Caracteristicas Propias de Las Aves 0
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Diagnosis
cordados vertebrados homeotermos
amniotas
ovíparos
presentan un arco aórtico derecho en su sistema circulatorio, el izquierdo se presenta
totalmente reducido
cráneo diápsido con arco cigomático reducido y suturas craneales fusionadas entre sí (el cráneo
tiende a ser una pieza ósea única)
pico córneo con ausencia de dientes
presencia de plumas y miembros anteriores adaptados al vuelo en forma de alas
huesos neumáticos (internamente con aire)
costillas con procesos uncinados
pigostilo: vertebras caudales fusionadas
grandes hemisferios cerebrales, cerebelo muy desarrollado
mitad derecha de aparato reproductor femenino reducido
Esqueleto
Los huesos de las aves se han visto notoriamente modificados a lo largo de la evolución a modo de
lograr nuevas adaptaciones al vuelo. Los huesos del cráneo se han fusionado y han disminuido el
volumen, logrando así una reducción en el peso. Los huesos en general son delgados, huecos y llenos
de aire. Las mandíbulas fueron reemplazadas por un pico córneo (ramphoteca) el cual carece de
dientes y es muy liviano. Además de presentar mandíbulas tipo bisagra, la mandíbula superior muestra
una movilidad particular que sustituye la ausencia de miembros anteriores en la captura y manejo del
alimento.
Debido al olfato reducido poseen una vista muy desarrollada. El tamaño de los ojos es bastante grande
juntándose en la línea media del cráneo, por lo que el cerebro ha sido desplazado hacia atrás. El hueso
hioides en las aves está modificado acorde a los hábitos alimenticios de las distintas especies. Por
ejemplo, en el pájaro carpintero es una estructura cartilaginosa muy larga enrollada en la superficie
dorsal del cráneo que le permite extender la lengua varios centímetros hacia afuera en busca de
alimento.
La articulación entre cabeza y cuello está dada por un cóndilo occipital que se ubica debajo de la
cabeza (en otros grupos lo hace posterior a ésta), lo cual les provee un aumento en la movilidad de la
cabeza pudiendo girarla casi 360º. Además, el cuello presenta gran ligereza, fuerza y movimiento a
causa de grandes modificaciones de la columna vertebral. Las vértebras del cuello varían en diseño
aunque en general presentan articulación heterocélica (en forma de silla de montar) y el número es
variable según la especie (por ejemplo 11 en loros, 25 en cisnes). Presentan entre 3 y 10 vertebras
torácicas, donde las más anteriores están fusionadas formando el hueso dorsal. El sinsacro está
formado por la fusión de vertebras lumbares, sacras, primeras caudales y cintura pélvica, formando
una única estructura inmóvil. Esta fusión permite la reducción de peso sin perder la fuerza de sostén.
El resto de las vertebras caudales se fusionan formando el pigostilo, estructura en la que se sostienen
las plumas de la cola.
Cada costilla presenta una apófisis uncinada ósea que se dirige hacia atrás solapándose con la
siguiente costilla. Esta característica, compartida con otros reptiles, provee de rigidez adicional al
aparato esquelético. El esternón se encuentra muy aumentado de tamaño, presentando una quilla
mediana y grande, especialmente en las aves que vuelan mucho. Esta quilla es de gran ayuda para la
inserción de los músculos del vuelo, por ejemplo se encuentra ausente en el ñandú, pero muy
prominente en los pingüinos para volar debajo del agua.
Las cinturas pélvicas y pectoral se encuentran modificadas y fusionadas, igual que los huesos de los
miembros, especialmente los de los anteriores que han de formar las alas.
El número de dedos en las patas de las aves varía entre 2 y 4, y la orientación de estos varía según las
adaptaciones de cada especie. El primer dedo en la mayoría de las aves se encuentra dirigido hacia
adelante (Passeriformes), o hacia atrás (Piciformes, Psittaciformes). Por ejemplo, el avestruz africano
presenta sólo dos dedos (3º y 4º), ambos dirigidos hacia delante.
Muchos huesos del esqueleto de las aves son huecos,
presentando cavidades llenas de aire que son continuación de
los sacos aéreos internos. Dado que un tubo es más fuerte que
una varilla del mismo material y peso, las cavidades en los
huesos son el medio más exitoso para reducir peso. En estos
huesos huecos la resistencia aumenta aún más por la
presencia de refuerzos internos (trabéculas).
Además de disminuir el peso, las proporciones del esqueleto
se encuentran modificadas para permitir el vuelo. Si el peso
es sostenido por las alas, el centro de gravedad del animal
deberá encontrarse a nivel de las mismas.
Por otro lado, la cola pesada y larga de los reptiles se elimina
y las partes posteriores del cuerpo se reducen y son Fig 2. Esqueleto de un ave. Se muestran las
desplazadas hacia delante. adaptaciones esqueléticas que ha mostrado el
grupo, detallándose los nombres de las piezas
óseas más importantes.
Sistema Muscular
Al estar fusionadas casi todas las vértebras lumbares y torácicas, los músculos dorsales se ven
reducidos por ser menos necesarios. En cambio, los músculos ventrales presentan gran desarrollo en
respuesta al principal medio de locomoción, el vuelo. Aquellas aves que secundariamente han perdido
la capacidad de volar aún presentan músculos pectorales potentes para el vuelo pero con poco
suministro sanguíneo y sin almacenamiento de hemoglobina muscular.
Piel
La piel de las aves está compuesta por dermis y epidermis, no presenta glándulas epiteliales excepto la
glándula limpiadora o uropigial que se encuentra cercana a la cloaca. Esta glándula produce ceras y
aceites que les son aplicados a las plumas durante la limpieza. Se encuentra bien desarrollada en las
aves acuáticas donde sus secreciones son importantes para impermeabilizar el plumaje. Los
avestruces, cotorras, avutardas, palomas, casuarios, anhingas y biguáes no presentan esta glándula.
Los músculos lisos asociados a la piel permiten que las plumas se extiendan. En algunas especies, las
áreas coloreadas o de piel desnuda juegan un papel importante en el cortejo. Las “patas” se encuentran
casi siempre desprovistas de plumas, estando recubiertas por escamas reptilianas. En algunas especies,
la cabeza y el cuello se encuentran también descubiertos, no presentando plumas ni escamas.
Las garras, como en los reptiles, son escamas especialmente modificadas. Cuando se desgastan son
renovadas por crecimiento basal continuo.
Plumas
Las plumas evolucionaron a partir de las escamas. Sin embargo, no se conocen estructuras de
transición. La pluma fósil más antigua es idéntica a la que presentan las aves modernas. A lo largo de
la historia evolutiva de las aves surgieron diferentes tipos de plumas, que se encuentran adaptadas a
diferentes funciones.
Las plumas se encuentran distribuidas sobre el cuerpo en pterilos, encontrándose entre ellos zonas
desnudas (apterios).
b. c.
a. d.