108.699 BPD; 39.675.000 MMB) el mismo año.
488. La confusión surge también al advertir que la presentación del Sr. Figuera no permite tener
en cuenta las conclusiones del estudio RAM IV, que él aprobó, con un OSF en torno al 85%. Este
porcentaje se basa exclusivamente en la capacidad del mejorador de producir CCO cuando se le
abastece la cantidad de EHCO de diseño. El Sr. Figuera (al igual que el Sr. Patiño antes que él) no
toma en cuenta este elemento clave en la determinación de la capacidad del mejorador. Solo hace
referencia a un volumen reducido de EHCO y calcula su impacto en el OSF, para luego dar cuenta
de una cantidad saliente de CCO como si el mejorador funcionara con un OSF del 100%.
489. El Tribunal considera que los estudios RAM I, II y III tienen una relevancia muy limitada
porque se redactaron cuando el mejorador Hamaca aún no estaba en funcionamiento. El estudio
RAM IV, del mes de junio de 2006, se llevó a cabo sobre la base de un conocimiento pleno de los
términos operativos del mejorador y cubre un período de 20 años. En gran medida, hacía referencia
al informe RAM III, el cual revisó y actualizó. Debido a que el estudio RAM IV es el más reciente
de los cuatro estudios y el de mayor alcance, sus conclusiones deben prevalecer sobre las anteriores.
312
En referencia a los porcentajes de OSF del Sr. Figuera, el Sr. Earnest señaló que hubo una marcada caída en la
eficiencia operativa después de la expropiación; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, págs. 1257:21-1258:9.
157
Caso CIADI No. ARB/07/30
490. El estudio RAM IV presentaba tres escenarios, cada uno de ellos dividido en dos variantes
(A y B). El Escenario 1A representa “la condición actual más representativa del mejorador” [Tra-
ducción del Tribunal]. Incluye la tasa de falla del intercambiador de calor y las tasas de falla de
todas las bombas con una configuración de 4 años (No. 3.3.2.1). El OSF resultante es un valor
distribuido con una media del 84,386%, con una desviación estándar del 0,63%. El Escenario 2A
incluye oportunidades de mejora, basadas en los datos disponibles de fallas y reparaciones tomados
de las mejores prácticas consideradas a nivel mundial (No. 3.3.2.2). El OSF resultante es del
87,872%, con una desviación estándar del 0,493%. Comparado con el Escenario 1A, el OSF para
el Escenario 2A es más alto en un 3,486%. El Escenario 3A incluye un cambio metalúrgico de
intercambiadores (No. 3.3.2.3) y da como resultado un OSF del 86,316%, junto con una desviación
estándar del 0,583%.
491. El Tribunal observa que el OSF utilizado por los autores del estudio RAM IV considera el
impacto del plan de mantenimiento de todas las unidades de proceso, incluidas las paradas por
renovaciones realizadas cada cuatro años (págs. 67, 71, 77, 120). Las cifras resultantes para cada
escenario incorporan las paradas por renovaciones dentro de los porcentajes anuales y en el pro-
medio acumulado al final del período de 20 años.
492. Todas estas variantes A se combinaron con una variante B, que representa una corrección
para las fallas upstream (descritas como “factores externos” e “instalaciones de soporte” [página
79]) en un porcentaje aproximado del 2,1% que se agregará a cada uno de los tres escenarios [Tra-
ducción del Tribunal]. La Demandada aplica esta reducción de la variante B y aboga en su escrito
principal por un OSF del 84,26%, lo cual representa el Escenario 3B, incluidos los cambios en la
metalurgia, pero que reduce el OSF debido a las fallas upstream que representan aproximadamente
un 2,1%.
493. El Tribunal considera que esta última reducción no es correcta cuando se considera que el
OSF está estrictamente relacionado con la capacidad de producción del mejorador. Como el OSF
sirve para determinar la capacidad de producción de CCO en comparación con la cantidad de
EHCO separada del DCO, no se debe incluir dicho factor basado en fallas que ocurran en la cadena
de suministro de DCO entregada al mejorador (tuberías, pozos). El OSF siempre se ha definido y
entendido como una métrica relacionada específicamente con la eficiencia operativa del mejora-
dor313. El estudio RAM IV observó además que estos factores externos no estaban bajo el control
del personal de Ameriven (pág. 96)314. Por lo tanto, no se puede utilizar de repente como factor
para la producción upstream. En cualquier caso, la Demandada no explica su elección de modo
alguno.
313
Esta fue también la interpretación del Sr. Figuera en su primera Declaración Testimonial (20 de julio de 2009), nota
al pie 39: “El Estudio RAM IV se refiere sólo al mejorador y no toca temas que pudiesen impactar la producción en el
campo o la operación de los oleoductos”.
314
El Sr. Earnest compartió esta opinión; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, págs. 1233:12-1234:8.
158
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494. Cuando se hace caso omiso de esta parte upstream del 2,1%, la elección de la Demandada
es el Escenario 3A, lo que resulta en un OSF del 86,316% y una desviación estándar del 0,583%.
Esta opción no incluye ninguna mejora basada en los estándares de “mejores prácticas” (Escenario
2A). La Demandada no brinda fundamentos para dicha elección. Si se agrega el Escenario 2A (+
3,486%) al escenario base, el OSF resultante se convierte en el 87,872%, con un margen de desvío
de aproximadamente un 1%.
496. Este tema debe ser examinado con mayor grado de profundidad. La reunión de la Junta
Directiva de Hamaca celebrada el 18 de mayo de 2006 registró un OSF actual del 91-92%317. El
Modelo Económico Hamaca de fecha 30 de octubre de 2006 refleja un OSF superior al 93% a lo
largo de la totalidad del Proyecto (LECG-129). El Plan General de Negocios Hamaca de 2005 tenía
como una de sus premisas un OSF promedio del 91% (C-341, pág. 39). Al considerar las conclu-
siones del Informe RAM IV, la Junta Directiva que presentó el plan de negocios de Petrolera Ame-
riven 2006 observó un OSF del 93,2% en 2009 en operaciones normales y OSF superiores al 91%
a partir de 2009, excepto en años de paradas318. Se efectuaron varias mejoras en el presupuesto319,
que, según el Sr. Earnest, elevaron el OSF al 92,93%320. Dicho perito asumió que todos los ítems
que se habían presupuestado finalmente se llevaron a cabo321. El Testigo Lyons explicó que la lista
de acciones correctivas se había trasladado en los presupuestos correspondientes a 2007 y 2008322.
315
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 140.
316
Ibídem, párr. 136.
317
Apéndice 25 de Figuera, pág. 3.
318
Cf. LECG-112, C-346, págs. 15, 18, 31.
319
Testigo Lyons, [3.a] Declaración Testimonial de Refutación, 14 de abril de 2010, párrs. 22/23.
320
Earnest, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, tabla 2, párrs. 71, 73; TR-S, Audiencia de febrero
de 2017, Día 10, págs. 1239:8-1243:12.
321
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, págs. 1298:10-1299:2. Cf. además la presentación del Comité de
Operaciones de Petrolera Ameriven del 26 de enero de 2007 (C-378); Junta Directiva de Petrolera Hamaca Presenta-
ción celebrada el 22 de febrero de 2007 (C-379); Presentación del Comité de Licitación Hamaca del 19 de septiembre
de 2006 (C-472); Resumen de Proyectos CAPEX 2007-2009 (C-473).
322
Segunda Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 41; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8,
pág. 648:14-22.
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La planificación a largo plazo se basó en un OSF del 91,4%, mientras que la operación real se
realizó a una mejor tasa323.
497. Ante la pregunta No. 12 del Tribunal, formulada el 8 de junio de 2017, en aras de que
explique si se habían introducido las mejoras relativas a las mejores prácticas (RAM IV, Escenario
2) y los cambios metalúrgicos (Escenario 3), la Demandada señaló en su Respuesta de fecha 10 de
julio de 2017 que los cambios metalúrgicos se realizaron durante la parada por renovaciones de
2009 y el mantenimiento posterior, con el efecto de que prevalecería el Escenario 3B, correspon-
diente a un OSF del 84,26%. La Demandada agregó además que “de hecho, se han implementado
todas las mejoras posibles destinadas a mejorar el OSF sobre la base de prácticas internacionales”
[Traducción del Tribunal]. Resaltó que, incluso si hubiera disponibles cifras de referencia de las
“mejores prácticas”324, el OSF máximo estimado y después de dar cuenta de las fallas upstream
(Escenario 2B) sería del 85,78% (pág. 20). Esta última cifra no incluye las mejoras metalúrgicas
que formaron parte del Escenario 3. No obstante ello, la Demandada no afirmó que tales mejoras
no se hubieran realizado. Si dichas mejoras se tienen en cuenta, el OSF resultante sería superior al
85,78% (es decir, +1,93% en la variante A).
498. El RAM IV identifica la parte del OSF que cada escenario 2 y 3 agregaría al nivel básico
representado por el escenario 1. El estudio señala que, cuando se consideran las listas de ítems de
equipos que habrían de someterse a mejoras, aparece una superposición muy pequeña entre los
escenarios 2 y 3325. El escenario 3 parece abordar los ítems metalúrgicos de manera exclusiva,
mientras que el escenario 2 posee un alcance mucho más amplio y puede no incluir las mejoras
metalúrgicas ya cubiertas por el escenario 3. Por lo tanto, una lectura del estudio RAM IV sería
combinar los Escenarios 3A (86,316%) y 2A (potencial de mejora del 3,486%), lo que daría como
resultado un OSF del 89,8%. Sin embargo, existe otra interpretación posible326. El Estudio esta-
blece que cuando se elige el Escenario 3A proyectado (86,316%), incluido un cambio metalúrgico
de intercambiadores, el OSF se incrementa en aproximadamente un 2% (1,93%); también señala
que esto reduce el margen de oportunidades de mejora al 1,556% (pág. 96). Según el Tribunal, ya
que cada escenario se ajusta por un margen de desvío y en vista de las capacidades de actualización
323
Testigo Lyons, [3.a] Declaración Testimonial de Refutación, 14 de abril de 2010, párrs. 21, 25,29; TR-S, 2017
Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 508:4-509:5, 510:2-13, 516:16-520:12; Audiencia de marzo de 2017, Día
11, pág. 1602:4-10; Audiencia de 2010, Día 5, págs. 1238:4-1241:4, 1357:5-1358:6.
324
El estudio RAM IV explica que sus datos de Mejores Prácticas provenían de los documentos suministrados por
Ameriven y, en el caso de los equipos sin datos sobre Mejores Prácticas, se tomaron los datos más optimistas disponi-
bles de las bases de datos existentes (pág. 58). Esto demuestra que la información relevante estaba disponible para la
gobernanza del Proyecto.
325
Cf. RAM IV, págs. 130 y 133. En ambas listas, uno puede encontrar dos elementos de la unidad de coque y dos
elementos del sistema de llama. Todos los demás elementos aparecen en una sola lista.
326
Cf. Testigo Figuera, Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párr. 58, pág. 48; Abogado de la Demandada
Preziosi, TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4547:4-20.
160
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del mejorador del proyecto, que incluye un cambio metalúrgico de los intercambiadores, se consi-
derará un OSF del 88,5%.
499. El Tribunal reconoce que una serie de informes, actas, contratos y facturas demuestran que
el coquificador generó gran preocupación debido a la vibración de su estructura. Sin embargo, el
Tribunal está preocupado por las afirmaciones infundadas, tales como aquellas de los peritos de la
Demandada al aseverar la existencia de un riesgo de explosión del 10% que se incrementa en el
mismo porcentaje año a año, como si el operador responsable de un mejorador permitiera mantener
dicho coquificador en funcionamiento a pesar de poner en riesgo la vida de sus trabajadores y la
operación permanente del mejorador en su totalidad.
500. El Tribunal observa en esta coyuntura que el riesgo de falla del coquificador no se materia-
lizó en una reducción del rendimiento del mejorador. El problema no es parte de una alegación de
la capacidad reducida de producción del mejorador. Es un factor de costos que debe considerarse
como una potencial reducción de flujo de caja y deberá tratarse en tal sentido infra.
501. Cualquier otra desventaja operativa destacada por la Demandada no parece ser extraordi-
naria en el sentido de que tendría un impacto en la valuación por encima de los elementos operati-
vos habituales y el mantenimiento requerido, incluidas las paradas por renovaciones. Este es el
caso de la corrosión ácida que se menciona como parte de los ítems que se revisarán durante las
paradas327.
502. El EHCO extraído en los campos y trasladado al mejorador aparentemente no era de calidad
idéntica en términos regulares. Se observó una gravedad inferior a la esperada. Sin embargo, la
Demandada no demuestra que esto haya tenido algún efecto en la producción de crudo sintético.
No mencionó que el mínimo contractual era de 8° API328, cercanos a los 7,7° reales y por debajo
del presunto API de diseño de 8,6°. También omitió observar que el informe técnico en el que se
basó329 explicaba que un menor grado API del EHCO puede ser compensado por un API más alto
de la nafta diluyente y que dicha medida tuvo como efecto un aumento del nivel de producción de
EHCO a 2,9 MBD y de CCO a 2,7 MBD330. De modo similar, el Testigo Figuera omitió el análisis
327
Cf., por ejemplo, Acta de la Reunión del Comité de Operaciones Hamaca del 8 de febrero de 2006, pág. 8 (Figuera,
Apéndice 50); Presentación de la Junta Directiva de Hamaca del 22 de febrero de 2007, pág. 7/pdf (C-379); Testigo
Lyons, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 649:18-650:3.
328
Anexo A del Anexo K del Convenio de Asociación Hamaca (C-22, pág. 302/pdf).
329
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, nota al pie 283.
330
Petrolera Ameriven Nota Técnica, (Procesamiento de Crudo Extra Pesado (EHCO) de Baja Gravedad API, 11 de
julio de 2007 (C-405), págs. 9, 15.
161
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de tal información331. Uno de los efectos del API subgraduado puede registrarse en el precio. Sin
embargo, el Tribunal observa que no le han sido proporcionadas pruebas sobre un presunto impacto
de las variaciones en la gravedad API en la producción de CCO a través del mejorador. Las dife-
rencias en la gravedad API que aparecen en las facturas de Hammock desde 2009 hasta 2015 se
relacionan con el downstream del Proyecto y no se identifica su impacto en los precios. Además,
la Demandada no extrae ninguna conclusión específica de tales acontecimientos, ni en términos de
volúmenes de producción ni de lucro cesante. El Tribunal también observa que la Demandada
confunde el grado API del EHCO del upstream con el grado API del crudo sintético (mencionado
en las facturas), que son diferentes332. En términos de valuación, el problema se ha vuelto irrele-
vante.
504. La Demandada se quejó de una serie de factores que supuestamente tenían un impacto en
el rendimiento del mejorador y la calidad del CCO producido, tales como una composición química
menos favorable del EHCO y problemas de corrosión. Sin embargo, la Demandada no los tiene en
cuenta al evaluar la valuación y la capacidad de producción del mejorador. Los problemas que se
mencionan pueden tener un impacto en el rendimiento del mejorador y deben tratarse mediante un
mantenimiento adecuado; esto se ha hecho, tal como se puede observar fácilmente al consultar los
informes realizados en las paradas por renovaciones. Por lo tanto, los costos han sido absorbidos
por la asignación presupuestaria para paradas y otras actividades de mantenimiento. La Demandada
no alega paradas específicas causadas por dichos problemas, ni tampoco mostró que tales paradas
hubieran tenido el efecto de reducir el OSF a un valor por debajo del 90%. Lo mismo ocurre con
respecto a la cuestión del azufre que la Demandada admite que debe abordarse mediante una me-
talurgia mejorada, lo que aumenta los costos. La metalurgia ha sido un ítem permanente durante
las paradas, y los estudios RAM ya la han destacado como un problema de mantenimiento típico
de los mejoradores333.
331
Cf. Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párrs. 66-72; Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto
de 2014, párr. 22.
332
Cf. las Respuestas de la Demandada de fecha 10 de julio de 2017 y su Réplica de fecha 31 de julio de 2017 (Pregunta
10), en las que se mencionan numerosos documentos que contienen grandes cantidades de facturas (tales como los
Apéndices 42, 104 de Figuera), sin indicación de dónde se podía encontrar un API excesivamente bajo. Las Deman-
dantes señalaron correctamente en sus comentarios de fecha 31 de julio de 2017 (párr. 33) que la Demandada no había
invocado pruebas de un nexo causal entre los supuestos problemas de calidad del EHCO y la supuesta disminución de
la calidad del crudo sintético (y, por lo tanto, del precio).
333
Cf. Testigo Lyons, Quinta Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párrs. 34-36.
162
Caso CIADI No. ARB/07/30
505. El Sr. Figuera inspiró a la Demandada para realizar una alegación mucho más amplia, ex-
tendiendo los efectos de todo tipo de actividades de mantenimiento durante las paradas del mejo-
rador a un período anual de varios meses. El Sr. Figuera afirmó que el mejorador había sufrido
paradas de una duración promedio de 85 días cada año entre 2009 y 2012334. No se refirió a ninguna
experiencia personal a este respecto, ni ofreció ninguna otra evidencia335. La Demandada reprodujo
el testimonio del Sr. Figuera y, cuando fue interrogada, proporcionó una larga lista de documentos
presentados por el Sr. Figuera que él mismo no utilizó en sustento de su afirmación336. Esto se
debió a motivos entendibles, porque ninguno de los documentos citados por la Demandada ofrece
pruebas de paradas de una duración tal como la que se alega. De 22 documentos, solo dos de ellos
mencionan la existencia de paradas de corta duración337. La Demandada no comparó estos docu-
mentos y su alegación con los resultados del estudio RAM IV que tenía como uno de sus objetivos
específicos “predecir la mayoría de los escenarios de paradas por fallas” (págs. 11 y 14).
506. El Apéndice 73 es la única y exclusiva base probatoria de la declaración del Sr. Figuera
sobre la larga duración de las paradas. Cabe recordar que la capacidad máxima de CCO diseñada
era de 179.600 BPD, que correspondía a un OSF del 100%. Por lo tanto, un OSF del 1% equivale
a 1.796 BPD. De la misma manera, se puede calcular un OSF negativo: una pérdida de 1.796 BPD
equivale a una pérdida de un OSF del 1%. Esto define la falta de disponibilidad del mejorador en
términos del OSF (columna 5) y el porcentaje de disponibilidad correspondiente (columna 6).
334
Figuera, Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 11.
335
El Convenio de Suministro de Producción de Desarrollo (Anexo K del Convenio de Asociación Hamaca) estipulaba,
inter alia, que cualquier participante deberá notificar de inmediato a otro participante de cualquier parada no progra-
mada (Artículo 5.3). No se ha incluido tal notificación en el expediente del Tribunal.
336
Réplica de la Demandada de fecha 31 de julio de 2017, Pregunta 13, págs. 31/32.
337
La abrumadora mayoría de los documentos mencionados no contiene ninguna indicación relacionada con una pa-
rada (véanse los Apéndices 24, 33, 46, 49, 53-55, 58, 60, 62, 65-67, 119, 120, 123 de Figuera). El Apéndice 25 establece
expresamente que “se ha evitado una parada de planta no programada” (pág. 5). En un documento, se observó una
parada de corta duración (Apéndice No. 32); en otro informe, se mencionó que se produjo una parada tres veces, sin
embargo, sin indicar su duración (Apéndice No. 131); mientras que, en otro Apéndice, se observó que la reparación
del mismo ítem (tanque 12) se realizó cuando estaba fuera de servicio (Apéndice 61).
163
Caso CIADI No. ARB/07/30
507. El OSF promedio resultante del 89,2% no tiene nada en común con el promedio del 73%
determinado por el Sr. Figuera y enfatizado por la Demandada. El OSF del 89,2% confirma que el
rango real de OSF basado en la producción era de alrededor del 90%.
508. Por lo tanto, todas las indicaciones relativas al OSF del Sr. Figuera a partir de 2009 y las
cifras copiadas de él por la Demandada y sus peritos valuadores son incorrectas. No obstante, la
posición alternativa de la Demandada con base en el estudio RAM IV es más convincente solo
cuando se agrega la corrección relacionada con las mejoras relativas a las mejores prácticas imple-
mentadas y después de restar el 2,1% relacionado con fallas upstream que no son causadas por el
mejorador, junto con un ajuste basado en los factores de desvío, lo que arroja como resultado un
OSF del 88,5%.
509. El Tribunal observó que cada escenario presentado en el estudio RAM IV consideraba el
impacto de las paradas por renovaciones y otros trabajos de mantenimiento que causaban paradas
en el OSF. Las cifras de OSF presentadas por el Estudio incluyen aquellas paradas en la contabili-
dad anual y en el OSF promedio acumulativo determinado al final de un período de 20 años. Por
lo tanto, el OSF considerado como resultado de la combinación de los Escenarios 2A y 3A es del
88,5%. El Tribunal adopta este OSF y las cantidades resultantes de 168.150 BPD y 61.374.750
MMB EHCO, que rinden 159.238 BPD y 58.121.888 MMB CCO.
338
Tercer Testimonio Suplementario, párr. 47.
339
Cf. también ConocoPhilips, Revisión RCAT de Hamaca: Ingeniería, 7 de mayo de 2007, pág. 31/pdf, que proyecta
la capacidad máxima para el mejorador de Hamaca hasta 2033.
164
Caso CIADI No. ARB/07/30
511. Sin embargo, la cifra del OSF del 91% tiene la desventaja de nunca haber sido probada
como tal. Las Demandantes además confían en la opinión de sus peritos valuadores, quienes tienen
limitada experiencia en los aspectos técnicos de los mejoradores de petróleo y no se remitieron a
la medición real. El Tribunal también señala que las Demandantes adoptan correctamente un OSF
significativamente más bajo en años de paradas por renovaciones y reducen el OSF aún más cuando
se debe cambiar el catalizador340.
512. Por lo tanto, la cifra de un OSF del 91% de las Demandantes (con las reducciones mencio-
nadas) incluye más elementos hipotéticos que el OSF del 88,5%, el cual resulta, en opinión del
Tribunal, de la correcta comprensión del estudio RAM IV, incluido el impacto de las paradas. No
se ha proporcionado al Tribunal ninguna prueba que permita suponer que el Proyecto, cuando se
desarrollaba en virtud de los parámetros operacionales basados en el Convenio de Asociación, se
habría desviado significativamente de dicho OSF, cuando debía ajustarse y podía corregirse dentro
de un marco de tiempo razonable a través de mejoras profesionales y apropiadas por medio del
mantenimiento y de la calidad mejorada de los equipos.
513. En conclusión, el Tribunal reúne la información necesaria para la evaluación de las canti-
dades de producción de EHCO y CCO, ya sea en términos reales o sobre la base de pruebas que
permiten determinar la producción como habría tenido lugar si los Convenios de Asociación hu-
bieran permanecido en vigencia. El primer período con resultados reales abarca mediados de 2007
y 2008. El Tribunal opina que las cantidades de EHCO producidas en ese momento en los campos
y entregadas al mejorador, junto con el CCO saliente, confirman básicamente la eficiencia de los
mejoradores cuando operaban bajo el control de PDVSA, pero antes del corte en el suministro
adoptado para todos los años a partir de 2009. Tal como confirma la Demandada, este período
relativamente corto bajo la dirección de PDVSA se aproxima a lo que experimentaron las Deman-
dantes antes de la expropiación:
340
De hecho, la prueba demostrativa aportada por las Demandantes durante la Audiencia celebrada entre los días 19 y
21 de septiembre de 2017 (“Posición de las Demandantes respecto de la Producción de CCO y el OSF en Hamaca en
el Escenario Contrafáctico”) confirma esta evaluación. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, pág. 4515:7-
17 (King).
341
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 317.
165
Caso CIADI No. ARB/07/30
514. A partir de 2009, debido al cambio en el modo operativo de los Proyectos y la producción
y venta de crudo mezclado, las cifras reales no son representativas de la producción y las ventas
que se habrían realizado si las Demandantes continuaran siendo socias en los Proyectos. Por lo
tanto, a partir de esa fecha, las cifras relevantes se recopilan sobre la base de las cantidades dispo-
nibles de EHCO, para la producción tanto de CCO como de crudo mezclado, combinadas con los
parámetros de producción de los mejoradores. Esto es aplicable al período histórico comprendido
entre 2009 y 2016, y a los años siguientes. Tal como se ha explicado supra, el Tribunal aplica al
OSF medio considerado para el Proyecto Petrozuata una reducción del 1,6% promedio correspon-
diente al impacto de las paradas realizadas aproximadamente cada cinco años (lo que arroja como
resultado un OSF del 95,4%).
515. En tal sentido, el Tribunal considera para Petrozuata una capacidad de producción de EHCO
de 41.785.200 MMB por año (equivalente a 114.480 BPD) y, para Hamaca, de 61.374.750 MMB
(168.150 BPD). En combinación con los rendimientos respectivos para Petrozuata (0.8621) y Ha-
maca (0.947), las cantidades resultantes de CCO son 36.023.021 MMB (98.693 BPD) para Petro-
zuata y 58.121.888 MMB (159.238 BPD) para Hamaca. El Tribunal concluye además que estas
cantidades también se aplican a los siguientes años de la futura vida útil de los Proyectos, siempre
que hubieran estado operando en las condiciones establecidas en los Convenios de Asociación.
516. Tal como se ha explicado supra (parte B), el volumen de producción de CCO debe ajustarse
ligeramente en aras de contemplar el volumen de EHCO de desvío (by-pass) durante las paradas.
Tal volumen representa una pérdida de crudo mejorado e ingresos para estos períodos de duración
limitada. Las cantidades de EHCO que se deben considerar son relativamente pequeñas, en una
medida que no permite resultados útiles si los volúmenes involucrados se atribuyen a los años en
que tuvieron lugar las paradas por renovaciones, suponiendo que estos años pudieran determinarse
con cierta precisión, que no es el caso. Por consiguiente, el Tribunal toma la cantidad total de
EHCO de desvío de 9.044.000 MMB para Petrozuata y de 20.880.000 MMB para Hamaca durante
el tiempo de vida de los respectivos Proyectos. A efectos de una adecuada contabilización de los
valores involucrados, estas cifras se deben tener en cuenta en su proporción del 30% en compara-
ción con el precio del CCO contabilizado al 100%, lo cual arroja un resultado de 2.713.200 MMB
para Petrozuata y 6.264.000 MMB para Hamaca. En lugar de distribuir estas cifras durante los años
en que se produjeron las paradas por renovaciones, el Tribunal considera un promedio durante la
vida útil de cada uno de los Proyectos desde 2009, lo cual arroja un resultado de 193.800 MMB
para Petrozuata y 261.000 MMB para Hamaca. El Tribunal también reconoce un pequeño margen
de discrecionalidad que permite el redondeo y considera una producción total de crudo sintético
pesado por año de 36.200.000 MMB de CCO para Petrozuata y 58.400.000 MMB de CCO para
Hamaca.
517. En relación con el período que se aproxima al final de la vida útil de cada uno de los Pro-
yectos, el Tribunal observa que las Partes no son tan explícitas como lo son con respecto a muchos
166
Caso CIADI No. ARB/07/30
518. Después de los años de disminución, 2024 y 2034, respectivamente, la producción puede
continuar, aunque en cantidades mucho menores. Los volúmenes disponibles hasta el final de la
vida útil de las concesiones son difíciles de determinar sobre la base de certeza razonable. Las
cifras provistas por los peritos no se encuentran sustentadas por testimonios o pruebas documenta-
les reales. Asimismo, la relación entre los ingresos resultantes de dicha producción final y los cos-
tos que aún se verán involucrados en un nivel más o menos similar que antes serán desproporcio-
nados en un momento determinado por razones de economía y financiamiento. La perforación ya
no será una opción cuando los costos no puedan recuperarse348. El Tribunal considera que, para
Hamaca, la caída en la productividad fue sustancial en el año 2034, próximo al fin contractual del
342
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párrs. 179, 180, 224. No se produjo crudo mezclado durante ese
período; cf. Figuera, Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, párr. 21, nota al pie 46.
343
Cf. Tablas de las Demandantes sobre la Producción en Petrozuata presentadas el 20 de marzo de 2017; Abdala/Spi-
ller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 50; TR-S, Audiencia de marzo de 2017,
Día 12, págs. 1795:20-1796:17 (Abdala). Véase también ConocoPhillips, Grupo RCAT, Creación de Reservas de Ca-
pacidad de Producción, octubre de 2006 (C-474). El Informe de Gestión Anual de Petrozuata para los Prestamistas del
1 de abril de 2007 (C-376) señaló en la sección “Riesgos adicionales asociados con supuestos clave del plan a largo
plazo” que, “con acceso al Área de Reserva, la producción cae por debajo de 120.000 BPCD en 2023” [Traducción
del Tribunal].
344
[3.a] Declaración Testimonial de Refutación, 14 de abril de 2010, párrs. 3, 12; TR-S, Audiencia de 2010, Día 4,
pág. 1096:10-18. En la audiencia de febrero de 2017, el Testigo Lyons observó que se esperaba un declive en el Plan
de Negocios de 2006 para el año 2027 (TR-S, Día 8, pág. 630:15-25), pero también aceptó una referencia al 2023 (TR-
S, Día 7, pág. 413:13-16). El Testigo Figuera también hizo referencia al año 2023 (Testimonio Suplementario, 26 de
enero de 2010, párr. 30).
345
Cf. Modelo Económico Compuesto (MEC; LECG-085), págs. 15, 42/pdf.
346
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párrs. 226, 271, 309.
347
Los peritos de las Demandantes (Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 54) obser-
van un declive a partir de 2031. El Plan de Negocios de 2006 advirtió una disminución en 2032, dado que los objetivos
de los pozos se agotarán en 2031 (C-346, LECG-112, pág. 20); cf. Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de febrero de 2017,
Día 7, págs. 461:8-462:3. El Tribunal observa que, si bien es cierto que la curva se muestra descendente a partir de ese
año, la clara tendencia se manifiesta solo a partir de 2034. Cf. Tablas de las Demandantes sobre la Producción de
Hamaca, presentadas el 20 de marzo de 2017; ConocoPhillips, Hamaca, Revisión RCAT, Ingeniería, 7 de mayo de
2007, págs. 15, 27, 31/pdf.
348
Cf. Testigo Lyons, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 373:2-374:10.
167
Caso CIADI No. ARB/07/30
Proyecto. Sin embargo, no constituye motivo suficiente para detener la contabilidad por completo
mientras que la producción se mantiene por encima del 50% del promedio determinado por el
Tribunal (61.374.750 MMB). Por lo tanto, en un intento de mantener el cálculo en términos sim-
ples, el Tribunal considera, para Hamaca, las cantidades de 51.000.000 (2034), 47.000.000 (2035)
y 43.000.000 (2036). En el caso de Petrozuata, el declive principal se produce ya en el año 2024,
más de 10 años antes del final definitivo; durante este período residual, la producción tal como
fuera proyectada no es insignificante349. El Tribunal considera que esta situación también debe ser
considerada y valorada adecuadamente. Por ende, concluye que la producción en los años 2024,
2025 y 2026 debe incluirse en la contabilización correspondiente a Petrozuata, ya que las cantida-
des respectivas de EHCO aún están por encima del 50% del promedio determinado por el Tribunal
(41.785.200 MMB). Por lo tanto, el Tribunal considera las cantidades de 26.600.000, 22.100.000
y 19.000.000 MMB de CCO para los años 2024, 2025 y 2026, respectivamente.
519. Por las razones expuestas supra, las cifras globales de producción en Petrozuata y Hamaca
son las siguientes:
2024-2026 3 67.700.000
Hamaca 89.682.897 81.369.878 1½ 81.369.878
2007/2008
Hamaca Diseño 190.000 69.350.000 179.600 65.554.000
2009-2033
Tribunal 168.150 61.374.750 159.238 58.400.000 24 1.401.160.000
2034-2036 141.000.000
Total 2.249.229.375
1 2 3 4 5 6 7 8
349
Las cifras pertinentes son provistas por el MEC, pág. 42/pdf, y las Tablas de las Demandantes presentadas el 20 de
marzo de 2017.
168
Caso CIADI No. ARB/07/30
G. Corocoro
520. Se ha mencionado supra que Corocoro amerita una sección especial, debido a las particu-
laridades de su naturaleza y funcionamiento, diferente de Petrozuata y Hamaca. Corocoro no pro-
ducía crudo mejorado. También se basaba en un Convenio de Asociación, celebrado el 10 de julio
de 1996, pero este documento no incluía disposiciones de compensación (C-23, R-29). Este Pro-
yecto también es diferente en el sentido de que Conoco Venezuela B.V. fue designada operadora
para la totalidad de los 39 años de duración del Proyecto 350. Posteriormente, Conoco Venezuela
B.V. transfirió su participación accionaria a ConocoPhillips Gulf of Paria B.V. (CGP). Era titular
del 32,2075% del Proyecto, junto con CVP, subsidiaria de PDVSA (35%), Eni (25,8%) y dos in-
versionistas más pequeños, OPIC e Ineparia (7%).
522. El 8 de abril de 2003, el Plan de Desarrollo de Corocoro (C-184) fue aprobado por CVP y
los demás miembros del Comité de Control del Proyecto, que incluía representantes del Ministerio.
En el transcurso de los dos años siguientes, los participantes del proyecto realizaron importantes
inversiones, que incluyeron (a) una plataforma de boca de pozo; (b) una Instalación de Procesa-
miento Temporal (IPF, por sus siglas en inglés); (c) un buque flotante de almacenamiento y des-
carga; y (d) una serie de tuberías submarinas que conectaban estas instalaciones. Para cuando el
Proyecto fue expropiado, el Proyecto Corocoro estaba cerca de ingresar en una etapa de producción
comercial rentable.
523. Las Demandantes afirman que su argumento sobre los volúmenes de producción de Coro-
coro es ampliamente confirmado por prueba contemporánea. Sus peritos proyectan la recuperación
de 205 millones de barriles de petróleo durante el período comprendido entre los años 2007 y 2021.
Comenzaron con el perfil de producción presente en el Modelo Económico Compuesto de Cono-
coPhillips (MEC; LECG-085) para Corocoro, actualizado a fines de 2006 y avalado por PDVSA
350
Cf. C-17, C-17A, R-29.
351
Decisión sobre Jurisdicción y Fondo (“la Decisión de 2013”), párr. 167.
169
Caso CIADI No. ARB/07/30
en ese momento; luego, revisaron ese perfil de manera que fuese congruente con la cifra de Reser-
vas algo inferior de ConocoPhillips para el Proyecto (en 205 millones de barriles).
525. Las Demandantes y Venezuela no difieren ampliamente en cuanto al volumen final de crudo
que se produciría en Corocoro. Los peritos de la Demandada proyectan una recuperación total de
aproximadamente 181 millones de barriles, casi un 10% menos que los de las Demandantes. El
perfil de las Demandantes es respaldado por la cifra de Reservas Probadas de PDVSA para el Pro-
yecto y, por lo tanto, debe ser preferido.
526. La controversia más importante entre las Partes se relaciona con la tasa a la cual los pozos
de Corocoro producirán ese crudo. Con base en el Adendum del Plan de Desarrollo, Abdala y
Spiller suponen una producción máxima de salida de casi 70.000 BPD para 2013 y que la produc-
ción luego disminuiría hasta 2021. Brailovsky y Flores suponen un nivel máximo de producción
de solo alrededor de 37.000 BPD, pero durante un período de tiempo más largo, que finaliza en
2032. Venezuela asume una extracción más lenta de crudo basada en el supuesto rendimiento pos-
terior a la expropiación del Proyecto. No obstante, este es el resultado de la implementación de una
estrategia diferente de extracción de petróleo por parte del Proyecto posterior a la expropiación,
conocido como PetroSucre.
527. El perito de la Demandada, Sr. Patiño, argumenta que el plan de producción establecido en
el Adendum del Plan de Desarrollo se basa en un concepto erróneo de la geología del campo Co-
rocoro, que resultó ser menos favorable de lo que todos los participantes del Proyecto habían creído
con anterioridad a la expropiación. Los modelos de Eni demuestran que el perfil de producción
adoptado en el Adendum del Plan de Desarrollo es inalcanzable. Sin embargo, el Dr. Strickland
explica que las diferencias no son tan importantes. Los modelos geológicos presentados por Cono-
coPhillips y por Eni presentan muchas similitudes; sus diferencias no pueden explicar la diferencia
en los niveles de producción planteada entre las partes. En todo caso, el análisis de Eni de los
campos sugiere más bien un campo petrolífero más recuperable de lo que los participantes habían
pensado en 2007.
170
Caso CIADI No. ARB/07/30
528. El Dr. Strickland explica que la nueva empresa mixta, PetroSucre, se ha desviado del plan
de los participantes del Proyecto previo a la expropiación que contemplaba utilizar volúmenes sig-
nificativos de inyección de agua para aumentar la productividad de los pozos. PetroSucre está in-
yectando cantidades mucho menores de agua en el yacimiento. La inyección de agua es un medio
para garantizar la presión suficiente en un yacimiento a fin de alcanzar los niveles de producción
deseados. El programa de inyección de agua reducida de PetroSucre y las tasas de producción de
petróleo correspondientes se pueden comparar con el plan previo a la expropiación de Corocoro
que las Demandantes, como operador del Proyecto, habrían aplicado. En una desviación de lo acor-
dado en el Adendum del Plan de Desarrollo, la cantidad de agua realmente inyectada ha sido menor
que el volumen de petróleo extraído, lo que significa que el nuevo operador no está reemplazando
por completo la presión perdida a causa de la extracción de petróleo. Esta decisión operativa de
PetroSucre representa una desviación sustancial del curso que ConocoPhillips habría seguido en
Corocoro. Los niveles de producción inferiores logrados con los niveles reducidos de inyección de
agua no pueden atribuirse a las Demandantes.
529. El Proyecto Corocoro debía comenzar a procesar su producción de petróleo en una Instala-
ción de Procesamiento Temporal (IPF), que tendría la capacidad de procesar 30.000-35.000 BPD.
La IPF operaría a la espera de la construcción de la Instalación de Procesamiento Central (CPF),
que tendría la capacidad de procesar 70.000-75.000 BPD de crudo. Si bien el plan original era
cerrar definitivamente la IPF una vez que la CPF estuviera en funcionamiento, la accionista de
PDVSA, CVP, entendió que el volumen de producción del campo justificaba mantener ambas ins-
talaciones en funcionamiento. En el momento de la apropiación, el Proyecto Corocoro estaba a
punto de comenzar la producción. La IPF estaba programada para ponerse en funcionamiento en
el verano de 2007, seguida de la CPF, a fines de 2008. Venezuela afirma que la IPF efectivamente
entró en servicio en enero de 2008 y la CPF, en febrero de 2012, y que tales demoras eran atribui-
bles a las Demandantes.
530. Las Demandantes también explican que el Decreto de Nacionalización se anunció en fe-
brero de 2007, menos de seis meses antes del inicio de producción previsto para Corocoro, cuando
ConocoPhillips ya había dedicado casi cinco años al desarrollo del Proyecto. El Decreto exigía que
el control del Proyecto fuera asumido por un Comité de Transición controlado por PDVSA en el
plazo de un mes y que PDVSA asumiera el control operativo pleno, a más tardar, el 1 de mayo de
2007. Las pruebas demuestran que Venezuela prestó poca atención a la gestión de la transición de
Corocoro. PDVSA rara vez convocaba a asambleas del Comité de Transición y se mostraba desor-
ganizada. La mala administración de PDVSA retrasó el avance del Proyecto, pero ahora Venezuela
pretende atribuir los retrasos a ConocoPhillips. Si bien es cierto que ConocoPhillips recomendaba
la adopción de medidas de seguridad adicionales para procurar que la IPF pudiera soportar una
“tormenta que dure 100 años”, esto no habría demorado la fecha de finalización, o como máximo,
la habría prorrogado cuatro meses.
171
Caso CIADI No. ARB/07/30
531. ConocoPhillips presentó varias opciones para modificar la IPF ante el Comité de Transición
en abril de 2007, pero fue en vano. No se tomó ninguna medida. La IPF fue completada por el
fabricante en agosto de 2007 y, si se hubiera manejado con diligencia, habría comenzado la pro-
ducción tres semanas después. En realidad, la producción comenzó recién en enero de 2008. Todos
los retrasos en la entrega que el testigo de Venezuela, Sr. Marcano, ahora señala se relacionan con
plazos contractuales posteriores a la transferencia del 1 de mayo, cuando PDVSA era responsable
de la gestión del contrato. Invocando al Sr. Marcano, Venezuela sostiene que el Proyecto se retrasó
significativamente en mayo de 2007. Las diapositivas de la presentación a las que se hace referencia
no abordan los detalles, y el Sr. Marcano no estuvo presente en tales reuniones.
532. Venezuela apela a testimonios de oídas tomados del caso de arbitraje no relacionado Uni-
versal Compression c. Venezuela352 y argumenta que la CPF se habría retrasado independiente-
mente de la apropiación ilícita. No se puede atribuir ninguna importancia a dicho material. El Tri-
bunal debe confiar en el testimonio del Testigo Chamberlain, en el sentido de que, en el momento
de la apropiación, la construcción de la CPF cumplía con el cronograma previsto y de que debería
haber sido entregada a fines de 2008353. Venezuela hace caso omiso de sus propios retrasos. La
CPF se retrasó en más de tres años bajo la gestión del Proyecto por parte de PDVSA con posterio-
ridad a la expropiación. La CPF estaba en camino a su primera producción a fines de agosto de
2008. En síntesis, las presuntas demoras en las instalaciones de producción de Corocoro no pueden
atribuirse a las Demandantes y deben descartarse a efectos del cálculo de la cuantía en el escenario
contrafáctico. La CPF cumplía con el cronograma previsto a la fecha de expropiación. Del mismo
modo, las supuestas demoras en la CPF surgieron luego de la expropiación y bajo la gestión de
PDVSA, a la cual son debidamente atribuibles.
533. Las Demandantes vuelven a utilizar la misma proyección de producción para la valuación
a la fecha de expropiación correspondiente a Corocoro. Dicha proyección prevé la recuperación de
205 millones de barriles de petróleo durante el período comprendido entre los años 2007 y 2021.
Los peritos de la Demandada se basan en este sentido en las previsiones contenidas en la declara-
ción testimonial del Sr. Figuera de julio de 2009. En función de esto, el volumen total previsto es
de 182,8 millones de barriles; el Sr. Figuera proyecta tasas de producción más bajas. Si bien los
peritos de las Demandantes, al tomar el Adendum del Plan de Desarrollo como base, proyectan una
producción diaria de aproximadamente 70.000 BPD, los peritos de la Demandada limitan la pro-
ducción a un máximo de 52.800 barriles por día y, en la mayoría de los años, a menos de 45.000
BPD. No se controvierte que, al momento de la apropiación, todos los participantes del Proyecto
habían acordado seguir el plan de producción de petróleo incluido en el Adendum del Plan de
Desarrollo. Avalaron colectivamente la estrategia de inyectar mucha más agua que el petróleo
352
Universal Compression International Holdings, S.L.U. c. La República Bolivariana de Venezuela, Demandada,
Caso CIADI No. ARB/10/9, Orden de Suspensión del Procedimiento (R-553).
353
Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 23.
172
Caso CIADI No. ARB/07/30
producido. Cualquier valuación realizada a partir de 2007 debería tener esto en cuenta. En sus
valuaciones de 2007 para Corocoro, Venezuela asume que la producción comenzaría en la IPF en
enero de 2008, a una tasa de 19.800 BPD en 2008 y de 32.300 BPD en 2009, y que la producción
plena con la CPF no estaría en marcha hasta enero de 2010. Sin embargo, en el momento de la
apropiación, la IPF estaba programada para comenzar la producción en julio o agosto de 2007,
mientras que la CPF estaba programada para comenzar la producción a fines de 2008. Todo retraso
en la finalización de la IPF y la CPF puede atribuirse a las propias deficiencias de Venezuela y de
PDVSA.
2. La Posición de la Demandada
534. La Demandada ofrece una amplia perspectiva histórica sobre el origen del Proyecto Coro-
coro que, en su opinión, es útil para comprender los retrasos que han sido característicos de este
proyecto y el bajo perfil de producción. A diferencia de los casos de Petrozuata y Hamaca, Cono-
coPhillips era el operador del Proyecto Corocoro antes de la nacionalización y, por lo tanto, tuvo
un mayor grado de responsabilidad por lo que sucedió durante ese período.
535. Durante la primera fase del desarrollo del Proyecto Corocoro, ConocoPhillips propuso un
total de 24 pozos para alcanzar una producción estimada en 250 millones de barriles de petróleo.
El Plan de Desarrollo de Corocoro 2002 contemplaba una infraestructura que incluía una sola pla-
taforma de boca de pozo de 24 pozos en la parte oriental del campo, una unidad de producción
flotante (FPU, por sus siglas en inglés), y un sistema de almacenamiento y descarga flotante (FSO,
por sus siglas en inglés), con un costo total de USD 557 millones (en dólares estadounidenses de
2002). Se esperaba que la producción de petróleo comenzara a fines de 2004 o principios de 2005.
El Plan también estipulaba que Conoco emprendería una perforación exploratoria adicional en la
parte occidental del campo para que el Proyecto estuviera preparado para implementar la Fase II
en 2006.
536. Unos meses después de la aprobación del Plan de Desarrollo 2002, ConocoPhillips deter-
minó que había subestimado los costos. Tras una reevaluación de la situación, se produjo una pri-
mera serie de retrasos. ConocoPhillips decidió reemplazar la unidad de producción flotante, un
buque grande, por la CPF. ConocoPhillips también se alejó de una estrategia de ingeniería, sumi-
nistro y construcción (EPC, por sus siglas en inglés) hacia una nueva estrategia de contratación,
mediante la cual ConocoPhillips emprendería la ingeniería internamente y siempre que (a) los múl-
tiples componentes de la CPF, denominados “patines”, fueran arrendados a numerosos contratistas,
incluidas empresas venezolanas; y (b) los componentes se integraran de conformidad con un con-
trato separado. Esta nueva estrategia de contratación se detallaba en el Adendum del Plan de Desa-
rrollo de Corocoro 2005 (C-181).
173
Caso CIADI No. ARB/07/30
537. Este Adendum fue aprobado a principios de 2005. Los costos de infraestructura de la Fase
I se estimaron en USD 810,3 millones (en dólares estadounidenses de 2003). La Fase I se subdivi-
dió en dos subfases, IA e IB, que tenían una configuración de pozos diferente. En la Fase IA, se
perforarían 14 pozos y, en la Fase IB, 10 pozos adicionales. En el Adendum, se contemplaba un
total de 14 pozos de producción y 10 pozos de inyección de agua. El Adendum contemplaba el
primer petróleo a principios de 2007, más de dos años después que lo que originalmente se había
proyectado. También se afirmaba que habría oportunidad de montar una Instalación de Procesa-
miento Temporal a principios de 2006 y acelerar la primera fecha del petróleo. Esto no sucedió.
538. Ninguno de los pozos contemplados en la Fase IA fueron perforados. Por lo tanto, no había
posibilidad de comenzar la producción con una IPF a principios de 2006. Este retraso no importó,
ya que la entrega del sistema flotante de almacenamiento y descarga (FSO, por sus siglas en inglés)
se retrasó, y no se había intentado contratar una IPF para su entrega a principios de 2006. A partir
de entonces, el cronograma de perforación de pozos continuó postergándose; la fecha de inicio de
la perforación se produjo recién en mayo de 2006. ConocoPhillips no realizó ninguna perforación
exploratoria adicional en la parte occidental del campo.
539. Con respecto a la IPF, se proyectó en octubre de 2005 que el contrato estaría en vigencia en
diciembre de 2005, de modo que la unidad pudiera instalarse en el proyecto, a más tardar, en octu-
bre de 2006 y que las operaciones comenzaran en enero de 2007. Se pasaron varias fechas y no se
preparó ningún contrato para la IPF para el 26 de abril de 2006. ConocoPhillips contrató a Hanover
el 29 de septiembre de 2006, y se preveía que la producción inicial con la IPF comenzaría en mayo
de 2007, cuando se proyectaba que siete pozos estarían listos para la producción. En marzo de
2007, el cronograma de proyecto reflejaba la puesta en marcha de la IPF en mayo de 2007 (C-383).
Este cronograma de marzo de 2007 fue el último documento que incluyó un “Programa General
del Proyecto” preparado por ConocoPhillips. Al mismo tiempo, ConocoPhillips solicitó que se
realizaran cambios en la IPF, lo que aumentó los costos en USD 5,2 millones354. ConocoPhillips
también informó al Comité de Transición de Corocoro que habría retrasos adicionales asociados
con la instalación de equipos de medición de gas no incluidos en el diseño de la IPF.
540. En la primera fase del presente caso, las Demandantes asumieron una producción en Coro-
coro de 30.000 BPD durante todo el segundo semestre de 2007, aunque sabían que la IPF no estaría
lista en ese momento. En esta fase, afirman que la IPF estaba programada para comenzar la pro-
ducción en julio o agosto de 2007, si bien la IPF no estaba en los planes a corto plazo en el momento
en que ConocoPhillips abandonó el proyecto a fines de junio de 2007. Las Demandantes sostienen
que la construcción de la IPF se completó en agosto de 2007, pero no tienen más evidencia que un
anexo del contrato de la IPF de fecha 25 de septiembre de 2006. De hecho, la IPF fue entregada en
el sitio en octubre de 2007.
354
Apéndice 92 de Figuera.
174
Caso CIADI No. ARB/07/30
541. En síntesis, las Demandantes han hecho caso omiso de todo el historial de la IPF, lo que da
la impresión de que todo estaba procediendo exactamente como se había planeado cuando Cono-
coPhillips decidió no migrar. La IPF estaba retrasada, y ConocoPhillips introducía cambios de di-
seño todavía en abril de 2007. La IPF comenzó a funcionar en enero de 2008. No existe ninguna
base para proyectar una producción con anterioridad a esa fecha.
542. El Adendum del Plan de Desarrollo de Corocoro 2005 proyectaba la finalización de la CPF
para comienzos de 2007 y preveía además una breve demora. Ese cronograma era una ilusión en
comparación con el “Programa General del Proyecto” de ConocoPhillips presentado en octubre de
2005. Esta presentación reveló que los patines que integrarían la CPF debían entregarse, a más
tardar, en el mes de octubre de 2006 y que la producción con la CPF comenzaría en agosto de 2008.
En una presentación del 26 de abril de 2006, ConocoPhillips exhibió un nuevo “Programa General
del Proyecto”. La nueva fecha de entrega de los patines era noviembre de 2006, en lugar de octubre
de 2006, y su deslizamiento al sitio se produciría en marzo/abril de 2008. La misma presentación
mostraba que 21 de los patines se adquirieron en siete lugares en los Estados Unidos, mientras que
13 fueron adquiridos de fabricantes en cinco lugares de Venezuela. ConocoPhillips administró la
ingeniería desde sus oficinas en Houston hasta mediados de 2006. Esto pareció ser un gran error
que dio lugar a enormes retrasos. Cada contratista de patines fue tratado por separado y provisto
solo de planos de ingeniería básicos. La ingeniería de detalle tuvo que realizarse en cooperación
entre cada contratista y ConocoPhillips hasta que los planos se consideraran apropiados. En octubre
de 2006, ConocoPhillips informó que los patines de Venezuela se habían completado solamente en
un promedio del 64%.
543. Se realizó una nueva presentación del “Programa General del Proyecto” en marzo de 2007.
En dicho documento, ConocoPhillips establecía por separado los cronogramas de los patines na-
cionales (venezolanos) y los patines “internacionales” (principalmente estadounidenses). Para es-
tos últimos, la entrega se fijó en diciembre de 2006, aunque quedó claro en marzo de 2007 que no
se habían entregado todos los patines internacionales. En el caso de los patines venezolanos, se
estableció una fecha de entrega, a más tardar, en marzo de 2007. No obstante, al visitar el patio de
integración, se puso de manifiesto que muchos de dichos patines no habían sido entregados para
entonces y que habría una demora aún mayor. Las demoras en las entregas de patines fueron mucho
peores que las que se reflejaban en el “Programa General del Proyecto” de ConocoPhillips. Muchos
de los patines venezolanos estaban muy retrasados. También hubo serios problemas con uno de los
fabricantes de los Estados Unidos, Williams Production Services (WPS) de Luisiana. El primer
patín de dicha fábrica se entregó en noviembre de 2006 y los otros, recién en mayo de 2008.
544. En la primera fase de este caso, la Demandada se refirió a los problemas que presentó el
bajo rendimiento de este contratista estadounidense. Después de la Audiencia de 2010, una empresa
llamada Universal Compression, que asumió el contrato de la IPF después de una fusión con Ha-
nover, inició un caso en contra de Venezuela en virtud del TBI Venezuela-España solicitando com-
pensación por la nacionalización de sus equipos de compresión de gas en 2009. Uno de los
175
Caso CIADI No. ARB/07/30
problemas en el caso fue la compensación por la expropiación de la IPF, que permaneció en servi-
cio hasta junio de 2009 debido a demoras en la CPF. Uno de los abogados de Universal, Sr. Price,
informó que la CPF estaba muy retrasada y alegó que ConocoPhillips le había dicho que la demora
en completar la CPF sería de muchos años. Las Demandantes sostienen que el testimonio del Sr.
Price no era confiable. Afirman que el testimonio del Sr. Chamberlain debe ser abonado, recor-
dando que la CPF cumplía con el cronograma previsto. La Demandada sostiene que el Sr. Price no
tenía interés en culpar a nadie por la demora de la CPF. La Demandada también recuerda que las
Demandantes insistieron en que el Sr. Chamberlain presentara una segunda declaración testimo-
nial, lo que nunca hizo.
545. En síntesis, ya era bien sabido con anterioridad a la nacionalización que la fecha progra-
mada para la puesta en marcha de la CPF se retrasaría mucho, y no cabe duda de que la CPF se
retrasó hasta 2012. En vista de los retrasos asociados tanto con la IPF como con la CPF, el perfil
de producción que utilizaron las Demandantes y sus peritos en su análisis ex ante para el caso
Corocoro es insostenible.
546. Completamente aparte de este tema de las demoras en la entrega de la IPF y la CPF, el
hecho es que el Proyecto Corocoro en ningún caso podría alcanzar los niveles de producción pro-
yectados por ConocoPhillips. La geología de Corocoro nunca habría permitido tasas de 10.000-
11.000 BPD por pozo, tal como ConocoPhillips había proyectado originalmente en 2005. Conoco-
Phillips caracterizó el campo de manera errónea como un sistema de valles incisos, cuando, en
realidad, la caracterización apropiada es la de un campo con canales fluviales. En consecuencia,
las tasas de producción fueron muy inferiores a las proyectadas por ConocoPhillips, con tasas pro-
medio al inicio de 1.500 BPD, 4.000 BPD y 900 BPD para los yacimientos 70A, 70B y 70E, res-
pectivamente.
547. Las Demandantes han sostenido que se podrían haber esperado y se habrían alcanzado ma-
yores niveles de producción si el Proyecto hubiera inyectado más agua para apoyar la presión del
campo. No obstante, ConocoPhillips siempre reconoció que existían incertidumbres sustanciales
con respecto a este método. El Plan de Desarrollo 2002 (LECG-139) incluyó como una de tales
incertidumbres el efecto de la “heterogeneidad del yacimiento en la inundación de agua” [Traduc-
ción del Tribunal], en la que el agua atraviesa el yacimiento creando canales hacia los pozos pro-
ductores. ConocoPhillips consideró que esto era serio, al declarar en un documento interno del mes
de agosto de 2007 que la inyección de agua no debe ser utilizada en la medida que no se demuestren
sus beneficios355. En un contexto ex ante, los efectos de la inundación de agua fueron, en el mejor
de los casos, especulativos.
548. Por lo tanto, la información disponible a la fecha de la nacionalización revelaba que el perfil
de producción de Corocoro en el Modelo Económico Compuesto (MEC) de ConocoPhillips no
355
Revisión RCAT de Corocoro, agosto de 2007 (LECG-50).
176
Caso CIADI No. ARB/07/30
podría lograrse. Habría sido evidente que la puesta en marcha de la IPF, con una capacidad de
procesamiento de aproximadamente 30.000 BPD, se habría retrasado por lo menos hasta fines de
2007, lo que significa que no habría producción en 2007; que la puesta en marcha de la CPF, con
su mayor nivel de capacidad de procesamiento, se retrasaría durante varios años; y que, en cual-
quier caso, el campo no podría alcanzar los niveles de producción contemplados en el Adendum
del Plan de Desarrollo de Corocoro 2005 con la infraestructura existente debido a la calidad del
campo. Un comprador razonable que tuviera en cuenta toda la información disponible al 26 de
junio de 2007 habría proyectado volúmenes de producción mucho más bajos, en consonancia con
los volúmenes establecidos por el testimonio del Sr. Figuera.
549. La Demandada sostiene además que la producción de crudo en Corocoro durante el período
posterior a la nacionalización ha sido muy inferior tanto a los volúmenes que se habían proyectado
en los modelos previos a la nacionalización, en los que se basan las Demandantes, como a los
volúmenes asumidos por la Demandada en su evaluación ex ante.
550. En su análisis ex post de los volúmenes de producción en Corocoro, las Demandantes su-
ponen una vez más que el documento de planificación previo a la nacionalización era correcto en
todos los aspectos. Por lo tanto, no realizan ajustes a los volúmenes ni a los costos de producción
(excepto por inflación). La dependencia permanente de las Demandantes del Adendum del Plan de
Desarrollo de Corocoro 2005 como base para su perfil de producción ex post es completamente
injustificada, ya que la producción real ha revelado que incluso los volúmenes de producción que
el Sr. Figuera proyectó en la primera fase de este caso eran demasiado optimistas.
551. Las Demandantes sostienen que las diferencias en las interpretaciones geológicas del campo
realizadas por ConocoPhillips y Eni no son tan significativas dado que la producción final en virtud
de ambas interpretaciones es prácticamente igual. Tal como demuestra el Sr. Patiño, la diferencia
es de vital importancia para los niveles de producción realmente alcanzados en el período histórico,
así como para el perfil de producción general. Existe una diferencia significativa de valor entre (a)
un proyecto capaz de producir petróleo a una tasa de aproximadamente 70.000 BPD que recupera
205 millones de barriles en un período de 15 años; y (b) un proyecto capaz de alcanzar una pro-
ducción máxima de solo aproximadamente 40.000 BPD que recupera 184 millones de barriles en
un período de 25 años.
552. El hecho de que PetroSucre haya inyectado volúmenes de agua menores a lo previsto en los
planes de desarrollo ha tenido un impacto mínimo. Ha sido el resultado de factores geológicos y
de las limitaciones de las instalaciones de superficie planificadas por ConocoPhillips. En numero-
sas partes del campo, grandes volúmenes de agua en realidad no contaban con la presión que se
había requerido, la inundación de agua era mucho más difícil de manejar y las instalaciones de
superficie tenían capacidades limitadas para tratar el agua producida. Siete años de antecedentes
de producción en Corocoro han revelado que ConocoPhillips estaba equivocada sobre la mayoría
177
Caso CIADI No. ARB/07/30
553. El Tribunal toma nota de las explicaciones proporcionadas con respecto al historial del Pro-
yecto Corocoro previo a la expropiación. El Testigo Lyons culpó al Comité de Transición liderado
por PDVSA de no haber actuado de manera expedita en aras de tener la IPF en funcionamiento en
el mes de agosto de 2007356. Sin embargo, el Tribunal entiende que esta información es de limitada
relevancia a efectos de determinar las consecuencias de la expropiación que se hizo efectiva el 26
de junio de 2007. En ese momento, el Proyecto ya había acumulado retrasos que no deben anali-
zarse aquí. Las Partes podrán debatir una serie de disfunciones contractuales que ciertamente ocu-
rrieron, pero que no le corresponde decidir al Tribunal. Si bien las fechas registradas para la puesta
en marcha de la IPF no siempre son idénticas, enero de 2008 parece ser correcta, dado que esta
fecha se puede encontrar en las declaraciones de ambas Partes357. Por lo tanto, no hay producción
que considerar en el año 2007.
554. La puesta en marcha de la CPF se retrasó seriamente. Si bien se controvierte la fecha precisa
de su disponibilidad, la producción de petróleo entre enero de 2008 y esta disponibilidad se basó
exclusivamente en la producción de la IPF. Aunque se planteó junto con diferentes líneas argu-
mentales, ambas partes consideran que la producción diaria de 30.000 BPD es el nivel inferior358,
al menos a partir del año 2009. Para lograr una producción significativamente mayor, se requería
el funcionamiento de la CPF. En otras palabras, dichos niveles de producción más altos se progra-
maron inicialmente a partir de fines de 2008, pero, en la práctica, se difirieron hasta febrero de
2012, cuando se estableció finalmente la CPF359.
555. Las Demandantes culpan a la Demandada de los retrasos en la entrega de la CPF y señalan
como consecuencia que deben asumirse niveles de producción superiores a los reales a partir de
fines de 2008, cuando estaba previsto que la CPF comenzara a funcionar. La Demandada, junto
356
Quinta Declaración Testimonial, 13 de octubre de 2014, párrs. 58-64.
357
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párrs. 295, 304; Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía,
párr. 174. Testigo Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 58; Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto
de 2014, párr. 110. Testigo Chamberlain, Declaración, 30 de octubre de 2009, párr. 23.
358
Véase también Testigo Figuera, TR-S, Audiencia de 2010, Día 8, págs. 2114:16-2115:20, 2224:3-15; TR-S, Au-
diencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 808:23-809:1, 855:2-6.
359
Fecha confirmada por el Testigo Marcano, Testimonio Directo, 6 de enero de 2015, párr. 38; TR-S, Audiencia de
febrero de 2017, Día 10, pág. 1382:17-22.
178
Caso CIADI No. ARB/07/30
con el Testigo Marcano360, se queja de la gestión deficiente por parte de ConocoPhillips en la cons-
trucción y entrega de la CPF. La tarea del Tribunal no consiste en explicar las responsabilidades
contractuales que debe asumir uno u otro lado, sino en determinar si había certeza razonable de
que se produciría la demora en la entrega de la CPF y, por lo tanto, también el momento en que
podrían esperarse mayores volúmenes de producción de petróleo. La respuesta deriva de las expe-
riencias de los socios del Proyecto ya en los años 2006 y 2007, cuando se produjeron retrasos en
las entregas de piezas (“patines”) a ser ensambladas en la CPF en varias ocasiones. El Testigo
Chamberlain denunció experiencias decepcionantes que involucraban al Comité de Transición li-
derado por PDVSA361. Se esperaban más dificultades en el futuro cercano. El socio de ConocoP-
hillips no podía tener certeza razonable de que la CPF estaría terminada a fines de 2008. Podía
esperarse otro retraso362, aunque la entrega real de fines de 2012 no se encontraba en el rango de
lo que el operador debía saber en 2007. No obstante, el Tribunal no puede especular acerca de cuál
habría sido un objetivo razonable en ese momento. Considerará el año 2012 como el comienzo del
período en que la operación de la CPF permitió alcanzar niveles de producción superiores al volu-
men que podía manejar la IPF.
556. La CPF tenía una capacidad de diseño máxima de aproximadamente 70.000 BPD. Las res-
pectivas posturas de las Partes se concentran en la cuestión que consiste en determinar si este ob-
jetivo de producción podría alcanzarse y, de no ser así, se abocan a determinar cuál sería el volumen
razonable que se consideraría anualmente hasta que se hubiera extraído la Reserva disponible. El
Testigo Figuera planteó un objetivo de 65.000 BPD363. Los peritos de la Demandada toman como
parámetro principal alrededor de 40.000 BPD, lo que resulta en una recuperación de 184 millones
de barriles en el período comprendido entre los años 2008 y 2032 (25 años), mientras que, sobre la
base de 70.000 BPD, los peritos de las Demandantes prevén la recuperación de 205 millones de
barriles en el período comprendido entre los años 2008 y 2023 (15 años). El perfil que debe consi-
derar este Tribunal se sitúa entre un margen doble, dependiendo de la duración total de la recupe-
ración (entre 15 y 25 años) y del volumen máximo entre los dos extremos de 40.000 BPD y 70.000
BPD. Luego, el tercer factor es la recuperación total, aunque parece menos importante en vista de
que el desacuerdo de los peritos se encuentra en un rango de solo el 10%. En aras de determinar si
estas cifras coinciden con la producción real del campo, el Tribunal tendrá en cuenta, los datos
disponibles en su expediente con respecto a las ventas de petróleo de Corocoro y los volúmenes de
producción correspondientes, tal como ha hecho en los casos de Petrozuata y Hamaca. Las cifras
relevantes se analizarán y considerarán infra.
360
Testimonio Directo, 6 de enero de 2015, párrs. 26-38.
361
Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párrs. 27-40, 43-45.
362
Testigo Figuera, Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párr. 120, que establece una entrega completada
al 90% en enero de 2010.
363
Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 57.
179
Caso CIADI No. ARB/07/30
557. Uno de los argumentos principales en contra del objetivo de 70.000 BPD se basa en el
supuesto del Sr. Patiño según el cual la geología del sitio de Corocoro nunca permitiría tasas supe-
riores a 10.000 u 11.000 BPD por pozo. Sin embargo, el Sr. Patiño argumenta que, durante los
primeros 12 meses cuando los pozos estuvieron activos, la producción promedio por pozo de los
tres yacimientos 70A, 70B y 70E fue de aproximadamente 1.500, 4.000 y 900 BPD, respectiva-
mente364. El Sr. Patiño explica en tal sentido que la inyección de mayores cantidades de agua no
tendría el efecto de aumentar la producción; dicho programa no agregaría más petróleo al suelo,
pero aumentaría la presión sobre el petróleo y la prolongaría por más tiempo. Esto no ofrece una
respuesta adecuada a la menor disponibilidad de petróleo en relación con lo que inicialmente se
esperaba. El Testigo Marcano explica que los niveles reducidos de inyección de agua fueron cau-
sados por la menor producción inicial de los pozos; por lo tanto, se necesitaba menos agua para
rellenar los yacimientos365.
558. El Tribunal concluye que no puede resolver la controversia entre los peritos sobre la base
de las características geológicas y físicas del campo que no se traducen en volúmenes reales de
producción de petróleo. Su tarea consiste en determinar dichos volúmenes y en deducir las conse-
cuencias apropiadas con respecto a la pérdida del participante del Proyecto.
559. Las Demandantes y sus peritos insisten en la producción máxima resultante de casi 70.000
BPD a la que se hace referencia en el Adendum del Plan de Desarrollo (C-181, LECG-003). De
hecho, este plan identifica dicha cantidad como objetivo, mientras que las cifras máximas reales
variaban entre 64.000 y 66.500 BPD a alcanzarse en el período comprendido entre los años 2007
y 2011, y, finalmente, 2013 (págs. 50, 56-58). A partir de ese momento, la recuperación disminuiría
a un ritmo regular hasta 2026 (año que finalizaría con una cantidad de alrededor de 10.000 BPD).
La Reserva del Proyecto para la Fase I se estimó en 231 MMB; esta era la media de varias estima-
ciones de probabilidad que oscilaban entre 89 y 163 MMB (págs. 49/50). La producción se estimó
en 208 MMB a lo largo de un período de 20 años (pág. 8). Los peritos de las Demandantes sostu-
vieron que habían reducido la cifra de 231 MMB a 205 MMB366, sin advertir que este ajuste ya
había sido realizado por el Plan de Desarrollo (a 208 MMB). Los mismos peritos apelan a la Revi-
sión RCAT de Corocoro llevada a cabo por ConocoPhillips de fecha 7 de agosto de 2007 (LECG-
050), en la cual observa que la Recuperación de la Fase I representa 205 MMB (págs. 13, 48,
49/pdf), sin brindar explicación alguna. La misma Revisión señala que la producción diaria variará
entre aproximadamente 20.000 y 26.000 MMB en el período comprendido entre los años 2008 a
2013, antes de que el promedio experimente una declinación más pronunciada.
364
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 247.
365
Testimonio Directo, 6 de enero de 2015, párrs. 45-52.
366
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 57.
180
Caso CIADI No. ARB/07/30
560. El cronograma de producción del Sr. Patiño se basa en el Modelo de Yacimiento de 2013
de PetroSucre que ha sido elaborado por dicha filial de PDVSA y el otro socio, Eni367. El modelo
incluye todos los datos disponibles hasta el año 2012. El Sr. Patiño no ha desarrollado sus propias
conclusiones, sino que reproduce las previsiones de producción que presenta el modelo para diver-
sos escenarios368. La producción acumulada del campo hasta el año 2032 era de 183,8 MMB369.
Los peritos de las Demandantes no analizaron este Modelo ni la presentación del Sr. Patiño. Este
Modelo es sumamente detallado y no se limita a un simple montaje de diapositivas, tal como la
Revisión RCAT. Más importante aún es el hecho de que este Modelo es seis años más reciente e
incluye cifras reales de producción de los años 2008 y 2013, lo que demuestra que la Revisión
RCAT sobreestimó la producción anual en poco menos de la mitad. Los mismos volúmenes de
producción están representados por las tablas que reúnen los resultados derivados de la recopilación
de facturas para el período comprendido entre los años 2008 y 2015 370. Las conclusiones del Dr.
Strickland no conducen a otro resultado, a excepción de la corrección que cree factible si se em-
plearan tasas de inyección de agua o gas más altas371. En ausencia de prueba en sustento de un total
de producción de 205 MMB que vaya más allá de simples presentaciones basadas en diapositivas,
el Tribunal utilizará la cifra de 183,8 MMB para la producción total prospectiva hasta el final de la
Fase I.
561. La siguiente cuestión consiste en determinar la tasa de producción anual hasta el final. La
tasa a la cual los pozos de Corocoro producirán petróleo es incierta. El Modelo de Yacimiento de
PetroSucre muestra un período pico entre 2009 y 2015, y una pendiente descendente desde 2016
que se vuelve regular a partir de 2020, hasta el último año, 2032372. En el caso de la Revisión
RCAT, el período pico se encuentra en el período comprendido entre los años 2009 y 2013, cuando
la tendencia a la baja comienza a manifestarse hasta 2021. Sobre la base de estos dos documentos,
el Tribunal reconoce que, si bien los períodos pico son similares en cuanto a su duración, el Modelo
de PetroSucre refleja volúmenes anuales claramente inferiores a partir de ese momento. Por lo
tanto, este Modelo parece más adecuado para evaluar la producción durante toda la duración de la
Fase I. No obstante, en un aspecto se debe hacer una corrección. El Sr. Patiño y el Modelo de
PetroSucre prevén un plazo de producción en 2032. El Modelo Económico Compuesto (MEC)
determinó el final de la producción en 2026 (págs. 125, 128/pdf). Esta proyección debe prevalecer
367
Apéndice 36 de Patiño.
368
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 226-236.
369
Cf. el Modelo (págs. 136/S, 77/E) y Patiño, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 236.
370
Tablas presentadas por la Demandada el 20 de marzo de 2017, con base en los Apéndices 84-89 de Figuera, R-527,
Apéndices 359/360 de Brailovsky/Flores; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 14, págs. 2597:20-2598:13 (Pre-
ziosi). Véase también Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 60; Tercer Testimonio Suplementario, 15 de
agosto de 2014, párr. 104.
371
Cf. Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 18-20, 143-158.
372
Cf. pág. 176/S, 76/E; Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 236; Escrito Final de la De-
mandada sobre la Cuantía, párr. 379.
181
Caso CIADI No. ARB/07/30
562. Por último, el Tribunal observa que la producción pico mensual real varió entre 39.792 BPD
(2011), 42.476 BPD (2012) y 39.170 BPD (2013), y, muy probablemente, se reducirá en los años
siguientes, en paralelo a la declinación del campo. El Testigo Figuera señala que, a la luz de la
capacidad de producción del campo Corocoro373, la CPF era innecesaria374. Sin embargo, este no
es un asunto que deba ser analizado por este Tribunal.
563. Las cifras presentadas por las Partes junto con el ajuste para la duración total de la produc-
ción considerado por el MEC son los siguientes:
373
La capacidad de la IPF se había incrementado de 30.000 BPD a 42.000 BPD en aras de adaptarlo a la producción a
medida que los pozos adicionales se ponían en funcionamiento; Marcano, Testimonio Directo, 6 de enero de 2015,
nota al pie 70; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, pág. 1332:5-9. El testigo añadió que, de tal modo, aumen-
taron el nivel de producción hasta llegar a la cifra planeada a través de la IPF; la CPF no fue un problema para la
producción del campo porque contaban con la IPF (TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, págs. 1374:16-
1375:12).
374
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 107.
182
Caso CIADI No. ARB/07/30
Corocoro - Producción
1 2 3 4 5 6 7 8 9
H. Productos Derivados
564. Naturalmente, los proyectos producían petróleo en cantidades muy grandes, lo que repre-
senta la mayor parte del trabajo de extracción realizado. Sin embargo, esta operación también pro-
ducía los denominados Productos Derivados, tales como el coque, el azufre, el gas natural y el GLP
(gas licuado de petróleo). Dichos productos se enumeran en los modelos, principalmente, en el
Modelo Económico Compuesto (MEC, LECG-085) y en el Modelo Económico Ameriven
375
MMB de CLEX-086, basado principalmente en el MEC (LECG-085), págs. 127/128/pdf, y alineado con las Tablas
de las Demandantes del 20 de marzo de 2017.
376
Las cifras de MMB proceden de Patiño, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párr. 236. Las
cifras relativas a los BPD se calculan sobre esta base. La Demandada utiliza las mismas cifras que en el año 2016.
377
Para los años 2008 a 2015, la Demandada utiliza las cifras resultantes de las ventas reales de dicho período (cf. las
Tablas presentadas el 20 de marzo de 2017) y ofrece las conversiones en BPD. Testigo Figuera, Testimonio 20 de julio
de 2009, párr. 60; Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 104; Apéndices 84-89 de Figuera,
Apéndices 359, 360 de Brailovsky/Flores.
183
Caso CIADI No. ARB/07/30
565. En grandes partes, dichos Productos Derivados se vendieron en los respectivos mercados y
produjeron ingresos. Por lo tanto, las Demandantes pueden haber sostenido que habían sufrido una
pérdida comparable al lucro cesante por la venta de petróleo, aunque en una proporción mucho
menor.
566. En lo que se refiere a Productos Derivados, el petitorio inicial de las Demandantes no de-
terminaba la naturaleza de la pérdida que sufrieron ni solicitaba compensación. Expresa o implíci-
tamente, las Demandantes relacionaron los daños y perjuicios reclamados “con su interés en los
Proyectos” [Traducción del Tribunal]. Una designación tan amplia no excluía ni incluía los Pro-
ductos Derivados. Al explicar el valor justo de mercado de los Proyectos, el Memorial de las De-
mandantes de fecha 15 de septiembre de 2008 se basó en los precios proyectados del petróleo (párr.
449), pero no mencionó en absoluto el precio de los Productos Derivados. Lo mismo surge de la
Réplica de las Demandantes de fecha 2 de noviembre de 2009.
378
Memorial de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 105.
379
Ibídem, párr. 113.
380
Con respecto al perfil de producción en virtud de la disposición sobre Acción Discriminatoria de Hamaca, los peritos
de las Demandantes excluyeron los Productos Derivados; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 6, pág. 240:5-9
(Abdala). Los peritos de la Demandada compartieron esta opinión; Informe de Experto Consolidado sobre Valuación,
17 de noviembre de 2016, nota al pie 295.
184
Caso CIADI No. ARB/07/30
los Productos Derivados no aparecen; las Demandantes solicitan a este Tribunal que adopte perfiles
de producción basados en el petróleo381.
568. Cuando el Tribunal planteó la cuestión en la audiencia final celebrada en el mes de sep-
tiembre de 2017, el Abogado de las Demandantes afirmó que los Productos Derivados siempre
habían sido parte de su argumento y su venta se contabilizaba en los modelos. La venta de estos
productos era parte de lo que se les había quitado a través de la expropiación. Sostuvo que estos
productos están incluidos en su reclamación tal y como estaban en los modelos382. Ante la obser-
vación de que los Productos Derivados no constan en los escritos de las Demandantes, el Abogado
se comprometió a proporcionar las referencias383. Nunca lo hizo, aunque quedaba mucho tiempo
para incluir dicha información en su alegato de cierre.
569. El Abogado de las Demandantes sostuvo también que, en cualquier caso, ambas Partes
coinciden en que los Productos Derivados tienen un valor determinado que debería ser parte de la
compensación adeudada por la Demandada384. Consideraba que la cuestión debía resolverse me-
diante la decisión del Tribunal sobre los niveles de producción. Los Productos Derivados son, por
lo tanto, parte de la reclamación por el valor total de lo que se les quitó a las Demandantes.
381
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párrs. 14(a), 113, 130, 305, 499.
382
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4684:19-4685:17, 4688:5-13, 4690:11-14 (Friedman). Las
cifras sobre producción y venta de Productos Derivados se encuentran en el MEC (LECG-085) con respecto a Petro-
zuata y Hamaca, no así para Corocoro. El MEC es un documento de 411 páginas; las Demandantes no se refirieron a
ninguna página precisa en la que se podría encontrar la información relevante. Este documento no está numerado de
manera consecutiva ni tampoco contiene un índice.
383
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4685:19-4686:2, 4688:1-6, 4690:15-4691:1 (Friedman).
384
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4686:15-4687:6 (Friedman).
385
Informe de Gestión Anual Petrozuata para los Prestamistas, 1 de abril de 2007 (C-376, pág. 4/pdf).
386
Cf. Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párrs. 179, 226.
185
Caso CIADI No. ARB/07/30
noviembre de 2016, no aborda la cuestión de los Productos Derivados. Los principales datos de
valuación de los peritos fueron los volúmenes y precios del petróleo crudo387, y su flujo de caja
descontado se basó en la producción de petróleo crudo388. Su Informe de fecha 19 de mayo de 2014
aborda el asunto brevemente, solo en relación con los precios de regalías y sin explicar cómo uti-
lizaron las fuentes de información y realizaron los cálculos389. Las cifras consignadas en las valua-
ciones de los peritos (CLEX-086) no hacen referencia a las fuentes y no incluyen ningún comen-
tario.
387
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 5(a)(c).
388
Ibídem, párrs. 45, 49, 54.
389
Cf. página 59. Los expertos se refieren a su propia colección de proyecciones de precios (CLEX-011), sin brindar
ninguna explicación. No se proporcionó prueba documental.
390
Cf. Memorial de las Demandantes, párr. 109.
391
C-122, pág. 7/pdf. El Memorando de Información Preliminar Confidencial Hamaca preparado por Dean Witter de
Morgan Stanley en el mes de agosto de 2000 señala que se esperaba la venta de Productos Derivados, pero que las
Proyecciones de Caso Base asumen cero ganancias netas por la venta de los Productos Derivados (pág. 61/pdf).
392
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4688:14-4690:10 (Friedman).
393
Testimonio, 20 de julio de 2009, párrs. 13 (Petrozuata), 39 (Hamaca).
394
Cf. Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de octubre de 2016, párrs. 75, 249 (Petrozuata), 84, 260
(Hamaca), 140 (regalías).
186
Caso CIADI No. ARB/07/30
573. El Tribunal concluye que los escasos elementos provistos en la documentación y los infor-
mes periciales de las Demandantes no permiten evaluar lo que representaría la pérdida de ingresos
resultante de una expropiación que incluyera los Productos Derivados.
574. El Tribunal goza de la facultad de pronunciarse sobre las “pretensiones sometidas” (Artícu-
los 45(2) y 48(3) del Convenio CIADI). Cuando el procedimiento versa sobre el fondo, requiere
una “demanda[]” (como resulta del Art. 46 del Convenio CIADI, que prevé “demandas [] adicio-
nales”) y una “diferencia” (Art. 41(2), 43(b), 46 del Convenio CIADI). Las Demandantes en este
procedimiento no han presentado una demanda de compensación respecto de un supuesto lucro
cesante emergente de la venta de Productos Derivados. Por lo tanto, el Tribunal no goza de facul-
tades para emitir una decisión al respecto.
VII. Costos
A. Petrozuata y Hamaca
a. Generalidades
575. Las Demandantes explican que, para el siguiente componente del cómputo DCF, en aras de
determinar los costos de capital y operativos previstos de los Proyectos, sus peritos utilizan los
mismos documentos de planificación empresarial anteriores a la expropiación que utilizan para la
producción, es decir, el Modelo Económico Compuesto (MEC, LECG-085), para Petrozuata, y el
Modelo Económico Ameriven (MAE o MPA, LECG-129), para Hamaca. Posteriormente, ajustan
esos costos para dar cuenta de la inflación en la industria395. Los tribunales internacionales han
establecido que prefieren como fuente probatoria documentos de planificación empresarial con-
temporáneos, tal como sostuviera el Tribunal en el caso ADC c. Hungría396. Tanto el Tribunal
CCI397 como el Tribunal CIADI398 en el marco del caso Mobil aplicaron este principio, observando
que las Partes estuvieron de acuerdo con los costos presupuestados antes de que surgiera la contro-
versia. Venezuela había reconocido que este era el enfoque correcto399.
395
Cf. Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 5(b), 60, 144-146.
396
ADC Affiliate Limited y ADC & ADMC Management Limited c. La República de Hungría, Caso CIADI No.
ARB/03/16, Laudo de fecha 2 de octubre de 2006 (CL-15).
397
Mobil Cerro Negro, Ltd. c. Petróleos de Venezuela S.A. y PDVSA Cerro Negro, S.A., Caso CCI No. 15416/JRF/CA,
Laudo Final de fecha 23 de diciembre de 2011 (R-462).
398
Venezuela Holdings, B.V., Mobil Cerro Negro Holding, Ltd. y otros c. República Bolivariana de Venezuela, Caso
CIADI No. ARB/07/27, Laudo de fecha 9 de octubre de 2014 (CL-348).
399
Memorial de Contestación de Venezuela, párrs. 312, 341.
187
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576. Sin embargo, desde su Memorial de Contestación sobre la Cuantía y con el respaldo de sus
nuevos peritos, Brailovsky y Flores, la Demandada ha adoptado una visión diferente. Aunque to-
davía utiliza los modelos anteriores a la expropiación de los Proyectos como referencia en materia
de costos, Venezuela afirma que los proyectos posteriores a la expropiación han incurrido o incu-
rrirán en miles de millones de dólares en concepto de “costos adicionales”, lo que prácticamente
duplica los gastos operativos previstos y cuadriplica los gastos de capital previstos. Las incidencias
en las proyecciones de costos son considerables. En tanto que la proyección general de costos de
las Demandantes asciende a USD 36.800 millones, la de Brailovsky y Flores es de USD 50.000
millones.
577. Venezuela sostiene que está cayendo la producción de petróleo en Petrozuata y Hamaca.
Por consiguiente, alega que se sufragarán mayores costos para producir mucho menos petróleo.
Según el modelo de Brailovsky y Flores, el flujo de caja resultó negativo en el año 2015, y los
Proyectos experimentarán pérdidas sustanciales en el futuro, a tal punto que ya deberían haber
cerrado. Esto no es lo ocurrió. Los documentos posteriores a la expropiación muestran que, durante
el período de 7 años y medio comprendido entre el mes de junio de 2007 y el año 2014, PetroAn-
zoátegui y PetroPiar les generaron a sus accionistas USD 8.800 millones.
578. Las Demandantes sostienen que los componentes de los presuntos “costos adicionales” (i)
son irracionales y/o innecesarios; (ii) carecen de sustento probatorio; (iii) cambian continuamente,
y, por ende, son poco confiables. Venezuela no ha demostrado que se haya incurrido en esos costos,
y, aun así, que habrían sido incurridos por las Demandantes. Las afirmaciones de Venezuela en lo
que respecta a los costos se abordan en el Informe Consolidado del Sr. Earnest.
b. Los “Costos Adicionales” reclamados por la Demandada son irracionales y/o innecesa-
rios
579. Las Demandantes afirman que esta aseveración es válida para los gastos adicionales tanto
de capital como operativos que se alegan. Además, Brailovsky y Flores utilizan el menor tipo de
cambio posible para los costos expresados en bolívares.
580. Según Venezuela, Petrozuata y Hamaca incurrirán en costos de paradas en múltiplos supe-
riores a aquellos proyectados con anterioridad a la expropiación. Los costos futuros que se alegan
también son mayores que los costos reales en los que se incurrió en los años 2005 y 2006. Vene-
zuela argumenta que los costos de mantenimiento de la refinería aumentan a nivel mundial. Una
publicación de Salomon Associates hace referencia a un incremento anual del 15%400. No se trata
de una fuente de información confiable, sino esencialmente de un documento de marketing. Para
400
Apéndice 124 de Figuera.
188
Caso CIADI No. ARB/07/30
Hamaca, Venezuela agrega costos de mantenimiento a los que se denominó “PRAC” (Plan de Res-
tauración de Activos Críticos) y “PREM” (Plan de Restauración de Equipos Mayores), que ascien-
den a un total de USD 1.000 millones, que nunca se contemplaron en el Modelo Económico del
Proyecto. Esos cuantiosos gastos han sido innecesarios. Venezuela solicita al Tribunal que acepte
que, a pesar de los gastos de envergadura que reclama, el mejorador Hamaca no operará a un OSF
superior al 72,85% y estará sujeto a una creciente probabilidad anual de colapso catastrófico.
581. Las Demandantes recuerdan que Venezuela alega costos operativos que supuestamente
erogó en camiones para recoger el coque y el azufre de los dos mejoradores y entregarlos en la
instalación de manejo de sólidos del Proyecto Petrozuata. El Sr. Figuera afirma que los costos
incurridos entre los años 2009 y 2014 se encuentran en el rango de los doscientos cincuenta millo-
nes de dólares. Argumenta que estos costos resultaron necesarios porque la nueva gestión de Pe-
trozuata no reparó esa instalación después de que fuera dañada por un incendio en el año 2009.
Para las Demandantes, un operador prudente nunca gastaría USD 250 millones en esos transportes
ya que el costo de reparación de la instalación se encontraba en el rango de USD 37,5 millones401.
La respuesta parece haber sido proporcionada por un informe gubernamental que determinó que
PDVSA había celebrado contratos improcedentes con CUFERCA, la empresa de transportes (C-
649). A modo de ejemplo, las Demandantes mencionan los generadores eléctricos adquiridos en el
año 2010.
582. Los peritos de la Demandada utilizan una combinación incoherente de supuestos gastos de
capital y operativos, históricos y proyectados, muy superiores a aquellos acordados por los partici-
pantes del Proyecto con anterioridad a la expropiación. Muchos de estos costos son incomproba-
bles, contradictorios o se encuentran sujetos a doble cómputo. Por ejemplo, sus peritos valuadores
agregan nuevos costos de reparación de pozos previstos por el Sr. Figuera, pero no deducen aque-
llos costos ya incluidos en los planes del Proyecto.
583. Las cifras de costos de Venezuela se calculan de manera acumulativa mediante el aumento
de esos costos a través de manipulaciones del tipo de cambio. Los peritos de la Demandada asumen
que los Proyectos incurren en la mayor parte de los gastos operativos, la mitad de todos los costos
de paradas y el 30% de los gastos de capital en moneda local, es decir, en bolívares. Aplican a estos
costos las tasas de inflación de Venezuela, y los convierten nuevamente en dólares estadounidenses
al menor tipo de cambio oficial, maximizando así su impacto negativo en las valuaciones del Pro-
yecto.
584. Los peritos de las Demandantes explican que, en Venezuela, había múltiples tipos de cam-
bio legales disponibles. Un operador privado racional habría contado con diversos métodos para
acceder a tipos de cambio legales más favorables o realizar pagos directamente en dólares
401
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párr. 336; en la Réplica de las Demandantes sobre la Cuantía,
párr. 314, el monto correspondiente era de USD 47 millones.
189
Caso CIADI No. ARB/07/30
estadounidenses. Los peritos Brailovsky y Flores no se oponen de forma significativa a las opciones
que proponen los peritos Abdala y Spiller, tales como las siguientes: (i) los Proyectos podrían haber
financiado sus operaciones mediante préstamos entre empresas, que permitirían el acceso a tipos
de cambio legales más favorables; (ii) los Proyectos podrían haber tercerizado determinadas fun-
ciones y pagar en dólares estadounidenses; (iii) y los Proyectos podrían haber contratado a provee-
dores internacionales y pagarles en dólares estadounidenses.
585. Para el período comprendido entre el año 2007 y comienzos del año 2016, los peritos Brai-
lovsky y Flores ignoran estas opciones realistas y aplican el menor tipo de cambio posible en su
modelo de daños. Pero ni siquiera PDVSA hace eso. Los estados financieros confirman que los
proyectos posteriores a la expropiación en realidad habían obtenido bolívares utilizando regímenes
de tipos de cambio de divisas más favorables que aquellos que asumieron los peritos de la Deman-
dada. Brailovsky y Flores han aceptado este hecho. Sin embargo, sostienen que esas tasas prefe-
renciales supuestamente se encuentran disponibles solo para las empresas mixtas, y no para los
proyectos que operan en virtud de los Convenios de Asociación. Esta sugerencia no puede prospe-
rar. El Convenio Cambiario No. 9402 no realiza esta distinción, ni antes ni después de la expropia-
ción. Además, la insinuación de que Venezuela discriminaría los dos Proyectos en el escenario
contrafáctico es insostenible. La migración forzada no constituye un argumento válido en sustento
de la aplicación de tipos de cambio menos favorables a las Demandantes.
587. Las pretensiones de “costos adicionales” de Venezuela debieran rechazarse por un segundo
motivo: ausencia de pruebas. Los peritos de la Demandada utilizan una supuesta información en
materia de costos proporcionada por el Sr. Figuera. La mayor parte de la información “real” del Sr.
Figuera carece de fundamento o fue elaborada a los fines del presente arbitraje. Los documentos
proporcionados son insuficientes. Es dable destacar que se trata de un documento de un cuarto de
página en sustento de los supuestos costos de la parada del año 2015 en Petrozuata, en la suma de
USD 1100 millones. El Sr. Figuera admitió posteriormente que la cifra de USD 1100 millones
debería dividirse por tres para dar cuenta de futuras devaluaciones del bolívar. No se ha explicado
402
Apéndice 240 de Brailovsky/Flores.
190
Caso CIADI No. ARB/07/30
por qué este split es aplicable solamente a la parada de Petrozuata del año 2015 ni de qué forma
este documento puede respaldar estos costos para una parada que finalmente no tuvo lugar.
589. Al abordar las Estimaciones de Costos presentadas por la Demandada el 2 de junio de 2017,
las Demandantes subrayan en sus Notas Introductorias que ni ellas ni la Demandada basan su ar-
gumento en los costos reales incurridos en el período posterior a la expropiación. Para las Deman-
dantes, los documentos de planificación empresarial de los Proyectos anteriores a la expropiación
constituyen el mejor reflejo de los costos previstos en el escenario contrafáctico, combinados con
las tasas de inflación anuales de la industria tal como han hecho sus peritos. La Demandada utiliza
las mismas fuentes, aunque posteriormente (i) incrementa las cifras aplicando supuestos de tasas
de inflación y tipos de cambio inadecuados; y (ii) agrega categorías de costos “adicionales” que no
aparecen en los modelos anteriores a la expropiación. Las Demandantes observan una deficiencia
probatoria en el enfoque de la Demandada, porque solo alrededor del 11,5% de los costos previstos
en la valuación de Venezuela se encuentran respaldados por documentos que reflejan los supuestos
gastos reales en los que han incurrido los Proyectos con posterioridad a la expropiación.
590. Las Demandantes recuerdan que las proyecciones de costos del MEC incluían las siguientes
categorías: CAPEX: G&A, Instalaciones Upstream, Instalaciones del Mejorador; OPEX: Ups-
tream, Mejorador, G&A, Terceros. La Demandada ha modificado las cifras relacionadas con estas
categorías. En primer lugar, la Demandada incrementa todos los costos suponiendo que determi-
nados porcentajes se incurrirán en bolívares y, posteriormente, incrementa estos costos utilizando
191
Caso CIADI No. ARB/07/30
591. Asimismo, las Demandantes objetan que la Demandada reemplazara determinados costos
incluidos en el MEC por cifras mucho más elevadas basadas en gran parte en el testimonio infun-
dado del Sr. Figuera, en concreto, costos de perforación, costos de paradas, costos de reparación
de pozos (y costos de reparación de la estructura de coquización en Hamaca). Además de estas
estimaciones de elaboración propia, la Demandada agregó categorías de costos “adicionales” sig-
nificativas, tales como: CAPEX: Perforación, Paradas, Otros; OPEX: Reparaciones de Pozos,
PREM, Catalizadores en la Unidad 16, Reparaciones en el Tanque 12, Instalación de Manejo de
Sólidos, Transporte; Otros. Estos supuestos costos adicionales carecen de sustento en su mayoría,
aunque los Proyectos deben aún contar con registros detallados de cualquier gasto específico incu-
rrido en el período posterior a la expropiación. En todo caso, estos costos son irracionales, suma-
mente excesivos e indicativos de deficiencias operativas. El propósito de la opción de la Deman-
dada de basarse en estados financieros es poco claro. No han formado parte del argumento plan-
teado por la Demandada y son inconsistentes con este, no representan el escenario contrafáctico,
son incompletos y no se encuentran tan detallados como para resultar útiles. Al tomar el ejemplo
de los costos de generación eléctrica en PetroPiar y los costos de contratación de terceros para
transportar el coque a la pila de coque, la Demandada termina incurriendo en un doble cómputo
porque no deduce los costos relacionados ya incluidos en el MEA (y, también, en el MPA).
592. En conclusión, los costos operativos y gastos de capital que se muestran en las tablas de las
Demandantes de fecha 20 de marzo de 2017 y con base en el Modelo Económico Compuesto
(MEC), para Petrozuata, y del Modelo Económico Ameriven (MEA), para Hamaca, siguen siendo
el único cálculo de costos probado y confiable en el escenario contrafáctico.
192
Caso CIADI No. ARB/07/30
2. La Posición de la Demandada
a. Generalidades
593. En consonancia con su preferencia por una valuación ex ante, la Demandada afirma que,
con base en el análisis de sus peritos, los costos relativos al Proyecto Petrozuata se reflejan en el
Modelo Económico Compuesto (MEC) de ConocoPhillips en dólares estadounidenses del año
2006, incrementados (i) a la fecha de valuación, 26 de junio de 2007, utilizando el índice IPP para
las maquinarias de los campos de petróleo y de los campos de gas; y (ii) desde la fecha de valuación
en adelante, utilizando un índice de inflación compuesto calculado como el promedio ponderado
de las proyecciones de inflación a largo plazo de los EE. UU. (85%) y del tipo de cambio de su
proyección de precios del WTI del año 2007 (15%). Dos excepciones son la inclusión de costos de
perforación consistentes con la experiencia del Proyecto y un costo de USD 20 millones para un
proyecto piloto de EOR en el Área de Reserva. Al igual que en el caso de Petrozuata, en una va-
luación ex ante de Hamaca al 26 de junio de 2007, los peritos de la Demandada han procedido a
seguir el mismo método, aunque tomando como base de sus proyecciones los estimados estableci-
dos en el modelo contemporáneo utilizado por Petrolera Ameriven (MPA), en dólares estadouni-
denses del año 2006, incrementados al 26 de junio de 2007. La Demandada observa además que se
habían proyectado volúmenes inferiores de producción de EHCO y CCO; por consiguiente, sus
costos en la valuación ex ante son en realidad inferiores a los costos proyectados por las Deman-
dantes.
594. La Demandada objeta que las Demandantes recurran a los casos Mobil a fin de aseverar
que, para proyectar costos futuros, debieran utilizarse presupuestos anteriores a la nacionalización.
En ambos casos, los tribunales obtuvieron el valor de los flujos de caja utilizando información ex
ante al mes de junio de 2007. No existe fundamento alguno para hacer eso en una valuación ex
post. Las Demandantes alegan asimismo que, en la primera fase del presente arbitraje, los peritos
de la Demandada aceptaron las proyecciones de LECG en lo que se refiere a costos, observando
que las Partes no diferían de manera sustancial con respecto a los costos. Esto se debió a que, en la
primera fase del caso que nos ocupa, la Demandada y sus peritos realizaban valuaciones ex ante,
con base en la información disponible al mes de junio de 2007, y, por lo tanto, utilizando la misma
base de información que las Demandantes. En una valuación ex post, ya no son necesarios los
estimados a futuro, ya que ahora se conocen tanto las categorías de costos como los costos reales
incurridos. En esas circunstancias, es completamente improcedente utilizar proyecciones realiza-
das hace más de diez años en lugar de las cifras resultantes de la experiencia real. Por ejemplo, al
mes de junio de 2007, los costos asociados con las paradas periódicas debían estimarse en función
de aquello de lo que se tenía conocimiento en ese momento. Ahora bien, en el año 2016, se conocen
no solo las cifras, sino también el alcance y los costos de aquellas paradas.
193
Caso CIADI No. ARB/07/30
595. Además, las Demandantes parecen olvidar el hecho incuestionable de que, a medida que
aumentaban los precios del petróleo, también lo hacían los costos, tal como se refleja en el Índice
de Costos Operativos Upstream HIS CERA (UOCI, por sus siglas en inglés) y el Índice de Costos
de Capital Upstream HIS CERA (UCCI, por sus siglas en inglés) en los que se basan los peritos de
la Demandada. Las Demandantes tampoco tienen en cuenta el hecho de que Venezuela haya expe-
rimentado tasas de inflación elevadas desde la nacionalización, con devaluaciones compensatorias
limitadas del bolívar. Durante el período comprendido entre mediados de 2007 y el mes de enero
de 2010, la tasa de inflación fue del 30,3% anual, lo que significó un aumento general de precios
del 89,4%. Al tipo de cambio oficial, que se mantuvo en 2,15 bolívares por dólar estadounidense
durante todo ese período, el equivalente en dólares estadounidenses de estos costos incurridos en
bolívares aumentó en ese mismo porcentaje.
596. Las Demandantes no parecen comprender que, aunque debieran beneficiarse de los mayores
ingresos resultantes de los aumentos del precio del petróleo en el período histórico, no debieran
permanecer inmunes a los costos más elevados. Objetan asimismo la naturaleza post-hoc de las
pretensiones actuales de la Demandada. Contrariamente a sus alegaciones, estos costos no solo
eran razonables y necesarios, sino que también tenían sustento probatorio. Las Demandantes no
han podido demostrar que estos costos se habrían evitado tan solo si una subsidiaria de ConocoP-
hillips hubiese permanecido como participante del proyecto.
597. La Demandada no les cree a las Demandantes cuando sostienen que el costo de la parada
del año 2011 en Petrozuata (USD 236 millones en dólares estadounidenses de 2011) fue muy su-
perior al que se incurrió en la parada del año 2005, cuyo costo ascendió a USD 23 millones (en
dólares estadounidenses de 2005). El Sr. Earnest, perito de las Demandantes, no llega a comprender
el hecho de que todos los mejoradores en el Complejo José hayan experimentado costos mucho
más elevados para las paradas posteriores a la nacionalización que aquellos experimentados con
anterioridad a esta, aunque hayan sido gestionados por socios extranjeros (con excepción de los
mejoradores en PetroAnzoátegui). En el proyecto PetroCedeño (Sincor), las actividades de mante-
nimiento durante la primera parada en el año 2004 tuvieron un costo de USD 71,6 millones e im-
plicaron intervenciones en 287 equipos, mientras que las actividades de mantenimiento durante la
parada del año 2008 (gestionada por Total) tuvieron un costo de USD 266 millones y conllevaron
la intervención de 913 equipos. De manera similar, en el proyecto PetroMonagas (Cerro Negro),
los costos aumentaron de USD 27,4 millones en el año 2006 a USD 393 millones en el año 2012,
en tanto que la cantidad de equipos afectados fue de 84 en el año 2006 y de 1215 en el año 2012.
En Petrozuata, la primera parada en el año 2005 implicó la intervención de 385 equipos, mientras
que la segunda parada en el año 2011 conllevó la intervención de 752 equipos. En síntesis, las
paradas posteriores a la nacionalización han sido más generalizadas y más costosas en todos los
mejoradores.
194
Caso CIADI No. ARB/07/30
599. La Demandada observa además que las Demandantes parecen cuestionar asimismo los cos-
tos de pozos y macollas. En la primera etapa del procedimiento que nos ocupa, el Sr. Figuera afirmó
que la experiencia en Petrozuata fue que los pozos con una única pared lateral en el año 2009
tuvieron un costo aproximado de USD 2,9 millones y los pozos multilaterales, de alrededor de USD
3,5 millones. Las Demandantes no lo sometieron a contrainterrogatorio respecto de este tema. Du-
rante la Audiencia de 2010, el Sr. Lyons confirmó también que, en su propia presentación del mes
de octubre de 2006, ConocoPhillips estimaba un costo de USD 3,5 millones por pozo en concepto
de costos de perforación. Las Demandantes carecen de fundamentos para controvertir los costos
relacionados con las actividades upstream, que son coherentes con los costos históricos. El Dr.
Strickland no realizó observaciones sobre los costos relacionados con pozos y macollas.
600. La Demandada recuerda que, en Petrozuata, se han instalado sistemas de extinción de in-
cendios adicionales. Hasta el año 2014, se han erogado USD 10.732.625. Tal como explicara el Sr.
Figuera, el resto de los USD 100 millones en concepto de costos estimados relacionados con los
mejoradores se erogarán en los años venideros. Es necesario que el mejorador en Petrozuata, al
igual que los demás mejoradores en los campos, instalen equipos de generación eléctrica a efectos
de que la población disponga de la red eléctrica. Ese proyecto, con un costo estimado de USD 142
millones (en dólares estadounidenses del año 2010), ha sido diferido hasta la finalización del ga-
soducto hacia el Complejo José. Las Demandantes objetan que estos costos no se incluyeran en los
planes o modelos de negocios anteriores a la nacionalización. Esto subraya el dislate de utilizar
esos planes en una valuación ex post.
195
Caso CIADI No. ARB/07/30
601. Al abordar el Proyecto Hamaca, la Demandada comienza observando que las Demandantes
argumentan que los costos de la parada en PetroPiar son muy superiores a aquellos proyectados al
mes de junio de 2007. Las Demandantes sostienen además que la Demandada agrega los denomi-
nados costos de mantenimiento PREM de USD 1000 millones que nunca se contemplaron en el
Modelo Económico del Proyecto. Pero el hecho de que estos costos no se hayan contemplado en
el año 2006 no inhabilita su inclusión en el análisis de valuación ex post. Por el contrario, el hecho
de que los socios del Proyecto hayan considerado y consideren necesarios esos costos subraya el
sinsentido de utilizar planes y modelos desactualizados como base de una valuación ex post.
602. La comparación del Sr. Earnest entre los costos de las paradas anteriores a la nacionaliza-
ción y aquellas que tuvieron lugar desde entonces es equívoca, aún más de lo que fuera para Petro-
zuata. El Sr. Earnest reconoce que la parada del mejorador Hamaca en el año 2006 se describe
como una parada parcial. Los socios del Proyecto se refirieron a ella como un “Pit Stop”, y tuvo un
costo de solamente USD 29 millones (en dólares estadounidenses del año 2006). El Sr. Earnest
ignora las realidades económicas. En primer lugar, Solomon Associates, empresa reconocida en
estas cuestiones, ha informado que el costo de las paradas promedió un aumento del 15% anual
desde 2000 hasta 2008. En segundo lugar, durante el período comprendido entre los años 2006 y
2009 (cuando tuvo lugar la primera parada real), Venezuela experimentó una inflación de una tasa
promedio anual del 26,3%. Incluso con base en los estimados del Sr. Earnest, una parada en el año
2009 habría tenido un costo de USD 150 millones. Esa es la cifra que debiera compararse con los
USD 223,7 millones en los que se incurrió en la implementación de la parada en el año 2009.
603. En el año 2006, los socios estimaron la magnitud de la parada del mes de junio de 2008
como 5-10 veces superior a la parada del año 2006. De hecho, la parada del año 2009 conllevó la
intervención de un número de equipos siete veces superior al que se había probado durante la pa-
rada técnica del año 2006. En función de esto, se obtendría una base de cálculo de USD 145 millo-
nes, que, cuando se dé cuenta de la inflación en la industria y en el país, redundará en un costo de
USD 256 millones para una parada completa en PetroPiar en el año 2009. Esa cifra es superior a la
suma en la que en realidad se incurrió. El costo de USD 313,2 millones de la PRAC/parada com-
binada en el año 2012 también es coherente con estos estimados.
604. La opinión del Sr. Earnest también debiera compararse con su informe del mes de mayo de
2009 en el caso Mobil ante la CCI, donde reconoció el costo futuro de la parada en PetroPiar y
estimó que los costos para la parada menor en Cerro Negro podrían incrementarse por encima de
los USD 100 millones previstos. Las actividades de mantenimiento durante la parada del año 2012
en PetroMonagas tuvieron un costo de USD 393 millones. En comparación, y en vista del tamaño
relativo y de la complejidad del mejorador PetroPiar comparado con aquel de PetroMonagas, los
costos de las tareas de mantenimiento de mayor envergadura en PetroPiar no pueden considerarse
injustificados.
196
Caso CIADI No. ARB/07/30
605. La Demandada observa asimismo que otros costos significativos en los que en realidad
incurrió PetroPiar no se incluyeron en el modelo económico anterior a la nacionalización y no se
mencionaron en la primera fase del presente caso. Recién en el año 2011, Chevron y CVP tomaron
la determinación de que el mejorador demandara una actividad anual de mantenimiento de enver-
gadura en forma de programas PREM que comenzaron en el año 2012 y que se extenderán hasta
el año 2022. Esa decisión fue el resultado de una evaluación detallada del mejorador luego de su
bajo rendimiento ininterrumpido a pesar de la parada generalizada del año 2009. A la fecha, Petro-
Piar ha incurrido en gastos en la suma de USD 357 millones en relación con las actividades PREM
que se realizaron anualmente entre los años 2012 y 2015. Los incidentes acaecidos con el Tanque
12 demandaron reparaciones que no podían aparecer en el modelo del año 2006.
606. La instalación de capacidad de generación eléctrica tampoco fue incluida en el modelo eco-
nómico del año 2006. La cuestión surgió en el mes de noviembre de 2009, cuando el gobierno
adoptó la decisión de exigir que PDVSA y sus filiales redujeran su utilización de energía hidro-
eléctrica a la luz de las necesidades de las comunidades en las cuales operaban y la escasez de
energía a nivel nacional. De conformidad con el Decreto 6.992, PetroPiar ha instalado 40 megava-
tios de capacidad a un costo de aproximadamente USD 95 millones en un proyecto que fuera en-
cabezado por Chevron. Las Demandantes y el Sr. Earnest sostienen que estos costos son demasiado
elevados, aunque la documentación presentada por la Demandada no puede refutarse seriamente.
607. En síntesis, la Demandada sostiene que no existen fundamentos para excluir los costos en
los que se ha incurrido y en los que se incurrirá en el período posterior a la nacionalización sim-
plemente porque esos costos no se contemplaron con anterioridad a la nacionalización y no se
incluyeron en el modelo que se implementó en ese momento. Las Demandantes no han demostrado
que habrían podido evitar esos costos si sus empleados hubiesen seguido al frente de las operacio-
nes.
608. La Demandada coincide con las Demandantes en que ninguna de las Partes ha basado su
caso contrafáctico en los costos reales en que incurrieron los Proyectos en el período histórico. Para
la Demandada, esto se debe a que muchos de los costos incurridos fueron el resultado de que se
haya autorizado a las nuevas empresas mixtas, que operaban conforme a la Ley de Hidrocarburos
de 2001, a producir y vender crudo mezclado. Por el contrario, los Proyectos que operaban en
virtud de los Convenios de Asociación solo estaban autorizados a vender productos mejorados. Por
lo tanto, deben excluirse determinados costos incurridos en el período histórico, como así también
deben excluirse determinados ingresos (provenientes de las ventas de mezclas).
197
Caso CIADI No. ARB/07/30
609. Para la Demandada, el supuesto de que los costos en el escenario contrafáctico se manten-
drían invariables durante más de tres décadas tal como se proyectaron en el modelo del año 2006
no es válido para los Proyectos, ni para ningún proyecto, en especial, un megaproyecto en la in-
dustria petrolera. Es indiscutible que importantes componentes de los costos no fueron incluidos o
contemplados por los modelos del año 2006, ni para Petrozuata (MEC) ni para Hamaca (MEA o
MPA). Esta postura carece de todo sentido y hace fracasar el propósito básico de un análisis ex
post. Si las Demandantes alegan que debe tenerse en cuenta lo que sucedió realmente en el campo,
tienen la gravosa carga de establecer la improcedencia de los costos reales en los que se incurrió.
Ni siquiera han estado cerca de satisfacer esa carga. No hay duda alguna, por ejemplo, de que se
incurrió en costos adicionales sustanciales para rubros tales como paradas y mejoras en la extinción
de incendios, que hacen que la posición de las Demandantes de ignorar a todos estos costos resulte
irracional. La abrumadora mayoría de las cifras de costos que las Demandantes sostienen carecen
de sustento, en realidad, se basan en las cifras iniciales previstas en el MEC y el MEA, a las que
posteriormente se les agrega información en materia de inflación y tipos de cambio. El resto de los
costos que, según las Demandantes, carecen de sustento, en realidad, son atribuibles a costos de
perforación y reparación de pozos que no solo están avalados por el Sr. Figuera y el Sr. Patiño,
sino que también se encuentran corroborados por las propias pruebas de las Demandantes que obran
en el expediente.
610. Las Demandantes simplemente dejan de lado cualquier costo no incluido en el modelo del
año 2006 sobre la base del supuesto injustificado de que no se habría incurrido en dicho costo en
el escenario contrafáctico. El expediente muestra, por ejemplo, que los Proyectos incurrieron en
costos significativos relacionados con el mantenimiento del mejorador, incluida la parada de Pe-
trozuata en el año 2011, costos que habrían sido los mismos si ConocoPhillips hubiese permanecido
en los Proyectos. De manera similar, los incidentes posteriores a la nacionalización que redundaron
no solo en las reparaciones necesarias en la Instalación de Manejo de Sólidos, sino también en el
transporte y manejo de sólidos, no se contemplaron en el modelo del año 2006; se habría incurrido
en los costos asociados independientemente de si ConocoPhillips fuese o no participante del Pro-
yecto.
403
Figuera, Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 59. El Tribunal observa que las otras refe-
rencias que proporciona la Demandada no contienen esta información.
198
Caso CIADI No. ARB/07/30
tasas de inflación al consumidor locales en Venezuela. Cuando tuvo lugar la parada de Petrozuata
en el año 2011, fue después de casi dos años de inflación acumulada en Venezuela a una tasa del
51%; el impacto de una inflación tan elevada no puede medirse correctamente cuando se convierten
los costos en USD a efectos de subordinar el gasto a las tasas de inflación mucho más bajas de los
EE. UU.
612. Las Demandantes sostienen nuevamente que había múltiples tipos de cambio legales dis-
ponibles, aunque nunca explican cómo se podría haber hecho esto cuando todo Convenio Cambia-
rio anterior al Convenio Cambiario No. 35 (emitido en el mes de marzo de 2016) estipulaba que
los dólares obtenidos de la venta de hidrocarburos solamente podrían cambiarse al tipo oficial (CA-
DIVI), que fue de VEF 2,15 por USD hasta el 7 de enero de 2010, de VEF 4,3 por USD desde el 8
de enero de 2010 hasta el 7 de febrero de 2013 y de VEF 6,3 por USD desde el 8 de febrero de
2013 hasta el 9 de marzo de 2016. El Convenio Cambiario No. 35 solo era aplicable a PDVSA, sus
subsidiarias y empresas mixtas.
613. Las Demandantes pueden afirmar que incrementan los costos utilizando las “tasas de infla-
ción anuales de la industria” [Traducción del Tribunal], pero lo que hacen realmente es (a) convertir
todos los costos incluidos en el modelo que están expresados en bolívares a dólares estadouniden-
ses del año 2006; (b) agregar estos costos adicionales en dólares estadounidenses a los costos exis-
tentes en dólares estadounidenses incluidos en el modelo para obtener costos totales en dólares
estadounidenses; y, posteriormente, (c) incrementar los costos totales utilizando un índice de infla-
ción de los EE. UU. (el Índice de Precios del Productor de los EE. UU. para materias primas de la
industria petrolera). Se trata de un ejercicio que ignora completamente la inflación de Venezuela,
como si los Proyectos se operaran totalmente en los Estados Unidos, y no en Venezuela.
614. La Demandada recuerda asimismo que las propias Demandantes insistieron en la elabora-
ción de estados financieros de las empresas mixtas. Estos estados reflejan los costos reales en los
que incurrieron los Proyectos en el período posterior a la nacionalización, incluso si debieran ex-
cluirse los costos relativos a la mezcla. Además, muchos de los comentarios de las Demandantes
sobre los estados financieros no tienen mucho sentido. Por lo tanto, cuando la producción se man-
tuvo relativamente sin cambios, esto no tuvo como consecuencia que los costos se comportaran de
igual manera, lo que ignoraría la enorme inflación causada por el aumento en los precios del pe-
tróleo, en particular, en el verano de 2008.
a. Observaciones preliminares
615. La situación probatoria con respecto a los costos es lamentable y sorprendente. En efecto,
si existe una categoría de componentes que debiera documentarse fácilmente, debieran ser los
199
Caso CIADI No. ARB/07/30
costos que al menos han pasado la etapa de facturación y pago que pueden demostrarse mediante
documentación. El expediente del Tribunal es manifiestamente insuficiente. La Demandada, a
quien le corresponde la carga de la prueba en lo que respecta a los costos de los Proyecto, ha
presentado como su testigo principal al Sr. Figuera, quien abandonó los Proyectos en una etapa tan
temprana que no pudo aportar información al Tribunal acerca de los antecedentes de hecho de los
muchos costos que se discutieron entre las Partes sobre la base de su conocimiento personal. El
Testigo Figuera aportó 5000 páginas de documentos en materia de costos que pidió recopilar a los
Proyectos; él no procedió a la selección ni tampoco proporcionó indización alguna404. Los peritos
valuadores de ambas partes asumen la defensa de sus respectivos clientes respaldando sus supues-
tos en materia de costos, sin ser conscientes de cuán apartados están de la realidad. A pesar de las
reiteradas referencias de la Demandada al Sr. Patiño como su testigo, el Tribunal recuerda una vez
más que el Sr. Patiño ha sido presentado en el presente procedimiento en calidad de perito; no
puede prestar testimonio sobre hechos y costos relativos a los Proyectos. Es igualmente evidente
que la Demandada no puede, ante el presente Tribunal, caracterizar como testimonio declaraciones
realizadas por un particular que comparece en calidad de testigo en otro procedimiento, aun si el
patrón de hechos en ese caso – los procedimientos de arbitraje de Mobil – presenta alguna seme-
janza con dos de los Proyectos que debe considerar este Tribunal405. La prueba documental se basa,
en parte, en proyecciones que datan de una fecha anterior a la expropiación y que no consideran el
potencial de costos que puede haber caracterizado la vida histórica de los Proyectos, incluidos los
aumentos de precios habituales que tienen lugar cuando el negocio es próspero y la economía crece.
Además, los costos reales muy a menudo se invocan con un sustento probatorio deficiente.
616. Ante las dificultades ocasionadas por la prueba presentada en piezas que no pueden ensam-
blarse para ofrecer un panorama claro, el Tribunal considerará los distintos costos, en primer lugar,
para determinar, si una pretensión específica de costos es válida por cuestión de principios y, luego,
para analizar si los costos reales que se reclaman tienen el sustento de pruebas confiables de que
se incurrió efectivamente en estos costos o se podría incurrir en ellos en el futuro en cantidades
que puedan considerarse realistas y justas.
617. El Tribunal observa asimismo que los costos representan pretensiones que la Demandada
invoca en aras de reducir la estimación de flujos de caja y, en definitiva, los ingresos que obtendrían
los socios de los Proyectos y las Demandantes en el procedimiento que nos ocupa. Por lo tanto, el
Tribunal no adjudicará costos que no se hayan reclamado, aunque pueda existir certeza razonable
de que hayan ocurrido o puedan ocurrir en el futuro.
404
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 771:18-772:8.
405
Cf. las Estimaciones de Costos de la Demandada con respecto a Petrozuata, págs. 15, 59/61, y para Hamaca, págs.
16, 57, 86/88, donde se alega que los documentos que obran en el expediente del presente Tribunal se encuentran
sustentados por el testimonio del Sr. William Cline de Gaffney prestado en los procedimientos de arbitraje de Mobil
(R-550, R-551). El hecho de que el Sr. Cline compareciera en calidad de testigo de las Demandantes en el arbitraje del
caso Mobil no cambia el hecho de que no haya sido presentado como testigo en el presente procedimiento.
200
Caso CIADI No. ARB/07/30
618. Las Partes adoptaron la distinción habitual entre Gastos de Capital (CAPEX) y Gastos Ope-
rativos (OPEX). El Tribunal sigue el mismo orden y las mismas categorías que han adoptado las
Partes. El análisis de sus respectivas posturas se basa en sus escritos de parte, que incluyen las
pruebas aportadas, y en sus respectivos cálculos de costos presentados ante el Tribunal el 20 de
marzo y el 2 de junio de 2017.
619. Ambas Partes aceptan que el Modelo Económico Compuesto (MEC - LECG-085) sirve
como documento base del que partir. El Modelo Económico Hamaca de Petrolera Ameriven (citado
como MEA o como MPA) reviste la misma importancia para ese Proyecto (LECG-129). La dife-
rencia entre las Partes radica en que las Demandantes se refieren exclusivamente a estos documen-
tos que datan de la segunda mitad del año 2006 (sujetos a la inflación anual), en tanto que la De-
mandada (i) actualiza las cifras receptadas en ellos a lo que asume como costos reales; y (ii) agrega
costos adicionales que se experimentaron durante la vida del Proyecto, aunque no se proyectaron
en el MEC. Las cifras que se relacionan específicamente con Hamaca se encuentran receptadas en
el MPA. Aquellas que son relevantes para el Tribunal a efectos del presente análisis también apa-
recen en el MEC, aunque a veces con diferencias menores e insignificantes. El Tribunal se refiere
principalmente al MEC de modo que el redondeo de las cifras sea idéntico para ambos Proyectos406.
620. El Tribunal acepta que a las Demandantes efectivamente les resulta más difícil que a la
Demandada acceder a información pertinente sobre costos reales. Sin embargo, las Demandantes
cuentan con una reputación reconocida en la industria petrolera y la experiencia profesional nece-
saria para proporcionar información útil respecto de los costos asociados a proyectos destinados a
la producción de petróleo. También saben perfectamente bien que los precios por concepto de gas-
tos durante la vida útil de un proyecto, luego de haber sido incorporados en modelos del año 2006,
ciertamente aumentarán en el futuro. Tienen asimismo conocimiento de que pueden surgir gastos
en el futuro que no se previeron ni se pudieron prever en el año 2006. No pueden basarse en mo-
delos del año 2006 y decirle al Tribunal que estos supuestos tendrían validez durante 30 años,
aunque estuvieran asociados a índices inflacionarios futuros que casi nunca son exactos en compa-
ración con valores reales de mercado.
621. La Demandada tiene razón al afirmar que deberían excluirse determinados costos incurridos
en el período histórico en tanto se relacionan con la producción y venta de petróleo mezclado, lo
que no estaba permitido en virtud de los Convenios de Asociación. Sin embargo, el Tribunal ob-
serva asimismo que la Demandada no asiste al Tribunal con la identificación de la parte de estos
costos que debería eliminarse de las estimaciones generales de costos. Este es el caso, por ejemplo,
406
Cf. MEC, págs. 41-43/pdf (Petrozuata), 244-246/pdf (Hamaca).
201
Caso CIADI No. ARB/07/30
de parte de los costos de las paradas. La Demandada acepta que esta operación lleva más tiempo
con posterioridad a la expropiación y desde que se permitió la mezcla407. Pero la Demandada no
explica la parte de los costos que debería suprimirse del presupuesto de las paradas con base en la
misma experiencia y lógica.
622. En relación con la actualización de los montos mencionados en el MEC a los niveles reales
de costos, la Demandada utiliza índices de inflación y emplea lo que considera el tipo de cambio
pertinente. Estos dos factores se aplican a lo que se denomina un “split” entre los costos incurridos
en bolívares venezolanos y dólares estadounidenses, en una proporción del 30:70% para CAPEX
y la proporción inversa para OPEX. El Tribunal observa, en un comienzo, que estos elementos de
contabilidad son aproximados. No existe prueba alguna del acaecimiento real de este “split”, ya sea
con respecto a diversas categorías de costos o con respecto a determinados componentes más es-
pecíficos. El Sr. Figuera proporciona estas cifras sin explicación ni sustento alguno de documentos
o testimonios408. Además, se citan las tasas de inflación aplicables en Venezuela en ese momento,
aunque sin el sustento de pruebas. Asimismo, estas tasas se aplican a una gran cantidad de costos
sin determinar si el split del 30%/ 70% para bolívares es realmente pertinente con respecto a cada
componente.
623. La misma observación es aplicable al split que la Demandada y sus peritos valuadores han
realizado entre partes de gastos incurridos en bolívares o en dólares estadounidenses. La prueba
documental de la que dispone la Demandada permitiría sin lugar a dudas identificar si ese split
realmente tuvo lugar, y de ser así, en qué medida. Además, las pruebas también habrían revelado
si el split de 30:70 adoptado por los peritos de la Demandada se aplicó efectivamente en esta pro-
porción durante todo el período comprendido entre los años 2007 y 2015 o 2016, o si algunos
costos en los que se incurrió inicialmente en una de estas divisas no fueron trasladados a gastos
incurridos en la otra divisa en caso de que la inflación u otras influencias macroeconómicas torna-
ran aconsejable ese traslado.
624. El Tribunal considera que el split que atribuye a los costos incurridos en bolívares un por-
centaje sustancialmente mayor en OPEX que en CAPEX es razonable dado que los documentos
que obran en el expediente sugieren que una parte importante de los costos relacionados con el
OPEX se incurrieron en la moneda local de Venezuela. En efecto, cuando observa el split adoptado
en los modelos del año 2006 entre las partes de determinados costos de los que se da cuenta en
dólares estadounidenses o en bolívares, parece que, para Petrozuata (a diferencia de Hamaca), los
participantes del Proyecto habían modelado el split monetario de manera diferente409, algunas
407
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4340:13-4341:2 (Preziosi), 4342:11-17 (King); Día 17,
pág. 4642:3-13 (Preziosi).
408
Cf. Figuera, Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 59.
409
Cf. MEC, págs. 41-43/pdf (LECG-085).
202
Caso CIADI No. ARB/07/30
veces, adoptando partes en bolívares superiores al 30% que prefiere la Demandada en lo que res-
pecta al CAPEX y, otras veces, contando con una parte superior al 30% aplicable a la parte del
OPEX expresada en dólares estadounidenses. El Tribunal observa que distintos costos tenían su
split individual. Sería prácticamente imposible determinar el split exacto tomando cada elemento
y subelemento. Sin embargo, la Demandada proporciona un split410 que no es refutado por las
Demandantes y parece razonable luego de analizar la documentación disponible. Por lo tanto, el
Tribunal adoptará este split.
625. El Tribunal entiende que los índices de inflación reflejan un impacto en los precios en fun-
ción de la divisa a la cual se encuentran vinculados. La dificultad en la cuestión que nos ocupa
resulta del hecho de que una serie de componentes de los costos involucran dólares estadounidenses
y bolívares, cuando estas dos divisas son aplicables a partes específicas de un mismo costo. Por lo
tanto, en la medida en que sea relevante, la inflación debe determinarse por separado para cada
divisa. En este sentido, el Tribunal aprueba la posición de la Demandada según la cual la inflación
que tiene lugar en el mercado venezolano debe tenerse en cuenta a sus propias tasas en el caso de
gastos expresados en bolívares. El Tribunal no acepta las tasas de inflación conocidas en el mercado
estadounidense que han planteado los peritos de las Demandantes411.
626. La Demandada introduce otro ajuste basado en el supuesto de que el 30% de los costos
operativos totales (OPEX) son variables, como consecuencia de lo cual la producción de EHCO
proyectada por el MEC debiera corregirse en un 30% sobre la base del volumen de producción de
EHCO estimado por la Demandada. Si este último volumen es inferior, el OPEX correspondiente
debería reducirse en consecuencia412. El Tribunal no adopta la posición de la Demandada con res-
pecto a la producción de EHCO, basada en las conclusiones del Sr. Patiño. Por lo tanto, no sigue
el cálculo de la Demandada y sus peritos en función de este supuesto.
627. Si la prueba documental se hubiera presentado ante el Tribunal, también habría permitido
identificar los tipos de cambio aplicables. El expediente que obra ante el Tribunal contiene una
cantidad considerable de facturas en las que se aplicó el tipo oficial. Si esta fue la conducta adop-
tada dentro de los Proyectos, se esperaría que los peritos valuadores de las Demandantes demos-
traran con pruebas convincentes que esta conducta era realmente inapropiada ya que podía ser
revertida. En este sentido, los peritos de las Demandantes no aportan más que afirmaciones
410
Cf. Brailovsky y Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 154-
181, 300-305.
411
Cf. Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 61/62, 153.
412
Cf. Estimación de Costos para Petrozuata, págs. 14, 43/44, 48, 52/53, 56/57, y Hamaca, págs. 15, 55, 59/60, 64/65,
69/70, 74; Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 308,
315. La Demandada hace referencia al Testigo Figuera, Testimonio, 20 de julio de 2009, notas al pie 28, 31; Tercer
Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párrs. 59, 97, donde se afirma que el 30% de los OPEX son variables
y se relacionan con el volumen de producción de CCO.
203
Caso CIADI No. ARB/07/30
hipotéticas sobre la disponibilidad de tipos más favorables mediante la “gestión del tipo de cam-
bio”413 [Traducción del Tribunal]. No se demuestra cómo el “gerente privado” de los peritos habría
optimizado cada uno de los costos de manera más favorable que los costos reales incurridos. Los
peritos debieron admitir que su utilización del “mercado paralelo” plantea una cuestión jurídica414;
no pudieron excluir la objeción de promover acciones ilegales en el mercado negro415. El Tribunal
no coincide con las Demandantes cuando alegan que la Demandada “convertía nuevamente” en
dólares estadounidenses gastos en los que se incurriera inicialmente en bolívares y sujetos a tasas
de inflación venezolanas. El Tribunal interpreta que la Demandada ha vinculado la parte de un
costo expresada en bolívares a la tasa de inflación local (utilizada desde el año 2006, año base para
el MEC) y agregado el monto resultante a la fracción restante en dólares estadounidenses aplicando
el tipo de cambio pertinente, incluyendo ambos elementos en el índice de inflación de CAPEX y
OPEX de sus peritos.
c. Perforación
628. El Tribunal toma este primer componente de la lista de CAPEX, que es una de esas cues-
tiones en las que la carencia de pruebas y explicaciones es verdaderamente lamentable. La Deman-
dada utiliza las proyecciones del Sr. Patiño, incluidas la separación de la perforación de pozos
nuevos y la reparación de pozos existentes año tras año. Las cifras que determinó de este modo se
vinculan a sus conclusiones sobre la tasa de declinación y otras particularidades que lo llevaron a
creer que ninguno de los dos Proyectos alcanzaría de manera exitosa los objetivos de producción
de EHCO y CCO. El Tribunal concluye que este enfoque no es adecuado y deriva en proyecciones
alejadas de la producción real y de la capacidad de mejoramiento de cada uno de los Proyectos.
Por lo tanto, el Tribunal no puede adoptar las cifras y su divulgación anual como base para deter-
minar los costos de perforación.
629. El uso que hace la Demandada de las cifras del Sr. Patiño permite, sin embargo, identificar
la cantidad total de pozos que se han de perforar, que fuera considerada por el Sr. Patiño sobre la
base de las proyecciones iniciales reflejadas en el testimonio del Sr. Figuera. El Tribunal ha expli-
cado que esta cantidad total de pozos, tal como se determinara al comienzo de los Proyectos, es
muy cercana, si no idéntica, a aquella que puede hallarse en los modelos del año 2006. A la luz de
la posición de la Demandada en cuanto a la determinación de los costos de perforación, no es
necesario que el Tribunal desarrolle un enfoque propio para contemplar que se perforen más pozos
y se computen como CAPEX.
413
Cf. Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 63/64, 148, 153-162.
En su documento que sirve de prueba, las tasas se registran, para Secad II, desde el 24 de marzo de 2014 y, para Simadi,
entre el 2 de diciembre de 2015 y el 3 de julio de 2016 (CLEX-095); esta presentación es claramente incompleta e
inútil para la evaluación que ha de realizar el Tribunal.
414
Cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13, págs. 2185:1-2186:5 (Abdala).
415
Cf. Escrito Post-Audiencia de 2017 de la Demandada, párr. 171.
204
Caso CIADI No. ARB/07/30
630. Claramente, el Tribunal preferiría basarse en pruebas de los costos reales de perforación
experimentados por los Proyectos. Las Demandantes están en lo cierto al suponer que esta infor-
mación habría permitido una evaluación más precisa de la valuación ex post en este sentido. Por lo
tanto, el Tribunal recurrirá a las tasas de inflación para actualizar los costos de perforación a su leal
saber y entender sobre la base del expediente. Encuentra respaldo para proceder de esta manera en
la postura adoptada por ambas Partes, en tanto las Demandantes y la Demandada se basan en índi-
ces de inflación para explicar de qué modo progresan los costos, aunque están en desacuerdo res-
pecto de los índices que han de considerarse pertinentes.
631. La posición de la Demandada se define mediante una lista de pozos nuevos, perforaciones
y pozos de reemplazo que se proporcionarían cada año entre 2007 y 2016416. Para cada año, el
monto total de costos se presenta en dólares estadounidenses. No se menciona prueba específica
alguna, con excepción de la referencia a las conclusiones del Sr. Patiño417, que se han basado en
las instrucciones que recibió acerca de la declinación de los pozos, y no en las capacidades reales
de los Proyectos. Los peritos valuadores de la Demandada reproducen las mismas cifras. No utili-
zan las cifras que el Sr. Figuera consigna en su primera Declaración Testimonial418. Sobre esta
base, el Tribunal no puede arribar a conclusión alguna. Los costos correspondientes a los pozos
nuevos, los pozos reparados o las perforaciones son diferentes para cada categoría, y es necesario
identificarlos y traducirlos en montos reales. Los costos de los pozos han sido objeto de debate
entre las Partes, pero ese debate no da lugar a ninguna conclusión útil. Por otra parte, los costos
proyectados en el año 2006 no han sido refutados según fueran determinados en ese momento, sino
que simplemente se ha considerado que deben ser actualizados a lo que puede aceptarse como
correcto en términos reales y a futuro419. Por lo tanto, el Tribunal tomará los costos de perforación
según fueran receptados en los modelos y – a falta de pruebas sobre los costos reales – los ajustará
mediante los índices de inflación relevantes. Además, el Tribunal observa que la misma conclusión
es aplicable a los costos de reparación de los pozos que la Demandada agregó a los costos OPEX
de Petrozuata y Hamaca como componente separado, supuestamente sobre la base de la pericia del
416
Estimaciones de Costos para Petrozuata, pág. 19, y Hamaca, pág. 26.
417
Apéndices 81 y 84 (nuevamente no se consideran los Apéndices 89 y 90). El Sr. Patiño no aportó pericia sobre los
costos relacionados con los pozos; hace comparaciones de costos, pero sin proporcionar cifras. Menciona que, en el
caso Mobil, un perito declaró que la reparación de un pozo costaría USD 360.000.-; cf. Informe de Experto, 18 de
agosto de 2014, nota al pie 12; Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, notas al pie 179, 306. Esta
información se relaciona con la reparación de pozos únicamente, es poco confiable y no constituye prueba; los peritos
de la Demandada utilizan la misma cifra, sin ninguna otra verificación. La Demandada no puede alegar costos de
reparación de pozos “con base en el testimonio experto del Sr. Patiño” (Estimaciones de Costos para Petrozuata, pág.
59, y Hamaca, págs. 25/26); este informe no contiene dicha información basada en el conocimiento del Sr. Patiño
[Traducción del Tribunal].
418
Testimonio, 20 de julio de 2009, párr. 29, pág. 19.
419
Por ejemplo, se ha mencionado en reiteradas oportunidades un monto de USD 3,5 millones, aunque no queda claro
si esta suma incluye solo la perforación o también equipos separados, caminos y macollas. Cf. Testigo Lyons, TR-S,
Audiencia de 2010, Día 5, págs. 1187:20-1189:20; Audiencia de febrero de 2017, Día 7, págs. 417:13-419:1.
205
Caso CIADI No. ARB/07/30
Sr. Patiño, aunque, evidentemente, el informe del Sr. Patiño no contiene esta información, que, de
todas maneras, no se basaría en evidencia alguna. Habida cuenta de que los costos de reparación
de los pozos no se encuentran identificados por pruebas, se mantienen incluidos en los costos ups-
tream con base en el MEC de donde la Demandada sugirió que han de eliminarse.
632. El Tribunal advierte que la selección inicial de la parte de pozos nuevos o pozos de reem-
plazo de cada año es incierta. En ausencia de pruebas respecto de la secuencia real de perforación
durante el período histórico, que solo la Demandada podría proporcionar, las proyecciones del año
2006 constituyen, sin embargo, un buen indicador del avance de la configuración de los pozos, que
se encuentra en la base de la producción de EHCO durante los años que siguieron a la expropiación.
Una simple suma del total de pozos perforados durante la vida del Proyecto posteriormente recal-
culada por promedios anuales parece mucho más incierta que la secuencia de perforación proyec-
tada en el año 2006. Con respecto a Petrozuata, se puede agregar un elemento adicional de confir-
mación: la secuencia de perforaciones presentada en el MEC para los años 2011 a 2022 corres-
ponde exactamente a los números de pozos que se deben agregar según alegó el Sr. Figuera en su
primera Declaración Testimonial. Surge una gran diferencia para el año 2023, pero el Tribunal no
considerará costos de perforación en ese año, inmediatamente antes de la importante caída de la
producción del Proyecto. Para los años 2007 a 2010, el Tribunal considerará las cifras del MEC. A
la luz de la convincente presentación incluida en el MEC para Petrozuata, el Tribunal considerará
asimismo las mismas cifras para Hamaca. A los fines de este cálculo, el Tribunal ha aplicado el
split entre bolívares y dólares estadounidenses pertinente en ese momento, utilizando el índice de
inflación de CAPEX aplicable a cada divisa.
206
Caso CIADI No. ARB/07/30
Costos de Perforación
Petrozuata Hamaca
MEC Índice de in- Total MM MEC Índice de in- Total MM
flación CA- USD flación CA- USD
PEX PEX
207
Caso CIADI No. ARB/07/30
d. Paradas
633. La Demandada afirma con razón que las paradas posteriores a la nacionalización fueron
más costosas que las que tuvieron lugar antes de la nacionalización y, en particular, las paradas
pequeñas durante los primeros años de los Proyectos. Esto se debe, por un lado, a los aumentos de
precios. El otro motivo, y quizás el más importante, es el aumento significativo en la cantidad de
equipos analizados.
634. Sin embargo, la Demandada no puede alegar sencillamente que los Proyectos habrían ge-
nerado mayores costos si no se hubiese llevado a cabo la nacionalización. Las comparaciones que
ofrece la Demandada con otros proyectos son interesantes, pero no concluyentes, ya que no cuenta
con información acerca del tamaño de los proyectos, la verdadera duración de las paradas, los
volúmenes de EHCO y CCO tratados, y muchos otros factores necesarios para que tales análisis
resulten útiles. La Demandada contribuyó a la incertidumbre al alegar que, desde el año 2009, las
paradas requirieron más tiempo, básicamente 60 días, cuando los Proyectos producían grandes vo-
lúmenes de petróleo mezclado420. La Demandada no especificó el período que se agregó por tal
motivo. Tampoco se midió el impacto en los costos. Sin embargo, el Tribunal no puede ignorar ese
hecho.
635. La Demandada insiste en que las paradas de Hamaca realizadas por las empresas mixtas no
tuvieron éxito porque no aumentaron el OSF. En vista del indiscutido objetivo de toda parada de
incrementar el OSF, uno podría preguntarse cómo es posible que la Demandada reclame costos si,
al mismo tiempo, alega que las paradas no cumplieron su propósito. La posición de la Demandada
es claramente contradictoria. El reclamo de costos de paradas de la Demandada solo tiene sentido
suponiendo que se hubiera cumplido el propósito de la parada de incrementar el OSF y que esto
refleja la situación real—contrariamente a la afirmación infundada de la Demandada de OSF bajos
como consecuencia de las paradas realizadas durante el período histórico.
636. La secuencia modelo de paradas periódicas era cada cinco años para Petrozuata y cada cua-
tro años para Hamaca421. Era una norma de la que era posible apartarse. Para Petrozuata, la parada
posterior al año 2011422 tendría que haber sido en el año 2015, pero se postergó hasta el año 2016
420
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, pág. 4642:3-13 (Preziosi). El expediente prácticamente no
contiene información en este sentido. Junto con su Réplica de fecha 31 de julio de 2017, la Demandada presentó un
Anexo 9 relacionado con la Parada de PetroPiar del año 2009, en el que explicó el manejo de tanques para la producción
simultánea de Merey y crudo comercial (Pregunta 3).
421
Cf. MEC, págs. 41-43/pdf (Petrozuata), págs. 244-246/pdf (Hamaca); TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13,
pág. 2087:4-8 (Spiller).
422
Apéndice 46 de Figuera, PetroAnzoátegui, Informe de Parada de octubre de 2011, 31 de marzo de 2012.
208
Caso CIADI No. ARB/07/30
y, finalmente, no tuvo lugar423. Para Hamaca, después de la parada del año 2009424, se ejecutó un
PRAC en el año 2012425, y la siguiente parada se programó para el año 2016 pero, de todas formas,
se postergó. Para ninguno de los Proyectos existe un cronograma con las fechas de las próximas
paradas. En vista de estas demoras, resulta poco probable que el cronograma de futuras paradas de
las Demandantes (basado en el MEC) para Petrozuata (2019, 2024) y Hamaca (2020, 2024, 2028,
2032) represente la línea de tiempo real426. Las fechas de la Demandada son las mismas para Ha-
maca, mientras que se programa una sola parada (2020) para Petrozuata427. En vista de los interva-
los poco claros de las paradas y del trasfondo también incierto de los hechos macroeconómicos que
pueden afectar la adopción de una decisión tan importante como la de realizar una parada, el Tri-
bunal no puede atribuir costos de paradas a ninguna fecha o año específico, como tampoco puede
remitirse a ningún factor inflacionario o tipo de cambio determinado.
637. El expediente dificulta mucho la determinación de la cantidad de días necesarios para cada
parada. La parada del año 2011 en Petrozuata duró 67 días, y no 52 días tal como se había calcu-
lado428. En Hamaca, la parada del año 2008 se programó para que durara 48 días, y, en los años
subsiguientes, se previeron 36 días429. La parada del año 2009 (octubre-principios de diciembre)
duró 55 días, y no los 49 días que se había planificado430. El PRAC del año 2012 tenía una duración
prevista de 45 días, pero duró 82 días431. Estos indicios generan un alto grado de incertidumbre,
agravado por el hecho de que el proceso real de mezcla es extenso y extiende la duración de las
paradas. En base a las pruebas incluidas en el expediente, el Tribunal considera que la duración
promedio razonable para una parada realizada conforme al esquema operativo de los Convenios de
Asociación sería de 40 días.
638. La determinación de los costos de las paradas aumenta la incertidumbre. Por ejemplo, la
Demandada explicó que los costos totales correspondientes al PRAC de PetroPiar del año 2012 se
dejaron asentados no solo en el informe final sobre su implementación, sino también en los Estados
423
Testigo Figuera, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, pág. 775:3-21; TR-S, Audiencia de septiembre de
2017, Día 17, págs. 4656:8-4657:4 (Preziosi).
424
Apéndice 76 de Figuera, Informe Final sobre Parada de Planta PetroPiar 2009, 21 de septiembre de 2010 (también
C-584). Esta parada se planificó inicialmente para el año 2008; cf. Figuera, Testimonio Suplementario, 26 de enero de
2010, nota al pie 203; Quinta Declaración Testimonial de Lyons, 13 de octubre de 2014, párr. 30; Segunda Declaración
Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 48.
425
Apéndice 46 de Figuera, Informe Final de PRAC 2012, agosto de 2013.
426
Réplica de las Demandantes de fecha 10 de julio de 2017, pág. 21 (Pregunta 15); cf. también el debate con el
Abogado en TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4661:3-4667:18.
427
Cf. Respuestas de la Demandada de fecha 10 de julio de 2017, págs. 24-26 (Pregunta 15).
428
Apéndice 82 de Figuera, Informe de Parada de Planta del Mejorador Petroanzoátegui, 21 octubre de 2012, pág. 1.
429
Presentación del Presupuesto 2007, 12 de septiembre de 2006, pág. 3.
430
Apéndice 76 de Figuera, Informe Final sobre Parada de Planta PetroPiar 2009, 21 de septiembre de 2010, pág. 5.
431
Apéndice 46 de Figuera, Informe Final del PRAC 2012, PetroPiar, agosto de 2013, pág. 13.
209
Caso CIADI No. ARB/07/30
Durante el año terminado el 31 de diciembre de 2012, las adiciones a las obras en progreso
comprenden, principalmente, el costo de ejecución de los proyectos de perforación y com-
pleción de pozos de desarrollo, y construcción de facilidades por $334,950 miles
(Bs1.440.283 miles) y proyectos asociados al mejorador por $439.068 miles (Bs1.887.988
miles), dentro los que se incluyen desembolsos relacionados con el PRAC por, aproximada-
mente, $313.000 miles (Bs1.345.900 miles).
El término “incluyen” y las cifras explican la contabilidad. Los costos del PRAC se incluyeron en
los “proyectos asociados al mejorador”. La suma del monto respectivo de MUSD 439.068 y los
costos de perforación y conceptos relacionados establecidos en MUSD 334.950 arrojan un total de
MUSD 774.018, que se ingresa en la cuenta “Obras en proceso” para el año 2012 en la sección de
USD, y con la cifra de 3.328.271 en la parte de bolívares 434. En otras palabras, la contabilidad
incluyó los costos del PRAC en la cifra total de costos relacionados con el mejorador, con lo cual
los costos del mejorador y del PRAC no habrían superado los MUSD 439.068. La Demandada, por
otro lado, contempló ambos elementos por separado y tomó el costo del mejorador del MEC (es
decir, MUSD 249.614), combinado con el índice de inflación (es decir, MUSD 285.259), para ob-
tener el PRAC (USD 313 millones) en un total combinado de MUSD 598.459. Si bien puede que
toda conclusión extraída de esta observación sea incierta a un nivel más general, lo cierto es que
las cifras presentadas en relación con los costos de paradas (CAPEX) y del Mejorador (OPEX) en
la Estimación de Costos de la Demandada para Hamaca correspondiente al año 2012 se superpo-
nen, en parte, en la suma de MUSD 159.391, según los Estados Financieros de ese año.
639. Las Partes discrepan en cuanto a los montos aceptables de los costos de paradas anteriores
en el período histórico y con respecto a los costos que se proyectarán para futuras paradas. Por lo
general, las paradas siempre superaron los cálculos estimados de costos. La parada del año 2011
de Petrozuata tuvo un presupuesto de 597,7 MMB, pero finalmente necesitó 1110 MMB435. La
parada proyectada para el año 2015 se estimó en USD 350 millones436. La parada de Hamaca del
432
Escrito Post-Audiencia de la Demandada, párr. 151 y nota al pie 241.
433
CLEX-94, pág. 236/pdf; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 15, pág. 2781:1-6 (Kahale).
434
CLEX-094, pág. 234/235/pdf.
435
Apéndice 82 de Figuera, Informe de Parada de Planta del Mejorador PetroAnzoátegui, 21 octubre de 2012, págs. 1,
7, 24, 29. A un tipo de cambio de 4,3, el monto total sería de USD 258 millones. Sin embargo, la Demandada reclama
USD 236 millones, sobre la base del Tercer Testimonio Suplementario de Figuera, 15 de agosto de 2014, párr. 97, pág.
69, también informado en la Estimación de Costos para Petrozuata, pág. 33; Brailovsky/Flores, Apéndice 406, CAPEX
(PZ). El monto en cuestión no se identificó en los Estados Financieros (CLEX-093).
436
Testigo Figuera, TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, págs. 775:22-776:22, 782:12-14.
210
Caso CIADI No. ARB/07/30
año 2009 tuvo costos reales de MUSD 223,7, mientras que se presupuestaron MUSD 210437. El
PRAC 2012 se estimó en MMUSD 225, pero finalmente requirió USD 313 millones438. El Tribunal
considera que las pruebas son insuficientes439. Además, la mezcla extendió la duración de las pa-
radas; el Tribunal debe afrontar el problema no resuelto de traducir este hecho en el cálculo de
costos.
640. El Tribunal utilizará a modo de orientación los costos reales presentados a través de los
informes que obran en el expediente. En las circunstancias, resulta imposible suponer una división
específica de monedas440. Con respecto a los costos del PRAC de PetroPiar del año 2012, el Tri-
bunal reduce el monto reclamado de USD 313 millones en MUSD 159.391, con lo cual deduce el
doble pago que reclama la Demandada sobre la base del monto inflado que se toma del MEC
(MUSD 285.259) sumado a los costos del PRAC del año 2012, el cual se considera exagerado en
vista de los Estados Financieros de 2012 que revelan un gasto total para el mejorador de
MUSD 439.068, que incluye los costos del PRAC.
641. En cuanto a futuras paradas, el Tribunal enfrenta dos posturas opuestas: las Demandantes
hacen referencia a las cifras modelo del MEC, mientras que la Demandada reclama interminables
aumentos de precios. Las proyecciones financieras acerca de las paradas de los años 2015 441 y
2016442 son excesivas, y, en cualquier caso, no se presenta ninguna prueba convincente o explica-
ción que las sustente. El Tribunal tiene en mente las superposiciones con la situación contable
dedicada al mantenimiento del mejorador habida cuenta de la experiencia con el PRAC de Petro-
Piar del año 2012. El Tribunal considera que el monto de USD 300 millones por parada (o PRAC),
dividido en partes iguales por año durante un período de cuatro años hasta el final de la vida útil
de cada Proyecto (respectivamente, un momento razonable antes del cese de la producción), repre-
senta un pronóstico razonable. Asumiendo una parada por Proyecto en el año 2018, el Tribunal
437
Apéndice 76 de Figuera, Informe Final sobre Parada de Planta PetroPiar 2009, 21 de septiembre de 2010, págs. 5,
65.
438
Apéndice 46 de Figuera, Informe Final del PRAC 2012, PetroPiar, agosto de 2013, págs. 6, 59, 81, 113/pdf.
439
El perito de las Demandantes, el Sr. Earnest (Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016), observó que
los gastos de mantenimiento previstos por el Sr. Figuera “superaron ampliamente” los requeridos por un operador
competente (párr. 86), que el costo de USD 335 millones para la Parada de Petrozuata del año 2015 fue “irracional-
mente alto” (párr. 88) y, en conclusión, que los costos proporcionados en el testimonio del Sr. Figuera son “altamente
excesivos” y “poco confiables” (párr. 93) [Traducción del Tribunal].
440
Hubo una división de 50:50% entre bolívares y USD, que permaneció incierta ante la falta de pruebas documentales
y la imposibilidad de determinar las fechas reales. Cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 12, págs. 1867:6-14
(Kahale, Spiller), 1869:19-20 (Kahale).
441
Estimación de Costos de la Demandada para Petrozuata, pág. 33: USD 457.576.000. Un plan presupuestario con-
templó un gasto de USD 1.118,81 millones; C-571; Earnest, Evaluación Técnica del Rendimiento del Mejorador Ha-
maca y Petrozuata, 13 de octubre de 2014, Anexo 04. Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 10, págs. 1262:5-
1266:19 (debate con el Sr. Earnest sobre el impacto del tipo de cambio). La lista final de trabajos de la parada de
Petrozuata del año 2015 no permite sacar conclusiones con respecto a los costos (cf. Apéndice 141 de Figuera).
442
Estimación de Costos de la Demandada para Hamaca, pág. 42: USD 512.913.000.
211
Caso CIADI No. ARB/07/30
concluye que no se pueden verificar, de manera razonable, más paradas en Petrozuata antes de que
el Proyecto afronte una caída abrupta en el año 2023, mientras que, en Hamaca, podría haber otras
dos paradas o PRAC después de la que se prevé para el año 2018.
642. El Tribunal no reiterará lo que ya expresó respecto de la inflación y del tipo de cambio. El
Tribunal procede a tratar, con respecto a Petrozuata, los CAPEX de Instalaciones Upstream, Ins-
talaciones del Mejorador y G&A, y, para Hamaca, los CAPEX dentro de las mismas categorías que
Instalaciones Upstream, Instalaciones del Mejorador443, Desarrollo de G&G (Exploración) y G&A
(Gastos Generales y Administrativos).
643. En estas cuestiones, tal como se explicara supra, el Tribunal utilizará las cifras proyectadas
en el MEC, que ninguna de las Partes objetó, para luego aplicar el tipo de cambio y el índice de
inflación combinado que sugiere la Demandada. Las cifras resultantes se consignarán infra.
644. La misma metodología se aplica a los costos similares dentro de la categoría de OPEX, con
una diferencia importante. En esencia, las Partes vuelven a basarse en las cifras de base incluidas
en el MEC, en el caso de Petrozuata, respecto de Upstream, Mejorador, G&A, más “Terceros”,
mientras que, para Hamaca, se mantienen las mismas categorías, con la salvedad de que se elimina
“Terceros” y se agrega “Marketing”. El Tribunal acepta que el impacto de la inflación con respecto
a la parte de los costos en bolívares se basa en el correspondiente índice de inflación venezolano,
aunque invirtiendo la proporción entre las dos divisas, tomando para OPEX un 70% en bolívares y
un 30% en USD. El Tribunal advierte que el índice de inflación de los OPEX difiere ligeramente
del índice de inflación de los CAPEX. Estas categorías no responden en proporciones iguales ante
el impacto de los precios fluctuantes del petróleo444. Las Demandantes no plantean ninguna otra
objeción en este sentido, tal como se comentara supra, y no impugnan las cifras que utilizan la
Demandada y sus peritos. Las cifras resultantes se consignarán infra.
645. La Demandada añadió otra corrección a los OPEX al suponer volúmenes de EHCO basados
en términos reales para los años 2007 y 2008, y en las proyecciones preparadas por el Sr. Patiño
para años posteriores, y luego ajustar el 30% de los OPEX en consecuencia445. La producción de
EHCO especificada en las conclusiones del Sr. Patiño se basa en puras especulaciones y no puede
afectar el cálculo de costos de modo alguno. Además, la Demandada no explica por qué dicho
ajuste debe limitarse a un 30% de los OPEX.
443
Sujeta a eliminación de USD 30 millones en 2008 para trabajos en la unidad de coque.
444
Cf. Estimación de Costos para Petrozuata, pág. 41.
445
Cf. ibídem, págs. 43/44, 48, 52/53, 56/57.
212
Caso CIADI No. ARB/07/30
646. El Tribunal recuerda, asimismo, las pruebas de que el impacto de los cálculos de costos en
los ingresos de las Demandantes y sus reclamaciones de indemnización pueden guardar relación
con sucesos que ocurrieron solamente desde la expropiación, que es posterior al 26 de junio de
2007 (o, por motivos prácticos, 1 de julio de 2007). La Demandada presentó reclamaciones de
costos por CAPEX en Petrozuata, en las cuales la cifra corresponde a todo el año 2007 446. Dichos
montos deben dividirse por la mitad.
647. Para Petrozuata, el concepto “Otros” en CAPEX comprende dos elementos: (i) extinción
de incendios; y (ii) reparaciones por incendios y restauración de instalaciones de manejo de sólidos.
Los costos correspondientes no se habían contemplado en el año 2006. Sin embargo, las Deman-
dantes no pueden oponerse a los costos que no se previeron pero que se relacionan estrechamente
con los Proyectos, de manera que se presentan como consecuencias dentro de una serie de aconte-
cimientos previsibles en un Proyecto operado con cautela.
648. Por lo tanto, el Tribunal considera que la mejora de los sistemas de extinción de incendios
en los años 2012 a 2014 es algo normal en la industria petrolera y que, aún en casos en los que los
costos superan el mínimo requerido, tales costos se relacionan razonablemente con el Proyecto y
deben ser avalados por sus socios. Esto también es cierto si no puede demostrarse que ese gasto
fue requerido por una aseguradora447.El Tribunal considera el gasto total de USD 10.732.625 esta-
blecido sobre la base del conjunto de documentos contractuales y las facturas proforma presenta-
das448. Sin embargo, la división entre los tres años no es clara ni se explica. El Tribunal procederá
a dividir el total en tres partes iguales durante los años 2012 a 2014.
446
Cf. ibídem, págs. 24 (G&A), 27 (Instalaciones Upstream), 30 (Instalaciones del Mejorador).
447
Ya que esto fue objetado por las Demandantes (Estimación de Costos para Petrozuata, pág. 38) y por el Sr. Earnest,
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 112/113.
448
Apéndice 148 de Figuera; Estimación de Costos para Petrozuata, Anexo I. En julio de 2014, se previó una mejora
adicional en el sistema de extinción de incendios por USD 100 millones, un monto que no se incluye en la Estimación
de Costos (cf. Figuera, Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 97; Apéndice 83).
449
Estimación de Costos para Petrozuata, Anexo III, en la cual se brinda una lista de las facturas contenidas en el
Apéndice 146 de Figuera.
213
Caso CIADI No. ARB/07/30
las facturas relacionadas con la restauración de las instalaciones datan de los años 2012 o 2013450,
más de tres años después del incendio, que ocurrió a principios del año 2009451. Por lo tanto, el
Tribunal no puede considerar esta parte del costo, ya que no hay pruebas de que dicho costo se
haya originado como consecuencia del incendio y habría sido parte de un escenario contrafáctico.
650. La naturaleza accidental de ese incendio demuestra que no puede haber conexión con nin-
guna participación eventual de ConocoPhillips en el Proyecto después de junio de 2007. Además,
no es cierto que la efectiva dirección del Proyecto fuese inmune a cualquier obligación de su parte
de cubrir los costos de las reparaciones. De los supuestos costos totales de casi USD 49 millones,
el seguro cubría solo USD 11 millones452. No hay pruebas que expliquen por qué el seguro no
cubría un monto mayor y si dicha consecuencia provenía del marco contractual. Además, no se
brindó ningún tipo de explicación que ayude al Tribunal a comprender la división de los costos de
reparación por incendio y restauración en relación con la misma instalación. Hubo otro debate ante
el Tribunal que demostró la falta de pruebas y la poca información disponible respecto de la se-
cuencia de los hechos y su interrelación453. Por todos estos motivos, el Tribunal no acepta el costo
de reparación por incendio y restauración de la instalación de manejo de sólidos.
651. La Demandada no suministró información clara acerca de la cobertura del seguro de los
Proyectos. Se dijo que el seguro disponible no cubría daños materiales. No hay pruebas sobre este
punto. El expediente tampoco contiene pruebas documentales respecto de pólizas de seguro, soli-
citudes de pago por parte de la empresa aseguradora, facturas, etc. El Artículo 8.8 del Convenio de
Asociación Hamaca (C-22) establecía la obligación de contratar y mantener seguros para cubrir,
inter alia, la propiedad, el control de pozos y la responsabilidad, de modo que se permitiera el
reaseguro454. La Circular de Oferta de Petrozuata del año 1997 disponía que la Empresa estaría
obligada a mantener los seguros habituales para este tipo de proyecto, incluidos el seguro por inte-
rrupción de las actividades comerciales y el seguro de bienes, que cubrieran todo tipo de riesgos
de daños materiales o pérdidas (C-75, págs. 26, 51, 89/90). El Tribunal advierte que la reunión de
la Junta de Hamaca aprobó en 2006 un seguro de responsabilidad de terceras partes por reclamos
450
Ibidem, Anexo III.
451
No hay fecha precisa en el expediente del Tribunal. El primer contrato que contempló la reparación de las instala-
ciones se firmó el 8 de enero de 2009; cf. Apéndice 142 de Figuera. El Abogado de la Demandada confirmó que fue a
principios del año 2009; TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, pág. 4504:7-12 (Preziosi).
452
Estimación de Costos para Petrozuata, Anexo II. El Apéndice 142 de Figuera incluye documentos contractuales y
facturas, sin ninguna explicación. Véanse, también, Respuestas de la Demandada de fecha 10 de julio de 2017, pág. 19
(Pregunta 11), y la tabla adjunta al Informe de Experto Consolidado del Sr. Earnest, 17 de octubre de 2016, Anexo 10.
Al leer el informe de la inspección gubernamental en la Faja Petrolífera del Orinoco de fecha 31 de julio de 2015,
pág. 29 (C-649), surgen dudas acerca de la seriedad del trabajo realizado.
453
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4485:11-4514:8.
454
Se pueden encontrar disposiciones más detalladas en el Artículo 11 del Convenio Operativo, Anexo F, que establece
que los tipos de seguro cubrirán todo riesgo de daño físico a bienes muebles e inmuebles (III), cuya cobertura ha de
entenderse como seguro primario (V).
214
Caso CIADI No. ARB/07/30
en relación con la responsabilidad de los productos (con un límite de indemnización de USD 100
millones) y daños, y un seguro de daños a la propiedad e interrupción del negocio, que cubriera
todos los riesgos por pérdida física directa o daño (con un límite de indemnización de USD 950
millones)455. En algunos Estados Financieros se incluyeron gastos de seguro456. Se puede suponer
que la situación no fue muy distinta para Petrozuata. En vista de esta información, la Demandada
habría tenido que demostrar que dicho seguro no se contrató o bien no cubría más de USD 11
millones. La falta de pruebas sobre cobertura de seguros afecta a varios otros presuntos costos que
prima facie podrían ser amparados por un seguro.
652. La Demandada menciona, en relación con la instalación de manejo de sólidos, otro concepto
que cubre un monto importante de costos con respecto al “transporte por camión”. Explica que las
dificultades operativas y la falta de disponibilidad de instalaciones para el manejo de sólidos requi-
rieron el transporte de enormes pilas de sólidos—mayormente, coque—hacia otros lugares, para lo
cual se necesitaron muchos camiones y empleados por un cierto número de años. La Demandada
explica que esto fue consecuencia de la necesidad de restaurar las instalaciones y, en última ins-
tancia, el resultado del incendio que ocurrió en el año 2009.
653. El Tribunal observa que el acaecimiento fáctico de estos hechos suscita más dudas acerca
de la relación que alega la Demandada entre estos tres elementos fundamentales: incendio – res-
tauración de las instalaciones – necesidad de transportar el coque hacia otros lugares. Cuando un
incendio dañó las instalaciones a comienzos del año 2009, el Proyecto tardó más de cinco meses
en firmar el primer contrato de transporte de coque457. En ese entonces, las instalaciones estaban
disponibles debido a las reparaciones básicas que se realizaron después de tres meses458. El trans-
porte comenzó en el año 2009, aunque se intensificó recién en el año 2011 y se extendió hasta
2014. Esto se refleja en los montos de los costos en USD que menciona la Demandada y que se
encuentran justificados por pilas de facturas que suministró el Sr. Figuera sin explica-
ción: 13.328.992 (2009), 3.001.293 (2010), 35.322.929 (2011), 96.351.310 (2012), 64.466.776
(2013), 66.784.443 (2014)459—lo que arroja un total de USD 279.255.742. Estas cifras demuestran
455
Apéndice 25 de Figuera, Reunión de la Junta Directiva de Hamaca, 18 de mayo de 2006, págs. 11/12.
456
Cf., Estados Financieros de Hamaca/PetroPiar (CLEX-094) correspondientes a los años 2009 y 2010 (pág. 151/pdf),
2012 (pág. 298/pdf), 2013 (pág. 298/299/pdf), por montos de entre USD 3.691 y 7.112 millones.
457
Contrato de fecha 18 de junio de 2009; cf. Apéndice 143 de Figuera. En la Estimación de Costos de la Demandada,
el primer contrato fue de fechas 4 de septiembre de 2009 (Hamaca, Anexo VIII) y 18 de noviembre de 2009 (Petro-
zuata, Anexo IV), respectivamente.
458
Respuestas de la Demandada de fecha 10 de julio de 2017, pág. 18 (Pregunta 11). En el informe de pérdida de
oportunidades, se señaló la falta de disponibilidad de la instalación para agosto de 2009; cf. Apéndice 73 de Figuera,
pág. 10/pdf. El Testigo Figuera no pudo confirmar que se haya concluido la reparación de la instalación de manejo de
sólidos: TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 8, pág. 793:5-17.
459
Cf. Estimación de Costos para Petrozuata, Anexo IV. La mayoría de las facturas para los años 2009-2014 se incluyen
en el Apéndice 143 de Figuera, mientras que parte de las facturas correspondientes al año 2014 supuestamente se
incluyen en el Apéndice 172 de Figuera, que no se exhibió ante este Tribunal. Véase Estimación de Costos para Ha-
maca, Anexo VIII, y Apéndice 144 de Figuera. Otra lista de contratos suministrada por PDVSA e incluida en el
215
Caso CIADI No. ARB/07/30
que más del 90% de los costos de transporte se refieren a los años 2011 a 2014. Por ende, la inver-
sión en transporte de coque no fue consecuencia del incendio y de la restauración de la instalación
de manejo de sólidos. Tuvo otras razones logísticas que no tienen nada que ver con el plan opera-
cional basado en los Convenios de Asociación y el escenario contrafáctico. Si la instalación requi-
riese más reparaciones, tendrían sentido los costos adicionales reclamados, tales como los USD 203
millones presupuestados para la modernización y expansión de la instalación460. Esto no se ha he-
cho.
654. El Tribunal simplemente recuerda que anteriormente rechazó un costo que la Demandada
asignó a “reparaciones de pozos” como OPEX que no se basa en ninguna prueba del expediente
del Tribunal; el Sr. Patiño invoca, sin ninguna otra verificación, la declaración de otro individuo
que compareció como testigo en el arbitraje del caso Mobil.
655. Por último, el Tribunal señala que, si bien hay varios estados financieros en su expediente
(CLEX-093), la Demandada declaró que no se basa en ninguno de ellos461. Estos estados financie-
ros cubren el período comprendido entre julio de 2007 y el año 2008 y desde el año 2011 hasta el
año 2014. La Demandada explica que los estados financieros correspondientes a los años 2009-
2010 no estaban disponibles porque, desde el 1 de enero de 2009, Petrozuata habría transferido a
PDVSA sus activos y riesgos relacionados. Sin embargo, este argumento no es suficiente para
sostener que toda la información recabada sobre los estados financieros de PDVSA es poco con-
fiable. En cualquier caso, las cifras que menciona la Demandada en sus Estimaciones de Costos
como representativas de los estados financieros difieren tanto de los costos que reclama la Deman-
dada en este procedimiento que difícilmente puedan considerarse prueba a efectos del procedi-
miento que nos ocupa462. El Abogado de la Demandada declaró ante el Tribunal que los estados
financieros constituyen prueba de los gastos de los Proyectos 463 e invocó estas cuentas en varias
ocasiones464. Esta posición es contradictoria con la declaración que realizó la Demandada en sus
Estimaciones de Costos.
656. Para Hamaca, la Demandada enumera varios costos adicionales, el primero de los cuales se
relaciona con un equipo de generación de electricidad en la suma de USD 94.800.000 en el año
expediente de las Demandantes (C-572) indica un total de USD 4,2 millones en concepto de transporte entre los años
2009 y 2014.
460
Cf. Figuera, Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párrs. 71/72; Cuarto Testimonio Suplemen-
tario, 7 de enero de 2015, párr. 65.
461
Estimación de Costos para Petrozuata, portada, última nota al pie.
462
Cf. ibídem, portada y tabla, págs. 67-75.
463
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, págs. 5120:12-14, 5149:11-19 (Kahale).
464
Cf., por ejemplo, TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 12, págs. 1852:22-1853:10, 1876:17-1877:3, Día 15,
págs. 2781:1-6, 2782:4-10 (Kahale); Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4472:16-20, 4474:22-4475:3
(Preziosi), 4481:12-14 (Kahale); todas las citas relativas a los costos de paradas y PRAC.
216
Caso CIADI No. ARB/07/30
2010. Es indiscutible que este gasto se origina en un decreto gubernamental que exigía a PDVSA
y sus filiales instalar y utilizar capacidad de generación eléctrica independiente de modo que ya no
dependieran de los proveedores de electricidad nacionales465. Esta decisión gubernamental se en-
contraba dentro del ámbito de las medidas que se esperan en el caso de un proyecto como Hamaca.
Las Demandantes no se oponen a la necesidad de adquirir dicho equipo. Sus críticas versan sobre
el monto del gasto y la falta de especificación de una reducción similar en los costos de compra de
electricidad en la red nacional. La Demandada no contesta la segunda observación, como así tam-
poco el efecto que ese nuevo suministro eléctrico debe haber tenido en el aumento de la eficacia
tras la reducción de los cortes de energía, junto con el impacto en el OSF.
657. El perito de las Demandantes, el Sr. Earnest, asevera que los costos reclamados son dos o
tres veces mayores, más aún porque no se descuentan los beneficios económicos que ofrece la
generación propia466. Earnest presentó informes del sector sobre generadores eléctricos (Anexos
12/13). Sin embargo, no hizo más que suscitar dudas acerca del tamaño de la capacidad eléctrica
adquirida y del precio pagado. No alega que el equipo comprado fuese ineficaz o demasiado cos-
toso. Ni siquiera ofrece una idea en cuanto a la reducción de los costos en las instalaciones
downstream que pudo haberse obtenido. El Tribunal acepta que puede haber mejores oportunidades
para comprar generadores eléctricos a precios más bajos y con capacidades más cercanas a las
necesidades del mejorador. Sin embargo, el Tribunal también sostiene que existe un margen de
apreciación en la toma de decisiones de negocios, en el cual resulta inapropiado reclamar mejores
productos y precios más bajos años después de realizada la compra, desde luego con la asesoría
profesional a disposición de todos los socios de la empresa mixta467. Por lo tanto, el Tribunal con-
sidera la cifra de USD 94.560.000 facturada en el año 2010, junto con la suma adicional de
USD 277.725 en el año 2011.
658. La Demandada introduce en “Otros” un monto de USD 5.600.000 para una evaluación de
EOR realizada en el año 2015468. La falta absoluta de pruebas es suficiente para explicar por qué
el Tribunal no considerará este concepto. Asimismo, resulta confuso el hecho de que la Demandada
acepte intentos de EOR en el escenario contrafáctico, cuando había alegado, de manera contun-
dente, que la inyección de vapor y cualquier otra técnica nueva de extracción similar no podían
concebirse en el marco de los Convenios de Asociación.
465
Cf. Decreto N.° 6.992 de fecha 21 de octubre de 2009 (Apéndice 69 de Figuera).
466
Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 28, 121, 125/126. Otro perito señaló que deberían
haberse deducido los costos de la compra de electricidad a terceros: TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13, pág.
2149:4-8 (Abdala).
467
Cf. Apéndices 138-140 de Figuera.
468
Estimación de Costos para Hamaca, pág. 49. La Demandada hizo referencia a una declaración que realizó el Sr.
Figuera en el arbitraje de la CCI; TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4432:20-4434:14, 4448:5-13.
No hay pruebas documentales en el expediente del Tribunal. En cualquier caso, el Sr. Figuera no tenía conocimiento
personal del uso reciente de EOR.
217
Caso CIADI No. ARB/07/30
659. Las dificultades con las vibraciones en la Unidad de Coque eran bien conocidas antes de la
expropiación469. Tampoco es controvertido que numerosos intentos de resolver el problema fraca-
saron y que, en el momento crítico del año 2007 e incluso con posterioridad a él, ningún consejo
fue convincente ni ofreció una solución definitiva. El MPA incluyó un monto de USD 30 millones
para el año 2008 relacionado con la unidad de coque, sin más explicación. La Demandada dedujo
dicho monto y, en su lugar, reclama costos por la instalación de refuerzos y otros intentos de repa-
ración en la unidad de coque por USD 11.514.000 hasta el año 2014 y por USD 8.954.000 en el
año 2015. El Tribunal no puede adherir a la posición de la Demandada cuando proyecta los USD
30 millones en los costos del año 2008, debidamente inflados, mientras que el gasto no se había
realizado. Esta cantidad no se utilizó; debe eliminarse de la lista de costos. Por el contrario, las
otras dos cantidades mencionadas anteriormente corresponden supuestamente a gastos reales. La
suma de USD 11.514.000 se compone de una larga lista de montos respaldados por facturas, en el
Anexo I de la Estimación de Costos para Hamaca. Se dice que estas facturas representan un “total
hasta el año 2014” [Traducción del Tribunal]. De hecho, cubren fechas desde junio de 2007 hasta
diciembre de 2011. En la explicación de la Demandada, el monto total de USD 11,5 millones co-
rresponde al período 2005-2014 (pág. 51), lo que claramente no resulta de las fechas dadas para las
facturas. Por último, el segundo monto de USD 8,9 millones es respaldado por una orden de compra
y un contrato, que no obran en el expediente de este Tribunal, y se dice que se relaciona con el año
2015 (pág. 51). Este Tribunal no puede aprobar esta última cantidad, por ausencia de pruebas y a
la luz de la falta de explicación de la necesidad de un gasto tan sustancial cuando, aparentemente,
entre los años 2013 y 2014, no se llevó a cabo ninguna actividad, o muy poca. En febrero de 2013,
Chevron Energy Technology Company realizó un estudio de ingeniería y concluyó que “la aplica-
ción de amortiguadores en las condiciones actuales no se consideraba práctica” y que “seguir ade-
lante con tal opción no era práctico”470 [Traducción del Tribunal]. No se han presentado al Tribunal
más aclaraciones sobre la suerte de este informe y la unidad de coque471.
660. Sobre la base del expediente del Tribunal, no se puede negar que la unidad de coque repre-
sentó un problema grave que necesitaba solución472. No solo se conocía, sino que generalmente
469
Véase la propuesta de remediación presentada por Foster Wheeler de fecha 19 de diciembre de 2006, Apéndice 71
de Figuera.
470
Apéndice 72 de Figuera, págs. 9, 25.
471
La Demandada señaló que los intentos dirigidos por Chevron en los años 2012 y 2015 no tuvieron éxito; cf. Esti-
mación de Costos para Hamaca, pág. 51. No se añadieron pruebas a esta declaración. El Testigo Figuera observó que
las paredes de corte aún no se han construido. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1500:1-2, 1504:16-
21, 1506:3-22.
472
El Testigo Figuera explicó que el problema no consistía en la reducción actual de la productividad y no generaba
ningún impacto en el OSF. No obstante, implicaba una posible pérdida de producción en el caso de un incidente ad-
verso; el problema de la vibración era un factor de riesgo (Testimonio Suplementario, 26 de enero de 2010, párrs. 90,
96; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1500:9-14). Los peritos de la Demandada realizaron cálculos de
probabilidad, que no tenían relación con la realidad (TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 12, págs. 1960:21-1967:9,
1973:7-11; cf. para un análisis, Earnest, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 38-42); la
218
Caso CIADI No. ARB/07/30
también se consideraba difícil de remediar. Por consiguiente, debe haber existido un margen de
gastos que no condujo a una reparación exitosa, con el cual las Demandantes también se habrían
enfrentado en un escenario contrafáctico. Las Demandantes cuentan con la experiencia de los años
2005 a 2007 cuando la unidad de coque ya causaba problemas. Por ende, cabría esperar que pudie-
ran analizar en detalle las numerosas facturas suministradas por el Sr. Figuera473. Si fuera necesario,
pueden manifestar más que simplemente que los supuestos costos de reparación de la unidad de
coque “no están suficientemente fundamentados” [Traducción del Tribunal] (pág. 50). El Tribunal
observa que la revisión de la unidad de coque fue un elemento recurrente en todas las paradas. Los
costos identificados como específicamente relacionados con dicho trabajo podrían, de hecho, ha-
berse contabilizado en el presupuesto para la parada del año 2009474 y en el PRAC del año 2012475.
La Demandada no pudo disipar serias dudas en tal sentido. Por lo tanto, el Tribunal deduce de los
supuestos costos de los años 2007 a 2012 un total de USD 3.047.456 que entiende representan el
trabajo en la unidad de coque que se realizó durante la parada del año 2009 y, en consecuencia,
muy probablemente se incluyó en su presupuesto476. Los costos restantes que se considerarán para
el mes de julio de 2007 hasta fines del año 2011 ascienden, por lo tanto, a USD 8.467.002 y se
asignan a cada año en proporciones adecuadas. A partir de entonces, las Demandantes ya no están
involucradas en una perspectiva de escenario contrafáctico. Se ha demostrado de manera convin-
cente que Chevron, socio real de la empresa mixta, es el principal actor para resolver este problema,
con base en su informe del mes de febrero de 2013477.
661. La Demandada agrega un ítem para el PREM bajo el título OPEX, que cubre el período
comprendido entre los años 2012 y 2016. Las facturas que obran en el expediente478 indican que
Demandada no compartió la metodología de sus propios peritos (cf. Escrito Post-Audiencia de la Demandada, nota al
pie 276).
473
Apéndice 121.
474
En el mes de enero de 2009, un informe del equipo técnico señaló que las bridas se reemplazaron con éxito, pero
que las grietas de metal quedaban por reparar y se debía realizar una nueva inspección en la próxima parada por
renovaciones (págs. 45-49). Anexo 10 presentado con la Réplica de la Demandada del 31 de julio de 2017 (Pregunta
3). Con anterioridad a ello, se redactó un Proyecto de Vibración de la Estructura de la Unidad de Coquización en abril
de 2007, con el objetivo de realizar esfuerzos lo antes posible, pero a más tardar al cierre de la planta en agosto de
2008 (C-382); pero luego dicha parada fue diferida hasta el año 2009: Lyons, Quinta Declaración Testimonial, 13 de
octubre de 2014, párr. 30; Segunda Declaración Testimonial, 30 de octubre de 2009, párr. 48. El Abogado de la De-
mandada informó al Tribunal que los informes de las paradas no contenían información alguna sobre el problema de
vibración de la unidad de coque; TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4404:19-4406:8 (Preziosi).
Esto no pareciera convincente a la luz de aquellas partes del informe que abordan específicamente los artículos del
coque afectados por el defecto de vibración (páginas 8/9).
475
Los equipos de la unidad de coque 12-V-001 a 004 fueron parte del equipo reparado durante el PRAC del año 2012.
Apéndice 46 de Figuera, PetroPiar, Informe Final sobre el PRAC de 2012, agosto de 2013, pág. 25; Anexo II, Plan
Maestro PRAC 2012, tomo 2, págs. 2, 3, 30, 32, 550/pdf.
476
En relación con las facturas 535, 537, 583, 603 602, 614; Estimación de Costos para Hamaca, Anexo I, págs. 14/15.
477
Cf. Earnest, Informe de Experto Consolidado, 17 de octubre de 2016, párrs. 43-53.
478
Apéndices 115-118 de Figuera; véase también Réplica de la Demandada del 31 de julio de 2017, Anexo 6; Res-
puestas de las Demandantes, 10 de julio de 2017, Anexo A.
219
Caso CIADI No. ARB/07/30
esta actividad cubre una variedad de elementos típicos para el mantenimiento del mejorador. No
se ha explicado al Tribunal por qué estos costos podrían o no aparecer bajo el apartado OPEX del
“Mejorador”; ítem que representa ampliamente costos mucho más altos en tal medida que una
alegación de que su presupuesto no podría asignarse a lo que se entiende por la nueva etiqueta del
“PREM” requeriría una explicación profunda respaldada por prueba documental consistente479. La
Demandada no ha actuado en consecuencia. El ítem “PREM” no aparece en los Estados Financie-
ros (CLEX-094). Si bien puede decirse que las Demandantes van demasiado lejos al concluir que
los PREM no afectaron el desempeño del mejorador (pág. 79), al menos cabe esperar que la De-
mandada demuestre que tuvieron un efecto positivo en el OSF o cualquier otro efecto. La Deman-
dada no acepta tal expectativa, argumentando que los gastos pueden estar justificados, incluso si
no redundan en un aumento mensurable del OSF del mejorador. La Demandada acepta tácitamente
que dicho aumento no se midió (pág. 80). No obstante, la Demandada no demuestra el propósito
específico de estos PREM, además de concentrar un cierto número de intervenciones de manteni-
miento bajo una etiqueta y estructura operativa comunes.
662. Con respecto al PREM del año 2016, los costos se alegan a través de un simple aumento de
la inflación respecto del PREM del año 2015. Se debería haber esperado más en junio de 2017,
cuando la Estimación se presentó ante el Tribunal (como ofertas y contratos). Asimismo, no parece
haber una necesidad real de PREM en un año en el cual estaba programada una parada. El Tribunal
no puede aceptar una alegación de costos tan especulativa.
479
Existen graves disparidades cuando se comparan los gastos proyectados para el período 2012-2014 (Apéndices 45,
77 y 79 de Figuera) con los montos reclamados por la Demandada (Estimación de Costos para Hamaca, Anexos III-
VI).
480
Apéndice 76 de Figuera, Informe Final sobre la parada por renovaciones de PetroPiar en 2009, 21 de septiembre de
2010, págs. 8/9, 17, 27, 46.
481
Apéndice 76 de Figuera, pág. 46
482
Estimación de Costos para Hamaca, pág. 81.
483
Apéndice 129 de Figuera.
484
Apéndice 130 de Figuera.
220
Caso CIADI No. ARB/07/30
“El catalizador que se instaló en 2009 falló debido a una falla del contratista”485. Este hecho podría
explicar la omisión de la presentación de facturas. La declaración testimonial del Sr. Figuera lleva
a la conclusión de que los costos de dicha reparación en el año 2010 no pueden ser responsabilidad
de las Demandantes.
664. Otro ítem sobre el funcionamiento incorrecto del equipo del mejorador se relaciona con las
Reparaciones del Tanque 12. La Demandada explica que los procedimientos operativos para la
puesta en marcha del mejorador permitieron el direccionamiento de hidrocarburos volátiles al tan-
que 12. El sistema de ventilación del tanque, según su diseño, no era adecuado para adaptarse a
una situación de sobrepresión cuando los hidrocarburos ligeros se dirigían al tanque. Ya se detec-
taban numerosas deformaciones en el techo del tanque y grietas en las paredes antes de la naciona-
lización, y ello contribuyó al grave incidente de sobrepresión del año 2011 en el que se incendió el
tanque486.
665. El Tribunal se pregunta por qué el Proyecto dejó el tanque 12 en funcionamiento hasta el
incidente en el año 2011, cuando ya se conocía la condición crítica de tal elemento con anterioridad
a junio de 2007487. Esto concede margen a una culpa concurrente por parte de los operadores reales
del mejorador durante más de cuatro años. El incidente parece haber sido menos dramático de lo
que se ha descrito. Cuando ocurrió el accidente, el tanque se retiró de servicio, pero, luego de dos
días, arrancó de nuevo con una carga limitada a través de un sistema de tuberías que pasaba por
alto el tanque 61-TK-012 y permitía el flujo directo de residuos de vacío de la Unidad de Crudo a
la Unidad de Coque488. Se tomó la decisión de emprender la construcción de un nuevo tanque (61-
TK-061), que debía comenzar a mediados del año 2012 según el cronograma489. El tanque 12 vol-
vió a funcionar en mayo de 2013490.
485
Figuera, Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, nota al pie 125.
486
Apéndice 46 de Figuera, PetroPiar, Informe Final de Cierre del Plan de Restauración de Activos Críticos de 2012,
agosto de 2013, pág. 86. Para el Testigo Figuera, el tanque 12 presentaba un defecto de diseño; sin embargo, no se
opuso a considerar los errores operacionales ocurridos en múltiples ocasiones; Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de
enero de 2015, párr. 50.
487
Las dificultades con los tanques también aparecieron en Petrozuata, donde ya había un proyecto de reparación de
techos de tanques en marcha a principios del año 2007; cf. Informe Preliminar Mensual Petrozuata de febrero de 2007,
pág. 2 (LECG-156, pág. 38/pdf).
488
Cf. Memorándum de Francisco Velásquez, Gerente del Mejorador, a Ysaac Donis, Presidente de PetroPiar, 19 de
junio de 2013, Apéndice 132 de Figuera.
489
Cf. Apéndice 131 de Figuera, Acto Motivado de la Gerencia, PetroPiar, 10 de febrero de 2012 (pág. 1), que señala
además que la reconstrucción del tanque 12 debía realizarse el 30 de junio de 2012 (pág. 4). La construcción del nuevo
tanque no fue emprendida; Cuarto Testimonio Suplementario, 7 de enero de 2015, nota al pie 134; TR-S, Audiencia
de septiembre de 2017, Día 16, págs. 4567:2-9, 4567:20-4568:8 (Preziosi).
490
Figuera, Tercer Testimonio Complementario, 15 de agosto de 2014, nota al pie 109.
221
Caso CIADI No. ARB/07/30
667. La Demandada enumera un ítem separado sobre reparaciones de pozo para Hamaca, tal
como lo hace para Petrozuata. La conclusión del Tribunal sigue siendo la misma. Las cifras de la
Demandada supuestamente se basan en los hallazgos del Sr. Patiño y en las declaraciones testimo-
niales presentadas en el arbitraje del caso Mobile. Tal como se indicó anteriormente, el Sr. Patiño
no proporciona ningún conocimiento especializado al respecto, y las declaraciones testimoniales
presentadas en otro procedimiento no pueden incluirse en el expediente de este Tribunal. Los costos
de reparaciones de pozos carecen de sustento probatorio y permanecen incluidos en los costos de
upstream basados en el MEC, lugar del cual la Demandada sugiere que se eliminen.
668. Al igual que para Petrozuata, la lista de costos de la Demandada respecto de los OPEX en
Hamaca incluye un ítem sobre transporte de instalaciones de manejo de sólidos, que cubre el pe-
ríodo comprendido entre los años 2009 y 2014 por un monto total de USD 70.628.979495. El grueso
de estos costos se relaciona con los años 2012 a 2014; ninguna factura se refiere al año 2011, y,
para el año 2009 y 2010, respectivamente, las facturas son inferiores a un millón. Dichas cifras
491
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, p. 4586:15-18 (Kahale).
492
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 16, p. 4588:4-12 (Kahale).
493
Durante la parada por renovaciones de 2009, el tanque 61-V-012 fue un elemento sujeto a examen entre el 18 de
octubre y el 25 de noviembre de 2009; cf. Apéndice 76 de Figuera, PetroPiar, Informe Final de Planificación y Ejecu-
ción de la Parada en 2009, 21 de septiembre de 2010, pág. 15.
494
Apéndice 78 de Figuera.
495
Anexo VIII de la Estimación de Costos para Hamaca.
222
Caso CIADI No. ARB/07/30
demuestran, respecto de Petrozuata, que la inversión en el transporte de coque no fue causada por
el incendio y la restauración de la instalación de manejo de sólidos. Tuvo otras razones logísticas
que no están relacionadas con el esquema operacional basado en los Convenios de Asociación y el
escenario contrafáctico.
669. En cuanto a Hamaca, tal como lo había hecho en el caso de Petrozuata, la Demandada
agrega cifras que representan los montos compuestos para CAPEX y OPEX tomados de los estados
financieros que se encontraban disponibles (CLEX-094). Afirma haberlo hecho en respuesta a la
solicitud del Tribunal de obtener más información sobre la producción real. Pero la Demandada no
se ha basado en estos estados financieros496. La Demandada quería al menos demostrar que, desde
una perspectiva general, los costos reales informados en los estados financieros son superiores a
los que se reclaman en este procedimiento.
670. Un ítem particular se relaciona con el valor de los costos que se considerarán en Petrozuata
y Hamaca durante los tres años posteriores a la fecha en que los Proyectos sufran una importante
declinación desde los años 2024 y 2034, respectivamente. La documentación disponible refleja
que, a partir de esos años, las proyecciones de CAPEX se reducen a aproximadamente un 30%,
mientras que el OPEX solo se reduce ligeramente durante al menos tres años (ya sin tener en cuenta
la perforación y las paradas)497. El Tribunal utilizará dichas estimaciones.
496
Estimación de Costos para Hamaca, portada, última nota al pie, pág. 95.
497
Cf. MEC, pág. 41/pdf (LECG-085).
223
Caso CIADI No. ARB/07/30
Petrozuata - CAPEX
Perfora- Instalacio- Instalacio- G&A MEC Índice Paradas Extin- Total MM
ción nes Ups- nes del (subtotal) de infla- ción de USD (colum-
tream Mejorador ción incen- nas 6/7, 8, 9)
CAPEX dios
2007 ½ 49.100 16.132 2.980 3.900 72.112 1,19 85.813
2008 54.011 53.310 9.800 7.520 124.641 1,42 176.990
2009 55.281 19.256 5.500 5.000 85.037 1,49 126.705
2010 43.718 28.006 5.500 5.000 82.224 1,28 105.247
2011 33.135 12.413 5.500 5.000 56.048 1,45 236.000 317.270
2012 46.312 21.636 5.500 5.000 78.448 1,59 3.578 128.310
2013 50.480 23.941 5.500 5.000 84.921 1,56 3.578 136.055
2014 47.137 13.020 5.500 5.000 70.657 1,89 3.577 137.119
2015 48.748 20.871 5.500 5.000 80.119 2,70 216.321
2016 55.085 25.428 5.500 5.000 91.013 1,03 93.743
2017 45.888 20.210 5.500 5.000 76.598 1,53 117.195
2018 55.334 20.195 5.500 5.000 86.029 1,33 75.000 189.419
2019 59.501 8.830 5.500 5.000 78.831 1,32 75.000 179.057
2020 62.234 9.215 5.500 5.000 81.949 1,33 75.000 183.992
2021 78.581 9.791 5.500 5.000 98.872 1,34 75.000 207.488
2022 88.033 11.148 5.500 5.000 109.681 1,36 149.166
2023 0 22.700 5.500 5.000 33.200 1,39 46.148
2024 0 20.000
2025 0 20.000
2026 0 20.000
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
224
Caso CIADI No. ARB/07/30
225
Caso CIADI No. ARB/07/30
226
Caso CIADI No. ARB/07/30
Petrozuata - OPEX
Upstream Mejorador G&A Ter- MEC Índice Total MM USD
cero (subtotal) de infla- (columnas 6/7)
ción
OPEX
2007 ½ 24.344 39.546 19.387 5.149 88.426 1,17 103.458
2008 57.169 78.870 39.615 2.063 177.717 1,47 261.244
2009 57.192 78.870 39.615 2.063 177.740 1,76 312.822
2010 57.369 78.870 39.615 2.063 177.917 1,27 225.955
2011 57.651 78.870 39.615 2.063 178.199 1,53 272.644
2012 58.122 78.870 39.615 2.063 178.670 1,79 319.819
2013 58.239 78.870 39.615 2.063 178.787 1,73 309.302
2014 58.661 78.870 39.615 2.063 179.209 2,49 446.230
2015 58.638 78.870 39.615 2.063 179.186 4,78 856.509
2016 59.128 78.870 39.615 2.063 179.676 1,04 186.863
2017 57.927 78.870 39.615 2.063 178.475 2,12 378.367
2018 51.030 78.870 39.615 2.063 171.578 1,61 276.241
2019 52.059 78.870 39.615 2.063 172.607 1,56 269.267
2020 51.421 78.870 39.615 2.063 171.969 1,53 263.113
2021 53.198 78.870 39.615 2.063 173.746 1,53 265.831
2022 54.130 78.870 39.615 2.063 174.678 1,56 272.498
2023 54.516 78.870 39.615 2.063 175.064 1,58 276.601
2024 1,61 250.000
2025 1,64 220.000
2026 1,67 200.000
1 2 3 4 5 6 7 8
227
Caso CIADI No. ARB/07/30
Hamaca – OPEX
Upstream Mejorador G&A Marketing Materia MEC Índice Total MM
prima de (subtotal) de infla- USD
gas natu- ción (columnas
ral OPEX 7/8)
2007 ½ 28.248 93.622 25.872 5.622 24.993 178.357 1,17 208.678
2008 52.147 262.769 51.119 11.450 47.872 425.357 1,47 625.275
2009 49.810 191.140 52.135 7.312 55.806 356.203 1,76 626.917
2010 49.981 187.773 50.870 7.328 53.101 349.053 1,27 443.297
2011 50.136 201.671 50.573 7.332 61.162 370.874 1,53 567.437
2012 50.085 249.614 51.042 7.326 57.665 415.732 1,79 744.160
2013 50.624 194.805 50.786 7.330 66.529 370.074 1,73 640.228
2014 50.765 195.717 50.800 7.329 62.644 367.255 2,49 914.465
2015 51.131 211.483 50.788 7.329 72.177 392.908 4,78 1.878.100
2016 49.952 258.635 50.514 7.333 68.040 434.474 1,04 451.853
2017 51.348 198.505 50.455 7.334 78.495 386.137 2,12 818.610
2018 52.801 197.719 51.139 7.325 74.069 383.053 1,61 616.715
2019 51.690 213.301 50.661 7.331 85.396 408.379 1,56 637.071
2020 50.834 260.356 50.559 7.332 80.646 449.727 1,53 688.082
2021 51.588 200.466 50.162 7.337 92.673 402.226 1,53 615.406
2022 52.616 199.546 50.658 7.331 87.202 397.353 1,56 619.871
2023 53.191 215.364 44.762 7.408 100.241 420.966 1,58 665.126
2024 52.397 262.252 44.791 7.408 94.122 366.942 1,61 590.777
2025 52.430 202.583 45.048 7.404 107.982 415.447 1,64 681.333
2026 52.657 201.474 45.239 7.402 101.201 407.973 1,67 681.315
2027 53.460 217.521 45.224 7.402 115.930 439.537 1,69 742.818
2028 54.333 264.223 45.115 7.404 108.494 479.569 1,72 824.859
2029 55.372 204.783 45.216 7.402 124.057 436.830 1,75 764.453
2030 55.519 203.493 45.741 7.395 115.977 428.125 1,78 762.063
2031 55.825 219.807 46.215 7.389 132.663 461.899 1,81 836.037
2032 51.019 266.342 45.858 7.394 124.003 494.616 1,84 910.093
2033 51.420 207.213 46.078 7.391 141.813 453.915 1,87 848.821
2034 700.000
2035 600.000
2036 500.000
1 2 3 4 5 6 7 8 9
B. Corocoro
672. Las Demandantes observan que el sustento documental del Sr. Figuera respecto de los su-
puestos costos para Corocoro es prácticamente inexistente. Se basa en una serie de diapositivas y
en un único contrato relacionado con el arrendamiento de la Instalación de Procesamiento Tempo-
ral (IPF). Los peritos valuadores de la Demandada asumen un costo adicional de más de USD 2
millones cada mes hasta que la Instalación de Procesamiento Central (CPF) se pusiera en funcio-
namiento en febrero de 2012. No obstante, la IPF ya no resultó necesaria desde el momento en que
la CPF se puso en marcha. La segunda diferencia entre las posturas de las Partes se relaciona con
el tipo de cambio aplicable a los costos expresados en bolívares. La inflación de costos resultante
no se encuentra justificada.
228
Caso CIADI No. ARB/07/30
673. En resumen, al igual que para Petrozuata y Hamaca, las Demandantes sostienen que los
documentos de planificación comercial y los Modelos Económicos de los Proyectos previos a la
expropiación son la prueba más confiable de los costos relacionados con la producción en los que
el Proyecto Corocoro incurriría en el escenario contrafáctico. Con respecto a los escenarios de
valuación alternativos, los peritos de daños de las Partes aplican esencialmente la misma metodo-
logía sobre los costos con respecto a sus valuaciones de 2007.
674. La Demandada afirma una vez más que, en el período posterior a la nacionalización, los
costos han sido significativamente mayores, no solo debido a la inflación en la industria y a la alta
inflación en los costos basados en bolívares como resultado de la inflación venezolana que no fue
compensada por devaluaciones oportunas, sino también a causa de los costos asociados con las
actividades de mantenimiento que fueron seriamente subestimados en los modelos en cuestión. En
un análisis ex post, las Demandantes no tienen derecho a compensación alguna sobre la base de
seleccionar y escoger los hechos históricos que las benefician, tales como el aumento en los precios
del petróleo, a la vez que ignoran aquellos que van en su detrimento, tales como los mayores costos
resultantes de la inflación y los costos de mantenimiento que superan las proyecciones.
675. Los peritos de la Demandada se han basado en gran medida en los costos establecidos en el
Modelo Económico Compuesto de ConocoPhillips, con dos ajustes. En primer lugar, en tanto el
perfil de producción que han utilizado cuenta con volúmenes anuales inferiores a los establecidos
en el modelo, los costos operativos anuales son un poco más bajos, lo que refleja el hecho de que
una parte de los costos operativos varía con la producción. En segundo lugar, dado que la IPF
habría sido necesaria durante un período de tiempo más prolongado a la luz de los retrasos tanto
en la finalización de los patines como en la integración y puesta en servicio de la CPF que se habría
esperado a la fecha de nacionalización, los peritos de la Demandada han considerado gastos ope-
rativos adicionales basados en el listado de tarifas incluido en el contrato de arrendamiento de la
IPF.
676. Los peritos de la Demandada han aplicado costos operativos y de capital reales incurridos
hasta el año 2013. Luego de esa fecha, no existieron costos adicionales de capital. En cuanto a los
costos operativos posteriores al año 2013, la Demandada asume que dichos costos son 70% fijos y
30% variables. También asume que la IPF se habría continuado utilizando hasta abril de 2012,
momento en el cual se puso en servicio la CPF.
677. El Tribunal observa nuevamente la escasa prueba documental de los costos. Tal como lo ha
hecho en los casos de Petrozuata y Hamaca, el Tribunal toma como base para Corocoro las cifras
planteadas en el Modelo Económico Compuesto (MEC)498. Asume que los datos de inflación junto
con los tipos de cambio en la parte de los gastos expresada en bolívares se aplican a este
498
Cf. págs. 127/128/pdf.
229
Caso CIADI No. ARB/07/30
Proyecto499. Las Demandantes no ofrecen cálculos propios que el Tribunal pueda usar para su eva-
luación. La Demandada se refiere a numerosos informes de Gestión de PetroSucre que parecen
haber sido preparados para uso interno y no contienen información que le permita al Tribunal com-
prender los componentes de los costos más amplios500.
678. Otro ítem crítico restante es el costo de arrendamiento de la IPF. Si bien las Demandantes
aceptan los costos de arrendamiento de la IPF hasta el año 2008, cuando su propia participación en
el Proyecto causó un retraso en la entrega de la CPF, se oponen a la inclusión de los costos de
arrendamiento durante un período más prolongado, hasta abril de 2012. Para las Demandantes, esta
segunda parte de la demora es atribuible a PDVSA, la cual se hizo cargo del Proyecto en marzo de
2007 cuando la CPF estaba camino a completarse para fines del año 2008. Asimismo, no se mues-
tran facturas que cubran el período comprendido entre el año 2009 y el mes de abril de 2012. Las
Demandantes también observan que la IPF fue expropiada en el año 2009, con lo cual no fue ne-
cesario pagar ningún arrendamiento a partir de esa fecha.
679. El Tribunal no está convencido de que tales costos de arrendamiento habrían sido cargados
al Proyecto en una situación contrafáctica. No se ha presentado ninguna factura. El contrato entre
Conoco y Hannover se celebró el 25 de septiembre de 2006501. La copia del Tribunal no contiene
el apartado “Cronograma de Servicio” (Anexo D) [Traducción del Tribunal]. En otro anexo, se
observa que el período de servicio debe ser de 24 meses (Anexo E). Esto significaría que el arren-
damiento no cubrió un período que excediera fines de septiembre de 2008502. Más allá de dicha
fecha, no se explica cómo una expansión de dicho desempeño se relacionaría con una situación
contrafáctica. Además, en los casos en que resulta correcto que, tal como lo indica la Deman-
dada503, la compensación por la expropiación fue abonada a mediados de 2005, la expropiación
que se hizo efectiva el 26 de junio de 2007 no privó al Proyecto de un activo que ya no era propiedad
suya en dicho momento. Ni el titular legítimo de la IPF ni la relación jurídica entre el Estado (ex-
propiante) y el Proyecto (usuario del IPF) han sido aclarados por la Demandada. El Testigo Figuera
declaró que la nacionalización se produjo en mayo de 2009, y que, a su criterio, de ello se desprende
que, si el Proyecto Corocoro hubiera continuado como un Convenio, el arrendamiento tendría que
499
El Testigo Figuera confirmó que, en lo que respecta a Petrozuata y Hamaca, los costos operativos de Corocoro están
aproximadamente en un 70% expresados en bolívares y en un 30%, en dólares estadounidenses (Tercer Testimonio
Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 114).
500
Para CAPEX y OPEX: Apéndices 93-96 de Figuera. La Demandada presenta estos documentos como “Informes”
(Estimación de Costos para Corocoro, páginas 9, 11). No lo son. Se trata de diapositivas utilizadas en una presentación
sin explicación alguna.
501
Apéndice 97 de Figuera.
502
Se ha presentado al Tribunal un proyecto para una expansión de la IPF a 45.000 BPD durante 18 meses (Apéndice
98 de Figuera). La Demandada no confirmó que este proyecto se llevara a cabo, pero reclama los costos relacionados.
503
Estimación de Costos para Corocoro, pág. 15.
230
Caso CIADI No. ARB/07/30
haberse pagado hasta abril de 2012, momento en el cual se puso en funcionamiento la CPF504. No
obstante, mientras no se explique esta nacionalización, no existe evidencia ante este Tribunal de
que la IPF no habría sido expropiada de cualquier manera. En resumen, el Tribunal no incluye los
costos de arrendamiento de la IPF correspondientes al año 2007, año en el que no se produjo pe-
tróleo, pero añade al monto de OPEX relativo al año 2008 la suma de MUSD 120.883 que las
Demandantes aceptan.
Corocoro – Costos
1 2 3 4 5 6 7
680. Sobre la base de los volúmenes de producción establecidos en la Sección VI supra, hay que
determinar el valor monetario de dicha producción. A efectos de la valuación ex post del año 2016,
pueden determinarse los precios de mercado reales y los precios mencionados en las facturas co-
rrespondientes al período histórico a partir de la fecha de expropiación. Por ende, la segunda parte
del análisis en materia de precios se relaciona con la proyección de precios del petróleo desde 2017
504
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 113.
505
Este monto incluye USD 120.883.000 en concepto de costos de arrendamiento de la IPF; CLEX-086, OPEX(CR).
231
Caso CIADI No. ARB/07/30
hasta la fecha de finalización de la producción de cada uno de los Proyectos. Tal como ha expli-
cado, el Tribunal no mantiene los precios meramente artificiales proyectados en el mes de junio de
2007, sino que considera los precios que se conocen, y, por lo tanto, representan un indicador de la
verdadera pérdida que sufrieron las Demandantes.
681. Las Demandantes apelan a la valuación de sus peritos que se basa en la relación entre los
crudos de los Proyectos y los precios de referencia observados para el período histórico. Luego,
los peritos adoptan una proyección de precios del petróleo desde 2017 hasta el vencimiento de los
Convenios.
682. Las Demandantes alegan que no existen diferencias conceptuales importantes entre las pro-
yecciones de las Partes de los precios del crudo sintético. Ambas Partes: (a) adoptan una referencia
principal, el crudo Brent o bien el crudo West Texas Intermediate. Los peritos de las Demandantes
toman el segundo para la valuación del año 2007 y el primero para la valuación del año 2016; (b)
determinan la relación entre esa referencia principal y un marcador regional correspondiente al
crudo pesado (crudo Maya), a fin de definir una trayectoria de precios confiable para este crudo; y
(c) determinan la relación entre el precio de ese crudo pesado regional (Maya) y los precios de
venta históricos obtenidos para los productos de los Proyectos.
683. A pesar del acuerdo general entre las Partes, los precios que utilizan en sus modelos de
valuación difieren. Dejando de lado algunas cuestiones de menor relevancia, parece haber dos as-
pectos de desacuerdo importantes.
684. El primer desacuerdo versa sobre el enfoque adoptado por los peritos de las Demandantes
para el análisis de todas las proyecciones de precios del petróleo disponibles con el propósito de
arribar a una proyección única para los precios futuros hasta el año 2037. Los peritos de la Deman-
dada, por otro lado, realizan su proyección de precios solo hasta 2020 y, luego, asumen que los
precios del petróleo permanecerán sin cambios, en términos nominales. Asumen que el crudo Brent
alcanzará un precio de USD 67,50/barril hacia fines del año 2020 y, luego, se mantendrá al mismo
precio hasta fines de 2037, sin ajustes, siquiera por inflación. Esto no es realista y no puede conci-
liarse con el uso de un factor de inflación del 2% para los costos de los Proyectos. Por consiguiente,
para Brailovsky y Flores, el crudo pierde cada vez más valor con el tiempo en términos reales, al
mismo tiempo que su extracción se torna más costosa. Estos peritos afirman que hay escasas pre-
visiones de mercado más allá del año 2020, aunque bastan para construir una muestra confiable.
En etapas anteriores del presente arbitraje, los mismos peritos adoptaron una previsión de precios
del petróleo a 30 años hasta 2037. Pero ahora quieren reducir la indemnización de daños por todos
los medios posibles.
232
Caso CIADI No. ARB/07/30
686. Aun si las pérdidas de las Demandantes se valoraran a la fecha de la apropiación en el mes
de junio de 2007, el Tribunal tendría derecho a tener en cuenta el incremento posterior a la expro-
piación de los precios de mercado del crudo, tal como se demostró en los Laudos y Decisiones de
los casos Rumeli Telekom A.S.506, Tidewater507 y Amco508. Contabilizar esos aumentos reales de
precios reflejaría con mayor precisión el valor anterior a la expropiación de los Proyectos y evitaría
una situación en la que Venezuela incurriera en enriquecimiento ilícito. Los precios reales del pe-
tróleo arrojaron luz sobre el valor real de los Proyectos. En términos prácticos, utilizar los precios
del crudo posteriores a la expropiación incrementaría la valuación de los Proyectos, al mes de junio
de 2007, en aproximadamente un 48%.
2. La Posición de la Demandada
687. La Demandada también observa que, con respecto a los precios en una valuación ex post,
los peritos de las Partes emplean metodologías similares. Ambos analizan las previsiones de pre-
cios del petróleo disponibles para el crudo Brent, petróleo crudo liviano producido en el Mar del
Norte, y para el crudo Maya, petróleo pesado producido en México. A partir de estas cifras, obtie-
nen un diferencial “liviano-pesado”, es decir, la diferencia entre el Brent de mayor calidad en com-
paración con el Maya de menor calidad. Posteriormente, comparan los precios a los cuales el CCO
producido por los Proyectos se ha vendido históricamente, con los precios históricos del crudo
Maya como base para proyectar los precios a los cuales el CCO se vendería en el futuro en com-
paración con los precios proyectados para el crudo Brent. La Demandada también explica que los
crudos de los Proyectos son de menor calidad que el WTI. En consecuencia, los precios del WTI
no pueden utilizarse solos. Los crudos livianos (alta gravedad API) y dulces (bajo azufre) tales
506
República de Kazajstán c. Rumeli Telekom A.S. y Telsim Mobil Telekomunikasyon Hizmetleri A.S., Caso CIADI
No. ARB/05/16, Decisión del Comité Ad Hoc, 25 de marzo de 2010 (CL-232).
507
Tidewater Investment SRL y Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/10/5, Laudo de fecha 13 de marzo de 2015 (R-642).
508
Amco Asia Corp. y Otros c. República de Indonesia, Caso CIADI No. ARB/81/1, Nueva Sumisión del Caso, Laudo
de fecha 31 de mayo de 1990 (CL-48).
233
Caso CIADI No. ARB/07/30
como el WTI tendrán valores más elevados que los crudos pesados (baja gravedad API) y agrios
(alto azufre) tales como los que producen los Proyectos.
688. Los peritos de la Demandada recopilaron una muestra actualizada de proyecciones de pre-
cios del Brent que fueron emitidas entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre de 2016, y calcularon
la mediana de estas previsiones para los cinco años siguientes, luego de los cuales proyectaron que
el precio del Brent permanecería sin cambios, sobre la base del supuesto de que nadie puede saber
si ese precio terminará estando por encima o por debajo de esas proyecciones a partir de 2020. Los
peritos de las Demandantes, por el contrario, asumen que los precios del petróleo seguirán aumen-
tando a la tasa de la inflación esperada en los EE. UU. Para los peritos de la Demandada, esa
perspectiva simplista no es confiable. No hay justificación alguna para asumir precios del petróleo
que se incrementarían más que nunca durante los 20 años restantes de los Proyectos. En dos previ-
siones realizadas en junio de 2015 y mayo de 2016, respectivamente, el perito de las Demandantes,
Dr. Abdala, demostró la gran diferencia en los escenarios de precios y su alto grado de incertidum-
bre. En otras ocasiones, ConocoPhillips en general no ha previsto precios más allá de algunos años
a futuro. Una presentación del mes de mayo de 2014 dirigida a los inversionistas demuestra que,
incluso durante un período breve, las proyecciones de precios de ConocoPhillips no contemplaban
la posibilidad de una caída de precios en el rango de USD 30-40, tal como ocurrió en 2015 y 2016.
En una actualización para los inversionistas en el año 2016, ConocoPhillips simplemente afirmó
que la recuperación de precios sigue siendo poco clara. A la luz de estas incertidumbres, la decisión
de los peritos de la Demandada de mantener las previsiones nominales de precios del Brent sin
cambios a largo plazo es razonable.
689. Los peritos de la Demandada calcularon un diferencial Maya-Brent del 14,11%, mientras
que los peritos de las Demandantes alcanzaron un diferencial algo inferior al 13,65% para el pe-
ríodo histórico. (a) Con respecto a Petrozuata, los peritos de la Demandada se basaron en los precios
reales del CCO Petrozuata hasta el mes de julio de 2016 y aplicaron el diferencial histórico del
CCO Maya-Petrozuata a su proyección de precios del Maya, que arrojó un diferencial promedio
del 0,08%, por lo que la cotización del CCO Maya era algo inferior a la del CCO Petrozuata. Por
otro lado, los peritos de las Demandantes pusieron los CCO Maya y Petrozuata a la par. Así, ambas
Partes prácticamente coinciden en este punto. (b) Para Hamaca, los peritos de la Demandada, ade-
más de tener en cuenta todos los datos de ventas históricas hasta julio de 2016, incluyen el hecho
de que, a partir del mes de octubre de 2008, el Proyecto Hamaca vendió un crudo de menor calidad
denominado Mezcla Especial Hamaca, a causa del desempeño más bajo del mejorador y de la
calidad del EHCO. En promedio, el CCO Hamaca se ha vendido al 98,36% del Maya. Los peritos
de las Demandantes no tienen esto en cuenta; establecen el precio del CCO Hamaca un 5,56% por
encima del Maya, y, de ese modo, inflan artificialmente la compensación. Las disposiciones de
compensación del Convenio de Asociación Hamaca estipulan que la compensación se calculará
asumiendo precios del Brent de USD 27 por barril (en dólares de 1996). Los peritos de la Deman-
dada efectuaron los ajustes requeridos. (c) Con respecto a Corocoro, los peritos de la Demandada
234
Caso CIADI No. ARB/07/30
tomaron datos de junio de 2007 a diciembre de 2015 para calcular el diferencial promedio entre los
precios de los crudos Maya y Corocoro. Esto derivó en un diferencial promedio del 0,4%, que se
aplicó a su proyección de precios hasta el año 2037. Los peritos de las Demandantes han aplicado
los mismos precios en su valuación ex post de Corocoro.
690. El resultado de las diferencias entre los respectivos supuestos de precios de las Partes res-
pecto de los cálculos ex post de las Demandantes y las disposiciones de compensación es que la
valuación de las Demandantes realiza un movimiento descendente y pasa de 8.518 a 7.625 millo-
nes. Si, por otro lado, se excluye la compensación por las medidas que las Demandantes aceptan
como no discriminatorias y se utiliza información adicional apropiada en materia de producción y
costos, así como supuestos de precios adecuados, la cifra pertinente que debe compararse con el
monto inicial de 8.518 millones se convierte en 1.484 millones.
691. En su valuación ex ante, los peritos de la Demandada proyectaron los diferenciales de cali-
dad entre el WTI y los crudos provenientes de los Proyectos utilizando la relación de precios in-
cluida en el Modelo Económico Compuesto (MEC). Los peritos se basaron en un estudio de 11
proyecciones de fuentes confiables y calcularon la mediana de las previsiones del WTI a fin de
arribar a su previsión de referencia del WTI. Además, los peritos de la Demandada elaboraron una
proyeccción de precios para el Maya, a la que luego se le aplica una relación de precios del 77,8%
utilizada en el MEC de ConocoPhillips en aras de obtener las valuaciones de los Proyectos. Los
peritos de las Demandantes introdujeron un descuento Maya a WTI del 20% en su valuación ex
ante. Al hacerlo, inflaron artificialmente las proyecciones de precios del Maya y redujeron el dife-
rencial Maya-WTI. Los peritos de la Demandada también recurrieron al MEC a efectos de obtener
la relación de precios aplicable al crudo Corocoro. Esta proyección informa que el precio del crudo
Corocoro cotizará al 106,7% respecto del Maya. Los peritos de las Demandantes basan su relación
de precios en la infructuosa oferta de ConocoPhillips para obtener el crudo Corocoro en el mes de
junio de 2008, por lo que mantuvieron una cotización del 102,7% respecto del Maya.
a. Petrozuata y Hamaca
692. El Tribunal ha explicado que determinará la pérdida de las Demandantes durante el período
histórico por referencia tanto a los precios reales del petróleo que se han presentado mediante la
declaración del Testigo Figuera como a las facturas presentadas por la Demandada y respaldadas
por documentos recopilados en diversos apéndices de las declaraciones del Sr. Figuera. No sigue
la opinión de los peritos de la Demandada según la cual los cálculos pertinentes pueden verse afec-
tados, en el caso de Hamaca, por las disposiciones de compensación de los Convenios de Asocia-
ción, que sí hacen referencia efectivamente a los precios del petróleo, pero no determinan su monto
tal como se deriva del mercado petrolero.
235
Caso CIADI No. ARB/07/30
693. A fin de ayudar al Tribunal a entender la prueba documental, las Partes presentaron con-
juntamente durante la audiencia del mes de septiembre de 2017 una tabla que reproduce los precios
que cada una de ellas considera año tras año a efectos de calcular los ingresos provenientes de las
ventas de petróleo en Petrozuata y Hamaca. Esta tabla señala lo siguiente:
694. El Tribunal toma los números proporcionados respecto de Petrozuata para los años 2007 y
2008 tal como los presentan las Partes sobre la base de la primera declaración del Sr. Figuera509.
Para el período comprendido entre 2009 y 2015, los precios también se han presentado de común
acuerdo y serán aplicados por el Tribunal. Tal como se mostrará infra, estos precios son idénticos
o muy cercanos a los que se calculan sobre la base de las facturas presentadas por el Testigo Fi-
guera510. El Tribunal observa que las Demandantes explican que sus peritos “determinan la relación
509
Tabla presentada en la Audiencia de septiembre de 2017; Testimonio de Figuera, 20 de julio de 2009, párrs. 11/12.
510
Tabla presentada en la Audiencia de septiembre de 2017; Apéndice 81 de Figuera (correspondiente a 2009-2013).
El Apéndice 105 cubre parte del 2014, que es completado por el Apéndice 154 correspondiente a este año y por el
236
Caso CIADI No. ARB/07/30
correcta entre los crudos de los Proyectos y observaron precios de referencia para dicho período
histórico”511 [Traducción del Tribunal]. La interpretación correcta es que estos peritos utilizaron
los precios de venta que declaró el Sr. Figuera para 2007/2008 y a través de la muestra de facturas
correspondientes a los años 2009 a 2015, y que emplean esta determinación de precios respecto de
Petrozuata hasta el mes de julio de 2016512.
695. Las cifras que las Partes reportaron respecto de Hamaca no coinciden. Para los años 2007
y 2008, la Demandada recurre nuevamente a la primera declaración del Sr. Figuera513. Los precios
de las Demandantes son inferiores. Si bien no puede encontrarse explicación alguna para esta di-
ferencia respecto del año 2007, los peritos de las Demandantes alegan que no podrían utilizarse los
precios de venta reales “porque el Proyecto ha estado vendiendo crudo de menor calidad a un valor
algo inferior al Maya desde 2008, lo que refleja las decisiones gerenciales de PetroPiar a partir de
la expropiación” [Traducción del Tribunal]. Concluyen que esto tuvo como efecto la reducción de
los precios del crudo sintético Hamaca, lo que – según afirman – “desde nuestro punto de vista”,
no habría ocurrido en un escenario contrafáctico514 [Traducción del Tribunal]. Por lo tanto, las
Demandantes avalan precios más elevados que aquellos facturados realmente entre 2009 y 2015.
Los peritos de las Demandantes no han invocado prueba alguna en sustento de su alegación. Si el
supuesto hubiera sido que el CCO Hamaca sufrió una reducción de su gravedad API, la informa-
ción que se proporciona mediante las facturas (que se menciona en la tabla sobre Hamaca infra)
demuestra que esto sería incorrecto. En la mayor parte entre los años de observación (2009-2013),
la gravedad API varió en secuencias irregulares entre 20,62° y 22,64°, en tanto que los precios de
venta reales se trasladaron de USD 55,50 (2009) a 100,58 (2011) y, finalmente, a 100,50 (2013);
parece no haber relación de causalidad alguna entre los dos grupos de cifras.
Apéndice 158 correspondiente a 2015, ninguno de los cuales han sido presentados como pruebas, sino exclusivamente
con fines informativos.
511
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 306.
512
CLEX-086, Ingresos (PZ). Los peritos explican en su Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de
2016, párrs. 66-72, que utilizaron la proyección de referencia de precios del crudo a nivel mundial y precios del Maya
que se exhibe en CLEX-087. Sin embargo, las cifras que se proporcionan en este anexo no se corresponden con los
precios reales que han facturado los Proyectos y utilizado los mismos peritos en su valuación. Por último, agregaron
que determinaron los precios pertinentes empleando los precios de mercado históricos (párr. 73), al menos, respecto
de Petrozuata.
513
Tabla presentada en la Audiencia de septiembre de 2017; Testimonio de Figuera, 20 de julio de 2009, párrs. 37/38.
514
Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 73(c), que agrega en el párr.
165 que esto fue así “aparentemente” [Traducción del Tribunal]. La explicación de los peritos es inconsistente para el
año 2008, en el que registran precios inferiores a los precios de venta reales en los que se basa la Demandada.
237
Caso CIADI No. ARB/07/30
el precio.515 Aun más, el argumento no encuentra sustento alguno en las alegaciones del Sr. Figuera
con respecto a la calidad del EHCO suministrado y del mejorador516, con mayor razón aun en vista
de que el Sr. Figuera no deduce consecuencias con respecto a los precios del petróleo de sus afir-
maciones sin fundamento517.
697. Las explicaciones de la Demandada son menos convincentes que los números que preten-
dían confirmar. De hecho, los precios que presenta para los años 2009 a 2015 son los mismos
(excepto por diferencias muy menores de redondeo y conteo) que los precios promedio que pueden
derivarse de las facturas y las tablas resumidas presentadas al final de la audiencia del mes de marzo
de 2017.
698. Con respecto a Hamaca, estas facturas fueron recopiladas originalmente por los empleados
en el sitio a solicitud del Sr. Figuera518. Proporcionan las cifras pertinentes para cada carga y los
totales relevantes por año, es decir, el volumen de barriles vendidos y el precio en USD por año,
junto con la gravedad API de cada carga. A partir del monto total cotizado por año y de la cantidad
correspondiente de barriles, pueden calcularse el precio promedio por barril y por año, así como la
gravedad API anual.
699. Los peritos de las Demandantes utilizan un descuento Maya a WTI considerable del 20%519
a efectos de reflejar “el consenso del mercado acerca del diferencial de precios pesado-liviano en
el mercado del crudo”520 [Traducción del Tribunal]. No explican el motivo por el cual este des-
cuento basado en un precio del petróleo inferior debería ser tan elevado. Existe otro elemento de
especulación en la elección de diferenciales de previsión entre el Brent y el Maya en el período
comprendido entre julio de 2016 y octubre de 2016 exclusivamente (lo que genera una previsión
de precios que es un 13,65% inferior al precio del Brent)521.
700. Los peritos de la Demandada invocan el diferencial WTI-Maya que obtienen de las facturas
correspondientes al período comprendido entre los años 2009 y 2015. Dicho diferencial, tal como
se había aplicado realmente durante ese período, era todavía un marcador confiable para determinar
515
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 288.
516
Cf. Testimonio Suplementario, párrs. 64-79.
517
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, págs. 4992:13-4994:5 (Friedman).
518
Apéndice 42 de Figuera.
519
Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 72.
520
Ibídem, 17 de noviembre de 2016, párr. 65.
521
Ibídem, 17 de noviembre de 2016, párr. 71. Los peritos explican de manera confusa que emplearon precios reales
del Maya observados en el mercado entre junio de 2007 y diciembre de 2016, aunque no habían podido encontrar una
muestra considerable de previsiones del diferencial Maya a WTI a largo plazo al mes de junio de 2007.
238
Caso CIADI No. ARB/07/30
los precios del petróleo desde 2016 en adelante, tal como alegan correctamente los peritos de la
Demandada522.
701. La proyección de precios de los peritos de las Demandantes a partir del año 2016 se basa
en una muestra de aproximadamente 16 proyecciones, a partir de las cuales se identifica una me-
diana. El método que se ha aplicado suscita varias dudas, algunas de las cuales también han sido
expresadas por la Demandada. (1) Las proyecciones que se desvían en proporciones extremas (“va-
lores atípicos”) de la clara mayoría de las proyecciones deberían eliminarse, ya que es evidente que
no son representativas de la tendencia que debe identificarse. (2) Las proyecciones basadas en la
producción de petróleo en la región de los Proyectos deberían incluirse en una posición significa-
tiva; tampoco corresponde ignorar el índice West Texas Intermediate (WTI) como referencia para
una valuación ex post (y reemplazarlo por un índice europeo), sino adoptar esta referencia a efectos
de la valuación ex ante.
702. Desde otra perspectiva, la postura de los peritos de las Demandantes contrasta con el mundo
real de los precios del petróleo durante 20 años. En efecto, los precios determinados por los peritos
año tras año redundan en un doble aumento que no parece realista. Cuando se toma 2020 como año
crítico (en el que la Demandada se abstiene de realizar cualquier previsión adicional), los precios
del Brent de las Demandantes se incrementan año tras año, a un ritmo que no se identifica ni se
explica. El curso natural de la evolución de precios es diferente: hay altibajos que luego se conso-
lidan en un promedio que puede mostrar una línea ascendente. Además, desde el año 2026, el
coeficiente de precios de las Demandantes también escala sin interrupciones (tanto para Petrozuata
como para Hamaca): todos y cada uno de los aumentos de un año al siguiente son superiores al
aumento anterior, lo que torna el aumento exponencial. La alegación de las Demandantes de que
los precios del petróleo deben vincularse a la inflación (de origen estadounidense para los peritos)
es demasiado simplista. Basta con observar varios años recientes en los que los precios del petróleo
se movían mientras que la inflación se mantenía estable en muchos países.
703. En algún aspecto, la postura de los peritos de la Demandada según la cual ya no hay certezas
disponibles a partir del año 2020 y, por ende, debería utilizarse una tasa plana hasta el final de la
vida útil de cada uno de los Proyectos es interesante o, en los términos de la Demandada, “razona-
ble”. Todo depende, no obstante, del significado de “tasa plana” y de cómo se implementa. La tasa
plana de la Demandada durante 15 años es la tasa identificada para el año 2020, esto es, USD 58,02
respecto de Petrozuata y USD 57,02 respecto de Hamaca. Sin embargo, este no es el único método
para determinar una tasa plana. A la luz de la necesidad de fijar una tasa lo más cercana posible al
futuro estimado, una tasa plana determinada en función de un promedio durante varios años efec-
tivamente se acercaría más a dicha meta. Tal como afirman los peritos de la Demandada, puede
522
Cf. Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 286/289,
que también hace referencia a sus Cálculos de Análisis y Proyecciones Ex Post al 31 de diciembre de 2016, Apéndice
408.
239
Caso CIADI No. ARB/07/30
que sea difícil identificar esas tasas futuras año tras año, pero parece sumamente artificial detener
el conteo de repente en 2020 y considerar aplicable la cifra de ese año para los 15 años venideros523.
También se ha dicho que resulta perturbador mantener los precios planos cuando los costos se
incrementan524.
704. Los peritos de la Demandada demuestran que otro enfoque es perfectamente posible cuando
proceden a su valuación ex ante, en la que identifican precios que aumentan año tras año hasta el
final de cada uno de los Proyectos, que ascienden hasta USD 71,48 respecto de Petrozuata en 2036
y hasta USD 76,80 respecto de Hamaca en 2037525. Si bien puede argumentarse que estos números
se derivan del MEC y se relacionan estrictamente con una valuación ex ante, demuestran que una
valuación que contiene un incremento en los precios del petróleo es posible, incluso si los supuestos
subyacentes pueden ser objeto de debate.
705. Las conclusiones del Tribunal se desarrollan de la siguiente manera: (1) Durante los años
2007 a 2015, los precios que experimentaron las ventas de los Proyectos representan la información
más confiable acerca de los ingresos obtenidos en un escenario contrafáctico. Las Partes coinciden
en cuanto a las cifras aplicables a Petrozuata. El Tribunal toma los precios similares que surgen de
las ventas Hamaca y, por consiguiente, descarta la alegación de los peritos de las Demandantes
acerca de la calidad inferior del petróleo Hamaca que no es demostrada por los precios que efecti-
vamente obtuvo el Proyecto. Los peritos también fracasan en su alegación de que una situación
contrafáctica habría producido petróleo de calidad superior, pagado a precios más elevados. En
este aspecto, el Tribunal también recuerda que los precios que han de considerarse determinan la
pérdida sufrida por las Demandantes y su derecho de compensación. Por lo tanto, la carga de la
prueba de las estimaciones aplicables y más confiables recae en las Demandantes.
523
Esto también puede demostrarse en comparación con los análisis que realizaron los peritos en el año 2013 (Apéndice
BF-010), en los que la tasa plana empezó en 2018 a USD 82,42 para Hamaca y a USD 83,24 para Petrozuata. Un año
después, se estableció que la tasa plana comenzaría también en 2018, pero a un precio de USD 72,75 para Hamaca y
de USD 73,54 para Petrozuata (Apéndice BF-215).
524
TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, págs. 4987:17-4988:5 (Friedman).
525
CLEX-085, Ingresos (PZ) y (HC).
240
Caso CIADI No. ARB/07/30
706. (2) El Tribunal tampoco puede aceptar los ajustes o los diferenciales de precios que propo-
nen los peritos de las Demandantes para los años a partir de 2016, que una vez más simplemente
se consignan, pero no se explican ni reciben sustento probatorio. Por lo tanto, deben prevalecer los
precios que proporciona la Demandada para los años 2016 a 2020.
707. (3) El Tribunal no comparte la posición de la Demandada que adopta una tasa plana basada
en los precios considerados para el año 2020 hasta el final de la vida útil de cada Proyecto. En su
propia valuación ex ante, la Demandada acepta que los precios del petróleo no permanecen fijos a
un nivel idéntico durante muchos años, una posición que sería totalmente incompatible con nocio-
nes básicas de mercado y economía. En esta valuación, la Demandada alega que, entre 2020 y 2036
o 2037, los precios se trasladaron de USD 52,07 a USD 71,48 respecto de Petrozuata y de USD
54,85 a USD 76,80 para Hamaca, lo que representa un incremento anual aproximado de USD 1,17
respecto de Petrozuata y USD 1,22 para Hamaca. El Tribunal toma esto como un supuesto válido.
241
Caso CIADI No. ARB/07/30
708. (4) Para los años 2021 en adelante, el Tribunal tiene como única prueba confiable los nú-
meros que consideraron los peritos de la Demandada hasta 2020. Toma las cifras correspondientes
a ese año (USD 58,02 para Petrozuata y USD 57,02 para Hamaca) como base a ser completada por
un aumento promedio anual del 1,20% respecto de cada Proyecto. Por referencia a las tablas utili-
zadas supra, el precio final se convertiría en USD 77,22 (2036) para Petrozuata y en USD 77,42
(2037) para Hamaca.
709. (5) El Tribunal encuentra sustento adicional para su enfoque en la comparación entre los
precios promedio correspondientes al período comprendido entre los años 2007 y 2020, y desde
2021 hasta el final de cada Proyecto, sobre la base de los Convenios de Asociación. Respecto de
Petrozuata, el precio promedio para el primer período asciende a USD 68,70 y, para el segundo
período, a USD 68,22, en tanto que, respecto de Hamaca, el promedio para el primer período as-
ciende a USD 67,84 y, para el segundo período, a USD 67,82. Esto significa que, salvo por una
diferencia muy pequeña, el precio promedio total por año correspondiente a cada Proyecto, contado
entre 2007 y 2036/2037, es el mismo.
710. En esta coyuntura, en la presentación de las cifras pertinentes para los precios y las ventas,
el Tribunal tiene en cuenta las fechas que determinó para el final de la producción respecto de cada
Proyecto, es decir, 2026 para Petrozuata y 2036 para Hamaca.
242
Caso CIADI No. ARB/07/30
Cálculo de Producción de Petróleo para la Venta y Precios por parte del Tribunal
Petrozuata Hamaca
MMB Precio por Ba- Ingresos Totales MMB Precio por Ba- Ingresos Totales
rril vendido USD rril vendido USD
USD USD
2007 ½ 15.568.593 70,14 1.091.981.113 28.939.154 76,31 2.208.346.842
2008 35.700.904 87,38 3.119.544.992 52.430.724 91,40 4.792.168.174
2009 36.200.000 55,49 2.008.738.000 58.400.000 50,18 2.930.512.000
2010 36.200.000 70,38 2.547.756.000 58.400.000 70,32 4.106.688.000
2011 36.200.000 100,42 3.635.204.000 58.400.000 93,57 5.464.488.000
2012 36.200.000 101,39 3.670.318.000 58.400.000 99,40 5.804.960.000
2013 36.200.000 100,49 3.637.738.000 58.400.000 100,58 5.873.872.000
2014 36.200.000 88,44 3.201.528.000 58.400.000 86,49 5.051.016.000
2015 36.200.000 43,24 1.565.288.000 58.400.000 43,35 2.531.640.000
2016 36.200.000 32,01 1.158.762.000 58.400.000 29,46 1.720.464.000
2017 36.200.000 47,14 1.706.468.000 58.400.000 46,33 2.705.672.000
2018 36.200.000 53,08 1.921.496.000 58.400.000 52,16 3.046.144.000
2019 36.200.000 54,15 1.960.230.000 58.400.000 53,22 3.108.048.000
2020 36.200.000 58,02 2.100.324.000 58.400.000 57,02 3.329.968.000
2021 36.200.000 59,22 2.143.764.000 58.400.000 58,22 3.400.048.000
2022 36.200.000 60,42 2.187.204.000 58.400.000 59,42 3.470.128.000
2023 36.200.000 61,62 2.230.644.000 58.400.000 60,62 3.540.208.000
2024 26.600.000 62,82 1.671.012.000 58.400.000 61,82 3.610.288.000
2025 22.100.000 64,02 1.414.842.000 58.400.000 63,02 3.680.368.000
2026 19.000.000 65,22 1.239.180.000 58.400.000 64,22 3.750.448.000
2027 58.400.000 65,42 3.820.528.000
2028 58.400.000 66,62 3.890.608.000
2029 58.400.000 67,82 3.960.688.000
2030 58.400.000 69,02 4.030.768.000
2031 58.400.000 70,22 4.100.848.000
2032 58.400.000 71,42 4.170.928.000
2033 58.400.000 72,62 4.241.008.000
2034 51.000.000 73,82 3.764.820.000
2035 47.000.000 75,02 3.525.940.000
2036 43.000.000 76,22 3.277.460.000
Total 661.969.497 44.212.022.105 1.682.369.878 112.909.071.016
1 2 3 4 5 6 7
711. El siguiente y último paso en esta Sección consistirá en emparejar las cifras de ventas co-
rrespondientes a cada Proyecto con los costos que se han calculado en la Sección precedente y en
determinar los Ingresos Brutos correspondientes a cada Proyecto (antes de Regalías e Impuestos).
Las cifras resultantes son las siguientes:
243
Caso CIADI No. ARB/07/30
Cálculos de Ingresos Brutos (Ventas menos Costos, antes de Regalías e Impuestos) para Petro-
zuata por parte del Tribunal
244
Caso CIADI No. ARB/07/30
Cálculo de Ingresos Brutos (Ventas menos Costos, antes de Regalías e Impuestos) para Hamaca
por parte del Tribunal
245
Caso CIADI No. ARB/07/30
b. Corocoro
713. El Tribunal observa que ambas Partes adoptan la misma postura en cuanto a la determina-
ción de precios del petróleo de Corocoro. Aceptan que, para el período comprendido entre los años
2008 y 2015, han de utilizarse los precios reales del petróleo experimentados con las ventas que ha
informado el Testigo Figuera. El Tribunal adopta los números presentados conjuntamente por las
526
CLEX-086, Precio.
527
Apéndice 406 de Brailovsky/Flores; Cálculos de Análisis y Proyecciones Ex Post al 31 de diciembre de 2016,
Apéndice 408.
528
Apéndices 84-89 de Figuera, Apéndices 359, 360 de Brailovsky/Flores.
246
Caso CIADI No. ARB/07/30
Partes, al mismo tiempo que advierte que son algo diferentes de los precios mencionados en los
resúmenes anuales de ventas que declaró el Testigo Figuera. Las posiciones de los peritos de ambas
partes también se tornaron idénticas respecto de los años transcurridos a partir de 2016. Los peritos
de la Demandada habían derivado de los datos entre julio de 2007 y 2015 un diferencial promedio
del 0,4% entre los precios de los crudos Maya y Corocoro que aplicaron a su previsión de precios529.
Para su valuación de 2016, los peritos de las Demandantes entienden que esta cifra refleja el “di-
ferencial histórico promedio” que aceptan aplicar como 0,4% por encima del Maya530 [Traducción
del Tribunal]. Por consiguiente, la Demandada destacó correctamente que los peritos de las De-
mandantes aplican el mismo método a efectos de la determinación de precios531. Sin embargo, al
mirar las cifras reproducidas en las tablas resumidas del equipo de cada uno de los peritos, en las
que se basan los cálculos adicionales en vista del cálculo de daños, parece que los números no
coinciden. Tomando en primer lugar los números correspondientes a los años 2016 y 2020, las
cifras de los peritos de las Demandantes532 siempre son más elevadas que aquellas de los peritos
de la Demandada533, aunque ambos lados han declarado que utilizaron el mismo método, incluso
el mismo diferencial del Maya. La explicación que encuentra el Tribunal es la siguiente: los precios
del Maya son diferentes para cada Parte534, y esto arroja precios del petróleo diferentes para los
años 2016 a 2020.
714. Los peritos de las Partes han admitido que la determinación de precios del petróleo Coro-
coro sigue muy de cerca, si no en forma idéntica, a los precios que se aplican al CCO Petrozuata.
Por lo tanto, debe prosperar la evaluación de los peritos de la Demandada según la cual, para los
años 2016 a 2020, los precios de Corocoro coinciden con los de Petrozuata. Esto también significa
que el diferencial del Maya empleado durante 2008 a 2015 se mantiene igual respecto de los años
siguientes. Si bien los peritos de las Demandantes afirman que siguen el mismo método, en función
de un diferencial del Maya del 0,4%, esto no es correcto, ya que tienen en cuenta una evolución
diferente de los precios del Maya.
529
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 295; Cálculos
de Análisis y Proyecciones Ex Post al 31 de diciembre de 2016, Apéndice 408.
530
Abdala/Spiller, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 73(c). No obstante, los
peritos también explicaron que, a partir de alrededor del comienzo del año 2010, tomaron el diferencial entre el Brent
y el Maya; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13, págs. 2096:13-2097:17 (Abdala).
531
Escrito Final de la Demandada sobre la Cuantía, párr. 393.
532
CLEX-086, Precio.
533
BF-406, Ingresos (CR).
534
Según los peritos de las Demandantes, el precio del Maya correspondiente a cada año desde 2016 en adelante es el
siguiente: USD 38,55; 47,36; 53,43; 56,99; 59,14 (CLEX-086, Precio). Según los peritos de la Demandada, las cifras
correspondientes son las siguientes: 33,02; 47,11; 53,04; 54,11; 57,97 (BF-406, Información sobre Precios). Sobre la
base de cada grupo de números, los precios enumerados supra derivan de la multiplicación por el diferencial de 1,004.
247
Caso CIADI No. ARB/07/30
715. Tal como el Tribunal ha concluido supra con respecto a la determinación de precios de
Petrozuata y Hamaca a partir del año 2020, no puede seguir la elección de la Demandada de una
tasa plana que permanezca constante hasta el final de los Proyectos. Un enfoque tan excesivamente
artificial no puede determinar las pérdidas de las Demandantes. La evaluación más razonable de la
previsión de precios es el modelo que considera el Tribunal para estos otros dos Proyectos, que
consiste en un incremento de precios del 1,2% anual hasta el final del Proyecto.
716. El próximo paso consiste en aplicar las cifras correctas para los precios a los volúmenes de
producción determinados supra hasta el final de la producción del Proyecto Corocoro, que es en el
año 2026.
Cálculo de la Producción de Petróleo para la Venta, Precios y Costos en Corocoro por parte del Tribunal
717. El régimen tributario de Venezuela plantea una de las cuestiones principales durante la ne-
gociación y la vida económica de los Proyectos. Muchos impuestos diferentes se han introducido
o planteado con anterioridad a la expropiación. Para las Demandantes, constituyen una serie de
medidas coercitivas que, según alegan, junto con la migración forzada, representan un conjunto de
248
Caso CIADI No. ARB/07/30
actos discriminatorios que dan lugar a su derecho a la compensación que le reclamaban a PDVSA
en el Arbitraje CCI.
718. Ante este Tribunal, el reclamo de las Demandantes se basa en la violación del Artículo 6
del TBI por parte de la República de Venezuela. El régimen tributario constituye en este contexto
una parte de la vida económica y del valor de los tres Proyectos. Su impacto en la valuación de la
pérdida de las Demandantes y su reclamo de daños es importante y debe tratarse en este punto del
Laudo. Las disposiciones de compensación de los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca
no rigen el derecho de las Demandantes a la compensación que afirman se basa en el Tratado. Sin
embargo, estas disposiciones pueden desempeñar un rol en el caso de que determinados impuestos
constituyan actos discriminatorios que den lugar a un derecho de compensación que pueda contra-
rrestar el impacto de dichos impuestos.
719. Cada uno de los peritos valuadores de ambas partes ha establecido un listado de todas las
regalías y los impuestos que consideran aplicables desde el 26 de junio de 2007 o en una fecha
ulterior; también invocan la posición de su Parte respectiva535. Por ende, el Tribunal contabilizará
los siguientes impuestos y contribuciones:
(1) Regalía e Impuesto de Extracción, ambos operan conjuntamente como regalía a una tasa
del 33,33%536.
(2) Impuesto de Exportación del 0,1% tomado de los ingresos del petróleo vendido para expor-
tación.
(3) Contribución Ciencia y Tecnología del 2% tomada de los ingresos del año anterior prove-
nientes de la venta de crudo, reducida al 1% en vigor a partir de 2012.
(4) Contribución Antidrogas del 1%537.
535
Cf. Abdala/Spiller, Actualización de Marzo de 2016, 18 de marzo de 2016, párr. 28; Brailovsky/Flores, Informe de
Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 140, 341. Cf. también las Tablas presentadas
por las Demandantes el 20 de marzo de 2017.
536
Los peritos de la Demandada aseveran que los Proyectos “habrían estado” sujetos a un impuesto de “Ventaja Espe-
cial” que habría de calcularse en relación con el monto de las regalías, los impuestos y las contribuciones pagados,
pero su explicación carece tanto de precisión como de sustento probatorio [Traducción del Tribunal] (cf. Informe de
Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 140/g, que también advierte que este impuesto
no sería aplicable a Hamaca, cf. nota al pie 322). Este impuesto parece comparable al “Impuesto Fantasma” que men-
cionan los peritos de las Demandantes, pero que tampoco se explica ni proporciona por referencia a fuentes legales o
de otro tipo (Abdala/Spiller, Cálculo de Indemnización de Daños para las Apropiaciones de las Inversiones de Cono-
coPhillips en Venezuela, Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párr. 251/d).
537
Los peritos de las Demandantes no contabilizan el impuesto antidrogas del 1% respecto del Proyecto Hamaca, sin
ofrecer razones (Cálculo de Indemnización de Daños por las Apropiaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en
Venezuela, Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, nota al pie 290). Los peritos de la Demandada hacen refe-
rencia al Artículo 96 de la Ley Orgánica Contra el Tráfico Ilícito (BF-55), que no prevé una excepción semejante
(Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, nota al pie 300). La diferencia de trato aparece en
el MEC (LECG-085, págs. 14/15/pdf).
249
Caso CIADI No. ARB/07/30
(5) Contribución Social del 1% de los ingresos netos antes de impuestos correspondientes al
año anterior538.
(6) Impuesto sobre la Renta del 50% aplicable a los ingresos de cada Proyecto (menos regalías
y otros impuesto y contribuciones aplicables).
(7) Impuesto Ley Aporte del Deporte del 1% contabilizado a partir de 2012.
En suma, las regalías y contribuciones (1) a (5) operan antes del Impuesto sobre la Renta (6) que
se aplica cuando estas contribuciones anteriores ya se han deducido.
720. Otra precisión se relaciona con la determinación del precio base al cual se aplican las rega-
lías y el impuesto de extracción. Estos desembolsos no se computan al igual que todas las demás
contribuciones (2 a 5), incluidos el impuesto para el deporte (7) y los impuestos sobre la renta (6).
Se fijan por referencia a la cantidad de barriles extraídos, identificados como EHCO en el caso de
Petrozuata y Hamaca539. La tasa del 33,33% se aplica al volumen y valor del EHCO utilizado para
mejorar el crudo sintético pesado (CCO). A efectos de determinar dicho valor, el Ministerio de
Energía y Petróleo (“MENPET”) fijaba y publicaba un precio de referencia del EHCO (también
denominado “precio de regalía”) en forma mensual, de conformidad con una fórmula compleja
incluida en una resolución gubernamental. Los peritos de cada lado han observado este método
empleado a fin de cobrar la regalía y el impuesto de extracción del 33,33%540. Sin embargo, a
efectos de determinar los volúmenes de producción aplicables y los precios que han de aplicarse
en este aspecto, se han basado en sus propias estimaciones, lo que derivó en proyecciones diver-
gentes de los cálculos de la regalía y del impuesto de extracción resultantes. Más aún, el impacto
del Impuesto a las Ganancias Inesperadas también debe considerarse en este aspecto. Esta cuestión
deberá examinarse en más detalle cuando se analice el último impuesto.
721. Para Corocoro, los peritos de ambas Partes mencionan un “Impuesto PEG” equivalente al
50% de los ingresos operativos anuales. No obstante, ninguno de los peritos fue más allá de la
definición de la tasa en virtud del Artículo I del Convenio de Asociación. Dicha tasa debería eva-
luarse y determinarse sobre la base del Artículo 9 de los Procedimientos Contables del Convenio
538
El Tribunal lo tomará en forma más simple y contabilizará este impuesto por referencia a los ingresos del mismo
año.
539
La documentación demuestra que se había realizado una distinción entre “Producción de EHCO” y “Producción
Fiscalizada de EHCO”. La limitada prueba documental del Tribunal no permite aplicar tal distinción en forma consis-
tente. Es seguro, al menos, que las diferencias de cantidad y valor son relativamente pequeñas.
540
Cf. Abdala/Spiller, Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de
septiembre de 2008, Apéndice D, párr. 34; Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17
de noviembre de 2016, párr. 140(a), que también observa que la fórmula que ha de utilizarse para el cálculo del precio
de referencia se estableció en la Resolución No. 3 del Ministerio de fecha 11 de enero de 2007, Artículo 5(e) (Informe
de Experto sobre Valuación, 18 de agosto de 2014, nota al pie 322, BF-43). Las publicaciones mensuales del Ministerio
no se han presentado ante el Tribunal.
250
Caso CIADI No. ARB/07/30
de Asociación, que ningún perito ha tenido en cuenta. Sin ese análisis, contabilizar una tasa PEG
sería pura especulación.
722. Las Partes y sus peritos disienten en cuanto a la aplicabilidad del Impuesto a las Ganancias
Inesperadas que se introdujo en 2008 y se modificó varias veces desde entonces. Si bien esta legis-
lación se examinará en detalle infra, otro argumento de la Demandada puede resolverse ahora. En
efecto, argumenta que el Gobierno tenía el poder de adoptar medidas fiscales adicionales o cual-
quier otra medida que privara a los socios extranjeros en los Proyectos de cualquier ganancia con-
siderada excesiva y ciertamente habría decidido ejercerlo541. Esta postura carece de todo sustento
probatorio serio. No es necesario recordar en detalle la posición política de Venezuela durante las
negociaciones de los Convenios de Asociación a fin de proteger su derecho soberano a privar a los
inversionistas de los ingresos excesivos. Este derecho se mencionó expresamente en las Autoriza-
ciones del Congreso. Las disposiciones de compensación fueron el resultado de la negociación que
estuvo en el centro del debate entre las Partes. Estas disposiciones fueron una reacción a la posición
del Gobierno de aumentar los impuestos cuando consideraba que no podía participar de manera
suficiente en las utilidades resultantes del incremento de los precios del petróleo. Tal como se ex-
plicará infra, esto se había hecho mediante el Impuesto a las Ganancias Inesperadas. Por lo tanto,
no tiene sentido argumentar que hay más para aplicar, sobre la base de declaraciones políticas,
incluidas las declaraciones del Dr. Mommer, realizadas en su totalidad antes de que se promulgara
el Impuesto a las Ganancias Inesperadas. La Demandada sabe y debe aceptar que no se ha imple-
mentado nada más que el Impuesto a las Ganancias Inesperadas a tal efecto y que todo aquello que
vaya más allá de estas medidas es pura especulación, tanto para hoy como para el futuro cercano.
1. La Estructura Jurídica
723. El pago de una “Contribución Especial sobre Precios Extraordinarios del Mercado Interna-
cional de Hidrocarburos”, denominada “Impuesto a las Ganancias Inesperadas” (“Windfall Profit
Tax”) o “Contribución Especial” (“Special Contribution”), se promulgó en el año 2008, mediante
el Decreto No. 8.807 de fecha 15 de abril de 2008 (R-500, C-252/582). Era aplicable a la exporta-
ción o al transporte de hidrocarburos líquidos al exterior cuando, con respecto a cualquier mes, el
precio promedio del crudo Brent superaba los USD 70 por barril. El impuesto se calculaba como
USD 0,50 por cada dólar en que este precio promedio superaba los USD 70. Cuando este precio de
referencia superaba los USD 100, el impuesto subía a USD 0,60 por dólar. La contribución especial
debía pagarse al Fondo de Desarrollo Nacional (FONDEN). Debía computarse como costo a efec-
tos de calcular el impuesto sobre la renta; esto significa que debía contabilizarse como regalía.
541
Cf. Memorial de la Demandada de Contestación sobre la Cuantía, párr. 138; Escrito Final de la Demandada sobre
la Cuantía, párr. 263.
251
Caso CIADI No. ARB/07/30
724. El Decreto No. 8.163 de fecha 18 de abril de 2011 reestructuró el impuesto a las ganancias
inesperadas (R-501, C-587). Por referencia a un precio fijado en la Ley de Presupuesto, debía pa-
garse el 20% (0,20 por dólar) como impuesto hasta un umbral del precio (extraordinario) promedio
mensual de la cesta de hidrocarburos líquidos venezolanos de USD 70 por barril. Cuando los
precios eran mayores y se tornaban “exorbitantes”, pero inferiores a USD 90 por barril, el impuesto
subía al 80% para cualquier precio comprendido entre estos dos montos y subía aún más hasta el
90% dentro de un margen de USD 90 y USD 100, y hasta el 95% con respecto a cualquier monto
por encima de USD 100.
725. En vigor a partir del 21 de febrero de 2013, el Decreto No. 40,114 modificó nuevamente la
estructura de pagos (R-502, C-600). La tasa inicial del 20% subió del precio de la Ley de Presu-
puesto a USD 80 por barril (precio extraordinario). A partir de allí, cuando los precios subían y se
consideraban “exorbitantes”, se aplicaba un impuesto del 80% hasta el umbral de USD 100, y por
encima, se aplicaba un impuesto del 90% hasta el nivel de USD 110. Cuando los precios subían,
es decir, alcanzaban o superaban USD 110, la tasa impositiva era del 95%.
726. El Decreto No. 8.807 de fecha 15 de abril de 2008 (Art. 2) y el Decreto No. 8.163 de fecha
18 de abril de 2011 (Art. 13) previeron la posibilidad de exoneración por parte del Ejecutivo Na-
cional “en beneficio de determinadas exportaciones, en el marco de las políticas económicas y de
cooperación internacional”. El Decreto No. 40.114 de fecha 20 de febrero de 2013 confirmó dos
casos de exención mencionados en el Decreto de 2011 en términos algo diferentes: (1) el caso de
que la producción de petróleo derive de la ejecución de proyectos de nuevos desarrollos de yaci-
mientos, así como los volúmenes asociados a los proyectos de recuperación o mejoramiento o a los
proyectos de remediación de producción, declarados como tales por el Ministerio del Poder Popular
con competencia en materia de petróleo y minería; (2) la exportación de los volúmenes al imple-
mentar Convenios Internacionales de cooperación o financiamiento.
727. Otro punto de interés general se relaciona con el Artículo 14 que fue introducido por el
Decreto No. 8.163 de fecha 18 de abril de 2011 y que reza lo siguiente:
A los fines de garantizar el cumplimiento del objeto de este Decreto-Ley, se establece como
precio tope máximo para el cálculo y liquidación de Regalías, Impuesto de Extracción e
Impuesto de Registro de Exportación previstos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos, hasta
la cantidad de setenta dólares por barril (70 US$/b).
252
Caso CIADI No. ARB/07/30
USD 70, la regalía y el impuesto de extracción han sido sustituidos por el nuevo cálculo previsto
por la legislación en materia de impuesto a las ganancias inesperadas542. El Testigo Figuera había
observado con respecto a Corocoro que, en vigor a partir de mediados de abril de 2011, el precio
de regalía se reduciría a USD 70; de modo similar, el límite subió a USD 80 a partir de marzo de
2013 cuando entró en vigor la revisión del Decreto de 2013 543. El Tribunal no ha sido informado
de ninguna modificación en el Artículo 14 de la Ley sobre el Impuesto a las Ganancias Inesperadas
desde 2013.
728. Las Demandantes observan que Venezuela promulgó el denominado “impuesto a las ga-
nancias inesperadas” (“Windfall Profit Tax”) (WPT, por sus siglas en inglés) menos de un año
después de su expropiación de los Proyectos. Venezuela alega que, al momento de evaluar las
inversiones expropiadas a la fecha del Laudo, el Tribunal debería tener en cuenta los sucesos pos-
teriores a la nacionalización que tengan un impacto negativo en el valor, tales como el aumento de
impuestos.
729. Los peritos de las Demandantes han considerado en sus previsiones de flujos de caja varios
impuestos de aplicación general promulgados por Venezuela desde su expropiación ilícita. Sin em-
bargo, el derecho internacional requiere que el WPT sea ignorado, por dos razones principales: (a)
En primer lugar, el efecto de este gravamen especial posterior a la expropiación consistía en elimi-
nar el beneficio de gran parte del incremento del valor de la inversión debido a mejores condiciones
de mercado (esencialmente, precios del petróleo más elevados) entre las fechas de expropiación y
valuación. Este aumento de valor es precisamente lo que el derecho internacional reserva a las
Demandantes en el caso de expropiación ilícita. De conformidad con el derecho internacional, los
Estados no pueden invocar medidas depresivas de valor promulgadas con posterioridad a una apro-
piación para reducir su obligación de compensación, en particular, cuando privarían al inversionista
del beneficio de una valuación a la fecha del laudo. (b) En segundo lugar y, en todo caso, en función
de los hechos específicos de este caso, el WPT es inaplicable por los siguientes motivos: (i) las
Demandantes podrían haber gozado de una exención de la aplicación de esta ley especial, al igual
que PDVSA; y (ii) la aplicación de este gravamen a los Proyectos de las Demandantes redundaría
en un trato desigual, en violación del Artículo 4 del TBI. Cada una de las razones precedentes lleva
a la misma conclusión: el Tribunal no debería reducir artificialmente la obligación de
542
Brailovsky/Flores, Informe de Experto sobre Valuación, 18 de agosto de 2014, párrs. 205/206; Segundo Informe
de Experto sobre Valuación, 7 de enero de 2015, párr. 192. Cf. BF-406, Ingresos.
543
Tercer Testimonio Suplementario, 15 de agosto de 2014, párr. 104, Tabla 6, que también hace referencia a la De-
claración de Impuestos y Regalías de PetroSucre correspondiente al año 2011, en la que se registra el impacto de la
reducción del precio de regalía a USD 70 (Apéndice 84). Véanse también Declaraciones correspondientes a 2012 y
2013 (Apéndices 88 y 89 de Figuera).
253
Caso CIADI No. ARB/07/30
730. Venezuela debe proveer reparación íntegra a fin de compensar a las Demandantes por la
expropiación ilícita de sus inversiones. En ese caso, la responsabilidad del expropiante debería
aumentar por el hecho de que su acto fuera ilícito. Una valuación a la fecha del laudo garantiza
que, cuando haya una expropiación ilícita, cualquier incremento de valor desde la fecha de expro-
piación sea conservado por el inversionista damnificado y no se desvíe al Estado incumplidor.
Venezuela no debería ser recompensada por privar a las Demandantes del beneficio de mejores
condiciones de mercado desde la fecha de expropiación.
731. Las Demandantes alegan que Venezuela pretende negar la decisión del Tribunal sobre el
acaecimiento de una expropiación ilícita mediante la aplicación del WPT a los Proyectos expro-
piados en el escenario contrafáctico. Los peritos de las Demandantes concluyeron que el WPT
habría reducido el valor de los Proyectos en USD 4.400 millones. Sobre la base de la valuación
presentada por los peritos de la Demandada, la reducción equivaldría al 49%. El efecto que produce
la posición de Venezuela es aún más claro cuando se observa que su valuación a la fecha del laudo
de USD 1.463 millones es inferior a su valuación a la fecha de expropiación de USD 1.872 millo-
nes. Venezuela intenta trastocar el principio de compensación total a través de la aplicación del
WPT y así alcanzar un resultado aun peor para el inversionista que aquel que deriva de una apro-
piación lícita. Sería perverso permitirle a Venezuela protegerse de esta manera de las consecuencias
de sus propios actos ilícitos. Le permitiría a cualquier Estado que cometiera una expropiación ilícita
evitar las consecuencias financieras de sus actos gravando posteriormente con impuestos el au-
mento de valor al que el inversionista tiene derecho en virtud de una valuación a la fecha del laudo.
732. Las Demandantes también mencionan que, recientemente, el tribunal del caso Yukos con-
firmó que la víctima de una expropiación ilícita “debe gozar de los beneficios” y percibir el valor
que las mejores condiciones de mercado podrían haberle agregado al bien expropiado hasta la fecha
del laudo544 [Traducción del Tribunal]. Venezuela invoca otra parte del laudo del caso Yukos, en la
que el tribunal consideró la probabilidad de futuros aumentos de tasas para determinados impuestos
y aranceles existentes en relación con su cálculo de la indemnización de daños anteriores al laudo.
No obstante, el laudo destacó que, con anterioridad a la expropiación, (a) el inversionista ya había
estado pagando dichos impuestos; y (b) sus tasas se habían incrementado en varias oportunidades,
por lo que era probable que hubiera aumentos de tasas similares a futuro. Esa situación se distingue
radicalmente de los hechos del caso que nos ocupa. Afirmar que, en virtud del derecho internacio-
nal, Venezuela puede conservar para sí miles de millones de dólares que las condiciones de mer-
cado agregaron a las inversiones de las Demandantes luego de la expropiación es una proposición
totalmente diferente.
544
Yukos Universal Limited (Isla de Man) c. La Federación Rusa, Caso CPA No. AA 227, Laudo Final de fecha 18
de julio de 2014 (R-425).
254
Caso CIADI No. ARB/07/30
733. Las Demandantes también argumentan que, en todo caso, su indemnización de daños no
puede reducirse debido al WPT, puesto que, en el escenario contrafáctico, las Demandantes habrían
gozado de una exención a la aplicación de este gravamen especial, al igual que PDVSA y otras
compañías.
734. En primer lugar, las Leyes WPT han excluido de su alcance a las exportaciones a los Esta-
dos con los cuales Venezuela ha celebrado “Convenios Internacionales de cooperación o financia-
miento”. La lista de Estados Exentos es extensa. Por ende, en el escenario contrafáctico, los Pro-
yectos habrían dirigido sus exportaciones, en caso de ser necesario, a uno o más Estados Exentos
a fin de poner dichas exportaciones dentro del alcance de la exención. Informes de prensa indican
que PDVSA evitó USD 11.200 millones en concepto de WPT en 2013, lo que sugiere que el 57%
de las exportaciones de PDVSA estaban exentas de las Leyes WPT con arreglo al Artículo 12.2.
Los Convenios Internacionales de Venezuela con Estados Exentos tales como China y Rusia han
creado uniones transitorias de empresas a las que se les garantiza una exención en virtud del Ar-
tículo 12.2 de la Ley WPT de 2011. Estas mismas uniones transitorias de empresas también reciben
“incentivos fiscales”. Venezuela no ha proporcionado información en este aspecto, pero los infor-
mes de prensa indican que pueden incluir exenciones respecto de la Ley WPT de 2011.
735. En segundo lugar, la Ley WPT de 2011 excluye de su alcance a las exportaciones prove-
nientes de los proyectos dedicados a la “optimización de recuperación de crudo” (EOR) sin limi-
taciones temporales (que se eliminaron mediante la reforma de la ley de 2013). Las Demandantes
podrían haber intentado utilizar tecnología EOR en los Proyectos tanto Petrozuata como Hamaca,
en particular, “Drenaje por Gravedad Asistida por Vapor” (SAGD) y lo habrían hecho. La propia
PDVSA ha reconocido el valor de dichas tecnologías. Las subsidiarias de PDVSA y una gran can-
tidad de empresas mixtas se han beneficiado de esta exención respecto de la EOR.
736. En tercer lugar, los Proyectos podrían haber reducido considerablemente su posible expo-
sición al WPT vendiendo la producción a nivel local en Venezuela.
737. En cuarto lugar, los Proyectos podrían haber reducido su exposición al WPT mediante pa-
gos de “regalías en especie”, asignando volúmenes de hidrocarburos a las regalías adeudadas. En
apariencia, Petropiar (Hamaca) se había beneficiado de dichos pagos.
738. Las Demandantes alegan que su posición se ve aún más fortalecida por la conducta de Ve-
nezuela en la fase de producción de documentos, en la que se rehusó a exhibir todos los documentos
de respuesta vinculados a las exenciones del WPT y la forma en que se han aplicado. Queda claro
que tanto PDVSA como las empresas mixtas han podido eludir en gran medida la aplicación de las
Leyes WPT.
255
Caso CIADI No. ARB/07/30
739. Según las Demandantes, Venezuela no niega que ellas puedan haber solicitado determina-
das exenciones, aunque su respuesta es simplemente que se trata de una especulación y que Vene-
zuela nunca les habría otorgado exenciones a las Demandantes luego de que se hubieran rehusado
a migrar al régimen de empresas mixtas. Para las Demandantes, este argumento es infructuoso. (a)
Las exenciones no deben “otorgarse”. Una vez que las Demandantes cumplieran con los requisitos,
habrían tenido derecho a las exenciones pertinentes de pleno derecho. (b) El argumento de Vene-
zuela de que solo las empresas mixtas podrían gozar de las exenciones pertinentes es incorrecto.
Del texto del Artículo 12.2 de la Ley WPT se deduce que la exención allí contenida es aplicable a
cualquier exportación a uno o más Estados Exentos. La insinuación de Venezuela de que habría
penalizado a las Demandantes y les habría negado un derecho porque se negaron a renunciar a otro
carece de seriedad. En suma, en el escenario contrafáctico, las Demandantes podrían haber sido
podido aprovechar las diversas exenciones respecto de la aplicación del WPT –y razonablemente
lo habría hecho–.
740. Por último, según las Demandantes, las partes coinciden en que el WPT se encuentra sujeto
a las disposiciones del Artículo 4 del TBI, que garantiza que, con respecto a cualquier impuesto o
exención fiscal, no les otorgarán un trato más favorable a sus propios nacionales (Trato Nacional)
o a los nacionales de terceros Estados (NMF). Dado que PDVSA (y sus filiales) y otras empresas
han podido gozar de una exención respecto de la aplicación del WPT, la posición de Venezuela en
el presente arbitraje derivaría en que las Demandantes recibieran un trato menos favorable. En tal
caso, la conducta ilícita del Estado debe ignorarse a efectos de valoración.
741. Las muchas exenciones otorgadas en virtud de la Ley WPT demuestran un caso de discri-
minación prima facie, que invierte hacia el Estado la carga de probar que no ha existido discrimi-
nación alguna. Venezuela no puede cumplir con esa carga aquí, en particular, en vista de su exhi-
bición manifiestamente incompleta de documentos.
742. En primer lugar, Venezuela argumenta que las Demandantes no se encontraban en “circuns-
tancias similares” por el hecho de tener “un único marco contractual”. Este argumento colapsa
cuando se lo compara con la ley. Si las Demandantes hubieran cumplido con los requisitos, habrían
tenido derecho a una exención del WPT de pleno derecho. No existe distinción alguna entre las
entidades que operan en función de un contrato y las entidades controladas por el Estado o de su
propiedad o una compañía estatal. A Venezuela no le cuesta adoptar la posición de que las Deman-
dantes se encuentran sujetas al WPT, a pesar de su especial base “contractual”, aunque luego invoca
el mismo argumento en sustento de su postura de que las Demandantes no se encuentran sujetas a
las exenciones de la ley.
743. En segundo lugar, Venezuela argumenta que el WPT pondría a las Demandantes en una
posición menos favorable que los términos de los Convenios de Asociación. La simple respuesta a
256
Caso CIADI No. ARB/07/30
ello es que la ley no hace diferencias según los arreglos contractuales de una determinada entidad.
Venezuela no puede aplicar la ley de manera diferente a distintos inversionistas.
744. En tercer lugar, Venezuela alega que las Demandantes no pueden demostrar un trato prefe-
rencial basado en la nacionalidad, ya que tanto los inversionistas holandeses como los no holande-
ses recibieron exenciones del impuesto a las ganancias inesperadas. Esta proposición ignora el
propósito mismo del estándar NMF, que consiste en proteger a todos los inversionistas del trato
discriminatorio. Un Estado simplemente no puede inmunizarse de responsabilidad discriminando
a algunos inversionistas y no a todos.
3. La Posición de la Demandada
745. La Demandada se opone a la posición de las Demandantes según la cual su reclamo les da
derecho a beneficiarse de incrementos de valor posteriores a la expropiación y los impuestos las
privarían de dicho beneficio. Ninguna parte de la decisión del caso Chorzów ni de ninguna otra
decisión concede a las Demandantes inmunidad respecto de las cargas fiscales u otros sucesos
posteriores a la expropiación que no les gusten. Los impuestos a las ganancias inesperadas promul-
gados por Venezuela constituyen un ejercicio legítimo y válido de la autoridad tributaria soberana.
Las circunstancias cambiantes de la industria petrolera internacional han llevado a los gobiernos
de todo el mundo a promulgar cambios fiscales y regulatorios, incluso impuestos a las ganancias
inesperadas, en respuesta a los precios del petróleo en franco aumento. Las alegaciones de las De-
mandantes de que Venezuela está intentando “aislarse” de, y “anular” los efectos del fallo del Tri-
bunal sobre expropiación ilícita mediante la aplicación de impuestos a las ganancias inesperadas
en su valuación carecen de fundamento. Las Demandantes también acusan a la Demandada de
promulgar estos impuestos especialmente para reducir la valuación en el presente Arbitraje, pero
la legislación obviamente no fue sancionada con ese propósito. El hecho es que el nuevo impuesto
tenía un ámbito de aplicación amplio en el sector petrolero del país y que Venezuela ha recaudado
aproximadamente USD 12.000 millones en concepto de dichos impuestos en el período compren-
dido entre los años 2008 y 2013.
746. Las reformas de la Ley en 2011 y 2013 contenían determinadas categorías de exenciones
para (i) actividades relacionadas con la ejecución de nuevos proyectos; (ii) actividades destinadas
a incrementar la producción mediante recuperación mejorada en proyectos en curso; (iii) la expor-
tación de los volúmenes en ejecución de Convenios Internacionales de cooperación o financia-
miento; y (iv) actividades de remediación. Las exenciones deben ser aprobadas en cada caso, con
sujeción a la discrecionalidad del Ministerio de Petróleo. Una directiva del Ministerio de 2013
aclaró que (i) la producción base generada por la producción en curso de pozos existentes no está
sujeta a exenciones; (ii) solo los volúmenes de producción que derivan de actividades de recupera-
ción mejorada (incluidos los pozos nuevos) están sujetos a exenciones; y (iii) las actividades de
mantenimiento no califican como exención (R-503, C-615). Los proyectos de las Demandantes
257
Caso CIADI No. ARB/07/30
obviamente no estaban sujetos a exenciones bajo la categoría de “nuevos” proyectos. Las exencio-
nes en concepto de recuperación mejorada o actividades de remediación se limitaban a la parte
específica de la producción generada por dichas actividades; los Proyectos en su conjunto no esta-
rían sujetos a exenciones. Las afirmaciones de las Demandantes de que podrían haber modificado
sus operaciones a fin de estar exentas para la categoría de “nuevos proyectos” son meras especula-
ciones.
747. No hay fundamento alguno para pretender que a las Demandantes se les otorgarían exen-
ciones de los impuestos a las ganancias inesperadas. Tras haberse negado a migrar, es poco creíble
suponer que de todas maneras se les habrían otorgado exenciones de los impuestos a las ganancias
inesperadas. El argumento de las Demandantes de que, en dicho caso, serían discriminadas en vio-
lación del Artículo 4 de Tratado Holandés es infructuoso. Esta disposición trata la discriminación
basada en la nacionalidad entre inversionistas que se encuentran en circunstancias similares. En
ausencia de tal discriminación, no existe violación alguna. El factor esencial es el de estar en “cir-
cunstancias similares”, cuando se compara el trato de un nacional del Estado receptor o de un
nacional de un tercer Estado. Las Demandantes tienen la carga de establecer todos los elementos
del criterio. Las Demandantes no establecieron su reclamo hipotético con arreglo al Artículo 4 en
virtud de ninguno de los elementos requeridos. No pueden demostrar que los inversionistas supues-
tamente preferidos se encontraran situados en circunstancias similares. Así, por ejemplo, no basta
con desarrollar actividades en la industria de hidrocarburos. Las Demandantes no pueden compa-
rarse con inversionistas dedicados a nuevos proyectos que se encuentran en las etapas iniciales ni
pueden compararse con inversionistas en proyectos antiguos. Las Demandantes tenían un único
marco contractual, creado en virtud del marco regulatorio anterior a la migración, que era total-
mente diferente. Ninguna de las empresas mixtas tiene disposiciones de compensación en sus con-
tratos, tales como las que se incluyen en los Convenios de Asociación.
748. Las Demandantes no pueden demostrar que las exenciones del impuesto a las ganancias
inesperadas hayan tornado otros proyectos más favorables que los términos de los Convenios de
Asociación. En todo caso, las Demandantes han dejado bastante en claro que no deseaban aceptar
la migración. No pueden demostrar el trato supuestamente preferencial aplicado en función de la
nacionalidad. Por el contrario, el expediente aclara que tanto los inversionistas holandeses como
los no holandeses recibieron exenciones del impuesto a las ganancias inesperadas. Asimismo, el
trato diferente no incumple las obligaciones de NMF o trato nacional si hay una política o un fun-
damento racional y objetivo que justifique el trato. La industria petrolera es de vital importancia
para la economía de Venezuela. No solo era razonable, sino también legítimo, que el Estado utili-
zara incentivos fiscales como método para garantizar la vitalidad de dicho sector. Por último, las
obligaciones NMF son “sin perjuicio de la libertad contractual” [Traducción del Tribunal]. Al igual
que las Demandantes obtuvieron arreglos contractuales extraordinarios, otros inversionistas pue-
den obtener otros arreglos, y, de ese modo, el Estado no incumple las obligaciones de NMF o trato
nacional.
258
Caso CIADI No. ARB/07/30
749. La Demandada observa que las Demandantes no tiene respuesta alguna ante el supuesto de
que, tal como declaró el Dr. Mommer, si la Nacionalización de 2007 no hubiera ocurrido, el Go-
bierno habría adoptado otras medidas fiscales a fin de aumentar la “toma gubernamental” y, desde
el punto de vista jurídico, podría haberlo hecho. Eso es lo que el Dr. Mommer tenía en mente
cuando describió el mecanismo de compensación como un “límite definido contractual para los
impuestos sobre ganancias excesivas”. Compensar a las Demandantes como si fueran inmunes a
dicha medida no sería un ejercicio del mundo “contrafáctico”; sería otorgar a las Demandantes
beneficios que nunca imaginaron obtener cuando emprendieron los Proyectos. Se acepta otro lí-
mite: “[e]l gobierno tiene el derecho de introducir medidas fiscales siempre que no sean expropia-
torias”545.
750. En suma, el argumento de las Demandantes sobre los impuestos a las ganancias inesperadas
es incorrecto desde el punto de vista fáctico e insostenible desde el punto de vista jurídico por
múltiples razones. El argumento de las Demandantes en su totalidad acerca de esta cuestión se
olvida del aspecto principal , que es no solo que los impuestos a las ganancias inesperadas promul-
gados se habrían aplicado en el escenario “contrafáctico” de las Demandantes, sino también que el
Gobierno indudablemente habría ejercido sus derechos soberanos plenos a promulgar impuestos
adicionales en aras de capturar todas las ganancias excesivas generadas por los elevados precios
del petróleo, hasta el límite fijado en los mecanismos de compensación establecidos por los topes
de precios acordados respecto de los proyectos de mejoramiento. Si bien el Tribunal puede suponer
que el Estado no habría excedido dichos límites, dando lugar así a la obligación del Estado de
indemnizar a las compañías, bien puede asumir también que el Estado no habría favorecido a las
asociaciones que no deseaban aceptar la nueva estructura de empresas mixtas con un trato fiscal
más favorable del que se negoció al inicio de dichos proyectos.
751. El Tribunal comparte la opinión de las Demandantes de que una valuación a la fecha del
laudo debe procurar que, cuando haya una expropiación ilícita, cualquier incremento de valor desde
la fecha de expropiación sea conservado por el inversor damnificado y no se desvíe al Estado in-
cumplidor. Las Demandantes no deberían verse privadas del beneficio de mejores condiciones de
mercado. Sin embargo, una aseveración tan amplia mezcla las nociones de valor y beneficio. Las
Demandantes plantean su argumento como si los ingresos brutos contaran por sí solos; no tienen
en cuenta ninguna disminución de valor que hubiera ocurrido desde la fecha de expropiación, man-
teniéndose inmunes a incrementos de costos e ignorando completamente cualquier variación del
régimen tributario.
545
TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 6, pág. 104:14-16 (Kahale).
259
Caso CIADI No. ARB/07/30
752. El Tribunal recuerda que la expropiación en vigencia a partir del 26 de junio de 2007 se
dirigió a los Convenios de Asociación que regían cada uno de los tres Proyectos. El contenido de
la apropiación estaba compuesto de las leyes y obligaciones consagradas en estos fundamentos de
los Proyectos. Esto significa necesariamente que cualquier disposición relevante para identificar el
régimen tributario de los Proyectos es parte de lo que se ha “apropiado”, como consecuencia de lo
cual la parte damnificada que reclama compensación no puede reclamar más de lo que pretendía
recibir sobre la base del Convenio de Asociación pertinente.
754. Por lo tanto, el Tribunal concluye que las modificaciones del régimen tributario basadas en
el poder soberano del Gobierno se incluyeron en lo que se denomina la fase contrafáctica de los
Proyectos, sin perjuicio de una posible compensación en virtud de las disposiciones pertinentes de
los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca.
755. Asimismo, también se había dejado en claro durante las negociaciones que la facultad del
Gobierno de aumentar la carga tributaria de los Proyectos se relacionaba directamente con el in-
cremento de los precios del petróleo. El Gobierno tendrá su parte del aumento de las ganancias
resultante de las condiciones de mercado más favorables para la venta de petróleo. Incluso si el
Tribunal aceptare la afirmación de las Demandantes de que, como víctimas de una expropiación
ilícita, tenían derecho a gozar de los beneficios de los Proyectos incluidos aquellos derivados de
mejores condiciones de mercado, estos beneficios no incluían una liberación completa de cualquier
incremento en el régimen tributario. Todo lo contrario. Ese aumento de impuestos era parte del
escenario contrafáctico, dado que también era parte de una valuación ex ante (en vista de la difi-
cultad de estimar el incremento de impuestos que había de esperarse).
546
A modo de ejemplo, la Condición Décima Sexta de la Autorización del Congreso del Proyecto Petrozuata (C-10A,
R-21/92) establecía que las disposiciones del Convenio de Asociación y, en particular, su régimen de compensación
en el caso de trato discriminatorio, serán “sin menoscabo del derecho soberano a legislar, inherente a la existencia
misma de los poderes legislativos nacionales, estatales y municipales”. La Autorización de Hamaca equivalente esta-
blecía en su Condición Décima Novena lo siguiente: “El Convenio de Asociación, la creación y operación de Entidades
y otras actividades no impondrán obligación alguna a la República de Venezuela o restringirán el ejercicio de sus
derechos soberanos, …” (R-93, C-132).
260
Caso CIADI No. ARB/07/30
756. El Tribunal también observa que la posición de las Demandantes según la cual fueron víc-
timas de un nuevo régimen tributario que se dirigió específicamente a ellas a efectos de reducir su
aspiración de compensación derivada del aumento de los precios del petróleo a partir del año 2007,
no encuentra sustento alguno en la legislación y su aplicación práctica, ni en las posiciones respec-
tivas de las Partes en el procedimiento que nos ocupa. La política del Gobierno se les había comu-
nicado claramente en ese momento: el propósito consistía en ofrecer un incentivo fiscal para Pro-
yectos de Desarrollo a fin de ayudar a los operadores a incrementar su producción hasta tanto hu-
bieran recuperado su inversión547; esto no supone un objetivo dirigido en contra de las Demandan-
tes. La Demandada emitió un Informe de Gestión de PDVSA 2013 que demuestra que, durante
2008 a 2013, se había recaudado un monto de USD 12.280 millones en concepto de Contribución
Especial en virtud de las Leyes WPT, con un promedio de alrededor de USD 3,5 millones en los
años 2011 a 2013 (R-499). Los Estados Financieros de PDVSA correspondientes a los ejercicios
2011-2013 consignan montos en millones de USD 13.247 (2011), 14.994 (2012) y 10.435
(2013)548. Las Demandantes no impugnaron estas cifras. Si el WPT se dirigiera directamente en
contra de las Demandantes, la Circular de Oferta de PDVSA de fecha 8 de noviembre de 2013 no
podría no incluir algún indicio de dicho propósito. La Circular explica549 que alrededor de USD 60
millones se habían financiado como contribución social entre 2010 y junio de 2013; este monto se
encuentra muy por encima de lo que se habría esperado como contribución de los tres Proyectos.
757. Las Demandantes argumentan correctamente que la cuestión consiste en determinar si Ve-
nezuela podía reducir su responsabilidad por un acto ilícito sobre la base de otro acto ilícito550. Sin
embargo, al darle una respuesta negativa a esta pregunta, de ninguna manera se establece que el
WPT fuera un acto ilícito. El inversionista extranjero estableció una relación contractual que tenía
como fundamento mismo el posible aumento de impuestos derivado del incremento de los precios
del petróleo, combinado con el resarcimiento por compensación en el caso de acto discriminatorio.
Las Demandantes no pueden reclamar el beneficio del incremento de los precios del petróleo con
posterioridad a la expropiación al mismo tiempo que rechazan el aumento de impuestos por parte
del Estado, que puede poner en funcionamiento el mecanismo de compensación, acordado entre
todos los socios en particular para una situación de esa naturaleza. Las tasas aplicables en virtud
de las Leyes WPT estaban muy por debajo del nivel en el cual podrían haber privado a las
547
Cf. Ministro Ramírez citado en un informe de PDVSA del mes de abril de 2011, C-589; artículos de Reuters de la
misma época, C-588, C-590.
548
PDVSA, Estados Financieros Consolidados, 2013, 2012, 2011 (C-616, pág. 38/pdf). La contribución correspon-
diente a 2010 ascendía a USD 392 millones; PDVSA, Estados Financieros Consolidados, 2012, 2011, 2010 (C-562,
pág. 41). Los respectivos montos correspondientes a 2008 y 2009 fueron USD 14.733 y 1.865 millones; Informe Anual
de PDVSA 2009, pág. 794; este Informe contiene una lista de los proyectos respaldados por el FONDEN en 2009 (pág.
801). El Informe Anual de PDVSA correspondiente a 2015 (CLEX-090) contiene una lista de todas las contribuciones
anuales al FONDEN de 2006 a 2015; los números son USD 10.400 MM para 2014 y USD 976 MM para 2015 (página
92).
549
C-610, págs. 10, 30, 41, 90.
550
Cf. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 18, págs. 5009:11-5017:16 (Partasides).
261
Caso CIADI No. ARB/07/30
Demandantes de la ganancia resultante del incremento de los precios del petróleo. La situación
también era mucho menos drástica debido al hecho de que la reforma de 2013 redujera la carga
tributaria de las empresas petroleras551. Por último, puesto que el WPT era tratado como regalía y
no como impuesto sobre la renta, tuvo como efecto la reducción del último impuesto en un 50%;
por consiguiente, su impacto financiero se vio reducido a la mitad en términos nominales552. El
impacto del WPT también se vio atenuado por los efectos del Artículo 14 (no observado por las
Demandantes), lo que redujo el precio de referencia de la regalía a USD 70 y, posteriormente, a
USD 80.
759. Las Demandantes alegan correctamente que las exportaciones a los Estados con los que
Venezuela ha celebrado “Convenios Internacionales de cooperación o financiamiento” habrían
constituido una oportunidad de excluir las Leyes WPT. No obstante, el hecho es que no se había
suscrito ningún acuerdo que pudiera haber atraído exportaciones de petróleo producido por los
Proyectos a uno de los Estados exentos. Y tal como demuestran los ejemplos de Rusia (C-583) y
China (C-585, C-601, C-622), dichos convenios suponen un pago sustancial del Estado extranjero
(2.200 millones en el caso de Rusia y un bono de 900 millones en el caso de China), cuya contra-
partida era la exención del WPT. Las Demandantes no plantean más que una simple hipótesis
acerca de su participación en dicho convenio internacional, sin considerar la inversión adicional
que habría sido necesaria para obtener la ventaja accesoria de ser excluidas del alcance del WPT.
En un escenario contrafáctico, no hay incentivo alguno que hubiera hecho que dicho convenio de
excepción fuera atractivo para Venezuela, tornando la ecuación financiera establecida mediante los
Convenios de Asociación más favorable a los inversionistas extranjeros.
551
El efecto de esta disminución fue explicado en la Circular de Oferta de PDVSA de fecha 8 de noviembre de 2013
(C-610, págs. 4, 35); la disminución entre los primeros seis meses de los años 2012 y 2013 fue de USD 3.810 millones
(de 6.447 a 2.637).
552
Por lo tanto, no tiene sentido afirmar que Venezuela introdujo un impuesto selectivo que intentaba transferir los
miles de millones de valor de la inversión a sí misma, lo que torna insignificante el concepto de expropiación ilícita;
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 15, págs. 2695:4-11, 15-22 (Friedman).
553
Memorial, párrs. 253/254.
554
Cf. Decisión Interlocutoria, párrs. 94-131.
262
Caso CIADI No. ARB/07/30
760. La alegación de las Demandantes de que habrían obtenido exclusiones de la Ley WPT en
función de la tecnología EOR que pensaban implementar se basa en razones muy débiles a la luz
del futuro incierto de dicha tecnología en el marco de los Convenios de Asociación. Se necesitaría
más información y evidencia para demostrar que la inversión complementaria requerida para dicha
tecnología compensaría los pagos de impuestos necesarios en virtud del WPT. En todo caso, la
mayor parte de la producción en virtud de los Proyectos no se habría realizado a través de esa
moderna tecnología que es la única que se vería favorecida por una exención. Cabe recordar, en
efecto, que la exención efectivamente se aplicaba solo a proyectos específicos, que en uno de los
ejemplos mencionados por las Demandantes comprendía una inyección de vapor suministrada a un
conjunto de 5 pozos en el año 2012 y de 104 pozos en el año 2013 (C-615/618), mientras que, en
otro ejemplo vinculado a PetroPiar, se otorgó una exención en 2013 para un período comprendido
entre abril y diciembre de 2011 por el monto de aproximadamente USD 24 millones, lo que dejó
un monto restante en concepto de impuestos de USD 320 millones para el mismo período (R-519,
C-606). No podía esperarse exención alguna para la producción en frío y el mantenimiento, que
constituían las actividades principales de los Proyectos555.
761. Puede que haya sido posible reducir la exposición al WPT vendiendo más petróleo en el
mercado interno. Sin embargo, los Proyectos estaban manifiestamente orientados a las ventas de
petróleo en el exterior. Las Demandantes no realizan ningún intento de cuantificar los volúmenes
que habrían vendido a nivel local con el beneficio de ser exentas del WPT 556. El argumento de que
podrían haberse realizado pagos de regalías en especie también carece de sustento. En ese caso, el
Estado debería estar interesado; no se ha aportado prueba alguna en sustento de tal perspectiva557.
El ejemplo de PetroPiar que se supone que es un beneficio “aparente” de este tipo no está soportado
por las pruebas aportadas558.
555
PDVSA recibió exenciones por el monto de USD 1.583 millones (2013), 3.712 millones (2012) y 1.585 millones
(2011); PDVSA, Estados Financieros Consolidados, 2013, 2012, 2011 (C-616, pág. 38/pdf). En los años 2012 y 2013,
recibió un subsidio del Gobierno de USD 5.241 y 6.683 millones, respectivamente, que consta en las cuentas como
reembolso a través del FONDEN (ibídem).
556
Los peritos de las Demandantes aplican el impuesto de exportación en función de los ingresos por ventas totales,
sin descuento alguno por ventas en el mercado interno; cf. CLEX-086, Ingresos. Los peritos de la Demandada adoptan
la misma posición; cf. BF-406, FCL Contractual.
557
Las Demandantes no observan que un cambio semejante en la producción implicaría una disminución en el mejo-
ramiento y los costos para la instalación de la planta para tratar Mesa y Merey, y entregar crudo como pago de la
regalía. La cuestión había sido examinada durante la Reunión de la Junta Directiva de Hamaca de fecha 23 de febrero
de 2006, a propuesta de PDVSA, en la que ConocoPhillips no solo expresó preocupación por la posibilidad de causar
problemas en el yacimiento a más largo plazo y costos, sino que también advirtió que sería necesario procurar que los
beneficios a largo plazo no se sacrificaran por beneficios a corto plazo (C-342, págs. 3/4). También se mostró reticencia
durante la Reunión del Comité de Operaciones de Hamaca de fecha 8 de febrero de 2006 (Apéndice 50 de Figuera,
págs. 4/5).
558
Estados Financieros, CLEX-094, págs. 143, 186, 232/pdf.
263
Caso CIADI No. ARB/07/30
762. Las Demandantes se quejan de que Venezuela se negó a exhibir en la fase de producción
de documentos todos los documentos de respuesta vinculados a las exenciones del WPT y la forma
en que se han aplicado. El Tribunal acepta que tanto PDVSA como las empresas mixtas han podido
estar exentas en gran parte de la aplicación de las Leyes WPT. El Tribunal observa, sin embargo,
al momento de investigar los Estados Financieros de las empresas mixtas que han asumido el con-
trol de Petrozuata y Hamaca, que estos Proyectos le han pagado montos considerables al FONDEN,
entidad que recaudaba la contribución especial. El Tribunal también concluye que la evaluación de
las opciones principales de exención ha demostrado que los Proyectos, en un escenario contrafác-
tico, tenían pocas posibilidades, si no ninguna posibilidad, de gozar del beneficio considerable de
ser exentos del pago de la contribución especial. E incluso si hubiera existido alguna posibilidad
de exención, las Demandantes no proporcionan estimación ni evidencia alguna de los montos del
WPT que habrían podido ahorrar si hubieran continuado con los Proyectos. Asimismo, incluso si
fuese cierto que la Demandada no dio a conocer todos los documentos que se le solicitó presen-
tar559, las Demandantes no indicaron si esa documentación adicional habría demostrado que tenían
alguna otra oportunidad de obtener exenciones de la Ley WPT en el futuro y en qué medida560, o
las cantidades que, supuestamente, habrían ahorrado. A modo de ejemplo, la presentación de todos
los convenios de cooperación pertinentes con países extranjeros no ayuda a probar que las Deman-
dantes habrían gozado del beneficio de un acuerdo semejante en las condiciones imperantes sobre
la base de los Convenios de Asociación.
763. En vista de la anterior conclusión, el argumento de las Demandantes de que, al cumplir con
los requisitos, habrían tenido derecho a una exención del WPT de pleno derecho, no puede pros-
perar. Asimismo, el Artículo 12.1 de la Ley WPT sobre la exención para ingresos generados por la
ejecución de nuevos proyectos dispone expresamente que los parámetros principales serán estable-
cidos por el Ministerio y que la resolución surgirá de una declaración del Ministerio, lo que signi-
fica que esta autoridad gubernamental goza de cierta discrecionalidad para aceptar o denegar una
exención en un caso particular. En forma similar, las exportaciones en el marco de las políticas
económicas y de cooperación internacional se encuentran sujetas a exoneración parcial o total por
parte del Ejecutivo Nacional (Art. 13), lo que significa que el Gobierno actúa a su propia discre-
cionalidad. La única disposición más afirmativa es el Artículo 12.2, que prevé una exención en el
caso de exportación en ejecución de Convenios Internacionales de cooperación o financiamiento;
esto debe ser así por la simple razón de que la exención es parte de dicho acuerdo. Cuando consi-
deran este marco jurídico, aquellos que solicitan exenciones del WPT deben esperar recibir un trato
diferente, según si cumplen o no con los requisitos legales y administrativos. Contrariamente a la
posición de las Demandantes, ellas no tienen argumentos para afirmar que, desde el inicio, fueron
puestas en “circunstancias similares”, por oposición al “trato discriminatorio”.
559
Para una lista de los documentos exhibidos, cf. Escrito Post-Audiencia de la Demandada, 19 de mayo de 2017, párr.
203.
560
Cf. Escrito Post-Audiencia de las Demandantes, 19 de mayo de 2017, párr. 199.
264
Caso CIADI No. ARB/07/30
764. Puede ocurrir, por lo tanto, que el WPT ponga a las Demandantes en una posición menos
favorable que los términos de los Convenios de Asociación o viceversa. Contrariamente a la opi-
nión de las Demandantes, la ley puede establecer diferencias según los arreglos contractuales de
una entidad determinada, por ejemplo, en relación con su capacidad de introducir tecnología de
inyección de vapor. Los propios términos de las exenciones legales demuestran que la ley puede
aplicarse de manera diferente a distintos inversionistas, teniendo en cuenta si cumplen o no con el
conjunto de requisitos en su totalidad.
765. El Tribunal advierte que, si bien las Demandantes insisten en haber recibido un trato menos
favorable que otros inversionistas que habían aprovechado las exenciones disponibles, no invocan
las disposiciones muy específicas que contienen los Convenios de Asociación Petrozuata y Hamaca
en materia de actos discriminatorios. De hecho, si los requisitos aplicables se cumplen, estas dis-
posiciones pueden prever un trato jurídico diferente de la interpretación del WPT por parte de las
Demandantes y aplicable en un escenario contrafáctico561.
766. En conclusión, el Tribunal resuelve que el Impuesto a las Ganancias Inesperadas habría
sido aplicable a los Proyectos. No se ha demostrado argumento alguno en favor de una exención
ni se han aportado pruebas en sustento de ello. La posible relevancia de las disposiciones de com-
pensación de los Convenio de Asociación Petrozuata y Hamaca se evaluará más adelante. En este
punto, hay que determinar el impacto contable de la Ley WPT. Surge de la estructura jurídica
explicada supra. La Ley y sus modificaciones posteriores funcionan por capas que establecen um-
brales y márgenes que determinan el porcentaje aplicable del impuesto. La Ley establece una dis-
tinción entre precios extraordinarios y precios exorbitantes. El primer tipo de precios se determina
por referencia a la diferencia entre el Precio de Presupuesto de Venezuela y la cesta de hidrocar-
buros líquidos venezolanos. El segundo tipo de precios se define como porcentaje entre dos precios
que sirven de límite respecto de cada una de las varias categorías que ascienden del Precio de
Presupuesto a los distintos niveles de precios que se establecen en la Ley.
767. El Tribunal nota que los peritos de las Demandantes recibieron instrucciones de no evaluar
el Impuesto a las Ganancias Inesperadas. Deben haberlo hecho de todos modos, porque le infor-
maron al Tribunal que, ya sea que el WPT se aplique o no, la diferencia de tributación es del 21%,
lo que, en el caso de las Demandantes, constituiría una reducción en comparación con la posición
de la Demandada562. También incluyeron en su Valuación Plena del mes de diciembre de 2016 una
561
Cf. Escrito Post-Audiencia de la Demandada, 19 de mayo de 2017, párrs. 198-201, 210, 216, que resalta que las
disposiciones de compensación serían relevantes si el Impuesto a las Ganancias Inesperadas se considerara una Acto
Discriminatorio. Esto se ha negado porque los aumentos en las regalías supuestamente no son discriminatorios; TR-S,
Audiencia de marzo de 2017, Día 15, págs. 2800:7-2801:19 (Kahale). Sin embargo, la solución contraria también se
aceptó como posible; TR-S, ibídem, págs. 2838:20-2839:21 (Kahale).
562
Abdala/Spiller, Informe de Refutación, 21 de abril de 2016, párr. 55; Informe de Actualización Consolidado, 17 de
noviembre de 2016, nota al pie 12; TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 6, págs. 183:5-185:9 (Spiller); Escrito
Post-Audiencia de las Demandantes de 2017, párr. 189.
265
Caso CIADI No. ARB/07/30
sección sobre el impuesto a las ganancias inesperadas, que sigue en gran parte la presentación
preparada por los peritos de la Demandada563. El Tribunal advierte que, si bien las Demandantes
se oponen a la aplicación del WPT en el presente caso, no formularon objeciones en ese aspecto
tal como han alegado los peritos de la Demandada en sus informes y en sus cálculos al mes de
diciembre de 2016564. Esto reviste importancia principalmente para la fijación del Precio de Presu-
puesto de Venezuela y la cesta de hidrocarburos líquidos venezolanos565. El Tribunal también ob-
serva que las cifras que se mencionarán infra reflejan la producción y las ventas presentadas supra,
incluidos los precios consignados, todos los cuales son diferentes de aquellos que invocan las Par-
tes. En particular, el Tribunal no considerará una tasa plana para los precios relevantes en años
posteriores de los Proyectos.
768. No obstante, la fijación del Precio de Presupuesto requiere especial atención. Este precio
representa el umbral mínimo que genera la aplicación de la tasa impositiva tan pronto como y en
la medida en que el precio de la Cesta venezolana alcanza un monto superior. La Cesta venezolana
representa un precio promedio calculado en función de los precios reales del petróleo. En el pre-
sente caso, esta Cesta, en la mayoría de los años, se encuentra muy cerca de los precios reales a los
que se vendía el petróleo en los tres Proyectos566. El Precio de Presupuesto tiene otra función por-
que determina el nivel mínimo al que puede operar el WPT. Contiene un componente político
importante de la estructura del impuesto a las ganancias inesperadas.
769. A modo de ejemplo, cuando la Ley WPT entró en vigor en el año 2008, el Precio de Presu-
puesto se estableció en USD 70, en tanto que la Cesta venezolana promedio ascendía a USD 89,55.
El Artículo 1 de la Ley fijó una tasa impositiva del 50% que había de aplicarse a la diferencia entre
este Precio de Presupuesto y esta Cesta, esto es, USD 9,77. En otros años, la Ley de Presupuesto
estableció el Precio de Presupuesto en un nivel inferior, p. ej., USD 40, 50 o 60, como consecuencia
de lo cual la base de tributación de precios extraordinarios se amplió, cuando se considera una
hipótesis en la que la Cesta venezolana permanece constante. Por ende, la determinación del Precio
de Presupuesto constituye un elemento clave a efectos del cálculo del WPT aplicable a los precios
extraordinarios (el último se establece en USD 70 y, posteriormente, en USD 80).
563
CLEX-086, Impuesto a las Ganancias Inesperadas, que hace referencia a BF-333/335; Abdala/Spiller, Cálculo de
Daños, Presentación, 27 de marzo de 2017, diapositiva 27.
564
BF-406, Contribución Especial.
565
Con respecto a este precio de cesta, véase también Cálculos de Análisis y Proyecciones Ex Post de los peritos de la
Demandada al 31 de diciembre de 2016, BF-Apéndice 408.
566
Por esta razón y a efectos de mantener la coherencia con el cálculo del Tribunal de los precios futuros del petróleo,
el Tribunal procede a un ajuste del precio de la Cesta venezolana en la misma línea. En particular, el Tribunal no acepta
el método de los peritos de la Demandada basado en tasas planas con respecto a esta Cesta a partir del año 2021; cf.
BF-408.
266
Caso CIADI No. ARB/07/30
770. La información que obra en el expediente del Tribunal en cuanto al método para establecer
el Precio de Presupuesto correspondiente a cada año es escasa. El Tribunal puede considerar rea-
listas los Precios de Presupuesto que ofrecen los peritos de la Demandada para el período histórico
hasta fines del año 2016; los peritos de las Demandantes no formularon objeciones en ese aspecto
si bien deben haber tenido acceso a la información pertinente que es de dominio público. Para los
años 2017 a 2020, los peritos de la Demandada mantienen un Precio de Presupuesto de USD 40567.
Para los años posteriores a 2020, conservan la misma tasa que una tasa plana y se quedan con el
método que han adoptado con otros precios del petróleo. Dicha opción es especialmente inapro-
piada en lo que respecta al Precio de Presupuesto. Cuando se aplica una tasa plana a las tasas de
mercado en el futuro, puede argumentarse que la evolución de los precios de mercado es tan incierta
que lo más apropiado es establecer la tasa media en un nivel fijo. Con respecto al Precio de Presu-
puesto, la situación es diferente. Este precio ciertamente guarda relación con los precios de mer-
cado, pero es sobre todo una referencia política, puesto que fija el umbral mínimo a partir del cual
el WPT interviene sobre los precios extraordinarios. El hecho de que el Precio de Presupuesto se
establezca, por ejemplo, en USD 40 o 60 tiene el efecto de que la capa del WPT del 20% para los
precios extraordinarios se aplique al segmento de precios comprendido entre USD 40 y 70, o 60 y
70, lo que arroja una diferencia de USD 4 por cada dólar de ingresos.
771. Una mirada rápida a las originales explicaciones presupuestarias que se encuentran en el
expediente del Tribunal demuestra el componente político y económico del Precio de Presupuesto.
Cuando este precio se estableció en USD 60 en los años 2014 y 2015, se afirmó que, con ese precio,
se valoraban las expectativas e incertidumbres del mercado internacional de crudos, teniendo en
cuenta también la vulnerabilidad de los precios del petróleo568. Para estos dos años, el Precio de la
Cesta venezolana fue de USD 88,54 en 2014 y de USD 44,69 en 2015. Al advertir la disminución
de precios en el año 2015, el Gobierno debe haber sido sensible a la posible fijación de precios
elevados respecto del Precio de Presupuesto en 2015. Esto tuvo una consecuencia importante en el
año 2016, cuando el Precio de la Cesta bajó a USD 32,02: el Gobierno redujo el Precio de Presu-
puesto a USD 40, explicando esto como consecuencia del descenso de los precios del crudo en los
mercados internacionales569. Esta experiencia demuestra que un Precio de Presupuesto de USD 40
se vincula evidentemente a un período de precios de mercado bajos, en el que el Gobierno debe
tener la precaución de no incrementar los impuestos por encima de proporciones razonables. La
estabilidad del régimen tributario frente a la fijación de precios altamente volátiles también era una
cuestión a tener en cuenta. Por consiguiente, cuando el Precio de Presupuesto se estableció en USD
40 en 2011, fue con la intención de obtener máximas ganancias del aumento de precios 570, pero
567
Cf. BF-406, Contribución Especial, presentado junto con Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de
noviembre de 2016; BF-333, Tabla 5, presentado junto con Actualización de Valuación, 18 de marzo de 2016.
568
Cf. Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2014 (BF-049, página 23)
y 2015 (BF-384, página 21).
569
Cf. el informe televisivo de fecha 1 de diciembre de 2015, página 2 (BF-385).
570
Cf. Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2011 (BF-045, página 23).
267
Caso CIADI No. ARB/07/30
este enfoque fue luego corregido en 2012 cuando se advirtió que debía preferirse un enfoque más
prudente, lo que derivó en un nivel de precios de USD 50571, que se incrementó a USD 55 en el
año 2013572, antes de subir nuevamente en 2014 a USD 60. Por lo tanto, cuando en los años poste-
riores a 2016, los precios suben o puede esperarse que suban nuevamente, no resulta convincente
considerar un Precio de Presupuesto bajo de USD 40 para todos los años futuros como tasa plana.
Los peritos de la Demandada no tienen explicación alguna para suponer que dicha tasa plana sería
aplicable hasta el fin del plazo de duración de los Proyectos. Su postura es insostenible cuando se
la contrasta con el Precio de Presupuesto que los mismos peritos habían adoptado dos años antes:
en efecto, en sus cálculos adjuntos a su Segundo Informe de fecha 7 de enero de 2015 573 y a su
Informe de Experto de fecha 18 de agosto de 2014574, el Precio de Presupuesto se estableció en un
nivel plano de USD 60 desde 2014 y hasta el fin de los Proyectos. Por ende, los propios supuestos
de estos peritos sustentan la opinión de que el Precio de Presupuesto de USD 40 fue excepcional
para el año de precios bajos 2016, mientras que los precios experimentados en 2014 y 2015 (entre
USD 45 y 90) pueden aumentar el Precio de Presupuesto al nivel de alrededor de USD 60, a fin de
no cobrar en exceso el beneficio financiero de la producción de petróleo en Venezuela. El Tribunal
concluye que el supuesto más razonable de los Precios de Presupuesto considerados desde el año
2017 asciende a USD 60, que coincide tanto con el precio real en 2014 y 2015 como con el monto
que han previsto los peritos de la Demandada antes de que los precios del petróleo se desplomaran
en el año 2016. El Tribunal también advierte que todos los conocimientos y la experiencia perti-
nentes relacionados con el cálculo del Precio de Presupuesto en los años posteriores a 2016, in-
cluido su componente político, se encuentran en manos del Gobierno de Venezuela que comparece
como Demandada en el presente caso. Por ende, la Demandada tiene pleno conocimiento de la
importancia de la determinación adecuada del Precio de Presupuesto y tuvo la oportunidad de ofre-
cer pruebas al Tribunal más allá de las especulaciones de sus peritos.
772. Resta otro punto. Los peritos de la Demandada reconocieron que el WPT sustituye sus tasas
por las tasas en concepto de regalía e impuesto de extracción por encima de un umbral de USD 70
y USD 80, respectivamente575. Aplicaron estos montos como límite máximo, en el caso de que el
571
Cf. Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2012 (BF-046, página 23).
572
Cf. Exposición de Motivos del Proyecto de Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2013 (BF-048, página 23).
573
Apéndice BF-210, Tabla 5, presentado junto con Brailovsky/Flores, Segundo Informe de Experto sobre Valuación,
7 de enero de 2015.
574
Apéndice BF-004, Tabla 5, adjunto al Informe de Experto sobre Valuación, 18 de agosto de 2014. Este informe
menciona, en la nota al pie 328, que se había realizado esta elección, sin explicaciones adicionales.
575
La presentación de los peritos de la Demandada no está exenta de confusión. En su cálculo de compensación actua-
lizado presentado con su Segundo Informe de fecha 7 de enero de 2015, se tiene en cuenta el precio de referencia de
regalía de USD 70 y, posteriormente, USD 80 (BF-210, Tabla 4; véase también BF-005, Tabla 4). No obstante, el
propio informe subraya que las regalías no están sujetas al límite máximo de los precios establecidos por la legislación
en materia de ganancias inesperadas (cf. Segundo Informe de Experto sobre Valuación, 7 de enero de 2015, nota al pie
315). En el cálculo adjunto al Escrito Consolidado del mes de noviembre de 2016, los límites de USD 70 y USD 80 se
mencionan como “Ajuste de Precios de Referencia de B&F (Cap)”; cf. BF-406, Ingresos. Los cálculos incluidos en el
268
Caso CIADI No. ARB/07/30
precio de referencia de regalía real basado en la fórmula de precios del Ministerio fuera más ele-
vado. De hecho, esto sucedió en el período de precios altos comprendido entre los años 2011 y
2014 exclusivamente, en tanto que, en los demás años, los precios permanecieron por debajo de
este umbral. Dicho cálculo evita la doble tributación: la tasa de regalía del 33,33% se aplica sobre
la base de la producción total de EHCO, mientras que el WPT se aplica por referencia al volumen
total de petróleo mejorado vendido. El Artículo 14 de la Ley WPT exige la separación de los dos
regímenes en la línea fijada por el umbral mencionado supra. Por debajo de los precios de USD 70
(o USD 80 a partir de 2013), se aplica la regalía y el impuesto de extracción del 33,33%; por encima
de ese límite, esta tasa es inaplicable y es reemplazada por las tasas determinadas por la Ley WPT.
Este precio representa el umbral más bajo de lo que la Ley WPT califica como “precios exorbitan-
tes”. Los precios por debajo de ese nivel, pero aún por encima del precio de la Ley de Presupuesto
fijado para cada ejercicio fiscal, se denominan “precios extraordinarios” y se les aplica una tasa
impositiva del 20% (Art. 7), junto con la regalía y el impuesto de extracción. Por encima de ese
límite, cada uno de los dos regímenes fiscales opera por separado. Por lo tanto, el Tribunal consi-
derará el precio de referencia correspondiente a la Regalía en la etapa apropiada que surja del Ar-
tículo 14 de la Ley WPT.
773. Los términos calculados de la aplicación del WPT en cada uno de los Proyectos son los
siguientes:
Apéndice 408 no hacen referencia al precio de Regalía resultante del Artículo 14 de la Ley WPT. Los peritos nunca
mencionan esta disposición.
269
Caso CIADI No. ARB/07/30
WPT – Petrozuata
576
Según la primera versión de la Ley WPT, la referencia era USD 70, y no el Precio de Presupuesto. La comparación
debía realizarse con el precio del crudo Brent, y no con la Cesta venezolana. El Tribunal hace referencia a los precios
reales del petróleo vendido.
577
Las tasas aplicables son aquellas pertinentes respecto de cada capa determinada por el Decreto y aplicables a cual-
quier período de tiempo fijado por la legislación. Los precios aplicables respecto de cada capa no se reiteran aquí.
578
La tasa correspondiente a 2008 se ha ajustado de 8,69 a 6,15 porque el Decreto No. 8.807 entró en vigor, a más
tardar, recién el 15 de abril de 2008.
579
En el año 2011, la tasa fue de 15,21 hasta el mes de abril cuando el Decreto No. 8.163 entró en vigor, con lo cual
la tasa subió a 31,40, lo que derivó en una tasa combinada correspondiente al año de 26,68.
580
En el año 2013, la tasa fue de 29,15 hasta el 20 de febrero de 2013 cuando el Decreto No. 40,114 entró en vigor y
redujo la tasa general a 22,00, lo que derivó en una tasa combinada por año de 23,10.
270
Caso CIADI No. ARB/07/30
WPT – Hamaca
581
Para el cálculo de la tasa del WPT, las observaciones realizadas en relación con Petrozuata son igualmente aplicables
a Hamaca. Para los precios sustituidos por el Precio de Presupuesto en los años 2008 a 2010, se aplican los precios de
venta de Hamaca.
271
Caso CIADI No. ARB/07/30
WPT – Corocoro
774. El Tribunal procederá a determinar los Ingresos Netos que derivan, año tras año, de los
Ingresos Brutos (ingresos menos costos), menos Regalías y todas las demás deducciones de estos
Ingresos, cuya suma será la base del cálculo del pago del Impuesto sobre la Renta.
775. El primer paso consiste en computar la regalía y el impuesto de extracción, junto con las
contribuciones asociadas. Tal como ya se ha mencionado en las observaciones generales supra
(parte A), la regalía y el impuesto de extracción del 33,33% se toman de una base conformada por
tres componentes: (a) el volumen de producción; (b) el precio de referencia; y (c) la tasa aplicable.
El precio de referencia es adoptado por el Ministerio (MENPET) o es reflejado por el precio tope
máximo determinado por el Artículo 14 de la Ley WPT (USD 70 entre el 18 de abril de 2011 y el
20 de febrero de 2013, USD 80 a partir del 21 de febrero de 2013). Cuando el precio de referencia
se encuentra por debajo del umbral del WPT y no hay fijación de precios del Ministerio u otras
pruebas disponibles, el Tribunal determina dicho precio ejerciendo su discrecionalidad al momento
582
Para el cálculo de la tasa del WPT, las observaciones realizadas en relación con Petrozuata son igualmente aplicables
a Corocoro. Para los precios sustituidos por el Precio de Presupuesto en los años 2008 a 2010, se aplican los precios
de venta de Corocoro.
272
Caso CIADI No. ARB/07/30
de considerar las alegaciones de las Partes583. En particular, no sigue la tasa plana de los peritos de
la Demandada con posterioridad al año 2020 y adopta un leve incremento anual de USD 1, inferior
al relativo a los precios de mercado del petróleo. La base de este cálculo son los volúmenes de
EHCO extraído del campo y utilizado para mejorar el crudo sintético pesado584. Para Corocoro, se
aplican los volúmenes de petróleo extraídos de los campos bajo el nivel del mar.
776. Los ingresos por ventas constituyen la base para contabilizar diversas contribuciones: Con-
tribución Ciencia y Tecnología del 2%, reducida al 1% en vigor a partir de 2012; Contribución
Antidrogas del 1%; Contribución Social del 1%; y el Impuesto Ley Aporte del Deporte del 1%
contabilizado a partir de 2012. El total asciende al 4% para cada año. El Tribunal agrega a estos
gastos el impuesto de exportación del 0,1% (excepto respecto de los años 2011 a 2014 cuando el
Artículo 14 de la Ley WPT era aplicable).
777. El segundo y último paso antes de alcanzar los ingresos netos consiste en deducir el Im-
puesto sobre la Renta del 50%.
583
Los peritos de las Demandantes y la Demandada emplean el mismo precio de referencia para Corocoro respecto de
los años 2008 a 2010. En cuanto a Petrozuata y Hamaca, en las que debe agregarse el año 2007, las diferencias son
muy pequeñas. Como ha seguido la información de la Demandada sobre las ventas reales correspondientes a estos
años, también tomará el precio de referencia de regalía que consignan los peritos de esta Parte. Cf. BF-406, Ingresos,
BF-408; CLEX-086, Ingresos.
584
Por este motivo y en vista de la limitada información proporcionada por las Demandantes, las cantidades secunda-
rias de EHCO – pequeñas de todos modos en su volumen – no se incluyen en este conteo.
273
Caso CIADI No. ARB/07/30
585
Determinado en función de los Ingresos Brutos (cf. Sección VIII/3a), menos los impuestos consignados en esta
tabla.
274
Caso CIADI No. ARB/07/30
275
Caso CIADI No. ARB/07/30
X. Dividendos y Compensación
A. Dividendos Perdidos
778. Respecto de cada Proyecto, se previó que las ganancias netas se distribuyeran entre los
participantes de los Convenios de Asociación mediante dividendos en proporción a su participación
en calidad de filiales y accionistas en el Proyecto, respectivamente. El pago de dividendos se basaba
en el respectivo “Documento Constitutivo - Estatutos” de las uniones transitorias de empresas de
los Proyectos adjuntos como Anexo C a cada uno de los Convenios de Asociación. En función de
esto, las Demandantes alegan que, desde el mes de junio de 2007 en adelante, habrían percibido
dividendos representativos de su parte de las ganancias de conformidad con su derecho de partici-
pación. Los peritos valuadores de las Partes dirigen su cálculo del monto neto final (sin intereses y
descuentos) a la respectiva participación societaria de ConocoPhillips en cada uno de los Proyec-
tos586. Cabe destacar que los dividendos no fueron pagados por la unión transitoria de empresas a
Abdala/Spiller, Anexo CLEX-086 (FCL: “Dividendos Perdidos”); Brailovsky/Flores, Anexo 406 (FCL Contractual:
586
“Dividendos Perdidos”).
276
Caso CIADI No. ARB/07/30
los participantes de los Proyectos. De hecho, el dinero recibido de las ventas se mantuvo en el
exterior, y parte de él se envió a los Proyectos en Venezuela a fin de contribuir a los costos587.
779. Sobre la base del análisis del Tribunal, los dividendos correspondientes son los siguientes:
Dividendos de ConocoPhillips
Ingresos Netos CPZ - 50,1% Ingresos Netos CPH - 40% Ingresos Netos CPG -
32,2075%
2007 ½ 236.475.364 118.474.157 588.952.233 235.580.893 -- --
2008 669.918.645 335.629.241 888.582.201 355.432.880 56.488.492 18.193.531
2009 377.842.434 189.299.059 347.460.700 138.984.280 99.213.685 31.954.307
2010 595.168.946 298.179.642 984.423.869 393.769.548 139.756.273 45.012.002
2011 438.573,150 219.725.148 710.882.073 284.352.829 185.804.318 59.842.926
2012 467.422.890 234.178.868 583.092.654 233.237.062 172.571.972 55.581.118
2013 557.994.399 279.555.194 919.847.736 367.939.094 217.674.381 70.107.476
2014 503.640.260 252.323.770 738.156.776 295.262.710 189.784.770 61.124.930
2015 - 61.683.780 - 30.903.574 - 256.521.188 - 102.608.475 - 27.084.718 - 8.723.311
2016 178.842.798 89.600.242 206.064.357 82.425.743 65.806.519 21.194.635
2017 274.591.139 137.570.161 350.398.378 140.159.351 86.675.594 27.916.042
2018 352.329.380 176.517.019 531.470.334 212.588.134 97.313.607 31.342.280
2019 352.258.654 176.481.586 575.054.576 230.021.830 86.364.361 27.815.802
2020 413.721.183 207.274.313 621.807.552 248.723.021 85.354.526 27.490.559
2021 414.453.010 207.640.958 671.930.010 268.772.004 79.079.436 25.469.509
2022 454.103.046 227.505.626 655.398.688 262.159.475 72.693.117 23.412.655
2023 517.383.083 259.208.925 657.286.366 262.914.546 65.518.663 21.101.923
2024 372.523.325 186.634.186 733.174.044 293.269.618 56.932.444 18.336.517
2025 309.898.677 155.259.237 706.463.722 282.585.489 53.558.590 17.249.883
2026 267.343.567 133.939.127 714.927.900 285.971.160 50.453.919 16.249.946
2027 657.735.578 263.094.231
2028 694.689.256 277.875.702
2029 749.964.434 299.985.774
2030 824.317.112 329.726.845
2031 849.518.789 339.807.516
2032 849.072.827 339.629.131
2033 909.035.645 363.614.258
2034 902.194.066 360.877.626
2035 875.008.621 350.003.448
2036 844.496.116 337.798.446
Total 7.712.800.170 3.854.092.885 20.084.885.425 8.033.954.168 1.833.960.009 590.672.730
1 2 3 4 5 6 7
587
TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13, págs. 2319:20-2320:22 (Spiller).
277
Caso CIADI No. ARB/07/30
780. Los pagos de compensación en el caso de Actos Discriminatorios sobre la base de los Con-
venios de Asociación Petrozuata y Hamaca se relacionan con el pago de dividendos. Por ende,
corresponde abordar esta cuestión siguiendo el cálculo de los dividendos que las Demandantes
habrían percibido si la expropiación no hubiera tenido lugar.
781. En función de las explicaciones que se ofrecen en la Sección V/B supra, el Tribunal, ha-
ciendo referencia en primer lugar a la disposición de compensación contenida en el Convenio de
Asociación Petrozuata (Sección 9.07), recuerda que el funcionamiento del mecanismo allí previsto
requiere un Acto Discriminatorio tal como se define en la Sección 1.01 del Convenio. Dicho acto
debe ser consecutivo a una “Decisión para el Desarrollo” que dé por resultado un “tratamiento
discriminatorio injusto para la Compañía o cualquiera de sus Accionistas”. Asimismo, dicho acto
tiene como elemento característico de discriminación el hecho de que “no sea [ ] aplicable [ ] a
todas las empresas en Venezuela”. Para poner en funcionamiento el mecanismo de la disposición
de compensación, el acto discriminatorio debe ocasionar “perjuicios económicos significativos” a
los accionistas distintos de los Accionistas Privilegiados Clase A que son aquellos vinculados a
PDVSA o que son parte de ella; se requiere una pérdida mínima de USD 6,5 millones.
782. Esta definición tiene un agregado que reviste importancia en este caso. En efecto, el trato
definido supra no será discriminatorio si “se aplica por igual a las empresas dentro de la industria
petrolera en Venezuela”. Esto es aplicable, prima facie, a la Legislación sobre el Impuesto a las
Ganancias Inesperadas que se aplica a todas las empresas dedicadas al negocio petrolero en Vene-
zuela. La disposición tiene una excepción que se relaciona exclusivamente con el impuesto sobre
la renta; en el marco de dicha cuestión, incluso si es generalmente aplicable dentro de la industria
petrolera, el trato es discriminatorio si no es también generalmente aplicable a la mayoría de las
empresas en Venezuela. Esta excepción no se aplica al WPT que no está diseñado como impuesto
sobre la renta y opera como regalía.
783. Por lo tanto, la cuestión que ha de resolverse consiste en determinar si el WPT se aplica
“por igual” o no a las empresas dentro de la industria petrolera en Venezuela588. La disposición que
emplea este término no lo define. Tal definición no puede deducirse de otra ley, tal como la Ley
WPT, que es un instrumento jurídico separado del Convenio de Asociación. El hecho de que la
Ley WPT contenga excepciones a sus disposiciones de tributación, todas las cuales obedecen a los
588
El Tribunal destaca que hay otra excepción en el caso de que un trato aplicable por igual dentro de la industria
petrolera tenga el efecto de ocasionar perjuicios económicos a los accionistas de la Compañía que no sufrieron efecti-
vamente las empresas estatales dentro de la industria petrolera (Sec. 1.01/a/3). En el presente caso, no se demuestra
una situación semejante, aunque las Demandantes señalan una gran cantidad de excepciones obtenidas por PDVSA o
sus filiales. El considerable monto de pagos en concepto de contribución especial que consta en los Estados Financieros
de los Proyectos no sustenta dicha alegación.
278
Caso CIADI No. ARB/07/30
mismos requisitos legales, significa que se les concede trato igual a aquellos que cobran ganancias
extraordinarias y posiblemente solicitan una exención. No obstante, la Ley WPT prevé trato de-
sigual entre los operadores de la industria petrolera, ya que, para algunas compañías, hay exencio-
nes, mientras que, para otras, no. Esto también significa que, para los beneficiarios, una exención
implica una liberación de impuestos, en tanto que, para los demás, el impuesto se aplica con toda
su fuerza. Desde el punto de vista de las normas del Convenio de Asociación, la Ley WPT prevé
trato desigual entre los participantes en la industria petrolera y los posibles contribuyentes regidos
por la Ley WPT. El Convenio de Asociación, cuanto utiliza la expresión “se aplica por igual”, no
establece distinción alguna según si dicha circunstancia es legal o ilegal. El simple hecho del trato
desigual, incluido el trato desigual basado en la ley, basta para convertir la situación en un acto
discriminatorio en virtud del Convenio. En el presente caso, hay muchas pruebas de que las De-
mandantes y la Compañía ConocoPhillips que participaba en Petrozuata en particular no obtuvie-
ron ninguna de las diversas exenciones otorgadas por la Ley WPT. El trato desigual se establece
en comparación con todos aquellos que gozaban de una o más de esas exenciones.
784. Los Perjuicios Económicos Significativos se establecen en cada ejercicio (fiscal). Tal como
se explicó en la Sección V/B supra, la compensación se determina por referencia al precio del
Crudo Brent ajustado en forma anual al año 1994 conforme al índice de inflación de los EE. UU.
En el presente caso, debe considerarse solo una hipótesis, a saber, el supuesto de que el precio del
Brent alcanzó niveles superiores a USD 25 (incrementado a partir del año 1994). En vista de estos
requisitos, el precio del Brent que ha de considerarse año tras año oscilaba entre USD 25 y 50589.
En dichas situaciones, se otorga compensación si el perjuicio económico sufrido supera los USD
75 millones (en dólares estadounidenses de 1994 incrementados conforme al índice de inflación de
los EE. UU.). Por ende, el monto que ha de compensarse es el que sea mayor entre el 25% del
perjuicio económico real o el monto resultante de una “escala móvil” establecida en el 100% para
un perjuicio de USD 18 y luego descendente en un 14,29% por dólar (Sec. 9.07/c). De hecho, a la
luz de los precios reales del petróleo experimentados desde 2007, la compensación que debe con-
siderarse corresponde al 25% del perjuicio económico real resultante de la aplicación del WPT en
los años en que el impuesto estuvo por encima del monto de USD 75 millones (incrementado a
partir de 1994 conforme al índice de inflación de los EE. UU.590). Además, hay que tener en cuenta
la reducción del nivel máximo correspondiente a la regalía y al impuesto de extracción en función
del Artículo 14 de la Ley WPT. El impacto del WPT era menos considerable cuando el impuesto
se aplicaba a precios exorbitantes (por encima de USD 70 y, posteriormente, de USD 80), y el nivel
superior de regalía se fijaba en estos montos. Esto se relaciona con los años 2011 a 2013 cuando el
precio de referencia de regalía oficial era de USD 89,91 (2011), 92,98 (2012) y 87,85 (2013),
589
Leitzinger/Finizza, Informe de Expertos de fecha 24 de julio de 2009, Apéndice 6.
590
Sobre la base de la información proporcionada por los peritos de la Demandada Leitzinger y Finizza, los montos
respectivos registraron un movimiento ascendente de USD 75 millones a USD 135 millones en 2023 (Informe de
Expertos de fecha 24 de julio de 2009, Apéndice 6). Por consiguiente, el umbral se alcanzó en los años 2008 y 2010 a
2014, pero ya no más a partir del año 2015.
279
Caso CIADI No. ARB/07/30
mientras que el precio real basado en el Artículo 14 de la Ley WPT era de USD 75,89 (2011), 70
(2012) y 78,60 (2013)591.
591
Cf. B/F Apéndice 408. En 2014, ambos precios se encontraban en el mismo nivel de USD 78,40.
280
Caso CIADI No. ARB/07/30
2007 ½ -- --
2008 219.560.559 0
2009 48.038.760
2010 68,780 0
2011 965.816.000 - 195.256.640 0
2012 1.165.640.000 - 320.042.624 45.014.391
2013 836.220.000 - 128.824.817 0
2014 390.960.000 74.484.514
2015 0 101.203.324
2016 0 0
2017 0 0
2018 0 0
2019 0 0
2020 0 0
2021 54.300 0
2022 141.180 0
2023 228.060 0
2024 231.420 0
2025 245.310 0
2026 256.500 0
Total 3.579.422.109 - 644.124.081 286.740.989
1 2 3 4
786. El sistema de compensación Hamaca no solo era más complicado, sino que también ofrecía
menos protección con respecto a la Ley WPT actual. El punto clave aquí es que la obligación de
Corpoven Sub de compensar a la parte damnificada por cualquier efecto adverso sustancial (equi-
valente a una reducción de más del 5% de su flujo de caja) de un Acto Discriminatorio sufrido en
un ejercicio fiscal ya no se encuentra en vigencia cuando el precio del Crudo Brent es igual o mayor
a USD 27,00 (no incrementado) desde el final del período inicial en el mes de diciembre de 2007
(Sec. 14.2/b, d y g). En el período relevante a partir de 2008 cuando entró en vigor la Ley WPT, el
precio del Crudo Brent estuvo siempre por encima de este umbral. Por consiguiente, no hay duda
de que no surge compensación alguna del Convenio de Asociación Hamaca con respecto al im-
puesto a las ganancias inesperadas592.
592
Cf. TR-S, Audiencia de febrero de 2017, Día 6, págs. 22:22-23:6, 23:15-18 (King), pág. 183:14-16 (Friedman),
págs. 120:2-16, 200:14-18 (Abdala); Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1668:3-10 (Spiller); Escrito Post-
Audiencia de las Demandantes de 2017, nota al pie 342. Memorial de Contestación de Venezuela, párrs. 69-74; Brai-
lovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, nota al pie 725; TR-S,
281
Caso CIADI No. ARB/07/30
XI. Intereses
787. Los intereses constituyen un elemento de la reparación con base en importes pecuniarios.
Sirven para establecer el valor de la reparación, determinado a una fecha concreta, y a medida que
transcurre el tiempo respecto de esa fecha. Con respecto al período histórico desde la fecha de la
expropiación en el mes de junio de 2007 y hasta fines del año 2018, los intereses pueden determi-
narse con base en términos reales puesto que el Tribunal estableció los ingresos netos que perdieron
las Demandantes. A partir de la fecha del presente Laudo, los intereses se basan en la estimación
de la evolución futura del valor de los importes adjudicados, hasta la realización efectiva del pago.
788. Las Demandantes alegan que la compensación por la demora en el pago constituye una
parte esencial de la reparación íntegra en virtud del derecho internacional. En la medida en que se
demore el pago, la demandante pierde la oportunidad de utilizar los fondos para fines productivos.
Las Demandantes tienen derecho a percibir dos categorías de reparación en virtud de la demora en
el pago en el presente caso. A saber: (a) compensación por la pérdida del uso de los flujos de caja
históricos que habrían percibido desde la fecha de la expropiación hasta la fecha del Laudo defini-
tivo del Tribunal; y (b) intereses posteriores al laudo sobre el importe total de los daños adjudica-
dos, que se devengan hasta la fecha de pago total y definitivo. La medida correcta de la compensa-
ción en ambos casos es la misma: el costo de oportunidad de las Demandantes, tal como se refleja
en el costo de capital de los Proyectos expropiados.
789. Las Demandantes alegan, invocando el caso Chorzów Factory593, que la tasa a la cual los
flujos de caja perdidos deberían actualizarse al valor actual o incrementarse por medio de intereses
debe garantizar que se las restablezca a la misma posición de la que habrían gozado si la expropia-
ción no hubiera ocurrido. En ambos escenarios, la pérdida de una demandante constituye el costo
de oportunidad de haber sido privada de los fondos en cuestión. Las Demandantes se vieron priva-
das de los dividendos periódicos generados por los Proyectos y, en su lugar, fueron obligadas, de
facto, a reinvertir dichos fondos en los Proyectos. Por lo tanto, la tasa mínima es el costo de capital
de los Proyectos. Una demandante puede legítimamente seleccionar el interés al costo de oportu-
nidad del capital. Ello es particularmente cierto para aquel negocio que opera como una empresa
en marcha. La expropiación implicó que los dividendos periódicos que los Proyectos habrían ge-
nerado y que se habrían distribuido a las Demandantes desde la fecha de la expropiación en adelante
no fueron, de hecho, distribuidos. En su lugar, dichos dividendos fueron efectivamente retenidos –
Audiencia de febrero de 2017, Día 6, págs. 279:6-280:17 (Brailovsky); Leitzinger/Finizza, Informe de Expertos de
fecha 24 de julio de 2009, párrs. 59-62.
593
Corte Permanente de Justicia Internacional, The Factory At Chorzów (Claim for Indemnity) (The Merits), Alemania
c. Polonia, Fallo No. 13, 13 de septiembre de 1928, 1928, Series P.C.I.J. A) No. 17 (CL-84).
282
Caso CIADI No. ARB/07/30
790. Las Demandantes explican que este enfoque fue respaldado por el tribunal en Vivendi c.
Argentina594. El tribunal, a la larga, ordenó intereses anteriores al laudo principalmente basados en
el costo de capital de la demandante, indicando que la tasa apropiada debería reflejar de forma
razonable el retorno que, de lo contrario, la demandante podría haber percibido. De forma similar,
el tribunal en France Telecom c. Líbano ordenó intereses anteriores al laudo del 10%, indicando
que esta tasa reflejaba la rentabilidad razonable del capital del cual la demandante había sido pri-
vada595.
791. En Alpha Projektholding c. Ucrania, el tribunal actualizó los importes adeudados con base
en la “tasa libre de riesgo más la prima de riesgo del mercado” para un interés total del 9,11%,
razonando que “esta tasa refleja mejor el costo de oportunidad asociado con las pérdidas de las
Demandantes, ajustada por los riesgos de invertir en Ucrania”596 [Traducción del Tribunal]. Así, el
tribunal reconoció que la tasa libre de riesgo, por sí sola, no compensaría debidamente a la deman-
dante. El tribunal en ConocoPhillips c. PDVSA adjudicó intereses compuestos anteriores y poste-
riores al laudo a la tasa correspondiente al costo de capital de los Proyectos existente en ese enton-
ces, que fue determinado utilizando el método de Modelo de Valoración Intertemporal de Activos
Financieros (ICAPM, por sus siglas en inglés) (10,55%)597.
594
Compañía de Aguas del Aconquija S.A. & Vivendi Universal S.A. c. La República Argentina, Caso CIADI No.
ARB/97/3, Laudo de fecha 20 de agosto de 2007 (CL-42).
595
France Telecom Mobile International, S.A. c. República Libanesa, CNUDMI, Laudo de fecha 31 de enero de 2005
(CL-307).
596
Alpha Projektholding GmbH c. Ucrania, Caso CIADI No. ARB/07/16, Laudo de fecha 8 de noviembre de 2010,
párr. 514 (CL-253).
597
Phillips B.V. c. Petroleum Company Venezuela Limited & ConocoPhillips Petrozuata Petróleos de Venezuela, S.A.,
(CCI 16849/JRF), Laudo de fecha 17 de septiembre de 2012 (CL-255).
598
SAUR International S.A. c. República Argentina, Caso CIADI No. ARB/04/4, Laudo de fecha 22 de mayo de 2014
(CL-341).
283
Caso CIADI No. ARB/07/30
793. En virtud de todos estos motivos, los flujos de caja históricos perdidos de las Demandantes
deberían actualizarse al valor actual mediante la aplicación del costo de capital de los Proyectos
como factor de actualización. Los peritos de las Demandantes calcularon el costo de capital histó-
rico de los Proyectos en 13,0%. Aplicaron este factor de actualización para sus valuaciones del año
2016 (y 2007)599.
794. La Demandada se opone a este enfoque y alega que no se puede saber lo que las Deman-
dantes voluntariamente habrían decidido hacer con los dividendos obtenidos de los Proyectos en
un escenario contrafáctico. Sus peritos van tan lejos como para sostener que el factor de actualiza-
ción debería ser la tasa libre de riesgo. De hecho, las Demandantes permanecieron como inversio-
nistas en los Proyectos y expuestas, por lo tanto, a sus riesgos. Los dividendos que se habrían
devengado para las Demandantes fueron reinvertidos obligatoriamente- en los Proyectos.
795. La Demandada exige la aplicación por parte del Tribunal de un factor de actualización ex-
tremadamente bajo de 1,30%. Presupone, esencialmente, que las Demandantes habrían depositado
su dinero en cuentas de ahorro. Asimismo, dicho factor de actualización, tal como propusieron los
peritos de la Demandada, resulta injustificable a la luz de la tasa de descuento de 27,7% y 19,8%
que plantearon para las valuaciones de los años 2016 y 2007. Según los peritos, el riesgo asociado
con los flujos de caja generados por los Proyectos es de 1,30% para los flujos de caja históricos,
pero del 27,7% (o 19,8%) para los flujos de caja futuros600. La asimetría de las tasas de descuento
e interés propuestas por los peritos resulta en la reducción artificial de la recuperación de las De-
mandantes tanto para los flujos de caja históricos como futuros. Este resultado es incompatible con
el principio de reparación íntegra.
796. Además, las Demandantes señalan que el hecho de no percibir una compensación adecuada
respecto de su costo de oportunidad no solo socavaría el principio de reparación íntegra, sino que
también derivaría en el enriquecimiento ilícito de la Demandada. Venezuela, al no haber abonado
a las Demandantes una compensación por la expropiación, obtuvo un libre acceso a los fondos de
los cuales se apropió de forma ilícita. Tendría la capacidad de obtener ganancias por un dinero
prestado sin abonar una compensación a las Demandantes. El costo razonable en el que Venezuela
habría incurrido al pedir prestado el importe en cuestión constituye la tasa a la cual los inversionis-
tas le prestan a Venezuela, es decir, los rendimientos sobre su deuda soberana. En la actualidad,
dicha tasa es de 24%, aproximadamente. La tasa promedio desde la fecha de la expropiación fue
de alrededor de 15%. Esto es superior a lo que pretenden las Demandantes.
797. Respecto de los intereses posteriores al laudo, las Demandantes alegan que las considera-
ciones son las mismas. El costo de oportunidad de las Demandantes es el mismo: el costo de capital
599
Informe de Actualización Consolidado de Abdala/Spiller, 17 de noviembre de 2016, párr. 103, tabla 5.
600
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 662, tabla 43.
284
Caso CIADI No. ARB/07/30
de los Proyectos. La única diferencia radica en que debería utilizarse el costo actual del monto del
capital, el cual asciende a 15,2%.
798. Además, las Demandantes alegan que tanto el factor de actualización como los intereses
posteriores al laudo deberían otorgarse de forma compuesta. La Demandada afirma que el derecho
de Venezuela y las autoridades internacionales exigen intereses simples. Ello es incorrecto en am-
bas situaciones. Los principios del derecho de Venezuela no juegan ningún rol en el análisis con-
forme al derecho internacional consuetudinario. La tendencia que prevalece entre los tribunales de
arbitraje entre inversores y Estados es otorgar intereses compuestos anteriores al laudo, como ele-
mento de la reparación íntegra por las violaciones al derecho internacional. El tribunal en Occiden-
tal concluyó que la práctica reciente en favor de los intereses compuestos concuerda con el princi-
pio establecido en Chorzów601. Esta es la norma en los casos de expropiación recientes sometidos
al CIADI. En consecuencia, los flujos de caja históricos deberían actualizarse al valor actual a la
tasa de 13,0%, y los intereses posteriores al laudo deberían devengarse a la tasa de 15,2%. Ambos
deberían estar sujetos a intereses compuestos razonables, y de forma anual, ya que el costo de
capital se calcula sobre la base de los retornos anuales esperados. Asimismo, también estaría justi-
ficada la decisión del Tribunal de aplicar la tasa de 15%, que corresponde a la tasa de endeuda-
miento promedio de Venezuela desde la expropiación.
2. La Posición de la Demandada
799. La Demandada alega que sería apropiado denegar cualquier interés anterior al laudo en el
presente caso por dos motivos. En primer lugar, si las Demandantes hubieran aceptado las ofertas
generosas que se les hicieron en el año 2007, en lugar de insistir en la compensación “por encima
del valor justo de mercado de sus activos”, el presente Arbitraje nunca habría sido necesario [Tra-
ducción del Tribunal]. En segundo lugar, si las Demandantes no hubieran confundido al Tribunal
con sus declaraciones falsas sobre las negociaciones de la compensación, sería totalmente probable
que el presente caso hubiese terminado hace mucho tiempo. En caso de que intereses sean otorga-
dos, estos deberían calcularse tal como se indica infra, en función de si la valuación realizada con-
sidera o no considera las disposiciones de compensación de los Proyectos Petrozuata y Hamaca.
800. Si se aplica la primera alternativa, la Demandada señala que las Partes aceptan que los in-
tereses anteriores al laudo (si los hubiere) para los Proyectos Petrozuata y Hamaca tanto en el es-
cenario ex ante como ex post que aplican las disposiciones de compensación, deberían calcularse
utilizando las tasas de interés que se especifican en dichas disposiciones. Para Petrozuata, la tasa
de interés es la tasa LIBOR para los depósitos a 12 meses conforme a las Secciones 1.01 y 9.07(d)
601
Occidental Petroleum Corporation and Occidental Exploration and Production Company c. La República de Ecua-
dor, Caso CIADI No. ARB/06/11, Laudo de fecha 5 de octubre de 2012 (CL-256).
285
Caso CIADI No. ARB/07/30
de los Convenios de Asociación de Petrozuata. Para Hamaca, la tasa de interés es la tasa LIBOR a
3 meses tal como se especifica en la Sección 14.3(d) de los Convenios de Asociación.
801. Solo hay dos diferencias restantes entre las Partes respecto de los cálculos de los intereses
anteriores al laudo. En primer lugar, las Demandantes aplican el interés compuesto mientras que la
Demandada utiliza el interés simple. Tanto las autoridades internacionales como el derecho de
Venezuela exigen la aplicación del interés simple. Si bien las Demandantes sostuvieron que el
interés compuesto constituye la norma establecida en el arbitraje internacional, una vasta cantidad
de autoridades contradice dicha posición, incluidos los laudos en Yukos, donde el tribunal no solo
aplicó el interés simple al período anterior al laudo, sino que otorgó un período de gracia de 180
días para el pago del laudo durante el cual no se aplicaron intereses posteriores al laudo602. Respecto
del derecho de Venezuela, el cual rige los Convenios de Asociación, el interés compuesto se per-
mite solo en dos situaciones contempladas en el Artículo 530 del Código de Comercio de Vene-
zuela (R-166), ninguna de las cuales es aplicable en el presente caso. Por lo tanto, solo se pueden
otorgar intereses simples. La segunda diferencia se debe a un error aritmético por parte de las De-
mandantes en su valuación ex ante, donde calcularon los intereses de forma individual para cada
uno de los Proyectos Hamaca y Petrozuata y luego sumaron dichas cifras. El error deriva en una
suma de USD 135 millones.
803. Se encuentra bien establecido que los intereses anteriores al laudo deberían estar basados
en una tasa libre de riesgo a corto plazo que refleje los costos de préstamos en los que las Deman-
dantes generalmente esperarían incurrir respecto de la actividad comercial en el escenario “contra-
fáctico”. Si las Demandantes hubieran planeado inversiones que se financiarían con los dividendos
obtenidos de los Proyectos, podrían haberlas llevado a cabo con préstamos a corto plazo. Este
enfoque está respaldado por gran parte de las autoridades. Sobre este fundamento los peritos de la
602
Hulley Enterprises Limited (Chipre) c. La Federación Rusa, CNUDMI (TCE), Caso CPA No. AA 226, Laudo
Definitivo de fecha 18 de julio de 2014 (R-424); Veteran Petroleum Limited (Chipre) c. La Federación Rusa,
CNUDMI (TCE), Caso CPA No. AA 228, Laudo Definitivo de fecha 18 de julio de 2014 (R-426).
286
Caso CIADI No. ARB/07/30
Demandada concluyeron que la tasa apropiada debería ser la tasa del Tesoro de los Estados Unidos
a tres meses más 1%. Se debería seguir el mismo enfoque respecto de los intereses posteriores al
laudo.
804. La Demandada objeta la tasa de interés del 13% de los peritos de las Demandantes porque
está basada en premisas falsas relativas a que las Demandantes fueron “obligadas” a reinvertir los
flujos de caja históricos en los Proyectos y, por lo tanto, que deberían ser compensadas por los
riesgos de dicha inversión obligatoria. En efecto, este enfoque compensaría a las Demandantes por
riesgos que no asumieron en lugar de restablecerlas a la posición que habrían tenido en el escenario
“contrafáctico”. Los errores del enfoque relativo al “costo del capital” de las Demandantes fueron
expuestas de forma reiterada en comentarios y decisiones arbitrales.
805. Además, la Demandada hace referencia a la decisión en Tza Yap Shum603, en la cual los
peritos del mismo estudio de consultoría que los peritos de las Demandantes en el presente caso
sostuvieron que no era apropiado el uso del costo de capital de la demandante para calcular los
intereses anteriores al laudo. El uso de los costos de financiamiento no es apropiado cuando la
prima de riesgo incluida en dichos costos desaparece al momento de la expropiación de la compa-
ñía. El tribunal en Tza Yap Shum rechazó la idea de que los intereses deberían corresponder al costo
de capital de la inversión y concedió intereses ligados a la tasa de los bonos del Tesoro de los
Estados Unidos.
806. Asimismo, la Demandada responde al argumento de las Demandantes relativo a que se de-
bería utilizar una “tasa comparable” para la tasa de interés y de descuento [Traducción del Tribu-
nal]. En su opinión, la contraparte ignora el hecho de que la tasa de descuento es aplicable a los
flujos de caja futuros que son afectados por todos los riesgos relevantes, mientras que la tasa de
interés es aplicable a los flujos de caja históricos que no son afectados por dichos riesgos. El re-
ciente laudo en Vestey rechazó el enfoque de la demandante, concluyendo que la compensaría por
riesgos que no habían asumido604. El tribunal rechazó también la postura alternativa de la deman-
dante respecto de que la tasa de interés debería ser el costo de capital de la inversión, concluyendo
que ello la compensaría por los riesgos que no había asumido con posterioridad a la expropiación.
El tribunal en Vestey concluyó en última instancia que la tasa de interés apropiada era la tasa libre
de riesgo aplicable a la deuda expresada en dólares estadounidenses, es decir, la tasa de los bonos
del Tesoro de los Estados Unidos a seis meses, indicando que esta conclusión estaba respaldada
por la práctica de los tribunales internacionales.
603
Sr. Tza Yap Shum c. La República del Perú, Caso CIADI No. ARB/07/6, Laudo de fecha 7 de julio de 2011 (R-
566).
604
Vestey Group Limited c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/06/4, Laudo de fecha 15 de
abril de 2016 (BF-502).
287
Caso CIADI No. ARB/07/30
807. A la luz de las explicaciones indicadas supra y el análisis detallado de las negociaciones
entre las Partes y las declaraciones efectuadas al respecto, el Tribunal puede referirse a su Decisión
Interlocutoria de fecha 17 de enero de 2017 en respuesta al argumento de la Demandada de que el
presente Arbitraje no habría sido necesario.
808. Asimismo, el Tribunal señala que la cuestión a analizar en el presente caso no versa sim-
plemente sobre los “intereses”. Por lo general, los intereses representan una proporción del importe
prestado, depositado o solicitado. Dicha proporción se expresa, con frecuencia, por medio de un
porcentaje que representa el interés, o una tasa. El interés constituye la rentabilidad obtenida a
partir de un monto de dinero. No obstante, rentabilidades distintas a los intereses pueden resultar
de dichos importes. Este es el caso cuando se invierte capital para la producción de bienes y servi-
cios que tienen valores que pueden expresarse en términos monetarios, pero que no constituyen
intereses.
809. En el caso que nos ocupa, el capital respecto del cual se debe determinar la rentabilidad
futura lo constituyen los dividendos que las Demandantes tenían derecho a percibir en el escenario
contrafáctico de forma anual y para cada uno de sus respectivos Proyectos. Las Demandantes ale-
gan que fueron “obligadas” (“forced”) a dejar estos dividendos en el Proyecto. Si bien el término
“obligadas” puede ser inapropiado, el hecho es que los importes correspondientes a cada uno de
los dividendos de las acciones de las Demandantes permanecieron en los Proyectos. No fueron
abonados a dichas Partes y no fueron consignados en una cuenta independiente ni utilizados para
cualquier otro propósito especial distinto de la operación de los Proyectos. Como una simple cues-
tión de hecho, y de forma contraria a las suposiciones de la Demandada, las Demandantes no pu-
dieron utilizar los dividendos para financiar otras inversiones. La rentabilidad derivada de los di-
videndos, que permanecieron en los Proyectos, no puede compararse con los costos de préstamos
de dinero a corto plazo del mercado.
288
Caso CIADI No. ARB/07/30
811. De hecho, estos dividendos siguieron siendo parte de los recursos de los Proyectos y sin
lugar a duda fueron utilizados para respaldar la operación de dichos Proyectos. Por lo tanto, repre-
sentaron un recurso adicional para los Proyectos que corresponde – en el escenario contrafáctico –
al incremento del apoyo financiero y de la inversión de las Demandantes. Dicho incremento sirvió
como financiamiento de los Proyectos. Sin embargo, su valor no debe determinarse solo respecto
con este fundamento. Debe incluir la rentabilidad generada por los Proyectos en proporción a la
inversión realizada.
812. Los peritos de las Demandantes utilizaron como referencia el costo de capital requerido por
el inversionista como la tasa mínima a la cual podría ser convencido a posponer la obtención de
dividendos606. La pérdida sufrida por las Demandantes a este respecto redundó en un incremento
de la inversión en los Proyectos por medio de la retención de dividendos no abonados. La citada
referencia está relacionada con el Proyecto, pero no guarda relación con el mercado de capitales.
813. Los peritos de las Demandantes observaron que, en principio, las Demandantes habrían
reinvertido de forma voluntaria importes adicionales en el Proyecto solo si esperaban percibir, al
menos, el costo de capital del Proyecto. El costo de capital de los Proyectos constituye la tasa
mínima a la cual dichos inversionistas habrían reinvertido de forma voluntaria importes adicionales
en los Proyectos607.
814. Si bien el principio del que parten los peritos de las Demandantes queda claramente esta-
blecido, las cifras resultantes son difíciles de comprender. El Informe Consolidado hace referencia
en una nota al pie a otros informes en los cuales la tasa respectiva fue determinada en 10,6% (2007),
10,8% (2008), 11,7% (2009), 11,8% (2010), 14,5% (2015) y 15,2% (2016), y la tasa pertinente
para todo el período histórico en 13%608. Además, los peritos hacen referencia a su informe de abril
de 2016 en el cual no se mencionan ni explican estas cifras, incorporando una referencia adicional
605
Además, el Tribunal señala que los laudos a los que la Demandada hace referencia para su enfoque consideran la
fecha de la expropiación como la fecha de valuación. Cf. Sr. Tza Yap Shum c. La República del Perú, Caso CIADI No.
ARB/07/6, Laudo de fecha 7 de julio de 2011, párrs. 286-292; Vestey Group Limited c. República Bolivariana de
Venezuela, Caso CIADI No. ARB/06/4, Laudo de fecha 15 de abril de 2016, párrs. 436-449 (BF-502).
606
Véase en comparación con Abdala/Spiller, Actualización de marzo de 2016, 18 de marzo de 2016, párr. 65.
607
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
párr. 84.
608
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, nota al pie 35, párr. 103. Se proporcionan expli-
caciones generales (sin relación a cifras) en los párrs. 27, 96-99. En otro informe, los porcentajes eran 14,5% para
mayo de 2014, 15,4% para octubre de 2014, y 16,7% para marzo de 2016, que también concluyen en una tasa promedio
de 13%; Actualización de marzo de 2016, 18 de marzo de 2016, nota al pie 30.
289
Caso CIADI No. ARB/07/30
a dos informes anteriores609; la cuestión central radica en la crítica a la sugerencia de los peritos de
la Demandada relativa a la consideración de una tasa libre de riesgo de aproximadamente 1,5%. El
Informe de octubre de 2014 de los peritos reitera simplemente que la tasa para el costo histórico
del patrimonio era de 11,7%, señalando, además, la discrepancia entre la posición de los peritos de
la Demandada al momento de adoptar la tasa de actualización de 1,4% para los flujos de caja pa-
sados, mientras consideran el 23,3% para la tasa de descuento aplicable a los flujos de caja futu-
ros610. El Informe de mayo de 2014 menciona también la tasa de 11,7%611. Por lo tanto, la cuestión
debe retrotraerse al Segundo Informe LECG en el cual se indica en una nota al pie que los peritos
determinaron que los costos del patrimonio de los Proyectos ascienden a 11,87% para Petrozuata,
11,88% para Hamaca y 11,70% para Corocoro al 30 de septiembre de 2009612.
815. Por otro lado, el hecho de considerar tasas de interés bajas, tal como la tasa del 1,4% suge-
rida por la Demandada, haría que fuera totalmente atractivo para el tenedor del Proyecto tomar un
préstamo del inversionista a dicha tasa a través de la retención de dividendos no liberados, en lugar
de abonar una tasa de mercado sustancialmente superior para la toma de dinero en préstamo (tal
como las tasas de alrededor del 8% que fueron abonadas a los tenedores de bonos de Petrozuata, o
la tasa del 1,5% sugerida por la Demandada en caso de un préstamo a corto plazo). Incluso si se
considerara que las Demandantes ya no asumen los riesgos del Proyecto, ellas tendrían el derecho
de percibir la rentabilidad que resulta de su inversión a un valor que tenga en cuenta los factores
de riesgo inherentes a su inversión. En caso de que se suponga que los dividendos no distribuidos
fueron utilizados para cubrir costos, tales como CAPEX u OPEX, la reducción del financiamiento
de dichos costos representaría, asimismo, un valor que corresponde a la reducción de la rentabilidad
que han de percibir los accionistas, pero que no corresponde a la tasa que tendrían que abonar por
un préstamo a corto plazo en el mercado financiero. En cualquier caso, pareciera bastante irreal
suponer, tal como lo hacen los peritos de la Demandada, que el inversionista encontraría dinero
para solicitar prestado a una única tasa libre de riesgo cuyo valor oscilaría entre el 1% y el 2%,
cuando el Proyecto incluye el componente del riesgo de la industria y el riesgo país (específico)
que eleva el costo de capital muy por encima del 10%, tal como fue aceptado por dichos peritos en
su propia presentación respecto del valor de los dividendos en caso de un descuento de las ganan-
cias futuras.
609
Informe de Refutación, 21 de abril de 2016, párrs. 63-67.
610
Cf. Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párrs. 14, 78-80, 109-111, 248.
611
Ibídem, nota al pie 26, párr. 76.
612
Segundo Informe sobre Valuación de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 2 de noviembre de 2009,
Apéndice A, nota al pie 7. No se explican los porcentajes ofrecidos, ni en su propia calidad ni en comparación con los
índices de costos para la tasa de descuento - de alrededor de un 1% a un 2% inferior - que pareciera que están relacio-
nados con el impacto del costo de la tasa de la deuda. Se proporciona una referencia adicional en LECG-237, donde
las cifras están respaldadas por cifras adicionales, pero no se explica su pertinencia.
290
Caso CIADI No. ARB/07/30
817. La tasa de rentabilidad que deriva de los dividendos o, en palabras simples, el interés que
resulta de dicho capital debería reflejar la rentabilidad que el inversionista puede esperar percibir
del Proyecto a la luz de todas las circunstancias operativas. Dicho interés no debería ser inferior a
este nivel, ya que ello redundaría en otorgarle al tenedor del Proyecto una ventaja indebida porque
retendría dinero a a un costo menor que el que debería abonar cuando toma prestado dinero del
inversionista613. Por otro lado, la reclamación de recobro de las Demandantes fundada en la renta-
bilidad que surge de los dividendos no liberados no debería ser superior a este nivel, a menos que
se demuestre la existencia de expectativas sólidas respecto de que el beneficio resultante de la
retención del patrimonio en el Proyecto es significativamente superior. Sería contradictorio sim-
plemente señalar, tal como se deriva de los argumentos de la Demandada y sus peritos, que las
Demandantes, habiendo abandonado los Proyectos en el mes de junio de 2007, habrían dejado de
estar en condiciones de asumir riesgo alguno en los Proyectos y que, por lo tanto, su indemnización
debe reducirse a un nivel libre de riesgo en el mercado de capitales. Dicho razonamiento ignora
que en el escenario contrafáctico en el cual la expropiación no hubiera tenido lugar, las Deman-
dantes habrían tenido el derecho de retener la utilidad que surgiera de los Proyectos considerando
todos los riesgos subyacentes respecto de la determinación de dicha utilidad. Ello fue lo que “se
confiscó” (“taken away”), y no los costos de solicitar un préstamo libre de riesgo.
818. Por consiguiente, la tasa apropiada debe establecerse al nivel que al que el inversionista
espera obtener una utilidad manteniendo el importe correspondiente a los dividendos en el marco
de los Proyectos. Dicha tasa debería representar la suma de los riesgos inherentes al Proyecto y
estar expresada como un valor proporcional a la rentabilidad, o al interés. Representa el nivel al
cual el inversionista, considerando todos los factores, acepta realizar la inversión al momento de
tomar en cuenta la evaluación de los riesgos relativos a la operación de los Proyectos.
819. Las Demandantes y sus peritos utilizan el término “factor de actualización” como equiva-
lente al interés y cuyo propósito es compensar a la parte damnificada por la demora en la obtención
613
Cf., Phillips B.V. c. Petroleum Company Venezuela Limited & ConocoPhillips Petrozuata Petróleos de Venezuela,
S.A., (CCI 16849/JRF), Laudo de fecha 17 de septiembre de 2012, párr. 295 (CL-255).
291
Caso CIADI No. ARB/07/30
de los fondos de los que fuera privada entre la fecha de la privación y la fecha del Laudo. En otras
palabras, se debe restablecer a las Demandantes a la posición en la que habrían estado si no se
hubiera interrumpido la obtención de dividendos por medio de la expropiación y si hubieran deci-
dido voluntariamente mantener dichos dividendos en el Proyecto. En tal caso, el negocio para las
Demandantes representa el retorno en el nivel mínimo que habrían esperado para obtener utilidad.
El factor de actualización es equivalente al costo de capital de las Demandantes relativo al finan-
ciamiento de la inversión en los Proyectos. Refleja el incremento del valor actualizado a la fecha
de valuación.
820. El Tribunal asume, en primer lugar, que el costo de capital determinado por los peritos de
las Demandantes es correcto. Al principio, el interés se había establecido en un 11,7%, pero en el
transcurso del desarrollo económico ascendió al 15%, resultando en un promedio del 13%. La De-
mandada debe fracasar en su postura relativa a que el valor de los dividendos retenidos en los
Proyectos debería actualizarse a un nivel de aproximadamente 1,5%, como si estas cifras se hubie-
ran mantenido en una cuenta bancaria o se hubiesen solicitado en préstamo a una entidad bancaria.
La Demandada no realizó ningún comentario adicional respecto de los porcentajes indicados por
las Demandantes, salvo a través de su mero rechazo al enfoque adoptado por los peritos de las
Demandantes. Sin embargo, la información ofrecida por los peritos de las Demandantes es incom-
pleta y ostenta un respaldo probatorio deficiente. En primer lugar, la cifra inicial del 11,7% y los
porcentajes subsiguientes se presentaron carentes de toda explicación o de pruebas documentales
adicionales. En segundo lugar, falta la información relativa a varios años, antes de que la tasa as-
cendiera a más del 14% en el año 2014 y al 15% en el año 2015, una diferencia que normalmente
demandaría la exposición de motivos correspondientes. La tasa promedio del 13% presentada por
las Demandantes representa, así, una cifra que carece de fundamento certero, en particular a la luz
de las consecuencias importantes que de ella se desprenden respecto de la actualización614.
821. Además, el Tribunal encuentra que la tasa del costo de capital histórico sugerido por los
peritos de las Demandantes se basa en la evaluación de la rentabilidad derivada del Modelo Eco-
nómico Compuesto (MEC), con inclusión, en particular, de las cifras de producción y costos que
fueron consideradas en dicho momento, a finales del año 2006, y que eran aún aplicables con an-
terioridad a la expropiación. El factor de actualización puede haberse determinado en el 13% en
ese momento, pero dicho porcentaje debe ajustarse en virtud de las conclusiones a las que el Tri-
bunal arribará en el presente Laudo respecto de la producción y los costos. El Tribunal determinó
diferentes cantidades e importes en este sentido, luego de un análisis detallado de la producción y
los costos para cada uno de los tres Proyectos. Este análisis se fundó en todos los elementos pro-
batorios que obran en el expediente, con base en una evaluación prudente y realista. En
614
En ocasión de la Audiencia de marzo de 2017, se confirmó y se explicó en mayor detalle que el promedio de 13%
se obtuvo por referencia al promedio del retorno del mercado de capitales de las cinco empresas más importantes de
una muestra realizada, obteniendo, así, un valor de 11%; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, págs. 1683:21/22,
1685:1-15 (Spiller).
292
Caso CIADI No. ARB/07/30
comparación con el Modelo que utilizan las Partes preparado hacia finales del año 2006 y que aún
era fiable en el mes de junio de 2007, la evaluación del Tribunal es diferente. Dicho Modelo se
basó en las estimaciones de negocios que ciertamente fueron confeccionadas con seriedad, con un
alto nivel de profesionalismo, pero también contendrían un cierto grado de optimismo que habría
diseñado el futuro de los Proyectos mejor de lo que finalmente resultó. En el presente caso, puede
resultar suficiente señalar el desplome de la productividad a fines del año 2023 que afectó al Pro-
yecto Petrozuata y que no fue registrado en el Modelo del año 2006 emitido de forma temprana,
así como las dificultades que el mejorador en Hamaca experimentaba en ese momento. Así, el
Tribunal adoptó valores significativamente diferentes tanto en lo que se refiere a la producción
como a los costos. El efecto de estas diferencias es que la rentabilidad general de los Proyectos se
vea reducida en comparación con las estimaciones iniciales contempladas en el MEC. El Tribunal
considera el impacto general de dicha reducción de forma proporcional a la rentabilidad a un valor
aproximado del 25%, comparando las cifras contempladas en el MEC con aquellas consideradas
en el presente Laudo. Ello conlleva a una reducción del factor de actualización relativo al proyecto
de 13% a 9,75%.
822. El costo de capital representa los importes reinvertidos en el Proyecto. Sin embargo, los
importes reinvertidos no redundan en el aumento de dividendos. De una forma u otra, contribuyen
al financiamiento de los proyectos; una vez logrado, ya no mejoran el financiamiento ni aumentan
la inversión. En otras palabras, el incremento del valor año tras año obtenido de los dividendos que
permanecen en los Proyectos no genera un efecto comparable a la capitalización de intereses.
823. Una vez determinados los dividendos y su valor de actualización para el período histórico
comprendido entre la fecha de la expropiación y la fecha de fines de 2018 considerada por el Laudo,
la cuestión que podría plantearse y que debe responderse es si los importes resultantes se deberían
descontar al 26 de junio de 2007, la fecha de la expropiación, cuando se originó el derecho de
compensación en virtud del Artículo 6c del TBI. En ese momento, el derecho de compensación no
se podría haber evaluado sino mediante un descuento de las ganancias futuras proyectadas que
habrían resultado en favor de las Demandantes en el supuesto de que hubieran permanecido en los
Proyectos. Algunas de las decisiones citadas por las Demandantes en sustento de la adjudicación
de intereses anteriores al laudo también tratan la adjudicación por referencia a la fecha del perjuicio.
Han aceptado que el importe resultante sea descontado al momento de la expropiación o de cual-
quier otra violación de un TBI relevante en el caso particular615. Tal como observaron correcta-
mente las Demandantes, el Tribunal de Alpha adjudicó intereses anteriores al laudo, aunque decidió
615
La relevancia del laudo Vivendi parece dudosa en este sentido a la luz de que la reclamación por lucro cesante fue
rechazada por falta de pruebas. Cf. Compañía de Aguas del Aconquija S.A. y Vivendi Universal S.A. c. La República
Argentina, Caso CIADI No. ARB/97/3, Laudo de fecha 20 de agosto de 2007, párr. 8.3.11 (CL-42). El Tribunal ob-
servó que se descontó la reclamación por flujos de caja futuros anticipados (párr. 8.1.2).
293
Caso CIADI No. ARB/07/30
también que los caudales de ingresos futuros debían descontarse a la fecha de la expropiación616.
En el caso de Telecom, las Demandantes observan que se adjudicaron intereses anteriores al laudo
a una tasa del 10%; sin embargo, esto se había hecho en combinación con un descuento a la fecha
de la violación del TBI617.
824. No obstante, cuando debe determinarse el valor de los ingresos futuros o ex post, cualquier
descuento se justifica solo en una situación en la que el pago de compensación debe calcularse a la
fecha de dicho pago, conjuntamente con intereses comerciales apropiados. Este descuento no puede
operar con relación a sumas de dinero que se calculan sobre la base de hechos reales en el período
histórico, que derivan en ganancias que no se adeudan a futuro, sino que las Demandantes obten-
drían en el supuesto de que hubieran permanecido en los Proyectos. En el presente caso, la Deman-
dada no proporcionó compensación alguna a las Demandantes desde la fecha en la cual se les
adeudaba con base en el Artículo 6c del TBI. Por lo tanto, las pretensiones de las Demandantes han
de ser evaluadas a su valor en el momento del presente Laudo, con inclusión de las ganancias
acumuladas en un escenario contrafáctico hasta esa fecha. Cualquier descuento al año 2007 redun-
daría en un enriquecimiento de la Demandada, que se quedaría con la diferencia entre (i) las ga-
nancias que habría obtenido si hubiera operado los Proyectos en las circunstancias imperantes en
caso de que no hubiese existido expropiación alguna; y (ii) el importe descontado que les quedaría
a las Demandantes, conjuntamente con intereses determinados a una tasa comercial.
825. El Tribunal ha advertido que podría plantearse el argumento – habida cuenta de la duración
del presente procedimiento – de que, en el caso de que las Demandantes obtuvieran el beneficio
total acumulado durante el período histórico (hasta el momento en que se dicte el laudo) y supo-
niendo que se descuenten las utilidades adjudicadas para el período posterior al Laudo, las Deman-
dantes obtendrían un beneficio simplemente por el transcurso del tiempo durante el cual se desa-
rrolla el procedimiento de arbitraje. La ganancia acumulada a partir de los Proyectos en un escena-
rio contrafáctico, aplicable según las Demandantes, pareciera ser más elevada que la recuperación
de los dividendos posteriores al laudo descontados. Siendo este el argumento, parecería que esa
acumulación progresiva de beneficios no se basa en ningún nexo de causalidad con la expropiación.
Sin embargo, el Tribunal advierte que el argumento es erróneo: la diferencia entre la adjudicación
de sumas de dinero anteriores y posteriores al laudo no se basa en una variación en la valuación
del beneficio de las Demandantes (con anterioridad y con posterioridad al laudo). Se basa simple-
mente en el hecho de que, en la fecha del Laudo, las Demandantes perciben sus ganancias futuras,
determinadas sobre la misma base que para el período histórico, conjuntamente con un descuento
en virtud del hecho de que perciben – o deberían percibir – las ganancias futuras adjudicadas por
616
Alpha Projektholding GmbH c. Ucrania, Caso CIADI No. ARB/07/16, Laudo de fecha 8 de noviembre de 2010,
párrs. 481-483, 491, 493, 497 (CL-253).
617
France Telecom Mobile International, S.A. c. República Libanesa, CNUDMI, Laudo de fecha 31 de enero de 2005,
párrs. 202, 209 (CL-307).
294
Caso CIADI No. ARB/07/30
el Tribunal en el momento del Laudo y no en años ulteriores en los que devendrían pagaderas en
el supuesto de que las Demandantes hubiesen permanecido en los Proyectos.
826. Por último, y con respecto a los intereses posteriores al laudo, la cuestión principal radica
en si hay fundamentos para desviarse del método y las tasas aplicables a los intereses anteriores al
laudo.
827. El Tribunal señala que el daño generado por el transcurso del tiempo es en gran medida el
mismo tanto con anterioridad como con posterioridad a la emisión del Laudo. Sin embargo, luego
de la emisión del Laudo, la compensación por las pérdidas de las Demandantes ya no se funda en
los Proyectos ni tampoco resulta de su inversión. El objeto de los intereses posteriores al laudo
consiste en compensar la pérdida sufrida por las Demandantes debido al hecho de que el valor
descontado de los dividendos futuros no fue abonado y el importe correspondiente no estaba dis-
ponible para las Demandantes para su negocio habitual, independientemente de los Proyectos. Por
consiguiente, no hay necesidad fundada en la lógica ni en la economía que pueda exigir que el
índice de actualización de la rentabilidad histórica sea el mismo que el correspondiente a la actua-
lización del valor del Laudo hasta el momento del pago efectivo. Ello no significa, tal como alega
la Demandada, que el aumento del valor de los importes relevantes deba calcularse por medio de
los índices utilizados para el ahorro de dinero en cuentas bancarias. La actividad de las Demandan-
tes consiste en participar en oportunidades de negocio en la industria del petróleo. Por lo tanto, los
intereses deberían alcanzar un nivel correspondiente al financiamiento de dichas oportunidades.
Tal como se explicará infra cuando se concluya acerca de la tasa de descuento apropiada, la prima
de riesgo pertinente para la industria es de 5,5%. El mismo porcentaje debe servir como la tasa de
interés posterior al Laudo. Si los intereses no se establecieran en este nivel, la Demandada tendría
el incentivo de no abonar el Laudo. Ello derivaría en un enriquecimiento ilícito, el cual debe evi-
tarse.
828. En el presente caso, los intereses posteriores al laudo representan la compensación por la
pérdida del dinero otorgado. Dichos intereses no servirán para incrementar el valor de los dividen-
dos que las Demandantes tienen derecho a percibir en el escenario contrafáctico. Los intereses
posteriores al laudo sirven para compensar a las Demandantes por la ausencia de ingresos repre-
sentados por los importes otorgados y por la rentabilidad que las Demandantes muy probablemente
obtendrían de ellos en el curso normal de sus negocios. Sin duda, este negocio no consiste en man-
tener el dinero abonado por la Demandada en una caja de ahorro con intereses mínimos. Debe
suponerse que los intereses otorgados y abonados formarán parte del negocio de las Demandantes
e incrementarán la rentabilidad que se obtenga de él. En aras de cumplir con este componente
económico de los intereses posteriores al laudo que se devengarán sobre la base del presente Laudo,
dichos intereses deben otorgarse con carácter anual y compuesto.
295
Caso CIADI No. ARB/07/30
829. Cabe agregar una excepción. La compensación otorgada a ConocoPhillips Petrozuata B.V.
(CPZ) incluye un monto de USD 286.740.989 basado en las disposiciones de compensación del
Convenio de Asociación Petrozuata. Este monto sigue la asignación de intereses prevista en estas
disposiciones, es decir, intereses simples posteriores al laudo devengados hasta la fecha del pago
completo y definitivo a la tasa LIBOR a 12 meses (Sec. 9.07(d), Sec. 1.01) o a cualquier otra tasa
comparable en caso de que la tasa LIBOR se abandone en el futuro.
830. Las presentaciones de los peritos de las Partes son comparables en el sentido de que la tasa
de descuento presenta tres componentes, a saber: (1) la tasa libre de riesgo, (2) la tasa de la industria
que refleja los riesgos de la inversión patrimonial en la producción de petróleo, y (3) el riesgo país.
831. Si bien sus posiciones son muy similares respecto de los dos primeros elementos, los peritos
disienten significativamente acerca de lo que se conoce como “riesgo país”. La división de opinio-
nes es tan importante que la comparación de los diversos, y en ocasiones confusos, argumentos
resulta difícil de comprender, y en gran medida resulta infructuosa debido a que se realizan afir-
maciones y se presentan teorías sin considerar la necesidad de permanecer vinculadas a las parti-
cularidades del caso que nos ocupa y, específicamente, a la economía de los Proyectos en cuestión.
El Tribunal tomará aquellos argumentos que sean significativos para la resolución del presente
caso y evitará utilizar expresiones empleadas por los peritos que hacen que la cuestión resulte con-
fusa, o que los peritos presentan de forma tal que sean difíciles de traducir en el análisis jurídico
requerido para la redacción del Laudo, el cual ofrece las razones que guiaron a los miembros del
Tribunal de Arbitraje.
832. La confusión e incertidumbre en las presentaciones de las Partes sobre la cuestión de la tasa
de descuento también se debe al hecho de que ellas – de forma conjunta con sus respectivos peritos
– invierten más tiempo y esfuerzo en criticar las opiniones expresadas por la contraparte que en
explicar sus propias posturas. La crítica, por sí misma, no redunda en cifras y conclusiones precisas,
y, por lo tanto, tiene un uso limitado para el Tribunal.
833. Las Demandantes alegan que la tasa de descuento se utiliza para convertir los flujos de caja
futuros previstos (la producción futura multiplicada por los precios, menos los costos y el neto de
los tributos aplicables) al valor actual a la fecha de valuación. La tasa de descuento refleja el riesgo
de que los flujos de caja futuros no se materialicen tal como fueron proyectados y, asimismo, re-
presenta el valor temporal del dinero. Si todos los demás factores permanecen constantes, una tasa
de descuento superior deriva en un valor actual de los flujos de caja futuros más bajo. La elección
296
Caso CIADI No. ARB/07/30
de la tasa de descuento apropiada resulta esencial para alcanzar la reparación íntegra. Las Deman-
dantes señalan que su tasa de descuento es razonable, conservadora y apropiada.
834. De forma consistente con la práctica estándar en materia de valuación, los peritos de las
Demandantes Abdala y Spiller utilizaron el enfoque “building blocks” (modelo general) del Mo-
delo Internacional de Valoración de Activos Financieros. (i) Comenzaron con una tasa libre de
riesgo (1,9%), luego (ii) incorporaron un factor que reflejaba los riesgos asociados con la inversión
patrimonial en la industria upstream del petróleo crudo para una economía desarrollada como la
de los Estados Unidos (5,5%), el cual, de forma conjunta con la tasa libre de riesgo, ofrecía una
tasa de descuento para un proyecto de petróleo y gas upstream en los Estados Unidos; y (iii) por
último, aplicaron una prima de riesgo país para reflejar los riesgos específicos del país a los cuales
los Proyectos habrían estado expuestos si la expropiación ilícita no hubiera tenido lugar (4,2%).
Ello resulta en una tasa de descuento del 11,6%.
835. Las Demandantes explican que sus peritos fundan su prima de riesgo país en la calificación
de crédito de la deuda emitida por el Proyecto Petrozuata con anterioridad a que la posibilidad de
la expropiación comenzara a debatirse públicamente. En ese momento, dicha calificación reflejaba
la percepción del mercado respecto del riesgo de invertir en el Proyecto Petrozuata. La diferencia
entre la referida calificación y la calificación de una inversión comparable en los Estados Unidos
constituye el riesgo país incremental aplicable a los Proyectos. Así, los peritos obtienen una tasa
de descuento actualizada del 11,6% para la valuación del año 2016 (y del 8,9% para la valuación
del año 2007). Por el contrario, Venezuela presenta una elevada e injustificable tasa de descuento
del 27,7% para la valuación del año 2016 (y del 19,8% para la valuación del año 2007).
836. Las Demandantes observan que sus tasas de descuento son: (a) consistentes con las tasas
utilizadas por los participantes del Proyecto y sus afiliadas en el marco de su relación; (b) consis-
tentes con las tasas de descuento utilizadas por los analistas de bancos de inversión y consultores
globales en materia energética; y (c) superiores a la tasa de descuento utilizada por ConocoPhillips
para valuar proyectos desarrollados.
837. Asimismo, las Demandantes alegan que sus tasas de descuento son consistentes con las
propias prácticas de los Proyectos. El informe elaborado por el Proyecto Petrozuata en el mes de
enero de 2000 demuestra que PDVSA utiliza una “tasa de descuento real” del 8,53% (C-323). De
forma similar, el Memorándum de Financiamiento confeccionado por el Proyecto Hamaca en el
mes de agosto de 2000, aplicó una tasa de descuento del 10% (C-101), utilizada también para Pe-
trozuata (C-75) y ello resulta, asimismo, de la Circular de Oferta del año 2013 (C-610). El docu-
mento presentado con posterioridad a la audiencia de agosto de 2016 proponía un rango para la
tasa de descuento del 8% al 12% (C-696). Estas tasas de descuento son prácticamente las mismas
que calcularon los peritos de las Demandantes.
297
Caso CIADI No. ARB/07/30
838. Las Demandantes observan, al momento de realizar algunas comparaciones, que las tasas
de descuento comprendidas entre el 8% y el 12% no son atípicas. Los Estados Financieros Conso-
lidados anuales de PDVSA y sus subsidiarias utilizaron tasas de descuento del 10% para actualizar
los flujos de caja esperados de las reservas probadas de petróleo y gas de PDVSA al valor actual
en cada uno de los años para el período comprendido entre los años 2008 y 2014 (C-593, C-616).
La inconsistencia es evidente. Venezuela descuenta los flujos de caja futuros al 10% cuando in-
forma a los mercados de capitales globales, pero descuenta al 27,7% cuando calcula los daños de
las Demandantes.
839. En el año 2014, PDVSA respaldó el uso de la tasa de descuento del 8% para la valuación
de un proyecto de gas natural entre PDVSA y los inversionistas extranjeros Eni y Repsol (C-619,
C-617). En el mes de mayo de 2010, Venezuela celebró un tratado con China relativo al desarrollo
del Bloque Junín 4 por medio de uniones transitorias de empresas entre una subsidiaria de PDVSA
y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC, por sus siglas en inglés). Este Bloque es
un yacimiento extrapesado en la Faja Petrolífera del Orinoco; se trataba de un proyecto relativo a
un terreno no desarrollado y, por lo tanto, mucho más riesgoso que Petrozuata and Hamaca. Sin
embargo, Venezuela acordó aplicar una tasa de descuento del 10 % en el tratado correspondiente
al Bloque Junín 4 (C-585); tasa que fuera ratificada por la Asamblea Nacional (C-586). Así, el
gobierno de Venezuela ratificó por segunda vez la aplicación de la tasa de descuento del 10% para
los flujos de caja futuros generados por proyectos futuros más riesgosos que un proyecto en fun-
cionamiento. Fuera del marco del arbitraje, Venezuela utiliza para sí tasas de descuento que son
similares o inferiores a las propuestas por las Demandantes.
840. Las Demandantes agregan que una gran cantidad de tribunales de arbitraje adoptaron tasas
de descuento comparables con aquellas propuestas por las Demandantes, pero que fueron ignoradas
en gran medida por la Demandada, tales como Occidental Petroleum c. Ecuador (12%)618, Enron
c. Argentina (12,6%)619, Alpha Projektholding c. Ucrania (12,14%)620, Gold Reserve c. Venezuela
(10,09%)621.
841. Respecto del análisis de las conclusiones de los peritos de la Demandada, las Demandantes
observan que ellos han construido de forma especial para el arbitraje una tasa de descuento del
27,7% para la valuación del año 2016 (y del 19,8% para la valuación del año 2007), con
618
Occidental Petroleum Corporation y Occidental Exploration and Production Company c. La República de Ecua-
dor, Caso CIADI No. ARB/06/11, Laudo de fecha 5 de octubre de 2012 (CL-256).
619
Enron Corporation, Ponderosa Assets, L.P. c. República Argentina, Caso CIADI No. ARB/01/03, Laudo de fecha
22 de mayo de 2007 (CL-60).
620
Alpha Projektholding GmbH c. Ucrania, Caso CIADI No. ARB/07/16, Laudo de fecha 8 de noviembre de 2010
(CL-253).
621
Gold Reserve Inc. c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB(AF)/09/1, Laudo de fecha 22 de
septiembre de 2014 (CL.328).
298
Caso CIADI No. ARB/07/30
consecuencias absurdas tales como el resultado de que cinco años antes del vencimiento de los
Convenios de Asociación cada dólar estadounidense se habría reducido a menos de dos centavos.
La principal fuente de divergencia entre los peritos es la prima de riesgo país: 4,2% para los peritos
de las Demandantes y 18,1% para Brailovsky y Flores. El propósito de dicha prima consiste en
justificar la mayor incertidumbre o volatilidad de los flujos de caja de los Proyectos que resultan
de su ubicación en Venezuela en contraposición a economías más desarrolladas, tales como los
Estados Unidos. El riesgo país debe analizarse respecto de un escenario contrafáctico. La pregunta
es cuál habría sido el riesgo país para estos Proyectos (considerando sus características específicas,
incluidas sus protecciones contractuales y aquellas contempladas en el Tratado) en ausencia de la
conducta ilícita por parte de Venezuela. Sin embargo, este no es el ejercicio llevado a cabo por los
peritos de la Demandada.
842. En opinión de las Demandantes, el primer error que los peritos de la Demandada cometieron
consiste en incluir en la tasa de descuento la condición relativa a que la deuda soberana de Vene-
zuela está prácticamente en cesación de pagos. Venezuela está al borde del colapso económico. El
rendimiento de su bono soberano es, aproximadamente, del 23%. Los peritos de la Demandada
atribuyen el riesgo de una esperada cesación de pagos de la deuda soberana a los Proyectos. No
obstante, los Proyectos no estuvieron, ni estarán, en peligro financiero que implique un proceso de
quiebra. Resulta totalmente injustificado aplicar a los Proyectos una prima de riesgo país que refleje
la probabilidad de que Venezuela entrará en cesación de pagos de los miles de millones de dólares
estadounidenses de su deuda soberana. No se debería confundir el análisis contrafáctico con el
análisis real. Casi no hay relación, si la hubiere, entre el riesgo de un préstamo a Venezuela, la cual
está próxima a entrar en cesación de pagos de su deuda, y el riesgo de los Proyectos. Los tribunales
internacionales rechazaron la idea de que el costo de la deuda de un país soberano que se encuentra
en cesación de pagos o próximo a ella represente una medida adecuada del riesgo país para una
empresa comercial, tal como se indicó en EDF622 y Sempra Energy623.
843. En la opinión de las Demandantes, el segundo gran error conceptual del análisis de los
peritos de la Demandada radica en que ellos rechazan la aceptación del principio de que el Estado
no puede eludir o reducir su responsabilidad por la violación del derecho internacional invocando
su propia propensión a incumplir el derecho internacional. Han considerado en sus tasas de des-
cuento el record de Venezuela relativo a sus expropiaciones ilícitas y otros incumplimientos de las
obligaciones jurídicas respecto de inversionistas extranjeros. Su riesgo país incluye los riesgos de
expropiación. Esta actitud también se evidencia en la invocación que hacen los peritos respecto de
los datos obtenidos, aparentemente, de IHS Global Insight en el año 2009. Sin embargo, los datos
obtenidos o derivados de IHS no se ajustan a la naturaleza específica de los Proyectos e incluyen
622
EDF International S.A. y otros c. República Argentina, Caso CIADI No. ARB/03/23, Laudo de fecha 11 de junio
de 2012 (CLEX-045).
623
Sempra Energy International c. República Argentina, Caso CIADI No. ARB/02/16, Laudo de fecha 28 de septiem-
bre de 2007 (CL-59).
299
Caso CIADI No. ARB/07/30
de forma inapropiada el riesgo de expropiación ilícita u otras medidas ilícitas por parte del Estado.
La inclusión de acciones ilícitas por parte del Estado resultaría en tasas de descuento más elevadas
y, así, le permitiría a Venezuela beneficiarse de sus propios actos ilícitos. La posibilidad de expro-
piación ilícita puede generar un riesgo, pero solo en la medida en que la inversión no goce de
ninguna protección jurídica respecto de dicho acto ilícito. Por lo tanto, cuando la inversión goza de
protección contra una expropiación ilícita y carente de compensación, la tasa de descuento debe
excluir dicho riesgo porque la inversión no se encuentra sujeta a él.
844. La conclusión del Tribunal respecto de la protección de las Demandantes contra la expro-
piación ilícita debería haber resultado en la exclusión por parte de Venezuela del riesgo de una
expropiación carente de compensación de su cálculo del riesgo país en la presente etapa del proce-
dimiento. Venezuela sugiere que, si bien el riesgo de una expropiación específica de los activos de
las Demandantes puede ser excluido de la tasa de descuento, el riesgo de expropiación general
causado por la conducta del Estado puede aún servir para aumentar la prima de riesgo país. En el
caso Gold Reserve, que involucra el trato ilícito de Venezuela respecto de una inversión minera en
violación del estándar de trato justo y equitativo conforme al TBI aplicable, los peritos de Vene-
zuela propusieron una tasa de descuento comprendida entre el 16,5% y el 23,8%, incorporando una
prima de riesgo país de entre 6,7% y 16,4%. El tribunal rechazó estas primas porque consideraron
las políticas de Venezuela de ese momento. Consideró que no correspondía aumentar la prima de
riesgo país a fin de reflejar la percepción del mercado de que un Estado podría ser propenso a
expropiar inversiones en violación de las obligaciones establecidas en el TBI. El tribunal estaba en
lo cierto. Cualquier otro resultado habría recompensado las violaciones al derecho internacional y
creado un incentivo para el Estado respecto de la apropiación de activos en violación a sus obliga-
ciones internacionales. En última instancia, el tribunal adoptó una prima de riesgo país de 4% para
el escenario contrafáctico, considerando una tasa de descuento total de 10,09%. Esta tasa de des-
cuento es consistente con las tasas de descuento que proponen los peritos de las Demandantes.
845. Las Demandantes señalan que la Demandada, no obstante, insiste en que el riesgo de la
expropiación no compensada debería ser incluido en la tasa de descuento, invocando los laudos en
Tidewater624 y Flughafen Zurich625. Si bien Tidewater incluía el riesgo de la expropiación en su
valuación, hay una diferencia importante en comparación con Gold Reserve. Tidewater otorgó una
compensación por una expropiación lícita. Lo mismo aplica al laudo del CIADI en Mobile626. En
cualquier caso, el análisis del tribunal en Tidewater es poco convincente y no debería ser conside-
rado. El hecho de reducir el valor de la compensación al inversionista para justificar el riesgo de la
624
Tidewater Investment SRL y Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/10/5, Laudo de fecha 13 de marzo de 2015 (R-642).
625
Flughafen Zürich A.G. y Gestión e Ingeniería IDC S.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI
No. ARB/10/19, Laudo de fecha 18 de noviembre de 2014 (R-559).
626
Venezuela Holding, B.V., y otros c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/07/27, Laudo
de fecha 9 de octubre de 2014 (CL-348).
300
Caso CIADI No. ARB/07/30
conducta ilícita del Estado crea un beneficio para quien realiza el acto ilícito. El análisis en Tide-
water permite la reducción de la compensación con base en un patrón de conducta ilícita pasada en
contra de otras partes. Respecto de Flughafen Zurich, la Demandada caracteriza de forma errónea
lo hecho por el tribunal. El Tribunal ratificó el principio de que el Estado no puede beneficiarse de
sus propios actos ilícitos. Sin embargo, concluyó que este principio no era aplicable a los hechos
específicos del caso. El tribunal resolvió que la tasa de descuento del 14,4% sugerida por Venezuela
era más cercana a la realidad que la tasa del 4,6% propuesta por las demandantes, y que coincidía
con la tasa de descuento del 15% utilizada en el plan de negocios adoptado con anterioridad a la
expropiación. La única forma de lograr la reparación íntegra, y de evitar la consecuencia en la cual
el Estado se beneficie de su propia conducta ilícita, es excluir de la tasa de descuento los riesgos y
la ocurrencia de los actos ilícitos de Venezuela.
846. Además, las Demandantes alegan que la Demandada no tiene en cuenta la limitada exposi-
ción de los Proyectos a los riesgos generales de Venezuela. Los Proyectos se encontraban protegi-
dos en gran medida de dichos riesgos, ya que (a) producían un producto básico para el cual existe
demanda internacional; (b) vendían sus productos en el exterior en dólares estadounidenses; (c)
adquirían insumos esenciales de los mercados internacionales; (d) utilizaban muy poco capital lo-
cal; (e) se encontraban retirados de los centros urbanos de Venezuela; y (f) contaban con protec-
ciones legales diseñadas para reducir su exposición a las acciones gubernamentales adversas. Los
peritos de la Demandada no ajustaron su tasa de descuento para considerar factores que mitigaran
el riesgo específico de los Proyectos, tales como la venta del producto en el exterior en dólares
estadounidenses.
847. Por el contrario, los peritos de las Demandantes solo consideran los riesgos específicos del
país a los cuales los Proyectos habrían estado realmente expuestos en el escenario contrafáctico.
Procedieron en tal sentido fundando su prima de riesgo país en la calificación de crédito de la deuda
emitida por el Proyecto Petrozuata con anterioridad a que la posibilidad de la expropiación comen-
zara a hacerse de público conocimiento. La diferencia entre la referida calificación de crédito y la
calificación de crédito de una inversión comparable en un proyecto de petróleo y gas en los Estados
Unidos constituye el riesgo país incremental realmente aplicable a los Proyectos. Revela la forma
en la cual los inversionistas percibían el riesgo incremental de la inversión en los Proyectos, con-
siderando sus características específicas con inclusión del hecho de que tenían ciertas protecciones
jurídicas contractuales e internacionales, pero con exclusión de los riesgos adicionales creados por
la conducta ilícita real o potencial por parte de Venezuela. La Demandada no analizó ninguno de
los factores específicos del Proyecto. Sus peritos invocan esencialmente la confirmación de que los
Proyectos no estaban protegidos contra la expropiación.
848. Las Demandantes sugieren un mayor esclarecimiento de una serie de conceptos que fueron
utilizados de forma incorrecta por la Demandada. Así, se generó una confusión cuando se combinó
la tasa de descuento con la tasa interna de retorno (TIR) que el inversionista consideraría al
301
Caso CIADI No. ARB/07/30
849. En este sentido, las Demandantes explican que al momento de la expropiación ilícita los
Proyectos habían confirmado la existencia de grandes cantidades de EHCO extraíble y, así, habían
demostrado su capacidad de extracción de petróleo, estableciéndose el mercado para el crudo sin-
tético. En consecuencia, al momento de la expropiación habían desaparecido una gran cantidad de
riesgos que existían cuando se debió tomar la decisión de la inversión. Por lo tanto, tendría muy
poco sentido aplicar la misma medida de riesgo – la misma tasa de descuento – a los Proyectos en
dos momentos distintos de su vida útil. La Demandada prefirió ignorar esta distinción aun cuando
sus peritos reconocieron que la TIR y la tasa de descuento sirven para propósitos diferentes y se
utilizan de forma distinta. Se realiza la misma distinción en el Artículo 6 del tratado de Junín 4
celebrado entre Venezuela y China, el cual aplica una tasa de descuento del 10% a los flujos de
caja futuros mientras que fija la TIR en el 18% (C-585). Los Proyectos aplicaron periódicamente
distintas medidas de TIR y tasas de descuento.
850. Asimismo, las Demandantes alegan que la comparación con el gasoducto internacional de
3640 millas desde Alaska no resulta en un útil comparador para el riesgo de los Proyectos expro-
piados en Venezuela. La Demandada intenta dar la impresión de que las declaraciones formuladas
por los funcionarios de Conoco ante el Comité de Presupuesto y Auditoría Legislativa de la Legis-
latura del Estado de Alaska justifican las tasas de descuento que pretende en el presente caso (C-
575). Dicha comparación es infructuosa. El gasoducto propuesto en Alaska habría sido uno de los
proyectos de construcción más riesgosos del mundo. Nada de lo que se haya dicho respecto del
presente proyecto ofrece sustento alguno a la tasa de descuento del 27,7% que Venezuela, ahora,
procura aplicar. El testigo Sheets confirmó esta opinión en la audiencia de 2010 629. Las tasas de
descuento a las que se hace referencia eran específicas para los riesgos asociados con el gasoducto
627
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, págs. 753:6-754:14.
628
Segunda Declaración Testimonial de Jeff. W. Sheets, de fecha 14 de mayo de 2014, párr. 6; TR-S, Audiencia de
2010, Día 6, págs. 1582:10-1583:3 (Sheets).
629
TR-S, Audiencia de 2010, Día 6, pág. 1581:15-1582:3.
302
Caso CIADI No. ARB/07/30
de Alaska. Estas tasas de descuento no guardan relación alguna con las tasas de descuento apro-
piadas para los Proyectos desarrollados en el presente caso. La presentación del Dr. Finizza al
Comité en el año 2006 representa solo el hecho de que un proyecto en Venezuela tiene un riesgo
país superior al que tendría un proyecto idéntico en los Estados Unidos.
851. Por último, las Demandantes señalan que la Demandada no puede hallar sustento en la ju-
risprudencia para sus exageradas tasas de descuento y, en su lugar, cita una cierta cantidad de lau-
dos fácilmente distinguibles. En Himpurna c. Indonesia630, el activo subyacente consistía en un
proyecto de generación de energía eléctrica geotérmica que solo había alcanzado la etapa de ex-
ploración durante una crisis económica en Indonesia. El proyecto estaba expuesto a altos riesgos
operativos y de construcción porque estaba en una etapa preliminar y estaba destinado a un único
mercado local. El tribunal observó la imposibilidad de la demandante en dicho caso de explicar el
riesgo país en su conjunto.
852. En Lemire c. Ucrania, el tribunal aplicó una tasa de descuento del 18,51%. Dicho caso no
resulta controvertido cuando concluye que (a) la tasa de descuento debe reflejar cierta medida del
riesgo país; y (b) una empresa en los Estados Unidos está expuesta a un riesgo país menor al que
estaría expuesta la misma empresa en Ucrania631. El caso presenta una cierta cantidad de caracte-
rísticas distintivas. A saber: (a) en primer lugar, Lemire contemplaba daños a una pequeña compa-
ñía privada de radiodifusión que operaba de forma exclusiva en el mercado de Ucrania y, por lo
tanto, dependía de los ingresos por publicidad radial más volátiles en la Ucrania postsoviética. (b)
En segundo lugar, una parte significativa de los prospectos futuros de la compañía se basaban en
la propia persona de la demandante, agregando así el riesgo relativo a eventuales cuestiones suce-
sorias. (c) En tercer lugar, el activo que se valuaba se encontraba en la etapa de predesarrollo. (d)
Por último, y debido a que la compañía de radiodifusión no tenía deudas, el tribunal aplicó una tasa
de descuento del 18% con base en el costo de capital en lugar del WACC del 13%. La decisión en
Lemire no puede compararse ni puede ofrecer sustento alguno para la aplicación de la tasa de des-
cuento propuesta por Venezuela en el presente caso.
853. Las Demandantes señalan que la Demandada procura invocar la tasa de descuento del 18%
aplicada por los tribunales de la CCI y del CIADI en Mobil. En el laudo de la CCI del caso Mobil
Cerro Negro c. PDVSA632, (a) el tribunal utilizó de forma errónea la tasa de retorno para los accio-
nistas de ExxonMobil como fundamento para la tasa de descuento aplicable al flujo futuro de pagos
indemnizatorios por parte de PDVSA; el tribunal malinterpretó la diferencia entre la tasa de des-
cuento, que mide los riesgos futuros, y la tasa de retorno histórica, que mide la rentabilidad pasada;
630
Himpurna California Energy Ltd. (Bermuda) c. PT (Persero) Perusahaan Listruik Negara (Indonesia), Laudo De-
finitivo de fecha 4 de mayo de 1999 (R-252).
631
Joseph Charles Lemire c. Ucrania, Caso CIADI No. ARB/06/18, Laudo de fecha 28 de marzo de 2011 (R-461).
632
Mobil Cerro Negro, Ltd. c. Petróleos de Venezuela S.A. y PDVSA Cerro Negro, S.A., Caso CCI No. 15416/JRF/CA,
Laudo Definitivo de fecha 23 de diciembre de 2011 (R-462).
303
Caso CIADI No. ARB/07/30
(b) se quedó sin una alternativa razonable a las tasas de descuento de PDVSA y, así, adoptó la tasa
propuesta por PDVSA; (c) por último, el laudo de la CCI en Mobil decidió (i) reclamaciones con-
tractuales en virtud de “Medidas Discriminatorias”, (ii) con base en disposiciones de compensa-
ción, y (iii) conforme al derecho de Venezuela – no daños por el valor justo de mercado del activo
expropiado en virtud del derecho internacional consuetudinario. El laudo del CIADI más reciente
en el caso Venezuela Holdings c. Venezuela adoptó la misma tasa de retorno del 18%633. La preo-
cupación del tribunal del CIADI era evitar inconsistencias entre ambos casos. Sin embargo, si ello
hubiera sido la mayor preocupación del tribunal, habría sido mejor seguir el enfoque del tribunal
de la CCI en ConocoPhillips c. PDVSA, en el cual se aplicó una tasa del 10,55% para evaluar los
flujos de caja perdidos de uno de los Proyectos en cuestión en el presente caso634. Si bien el tribunal
del CIADI en Mobil incluyó el riesgo de expropiación en su cálculo de la tasa de descuento (lo cual
se aparta de los principios establecidos), lo hizo en el marco de una expropiación lícita sujeta a los
estándares de compensación dispuestos en el tratado aplicable. En el caso que nos ocupa, la expro-
piación de Venezuela fue ilícita y, por lo tanto, resulta aplicable el estándar de reparación íntegra
conforme al derecho internacional consuetudinario. Cualquier otro resultado le permitiría a Vene-
zuela beneficiarse de su propio acto ilícito.
854. En conclusión, las Demandantes alegan que en cualquier otro caso las tasas de descuento
específicas adoptadas en decisiones anteriores son necesariamente menos instructivas que los prin-
cipios jurídicos y económicos que subyacen a la elección de una tasa en particular. En el presente
caso, el principio jurídico constituye el otorgamiento de la reparación íntegra. Por consiguiente, la
tasa de descuento debería reflejar, pero no sobrestimar, los riesgos reales del país a los cuales estos
Proyectos en particular – considerando su estado avanzado de desarrollo y que se benefician con
importantes protecciones jurídicas contractuales e internacionales – habrían estado expuestos en el
escenario contrafáctico. Las tasas de descuento adoptadas por los peritos de las Demandantes son
razonables y conservadoras, y son consistentes con las tasas de descuento adoptadas por otros tri-
bunales, PDVSA y la propia Venezuela. Por el contrario, las tasas de descuento presentadas por
los peritos de la Demandada son exageradas y están diseñadas para permitir que Venezuela se
libere de su obligación de proporcionar la reparación íntegra o alguna cuestión similar a ella.
2. La Posición de la Demandada
855. La Demandada alega que se deben observar principios fundamentales en cualquier análisis
serio relativo a la tasa de descuento. Uno de esos principios fue descrito en el caso Himpurna como
633
Venezuela Holdings, B.V., y otros c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/07/27, Laudo de
fecha 29 de octubre de 2014 (CL-348).
634
Phillips B.V. c. Petroleum Company Venezuela Limited & ConocoPhillips Petrozuata Petróleos de Venezuela, S.A.,
(CCI 16849/JRF), Laudo de fecha 17 de septiembre de 2012 (CL-255).
304
Caso CIADI No. ARB/07/30
“la cuestión fundamental del riesgo país”635 [Traducción del Tribunal]. Ello significa que un pro-
yecto en Venezuela no puede evaluarse con la misma tasa de descuento que un proyecto en Texas.
Los peritos de la Demandada – Brailovsky y Flores – presentaron un análisis de la tasa de descuento
que utiliza métodos reconocidos y ampliamente respetados para calcular la tasa de descuento apro-
piada. Su conclusión fue que, al 26 de junio de 2007, dicha tasa debería ser del 19,8%. Asimismo,
analizaron la tasa de descuento propuesta para el año 2007 por parte de los peritos de las Deman-
dantes - en promedio del 9,53% - y demostraron que, en efecto, ellos ignoran la cuestión funda-
mental relativa al riesgo país y ni siquiera aplican de forma correcta su propia metodología. Las
conclusiones de los peritos de la Demandada son las únicas consistentes con (i) las correspondien-
tes a otros tribunales en casos que involucran exactamente la misma nacionalización que la que nos
ocupa en el presente caso y (ii) las declaraciones realizadas por los propios representantes de las
Demandantes, sus peritos y abogados en otros procedimientos.
856. La Demandada observa que las Demandantes no pueden distinguir el presente caso de las
dos decisiones adoptadas en Mobil, una en el caso ante la CCI636 y otra en el caso ante el CIADI637.
Ambas se fundaron en la nacionalización del año 2007 y ambas contemplaban un proyecto de
mejoramiento en la faja Petrolífera del Orinoco en virtud de un convenio de asociación que incluía
disposiciones en materia de “Actos Discriminatorios” similares a las previstas en los Convenios de
Asociación de Petrozuata y Hamaca. Los dos tribunales rechazaron las posiciones de Mobil en
materia de quantum, otorgando menos del 10% de la reclamación; ambos sostuvieron que la tasa
de descuento apropiada era del 18%. Las demandantes en Mobil no pudieron evitar el hecho de que
el proyecto Cerro Negro en cuestión en su caso – un proyecto gemelo a Petrozuata y Hamaca – se
ubicaba en Venezuela, no en Texas, y que cualquier tasa de descuento propuesta que no toma en
cuenta el riesgo país en su conjunto no puede ser considerada seriamente. Por parte de la Deman-
dada, los peritos eran los mismos que en el presente caso; los dos tribunales en Mobil consideraron,
evidentemente, que sus análisis eran convincentes.
857. La Demandada recuerda que explicó la relevancia de los motivos considerados por el tribu-
nal de la CCI en Mobil en su carta presentada al Tribunal el 18 de marzo de 2012. La Demandada
señaló que las Demandantes malinterpretan aquello que el tribunal de la CCI estaba haciendo, lo
cual evidentemente consistía en seleccionar la tasa de descuento para obtener el valor actual de los
flujos de caja futuros. La TIR real de un proyecto en particular no es, tal como parecen entenderlo
las Demandantes, en lo que se fundó el tribunal de la CCI. Sin embargo, la TIR mínima esperada
que un comprador exigiría para determinar la concreción del proyecto, también conocida como la
635
Himpurna California Energy Ltd. (Bermuda) c. PT (Persero) Perusahaan Listruik Negara (Indonesia), Laudo De-
finitivo de fecha 4 de mayo de 1999, párr. 364 (R-252).
636
Mobil Cerro Negro, Ltd. c. Petróleos de Venezuela S.A. y PdVSA Cerro Negro, S.A., Caso CCI No.15416/JRF/CA,
Laudo Definitivo de fecha 23 de diciembre de 2011 (R-462).
637
Phillips Petroleum Company Venezuela Limited & ConocoPhillips Petrozuata B.V. c. Petróleos de Venezuela, S.A.,
Caso CCI No. 16848/JRF/CA (C-16849/JRF), Laudo de fecha 17 de septiembre de 2012 (CL-255).
305
Caso CIADI No. ARB/07/30
“tasa mínima de aprobación”, es, por supuesto, relevante. Si no se espera que un proyecto rinda, al
menos, una TIR equivalente a la tasa mínima de aprobación, la empresa no invertirá. El tipo de
retorno que las Demandantes esperaban obtener de los Proyectos es relevante en la determinación
de la tasa mínima de aprobación que los compradores potenciales probablemente utilizarían para
decidir si invertir en los Proyectos en cuestión en el presente caso. El testigo McKee le informó al
Tribunal que el Proyecto Petrozuata fue aprobado a una TIR aproximada del 20%638. Otras pruebas
obrantes en el expediente, incluida la declaración testimonial de la propia economista jefe de Co-
nocoPhillips, Marianne Kah, en Alaska en el año 2006, y la declaración testimonial en la misma
audiencia de Alaska del Dr. Finizza de Econ One, execonomista jefe de Arco (un ex socio de Phi-
llips en el Proyecto Hamaca), tienen el mismo efecto (C-575).
858. Además, las Demandantes alegan que el laudo del CIADI en Mobil es irrelevante porque la
tasa de descuento se calculó en el marco de una expropiación lícita, sujeta a los estándares de
compensación dispuestos en el tratado aplicable. Se deben realizar varias aclaraciones. En primer
lugar, el análisis de la tasa de descuento no dependió de la cuestión de la legalidad de la expropia-
ción. En segundo lugar, la expropiación que se consideró lícita en el caso Mobil ante el CIADI es
la misma expropiación que nos ocupa en el presente caso. En tercer lugar, un comprador interesado
consideraría todos los riesgos políticos para determinar la tasa de descuento a aplicar en el cálculo
del precio de venta de las participaciones de las Demandantes a la fecha de valuación, incluyendo
no solo el de la expropiación sino también el riesgo de adopción de medidas fiscales. En cuarto
lugar, resulta sorprendente que las Demandantes aún invoquen este argumento, a pesar de que
quedó claro luego de la audiencia de agosto de 2016 que nunca se ha determinado la existencia de
una expropiación ilícita y que no hubo mala fe en la negociación. Es realmente difícil imaginar un
caso más enfocado en la cuestión de la tasa de descuento que las dos decisiones en Mobil.
859. Los mismos peritos en Tidewater c. Venezuela639 realizaron el mismo análisis minucioso
respecto de la tasa de descuento. Este caso también involucraba una nacionalización, a pesar de
que no era políticamente sensible, ya que se relacionaba con negocios de servicios marítimos. El
tribunal adoptó una prima de riesgo país del 14,75%, lo que se traducía en una tasa de descuento
total de alrededor del 26%. El tribunal señaló que el factor del riesgo país no resultaba específico
para la medida en particular del Estado que da origen a la reclamación. En su lugar, la prima de
riesgo país cuantifica los riesgos generales, incluidos los riesgos políticos, relativos a hacer nego-
cios en el país en particular. El hecho inevitable radica en que esos casos no pueden distinguirse
significativamente del presente caso. Ellos proporcionan la guía más directamente relevante y va-
liosa sobre la cuestión de la tasa de descuento en el presente caso.
638
TR-S, Audiencia de 2010, Día 3, págs. 753:6-754:14.
639
Tidewater Investment SRL y Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/10/5, Laudo de fecha 13 de marzo de 2015 (R-642).
306
Caso CIADI No. ARB/07/30
860. Según la Demandada, la segunda cuestión sobre la cual se debe hacer hincapié es que el
análisis de la tasa de descuento de las Demandantes no puede conciliarse con sus propias declara-
ciones y posturas adoptadas en otros procedimientos. Las Demandantes procuran confundir la cues-
tión mediante la distinción del concepto de tasa de descuento con el correspondiente al de la tasa
interna de retorno o tasa mínima de aprobación. Resulta elemental que lo mínimo que el inversio-
nista espera para decidir acerca de la inversión en un proyecto, equivale precisamente a la tasa de
descuento. Si la tasa mínima de aprobación del inversionista en un proyecto es del 20%, no invertirá
en dicho proyecto – aplicando una tasa de descuento del 20% a los flujos de caja futuros proyecta-
dos – a menos que se obtenga un resultado positivo. Por el contrario, la TIR esperada del 20% o
tasa mínima de aprobación no se obtendría con base en los flujos de caja proyectados. La Deman-
dada señaló la relación entre la TIR mínima esperada o tasa mínima de aprobación, por un lado, y
la tasa de descuento, por el otro, en su carta de fecha 18 de marzo de 2012. Tal como se indica en
un libro de texto, los términos “tasa mínima de retorno”, “tasa mínima de aprobación”, “tasa de
descuento” o conceptos similares a ellos se utilizan todos de forma intercambiable con el término
“costo de capital”. Representan el “costo de oportunidad del capital” y no deben confundirse con
el “costo financiero del capital”, el cual consiste en el costo de obtener dinero mediante un préstamo
o la emisión de bonos nuevos, u ofertas en virtud de la relación deuda/patrimonio. Se pueden en-
contrar otras definiciones de “tasa mínima de aprobación”. Hacen hincapié en el concepto de la
tasa mínima de retorno requerida para realizar una inversión. El riesgo, el costo de capital y el
retorno de la inversión proyectado son todos los factores que se deben considerar para fijar dicha
tasa. Cualquiera que utilice una tasa de descuento inferior a la tasa mínima de aprobación para
determinar si se involucra en un proyecto estaría abonando exageradamente demasiado por dicho
proyecto. El testigo McKee reconoció que la tasa mínima de aprobación de Conoco para el Pro-
yecto Petrozuata era del 20%. El testigo Sheets explicó que, en calidad de inversionista, determi-
naron el tipo de retorno que obtendrían sobre el capital invertido; ello es a lo que se hace referencia
como “tasa interna de retorno”. Concordó en que, si el Tribunal utilizara una tasa de descuento del
10%, obtendría un valor superior que si se empleara una tasa de descuento del 19%. El perito de
las Demandantes, el Sr. Moyes, señaló en una presentación en el año 2013 que para la industria
una Tasa de Retorno Esperada de entre el 20% y el 30% es aceptable (R-560).
861. Otro Vicepresidente Ejecutivo de ConocoPhillips expresó en una reunión que sus proyectos
en el Oeste de Canadá consideran tasas de retorno superiores al 20% (BF-465). Las Demandantes
sostuvieron que el Dr. Finizza había respaldado una tasa de descuento del 10% en el procedimiento
en Alaska. Sin embargo, un documento demuestra que la tasa apropiada considerada en ese mo-
mento por las Demandantes y sus peritos era al menos aproximadamente el doble del 10%. El
Dr. Finizza explicó, en su presentación del año 2005 en el procedimiento en Alaska, que los pro-
yectos requieren ser evaluados al costo de capital ajustado por el riesgo, lo cual puede ser superior
al Costo Promedio Ponderado del Capital (WACC) debido a que el proyecto se torna más riesgoso
a causa de la incertidumbre y los riesgos políticos y económicos (C-502). Hizo una distinción entre
la TIR esperada de un proyecto y la tasa de retorno umbral o tasa mínima de aprobación. Esta
307
Caso CIADI No. ARB/07/30
última tasa, cuando se mantiene entre el 12% y el 15%, sería apropiada para un proyecto que carecía
de factores de riesgo significativos. Además, el Dr. Finizza señaló que la tasa de descuento del 25%
sería apropiada para un proyecto petrolero en Venezuela. Adoptó la misma posición cuando com-
pareció ante el Comité de la Legislatura del Estado de Alaska en el mes de junio de 2006 (C-519).
Los abogados de las Demandantes no le formularon al Dr. Finizza ninguna pregunta al respecto en
ocasión de la audiencia de 2010.
862. La Sra. Kah adoptó una postura similar ante dicho Comité Legislativo cuando explicó que
la TIR es una medida muy importante que la empresa considera seriamente porque no quiere in-
vertir en un proyecto que tendrá un retorno tan bajo que diluirá el retorno sobre el capital empleado
(C-575). Cuando se observa la tasa de descuento de la industria energética en los Estados Unidos,
es probable que sea superior al 12% considerada para los Estados Unidos en general. Así, la opinión
de la Sra. Kah era que un retorno superior al 12%, supuestamente como mínimo del 15%, sería
necesario para un proyecto energético en los Estados Unidos. Para un proyecto en una economía
en desarrollo con una calificación de riesgo país como la de Venezuela, el retorno requerido sería
muy superior. Esta posición confirma aquello que tanto el Sr. McKee como el Dr. Finizza señala-
ron, indicando que una tasa de descuento superior al 20% sería apropiada incluso antes de las con-
diciones adversas que Venezuela enfrenta en la actualidad.
863. Además, las Demandantes alegaron que la tasa de descuento generada por IHS Global In-
sight en el año 2009 es sospechosa y no se le debería otorgar ningún valor probatorio. Los peritos
de la Demandada respaldan dichas conclusiones fundadas en una base de datos de transacciones en
la industria de petróleo y gas mantenida por IHS Herold, una sociedad hermana de IHS Global
Insight. Este análisis demuestra que las tasas de descuento están íntimamente vinculadas con la
ubicación y que se pueden encontrar tasas más elevadas en regiones menos desarrolladas, lo cual
resulta en una tasa de descuento media del 28,5% para América Latina. El perito de la Demandada,
el Sr. Leitzinger, trabajando en la misma base de datos y en su declaración testimonial, señaló que
solo había, aproximadamente, 1 posibilidad en 1000 de que el valor de los Proyectos Petrozuata y
Hamaca haya sido tan alto como el nivel que proponía LECG640. En ocasión de la audiencia de
2010, las Demandantes no interrogaron al Sr. Leitzinger al respecto. El Sr. Leitzinger, en respuesta
a la pregunta formulada por el Tribunal, expresó que LECG presentaba una tabla con una serie de
transacciones para otras propiedades, y que ninguna de ellas tenía las mismas reservas, la misma
vida útil productiva, el mismo tipo de petróleo crudo, ni la misma ubicación que los Proyectos
pertinentes que nos ocupan en el presente caso. “Los promedios de operaciones no comparables no
transforma eso en una operación comparable”641. Al menos se pueden establecer índices regulares
entre volumen de reservas, producción y precios abonados. Eso fue lo que realizó en su modelo de
regresión.
640
Informe de Experto de Jeffrey Leitzinger, 5 de enero de 2015, párr. 10.
641
TR-S, Audiencia de 2010, Día 11, pág. 3053:7-11.
308
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864. La Demandada observa que, si el Tribunal simplemente considerara el promedio de las tasas
de descuento propuestas por ConocoPhillips y sus peritos para otros proyectos petroleros y las
ajustara a los proyectos en Venezuela, estaría utilizando una tasa de descuento al nivel propuesto
por los peritos de la Demandada o superior a él. Para concluir, la Demandada sostiene que el Tri-
bunal debería adherirse al ejemplo establecido por los dos tribunales en Mobil y Tidewater, cuyos
análisis resultan en la conclusión de que la tasa de descuento ex ante propuesta por los peritos de
la Demandada es sumamente razonable y la tasa propuesta por las Demandantes ni siquiera sería
razonable para un proyecto de similares características en los Estados Unidos. La tasa de descuento
del 18% reduce la valuación de las Demandantes de USD 4227 millones prácticamente a la mitad,
es decir, USD 2509 millones para los tres Proyectos, aun en el supuesto de que todos los otros
elementos de su reclamación fueran correctos. Incluso este importe reducido todavía está exagera-
damente inflado. Cuando se excluye la compensación por Actos no Discriminatorios admitidos,
dicho importe se reduce a USD 1786 millones. Cuando, además, se realizan los ajustes pertinentes
a los supuestos en materia de producción y costos de las Demandantes, el importe correspondiente
es de USD 1520 millones. Después de utilizar además los diferenciales de precio apropiados, la
valuación final asciende a la suma de USD 1433 millones.
865. Cuando se considera la valuación al 26 de junio de 2007 sin tomar en cuenta las disposicio-
nes de compensación, las respectivas valuaciones ex ante de las Partes difieren en gran medida,
siendo USD 5854 millones el importe pertinente de las Demandantes y USD 1677 millones el
correspondiente a la Demandada. Debido a que las Demandantes otorgaron plena vigencia al régi-
men fiscal existente al 26 de junio de 2007, la diferencia entre las Partes es atribuible, principal-
mente, al uso que las Demandantes hicieron de la tasa de descuento injustificable del 8,9%. Si se
utilizara una tasa del 18%, ello reduciría la valuación de las Demandantes en más del 50%.
309
Caso CIADI No. ARB/07/30
supuestos de las Demandantes en materia de producción y costos y (iv) utilizando las suposiciones
de precios correctas, la valuación ex post resultante sería de USD 1313 millones.
867. Por último, si las disposiciones de compensación no fueran tenidas en cuenta y los Proyec-
tos se llevaran a cabo como si gozaran de estabilidad fiscal y jurídica, la valuación de la Demandada
correspondiente a los Proyectos Petrozuata y Hamaca sería de USD 1331 millones, mientras que
en el mismo contexto, las Demandantes exigen una compensación de aproximadamente USD
14119 millones. Una vez más, las Demandantes utilizan un promedio muy bajo del 11,54% para
los tres Proyectos. Cuando la valuación de las Demandantes está sujeta a su tasa del 11,54%, su
valuación sería de USD 14119 millones, mientras que el importe resultante de la tasa de descuento
propuesta por la Demandada sería de USD 11404 millones.
a. Elementos básicos
868. Las Partes coinciden en que la tasa de descuento sirve para retrotraer los ingresos futuros
esperados (o flujos de caja) al valor actual y a la fecha de valuación. Contribuye a la determinación
del capital necesario a dicha fecha a los efectos de obtener el importe al cual un acreedor tiene
derecho en un momento determinado en el futuro. En el caso que nos ocupa, dichos importes futu-
ros constituyen los dividendos que las Demandantes tenían derecho de percibir de forma anual por
cada uno de los Proyectos hasta la finalización de la producción (equivalente a la finalización de
la utilidad). La tasa está expresada, por lo general, en relación con el riesgo implícito de la obten-
ción de la utilidad futura determinada en el laudo. Por lo tanto, el análisis de los riesgos relevantes
desempeña un papel muy importante en la determinación de la tasa de descuento.
869. Sin embargo, el riesgo no debe ser el único factor en el cual se debe hacer hincapié. El
riesgo inherente a la inversión se traduce económicamente en la rentabilidad que el inversionista
debe obtener para proceder con la inversión. Por lo tanto, riesgo y rentabilidad son conceptos com-
plementarios; la rentabilidad es proporcional al riesgo. Uno está íntimamente relacionado con el
otro. En un escenario óptimo, la rentabilidad mínima que el inversionista espera obtener debe cubrir
la dinámica económica inherente a los riesgos asociados con el negocio particular. Asimismo, ello
implica que la inversión que tenga un componente de alto riesgo debe proporcionar la correspon-
diente alta rentabilidad para que sea y permanezca atractiva para el inversionista que evalúa si
desea o no transferir activos al proyecto.
870. En tanto los respectivos importes que se obtendrán de los Proyectos en calidad de dividen-
dos en el futuro se basan en la rentabilidad de dichos Proyectos, lo mismo resulta aplicable a la tasa
de descuento. El valor de los Proyectos es el valor actual descontado de sus rentabilidades futuras.
Se debe tratar a las Demandantes por referencia a la situación en la que habrían estado a la fecha
310
Caso CIADI No. ARB/07/30
871. Los importes correspondientes a los dividendos que se obtendrán en el futuro no representan
dinero depositado en una cuenta bancaria o en cualquier otra oportunidad en el mercado financiero.
Constituyen la rentabilidad resultante de los Proyectos, con inclusión de todos sus componentes
económicos y financieros. Por consiguiente, su cálculo “ascendente”, hacia el futuro, debe fundarse
en los mismos componentes. La rentabilidad que representan debe ser proporcionalmente superior
a la rentabilidad que se obtiene de una cuenta de ahorro. Si ello no fuera así, no habría inversión
en la industria que, por lo general, es mucho más incierta que colocar dinero en un banco.
872. La tasa de descuento refleja, en la medida de lo que corresponda, la diversidad de las fuentes
del dinero y los costos relativos. Los costos del dinero están determinados por los proveedores del
capital en referencia a la naturaleza y la dimensión de los riesgos que se deben cubrir. Esta tasa de
descuento incluye el costo necesario para obtener dicho capital.
873. Se debe considerar el costo de la deuda tal como se refleja en los libros del proyecto – por
ejemplo, préstamos bancarios – por medio del cual el interés aplicable a abonarse debe reducirse
por las declaraciones impositivas disponibles en el caso particular.
874. El costo del capital accionario incluye dinero proporcionado como libre de riesgo, a una
baja tasa de interés, y dinero proporcionado como riesgo de industria para industrias específicas a
un costo y tasa de interés superiores que reflejan el componente de riesgo de dicha industria en
general. Resulta importante para un inversionista que opera con su propio dinero considerar tam-
bién los riesgos involucrados en el proyecto de inversión en sí mismo. Desde una perspectiva eco-
nómica y financiera, dichos riesgos se deben compensar con mayores retornos para el inversionista.
De otro modo, el inversionista no invertiría en el proyecto específico y utilizaría el dinero en el
mercado invirtiendo en bonos de proyectos similares o financiando proyectos similares tal como
lo harían los bancos u otras entidades prestamistas. La cobertura de estos riesgos se adiciona a los
costos del capital accionario. La determinación de este componente es una tarea difícil, ya que debe
realizarse en función de las características del proyecto específico.
875. La rentabilidad pasada que se deriva de la inversión representa el aumento de valor que
resulta de los negocios involucrados. Por lo general, se expresa mediante una tasa, basada en par-
ticular en puntos de referencia que pueden observarse con cierta regularidad. Desde este punto de
vista, dicha tasa corresponde al factor de actualización. Cuando es considerada desde la perspectiva
opuesta, que es más hipotética, la rentabilidad o los dividendos esperados que se obtendrán en el
futuro pueden retrotraerse al valor inicial del proyecto al momento en el cual se realiza la valuación.
311
Caso CIADI No. ARB/07/30
Este es el factor de descuento inherente al proyecto que comporta un objetivo opuesto al factor de
actualización.
876. Sin embargo, la cuestión económica de una inversión no consiste sólo en el valor que re-
presenta la rentabilidad esperada definida en relación con los riesgos inherentes al proyecto. Ello
es, en términos simples, la “parte superior”. La inversión consiste, además, en los costos que el
inversionista debe considerar para su propio financiamiento de los importes que se invertirán en un
proyecto particular. Ello representa la “parte inferior”, correspondiente al costo – representado en
términos de una tasa de dinero necesaria a efectos de financiar la inversión. Ambos equipos de
peritos utilizan, en este aspecto, los mismos conceptos haciendo referencia, por un lado, a la tasa
libre de riesgo y, por el otro, a la tasa de riesgo de industria, la cual es superior y está relacionada,
en general, con los riesgos implícitos de una determinada industria, independientes de un proyecto
particular.
877. La tasa de descuento debe reflejar los costos por el aumento del capital necesario para ob-
tener los importes requeridos que representarán los dividendos futuros. En primer lugar, se debe
considerar la tasa de rentabilidad sobre la que se basan los Proyectos, la cual es equivalente al
porcentaje monetario de los riesgos que asumen los inversionistas. El efecto del descuento implica
que los dividendos se deben reducir al valor actual de forma proporcional a dicha tasa.
878. En segundo lugar, para determinar el valor requerido para retrotraer el capital otorgado al
valor actual, también es necesario considerar los costos de financiamiento necesarios para solventar
una industria que genera rentabilidad adicional. Dicho valor representa los costos del financia-
miento de la inversión, los cuales pueden determinarse por referencia a las respectivas condiciones
aplicables al mercado pertinente. Respecto de las tasas, la tasa libre de riesgo y la tasa de la industria
son significativas en el presente caso. Aquí, y una vez más, el dato de la tasa de descuento tiene el
efecto de que los dividendos se retrotraigan al valor actual.
879. Los peritos de la Demandada consideran que la tasa de descuento y, al momento en el que
el inversionista ingresa al proyecto, su “tasa mínima de aprobación”, constituyen tasas mínimas642.
Los peritos de las Demandantes consideran que la tasa de descuento sirve un propósito diferente al
de la tasa mínima de aprobación643. Los peritos debaten asimismo el propósito de la TIR como tasa
de rentabilidad calculada por el inversionista al momento de la inversión. Independientemente de
las diferencias entre los peritos, y aún en el supuesto de que las tasas determinadas por el inversio-
nista o por los accionistas al momento de considerar la inversión fueren tasas mínimas, no hay
elemento alguno que le impida al inversionista obtener más ganancias que las mínimas. En tal caso,
“La tasa crítica de rentabilidad (...) es el retorno mínimo que una persona exige antes de hacer la inversión en algo”.
642
312
Caso CIADI No. ARB/07/30
y de la misma forma que en la hipótesis en la cual la tasa de descuento es inferior a la tasa mínima
de aprobación, no resulta correcto hacer referencia a ganancias inesperadas o, en caso de arbitraje,
a compensación excesiva644. Dicha compensación sólo implicaría el riesgo de doble pago cuando
la tasa de descuento específica es muy baja para el proyecto particular y por ende permite que la
compensación no sea descontada por completo a la fecha de la valuación actual. La situación in-
versa puede ocurrir cuando el proyecto de inversión considera tasas de descuento elevadas, que
exceden significativamente su costo del capital financiero. El método adecuado radica en evitar los
importes excesivos en ambos sentidos.
880. Asimismo, ello significa que para un proyecto en marcha y en una fecha posterior a aquella
en la que se observara la tasa mínima de aprobación, la TIR no es, o no debe ser, la misma que la
tasa de descuento. La TIR es la rentabilidad que el inversionista espera y que obtiene para sus
accionistas. Tal como explicaron las Partes, hay varias fuentes que obran en el expediente que
indican que la TIR de ConocoPhillips era del 20%. Suele estar por encima de la tasa de descuento
que fija el límite del costo de capital y por lo tanto de la rentabilidad del vehículo de inversión. Los
documentos pertenecientes al período inicial en el cual se comenzaron los Proyectos indican TIR
superiores a las tasas de descuento que se fijaban regularmente en el 10%645. Los peritos de la
Demandada no pueden estar en lo cierto cuando rechazan esta diferencia, al considerar que la TIR
representa la tasa de descuento en ausencia de deuda646. El Tratado celebrado entre Venezuela y
China el 17 de abril de 2010 pone de manifiesto la distinción cuando la tasa de descuento aplicable
a la recuperación de la inversión fue establecida en 10%, mientras que la operación de la empresa
mixta procuraba obtener una TIR de 18%647.
881. La tasa mínima de aprobación deja de ser relevante una vez pasa la “barrera” del mínimo
de aprobación y se realiza la inversión. Cuando el vehículo de inversión está en marcha y es vin-
culante para los participantes, ya no existe tal barrera. Si bien la tasa mínima de aprobación puede
basarse en una metodología similar a aquella de las tasas de descuento, puede ser superior al pro-
medio del costo de capital si esa fuera la elección del inversionista que procura obtener una
644
Como lo hacen Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016,
párr. 354; Informe de Experto Adicional sobre Riesgo País en la Tasa de Descuento, 19 de mayo de 2017, párr. 3. La
postura de los peritos se reduce a la suposición de que la TIR y la tasa de descuento son lo mismo; TR-S, Audiencia
de marzo de 2017, Día 14, págs. 2399:5-2400:2 (Brailovsky).
645
La TIR era del 14,9% en la Memoria Descriptiva de octubre de 1996 (C-92), 14,2% en el II Plan de Negocios del
Proyecto Hamaca del 30 de abril de 1999 (C-461, págs. 7, 25), 14,17% en la presentación de Corpoven de 9 de mayo
de 1996 (C-108) y 24% en el Estudio de Factibilidad confeccionado por Conoco y Maraven en agosto de 1992 (C-73,
págs. 7, 45, 48, 95). La Reunión de la Junta Directiva de Petrozuata mostró el 7 de diciembre de 2000 una TIR de 34%
y un valor actual neto de USD 537 millones al 7,7% (C-326).
646
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 384.
647
Artículo 6 (C-585). Un experto explicó lo siguiente: “Con mucha frecuencia, una vez más, esto tiene que ver una
con esta amortiguación. Se descuenta a una tasa especial, pero usted tiene una TIR. Siempre la idea es tener una TIR
por encima de esta tasa de descuento para que usted tenga ciertas reservas” - TR-S, Audiencia de marzo 2017, Día 13,
págs. 2279:20-2280:3 (Spiller).
313
Caso CIADI No. ARB/07/30
rentabilidad mayor que la que correspondería a la tasa de descuento del proyecto. En tal caso, la
tasa mínima de aprobación y la TIR, expresada como la barrera del mínimo del inversionista, son
diferentes de la tasa de descuento y superiores a ella.
882. Así, los peritos de la Demandada están fundamentalmente en lo cierto cuando expresan que
la tasa mínima de aprobación del comprador constituye la tasa de retorno mínima aceptable que
percibirá en calidad de inversionista648 (salvo cuando establece una barrera superior porque esa es
la forma en la que considera sus propios intereses). En dicho momento, la tasa de descuento (co-
rrespondiente a la tasa mínima de aprobación) refleja la tasa de rentabilidad esperada.
883. Las respectivas posiciones de las Partes no difieren sustancialmente de aquello que se ex-
plicó supra en términos algo diferentes de los que utilizaron los peritos. Los peritos de las Partes
emplean sus términos profesionales e invocan conceptos que sirven como vehículo para una gran
cantidad de desarrollos complejos, algunos de los cuales pareciera que fundamentalmente sirven
para efectos de crear confusión en lugar de asistir al Tribunal con información que derive en resul-
tados útiles. El análisis de este material de gran volumen demuestra que los elementos controver-
tidos están asociados con una gran cantidad de suposiciones realizadas por referencia a fuentes que,
en ocasiones, no guardan o tienen poca relación con los Proyectos que son el centro del caso que
nos ocupa. En primer lugar, el Tribunal omitirá una gran cantidad de dichas aseveraciones y op-
ciones, sin enumerar su totalidad, antes de hacer hincapié en los elementos principales que se con-
siderarán a los efectos de arribar a las conclusiones pertinentes.
884. El Tribunal habría preferido encontrarse con propuestas claramente presentadas por los pe-
ritos de tal forma que pudiera arribar a una conclusión sin tener que involucrarse demasiado en el
ámbito económico que, después de todo, debiera ser el campo principal de especialización de los
peritos. Sin embargo, es imposible llevar a cabo dicha elección guiada cuando las tasas de des-
cuento propuestas por los peritos son, respectivamente, del 11,6% y del 27,7%, una diferencia de
más de 16%. Tal como lo indicó otro tribunal en una situación similar, en la cual las tasas contra-
puestas eran del 8,5% y 26%: “había un aire de irrealidad respecto de los argumentos de ambas
Partes en virtud del método DCF”649 [Traducción del Tribunal]. El Tribunal intentó, mediante car-
tas de fechas 4 y 12 abril de 2017, impartir instrucciones a los peritos para que procuraran estrechar
las diferencias entre sus respectivas posturas relativas a las tasas de descuento, en general, y al
riesgo país, en particular. Las Demandantes informaron al Tribunal, por medio de la carta de fecha
25 de abril de 2017, que los peritos no pudieron llevar a cabo dicha tarea de forma exitosa. Había
fundamentos evidentes para acercar, al menos un poco, las respectivas posturas contrapuestas, en
particular, con base en los resultados de las dos audiencias celebradas en los meses de febrero y
648
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 388/389.
649
Himpurna California Energy Ltd. (Bermuda) c. PT (Persero) Perusahaan Listruik Negara (Indonesia), Laudo De-
finitivo de fecha 4 de mayo de 1999, párr. 355 (R-252).
314
Caso CIADI No. ARB/07/30
marzo de 2017, en las cuales se recalcaron una cierta cantidad de errores en los supuestos de los
peritos. El Tribunal hizo un esfuerzo que pareció ser el mínimo para llegar a un enfoque razonable.
Se debió enfrentar a una negativa sorprendente e indefendible originada – en una o en ambas partes
– por los propios peritos o por una o las dos Partes a través de las instrucciones que habían impar-
tido. El enfoque del Tribunal puede implicar ciertas estimaciones que las Partes podrían no haber
querido desarrollar ofreciendo su completa asistencia. Los miembros del Tribunal, estando expues-
tos a sugerencias tan extremas que evidentemente no pueden ser consideradas, deberán realizar
ciertos ajustes que algunos peritos podrían considerar una desviación de la disciplina económica650.
885. La cuestión que tiene prioridad en el análisis es la total complejidad híbrida de una variedad
de distorsiones intelectuales y matemáticas respecto del riesgo país. Ello debe ser analizado en
primer lugar, mientras que la consideración de los recursos financieros llamados libre de riesgo y
riesgo general de la industria es prácticamente la misma para los peritos, quienes, sin embargo,
estimaron más conveniente demostrar una vez más su habilidad para considerar discusiones esoté-
ricas controvertidas en lugar de brindar asistencia al Tribunal, que es el responsable de la resolución
del caso.
886. En muchos aspectos, los peritos de las Demandantes hacen alusión a las características del
mercado de los Estados Unidos como base de referencia y luego simplemente incorporan ajustes a
aquello que suponen refleja las diferencias de los conceptos comparables pertinentes para la situa-
ción en Venezuela. En esencia, los peritos de las Demandantes procuraron después del año 2008
proceder a la “valuación contrafáctica de los intereses de las Demandantes en los Proyectos” a la
fecha de valuación651 [Traducción del Tribunal]. Pero, de hecho, analizaron la cuestión por medio
de los datos disponibles en el mercado de los Estados Unidos los cuales, luego, simplemente se
adaptaron a los componentes del mercado de Venezuela sin o con muy poca consideración adicio-
nal de la rentabilidad de los Proyectos. Este enfoque ya se refleja en el primer nivel de la conside-
ración del riesgo país, que se presenta como una prima que justifica la mayor incertidumbre o
volatilidad de los flujos de caja de los Proyectos, que resultan de Proyectos ubicados en Venezuela
en lugar de en una economía más desarrollada, como la de los Estados Unidos652.
650
Ello se sostiene conforme a la suposición de que dicha disciplina existe. Se permiten serias dudas al respecto debido
a las discrepancias extremas de los resultados obtenidos por profesionales altamente calificados que deberían tener
antecedentes científicos que les permitieran arribar a conclusiones más cercanas unas a las otras en sus elaboraciones
y resultados.
651
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
párr. 54.
652
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 412.
315
Caso CIADI No. ARB/07/30
887. En el informe de los peritos de las Demandantes del mes de mayo de 2014, desapareció el
componente de riesgo país de Venezuela:
Con el propósito de determinar la medida del riesgo país aplicable a los Proyectos, evaluamos
el riesgo (incremental) de los flujos de caja de los Proyectos en comparación con un proyecto
de similares características ubicado en los Estados Unidos. Para ello, identificamos, en pri-
mer lugar, las fuentes potenciales de riesgo país y luego implementamos una metodología
que refleja la percepción del mercado respecto de la exposición de los Proyectos al riesgo
país en su conjunto653. [Traducción del Tribunal]
888. Cuando analizan la comparación con el gasoducto de Alaska, las Demandantes aceptan que
la información proporcionada representa, al menos, el hecho de que el proyecto en Venezuela en-
frenta un riesgo país superior al que le correspondería a un proyecto similar en los Estados Uni-
dos654.
889. Uno de los factores utilizados por los peritos de las Demandantes en sustento de tasas de
descuento bajas es el modelo del Costo Promedio Ponderado del Capital (Weighted Average Cost
of Capital o WACC, por sus siglas en inglés) que sirve para reunir casi todas las tasas relevantes y
ofrece una tasa final a ser utilizada en una valuación posterior. No siempre los peritos explicitaron
que este modelo funciona para los supuestos del mercado de los Estados Unidos y considera los
factores de riesgo de Venezuela como si se observasen desde la perspectiva de los Estados Unidos,
sin aceptar vínculo o relación alguna con el mercado local del país. Así, cuando calculan el WACC
apropiado para los Proyectos, “estiman, en primer lugar, el riesgo de la industria por medio del
cálculo del WACC para una empresa ubicada en los Estados Unidos que opera en el mismo seg-
mento industrial que los Proyectos (exploración y producción de petróleo y gas, o E&P)” [Traduc-
ción del Tribunal]. Para considerar el componente venezolano de los Proyectos, “proceden a su
ajuste para reflejar las diferencias de los riesgos relativos de invertir en Venezuela en oposición a
invertir en los Estados Unidos”655 [Traducción del Tribunal]. A tales efectos, no utilizaron datos
del mercado de Venezuela porque estos datos, según indicaron, no estaban disponibles y, en cual-
quier caso, no eran fiables. Los peritos de la Demandada van más allá cuando señalan que esto es,
simplemente, jugar con la calificación de los bonos a los efectos de lograr lo que pareciera ser el
objetivo de su tasa de descuento656.
653
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, párr. 56.
654
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 454.
655
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, párr. 102.
656
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 479/480.
316
Caso CIADI No. ARB/07/30
890. Cuando utilizan el Modelo de Valoración de Activos Financieros (Capital Asset Pricing
Model o CAPM, por sus siglas en inglés) para estimar el costo de capital (parte integrante del
WACC), los peritos de las Demandantes utilizan datos de los mercados de capitales de los Estados
Unidos; no obstante, señalan que el costo de capital estimado a partir de los datos de los Estados
Unidos no da cuenta del hecho de que las actividades se llevan a cabo fuera de los Estados Unidos.
Los peritos señalan que para analizar esta cuestión incluyeron una prima de riesgo país para expli-
car los diferentes riesgos políticos y macroeconómicos de Venezuela en comparación con aquellos
de los Estados Unidos657. Sin embargo, cuando determinan dicho riesgo país, los peritos optan por
el enfoque de la deuda soberana que estaba basado en el Índice de Bonos de Mercados Emergentes
(Emerging Markets Bond Index o EMBI, por sus siglas en inglés) desarrollado por JP Morgan, una
entidad bancaria de los Estados Unidos658, en el año 1999 – aproximadamente 10 años antes de su
informe pericial – y que no estimó el riesgo país directamente, sino en comparación con la capita-
lización total de mercado de todos los instrumentos incluidos en el índice. El índice se define como
una referencia del mercado de deuda, que parece que tiene una relevancia limitada para la determi-
nación del costo de capital. El factor global determinado por el índice fue del 5,6% para Venezuela.
Sin embargo, los peritos eligen un horizonte de 5 años que resulta en una prima de riesgo país del
4,37% para fines del mes de julio de 2008; los peritos no hicieron referencia a ninguna fuente
respecto de dicha suposición659. Con esta prima, los peritos hicieron un ajuste con base en la cali-
ficación de los bonos de Petrozuata en el año 1998 y luego determinaron la deuda de Petrozuata
respecto del riesgo país en comparación con empresas de exploración y producción (E&P) de los
Estados Unidos, utilizando el índice de los bonos de la industria de los Estados Unidos cuyas cali-
ficaciones estaban dos niveles por encima de la deuda soberana de Venezuela. Si bien los peritos
supuestamente invocan la calificación de los bonos de Venezuela, la referencia a partir de la cual
se realiza el cálculo es, una vez más, el mercado de los Estados Unidos. Por último, si bien aceptan
que el capital está más expuesto al riesgo país que la deuda, supusieron que Petrozuata tenía una
estructura de capital óptima que es la misma que tiene el promedio de las empresas E&P de los
Estados Unidos y, así, adoptaron una porción de deuda del 26,5% - todo ello sin ninguna verifica-
ción por referencia a compañías que operan en la industria petrolera de Venezuela o, lo que
657
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
Apéndice E, párr. 5. Los peritos agregaron que los datos de los Estados Unidos son más fiables “que los datos análogos
provenientes de los mercados de capitales de Venezuela, en la medida en que dichos datos existan en Venezuela”
[Traducción del Tribunal]. En otras palabras, los peritos concluyeron que los datos de Venezuela no eran fiables a
pesar de que no verificaron la existencia de dichos datos. En el informe que contemplaba este Anexo, los peritos fueron
más contundentes: “Utilizamos el índice de endeudamiento óptimo de las empresas de exploración y producción de
petróleo y gas no integradas de los Estados Unidos, ya que los datos del mercado venezolano son limitados y poco
fiables” [Traducción del Tribunal] (párr. 113). Así, los peritos concluyeron que los datos de Venezuela no eran fiables
antes de proceder a verificar la existencia de dichos datos. Tuvieron 8 años para subsanar este defecto. En todos los
informes subsiguientes, ya no se mencionó la cuestión acerca de la posible disponibilidad de los datos en Venezuela.
658
LECG-171, al que se hace referencia en el Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips
en Venezuela, 12 de septiembre de 2008, Apéndice E, párr. 17, nota al pie 21.
659
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
Apéndice E, párr. 18.
317
Caso CIADI No. ARB/07/30
constituiría el requisito fundamental, a la compañía objeto del análisis, es decir, Petrozuata 660. La
conclusión de los peritos ilustra su enfoque:
891. Ambos equipos de peritos realizaron estudios exhaustivos de calificaciones de riesgo deri-
vados de una gran cantidad de mercados internacionales o incluso a nivel global. Si bien dichas
comparaciones pueden ser instructivas en varios aspectos, tienen la desventaja fundamental de no
haber sido determinadas por el mercado en cuestión en el caso que nos ocupa – el mercado petrolero
de Venezuela – o, de forma más específica, por los Proyectos que constituyen el objeto de la va-
luación y, por lo tanto, están en el centro de la determinación de la tasa de descuento y, en particu-
lar, su inherente componente de riesgo.
892. Los peritos de la Demandada invocan en gran medida cinco enfoques para determinar las
tasas de descuento, esto es, el Modelo de Clasificación de Riesgo País publicado por International
Investor, SPEE, sus propios Datos del Mercado de Valores, y el Contralor de Cuentas Públicas de
Texas. Todas estas fuentes tienen fundamento internacional, a excepción de la última, que contiene
valuaciones de más de 6.000 propiedades de petróleo y gas en el Estado de Texas. Hay una quinta
fuente que amerita una mención separada, ya que ofrece información sobre los proyectos petroleros
upstream en Venezuela, reunida por IHS Global Insight662. Cuando se consideran todas estas fuen-
tes en su conjunto, el rango de tasas de descuento conforme a la valuación ex post oscila entre el
21,8% y el 29,5%663. Luego, los peritos crean otro grupo conformado por diversos métodos repre-
sentados por cuatro categorías de indicadores diferentes, esto es, (i) ICAPM, un método que utiliza
660
Cf. ibídem, Apéndice E, párrs. 16-36. Tal como se menciona infra, la porción de la deuda finalmente se fijó en el
26%.
661
Ibídem, Apéndice E, párr. 50.
662
Los datos corresponden solo al año 2009 y fueron presentados, de forma general, para proyectos de petróleo en
Venezuela; cf. Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 378(b), 520/521; Informe de
Experto Adicional sobre Riesgo País en la Tasa de Descuento, 19 de mayo de 2017, párr. 11.
663
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párrs. 378, véanse, además, párrs.
478-552.
318
Caso CIADI No. ARB/07/30
la desviación estándar relativa de los mercados de capitales de Venezuela y una economía desarro-
llada; (ii) ICAPM, otros métodos; (iii) métodos que combinan la tasa de rentabilidad esperada no
contemplada en el CAPM con el modelo de calificación del riesgo país; y (iv) estimaciones directas
no contempladas en el CAPM. Los peritos de la Demandada concluyen, con base en esta compa-
ración, que la media del costo de capital de los cuatro grupos es de 27,7% para el mes de octubre
de 2016, la cual constituye la tasa de descuento que aplican para obtener el Valor Actual Neto
(VAN) de los Proyectos a la fecha de valuación ex post664. Los peritos no explican el peso respec-
tivo otorgado a cada uno de estos grupos, los cuales demuestran composiciones muy diferentes.
Pareciera que, en gran parte, estos grupos no reflejan las evaluaciones basadas en el mercado de
Venezuela, y cuando lo hacen la referencia no es diferente a cuando se consideran los mercados de
capitales de Venezuela. No se establece ninguna relación con la rentabilidad de los Proyectos ob-
jeto de valuación. Ello es sorprendente. Los peritos señalan como uno de sus puntos fundamentales
que la tasa de descuento refleja la tasa de rentabilidad esperada, al menos como valor mínimo, y
dicha tasa está reflejada por el costo de capital en tanto “se la observa desde la perspectiva del
proyecto”665 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, ninguno de los enfoques y métodos que uti-
lizan como guía implica perspectiva alguna que haga hincapié en los Proyectos.
893. Además, el Tribunal observa que los peritos de la Demandada indican una cantidad de li-
mitaciones respecto de la metodología fundada en el enfoque CAPM que, en cierta medida, debe
extenderse a ICAPM, su equivalente internacional. Ellos expresan que este método explica el me-
canismo de fijación de precios en los mercados financieros conforme al supuesto de competencia
perfecta. Señalan que la teoría tiene antecedentes deficientes relativos a la predicción de tasas de
descuento reales para los activos financieros y que también tiene limitaciones importantes cuando
el activo que se desea valuar es un proyecto petrolero físico independiente, carente de liquidez,
para el cual hay pocos compradores cuyos portafolios no están totalmente diversificados. Conclu-
yen que la teoría, simplemente, no puede aplicarse sin la introducción de modificaciones impor-
tantes cuando no prevalece la competencia perfecta. Por lo tanto, en el presente caso, CAPM sólo
puede ofrecer un mínimo para la tasa de descuento666. Asimismo, agregan que CAPM se comple-
mentó por medio de la introducción de la prima de riesgo de país, lo que generó ICAPM, la versión
internacional del modelo. No obstante, los peritos señalan que, aparte de ICAPM, se deben emplear
otros enfoques para determinar las tasas de descuento “que carecen de las restricciones de los su-
puestos de dicha teoría”667 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, tal como se explicó supra, los
peritos utilizan ICAPM (en proporciones indefinidas) como uno de los fundamentos para sugerir
su tasa de descuento del 27,7%, indicando, además, que, si utilizan de forma exclusiva métodos
664
Ibídem, párrs. 380/381, 538, 540, Tabla 34, párr. 578.
665
Ibídem, párr. 390.
666
Ibídem, párrs. 394, 404. Los peritos hacen hincapié en la palabra “mínimo”. [Traducción del Tribunal] Véanse,
además, párrs. 492-497.
667
Ibídem, párr. 400.
319
Caso CIADI No. ARB/07/30
distintos de ICAPM, dicha tasa podría descender al 25,1%668. En cualquier caso, la invocación de
diversas fuentes basadas en ICAPM u otras fuentes que emplean datos comparables conforme a
otra metodología resulta ser errónea en gran medida cuando no se centra en los Proyectos en cues-
tión y su contexto económico. Además, como estos Proyectos están en marcha en el escenario
contrafáctico, no hay lugar para ninguna perspectiva enfocada en el “comprador” que pueda ser
influenciada por la comparación con otros mercados o, quizás, con mercados similares.
894. Los peritos de la Demandada sugieren también que la mayoría de las estimaciones CAPM
se realizan con base en datos del mercado de capitales de Estados Unidos. Este mercado tiene una
gran liquidez mientras que, por lo general, no ocurre lo mismo con un proyecto físico que debe
enfrentarse con un mercado limitado en el cual la conclusión de las transacciones requiere mucho
tiempo. Los peritos de la Demandada, para dar cuenta de esta limitación aplicable a los Proyectos,
introducen un ajuste por liquidez del 4% a los primeros dos grupos de métodos basados en ICAPM,
a efectos de obtener un aumento en el promedio de la tasa de descuento, fundado en los cuatro
grupos, del 2%. Tal como ellos indican, esto resulta en una “tasa de descuento (costo de capital)
posterior al ajuste de liquidez” del 27,7%669 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, observaron,
además, en una etapa anterior, que el mismo porcentaje representa la media del costo de capital de
los cuatro grupos mencionados supra, sin considerar el ajuste por liquidez670. Esto es confuso. El
Tribunal entiende que esta última cifra debe ser inferior al 27,7%, pero para los peritos el porcentaje
final es del 27,7%, tal como fue confirmado adicionalmente por los escritos de la Demandada.
895. En primer lugar, el Tribunal observa que el argumento de los peritos de la Demandada es
circular. La falta de liquidez se evalúa por comparación con el mercado de capitales con mayor
liquidez de los Estados Unidos, si bien se afirma – de forma correcta – que la tasa de descuento
debería basarse en una valuación orientada al Proyecto y no por referencia a los datos de los Estados
Unidos para empresas que operan en el mercado de capitales que tienen muy poco, o ciertamente
nada, que aportar a dicho análisis. Desde que comenzaron los Proyectos, nunca hubo un mercado
con liquidez respecto de los ingresos en calidad de dividendos provenientes de la producción y el
mejoramiento de petróleo. Tampoco hubo un mercado para el capital accionario, más aún debido
a que los Convenios de Asociación regían ese tema. Por lo tanto, el factor de iliquidez, si fuera
relevante, se incluyó en todo momento como un componente importante de los Proyectos en ma-
teria comercial y, por consiguiente, estaba incluido también en la valuación que realizaron los in-
versionistas, considerado como tasa de descuento o como tasa mínima de aprobación. Así, y tal
como señalaron los peritos de las Demandantes, habría una evidente doble contabilización si se
668
Ibídem, párr. 383. Los peritos consideraron para su valuación métodos basados en ICAPM para más del 50%; cf. el
mismo Informe, pág. 275, Tabla 34.
669
Ibídem, párrs. 538, 540, Tabla 34.
670
Ibídem, párr. 381.
320
Caso CIADI No. ARB/07/30
agregara al riesgo país cualquier falta de perspectiva de comercialización 671. Asimismo, se puede
observar que, en el presente caso, no se puede medir el riesgo país por referencia a los mercados.
La tasa de descuento sirve para determinar el valor actual de los dividendos futuros. Estas son todas
características relacionadas exclusivamente con los Proyectos en cuestión en el caso que nos ocupa.
896. Por otra parte, los peritos de las Demandantes consideraron los enfoques de transacciones
comparables y múltiplos de mercado como medio para comprobar los resultados de su análisis
DCF. Analizaron más de 1.600 transacciones de exploración y producción de petróleo crudo que
tuvieron lugar en el período comprendido entre el año 2001 y el primer semestre del año 2008 para
las cuales había datos disponibles. Este enfoque resulta de utilidad cuando hay varias transacciones
recientes en condiciones de mercado de activos que son similares o comparables con el activo
objeto de la valuación. Los rangos de valores en general, y considerados en su totalidad, ofrecen
una oportunidad para confirmar la naturaleza conservadora de los resultados de sus cálculos DCF.
Los peritos no identificaron ninguna transacción en particular que podría considerarse comparable
directamente, en todos sus aspectos relevantes, con los Proyectos Petrozuata y Hamaca (incluso en
términos de tamaño, ubicación, y tipo de petróleo crudo), pero expresaron que estaban en condi-
ciones de evaluar el precio de las transacciones por barril de una gran cantidad de transacciones
recientes relativas a participaciones en petróleo crudo pesado. De forma similar, analizaron transac-
ciones relativas a proyectos de aguas poco profundas y activos, en un intento por encontrar opera-
ciones comparables al Proyecto Corocoro. No identificaron ninguna transacción en particular que
podría considerarse comparable directamente, en todos sus aspectos relevantes, con Corocoro, pero
las transacciones, en su totalidad, ofrecen un sustento útil e independiente para confirmar la natu-
raleza conservadora de su análisis DCF.
897. Además, los peritos procuraron corroborar los resultados de su análisis DCF por medio de
la consideración de diversas valuaciones que surgen de empresas de exploración y producción que
hacen oferta pública de sus acciones y extraen petróleo crudo en Canadá y otros lugares. Si bien
no identificaron ninguna empresa en particular que fuera directamente comparable con los Proyec-
tos Petrozuata o Hamaca, concluyeron que este ejercicio proporciona un medio útil e independiente
para confirmar la naturaleza conservadora de sus resultados DCF672.
898. El enfoque “múltiplos de mercado” (en ocasiones denominado enfoque de compañías com-
parables) es similar, desde un punto de vista económico, al enfoque de transacciones comparables.
El enfoque es aplicable por medio (1) de la identificación de empresas que hacen oferta pública de
671
Abdala/Spiller, Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Deman-
dantes en Venezuela, 19 mayo de 2017, párr. 33.
672
Cf. Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de
2008, párrs. 57/58; Apéndice G completado por el Apéndice D del Segundo Informe de Valoración de las Inversiones
de ConocoPhillips en Venezuela, 2 de noviembre de 2009, y el Informe de Refutación a los Segundos Informes de los
Peritos de la Demandada, 15 de abril de 2010.
321
Caso CIADI No. ARB/07/30
sus acciones que sean suficientemente similares a la compañía en cuestión, (2) del cómputo de un
índice que expresa el valor de la empresa respecto de algunas variables relevantes (por ejemplo,
ganancias, producción y reservas probadas), y (3) de la aplicación del múltiplo observado a la
variable (en el presente caso, las reservas) para determinar su valor. Si el mercado de capitales es
razonablemente eficiente, los precios del capital accionario incorporan el conocimiento y las ex-
pectativas del mercado respecto de los prospectos de negocios futuros de las empresas, y propor-
cionan, así, una estimación razonable del valor justo de mercado. Si las empresas seleccionadas
que hacen oferta pública de sus acciones son suficientemente similares a la compañía en cuestión,
resulta posible estimar la inferencia relativa al valor probable de dicha compañía en base a un
múltiplo apropiado de la industria. En el presente caso, el indicador relevante del valor, que han
identificado, es el índice de valor de la empresa relativo a la cantidad por barril equivalente de
petróleo (BEP) de las reservas probadas.
899. Los peritos de las Demandantes concluyen que su análisis confirma la naturaleza conserva-
dora del valor que calcularon para los Proyectos Petrozuata y Hamaca utilizando el enfoque DCF.
900. El Tribunal concluye que, sin negar el interés de diversas comparaciones, ya sea con múl-
tiplos de proyectos o transacciones, dichos métodos no permiten arribar a conclusiones lo suficien-
temente concretas para que sean aplicables a los Proyectos en el presente caso. Los peritos aceptan
que no identificaron ninguna transacción en particular que podría considerarse directamente com-
parable, en todos sus aspectos relevantes, con los Proyectos. Por lo tanto, si no se puede obtener
ninguna comparación razonable de las múltiples comparaciones y análisis de una gran cantidad de
emplazamientos de producción de petróleo a nivel global, ¿cuál es el propósito de este ejercicio si
no deriva en resultados concretos respecto de los Proyectos en cuestión en el presente caso? Es
probable que dichas comparaciones muestren diferencias entre extremos en los cuales se pueden
encontrar tasas de descuento. Aun así, ello no deriva en ningún resultado concreto.
901. De forma similar, resulta hipotético o algo especulativo concluir, a partir de la comparación
con el promedio del costo de la deuda de empresas E&P supuestamente comparables ubicadas en
China, Rusia, Kazajstán, Colombia y Brasil, compilado por la compañía estadounidense Bloom-
berg, que el costo de la deuda de los Proyectos era del 7,31% al mes de junio y del 6,06% al mes
de diciembre de 2016673, cuando los datos debían haber estado disponibles a partir de las cuentas
de los Proyectos, al menos, para el período histórico.
902. El Tribunal concluye que, si bien puede ser cierto que la situación económica general de
Venezuela puede tener un efecto negativo en la rentabilidad de los Proyectos, por ejemplo,
673
Informe de Actualización Consolidado de Abdala/Spiller, 17 de noviembre de 2016, párr. 175.
322
Caso CIADI No. ARB/07/30
903. Por otro lado, se deben tener en cuenta las decisiones políticas de gobierno que afectan a la
industria del petróleo en general en Venezuela (independientemente de que se denominen riesgo
país o no) tales como regalías e impuestos, limitaciones en el tipo de cambio, restricciones a la
producción de la OPEP, y muchas otras medidas regulatorias relativas a la administración de los
proyectos de petróleo. La Circular de Oferta de Petrozuata del año 1997 (C-75) contiene una enu-
meración exhaustiva de dichos riesgos que no amerita ser repetida. Sin embargo, y también en este
sentido, el impacto de dichas medidas de gobierno no puede convertirse en el componente de riesgo
de un proyecto específico sin considerar, además, varios otros factores y, principalmente, aquellos
relativos al proyecto particular en cuestión. Asimismo, los estados financieros contienen listados
exhaustivos de los riesgos que afectan a los Proyectos674.
904. La misma cuestión es aplicable a las comparaciones realizadas por los peritos de las De-
mandantes con muchos otros préstamos que están calificados por entidades profesionales con el
fin de impactar los mercados financieros. La calidad de la deuda de los respectivos deudores puede
permitir conclusiones indirectas relativas a los riesgos inherentes a los negocios relevantes, pero
ello no permite una transferencia inmediata de dichos riesgos a los efectos de identificar los com-
ponentes de riesgo de los Proyectos en cuestión sin una verificación posterior. Por lo tanto, el Tri-
bunal concluye que los supuestos de los peritos de las Demandantes en este sentido, sin negar algún
interés intrínseco, son cercanos a simples especulaciones que no guardan relación con las caracte-
rísticas de los Proyectos. Los peritos debían haber tenido conocimiento de la debilidad de dicha
posición cuando expresaron: “En todos los casos hay que analizar estos riesgos específicos del
proyecto y no el riesgo país en general”675. Ello constituye, también, la postura de las Demandantes:
“La pregunta es, por lo tanto, cuál habría sido el riesgo país para estos Proyectos (considerando
sus características específicas, incluido sus protecciones contractuales y aquellas contempladas en
el Tratado) en ausencia de la conducta ilícita por parte de Venezuela”676 [Traducción del Tribunal].
905. En cualquier caso, incluso si se tomaran como referencia calificaciones de bonos tales como
las correspondientes a la deuda soberana de Venezuela, ellas no pueden representar más que el
nivel inferior sobre el cual las especificidades de los Proyectos se deben elaborar y traducir en
674
Véase, por ejemplo, el Informe para Petrozuata correspondiente a los años 2006/2007, págs. 18-21 (CLEX-093).
675
TR-S, Audiencia de 2010, Día 10, 2637:18-2638:13 (Spiller). Y, una vez más: “… el riesgo país debe ser específico
según el proyecto”, TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 11, pág. 1676:5/6 (Spiller).
676
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 412.
323
Caso CIADI No. ARB/07/30
costos que resulten en tasas apropiadas. La calificación de los bonos como tal no resulta pertinente
para una valuación basada en proyectos. El riesgo de un proyecto físico que atraiga inversiones
extranjeras es muy superior al riesgo de un bono. Si ello no fuera así, el inversionista sólo adquiriría
bonos que incluyen el riesgo país, pero no otros riesgos inherentes a la inversión en particular677.
906. El Tribunal acepta que la tasa de descuento no debería servir como prima para los actos
ilícitos cometidos por el Estado receptor y en detrimento de la inversión. Por lo tanto, no resulta
apropiado incluir el riesgo de expropiación ilícita u otras medidas ilícitas del Estado en la determi-
nación de la ecuación riesgo/rentabilidad del Proyecto, y a partir de allí, en la tasa de descuento.
907. Sin embargo, las Demandantes van demasiado lejos cuando alegan que no se debería con-
siderar ningún riesgo de expropiación. Ello no es correcto habida cuenta de la protección dispuesta
en el TBI en contra de actos ilegales cometidos por el Estado receptor, la cual define, a la inversa,
el alcance que se deja para las intrusiones del Estado que afecten la rentabilidad de la inversión.
Así, se permite la expropiación dentro de los límites determinados por el Artículo 6 del TBI. Ello
incluye el derecho que le asiste al inversionista de que se le otorgue “justa compensación”. Tal
como alegaron las Demandantes, este estándar no es tan exacto a la reparación íntegra, con el efecto
de que, si en realidad se abona la justa compensación, el inversionista debe asumir el riesgo de que
se le prive de la compensación que permita la reparación íntegra por la pérdida sufrida. A tales
efectos, la protección del Tratado tiene sus limitaciones, las cuales se traducen en el riesgo inhe-
rente a la inversión.
908. Respecto del principio, el Tribunal concuerda con las Demandantes en que la conducta ilí-
cita no debería convertirse en un beneficio para quien comete dicha ilicitud.
909. El mismo principio es aplicable respecto de las consecuencias de los actos discriminatorios.
En la medida en que las disposiciones de compensación de los Convenios de Asociación de Petro-
zuata y Hamaca establecen una indemnidad limitada para los Accionistas Clase B, la diferencia,
que representa las pérdidas no cubiertas, debe considerarse como un riesgo de los Proyectos que se
traduce en la tasa de descuento.
910. Por lo tanto, se debe alterar uno de los supuestos fundamentales de los peritos de las De-
mandantes, esto es, que “en estos procedimientos la tasa de descuento debe ser libre del riesgo de
expropiación y del riesgo de una tributación indebida”678 [Traducción del Tribunal]. Los Proyectos
no estaban exentos del riesgo de expropiación, siempre que fuera lícita en el marco del Artículo 6
677
Brailovsky/Flores, Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 398(c).
678
Informe de Refutación a los Segundos Informes de los Peritos de la Demandada, 15 de abril de 2010, párr. 9.
324
Caso CIADI No. ARB/07/30
del TBI. Además, estaban expuestos al riesgo de una mayor tributación; no obstante, dentro de los
límites establecidos por las disposiciones de compensación. Por consiguiente, la crítica de los pe-
ritos de las Demandantes a los peritos de la Demandada en estos aspectos, expropiación y tributa-
ción no resulta convincente679.
911. En una etapa ulterior, en el año 2014, los peritos de las Demandantes se apartaron de su
posición inicial e hicieron mayor hincapié en la producción y los parámetros de costos de los Pro-
yectos. Indicaron que: “una gran diferencia en los datos seleccionados por B&F [Brailovsky&Flo-
res] se relaciona con el rendimiento operativo esperado de los Proyectos en ausencia de expropia-
ción”680 [Traducción del Tribunal]. De forma adicional, cuando enumeran las características espe-
cíficas de los Proyectos que respaldan la baja prima de riesgo país de los peritos, ellos señalan lo
siguiente:
Además, los peritos de las Demandantes señalan que los Proyectos contienen su propia gestión de
riesgos cuando consideran la protección disponible por medio de tratados bilaterales de inversión
y las disposiciones de compensación de los Convenios de Asociación682. Sin embargo, cuando los
peritos analizan el Convenio Petrozuata consideran como referencia el período comprendido entre
los años 2002-2004, sosteniendo que las calificaciones de crédito de Petrozuata se vieron afectadas
después por informes sobre posibles expropiaciones683.
679
Ibídem, párr. 10: “La diferencia entre la prima de riesgo país que utilizamos y la prima de riesgo país utilizada por
B&W [Brailovsky&Wells], a su vez, se debe a que B&W omitieron aislar los elementos de riesgo correspondientes a
la expropiación y la tributación indebida incluidos en esta prima; riesgos que los Proyectos no habrían enfrentado en
el escenario contrafáctico” [Traducción del Tribunal]. En sus informes anteriores, los peritos de las Demandantes
supusieron un impuesto a las ganancias del 34% para Petrozuata y Hamaca. De hecho, en el año 2007, el impuesto a
las ganancias de la industria de hidrocarburos ascendió al 50% y las Demandantes habían concluido que dicho incre-
mento no debería desencadenar en la aplicación de las disposiciones de compensación en el presente caso. Los peritos
modificaron su escenario tributario en su Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversio-
nes de ConocoPhillips en Venezuela, 19 de mayo de 2014, párrs. 2, 4, y en su Cálculo de Indemnización de Daños
para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, Informe Suplementario, 13 de octubre de
2014, nota al pie 9, párrs. 19, 249.
680
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párr. 6.
681
Ibídem, párr. 86(d).
682
Ibídem, párr. 192.
683
Ibídem, párr. 118; Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 89.
325
Caso CIADI No. ARB/07/30
912. Asimismo, el Tribunal recuerda que se instruyó a los peritos de las Demandantes para que
no analizaran la aplicación del Impuesto a las Ganancias Inesperadas (IGI). En consecuencia, tam-
poco consideraron la potencialidad del efecto de esta tributación sobre los riesgos inherentes a los
Proyectos.
914. Esta opinión no está exenta de contradicciones. Los peritos de las Demandantes alegan, en
respaldo de la tendencia descendente de los riesgos de los prestamistas desde los inicios de la in-
versión, que “muchos de los riesgos sustanciales asociados inicialmente con los Proyectos ya no
estaban presentes en el año 2016 (tales como, por ejemplo, riesgos de construcción y desarrollo),
y debido a la reducción de las tasas libres de riesgo, las tasas de interés exigidas por los tenedores
de bonos al año 2016 habrían sido inferiores que aquellas ofrecidas por los prestamistas en el año
1997”686 [Traducción del Tribunal]. Los peritos señalan que dicha reducción no afecta el compo-
nente de riesgo país del costo de capital “...debido al incremento del déficit fiscal en Venezuela y
el deterioro de su situación macroeconómica en general, los Proyectos podrían verse afectados de
forma adversa a causa de otros factores de riesgo en materia política, tales como un aumento en el
684
La titularidad de los Proyectos fue transferida a CPZ el 27 de julio de 2005, a CGP el 11 de agosto de 2005 y a CPH
el 22 de septiembre de 2006, respectivamente; cf. Decisión sobre Jurisdicción y Fondo de 2013, párr. 276.
685
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs. 91, 173; véase, asimismo, Cálculo de
Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 19 de mayo de
2014, párr. 119; Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en
Venezuela, Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párr. 89; haciendo referencia además al Índice Emerging
Markets Corporate Plus de Merrill Lynch, una vez más carente de fuentes en el mercado de petróleo de Venezuela.
686
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, párr. 12.
326
Caso CIADI No. ARB/07/30
915. El Tribunal no comparte la opinión de los peritos de las Demandantes respecto de que las
calificaciones de los bonos pueden considerarse equivalentes a las calificaciones de riesgo de los
Proyectos pertinentes para los inversionistas689. Tal como expresan los peritos de la Demandada:
“los riesgos de invertir en el capital, en particular en el caso de activos no financieros, deben ser
superiores a los correspondientes para la inversión en bonos”690 [Traducción del Tribunal]. El
riesgo de los prestamistas ciertamente se ubica por debajo del riesgo asumido por los inversionistas,
quienes están directamente involucrados en la operación de los Proyectos y deben percibir un in-
greso superior que el beneficio obtenido por dichos prestamistas. Por lo tanto, la evaluación del
riesgo país realizada por los peritos de las Demandantes a un nivel de entre 4 y 5% no tiene vincu-
lación real con la rentabilidad de los Proyectos, tal como se define en los documentos oficiales que
respaldan los bonos de Petrozuata. El resultado de dicha comparación es, por el contrario, que el
riesgo inherente a los Proyectos, tal como es percibido por las Demandantes, debiera haber estado
muy por encima del riesgo vertido en la tasa del bono del 8%. Pareciera que los peritos de las
Demandantes aprovechan dicha calificación de los bonos, ya que proporcionan riesgos inferiores
que los bonos soberanos de Venezuela, al menos, durante un cierto período de tiempo. Sin em-
bargo, dicha suposición es especulativa porque las empresas productoras de petróleo están expues-
tas a riesgos que pueden desarrollarse con facilidad a niveles superiores a los riesgos considerados
para los bonos soberanos, así como para las compañías promedio en el mismo país. La cuestión
fundamental en este aspecto es que la tasa de riesgo inherente a la tasa de los bonos del 8% es,
ciertamente, de interés conforme a la más extensa enumeración de la Circular respecto de todos los
riesgos que enfrentan los prestamistas, pero también es igualmente cierto que la carga de riesgo
que soporta el inversionista debe ser superior porque se aplica directamente y sin las salvaguardas
disponibles para los prestamistas contemplados en las protecciones proporcionadas en el mercado
financiero, en particular, las garantías que ofrecen los patrocinadores de los bonos. Los peritos de
687
Ibídem, párr. 32.
688
Véase, asimismo, en comparación con Brailovsky/Flores; Informe de Experto Adicional sobre Riesgo País en la
Tasa de Descuento, 19 de mayo de 2017, párr. 19.
689
O, tal como expresan las Demandantes en su Escrito Post-Audiencia de 2017: “El desempeño de los bonos de
Petrozuata reflejaba la percepción del mercado respecto del riesgo de invertir en el propio Proyecto Petrozuata” (párr.
214) [Traducción del Tribunal].
690
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, párr. 436.
327
Caso CIADI No. ARB/07/30
las Demandantes no ignoraron que ello hace la diferencia e invalida las comparaciones pertinentes
a la evaluación de la calidad del crédito de las deudas no garantizadas691. En ningún momento
mencionaron que, en las circunstancias del presente caso, el factor riesgo no impacta el valor de
los bonos, pero sí la potencialidad de percibir el pago de los dividendos que surgen de la operación
de los Proyectos. La tasa de descuento calculada sobre esta base resultaría en proporciones dife-
rentes y superiores. Aun así, este no es el enfoque elegido:
Consideramos tres enfoques alternativos para calcular las exposiciones específicas del pro-
yecto al riesgo país tal como lo sugiriera el Prof. Damodaran. ... ninguno de estos enfoques
genera un resultado significativo para los Proyectos, entonces procedimos con nuestra propia
implementación basada en el desempeño observado de la deuda de los Proyectos692. [Traduc-
ción del Tribunal]
916. Parece ser simple comprender que el desempeño de la deuda garantizada por los patrocina-
dores y los accionistas de las sociedades controlantes tiene un componente de riesgo inferior que
el pago de dividendos que provienen del flujo de ingresos luego del pago de intereses a los presta-
mistas.
917. Como ni el bono soberano ni el bono de Petrozuata son indicadores útiles para la exposición
del costo y la tasa de descuento de los Proyectos, la discusión entre los peritos respecto de si un
bono está mejor calificado que el otro, o viceversa, es irrelevante.
918. Además, los peritos de las Demandantes alegan que, para las empresas involucradas en los
Proyectos, el costo efectivo de la deuda no es el interés abonado a los prestamistas sino la tasa neta
obtenida una vez que se deduce el impuesto a las ganancias. Considerando el efecto de una reduc-
ción del impuesto a las ganancias del 50%, ello disminuye el componente de riesgo a la mitad693.
En el presente caso, y una vez más, dicho cálculo no incluye la consideración de un mayor compo-
nente de riesgo para los inversionistas, en comparación con los prestamistas, y, además, la meto-
dología está sesgada por el índice de endeudamiento del 26% que se basa en los promedios obte-
nidos de los índices de las empresas E&P que no guardan relación alguna con Venezuela694.
691
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, nota al pie 120.
692
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, nota al pie 66. El Tribunal observa que esta nota al pie se presenta adjunta al párrafo 47, que
comienza con la siguiente afirmación: “Al momento de evaluar el nivel del riesgo país relevante para los Proyectos,
adherimos al enfoque que postula el Prof. Damodaran (2003), denominado el "Enfoque Lambda" que propone que la
medida del riesgo país debe ser específica para cada caso” [Traducción del Tribunal].
693
Cf. Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de
2008, Apéndice E, párrs. 37-47.
694
Ibídem, Apéndice E, párrs. 35, 50.
328
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919. Los peritos de las Demandantes, cuando introducen la metodología DCF como la herra-
mienta más fiable para determinar las pérdidas de las Demandantes, utilizan la comparación de un
“comprador interesado”, que podría considerar la adquisición del Proyecto al momento de la va-
luación695. Hacen referencia, también, a las Directrices del Banco Mundial 696. Sin embargo, estas
Directrices hacen referencia al valor de mercado utilizado en el cálculo de la justa compensación
al momento de la expropiación. En el presente caso, y al momento de la valuación de los tres
Proyectos – independientemente de que sea a finales del año 2016 o 2018 –, no hay ningún com-
prador interesado para considerar. Dicho comprador puede tener sus propias opiniones acerca de
la ponderación de riesgos y rentabilidades inherentes a los Proyectos en comparación con sus pro-
pios intereses y las ofertas de otros compradores que compiten. Cada uno de dichos compradores
potenciales adoptará su propio índice de endeudamiento. En el presente caso, lo relevante es la
valuación de los ingresos futuros atribuibles a las Demandantes en virtud de las condiciones de sus
experiencias en el escenario contrafáctico. Estas condiciones están predeterminadas por los pará-
metros inherentes a los Proyectos. No pueden modificarse a los efectos de cumplir con las eleccio-
nes operativas y financieras de un nuevo comprador.
920. De forma más particular aún, cuando se considera el WACC como sustento de las conclu-
siones de los peritos de las Demandantes, se hace referencia “al promedio ponderado del costo de
la deuda y del costo de capital, con las ponderaciones (que totalizan el 100%) determinadas por la
estructura de capital óptima de la industria”697 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, esta defi-
nición se da en abstracto, y sus elementos están determinados por medio de parámetros utilizados
en la “industria” y su mercado pertinente. Dicha definición podría ser de utilidad para la evaluación
por parte del comprador potencial y le permitiría la comparación con otros proyectos de interés
cuando se considera una inversión. A los efectos de la valuación de un proyecto en marcha y sus
flujos de caja futuros, estos factores se deben determinar por referencia a los proyectos en consi-
deración.
h. Costo de la deuda
921. Los peritos de las Demandantes alegan que su WACC se basaba en el costo de capital. No
obstante, aceptan más del 25% de la proporción del costo de la deuda como se considera en los
manuales de mercado en materia de negocios en los Estados Unidos, con la consecuente y signifi-
cativa reducción del riesgo país de Venezuela aproximadamente al 4%. El índice de endeudamiento
695
Ibídem, Apéndice E, párr. 62.
696
LECG-037.
697
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
párr. 69.
329
Caso CIADI No. ARB/07/30
de los peritos sufrió modificaciones. Si bien la porción del patrimonio se fijó, inicialmente, en el
27%698 para el mes de agosto de 2014, el índice de endeudamiento fluctuó del 29% al 71%699. Ello
ocurrió poco después del informe de mayo de 2014, en el cual el índice de endeudamiento era del
40,7% al mes de marzo del mismo año, y por referencia a la industria E&P de los Estados Uni-
dos700. En el mes de marzo de 2016, se indicó que se había modificado el índice de endeudamiento
del 41% al 30% sin ninguna explicación701. El Informe Consolidado señaló que el índice “de en-
deudamiento” fue del 25,6% en el mes de diciembre de 2016702 [Traducción del Tribunal]. Por
último, se estableció en el 26% a la misma fecha703. A la luz de la confusa restricción del índice
pertinente ofrecido por los peritos en el transcurso de los años y la información proveniente de
fuentes de los Estados Unidos utilizada como sustento probatorio, el Tribunal considera que no se
han adoptado las medidas necesarias para obtener los porcentajes relevantes, si los hubiere, de la
propia estructura económica y financiera de los Proyectos704. En el presente caso, la cuestión es
relevante dadas las implicaciones sobre el factor riesgo país. Este factor es considerablemente ma-
yor en relación con el costo de capital que respecto del costo de la deuda705. Por lo tanto, cuando
aumenta la proporción del costo de la deuda, el componente de riesgo país disminuye al igual que
la tasa de descuento.
922. La postura de los peritos de la Demandada es ambigua. Sin ningún análisis detallado, los
peritos mencionaron, simplemente, “que los Proyectos tenían alguna deuda”706, si bien habían in-
dicado en el mes de agosto de 2014 que no había gastos relativos a la deuda con posterioridad al
698
Ibídem, Apéndice E, párr. 50.
699
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párr. 163.
Ibídem, párrs. 114/115. El mismo informe presenta el índice de endeudamiento para el “Caso Base” de los Proyectos
700
330
Caso CIADI No. ARB/07/30
15 de mayo de 2014707 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, los peritos tuvieron en cuenta el
costo de la deuda en su valuación de la tasa de descuento708 y consideraron un índice de solvencia
del 23,7%, en referencia a la Clasificación Industrial Estándar confeccionada por el gobierno de
los Estados Unidos (Código SIC 2911, BF-62)709. El hecho de suponer que no habría más deuda
para mediados del año 2014 parece incompatible con la hipótesis de una proporción de la deuda de
los Proyectos superior al 20%.
923. Los peritos de las Demandantes son más explícitos. Incluyeron el costo de la deuda “com-
parando el costo de la deuda de los Proyectos con el costo de la deuda de productores E&P com-
parables de los Estados Unidos” y ello “en ausencia de amenaza de expropiación”710 [Traducción
del Tribunal]. Los peritos explicaron que adoptaron dicha medida – el riesgo país de la deuda – y
la aumentaron por medio del riesgo relativo del capital de las empresas E&P respecto de su deuda
con el propósito de reflejar el incremento del riesgo de las inversiones patrimoniales en la industria,
en comparación con las inversiones en deuda711. Dicho análisis se aparta totalmente de la conside-
ración de los propios componentes de riesgo de los Proyectos, incluso en la medida en que se
pudiera relacionar con el costo de su deuda. En efecto, cuando se ajusta el riesgo país con base en
los rendimientos de la deuda, los peritos señalan que ellos “aumentan la prima de riesgo país de la
deuda por medio de la captura del diferencial del riesgo de la industria de los Estados Unidos, tal
como es aplicable al patrimonio general y los inversionistas en deuda”712 [Traducción del Tribu-
nal]. Además, el costo de la deuda incluye el componente de riesgo que perciben los tenedores de
bonos, con la consecuencia de que no existe una determinación adicional del riesgo con base en
los Proyectos713. Los peritos conocían el financiamiento de los Proyectos, al menos, respecto de
que los Proyectos Hamaca y Corocoro no habían emitido bonos y que los bonos de Petrozuata se
habían pagado mucho antes de la fecha de valuación en el mes de diciembre de 2016. Ello habría
ofrecido buenas razones para analizar de forma más detallada si el índice de deuda del 26% era
707
Informe de Experto sobre Valuación, 18 de agosto de 2014, nota al pie 57.
708
Ibídem, párrs. 282-284.
709
Informe de Experto Consolidado sobre Valuación, 17 de noviembre de 2016, páginas 275 (Tabla 34) y 342 (Tabla
B.2). El índice se estableció en 3,3% sólo para el mes de junio de 2007 (páginas 274, Tabla 33, y 340, Tabla B.1).
710
Se podría recordar que los peritos habían aceptado, luego, que los Proyectos estaban protegidos en contra de la
expropiación conforme al TBI; Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de
ConocoPhillips en Venezuela, Informe Suplementario, 13 de octubre de 2014, párr. 86(d).
711
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, párr. 62; Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 87. Tal como
se explicara en la Audiencia de marzo de 2017, los peritos procedieron de la siguiente manera: "Sí, pero si estamos de
acuerdo en que los accionistas tienen una deuda más arriesgada y si en promedio es dos veces más arriesgado, que es
lo que nosotros concluimos, entonces tomo el riesgo de la deuda, lo multiplico por 2,2 y llevo el riesgo para los accio-
nistas". TR-S, Audiencia de marzo 2017, Día 14, pág. 2546:5-11 (Spiller).
712
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 92.
713
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, párrs. 39-41, 50(b).
331
Caso CIADI No. ARB/07/30
razonable, y una buena causa para reducir el riesgo país en alrededor de un tercio en comparación
con el riesgo país adoptado respecto del costo de capital.
924. Más aún, los peritos de las Demandantes sabían que los bonos de Petrozuata eran la única
deuda que podrían considerar. En efecto, indicaron que “debido a que la deuda financiera de los
Proyectos se había cancelado de inmediato con posterioridad a la expropiación, no había observa-
ciones directas del costo de la deuda de los Proyectos desde mediados del año 2007”, y además
que: “si los Proyectos tenían una deuda pendiente al año 2016, aun así, se debería evaluar en qué
medida los rendimientos de los bonos habrían sido representativos en el escenario contrafáctico”
[Traducción del Tribunal]. Luego, los peritos concluyeron lo siguiente: “debido a que los préstamos
crediticios de Hamaca no representaban activos negociados en el mercado, nos fundamos en el
análisis de los bonos de Petrozuata para nuestra medida del riesgo país respecto de los Proyectos”714
[Traducción del Tribunal]. Así, no había ninguna otra deuda que observar más que los bonos de
Petrozuata, y ello en abstracto solamente, ya que los bonos se habían pagado y ya no estaban en el
mercado. La calificación de crédito hasta el mes de diciembre de 2016 provenía, en efecto, de la
calificación del período comprendido entre los años 2002 y 2005 (extendida, asimismo, al año
2007) sobre la base de las calificaciones relativas a diez empresas E&P que operaban en mercados
emergentes, según lo informado por entidades crediticias, y absolutamente sin ninguna relación
con Venezuela715. Luego concluyeron que los bonos tenían un rendimiento promedio de 6,06% que
los peritos incluyeron en su cálculo del WACC, donde era aplicable a la exposición de la totalidad
de la deuda del 26% que los peritos asumieron con base en las referencias del mercado de los
Estados Unidos para los inversionistas, aunque aceptaban que dicha exposición no existía para los
Proyectos objeto de la valuación716. Ello significa también que el riesgo crediticio que los peritos
asumen que estaba incluido en la tasa de la deuda no tiene ninguna relación ni con Venezuela ni
con los Proyectos. Se deben indicar dos errores en el presente caso. En primer lugar, el Modelo
Económico Compuesto de ConocoPhillips de finales del año 2006 (MEC, LECG-085) demuestra
que la exposición relativa al financiamiento de los Proyectos comparada con los ingresos totales
después de impuestos, ascendía a no más del 6%717 (una cifra muy inferior a la proporción de la
deuda de los peritos de las Demandantes del 26%) al tiempo que se alcanza el nivel inferior corres-
pondiente a USD cero para Petrozuata en el año 2023 y para Hamaca en el año 2018, mientras que
no se indicó ningún financiamiento para Corocoro. En segundo lugar, el componente de riesgo de
la deuda basada en los bonos no era sufragado solamente por los prestamistas. Estos bonos estaban
acompañados de garantías ofrecidas por los patrocinadores y los accionistas de las sociedades con-
trolantes; por medio de su involucramiento y los importes que debían abonar a los bancos que
operaban en calidad de intermediarios, estas sociedades que servían de respaldo estaban cubriendo,
714
Ibídem, párr. 53, que incluye la nota al pie 75.
715
Cf. ibídem, párrs. 55-58.
716
Ibídem, párrs. 58, 63(b).
717
LECG-085, pág. 12/pdf.
332
Caso CIADI No. ARB/07/30
asimismo, parte del riesgo de los Proyectos. Ello significa que el costo de la deuda (aunque redu-
cido y que luego desapareciera por completo) debe considerarse como el costo de capital respecto
de dicho involucramiento de los tenedores de los Proyectos. Ello hace que la proporción del costo
de la deuda que los peritos de las Demandantes destacaron sea insignificante. Asimismo, ello sig-
nifica que el WACC no puede servir a su propósito, el cual consiste en determinar el costo prome-
dio del capital cuando se considera más de una fuente de financiamiento.
925. Cuando considera los Proyectos con mayor grado de detalle, el Tribunal observa que tam-
bién en este sentido las Partes tienden a proceder por comparación con otros proyectos y decisiones,
en lugar de analizar directamente las condiciones relevantes de los Proyectos. La Demandada alega
que se deberían considerar los laudos de otros tribunales en casos que contemplan realmente la
misma nacionalización que la que se analiza en el presente caso. Ello es correcto, pero no lo sufi-
cientemente preciso. El hecho de que tuviera lugar la misma nacionalización no significa, en au-
sencia de un análisis adicional, que las conclusiones a las que se arribaron respecto de otro proyecto
deban ser las mismas que las pertinentes para los Proyectos en cuestión en el presente caso; aquellos
se basan en parámetros operativos y económicos diferentes, llevados a cabo por otros inversionistas
extranjeros y que deben evaluarse en momentos distintos. Para ser definitiva, cualquier compara-
ción debería operar por analogía, hecho que exige que las situaciones que se van a contrastar sean
comparables porque están fundadas en los mismos componentes claves y características, o simila-
res a ellos. La mayoría de los análisis de descuento ignoran este requisito fundamental, conside-
rando una gran cantidad de empresas en una muestra que ofrece promedios, pero no analogías con
la empresa en cuestión en el presente caso. Los peritos de ambas partes no tuvieron éxito en sus
respectivos enfoques basados en comparaciones de diferentes tipos que nunca incluyeron las ca-
racterísticas de los Proyectos en el presente caso.
926. La Demandada insiste en colocar en primer lugar la tasa de descuento de 18% de los casos
Mobil como referencia comparativa. Se refirió a estas decisiones con tanto énfasis que daba la
impresión de que estaría satisfecha con dicha tasa a pesar de que la afirmación de sus peritos era
que la tasa apropiada debería ser 27,7%. En cualquier caso, si bien se reconoce que se puede obtener
algún tipo de asistencia al considerar los resultados a los que se arribó en las decisiones en Mobil,
el presente Tribunal debe llegar a sus propias conclusiones con sus propias justificaciones y, por
lo tanto, no puede adoptar la tasa del caso Mobil sin analizar el razonamiento de los árbitros en
dicho caso. En este aspecto, el resultado no es esclarecedor. El Tribunal de la CCI en Mobil favo-
reció la evaluación de la tasa de descuento de la demandada porque no le quedó alternativa luego
de haber rechazado la posición de la demandante que sostenía que no se debería aplicar prima de
333
Caso CIADI No. ARB/07/30
la industria o del riesgo país718. En esencia, el Tribunal de la CCI adoptó la tasa de retorno histórica
de los accionistas de la sociedad controlante como principal punto de comparación, la cual, en la
mayoría de los casos y como ocurre con la TIR, se encuentra por encima de la tasa de descuento719.
El Tribunal del CIADI en Mobil720, que falló tres años más tarde, no agregó ningún elemento al
análisis del laudo de la CCI. El Tribunal observó que, si bien las demandantes habían excluido el
riesgo de confiscación cuando determinaron el riesgo de descuento, no podía adoptar el enfoque
de sus peritos. El Tribunal no consideró qué otros elementos del argumento de dichos peritos pu-
dieran ser de utilidad721. Luego, señaló que los peritos de la Demandada arribaron a tasas de des-
cuento que oscilaban entre 18,5% y 23,9%, lo cual representa, asimismo, el margen considerado
por otros tribunales de arbitraje. Así concluyó el tribunal que una tasa de descuento del 18% refleja
de forma apropiada los riesgos existentes en ese caso722. En el caso que nos ocupa, y habida cuenta
de las alegaciones exhaustivas presentadas por las Partes y sus peritos, el Tribunal debe hallar
mayor sustento para sus conclusiones. Se pueden obtener muy poca guía de las tasas de descuento
consideradas por otros tribunales de arbitraje relativos a inversiones en Venezuela, cuyas tasas de
descuento y valores de riesgo país ofrecen variaciones entre 10,09% (4%)723, 14,9% (7,9%)724,
18% (8,89%)725, 19,88% (10,26%)726, 21,25% (14,75%)727, y 23% (6%)728. Se podría pensar que
dicha divergencia demuestra simplemente las inconsistencias del trabajo de los tribunales de arbi-
traje. Si bien ello puede ser verdad hasta cierto punto, otra conclusión más convincente es que la
disparidad de las tasas pone de manifiesto la disparidad de los negocios involucrados y la necesidad
718
Mobil Cerro Negro, Ltd. c. Petróleos de Venezuela S.A. y PdVSA Cerro Negro, S.A., Caso CCI No.15416/JRF/CA,
Laudo Definitivo de fecha 23 de diciembre de 2011, párrs. 719, 722, 774-777 (R-462).
719
Ibídem, párrs. 775-777.
720
Venezuela Holdings, B.V., y otros c. República Bolivariana de Venezuela, S.A., Caso CIADI No. ARB/07/27,
Laudo de fecha 29 de octubre de 2014 (CL-348).
721
Cf. ibídem, párr. 365 (CL-348).
722
Ibídem, párrs. 366-368. Puede observase que los párrafos a los que se hace referencia en el presente caso no fueron
anulados por la Decisión sobre Anulación de fecha 9 de marzo de 2017, párr. 196 (3/4) (R-658).
723
Gold Reserve Inc. c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB(AF)/09/1, Laudo de fecha 22 de
septiembre de 2014, párrs. 839-844 (CL-328).
724
Flughafen Zürich A.G. y Gestión e Ingeniería IDC S.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI
No. ARB/10/19, Laudo de fecha 18 de noviembre de 2014, párrs. 878-910 (R-559).
725
Phillips Petroleum Company Venezuela Limited, ConocoPhillips Petrozuata B.V. c. Petróleos de Venezuela S.A. y
otros., Laudo Definitivo, CCI 20549/ASM/JPA, de fecha 24 de abril de 2018, párrs. 1015-1084.
726
Saint-Gobain Performance Plastics Europe c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/12/13,
Decisión sobre Responsabilidad y Principios en Materia de Cuantificación de Daños, de fecha 30 de diciembre de
2016, párrs. 669-758 (R-655).
727
Tidewater Investment SRL y Tidewater Caribe, C.A. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No.
ARB/10/5, Laudo de fecha 13 de marzo de 2015, párrs. 169-197 (R-642).
728
OI European Group BV c. República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB/11/25, Laudo de fecha 10
de marzo de 2015, párrs. 762-817.
334
Caso CIADI No. ARB/07/30
de obtener tasas de descuento con base en las características de cada inversión particular involu-
crada en cada caso.
927. Como ya se indicó, la tasa de descuento que el Tribunal debe considerar como pertinente
en la fecha actual de valuación es diferente de la tasa mínima de aprobación y del TIR. Estas últimas
tasas expresan la tasa de retorno estimada para obtener la rentabilidad que prevé el inversionista.
Dicha expectativa se encuentra influenciada por los ingresos que el inversionista espera obtener
del proyecto. La información que obra en el expediente demuestra que la rentabilidad esperada se
estimó en alrededor del 20%. La tasa mínima de aprobación, la cual se calcula por medio de técni-
cas similares a las correspondientes a la tasa de descuento, otra vez resulta diferente en el sentido
en que refleja, además, las expectativas del inversionista, pero ello respecto de su nivel inferior o
retorno mínimo aceptable, que establece la línea en la cual la decisión de invertir o no invertir
alcanza su punto de verificación crucial. Las tasas mínimas de aprobación dependen del presu-
puesto del capital disponible, de las generalidades del negocio y de las expectativas de la empresa
inversionista respecto de asumir riesgos729. Por lo tanto, la tasa mínima de aprobación se concentra
en los intereses del inversionista en el momento en el que realiza la inversión y se debate si debería
o no sortear la “barrera”. La tasa de descuento del proyecto se deriva de la rentabilidad del proyecto.
928. Las Demandantes observan de forma bastante acertada que, al igual que la tasa interna de
retorno, la tasa de descuento puede variar a lo largo del tiempo. Puede haber sido superior al inicio
de los Proyectos que, al momento de la expropiación, y puede haber descendido aún más a partir
de dicha fecha. Sin embargo, y con el propósito de demostrar la ocurrencia de dicha evolución, se
deberían presentar las pruebas que acrediten que el valor inherente a los Proyectos ha sufrido mo-
dificaciones en el transcurso del tiempo y que la tasa vigente demuestra cierta estabilidad a futuro
hasta la finalización de los Proyectos. Dicho análisis no se llevó a cabo. Además, mientras algunos
factores de riesgo desaparecieron luego de cierto tiempo, tales como la incertidumbre acerca del
EHCO disponible al inicio de los Proyectos (indicado por las Demandantes), otros riesgos surgie-
ron en una etapa ulterior, tales como la incertidumbre creciente acerca de las reservas disponibles
al final de los Proyectos, la inestabilidad de los precios del petróleo y los riesgos enumerados en
diversos documentos mencionados supra.
929. La percepción del análisis y las conclusiones de los peritos de las Demandantes se ve in-
fluenciada por la concepción que ellos tenían, al menos en determinados momentos, respecto de
las reclamaciones que las Demandantes presentaron ante este Tribunal. Así, en opinión de sus pe-
ritos en su tercer informe, la reclamación de las Demandantes era doble e incluía lo siguiente: (a)
la expropiación por parte de la Demandada de las participaciones de las Demandantes en los Pro-
yectos, y (b) las modificaciones previas a los regímenes fiscales de los Proyectos, implementadas
729
Cf. Informe de Actualización Consolidado de Abdala/Spiller, 17 de noviembre de 2016, párr. 188.
335
Caso CIADI No. ARB/07/30
por la Demandada con anterioridad al 26 de junio de 2007730. Como la segunda reclamación no fue
presentada ante este Tribunal, la asunción del riesgo se debería haber modificado.
930. Los peritos de las Demandantes habían determinado una prima de riesgo país de 4,37% en
su Informe Preliminar del año 2008731, que luego incrementaron al 4,55% en el mes de mayo de
2014732, y al 4,8% en el mes de octubre de 2014733, antes de que descendiera al 4,1% en el mes de
diciembre de 2016734 y que aumentara al 4,2% en el mes de mayo de 2017735. Los peritos no ex-
plican de manera clara y convincente el motivo por el cual su conclusión respecto del riesgo país
deriva en estas cifras diferentes.
931. Si bien no analizan de forma directa la prima de riesgo país en relación con los Proyectos,
los peritos de las Demandantes explican de forma indirecta que la diferencia que surge entre su
propia fórmula del riesgo país y la correspondiente a los peritos de la Demandada se basa, inter
alia, en su discrepancia respecto del costo de la deuda, el cual es 6,1% para ellos, pero 10,8% para
los peritos de la contraparte736. Esta postura plantea serias dudas cuando se considera que ni estos
peritos, ni los peritos de la Demandada, ofrecen pruebas de la existencia de algún porcentaje de
deuda de los Proyectos, al menos en los últimos años.
932. Los peritos de las Demandantes aceptan que el riesgo país en general no puede considerarse
de forma aislada. Se debe considerar el riesgo país específico del proyecto. En contraposición,
dicho riesgo constituye “el riesgo incremental que el inversionista enfrenta en un proyecto en par-
ticular como resultado de la ubicación del activo en cuestión” [Traducción del Tribunal]. De hecho,
“cuando se evalúa el valor de mercado de un activo, es necesario hacer hincapié en la forma en la
cual las particularidades del proyecto interactúan con los riesgos de la jurisdicción en la que se
ubica el proyecto. En otras palabras, el riesgo país específico del proyecto es la medida pertinente
del riesgo país cuando se calcula el valor justo de mercado de un activo”737 [Traducción del Tribu-
nal]. Si bien en el presente caso el riesgo país específico del proyecto aparece un poco
730
Informe de Refutación a los Segundos Informes de los Peritos de la Demandada, 15 de abril de 2010, párr. 1.
731
Informe Preliminar de Valoración de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 12 de septiembre de 2008,
párr. 18.
732
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, párrs. 4, 64, 67.
733
Ibídem, párrs. 81, 100.
734
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, nota al pie 111.
735
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, párr. 66.
736
Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela,
19 de mayo de 2014, párr. 57; Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 82.
737
Ibídem, párr. 57; Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 82.
336
Caso CIADI No. ARB/07/30
entremezclado con el riesgo país, existen pruebas de que ambos deben separarse. A saber: “En
todos los casos hay que analizar estos riesgos específicos del proyecto y no el riesgo país en gene-
ral”738.
933. No obstante, cuando los peritos de las Demandantes identifican dicho riesgo país específico
del proyecto habiendo señalado esta definición tan amplia, lo hacen para intentar mitigar y reducir
el riesgo país en general. El riesgo país tiene la intención de capturar los riesgos incrementales tales
como la volatilidad adicional de la demanda local, la infraestructura de un país en desarrollo (ex-
poniendo a los proyectos a mayores riesgos de abastecimiento que los que enfrentarían las empre-
sas ubicadas en los Estados Unidos), y los actos de gobierno y políticas macroeconómicas que
afectan los negocios. Sin embargo, en el presente caso y en opinión de los peritos, las características
particulares de los Proyectos limitaron su susceptibilidad a todas las fuentes de riesgo país, en
particular porque producen un producto básico (petróleo crudo) que se comercializa a nivel global
y en su mayoría se exporta desde Venezuela, están expuestos solamente y de forma parcial a las
fuentes relativas al abastecimiento correspondientes al riesgo país, ya que gran parte de la infraes-
tructura que se utiliza para operar los Proyectos está contenida en sí mismos y, desde la perspectiva
regulatoria, los Proyectos están protegidos contra los riesgos de expropiación. Además, los acuer-
dos de los accionistas ofrecen una protección adicional a los inversionistas privados en contra de
la imposición de medidas arbitrarias o discriminatorias por parte de Venezuela. En síntesis, los
peritos señalan que “los Proyectos estaban estructurados de forma que se minimizaba la exposición
al riesgo país de Venezuela”739 [Traducción del Tribunal].
934. Los peritos de las Demandantes no explican la forma en la cual se vincula este análisis con
el 4,55%, el 4,8%, y luego con el 4,2% de riesgo país que adoptaron740. En cualquier caso, resulta
suficiente mencionar que, si bien las disposiciones de compensación ofrecen cierta protección al
inversionista, tal como expresan los peritos, ello constituye solo una de las facetas del sistema de
compensación; las mismas disposiciones trasladan a los Proyectos de forma implícita la indepen-
dencia soberana del Estado receptor para adoptar medidas regulatorias que pueden afectar la ren-
tabilidad de los Proyectos (“sin cláusula de estabilización”), lo cual es, evidentemente, un riesgo
inherente al valor de los Proyectos. Los peritos no mencionan ningún factor negativo que aumente
los riesgos de los Proyectos. Los bonos de Petrozuata se toman como referencia, pero los diversos
riesgos enumerados en la circular relativa a los bonos, dirigida a los tenedores de bonos, no
738
TR-S, Audiencia de marzo 2010, Día 10, pág. 2638:10-13 (Spiller).
739
Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párrs., 169/170. Véase, asimismo, Informe sobre
el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Venezuela, 19 mayo de
2017, párrs. 48/49.
740
Los peritos señalan, simplemente y como conclusión, que “en general” su “evaluación de la exposición al riesgo
país de los Proyectos se refleja en la prima de riesgo país del 4,55%” [Traducción del Tribunal], sin que se ofreciera
ninguna explicación del motivo por el cual dicha exposición conlleva al referido porcentaje; cf. Cálculo de Indemni-
zación de Daños para las Confiscaciones de las Inversiones de ConocoPhillips en Venezuela, 19 de mayo de 2014,
párr. 64.
337
Caso CIADI No. ARB/07/30
ameritan ninguna mención o análisis. Por el contrario, se les informó a los tenedores de bonos que
debido al incremento del déficit fiscal en Venezuela y el deterioro de su situación macroeconómica
en general, “los Proyectos podrían verse afectados de forma adversa a causa de otros factores de
riesgo en materia política, tales como un aumento en el riesgo de las interrupciones en la cadena
de abastecimiento”741 [Traducción del Tribunal]. Sin embargo, los peritos afirman que “los Pro-
yectos tienen una exposición limitada al riesgo país”742 [Traducción del Tribunal]. Así, aquello que
era una gran preocupación para los tenedores de bonos se considera irrelevante para los tenedores
de capital accionario, y estos riesgos no se tienen en cuenta en el cálculo cuando se determina el
WACC. No se analiza el riesgo de tributación, representado en particular por el WPT; ello habría
afectado a los Proyectos, pero no a los prestamistas.
935. Fue únicamente en ocasión de las audiencias de febrero y marzo de 2017 que los peritos de
las Demandantes reconocieron que el Modelo Económico Compuesto de ConocoPhillips (MEC,
LECG-085) establecía la tasa de descuento de los Proyectos en 13%. Los peritos nunca antes ha-
bían mencionado esta información, si bien utilizaron en gran medida el mismo Modelo para su
evaluación de la producción y costos de los Proyectos. Los peritos señalaron que dicha tasa solo se
había considerado “al principio de la inversión” y que es probable que esto no sea indicativo de los
riesgos relevantes para la valuación a una fecha más precisa, tal como el mes de diciembre de
2016743 [Traducción del Tribunal]. Hay dos cuestiones que reducen la pertinencia de esa observa-
ción. Las inversiones iniciales se debían analizar con anterioridad al período comprendido entre
los años 1995 y 1997 cuando se concluyeron los Convenios de Asociación, es decir, aproximada-
mente 10 años antes de la preparación del Modelo. El supuesto de que las tasas de descuento eran
mayores en los primeros años de operación de los Proyectos es incorrecto a la luz de las dificultades
e incertidumbres que surgieron en el año 1999 como consecuencia del cambio de gobierno, y,
posteriormente, a fines del año 2001 cuando el Presidente Chávez obtuvo el poder legislativo me-
diante delegación con el propósito de modificar la Ley de Hidrocarburos. Cuando se estableció el
Modelo Económico Compuesto, la situación económica ya era muy distinta de aquella que los
peritos describen como el momento inicial para la inversión. Independientemente de los comenta-
rios realizados por los peritos, el hecho es que la gerencia de los Proyectos al momento pertinente
consideró una tasa de descuento del 13% que no puede ser calificada simplemente como irrelevante
741
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, párr. 32.
742
Ibídem, párrs. 45, 49. Véase, asimismo, Cálculo de Indemnización de Daños para las Confiscaciones de las Inver-
siones de ConocoPhillips en Venezuela, 19 de mayo de 2014, párrs. 58/59; Informe de Actualización Consolidado, 17
de noviembre de 2016, párrs. 83/84.
743
Ibídem, párrs. 5/6. En este último informe, los peritos indican una gran cantidad de otras tasas de descuento y cues-
tiones que resultan de los documentos de los Proyectos, los cuales nunca antes fueron analizados. Durante la audiencia
de marzo de 2017, cuando se planteó la cuestión, los peritos reconocieron que no habían considerado la tasa de des-
cuento del MEC con anterioridad y que, en primer lugar, se tendría que saber si se hizo referencia al costo del patri-
monio o al WACC; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 13, pág. 2294:16-2296:3 (Abdala/Spiller). Esta distinción
se relaciona con la presencia del costo de la deuda que uno esperaría que los peritos conocieran. En su lugar, parece
que la respuesta demuestra una vía de escape por no haber buscado una verdadera tasa específica del proyecto.
338
Caso CIADI No. ARB/07/30
debido a las circunstancias imperantes en dicho momento y sobre la cual los peritos han fundado
el Modelo Económico Compuesto y las evaluaciones de otras características relevantes de los Pro-
yectos, tales como las estimaciones de los costos de producción. Asimismo, puede señalarse que la
tasa de descuento del 13% no sólo se mencionó en el Modelo en el momento en el que fue adoptado,
tal como indican los peritos. El Modelo incluyó la misma tasa durante la vida útil de los Proyectos
y todos los participantes deben haber tenido total conocimiento de ello744.
936. Se debe analizar esta tasa del 13% con mayor detalle. Existen pruebas aportadas por las
Demandantes de que esta tasa representaba una tasa estándar con poca relevancia para los Proyec-
tos745. Sin embargo, esta tasa de descuento – y ninguna otra se utiliza a efectos comparativos – se
ha utilizado para determinar el Valor Actual Neto (VAN) de los Proyectos y de la participación de
ConocoPhillips; ello deriva de la comparación del Tablero de Control del “Modelo de Planificación
a Largo Plazo de COP (ConocoPhillips) Venezuela” y del rubro de Medidas Económicas para cada
uno de los Proyectos746. Por lo tanto, la tasa de descuento del 13% constituía un elemento de la
valuación económica de los Proyectos y debe considerarse en el análisis de valor del capital de los
Proyectos. Todos los participantes de los Proyectos, incluso las empresas de ConocoPhillips, han
hecho referencia a esta valuación. Por lo tanto, debe ser considerada en un escenario contrafáctico
para el cual las Demandantes se basan considerablemente en el MEC.
744
Hubo un intercambio de opiniones durante la Audiencia de marzo de 2017, que permite comprender que una pre-
sentación interna de ConocoPhillips del mes de octubre de 2006 (C-474, pág. 18/pdf) calculaba el Valor Actual Neto
sobre la base de una tasa de descuento del 13%; cf. Día 15, pág. 2809:7-2811:1 (Kahale). La misma tasa se mencionó
en un informe dirigido al Comité de Gestión de Phillips, de fecha 17 de julio de 1999 (LECG-65, pág. 2), en una Nota
a la Junta Directiva de Phillips, de fecha 5 de mayo de 1997 (LECG-114) y en una presentación del Proyecto Corocoro
de fecha 8 de agosto de 2005 (LECG-225, págs. 8, 29).
745
Declaración Testimonial de Jeff. W. Sheets, de fecha 30 de octubre de 2009, párr. 20, en la que afirma que “la tasa
de descuento del 13% es sólo una aproximación, la tasa mínima de aprobación utilizada en el modelo económico
preparado para el control interno de los proyectos de ConocoPhilips”, y que “él nunca utilizaría la tasa de descuento
constante del 13% en el MEC para determinar el valor justo de mercado de un activo en particular” [Traducción del
Tribunal]. Además, el Testigo señaló que ConocoPhillips, por lo general, gestionaba proyectos desarrollados a una
tasa de descuento del 10% o inferior a ella; Segunda Declaración Testimonial de fecha 14 de mayo de 2014. párr. 6.
Sin perjuicio de ello, el hecho es que el 13% fue utilizado en el MEC y esto guarda relación con la determinación del
Valor de la Rentabilidad Neta del Proyecto que se había negociado con 10 años de anterioridad. En ocasión de la
Audiencia de 2010, el Testigo le informó al Tribunal que ConocoPhillips no tenía un factor de riesgo estándar; Día 6,
pág. 1607:18-21, 1609:5-7. Agregó que el 13% fue utilizado como medida estándar que permite la comparación entre
los diferentes proyectos de ConocoPhillips y que debe entenderse en términos nominales; ibídem, pág. 1610:1-20.
Asimismo, los peritos de la Demandada insisten en que dicha tasa estaba “estandarizada”; TR-S, Audiencia de marzo
de 2017, Día 14, pág. 2450:11-2452:19 (Brailovsky/Flores). No había más pruebas que lo declarado por el Testigo
Sheets, y, en particular, no había pruebas que demostraran el motivo por el cual la tasa de descuento debería ser menos
fiable simplemente porque estaba “estandarizada”. El Abogado de la Demandada también insistió en que la tasa de
descuento era una tasa estándar y agregó que luego ConocoPhillips efectivamente “hacen ajustes según el valor actua-
lizado neto”; TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 15, pág. 2808:1-2809:3 (Kahale). Ello no hace hincapié en el
hecho de que en el MEC la tasa de descuento del 13% fue utilizada para determinar el Valor Actual Neto.
746
Cf. LECG-085, págs. (pdf) 10/11, 75 (Petrozuata), 125, 156 (Corocoro I), 14, 272 (Hamaca).
339
Caso CIADI No. ARB/07/30
937. Los peritos de las Demandantes aceptan que, para una inversión en deuda, tal como los
bonos de Petrozuata, la tasa de interés efectiva depende de todos los riesgos asociados con dicha
inversión en un momento particular, tal como son percibidos por los tenedores de deuda747. La tasa
de interés de aproximadamente el 8% establecida por los prestamistas en el año 1997 representaba
todos los riesgos enumerados en la Circular. El Tribunal concluye que la prima ofrecida podría
haber mantenido su valor en los años posteriores habida cuenta de los riesgos políticos, así como
de las medidas regulatorias y tributarias del Gobierno derivadas de su poder soberano reservado de
forma expresa desde el comienzo de los Proyectos. Sin embargo, los peritos de las Demandantes
reducen dicha prima a una tasa mínima sin considerar las incertidumbres constantes de los Proyec-
tos respecto del futuro económico y financiero.
938. Los peritos aceptan que la Circular de Oferta de Petrozuata es una fuente de información
valiosa para inversionistas potenciales; sin embargo, dichos inversionistas, por lo general, realiza-
rán sus propias evaluaciones de los riesgos que perciben como relevantes al momento de decidir la
inversión, independientemente de si los riesgos están indicados de forma expresa en los documen-
tos de oferta iniciales. Además, la tasa de los bonos no incluye la consideración de la participación
de los riesgos asumidos por los patrocinadores de los bonos y los accionistas de las sociedades
controlantes que son inversionistas en los Proyectos, pero no son inversionistas en los bonos. De
forma contraria a las conclusiones de los peritos, la Circular no ofrece la medida apropiada del
riesgo general de los activos, tal como evaluaron los inversionistas de capital en los Proyectos.
Cuando decidieron invertir en los Proyectos en la década de 1990, las Demandantes aceptaron
asumir un riesgo de una dimensión que tiene pocos elementos de comparación con los riesgos que
surgieron con posterioridad como cuestión equivalente a la inversión en bonos de la industria para
el mismo tipo de negocio.
939. Por lo tanto, la tasa de descuento del 13% inherente a los Proyectos debe prevalecer sobre
la tasa de los bonos del 8% que está vinculada a los intereses de los prestamistas que contemplan
un componente de riesgo inferior y están protegidos por los patrocinadores y los accionistas de las
sociedades controlantes.
940. Los peritos de las Demandantes están en lo cierto cuando expresan que las disposiciones de
compensación ofrecían un nivel de protección adicional748. Sin embargo, deberían también reco-
nocer que el propósito de dicha protección era la compensación, sólo de forma parcial, por actos
discriminatorios del Gobierno a los cuales los inversionistas estaban de cualquier otro modo ex-
puestos en detrimento suyo sin ninguna otra protección adicional que la contemplada en el TBI.
Por consiguiente, los daños sufridos por dichos actos deben considerarse como factores de riesgo
747
Informe sobre el Riesgo País Específico para el Proyecto Aplicable a las Inversiones de las Demandantes en Vene-
zuela, 19 mayo de 2017, párr. 11.
748
Ibídem, párrs. 15-17.
340
Caso CIADI No. ARB/07/30
941. Los peritos de la Demandada tenían conocimiento de la tasa de descuento del 13% del Mo-
delo Económico Compuesto (MEC), e hicieron referencia a ella en los años 2009749 y 2010750. Sin
embargo, optaron por no analizarla en mayor profundidad que las otras tasas utilizadas a efectos
comparativos en el MEC. Con ocasión de las audiencias de los meses de febrero y marzo de 2017
se les brindaron numerosas oportunidades de reflexionar sobre la cuestión y se les invitó a propor-
cionar reacciones y respuestas. Sin embargo, decidieron guardar silencio incluso en su Informe
Adicional de mayo de 2017 posterior a las audiencias. Pero cualquiera que haya sido el motivo de
su silencio, no objetaron la tasa de descuento del 13% contemplada en el MEC, simplemente deci-
dieron ignorarla.
942. Las Demandantes han hecho referencia a una serie de documentos que reflejan, en su opi-
nión, las propias prácticas de los Proyectos, que revelan tasas de entre 8% y 12%, muchos de ellos
utilizando una tasa de 10%751. Sin embargo, omitieron mencionar el MEC del año 2006 para la tasa
de descuento, aunque lo consideraron como el documento básico de la estructura económica y
financiera de los Proyectos para otros fines.
943. Los peritos de las Demandantes son de poca ayuda para el Tribunal. Las características de
la tasa de descuento que proponen son las siguientes: (a) representan promedios y no directrices
que han de orientarse a vehículos de inversión particular, y (b) se basan en gran parte en informa-
ción recopilada en mercados extranjeros por instituciones que son reconocidas pero que muestran
una orientación predominante a avalúos de mercado para negocios nuevos en lugar de a la valua-
ción de operaciones de inversión en marcha.
944. Como un primer paso en su conclusión, el Tribunal observa que en el Modelo Económico
Compuesto (MEC) la tasa de descuento de los Proyectos de 13% se consideró como el factor re-
presentativo del componente de riesgo específico de la inversión en la que se involucraron las
Demandantes en la década de 1990 y que habrían llevado adelante hasta el fin de la vida de los
Proyectos en un escenario contrafáctico.
945. No obstante, hay un segundo paso. Al considerar la tasa del 13% mencionada en el MEC,
el Tribunal observa que dicha tasa no puede servir como criterio definitivo para el descuento de los
dividendos otorgados en razón de los años futuros. En efecto, cuando el Tribunal determinó los
749
Brailovsky/Wells, Informe de Experto sobre la Tasa de Descuento que se Aplicará a los Flujos de Efectivo Proyec-
tados, 24 de julio de 2009, párr. 68.
750
TR-S, Audiencia de 2010, Día 12, pág. 3279:18-21 (Brailovsky).
751
Escrito Final sobre la Cuantía de las Demandantes, párrs. 399-401; Memorial de las Demandantes sobre la Cuantía,
párr. 185.
341
Caso CIADI No. ARB/07/30
montos respectivos, lo hizo después de un análisis detallado de la producción y los costos de cada
uno de los tres Proyectos. Este análisis se fundó en todos los elementos probatorios que obran en
el expediente, con base en una evaluación prudente y realista. En comparación con el Modelo que
utilizan Partes, que fue confeccionado hacia finales del año 2006 y aún fue fiable en el mes de junio
de 2007, la evaluación del Tribunal es diferente. El Modelo se basó en las estimaciones comerciales
que ciertamente fueron confeccionadas con seriedad, con un alto nivel de profesionalismo, pero
también podrían haber recibido un cierto grado de optimismo que pudo haber resultado en la per-
cepción de un futuro mejor para los Proyectos del que resultó en realidad. Tal como se mencionó
anteriormente, puede resultar suficiente señalar el desplome de la productividad a finales del año
2023 que afectaba al Proyecto Petrozuata y que no fue registrado en el temprano Modelo del año
2006 emitido, así como las dificultades que el mejorador en Hamaca experimentaba. Por lo tanto,
el Tribunal ha incorporado en su evaluación riesgos que resultaron de las pruebas y de los hechos
en el período histórico que no se han incluido en la valuación en la que se basó el Modelo. Tal
como se mencionó previamente con respecto a los intereses y al factor de actualización, debe rea-
lizarse una comparación similar en lo que respecta a la rentabilidad de los Proyectos, cuando se
comparan los datos considerados en el MEC con los valores considerados en el presente Laudo.
946. Si el Tribunal considerara el componente de riesgo relacionado con el proyecto de 13%, tal
como se menciona en el Modelo, sin ajustarlo como consecuencia de sus determinaciones, redun-
daría en una doble contabilización. Esto se debe a que la evaluación que hace el Tribunal de los
ingresos de las Demandantes ya incluye una parte de ese riesgo que resultaron en cifras reducidas
de producción y mayores costos, en comparación con los montos correspondientes previstos en el
Modelo. Ese porcentaje de riesgo se incluyó en la tasa de 13% del Modelo y ya ha sido corroborado
en los ingresos determinados por el Tribunal como la base del cálculo de dividendos. Estos riesgos
no pueden contabilizarse dos veces. Los riesgos relacionados con el proyecto que se mantienen
como parte de la tasa de descuento para los fines del presente Laudo pueden basarse únicamente
en riesgos no demostrados, como todos los riesgos mencionados en la Circular, excluidos aquellos
identificados por el Tribunal cuando procedió a su estimación de producción y costos. En síntesis,
cuando se hace referencia a la tasa de descuento del 13% utilizada en el MEC, la pertinencia de esa
tasa debe evaluarse a la luz de una comparación entre la evaluación sobre producción y costos tal
como fue considerada en el Modelo, y las cifras correspondientes consideradas para los fines del
presente Laudo. Estas diferencias se basan en reducciones en lo que respecta a la producción anual
(mayormente previstas, por ejemplo, para Hamaca, en la operación del mejorador) o relacionadas
con la abreviación del período de operación hasta su culminación o en los elementos del costo de
importancia para los riesgos que ya se materializaron en la consideración de un escenario contra-
fáctico. El Tribunal cuantifica el impacto general de estos riesgos demostrados en 25%. Por lo
tanto, si se toma como referencia la tasa de descuento del MEC, dicho impacto lleva a una reduc-
ción de la tasa de descuento relacionada con el proyecto de 13% a 9,75%.
342
Caso CIADI No. ARB/07/30
947. Sin embargo, las alegaciones de las Partes y las opiniones de sus peritos en lo que respecta
a la pertinencia de la tasa de descuento del MEC de 13% no llega a ser satisfactoria. El Modelo
calcula el Valor Actual Neto (VAN) de los Proyectos mediante la aplicación de una tasa de des-
cuento del 13% a los dividendos que preveían devengarse anualmente para los Accionistas Clase
B de ConocoPhillips durante la duración total de los Proyectos (35 años para Petrozuata y Hamaca).
Aunque el Modelo es claro en cuanto a que los cálculos se basaron en la opción de aplicar la tasa
de descuento del 13%, las Partes no explicaron claramente las razones que las llevaron a considerar
esta tasa en lugar de cualquier otra entre las diversas tasas enumeradas en el Modelo que oscilaban
entre el 0% y el 16%. Tal como se explicó supra, las Partes y sus peritos no explicaron por qué
adoptaron la opción del 13%. Esto es llamativo a la luz de la insistencia de las Partes respecto de
la relevancia de otros componentes del MEC como elementos importantes de la prueba ante el
presente Tribunal. Las Demandantes han manifestado que esta tasa constituía la “tasa estándar”.
Sin embargo, nada puede obtenerse del término “estándar” en lo que a esta cuestión se refiere,
porque una tasa de descuento fijada al efecto de determinar el valor de dinero devengado en el
futuro implica necesariamente una medida promedio, y, por consiguiente, de un “estándar” que ha
de aplicarse al mismo nivel durante todos los años pertinentes.
343
Caso CIADI No. ARB/07/30
949. El Tribunal halla respaldo adicional para su evaluación en el conjunto de documentos que
tuvieron origen en el período previo al establecimiento de los Proyectos en la década de 1990 y en
las referencias a tasas de descuento que hicieron las Partes en el curso del presente arbitraje. En la
década de 1990, el margen para las tasas de descuento posibles se fijó entre el 8% y el 12%, con
un enfoque claramente predominante en el número intermedio de 10%. La Memoria Descriptiva
de Petrozuata de fecha octubre de 1996 utilizó una tasa de descuento del 10%752. Para la Fase II de
Hamaca, la misma tasa sirvió como supuesto básico en los años 1998 y 1999753; también se aplicó
en un Memorando de Información patrocinado por los participantes en el Proyecto en el mes de
agosto de 2000754. El borrador de trabajo de un Modelo Económico de Hamaca de fecha 30 de
octubre de 2006 se basó en una tasa de descuento del 10%755. El Testigo Sheets declaró asimismo
que ConocoPhillips normalmente negociaba los proyectos desarrollados a tasas de descuento del
10% o inferiores756. Por otra parte, estados contables consolidados sobre PDVSA también hacen
referencia a una tasa de descuento del 10%757. La misma tasa había sido considerada en el Tratado
celebrado entre Venezuela y China el 17 de abril de 2010758.
950. Comparada con la tasa de descuento del 13% en la que se basa el MEC, la tasa del 10%
como cifra predominante en los años principalmente anteriores al año 2000 puede resultar diferente
en el sentido de que no ha reflejado, y en ese momento no podía reflejar, una evaluación detallada,
año a año, de todas las cifras pertinentes de producción, costos, precios del petróleo, impuestos,
flujo de caja y dividendos, etc. Por lo tanto, cuando el Tribunal reduce la tasa de 13% a 9,75%, lo
hace sobre la base de su propia evaluación de la economía de los Proyectos de una manera tan
detallada y específica como se había hecho para el MEC en el año 2006. Sin embargo, la opción
de descuento del 10% adoptada en el período comprendido entre los años 1995 y 2000 y las refe-
rencias a la tasa de descuento del 10% en años ulteriores reflejan también las expectativas de las
Partes. Aunque la opción del 10% se basó en la vasta experiencia comercial de ConocoPhillips, es
más cercana a la tasa que se determinó en el MEC que a las tasas exageradas que las Partes presen-
taron al Tribunal.
752
Proyecto de Asociación Maraven-Conoco, Petrozuata C.A., Memoria Descriptiva, págs. 22-24 (C-92).
753
Cf. los Planes de Negocio de fecha 14 de octubre de 1998, pág. 233 (LECG-002) y 30 de abril de 1999, págs. 7, 25,
28, 48 (C-73/461).
754
Memorando Confidencial de Información Preliminar de Hamaca elaborado por Morgan Stanley Dean Witter, Tomo
I, pág. XII-1 (C-101).
755
LECG-129, pág. 253/pdf.
756
Segunda Declaración Testimonial de fecha 14 de mayo de 2014, párr. 6.
757
Circular de Oferta de Petrozuata de fecha 17 de junio de 1997, Anexo G, pág. G-45, pág. 336/pdf (C-75). La tasa
de 10% también se menciona en los Estados Contables Consolidados de PDVSA para los años 2008 a 2010 (pág.
88/pdf, C-593) y 2011 a 2013 (pág. 106/pdf, C-616).
758
Artículo 6 (C-585).
344
Caso CIADI No. ARB/07/30
951. Por consiguiente, el Tribunal encuentra gran respaldo en las pruebas que obran en el expe-
diente para la evaluación más razonable de la tasa de descuento que ha de utilizarse para determinar
el valor de los dividendos futuros en el momento del Laudo. En efecto, ambas evaluaciones con-
ducen a un resultado prácticamente idéntico. Comenzando con la tasa de descuento del 13% del
MEC que resulta de cálculos basados exclusivamente en los dividendos producidos en el futuro, la
evaluación que realice el Tribunal de las cifras reales que representan la economía de los Proyectos
en un escenario contrafáctico debe tener como resultado la reducción de este número a 9,75%, aún
sin considerar el propio costo de capital del inversionista. Por otra parte, la tasa más histórica,
aunque a pesar de ello firmemente respaldada del 10%, sigue siendo muy cercana a la tasa de 9,75%
derivada del MEC y actualizada al momento actual. Ambas tasas en su conjunto ofrecen un margen
sólido para la evaluación de la tasa de descuento aplicable.
952. Por referencia a una u otra de las tasas mencionadas supra, el componente de la valuación
del riesgo debe completarse con el costo de capital que el inversionista recauda en el mercado a los
fines de transferir los activos necesarios a la inversión que opera en el futuro. Ambas Partes y sus
peritos comparten la opinión de que este componente debe dividirse en una tasa libre de riesgo y
en una parte relacionada con el riesgo de la industria. Los peritos de las Partes disienten respecto
de las tasas apropiadas, pero ninguno plantea argumentos convincentes cuando se centran en el
momento actual. Así, cuando los peritos de la Demandada basan su estudio de las primas de riesgo
de mercado en estadísticas que datan del año 1926759, el Tribunal no considera que esto sea realista
para una evaluación actual, donde los índices de mercado para la industria de producción de petró-
leo deben encontrarse disponibles a nivel mundial. Habida cuenta del esfuerzo mínimo que se hizo
al efecto de acercar los números cuando la diferencia es mínima y se basa esencialmente en esta-
dísticas y no en cifras reales del mercado, el Tribunal no procederá a analizar evaluaciones suma-
mente hipotéticas que posiblemente no se puedan convertir en una perspectiva jurídica. En lo que
respecta a la tasa libre de riesgo, el Tribunal adopta la opción de los peritos de las Demandantes de
sustanciarse en los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años, que son un poco más flexi-
bles, en lugar de que estos Bonos tengan una duración de 20 años. La tasa respectiva es de 1,9%760.
Para la porción del riesgo de la industria, los peritos de las Demandantes seleccionaron el factor
beta correspondiente a compañías en la industria de petróleo crudo y gas natural, que se trata de un
sector cercano a la industria a la cual corresponden los Proyectos, más que el negocio midstream y
downstream preferido por los peritos de la Demandada. La tasa así obtenida que ha de considerarse
es de 5,5%761.
759
Cf. Brailovsky/Flores, Informe de Actualización Consolidado, 17 de noviembre de 2016, párr. 415, págs. 339 (Tabla
A.2), 342 (Tabla B.2).
760
Abdala/Spiller, Informe de Experto Consolidado sobre Valoración, 17 de noviembre de 2016, párrs. 76, 181(a), 166
(Figura 29).
761
Ibídem, párrs. 78/79, 181(b), 166 (Figura 29). La tasa de 5,5% también fue utilizada por los peritos en su presenta-
ción en el marco de la Audiencia de marzo de 2017 (diapositiva 29), en tanto su Modelo WACC menciona una prima
345
Caso CIADI No. ARB/07/30
j. Conclusión
953. Cuando se consideran los componentes del costo de capital anteriormente mencionados
(1,9+5,5) y se suman cada una de las tasas mencionadas anteriormente, adoptadas sobre la base de
la evaluación de la rentabilidad y los flujos de caja del Proyecto, la tasa de descuento resultante
pasa a ser de 17,15% y 17,40%. Tal como se explicó supra, la prueba ante el presente Tribunal no
permite una conclusión definitiva en favor de una u otra tasa. A la luz de las incertidumbres implí-
citas en dicha estimación, el Tribunal hace uso de su margen de discrecionalidad y fija la tasa de
descuento que debe considerarse en el caso que nos ocupa en 17,25%.
954. Por lo tanto, los cálculos resultantes de las explicaciones brindadas supra tanto en la Sec-
ción XI como en la Sección XII son los siguientes:
de riesgo de mercado de 6,12%. La misma tabla se presenta en el Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía,
párr. 411.
346
Caso CIADI No. ARB/07/30
955. Las Demandantes recuerdan que las valuaciones de sus peritos son netas de todo impuesto
aplicable. Por lo tanto, cualquier tributación ulterior sobre el Laudo por parte de Venezuela redun-
daría en que se grave a las Demandantes dos veces por el mismo ingreso. Tal como confirmó
recientemente el tribunal en ConocoPhillips c. PDVSA, cualquier impuesto adicional que resulte
aplicable a la suma otorgada conforme al laudo socavaría el principio de compensación íntegra de
347
Caso CIADI No. ARB/07/30
los daños sufridos762. Las Demandantes solicitan al Tribunal que declare en el Laudo lo siguiente:
(a) que el Laudo es neto de todo impuesto venezolano; (b) que Venezuela no puede gravar ni in-
tentar gravar el Laudo; y (c) que las Demandantes no tienen obligaciones tributarias adicionales
para con Venezuela en lo que respecta a los tres Proyectos.
956. El Tribunal observa, con las Demandantes, que la Demandada parece estar de acuerdo en
tanto no realizó observaciones sobre la solicitud de las Demandantes ni la refutó.
958. La Demandada sostiene que no se controvierte que, tras la nacionalización, PDVSA trabajó
con las Demandantes para eximirlas de sus obligaciones de deuda para con los prestamistas en
relación con el Proyecto Hamaca, mediante el pago de la suma de USD 298 millones en nombre
de ConocoPhillips. La valuación de las Demandantes que toma en consideración las disposiciones
en materia de compensación no deduce esta suma. Si se realiza dicha deducción, la valuación ge-
neral al 26 de junio de 2007 arroja como resultado la suma de USD 1134 millones.
959. Las respuestas de las Demandantes a una pregunta formulada por el Tribunal en el mes de
julio de 2017 son explícitas en el sentido de que las Demandantes admiten que PDVSA ha efec-
tuado pagos de servicio de deuda en la suma de USD 298 millones a los prestamistas del Proyecto
Hamaca (R-119). Sin embargo, las Demandantes se oponen de manera enérgica, a la sugerencia de
los peritos de Venezuela de que este pago se encontraba de algún modo vinculado a la compensa-
ción por la expropiación763.
960. El Tribunal observa que la deuda pendiente de pago en ese momento no es objeto de con-
troversia entre las Partes y conlleva una obligación para ConocoPhillips de pagar a los prestamistas
una suma de USD 298 millones, de la que fue eximida por parte de la subsidiaria de PDVSA.
762
Cf. Phillips B.V. c. Petroleum Company Venezuela Limited & ConocoPhillips Petrozuata Petróleos de Venezuela,
S.A., CCI 16849/JRF), Laudo de fecha 17 de septiembre de 2012 (CL-255).
763
Cf. Respuestas Iniciales de las Demandantes a las Preguntas del Tribunal, 10 de julio de 2017 - Réplicas de las
Demandantes de fecha 10 de julio de 2017; Comentarios Complementarios de las Demandantes sobre las Preguntas
del Tribunal, 31 de julio de 2017 (Pregunta 20).
348
Caso CIADI No. ARB/07/30
961. Las Demandantes han declarado en reiteradas oportunidades y con relación al Arbitraje ante
la CCI que pretenden cumplir con el principio de que no debiera existir doble recuperación (véase,
por primera vez, la carta de las Demandantes de fecha 10 de octubre de 2014). Esa afirmación se
ha explicado en ocasión de dos de las audiencias del Tribunal764. En su Escrito Consolidado de
fecha 30 de diciembre de 2016, las Demandantes han agregado que, si obtienen el pago por parte
del actor gubernamental relevante mediante los otros recursos contemplados taxativamente en las
disposiciones sobre compensación, deberán proporcionar una compensación a las subsidiarias de
PDVSA a través de un crédito o reembolso apropiado (párr. 87). El Tribunal tiene conocimiento
de que las demandantes han hecho una afirmación similar en el marco del procedimiento de arbi-
traje ante la CCI765. En su carta introductoria de fecha 25 de abril de 2018 en la que se envía el
Laudo de la CCI de fecha 18 de abril de 2018 al presente Tribunal, las Demandantes afirmaron lo
siguiente:
Asimismo, no es necesario que el Tribunal se preocupe por riesgo alguno de doble recupera-
ción. Las Demandantes en el presente caso, y en el caso que se tramita ante la CCI, se han
comprometido de manera formal y reiterada a garantizar que no sobrevendrá doble recupe-
ración. Además, no podría surgir siquiera potencialmente ninguna cuestión de doble recupe-
ración hasta tanto las demandantes en el marco del arbitraje de la CCI obtengan efectiva-
mente el pago sobre el Laudo de la CCI. En el supuesto de que las demandadas en la CCI no
764
Cf. TR-S, Audiencia de marzo de 2017, Día 15, págs. 2616:20-2618:5, 2816:9-2817:2, 2820:7-2821:5, 2834:17-
2835:12; Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4846:22-4876:17 (Partasides).
765
Phillips Petroleum Company Venezuela Limited, ConocoPhillips Petrozuata B.V. c. Petróleos de Venezuela S.A. y
otros, Laudo Definitivo, CCI 20549/ASM/JPA, de fecha 24 de abril de 2018, párr. 1125.
349
Caso CIADI No. ARB/07/30
honren ese Laudo, será necesario un procedimiento de ejecución al efecto de obtener el pago
efectivo. [Traducción del Tribunal] (notas al pie omitidas)
962. El Tribunal ha planteado conjuntamente con las Partes una serie de preguntas en cuanto a
la naturaleza jurídica y efectos del compromiso asumido por las Demandantes. Sin embargo, no se
insta al Tribunal a seguir adelante con dicho análisis y sacar conclusiones que tengan efecto en la
resolución de las controversias sobre las que se le solicita que se pronuncie.
963. El Tribunal observa que el compromiso de las Demandantes supone producir efectos
cuando la doble recuperación pudiera convertirse en un problema, esto es, en la etapa de ejecución
de uno o ambos laudos en el supuesto de que alcancen dicha etapa y que la cuestión no pueda
resolverse mediante cooperación entre las Partes. Por lo tanto, en este sentido, no se insta al pre-
sente Tribunal más que a reconocer el compromiso de las Demandantes, posiblemente proporcio-
nando algún tipo de apoyo a las Demandantes y algo de alivio a la Demandada, ya que, de lo
contrario, la formulación oficial y solemne de este compromiso carecería de todo sentido.
964. El Tribunal determina que se le puede adscribir sentido recordando el principio jurídico que
constituye el fundamento mismo de la declaración de las Demandantes, que invoca de manera im-
plícita un principio del derecho internacional de que no se deberá permitir que se procure la obten-
ción de doble recuperación y ocasionar así el enriquecimiento ilegal que el ordenamiento jurídico
internacional debe repudiar. Las Demandantes actuaban manifiestamente de buena fe y su posición
como tal fue valorada por la Demandada. Por lo tanto, el fundamento jurídico elemental es el prin-
cipio de buena fe, y es en este sentido que las Demandantes, aunque no lo digan de manera tan
precisa, pretendían indudablemente expresar su intención de no procurar obtener doble recupera-
ción como consecuencia de los dos procedimientos de arbitraje que se habían incoado y que otorgan
sumas basadas, al menos en parte, en los mismos objetos, aunque no entre las mismas partes.
965. Ambas Partes reconocieron el estrecho vínculo del compromiso de las Demandantes con la
reclamación ante el presente Tribunal, lo que significa que el objeto se encuentra en un grado
766
El Abogado de la Demandada observó que no tenía mucho de positivo para aportar al debate, salvo recordar que se
había planteado la cuestión en el marco del caso Mobil, donde devino abstracta como consecuencia de la anulación
parcial del laudo. TR-S, Audiencia de septiembre de 2017, Día 17, págs. 4877:2-4878:9 (Kahale).
350
Caso CIADI No. ARB/07/30
mínimo dentro de la jurisdicción del Tribunal. Por lo tanto, el Tribunal avala el compromiso de las
Demandantes y declarará que las Demandantes se encuentran obligadas de buena fe a no procurar
la obtención de doble recuperación cuando pretenda ejecutar, en todo o en parte, el Laudo emitido
por el presente Tribunal del CIADI.
Honorarios legales
Freshfields Bruckhaus Deringer US LLP 36.777.972,00
Three Crowns LLP 3.889.622,50
Total de honorarios legales 40.667.594,50
351
Caso CIADI No. ARB/07/30
Para justificar el reembolso de estos costos, las Demandantes alegan que se han visto obli-
gadas a incurrir en costos y honorarios legales sustanciales a fin de hacer valer su derecho de repa-
ración durante casi 10 años por la expropiación ilícita llevada a cabo por Venezuela. Venezuela es
plenamente responsable de los costos en los que han incurrido las Demandantes y debe otorgarles
una compensación total en ese concepto. Tres principios brindan sustento a esta conclusión.
En primer lugar, el Tribunal goza de autoridad para otorgar costos que sigan el resultado tal
como lo ha hecho un grupo importante y creciente de tribunales de inversión. La asignación de los
costos del arbitraje entre las partes, incluidos los cargos administrativos del CIADI, los honorarios
y gastos del Tribunal, y los gastos legales y de otra índole en que las Partes hayan incurrido razo-
nablemente, se rige por el Artículo 61(2) del Convenio CIADI. Existe una tendencia marcada y
creciente a otorgar costos a la parte vencedora, en función de su éxito en el caso, tal como confirma
Libananco c. Turquía767. Varios otros tribunales han arribado a la misma conclusión, como en los
casos Gold Reserve768 y ADC769. Las Demandantes son la parte vencedora en el caso que nos ocupa.
El Tribunal ya se ha pronunciado a favor de las Demandantes en las dos cuestiones principales del
presente arbitraje: si el Tribunal gozaba de jurisdicción para conocer las reclamaciones de las De-
mandantes en virtud del Artículo 9 del TBI y si Venezuela violó el Artículo 6 del TBI. El Tribunal
también se ha pronunciado a favor de las Demandantes en diversas solicitudes, inter alia, seis
peticiones de recusación al árbitro nombrado por ellas o al Presidente del Tribunal, una solicitud
de reconsideración de la Decisión sobre el Fondo del Tribunal del año 2013 y una solicitud de
reconsideración de esa decisión sobre reconsideración.
767
Libananco Holdings Co. Ltd. c. República de Turquía, Caso CIADI No. ARB/06/8, Laudo de fecha 2 de septiembre
de 2011 (R-451).
768
Gold Reserve Inc. c. La República Bolivariana de Venezuela, Caso CIADI No. ARB(AF)/09/1, Laudo de fecha 22
de septiembre de 2014 (CL-328).
769
ADC Affiliate Limited y ADC & ADMC Management Limited c. La República de Hungría, Caso CIADI No.
ARB/03/16, Laudo de fecha 2 de octubre de 2006 (CL-15).
352
Caso CIADI No. ARB/07/30
Las Demandantes observan que sus costos también se vieron incrementados por la conducta
impropia que adoptó la Demandada cuando Venezuela optó por ignorar sus obligaciones financie-
ras frente al CIADI y a este Tribunal, y, por consiguiente, obligó a las Demandantes a pagar casi
USD 1 millón en su lugar. Esto también constituye una conducta impropia grave (e intencional) a
la que el Tribunal debería atribuir gran importancia en la asignación total de los costos.
Por las razones expuestas supra, las Demandantes tienen derecho al reembolso de la totali-
dad de sus costos y gastos de arbitraje, incluidos los honorarios de abogados y peritos, al cual se le
sumarán intereses compuestos posteriores al laudo, devengados sobre estos costos y gastos.
353
Caso CIADI No. ARB/07/30
relacionados incurridos durante la primera y la segunda interrupción del procedimiento, que repre-
sentan los períodos de máxima conducta impropia procesal de la Demandada.
B. La Posición de la Demandada
354
Caso CIADI No. ARB/07/30
Abogados y Paralegales
Socios 29.099,67 19.733.379
Consejeros 4.289,40 2.253.966
Asociados 50.871,37 17.565.381
Paralegales 17.584,23 3.536.621
Total de Abogados y Paralegales 101.844,67 43.089.347
Peritos
Econ One Research (Peritos Económicos: Jef- 5.213.757
frey Leitzinger, Anthony Finizza, Joseph Wil-
kinson, Daniel Flores y Personal de Apoyo)
Vladimir Brailovsky (Perito Económico) 1.670.080
Louis T. Wells (Perito Económico) 816.917
Jesús Rafael Patiño Murillo (Perito Técnico) 300.798
Rafael Sandrea (Perito Técnico) 366.243
John Kirtley (Perito Técnico) 272.562
M. Sornarajah (Perito en Derecho Internacio- 125.000
nal)
Enrique Urdaneta Fontiveros 385.960
(Perito en Derecho Venezolano)
Gary Gartner (Perito Tributario) 359.450
Total de Peritos 9.510.767
La Demandada alega que la totalidad de sus costos deberían deducirse de cualquier com-
pensación otorgada. Todo este arbitraje tuvo lugar solo porque las Demandantes se negaron a acep-
tar ofertas de compensación sumamente generosas hace más de nueve años. No se debería recom-
pensar a las Demandantes por su estrategia de rechazar dichas ofertas y perseguir ganancias ines-
peradas en el arbitraje internacional.
La manera en que las Demandantes llevaron adelante el presente caso, en ambas fases, es
otra razón para imputarles los costos. (i) Las Demandantes y sus testigos de hecho realizaron más
de 200 alegaciones de garantías fiscales. (ii) Las Demandantes le dijeron al Tribunal que “Vene-
zuela dejó en claro que no ofrecería una compensación basada en el Valor Justo de Mercado”
355
Caso CIADI No. ARB/07/30
[Traducción del Tribunal] y faltaron a la verdad en muchas otras ocasiones, lo que tuvo un impacto
en la mayoría del Tribunal, que concluyó que había existido una negociación de mala fe.
En la segunda fase de este caso, las Demandantes hicieron todo lo posible para evitar una
audiencia sobre sus declaraciones falsas y la conclusión de negociación de mala fe. Le tomó tres
años a la Demandada lograr que le fuera concedida la oportunidad de aclarar la situación. Durante
la audiencia del mes de agosto de 2016, el Sr. Goff prestó franco testimonio sobre el tema de las
negociaciones de compensación y demostró que lo que las Demandantes le habían dicho al Tribu-
nal era falso.
Al final de la audiencia de agosto de 2016, el Tribunal solicitó a las Partes que presentaran
cuatro valuaciones, incluso valuaciones al 26 de junio de 2007, con y sin consideración de las
disposiciones de compensación. Esa fue la primera vez en todo este litigio que las Demandantes
acreditaron lo que consideraban valor justo de mercado al 26 de junio de 2007. La gran demora en
el presente caso se debe en gran parte a esa estrategia.
Sobre la base de los factores que anteceden, se debería condenar a las Demandantes a su-
fragar la totalidad de los costos. El Tribunal goza de discrecionalidad para hacerlo.
El Tribunal observa ante todo que las cifras correspondientes a los costos y honorarios de
cada Parte no han sido impugnadas por la Parte contraria. Si bien los montos que se proponen
parecen elevados en comparación con la gran mayoría de los arbitrajes CIADI, el Tribunal no tiene
motivos para preguntar acerca de su fundamento a la luz de la larga duración del procedimiento de
arbitraje que nos ocupa, la magnitud del expediente y la complejidad de gran cantidad de las cues-
tiones planteadas. La mención de las Demandantes a un total de 27 memoriales y otras presenta-
ciones sobre el fondo equivalentes a más de 3700 páginas, y los 33 días de audiencia en total, dan
una idea de la magnitud del caso.
Las Partes no han llegado a un acuerdo respecto de los costos de arbitraje y su asignación.
El TBI no contiene disposición alguna que sea aplicable a esta cuestión770. Por lo tanto, el Tribunal
aplicará el Artículo 61(2) del Convenio CIADI, que reza lo siguiente:
770
Aunque el Artículo 9(3) del TBI no menciona los intereses, el Tribunal concluye que se encuentran comprendidos
en el término “compensación”.
356
Caso CIADI No. ARB/07/30
Esta disposición exige que el Tribunal realice una evaluación propia que dé lugar a una
decisión. Esto tiene el significado implícito de que no existe una solución a priori en materia de
asignación de costos, como un principio que requiera que cada parte sufrague sus propios costos y
que ambas partes sufraguen los costos del tribunal y del Secretariado del CIADI en partes iguales,
sin importar el resultado del arbitraje y otras circunstancias relevantes para el procedimiento.
El Artículo 61(2) del Convenio CIADI no determina ningún factor específico que el Tribu-
nal deba tener en cuenta a fin de adoptar su decisión sobre costos. Esto significa que el Tribunal
goza de amplia discrecionalidad al momento de determinar la asignación de costos del arbitraje,
incluidos los honorarios y gastos legales. Dicho esto, por supuesto que esa discrecionalidad debe
ejercerse con cautela y habida cuenta de los criterios pertinentes.
Sin embargo y en este aspecto, el término “reparación íntegra” no puede significar más que
el monto de reparación aceptado por el Tribunal. No brinda sustento a una reclamación de costos
en proporción a los montos reclamados que el Tribunal no haya asignado. Asimismo, la evaluación
que consiste en determinar si una parte ha resultado “vencedora” o no, en todo o en parte, no puede
basarse exclusivamente en la decisión sobre la cuantía. El resultado de las excepciones jurisdiccio-
nales también cuenta. El éxito de una parte también puede establecerse a la luz de la relevancia del
fondo de su argumentación independientemente de los montos resultantes. Estos factores se anali-
zarán en detalle infra.
771
La Regla 47(1)(j) de las Reglas de Arbitraje confirma que el laudo contendrá “cualquier” decisión del Tribunal
sobre las costas procesales.
357
Caso CIADI No. ARB/07/30
El Tribunal no le atribuye mayor importancia a la manera en que las Partes han sustanciado
el caso, en vista de la complejidad del caso, la gran magnitud de la prueba documental y los análisis
profundos realizados por los peritos económicos y técnicos. Cada Parte puede elegir libremente su
estrategia en el litigio, como así también la forma más apropiada de reunir y presentar sus pruebas.
Tal elección de metodología no debería convertirse en un elemento de juicio por parte del Tribunal,
ni siquiera en la perspectiva auxiliar de la asignación de costos, salvo que un comportamiento en
particular durante el procedimiento muestre signos de abuso del proceso o mala fe, o bien refleje
una acción con fines persecutorios, a los que no se debería asignar mérito alguno condenando a la
parte contraria al pago concurrente de los costos asociados.
El Tribunal considera que los honorarios y gastos del CIADI han sido determinados sin
tener en cuenta los importes reclamados y sin evaluar el posible éxito o posibilidad prima facie de
prevalecer ante el Tribunal. Por lo tanto, la distribución de los costos de este procedimiento CIADI
no debería verse influenciado por la respectiva porción de éxito o fracaso de cada Parte en relación
con sus reclamaciones y defensas. No existe nexo causal alguno entre los montos de los costos del
procedimiento de arbitraje y los montos reclamados por concepto de indemnización de daños. Estos
costos se basan en las circunstancias de un caso sumamente complejo y muy ampliamente docu-
mentado mencionadas supra. En consecuencia, ni el principio de “reparación íntegra”, ni su divi-
sión en cualquier parte de los reclamos debería influir en la asignación de estos costos.
Por esta razón, el Tribunal decide que los honorarios y gastos de los miembros del Tribunal,
los derechos administrativos del CIADI y demás gastos directos deben dividirse en partes iguales
entre las Partes en los montos consignados en sus declaraciones sobre costos y también incluir la
parte facturada tras la presentación de estas declaraciones. La Demandada no ha abonado los últi-
mos cuatro anticipos solicitados por el Secretariado del CIADI, por un monto total de USD
1.400.000. Las Demandantes pagaron este monto en lugar de la Demandada; la Demandada debe
reembolsar este monto a las Demandantes. El saldo mantenido por el Secretariado del CIADI al
final de este procedimiento será reintegrado a las Demandantes. Para que las Demandantes
358
Caso CIADI No. ARB/07/30
recuperen el monto pagado en exceso, la Demandada deberá reembolsar la suma de USD 1.400.000
menos la suma reintegrada por el Secretariado del CIADI a las Demandantes.
Tal como afirmó el Tribunal del caso Libananco, citado por las Demandantes, toda regla en
virtud de la cual los costos siguen el resultado también cumple el propósito de desalentar acciones
sin fundamento y desincentivar el exceso de litigios775. Sin embargo, dicha política debería seguirse
solo en la medida en que sancione las reclamaciones, defensas y conductas procesales excesivas.
Si no se alcanza ese umbral, todo tribunal debería mostrarse reticente a rechazar una estrategia
elegida por una parte de buena fe en dos oportunidades, primero, en cuanto al fondo, y, segundo, a
nivel de costos.
772
Declaración sobre Costos de las Demandantes, párr. 11.
773
Cf. Decisión Provisional, párr. 105, junto con las referencias, en particular, la carta del Sr. Limbacher al Dr. Mom-
mer, de fecha 10 de agosto de 2007 (R-653).
774
Cf. Decisión Provisional, párr. 103.
775
Libananco Holdings Co. Ltd. c. República de Turquía, Caso CIADI No. ARB/06/8, Laudo de fecha 2 de septiembre
de 2011, párr. 563 (R-451).
359
Caso CIADI No. ARB/07/30
Con estas consideraciones en mente, el Tribunal compara las participaciones de las Deman-
dantes y las de la Demandada en el éxito de sus reclamaciones y defensas, respectivamente.
A partir de las conclusiones a las que arribó el Tribunal en su Decisión sobre Jurisdicción
y Fondo de 2013, en su Memorial sobre la Cuantía de fecha 19 de mayo de 2014, las Demandantes
determinaron que su participación en los flujos de caja perdidos del inversionista correspondientes
al período comprendido entre junio de 2007 y mayo de 2014 ascendía a USD 9.484.811.792, y su
participación en el capital del proyecto al mes de mayo de 2014, a USD 9.747.930.323, lo que
arroja una cifra total en concepto de indemnización de daños de USD 19.232.742.115778. En la
Réplica de las Demandantes sobre la Cuantía de fecha 13 de octubre de 2014, las cifras equivalentes
eran de USD 10.211.058.984 y USD 8.653.883.843, lo que arrojaba un total de USD
18.864.942.827779. En el Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, estos números cam-
biaron nuevamente y, al 30 de diciembre de 2016, pasaron a ser USD 16.070.029.788 y USD
5.276.159.925, lo que deriva en un monto total de USD 21.346.189.713 en concepto de indemni-
zación de daños780.
776
Memorial de las Demandantes, párrs. 387, 472/473; Decisión de 2013, párr. 214.
777
Réplica de las Demandantes, párr. 608.
778
Memorial de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 234.
779
Réplica de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 457.
780
Escrito Final de las Demandantes sobre la Cuantía, párr. 534.
781
Decisión de 2013, párr. 404(a).
360
Caso CIADI No. ARB/07/30
alguna en virtud del TBI holandés782. Por consiguiente, esta Compañía ya no tenía ninguna recla-
mación en curso ante el Tribunal. No hubo acuerdo o resolución alguna acerca de la terminación
del procedimiento respecto de ConocoPhillips Company ni ninguna otra decisión formal según la
cual esta Compañía ya no era Parte del procedimiento. En la comunicación que envió a las Partes
el 3 de septiembre de 2013, el Secretariado del CIADI advirtió que, “a la luz de las conclusiones
del Tribunal, el asunto será renombrado a ConocoPhillips Petrozuata B.V., ConocoPhillips Ha-
maca B.V. y ConocoPhillips Gulf of Paria B.V. c. República Bolivariana de Venezuela (Caso
CIADI No. ARB/07/30)” [Traducción del Tribunal]. No se adoptó decisión alguna sobre si el Se-
cretariado del CIADI conservaría los anticipos pagados por la sociedad controlante ConocoPhillips
Company (incluidos los ingresos resultantes) o en su nombre y en qué medida. Fueron tratados
como anticipos atribuidos a las tres sociedades ConocoPhillips holandesas restantes. Las Partes
simplemente han tomado nota de la desaparición de la sociedad controlante ConocoPhillips Com-
pany del caso783.
En el año 2013, el Tribunal también decidió que las cuestiones relativas a las costas y los
gastos del Tribunal y los gastos de determinación de las Partes se reservan para su consideración
en una fase posterior de este procedimiento de arbitraje784. Esta conclusión nunca ha sido objetada.
La suposición, en la medida en que las partes se lo plantearon, tuvo que haber sido que las tres
sociedades ConocoPhillips holandesas restantes continuaban el procedimiento como partes deman-
dantes y enfrentaban todas las cuestiones procesales que pudieran encontrarse en curso en relación
con su sociedad controlante. Por lo tanto, el Tribunal concluye que la asignación de costos y hono-
rarios en el presente Laudo considera el hecho de que la reclamación de ConocoPhillips Company
por su pérdida de créditos fiscales futuros haya sido desestimada en la medida en que pueda tener
un impacto en el cálculo de costos y honorarios en la relación de las Partes efectivamente involu-
cradas en este procedimiento.
782
Cf. Decisión de 2013, párr. 263.
783
En su carta de fecha 8 de septiembre de 2013, la Demandada observó que la conclusión del Tribunal “excluye la
extraña reclamación de USD 10.000 millones efectuada por la entidad controlante, ConocoPhillips Company, por la
supuesta pérdida de créditos fiscales estadounidenses, que indudablemente habría sido rechazada incluso si hubiera
existido jurisdicción” [Traducción del Tribunal]. Las Demandantes no abordaron la cuestión directamente, aunque
advirtieron en su Memorial sobre la Cuantía (nota al pie 1) que el término “ConocoPhillips” se utiliza para hacer
referencia colectiva a las tres sociedades demandantes, al igual que a sus antecesoras y filiales, pero con la excepción
de la Sección VI que contiene el Petitorio, realizado exclusivamente en nombre de las tres sociedades holandesas CPZ,
CPH y CGP, que, a partir de ese momento, eran las únicas tres partes demandantes del procedimiento que nos ocupa.
El mismo Memorial fue presentado en nombre de estas tres sociedades, en tanto que ConocoPhillips Company ya no
era mencionada como demandante en la portada.
784
Decisión de 2013, párr. 404(g).
361
Caso CIADI No. ARB/07/30
tercio del monto total reclamado cuando se inició el procedimiento de arbitraje que nos ocupa785.
No obstante, el rechazo de esta reclamación no puede afectar la asignación de costos en una pro-
porción medida por los montos involucrados. Esta reclamación fue desestimada por falta de juris-
dicción, resultado que no se vio afectado por el monto de la reclamación. Asimismo, esta decisión
fue la consecuencia de la conclusión del Tribunal de que las tres Sociedades ConocoPhillips ho-
landesas no prosperaron en su argumento de que el Artículo 22 de la Ley de Inversiones incluía el
consentimiento de Venezuela a la jurisdicción del CIADI.
Cuando estos dos factores se consideran en conjunto, el saldo entre el éxito y el fracaso en
las reclamaciones otorgaría a las Demandantes alrededor de 40% de su reclamación inicial de ex-
propiación enmascarada en USD 21.000 millones y ajustada también de acuerdo con el fracaso de
la reclamación de ConocoPhillips Company de USD 10.000 millones. Sin embargo, el Tribunal
considera que dicha valuación no puede realizarse sobre una base que refleje exclusivamente los
montos reclamados. Las cifras no cuentan por sí solas. En efecto, la reclamación tributaria de Co-
nocoPhillips era de naturaleza accesoria y debe haber representado una fracción muy inferior a un
tercio de los costos y honorarios de cada Parte. Esta reclamación fue desestimada por motivos
jurisdiccionales, que fueron idénticos a aquellos analizados con respecto a las tres Sociedades Co-
nocoPhillips holandesas; no requirió un examen del fondo. Por lo tanto, la desestimación de esta
pretensión no puede representar más que una parte de los USD 13,5 millones de costos y honorarios
legales de las Demandantes sobre un total de aproximadamente USD 40,6 millones. La reclamación
principal y abrumadoramente vencedora se basaba en la expropiación y la violación del Artículo 6
del TBI, aunque solo se admitió por un 40% de su monto. Por otro lado, también hay que tener en
cuenta el hecho de que tanto las presentaciones como las pruebas y los honorarios de los abogados
relacionados versaban, en gran parte, sobre el fondo de la reclamación, así como sus diversos ele-
mentos de hecho y de derecho, independientemente del monto reclamado en concepto de indemni-
zación de daños. En consecuencia, el saldo del Tribunal se concentra en una distribución de costos
donde la Demandada deberá responder por alrededor del 40% de los honorarios y gastos de las
Demandantes sobre un total de USD 64,7 millones menos la reducción relacionada con la preten-
sión tributaria de la Sociedad ConocoPhillips (USD 13,5 millones). Por lo tanto, el Tribunal ordena
que la Demandada pague a las Demandantes (a la sociedad demandante que designen,
785
A este respecto, cuando analiza la fase finalizada el 7 de septiembre de 2013, la presentación sobre costos de las
Demandantes de fecha 16 de abril 2018 alude exclusivamente a una “Fase de Fondo” (párrs. 26, 30, Anexo B), sin
observar que esta fase incluía una parte jurisdiccional.
362
Caso CIADI No. ARB/07/30
respectivamente) el monto de USD 20.461.000 como aportación a los costos y honorarios legales
de las Demandantes.
El Tribunal también determina que el monto que debe pagar la Demandada como reembolso
de los costos y honorarios legales devengará intereses. En este aspecto, la tasa de interés no depende
de la contraprestación comercial en que se basan los intereses sobre la ganancia de la inversión y
el costo de capital de las Demandantes, respectivamente. Por lo tanto, el Tribunal considera una
tasa del 3% en concepto de interés simple. No se han demostrado circunstancias que exijan un
interés compuesto.
El Artículo 61(2) del Convenio CIADI, que establece que la fijación y distribución forma-
rán parte del Laudo salvo acuerdo contrario de las partes, no prevé un prorrateo semejante en varios
créditos diferentes en relación con los honorarios y costos. Las Partes no han celebrado ningún
acuerdo en ese sentido. Por ende, ni el cálculo ni la asignación de costos y honorarios legales pue-
den surtir efectos legales antes del dictado del Laudo; tampoco pueden devengar intereses anterio-
res al Laudo. En teoría, esto deja abierta la posibilidad de que los honorarios y costos se calculen
sobre la base fáctica de los costos en que se incurrió a la fecha, junto con intereses que representen
los costos de financiamiento de los gastos correspondientes a lo largo del procedimiento. Este no
es, sin embargo, el método que las Demandantes solicitaron que aplicara este Tribunal. Por otro
lado, el Tribunal no puede saber si dicho cálculo no se ha incluido aún en las cifras que presentan
las Demandantes, que no han sido detalladas ni explicadas.
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Caso CIADI No. ARB/07/30
XVI. Decisión
El Tribunal incorpora por vía de referencia en el presente Laudo la Decisión sobre Jurisdic-
ción y Fondo de fecha 3 de septiembre de 2013 y su Decisión Interlocutoria de fecha 17 de enero
de 2017.
2. Los montos antes mencionados deberán ser pagados con intereses a una tasa anual del 5,5%,
compuesta anualmente, que se causarán hasta la fecha de pago completo y definitivo de estos im-
portes.
5. El Tribunal declara que las Demandantes se encuentran obligadas de acuerdo con el princi-
pio de buena fe a no intentar obtener doble recuperación al momento de ejecutar el presente Laudo,
en todo o en parte, más allá de los importes adjudicados por el Tribunal de Arbitraje de la Cámara
de Comercio Internacional (CCI) mediante su Laudo Definitivo de fecha 24 de abril de 2018
(20549/ASM/JPA) entre Phillips Petroleum Company Venezuela Limited, ConocoPhillips Petro-
zuata B.V. (demandantes) y Petróleos de Venezuela, S.A., Corpoguanipa, S.A., PDVSA Petróleo,
S.A. (demandada).
a los costos y honorarios legales de las Demandantes, más intereses simples que se causarán a una
tasa del 3% hasta la fecha de pago completo y definitivo de este importe.
8. Con excepción de los montos mencionados en los dos párrafos precedentes, cada Parte será
responsable de sus anticipos abonados al CIADI y de sus propios honorarios y costos legales.
9. La Demandada deberá pagar los montos ordenados a más tardar dentro de los primeros 60
días posteriores a la emisión del presente Laudo. Los intereses sobre estos montos comenzarán a
correr al vencimiento del período de 60 días mencionado anteriormente.
10. El Tribunal declara que (a) el Laudo es neto de todos los impuestos venezolanos aplicables;
(b) Venezuela no deberá gravar ni intentar gravar el Laudo; (c) las Demandantes quedan exentas
de cualquier otra obligación tributaria respecto de los tres Proyectos; y (d) en caso de que a pesar
de ello las Demandantes deban sufragar impuestos, la Demandada será responsable de compensar
a las Demandantes por el importe correspondiente de modo tal que la suma que efectivamente
perciban las Demandantes después de la deducción de todos los impuestos aplicables corresponda
al importe total (con inclusión de los intereses) otorgado por el presente Tribunal.
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Caso CIADI No. ARB/07/30
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