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El Tiempo Vive en La Mente

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E L

T I E M P O
V I V E
E N L A
M E N T E

EL VACÍO VIVO 1
El tiempo vive en la mente
Prólogo: Los dichos del buitre Sai

1 Sitiado en mi piel
2 Los pasajeros de los rayos del sol

3 El tiempo vive en la mente


4 El lobo

5 En mi principio

6 La torre de los libros


7 Todo es ritmo

8 Luz, fuego de lo profundo


9 Bajamos a la nave

10 Microlitos
Epílogo: Génesis del Hidrógeno
Prólogo
Los dichos del buitre Sai
1 Ibn Arabí 1165 75 1240
2 Eihei Dogen 1200 53 1253

3 Maestro Eckhart 1260 68 1328

4 Jakob Böhme 1575 49 1624


5 Baruch de Espinosa 1632 45 1677

6 Martin Heidegger 1889 87 1976

7 Keiji Nishitani 1900 90 1990


8 Henry Corbin 1903 75 1978

9 Cioran 1911 84 1995

10 Peter Sloterdijk 1947


Dice el buitre Sai, parafraseando al Maestro Eckhart y a Cioran:

Concebir un pensamiento, un solo y único pensamiento, pero que haga


pedazos el universo, pues toda nuestra esencia no se funda en nada que
no sea un anularse.

La gente nunca debería pensar tanto en lo que tiene que hacer, tendrían
que meditar más bien sobre lo que son, y cuando se ha comprendido que
nada es, que las cosas no merecen ni siquiera el estatuto de apariencias,
ya no se necesita ser salvado, se está salvado.

Dice el buitre Sai, parafraseando a Keiji Nishitani y al Maestro Eckhart:

Debemos comprender la persona (el rostro que un actor se pone para


indicar el papel que va a representar en el escenario) como persona del
vacío absoluto, pero las cosas que fluyen no entran en contacto con las
cosas que permanecen quietas.
La persona está constituida al unísono con el vacío absoluto como
aquello en lo que el vacío absoluto llega a ser manifiesto y actualizado
como forma sin forma o figura sin figura, lo que debemos buscar en las
criaturas es todo sombra y noche, todo lo que no sea la primera luz es
oscuridad y noche.
Dice el buitre Sai, parafraseando a Henry Corbin y Keiji Nishitani:

Primero es el recogimiento del visionario, su retirada al centro de sí


mismo, momento del éxtasis intermedio entre la vigilia y el sueño, luego
la aparición y las preguntas, por último, el reconocimiento, pero el asunto
del pino apréndelo del pino, y el asunto del pájaro apréndelo del pájaro.

Nuestro método es el de la alquimia y opera en el campo del mundo


imaginal, donde lo corporal deviene espíritu y lo espiritual toma cuerpo,
sin embargo, la única cosa que se consigue con ello es reconstituir el ser
como devenir en un tiempo sin principio ni fin.

Dice el buitre Sai, parafraseando a Ibn Arabí y Henry Corbin:

He creado de luz todo lo existente, excepto a ti, que has sido creado de
la oscuridad, si quiere verme levanta los velos y accede a la estación
mística de la luz negra o el negro luminoso.

Tomé lo que estaba disperso y lo reuní, lo saqué de la reunión y volví a


reunirlo, luego lo dispersé y lo reuní otra vez, luego ya no había ni división
ni reunión, pues lo semejante aspira a su semejante, y lo semejante no
puede ser percibido y conocido más que por su semejante.
Dice el buitre Sai, parafraseando a Eihei Dogen y Ibn Arabí:

La naturaleza es un tesoro, es luminosidad, es la sede de la verdad, es


extensa, grande, profunda y eterna, es la mente en la ilusión, es la mente
deteniendo el giro de la luz, si quieres verla, levanta los velos que cubren
su rostro.

Él me dijo, esta oscuridad es el nacimiento de donde manan las fuentes


de los secretos y la materia primigenia de los átomos. Y añadió, cuando
permanecemos sentados, el mundo no es extenso, y cuando nos
sentamos en los átomos no hay confinamiento.

Dice el buitre Sai, parafraseando a Martin Heidegger y Eihei Dogen:

Tenemos que aprender a envejecer muy rápidamente para poder


permanecer aún junto al origen comprendiendo que los cinco agregados
están completamente vacíos. Forma, sentir, percepción, volición y
conciencia, están vacíos. La materia es justamente inmaterial, y lo
inmaterial es precisamente la materia.

Tenemos que regresar al lugar en donde el hombre suelta amarras, al


campo de la esencia del ser, tenemos que volver a encontrar la órbita del
impulso que conduce al pico del buitre, la tierra pura, el lugar donde los
inmortales disfrutan.
Dice el buitre Sai, parafraseando a Baruch de Espinosa y Martin
Heidegger:

Para hallar la esencia del arte, que se esconde realmente en la obra,


busquemos la obra real y preguntemos a la obra qué es y cómo es,
considerando que no podría haber sido producida de ninguna otra manera
y en ningún orden de cómo lo ha sido.

No solamente se pierde lo sagrado como huella de la divinidad, sino que


las huellas de esta huella perdida se han extinguido casi totalmente.
Queda poco claro qué pueda ser la huella para la huella, pues la naturaleza
es siempre la misma en todas partes, en su eficacia y potencia de obrar.

Dice el buitre Sai, parafraseando a Peter Sloterdijk y Baruch de Espinosa:

Inspiración, inhalación, insinuación, incursión vertical de una idea,


apertura o asomo de lo nuevo, ese concepto designaba en otro tiempo el
hecho de que una fuerza de la naturaleza convertía la conciencia humana
en una caja de resonancia donde resuena una substancia invisible
infinitamente divisible.

Lo que entra en la imaginación no puede venir de otro sitio más que de


algún lugar por ahí, de fuera, de un descampado que no tiene por qué ser
precisamente un más allá cuya esencia solo pueda concebirse como
existente.
Dice el buitre Sai, parafraseando Jakob Böhme y Peter Sloterdijk:

Una madre está programada para diseminar copias de los genes


encerrados en ella. Una madre es un útero ampliado que se convierte en
caverna, cabaña, casa, universo. Nunca abandonamos el útero, siempre
estamos rodeados de paredes y límites. Pero es necesario que la madre
entienda la generación de la naturaleza, de otra manera todo su trabajo
es vano.

Todo procede de una sola y única madre que se encuentra en la caverna


y se escinde en dos esencias, según la ley de afinidad. La ciudad es una
repetición de la caverna, con otros medios.

Dice el buitre Sai, parafraseando a Cioran y Jakob Böhme:

De un sapo o de una víbora se podrá extraer la más sublime tintura si se


la reduce a una esencia aceitosa y si se separa de ella el furor mercurial,
toda la vida, tanto interior como exterior, consiste en veneno y en luz,
mientras que la salud es un estado de no-sensación y no-realidad,
dejamos de sufrir cuando dejamos de existir.

Mediante el fuego es como una forma se introduce en otra, cuando el


deseo amoroso penetra las formas, estas se hacen deseosas, ya que el
niño amoroso, que reside en todo, es esa unidad primordial de la que el
Rigveda dice que respira por sí mismo sin aliento.
1
Sitiado en mi piel
sitiado en mi piel por el vacío inasible
afirmado por su atmósfera de luces
despliego mis alas
vuelo por encima del velo

me descubro en la imagen atónita


de la humedad abrazada a la tierra
saboreo la delicia intacta de mi peso
el agua cobra forma
en ella me asiento
edifico una edad poblada de silencios
una alegría de vida sonriente

más allá de los pájaros en desbandada está ella


la reconozco en la red que la aprisiona
anudada allí gota a gota
qué desnudez tan intensa
qué agua tan leve
está en su cielo cantando una sed justa
se hincha como una estrella en grano
se enciende como un seno habitado por la dicha
rinde una armoniosa flor
una ventana de gritos luminosos
sus ojos proyectil cobran altura

tal vez esta oquedad que me estrecha


en una isla de monólogos sin eco
sea ella a la que llamamos agua
un vaso que nos amolda
en una transparencia
teñida de azul
una clara inocencia fresca al tacto
como ese mar en el que respiran peces levísimos
su cuerpo mana en lentas ondas de estatura
donde el río de su conciencia se retira
se tiende en toda la longitud del instante

se pone de pie
como una estatua echa a andar
se redondea como una cifra generosa
el instante se enardece hasta la incandescencia
alarga el arrebato de su brasa hacia lo íntimo
un cóncavo instante del espíritu
que en una noche impensada
en cualquier escenario irrelevante
ocurre sencillamente nada más

también ella tiene su instante de maduración


en el tiempo que aflora un día
para regresar mañana por sorpresa
en un repetirse inédito
como esas eclécticas palabras
que eluden el olor de la memoria
a cada instante sonríen
desde sus claros huecos
a mis propias frases despobladas

el abrazo del tiempo me iza


en sus invisibles columnas de aire
me pone su máscara escueta
que no difiere en nada de la mía
pero en las zonas ínfimas del ojo nada ocurre
solo esta agua hecha de pura luz
que a través de su nítida sustancia
me permite mirar sin ver
al vacío que anda escondido
en el instante mismo que se empeña
en el tortuoso afán del universo
en la oscuridad del ojo ocurre nada esta luz
como un disfrutar en corro de presencias

me recreo en un candor que todo lo ignora


en esta aguda ingenuidad del ánimo
que sueña a pleno sol los pretéritos del moho
la antigua encina ausente
el prometido fruto de mañana es un espejo
que al consultar el secreto de la figura
le arranca otro espejo por respuesta

mira con qué austeridad


distribuye los mundos
los hecha a andar
compone un juego sinfónico
mezclado en la insistencia de ritmos
mar plácido
descalza entre la nieve
en un crescendo insostenible dispara cielo arriba

lo que ocurre en las fibras generosas de la carne


es un sueño que recorre las estaciones
el intangible aceite escruta el curso de la luz
en la piel de una gota de rocío
concibe el ojo que nutre de esbeltez a la mirada
gobierna el crecimiento de las uñas
en la raíz de cada palabra
esconde el mundo al que accedes
cuando cierras los ojos y sueñas

nada ocurre sino este sueño que se mira a sí mismo


adereza en el acto el plan de su sosiego
allá en el espacio que le es permitido
sin ojos marcha en círculo
el ritmo es su norma
hasta que siente fatiga
se para a descansar
sueña que su sueño se repite
como una semilla se sueña germinando
todo lo concibe
marca el ritmo al silencio

ardoroso temblor de la materia


angélico egoísmo que se escapa
hacia el páramo de los espejos o más allá
hacia el campo infinito de las campanas
como una red de arterias temblorosas
se apresura o se retarda

según la intensidad de su deleite


presume el dolor y no lo cumple
oye resonar el murmullo
absorbe su esencia
permanece en el fresco alborozo de la carne
admite su unidad perfecta

en el crepúsculo se concentra
en un silencio blanco en la orilla de la palabra
en la inminencia de la sangre
tiene la noche un árbol
con frutos de ámbar y sed de siglos
una sed que abre cauces en el sueño
dispersa un fulgor de criaturas
blande el contorno fascinado de la forma

no le basta ser
ardoroso incienso de sonido puro y calmo
quiere un ojo para mirar el ojo que la mira
en el cuenco de su mano
se consuma este rito de eslabones
en su rostro sin facciones
siente cuajar por fin
la bella fisonomía de la máscara
ya puede estar de pie frente a las cosas
en un encendido libro de figuras

flor mineral
espejo que se mira a sí mismo
se abre hacia la luz
contempla el instinto de la arena
rige con mano de diamante
un esmerado brillo que la embosca
ella es un jardín de huellas
gobierna la ruta hacia otras formas

envejece por dentro a grandes pasos


el aire se coagula en sus venas
destila una esencia de rosas subterráneas
asciende por grietas invisibles
abre hueco por fin en aquel minuto
se escapa de su rostro en el momento justo
en su evasión tuerce la órbita de su destino
se arrastra en secreto hacia lo informe

sobre el templado almizcle de su vientre


la forma da en el gozo de la llaga
provoca el oscuro deleite del colapso
nutre sus escombros paulatinos
anhela que se hundan sus cimientos
oye nacer el trueno del derrumbe
siente que su materia se derrama

ya sin peso flota en un claro silencio


a través de un aire de espejos inminentes
con las velas desplegadas cruza
la alegre algarabía de las nubes
rompe la red de cristal para transformarse
en el temblor turbulento de la corriente

como presagio cierto de reposo


la forma se deja arrastrar
hacia el sopor primero
el dardo insomne
ennegrece las estrellas
en el lento instante de quebranto
todos los seres se repliegan
en la pira arrogante de la forma
entonan himnos claros
con los que cantan la belleza

con sus velas henchidas de fragancias


consuma el periplo del jardín
en la cima angustiosa del deseo
concierta un orbe de imanes arrobados
la ansiedad discurre por sus labios
repta e hinca enfurecida la palabra
en columnas de ritmos espirales
prolonga el insomnio de su brasa
descubre en el silencio un hermoso lenguaje
con secretas pisadas se dirige hacia las algas
toma el racimo inmemorial de las especies
regresa a su mudo letargo vegetal
mientras todas las aves se disipan
en la noche enroscada del reptil

todo se encoge
regresa al origen
en el primer silencio
urde la sustancia de un delirio
desnuda su oración ante la estrella
anuda palabras destempladas
se pierde persiguiéndose
se esconde en sus ásperas raíces
se acerca a la semilla
se queda inmóvil

a través de la ruta candente de la llama


llega al desierto sembrado de piedras
descifra los signos
regresa a su nido subterráneo
se sumerge en el aceite ritual de los sentidos
desemboca en el suntuoso caudal del apetito

en el silencio de las fuentes


entre el fulgor de estrellas emboscadas
donde el sueño no alcanza
sola sobre las grandes aguas
hoguera encendida por el canto
ciega de alegría por respirar el aire
una luz sin estrella llega al mundo

entre la idea y la realidad


entre el movimiento y el acto
ella salta entre las colinas
pronuncia palabras para protegerse

añora la oscuridad
de la luz detenida
rodeada de silencio

vive respira añora


siente nostalgia
ella es la esposa del vacío
su madre y su hija
2
Los pasajeros de los rayos del sol
reconciliados con el misterio
los pasajeros de los rayos del sol
se abandonan a la geometría del espacio
es imposible acceder al embrión de la sombra
siempre hay un nivel inferior todavía más profundo
cada instante es inverosímil y descubre algo nuevo

él se recluye en el interior de sí mismo


se concentra y da la vida
es una divinidad doble que traspasa las nubes
se inclina sobre el mundo
no puede separarse de su imagen

en el sueño en el que acabas de entrar


vagas por una gruta
un niño te lleva de la mano
bajo una enorme cavidad hay un lago antiguo
abandona la seguridad de las horas
déjate invadir por la extraña calma
una mujer se apasionará por ti
algunos niños están demasiado cerca
no hay miedo en sus miradas limpias

los triunfadores cavan tumbas


las muchachas se sumergen en el agua
sin acompañarlos en la construcción
de su infierno particular
todo eclipse es una revolución y es necesario
recoge de la tierra el rocío de la mañana
prueba también el pecado
recita los evangelios como si fueras humilde
vístete de blanco y se hipócrita
esa es la auténtica iglesia
orgullo de detentar la fe verdadera
complejos pasiones idolatrías ambiguas esperanzas
el reino de las telarañas y del frío
en la adolescencia del año llega cristo el tigre
el recién nacido reaparece
trae los ojos heridos por la luz invernal
reflejada en los acantilados blancos

los árboles giran lentamente buscando


a los pasajeros de los rayos del sol
lo gris se desvanece ante la presencia del fruto maduro
¡oh! si los muertos se atreviesen a vivir
cada madriguera del tiempo sería un espectáculo
una algarabía de campanas convoca al cambio incesante

un gato sin cabeza se arrastra como un relámpago


sobre las espaldas de un borracho
y cada amanecer mazmorras cayendo oblicuas
sobre la alquimia del pensamiento
que tu mirada desnuda se convierta en tus manos
que el delirio suplante a la razón y no haya castigo
es bueno ser hombre
agua fría desde diferentes ángulos y luego silencio
ese es el camino hacia un nuevo principio
un prodigio ¿no es así?

en el umbral de cada puerta


hay una explicación lógica
para los problemas de crepúsculo y duplicidad
extravías tu mirada en las bocas
¿no comprendes lo inútil de tu esfuerzo?
el pensamiento te indetermina
eres un vago reflejo de las horas
necesitas soportar la vista de la sangre
para poder tener amigos
el sol sigue su propio camino
nunca se aparta de él
esa es su tragedia

frente al palacio escucha


todo lo que el silencio tenga que decirte
luego se dispersará
como esas nubes de insectos
que fueron la gloria de Moisés
y la desgracia de los faraones
recuerdo que simulé estar enfermo
no había bebido lo suficiente
y ya discurría cosas extraordinarias
hacía mucho que la vida no me producía placer
era evidente que hacía progresos pero al revés
me hundía más cada vez
me exiliaba al interior de mí mismo
descubría miradas familiares, era irreflexivo
escribí cartas para las que nunca encontré un destino
qué oscuridad ¿por qué lo haces?
pregunta sin respuesta

¿puede compararse un burdel con una iglesia?


presentan la misma mezcla turbia
de sentimientos contradictorios
y en su interior se extravían los hombres
buscando el beso nocturno de la madre vampiro

gozaba el tiempo que permanecía ausente de mí mismo


trataba de escuchar lo que decían las voces
y lo que era inevitable se produjo
apareció en escena un bufón del que sobresalían
sus pantalones ilustrados con escenas de la Biblia
el sacrificio de los gemelos
el toro y el cordero y el éxodo
la travesía del mar muerto
el sonido de las trompetas derribando murallas
el tabernáculo con sus vinos y sus aceites

un mendigo con una corona de espinas


me culpó por haber escogido la oscuridad
¡qué vergüenza!
era necesario que comprendiese el error
el mendigo se arrancó la corona
y de su cabeza surgieron
los pasajeros de los rayos del sol
envueltos en su velo de ceniza

aliento frio imagen de lo último


con movimientos ágiles me puse a batir las alas
remonté el vuelo y arrojé serpientes sobre la ciudad
todas las mujeres amanecieron razonablemente húmedas
el último emperador azteca recorrió las calles
Moctezuma traía colgada de su cinto la cabeza de Hernán cortés
y en su mano un libro que resumía la historia desde el principio

me quedé dormido en Gehena


la primera habitación de los infiernos
el rabino José de Castilla la describe en el Jardín de Nuez
y las siguientes
sombra de la muerte y fosa del abismo
pozo de inmundicia y perdición
venus paloma de esmeralda es el lema sobre la puerta
que conduce al corazón del león
los buitres se calientan al sol
el lobo gris lee el libro metálico

lo importante es permanecer
en el umbral de la puerta
hay una explicación lógica
estás solo
el pensamiento te indetermina

eres una silla abandonada


necesitas soportar la vista de la sangre
para tener hermanos
nos convencemos unos a otros con sofismas
no nos engañemos

cualquier ciudad está construida


con ceniza de incendios solares
esa es la materia prima de las piedras preciosas
de las células de los cartílagos de los párpados
es oscura y tiene la consistencia de un sueño

lo que importa es sobrevivir al errante plancton


la materia primera se transforma y permanece inmutable
el número de cuerdas se conserva
esa es la verdadera ley
recorrer todos los caminos
escuchar el murmullo del liquen trepando por el tronco
para recibir a los pasajeros de los rayos del sol
3
El tiempo vive en la mente
luz fuego de lo profundo
se alegra de vivir
una vida suave

débil pero todavía ardiente


en el camino estrecho
encuentra la libertad

tranquila cruza la frontera


en su cuello lleva un hechizo menudo
que se transmite por el humo

mira la inscripción
que en el principio dictó la boca
de saliva inteligente

por instinto adopta


formalmente una figura
y se adentra en la llanura espaciosa

de acuerdo a la ley
un río desciende por la colina
depositando objetos en las orillas

una sábana arrugada


una flor germinando en una mesa
un sí distinto en cada boca
una sílaba oscura
una semilla cálida
el brazo de una mujer de arena

en lo hondo humea la zarza


la cuerda anhela ser culebra
en la copa del árbol el rocío sueña
que alguien lo recoge en un cántaro

mira atentamente
es fiel a la muchedumbre
que por instinto se tatúa

hay cinco fuegos en el muro ardiente


compañero vaciemos los nidos

prueba en tu paladar con desapego


la sustancia que imprime carácter

desde el montón de helecho tu cuervo


se prepara para lanzarse a la trampa circular

el silencio es una herida


en el invierno las reliquias murmuran

con la cabeza mojada por la boria


su sustancia íntima permanece estable

su aliento sobre la hierba en la oscuridad


alberga un río caudaloso que hierve
con el pelo teñido con carbón
en el lugar del soplo
donde la tierra se convierte en aire

es tiempo de regresar a la madriguera


coger con la mano el alimento
entrar en el sueño sin sueños

el hocico del invierno borra el camino


silencio no hay nada que decir

mira cómo brotan las semillas


el hilo es un puente
que conduce al otro lado

antes del principio eras


luz en el horizonte de sucesos
fuego tranquilo
humedad en el aire
te protegía por lo oculto

ahora eres
tu propio antepasado
formalmente colocas
a la paloma en su jaula

las hojas acogen el murmullo


que proviene del muro
tu carácter es obstinado
tu habilidad es la constancia
eres dueño de la semilla
humedécela con tu lengua

afloja las cuerdas


prueba el rocío suspendido en la copa del árbol
inscribe en su tronco una figura que signifique
tu nombre
4
El lobo
accedo a la madriguera
que me sirve de refugio durante el sueño
con el corazón encogido por el presentimiento
de que algo largamente soñado
está a punto de suceder

escucho pasos
abro los ojos
el rey se encuentra en la boca de la madriguera
con su mirada me pide que le siga
lo sigo

nuestras pisadas no dejan huella


no hay cielo sobre mi cabeza
el cielo está bajo mis patas

entramos en el palacio
el rey me conduce a la cámara mercurial
la mesa está servida

comemos en el mismo plato


bebemos de la misma copa
vino dulce como el silencio

en la superficie de la copa
se reflejan nuestros cuatro ojos
su mirada se clava en mi penumbra
no hacen falta palabras para comunicarnos
él dice lo que soy

dice que soy su doble


su imagen transformada
él acaricia mi pelo gris
la materia prima que ha trabajarse

cobro conciencia de mi fuerza contenida


el tiempo ya no significa nada para mí
me quedo quieto
con las patas delanteras erguidas
esperando el deslumbramiento

el oro se extiende
por los muros del palacio
brillan los cabellos del rey

el rey se levanta
cruza la estancia
se sienta en su trono
me recuesto a sus pies
me acaricia la cabeza
lamo su mano
me toma por las patas delanteras
las coloca sobre él
cierra los ojos
me ofrece su cuello desnudo
sacrificio
con mis dientes le parto la yugular
bebo su sangre
devoro su cadáver
abandono el palacio

mis pisadas dejan huella en el desierto


cada huella es una semilla gris
materia prima de luz
5
En mi principio
luz fuego de lo profundo
se alegra de vivir
una vida suave

débil pero todavía ardiente


en el camino estrecho
encuentra la libertad

tranquila cruza la frontera


en su cuello lleva un hechizo menudo
que se transmite por el humo

mira la inscripción
que en el principio dictó la boca
de saliva inteligente

por instinto adopta


formalmente una figura
y se adentra en la llanura espaciosa

de acuerdo a la ley
un río desciende por la colina
depositando objetos en las orillas

una sábana arrugada


una flor germinando en una mesa
un sí distinto en cada boca
una sílaba oscura
una semilla cálida
el brazo de una mujer de arena

en lo hondo humea la zarza


la cuerda anhela ser culebra
en la copa del árbol el rocío sueña
que alguien lo recoge en un cántaro

mira atentamente
es fiel a la muchedumbre
que por instinto se tatúa

hay cinco fuegos en el muro ardiente


compañero vaciemos los nidos

prueba en tu paladar con desapego


la sustancia que imprime carácter

desde el montón de helecho tu cuervo


se prepara para lanzarse a la trampa circular

el silencio es una herida


en el invierno las reliquias murmuran

con la cabeza mojada por la boria


su sustancia íntima permanece estable

su aliento sobre la hierba en la oscuridad


alberga un río caudaloso que hierve
con el pelo teñido con carbón
en el lugar del soplo
donde la tierra se convierte en aire

es tiempo de regresar a la madriguera


coger con la mano el alimento
entrar en el sueño sin sueños

el hocico del invierno borra el camino


silencio no hay nada que decir

mira cómo brotan las semillas


el hilo es un puente
que conduce al otro lado

antes del principio eras


luz en el horizonte de sucesos
fuego tranquilo
humedad en el aire
te protegía por lo oculto

ahora eres
tu propio antepasado
formalmente colocas
a la paloma en su jaula

las hojas acogen el murmullo


que proviene del muro
tu carácter es obstinado
tu habilidad es la constancia
eres dueño de la semilla
humedécela con tu lengua

afloja las cuerdas


prueba el rocío suspendido en la copa del árbol
inscribe en su tronco una figura que signifique
tu nombre
6
La torre de los libros
torre nacida de la sombra
hacia el cielo encamina su punta altiva
hasta alcanzar estrellas de luces apagadas
en el último orbe de la materia

ave sin plumas desnuda de tiempo


el aliento que exhala es el aire
acecha las sagradas puertas y las oquedades
cuenta historias en los días de niebla

amante del descanso sosegado


el lobo dormido yace sin remover el aire
el sol también duerme en su mansión de peñascos
es plena noche en mitad del día

siente un leve rumor en la quietud de su nido


ave generosa no se entrega entera al descanso
liberada de su peso incurre en el exceso
todo el silencio lo ocupa su círculo dorado

su sueño profundo gobierna la máquina del mundo


con armas somnolientas embiste y vence perezosa
dispersa lánguidos miembros tibios
se comprime y se dilata y respira

el ritmo de su respiración es monótono


y rico en resonancias
da forma al lenguaje primero
que el entendimiento aviva

se entrega a la memoria
esboza nuevas combinaciones de figuras
mide la superficie inmensa de la esfera
goza de su sosegada fuente

consiente en ser violada


por nubes apenas densas
desgarra con sus garras el aire
se halla al borde mismo del estremecimiento

recibe señales exteriores provenientes


de las señales interiores de las especies
traza signos que el tiempo no borra
prodigiosa es la naturaleza de su lenguaje

sin distancia ni obstáculos interpuestos


sus ojos desnudos avistan el cúmulo de lo posible
comprende la grandeza de su potencia
alardea de su cuerpo luminoso

contempla la muchedumbre de las especies


como multitudinarios miembros
de su cuerpo dilatado
escrupulosamente oculta sus cualidades

entona el discurso abstraído de la materia


su ilimitado vigor le infunde aliento
sus fértiles pechos maternales
son manantiales de dulcísimo alimento

el círculo envuelve y limita la esfera


dirige su camino hacia el centro de la oquedad
los caracteres transforman su propia sustancia
la ceniza se eterniza

con movimientos tardos y perezosos


regresa a este otro lado
convertida en sombra
el esplendor se difumina en su cuerpo

señora de las dimensiones


bella esposa coronada de luces
cubre de oro su círculo
atraviesa fronteras muros puertas

su mirada encuentra por fin algo duradero


la torre que crece sin final
los jinetes negros que cabalgan la luz
la dotan de materia

el oro sale de su círculo


la sustancia entra en la conciencia
se aviva el lánguido calor
se manifiesta en movimientos vitales

la memoria preserva imágenes


en las páginas de piedra del libro
distribuidos en las estancias de la torre
como miembros de su cuerpo dilatado

se sabe fértil
entra en la oquedad
se entrega a la ceniza
dibuja signos sobre cuerpo

los caracteres transforman su virginal sustancia


los jinetes negros se precipitan contra la torre
se recubren de otro cuerpo
el calor se manifiesta en movimientos vitales

se escuchan voces
provenientes del otro lado de la esfera
los jinetes negros se precipitan
contra la torre y surgen libros

crea y destruye
inspira libros
se transforma en luz y oro
hace las cosas visibles
7
Todo es ritmo
todo es ritmo
la cuerda es una serpiente
vibra y resuena
el tiempo vive en un árbol

honor a ti
nodriza de torres
diluvio
conjetura
opulencia
confusión de lenguas
brinco celeste
cuerdas y nudos
araña y red
azar y ley

no le basta al universo con suceder


quiere saberse

aprendí en la escuela del sueño


dónde empieza la noche

qué alivio dejar pasar el tiempo


rayo de alas
repentina huida
ya es silencio

¿cómo rompiste la malla de los días?


enjambre y racimo
crece para ser mi hijo

despliega las alas


aléjate de la claridad
el sol está apagándose
duerme
sueña

seremos uno interminable


silencio en el vacío laminar
ruido en la turbulencia

vine aquí por fidelidad


estoy de vuelta
en la ciudad de los muros de helecho

blanca tiniebla
desciéndeme
así liberarás mi lengua

huellas en la superficie del desierto


mundos soles horizontes
guijarros casas tizas
botones fábulas gatos
espejos tiempo piedras
tatuadas con figuras

estrecho tu ternura
estoy bien abrigado
las islas han partido
la hierba habla
escucha su fragancia

azul y rojo sobre blanco


escribo fechas amontonando piedras

mi madre canturrea entre velas encendidas


hace que todos los sucesos no ocurran a la vez

es una especie de viento


que parece emanar de las cosas
sin llegar a apartarse mucho de ellas
hasta que repentinamente
comienza a fluir hacia las cosas mismas
transformándolas

peregrinan los espejos


el horizonte cruza la casa

amarillo como un torrente


lento el azul a través del rojo
la rigidez inaugura el reino

me anidas en tu nido
tú que me lees
ayúdame a recordarme
tu tiempo suspende su duración
aguarda la pisada y la huella
prepárate para la caída
el estallido y la luz

permanecerás
mientras dure
el murmullo
8
Luz fuego de lo profundo
luz fuego de lo profundo
se alegra de vivir
una vida suave

débil pero todavía ardiente


en el camino estrecho
encuentra la libertad

tranquila cruza la frontera


en su cuello lleva un hechizo menudo
que se transmite por el humo

mira la inscripción
que en el principio dictó la boca
de saliva inteligente

por instinto adopta


formalmente una figura
y se adentra en la llanura espaciosa

de acuerdo a la ley
un río desciende por la colina
depositando objetos en las orillas

una sábana arrugada


una flor germinando en una mesa
un sí distinto en cada boca
una sílaba oscura
una semilla cálida
el brazo de una mujer de arena

en lo hondo humea la zarza


la cuerda anhela ser culebra
en la copa del árbol el rocío sueña
que alguien lo recoge en un cántaro

mira atentamente
es fiel a la muchedumbre
que por instinto se tatúa

hay cinco fuegos en el muro ardiente


compañero vaciemos los nidos

prueba en tu paladar con desapego


la sustancia que imprime carácter

desde el montón de helecho tu cuervo


se prepara para lanzarse a la trampa circular

el silencio es una herida


en el invierno las reliquias murmuran

con la cabeza mojada por la boria


su sustancia íntima permanece estable

su aliento sobre la hierba en la oscuridad


alberga un río caudaloso que hierve
con el pelo teñido con carbón
en el lugar del soplo
donde la tierra se convierte en aire

es tiempo de regresar a la madriguera


coger con la mano el alimento
entrar en el sueño sin sueños

el hocico del invierno borra el camino


silencio no hay nada que decir

mira cómo brotan las semillas


el hilo es un puente
que conduce al otro lado

antes del principio eras


luz en el horizonte de sucesos
fuego tranquilo
humedad en el aire
te protegía por lo oculto

ahora eres
tu propio antepasado
formalmente colocas
a la paloma en su jaula

las hojas acogen el murmullo


que proviene del muro
tu carácter es obstinado
tu habilidad es la constancia
eres dueño de la semilla
humedécela con tu lengua

afloja las cuerdas


prueba el rocío suspendido en la copa del árbol
inscribe en su tronco una figura que signifique
tu nombre
9
Bajamos a la nave
bajamos a la nave
llegamos al confín del mar
donde las focas juegan

entre círculos de espuma


sus dientes blancos
roen los acantilados

avistamos el palacio
como un espejismo
desdibujado en el desierto

en su interior habita el rey


eclipsado por ciento veinte velos
y el silencio del canto más antiguo

desierto palacio rey


tres cosas
y una sola y única cosa

en la penumbra interior del palacio


el oro recoge la luz
con los ojos hinchados descansamos

sol y luna siguen su curso


humea el incienso de lábdano
el libro de oro madura

signaturas cifras figuras diagramas


signos antiguos
salen de la oscuridad

el anciano de los días


pesa las páginas
del libro metálico

pesa el peso de las figuras


en una balanza
suspendida de un lugar inexistente

en donde fueron pesados


los reyes de Siamarán
que nunca fueron

todo es palabra
toda palabra significa
el vacío que la compone

el anciano de los días se autoexilia


se amalgama consigo mismo
y genera el desierto y el palacio

decide en la encrucijada
penetra su oscuro propósito
accede a la dimensión de su quietud

¿estás preparado para tomar la decisión?


no lo sabes
no lo sabrás nunca si no lo intentas

el rey construye
en el desierto
un palacio para su placer

colapsa la simetría de la esfera


las llamas se agitan
la luz se rompe

en el horizonte de los sucesos


una pálida luz
anuncia el fulgor
10
Microlitos
el curso del tiempo

río sin riberas

la cuerda anhela ser culebra

escucha el silencio

algo tiene que decir

un sí distinto en cada boca

todo es suceso

forma sin forma

figura sin figura

pájaros callados posados en los árboles

la mujer de arena

se abandona a la geografía del espacio

en el umbral de la puerta

reúne lo disperso

lo semejante aspira a lo semejante

el número de cuerdas se conserva

ayúdame a recordarme, le digo

la oigo decir, te doy tiempo

y añade, la mente es un desierto

que se va poblando de figuras


no somos realmente nosotros mismos

toda voz es eco de otra voz sin sonido que se escucha

el arca de todos nosotros naufraga en su momento de gloria

el niño ofrece sus ojos a los tallos del viento

reaparece el hombre con cabeza de recién nacido

metamorfosis benévola alternando con la funesta

el que vela no tiene alas y no persigue

el cuerpo es un asilo

bajo la piel las horas

en ninguna parte el tiempo

ser es ocupar un lugar en el abismo

la esfinge me clava los ojos

sucesión de momentos elocuentes movidos a resplandor

el viajero emprende la ascensión

el antes y el después

perspectivas parciales

recobra tus palabras de las manos errantes

escúchalas hacer de la nada lenguaje

arriésgate

no hay nadie en la luz


la llama nunca deja de lanzar sombras

presencia exacta

caminamos por las ruinas de un cielo inmenso

se cumple a lo lejos el paisaje

el pliegue del destino encarnado

abandónate a la escucha de la sombra del sonido

contiene en su totalidad la mente

lenta y ligera con su hermoso paso de elefante

no mueras en mí

sal de mi lengua

la mente crea lenguaje

hay luz dentro de mis ojos

atravieso las cortinas blancas

siento la suavidad de las palabras olvidadas

una palabra tan vieja que el silencio pueda aprender de ella

un poema es algo vivo que crece

espera paciente en la orilla

el ahogado te salvará

el soplo estaba perdido

canales invisibles y ríos


por ese camino vienen las cosas

todo se va de sí mismo a la busca de instinto

oscuro es el último poema

tiene motivos y no los oculta

pregúntate acerca de él

la realidad no está dada

ella exige que se la busque

concédete la autoiluminación

huracanes desde siempre

torbellinos de partículas

también está escrito

tendimos el silencio sobre ello

la piedra es hospitalaria

a ella acudimos

el muro derrumbado

el juego de las nuevas horas

una estrella tiene todavía luz

nada está perdido

al menos hay un templo

y un templo de cuerdas vocales junto a la torre


la eternidad está llena de ojos

vigila la unión tardía de los perseguidos

rostros entre la multitud

pétalos sobre una rama negra

auténticos rayos de sol

una salpicadura de fuego

ahora sale el sol en el signo del carnero

tiempo y espacio

la respuesta no es ni la vida ni la muerte

vivimos en la mente

subimos a la nave

izamos el mástil

desplegamos la vela

nos deslizamos por el mar verde

hay alas sobre las que volar

navegamos hasta el fin

llegamos al punto de partida

el círculo es perfecto

un paisaje en el que perderse

donde ocurren cambios silenciosos


Epilogo
Génesis del hidrógeno

4 4
4,00 1,00

4
4,00

2
2,00

6 6
6,00 1,20

8 8 8 8
8,00 1,33 1,60 2,00
Este es un diagrama de un proceso que produce hidrógeno a partir de la
luz como materia prima

Hay 8-intermedios implicados, así que tenemos en total 10-partículas


compuestas por cuerdas (C) unidas mediante nudos (N), en azul figura la
densidad (DC/N=C/N)

En la siguiente tabla las 10-partículas aparecen ordenadas de mayor a


menor densidad, abarcando el intervalo 1,00//8,00

En la tabla también aparecen los 10-poemas de El Tiempo vive la Mente


ordenados de mayor a menor densidad, también en el intervalo
1,00//8,00

La densidad de los poemas (DL/V=L/V) se ha calculado dividiendo el


número de líneas de texto (L) por el número de espacios vacíos (V) que
unen los grupos de versos

Se establece una equivalencia entre la relación cuerdas//nudos en una


partícula, y la relación versos//espacios en blanco en un poema

Las cuerdas que componen una partícula equivalen a las los versos que
componen un poema, los nudos que unen las cuerdas equivalen al espacio
vacío que une los grupos de versos

El mundo es un inmenso poema que está siendo escrito


C N DC/N L V DL/V

8 1 8,00 1 Sitiando en mi piel 216 27 8,00

6 1 6,00 2 Los pasajeros 144 18 8,00

4 1 4,00 3 El tiempo vive en la mente 51 9 5,67

4 1 4,00 4 El lobo 56 12 4,67

2 1 2,00 5 En mi principio 64 14 4,57

8 4 2,00 6 La torre de los libro 88 22 4,00

8 5 1,60 7 Todo es ritmo 75 20 3,75

8 8 6 1,33 8 Luz, fuego de lo profundo 73 24 3,04

6 6 5 1,20 9 Bajamos a la nave 54 18 3,00

4 4 4 1,00 10 Microlitos 100 100 1,00


ilustraciones
José Aledo Sarabia

texto
Manuel Susarte Rogel

https://es.scribd.com/doc/305517575/CRONICA-EKARKO-indice-28-7-22

https://es.scribd.com/user/167556943/Manuel-Susarte-Rogel

https://archive.org/search?query=manuel+susarte&sort=-date

manuelsusarte@hotmail.com

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