TFG G5385
TFG G5385
TFG G5385
alrededor de Kinks
Trabajo Fin de Grado
15 de Julio de 2021
Autor:
PABLO MERINO SAN JOSÉ
Dirigido por:
M. A. del Olmo y J. M. Muñoz Castañeda
Introducción 3
Unidades y dimensiones 6
1
2 ÍNDICE GENERAL
4. Conclusiones 95
A. Espacio de Fock 97
Introducción
En los años 60 y 70 del siglo pasado, una nueva metodología en teoría cuántica
de campos se desarrolló y popularizó. Físicos y matemáticos empezaron a tomarse
en serio el estudio de soluciones clásicas de ecuaciones de campo no lineales, y a
interpretar algunas de estas soluciones como candidatos firmes para ser partículas
de la teoría. Formalmente, este tipo de partículas no habían sido reconocidas previa-
mente, al ser diferentes de las partículas elementales que surgen de la cuantización
de excitaciones de campos, expresadas como superposiciones de modos ondulatorios.
No obstante, desde entonces, el estudio de este tipo de soluciones no se ha deteni-
do, llegando a darles en ciertos casos una interpretación de objetos fundamentales
extensos para altas energías.
Una de las características fundamentales de las soluciones o partículas que nosotros
estudiamos, los llamados kinks, es su estructura topológica, la cual difiere de la es-
tructura del vacío. A una solución estacionaria de campo situada en una componente
conexa del espacio de configuración en que conecta, asintóticamente, puntos de va-
cío, se le conoce como defecto topológico. Si, además de esta carácter topológico, y
de añadir, o no, dependencia temporal a través de la correspondiente transformación
de Lorentz, pedimos que sean ondas no disipativas solución de ecuaciones de onda
no lineales, diremos que estas soluciones son los mencionados kinks. Si uno supone
que las oscilaciones cuánticas alrededor del vacío están asociadas a deformaciones
continuas del campo, entonces tales excitaciones no cambiarían dicha topología del
vacío. Es por ello que las partículas elementales de la teoría cuántica de campos,
tales como el fotón, no tienen una estructura topológica propia. Es más, la estabi-
lidad de las nuevas partículas se debe a su estructura topológica diferente a la del
vacío. Una importante consecuencia de esto es que, aunque no haya ninguna garan-
tía a priori de tener una energía grande o pequeña, en todo caso, podemos afirmar
que estas nuevas partículas no pueden decaer directamente en un número arbitrario
de partículas elementales. Hablaremos de algunos distintivos de la topología propia
de estas nuevas soluciones, tales como la carga topológica o, más en general, de la
conexión dentro del espacio de configuración de la teoría.
Los kinks, de esta forma, además de soluciones topológicas son ondas propagan-
tes no disipativas solución de ciertas ecuaciones de onda no lineales. Abandonando
provisionalmente el carácter topológico de las soluciones que nosotros tratamos, da-
mos la cronología en el estudio general de este último tipo de soluciones, los llamados
solitones. Tradicionalmente, los fenómenos ondulatorios has sido identificados por su
carácter dispersivo, es decir, por la propiedad por la que ondas propagantes se des-
vanecen en un tiempo finito. El hito “experimental” que cambió esta mentalidad fue
la observación del ingeniero escocés Scott-Russell (1870, [1]) de “una onda solitaria
que viaja sin cambiar de forma, tamaño ni velocidad”. Las ecuaciones de onda linea-
les solo admiten soluciones en forma de ondas solitarias o propagantes si la relación
de dispersión entre frecuencias y números de onda es lineal, caso en que todos los
miembros de un paquete de ondas viajan a velocidad constante sin interferencias
mutuas. Sin embargo, el planteamiento por Korteweg-de Vries en 1905 de la ecua-
ción que lleva su nombre ([2]), la cual describía el movimiento ondulatorio de aguas
4 ÍNDICE GENERAL
potencias del funcional acción o, dicho de otra forma, hasta primer orden en ~. Utili-
zaremos la fórmula DHN, con los contratérminos debidamente añadidos para no solo
regularizar sobre el número de modos de fluctuación, sino también compensando las
divergencias por el propagador del loop de la teoría, en primer orden.
En el primer capítulo, estudiamos la topología del espacio de configuración de una
cierta familia de teorías escalares y bosónicas de campos reales, junto a un estudio
de la estabilidad de las soluciones topológicas, y al teorema de Derrick [22]. En el
segundo capítulo, seguimos con el desarrollo clásico para dar con la ecuación de
primer orden de Bogomolny, a partir de la cual deducimos las soluciones estaciona-
rias en dichos modelos. Desmenuzamos estos cálculos en un contexto clásico sobre
los modelos φ4 y sine-Gordon, e incluimos también una reformulación de las teorías
de cara a manejar variables espacio-temporales y campos que sean adimensionales.
Finalmente, en el capítulo tercero, entramos en la teoría cuántica de campos con
el objetivo claro de calcular las correcciones cuánticas de las masas clásicas de los
kinks φ4 y sine-Gordon, para lo que nos valemos de la mentada fórmula DHN.
Incluimos dos apéndices: uno dedicado al análisis funcional del espacio de Fock,
recurrente en la cuantización canónica del capítulo tercero; y otro dedicado a una
resolución clásica y parcial de una ecuación de Schrödinger unidimensional con el
potencial de Pöschl-Teller, en el que hacemos uso del método de factorización (véan-
se las referencias [23] y [24] para mayor generalidad de estos métodos). Esta última
ecuación aparece en numerosas ocasiones en diversos problemas espectrales del ca-
pítulo tercero, en términos del operador de segunda variación de la energía en el
sector topológico kink.
Unidades y dimensiones
En este trabajo, utilizamos un sistema de unidades en que la velocidad de la luz
en el vacío es la unidad de velocidad: c = 1. No obstante, la constante de Planck h,
así como ~, permanecerán explícitas, de cara a desarrollar correcciones semiclásicas
sobre la masa clásica de un kink. Bajo estas consideraciones, se tiene que [L] = [T ],
además de que las dimensiones de la masa de las partículas son [M ] = L−1 , y que
[~] = M L.
La escala de longitud y energía de un solitón depende de las constantes de acopla-
miento de la teoría. En una teoría invariante Lorentz y en la que las unidades son
tales que c = 1, como es nuestro caso, la energía del solitón se identifica con su masa
en reposo, en contraste con la práctica habitual con partículas elementales, para las
que la masa es proporcional a ~. Teniendo en cuenta que los efectos cuánticos se
hacen pequeños bajo ~ → 0, en este límite, el kink o solitón topológico, veremos,
tendrá masa finita, pero las partículas elementales tendrán masa próxima a 0.
Capítulo 1
donde el hecho de que la onda plana viaje sin atenuarse a velocidad c surge
del hecho de que la hemos descompuesto en infinidad de componentes, a modo
de ondas planas, con la misma velocidad de propagación w/k = c.
B. La velocidad y la forma asintótica. En una colisión de paquetes de
ondas, estos preservan forma y velocidad
7
8 CAPÍTULO 1. FORMULACIÓN CLÁSICA DE LA TEORÍA DE KINKS
De esta manera, las características A y B conllevan a que T00 esté concentrada en una
región acotada del espacio. En otras palabras, la densidad de energía es localizada.
Con ello, podemos caracterizar a las soluciones clásicas estacionarias y no homogé-
neas como no disipativas a través de la energía. En resumen, una solución solitón
es una solución de una ecuación de ondas no lineal de naturaleza no homogénea, no
singular y no disipativa 2 .
Es importante entender también que las teorías de campos escalares que nosotros
estudiaremos son no perturbativas: no se aplica un procedimiento perturbativo al
uso como se hace en la teoría de Klein-Gordon. Sin embargo, sí que desarrollaremos
teoría de perturbaciones alrededor de soluciones no triviales y estacionarias. Esta
condición de nuestras teorías se aprecian en los primeros pasos de su estudio clásico,
que nos lleva, por ejemplo en el caso del campo φ4 , a masas clásicas que divergen
con λ → 0.
Nos situamos en la teoría de campos escalares, más en concreto en el estudio de so-
luciones topológicas de los sistemas de ecuaciones no lineales en derivadas parciales
como sigue
n
∂ 2 φj X ∂ 2 φi ∂U
− + i = 0, i = 1, ..., N, (1.1.8)
∂x20 j=1
∂x2j ∂φ
y para sine-Gordon,
√ !!
1 λ λ
L[φ] = ∂µ φ∂ µ φ − 4 1 − cos φ , (1.1.10)
2 m m
[Pν , Pρ ] = 0,
[Mµν , Pρ ] = −igµρ Pν + igνρ Pµ ,
[Mµν , Mρσ ] = −iδνρ Mµσ + iδµρ Mνσ + iδνρ Mµρ − iδµσ Mνρ . (1.1.21)
12 CAPÍTULO 1. FORMULACIÓN CLÁSICA DE LA TEORÍA DE KINKS
Todas las simetrías vistas hasta ahora responden tan solo a la invariancia relativista
formalizada a través de las transformaciones del grupo de Poincaré, o siguiendo
la notación habitual en estos términos, a través de las transformaciones espacio-
temporales.
Por otra parte, en las teorías que estudiaremos existen grupos de simetrías discretos
que dejan invariantes las densidades lagrangianas dadas en (1.1.9) y (1.1.10). Para
el primer caso, tenemos el grupo finito Z2 (bajo la transformación φ → −φ), y en el
segundo tenemos las traslaciones φ → φ + (2nπ), con n ∈ Z.
De cara a deducir, de un mismo planteamiento, las ecuaciones de Euler-Lagrange y la
formulación de la estabilidad de las soluciones obtenidas, presentamos el desarrollo
del funcional acción bajo modificaciones del campo δφ hasta orden 2 en un entorno
de un campo solución general, de la forma
∂ 2U
Z
1
S2 [φ, δφ] = − d xδφ δij ∂µ ∂ + i j δφj .
1+n i µ
(1.1.26)
2 ∂φ ∂φ
segundo orden que podemos expresar a través del conocido como operador
general de segunda variación de la energía. En teoría de operadores, esto es lo
que se llama un operador diferencial Hessiano. Nosotros nos quedaremos con
la terminología más física. Dicho operador es
∂ 2U
Ĥ = δjk ∂µ ∂ µ + . (1.1.27)
∂φj ∂φk
Para poder estudiar el contenido topológico de la teoría de campos que nos ocupa
con suficiente rigor, definimos también lo que entenderemos por variedad de vacío.
Recordemos que habíamos situado el mínimo absoluto del término potencial U en
un valor real mayor o igual que 0.
o, equivalentemente:
M := {φ ∈ V : U [φ] = 0}. (1.2.8)
A los elementos de M los llamaremos puntos de vacío.
T : R×D →D
(t, φ0 ) 7→ φt ,
Estos conceptos nos permitirán apreciar nuestro problema de campos escalares des-
de una perspectiva mucho más general a través de la topología que encierran estas
ideas.
Recordemos que estas aplicaciones del grupo T son continuas. A modo de ejemplo,
supongamos el caso más sencillo en que D es arco-conexo. Por definición de este con-
cepto sabemos que dos configuraciones cualesquiera de D pueden estas conectadas
por caminos, esto es, por aplicaciones continuas. En particular, es conexo, luego a
la hora de hablar de sus componentes conexas, es decir, de las clases de equivalencia
de la relación binaria dada, para φ1 , φ2 ∈ D, por
podemos afirmar que existe una única componente conexa en D, lo que simplificaría
notablemente nuestro problema. En este caso, dada la continuidad de los elementos
T ∈ T , y dada la preservación de la condición de conexo por continuidad, podemos
1.3. DEFECTOS TOPOLÓGICOS 17
afirmar que dos configuraciones de D podrán ser conectadas a través de una de estas
transformaciones temporales. Si hubiera dos o más componentes conexas (i.e., si D
no fuera conexo), que será nuestro caso, este análisis se tendría que restringir a cada
una de ellas. En adelante, salvo que se diga lo contrario, nos limitaremos al número
de componentes de campos escalares que a nosotros nos ocupan: N = 1 y n = 1.
Veamos que de este análisis aparece con completa naturalidad lo que nosotros enten-
deremos por defecto topológico. En primer lugar, de la acotación inferior del funcional
E, y de la continuidad de los elementos de T , se sigue que en cada una de las com-
ponentes conexas de D deber haber, al menos, una configuración φm que minimice la
energía E. Esto se debe a que, para tener valores finitos del funcional E, es necesario
que los valores
lı́m φ(x) ∈ M, (1.3.2)
x→±∞
de autointeracción, para lo que hace falta suponer que G está formado por elementos
que operan en el espacio vectorial V . Dicho de otra forma, si denotamos por gφ a
dicha acción de algún g ∈ G sobre un elemento φ ∈ V , se tiene:
La simplificación de que todos los puntos de vacío de M sean de la forma gφv para
algún g ∈ G tiene dos interesantes consecuencias:
donde cada φ(i) , i = 0, . . . , r, se corresponde con la clase de los puntos de vacío co-
nectadas por transformaciones de G actuando sobre M . En nuestras teorías veremos
que las variedad de moduli de vacío son conjuntos unipuntuales, lo que quiere decir
que todos los puntos de vacío de la teoría están conectados vía transformaciones
dadas por G. Por supuesto, esto no es un hecho general.
1.4. LA TOPOLOGÍA DE D 19
1.4. La topología de D
En este apartado, veremos la relación entre condiciones de contorno de las confi-
guraciones de D y sus derivadas temporales, y la pertenencia a distintas componentes
conexas. Esto nos permitirá identificar estas últimas, y caracterizar así las solucio-
nes de nuestras ecuaciones de campos, reducidas, por lo visto, al caso estacionario.
Particularizamos V = C, y recordemos que ya hemos fijado N = 1 y n = 1.
Recordemos que hemos restringido nuestro estudio al subespacio D, esto es, a los
campos φ ∈ Maps(R, C) tales que E[φ] < ∞.
Nuestro funcional energía se simplificaba a la expresión que sigue
Z
1
E[φ] = dx U [φ] + (∂x φ) .2
(1.4.1)
R 2
Así, para tener una energía finita E[φ] < ∞, como ya se mencionó en el análisis de
la evolución temporal de puntos de vacío y defectos topológicos, es necesario que el
comportamiento espacialmente asintótico de nuestros elementos φ ∈ D dada por los
límites
lı́m φ(x), (1.4.3)
x→±∞
y que denotamos por φ(±∞), debe existir y debe ser, necesariamente, un cero de U ,
o de lo contrario, el área barrida por la integral anterior se hará infinita, y con ello
tendríamos E[φ] = ∞, en contraposición a nuestra suposición φ ∈ D.
Para que esa finitud bajo x → ±∞ también sea satisfecha por el término dada por
(1/2)(∂x φ)2 en el funcional E[·], también debemos tener
Volviendo al lenguaje de más arriba, para que E[φ] < ∞, necesariamente φ(±∞) ∈
M o, de forma equivalente, φ(±∞) ∈ G/H. Englobando todas las condiciones de
contorno de φ en un mismo objeto, podemos interpretar esta correspondencia como
una aplicación φ(∞) de Z2 en G/H. Identificamos ∂R con Z2 . Estamos haciendo
corresponder cada uno de los elementos de Z2 = {−1, 1} con cada uno de los dos
puntos de vacío φ1 (∞) y φ2 (∞), uno para cada dirección del límite x → ±∞.
Notemos que hemos añadido una nueva restricción sobre las aplicaciones continuas
estudiadas: deben tomar el punto φ0 ∈ G/H en y ∈ S n−1 . Con el grupo dado por el
conjunto de clases de homotopía de S, junto a la ley interna naturalmente extendida
de la concatenación de caminos en G/H, tenemos el n-ésimo grupo de homotopía
πn (G/H). Nos referimos a los elementos de πn (G/H) como clases de homotopía de
G/H
Volvemos al estudio de la conexión de D. Las ideas presentas ya nos permiten enun-
ciar el siguiente resultado.
Este resultado 1.4.2 ilustra, con un caso muy particular, hasta qué punto la
estructura topológica subyacente al espacio de configuración D determina nuestra
teoría de campos estudiada. Afirma que si hay más de un punto de vacío, se da una
ruptura espontánea de simetría que aflora considerando fluctuaciones η(t, x) sobre
cada punto de vacío φv ∈ M . Precisamente, la cuantización de estas fluctuaciones
alrededor de un punto de vacío nos la energía de punto cero de la teoría en el sector
topológico de vacío.
podemos afirmar que tales configuraciones de campo pueden ser clasificadas por los
grupos de homotopía π1 (Y ). En otras palabras, la aplicación que lleva a cada una
de estas configuraciones a su grupo π1 (Y ) está bien definida.
Este tipo de clasificaciones topológicas se hace más interesante cuando el funcional
energía decae a 0 para valores muy altos de la norma sobre el vector de coorde-
nadas espaciales (en nuestro caso, cuando x → ±∞)5 . Esto es una consecuencia
de una razón física muy poderosa que ya ha salido varias veces en este trabajo: la
energía del campo tiene que ser finita. Precisamente, esta es la condición que nos
llevaba a identificar las condiciones de contorno de nuestros campos en ∂Rn con las
componentes conexas de D. Todo esto se resume en la siguiente correspondencia, la
siguiente pertenencia, y el siguiente isomorfismo:
Di ←→ [φ(∂Rn )] ∈ πn (G/H) ∼
= πn (M ). (1.5.1)
En conclusión, aportamos un resultado que resume y anticipa lo que está por venir.
A modo de ejemplo, y a costa de generalizar los modelos que nos ocupan, tome-
mos G = SO(n), para algún n ∈ N. Ilustremos este caso particular a través de los
puntos siguientes, ya perfectamente entendible con la teoría expuesta. Recordemos,
ya que ahí está la clave, que G/H ∼
= M , con lo que:
Di ←→ [φ(∂Rn )] ∈ πn (G/H) ∼
= πn (S n−1 ), (1.5.2)
Nos restringimos, ahora así, a nuestro caso, n = 1, para poder enfrentarnos a nuestros
modelos φ4 y sine-Gordon. En este caso, ∂R, es decir, lo que se conoce como la esfera
5
Nótese, en el caso de los solitones, nosotros pedimos algo más fuerte: energía total finita.
1.5. SOLUCIONES KINK. ENFOQUE TOPOLÓGICO 23
en el infinito S∞
n−1
de Rn−1 para n = 1, toma la forma {−∞, ∞}. De este modo, la
correspondencia entre condiciones de contorno y M vendría dada por
n−1
ξ : S∞ = {−∞, ∞} → M. (1.5.3)
Y ya, por fin, damos los dos casos generales clave para entender las configura-
ciones de campo que ocupan en este trabajo:
∂U
φ + = 0. (1.6.2)
∂φ
∂t φk = 0. (1.7.2)
2. Son puntos críticos del funcional energía de nuestra teoría, dado por
Z
1 2
E[φ] = dx (∂x φ) + U [φ] , (1.7.3)
2
3. Como la energía del kink es finita, también han de serlo los dos términos del
integrando de (1.7.3). Esto ya lo probamos, y dedujimos de ello que
mientras que esta misma condición sobre el término con la derivada ∂x φ im-
plicaba que
lı́m ∂x φk (x) = 0. (1.7.5)
x→±∞
E = (P 2 + M 2 )1/2 . (1.7.7)
No obstante, hay una diferencia fundamental con las partículas clásicas de mecánica
clásica. Consideremos n puntos en el espacio, ordenados a1 < · · · < an , así como n
soluciones tipo kink estacionarias fi (x), y la configuración φ tal que φ(x) = fi (x−ai )
en entornos de cada ai . Entonces, la única forma de que esta configuración sea exacta
y esté bien definida es que
por la propia naturaleza topológica de las soluciones kink. Esta sencilla condición
de unión de soluciones adyancentes tiene consecuencias muy grandes sobre la inter-
pretación de los kinks como partículas. Retomaremos esto cuando hayamos tratado
más a fondo las teorías φ4 y sine-Gordon.
U 0 [φmin ] = 0,
28 CAPÍTULO 1. FORMULACIÓN CLÁSICA DE LA TEORÍA DE KINKS
1 µ U 00 [φmı́n ] (ψ − φmı́n )2
− O ψ3 .
L = (∂µ ψ) (∂ ψ) − U [φmı́n ] −
2 2!
Además, por el teorema de Noether, tenemos la siguiente ecuación de campo
∂µ ∂ µ ψ + U 00 [ψ]ψ + O ψ 2 = 0.
Esta ecuación (1.8.1) es invariante frente a traslaciones sobre las componentes del
campo. Entonces, las soluciones de (1.8.1) pueden ser escritas como
(1.8.2)
X
ψ(x, t) = Re an eiωn t ψn (x),
n
1
L= (∂µ φ)2 − U [φ], (1.9.1)
2
con U un funcional no negativo y nulo para los estados fundamentales de la teoría.
Entonces, si D ≥ 2, la únicas soluciones independientes del tiempo no singulares, y
con energía finita, son los estados fundamentales.
Se tiene que V1 y V2 son no negativos, y solo se pueden anular las dos al mismo
tiempo si φ es un estado fundamental.
30 CAPÍTULO 1. FORMULACIÓN CLÁSICA DE LA TEORÍA DE KINKS
Supongamos ahora que φ(x) es una solución independiente del tiempo. Consideramos
la familia uniparamétrica de configuraciones de campos dada por:
con λ > 0. Para esta familia de campos, el funcional energía viene dado por
Por el principio de Hamilton, esta función V (λ) tiene que ser estacionaria para λ = 1.
Entonces, tenemos la igualdad:
31
32 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
Esta ecuación, note el lector, es una forma particular del teorema del virial.
De esta última expresión, se sigue una acotación inferior del funcional energía que
solamente depende de los valores de φ en el infinito, i.e., de la clasificación topológica
de φ ∈ D.
Tomando raíces cuadradas, se sigue que
2
1
(2.1.4)
p
√ ∂x φ ± U [φ] ≥ 0.
2
Expandiendo este cuadrado e integrando en todo R, se sigue que
Z Z
1 2
(2.1.5)
p
dx (∂x φ) + U [φ] ≥ dx 2U [φ]∂x φ.
R 2 R
Entonces, como es inmediato de la forma que tiene el funcional energía para solu-
ciones estacionarias (justamente el primer miembro de la última ecuación), tenemos
que Z
(2.1.6)
p
E≥ dx 2U [φ]∂x φ .
R
Formalmente, podemos escribir esta desigualdad en términos de φ+ y φ− , dadas las
identificaciones topológicas ya estudiadas, como sigue
Z φ+ p
E≥ dφ 2U [φ] . (2.1.7)
φ−
De hecho, es inmediato probar esta misma acotación inferior sobre soluciones de-
pendientes del tiempo, dado que el término cinético T es positivo.
Dada la autointeracción U [φ], la forma en que se suele encontrar en la literatura esta
acotación es en términos de un funcional W [φ] definido por
2
1 dW
U [φ] = , (2.1.8)
2 dφ
con lo que la acotación anterior se reescribe como
(2.1.10)
p
∂x φ = ± 2U [φ].
2.2. EQUIVALENTE MECÁNICO 33
Un caso particular de campos que satisfacen estas ecuaciones son los campos, ya
vistos, de tipo kink, dada la construcción seguida. En este caso, llamaremos kinks a
los casos con signo + en (2.1.10), y antikink a los casos con signo −.
Estas terminologías de kink y antikink proceden de un comentario hecho en la cons-
trucción de las soluciones kink del capítulo primero. Por la forma de (2.1.10), se
cumple que ∂x φ(x) es siempre mayor que cero, o siempre menor que cero. Es decir,
estas soluciones son siempre estrictamente crecientes (kinks) o decrecientes (anti-
kinks). Esto es consecuencia de que, en nuestros dos modelos, U [φ(x)] > 0 para todo
x ∈ R, dada φ(x) la correspondiente solución kink.
Se sigue del razonamiento seguido, acotación incluida, que las soluciones de (2.1.10)
son mínimos relativos del funcional energía, por lo que estas soluciones son puntos
críticos de dicho funcional. Entonces, son soluciones estacionarias de las ecuaciones
diferenciales de segundo orden de Euler-Lagrange (1.6.2).
Esto último se deduce diferenciando, directamente, sobre la ecuación (2.1.10):
1 dU dU
∂x2 φ = ± √ ∂x φ = . (2.1.11)
2U dφ dφ
1) El campo φ es la partícula.
Esto nos deja un sistema mecánico integrable en que, a diferencia de las técnicas de
cálculo directo del apartado anterior, podemos afirmar la existencia de una constante
de movimiento como sigue
1
I = (∂x φ)2 − U (φ), (2.2.1)
2
lo cual se interpreta como la energía de la partícula en el sistema mecánico análogo.
Nótese que esta constante de movimiento es exactamente la función H(x) del apar-
tado anterior. Como era de suponer, son dos formas equivalentes de expresar lo
mismo. Al igual que entonces, las condiciones asintóticas lı́mx→±∞ ∂x φ(x) = 0 y
1
En adelante, llamamos EDO a toda ecuación diferencial ordinaria.
34 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
La primera regla de selección aflora del hecho de que E[φ] está acotado inferiormente
por una valor mayor igual que cero. Entonces, c > 0. Tomamos, por conveniencia
futura, c = λ/4, con λ > 0 constante.
Supongamos que b ≥ 0. Un sencillo cálculo de las derivadas U 0 [φ] y U 00 [φ] nos lleva
a que, en este caso, U solo tendría un mínimo absoluto en φ = 0, con lo que M solo
tendría un punto, esto es, π1 (M ) tendría una sola clase y, por ello, D tendría una
sola componente. Entonces, no habría soluciones kink. Necesariamente tenemos que
imponer b < 0. Escogemos b = −m2 /2, con m una constante real y positiva.
Además, para tener Umin = 0, escogemos, sin pérdida de generalidad, d = m4 /4λ.
Tenemos pues un funcional U de la forma que sigue
λ 2
(2.3.2)
2
U [φ] = φ − a2 ,
4
2.3. KINKS DEL MODELO φ4 35
√
donde se ha denotado a = m/ λ.
De esta forma del término
√ potencial,
√ tenemos dos mínimos globales degenerados
U (φ) = 0 en φ = m/ λ y φ = −m/ λ, ambos constantes, con lo que tenemos dos
puntos de vacío con las expresiones siguientes
√ √
v− = −m/ λ, v+ = m/ λ. (2.3.3)
1 λ 2
(2.3.4)
2
L= (∂µ φ)2 − φ − a2 .
2 4
El análisis dimensional de esta teoría sería como sigue, habiendo tomado c = 1,
∂µ ∂ µ φ + λφ φ2 − a2 = 0. (2.3.6)
Ahora bien, una forma trivial de identificar cada uno de los sectores topológicos en
que clasificamos las soluciones finitas de nuestro modelo en D, en el marco de la
teoría φ4 , y teniendo en cuenta la forma que tienen los dos puntos de vacío (2.3.3),
es a través de la carga topológica del modelo φ4 que, normalizada por meras
razones estéticas, se define como sigue
√ φ+ − φ−
N= λ , (2.3.7)
2m
donde recordemos que φ+ y φ− denotan a los dos puntos de vacío que conecta la
correspondiente configuración de D.
Autointeracción phi4
U(phi)
1.5
1.0
0.5
Campo phi
-1.5 -1.0 -0.5 0.5 1.0 1.5
términos de lo que se induce como una densidad de carga topológica, de la forma que
sigue
√ 1 Z ∞ 0
N= λ φ dx. (2.3.8)
2m −∞
En consecuencia, tenemos que:
1. Si N = 0, la configuración de campo de D en cuestión conecta puntos de vacío,
con lo que pertenece al sector topológico del correspondiente punto de vacío
que conecta consigo mismo, v+ o v− .
2√ 2√
E≥ 2λN a3 = 2λ|N |a3 > 0.
3 3
2.3. KINKS DEL MODELO φ4 37
m4
1 λ 2 m
2 2 2
sech √ (x − x0 ) ,
4
(2.3.11)
ε[φk ] = (∂x φk ) + φ −a =
2 4 k 2λ 2
con lo que la energía total, barriendo todo el área de esta densidad en R:
√
2 2m3
Ek = . (2.3.12)
3λ
Desde el punto de vista de la teoría de la relatividad especial, esta energía Ek , en
unidades dadas en términos de c = 1, se interpreta como la energía en reposo Mk
del kink, esto es, la energía en el sistema de referencia de centro de masas del kink,
entendido como objeto extenso.
Observando las gráficas 2.2 y 2.3 es inmediato apreciar que, en x = x0 con x0
la constante de integración anterior, el campo φk se anula o, dicho de otra forma,
toma el valor medio entre los dos puntos de vacío que conecta. Curiosamente, este
mismo punto es en el que la densidad de energía del kink toma su valor máximo. En
particular, toma el valor m4 /2λ.
Estas consideraciones nos llevan a interpretar x0 como un parámetro de localización
38 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
0.6
0.4
0.2
x
-4 -2 2 4
-0.2
-0.4
-0.6
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
x
-4 -2 2 4
del kink, esto es, la que sería la posición del centro de masas del kink, con su energía
localizada una región finita en torno a dicho punto (ver figura 2.3). Además, x0 es un
parámetro libre, pues la densidad lagrangiana de nuestra teoría es invariante frente
a traslaciones. Este análisis permite establecer una biyección entre los parámetros
libres reales x0 ∈ R de nuestras soluciones kink y dichas soluciones, identificando
así las soluciones kink, como caso particular de mínimos relativos de energía, con
una variedad, que en este caso es M = R, a la que en este contexto se le llama
variedad de Moduli del modelo φ4 . No entraremos en el estudio detallado de la teoría
de espacios de Moduli, aunque hacemos notar que dichas variedades dan cuenta de
determinadas relaciones de equivalencia subyacentes a estas teorías de campos, en
este caso en términos de un espacio de parámetros en que se localizan las partículas.
Esto es una aplicación particular sobre estas teoría escalares de un concepto mucho
más amplio, que se puede ilustrar fácilmente en geometría proyectiva. Por ejemplo, la
recta proyectiva P(R2 ) puede ser interpretado como espacio de Moduli del conjunto
de rectas vectoriales de R2 .
Aplicamos ahora un boost de Lorentz sobre estos campos tipo kink, a partir de lo
que obtenemos la siguiente solución:
m
φk (t, x) = a · tanh √ γ(x − vt − x0 ) , (2.3.13)
2
y por el teorema del virial 2.1.3, esta expresión es igual a 12 M v 2 . Parece que la teoría
nos Esto sugiere lo ya enunciado: un kink se puede entender como una partícula con
la masa en reposo M , localizada en torno a x0 .
Recuperando el análisis de (1.7.8), en la teoría φ4 tenemos una situación peculiar:
si tenemos un kink o un antikink, para poder formar un sistema con más de una
de estas partículas, el siguiente campo ha der ser necesariamente un antikink o un
40 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
es no disipativa. Nótese que esto incluye a las soluciones estacionarias kink o antikink
de φ4 . Tal y como venimos dando el funcional energía, como integral en el espacio
de la entrada (0, 0) del tensor energía-momento, podemos afirmar que dicha entrada
se puede acotar como
1 1 λ 2 2
T00 (x, t) = (∂t φ(t, x))2 + (∂x φ(t, x))2 + φ − a2 ≥ U [φ(t, x)].
2 2 4
Fijamos un t ∈ R arbitrario, con lo que por continuidad de dichas soluciones con
respecto a x ∈ R, debe existir un x1 ∈ R para el que φ = 0. En este punto,
λa4
T00 (t, x1 ) ≥ U [0] = ,
4
con lo que
λa4
maxx T00 (t, x) ≥ > 0.
4
Esto contradice (1.1.7), y por tanto demuestra la condición no disipativa de dichas
soluciones.
donde se han omitido las constantes que acompañan al campo kink. Supongamos que
b están en (−a, a), de tal forma que −a b a. Entonces, a lo largo de este último
intervalo, φ2 + 1 está cerca de cero, lo que nos permite linealizar la combinación
anterior. Así, la fuerza puede aproximarse, hasta orden 1 en φ2 + 1, de la forma que
sigue
1 02 0 0 dU b
F = − φ1 + U [φ1 ] − φ1 φ2 + (1 + φ2 ) [φ1 ] −∞
2 dφ
(2.3.21)
b
= [−φ01 φ02 + (1 + φ2 )φ001 ] −∞
.
dEi
F = 32 exp(−2R) = . (2.3.23)
dR
La riqueza de esta teoría radica en que F es independiente de b, como es de esperar
dada la arbitrariedad de su elección. Identificando F como la fuerza del kink sobre
el antikink, se sigue que
Ei = −16 exp(−2R) (2.3.24)
es la energía de interacción necesaria para que ocurra dicho fenómeno. La condición
atractiva de esta fuerza se ve fácilmente si notamos que Ei es negativa, y que decrece
(en términos del valor absoluto) para distancias grandes, y crece para R pequeño.
2.4. KINKS DEL MODELO SINE-GORDON 43
2.0
1.5
1.0
0.5
Campo phi
-6 -4 -2 2 4 6
Denotamos, de nuevo, por (φ− , φ+ ) a los pares de valores de vacío del modelo, al-
canzados por la correspondiente configuración φ ∈ D en x → ±∞. Recordemos
que estos valores identifican el sector y la naturaleza topológica propios del campo
estacionario en cuestión. La densidad lagrangiana
√ (2.4.1) de esta nueva teoría es
invariante frente a traslaciones φ 7→ φ ± 2πm/ λ, lo que tiene una importante con-
secuencia: sin pérdida de generalidad, fijamos φ− = 0 para todas las configuraciones
que estudiaremos.
Los sectores topológicos de este modelo se caracterizan por una nueva carga to-
pológica, ahora definida, a partir de dichos valores asintóticos de la configuración,
como: √
λ(φ+ − φ− )
N= , (2.4.6)
2πm
lo que se puede expresar como sigue
√ Z ∞
λ
N= φ0 dx. (2.4.7)
2πm −∞
Esto nos permite interpretar N como el número neto de solitones (i.e., la diferencia
entre el número de solitones y el número de antisolitones).
En esta teoría, haciendo uso de la periodicidad del integrando que sigue, y del hecho
de que estamos cubriendo N veces el dominio de integración [0, 2πm √ ], la cota de
λ
Bogomolny es
Z (2πm/√λ)N u √ !!#
v "
λ λ
(2.4.8)
u
E≥± t2
4
1 − cos φ dφ.
0 m m
La igualdad para esta cota, i.e., la igualdad de Bogomolny de primer orden (2.1.10)
se alcanza para los campos que satisfacen
√ !!#
v "
u
λ λ
(2.4.9)
u
∂x φ = ±t2 4
1 − cos φ .
m m
m2
Z Z
dφ dφ
±δx = r √ = √ r √
2λ
2 mλ4 (1 − cos mλ φ 1 − cos mλ φ
m2
Z
dφ
= √ √ , (2.4.10)
2 λ sin 2mλφ
√ √
donde se ha usado que 1 − cos λφ/m = 2 sin2 ( λφ/2m), con lo que
m3 m3
Z Z
dt ds
±δx = √ =− , (2.4.11)
λ t 1 − t2 λ 1 − s2
√ √
donde se han usado los cambios de variables t = sin λφ/2m y s = 1 − t2 .
Ahora, escindimos la integral en dos fracciones simples, de forma que
m3 m3 m3
1−s
Z Z
ds 1 1
±δx = 2
= ds − = ln
λ s −1 2λ s−1 s+1 2λ 1+s
4m λ(x − a)
=⇒ φs (x) = √ arctan exp ± (2.4.12)
λ m3
x
-4 -2 2 4
Figura 2.6: Configuración estacionaria del campo de tipo kink del modelo de sine-
Gordon, a = 0,5, λ = 1, m = 1.
x
-4 -2 2 4
Figura 2.7: Densidad de energía del campo estacionario de tipo kink del modelo de
sine-Gordon, a = 0,5, λ = 1, m = 1.
con
" #
Z 2
1 ∂ψ
T̃ [ψ(yµ )] = dy ,
2 ∂τ
" #
Z 2
1 ∂ψ
Ẽ[ψ(yµ )] = dy + Ũ [ψ(yµ )] , (2.5.4)
2 ∂y
de lo que se sigue que [Ẽ] = [T̃ ] = M , con Ẽ el funcional energía o energía potencial,
y T̃ el funcional energía cinética.
Consideramos md y γd parámetros a partir de los cuales reformulamos la teoría como
sigue
xµ = md yµ , µ = 0, 1, φ = γd ψ,
γ2
U [φ(xµ ))] = d2 Ũ [ψ(yµ )], (2.5.5)
md
50 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
con dimensiones [md ] = L−1 , [γd ] = M −1/2 L−1/2 . Denotaremos a las nuevas coorde-
nadas locales por x0 = t, x1 = x. De esta forma,
[xµ ] = L−1 L,
[φ] = M −1/2 L−1/2 M 1/2 L1/2
2
γd
[U ] = M L−1 = M −1 L−1 L2 M L−1 , (2.5.6)
m2d
esto es, hemos reescalado la teoría para tener variables en R1,1 , campos y potenciales
de autointeracción adimensionales.
El funcional acción se puede reescribir como sigue
" 2 #
m2d
Z Z
1 2 1 md ∂(φ/γd )
S̃[ψ] = dx − 2 U [φ(xµ )] =
m2d 2 ∂xµ γd
Z Z " 2 #
1 1 ∂φ 1
= 2 d2 x − U [φ(xµ )] = 2 S[φ(xµ )]. (2.5.7)
γd 2 ∂xµ γd
y de igual manera para T̃ [·], esto es, T̃ [ψ(yµ )] = (md /γd2 )T [φ(xµ )] Aplicando la
ecuación de Euler-Lagrange sobre (2.5.7), obtenemos la siguiente ecuación de campo
∂U
∂t2 φ − ∂x2 φ = − . (2.5.9)
∂φ
∂U
∂x2 φ = (2.5.10)
∂φ
sobre lo que asumimos, como así será en los modelos que nosotros estudiamos,
que el cardinal de M es a lo sumo infinito numerable, i.e., |M | ≤ ℵ0 .
N = M/G. (2.5.14)
Ésta nos da las clases de puntos de vacío conectados entre sí por G. Nosotros
nos restringimos a teorías con variedades N unipuntuales, lo que simplifica el
estudio a sectores de vacío conectados por transformaciones del grupo discreto
G.
Di ←→ [φ(±∞)] ∈ π1 (G/H) ∼
= π1 (M ). (2.5.15)
52 CAPÍTULO 2. ENERGÍAS CLÁSICAS. MODELOS φ4 Y SINE-GORDON
con Cij la componente conexa que contiene a los elementos φ(i) , φ(j) ∈ M
asintóticamente, i.e., Cij es la componente conexa de las configuraciones φ ∈ D
que satisfacen
6. El grupo de homotopía del grupo cociente G/G0 , con G0 el único grupo pe-
queño, es π1 (M ) ∼
= π1 (G/G0 ) = Z2 .
7. La variedad de moduli del vacío de esta teoría es otra vez unipuntual, por la
transitividad de la acción de G sobre M . Esto nos da N = M/G = {φ(0) }, i.e.,
una única clase en M/G con un representante arbitrario, que se puede tomar
como φ(0) = 0, por comodidad.
Por lo tanto, la energía clásica del kink, esto es, la masa en reposo de dicha
partícula clásica entendida como objeto extenso, viene dada por esta última
2.7. FORMALIZACIÓN DE LA TEORÍA φ4 55
función W (φ) entre las dos condiciones de contorno diferentes que aporta el
M de esta teoría, es decir
φ3
3
(i+1) i φ
E[φk ] = W (φ ) − W (φ ) = −φ − −φ
3 φ=1 3 φ=−1
2 2 4
= − − = . (2.7.4)
3 3 3
57
58 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
Consideramos una solución estable φs (x) de nuestra teoría, i.e., una solución es-
tacionaria de D tal que, en un entorno de ésta, el resultado de perturbarla bajo
fluctuaciones η(t, x) siga siendo solución de la ecuación de campo (2.5.9). El subín-
dice s se refiere a su condición de solución estable. Las frecuencias de los modos que
nos dan un sistema completo de soluciones de las ecuaciones espectrales que deter-
minan las fluctuaciones, son reales. Este último hecho se sigue de que, como vimos
en el estudio de la estabilidad de estas soluciones a partir de la ecuación (1.8.3),
aquellos autovalores frecuencia tienen cuadrado positivo, es decir, son reales. En
otras palabras, y esto se verá con completa naturalidad en el desarrollo que sigue,
los autovalores de los factores espaciales de estos modos, con respecto a un cierto
tipo de operadores diferenciales Hessianos, son positivos.
De este modo, perturbamos estas configuraciones estables, y nos quedamos con los
campos φ(t, x) = φs (x) + η(t, x), con η los campos fluctuación. Desarrollamos los
funcionales energía y energía cinética hasta orden dos en η, de forma que
Z 2 !
1 md ∂ U
dxη(x) −∂x2 + η(x) + O η 3 ,
E [φS (x) + η(t, x)] ' E [φS (x)] + 2 2
2 γd ∂φ φS
Z
1 md
dx (∂0 η(x))2 + O η 3 ,
T [φS (x) + η(x)] '
2 γd2
donde se ha utilizado la condición necesaria de mínimo local de φs sobre E, así como
su condición estacionaria. Truncar en los términos de orden 2 es lo que se llama
aproximar al orden un lazo.
Estas aproximaciones nos dan las siguientes ecuaciones de campo sobre las fluctua-
ciones η(t, x):
∂t2 η(t, x) − K̂η(t, x) = 0, (3.1.2)
con K̂ el llamado operador de segunda variación de E en φs , dada por
2
∂ U
2
K̂ ≡ −∂x + . (3.1.3)
∂φ2 φs (x)
donde la imposición de que η toma valores reales es lo que hace que desarrollemos
la suma en pares de términos conjugados. Los gw (t) son funciones gw : R → C, al
igual que fw (x).
3.1. FLUCTUACIONES CUÁNTICAS AL ORDEN DE UN LAZO 59
Cada término por separado de la suma (3.1.5) verifica las ecuaciones de campo
linealizadas (3.1.2), y como las funciones fw : R → C son propias de K̂ con valores
propios w2 , se sigue que
∂t2 gw + w2 gw = 0. (3.1.6)
Es bien sabido que un√sistema completo de soluciones de (3.1.6) viene dado por las
funciones gw (t) = (1/ 2w)e−iwt , con lo que la fluctuación se expresa como
1
(3.1.7)
X
Aw e−iwt fw (x) + A∗w eiwt (t)fw∗ (x) .
η(t, x) = √
2w
w∈Spec(K̂ 1/2 )
este paso es pertinente hacer el siguiente comentario. Hay ciertos valores propios del
espectro Spec(K̂) que no se han tenido en cuenta en el desarrollo anterior: dada φs (x)
una solución estable, el operador de segunda variación de la energía K̂ siempre tiene,
en estos sistemas, núcleo no trivial. En otras palabras, existen autovalores nulos,
sobre los que los modos de Fourier anteriores no están bien definidos, ya que estos
modos nulos hacen que la expresión (3.1.10) diverja. Sin embargo, las diferencias
de energías de punto cero que vamos a manejar vienen dadas, hasta el orden de un
lazo, como sumas infinitas de los términos estándar de energía de punto cero de un
oscilador armónico, ~w, por tratar con sistemas cuantizados que son colectividades
de infinitos osciladores desacoplados. Este sencillo argumento justifica la omisión de
los modos nulos en los desarrollos generales de campos fluctuación, como (3.1.10).
De hecho, no es difícil probar que dicho operador siempre tiene núcleo no trivial en
sistemas con ecuación de campo (2.5.9). Lo enunciamos y probamos en el lema que
sigue.
Lema 3.1.1. Sea φs (x) una configuración de campo estable para la teoría dada. Sea
también K̂ el operador de segunda variación de E en φs , dada por (3.1.3). Entonces,
dicho operador K̂ tiene un núcleo no trivial unidimensional. Además, la autofunción
de valor propio nulo será proporcional a
η0 = ∂x φs (x). (3.1.11)
ηk (t, x) = fk (x)eiw(k)t .
Las funciones fk (x) son funciones propias del operador segunda variación de la ener-
gía en el vacío, K̂0 , dada por
Como ya hicimos para oscilaciones en torno a una solución estable arbitraria, ubi-
camos el sistema en un intervalo finito [−l/2, l/2], recordando que en la teoría re-
formulada es tal que l = md L, con L el valor con unidades de longitud. Imponemos
62 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
las condiciones periódicas fk (−l/2) = fk (l/2), así como fk0 (−l/2) = fk0 (l/2). Es-
to nos permite escribir (3.1.17) como el siguiente problema de Sturm-Liouville con
condiciones frontera no separadas:
con c1 , c2 ∈ C constantes.
Imponiendo las condiciones de periodicidad, se sigue que
γ −γ
= 2k(ekl/2 − e−kl/2 )2 = 0, (3.1.23)
kγ kγ
c1 + c2 (l/2) = c1 − c2 (l/2).
para todo n ∈ Z.
Con todo ello, tenemos el siguiente espectro discreto Specd (K̂0 ) con el sistema loca-
lizado en [−l/2, l/2] y con las condiciones periódicas anteriores,
4n2 π 2
Specd (K̂0 ) = {v 2 } ∪ {v 2 + }n∈Z . (3.1.29)
l2
La funciones propias de K̂0 en este√ sector, con el sistema en [−l/2, l/2], añadiendo
una constante de normalización 1/ l al estar manejando un sistema completo de
soluciones en L2 [−l/2, l/2], son de la forma
1
fk (x) = √ eikx .
l
La estaticidad del término potencial v 2 de la ecuación de Schrödinger dada en
(3.1.19) implica un desfasaje nulo de los autoestados de scattering fk (x) para los
que w(k)2 > v 2 .
Antes de pasar a la expresión general de las fluctuaciones en [−l/2, l/2], tratamos
el paso del espectro discreto de estados de scattering al espectro continuo de estos
mismos estados. Para ello, tomamos el límite l → ∞, y llegamos a un espectro con-
tinuo bajo la condición w(k)2 > v 2 de la forma {v 2 + k 2 : k ∈ R}.
De esta manera, el espectro completo del operador de segunda variación de nuestras
teorías en el sector de vacío, ahora en el espacio R, es
Así pues, en este sector, tenemos un espectro con un estado semiligado con autovalor
localizado en el propio v 2 (más adelante se entenderá esta terminología), y con una
familia infinita no numerable de autoestados de scattering con autovalor w(k)2 > v 2 .
64 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
Es decir, los modos normales de fluctuación de vacío vienen dados como una familia
de ondas planas monocromáticas, con la anomalía situada en el caso w(k)2 = v 2 .
Volviendo al sistema en [−l/2, l/2], la solución general de (3.1.15) en el sector topo-
lógico de vacío es una serie de Fourier como sigue
4 1/2
~γd X 1
A(k)e−iw(k)t eikx + A(k)∗ eiw(k)t e−ikx ,
η(t, x) = p
md l 1/2
2w(k)
w(k)∈Spec(K̂0 )
(3.1.31)
dada como una combinación lineal infinita de estados libres independientes, don-
de cada uno de ellos se formaliza como una onda plana monocromática. La única
diferencia de esta teoría en el sector de vacío con respecto a la teoría libre de Klein-
Gordon (ver capítulo 3 de [29]), aunque fundamental, es el espectro sobre el que
damos los autovalores w(k) de los operadores K̂0 , determinado por K̂0 = −∂x2 + v 2 .
1/2
Para deducir (3.1.32), consideramos un estado coherente tal que nk = 0 para todo
momento k, i.e., dada por autoestados en el espacio de Fock propios de N (k) con
autovalor 0, para cualquier k del espectro. Con ello, por la forma que tiene la re-
formulación del Hamiltoniano, así como la del funcional energía, la corrección de la
energía de vacío al orden de un lazo es
md
∆Ẽ0 [ψv ] = 2 ∆E0 [φv ]
γd
N N
md 2 ~w(kn ) ~md
(3.1.40)
X X
= 2 γd lı́m = lı́m w(kn ).
γd N →∞ n=−N 2 2 N →∞ n=−N
Situando el sistema en un intervalo finito [−l/2, l/2] con las condiciones de periodi-
cidad pertinentes, para regularizar esta teoría frente a las divergencia de las energías
de punto cero se toma un número de modos de fluctuación de vacío del orden de
N ∈ N0 que, aunque arbitrariamente grande, es finito. Esto se denomina tomar un
cutoff en la energía de los modos de fluctuación. Al final, para volver al sistema
original, tomaremos N → ∞ y l → ∞.
Como los números de onda consecutivos satisfacen la siguiente relación
2nπ
(kn+1 − kn )l = 2π, con kn = . (3.1.42)
l
entonces, la densidad de estados en el espacio de momentos viene dada por la ex-
presión ρ0 (k) = ρ0 = l/2π.
Regularizada la teoría en este sector, retomamos l → ∞, N → ∞. Por las pertinentes
sumas de Riemann, se tiene la siguiente relación a partir de (3.1.41),
Z ∞
~γd2
v
∆E0 [φv ] = dkρ0 (k)w(k) +
2 −∞ 2
√
2
Z ∞
~γ l v
= d dk k 2 + v 2 + . (3.1.43)
2 2π −∞ 2
Note el lector que se ha añadido a la energía anterior un término ~γd2 v/4. Éste se
corresponde con el llamado autoestado semiligado de la teoría, que aflora cuando
l → ∞, y cuyo origen está en el valor wb = v en la suma de (3.1.41), correspondiente
a un estado propio de K̂0 constante, y al caso w(k)2 = v 2 de la resolución de (3.1.19).
Más adelante se entrará en la interpretación de este tipo de autoestados.
Este autoestado semiligado de la teoría, que siempre aflora, como hemos visto, en
el sector de vacío, también lo puede hacer en el sector de kink. Es un autoestado
diferente del estado wk=0 = v, i.e., del umbral del espectro continuo. El factor
1/2 multiplicando al valor w = v procede del llamado teorema de Levinson en
una dimensión [30]. Más adelante, también, entraremos en el detalle de este último
resultado.
Bajo el límite l → ∞ es conveniente tomar una compleción del espacio de Hilbert
L2 (R) a L (R), de tal forma que tengamos pertenencia en este último de las ondas
2
Esto nos deja la siguiente ecuación de campo, ahora como ecuación de ondas con un
nuevo término no estático,
(3.1.45)
2
∂t − ∂x2 + (v 2 + V (x)) η(t, x) + O(η 2 ) = 0.
Se sabe que un sistema completo de soluciones de (3.1.45) viene dada por las expre-
siones generales ηq (t, x) = eiw(q)t fq (x), los cuales nos dan los modos normales de las
fluctuaciones alrededor del kink. El factor espacial de estos modos está determinado
por el problema espectral expresado en términos del siguiente operador de segunda
variación de la energía
K̂ = −∂x2 + v 2 + V (x). (3.1.46)
Recordemos, que bajo x → ±∞, las soluciones de tipo kink tienden a puntos de
vacío, i.e., a elementos de la variedad M de la teoría. Además, imponemos la siguiente
condición: 2 2
∂ U ∂ U
2
2
=v = , (3.1.47)
∂φ φ(i) (x) ∂φ2 φ(i+1) (x)
con φ(i+1) y φ(i) puntos de vacío consecutivos del modelo. Como ya hemos visto, esto
es cierto en las teorías que nosotros estudiamos. La razón de que sí se cumpla para
φ4 y sine-Gordon es que, como ya hemos visto, estos tienen variedad de moduli de
vacío unipuntuales.
No obstante, esta última afirmación no es cierta en general para cualquier teoría
escalar y bosónica, ya que podría ocurrir que v(i+1)
2 2
6= v(i) , con v(i)
2
y v(i+1)
2
los valores
de los Hessianos de U [·] en puntos consecutivos del M de la teoría. Esto último ocurre
cuando la solución kink conecta puntos de vacío pertenecientes a clases distintas del
espacio de moduli de vacío M/G, con G el grupo discreto de simetría de la teoría,
en coherencia con lo anterior.
En otras palabras, en el caso de que se dé la condición asintótica (3.1.47), y con ello
el comportamiento deseado de V (x) para x → ±∞, se cumple la siguiente igualdad
donde no debemos perder de vista que K̂0 y K̂ son operadores de distinta índole: el
primer es de tipo Helmholtz, mientras que el segundo es un operador de tipo Schrö-
dinger. Como veremos, la resolución de las ecuaciones espectrales de éste último no
es tan trivial como en el caso de K̂0 . No obstante, el razonamiento será relativamente
similar (sin olvidar la dificultad del término V (x)), pues, como veremos también, la
restricción espacial a [−l/2, l/2] y las condiciones periódicas utilizadas lleva a una
discretización de K̂ en términos de un operador de Sturm-Liouville regular y simétri-
co. Así, en [−l/2, l/2], esto nos permitirá hablar de familias numerables y crecientes
de autovalores de K̂.
Por esta razón, la función V (x) ha de satisfacer las siguientes condiciones:
i) lı́mx→±∞ V (x) = 0.
La deducción del último punto es exactamente la misma que la del sector de vacío,
esto es, basta sustituir un modo normal ηq (t, x) en (3.1.45) de forma que
∂t − ∂x2 + (v 2 + V (x)) ηq (t, x) = (−w(q)2 + q 2 + v 2 + V (x))ηq (t, x) = 0, (3.1.49)
2
con b ∈ N el número de nodos de cada configuración propia de K̂, por ser este
último operador de tipo Schrödinger. Estos conforman la parte numerable del
espectro del operador K̂. Recordando que estamos perturbando soluciones es-
tables, los autovalores correspondientes son no negativos, y dada la existencia
de modos nulos bajo cualquier forma del operador segunda variación, los or-
denamos de la forma 0 = w12 < w22 < · · · < wb2 < v 2 . Es de remarcar que este
espectro tiene una cota superior estricta en el valor v 2 de la teoría.
El comportamiento asintótico l → ∞ de estos autoestados viene dada por
las siguientes igualdades, que veremos en los modelos estudiados, aunque se
podrían generalizar sobre toda teoría escalar y bosónica de las aquí tratadas:
Probemos esta igualdad (3.1.60). Para ello, recordemos la forma del Hamiltoniano
clásico, en términos del campo η y su momento conjugado π, sobre la teoría no
3.1. FLUCTUACIONES CUÁNTICAS AL ORDEN DE UN LAZO 71
reformulada, "Z #
2
md
H̃ = 2 dxπ(t, x)2 + E[φ] . (3.1.61)
2γd
Por un procedimiento análogo al del sector de vacío, utilizando la ortogonalidad
en L2 (R) de las funciones propias de K̂, se escinde el Hamiltoniano cuantizado
en dos Hamiltonianos, cada uno correspondiente a una colectividad de osciladores
armónicos desacoplados (con las contribuciones de los espectros discreto y continuo):
∞ b
~w(qn ) † 1 ~wj † 1
(3.1.62)
X X
H̃ = 2
(a (q n )a(q n ) + ) + 2
(aj aj + ).
n=−∞
γd 2 j=2
γd 2
donde v 2 = (∂ 2 U/∂φ2 )φv ∈ R constante, y donde (∂ 2 U/∂φ2 )φk (x) = v 2 + V (x) nos
da un pozo de potencial que decrece a su valor asintótico v 2 para x → ±∞, pues,
3.2. CORRECCIÓN CUÁNTICA DE LA MASA: FÓRMULA DHN 73
con v ∈ C(R, C), ψ ∈ C 2 (R, C) la función que describe el estado del sistema, y k ∈ C
constante. Si n ∈ N es el número de estados ligados presente en el sistema, entonces
los residuos sobre el contorno de una región de C sobre la función ṡ(k)/s(k), con
s(k) = DetS(k), para S(k) la matriz de scattering, dependiente de las amplitudes
t(k) y b(k) del enunciado. El tipo de polos de s(k) y su número están determinados
por el número de estados ligados, así como por b(0), que determina el residuo con
un polo que no tiene parte imaginaria, lo que justifica el factor 1/2.
Brevemente, supongamos que V (x) = v(x) es par. Denotamos el número de estados
ligados n = n+ + n− , con n+ y n− el número de ellos que son pares e impares,
respectivamente. Denotamos δ + (q) y δ − (q) a los desfasajes de las autofunciones
pares e impares de una función f que satisface
Con esta predisposición, nos falta esclarecer qué pasa con el término b(0)/2 del teore-
ma 4. Recurriendo al desarrollo del apéndice B, la partícula libre (s = 0) Φk (x) = eikx
de la que partimos toma un valor distinto de cero en k = 0, mientras que en el caso
más general (s > 0) el autoestado de scattering satisface φk=0 = 0, es decir, se da la
reflexión total en este límite y para este estado. El teorema de Levinson relaciona los
Hamiltonianos libres con los Hamiltonianos de interacción, esto es, los que incluyen
V (x), y lo hacen a través del número de estados ligados, de los desafasajes, y de las
posibles anomalías con los correspondientes autoestados en un entorno de k = 0.
Pues bien, por su simetría, los autoestados impares son cero en el centro del poten-
cial para k → 0. Esto se puede ver de forma que, si k → 0, la longitud de onda se
hace muy grande, y el estado no llega a sentir el potencial. Esto se resume en que el
desfasaje de los estados ligados impares es 0 mod π. Por otra parte, el estado crítico
procedente del estado de partícula libre con Φk=0 6= 0, es par. Todo este argumento
físico implica que el término b(0) será el −1 genérico para los autoestados pares, y
será 0 para los impares.
Entonces, se cumple que, en un intervalo [−L, L] (véase para mayor detalle [33]),
1
lı́m δ + (q) = π(n+ − ),
q→0 2
−
lı́m δ (q) = πn .−
(3.2.7)
q→0
Espectro de K̂0
1. Autoestado semiligado
Basta escoger un elemento arbitrario f0 (x) del espacio de soluciones dado en
(3.1.24), con autovalor v 2 (k=0).
2. Autoestados de scattering
l
(kn− +1 − kn− )l = 2π =⇒ ρ− (k) = . (3.2.9)
2π
Espectro de K̂
1. Autoestados ligados
Existe un valor r ∈ N que describe el número de estos estados ligados que,
recordemos, tienen valores propios w2 ≤ r2 . Denotamos por r+ al número
de autoestados ligados pares, y r− a los impares. Aunque de momento no
consideremos este caso, si w2 = v 2 , entonces el autoestado ligado con mayor
w2 pasa a ser un estado semiligado y contribuye con un peso sr = 1/2 a la
corrección de masa, lo cual ajusta nuestra teoría como veremos más adelante.
2. Autoestados de scattering
l 1 ∂δ − (q)
ρ− (q) = + . (3.2.16)
2π 2π ∂q
sigue
" r
~γd2 X
∆E1 [φk ] = wi
2 i=1
N
X q N0 q
X
2
+ 2
qm + + v − kn2 + + v 2
m+ =m+
0
n+ =0
N q N00 q
(3.2.18)
X X
2
+ qm 2
− + v − kn2 − + v 2 ] .
m− =m−
0
n− =0
sobre un punto qm+ dentro de dicho entorno. Denotamos q = qm+ y k = kn+ a dos
de estos vectores de onda arbitrarios. La distancia entre q y k está mediada por las
relaciones de dispersión dadas en (3.2.17), de forma que
δ(k)
q−k =− + O(l−2 ). (3.2.20)
l
Entonces, como kn+ = 2πn+ /l, si sustituimos (3.2.21) en (3.2.19) la segunda línea
78 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
N N0 q
~γd2 X q X
2
qm 2
+ + v − kn2 + + v 2
2
m+ =m+
0
n+ =0
"N −1 q
rX + #
~γd2 kn+ δ + (kn+ )
X
2 2
1
≈ − p 2 − qn+ + v + O 2
2 l kn+ + v 2 n+ =0 l
n+ =0
Z ∞
~γd2
dk dw(k) +
=− δ (k) + r+ v , (3.2.22)
2 0 2π dk
dw(k) d √ 2 k
= ( k + v2) = √ .
dk dk k + v2
2
r k→∞
~γd2 X ~γd2 + ~γd2 +
∆E1 [φk ] = wi − r v− w(k)δ (k)
2 i=1 2 2 k=0
2 Z ∞ +
2 2 k→∞
~γd ∂δ (k) ~γ ~γ
+ dk w(k) − d r− v − d w(k)δ − (k)
2π ∂k 2 2
2 Z0 ∞ −
k=0
~γd ∂δ (k)
+ dk w(k) , (3.2.23)
2π 0 ∂k
donde se ha aplicado integración por partes sobre integrales como la que aparece en
(3.2.22).
Para dilucidar el comportamiento asintótico de los desfasajes, utilizamos la primera
aproximación de Born, teniendo en cuenta que la función potencial que induce dichos
desfasajes es V (x). Así,
1 ∞
Z
+
δ (k) ≈ − dxV (x) cos2 (kx), k → ∞
k 0
1 ∞
Z
−
δ (k) ≈ − dxV (x) sin2 (kx), k → ∞. (3.2.24)
k 0
3.2. CORRECCIÓN CUÁNTICA DE LA MASA: FÓRMULA DHN 79
lo que nos dice que estas diferencias sobre los estados impares tienen una contribución
no nula. Entonces, la corrección a la masa de un kink al orden de un lazo, teniendo
en cuenta la paridad de V a través de esta regularización de estados pares e impares,
adopta la siguiente expresión
" r #
~γd2 X v 1 ∞ ∂δ(k) hV (x)i
Z
∆E1 [φk ] = wi − + dk w(k) + , (3.2.27)
2 i=1
2 π 0 ∂k 2π
El término (−~γd2 v/4) nos dice que la contribución del modo con número de onda
k = 0, por parte del operador K̂0 , es la mitad de la contribución de un único estado
ligado con ese mismo autovalor w2 = v 2 .
Veamos el caso en que K̂ tuviera un autoestado semiligado (k = 0, luego w2 = v 2 ).
Recordemos, con la notación anterior, que el teorema de Levinson afirma que
δ − (0+ ) = 2r+ v,
1
δ + (0− ) = 2π(r− − ), (3.2.28)
2
lo que nos da, repitiendo exactamente el mismo razonamiento que antes, una misma
contribución de (−~γd2 v/4) en ∆E1 [φk ], además de una contribución de 1/2 al número
r = r+ + r− . Con ello, y teniendo en cuenta que el estado ligado umbral es el que
cumple δ(q + ) = nr π, con nr el número de estados ligados (w2 < v 2 ), el primer
término se cancela con este último, pues dicho estado semiligado contribuye a través
de la frecuencia wr = v/2.
80 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
Con esta expresión, afirmamos que la corrección cuántica a la masa del kink con
todas las consideraciones hasta ahora dadas (sobre todo, cuantización del sistema
como colectividad de osciladores armónicos desacoplados, presencia y paridad de un
V no estático, y posible presencia de autoestado semiligado), todas ellas hasta el
orden de un lazo, es
lı́m ∆E1 [φk ](Λ) = ∆E1 [φk ].
Λ→∞
Decimos que dicha corrección o, idénticamente, la energía de Casimir del kink, está
regularizada por medio de un cutoff Λ en el número de modos de fluctuación.
con T el operador que ordena los campos en el tiempo, y con |0i el estado de vacío
en el espacio de Fock, en imagen de Heisenberg, i.e., con dichos estados de vacío
independientes del tiempo.
En virtud del teorema de Wick, si tomamos t = t0 , la correlación viene dada como
sigue
φ̂2 (xµ ) =: φ̂2 (xµ ) : +δv 2 , (3.2.31)
donde : · : denota al mentado orden normal (i.e., recolocamos los operadores crea-
ción y aniquilación en que vienen dados los operadores, situando los primeros a la
izquierda, y los segundos a la derecha), y donde δv 2 es el término divergente del dia-
grama de Feynman con el lazo (ver figura 3.1), obtenido en primer orden de teoría
de perturbaciones. Este diagrama induce un propagador, con respecto al loop conec-
tado a través del vértice interno, que es divergente. Esta divergencia es la única que,
bajo estas consideraciones, tenemos que solventar ahora, teniendo en cuenta que con
el orden normal las divergencias ultravioletas de la teoría ya están compensadas.
Dicho δv 2 viene dado a partir del mencionado propagador, sobre el único vértice
interno del diagrama. Este propagador es un propagador de Feynman al uso, dado
en el espacio de momento de la forma
donde el término iε, con ε ∈ R+ , se añade por conveniencia, por una inminente
aplicación del teorema de los residuos. Entonces, denotando k = (k0 , k1 ), se sigue
que
0
eik0 (t−t )
Z Z
dk1
2
δv = dk0 2 , (3.2.33)
R (2π)
2
R k0 − wk2 + iε
donde wk2 = v 2 + k12 . En adelante, denotamos τ = t − t0 , y por I a la expresión entre
corchetes de (3.2.33). Escindimos en fracciones simples el integrando de I, de forma
que
eik0 τ eik0 τ
Z
dk0
I= − . (3.2.34)
R 2wk k0 − (wk − iε) k0 − (−wk + iε)
Denotamos
eik0 τ
Z
I1 = dk0 ,
R k0 − (wk − iε)
eik0 τ
Z
I2 = dk0 . (3.2.35)
R k0 − (−wk + iε)
En cada una de las integrales I1 y I2 , tomamos las integrales sobre curvas en C que
sean contornos de regiones en dicho plano complejo, que a su vez contengan a cada
uno de los polos simples de los integrandos (wk − iε y −wk + iε, respectivamente).
Con ello, podemos aplicar el teorema de los residuos, dada la convergencia a cero del
integrando, sin el factor exponencial, para |k| → ∞ en cada uno de los semiplanos
con Im(z) ≤ 0, y con Im(z) ≥ 0, tomando debidamente los signos del parámetro τ .
De esta forma, como se aprecia en la figura 3.2, tomamos τ < 0 para I1 , y τ > 0 para
Figura 3.2: Contorno de la integral parametrizada sobre una curva compleja para el
propagador de Feynman. Los polos son ±wk ∓ iε, y son simples. De cara a tener la
convergencia a 0 deseada del integrando, para τ > 0 cerramos dicho contorno en el
semiplano superior, y para τ < 0, en el inferior, englobando en cada una de estas
regiones al correspondiente polo.
con γ la curva que parametriza dicho contorno, y η(γ, wk − iε) su índice, que es la
unidad. Tomando ε → 0+ tenemos el valor
~γd2 2 δ 2
: Ĥ := Ĥ+ : 1 − exp − δv U [φ̂(xµ )] :
2 δφ2
!
~γd2 2 ∂ 2 U [φ̂(xµ )] 4
4 ∂ U [φ̂(xµ )]
= Ĥ − δv : 4 4
: +O ~ γd δv : : , (3.2.44)
2 ∂φ2 ∂φ4
∆E2 [φk ]
!
~γ 2 ∂ 2 U [φ̂(xµ )] ∂ 2 U [φ̂(xµ )]
Z
= − d δv 2 dx h0, K̂| : : |0, K̂i − h0, K̂0 | : : |0, K̂0 i .
2 R ∂φ2 ∂φ2
(3.2.45)
Por su construcción en el espacio bosónico de Fock, estos estados |0, K̂i y |0, K̂0 i
son estados coherentes, es decir, son estados propios de los operadores de creación
y aniquilación con que se formula la teoría cuantizada. En particular, son estados
propios de ∂ 2 U [φ̂(xµ )]/∂φ2 . Esto hace que el ordenamiento normal de este último
operador sea trivial sobre dicho estados, de forma que
∂ 2 U [φ̂(xµ )] ∂ 2 U [φ̂(xµ )]
h0, K̂| : : |0, K̂i − h0, K̂ 0 | : : |0, K̂0 i
∂φ2 ∂φ2
∂ 2 U [φk (x)] ∂ 2 U [φv ]
= − = v 2 + V (x) − v 2 = V (x).
∂φ2 ∂φ2
~γd2
Z
dk
∆E2 [φk ] = − hV (x)i √ . (3.2.46)
8π R k2 + v2
Con todo ello, estamos en condiciones de dar una fórmula DHN general, tras regu-
larizar, considerar la simetría del potencial V (x), y tras añadir los correspondientes
3.3. CÁLCULO DE SPEC(K̂) Y δ(K) 85
donde K̂ = −∂x2 + (∂ 2 U/∂φ2 )φk (x) . Con todo ello, conocidos los Hessianos de las
autointeracciones de los modelos de sine-Gordon y φ4 , así como las soluciones clá-
sicas de tipo kink/antikink generales φ(x) = ±4arctan(ex ) para sine-Gordon, y
86 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
∂ 2U
= cos(±4arctan(ex )) = 1 − 2sech2 (x),
∂φ2 φk (x)
2
∂ U
= 6(±tanh(x))2 − 2 = 4 − 6sech2 (x). (3.3.2)
∂φ2 φk (x)
Esto nos dice que la resolución de (3.3.1) se corresponde con una familia más general
de ecuaciones diferenciales de la forma
Figura 3.3: Potenciales de Pöschl-Teller V (x) = −s(s + 1)sech2 (x) para los casos
s = 1 (sine-Gordon, rojo), y s = 2 (φ4 , morado). Los autoestados con w2 < v 2 ,
con v 2 = 1 para sine-Gordon, y v 2 = 4 para φ4 , son mesones atados al pozo de
potencial determinado por V (x). Si w2 > v 2 , estos autoestados describen mesones
moviéndones con el kink de fondo.
Pues bien, en este caso en que λ ≥ 0, esta es la conocida EDO cuya solución se
da en términos de los polinomios de Legendre. No obstante, para poder describir
con exactitud los autoestados ligados, generalizamos la resolución a funciones hi-
pergeométricas, con el cambio f (u) = (1 − u2 )ε/2 h(u), con h ∈ C 2 ((−1, 1), R), y con
z = 12 (1 − u). Esto nos lleva de (3.3.7) a la siguiente ecuación
2. φ4 (s = 2, v 2 = 4)
2
v −4=0 n=0
wn2 = v 2 − (2 − n)2 = v2 − 1 = 3 n = 1 (3.3.12)
2
v =4 n=2
3.3. CÁLCULO DE SPEC(K̂) Y δ(K) 89
Estos espectro dan cuenta de los modos nulos en ambas teorías, así como de estados
semiligados en w2 = 1 (sine-Gordon), y w2 = 4 (φ4 ), como el ínfimo del espectro
continuo de los K̂. En esta última, además, aparece un modo ligado, no semiligado
y no nulo, con frecuencia w2 = 3, en la teoría φ4 . Este último fenómeno se debe
a que el modelo φ4 es una simplificación del modelo de sine-Gordon, a partir del
truncamiento en el término de grado 4 en el desarrollo de Taylor de la autointeracción
de esta última teoría.
k2
2 0 0
[(1 − u )f (u)] + s(s + 1) + f (u) = 0. (3.3.13)
1 − u2
τ2
2 0 0
[(1 − u )f (u)] + s(s + 1) − f (u) = 0. (3.3.14)
1 − u2
Resolvemos
√ (3.3.14) igual que para los estados ligados, sin olvidar que τ = −iε, y
ε = −λ. Consideramos f (u) = (1 − u2 )−ik/2 h(u), z = 12 (1 − u), de modo (3.3.14)
se convierte en
Con todo ello, la solución viene de nuevo dada en términos de una función hiper-
geométrica como sigue
1
f (u) = (1 − u2 )−ik/2 F [−ik − s, −ik + s + 1, −ik + 1, (1 − u)]
2
∞
(−ik − s)n (−ik + s + 1)n
(3.3.16)
X
= (1 − u2 )ε/2 n
(1 − u)n .
n=0
n!2 (−ik + 1)n
lo que nos daría, bajo el régimen asintótico por el lado x → ∞, una forma asintótica
de onda transmitida proporcional a eikx .
90 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
Por otro lado, bajo u → −1, es decir, x → −∞, la forma asintótica del autoestado
viene dada por (para mayor detalle, ver [35]),
−ikx Γ(ik)Γ(1 − ik)
f (x) ≈ e
Γ(−s)Γ(1 + s)
Γ(−ik)Γ(1 − ik)
+e ikx
. (3.3.18)
Γ(−ik − s)Γ(−ik + 1 + s)
Así, los estados asintóticos de este sistema están dados, de forma general, como
a Γ(ik)Γ(−ik − s)Γ(−ik + s + 1)
b(k) = = ,
b Γ(−ik)Γ(−s)Γ(1 + s)
1 Γ(−ik − s)Γ(−ik + s + 1)
1 + c(k) = = t(k) = . (3.3.20)
b Γ(−ik)Γ(1 − ik)
cos2 π s + 12
2
|b(k)| = , (3.3.22)
sinh2 (πk) cos2 π s + 12
se sigue que hV (x)i = −4. Así, ya hemos deducido todo lo que sigue
No obstante, podemos tomar con total libertad el límite Λ → ∞, el cual, con los
contratérminos añadidos (3.2.45), añaden un término no nulo a la corrección total.
Como γd2 = λ/m2 es una de las constantes dadas en la teoría de sine-Gordon, se
tiene que
~λ ~λ
∆E[φk ] = − 2
≈ −0,31831 · 2 (3.4.5)
πm m
Con este resultado concluimos que el análisis perturbativo de la acción hasta segundo
orden en potencias de la fluctuación, así como la naturaleza atractiva y transparente
del potencial de Pöschl-Teller, la regularización sobre el número de modos, o la in-
clusión de contratérminos que compensen la divergencia considerada del propagador
que encontramos en el diagrama 3.1, determinan teóricamente una corrección nega-
tiva, lineal en ~ por la forma en que hemos truncado la expansión perturbativa, de
3.5. CORRECCIONES EN EL MODELO φ4 93
la masa clásica del kink de sine-Gordon. La causa de esta corrección reside en una
idea recurrente en las teorías cuánticas de campos: las llamadas, con total genera-
lidad, fluctuaciones cuánticas de vacío. Éstas se definen como cambios aleatorios y
pequeños en los valores de determinados campos, a razón de las incertidumbres en
tiempo y energía. El fundamento está en el principio de incertidumbre de Heisenberg
[37]. Éste afirma que las incertidumbres de energía y tiempo están relacionadas por
la desigualdad
1
∆E∆t ≥ ~, (3.4.6)
2
con lo que, en el vacío, pares de partículas virtuales, con energía dentro del margen
de ∆E, y con tiempos de vida más pequeños que ∆t, son creadas y destruídas
continuamente. En nuestro caso, hemos estudiado el efecto de estas fluctuaciones
sobre el valor de una masa obtenida por métodos clásicos y, para ello, hemos recurrido
a técnicas de regularización y renormalización que nos han dado valores finitos y
concretos de dichas correcciones.
con notación análoga. Sustituimos estos valores en (3.2.48), lo que nos da la siguiente
corrección vía dicha fórmula DHN:
∆E2 [φk ] 1 √ 1√ 1√
= 0 + 3 + 4 − 4
~γd2 2 4 4
Z Λ
k2 + 2 √ Z Λ
1 12 2 dk
+ lı́m dk −6 2 2
k +4− 1 − lı́m √
2π Λ→∞ 0 (k + 1)(k 2 + 4) 4π 2 Λ→∞ 0 k2 + 4
√ √ !!
3 3 Λ 1 3Λ
= − lı́m arcsinh + √ arctan √
2 π Λ→∞ 2 3 4 + Λ2
√ √
√
3 Λ 3 3 3
− 1 − lı́m arcsinh = − − arctan( 3)
π Λ→∞ 2 2 π π
1 3
= √ − , (3.5.2)
2 3 π
√
donde se ha utilizado que arctan( 3) = π/3, dada la rama escogida para la función
tangente en (−π/2, π/2). También, se ha utilizado la tabla de primitivas [38] para
94 CAPÍTULO 3. CORRECCIONES DE MASA AL ORDEN DE UN LAZO
la segunda igualdad.
Ahora, si omitiéramos la adición de los contratérminos (3.2.45), y solo nos quedára-
mos con la regularización con el cutoff sobre el número de modos, tendríamos una
corrección como sigue
√
∆E1 [φk ]/(~γd2 ) = 1/2 3. (3.5.3)
Conclusiones
95
96 CAPÍTULO 4. CONCLUSIONES
Espacio de Fock
ϕn (x1 , . . . , xn ) ∈ H ⊗n . (A.0.2)
97
98 APÉNDICE A. ESPACIO DE FOCK
(Sn± )2 = Sn± ,
(ψn , Sn± ϕn ) = (Sn± ψn , ϕn ). (A.0.5)
De esta forma, definimos los verdaderos estados físicos de n partículas, ya sea para
la estadística de Bose o la de Fermi, como sigue:
donde
H0 = {αΩ}, α ∈ C, (A.0.8)
es el espacio de Hilbert unidimensional formado por los que llamaremos estados
de vacío.
Notemos que un elemento de F ± o, cuando se quiera generalizar para ambas
estadísticas, simplemente F , viene dado por una sucesión infinita de estados, los
cuales serán el correspondiente de vacío, el de una partícula, el de dos partículas,
etc. Esto es, los elementos de F son de la forma
φ = (ϕ0 , ϕ1 , . . . ), (A.0.9)
donde, formalizando lo que acabamos de decir,
ϕ0 = αΩ, para algún α ∈ C, ϕ1 ∈ H1 , . . . , ϕn ∈ Hn± , . . . (A.0.10)
De forma usual a como se suele definir el producto interno de una suma directa de
espacios de Hilbert, damos el producto interno del espacio de Fock como sigue
∞
(A.0.11)
X
(φ, ψ) = (ϕn , ψn )n ,
n=0
donde (·, ·)n denota al producto interno de Hn± , que no es más que el de Hn restringido
a estados simétricos o antisimétricos.
A continuación, formalizamos, en estos espacios, la forma que tomará el operador
número de partículas, que denotaremos por N .
99
[A, N ] = 0, (A.0.14)
donde, por ahora, ∗ es un mero formalismo. Veremos √ más adelante que su significado
será el de adjunto de otro operador. Por el factor n, a es no acotado para bosones,
∗
esto es, absorbe una partícula con función de onda f . En el vacío Ω = (1, 0, . . . ),
éste actúa de la forma
a(f )Ω = 0, f ∈ H1 . (A.0.17)
a(f ) = a∗ (f )† , f ∈ H1 , (A.0.18)
100 APÉNDICE A. ESPACIO DE FOCK
(A.0.20)
X X
â(k) = a(fˆj∗ )fˆj (x) = a(fˆj )fˆj∗ (x)
j j
Con todo ello, escribimos las siguientes expresiones de a∗ (k) y a(x) actuando sobre
componentes de elementos de F , en los espacios de momentos y de coordenadas.
Damos solo este par por su trivial analogía con las expresiones de a(k) y a∗ (x).
√
(â∗ (k)φ)n (k1 , . . . , kn ) = nSn∓ (δ(k − k1 )ϕn−1 (k2 , . . . , kn )),
√
(a(x)φ)n (x1 , . . . , xn ) = n + 1ϕn+1 (x.x1 , . . . , xn ). (A.0.21)
La primera expresión no es un operador, pues está actuando sobre distribuciones
delta; mientras que la segunda sí que lo es. Los operadores a y a∗ , escritos en
estos términos, no son más que coeficientes de Fourier de una expansión en una base
ortonormal. Llegados a este punto, presentamos una forma en que se puede expresar,
a partir de los operadores creación y aniquilación, el operador número de partículas:
Z
N = dxa† (x)a(x), (A.0.22)
101
102 APÉNDICE B. POTENCIAL DE PT. MÉTODO DE FACTORIZACIÓN
Por otra parte, ahora de (3.3.16) y de nuevo por [34], el estado de scattering exacto
viene dada como
ik − tanh(x) ikx
fk (x) = e . (B.0.5)
ik + 1
Ya probamos también que b(k) = 0 para todo k, dado que s ∈ N. De este último
estado de scattering, deducíamos los siguientes desfasaje y amplitud de dispersión
ik − 1
t(k) = 1 + c(k) = , δ(k) = arctan(1/k), (B.0.6)
ik + 1
1. Sea φ0 (x) una solución con energía E0 conocida. Denotamos D = d/dx = −D† .
Escribimos el operador Hamiltoniano como H = −D2 +V (x), con Hφ0 = E0 φ0 .
Entonces, el Hamiltoniano factoriza de la siguiente forma: escribimos φ0 (x) =
eW (x) , y definimos el operador A = D + W 0 (x) = φ0 Dφ−1 0 , de forma que
Aφ0 = 0, H − E0 = A A, y V (x) − E0 = W (x) − W (x).
† 0 2 00
Esto significa que, para cada autovalor E0 , existe una familia de factorizaciones
para los que la solución general es aφ+bφ̂, donde solo varían a y b. No todos los
elementos de esta familia son soluciones físicas, sino que puede haber soluciones
sin una interpretación dentro de nuestro sistema físico.
103
Es claro que φκ (x) → ∞ para x → ±∞, i.e., ésta no es una solución física. No
obstante, ya hemos dejado claro que esta solución solo es un paso intermedio para
la construcción recursiva de soluciones que sí que son físicas.
El operador que factoriza el Hamiltoniano de esta teoría libre, dada φκ , es A =
D + W 0 (x), con W (x) = log(cosh(κx)), esto es, A = D − κtanh(κx). Entonces, por
(B.0.11), y tomando κ = 1 por comodidad, el Hamiltoniano compañero vendría dado
por
Ĥ − E = AA† = −D2 + 1 − 2sech2 (x), (B.0.13)
lo que es, exactamente, el operador K̂ del modelo de sine-Gordon, que configura
un Hamiltoniano unidimensional con potencial de PT para s = 1. Sabemos, por
el análisis introductorio de este apéndice, que existe un único estado ligado (modo
nulo) que, salvo constante de normalización, toma la forma
Enunciamos los resultados hasta ahora vistos sobre el caso s = 1, para lo que basta un
razonamiento recursivo con superpotenciales, amplitudes de reflexión y transmisión,
y desfasajes:
2. Amplitudes de dispersión:
escogiendo la rama que dé buena definición para estas funciones arctan, como
C \ {reiπ/2 : r ≥ 0}.
b) Hay dos estados ligados, uno par y otro impar, así como un estado no nulo
con λ = w2 − v 2 = 0 (lo que se llama una resonancia de energía cero), que es
par. El desfasaje es
3q
δ(k) = −2arctan . (B.0.21)
2 − q2
[1] J.S. Russell. “Report on Waves”. Report of the 14th Meeting of the British
Association for the Advancement of Science, York, September 1844 (1844).
[2] D.J. Korteweg and G. de Vries. “On the change of form of long waves advan-
cing in a rectangular channel and on a new type of long stationary wave”. The
London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and J. of Science 39
(1895), págs. 422-443. doi: 10.1080/14786449508620739.
[3] C.S. Gardner, J.M. Greene, M.D. Kruskal and R.M. Miura. “Method for sol-
ving the Korteweg-de Vries equation”. Phys. Rev. Lett. 19 (1967), págs. 1095-1097.
doi: 10.1103/PhysRevLett.19.1095.
[4] P.D. Lax. “Integrals of nonlinear equations of evolution and solitary waves”.
Comm. Pure Applied Math. 21.5 (1968). doi: 10.1080/14786449508620739.
[5] A.D. Sakharov. “Vacuum quantum fluctuations in curved space and the theory
of gravitation”. Sov. Phys. Usp. 34.5 (1991). doi: 10.1103/PhysRevLett.19.
1095.
[6] J.J. Mazo and A.V. Ustinov. The sine-Gordon Equation in Josephson-Junction
Arrays. Nonlinear Systemas and Complexity. Springer, 2014, págs. 155-175.
[7] T.H.R. Skyrme. “A Non-Linear Field Theory”. Proc. Roy. Soc. Lond. A 260
(1961), págs. 127-138. doi: 10.1098/rspa.1961.0018.
[8] R.F. Dashen, B. Hasslacher and A. Neveu. “Nonperturbative methods and
extended-hadron modelos in field theory. I. Semiclasscial funciontal methods”.
Phys. Rev. D. 10.12 (1974). doi: 10.1103/PhysRevD.10.4130.
[9] K. Cahill, A. Comtet and R.J. Glauber. “Mass formulas for static solitons”.
Phys. Lett. B 64.3 (1976), págs. 283-285. doi: 10 . 1016 / 0370 - 2693(76 )
90202-1.
[10] J. Goldstone and R. Jackiw. “Quantization of nonlinear waves”. Phys. Lett. D
11.6 (1975). doi: 10.1103/PhysRevD.11.1486.
[11] S. Coleman. Aspects of Symmetry. Cambridge University Press: Cambridge,
2010.
[12] H.B. Nielsen and P. Olesen. “Vortex-line models for dual strings”. Nuclear Phy-
sics B 61 (1973), págs. 45-61. doi: 10.1016/0550-3213(73)90350-7.
107
108 BIBLIOGRAFÍA
[13] A.M. Polyakov. “Particle Spectrum in the Quantum Field Theory”. JETP Lett.
20 (1974), págs. 194-195. doi: 10.1142/9789814317344_0061.
[14] G. Hooft’t. “Magnetic Monopoles in Unified Gauge Theories”. Nucl. Phys. B
79 (1974), págs. 276-284. doi: 10.1016/0550-3213(74)90486-6.
[15] A.A. Belavin, A.M. Polyakov, A.S. Schwartz and T.S. Tyupkink. “Pseudopar-
ticle solutions of the Yang-Mills equations”. Phys. Lett. B 59 (1975), págs. 85-87.
doi: 10.1016/0370-2693(75)90163-X.
[16] A. Rebhan, P. van Nieuwenhuizen and R. Wimmer. “Nonvanishing quantum
corrections to the mass and central charge of the N = 2 vortex and BPS satu-
ration”. Nucl. Phys. B 679 (2004), págs. 382-394. doi: 10.1016/j.nuclphysb.
2003.11.030.
[17] A.A . Izquierdo, W.G. Fuertes, M.T. Mayado and J.M. Guilarte. “Quantum
corrections to the mass of self-dual vortices”. Phys. Rev. D 70 (2004). doi:
10.1103/PhysRevD.70.061702.
[18] A.A . Izquierdo, W.G. Fuertes, M.T. Mayado and J.M. Guilarte. “Quantum
oscillations of self-dual Abrikosov-Nielsen-Olesen vortices”. Phys. Rev. D 71
(2005). doi: 10.1103/PhysRevD.71.125010.
[19] A.A . Izquierdo, W.G. Fuertes, M.A. González Léon and J.M. Guilarte. “One-
loop corrections to classical masses of kink families”. Nucl. Phys. B 681.1-2
(2004), págs. 163-194. doi: 10.1016/j.nuclphysb.2004.01.003.
[20] A.A . Izquierdo and J.M. Guilarte. “One-loop mass shifts: A computational
approach”. Nucl. Phys. B 852 (2011), págs. 696-735. doi: 10 . 1016 / j .
nuclphysb.2011.07.005.
[21] J.M.M. Castañeda. Vórtices cuánticos de Abrikosov-Nielsen-Olesen. Dpto. Fí-
sica Fundamental, Univ. Salamanca (tesina de licenciatura): Salamanca, 2005.
[22] G.H. Derrick. “Comments on Nonlinear Wave Equations as Models for Ele-
mentary Particles”. Journal of Mathematical Physics 5 (1964). doi: 10.1063/
1.1704233.
[23] S. H. Dong. Factorization Methods in Quantum Mechanics. Springer: Denver,
2010.
[24] J.O. Rosas-Ortiz. “On the factorization method in quantum mechanics”. Pro-
ceedings of the First International Workshop on Symmetries in Quantum Me-
chanics and Quantum Optics (1999). Ed. por A. Ballesteros et al (Servicio de
Publicaciones de la Universidad de Burgos), págs. 285-299.
[25] E.B. Bogomolny. “Stability of Classical Solutions”. Sov. J. Nucl. Phys. 24.4
(1976), págs. 449-454.
[26] E. Bour. “Théorie de la déformation des surfaces”. Journal de l’École Impériale
Polytechnique 19 (1862), págs. 1-48.
BIBLIOGRAFÍA 109
[27] J. Frenkel and T. Kontorova. “On the theory of plastic deformation and twin-
ning”. Izvestiya Akademii Nauk SSSR, Seriya Fizicheskaya 1 (1939), págs. 137-149.
[28] R. Rajaraman. Solitons and Instantons. 3rd ed., North-Holland Personal Li-
brary: Amsterdam, 1987.
[29] F. Mandl and G. Shaw. Quantum Field Theory. 2nd ed., A John Wiley and
Sons Publication: Pondicherry, 2010.
[30] A. Galindo y P. Pascual. Mecánica Cuántica. Vol. 2. Eudema: Madrid, 1989,
págs. 61-67.
[31] J. Goldstone. “Field Theories with Superconductor Solutions”. Nuovo Cim. 19
(1961), págs. 154-164. doi: 10.1007/BF02812722.
[32] A. Salam, J. Goldstone and S. Weinberg. “Broken Symmetries”. Phys. Rev.
127 (1962), págs. 965-970. doi: 10.1103/PhysRev.127.965.
[33] L.J. Boya. “Quantum-mechanical scattering in one dimension”. Revista del
Nuovo Cimento 31.2 (2008), págs. 75-139. doi: 10.1393/ncr/i2008-10030-
4.
[34] F. Oberhettinger, R.P. Soni and W. Magnus. Formulas and Theorems for the
Special Functions of Mathematical Physics. 3rd ed., Springer-Verlag Berling
Heidelberg GmbH: Berlin, 1966.
[35] E.M. Lifshitz and L.D. Landau. Quantum Mechanics. Non-Relativistic Theory.
3rd ed., Volumen 3 de “Course of Theoretical Physics”, Pergamon Press: Mos-
cow, 1991.
[36] J. Lekner. “Reflectionless eigenstates of the sech2 potential”. American Journal
of Phys. 75 (2007). doi: 10.1119/1.2787015.
[37] W. Heisenberg. “Über den anschaulichen Inhalt der quantentheoretischen Ki-
nematik und Mechanik”. Zeitschrift für Physik 43 (1927), págs. 172-198.
[38] I.S. Gradshteyn and I.M. Ryzhik. Table of Integrals, Series, and Products.
School of Chemical and Physical Sciences, Victoria University of Wellington:
8th ed., Elsevier, Wellington, 2015.
[39] G. Scharf. Finite Quantum Electrodynamics. Springer: Berlin, 1995, págs. 66-93.
[40] E. Schrödinger. “A method of determining quantum-mechanical eigenvalues
and eigenfunctions”. Proceedings of the Royal Irish Academy 46A (1940),
págs. 9-16.
[41] I. Kay and H.E. Moses. “Reflectionless Transmission Through Dielectrics And
Scattering Potentials”. Journal of App. Phys. 27 (1956). doi: 10.1063/1.
1722296.
[42] G.B. Folland. Quantum Field Theory, A Tourist Guide for Mathematicians.
“Mathematical Surveys and Monographs”, American Mathematical Society:
Providence (Rhode Island), 2013.
110 BIBLIOGRAFÍA