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Ficha STC8968-2022

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TUTELA

REPORTE DE CONSULTA

RELEVANTE

SALA DE CASACIÓN CIVIL Y AGRARIA


ID : 784538
M. PONENTE : AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO
NÚMERO DE PROCESO : T 1100102030002022-01725-00
NÚMERO DE PROVIDENCIA : STC8968-2022
CLASE DE ACTUACIÓN : ACCIÓN DE TUTELA - PRIMERA
INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 13/07/2022
DECISIÓN : CONCEDE TUTELA
ACCIONADO : SALA CIVIL-FAMILIA DEL TRIBUNAL
SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL
DE BARRANQUILLA Y JUZGADO
SEGUNDO CIVIL DEL CIRCUITO DE
EJECUCIÓN DE SENTENCIAS DE ESA
CIUDAD
ACCIONANTE : LUIS CARLOS PEÑA BUENDÍA
FUENTE FORMAL : Código de Comercio art. 774 num 2°;
Ley 527 de 1999 art. 8

ASUNTO:
PROBLEMA JURÍDICO: ¿Se vulnera el derecho al debido proceso del
accionante, en el proceso ejecutivo, al negar el mandamiento de pago con
fundamento en el incumplimiento de los requisitos de la factura
cambiaria, por restarle validez a la remisión del título valor al comprador,
por medio de correo electrónico?
TEMA: ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL -
Procedencia excepcional de la acción ante vía de hecho

ACCIÓN DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIA JUDICIAL - Cuando se


cuestionan las providencias de las dos instancias, el estudio de la
vulneración se limita a la providencia de segunda instancia

Tesis:
«Al tenor del artículo 86 de la Carta Política, la acción de tutela es un
mecanismo instituido para la protección de los derechos fundamentales,
cuando sean conculcados o seriamente amenazados por la acción o la
omisión ilegítima de una autoridad o, en determinadas hipótesis, de los
particulares, siempre y cuando el afectado no disponga de otro medio de
defensa judicial.

De la misma forma se ha señalado que, en línea de principio, esta acción


no procede respecto de providencias judiciales, salvo que el funcionario
adopte una decisión por completo desviada del camino previamente
señalado, sin ninguna objetividad, a tal extremo que configure el proceder
denominado “vía de hecho”, situación frente a la cual se abre camino el
amparo para restablecer los derechos fundamentales conculcados, siempre
y cuando se hayan agotado las vías ordinarias de defensa judicial, dado el
carácter subsidiario y residual de la tutela y, por supuesto, se observe el
requisito de la inmediatez connatural a su ejercicio.

2. Sea lo primero precisar que el análisis que se realizará en esta instancia


se circunscribirá al proveído de 26 de noviembre de 2021, que resolvió la
alzada que se interpuso contra el auto de 6 de mayo de esas calendas, a
través del que se negó la orden de pagó que reclamó el demandante en la
ejecución censurada, toda vez que fue esa providencia la que clausuró el
debate que se suscitó en torno a la viabilidad de tal reclamo.

3. Decantado lo anterior, memórese que, por lineamiento jurisprudencial,


en tratándose de actuaciones y providencias judiciales, el resguardo
procede de manera excepcional y limitado a la presencia de una irrefutable
vía de hecho, cuando “el proceder ilegítimo no es dable removerlo a través
de los medios ordinarios previstos en la ley” (CSJ STC, 11 may. 2001, rad.
2001-00183-01); y por supuesto, se cumpla el requisito de la inmediatez.

No obstante, en los precisos casos en los cuales el funcionario respectivo


incurra en un proceder claramente opuesto a la ley, por arbitrario o
antojadizo, puede intervenir el juez de tutela con el fin de restablecer el
orden jurídico si el afectado no cuenta con otro medio de protección
judicial.
Al respecto, la Corte ha manifestado que,

(…) el Juez natural está dotado de discreta autonomía para interpretar las
leyes, de modo que el amparo sólo se abre paso si ‘se detecta un error
grosero o un yerro superlativo o mayúsculo que, abrupta y paladinamente
cercene el ordenamiento positivo; cuando tenga lugar un ostensible e
inadmisible resquebrajamiento de la función judicial; en suma, cuando se
presenta una vía de hecho, así denominada por contraponerse en forma
manifiesta al sistema jurídico, es posible reclamar el amparo del derecho
fundamental constitucional vulnerado o amenazado(...), (CSJ STC, 11 may.
2001, rad. 0183, reiterada STC4269-2015 16 abr. 2015).

Así pues, se ha reconocido que cuando el Juez se aparta de la


jurisprudencia, sin aportar argumentos valederos o cuando se presenta un
defecto sustantivo en el proveído, entre otros, se estructura la denominada
“vía de hecho”».

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso ejecutivo: vulneración del


derecho con la decisión del Tribunal Superior de Barranquilla, de
confirmar la negación del mandamiento de pago, por considerar que las
facturas cambiarias físicas, remitidas a través de correo electrónico, no
son exigibles como título base de la ejecución

DERECHO INFORMÁTICO - Acceso y uso de los mensajes de datos, del


comercio electrónico y de las firmas digitales - Requisitos jurídicos de los
mensajes de datos - Presentación y conservación de la información en
forma original: condiciones para que pueda satisfacerse el requisito con un
mensaje de datos

DERECHO COMERCIAL - Títulos valores - Factura cambiaria -


Presentación del original al comprador: equivalencia de la presentación de
la factura para su cobro al comprador a través de mensaje de datos, con la
presentación del título físico

Tesis:
«(…) descendiendo al caso sub examine advierte la Corte que el Tribunal
accionado cometió un desafuero que amerita la injerencia de esta
jurisdicción, por cuanto para sostener la negativa del mandamiento de
pago que deprecó el tutelante en el trámite acusado, dejó de analizar las
normas de la ley 527 de 1999, con fundamento en las que podía tener por
acreditado el requisito que echó de menos, con miras a dar curso a la
ejecución reclamada.

4.1. En efecto, para desestimar la apelación que formuló el ejecutante


contra el proveído de 6 de mayo de 2021, que negó el mandamiento de
pago que aquel reclamó en el asunto criticado, el ad quem cuestionado
precisó que:

…, se advierte que de manera primigenia el punto sobre el cual debe


referirse este Despacho, es sobre la posibilidad de que una factura
cambiaria pueda ser presentada para su aceptación a través de un canal
de comunicación electrónico, porque para poder abordar el tema de la
aceptación de las facturas a que hace referencia el artículo 773 de la
norma comercial y sobre el cual se ahondó tanto en el auto de alzada como
en el escrito de impugnación, indispensable es corroborar si la forma en la
que fueron presentadas éstas, resulta válida a la luz de los postulados
mercantiles y tributarios.

Ello, pues solo si las facturas fueron efectivamente presentadas al


comprador o beneficiario del servicio es que puede darse aplicación o no a
la aceptación tácita a que alude la citada norma.

2.3. De manera particular el legislador, atendiendo la dinámica comercial,


ha ido regulando las diferentes maneras en las que puede darse la emisión
de las facturas, formas entre las cuales, para interés del presente, resultan
destacables la factura en papel y la electrónica, para lo cual de manera
especial se han establecido requisitos distintos de los previstos para la
factura tradicional.

Y se hace alusión a la factura electrónica no porque las facturas agregadas


sean de ese tipo o porque la normativa que regula estas sirva para desatar
el recurso formulado, sino porque como se verá más adelante, el legislador
ha distinguido una de otra de manera tal, que se emiten, entregan,
aceptan, circulan y/o almacenan de manera diferente.

2.4. En el caso bajo examen, no existe duda en torno a que las facturas
por las cuales se pretende orden de apremio son las tradicionales facturas
emitidas en papel, las cuales para que tengan la calidad de constituirse en
instrumentos negociables, deben cumplir los requisitos formales a hace
referencia el artículo 774 del Código de Comercio, además de los señalados
en los cánones 621 ibídem y 617 del Estatuto Tributario.

Señala el citado artículo 774 que la factura debe contener, (i) la fecha de
vencimiento, con la aclaración que en ausencia de expresión al respecto,
se entenderá que debe ser pagada dentro de los treinta (30) días calendario
siguientes a la emisión; (ii) la fecha de recibo de la factura, con indicación
del nombre o identificación o firma de quien sea encargado de recibirla; y
(iii) la constancia en el original del título por parte del emisor vendedor o
prestador del servicio, sobre el estado de pago del precio o remuneración y
las condiciones del mismo si fuere el caso, obligación a la que también
quedan sujetos los terceros a quienes se haya transferido la factura.
Finalmente, la norma en referencia niega el carácter de título valor a la
factura que no cumpla con la totalidad de los requisitos previamente
señalados, aunque, aclara que la omisión de cualquiera de ellos no
afectará la validez del negocio jurídico que dio origen a la factura.

El requisito por el cual la Juez a quo advirtió que no era posible librar la
orden de apremio, se refiere a la fecha de recibo de la factura, con
indicación del nombre o identificación o firma de quien sea el encargado de
recibirla, el cual obligatoriamente debe constar en el cuerpo de la factura,
no porque ello necesariamente constituya su aceptación o porque capricho
del Juzgador, sino porque expresamente así lo previó el legislador.

Para efectos de la presentación de la factura emitida en papel, que es el


punto central de la discusión, el legislador de manera especial dispuso, sin
excepciones, que debía hacerse respecto del original y para garantizar que
así se realizara anticipó toda una suerte de posibilidades que podían darse
entre el emisor y el respectivo receptor.

En efecto, dispuso el artículo 4 del Decreto 3327 de 2009 mediante el cual


se reglamentó parcialmente la ley 1231 de 2008, que,

Para efectos de la aceptación de la factura a que hace referencia la Ley


1231 de 2008, el emisor vendedor del bien o prestador del servicio
presentará al comprador del bien o beneficiario del servicio el original de la
factura para que este la firme como constancia de la recepción de los
bienes comprados o servicios adquiridos y de su aceptación al contenido
de la factura, y la devuelva de forma inmediata al vendedor. (…)

Ahora, es cierto que no en todos los casos la aceptación del contenido de la


factura debe ir en el cuerpo de esta, porque se ha permitido que la
aceptación puede darse en documento separado, físico o electrónico, si es
expresa (artículo 773 CCo) y, si es tácita o presunta, entonces en dicho
caso cobra relevancia y comienza a tener sentido la forma en la que la
factura debe presentarse y la razón por la cual debe constar en el original.

Para entender tal lógica, se expondrán las reglas que deben seguirse en
uno u otro caso, esto es, para la aceptación expresa y la tácita.

Establece el artículo 5 del Decreto 3327 de 2009 que en caso de que el


emisor vendedor del bien o prestador del servicio entregue una copia de la
factura al comprador del bien o beneficiario del servicio, en espera de la
aceptación expresa en documento separado o de la aceptación tácita, se
aplicarán las siguientes reglas:


De lo anterior conclúyase dos cosas, i) siempre que se trate de factura
cambiaria emitida en papel deberá presentarse para su aceptación el
original de esta y ii) que en prueba de que el original ha sido presentado,
así al comprador se le deje una copia, deberá incluirse de manera directa
por el receptor en la factura original la fecha en que la recibió.

Indiscutiblemente y de manera tajante el legislador dispuso no solo que la


que factura que se presenta, remite o radica, debe ser la original, sino que,
en prueba de ello, debe insertarse por el comprador o beneficiario del
servicio la fecha de recibo.

Con lo dicho, se tiene que el recibo de la factura (sea la original o la copia)


siempre debe constar en el título original, aun cuando no fuere aceptada
inmediatamente, hipótesis que claramente impidió que la Juez a quo
librara la orden de apremio reclamada, porque al haber sido enviadas por
correo, es evidente que al ejecutado no se le presentaron las facturas
originales, porque se trata de facturas emitidas en papel.

Y si al demandado no se le pusieron de presente las facturas originales,


tampoco pudo este, dejar en ellas la fecha y distintivo y/o nombre de
recibo, requisito este que como se ha visto es indispensable para que estas
tengan el carácter de título valor.

Al margen de la discusión que pretendió plantear el apelante, en punto a


que la Juez de primera instancia intentó dar a las facturas por él
presentadas el tratamiento de electrónicas, se colige que se hizo alusión a
dichos documentos cambiarios, porque entre las marcadas diferencias que
existen entre las facturas expedidas en papel y las nativas electrónicas,
está precisamente la forma en que una y otra puede ser entregada y
aceptada.

Luego, aunque establecer diferencias entre la factura emitida en papel y el


resto de las formas de facturación en nada altera el hecho de que las
primeras deben ser presentadas en original y que de dicha presentación
debe existir prueba en el mismo título, sirve tal argumento para robustecer
la idea de porque no era, ni es viable presentar facturas emitidas en papel
mediante correo electrónico.

2.5. Afirma el apelante que no permitir que las facturas en papel puedan
ser enviadas por canales electrónicos no solo desconoce lo dispuesto en el
inciso segundo del numeral segundo del artículo 4 del Decreto 3327 de
2009, sino que desentona con la forma en que actualmente se hace uso de
las herramientas tecnológicas.
Establece la norma invocada por el ejecutante lo siguiente,

Una vez cumplido el término de los diez (10) días calendario siguientes a
su recepción, sin que haya operado alguno de los eventos señalados en los
dos numerales anteriores, se entenderá que esta ha sido aceptada de
forma tácita e irrevocable, en los términos del inciso 3° del artículo 2° de la
Ley 1231 de 2008.

Habla la anterior regla sobre la aceptación tácita, no sobre la forma en que


puede presentarse una factura cambiaria, y tal como arriba se anotó para
poder abordar el tema de la aceptación, inevitable es validar previamente
si la radicación de esta se hizo de acuerdo con la regulación mercantil y
tributaria, porque no podría hablarse de aceptación si antes no hubo
recepción de la factura; y ello es así independientemente de si la
aceptación es expresa o tácita.

De manera que, sumado al hecho de que el apelante no explicó las razones


del porque lo establecido por el legislador en torno a la forma en que debe
presentarse una factura emitida en papel desconoce lo señalado en norma
inmediatamente citada, lo cierto es que ya se ha visto que para que pueda
darse aplicación a las modalidades de aceptación expresa en documento
separado o tácita, han de seguirse las reglas del artículo 5 del Decreto
3327 de 2009.

En lo que se refiere al acrecentado uso de las tecnologías de la información


en todos los ámbitos incluida la administración de justicia, ha de indicarse
que además que en cada caso opera de forma diferente, no puede el
ejecutante de manera unilateral decidir que modificará la manera como
pueden y deben presentarse las facturas expedidas en papel si
previamente tal proceder no ha sido contemplado por el legislador.

Recuérdese que no se trata de la forma como los sujetos contratantes


establecen comunicaciones o determinante su relación negocial, sino la
forma como opera en el mercado una factura cambiaria, pues cuando se
trata de títulos valores no está en juego únicamente los intereses de los
obligados, sino la confianza del mercado cambiario en general, de suerte
que indispensable es que se sigan y observen rigurosamente los
postulados mercantiles y tributarios.

En lo que tiene que ver con que el ejecutado haya hecho uso del correo
para rechazar el contenido de unas facturas, adviértase que ello no implica
que el demandante pueda usar ese mismo medio para remitir una factura
que ha sido expedida en papel, porque a más que, para la aceptación o
rechazo de la factura sí está previsto que pueda hacerse en documento
distinto del título, para la radicación de las facturas, se repite, debe ser
presentado siempre el original, que por tratarse de factura física deberá
hacerse de manera física.

De acuerdo con lo antes trascrito, evidente es que el Colegiado accionado


consideró que, en tratándose de facturas cambiarias físicas, que no
electrónicas, sólo pueden presentarse para el cobro al acreedor los
instrumentos “originales”, valor que sólo concede a los documentos
expedidos en papel.

4.2. No obstante, conforme se anunció previamente, tal conclusión no se


acompasa con lo previsto en la ley 527 de 1998, norma que, en su artículo
8°, establece que:

Cuando cualquier norma requiera que la información sea presentada y


conservada en su forma original, ese requisito quedará satisfecho con un
mensaje de datos, si:

a) Existe alguna garantía confiable de que se ha conservado la integridad


de la información, a partir del momento en que se generó por primera vez
en su forma definitiva, como mensaje de datos o en alguna otra forma;

b) De requerirse que la información sea presentada, si dicha información


puede ser mostrada a la persona que se deba presentar.

Lo dispuesto en este artículo se aplicará tanto si el requisito establecido en


cualquier norma constituye una obligación, como si las normas
simplemente prevén consecuencias en el caso de que la información no sea
presentada o conservada en su forma original.

En este orden de ideas, debe entenderse que cuando se presenta al deudor


para el cobro una factura, a través de mensaje de datos, es como si se
hubiese presentado el título original, por lo que no puede descalificarse ese
acto de entrega por el simple hecho de que se hubiese realizado por medios
digitales, como pareció entenderlo la sede judicial acusada».

DERECHO COMERCIAL - Títulos valores - Factura cambiaria -


Requisitos: importancia de la exigencia de la fecha de la factura con el
nombre, o identificación o firma del encargado de su recepción

DERECHO COMERCIAL - Títulos valores - Factura cambiaria -


Presentación del original al comprador: forma de acreditar que la factura
enviada a través de mensaje de datos, ha sido recibida por el comprador

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso ejecutivo: vulneración del


derecho al exigir al ejecutante presentar un instrumento escrito en el cual
conste la fecha de recepción de la factura por parte del comprador, el
nombre, o identificación o firma del encargado de recibirla, para tenerla,
como título base de la ejecución

Tesis:
«(…) ha de agregarse que no desconoce la Sala que el artículo 774 del
Código de Comercio, en su numeral 2°, establece que en la factura deberá
constar “la fecha de recibo de [ésta], con indicación del nombre, o
identificación o firma de quien sea el encargado de recibirla según lo
establecido en la presente ley”.

Sobre el particular, ha de resaltarse que la recepción de la factura “reviste


gran relevancia jurídica, si de presente se pone que con ese recibimiento se
avisa el libramiento de la [misma], lo que, sin duda, representa el punto de
partida de la aceptación, bien sea expresa, ora tácita de tal título valor”
(STC9542-2020).

Luego, una interpretación finalista y teleológica de la norma en comento,


lleva a concluir que la exigencia del mentado requisito (fecha de recibo de
la factura, junto con el nombre, o identificación o firma de quien sea el
encargado de recibirla), se justifica en la medida en que es necesario tener
certeza de que el acreedor ha conocido la factura y en qué momento lo ha
hecho, pues es ese el referente que debe tenerse en cuenta para verificar si
operó la aceptación de dicho título.

4.4. Entonces, comoquiera que, según se dijo, es posible remitir al deudor


para su cobro una factura cambiaria, a través de mensaje de datos,
documento que tendría el valor de original, a voces de lo establecido en el
citado artículo octavo de la ley 527 de 1998, se impone establecer si el
prenotado requisito de señalar la fecha de la factura y el nombre,
identificación o firma de quien sea el encargado de recibirla, puede
suplirse con la certificación de entrega del mensaje electrónico, emitida por
una entidad de mensajería autorizada.

Para responder tal interrogante, se reitera, que la finalidad del reseñado


presupuesto es establecer, con la certeza necesaria, que el deudor recibió
el título y en qué fecha lo hizo, pues de ello dependerá la aceptación de
dicho instrumento.

Así pues, atendiendo que la circulación de un mensaje de datos no es igual


que la de un documento impreso, ante la imposibilidad de hacer
anotaciones físicas sobre el mismo, mal podría exigirse que para que tal
instrumento cumpla con los requisitos necesarios para ser tenido en
cuenta como factura, en los términos que prevé el Código de Comercio,
deba insertarse físicamente la fecha de recibido y el nombre, identificación
o firma de quien lo reciba, pues en el tránsito electrónico hay otras
herramientas que permiten establecer esas circunstancias, como la
certificación que demuestre que el mensaje de datos fue efectivamente
remitido al deudor y la fecha en la cual fue recibida tal misiva.

Bajo ese horizonte, considera la Sala que resulta excesivo reclamar al


acreedor que, para el cumplimiento del referido presupuesto, esto es, el
consagrado en el numeral 2° del artículo 774 del Código de Comercio, deba
forzosamente presentarse un instrumento escrito y que en éste quede la
referida atestación de recepción, junto con la fecha en que ello ocurrió,
cuando, de un lado, la ley 527 de 1998 permite que la presentación de un
documento de esa índole se haga a través de mensaje de datos y que la
recepción de esa clase de mensajes puede acreditarse de otras formas».

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Judicial -


Función jurisdiccional - Tecnología al servicio de la justicia - Mensaje de
datos: definición (c. j.)

DERECHO CONSTITUCIONAL - Estructura del Estado - Rama Judicial -


Función jurisdiccional - Tecnología al servicio de la justicia - Mensajes de
datos: eficacia jurídica (c. j.)

DERECHO INTERNACIONAL - Ley modelo sobre comercio electrónico


aprobada en la 85ª plenaria de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de
1996: principios de no discriminación, neutralidad y equivalencia
funcional en la utilización de los medios electrónicos (c. j.)

DERECHO PROCESAL - Reglas generales de procedimiento - Uso de las


tecnologías de la información y de las comunicaciones: validez jurídica y
eficacia procesal y probatoria de los mensajes de datos (c. j.)

DERECHO AL DEBIDO PROCESO - Proceso ejecutivo: vulneración del


derecho al no tomar en cuenta la certificación expedida por la empresa de
mensajería, sobre la entrega a la deudora de las facturas a través del
correo electrónico, desconociendo la eficacia jurídica de los mensajes de
datos y el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en
la administración de justicia

Tesis:
«(…) no puede dejarse de lado que, como lo ha resaltado esta Corporación,
“a partir de los cambios tecnológicos que ha experimentado la humanidad,
se han implementado herramientas vinculadas con el consumo y
transmisión de la información; métodos que se han denominado,
Tecnologías de Información y Comunicaciones - TIC” (CSJ STC11279-
2020), destacando, además, que:

… el legislador expidió la Ley 527 de 1999, mediante la cual “(…) se define


y reglamenta el acceso y uso de los mensajes de datos, del comercio
electrónico y de las firmas digitales, y se establecen las entidades de
certificación (…)”, expresándose en su artículo 2 que se entenderá como
“mensaje de datos”, la “información generada, enviada, recibida,
almacenada o comunicada por medios electrónicos, ópticos o similares,
como pudieran ser, entre otros, el Intercambio Electrónico de Datos (EDI),
Internet, el correo electrónico, el telegrama, el télex o el telefax (…)”.

Por su parte, el canon 10 de dicha normativa, expresa:

“(…) Los mensajes de datos serán admisibles como medios de prueba y su


fuerza probatoria es la otorgada en las disposiciones del (…) Código de
Procedimiento Civil”.

“En toda actuación administrativa o judicial, no se negará eficacia, validez


o fuerza obligatoria y probatoria a todo tipo de información en forma de un
mensaje de datos, por el sólo hecho que se trate de un mensaje de datos o
en razón de no haber sido presentado en su forma original (…)”.

Estas disposiciones del ordenamiento nacional constituyen un desarrollo


de la Ley Modelo sobre Comercio Electrónico aprobada por las Naciones
Unidas, en la 85ª sesión plenaria de 16 de diciembre de 1996, redactada
por la CNUDMI, en la cual se forjaron los principios fundamentales de “no
discriminación, neutralidad y equivalencia funcional”, respecto de los
medios técnicos y la información allí contenida o recopilada. Al respecto,
ese organismo definió tales principios, así:

“(…) El principio de la no discriminación asegura que no se denegarán a


un documento sus efectos jurídicos, su validez o su ejecutabilidad por la
única razón de que figure en formato electrónico. El principio de la
neutralidad respecto de los medios técnicos obliga a adoptar disposiciones
cuyo contenido sea neutral respecto de la tecnología empleada. Ante la
rápida evolución tecnológica, el objetivo de las reglas neutrales es dar
cabida a toda novedad que se produzca en el futuro sin necesidad de
emprender una labor legislativa. En el principio de la equivalencia
funcional se establecen los criterios conforme a los cuales las
comunicaciones electrónicas pueden equipararse a las comunicaciones
sobre papel (…)”.

Es claro, la finalidad de esa regulación es la de posibilitar y facilitar el


comercio por medios electrónicos, ofreciéndole a los Estados “un conjunto
de reglas internacionalmente aceptables encaminadas a suprimir los
obstáculos jurídicos y a dar una mayor previsibilidad al comercio
electrónico”.


Lo señalado pone de manifiesto como tanto en instrumentos
internacionales atrás reseñados, donde Colombia participó; así, como en el
ordenamiento nacional, tanto en la Ley 270 de 1996, en la Ley 527 de
1999 hace más de veinte años, y recientemente con el C. G. del P. se viene
dando eficacia jurídica a la comunicación electrónica, guiada entre otros
principios, por los de equivalencia funcional y neutralidad electrónica para
señalar.

Estos principios, en cuanto se debe atribuir validez jurídica, eficacia


procesal y probatoria a los mensajes de datos consagrados en la ley en
forma similar a los expresados en medios escritos o en actos físicos o
materiales previstos en la ley, de modo que la comunicación en soporte
electrónico y cuanto por ese medio se ejecute, tiene eficacia probatoria,
como el de los documentos o actuaciones escritas. A la par, desde el punto
de vista sustantivo, el mensaje de datos permite expresar la voluntad para
los sujetos derecho o los del proceso, así como para sus actuaciones,
generando derechos, obligaciones, deberes para quienes intervienen en la
relación virtual, sin que se pueda alegar vicio alguno por el solo hecho de
proceder de un medio electrónico; por consiguiente, la fuerza jurídica
cobija lo procesal, lo probatorio, los actos jurídicos y la propia firma, de
conformidad con el conjunto normativo nacional e internacional arriba
enunciado, siempre y cuando cumplan los requisitos de fiabilidad,
inalterabilidad y rastreabilidad que también gobiernan la base documental
o el escrito tradicional, por cuanto aunque lo vertido en papel y en mensaje
de datos son diferentes, funcionalmente son iguales, y desde la Ley 527 de
1999 cumplen iguales funciones, propósitos y finalidades. (CSJ
STC11279-2020).

Entonces, el juzgador no puede dar la espalda a los cambios que, en el


contexto social actual, ha introducido el uso acrecentado de la tecnología,
situación que, sin duda, ha tenido un impacto en el tráfico comercial, el
cual se ha buscado regular a través de la expedición de normas como la
ley 527 de 1998.

4.6. Finalmente, cabe precisar, que las consideraciones que anteceden


versan, exclusivamente, sobre la forma en la cual puede acreditarse la
entrega de la factura al deudor, sin que puedan extenderse al tema de la
entrega de las mercaderías o servicios, que se pretendan cobrar con el
correspondiente título valor.

5. Bajo ese horizonte y aplicado al caso de autos, examinados los


elementos de juicio adosados a este trámite, se verifica que con la
demanda acumulada, que se presentó en el juicio criticado, el demandante
allegó las facturas que se pregonaban insatisfechas, junto con certificación
expedida por una empresa de mensajería, que daba cuenta de la entrega a
la deudora de los mencionados instrumentos a través de correo
electrónico, con lo que, según se dijo, se demostraba el cumplimiento del
requisito contemplado en el numeral segundo del artículo 774 del Código
de Comercio.

Entonces, ante dicho escenario, competía al juez de la ejecución, con


miras a resolver sobre la viabilidad de dicho reclamo, verificar el
cumplimiento de las demás exigencias necesarias para dar curso al cobro
coercitivo, lo que no hizo, pues se limitó a expresar que las facturas
allegadas carecían de la fecha de recibido por parte de la ejecutada y del
nombre, identificación o firma de quien lo reciba, lo que no resulta
acertado, conforme se expresó en antelación.

6. Lo considerado impone conceder el resguardo rogado, por lo que se


ordenará al Tribunal criticado dejar sin efecto el proveído de 26 de
noviembre de 2021, que resolvió la apelación que se formuló contra el auto
de 6 de mayo de esas mismas calendas, para que proceda a dictar una
nueva decisión que atienda las consideraciones precedentes».

JURISPRUDENCIA RELACIONADA: CSJ STC9542-2020; CSJ STC11279-


2020

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