"¿Has Subido A Ver A Los Niños?"
"¿Has Subido A Ver A Los Niños?"
"¿Has Subido A Ver A Los Niños?"
”
Una adolescente está cuidando por primera vez a unos niños en una casa
enorme y lujosa. Acuesta a los niños en el piso de arriba, y, cuando apenas se ha
sentado delante de la televisión, suena el teléfono. A juzgar por su voz, el que
llama es un hombre. Jadea, ríe de forma amenazadora y pregunta: “¿Has subido
a ver a los niños?”.
La canguro cuelga convencido de que sus amigos le están gastando una broma,
pero el hombre vuelve a llamar y pregunta de nuevo: “¿Has subido a ver a los
niños?”. Ella cuelga a toda prisa, pero el hombre llama por tercera vez, y esta
vez dice: “¡Ya me he ocupado de los niños, ahora voy a por ti!”.
Durante la sesión, una de las compañeras a las que habíamos llamado dijo: “Yo
me voy de aquí, menuda tontería esta de la ouija”. Nosotras nos asustamos un
poco y decidimos dejarlo para otro momento.
8. La mano huesuda
Una niña de siete años se había quedado con su abuela en su pequeño piso
porque sus padres se habían ido al cine. Todo fue normal, cenaron y se rieron un
rato charlando juntas. A las diez de la noche, la abuela se puso a hacer labores de
costura, y la niña se puso a ver la tele, pero de repente a la abuela le entró una sed
increíble, y le dijo a su nieta si le podía traer un vaso de agua.
-No temas, sigue el pasillo, que justo al lado de la puerta del baño hay un
interruptor.
La niña se decidió, y al entrar al pasillo no veía nada porque estaba muy oscuro,
por lo que se arrimó a una pared y fue palpando y tanteando a ciegas en busca de
un interruptor. Al seguir andando y llegar al marco de la puerta del baño, se paró
y siguió tanteando, y de repente notó como una mano huesuda intentaba
arrastrarla a la oscuridad del baño. La niña logró apartarse y fue llorando a su
abuela. Desde entonces, la niña está en tratamiento psicológico. ¿Que pasó, si
solo estaban ellas dos en la casa y la abuela estaba en el salón cosiendo?