Piramide de Maslow
Piramide de Maslow
Piramide de Maslow
Aunque Maslow no utiliza literalmente una pirámide, sí jerarquiza en su estudio las necesidades
de los individuos y las organiza en cinco niveles principales:
A pesar de haber organizado las necesidades de esta manera, Maslow plantea que este orden
no es del todo rígido y que pueden existir diferencias en el grado de importancia e intensidad que le
otorgue cada individuo a cada necesidad. Además, sostiene que no todos los seres humanos pueden
llegar a experimentar todas ellas.
Con esta teoría, Abraham Maslow, psicólogo humanista estadounidense, buscó entender la
motivación humana para determinar qué es aquello que motoriza la conducta. Además, se interesó
por los deseos que la guían y la capacidad humana de siempre ir por más. Aunque centra su estudio en
los adultos, Maslow sostuvo que el comportamiento humano es fácilmente identificable en los niños.
Para Maslow, al momento de suplir una necesidad determinada, el ser humano minimiza o no
tiene en cuenta a las demás. Sin embargo, la jerarquía no implica que una necesidad tiene que estar
totalmente satisfecha para tener en cuenta las necesidades de otro nivel, pero sí parcialmente. Además, el
paso entre un tipo de necesidades y otro suele darse de forma gradual.
El comportamiento humano, para Maslow, se rige por estas necesidades insatisfechas, que son
motores, ya que sostiene que las necesidades satisfechas no funcionan como impulsor de conducta, sino
que el organismo es dominado y se mueve por las necesidades no satisfechas.
De todas las necesidades planteadas por Maslow, solo las del primer peldaño nacen con el ser
humano, las demás se adquieren a medida que se integra a la sociedad. Por esta razón, predominan
por encima de las superiores. También es importante destacar que las necesidades de autorrealización no
se presentan en todos los individuos y desaparecen de vista si falla momentáneamente alguna de las
necesidades más elementales.
Desde ese mismo sentido, autores como Mahmoud Wahba y Lawrence Bridwell criticaron
el orden y la jerarquía de las necesidades establecidas por Maslow, ya que sostienen que no existe
evidencia empírica ni estudios que puedan determinar de forma fehaciente que el común de la población,
o una muestra significativa de esta, reacciona de una misma forma y busca las mismas necesidades.
Por otro lado, desde el aspecto social, estudiosos como Manfred Max Neef y Martín
Hopenhayn criticaron la jerarquización social que puede surgir a partir del orden de las necesidades
establecidas por Maslow. Sostienen que, siguiendo la idea de una jerarquía en las necesidades, aquellos
que fácilmente puedan suplir los primeros peldaños más habilitados estarán para cubrir sus necesidades
de toda índole, mientras que aquellos que no tengan el capital para suplir sus necesidades fisiológicas,
por ejemplo, no podrán acceder a todas las demás.