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Laboral 211009

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Materia Laboral (Guía de Estudios)

1. ¿Cómo puede acreditarse la personalidad del apoderado del


trabajador en el juicio laboral?

RESPUESTA: las Juntas podrán tener por acreditada la personalidad de


los representantes de los trabajadores o sindicatos sin sujetarse a las reglas de
aquel precepto, de lo que deriva que el trabajador puede otorgar el mandato en
forma distinta a las mencionadas, como podría ser en el escrito de demanda
laboral, que puede surtir plenos efectos, si a juicio de la Junta quien comparece en
nombre del trabajador realmente lo representa, siempre y cuando la conclusión
sea fundada y motivada, y en su actuar no alteren los hechos ni incurran en
defectos de lógica en su raciocinio.

Tesis: 2a./J. 81/2005.


PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. PUEDE ACREDITARSE
CON DOCUMENTO DISTINTO DE PODER NOTARIAL O CARTA PODER
CUANDO SE TRATE DEL APODERADO DEL TRABAJADOR. El artículo 692,
fracción I, de la Ley Federal del Trabajo dispone que cuando el compareciente
actúe como apoderado de una persona física, podrá hacerlo mediante poder
notarial o carta poder; correlativamente, el numeral 693 establece que las Juntas
podrán tener por acreditada la personalidad de los representantes de los
trabajadores o sindicatos sin sujetarse a las reglas de aquel precepto, de lo que
deriva que el trabajador puede otorgar el mandato en forma distinta a las
mencionadas, como podría ser en el escrito de demanda laboral, que puede surtir
plenos efectos, si a juicio de la Junta quien comparece en nombre del trabajador
realmente lo representa, siempre y cuando la conclusión sea fundada y motivada,
y en su actuar no alteren los hechos ni incurran en defectos de lógica en su
raciocinio. Contradicción de tesis.

2. En un juicio de amparo indirecto, el trabajador (actor en el juicio)


reclama una interlocutoria emitida por la Junta laboral en la que determina
tener por acreditada la personalidad del apoderado del demandado. Al rendir
su informe con justificación, la autoridad responsable manifiesta y acredita
que en el juicio laboral ya se emitió el laudo correspondiente. En este
supuesto, ¿se actualiza alguna causal de improcedencia del juicio de
garantías?

RESPUESTA: Se actualiza la causal de improcedencia prevista en el


artículo 73, fracción X, primer párrafo, de la Ley de Amparo (CAMBIO DE
SITUACIÓN JURÍDICA).

Tesis: P./J. 110/2004.


PERSONALIDAD. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO PROMOVIDO EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME
ESA CUESTIÓN EN EL INCIDENTE RESPECTIVO, AL DICTARSE EN EL
PROPIO PROCEDIMIENTO LABORAL EL LAUDO QUE LE PONE FIN, POR
CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA. Se actualiza la causal de improcedencia
prevista en el artículo 73, fracción X, primer párrafo, de la Ley de Amparo, cuando
en el juicio de garantías indirecto se reclama la resolución incidental que decide
sobre la personalidad de alguna de las partes, si en el propio procedimiento
laboral de donde emana tal interlocutoria, la autoridad responsable dicta el laudo
con el que concluye el juicio, ya que en este caso opera un cambio de situación
jurídica que torna irreparablemente consumadas las violaciones alegadas, porque
no es posible analizarlas para decidir sobre la constitucionalidad de la resolución
reclamada, sin afectar la nueva situación jurídica que se origina con el
pronunciamiento del laudo, lo que actualiza la causa de improcedencia de mérito.
Contradicción de tesis.

3. Dentro del juicio laboral 15/2007, el actor presenta un escrito en el


que desiste en forma expresa de la acción que ejercitó en contra de la parte
patronal. La Junta de Conciliación y Arbitraje emite un proveído en el que
determina no acordar favorablemente tal desistimiento. En este caso, ¿cuál
es la vía de amparo en la que debe impugnarse dicho acto de autoridad?

RESPUESTA: Amparo indirecto o biinstancial.

Tesis: 2a./J. 10/2002.


DESISTIMIENTO EXPRESO DE LA ACCIÓN LABORAL. EL AUTO DE
LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE POR EL QUE ESTABLECE QUE
NO HA LUGAR A TENERLO POR FORMULADO, ES IMPUGNABLE A TRAVÉS
DEL AMPARO INDIRECTO, POR SER UN ACTO DE EJECUCIÓN
IRREPARABLE. Aun cuando, por regla general, los actos dentro de juicio o
intraprocesales que ocasionen agravio a los gobernados deben reclamarse en la
vía del amparo directo como violaciones al procedimiento, siempre que afecten las
defensas del quejoso y trasciendan al resultado del fallo, tal como lo prevén los
artículos 107, fracción III, inciso a), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 158, párrafo primero, de la Ley de Amparo, cuando tales
actos tienen sobre las personas o las cosas una ejecución que sea de imposible
reparación, es decir, afectan de modo directo e inmediato derechos sustantivos, o
bien, producen una afectación a las partes en grado predominante o superior,
tratándose de derechos de carácter adjetivo o procesal, en forma excepcional
debe proceder el amparo indirecto ante Juez de Distrito, como lo dispone el
artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo. En ese tenor, el auto de la Junta de
Conciliación y Arbitraje por el que establece que no ha lugar a tener por desistida
a la parte actora de la acción intentada, al ser un acto constitutivo, puesto que de
él depende la prosecución del proceso, causa un perjuicio inmediato de imposible
reparación que exige ser enmendado a través del amparo indirecto, pues afecta
de manera cierta e inmediata el derecho sustantivo de justicia pronta, expedita,
completa, imparcial y gratuita consagrado en el artículo 17 de la Constitución
Federal, ya que la sentencia definitiva que se llegue a dictar, aun siendo favorable
al quejoso, no lo restituiría en el goce del derecho que le otorga el propio
Ordenamiento Supremo. Contradicción de tesis.

4. Los artículos 714 y 762, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo,


disponen: “Artículo 714. Las actuaciones de las Juntas deben practicarse en
días y horas hábiles, bajo pena de nulidad, siempre que esta Ley no
disponga otra cosa". “Artículo 762. Se tramitarán como incidentes de previo
y especial pronunciamiento las siguientes cuestiones.- I. Nulidad;…”. Una
vez que lea los artículos transcritos, conteste la siguiente pregunta. En el
auto admisorio de una demanda laboral, la Junta señala día y hora para la
celebración de la audiencia de ley; sin embargo, dicha audiencia se lleva a
cabo en la fecha señalada, pero a una hora distinta de la que para tal efecto
se fijó. En tal supuesto, ¿en qué vía debe impugnarse esa violación?

RESPUESTA: A través del juicio de amparo directo, como violación


procesal, dado que la infracción cometida no está prevista expresamente como
causal del nulidad, además de que, si se toma en cuenta que el procedimiento se
agota al concluir la audiencia, y quedan los autos en estado de resolución, ya no
es posible plantear el incidente de nulidad.

Tesis: 2a./J. 48/99


AUDIENCIA DE LEY EN EL JUICIO LABORAL. SU REALIZACIÓN A
UNA HORA DISTINTA A LA SEÑALADA EN EL ACUERDO RESPECTIVO
CONSTITUYE UN HECHO QUE PUEDE SER PLANTEADO COMO UNA
VIOLACIÓN AL PROCEDIMIENTO EN EL AMPARO DIRECTO. Conforme a los
artículos 873 y 874 de la Ley Federal del Trabajo, la Junta debe dictar acuerdo
que señale el día y hora para la celebración de la audiencia de conciliación,
demanda y excepciones, ofrecimiento y admisión de pruebas; ordenar la
notificación personal de ese acuerdo a las partes con una anticipación de diez días
y proveer lo procedente cuando se omita alguna notificación a fin de que aquéllas
queden enteradas de la fecha y hora en que se celebrará la audiencia. Sin
embargo, el artículo 714 de la misma ley consigna como causa de nulidad
únicamente el que las actuaciones no se practiquen en días y horas hábiles, pero
nada establece para el supuesto en que no se celebren precisamente a la hora
señalada, de lo que se sigue que para ese evento no existe causa expresa de
nulidad de la actuación. Asimismo, si el procedimiento laboral se agota al concluir
la audiencia y quedan los autos en estado de resolución, ya no es posible plantear
posteriormente el incidente de nulidad, salvo que ello se hiciera dentro de la
misma audiencia celebrada fuera de la hora señalada. Por tanto, en el amparo
directo promovido en contra del laudo definitivo por quien fue parte en el juicio
laboral sí procede examinar el concepto de violación relativo a la infracción
procedimental consistente en haberse celebrado la audiencia de ley a una hora
distinta a la fijada, sin que proceda desestimarlo bajo el argumento de que no se
agotó el incidente de nulidad, en virtud de que no es causa legal expresa de
nulidad de la actuación relativa el evento referido, lo que, además, tendría que
plantearse en la propia audiencia y no con posterioridad, al agotarse con la misma
el procedimiento quedando los autos en estado de resolución, máxime si se
considera que a la materia laboral no es aplicable analógicamente la exigencia
prevista en los artículos 107, fracción III, inciso a), de la Constitución y 161,
fracción I, de la Ley de Amparo, exclusivamente para la materia civil, consistente
en que se impugne la violación en el curso mismo del procedimiento mediante el
recurso ordinario y dentro del plazo que la ley respectiva señale, ya que una y otra
materias son de naturaleza distinta y se rigen por procedimientos y principios
diferentes. Contradicción de tesis.

5. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, establece: “Contra


actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados,
en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a
las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares, procede la
revisión”. Ahora bien, para impugnar en amparo la interlocutoria dictada en
el incidente de liquidación de un laudo emitido en el juicio laboral, ¿es
necesario agotar previamente el recurso de revisión?

RESPUESTA: NO. Porque la resolución interlocutoria que le pone fin al


incidente de liquidación o el acuerdo que lo deseche de plano, no forman parte del
procedimiento de ejecución del laudo, en primer lugar, porque es emitido por la
Junta y no únicamente por su presidente y, en segundo lugar, porque en esa
resolución sólo se establece el importe líquido de las prestaciones de la condena,
lo cual constituye un requisito previo para hacer ejecutable el laudo; de ahí que
dichas resoluciones no puedan reputarse como actos de ejecución impugnables a
través del recurso de revisión establecido en el artículo 849 de la Ley Federal del
Trabajo

Tesis: 2a./J. 67/2000.


INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE LAUDO. COMO LA
INTERLOCUTORIA QUE LO RESUELVE, O EL ACUERDO QUE LO DESECHA,
NO FORMAN PARTE DEL PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN, NO PROCEDE
EL RECURSO DE REVISIÓN ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 849 DE LA
LEY FEDERAL DEL TRABAJO, ANTES DE INTENTAR EL AMPARO
INDIRECTO. La interpretación armónica de los artículos 761 al 765, 843 y 946 de
la Ley Federal del Trabajo, permite concluir que si al emitir el laudo
correspondiente en un juicio laboral, la Junta omite cuantificar el importe de la
condena por la que se deberá despachar ejecución, cualquiera de las partes
puede promover el incidente de liquidación respectivo, debiéndose estimar que la
resolución interlocutoria que le pone fin o el acuerdo que lo deseche de plano, no
forman parte del procedimiento de ejecución del laudo, en primer lugar, porque es
emitido por la Junta y no únicamente por su presidente y, en segundo lugar,
porque en esa resolución sólo se establece el importe líquido de las prestaciones
de la condena, lo cual constituye un requisito previo para hacer ejecutable el
laudo; de ahí que dichas resoluciones no puedan reputarse como actos de
ejecución impugnables a través del recurso de revisión establecido en el artículo
849 de la Ley Federal del Trabajo. Por lo que en esas condiciones, no cabe agotar
este recurso antes de promover en su contra la demanda de amparo, que debe
ser indirecto en términos del artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis.

6. En un procedimiento laboral, la Junta señala como lugar de


desahogo de la pericial médica ofrecida por el demandado, un lugar
marcadamente distante del domicilio del trabajador. En contra de ese auto,
este último promueve juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito al que se
turna el asunto, desecha la demanda de garantías bajo el argumento de que
el acto reclamado es una violación procesal impugnable en el amparo
directo que, en su caso, se promueva contra el laudo respectivo. En ese
caso, ¿es jurídicamente correcta la determinación del juzgador de amparo?

R.- No, porque es un acto de ejecución irreparable, en tanto que afecta el


patrimonio del quejoso y trasciende a su esfera de derechos sustantivos, pues es
un gasto que no podría recuperar aunque el laudo le fuera favorable.

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 67/2000, que


derivó de la contradicción de tesis 176/2007-SS (se corrigió y sustituyó el texto de
la jurisprudencia inicialmente emitida al resolver la contradicción 8/97):

PRUEBA PERICIAL MÉDICA EN MATERIA LABORAL. LA CONDICIÓN DE


QUE EL TRABAJADOR SE TRASLADE A UN LUGAR DIVERSO AL EN QUE
RESIDE PARA SU DESAHOGO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL
DE IMPOSIBLE REPARACIÓN QUE HACE PROCEDENTE EL AMPARO
INDIRECTO Y, POR LO MISMO, NO PUEDE CONSIDERARSE ANÁLOGA A
LAS PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 159 DE LA LEY DE AMPARO, LO QUE
IMPOSIBILITA IMPUGNARLA EN LA VÍA DIRECTA. Si bien es cierto que la
regla general establecida en la fracción III del artículo 159 de la Ley de Amparo
determina que en los juicios seguidos ante tribunales civiles, administrativos o del
trabajo, se considerarán violadas las leyes del procedimiento y que se afectan las
defensas del quejoso cuando no se le reciban las pruebas que legalmente haya
ofrecido o cuando no se reciban conforme a la ley, debiendo ser en el amparo
directo, que contra el laudo correspondiente se interponga, cuando deba hacerse
valer tal violación, también lo es que esta regla encuentra una excepción en la
fracción IV del artículo 114 de la propia ley, la cual prevé la procedencia del
amparo indirecto contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las
cosas una ejecución de imposible reparación, entendiéndose por ésta la
afectación a derechos sustantivos contenidos en las garantías individuales
consagradas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que no
serán susceptibles de reparación aun cuando se dicte un laudo favorable al
quejoso. Ahora bien, tratándose de un proceso laboral en el que están en juego
intereses de la clase obrera y en el que deben seguirse ciertos principios como el
de suplencia de la queja, economía, sencillez y no existencia de costas judiciales,
la circunstancia de que la Junta responsable señale como lugar de desahogo de
la prueba pericial en medicina del trabajo un lugar diverso al del domicilio del
demandante y una fecha lejana implica, por un lado, erogación patrimonial que
trasciende a los derechos sustantivos de éste, en tanto condiciona el desahogo de
la referida probanza a la capacidad económica que el obrero tenga para
trasladarse al lugar indicado; además, aunque tuviera la capacidad para hacerlo,
sería un gasto que no podría recuperar aunque el laudo le fuera favorable y, por
otro, debe tomarse en consideración que un plazo prolongado para el desahogo
de la prueba pericial médica podría resultar perjudicial para la salud del
trabajador. De lo anterior se concluye que tales actos deben considerarse como
de imposible reparación y, por tanto, en su contra procede el amparo indirecto, sin
que dicha violación procesal pueda considerarse como un caso análogo a los que
ejemplificativamente menciona el indicado artículo 159, pues se afecta un derecho
sustantivo, lo cual excluye la posibilidad de impugnarla en el juicio de garantías en
la vía directa como una violación procesal que solamente afecta derechos
adjetivos.

7. En el procedimiento laboral una de las partes exhibe una copia


fotostática de un documento privado, solicita su compulsa con el original
“para el caso de objeción” y señala el lugar donde se encuentra. En este
supuesto, la compulsa o cotejo ¿necesariamente está condicionado a que el
documento sea objetado?

RESPUESTA: No es necesario que efectivamente se objete ese


documento para que la Junta ordene su perfeccionamiento, pues implicaría
desvirtuar el propósito del oferente de mejorar el valor del documento, además de
ser ilógico que el perfeccionamiento dependiera de la voluntad de la contraparte, y
de que el artículo 807 de la Ley Federal del Trabajo permite el perfeccionamiento
sin sujetarlo a la existencia de la objeción.

Tesis: 2a./J. 44/2005


DOCUMENTO PRIVADO EN COPIA SIMPLE O FOTOSTÁTICA. EL
OFRECIDO EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 798 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, NO REQUIERE QUE SEA OBJETADO PARA QUE LA JUNTA LO
MANDE PERFECCIONAR. Cuando se ofrece como prueba un documento privado
en copia simple o fotostática y se solicita, además, su compulsa o cotejo con el
original "para el caso de objeción", señalando el lugar en que se encuentre, en
términos del artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo, no es necesario que dicho
documento sea efectivamente objetado para que la Junta ordene su
perfeccionamiento a través de la compulsa o cotejo propuesto, porque ello
implicaría desvirtuar el propósito perseguido por el oferente consistente en mejorar
el valor probatorio del documento para salvar la objeción que pudiere hacerse,
además de que sería ilógico que el perfeccionamiento dependiera de la voluntad
de su contraparte, esto es, de que decida o no objetarlo, máxime que la Ley
Federal del Trabajo establece la posibilidad de perfeccionar ese tipo de
documentos sin la condición de la objeción aludida, como se desprende de su
artículo 807, de manera que debe considerarse que el perfeccionamiento ofrecido
para el caso de objeción no está condicionado a que aquélla exista.

8. Dentro de un procedimiento laboral, la Junta requiere al


demandado para que conteste por escrito la demanda presentada por el
actor; sin embargo, no lo apercibe para que, en caso de no hacerlo, la
demanda se tendrá por contestada en sentido afirmativo. ¿Este proveído es
impugnable en amparo indirecto?

RESPUESTA: No.
Tesis: 2a./J. 69/2000.
CONTESTACIÓN A LA DEMANDA EN MATERIA LABORAL. EL
REQUERIMIENTO FUNDADO EN EL ARTÍCULO 685 DE LA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO QUE ORDENA QUE ÉSTA SE PRODUZCA POR ESCRITO, SIN
APERCIBIMIENTO DE QUE SI NO SE HACE ASÍ SE TENDRÁ POR
CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO, NO ES ACTO DE IMPOSIBLE
REPARACIÓN IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. El auto fundado en el
artículo 685 de la Ley Federal del Trabajo que requiere a la demandada para que
produzca por escrito su contestación, sin apercibimiento de que si no se hace así
se tendrá por contestada en sentido afirmativo, es un acto en el juicio que no
puede reclamarse en amparo indirecto, pues no es de imposible reparación, ya
que tales actuaciones tienden a lograr la agilidad y brevedad del proceso,
situación que únicamente se relaciona con las etapas del juicio y no con derechos
sustantivos. Ello es así, pues aun cuando la demanda se tuviera por contestada en
sentido afirmativo, todavía existe la posibilidad de que el demandado pueda
obtener un laudo favorable al final del juicio, que torne intrascendentes las
violaciones que pudieran derivarse del requerimiento de contestación escrita de la
demanda, ya que la Junta deberá examinar si los hechos tenidos por ciertos
justifican la acción ejercida y si el actor tiene derecho a las prestaciones
reclamadas; en conclusión, la ejecución irreparable debe presentarse en forma tal,
que la violación no pueda ser remediada con el dictado de un laudo favorable; por
lo anterior, el amparo indirecto que en su caso se promueva, es improcedente en
términos de lo dispuesto en la fracción XVIII del artículo 73 en relación con el
artículo 114, fracción IV, interpretado en sentido contrario, ambos de la Ley de
Amparo

9. En un procedimiento laboral, antes de la celebración de la


audiencia de ley, la Junta abre un incidente para determinar la procedencia
de la insumisión al arbitraje promovida por el demandado (patrón). Al emitir
la interlocutoria correspondiente, la Junta declara procedente dicho
incidente, esto es, determina que es procedente la negativa del patrón a
someter sus diferencias al arbitraje y ordena el archivo del expediente. En
ese caso, ¿en qué vía debe impugnarse dicha interlocutoria?

RESPUESTA: En amparo directo.


Tesis: 2a./J. 125/2004

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE LA


DECLARA PROCEDENTE Y ORDENA EL ARCHIVO DEL EXPEDIENTE AL
DAR POR CONCLUIDO EL JUICIO LABORAL, PROCEDE EL AMPARO
DIRECTO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE SE HAYA EMITIDO EN UN
INCIDENTE TRAMITADO ANTES DE LA AUDIENCIA DE LEY. La resolución en
que una Junta de Conciliación y Arbitraje declara procedente la negativa del
patrón a someter sus diferencias al arbitraje y ordena el archivo del expediente,
agota la litis natural con independencia de que se emita en un incidente tramitado
antes de la audiencia de ley, de donde resulta claro que es de aquellas
resoluciones a que se refiere el último párrafo del artículo 46 de la Ley de Amparo,
pues si bien no decide la controversia dentro del aludido procedimiento ordinario,
sí da por terminado el juicio y ordena el archivo del expediente, lo cual implica que
en su contra procede el amparo directo y que las pruebas conforme a las cuales
se analizará su constitucionalidad, obran en el expediente laboral, por lo que no es
aceptable la razón que pretende justificar el trámite de la vía indirecta con el objeto
de recibir nuevos elementos de convicción en relación con las violaciones
alegadas en la demanda de garantías, máxime si de acuerdo con la técnica del
amparo no es jurídico atender a situaciones diversas a las probadas en el
procedimiento relativo para resolver sobre la constitucionalidad del acto reclamado
que dio por concluido el juicio.

10. ¿Cuál es el momento procesal en el que, por regla general, debe


plantearse la objeción de la personalidad del apoderado del demandado que
comparece a la audiencia de ley que se celebra en un juicio laboral?

RESPUESTA: la objeción de falta de personalidad en el juicio laboral, por


regla general, debe plantearse en la audiencia de ley, específicamente en la etapa
de demanda y excepciones.

Tesis: 2a./J. 110/2007.


PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. LAS OBJECIONES,
SALVO CASOS DE EXCEPCIÓN, DEBERÁN HACERSE EN LA ETAPA DE
DEMANDA Y EXCEPCIONES. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación al resolver las contradicciones de tesis 19/2001-SS y 43/2005-SS,
sostuvo que la objeción de falta de personalidad en el juicio laboral, por regla
general, debe plantearse en la audiencia de ley, específicamente en la etapa de
demanda y excepciones, porque en ella se fija la controversia laboral al exponerse
las pretensiones y las excepciones de las partes, además de que por una sola vez
pueden replicar y contrarreplicar, ya que de lo contrario, deberá entenderse que
los contendientes se reconocieron mutuamente la personalidad con la que acuden
al juicio; sin embargo, en el caso de la designación de nuevos apoderados o la
sustitución de los existentes de alguna de las partes con posterioridad a esa
etapa, la contraparte podrá plantear la objeción correspondiente en el plazo de 3
días, conforme al artículo 735 de la Ley Federal del Trabajo, debiéndose ajustar la
tramitación correspondiente a lo dispuesto por los artículos 761 y 762 del
ordenamiento legal mencionado y resolver lo conducente una vez que hayan sido
escuchadas las partes. Contradicción de tesis.

11. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Contra


actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados,
en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a
las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares, procede la
revisión”. Una vez que lea el precepto transcrito, conteste la siguiente
pregunta:
Se promueve un juicio de amparo indirecto en el que la quejosa
reclama el auto dictado por el Presidente de una Junta de Conciliación y
Arbitraje, por el que se le desecha una tercería excluyente de preferencia. El
juez de Distrito al que se turna el asunto, desecha la demanda de garantías
bajo el argumento de que la quejosa, previamente a la promoción del amparo
indirecto, debió agotar el recurso de revisión a que se refiere el artículo 849
de la Ley Federal del Trabajo. ¿Es jurídicamente correcta esta
determinación?

RESPUESTA: Es incorrecta la decisión del Juez, pues para la procedencia


del juicio de amparo no es necesario agotar el recurso de revisión previsto en el
artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo por no preverse dicho supuesto en la
ley, ya que este medio ordinario de impugnación sólo procede en contra de los
actos de los presidentes dictados "en ejecución" de las diversas resoluciones que
ponen fin a las tercerías, emitidas por el Pleno, por la Junta Especial o por la de
Conciliación que conozca del juicio principal en términos de lo dispuesto en el
artículo 977 de la propia ley.

Tesis: 2a./J. 114/2000

TERCERÍA EXCLUYENTE DE PREFERENCIA. PARA LA


PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DEL AUTO DICTADO
POR EL PRESIDENTE DE UNA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE QUE
LA DESECHA, NO ES NECESARIO AGOTAR EL RECURSO DE REVISIÓN A
QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 849 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. El
aludido precepto de la legislación laboral federal establece la procedencia del
recurso de revisión en contra de los actos de los presidentes, actuarios o
funcionarios legalmente habilitados en los supuestos siguientes: a) en ejecución
de los laudos; b) en ejecución de los convenios; c) en ejecución de las
resoluciones que ponen fin a las tercerías; y d) los dictados en las providencias
cautelares. Ahora bien, si el acto reclamado consiste en la resolución dictada por
el presidente de una Junta Local de Conciliación y Arbitraje que desecha una
tercería excluyente de preferencia, no es necesario para la procedencia del juicio
de amparo agotar el recurso de revisión previsto en el artículo 849 de la Ley
Federal del Trabajo por no preverse dicho supuesto en la ley, ya que este medio
ordinario de impugnación sólo procede en contra de los actos de los presidentes
dictados "en ejecución" de las diversas resoluciones que ponen fin a las tercerías,
emitidas por el Pleno, por la Junta Especial o por la de Conciliación que conozca
del juicio principal en términos de lo dispuesto en el artículo 977 de la propia ley.
Contradicción de tesis.

12. ¿En qué vía debe impugnarse el proveído mediante el cual una
Junta laboral niega la admisión de la demanda respecto de varios
codemandados a los que se reclaman las mismas prestaciones que las
exigidas al enjuiciado contra quien sí se admitió el juicio?

RESPUESTA: El juicio de amparo directo, por ser una violación procesal


que no tiene una ejecución de imposible reparación.

Tesis: 2a./J. 117/2000

DEMANDA LABORAL. EL ACUERDO QUE NIEGA SU ADMISIÓN


RESPECTO DE UNO O VARIOS CODEMANDADOS A LOS QUE SE
RECLAMAN IDÉNTICAS PRESTACIONES QUE A AQUEL POR EL QUE SE
SIGUE EL JUICIO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL RECLAMABLE
EN AMPARO DIRECTO. De lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso
a), y V, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 44, 114,
fracción IV y 158 de la Ley de Amparo, se desprende que el juicio de amparo
directo procede contra sentencias definitivas o laudos y resoluciones que pongan
fin al juicio, respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que
puedan ser modificados o reformados, ya sea que las violaciones se cometan en
las resoluciones motivo de impugnación, o se hubieran cometido durante el
procedimiento correspondiente, a condición, en este último caso, de que afecten
las defensas del quejoso y trasciendan al resultado del fallo. También puede
inferirse, en contraposición a esa regla general de procedencia del amparo
uniinstancial, que el amparo indirecto procede, entre otros supuestos, contra actos
en el juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, actualizándose ésta
cuando el acto reclamado produzca violación a algún derecho sustantivo del
quejoso. De lo anterior se concluye que el auto dictado por una Junta de
Conciliación y Arbitraje que niega a tener como demandados a uno o varios de los
que se señalan en una demanda laboral, a quienes se les reclaman las mismas
prestaciones que a aquel por el que se sigue el juicio, constituye una violación a
las leyes procesales que no puede considerarse de imposible reparación, en virtud
de que las pretensiones del actor pueden quedar satisfechas si obtiene laudo en el
que se condene al demandado por el que se siga el juicio, y en caso de que el
laudo que se dicte en esas condiciones fuera adverso a los intereses del actor,
con su emisión se patentiza la trascendencia de la violación procesal, máxime que
la negativa acusada, al actualizarse, no contraviene algún derecho sustantivo del
quejoso, lo que determina que no pueda calificarse como un acto dentro de juicio
de imposible reparación, ya que sus efectos son meramente procesales, por ello
es evidente que resulta impugnable en términos de lo previsto en el artículo 158
de la Ley de Amparo, a través del juicio de amparo directo. Contradicción de tesis.
13. ¿En qué casos es procedente el juicio de amparo indirecto que
promueve el trabajador en contra de la determinación de la junta que niega la
admisión de la prueba pericial contable que ofreció en relación con la
contabilidad de su contraparte?

RESPUESTA: En ninguno, porque el amparo indirecto es improcedente.

Tesis: 2a./J. 24/2006.


PERICIAL CONTABLE OFRECIDA POR EL QUEJOSO EN LA
CONTABILIDAD DE SU CONTRAPARTE EN EL JUICIO NATURAL. CONTRA
SU DESECHAMIENTO ES IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO.
Conforme a los artículos 107, fracción III, inciso b), de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, los actos
dictados durante el juicio sólo pueden impugnarse en amparo indirecto cuando
tengan una ejecución de imposible reparación. Por otra parte, el Tribunal en Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis P. LVII/2004, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XX,
octubre de 2004, página 9, con el rubro: "ACTOS DE EJECUCIÓN
IRREPARABLE. CRITERIOS PARA DETERMINAR LA PROCEDENCIA O
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.", sostuvo que los
actos dentro del juicio tienen una ejecución de imposible reparación cuando sus
consecuencias afectan de manera directa e inmediata alguno de los derechos
sustantivos previstos en la Constitución Federal o producen a las partes una
afectación en grado predominante o superior. En congruencia con lo anterior, se
concluye que el amparo indirecto es improcedente contra el desechamiento de la
prueba pericial contable ofrecida por el quejoso sobre la contabilidad de su
contraparte en el juicio natural, por tratarse de un acto procesal que no tiene una
ejecución de imposible reparación, pues sus consecuencias no afectan de manera
cierta e inmediata alguno de sus derechos sustantivos, ni producen una afectación
a las partes en el juicio en grado predominante o superior, ya que sólo ocasiona
que no se acumulen al acervo probatorio de ese juicio los resultados que pudiera
arrojar el desahogo de la prueba respectiva, lo cual afecta únicamente derechos
adjetivos que pueden repararse, pues si el oferente obtiene sentencia favorable, la
violación no trascendería al resultado del fallo en su perjuicio, y si le fuera
desfavorable, podría reclamarla en amparo directo en términos de la fracción III
del artículo 159 de la Ley de la materia, haciendo valer el desechamiento como
violación procesal, en su caso. Contradicción de tesis.

14. Para acreditar la inconstitucionalidad del acto reclamado en un


juicio de amparo en materia laboral, el quejoso ofrece la prueba testimonial,
sin embargo, no proporciona el nombre de sus testigos. Ante esa omisión,
¿cómo debe proceder el juez de Distrito?

RESPUESTA: Debe requerir al oferente a efecto de que subsane tal


omisión.

Jurisprudencia P./J. 75/2001

TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. ES REQUISITO DE FORMA


QUE AL OFRECERSE, SE PROPORCIONE EL NOMBRE DE LOS TESTIGOS.
Una correcta interpretación de lo dispuesto en el artículo 151 de la Ley de Amparo,
inspirada en los principios de seguridad, igualdad y certeza jurídica, en relación
con lo previsto en los artículos 165, 167, 174, 176, 179 y 182 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a aquella ley, en términos de
su artículo 2o., conduce a evidenciar que si bien dichos preceptos no establecen la
obligación de dar el nombre de los testigos, de su análisis se infiere que el Juez
deberá conocer el nombre de aquéllos, a efecto de llevar a cabo la preparación de
dicha prueba, ya sea a virtud de los que deba citar, de sustanciar un exhorto, o
bien, al protestarlos, por lo que el oferente de la prueba testimonial deberá,
previamente a la celebración de la audiencia constitucional, proporcionar el
nombre de las personas que rendirán su testimonio, a fin de que las partes en
litigio constitucional, así como el Juez Federal, tengan conocimiento, con
precisión, de las personas que lo prestarán y de esta manera estén en aptitud de
determinar su idoneidad, permitiendo que se formulen y preparen oportunamente,
por escrito o verbalmente, las repreguntas y, en su caso, la posible impugnación
de dicha idoneidad, lo que se traducirá en otorgar a las partes la misma igualdad
procesal para hacer valer sus derechos y ejercer sus defensas, brindándoles así
certeza jurídica, circunstancia esta que no puede tenerse por satisfecha si la
probanza se ofrece sin la indicación de los nombres de los testigos, por lo que en
este supuesto deberá requerirse al oferente a efecto de que subsane tal omisión.
Contradicción de tesis 10/97.

15. Juan N., ostentándose como tercero extraño por equiparación,


promueve juicio de amparo indirecto en el que reclama tanto la falta de
emplazamiento a un procedimiento laboral, como el laudo condenatorio
emitido en su contra en ese procedimiento, expresando conceptos de
violación respecto de los dos actos reclamados. En este caso, ¿cómo debe
proceder el juez de Distrito en caso de no advertir la actualización de alguna
causa de improcedencia?

RESPUESTA: Analizar la cuestión de fondo, Si determina que el


emplazamiento fue ilegal, se invalidarían todas las actuaciones posteriores,
incluyendo la resolución definitiva. Ahora si determina que el emplazamiento fue
legal, con ello descubre que el quejoso en realidad no fue extraño al procedimiento
correspondiente y, por tanto, la falta o indebida defensa que tuvo durante éste sólo
le es imputable a él mismo. En ese sentido, deben declararse inoperantes los
conceptos de violación expresados contra los actos posteriores al emplazamiento,
incluso en contra del laudo, toda vez que al haberse determinado la legalidad de
aquél, debe también considerarse que el impetrante de garantías estuvo en
posibilidad legal de hacer valer los medios de defensa procedentes en contra de
las resoluciones que le causaron algún perjuicio.

Tesis: P./J. 121/2005.


EMPLAZAMIENTO. SI EN AMPARO INDIRECTO SE IMPUGNA SU
ILEGALIDAD O AUSENCIA EN UN JUICIO LABORAL, ASÍ COMO EL LAUDO
RESPECTIVO, OSTENTÁNDOSE EL QUEJOSO COMO PERSONA EXTRAÑA
POR EQUIPARACIÓN, Y EL JUEZ DE DISTRITO RESUELVE QUE AQUÉL FUE
LEGAL, DEBE CONSIDERAR INOPERANTES LOS CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN ENDEREZADOS CONTRA EL LAUDO, Y NO REMITIR LA
DEMANDA A UN TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO PARA QUE
CONOZCA DE ELLOS. Es criterio reiterado del Tribunal en Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación que cuando el quejoso no fue emplazado al juicio o
fue citado en forma distinta de la prevenida por la ley, se le equipara a una
persona extraña a juicio, por lo que el conocimiento del amparo en esos supuestos
compete a un Juez de Distrito y no a un Tribunal Colegiado de Circuito, de
conformidad con los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, porque en esa
vía el quejoso puede aportar pruebas para demostrar la ausencia o la ilegalidad
del emplazamiento; además, este Alto Tribunal ha sostenido que de prosperar la
acción se invalidarían todas las actuaciones posteriores, incluyendo la resolución
definitiva. Sin embargo, cuando en el juicio de amparo indirecto el Juez de Distrito
estima que el emplazamiento fue legal, con ello descubre que el quejoso en
realidad no fue extraño al procedimiento correspondiente y, por tanto, la falta o
indebida defensa que tuvo durante éste sólo le es imputable a él mismo. En ese
sentido, deben declararse inoperantes los conceptos de violación expresados
contra los actos posteriores al emplazamiento, incluso en contra del laudo, toda
vez que al haberse determinado la legalidad de aquél, debe también considerarse
que el impetrante de garantías estuvo en posibilidad legal de hacer valer los
medios de defensa procedentes en contra de las resoluciones que le causaron
algún perjuicio; por tanto, si se estimara que deben estudiarse los argumentos
formulados en contra del laudo, se trastocarían todas las reglas del amparo, ya
que el demandado podría, a su arbitrio, comparecer o no al juicio ordinario, pese a
que hubiera sido bien emplazado. Contradicción de tesis.

EMPLAZAMIENTO, IRREGULARIDADES EN EL, Y ACTOS POSTERIORES.


SON IMPUGNABLES EN AMPARO INDIRECTO CUANDO EL QUEJOSO SE
OSTENTA COMO PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO POR EQUIPARACION. En
la jurisprudencia publicada con el rubro: "EMPLAZAMIENTO,
IRREGULARIDADES EN EL. SON RECLAMABLES EN AMPARO INDIRECTO
CUANDO EL QUEJOSO SE OSTENTA COMO PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO
POR EQUIPARACION." (último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación,
Tomo VI, Materia Común, página ciento sesenta y ocho), el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha determinado que cuando el quejoso no fue
emplazado al juicio o fue citado en forma distinta de la prevenida por la ley, se le
equipara a una persona extraña a juicio, por lo que el conocimiento del amparo en
esos supuestos compete a un Juez de Distrito y no a los Tribunales Colegiados
de Circuito, de conformidad con los artículos 107, fracción VII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley de Amparo;
y, porque además, en esa vía el quejoso cuenta con la posibilidad de aportar las
pruebas necesarias, para demostrar la ausencia o ilegalidad del emplazamiento.
Asimismo, ha precisado que, de prosperar la acción, se invalidarían todas las
actuaciones posteriores. Ahora bien, cuando se estima que el emplazamiento es
legal, o sea, en la hipótesis contraria a la señalada, y se reclaman los actos
posteriores al emplazamiento, como pueden ser la sentencia o laudo dictados en
el procedimiento respectivo, esto último no faculta al Juez de Distrito para
declararse legalmente incompetente para conocer de los actos posteriores al
emplazamiento, estimando que deben ser impugnados en el juicio de amparo
directo. Ciertamente, cuando se declara ilegal o inexistente el emplazamiento, el
amparo que se concede a la quejosa lógicamente no puede limitarse a esa
diligencia, sino que se extiende a todas sus consecuencias, comprendiendo
incluso actos, como pueden ser la sentencia definitiva, laudo o resolución que
haya puesto fin al juicio, así como los de ejecución, observándose en este punto
que la actuación del Juez no se limita a la concesión del amparo por cuanto
al emplazamiento, ni se declara incompetente para conocer de los restantes
actos, sino que su resolución abarca o comprende a todos los reclamados. Por la
misma razón, cuando el emplazamiento se estima legal, ello no conlleva declarar
la incompetencia del Juez de Distrito para conocer de los actos posteriores, pese
a que ellos, dentro de la regla general establecida por el artículo 158 de la Ley de
Amparo, sean impugnables en la vía directa, pues si se procediera de esa manera
se daría lugar a una violación al principio de indivisibilidad de la demanda y a la
posibilidad de la existencia de sentencias contradictorias. La competencia del
Juez de Distrito para conocer de los restantes actos reclamados una vez
establecida la legalidad del emplazamiento, deriva de la misma regla específica a
que se refieren los artículos 107, fracción VII, de la Constitución Federal y 114,
fracción V, de la Ley de Amparo, esto es, de la circunstancia de que la acción del
quejoso se sustentó en el hecho de que su situación se equipara a la de un
tercero extraño a juicio. Así, aunque se reclame también una sentencia definitiva,
laudo o resolución que ponga fin al juicio, el Juez debe seguir conociendo del
asunto y resolver como proceda en relación con estos actos, dado que la cuestión
relativa al emplazamiento se encuentra estrechamente vinculada con ellos al
constituir su presupuesto. Desde luego, en el procedimiento ante el Juez de
Distrito, las pruebas que el quejoso puede ofrecer y rendir en esa hipótesis,
únicamente son las referidas a la legalidad del emplazamiento y no las relativas a
los restantes actos, pues la aplicación de la regla específica se funda en la
posibilidad de permitir al quejoso demostrar la ilegalidad o ausencia del
emplazamiento, exclusivamente. Esta delimitación es necesaria porque, de otra
manera, se podrían afectar las defensas de la autoridad responsable y las del
tercero perjudicado. Evidentemente, si la premisa de que parte la acción del
quejoso, o sea de la ilegalidad o ausencia del emplazamiento, no se justifica,
queda sujeto a las consecuencias que puedan derivarse de dicha consideración,
dentro de las que pueden encontrarse la improcedencia del juicio por lo que
respecta a los actos posteriores al emplazamiento.
EMPLAZAMIENTO. LA FALTA O ILEGALIDAD DEL MISMO SON
IMPUGNABLES EN AMPARO INDIRECTO CUANDO EL QUEJOSO SE
OSTENTA COMO PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO POR EQUIPARACIÓN, NO
OBSTANTE QUE TENGA CONOCIMIENTO DE LA SENTENCIA, LAUDO O
RESOLUCIÓN DEFINITIVA DURANTE EL TRANSCURSO DEL TÉRMINO
PREVISTO EN LOS ARTÍCULOS 21 Y 22 DE LA LEY DE AMPARO. Cuando el
quejoso no fue emplazado al juicio o fue citado en forma distinta de la prevenida
por la ley, lo que le ocasionó el desconocimiento total del juicio, se le equipara a
una persona extraña a juicio, por lo que el conocimiento del amparo en estos
supuestos, compete a un Juez de Distrito y no a los Tribunales Colegiados de
Circuito de conformidad con lo dispuesto por la fracción VII del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por el artículo 114,
fracción V, de la Ley de Amparo; toda vez que el quejoso, por medio del amparo
indirecto, tiene la posibilidad de aportar ante el Juez, en la audiencia
constitucional, las pruebas necesarias para demostrar la falta de emplazamiento o
que el llamamiento que se le hizo al juicio se realizó en forma distinta a la prevista
en la ley, siempre y cuando el quejoso haya promovido la demanda de amparo
dentro del término que señalan los artículos 21 y 22 de la Ley de Amparo, pues
ello no hace que pierda su calidad de tercero extraño al juicio, pues la violación
cometida en su contra, la constituye precisamente esa falta de citación que lo
hace desconocedor y, por ende, extraño al juicio seguido en su contra. Sin que
tampoco sea obstáculo el que los artículos 158 y 159, fracción I, de la Ley de
Amparo, establezcan como violación reclamable en amparo directo esa falta o
ilegalidad del emplazamiento, ya que no es posible aplicar esos dispositivos
legales cuando el quejoso es persona extraña al juicio por equiparación y de
hacerlo, se le dejaría en estado de indefensión, porque no se le daría oportunidad
de acreditar la irregularidad del emplazamiento.

16. ¿En qué caso procede decretar de oficio la acumulación de


juicios de amparo en materia laboral que se encuentran en trámite ante
juzgados de Distrito distintos?

RESPUESTA: En ningún caso, la acumulación de oficio procede


únicamente respecto de juicios de amparo tramitados en un mismo Juzgado, en
cambio, la acumulación de expedientes tramitados en juzgados diversos, procede
sólo a instancia de parte.
Tesis: P./J. 51/2004.
ACUMULACIÓN EN AMPARO. SE PODRÁ DECRETAR DE OFICIO
CUANDO SE TRATE DE JUICIOS EN TRÁMITE ANTE UN MISMO JUZGADO
DE DISTRITO, PUES EN EL CASO DE LOS TRAMITADOS ANTE JUZGADOS
DISTINTOS, SÓLO PROCEDERÁ A INSTANCIA DE PARTE. De la interpretación
de los artículos 57 a 60 de la Ley de Amparo se advierte que en los juicios de
garantías que se encuentren en trámite ante los Jueces de Distrito podrá
decretarse su acumulación, a instancia de parte o de oficio, en los casos que
señala la ley; que será competente para conocer de la acumulación, así como de
los juicios acumulados, el Juez que hubiere prevenido, y que el más reciente se
acumulará al más antiguo; que la acumulación podrá decretarse tanto respecto de
los juicios de amparo que se sigan ante un mismo juzgado, como de los que se
sigan ante juzgados diferentes; y que es potestativo para los Jueces decretarla o
no. Ahora bien, como la facultad de decretar la acumulación de oficio se ejerce
unilateralmente, con potestad plena y sin tramitación alguna, no es factible que un
Juez de Distrito pueda hacerlo respecto de juicios que se sigan ante otro Juez,
porque en esta hipótesis la acumulación ya no sería de oficio, sino mediante la
necesaria concurrencia de dos voluntades, una que inicia el trámite sin poder
vinculante y otra que accede a la acumulación y que no obraría por impulso propio
ni a instancia de parte; luego, no es posible que, de oficio, un Juez de Distrito le
ordene a otro que esté conociendo de otros juicios de amparo, que le envíe los
autos, porque este último está en libertad de negarse a hacerlo por virtud de la
facultad discrecional de que goza. En consecuencia, la acumulación de oficio sólo
puede ejercerse respecto de los juicios de amparo que se tramitan ante un mismo
juzgado, mientras que la acumulación a instancia de parte podrá promoverse ante
cualquiera de los Jueces que estén conociendo de los juicios relacionados; sin
embargo, en caso de que el que reciba la solicitud advierta de las constancias de
autos que otro previno, conforme al sello fechador impreso en las demandas por la
oficialía respectiva, deberá declararse legalmente incompetente para conocer del
incidente de acumulación y remitir las constancias necesarias a aquél, a fin de que
lo resuelva. Contradicción de tesis 5/2002.

17. El artículo 773 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Se tendrá
por desistida de la acción intentada a toda persona que no haga promoción
alguna en el término de seis meses, siempre que esa promoción sea
necesaria para la continuación del procedimiento. No se tendrá por
transcurrido dicho término si están desahogadas las pruebas del actor o
está pendiente de dictarse resolución sobre alguna promoción de las partes
o la práctica de alguna diligencia, o la recepción de informes o copias que
se hubiesen solicitado.- Cuando se solicite que se tenga por desistido al
actor de las acciones intentadas, la Junta citará a las partes a una audiencia,
en la que después de oírlas y recibir las pruebas que ofrezcan, que deberán
referirse exclusivamente a la procedencia o improcedencia del desistimiento,
dictará resolución.” Una vez que lea el precepto transcrito, conteste lo
siguiente:
El demandado en un juicio laboral promueve incidente en el que
solicita se tenga al actor por desistido de la acción intentada en su contra,
en virtud de no haber formulado ninguna promoción en el término de seis
meses. Ahora bien, ¿cuál es el medio de impugnación en el que puede
reclamarse la interlocutoria que declare infundado dicho incidente?

RESPUESTA: El amparo indirecto.

Tesis: 2a./J. 41/99.


DESISTIMIENTO TÁCITO DE LA ACCIÓN LABORAL. LA
INTERLOCUTORIA QUE DECLARA INFUNDADO EL INCIDENTE PREVISTO
EN EL ARTÍCULO 773 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, ES
IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. Siguiendo los razonamientos del
Tribunal Pleno contenidos en la tesis de rubro "PERSONALIDAD. EN CONTRA
DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL
FONDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO (INTERRUPCIÓN PARCIAL DE
LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA BAJO EL RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN
CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE
PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES IMPROCEDENTE EL AMPARO
INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN AMPARO DIRECTO CUANDO SE
IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).", esta Segunda Sala advierte la
analogía existente entre el incidente de desistimiento tácito de la acción a que se
refiere el artículo 773 de la Ley Federal del Trabajo y el incidente de falta de
personalidad en el actor. Dicha analogía se presenta porque, en ambos casos, de
resultar fundados los incidentes, su efecto será dar por terminado el juicio al
quedar devastados los elementos integrantes de la acción; además, en ambos
supuestos, en caso de que prosperara la acción incidental, ello provocaría que no
se desplegara un juicio innecesario hasta su última consecuencia que es la
sentencia definitiva, en ese orden de ideas y partiendo de la base que donde
opera la misma razón debe aplicarse la misma disposición, en la especie, como
caso de excepción, debe concluirse que la interlocutoria que declara infundado el
incidente de desistimiento tácito de la acción genera una ejecución irreparable
para efectos de la fracción IV del artículo 114 de la Ley de Amparo, y por tales
razones, en su contra procede el amparo indirecto. Contradicción de tesis.

18. Manuel N. promueve demanda de amparo directo en contra de


una resolución dictada por una Junta de Conciliación y Arbitraje, respecto
de la cual técnicamente, procede amparo indirecto. El Tribunal Colegiado de
Circuito al que se turna el asunto, se declara incompetente y ordena remitir
la demanda y sus anexos al juez de Distrito que corresponda. En tal
supuesto, ¿cuál es la fecha que debe tomar en consideración el juez federal
para determinar la oportunidad en la presentación de la demanda de
amparo?

RESPUESTA: La fecha en que se presentó la demanda ante la autoridad


responsable.

Tesis: 2a./J. 25/2006.


DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO PRESENTADA COMO DIRECTO.
PARA DETERMINAR LA OPORTUNIDAD EN SU PROMOCIÓN DEBE
ATENDERSE A LA FECHA EN QUE SE PRESENTÓ ANTE LA AUTORIDAD
RESPONSABLE, AUN CUANDO EL TRIBUNAL COLEGIADO SE DECLARE
INCOMPETENTE Y LA REMITA AL JUZGADO DE DISTRITO. La Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha sostenido que las causas de improcedencia del juicio
de amparo deben acreditarse plenamente y no inferirse con base en presunciones,
y que la equivocación de la vía en que se presente la demanda correspondiente
no debe dar lugar a imposibilitar la defensa del quejoso ante actos que estima
lesivos de sus garantías individuales. En ese sentido, cuando en la demanda se
reclamen actos que se ubiquen en alguno de los supuestos del artículo 114 de la
Ley de Amparo, pero se dirija al Tribunal Colegiado de Circuito, debe estimarse
oportuna su promoción si es presentada dentro del plazo legal ante la autoridad
responsable, a pesar de que a la fecha en que se reciba en la Oficialía de Partes
de los Juzgados de Distrito haya transcurrido el plazo previsto para ello, y que en
esa demanda se expresen los antecedentes del acto reclamado, la protesta de
decir verdad o algún otro de los requisitos establecidos por el artículo 116 de la
Ley citada para la promoción del amparo indirecto; pues pretender desentrañar la
intención del impetrante con la mención de esos requisitos, llevaría a establecer la
vía de impugnación bajo indicios que constituyen un criterio subjetivo, siendo que
lo aplicable es un criterio objetivo que no dé lugar a dudas sobre la intención de
promover el amparo directo, como es la autoridad a la que se dirige y el lugar
donde se presenta la demanda. En consecuencia, si su presentación ante la
responsable ocurrió en tiempo, debe considerarse que la demanda de garantías
fue presentada oportunamente, con independencia de que el Tribunal Colegiado
de Circuito que la recibió se declare incompetente y que el Juez de Distrito ordene
su regularización, en cuanto a la satisfacción de los requisitos de la demanda de
amparo indirecto. Contradicción de tesis.

19. Durante la celebración de la audiencia de ley, concretamente en la


etapa de demanda y excepciones, el actor objeta la personalidad del
apoderado del demandado. En este supuesto ¿cómo debe proceder la Junta
laboral?

RESPUESTA: la personalidad de alguna de las partes en el juicio laboral


debe resolverse de plano, oyendo a las partes en la audiencia de ley, a efecto de
evitar dilaciones procesales innecesarias y con la única condición de que en la
resolución correspondiente, la Junta de Conciliación y Arbitraje exprese las
razones jurídicas que haya tomado en cuenta para resolver en los términos en que
lo haya hecho.

Tesis: 2a./J. 31/2001.


PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. LAS OBJECIONES QUE
AL RESPECTO SE REALICEN DEBERÁN RESOLVERSE DE PLANO, OYENDO
A LAS PARTES EN LA AUDIENCIA DE LEY. Si se toma en consideración que de
conformidad con la interpretación armónica de lo dispuesto en los artículos 761 a
763 de la Ley Federal del Trabajo, el incidente de falta de personalidad es un
incidente de previo y especial pronunciamiento que necesariamente debe ser
tramitado dentro del expediente principal en donde surgió la controversia y que
cuando sea promovido dentro de una audiencia o diligencia, se sustanciará y
resolverá de plano, resulta inconcuso que la objeción a la personalidad de alguna
de las partes en el juicio laboral debe resolverse de plano, oyendo a las partes en
la audiencia de ley, a efecto de evitar dilaciones procesales innecesarias y con la
única condición de que en la resolución correspondiente, la Junta de Conciliación
y Arbitraje exprese las razones jurídicas que haya tomado en cuenta para resolver
en los términos en que lo haya hecho. Lo anterior se encuentra robustecido con el
texto de la exposición de motivos de la reforma procesal a la Ley Federal del
Trabajo que entró en vigor el cuatro de enero de mil novecientos ochenta, del que
se desprende que el espíritu del legislador al incorporar tal reforma fue, entre
otros, el de agilizar la tramitación de los procedimientos, apoyándose para ello en
los principios de inmediatez y concentración procesal, motivo por el cual consideró
pertinente que las objeciones que se hagan valer en relación con la personalidad
de las partes en la audiencia de ley, deberán ser resueltas de plano en la misma
pieza de autos, oyendo a las partes en ese momento, sin que para el caso se
requiera de la tramitación de incidente formal alguno Contradicción de tesis.

20. El artículo 853 de la Ley Federal del Trabajo, dispone: “Procede la


reclamación contra las medidas de apremio que impongan los Presidentes
de las Juntas de Conciliación, de las Juntas Especiales y de las de
Conciliación y Arbitraje, así como de los auxiliares de éstas”. Ahora bien, en
una demanda de garantías se señala como acto reclamado el proveído
mediante el cual el Presidente de una Junta laboral apercibe al quejoso con
imponerle como medida de apremio un arresto por treinta y seis horas. En
este supuesto, ¿resulta procedente el juicio de amparo?

RESPUESTA: Procede amparo indirecto, porque el agraviado se halla en


riesgo inminente de privación de su libertad personal respecto de la cual opera
una excepción al principio de definitividad que rige en el juicio de amparo.

Jurisprudencia P./J. 17/98


ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. PROCEDE EL AMPARO EN
CONTRA DEL AUTO QUE APERCIBE CON SU IMPOSICIÓN, SIN NECESIDAD
DE AGOTAR LOS MEDIOS ORDINARIOS DE DEFENSA. No obsta para la
procedencia del amparo el hecho de que no se agote el medio de defensa
ordinario previsto en el ordenamiento respectivo, en contra del auto en el que se
manda apercibir al quejoso con la imposición de un arresto específico como
medida de apremio, porque siendo el auto que se reclama de carácter concreto e
individualizado, el agraviado se halla en riesgo inminente de privación de su
libertad personal, respecto de la cual opera una excepción al principio de
definitividad que rige en el juicio de amparo; máxime que en ningún medio
ordinario de defensa pueden plantearse cuestiones de constitucionalidad.
Contradicción de tesis Contradicción de tesis.
21. Se promueve un juicio de amparo en el que se señala como acto
reclamado una interlocutoria dictada dentro de un incidente de personalidad en un
juicio laboral. El informe justificado que rinda la autoridad responsable ¿puede ser
objetado de falso en cuanto a su autenticidad y contenido?

RESPUESTA: No, el informe justificado sólo puede objetarse en cuanto a


su autenticidad.

Jurisprudencia P./J. 5/2001

INFORME JUSTIFICADO. PUEDE SER OBJETADO DE FALSO SÓLO


EN CUANTO A SU AUTENTICIDAD. El artículo 153 de la Ley de Amparo autoriza
a objetar de falsos los documentos presentados por alguna de las partes; y en su
párrafo segundo precisa los alcances o la materia de tal objeción al señalar que lo
dispuesto en el propio precepto legal sólo da competencia al Juez para apreciar,
dentro del juicio de amparo, la autenticidad con relación a los efectos exclusivos
de dicho juicio, precisión que de por sí indica que la objeción de falsedad del
documento debe referirse a su autenticidad, es decir, a su continente y no a su
contenido, pues esto último será materia de análisis al emitirse la sentencia
correspondiente con base en los elementos probatorios aportados por las partes y
demás constancias de autos. De ahí que el documento público en el que la
autoridad responsable rinde su informe justificado sólo pueda ser objetado de falso
en cuanto a su autenticidad y no respecto de su contenido. Contradicción de tesis.

22. ¿En qué vía de amparo es impugnable la interlocutoria que


declara fundado el incidente de falta de personalidad promovido por el
demandado en contra del apoderado del actor?

RESPUESTA: A través del juicio de amparo directo, en atención a que


esa determinación constituye una resolución que pone fin al juicio.

Tesis: 2a./J. 7/99


PERSONALIDAD EN MATERIA LABORAL. POR REGLA GENERAL
DEBE RECLAMARSE EN AMPARO INDIRECTO, EXCEPTO CUANDO LA
JUNTA, DENTRO DEL JUICIO, DESCONOZCA O RECHACE LA DE QUIEN
COMPARECE POR EL ACTOR, O CUANDO, EN EL LAUDO, HAGA
PRONUNCIAMIENTO ESPECÍFICO SOBRE LA CUESTIÓN, CASOS EN LOS
CUALES PROCEDE EL AMPARO DIRECTO. Conforme al criterio actual del
Tribunal Pleno de la Suprema Corte, recogido en la tesis P. CXXXIV/96, publicada
en las páginas 137 a 139, del Tomo IV, noviembre de 1996, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, que se intitula
"PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA
CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO
(INTERRUPCIÓN PARCIAL DE LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA BAJO EL
RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA
LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN
AMPARO DIRECTO CUANDO SE IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).", la
regla general es que procede el amparo indirecto en contra de las resoluciones
que, previamente al fondo, dirimen una cuestión de personalidad en el juicio
ordinario laboral. De la misma ejecutoria aparece que esa regla tiene dos
excepciones, a saber: a) cuando la autoridad laboral dicte resolución en la que
desestime la personalidad de quien comparece como representante del actor, lo
cual pone fin al juicio sin decidirlo en lo principal; y, b) en el caso de que haga
pronunciamiento específico sobre la personalidad -de cualquiera de las partes- en
el laudo, el cual es definitivo, hipótesis en las que, conforme a los artículos 107,
fracción III, inciso a), de la Constitución Federal, 44, 46, tercer párrafo, y 158 de la
Ley de Amparo, procede el amparo directo. Contradicción de tesis.

23. ¿A través de qué medio es impugnable la omisión en que incurre


la Junta laboral al no acordar respecto del ofrecimiento de trabajo que
formula la parte patronal, a fin de que el trabajador manifieste si lo acepta o
lo rechaza?

RESPUESTA: En amparo directo, pues es una violación procesal análoga


a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, en virtud de que afecta las
defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al resultado del fallo.

Tesis: 2a./J. 43/2004


OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE
ACORDARLO O DE REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI
LO ACEPTA O LO RECHAZA, INCLUSO CUANDO ÉSTE NO COMPARECE A
LA AUDIENCIA DE LEY, ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE LLEVA A
CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE REPONGA EL PROCEDIMIENTO. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que el ofrecimiento de
trabajo, cuando es de buena fe, tiene el efecto jurídico de revertir la carga de la
prueba respecto de la existencia del despido. Asimismo, ha considerado que la
omisión de la Junta de acordar sobre el ofrecimiento y requerimiento al trabajador
para que manifieste si lo acepta o lo rechaza es una violación procesal análoga a
las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, en virtud de que afecta las
defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al resultado del fallo, por lo
que debe concederse el amparo a fin de que se reponga el procedimiento, ya que
las partes en el juicio laboral no deben resentir la desatención de las Juntas. Este
criterio debe imperar incluso cuando el trabajador no comparece a la audiencia de
ley, dado que con tal omisión se deja de atender un aspecto procesal relevante,
como es la determinación de la carga de la prueba, pudiendo originar un laudo
incongruente y dejar a las partes en estado de inseguridad al no conocer su
situación en el momento procesal oportuno, ya que con base en los artículos 685 y
771 de la Ley Federal del Trabajo, una vez que se produce la instancia de parte, la
Junta tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar prácticas viciosas,
como la de considerar que el trabajador rehusó cualquier arreglo conciliatorio y
que puso de manifiesto su falta de interés en el proceso al no comparecer a la
audiencia respectiva, pues el interés de las partes subsiste mientras no exista
manifestación expresa o indubitable en contrario, sin que tampoco pueda
considerarse que se consintió tácitamente la violación procesal derivada de la
citada omisión de la Junta, habida cuenta que la Ley Federal del Trabajo no
establece recursos ordinarios dentro del procedimiento para subsanarla.
Contradicción de tesis.

Tesis: 2a./J. 44/2000


OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE
ACORDARLO O DE REQUERIR AL TRABAJADOR PARA QUE MANIFIESTE SI
LO ACEPTA O LO RECHAZA, ES UNA VIOLACIÓN PROCESAL QUE DA
LUGAR A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE REPONGA EL
PROCEDIMIENTO. Como el ofrecimiento de trabajo tiene el efecto jurídico de
revertir la carga de la prueba respecto de la existencia del despido, cabe
considerar que la omisión de la Junta a acordar sobre el ofrecimiento y de requerir
al trabajador para que manifieste si lo acepta o lo rechaza, es una violación
procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, cuando
afecta las defensas de las partes en el juicio laboral y trasciende al resultado del
fallo, dado que con dicha omisión se deja de atender un aspecto procesal
relevante, como es la determinación de a quién corresponde la carga de la prueba,
lo que puede originar un laudo incongruente y dejar a las partes en estado de
inseguridad al no conocer su situación en el momento procesal oportuno, si se
toma en cuenta que es la conducta de las partes en torno a la oferta del trabajo lo
que permite saber quién debe probar, así como el objeto de la prueba. La
necesidad de explicitar o aclarar la situación procesal de las partes se funda,
además, en la interpretación del artículo 685 de la Ley Federal del Trabajo, en
cuanto conduce a estimar que una vez que se produce la instancia de parte, la
Junta tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso, a fin de evitar prácticas viciosas,
como la de considerar que el patrón desistió del ofrecimiento que hizo al
trabajador porque no lo reiteró, o que el trabajador no tiene interés en la
reanudación de la relación de trabajo porque nada dijo al respecto, cuando ni
siquiera hay seguridad de que se enteró del ofrecimiento, prácticas que se
agravan porque la Ley Federal del Trabajo no establece recursos ordinarios dentro
del procedimiento para subsanarlas. Asimismo, del artículo 771 de la Ley Federal
del Trabajo se desprende que es a los presidentes de las Juntas y a los auxiliares
a quienes toca vigilar que se tomen las medidas necesarias para lograr que los
juicios no queden inactivos y se provea lo que conforme a la ley corresponda, de
manera que cuando la omisión de mérito deje en inseguridad a las partes y ello
trascienda al resultado del laudo, debe concederse el amparo a fin de que se
reponga el procedimiento, ya que las partes en el juicio laboral no deben resentir
la desatención de las Juntas. Contradicción de tesis.
24. Tratándose de juicios de amparo en materia laboral ¿en qué
supuestos el juez de Distrito debe recabar oficiosamente pruebas que,
habiéndose rendido ante la Junta responsable, no obren en los autos del
juicio de amparo y estime necesarias para la solución del asunto?

RESPUESTAS: En todos los caso en que las estime necesarias

Jurisprudencia P./J. 18/97


ACTUACIONES PROCESALES EN EL JUICIO DE AMPARO EN
MATERIA LABORAL. CORRESPONDE AL JUEZ DE DISTRITO RECABARLAS
OFICIOSAMENTE CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA RESOLVER
SOBRE LA CONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO. De conformidad
con lo dispuesto por el último párrafo del artículo 78 de la Ley de Amparo, el Juez
de Distrito deberá recabar oficiosamente pruebas que, habiendo sido rendidas
ante la responsable, no obren en autos y estime necesarias para la resolución del
asunto. De acuerdo con esta regla y atendiendo a la necesidad de encontrar la
verdad material sobre la formal que tuvo en cuenta el legislador, debe estimarse
que la misma obligación subsiste cuando el acto reclamado lo constituye una
actuación procesal, pues esa circunstancia justifica la necesidad de que el
juzgador tenga a la vista todas las actuaciones que considere necesarias para
resolver sobre la legal actuación de la autoridad responsable, pues de estimar lo
contrario, no podría alcanzarse la equidad y justicia que encierra el precepto
citado, que constituyen principios que deben cumplirse cuando se juzgan
cuestiones de justicia laboral. Contradicción de tesis.

Registro No. 199454


Localización: 9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; V, Febrero de 1997; Pág. 108;
[J];
PRUEBAS Y ACTUACIONES PROCESALES. EL JUZGADOR DE AMPARO
DEBE ALLEGÁRSELAS CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA
RESOLVER EL ASUNTO. De conformidad con lo dispuesto en el último párrafo
del artículo 78 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito deberá recabar
oficiosamente pruebas que, habiendo sido rendidas ante la responsable, no obren
en autos y estime necesarias para la resolución del asunto. De acuerdo con esta
regla y atendiendo a la necesidad de encontrar la verdad material sobre la formal
que tuvo en cuenta el legislador, debe estimarse que la reforma que sustituyó la
palabra "podrá" por "deberá", se encaminó a atenuar el principio general contenido
en el tercer párrafo del artículo 149 del citado ordenamiento, pues por virtud de la
misma ya no corresponde exclusivamente a las partes aportar las pruebas
tendientes a justificar las pretensiones deducidas en los juicios de garantías, sino
también al Juez de Distrito para allegar de oficio todos los elementos de
convicción que habiendo estado a disposición de la responsable, estime
necesarios para la resolución del amparo, circunstancia de necesidad que no debe
quedar al libre arbitrio del Juez, sino que debe calificarse tomando en cuenta la
estrecha vinculación que la prueba o la actuación procesal tienen con el acto
reclamado, de tal modo que de no tenerse a la vista aquéllas sería imposible
resolver conforme a derecho sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad del
acto. Asimismo, no puede estimarse que la obligación a que se refiere el artículo
78 de la Ley de Amparo, pugne con lo dispuesto por el numeral 149, pues la
aplicación de aquel precepto se actualiza cuando la autoridad reconoce en su
informe la existencia del acto sosteniendo únicamente su legalidad, que es una
situación diversa a la presunción de certeza que opera por la falta de informe, en
cuyo caso corresponde al quejoso la carga de la prueba cuando el acto reclamado
no sea violatorio de garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o
inconstitucionalidad dependa de los motivos, datos o pruebas en que se haya
fundado el propio acto.

25. El artículo 114, fracción IV de la Ley de Amparo, establece: “El


amparo se pedirá ante el juez de Distrito: (…) IV.- Contra actos en el juicio
que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea de
imposible reparación; (…)”. Ahora bien, para que se actualice la citada
causal de procedencia, tratándose de juicios de amparo en los que se
reclaman actos de esa naturaleza derivados de un procedimiento laboral,
¿es indispensable que se dicten dentro del juicio laboral?

RESPUESTA: Sí es indispensable que se dicten dentro del juicio.

Tesis: 1a./J. 29/2003


AMPARO INDIRECTO. REGLAS PARA SU PROCEDENCIA,
RESPECTO DE ACTOS DICTADOS DENTRO DEL JUICIO, DESPUÉS DE
CONCLUIDO Y EN EJECUCIÓN DE SENTENCIA. De lo dispuesto en los
artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de Amparo, se
desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del juicio de
amparo indirecto: la primera regla genérica consiste en que éste procede contra
actos en el juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, los cuales han sido
definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación como aquellos que por
sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente alguno de los
derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución
Federal, por medio de las garantías individuales, pues esa afectación o sus
efectos no se destruyen con el solo hecho de que quien los sufra obtenga una
sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber, la personalidad de las
partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre otros; la
segunda regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial procede
en contra de actos dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
después de concluido el juicio, siempre que no se dicten en ejecución de
sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio emitido por el Máximo Tribunal del
país, gozan de autonomía y no tienen como finalidad directa e inmediata ejecutar
la sentencia dictada en el juicio natural, como son el arresto dictado como medida
de apremio para vencer la contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria
que fije en cantidad líquida la condena de que fue objeto el perdidoso; y la regla
específica introducida por el legislador con el propósito de impedir que el juicio de
garantías sea utilizado para retardar o entorpecer la ejecución de una sentencia
definitiva con el carácter de cosa juzgada, consistente en que el juicio de amparo
en la vía indirecta podrá promoverse contra actos dictados por tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia, sólo contra la
última resolución dictada en el procedimiento respectivo, con la posibilidad de
reclamar en la misma demanda las demás violaciones cometidas durante ese
procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al quejoso y, tratándose de
remates, contra la resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben; en el
entendido de que conforme al criterio sustentado por el más Alto Tribunal de la
República, la última resolución es aquella en la que se aprueba o reconoce de
manera expresa o tácita el cumplimiento total de la sentencia o se declara la
imposibilidad material o jurídica para darle cumplimiento. En estas condiciones, y
en atención a que las citadas reglas tienen aplicación en diversas etapas del juicio
natural, según la naturaleza y finalidad de cada uno de los actos dictados durante
su prosecución, es claro que cada una de ellas es aplicable a hipótesis diferentes,
por lo que no pueden adminicularse entre sí con el grave riesgo de desnaturalizar
el juicio de garantías; por tanto, a los actos dictados en juicio que causen una
ejecución de imposible reparación sobre las personas o las cosas, no se les
pueden aplicar las reglas que rigen para los actos dictados después de concluido
el juicio y en ejecución de sentencia, porque si así se hiciera, el juicio de amparo
indirecto sería procedente en contra de todos los actos dictados dentro de un
procedimiento, aun cuando no causen una ejecución de imposible reparación; de
igual manera, a los actos dictados después de concluido el juicio o en ejecución de
sentencia, no puede aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo
indirecto que rige para actos dictados dentro del juicio, porque bastaría que se
alegara que tales actos causan una ejecución de imposible reparación para que el
juicio de amparo fuera procedente, pasando por alto que uno de los motivos por
los cuales el legislador instrumentó esas reglas, fue evitar el abuso del juicio de
garantías. Contradicción de tesis.

26. En un juicio de amparo indirecto, el juez de Distrito advierte que


el quejoso señaló actos que emanan de los juicios laborales 5/2006 y
28/2006, radicados ante la propia responsable, y también advierte que ambos
procedimientos no guardan ninguna relación entre sí. En esas condiciones,
el juez federal acertadamente determina que lo procedente es llevar a cabo la
separación de juicios. Indique ¿cuál es la oportunidad para que,
oficiosamente, pueda llevarse a cabo la separación de juicios en el amparo
indirecto?

RESPUESTA: En cualquier estado del procedimiento, desde la etapa de


la admisión de la demanda hasta antes de la celebración de la audiencia
constitucional

Jurisprudencia P./J. 77/97


SEPARACIÓN DE JUICIOS. REGLAS PARA SU TRAMITACIÓN EN EL
JUICIO DE GARANTÍAS. La separación de juicios podrá válidamente hacerse de
oficio en cualquier estado del procedimiento, desde la etapa de la admisión de la
demanda hasta antes de la celebración de la audiencia constitucional. El trámite
deberá ser incidental, aplicando, en lo pertinente, los preceptos legales de la Ley
de Amparo relativos a la acumulación, en sentido contrario, con suspensión del
procedimiento principal, como lo establece el artículo 62 de dicha ley, con
audiencia de las partes y resolución que decrete la separación. El Juez, en esta
etapa, podrá hacer los requerimientos necesarios a las partes, aplicando por
analogía lo dispuesto en el artículo 78 de la ley de la materia, para conocimiento
pleno de lo que resolverá. Contradicción de tesis.

27. El artículo 878, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, dispone:
“La etapa de demanda y excepciones, se desarrollará conforme a las normas
siguientes: (…) IV. En su contestación opondrá el demandado sus
excepciones y defensas, debiendo de referirse a todos y cada uno de los
hechos aducidos en la demanda, afirmándolos o negándolos, y expresando
los que ignore cuando no sean propios; pudiendo agregar las explicaciones
que estime convenientes. El silencio y las evasivas harán que se tengan por
admitidos aquellos sobre los que no se suscite controversia, y no podrá
admitirse prueba en contrario. La negación pura y simple del derecho,
importa la confesión de los hechos. La confesión de éstos no entraña la
aceptación del derecho; (…)”. Ahora bien, ¿es impugnable en amparo el auto
por el que se tienen por admitidos hechos sin prueba en contrario, en
términos del transcrito artículo 878, fracción IV, de la Ley Laboral?

RESPUESTA: El juicio de amparo directo, toda vez que el auto que tiene
por admitidos los hechos sin prueba en contrario, en términos del artículo 878,
fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo, no afecta a las partes en el juicio en
grado predominante o superior, pues se trata de hechos no controvertidos, es
decir, donde no hay contienda, por lo que no existe necesidad de prueba, sin que
de esa decisión dependa la suerte de todo el juicio natural, pues a pesar de que la
omisión de respuesta de los hechos aducidos por la parte actora en la demanda
se origine por deficiencia de la demandada al contestarlos, no implica la emisión
forzosa e ineludible de un laudo desfavorable contra ella, ya que la Junta deberá
examinar si los hechos que se tuvieron por admitidos justifican la acción ejercida y
si el actor tiene derecho a las prestaciones reclamadas.

Tesis: 2a./J. 169/2007


HECHOS SIN PRUEBA EN CONTRARIO, EN TÉRMINOS DEL
ARTÍCULO 878, FRACCIÓN IV, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. ES
IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA EL AUTO
QUE LOS TIENE POR ADMITIDOS. El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la tesis P. LVIII/2004, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XX, octubre de 2004, página
10, con el rubro: "VIOLACIONES PROCESALES DENTRO DEL JUICIO QUE
AFECTAN A LAS PARTES EN GRADO PREDOMINANTE O SUPERIOR. NOTAS
DISTINTIVAS.", sostuvo que por actos que afectan a las partes en el juicio en
grado predominante o superior deben considerarse aquellos de gran
trascendencia que implican una situación relevante para el procedimiento, de cuya
decisión depende la suerte de todo el juicio natural, bien para asegurar la
continuación de su trámite con respeto a las garantías procesales esenciales del
quejoso, o bien porque conlleve la posibilidad de evitar el desarrollo ocioso e
innecesario del procedimiento. Ahora bien, el auto que tiene por admitidos los
hechos sin prueba en contrario, en términos del artículo 878, fracción IV, de la Ley
Federal del Trabajo, no causa una afectación de esa naturaleza, pues se trata de
hechos no controvertidos, es decir, donde no hay contienda, por lo que no existe
necesidad de prueba, sin que de esa decisión dependa la suerte de todo el juicio
natural, pues a pesar de que la omisión de respuesta de los hechos aducidos por
la parte actora en la demanda se origine por deficiencia de la demandada al
contestarlos, no implica la emisión forzosa e ineludible de un laudo desfavorable
contra ella, ya que la Junta deberá examinar si los hechos que se tuvieron por
admitidos justifican la acción ejercida y si el actor tiene derecho a las prestaciones
reclamadas. En consecuencia, contra el auto indicado resulta improcedente el
juicio de amparo indirecto, dado que es en el estudio de fondo del laudo en donde
puede precisarse con mayor eficacia si esa violación procesal trascendió al
resultado del fallo y si se aplicó correcta o incorrectamente el precepto invocado.
Contradicción de tesis.

28. Jorge A., por su propio derecho, promueve juicio de amparo


indirecto contra actos de la Junta Especial número 33 de la Federal de
Conciliación y Arbitraje. El juez de Distrito al que se turna el asunto, al
analizar integralmente la demanda de garantías, advierte que en uno de los
puntos petitorios el quejoso solicita que se ampare a su poderdante. Del
expediente laboral de origen se aprecia que Jorge A. sólo es representante
legal de una de las empresas demandadas en la controversia de origen,
personalidad que le reconoció la Junta responsable.
En este supuesto, ¿cómo debe proceder el juez federal?

RESPUESTA: Suplir el error para corregir, cuando el promovente señala


que comparece por derecho propio cuando de la apreciación integral de la
demanda se desprende que lo hace en representación de otro.

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 24/96, que derivó


de la contradicción de tesis 12/95:

DEMANDA DE AMPARO. DEBE SUPLIRSE EL ERROR CUANDO SE


PROMUEVE POR DERECHO PROPIO, PERO DE SU APRECIACION
INTEGRAL SE DESPRENDE QUE SE PROMUEVE EN REPRESENTACION DE
OTRO. Si el artículo 79 de la Ley de Amparo impone la obligación de suplir los
errores en que incurra la parte quejosa, en la cita de los preceptos constitucionales
y legales, se estima que por mayoría de razón, autoriza a los tribunales de amparo
para corregir el error del promovente que señala comparecer por derecho propio
cuando de la apreciación integral de la demanda, se desprende que lo hace en
representación de otro, pues sólo de esta manera se podría cumplir con la facultad
que concede la segunda parte del citado precepto para examinar en su conjunto
los conceptos de violación y los agravios, así como los demás razonamientos de
las partes, a fin de resolver la cuestión que realmente se planteó, sin cambiar los
hechos expuestos en la demanda; tanto más si durante las instancias del juicio
natural el promovente de la demanda tuvo el reconocimiento de las autoridades
responsables como representante de la parte quejosa, lo que de acuerdo con el
artículo 13 de la Ley de Amparo, lleva a admitir la señalada personalidad.

Tesis: P./J. 43/96


PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE PRONUNCIARSE
SOBRE ELLA CUANDO PROVEE ACERCA DE LA DEMANDA Y, SI NO ESTA
ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE, DE CONFORMIDAD CON EL
ARTICULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL REVISOR
ORDENARA LA REPOSICION DEL PROCEDIMIENTO. Una nueva reflexión
acerca de los dispositivos de la Ley de Amparo en torno al tema de la
personalidad y de los criterios surgidos a lo largo de varias décadas sustentados,
primero por el Tribunal Pleno, y luego por las Salas de esta Suprema Corte,
conducen a que este órgano supremo abandone las tesis jurisprudenciales
publicadas en la última compilación, Tomo VI (Materia Común), identificadas con
los números 369 y 378, intituladas: "PERSONALIDAD EN EL AMPARO.
EXAMINARLA EN CUALQUIER ESTADO DEL JUICIO, ES LEGAL" y "PODERES
INSUFICIENTES POR OMISION DE REQUISITOS. AL DICTARSE LA
SENTENCIA NO PROCEDE PREVENIR AL QUEJOSO, SINO SOBRESEER",
para adoptar el criterio de que al Juez de Distrito no le es dable examinar de oficio
la personería del promovente en cualquier momento del juicio, sino al recibir la
demanda, porque constituye un presupuesto procesal de análisis oficioso, de cuyo
resultado si está plenamente satisfecho ese requisito, el Juez lo debe hacer
constar en el acuerdo admisorio; y, de no estarlo, lo estime como una irregularidad
de la demanda que provoca prevenir al promovente, en términos del artículo 146
de la ley de la materia, para que satisfaga ese extremo dentro del plazo legal, bajo
el apercibimiento que de no hacerlo, se le tendrá por no interpuesta; proceder que
independientemente de estar apoyado en la Ley de Amparo, obedece a los
imperativos del precepto 17 constitucional y responde también a los principios de
certidumbre jurídica, buena fe y economía procesal, en tanto impide el empleo
estéril de recursos humanos y materiales en el trámite del juicio iniciado por quien
carece de personalidad y evita los daños graves ocasionados, tanto para el
sistema de impartición de justicia como para las partes. La inobservancia de este
criterio, origina que el tribunal revisor, si estima que no está comprobada la
personalidad del promovente, ordene la reposición del procedimiento, según lo
previene el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo. Contradicción de tesis.

29. ¿En qué casos la autoridad responsable a la que se le formula un


requerimiento para que cumplimente un fallo protector dictado en un juicio
de amparo en materia laboral, puede interponer en contra de tal
requerimiento, el recurso de queja por exceso o defecto en la ejecución de la
sentencia de amparo, previsto por la fracción IV del artículo 95 de la Ley de
Amparo?

RESPUESTA: En ningún caso. La queja por exceso o defecto interpuesta


por la responsable en contra del requerimiento para que cumplimente el fallo
protector dictado en un juicio de amparo en materia laboral

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 105/2005, que


derivó de la contradicción de tesis 62/2005:

QUEJA POR EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCIÓN DE UNA SENTENCIA


DE AMPARO. ES IMPROCEDENTE LA PROMOVIDA POR LA AUTORIDAD
RESPONSABLE CONTRA EL REQUERIMIENTO DE SU CUMPLIMIENTO. En
atención a que es facultad del Juez de Distrito o de la autoridad que conoció del
juicio de amparo indirecto requerir el cumplimiento del fallo protector a las
autoridades, que se encuentren vinculadas con dicho fin, es evidente que contra
tal requerimiento resulta improcedente el recurso de queja previsto en el artículo
95, fracción IV, de la Ley de Amparo, promovido por las propias autoridades
responsables obligadas al cumplimiento de la sentencia de amparo, pues la
materia de ese recurso consiste en determinar si los actos de ejecución realizados
por la autoridad responsable adolecen de exceso o defecto en el cumplimiento del
fallo protector, y no la propia actuación del Juez de Distrito, quien no puede juzgar
sobre la legalidad de su requerimiento.

Jurisprudencia 1a./J. 61/2003


QUEJA. ES IMPROCEDENTE CONTRA EL REQUERIMIENTO
FORMULADO A LA AUTORIDAD RESPONSABLE PARA EL CUMPLIMIENTO
DEL FALLO PROTECTOR. Por disposición del artículo 105, de la ley
reglamentaria de los preceptos 103 y 107, de la Constitución General de la
República, la autoridad que haya conocido del juicio de garantías, ya sea el Juez
de Distrito o el Tribunal Colegiado, están obligadas a velar por el exacto y debido
cumplimiento de las ejecutorias de amparo, requiriendo, de oficio o instancia de
cualquiera de las partes, al superior inmediato de la autoridad responsable para
que obligue a ésta a cumplir sin demora la sentencia; y si la autoridad responsable
no tuviere superior, el requerimiento debe realizarse directamente a ella. Y,
cuando el superior inmediato de la autoridad responsable no atendiere el
requerimiento, y tuviere, a su vez, superior jerárquico, también se requerirá a este
último. Luego, cuando no se obedece la ejecutoria, a pesar de los requerimientos
referidos, el Juez de Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal
Colegiado de Circuito, en su caso, remitirán el expediente original a la Suprema
Corte de Justicia, para los efectos del artículo 107, fracción XVI de la Constitución
Federal, dejando copia certificada de la misma y de las constancias que fueren
necesarias para procurar su exacto y debido cumplimiento, conforme al artículo
111 de esta ley. Por tanto, es dable considerar que en dicho dispositivo se
encuentra implícita la facultad consistente en requerir a todas aquellas
autoridades, o partes en el juicio de garantías, que de alguna forma se encuentren
vinculadas con dicho objetivo; y si a pesar de haber agotado todos los medios
existentes la autoridad es renuente en el cumplimiento de la sentencia de amparo,
se enviarán, como ya se estableció, los autos a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de ahí que no se satisfagan los supuestos de procedencia del recurso
previsto en la citada fracción VI, del artículo 95, de la Ley de Amparo, que se
hacen consistir en que la resolución recurrida no admita expresamente el recurso
de revisión y los daños y perjuicios que aquélla pudiere ocasionar no sean
susceptibles de reparación en la sentencia definitiva; o bien, que las resoluciones
dictadas después de fallado el juicio en primera instancia, no sean reparables por
el Juez de Distrito, el superior del tribunal a quien se impute la violación en los
casos a que se refiere el artículo 37 de la Ley de Amparo o por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, pues como ya se vio, el auto de requerimiento que se
impugna, en su caso, es susceptible de ser reparado por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en ulterior recurso; y, por ende, la queja resulta
improcedente. Contradicción de tesis.

30. En un juicio de amparo en el que se señaló como acto reclamado


la interlocutoria que reconoció la personalidad del apoderado del
demandado en un juicio laboral, se concede la protección federal para el
efecto de que la Junta responsable deje insubsistente la interlocutoria
reclamada y emita otra en la que considere que el apoderado del enjuiciado
no acreditó su personalidad. Antes de que el juez federal emita resolución en
la que determine lo relativo al cumplimiento de la ejecutoria por parte de la
Junta responsable, el peticionario de garantías interpone recurso de queja
por defecto en la ejecución del fallo protector. El juez de Distrito desecha el
recurso bajo el argumento de que la procedencia de ese medio de
impugnación está condicionada a que previamente se emita la resolución
correspondiente sobre el acatamiento o desacato de la sentencia de amparo.
En este caso, ¿es jurídicamente correcta la determinación del juez federal?

Respuesta: No, pues no existe disposición legal que condicione la


procedencia de la queja examinada a la existencia de pronunciamiento alguno
sobre el cumplimento de la ejecutoria de garantías, ni a su sentido o firmeza, por
lo que no son jurídicamente exigibles.

Jurisprudencia 2a./J. 65/2004


QUEJA POR EXCESO O DEFECTO EN LA EJECUCIÓN DE UNA
SENTENCIA DE AMPARO. PROCEDE CONTRA LOS ACTOS DE
CUMPLIMENTO DE LAS AUTORIDADES RESPONSABLES, SIN QUE SU
VIABILIDAD ESTÉ CONDICIONADA A PRONUNCIAMIENTO ALGUNO DEL
TRIBUNAL DE AMPARO SOBRE SU ACATAMIENTO, SENTIDO O FIRMEZA.
De la interpretación sistemática de los preceptos de la Ley de Amparo, aplicables
al cumplimiento de las ejecutorias, se infiere que, los requisitos de procedencia del
recurso de queja por exceso o defecto previsto en las fracciones IV y IX del
artículo 95, son los siguientes: 1. Que lo deduzca cualquiera de las partes en el
juicio de amparo (artículo 96); 2. Que se interponga dentro del plazo de un año
(artículo 97, fracción III); 3. Que se promueva por escrito, acompañando copia
para cada una de las autoridades responsables contra quienes se promueve y
para cada una de las partes (primer párrafo del artículo 98); y 4. Tratándose de la
queja prevista en la fracción IV del artículo 95, que se interponga ante el Juez de
Distrito o autoridad que conozca o haya conocido del juicio de amparo, y si se trata
del caso de la fracción IX, que se promueva directamente ante el Tribunal
Colegiado de Circuito que conoció del juicio. Lo anterior demuestra que no existe
disposición legal que condicione la procedencia de la queja examinada a la
existencia de pronunciamiento alguno sobre el cumplimento de la ejecutoria de
garantías, ni a su sentido o firmeza, por lo que no son jurídicamente exigibles,
bastando para su viabilidad el cumplimiento de los enunciados. Por tanto, el
recurso no puede estimarse improcedente por no haberse promovido antes de que
se analicen los actos de cumplimiento y se emita el pronunciamiento relativo,
porque no exista tal pronunciamiento o porque éste haya adquirido firmeza en
virtud de no haberse deducido en su contra la inconformidad, pues cualquiera de
estas exigencias haría nugatorios, sin fundamento alguno, los derechos de quien
resulte afectado con el incorrecto cumplimiento de la ejecutoria. Contradicción de
tesis.

31. En el juicio de amparo en materia de trabajo 2/2005, se concede la


protección federal al quejoso (actor en el juicio laboral). El juez de Distrito
emite un proveído en el que requiere a la autoridad responsable para que dé
cumplimiento al fallo protector. En ese caso, ¿es procedente el recurso de
queja que el tercero perjudicado (demandado en el juicio laboral) interponga
en contra de dicho requerimiento?

Respuesta: No, pues la autoridad que haya conocido del juicio de


garantías, ya sea el Juez de Distrito o el Tribunal Colegiado, están obligadas a
velar por el exacto y debido cumplimiento de las ejecutorias de amparo,
requiriendo, de oficio o instancia de cualquiera de las partes.

Jurisprudencia 1a./J. 61/2003


QUEJA. ES IMPROCEDENTE CONTRA EL REQUERIMIENTO
FORMULADO A LA AUTORIDAD RESPONSABLE PARA EL CUMPLIMIENTO
DEL FALLO PROTECTOR. Por disposición del artículo 105, de la ley
reglamentaria de los preceptos 103 y 107, de la Constitución General de la
República, la autoridad que haya conocido del juicio de garantías, ya sea el Juez
de Distrito o el Tribunal Colegiado, están obligadas a velar por el exacto y debido
cumplimiento de las ejecutorias de amparo, requiriendo, de oficio o instancia de
cualquiera de las partes, al superior inmediato de la autoridad responsable para
que obligue a ésta a cumplir sin demora la sentencia; y si la autoridad responsable
no tuviere superior, el requerimiento debe realizarse directamente a ella. Y,
cuando el superior inmediato de la autoridad responsable no atendiere el
requerimiento, y tuviere, a su vez, superior jerárquico, también se requerirá a este
último. Luego, cuando no se obedece la ejecutoria, a pesar de los requerimientos
referidos, el Juez de Distrito, la autoridad que haya conocido del juicio o el Tribunal
Colegiado de Circuito, en su caso, remitirán el expediente original a la Suprema
Corte de Justicia, para los efectos del artículo 107, fracción XVI de la Constitución
Federal, dejando copia certificada de la misma y de las constancias que fueren
necesarias para procurar su exacto y debido cumplimiento, conforme al artículo
111 de esta ley. Por tanto, es dable considerar que en dicho dispositivo se
encuentra implícita la facultad consistente en requerir a todas aquellas
autoridades, o partes en el juicio de garantías, que de alguna forma se encuentren
vinculadas con dicho objetivo; y si a pesar de haber agotado todos los medios
existentes la autoridad es renuente en el cumplimiento de la sentencia de amparo,
se enviarán, como ya se estableció, los autos a la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de ahí que no se satisfagan los supuestos de procedencia del recurso
previsto en la citada fracción VI, del artículo 95, de la Ley de Amparo, que se
hacen consistir en que la resolución recurrida no admita expresamente el recurso
de revisión y los daños y perjuicios que aquélla pudiere ocasionar no sean
susceptibles de reparación en la sentencia definitiva; o bien, que las resoluciones
dictadas después de fallado el juicio en primera instancia, no sean reparables por
el Juez de Distrito, el superior del tribunal a quien se impute la violación en los
casos a que se refiere el artículo 37 de la Ley de Amparo o por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, pues como ya se vio, el auto de requerimiento que se
impugna, en su caso, es susceptible de ser reparado por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en ulterior recurso; y, por ende, la queja resulta
improcedente. Contradicción de tesis.

32. En un juicio de amparo indirecto en materia de trabajo, el juez de


Distrito previene al quejoso (quien ejercitó la acción constitucional por su
propio derecho y en su carácter de demandado en el juicio laboral) para que
manifieste “bajo protesta de decir verdad”, cuáles son los hechos y
abstenciones que constituyen los antecedentes del acto reclamado (falta de
emplazamiento), con el apercibimiento que de no hacerlo, se tendrá por no
interpuesta la demanda. Dicha prevención se desahoga por conducto del
autorizado del quejoso que en la demanda fue facultado en los términos
amplios a que se refiere el artículo 27 de la Ley de Amparo. En este
supuesto, ¿cómo debe proceder el juez federal?

RESPUESTA. Tener por no interpuesta la demanda de amparo, porque el


autorizado no puede desahogar requerimiento, dado que la narración de los
antecedentes constituye un acto personalísimo.

Tesis: 2a./J. 88/2006


DEMANDA DE AMPARO. LA MANIFESTACIÓN "BAJO PROTESTA DE
DECIR VERDAD" REQUERIDA EN LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO 116 DE
LA LEY DE AMPARO, CONSTITUYE UN ACTO DE CARÁCTER
PERSONALÍSIMO QUE SÓLO PUEDE REALIZAR QUIEN PROMUEVA LA
DEMANDA. El artículo 116 de la Ley de Amparo establece, en sus fracciones I y
IV, que la demanda de amparo deberá formularse por escrito, en la que se
expresarán el nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre,
así como la ley o acto que de cada autoridad se reclama, manifestando aquél, bajo
protesta de decir verdad, cuáles son los hechos o abstenciones que le constan y
que constituyen antecedentes del acto reclamado o fundamentos de los conceptos
de violación, lo que implica que la satisfacción de este requisito formal debe ser
realizado forzosamente, en términos de la fracción I señalada, por quien promueve
la demanda, dada la responsabilidad penal que de dicha protesta pudiera
derivarse, motivo por el cual el autorizado por el quejoso en los términos amplios a
que se refiere el artículo 27 de la ley citada, no puede desahogar la prevención
relativa a que se exprese la protesta de decir verdad omitida en la demanda, pues
ello se traduciría en hacer suyos hechos que no le constan y que ocurrieron con
anterioridad a la mencionada presentación de la demanda; además de que los
derechos y obligaciones procesales que conlleva su autorización, son a partir de
esa presentación y no antes. Contradicción de tesis-

33. Si durante la tramitación de un incidente de inejecución de una


sentencia dictada en un juicio de amparo en materia laboral, la Suprema
Corte de Justicia de la Nación advierte la existencia de elementos que
permitan presumir fundadamente que la parte quejosa ha optado por el
cumplimiento sustituto del fallo protector, debe devolver los autos al Juez de
Distrito para que requiera a la quejosa a fin de constatar si efectivamente ha
sido su voluntad promover la reparación sustituta de garantías, y de ser así,
¿cómo debe proceder dicho juzgador?

Respuesta: El Juez deberá tramitar el incidente de cumplimiento sustituto


dentro del incidente de inejecución y resolverlo conforme a derecho, informando
periódicamente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el resultado de
sus actuaciones con el objeto de que ésta pueda vigilar el cumplimiento de la
sentencia protectora dentro del incidente de inejecución.

Jurisprudencia 2a./J. 35/2000


SENTENCIAS. INCIDENTE DE CUMPLIMIENTO SUSTITUTO DENTRO
DEL INCIDENTE DE INEJECUCIÓN. Si durante la tramitación de un incidente de
inejecución de sentencia de amparo, la Suprema Corte de Justicia advierte la
existencia de elementos que permitan presumir fundadamente que la parte
quejosa ha optado por el cumplimiento subsidiario del fallo protector, debe
devolver los autos al Juez de Distrito para que la requiera a fin de constatar si
efectivamente ha sido su voluntad promover la reparación sustituta de garantías, y
de ser así, el Juez deberá tramitarlo y resolverlo conforme a derecho, informando
periódicamente a este Alto Tribunal sobre el resultado de sus actuaciones con el
objeto de que ésta pueda vigilar el cumplimiento de la sentencia protectora dentro
del incidente de inejecución. Tesis por reiteración. Contradicción de tesis.

Registro No. 190153


9a. Epoca; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XIII, Marzo de 2001; Pág. 94; [J]
INEJECUCIÓN DE SENTENCIA, INCIDENTE DE. QUEDA SIN MATERIA SI EL
QUEJOSO OPTA POR EL PAGO DE DAÑOS Y PERJUICIOS COMO
CUMPLIMIENTO SUSTITUTO DE LA EJECUTORIA DE AMPARO, SIN
PERJUICIO DE QUE EL JUEZ FEDERAL VIGILE QUE SE ACATE LA
INTERLOCUTORIA RESPECTIVA. Si el quejoso opta por el cumplimiento
sustituto de la sentencia dictada en el juicio de garantías, mediante el pago de
daños y perjuicios a que se refiere el último párrafo del artículo 105 de la Ley de
Amparo, y el Juez lo admite, es procedente dejar sin materia el incidente de
inejecución, sin que ello desvincule el asunto del procedimiento relativo al
cumplimiento de la sentencia ni del incidente de inejecución que tuvo como origen
el juicio de amparo que culminó con la sentencia que otorgó la protección
constitucional. Ello es así, ya que el incidente de inejecución de sentencia se deja
sin materia no porque la ejecutoria haya sido cumplida sino por el hecho de que el
quejoso ha optado por el cumplimiento sustituto. Por tanto, el juzgador deberá
vigilar que las autoridades responsables acaten y cumplan con exactitud lo que se
determine en la interlocutoria respectiva y, en el supuesto de que no se acate,
deberá reabrir el incidente de inejecución de sentencia y remitir el expediente a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación para efectos de lo dispuesto en la fracción
XVI del artículo 107 constitucional.

34. Dentro del juicio de amparo 51/2006, promovido contra actos de


una Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, el juez de Distrito dicta
sentencia en la que niega la protección federal solicitada. Inconforme con
dicho fallo el quejoso interpone recurso de revisión. En este supuesto, ¿a
partir de qué momento debe empezar a computarse el plazo de veinticuatro
horas con que cuenta el juez federal para remitir al Tribunal Colegiado de
Circuito, los autos del juicio de amparo para que se avoque al conocimiento
del recurso de revisión?

Respuesta: A partir de que el expediente se encuentre debidamente


integrado, esto es, en cuanto obren en él las constancias de notificación a las
partes de la resolución o sentencia recurrida y del auto por el que el Juez de
Distrito tiene por interpuesta la revisión y ordena correr traslado de la misma, con
copia del escrito de agravios.

Jurisprudencia 2a./J. 116/2004

REVISIÓN EN AMPARO. EL PLAZO DE VEINTICUATRO HORAS


ESTABLECIDO POR EL PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 89 DE LA LEY
DE LA MATERIA, PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO REMITA EL
EXPEDIENTE ORIGINAL A LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN O AL TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO QUE CORRESPONDA,
JUNTO CON EL ESCRITO DE EXPRESIÓN DE AGRAVIOS Y LA COPIA PARA
EL MINISTERIO PÚBLICO FEDERAL, DEBE COMPUTARSE A PARTIR DE
QUE AQUÉL ESTÉ DEBIDAMENTE INTEGRADO. El artículo 89 de la Ley de
Amparo prevé que interpuesta la revisión y recibidas en tiempo las copias del
escrito de expresión de agravios conforme al artículo 88, el Juez de Distrito o el
superior del tribunal que haya cometido la violación reclamada en los casos a que
se refiere el artículo 37, remitirán el expediente original a la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o al Tribunal Colegiado de Circuito, según sea el caso, dentro
del plazo de veinticuatro horas, así como el original del propio escrito de agravios
y la copia que corresponda al Ministerio Público Federal. De la interpretación del
indicado artículo 89, en relación con las reglas de interposición y tramitación del
recurso de revisión previstas en los artículos 83 a 86 y 88 a 90 de la Ley de
Amparo, así como con la intención que tuvo el legislador al realizar las reformas a
esa Ley, que quedaron plasmadas en el Decreto publicado en el Diario Oficial de
la Federación de 16 de enero de 1984, y que están orientadas al cumplimiento de
la garantía de justicia eficaz, pronta y expedita, contenida en el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que el plazo
de veinticuatro horas a que se refiere el citado artículo 89 debe correr a partir de
que el expediente se encuentre debidamente integrado, esto es, en cuanto obren
en él las constancias de notificación a las partes de la resolución o sentencia
recurrida y del auto por el que el Juez de Distrito tiene por interpuesta la revisión y
ordena correr traslado de la misma, con copia del escrito de agravios.
Contradicción de tesis.

35. Dentro del expediente 1/2006, la Junta laboral emite una


resolución en la que determina no dar trámite al emplazamiento de huelga
que solicita una coalición de trabajadores de la empresa “El Morro” S.A. de
C.V. y, por consiguiente, ordena el archivo definitivo del asunto. ¿En qué vía
debe impugnarse esta determinación?

RESPUESTA: Amparo indirecto.

Jurisprudencia 2a./J. 34/96

HUELGA, EMPLAZAMIENTO A. EL ACUERDO QUE ORDENA NO


DARLE TRAMITE Y ARCHIVAR EL EXPEDIENTE, ES RECLAMABLE EN
AMPARO INDIRECTO. Contra el acuerdo que ordena no dar trámite al
emplazamiento a huelga y archivar en forma definitiva el expediente, procede el
amparo indirecto de conformidad con el artículo 114, fracción III, de la Ley de
Amparo, ya que este acto se produce fuera de juicio, pues el procedimiento de
huelga no tiene por objeto dirimir una contienda entre partes, sino tutelar
jurídicamente el paro de actividades y será hasta el momento en que el conflicto,
motivo de la suspensión legal de labores, se someta a la decisión de la Junta de
Conciliación y Arbitraje, cuando se inicie propiamente el juicio. Contradicción de
tesis.

36. En un juicio de amparo en el que se concedió la protección


federal en contra del acto que se reclamó de una Junta Local de Conciliación
y Arbitraje, la juez de Distrito dicta una resolución en la que determina que la
ejecutoria de amparo fue cumplida cabalmente por la Junta responsable.
Ante tal determinación, el quejoso estima que, contrario a lo sostenido por la
juzgadora federal, no se dio en absoluto cumplimiento al fallo constitucional.
En esta hipótesis ¿qué medio de impugnación procede en contra de lo
sostenido por la juzgadora federal?

Respuesta: Procede la inconformidad prevista en el artículo 105, párrafo


tercero, de la Ley de Amparo.

Tesis: 2a./J. 9/2001

CUMPLIMIENTO DE EJECUTORIAS DE AMPARO. PRINCIPIOS QUE


HA ESTABLECIDO LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN EN
RELACIÓN CON LOS TRÁMITES, DETERMINACIONES Y MEDIOS
PROCEDENTES DE DEFENSA. Del contenido de las jurisprudencias y tesis
aisladas que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido con
relación al sistema legal sobre el cumplimiento de las sentencias de amparo,
derivan los siguientes principios: 1. Cuando causa ejecutoria una sentencia de
amparo la autoridad judicial correspondiente debe vigilar su cumplimiento, sin que
pueda acordar el archivo del expediente, mientras aquél no ocurra. 2. En tanto no
se cumpla con la sentencia de amparo debe requerir a la autoridad o autoridades
responsables, a fin de que realicen los actos necesarios para ello. 3. Si no se logra
el cumplimiento tendrá que acudir al superior o superiores, a fin de que
intervengan para lograrlo. 4. Si no se consigue, de oficio o a instancia de parte,
deberá abrir el incidente de inejecución de sentencia, acordando que, en virtud de
no haberse cumplido con la sentencia que otorgó la protección constitucional, se
remita el asunto a la Suprema Corte, para los efectos previstos en la fracción XVI
del artículo 107 de la Constitución Federal, a saber: que cese en sus funciones a
la autoridad contumaz y se le consigne penalmente ante el Juez de Distrito que
corresponda. 5. Si durante el trámite ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, la responsable demuestra el cumplimiento, se declarará sin materia el
incidente. 6. Si la responsable no demuestra haber cumplido, el Pleno del más Alto
Tribunal emitirá resolución en términos de lo dispuesto en la fracción XVI del
artículo 107 constitucional, en relación con el funcionario o funcionarios que
desacataron la sentencia de amparo. 7. En la hipótesis de que ante una sentencia
ejecutoria que otorgó el amparo y, en su caso, ante las gestiones de la autoridad
judicial federal correspondiente, para lograr su cumplimiento, la autoridad o
autoridades responsables comuniquen que acataron la sentencia, el Juez de
Distrito, el Magistrado del Tribunal Unitario de Circuito o el presidente del Tribunal
Colegiado de Circuito, según corresponda, deberán dictar un acuerdo dando vista
al quejoso con ese informe, apercibiéndolo de que, de no desahogarlo dentro de
un determinado plazo, se resolverá si se dio o no el cumplimiento al fallo protector,
con apoyo en el referido informe y con los demás elementos con los que se
cuente. 8. Vencido el plazo otorgado, en el supuesto de que no se haya
desahogado la vista, el Juez de Distrito, el Tribunal Unitario de Circuito o el
Tribunal Colegiado de Circuito, dictarán un acuerdo, debidamente fundado y
motivado, en el que decidan si la sentencia de amparo fue cumplida o no. 9. En el
caso de que la determinación sea en el sentido de que no se ha cumplido la
sentencia, remitirán el asunto a la Suprema Corte, siguiéndose las reglas previstas
en los puntos 4 a 6 anteriores. 10. Por el contrario, si resuelven que la sentencia
de amparo se cumplió, deberán ordenar la notificación personal al quejoso del
acuerdo respectivo, a fin de que esté en aptitud de hacer valer el medio de
defensa procedente. 11. Para efectos del inciso 8, el juzgador de amparo se
limitará, exclusivamente, a verificar si se cumplió o no la ejecutoria (inclusive si
sólo fue el núcleo esencial del amparo), cotejando dicha ejecutoria con el acto de
la responsable, pero absteniéndose de hacer pronunciamiento sobre cualquiera
otra cuestión ajena. 12. Ante la determinación del Juez de Distrito, del Tribunal
Unitario de Circuito o del Tribunal Colegiado de Circuito, correspondientes, podrán
presentarse para el quejoso cuatro diferentes situaciones, respecto de las cuales
estará en aptitud de hacer valer diferentes medios de defensa, en caso de que no
esté de acuerdo con el pronunciamiento de cumplimiento: A. Que estime que no
se dio en absoluto el cumplimiento, en cuyo caso procederá la inconformidad
prevista en el artículo 105 de la Ley de Amparo, la que se interpondrá ante la
Suprema Corte de Justicia, impugnándose, obviamente, el acuerdo del Juez o del
tribunal que tuvo por cumplida la sentencia; B. Que considere que si bien se dio el
cumplimiento, éste fue con exceso o defecto, procediendo el recurso de queja ante
la autoridad jurisdiccional que corresponda; C. Que estime que habiéndose
otorgado un amparo para efectos, que dejó plenitud de jurisdicción al órgano
jurisdiccional responsable o dejó a la autoridad administrativa responsable en
aptitud de emitir una nueva resolución, subsanando las irregularidades procesales
o formales que dieron lugar a la protección constitucional, al emitirse la nueva
resolución se trató de un acto nuevo, procederá el amparo, en relación con lo que
resulte ajeno a la sentencia cumplimentada; D. Que llegue a la conclusión de que
no obstante que se dio el cumplimiento, formalmente, al emitirse una nueva
resolución ésta fue esencialmente idéntica al acto reclamado en el juicio de
amparo en el que se pronunció la sentencia que se pretendió cumplimentar; en
este supuesto podrá promover el incidente de repetición del acto reclamado. 13. Si
lo que se interpone es la inconformidad y ésta resulta procedente se estará en las
mismas condiciones especificadas en los puntos 5 y 6 mencionados. 14. Si
después de haber causado ejecutoria una sentencia que concede el amparo e,
incluso, después de haberse cumplido, el quejoso estima que las autoridades
responsables realizaron un nuevo acto en el que incurrieron en repetición del
reclamado, procederá plantear ante el órgano jurisdiccional competente que
corresponda el incidente respectivo, siguiéndose idéntico trámite al señalado en
los puntos 4 a 6 anteriores, relativos al incidente de inejecución de sentencia.
Aclaración de jurisprudencia.

37. Tratándose de un juicio de amparo en materia de trabajo


promovido en contra de una resolución judicial, ¿procede suplir la queja
deficiente si el acto reclamado se funda en una ley declarada
inconstitucional por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, aunque se trate del segundo o ulteriores actos de aplicación?

Respuesta: Sí procede suplir la deficiencia de la queja.

Jurisprudencia P./J. 8/2006

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO


76 BIS, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. OPERA SIN QUE OBSTE QUE
SE TRATE DEL SEGUNDO O ULTERIORES ACTOS DE APLICACIÓN DE LA
LEY. El artículo 73, fracción XII, de la Ley de Amparo establece la improcedencia
del juicio de garantías por consentimiento de la ley cuando no se reclame con
motivo de su primer acto de aplicación, pero dicha causal es aplicable solamente a
la ley y no los actos de aplicación; en consecuencia, si la prerrogativa procesal
contenida en el artículo 76 Bis, fracción I, de la ley citada no queda sujeta a que se
trate del primero o ulteriores actos de aplicación cuando no se está en el caso de
un amparo contra leyes, y lo que se va a analizar es un acto de autoridad fundado
en una norma declarada inconstitucional por jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, opera dicha suplencia, sin que obste que se trate del
segundo o ulteriores actos de aplicación. Contradicción de tesis.

38. Se promueve un juicio de amparo contra actos de la Junta


Especial Número 33 de la Federal de Conciliación y Arbitraje. La autoridad
responsable objeta de falsos diversos documentos exhibidos por la parte
quejosa, en términos del artículo 153 de la Ley de Amparo. En este supuesto,
¿el juez de Distrito debe suspender la audiencia constitucional?

Respuesta: El juez debe suspender la audiencia y tramitar el incidente de


objeción.

Jurisprudencia 1a./J. 86/2006

OBJECIÓN DE DOCUMENTOS A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 153


DE LA LEY DE AMPARO. PARA LA SUSTANCIACIÓN DEL INCIDENTE EL
JUEZ DE DISTRITO DEBE SUSPENDER LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL,
YA SEA QUE AQUÉLLA SE FORMULE ANTES O EN EL MOMENTO DE SU
CELEBRACIÓN. Del análisis de los artículos 151, 153 y 155 de la Ley de Amparo,
así como de lo sustentado por el Tribunal Pleno al resolver la contradicción de
tesis 15/98, que originó la tesis P./J. 22/2000, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, marzo de 2000, página
24, con el rubro: "DOCUMENTOS. SU OBJECIÓN PUEDE FORMULARSE
ANTES O EN EL MOMENTO DE LA CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA
CONSTITUCIONAL.", se advierte que la objeción de documentos prevista en el
segundo de los preceptos citados, puede formularse antes o en el momento de la
celebración de la audiencia constitucional; sin embargo, en ambos casos el Juez
de Distrito invariablemente debe relacionar la prueba documental y su objeción y
de ser procedente, la audiencia debe ser suspendida para recibir las pruebas y
contrapruebas relativas a la falsedad o autenticidad del documento objetado, por
así establecerlo expresamente el mencionado artículo 153, el cual no admite más
interpretación que la literal, ya que es claro en el sentido de que la audiencia
constitucional deberá suspenderse ante la formulación del incidente de objeción
de falsedad de documentos. Contradicción de tesis.

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 70/2002, que derivó


de la contradicción de tesis 38/2000:

FALSEDAD DE DOCUMENTOS. SI LA OBJECIÓN PROVIENE DE LA


RESPONSABLE DEBE ABRIRSE EL INCIDENTE A QUE SE REFIERE EL
ARTÍCULO 153 DE LA LEY DE AMPARO AUN CUANDO AQUÉLLA NIEGUE
EL ACTO RECLAMADO, SIEMPRE QUE EL QUEJOSO OFREZCA PRUEBAS
PARA DESVIRTUAR DICHA NEGATIVA. De lo dispuesto en el artículo 153 de la
Ley de Amparo se desprende que, durante el trámite del juicio de garantías, es
factible la sustanciación de un incidente con la finalidad de que se provea lo
conducente respecto a la objeción de falsedad de documentos, situación que
obliga al Juez de Distrito a suspender la audiencia constitucional, con la finalidad
de recibir y desahogar las pruebas relativas a la autenticidad del documento
cuestionado, respecto del cual y únicamente para los efectos de ese juicio de
amparo debe pronunciarse al dictar la sentencia de fondo; sin embargo, cuando el
Juez advierta que el acto reclamado fue negado y que el quejoso no ofreció
pruebas para desvirtuar el informe justificado, resulta ociosa la tramitación de
aquel incidente, pues el juicio deberá sobreseerse necesariamente por
inexistencia del acto reclamado en términos del artículo 74, fracción IV, de la
citada ley. Por lo contrario, si el quejoso ofrece pruebas para desvirtuar la negativa
del acto, el juzgador debe abrir el referido incidente en el momento de la audiencia
constitucional, y proveer lo conducente sobre las pruebas que ofrezca la autoridad
responsable para probar la falsedad del documento objetado, en relación con
determinadas causas de improcedencia, como la falta de interés jurídico, pues la
autoridad responsable está en posibilidad de acreditar que el quejoso no tiene
dicho interés, de manera que aun cuando haya quedado probado el acto, podría
darse el caso de sobreseer en el juicio, si aquél no se demostró.

39. Felipe S. promueve juicio de garantías en el que reclama la falta


de emplazamiento al juicio laboral 63/2006. Para acreditar la
inconstitucionalidad del acto reclamado (específicamente para justificar que
cuando se notificó el emplazamiento, el quejoso se encontraba en el
extranjero), ofrece una prueba testimonial que debe desahogarse fuera del
país. En el supuesto de que dicha prueba se ofrezca con las formalidades de
ley, ¿cómo debe proceder el juez federal?

RESPUESTA: Admitir la prueba, porque aunque ello implique un retraso


considerable en la resolución del juicio de amparo, de desechar tal probanza se
afectaría el derecho de defensa de las partes. Sin embargo, el juez debe
condicionar la procedencia de la testimonial ofrecida para desahogarse en el
extranjero no sólo a que resulte idónea respecto de los hechos que se pretenden
probar, sino también, que a criterio del juez, no resulte notoriamente impertinente
por haberse ofrecido con el propósito fundamental de provocar la dilación del
juicio.

Jurisprudencia P./J. 87/2006


TESTIMONIAL. ES ADMISIBLE EN AMPARO INDIRECTO AUNQUE
DEBA DESAHOGARSE EN EL EXTRANJERO. Del artículo 150 de la Ley de
Amparo, que establece que en el juicio de garantías es admisible toda clase de
pruebas, excepto la de posiciones y las que fueren contra la moral o el derecho, se
advierte la admisibilidad de la prueba testimonial, independientemente de que
deba desahogarse en el extranjero, pues el Legislador no estableció salvedad
para esa circunstancia; por el contrario, el artículo 548 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo en términos
de su artículo 2o., prevé la práctica de diligencias en país extranjero para surtir
efectos en juicios tramitados ante tribunales nacionales. No es óbice a la anterior
conclusión el hecho de que la admisión de dicha prueba retrase la resolución del
juicio de amparo, ya que la oportunidad otorgada a las partes para probar los
hechos que sustentan su pretensión constituye una formalidad esencial del
procedimiento, pues la garantía de celeridad en la administración de justicia
encuentra su límite natural en el momento en que impide que los procesos
jurisdiccionales sirvan, en términos reales, como mecanismos para administrar
justicia, lo que acontece cuando en aras de acortar su duración se omiten algunas
de las formalidades esenciales del procedimiento. Además, la procedencia de la
testimonial ofrecida para desahogarse en el extranjero debe condicionarse no sólo
a que resulte idónea respecto de los hechos que se pretenden probar en los
términos exigidos por el artículo 87 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
sino además a que, a criterio del Juez, no resulte notoriamente impertinente por
haberse ofrecido con el propósito fundamental de provocar la dilación del juicio.
Contradicción de tesis.

Jurisprudencia 1a./J. 155/2005


PRUEBA TESTIMONIAL EN EL AMPARO INDIRECTO. SI ES IDÓNEA,
DEBE ADMITIRSE AUN CUANDO SU DESAHOGO SEA EN EL EXTRANJERO.
Conforme al artículo 150 de la Ley de Amparo, en el juicio de garantías debe
admitirse cualquier medio de prueba reconocido por la ley, excepto la prueba de
posiciones, las pruebas que no fueren idóneas y las que atenten contra la moral o
contra el derecho; por ello, no es causa legal para desechar una testimonial el
hecho de que pretenda desahogarse en el extranjero, por considerar que el tiempo
para ello es excesivo en razón de la distancia, dado que el derecho de defensa de
las partes a ofrecer pruebas no puede supeditarse a la distancia ni al tiempo en
que se desahogarán, siempre y cuando resulten idóneas a juicio del juzgador. Lo
anterior, en virtud de que si bien el juicio de amparo es un proceso constitucional,
concentrado, sumario y de pronta resolución, no por ello pueden coartarse las
garantías del debido proceso y de justicia completa, establecidas en los artículos
14 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Contradicción de tesis
.

40. En términos de la fracción II del artículo 124 de la Ley de Amparo,


procede otorgar la suspensión cuando no se siga perjuicio al interés social,
ni se contravengan disposiciones de orden público. De conformidad con lo
establecido en dicho precepto, ¿debe concederse la suspensión que se
solicita respecto de la interlocutoria en la que se reconoce personalidad al
apoderado del actor en un juicio laboral y, en su caso, para qué efectos?

Respuesta: Si procede concederla para el efecto de que, sin paralizar el


procedimiento, el Juez natural se abstenga de dictar sentencia mientras se decide
el amparo.

Jurisprudencia P./J. 83/2003

SUSPENSIÓN DEFINITIVA RESPECTO DE LAS RESOLUCIONES QUE


DIRIMEN LA CUESTIÓN DE PERSONALIDAD. PROCEDE CONCEDERLA
PARA EL EFECTO DE QUE, SIN PARALIZAR EL PROCEDIMIENTO, EL JUEZ
NATURAL SE ABSTENGA DE DICTAR SENTENCIA MIENTRAS SE DECIDE
EL AMPARO. El artículo 124, fracción II, de la Ley de Amparo establece como
requisito para conceder la suspensión de los actos reclamados que no se
contravengan disposiciones de orden público, destacando que en ninguno de los
supuestos que prevé, de manera enunciativa, se contempló la suspensión de un
procedimiento, por lo que el legislador no dispuso expresamente que tal
suspensión fuera improcedente. Aunado a lo anterior, del análisis histórico de la
tesis del Tribunal Pleno, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-2000, Tomo VI, página 292, de rubro: "PROCEDIMIENTO
JUDICIAL, SUSPENSIÓN DEL.", se advierte que el criterio de que la continuación
del procedimiento es de orden público y, por ende, su suspensión lo contraviene,
se fundó en el anterior artículo 64 de la Ley de Amparo de 1919, cuyo contenido,
en esencia, se reitera en el artículo 138, primer párrafo, de la ley vigente, por lo
que, conforme a este precepto, debe resolverse sobre la procedencia de la
suspensión definitiva respecto de la resolución que dirime la cuestión de
personalidad. En congruencia con lo antes expuesto, si del contenido del precepto
últimamente citado deriva que el aspecto medular que debe dilucidarse, para
determinar si la suspensión puede tener o no el efecto de paralizar el
procedimiento, es la irreparabilidad del daño ocasionado al quejoso, y en atención
a que ésta se materializa sólo con el dictado de la sentencia definitiva en el
procedimiento del cual derive el acto reclamado por operar un cambio de situación
jurídica que vuelve improcedente el juicio de amparo, es indudable que la
suspensión definitiva debe concederse al quejoso para el efecto de que el Juez
natural continúe con el procedimiento hasta su resolución, pero debe abstenerse
de dictar la sentencia definitiva hasta que se resuelva el juicio de garantías
correspondiente. Contradicción de tesis.
41. Para acreditar la personalidad del apoderado de una sociedad
anónima (demandada en un juicio laboral), se ofrece una escritura pública en
la que se hace constar que el poder fue otorgado por dicha sociedad. En
este supuesto, ¿para estimar idóneo el poder es necesario que la escritura
pública contenga la inserción relativa a las facultades del otorgante?

RESPUESTA: Si es necesario, o en su defecto, deberá exhibirse la


escritura pública en la que quedaron establecidas las facultades del administrador
único.

Tesis: 1a./J. 8/2005.


PERSONALIDAD. PARA ACREDITARLA CON PODER OTORGADO
POR EL ADMINISTRADOR ÚNICO DE UNA SOCIEDAD MERCANTIL, NO
BASTA QUE EL NOTARIO AFIRME QUE EL OTORGANTE ESTABA
FACULTADO PARA ELLO. De los artículos 10 y 149 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles se advierte que corresponde a los administradores o al
administrador único la representación de la sociedad mercantil, quienes pueden
conferir poderes en nombre de ésta; sin embargo tales facultades están sujetas a
lo expresamente establecido en la ley y en el contrato social, y particularmente
condicionadas a las decisiones de la asamblea general de accionistas, la cual, en
su calidad de órgano supremo de la sociedad, le confiere atribuciones al órgano
de administración. En ese tenor, para acreditar la personalidad de quien promueve
en nombre de una sociedad mercantil con poder otorgado por el administrador
único, no basta la simple afirmación del notario público ante cuya fe se celebre tal
acto, en el sentido de que aquél está facultado para otorgar poderes a nombre de
la sociedad, sino que es necesario que en la protocolización que contiene el poder
se transcriba la parte relativa del instrumento que contenga las facultades del
otorgante, conforme a los estatutos de la sociedad o, en su defecto, deberá
exhibirse la escritura pública en la que quedaron establecidas las facultades del
administrador único. Contradicción de tesis.

2ª./J. 85/2000
PERSONALIDAD EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. REQUISITOS QUE
DEBE SATISFACER EL TESTIMONIO NOTARIAL RESPECTIVO,
TRATÁNDOSE DE SOCIEDADES MERCANTILES. En términos de lo
establecido en el artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, las partes en el juicio
pueden comparecer al mismo de manera directa o por conducto de apoderado,
señalando en su fracción III que cuando se trate del apoderado de una persona
moral, éste podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta
poder, precisándose los requisitos a los que la ley sujeta la validez de esta última.
Ahora bien, ante el vacío legislativo sobre los requisitos que debe cumplir ese
testimonio, en el caso de las sociedades mercantiles, debe acudirse a lo
dispuesto en la Ley General de Sociedades Mercantiles, en específico a su
artículo 10, conforme al cual será necesario que en el instrumento respectivo
conste la denominación o razón social de la sociedad, domicilio, duración, importe
del capital social y objeto de la misma, las facultades que conforme a sus
estatutos correspondan al órgano que acordó el otorgamiento del poder y, si el
poder se otorgare por conducto de una persona distinta a los órganos de
representación de la sociedad, deberá quedar acreditado que dicha persona tiene
facultades para ello.

42. El artículo 20, primer párrafo, de la Ley de Amparo, dispone:


“Cuando en un juicio de amparo la demanda se interponga por dos o más
personas, deberán designar un representante común que elegirán de entre
ellas mismas”. Una vez que lea el precepto transcrito, conteste lo siguiente:
Se presenta una demanda de amparo en la que se reclama un acto
emitido por una Junta de Conciliación y Arbitraje. La demanda es suscrita
por cinco quejosos, quienes se ostentan como trabajadores y señalan como
representante común a uno de ellos de nombre Pedro N. En este supuesto,
para que surta efectos dicha representación, ¿es necesario que el juez de
Distrito emita un proveído en el que reconozca a Pedro N. como
representante común de los quejosos?

RESPUESTA: No, porque el artículo 20 de la Ley de Amparo no


condiciona tal designación al pronunciamiento del juez.

Jurisprudencia P./J. 124/2000


REPRESENTANTE COMÚN EN EL JUICIO DE AMPARO. SU
DESIGNACIÓN POR LOS QUEJOSOS, SURTE EFECTOS SIN QUE SE
REQUIERA PREVIO ACUERDO DEL JUEZ DE DISTRITO. De conformidad con
lo dispuesto por el artículo 20 de la Ley de Amparo, cuando en un juicio de
garantías la demanda se interponga por dos o más personas, éstas deberán
designar de entre ellas un representante común, previéndose que si no lo hacen,
el Juez mandará prevenirlas para que en un término de tres días designen uno, y
si no lo hicieren, designará con ese carácter a cualquiera de los interesados; por lo
que atento a lo previsto por ese precepto, se puede decir que el establecimiento
de la figura jurídica del representante común en el juicio de amparo, tiene como
propósito fundamental, evitar que ante la pluralidad de quejosos se entorpezca la
adecuada prosecución del juicio de amparo, debiendo actuar el representante
común como un mandatario con autorización para litigar en representación de los
restantes quejosos, sin perder su carácter de parte en el procedimiento. En
congruencia con lo anterior y tomando en consideración que del contenido del
precepto en cita no se desprende que se condicione su designación o el ejercicio
de sus funciones a ningún requisito, ni que se demanden mayores formalidades,
es inconcuso que basta el nombramiento del representante común que se haga
por parte de los peticionarios de garantías en la demanda de amparo, para que
surta desde luego sus efectos, sin que sea necesario un reconocimiento previo por
parte del juzgador de amparo. Contradicción de tesis.
.

43. Tratándose de juicios de amparo en materia de trabajo, cuando el


acto reclamado se funde en leyes previamente declaradas inconstitucionales
por jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la suplencia
de la queja, ¿procede aun ante la ausencia de conceptos de violación o
agravios?

RESPUESTA: Sí procede la suplencia, aun ante la ausencia.

Tesis: 2a./J. 39/95.

SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL A FAVOR DEL


TRABAJADOR. OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS
DE VIOLACION O AGRAVIOS. La Jurisprudencia 47/94 de la entonces Cuarta
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que lleva por rubro:
"SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL TRATANDOSE DEL
TRABAJADOR. CASO EN QUE NO OPERA", establece que para la operancia de
la suplencia de la queja en materia laboral a favor del trabajador es necesario que
se expresen conceptos de violación o agravios deficientes en relación con el tema
del asunto a tratar, criterio que responde a una interpretación rigurosamente literal
del artículo 76 bis de la Ley de Amparo para negar al amparo promovido por el
trabajador el mismo tratamiento que la norma establece para el amparo penal, a
través de comparar palabra a palabra la redacción de las fracciones II y IV de
dicho numeral, cuando que la evolución legislativa y jurisprudencial de la suplencia
de la queja en el juicio de garantías lleva a concluir que la diversa redacción de
una y otra fracciones obedeció sencillamente a una cuestión de técnica jurídica
para recoger y convertir en texto positivo la jurisprudencia reiterada tratándose del
reo, lo que no se hizo en otras materias quizá por no existir una jurisprudencia tan
clara y reiterada como aquélla, pero de ello no se sigue que la intención del
legislador haya sido la de establecer principios diferentes para uno y otro caso.
Por ello, se estima que debe interrumpirse la jurisprudencia de referencia para
determinar que la suplencia de la queja a favor del trabajador en la materia laboral
opera aun ante la ausencia total de conceptos de violación o agravios, criterio que
abandona las formalidades y tecnicismos contrarios a la administración de justicia
para garantizar a los trabajadores el acceso real y efectivo a la Justicia Federal,
considerando no sólo los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en
juego en los juicios en que participan, que no son menos importantes que la vida y
la libertad, pues conciernen a la subsistencia de los obreros y a los recursos que
les hacen posible conservar la vida y vivir en libertad, sino también su posición
debilitada y manifiestamente inferior a la que gozan los patrones. Contradicción de
tesis.

Jurisprudencia P./J. 5/2006

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO


76 BIS, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. SE SURTE AUN ANTE LA
AUSENCIA DE CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. La Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha establecido diferencias tratándose de la suplencia de la
queja, advirtiendo que puede ser total ante la ausencia de conceptos de violación
o de agravios, o relativa, cuando son insuficientes, esto es, cuando solamente hay
una deficiente argumentación jurídica. Ahora bien, el artículo 76 Bis, fracción I, de
la Ley de Amparo dispone que las autoridades que conozcan del juicio de
garantías deben suplir la queja deficiente, entre otros supuestos, cuando el acto
reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de
esta Suprema Corte, sin precisar si opera de forma relativa o total, pero el estudio
del proceso legislativo de reforma de 1951 a los artículos 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y del entonces 76 de la ley citada, pone
de manifiesto que dicha suplencia debe ser total, ya que se surte aun ante la
ausencia de conceptos de violación o agravios, como acontece en las materias
penal tratándose del inculpado, laboral atinente al trabajador, o respecto de
menores e incapaces, porque en todos estos supuestos se pretendió atemperar
los tecnicismos del juicio de garantías, para dar relevancia a la verdad jurídica.
Contradicción de tesis.

44. El artículo 153 de la Ley de Amparo, en lo conducente, dispone:


“Si al presentarse un documento por una de las partes, otra de ellas lo
objetare de falso, el juez suspenderá la audiencia para continuarla dentro de
los diez días siguientes; en dicha audiencia, se presentarán las pruebas y
contrapruebas relativas a la autenticidad del documento”. Ahora bien,
¿cómo debe proceder el juez de Distrito en los juicios de amparo en materia
de trabajo, cuando la autoridad responsable que niega el acto que se le
reclamó, objeta los documentos que el quejoso anexa a su demanda de
garantías, en términos del artículo 153 de la Ley de Amparo (documentos de
los que no se desprende la existencia del acto que se le reclama)?

RESPUESTA: Desechar el incidente de objeción de documentos.

Jurisprudencia 2a./J. 70/2002

FALSEDAD DE DOCUMENTOS. SI LA OBJECIÓN PROVIENE DE LA


RESPONSABLE DEBE ABRIRSE EL INCIDENTE A QUE SE REFIERE EL
ARTÍCULO 153 DE LA LEY DE AMPARO AUN CUANDO AQUÉLLA NIEGUE
EL ACTO RECLAMADO, SIEMPRE QUE EL QUEJOSO OFREZCA PRUEBAS
PARA DESVIRTUAR DICHA NEGATIVA. De lo dispuesto en el artículo 153 de la
Ley de Amparo se desprende que, durante el trámite del juicio de garantías, es
factible la sustanciación de un incidente con la finalidad de que se provea lo
conducente respecto a la objeción de falsedad de documentos, situación que
obliga al Juez de Distrito a suspender la audiencia constitucional, con la finalidad
de recibir y desahogar las pruebas relativas a la autenticidad del documento
cuestionado, respecto del cual y únicamente para los efectos de ese juicio de
amparo debe pronunciarse al dictar la sentencia de fondo; sin embargo, cuando el
Juez advierta que el acto reclamado fue negado y que el quejoso no ofreció
pruebas para desvirtuar el informe justificado, resulta ociosa la tramitación de
aquel incidente, pues el juicio deberá sobreseerse necesariamente por
inexistencia del acto reclamado en términos del artículo 74, fracción IV, de la
citada ley. Por lo contrario, si el quejoso ofrece pruebas para desvirtuar la negativa
del acto, el juzgador debe abrir el referido incidente en el momento de la audiencia
constitucional, y proveer lo conducente sobre las pruebas que ofrezca la autoridad
responsable para probar la falsedad del documento objetado, en relación con
determinadas causas de improcedencia, como la falta de interés jurídico, pues la
autoridad responsable está en posibilidad de acreditar que el quejoso no tiene
dicho interés, de manera que aun cuando haya quedado probado el acto, podría
darse el caso de sobreseer en el juicio, si aquél no se demostró. Contradicción de
tesis.

45. ¿Resulta procedente el incidente de nulidad de la notificación de


la sentencia dictada por un juez de Distrito en un juicio de amparo en materia
laboral, cuando dicho fallo ya se declaró ejecutoriado?

Respuesta: Si, pues en caso de resultar fundada, sólo tendría como


consecuencia ordenar que la notificación de la sentencia se practique de manera
legal, subsanando las deficiencias que motivaron su impugnación, pero la
sentencia misma queda intocada.

Jurisprudencia P./J. 20/2004


NULIDAD DE NOTIFICACIONES. ES PROCEDENTE EL INCIDENTE
RELATIVO, INCLUSO SI YA FUE DICTADO EL AUTO QUE DECLARÓ
EJECUTORIADA LA SENTENCIA. Si se parte de la interpretación que el Tribunal
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hizo del artículo 32 de la Ley
de Amparo en la jurisprudencia P./J. 5/94, y se toma en cuenta que durante la
sustanciación del juicio de garantías se presentan diversas hipótesis relacionadas
con las notificaciones que deben practicarse para hacer del conocimiento de las
partes las decisiones emitidas en cada etapa procesal, debe aceptarse la
procedencia del incidente de nulidad de notificaciones no sólo contra aquellas que
se practiquen antes de que el Juez de Distrito dicte sentencia, pues en atención al
espíritu del citado artículo y a las directrices que ha establecido el Tribunal Pleno,
a fin de no dejar en estado de indefensión a la parte que se considere afectada, es
procedente el mencionado incidente en contra de la notificación de la sentencia
del Juez de Distrito, aun en el caso de que ésta ya se hubiese declarado
ejecutoriada, y en el supuesto de que aquél resultara fundado deberá reponerse el
procedimiento desde el punto en que se incurrió en la nulidad, tal como lo ordena
el referido precepto legal; sin que lo anterior contravenga el principio de cosa
juzgada, en virtud de que los efectos jurídicos de la tramitación y resolución del
referido incidente no afectan la decisión del Juez de Distrito plasmada en su
sentencia, pues en caso de resultar fundado, sólo tendría como consecuencia
ordenar que la notificación de la sentencia se practique de manera legal,
subsanando las deficiencias que motivaron su impugnación, pero la sentencia
misma queda intocada. Contradicción de tesis.

46. ¿Cómo debe proceder el juez de Distrito en un asunto en materia


laboral, cuando los informes previos se rinden en la misma fecha fijada para
la celebración de la audiencia incidental, en la que el secretario le da cuenta
con aquéllos?

Respuesta: Debe celebrar la audiencia incidental.

Tesis: P./J. 45/95


SUSPENSIÓN EN AMPARO. NO PROCEDE DIFERIR LA AUDIENCIA
INCIDENTAL SI EN ELLA SE DA CUENTA CON EL INFORME PREVIO. Si se
toma en consideración que el incidente de suspensión se rige por el principio de
celeridad y que el artículo 131 de la Ley de Amparo exige que la audiencia
incidental se celebre dentro del plazo de setenta y dos horas con informe o sin él,
es inconcuso que no procede diferir aquélla, si el Juez de Distrito da cuenta con
dicho informe durante la celebración de la audiencia, tanto más si las autoridades
responsables al rendir su informe niegan la existencia del acto reclamado, en
virtud de que en la propia audiencia, los quejosos están en aptitud de ofrecer las
pruebas documental y de inspección ocular tendentes a desvirtuar dicha negativa,
lo que no produce la indefensión de aquéllos, pues de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 136, último párrafo, de la ley de la materia, las partes
pueden objetar en cualquier tiempo el contenido del informe previo.

47. El artículo 140 de la Ley de Amparo prevé el incidente de


modificación o revocación del auto que haya concedido o negado la
suspensión, cuando ocurre un hecho superveniente que le sirva de
fundamento. Dicho incidente, tratándose de juicios de amparo en materia
laboral, ¿puede promoverse contra el proveído que acuerda sobre la
suspensión provisional o contra la interlocutoria que resuelve sobre la
suspensión definitiva?

Respuesta: Tanto la suspensión provisional como la definitiva.

Tesis: P./J. 31/2001


SUSPENSIÓN POR HECHO SUPERVENIENTE. LA REVOCACIÓN O
MODIFICACIÓN ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 140 DE LA LEY DE
AMPARO PROCEDE TANTO EN LA PROVISIONAL COMO EN LA DEFINITIVA.
Es verdad que el artículo 140 de la Ley de Amparo, al establecer que: "Mientras
no se pronuncie sentencia ejecutoriada en el juicio de amparo, el Juez de Distrito
puede modificar o revocar el auto en que haya concedido o negado la suspensión,
cuando ocurra un hecho superveniente que le sirva de fundamento.", presenta,
entre otras, la inquietud de no precisar expresamente qué tipo de suspensión es la
que puede ser modificada o revocada por un hecho superveniente, es decir, si se
trata de la suspensión provisional o de la suspensión definitiva. Sin embargo, no
menos cierto es que al señalar dicho numeral que la revocación o modificación
puede solicitarse en cualquier momento mientras no se pronuncie sentencia
ejecutoriada, el cual abarca todo el procedimiento del juicio desde la presentación
de la demanda de garantías y hasta antes de que sea declarada firme la sentencia
ejecutoriada, resulta claro que la citada modificación o revocación por hechos
supervenientes procede tanto en la suspensión provisional (siempre que no se
haya resuelto la definitiva) como en la definitiva, por estar inmersas ambas dentro
del lapso que establece el citado artículo 140. Opinar lo contrario, ya sea
considerando que sólo procede dicha revocación o modificación respecto de una u
otra, no haría posible alcanzar íntegramente la finalidad que persigue la figura de
la suspensión que es la de detener, paralizar o mantener las cosas en el estado
que guarden para evitar que el acto reclamado, su ejecución o consecuencias, se
consumen destruyendo la materia del amparo, o bien, produzcan notorios
perjuicios de difícil o imposible reparación al quejoso o, en su caso, el de los
terceros perjudicados.

48. Se presenta una demanda de amparo en la que se reclama la


inconstitucionalidad de un artículo contenido en la Ley Federal del Trabajo.
Antes de que dé inicio la audiencia constitucional, el juez de distrito advierte
que se omitió emplazar a una de las Cámaras del Congreso de la Unión. Sin
embargo, atendiendo a que existe jurisprudencia de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la que se declara la inconstitucionalidad de dicho
precepto, el juez considera que válidamente puede celebrarse la audiencia,
sin necesidad de ordenar que se subsane la mencionada omisión. ¿Es
jurídicamente correcto tal proceder del juez de distrito?

Respuesta: No, porque aun en ese supuesto debe llamarse a la


autoridad, porque puede hacer valer causas de improcedencia.

Jurisprudencia P./J. 126/2005


AMPARO CONTRA LEYES. DEBE ORDENARSE LA REPOSICIÓN DEL
PROCEDIMIENTO SI NO SE LLAMÓ A JUICIO A UNA DE LAS CÁMARAS DEL
CONGRESO DE LA UNIÓN, AUN CUANDO EXISTA JURISPRUDENCIA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN SOBRE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA RECLAMADA. El Tribunal en Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al interpretar el artículo 91, fracción
IV, de la Ley de Amparo, estableció que no es necesario ordenar la reposición del
procedimiento si a pesar de advertirse falta de emplazamiento de la autoridad
responsable, el sentido de la sentencia que se dicte no le causa perjuicio si se
evidencia que procede negar el amparo o sobreseer en el juicio, pues de
adoptarse una postura contraria se retrasaría injustificadamente la solución del
asunto. Asimismo, sostuvo que en el amparo indirecto contra leyes debe llamarse
ineludiblemente a las dos Cámaras del Congreso de la Unión para que quede
debidamente integrado el procedimiento constitucional. En congruencia con lo
anterior, se concluye que la existencia de una jurisprudencia que decrete la
inconstitucionalidad de la norma reclamada no puede validar la omisión de llamar
a juicio a una de las Cámaras del Congreso de la Unión en su calidad de autoridad
responsable, ni puede constituir causa para estimar innecesaria la reposición del
procedimiento, porque se priva a la autoridad no emplazada de los derechos que
pudiera hacer valer contra la admisión de la demanda de amparo, o bien, de
exponer y demostrar causas de sobreseimiento o vicios en la personalidad del
quejoso que el juzgador no pueda advertir oficiosamente, o para insistir sobre las
mismas o nuevas causas de sobreseimiento; además, el hecho de que exista una
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el sentido de que
la norma reclamada es inconstitucional no tiene como consecuencia invariable la
concesión del amparo, ya que la intervención de la autoridad responsable puede
trascender al sentido del fallo definitivo. Contradicción de tesis.

49. Javier Ávalos García compareció ante la Junta Local de


Conciliación y Arbitraje a demandar de Enrique Galván Estrada, la
reinstalación en la fuente de trabajo y el pago de horas extras. En la
audiencia trifásica, el patrón se negó a someter sus diferencias al arbitraje,
respecto de la demanda de reinstalación, por lo que promovió un incidente
de insumisión al arbitraje; en éste adujo que no estaba obligado a reinstalar
al trabajador, dado que desempeñaba un cargo de confianza. Seguido el
incidente por sus trámites legales, la Junta dictó sentencia interlocutoria en
la que lo declaró procedente, por lo que dio por terminada la relación de
trabajo, condenó al patrón al pago de las indemnizaciones derivadas de la
insumisión y ordenó la continuación del procedimiento por lo que respecta a
la prestación de pago de horas extras; por tanto, señaló día y hora para la
continuación de la audiencia trifásica. En este caso, ¿cuál es el medio de
impugnación en el que puede reclamarse la referida resolución?

RESPUESTA: Amparo indirecto.

Tesis: 2a./J. 86/2007.

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE LABORAL. CONTRA LA


INTERLOCUTORIA QUE DECLARA PROCEDENTE EL INCIDENTE RELATIVO
Y ORDENA LA CONTINUACIÓN DEL JUICIO EN SU ETAPA ARBITRAL, POR
LO QUE HACE A LAS PRESTACIONES QUE NO FUERON MATERIA DE LA
LITIS INCIDENTAL, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO. La interlocutoria que
declara procedente el incidente de insumisión al arbitraje, exime al patrón de
reinstalar al trabajador y condena al pago de las prestaciones inherentes a la
reinstalación es reclamable en el amparo indirecto, en términos del artículo 114,
fracción IV, de la Ley de Amparo, porque afecta el derecho sustantivo del quejoso
a la estabilidad en el empleo y este aspecto ya no será materia de estudio en el
laudo, por lo que aun cuando obtuviera un fallo favorable respecto de las restantes
prestaciones materia de la litis en la etapa arbitral, no se le podría restituir en el
goce de ese derecho sustantivo afectado, y porque, afecta al trabajador en grado
predominante o superior, ya que al ordenar la tramitación de la etapa arbitral en el
juicio laboral, cuyo laudo decidirá las prestaciones derivadas de la reinstalación
que no fueron materia de la litis incidental pero que sí se rigen por el sentido de
ésta, sujeta al afectado a un juicio que puede ser ocioso si en el correspondiente
amparo se determina la inconstitucionalidad de la interlocutoria reclamada, pues
su efecto sería la reposición del procedimiento para que la reinstalación se decida
en la etapa arbitral.

50. ¿En qué caso procede la suplencia de la queja en un juicio de


amparo indirecto en materia laboral promovido por el patrón?

RESPUESTA: Sólo cuando se impugne la aplicación de una ley declarada


inconstitucional.

Tesis: 2a./J. 42/97.


SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN FAVOR DE LA
PARTE PATRONAL, IMPROCEDENCIA DE LA. El artículo 76 bis de la Ley de
Amparo, en su fracción IV, establece que en materia laboral la suplencia sólo se
aplicará en favor del trabajador; luego, resulta inconcuso que no es dable la
operancia de dicha institución jurídica en favor del patrón. El anterior aserto deriva
de una interpretación gramatical, histórica, sistemática y finalista, que lleva a esta
Segunda Sala a concluir que la suplencia de la queja en la materia laboral
únicamente se justifica en favor del trabajador, en tanto que su finalidad es
solventar la desigualdad procesal de las partes y la necesidad de proteger bienes
básicos. La desigualdad procesal se sustenta, primordialmente, en el artículo 123
constitucional y en la Ley Federal del Trabajo, que regulan la relación laboral como
un derecho de clases; así como en la circunstancia genérica, consistente en la
mayor posibilidad económica del patrón, lo cual le permite acceder a los servicios
de mejores abogados, caso contrario del trabajador; así también, porque al tener
el patrón la administración de la empresa, cuenta con una mejor posibilidad de
allegarse medios probatorios para el juicio. La protección a bienes básicos tiene
como base el hecho de que la subsistencia del trabajador y de su familia, con todo
lo que lleva implícito, depende de su salario y prestaciones inherentes, razón que
evidencia la importancia que tiene para el trabajador un litigio derivado de la
relación laboral. En tal virtud, al no existir tales justificantes para el patrón, por
ningún motivo o pretexto es correcto apartarse de los lineamientos del artículo 76
bis de la Ley de Amparo, ni menos todavía interpretarlos o pretender soslayarlos
por analogía o mayoría de razón, habida cuenta de que la fracción VI del
susodicho artículo 76 bis no es aplicable para suplir la deficiencia de la queja en
favor del patrón, ni aun excepcionalmente, tratándose de una violación manifiesta
de la ley que lo haya dejado sin defensa, tal y como ocurre por la falta de
emplazamiento o su práctica defectuosa, toda vez que la norma específica debe
prevalecer sobre la genérica, esto es, si la voluntad del legislador hubiera sido que
en materia laboral se aplicara en favor del patrón la fracción VI, hubiese utilizado
un texto distinto, por ejemplo, la suplencia de la queja sólo se aplicará en favor del
trabajador "con excepción de lo previsto (o cualquier otra similar) en la fracción
VI", lo cual no ocurrió así; entonces, no tiene por qué interpretarse en otro sentido.
Es menester indicar que existe una excepción derivada de lo previsto en la
fracción I del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, esto es, únicamente para el
caso de que el acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por
la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, supuesto en el cual
sí es factible la suplencia en favor del patrón. Conviene agregar que el artículo
107, fracción III, inciso c), en concordancia con la fracción VII, constitucional,
establece la figura de "tercero extraño a juicio", hipótesis normativa recogida por el
artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, figura jurídica que, trasladada a la
materia laboral, permite al patrón impugnar todo lo actuado en el juicio natural a
través del amparo indirecto, aunque necesariamente debe realizar el razonamiento
lógico-jurídico que demuestre la transgresión de garantías impugnada, porque
pretender lo contrario implicaría dejar en estado de indefensión a la otra parte, la
trabajadora; situación que se agudiza en el recurso de revisión, pues aceptarse
otra cosa implicaría atentar contra la naturaleza jurídica del recurso y en perjuicio
de la parte trabajadora.

51. En un juicio de amparo indirecto se señaló como acto reclamado


la determinación de la junta laboral, mediante la cual se desconoció la
personalidad de quien compareció a la audiencia trifásica a nombre de la
persona moral demandada. Al rendir el informe justificado, la autoridad
responsable aceptó la existencia del acto reclamado y remitió copias
certificadas del juicio laboral; de dichas copias se desprende que la junta no
reconoció la personalidad de quien se ostentó como apoderado de la
demandada, pues aun cuando exhibió poder notarial del que se desprende
que la demandada otorgó poder a favor de determinada persona, lo cierto es
que el compareciente no se identificó ante la junta, con el fin de demostrar
que él era la persona a favor de quien se otorgó el poder, no obstante que se
le requirió para tal efecto.
En este caso, ¿es jurídicamente correcto el proceder de la junta
responsable?

RESPUESTA: Sí es correcto, porque aun cuando no se establezca


expresamente tal requisito en el precepto 642 de la Ley Federal del Trabajo, no
puede perderse de vista que si bien es cierto que el testimonio notarial o la carta
poder correspondiente pueden acreditar que una persona física es representante o
apoderado legal de una determinada persona moral, también lo es que dichas
documentales son insuficientes para demostrar que la persona que llegue a
presentarlas ante la autoridad del trabajo sea la misma que tiene esa calidad de
representante o apoderado, lo anterior a fin de evitar la posible suplantación de
persona

Tesis: 2a./J. 21/2006.


APODERADO O REPRESENTANTE DE PERSONA MORAL. DEBE
IDENTIFICARSE ANTE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE SI SE LE
REQUIERE. Conforme a las fracciones II y III del artículo 692 de la Ley Federal
del Trabajo, el apoderado o representante de una persona moral, para acreditar su
personalidad, debe exhibir testimonio notarial o carta poder otorgada ante dos
testigos, previa comprobación de que quien otorga el poder está legalmente
facultado para ello; además, también es necesario que al comparecer ante la
autoridad laboral, si se le requiere, se identifique a satisfacción de la Junta, a fin
de tener la certeza de que quien comparece sea la persona a favor de quien
otorgó el poder la persona moral. Ello es así, porque aun cuando no se establezca
expresamente tal requisito en el indicado precepto, no puede perderse de vista
que si bien es cierto que el testimonio notarial o la carta poder correspondiente
pueden acreditar que una persona física es representante o apoderado legal de
una determinada persona moral, también lo es que dichas documentales son
insuficientes para demostrar que la persona que llegue a presentarlas ante la
autoridad del trabajo sea la misma que tiene esa calidad de representante o
apoderado, lo anterior a fin de evitar la posible suplantación de persona.

52. Mediante escrito presentado ante el Tribunal Federal de


Conciliación y Arbitraje, Juan Pérez demandó a la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, entre otras prestaciones, la reinstalación en el puesto que
desempeñaba como inspector del Servicio de Administración Tributaria. En
el capítulo de hechos, el actor manifestó que ingresó a laborar para la
secretaría demandada con la categoría de policía fiscal federal, pero en
virtud del Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el cuatro
de enero de mil novecientos noventa y nueve, por el que se expidió la Ley de
la Policía Federal Preventiva, y se reformó, entre otras, la Ley Aduanera,
dicha categoría cambió a inspector. Al contestar la demanda, la dependencia
planteó incidente de incompetencia, al estimar que la relación que lo unió
con el demandante es de carácter administrativo y no laboral. El tribunal de
trabajo declaró infundado el incidente. En contra de esta determinación, la
secretaría promovió juicio de amparo indirecto.
El juez de Distrito que conoció del asunto, negó la protección
constitucional solicitada. En este caso, ¿es jurídicamente correcto proceder
del juzgador federal?

RESPUESTA: Es correcto, porque le asiste la razón al Tribunal, puesto


que dichos servidores públicos ya no tienen la calidad de agentes de la policía, por
lo cual su relación con la dependencia es laboral y, por ende, los conflictos
suscitados entre patrón y trabajado son de competencia de dicho tribunal.

Jurisprudencia 2a./J. 98/2007


CONFLICTOS DE TRABAJO SUSCITADOS ENTRE LA
ADMINISTRACIÓN CENTRAL PARA LA INSPECCIÓN FISCAL Y ADUANERA
CON LOS INSPECTORES QUE ANTERIORMENTE SE DESEMPEÑARON
COMO POLICÍAS FISCALES FEDERALES. ES COMPETENTE EL TRIBUNAL
FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. A partir del Decreto publicado en
el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero de 1999, por el que se expidió la
Ley de la Policía Federal Preventiva y se reformaron, entre otras, la Ley Aduanera
y la Ley del Servicio de Administración Tributaria, la Policía Fiscal Federal de la
Administración General de Aduanas dejó de existir, razón por la que quienes
prestaron sus servicios como Policías Fiscales Federales ya no tienen ese
carácter; de ahí que el competente para conocer de la controversia planteada es el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, incluso cuando las prestaciones que
se reclaman son de naturaleza laboral. Contradicción de tesis
.

53. Lea los artículos 123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos; 118 de la Constitución Política del
Estado de Guerrero; 42 y 44 del Reglamento Interior de la Secretaría de
Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Estado de Guerrero; y 113,
fracción I, de la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de
Guerrero Número 248, que a continuación se transcriben; y enseguida
conteste el problema que se plantea. Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos:

“Artículo 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y


socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la
organización social para el trabajo, conforme a la Ley.- El Congreso de la
Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el
trabajo, las cuales regirán (…) B.- Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno
del Distrito Federal y sus trabajadores (…) XIII. Los militares, marinos,
personal del servicio exterior, agentes del Ministerio Público y los miembros
de las instituciones policiales, se regirán por sus propias leyes.- El Estado
proporcionará a los miembros en el activo del Ejército, Fuerza Aérea y
Armada, las prestaciones a que se refiere el inciso f) de la fracción XI de
este Apartado, en términos similares y a través del organismo encargado de
la seguridad social de los componentes de dichas instituciones;- Los
miembros de las instituciones policiales de los municipios, entidades
federativas, del Distrito Federal, así como de la Federación, podrán ser
removidos de su cargo si no cumplen con los requisitos que las leyes
vigentes en el momento de la remoción señalen para permanecer en dichas
instituciones, sin que proceda su reinstalación o restitución, cualquiera que
sea el juicio o medio de defensa para combatir la remoción y, en su caso,
sólo procederá la indemnización. La remoción de los demás servidores
públicos a que se refiere la presente fracción, se regirá por lo que dispongan
los preceptos legales aplicables.”;

Constitución Política del Estado de Guerrero: “Artículo 118.- Las


resoluciones que dicte la Administración Pública serán conforme a las
normas que regulen el procedimiento administrativo y en contra de ellas
podrán enderezarse, una vez agotada la vía administrativa, las acciones y
recursos que señale la Ley.- En los términos del Artículo 115 de la
Constitución General de la República, habrá un Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, dotado de plena autonomía para dictar sus fallos, el cual
resolverá las controversias de naturaleza administrativa y fiscal que se
susciten entre los particulares y las autoridades administrativas del Estado y
los Municipios, incluyendo los Organismos Públicos Descentralizados con
funciones de autoridad. La Ley respectiva definirá su organización y
competencia.”;

Reglamento Interior de la Secretaría de Seguridad Pública y


Protección Ciudadana del Estado de Guerrero: “Artículo 42. La relación
laboral entre la secretaría y sus servidores públicos, se regirán por la Ley de
Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero Núm. 248, las
demás disposiciones administrativas internas de la dependencia y las que
en su caso que emita el titular del Poder Ejecutivo Estatal.”; “Artículo 44. Las
disposiciones del presente reglamento interior, serán aplicables sin
excepción a todos los servidores públicos adscritos a la secretaría y en caso
de alguna omisión, infracción o falta injustificada a las normas laborales, se
aplicará la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado
Núm. 674 y la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de
Guerrero 248, según corresponda”; Ley de Trabajo de los Servidores
Públicos del Estado de Guerrero Número 248: “Artículo 113.- El Tribunal de
Conciliación y Arbitraje, será competente para:- I.- Conocer y resolver de los
conflictos individuales que se susciten entre los titulares de una
dependencia, los municipios, entidades paraestatales y sus trabajadores
(…)”.

Ahora bien, una demanda se presenta ante el Tribunal de


Conciliación y Arbitraje del Estado de Guerrero. En la demanda, el actor
reclama de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del
Estado de Guerrero, entre otras prestaciones, una indemnización, pues
aduce haber sido separado injustificadamente de su empleo como agente de
tránsito adscrito a la mencionada secretaría. Al contestar la demanda, la
dependencia demandada plantea incidente de incompetencia del tribunal
laboral, bajo el argumento de que la relación que la unía con el actor era de
carácter administrativo, por lo que la competencia para conocer del conflicto
se surte a favor del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de
Guerrero. El tribunal laboral determina que es infundada la incidencia
planteada. En contra de lo resuelto por el Tribunal de Conciliación y
Arbitraje, la dependencia demandada promueve amparo indirecto; en su
concepto de violación refiere básicamente que la relación que lo unía con el
actor era de carácter administrativo, por lo que el tribunal obrero debió
declarar fundado el incidente. En tal caso, ¿cómo debe declararse el
concepto de violación?
RESPUESTA: Fundado, porque se trata de una relación administrativa
entre dependencia y el agente de policía.

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 91/2007, que derivó


de la contradicción de tesis 65/2007:

SECRETARÍA DE SEGURIDAD PÚBLICA Y PROTECCIÓN DEL ESTADO DE


GUERRERO. LA COMPETENCIA PARA CONOCER DE SUS CONFLICTOS
CON LOS MIEMBROS DE UNA INSTITUCIÓN POLICIAL CORRESPONDE AL
TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA ENTIDAD. Del
proceso legislativo que dio origen al decreto de reformas y adiciones al artículo
123, apartado B, fracción XIII, de la Constitución General de la República (Diario
Oficial de la Federación del 8 de marzo de 1999), se advierte que el Constituyente
precisó que los miembros de las instituciones policiales se rigen por sus propias
leyes y su relación con el Estado no es de naturaleza laboral, sino administrativa.
Asimismo, el artículo 116, fracción VI, constitucional, faculta a las Legislaturas
Locales para regular las relaciones de trabajo entre los Estados y sus
trabajadores, pero sobre las bases determinadas en el propio artículo 123 y sus
disposiciones reglamentarias. Por su parte, los artículos 42 y 44 del Reglamento
Interior de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del Estado
de Guerrero, establecen que entre esa dependencia y sus servidores públicos
existe una relación laboral regida por la Ley de Trabajo de los Servidores Públicos
del Estado de Guerrero Número 248, de cuyo artículo 113 se desprende que su
aplicación corresponde al Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado,
infiriéndose que dicho Tribunal, en principio, sería competente para conocer y
dirimir las controversias entre los miembros de las instituciones policiales y la
dependencia citada. Sin embargo, tales disposiciones no son acordes con los
preceptos constitucionales citados, conforme a los cuales esa relación no es de
naturaleza laboral sino administrativa y, en consecuencia, sus diferencias deben
someterse a la jurisdicción concerniente a esta última materia, por lo que en
atención al principio de supremacía establecido en el artículo 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debe prevalecer ésta
sobre las disposiciones referidas. En congruencia con lo anterior, si los artículos
118 de la Constitución Política; 40 de la Ley Orgánica de la Administración Pública
Número 433 y 4 de la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso Administrativo
Número 194, todas del Estado de Guerrero, instituyen la competencia del Tribunal
de lo Contencioso Administrativo para conocer los procedimientos contenciosos de
ese orden, suscitados entre las autoridades y los particulares, por afinidad, en
observancia de la garantía prevista en el segundo párrafo del artículo 17 de la
Constitución Federal, relativa a que toda persona tiene derecho a que se le
administre justicia, ese órgano jurisdiccional debe conocer de los conflictos entre
los miembros de una institución policial y la Secretaría de Seguridad Pública y
Protección Ciudadana, pues el vínculo administrativo en aquéllos los asimila a las
contiendas en las cuales interviene y en razón de su especialidad, dicha
jurisdicción es la más pertinente para conocer y resolver dichas controversias,
resultando aplicables por analogía las tesis de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación publicadas con los números 2a./J. 77/2004, 2a./J. 51/2001, 2a./J. 35/99,
2a./J. 82/98, 2a./J. 10/97, 2a./J. 32/96, 2a./J. 23/96, 2a./J. 77/95 y P./J. 24/95.

54. Lea el artículo 692, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo y
enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 692. Las partes
podrán comparecer a juicio en forma directa o por conducto de apoderado
legalmente autorizado.- Tratándose de apoderado, la personalidad se
acreditará conforme a las siguientes reglas (….) III. Cuando el compareciente
actúe como apoderado de persona moral, podrá acreditar su personalidad
mediante testimonio notarial o carta poder otorgada ante dos testigos, previa
comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente autorizado
para ello (…)”.

Ahora bien, en un juicio laboral comparece quien se ostenta


apoderado de la persona moral demandada y solicita que se le reconozca tal
carácter en términos de una carta poder que exhibe. El actor en el juicio
promueve incidente de falta de personalidad de quien compareció a nombre
de la demandada; incidente que se declara fundado por la junta que conoce
del juicio, bajo el argumento de que en la carta poder exhibida solamente
obra el nombre de la persona física que otorgó el poder, pero no se advierte
el nombre de la persona moral demandada ni el carácter con el que la
persona física otorgó la carta poder. En contra de tal determinación, la parte
demandada promovió juicio de amparo indirecto, en el que hizo valer como
concepto de violación que si bien era cierto en la carta poder no obraba el
nombre de la persona moral demandada ni el carácter con el que la persona
física otorgó el poder, lo cierto es que los referidos datos se desprendían de
un instrumento notarial también exhibido en el juicio laboral. Al analizar las
constancias, el juez de Distrito que conoce del juicio de garantías advierte
que es acertada la afirmación del quejoso, pues en el instrumento notarial a
que se refiere sí obran los datos relativos al nombre de la persona moral
demandada y la facultad de la persona física para otorgar poderes. En tal
supuesto, ¿cómo debe estimarse el concepto de violación?

RESPUESTA: Debe considerarse fundado, porque la omisión de esos


requisitos en la carta poder, queda subsanada si en autos hay otros elementos,
datos o pruebas que, adminiculados, permitan llegar al mismo conocimiento.

Tesis: 2a./J. 135/2004.


PERSONALIDAD EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SI SE
PRETENDE ACREDITAR EN LOS TÉRMINOS DE LA FRACCIÓN III DEL
ARTÍCULO 692 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, CON CARTA PODER,
EL NOMBRE DE LA PERSONA MORAL Y EL CARÁCTER CON QUE SE
OTORGA DEBE CONSTAR EN ELLA, O BIEN DESPRENDERSE DE AUTOS.
En términos de la fracción III del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, las
personas morales pueden concurrir a juicio por conducto de apoderados, los
cuales podrán acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o a través de
carta poder; en este último caso, la carta poder deberá contener el nombre de la
persona moral y el carácter de quien la otorgó, para verificar si está legalmente
autorizado para ello, por elementales razones de claridad y precisión del acto; sin
embargo, la omisión de esos requisitos en dicho documento queda subsanada si
en autos hay otros elementos, datos o pruebas que, adminiculados, permitan
llegar al mismo conocimiento.

55. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral el quejoso


señala como acto reclamado la resolución que declara infundado el
incidente de falta de personalidad de quien se ostentó como apoderado del
demandado. Al rendir el informe justificado, la autoridad responsable acepta
la existencia del acto reclamado y remite copias certificadas del juicio
laboral de origen. Al revisar el expediente, el juez de Distrito advierte que en
la audiencia trifásica quien se ostentó como apoderado del demandado
realizó oferta de empleo al actor y que éste la aceptó, por tanto, decide
sobreseer en el juicio de amparo. En tal supuesto, ¿es correcto el proceder
del juez de Distrito?

RESPUESTA: Es incorrecto el actuar del juez, porque con independencia


de que el ofrecimiento del trabajo sea calificado de buena o mala fe y de que
opere o no la reversión de la carga probatoria al trabajador, la aceptación de dicha
oferta no conlleva el reconocimiento implícito de la personalidad del oferente,
puesto que no compete a las partes calificar su validez, sino a la Junta, por lo que
la resolución que reconozca la personalidad del representante del patrón puede
impugnarse en amparo indirecto, no obstante que el trabajador hubiera aceptado
la oferta de trabajo, ya que de lo contrario se llegaría al extremo de aceptar como
representante de aquéllas a cualquiera que se ostentara como tal, sin necesidad
de acreditarlo.

Tesis: 2a./J. 84/2005.


PERSONALIDAD DEL REPRESENTANTE DEL PATRÓN. SU
RECONOCIMIENTO POR PARTE DE LA JUNTA PUEDE IMPUGNARSE EN
AMPARO INDIRECTO, NO OBSTANTE QUE EL TRABAJADOR HUBIERA
ACEPTADO LA OFERTA DE EMPLEO. La Ley Federal del Trabajo establece los
requisitos para que los representantes del patrón acrediten su personalidad en
juicio, así como la posibilidad de que ésta pueda impugnarse por el trabajador
actor en el incidente a que se refiere su artículo 762, fracción III. Por otra parte,
cuando la acción deriva de un despido injustificado el patrón, al contestar la
demanda, puede negar su existencia y ofrecer el empleo al actor, quien puede
aceptarlo o rechazarlo, correspondiendo a la Junta analizar si el ofrecimiento se
realizó de buena o mala fe, lo cual influirá en la imposición de la carga probatoria.
Bajo este contexto, con independencia de que el ofrecimiento del trabajo sea
calificado de buena o mala fe y de que opere o no la reversión de la carga
probatoria al trabajador, la aceptación de dicha oferta no conlleva el
reconocimiento implícito de la personalidad del oferente, puesto que no compete a
las partes calificar su validez, sino a la Junta, por lo que la resolución que
reconozca la personalidad del representante del patrón puede impugnarse en
amparo indirecto, no obstante que el trabajador hubiera aceptado la oferta de
trabajo, ya que de lo contrario se llegaría al extremo de aceptar como
representante de aquéllas a cualquiera que se ostentara como tal, sin necesidad
de acreditarlo

56. Lea el artículo 692, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, así
como el diverso precepto 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles
que a continuación se transcriben; y enseguida conteste el problema que se
plantea:
“Artículo 692. Las partes podrán comparecer a juicio en forma
directa o por conducto de apoderado legalmente autorizado.- Tratándose de
apoderado, la personalidad se acreditará conforme a las siguientes reglas
(….) III. Cuando el compareciente actúe como apoderado de persona moral,
podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder
otorgada ante dos testigos, previa comprobación de que quien le otorga el
poder está legalmente autorizado para ello (…)”; “Artículo 10.- La
representación de toda sociedad mercantil corresponderá a su
administrador o administradores, quienes podrán realizar todas las
operaciones inherentes al objeto de la sociedad, salvo lo que expresamente
establezcan la Ley y el contrato social.--- Para que surtan efecto los poderes
que otorgue la sociedad mediante acuerdo de la asamblea o del órgano
colegiado de administración, en su caso, bastará con la protocolización ante
notario de la parte del acta en que conste el acuerdo relativo a su
otorgamiento, debidamente firmada por quienes actuaron como presidente o
secretario de la asamblea o del órgano de administración según
corresponda, quienes deberán firmar el instrumento notarial, o en su defecto
lo podrá firmar el delegado especialmente designado para ello en sustitución
de los anteriores.--- El notario hará constar en el instrumento
correspondiente, mediante la relación, inserción o el agregado al apéndice
de las certificaciones, en lo conducente, de los documentos que al efecto se
le exhiban, la denominación o razón social de la sociedad, su domicilio,
duración, importe del capital social y objeto de la misma, así como las
facultades que conforme a sus estatutos le correspondan al órgano que
acordó el otorgamiento del poder y, en su caso, la designación de los
miembros del órgano de administración.--- Si la sociedad otorgare el poder
por conducto de una persona distinta a los órganos mencionados, en
adición a la relación o inserción indicadas en el párrafo anterior, se deberá
dejar acreditado que dicha persona tiene las facultades para ello”.

Ahora bien, en un juicio laboral el actor demanda de una sociedad


mercantil el pago de diversas prestaciones. A la audiencia trifásica
comparece una persona que solicita se le reconozca el carácter de
apoderado de la demandada, en términos de un testimonio notarial que
exhibe en ese momento. No obstante, la junta laboral que conoce del juicio
resuelve que no ha lugar a tener al compareciente como apoderado de la
sociedad demandada, en virtud de que el instrumento notarial exhibido por
su parte no reúne los requisitos a que se refiere el artículo 10 de la Ley
General de Sociedades Mercantiles, pues si bien se expresa la razón social
de la demandada, lo cierto es que en ese instrumento se omitió asentar los
datos relativos al domicilio social, duración, importe del capital social y
objeto de la sociedad. En contra de tal determinación, la demandada
promueve juicio de amparo indirecto y hace valer como concepto de
violación que en la Ley Federal del Trabajo no se hace referencia a que el
poder notorial debe contener los requisitos a que se refiere el artículo 10 de
la Ley General de Sociedades Mercantiles, por lo que es ilegal la
interlocutoria reclamada. El juez de Distrito que conoce del amparo niega la
protección constitucional solicitada. En este caso, ¿es correcto el actuar del
juez de Distrito?

RESPUESTA: Es correcto el actuar del juez de Distrito, ya que ante el


vacío legislativo sobre los requisitos que debe cumplir ese testimonio, en el caso
de las sociedades mercantiles, debe acudirse a lo dispuesto en la Ley General de
Sociedades Mercantiles, en específico a su artículo 10, conforme al cual será
necesario que en el instrumento respectivo conste la denominación o razón social
de la sociedad, domicilio, duración, importe del capital social y objeto de la misma,
las facultades que conforme a sus estatutos correspondan al órgano que acordó el
otorgamiento del poder y, si el poder se otorgare por conducto de una persona
distinta a los órganos de representación de la sociedad, deberá quedar acreditado
que dicha persona tiene facultades para ello.

Tesis: 2a./J. 85/2000.


PERSONALIDAD EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL.REQUISITOS
QUE DEBE SATISFACER EL TESTIMONIO NOTARIAL RESPECTIVO,
TRATÁNDOSE DE SOCIEDADES MERCANTILES. En términos de lo establecido
en el artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, las partes en el juicio pueden
comparecer al mismo de manera directa o por conducto de apoderado, señalando
en su fracción III que cuando se trate del apoderado de una persona moral, éste
podrá acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder,
precisándose los requisitos a los que la ley sujeta la validez de esta última. Ahora
bien, ante el vacío legislativo sobre los requisitos que debe cumplir ese testimonio,
en el caso de las sociedades mercantiles, debe acudirse a lo dispuesto en la Ley
General de Sociedades Mercantiles, en específico a su artículo 10, conforme al
cual será necesario que en el instrumento respectivo conste la denominación o
razón social de la sociedad, domicilio, duración, importe del capital social y objeto
de la misma, las facultades que conforme a sus estatutos correspondan al órgano
que acordó el otorgamiento del poder y, si el poder se otorgare por conducto de
una persona distinta a los órganos de representación de la sociedad, deberá
quedar acreditado que dicha persona tiene facultades para ello. Contradicción de
tesis.

57. Lea los artículos 11, 148, 149, 150 y 151 de la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado, así como el diverso precepto 731 de la
Ley Federal del Trabajo que a continuación se transcriben; y enseguida
conteste el problema que se plantea. Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado: “Artículo 11.- En lo no previsto por esta ley o disposiciones
especiales, se aplicarán supletoriamente, y en su orden, la Ley Federal del
Trabajo, el Código Federal de Procedimientos Civiles, las leyes del orden común,
la costumbre, el uso, los principios generales de derecho y la equidad.”; “Artículo
148.- El Tribunal, para hacer cumplir sus determinaciones, podrá imponer multas
hasta de mil pesos.”; “Artículo 149.- Las multas se harán efectivas por la
Tesorería General de la Federación, para lo cual el Tribunal girará el oficio
correspondiente. La Tesorería informará al Tribunal de haber hecho efectiva la
multa, señalando los datos relativos que acrediten su cobro.”; “Artículo 150.- El
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje tiene la obligación de proveer a la
eficaz e inmediata ejecución de los laudos y, a ese efecto, dictará todas las
medidas necesarias en la forma y términos que a su juicio sean procedentes.”;
“Artículo 151.- Cuando se pida la ejecución de un laudo, el Tribunal despachará
auto de ejecución y comisionará a un actuario para que, asociado de la parte que
obtuvo, se constituya en el domicilio de la demandada y la requiera para que
cumpla la resolución, apercibiéndola que, de no hacerlo, se procederá conforme a
lo dispuesto en el capítulo anterior.”; Ley Federal del Trabajo “Artículo 731. El
Presidente de la Junta, los de las Juntas Especiales y los Auxiliares podrán
emplear conjunta e indistintamente, cualquiera de los medios de apremio
necesarios, para que las personas concurran a las audiencias en las que su
presencia es indispensable o para asegurar el cumplimiento de sus
resoluciones.--- Los medios de apremio que pueden emplearse son:--- I. Multa
hasta de siete veces el salario mínimo general, vigente en el lugar y tiempo en que
se cometió la infracción;--- II. Presentación de la persona con auxilio de la fuerza
pública; y--- III. Arresto hasta por treinta y seis horas”.

Ahora bien, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje emite un


laudo en el que condena a la parte demandada al pago de determinadas
prestaciones; laudo que queda firme ante la falta de impugnación de las
partes. Posteriormente, la parte que obtuvo laudo favorable solicita su
ejecución; solicitud que es acordada favorablemente por el tribunal laboral y
se concede a la parte condenada un término para que dé cumplimiento.
Transcurrido dicho término sin que la condenada cumpla con lo ordenado, el
tribunal emite un auto, en el que concede nuevo término para que se dé
cumplimiento al laudo y apercibe a la parte condenada que de no darse
cumplimiento al laudo en el nuevo término concedido, se le aplicará la
medida de apremio contenida en el artículo 731, fracción III, de la Ley Federal
del Trabajo, de aplicación supletoria a la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado, consistente en arresto por treinta y seis horas. En
contra de tal apercibimiento, la parte condenada promueve juicio de amparo
indirecto y hace valer como concepto de violación que es ilegal que el
tribunal responsable aplique supletoriamente la Ley Federal del Trabajo para
decretar una medida de apremio, pues con relación a tales medidas existe
disposición expresa en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado. En este caso, ¿cómo debe declarase el concepto de violación?

R. Fundado.

No. Registro: 184,093


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 43/2003

MEDIOS DE APREMIO. EL ARTÍCULO 731 DE LA LEY FEDERAL DEL


TRABAJO, NO ES DE APLICACIÓN SUPLETORIA PARA QUE EL TRIBUNAL
FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE HAGA CUMPLIR SUS
DETERMINACIONES, AL EXISTIR EN LA LEY FEDERAL DE LOS
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO DISPOSICIÓN EXPRESA EN
ESE SENTIDO. El artículo 150 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado prevé que es obligación del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
proveer respecto a la eficaz e inmediata ejecución de los laudos, por lo que deberá
dictar las medidas que a su juicio sean necesarias; por su parte, el numeral 151 de
la propia ley regula el procedimiento para la ejecución de esos laudos e indica que
al efecto se proceda conforme a lo dispuesto en el capítulo primero del título
octavo (artículos 148 y 149) de esa ley, en donde se establece que el citado
tribunal, para hacer cumplir sus determinaciones, podrá imponer multas "hasta de
mil pesos", las que se harán efectivas por la Tesorería General de la Federación.
En congruencia con lo anterior, se concluye que al existir disposición expresa para
que el mencionado tribunal pueda lograr el cumplimiento de sus laudos
condenatorios, no tienen aplicación supletoria los medios de apremio previstos en
el artículo 731 de la Ley Federal del Trabajo.

58. ¿En qué casos opera la suplencia de la queja en los juicios de


amparo indirecto en los que un sindicato de trabajadores tenga el carácter
de quejoso?

R. Cuando defienden derechos laborales que han sido vulnerados por


cualquier acto de autoridad sin importar su origen, siempre y cuando éste
trascienda directamente a los derechos laborales de sus agremiados, y no
intervengan diferentes organizaciones sindicales como partes quejosa y tercero
perjudicada, toda vez que esta peculiaridad procesal implica que ninguna de las
partes se coloque en una situación de desigualdad jurídica que requiera ser
equilibrada y dé lugar a la obligación de suplir la queja en tanto las dos partes, al
ser sindicatos, deben estimarse parte trabajadora en igualdad de condiciones.

No. Registro: 184,002


Jurisprudencia
XVII, Junio de 2003
Tesis: 2a./J. 42/2003

SINDICATOS DE TRABAJADORES. CASOS EN QUE SE LES DEBE


SUPLIR LA QUEJA DEFICIENTE EN LOS JUICIOS DE AMPARO. Del análisis
de la evolución histórica de la institución de la suplencia de la queja, prevista en el
artículo 76 bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, se advierte que el legislador,
basado en el principio de justicia distributiva, la instituyó, exclusivamente, en favor
de la clase trabajadora que acude al juicio de garantías, ya sea como persona
física o moral constituida por un sindicato de trabajadores, en defensa de sus
derechos laborales consagrados en el artículo 123 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y en la legislación reglamentaria, para lograr el
equilibrio procesal de las partes que intervienen en dicho juicio, y con la única
finalidad de velar por el apego de los actos de autoridad al marco constitucional
para garantizar a ese sector de la sociedad el acceso real y efectivo a la Justicia
Federal. En consecuencia, la referida institución opera a favor de los sindicatos de
trabajadores, cuando defienden derechos laborales que han sido vulnerados por
cualquier acto de autoridad sin importar su origen, siempre y cuando éste
trascienda directamente a los derechos laborales de sus agremiados, y no
intervengan diferentes organizaciones sindicales como partes quejosa y tercero
perjudicada, toda vez que esta peculiaridad procesal implica que ninguna de las
partes se coloque en una situación de desigualdad jurídica que requiera ser
equilibrada y dé lugar a la obligación de suplir la queja en tanto las dos partes, al
ser sindicatos, deben estimarse parte trabajadora en igualdad de condiciones. En
otras palabras, cuando un sindicato acude al juicio de garantías y su contraparte
es también un sindicato al que le interesa que subsista el acto reclamado con el fin
de tutelar los derechos del propio sindicato, significa que no subsiste la desventaja
técnico procesal que tanto el Poder Revisor de la Constitución como el legislador
ordinario tomaron en cuenta para establecer tal obligación.

59. Lea el artículo 965 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida


conteste el problema que se plantea: “Artículo 965. El actor puede pedir la
ampliación del embargo:--- I. Cuando no basten los bienes embargados para
cubrir las cantidades por las que se despachó ejecución, después de rendido el
avalúo de los mismos; y---II. Cuando se promueva una tercería.--- El Presidente
Ejecutor podrá decretar la ampliación si a su juicio concurren las circunstancias a
que se refieren las fracciones anteriores, sin ponerlo en conocimiento del
demandado”.

Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena a


la parte patronal al pago de distintas prestaciones, cuya suma en cantidad
líquida equivale a dos millones de pesos. Una vez que dicha condena queda
firme, el actor solicita que se ejecute el laudo; solicitud que se acuerda de
manera favorable por parte de la junta de trabajo. Durante la etapa de
ejecución, se traba embargo sobre dos bienes propiedad del patrón, a efecto
de garantizar el pago de la condena respectiva. En el avalúo
correspondiente, se establece que los bienes tienen un valor de quinientos
mil pesos cada uno. Seguidos los demás trámites legales, se lleva a cabo la
audiencia de remate, en la que un tercero se adjudica los bienes por un valor
de trescientos mil pesos cada uno de ellos. Una vez adjudicados los bienes,
el actor solicita a la junta laboral ampliación de embargo, con el fin de
obtener el pago de la diferencia entre la cantidad que se obtuvo en el remate
y a la que fue condenado el patrón. El presidente de la mencionada junta
acuerda que no ha lugar a proveer de conformidad lo solicitado, bajo el
argumento de que si bien no había prescrito la acción para pedir la ejecución
del laudo, lo cierto era que al haberse celebrado la audiencia de remate,
había precluído el derecho del actor para pedir la ampliación de embargo;
inconforme con tal decisión, el actor interpone recurso de revisión, en el que
se confirma lo resuelto por el presidente de la junta. En contra de la
interlocutoria que resolvió el recurso de revisión, el trabajador promueve
juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito que conoce del juicio concede
la protección solicitada. En ese caso, ¿fue correcto el proceder del juez de
Distrito?

R. Si fue correcta la determinación del Juez de Distrito, toda vez que la


acción del trabajador para pedir la ampliación del embargo, en el supuesto de que
los bienes embargados inicialmente sean insuficientes para cubrir el total de la
condena, no precluye con el remate y adjudicación de ellos, sino que subsiste
hasta en tanto se logre el cumplimiento total del laudo, siempre y cuando no
prescriba la acción para pedir su ejecución (2 años contados a partir del día
siguiente al en que hubiese quedado notificado del laudo de la Junta o aprobado el
convenio. Art. 519, fracción III, LFT)

No. Registro: 188,836


Tesis: 2a./J. 43/2001

EMBARGO EN MATERIA LABORAL. EL ACTOR ESTÁ EN APTITUD


DE SOLICITAR SU AMPLIACIÓN EN CUALQUIER TIEMPO, SIEMPRE Y
CUANDO NO PRESCRIBA LA ACCIÓN PARA SOLICITAR LA EJECUCIÓN
DEL LAUDO. El artículo 965 de la Ley Federal del Trabajo dispone que la parte
actora en el juicio laboral está en aptitud de pedir la ampliación del embargo
cuando no basten los bienes embargados para cubrir las cantidades por las que
se despachó ejecución, después de rendido el avalúo que de ellos se haga o en
los casos en que se promueva tercería. Por tanto, de la interpretación lógica y
congruente de dicho precepto y atendiendo al sistema proteccionista de la clase
trabajadora que se halla inmerso en el artículo 123 constitucional y en la ley antes
citada que lo reglamenta, necesariamente debe concluirse que el derecho del
trabajador para solicitar la ampliación del embargo, en el supuesto de que los
bienes embargados inicialmente sean insuficientes para cubrir el total de la
condena, no precluye con el remate y adjudicación de los mismos, sino que
subsiste hasta en tanto se logre el cumplimiento total del laudo, siempre y cuando
no prescriba la acción para pedir su ejecución, atendiendo a la jurisprudencia que
lleva por rubro: "LAUDOS. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE EJECUCIÓN."
(2a./J. 9/2000), ya que considerar lo contrario implicaría que se coartara el
derecho del trabajador a obtener el pago total de las prestaciones con que se vio
favorecido en el laudo.

No. Registro: 192,369


Tesis: 2a./J. 9/2000

LAUDOS. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE EJECUCIÓN. De lo


dispuesto por los artículos 519, fracción III y 521 de la Ley Federal del Trabajo
deriva que prescriben en dos años, contados a partir del día siguiente al en que
hubiese quedado notificado el laudo, las acciones para solicitar su ejecución y que
la prescripción se interrumpe por la sola presentación de cualquier promoción ante
las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Por su parte, los diversos preceptos 945 y
950 de la invocada ley disponen que los laudos deben cumplirse dentro de las
setenta y dos horas siguientes a la en que surta efectos la notificación y que,
transcurrido este término, el presidente de la Junta, a petición de la parte que
obtuvo, dictará auto de requerimiento y embargo. De estos preceptos legales se
advierte que es requisito indispensable para dictar auto de requerimiento y
embargo o de ejecución de laudo, el que la parte que obtuvo lo solicite
expresamente, lo cual debe hacer dentro del término de dos años que señala el
citado artículo 519, fracción III, de la ley en comento, so pena de que su acción se
declare prescrita en atención a que dicha promoción, solicitando la ejecución del
laudo o el dictado del auto de requerimiento y embargo, únicamente tiene por
efecto interrumpir la prescripción, inutilizando el tiempo transcurrido antes de la
interrupción, pero en forma alguna puede tenerlo en el sentido de que con su
dictado la prescripción no vuelva nuevamente a correr a partir de éste o después
del acto interruptivo; por tanto, es necesario solicitar, antes de que transcurra el
término fatal, auto de ejecución, lo cual debe hacerse cada vez que sea necesario,
pues, de no interpretarse en ese sentido se contravendría la garantía de certeza
jurídica tutelada por el artículo 14 de la Carta Magna, la cual debe prevalecer
sobre el interés particular.

60. En un juicio de Amparo Indirecto se señala como acto reclamado


el auto dictado por la Junta de Conciliación y Arbitraje, en el que, sin
paralizar el procedimiento, se reservó a acordar la admisión y eventual
desahogo de las pruebas ofrecidas por el actor. ¿Cómo debe proceder el
Juez de Distrito al recibir dicha demanda?

R. Debe desechar de plano la demanda, por tratarse de un acto


intraprocesal.

Registro No. 190278.


Tesis: 2a./J. 5/2001. Jurisprudencia por contradicción.
PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL AUTO QUE, SIN
PARALIZAR EL PROCEDIMIENTO, RESERVA ACORDAR SU ADMISIÓN Y SU
EVENTUAL DESAHOGO, NO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, ES IMPUGNABLE EN AMPARO
DIRECTO. El auto por el que se reserva acordar sobre la admisión de pruebas en
el procedimiento laboral es impugnable en amparo directo, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 44, 46, 158 y 159, fracciones III y XI, de la Ley de
Amparo, en tanto que constituye un acto intraprocesal que no es irreparable, esto
es, de aquellos a los que se refiere el artículo 114, fracción IV, de la propia ley, ya
que no infringe derecho sustantivo constitucional alguno de manera directa e
inmediata; y, desde diverso aspecto, el efecto de la sentencia que llegara a
conceder el amparo, tampoco sería el de destruir los elementos de la acción que
impidiera el pronunciamiento de un laudo. Lo anterior, con la salvedad relativa a
que si con la expedición del citado auto se llegara a paralizar el procedimiento
laboral, en ese supuesto se estaría en presencia de un acto de ejecución
irreparable dentro del juicio, que afecta el derecho sustantivo del gobernado
previsto en el artículo 17 constitucional, ya que tal paralización impediría la
emisión del laudo correspondiente de manera pronta y, por tanto, se evitaría
también que la administración de justicia tuviera lugar en los plazos y términos que
fija la ley laboral.

61. Lea los artículos 692 y 695 de la Ley Federal del Trabajo y
enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 692. Las partes
podrán comparecer a juicio en forma directa o por conducto de apoderado
legalmente autorizado.--- Tratándose de apoderado, la personalidad se acreditará
conforme a las siguientes reglas:--- I. Cuando el compareciente actúe como
apoderado de persona física, podrá hacerlo mediante poder notarial o carta poder
firmada por el otorgante y ante dos testigos, sin necesidad de ser ratificada ante la
Junta;--- II. Cuando el apoderado actúe como representante legal de persona
moral, deberá exhibir el testimonio notarial respectivo que así lo acredite;--- III.
Cuando el compareciente actúe como apoderado de persona moral, podrá
acreditar su personalidad mediante testimonio notarial o carta poder otorgada ante
dos testigos, previa comprobación de que quien le otorga el poder está legalmente
autorizado para ello; y--- IV. Los representantes de los sindicatos acreditarán su
personalidad con la certificación que les extienda la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social, o la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, de haber quedado
registrada la directiva del Sindicato.”; “Artículo 695. Los representantes o
apoderados podrán acreditar su personalidad conforme a los lineamientos
anteriores, en cada uno de los juicios en que comparezcan, exhibiendo copia
simple fotostática para su cotejo con el documento original o certificado por
autoridad, el cual les será devuelto de inmediato, quedando en autos la copia
debidamente certificada”.

Ahora bien, en un juicio laboral comparece una persona y solicita


que se le reconozca el carácter de apoderado de la parte demandada, en
términos de una copia simple de un testimonio notarial que exhibe en ese
momento y manifiesta que en diverso juicio laboral, radicado ante esa misma
junta, se encuentra glosado el original del testimonio notarial
correspondiente, por lo que solicita su cotejo; sin embargo, la junta de
trabajo desconoce la personalidad del compareciente, bajo el argumento de
que era obligación de éste exhibir el original o copia certificada del
testimonio notarial exhibido. En contra de tal determinación, la parte
demandada promovió juicio de amparo indirecto y expresó como concepto
de violación que para acreditar la personalidad basta con que se exhiba
copia simple del documento que así lo acredita y se señale el lugar en el que
se encuentra el original para su debido cotejo. En este caso, ¿cómo debe
declararse el concepto de violación?

R. El concepto de violación es infundado, pues quienes comparecen por


las partes contendientes en un juicio laboral, para acreditar su personalidad deben
exhibir en cada una de las controversias, el original o copia certificada del
mandato o poder; asimismo pueden exhibir copia fotostática simple de cualquiera
de esos documentos, para que una vez cotejada por la autoridad laboral, esta
última se agregue a los autos para constancia legal y el original les pueda ser
devuelto. Aunado a lo anterior, la Junta no está facultada para acudir a diverso
expediente de aquel en el cual se actúa, puesto que la personalidad debe
acreditarse en cada juicio y, tampoco tiene obligación de aplicar en forma
prácticamente supletoria, las disposiciones contenidas en el capítulo XII, del
referido título catorce de la ley en cita, dado que en él se regula un diverso
aspecto del procedimiento laboral, como lo es el ofrecimiento, admisión, desahogo
y valoración de pruebas.

No. Registro: 191,251


Tesis: 2a./J. 80/2000

PERSONALIDAD DEL APODERADO O REPRESENTANTE EN EL


JUICIO LABORAL, DOCUMENTOS QUE OBLIGATORIAMENTE DEBEN
EXHIBIRSE PARA ACREDITARLA. Conforme a lo dispuesto en los artículos 692
y 695, contenidos en el capítulo II, del título catorce, de la Ley Federal del Trabajo,
quienes comparezcan por las partes contendientes en un juicio laboral, para
acreditar su personalidad deben exhibir en cada una de las controversias, el
original o copia certificada del mandato o poder; pueden asimismo exhibir copia
fotostática simple de cualquiera de esos documentos, para que una vez cotejada
por la autoridad laboral, esta última se agregue a los autos para constancia, lo que
regula adecuada e íntegramente el aspecto jurídico de que se trata. De ahí que
deba desconocerse la personalidad del compareciente si al juicio se aporta
solamente copia fotostática simple del documento en donde consta la
representación y, con fundamento en el artículo 798 del citado código laboral, se
solicita su cotejo con la copia certificada que obre en diverso expediente laboral.
Ello es así, porque en primer lugar la Junta no está facultada para acudir a diverso
expediente de aquel en el cual se actúa, puesto que la personalidad debe
acreditarse en cada juicio y, tampoco tiene obligación de aplicar en forma
prácticamente supletoria, las disposiciones contenidas en el capítulo XII, del
referido título catorce de la ley en cita, dado que en él se regula un diverso
aspecto del procedimiento laboral, como lo es el ofrecimiento, admisión, desahogo
y valoración de pruebas.
62. Lea el artículo 743 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida
conteste el problema que se plantea: “Artículo 743. La primera notificación
personal se hará de conformidad con las normas siguientes:--- I. El actuario se
cerciorará de que la persona que deba ser notificada habita, trabaja o tiene su
domicilio en la casa o local, señalado en autos para hacer la notificación;--- II. Si
está presente el interesado o su representante, el actuario notificará, la resolución
entregando copia de la misma; si se trata de persona moral, el actuario se
asegurará de que la persona con quien entiende la diligencia es representante
legal de aquélla.--- III. Si no está presente el interesado o su representante, se le
dejará citatorio para que lo espere al día siguiente, a una hora determinada;--- IV.
Si no obstante el citatorio, no está presente el interesado o su representante, la
notificación se hará a cualquier persona que se encuentre en la casa o local, y si
estuvieren éstos cerrados, se fijará una copia de la resolución en la puerta de
entrada;--- V. Si en la casa o local designado para hacer la notificación se negare
el interesado, su representante o la persona con quien se entienda la diligencia, a
recibir la notificación, ésta se hará por instructivo que se fijará en la puerta de la
misma, adjuntando una copia de la resolución; y--- VI. En el caso del artículo 712
de esta Ley, el actuario se cerciorará de que el local designado en autos, es aquel
en que se prestan o se prestaron los servicios.--- En todos los casos a que se
refiere este artículo, el actuario asentará razón en autos, señalando con claridad
los elementos de convicción en que se apoye”.

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como


acto reclamado la diligencia de emplazamiento practicada en un juicio
laboral. En sus conceptos de violación, el peticionario del amparo señala
que el acta en que consta la diligencia reclamada no se encuentra
debidamente circunstanciada, pues de su lectura se advierte que el actuario
se limitó a señalar que una vez que se constituyó en el domicilio del
demandado lo atendió una persona, pero que ésta se negó a dar su nombre;
sin que en el acta respectiva el actuario hiciera constar las características
físicas de esa persona, tales como su edad, sexo, estatura, tez, entre otras;
además de que tampoco la interrogó sobre el porqué se encontraba en el
domicilio del demandado. Las autoridades responsables rindieron su
informe justificado, en el que aceptaron la existencia del acto reclamado;
como apoyo a dicho informe remitieron copias certificadas del expediente
respectivo. El juez de Distrito que conoce del amparo, al analizar la
constancia relativa al emplazamiento reclamado, advierte que el actuario
asentó la forma en cómo se cercioró de actuar en el domicilio señalado
como el del demandado; asimismo, que asentó que una vez constituido en el
domicilio, llamó a la puerta y fue atendido por una persona que se negó a dar
su nombre, pero que dicha persona le informó que el demandado sí vive en
ese domicilio, pero que en ese momento no se encontraba en el lugar. Por
otra parte, el juez de Distrito también advierte que es cierto lo aducido por el
quejoso, pues el actuario no asentó en el acta las características físicas de la
persona que lo atendió, ni manifestó haberlo interrogado sobre el motivo de
su presencia en el domicilio. En tal supuesto, ¿cómo debe resolverse el
juicio de garantías?

R. Es infundado y debe negarse el amparo, porque si bien se deben


señalar los elementos de convicción en que se apoye no se llega al extremo de
mencionar los rasgos físicos de la persona, ni su edad o sexo.

No. Registro: 180,149


Tesis: 2a./J. 162/2004, jurisprudencia por contradicción.

EMPLAZAMIENTO A JUICIO EN MATERIA LABORAL. LOS


ACTUARIOS ESTÁN OBLIGADOS A ASENTAR EN EL ACTA RESPECTIVA,
CIERTOS DATOS QUE PERMITAN APOYAR SU DICHO, SIN LLEGAR AL
EXTREMO DE EXPRESAR LAS CARACTERÍSTICAS FÍSICAS, Y DEMÁS
DATOS DE IDENTIFICACIÓN DE LA PERSONA CON QUIEN SE ENTIENDE, SI
ÉSTA SE NEGÓ A DAR SU NOMBRE Y A DECIR POR QUÉ SE ENCUENTRA
EN EL LUGAR. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 743 de la Ley
Federal del Trabajo, basta que se encuentre en el domicilio alguna persona que
informe sobre la presencia o ausencia de la persona a quien ha de notificarse, y
pueda confirmar que en ese lugar habita o trabaja la persona buscada, sin que se
le pueda obligar a dar su nombre o a que se identifique, o a dar razón del porqué
de su presencia en el domicilio, pues ninguna disposición legal prevé dicha
circunstancia. En esa virtud, el que el actuario exprese o no en su acta
determinadas características de la persona que lo atendió, no cambia la afirmación
que hace en el sentido de haber sido atendido o recibido por una persona, pues el
hecho de que la última parte del precepto legal que se analiza, obligue al actuario
a señalar con claridad los elementos de convicción en que se apoye, no llega al
extremo de mencionar los rasgos físicos de la persona, ni su edad o sexo, o
cualquier otro dato, por lo que ha de bastar su afirmación en el sentido de que
hubo alguien que le proporcionó la información requerida, partiendo principalmente
de la premisa de que está en el domicilio correcto, como elemento esencial para la
validez de la diligencia. Lo anterior es así, ya que resultaría carente de sentido
común la exigencia de la pormenorización de determinados elementos de
identificación de una persona, pues ante la fe pública de que está investido el
actuario en el ejercicio de sus funciones, difícil resulta pensar que pudieran
desvirtuarse las características por éste asentadas, cuando sean negadas por
quien impugna la notificación, pues sería la prueba de hechos negativos, es decir,
que no existe una persona con tales características, a diferencia de las
circunstancias respecto de que se cercioró de ser el domicilio correcto, por ser una
situación objetivamente demostrable. Ello en el entendido de que nada le impide
señalar cuantos datos estime necesarios para apoyar su dicho respecto de la
persona que lo atendió al practicar la diligencia, dado que esa es una forma de
corroborar, en su caso, la razón pormenorizada de su actuación.

63. Lea el artículo 52, fracción III, de la Ley del Gobierno y la


Administración Pública Municipal del Estado de Jalisco y enseguida
conteste el problema que se plantea: "Artículo 52. Son obligaciones del
síndico: (…) III. Representar al Municipio en todas las controversias o litigios en
que éste sea parte, sin perjuicio de la facultad que tiene el Ayuntamiento para
designar apoderados o procuradores especiales."

Ahora bien, Armando Larrazolo Guzmán compareció ante el Tribunal


de Arbitraje y Escalafón del Estado de Jalisco a demandar del Ayuntamiento
de la ciudad de Guadalajara la reinstalación en la fuente de trabajo y el pago
de horas extras. En la audiencia trifásica, compareció el Licenciado Rafael
Buitrón Sáenz, ostentándose como representante legal del Ayuntamiento de
Guadalajara, Jalisco. Para acreditar su carácter, exhibió una carta poder
otorgada por el Síndico del Ayuntamiento demandado. El actor promovió
incidente de falta de personalidad de quien se ostentó como apoderado de la
demandada; incidencia que se declaró infundada. En contra de lo resuelto en
el incidente de falta de personalidad, el actor promovió juicio de amparo
indirecto y expresó como concepto de violación que el síndico carece de
facultades para otorgar el poder exhibido en autos. El juez de Distrito que
conoció del juicio de amparo declara infundado el referido concepto de
violación. En ese caso, ¿fue correcto el proceder del juez de Distrito?

R. Sí fue incorrecta la determinación del Juez de Distrito, toda vez que el


síndico carece de facultades para delegar la representación legal del
ayuntamiento, ya que es este último el único que puede designar apoderados o
procuradores especiales que, además del síndico, puedan representarlo en las
controversias en que aquél sea parte.

No. Registro: 177,143


Tesis: 2a./J. 113/2005, jurisprudencia por contradicción.

SÍNDICO. AL CARECER DE FACULTADES PARA DELEGAR LA


REPRESENTACIÓN LEGAL DEL AYUNTAMIENTO, NO PUEDE
COMPARECER AL JUICIO LABORAL POR CONDUCTO DE APODERADO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO). De conformidad con el artículo 52,
fracción III, de la Ley del Gobierno y la Administración Pública Municipal del
Estado de Jalisco, el síndico debe representar al Municipio en todas las
controversias o litigios en que éste sea parte, y si bien es cierto que de acuerdo
con el artículo 121 de la Ley para los Servidores Públicos del Estado de Jalisco y
sus Municipios, las partes podrán comparecer al juicio laboral directamente o por
conducto de apoderado legalmente autorizado, también lo es que el demandado
no es el síndico, por lo que no es parte en el juicio, sino el Ayuntamiento, de
manera que es precisamente aquél quien comparece en representación de éste,
por estar legitimado y obligado a ello o, en su caso, la comparecencia se hará por
conducto de los apoderados designados por el propio Ayuntamiento, toda vez que
el referido artículo 52, fracción III dispone "sin perjuicio de la facultad que tiene el
Ayuntamiento para designar apoderados"; por lo que no puede inferirse que el
síndico tenga facultades para delegar la representación del Ayuntamiento en favor
de otras personas; es decir, en todo caso, corresponde al propio Ayuntamiento
designar apoderados o procuradores especiales que, además del síndico, puedan
representarlo en las controversias en que aquél sea parte.
64. En un juicio laboral se condena a la parte patronal al pago de
diversas prestaciones; condena que queda firme luego de haberse hecho
valer en su contra los medios de impugnación correspondientes. Durante la
etapa de ejecución de ese laudo, el patrón condenado hace saber a la junta
laboral que la empresa se encuentra en procedimiento de concurso
mercantil; por tanto, solicita que se declare que son preferentes para su
cobro los créditos generados a favor de los trabajadores exclusivamente
respecto de los salarios devengados en el último año, horas extras y salarios
caídos, no así los relacionados con diversas prestaciones; sin embargo, la
referida solicitud es desechada de plano por el presidente de la junta que
conoce del juicio laboral. Inconforme con tal determinación, el patrón
interpone recurso de revisión, en el que la junta resuelve confirmar el auto
dictado por el presidente. En contra de lo resuelto en el recurso de revisión,
el patrón promueve demanda de amparo indirecto. Ahora bien, ¿qué debe
acordar el juez de Distrito con relación a la mencionada demanda?

R. Debe admitirse la demanda de amparo, por tratarse de una cuestión no


regulada específicamente por la Ley Federal del Trabajo y dicha determinación es
impugnable en amparo indirecto.

Registro No. 184261.


Tesis: 2a./J. 18/2000. Jurisprudencia por contradicción.

TERCERÍA DE PREFERENCIA. NO LO ES LA SOLICITUD DEL


PATRÓN ANTE LA JUNTA PARA QUE SE DECLAREN EXIGIBLES,
PREFERENTEMENTE, LOS CRÉDITOS DE LOS TRABAJADORES CON LOS
QUE TIENE UN CONFLICTO Y, POR TANTO, PROCEDE EL AMPARO
INDIRECTO EN SU CONTRA. La posibilidad de reclamar en amparo directo la
resolución en que se decide una tercería, se debe a que considera a ésta un
verdadero juicio, porque supone una acción de oposición ejercida por un tercero
ajeno a la controversia, respecto de la propiedad de los bienes embargados, o en
cuanto a la preferencia de los créditos que deban cubrirse con el producto de
aquéllos. Ahora bien, la solicitud del patrón para que se declare que el crédito
laboral que se generó a favor de los trabajadores con los que mantiene un
conflicto, le es exigible exclusivamente respecto de los salarios devengados en el
último año, horas extras y salarios caídos, con carácter preferente respecto de sus
acreedores y concursantes, no es una tercería de preferencia, porque el
promovente no es ajeno a la controversia laboral, sino parte en ella y, además, no
persigue que se le pague preferentemente un crédito a él. En consecuencia, la
resolución que desecha esa solicitud no constituye una resolución culminatoria de
tercería. Esa solicitud tampoco se trata del procedimiento previsto en los artículos
979, 980 y 981 de la Ley Federal del Trabajo, para sustanciar la solicitud de los
trabajadores de que se prevenga a la autoridad jurisdiccional o administrativa ante
la que se tramiten juicios en los que se pretendan hacer efectivos créditos en
contra del patrón, para que, antes de llevar a cabo el remate o adjudicación de los
bienes embargados, notifique al solicitante, a fin de que estén en posibilidad de
hacer valer sus derechos, porque el patrón persigue limitar la preferencia del
crédito de los trabajadores a esos conceptos. Más bien es el planteamiento de una
cuestión no regulada especialmente en la Ley Federal del Trabajo, que tiene
alguna relación con el carácter preferencial de los créditos de los trabajadores y no
involucra a terceros. Por tanto, la vía para impugnar su desechamiento es el
amparo indirecto.

65. Lea el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida


conteste el problema que se plantea: “Artículo 849. Contra actos de los
presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en ejecución de los
laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los
dictados en las providencias cautelares, procede la revisión”.

Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena


al patrón al pago de diversas prestaciones; laudo que queda firme ante la
falta de impugnación de las partes. Transcurrido un término considerable sin
que se haya cumplido el laudo, el trabajador solicita que se abra la fase de
ejecución, por lo que pide se dicte auto de requerimiento y embargo. El
presidente de la junta de trabajo determina que no ha lugar a proveer de
conformidad lo solicitado, pues la acción para ejecutar el laudo se encuentra
prescrita, al haber transcurrido más de dos años desde la fecha en que se
notificó el mencionado laudo a las partes y aquella en que se solicita su
ejecución. En contra de ese auto, el trabajador promueve demanda de
amparo indirecto, la que se admite a trámite. Al rendir su informe justificado,
la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado y hace
valer como causa de improcedencia que en contra del auto que constituye el
acto reclamado procedía el recurso de revisión previsto en el artículo 849 de
la Ley Federal del Trabajo. El juez de Distrito que conoce del amparo
considera que sí se actualiza la causa de improcedencia invocada por la
responsable; en consecuencia, sobresee en el juicio de garantías. En este
caso, ¿resulta correcto el proceder del juez de Distrito?

R. Sí, atendiendo al principio de definitividad es uno de los casos en que


procede el recurso de revisión ante la autoridad laboral.

Registro No. 186133.


Tesis: 2a./J. 95/2002. Jurisprudencia por contradicción.

REVISIÓN EN EL JUICIO LABORAL. PROCEDE EN CONTRA DEL


AUTO DICTADO POR EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE EN LA ETAPA DE EJECUCIÓN DEL LAUDO, EN EL QUE
RESUELVE SOBRE LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PARA EJECUTARLO,
POR LO QUE DEBE AGOTARSE PREVIAMENTE A LA PROMOCIÓN DEL
JUICIO DE AMPARO. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo establece la
procedencia del recurso de revisión en contra de los actos emitidos por los
presidentes, actuarios o funcionarios legalmente habilitados, en los supuestos de
ejecución de los laudos, convenios y resoluciones que ponen fin a las tercerías;
así como en contra de los dictados en las providencias cautelares. Ahora bien, si
el acto reclamado consiste en la resolución dictada por el presidente de una Junta
de Conciliación y Arbitraje, en la etapa de ejecución del laudo, por la cual resuelve
sobre la prescripción de la acción para ejecutarlo, es necesario que antes de la
promoción del juicio de amparo se agote el recurso de revisión previsto en el
citado precepto, toda vez que dicho acto fue emitido dentro del procedimiento de
ejecución, como lo señalan los dispositivos 617 y 618 de la referida ley, pues a
través de ese medio de impugnación podrá revocarse, modificarse o anularse tal
acto presidencial y, con ello, cumplir con el principio de definitividad que rige la
procedencia del juicio de garantías, como deriva de lo establecido en la fracción
XIII del artículo 73 de la Ley de Amparo.

66. En un juicio laboral, el actor demanda del Instituto Mexicano del


Seguro Social el reconocimiento de que padece diversas enfermedades de
trabajo, que le producen una incapacidad parcial permanente; y como
consecuencia de ello, demanda el pago de la pensión respectiva. Al
contestar la demanda, el instituto demandado señala que debe ser llamado al
juicio laboral, como tercero interesado, el patrón del obrero, pues el laudo
que llegue a dictarse le podría parar perjuicio, ya que de resultar procedente
la acción intentada, se incrementaría la prima por riesgo de trabajo. La junta
laboral que conoce del juicio determina que no ha lugar a llamar al referido
patrón. El Instituto Mexicano del Seguro Social promueve demanda de
amparo indirecto en contra de esa determinación. ¿Cómo debe proceder el
juez de Distrito que conozca de la referida demanda de garantías?

R. Debe desechar la demanda porque no se trata de un acto procesal que


afecte directa e inmediatamente derechos sustantivos, ni tampoco tiene una
ejecución tan grave o de efectos exorbitantes que pueda ser sujeta de control
constitucional inmediato, ya que solo implica la afectación de derechos adjetivos.

Registro No. 191472.


Tesis: 2a./J. 63/2000. Jurisprudencia por contradicción.

TERCERO INTERESADO EN EL PROCESO LABORAL. EL AUTO QUE


DECLARA NO HABER LUGAR A LLAMAR A JUICIO A QUIEN LAS PARTES
SEÑALAN CON TAL CARÁCTER SÓLO PUEDE RECLAMARSE POR ALGUNA
DE ELLAS EN EL AMPARO DIRECTO QUE, EN SU CASO, PROMUEVAN
CONTRA EL LAUDO. De la interpretación sistemática de lo dispuesto en los
artículos 107, fracción III, de la Constitución Federal y 114, fracción IV, y 158 a
161 de la Ley de Amparo, se desprende que tratándose de actos dentro de juicio,
como son las violaciones procesales, por regla general, son impugnables en el
amparo directo que se promueva en contra de la sentencia definitiva o laudo y, por
excepción, en el amparo indirecto cuando esas violaciones revistan una ejecución
irreparable, esto es cuando afectan de manera directa e inmediata los derechos
sustantivos del quejoso. La negativa de la Junta a llamar al presunto tercero
interesado designado por alguna de las partes con apoyo en el artículo 690 de la
Ley Federal del Trabajo, no constituye la afectación directa e inmediata a
derechos sustantivos, ni tampoco tiene una ejecución tan grave o de efectos
exorbitantes que objetivamente analizada amerite sujetarla al control constitucional
inmediato sin esperar a que se dicte el laudo en contra del cual procede el amparo
directo, toda vez que sólo puede implicar la infracción de derechos adjetivos, lo
que únicamente produce efectos dentro del procedimiento, los cuales pueden ser
reparados, sin afectación para las partes, como consecuencia del cumplimiento
que, en su caso, la autoridad responsable tenga que dar a la sentencia de amparo
directo, en la que, de ser necesario, procedería otorgar la protección constitucional
para el efecto de que se deje insubsistente el laudo reclamado y se ordene la
reposición del procedimiento para llamar a juicio a las personas mencionadas y
resolver lo que en derecho proceda.

67. Lea el artículo 164, fracción I, del Código Administrativo del


Estado de Chihuahua y enseguida conteste el problema que se plantea:
"Artículo 164. El Tribunal de Arbitraje del Estado será competente:--- I. Para
resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores."

Ahora bien, la Junta Arbitral para los Trabajadores al Servicio del


Estado de Chihuahua emite laudo en el que condena a la Secretaría de
Finanzas y Administración del Poder Ejecutivo de esa entidad federativa a
pagar a favor de un trabajador las cantidades que resulten por concepto de
vacaciones, prima vacacional y tiempo extra laborado durante los años dos
mil cinco y dos mil seis. Una vez que el laudo queda firme, el actor solicita a
la mencionada junta la apertura de un incidente de liquidación, en virtud de
que las prestaciones a que fue condenada la demandada no fueron
calculadas en el laudo. La mencionada junta desecha de plano el incidente.
En contra de tal determinación, el obrero promueve demanda de amparo
indirecto, la que se admite a trámite. Al rendir su informe justificado, la
autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado, pero señala
que en su contra debió hacerse valer el recurso de revisión ante el Tribunal
de Arbitraje del Estado, por lo que el juicio de amparo es improcedente. El
juez de Distrito, al dictar sentencia, estima que sí se actualiza la referida
causa de improcedencia y sobresee en el juicio. En ese caso, ¿resulta
correcto el actuar del juez de Distrito?

R. No, porque no procede el recurso de revisión en contra de la resolución


que decide o el acuerdo que desecha un incidente de liquidación de laudo, a pesar
de que sea posterior a la resolución de fondo, pues no sería lógico ni jurídico
estimar que una norma de competencia establezca la procedencia genérica del
recurso de revisión contra todo tipo de resoluciones, cuando por razones de
seguridad jurídica deben fijarse normas de procedencia específica.

No. Registro: 184,483


Tesis: 2a./J. 28/2003

INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE LAUDO. EN CONTRA DE LA


INTERLOCUTORIA QUE LO RESUELVE, O DEL ACUERDO QUE LO
DESECHA, NO PROCEDE EL RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 164, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO
DE CHIHUAHUA. De la interpretación literal de dicho precepto, se advierte que el
legislador estatal otorgó competencia al Tribunal de Arbitraje de esa entidad
federativa para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten
entre la administración o sus representantes y sus trabajadores, de donde se
sigue que la procedencia de ese recurso se refiere a las controversias de
naturaleza laboral que tramita y resuelve en primera instancia una Junta Arbitral,
es decir, a los conflictos individuales de trabajo que, por lógica, para ser revisados
deben ser concluidos. En ese tenor, el referido recurso no procede en contra de la
interlocutoria que resuelve o el acuerdo que desecha un incidente de liquidación
de laudo, por ser posterior a la resolución de fondo y no constituir un conflicto
individual a los que alude el numeral citado. Lo anterior es así, porque si en el
título cuarto del código administrativo citado, que se refiere a las relaciones del
Estado con sus trabajadores, incluido el capítulo séptimo que alude al
procedimiento laboral, el legislador no incluyó norma alguna que establezca de
manera específica la procedencia del recurso de revisión contra determinadas
resoluciones, y la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo en la contradicción de tesis 138/2002, el criterio de que el silencio del
legislador implica que el citado recurso de revisión no procede contra resoluciones
intermedias o actos intraprocesales, en razón de que se verían afectados los fines
de un proceso predominantemente oral que se rige por los principios de mayor
economía, concentración y sencillez, pues ese tipo de determinaciones no
constituyen el conflicto individual a que alude el referido artículo 164, fracción I, es
indudable que, por igualdad de razón, tampoco procede el mencionado recurso en
contra de la resolución que decide o el acuerdo que desecha un incidente de
liquidación de laudo, a pesar de que sea posterior a la resolución de fondo, pues
no sería lógico ni jurídico estimar que una norma de competencia, como lo es el
artículo últimamente citado, establezca la procedencia genérica del recurso de
revisión contra todo tipo de resoluciones, cuando por razones de seguridad
jurídica deben fijarse normas de procedencia específica, de modo que si ello no
acontece, el juzgador no puede sustituir al legislador estatal en la determinación
de procedencia del recurso, pues la interpretación extensiva de la norma afectaría
los principios procesales de un juicio predominantemente oral, sin que exista
necesidad de acudir a la figura jurídica de la supletoriedad que prevé el artículo 77
del código invocado, porque ésta sólo opera tratándose de omisiones o vacíos
legislativos, mas no respecto de situaciones que el legislador no tuvo intención de
establecer.

68. Lea el artículo 164, fracción I, del Código Administrativo del


Estado de Chihuahua y enseguida conteste el problema que se plantea:
"Artículo 164. El Tribunal de Arbitraje del Estado será competente:--- I. Para
resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten entre la
administración o sus representantes y sus trabajadores."
Ahora bien, en una demanda se reclaman al Gobernador
Constitucional del Estado de Chihuahua y al Poder Ejecutivo de esa entidad
federativa distintas prestaciones de carácter laboral. La demanda es
contestada por una persona que se ostenta como apoderado de los
demandados. El actor promueve incidente de falta de personalidad del
compareciente; incidencia que declara infundada la Junta Arbitral que
conoce del juicio laboral burocrático. En contra de tal determinación, el actor
promueve demanda de amparo indirecto, la que se admite a trámite. Al rendir
su informe justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto
reclamado, pero señala que en contra de lo resuelto en el incidente de falta
de personalidad el actor debió hacer valer el recurso de revisión ante el
Tribunal de Arbitraje del Estado, por lo que el juicio de amparo es
improcedente. El juez de Distrito, al dictar sentencia, estima que sí se
actualiza la referida causa de improcedencia y sobresee en el juicio.

En ese caso, ¿resulta correcto el actuar del juez de Distrito?

R. No, porque ese recurso solo procede contra resoluciones


definitivas, es decir, las que concluyen el juicio laboral.

Registro No. 184604.


Tesis: 2a./J. 13/2003. Jurisprudencia por contradicción.

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL BUROCRÁTICO. EN


CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESA CUESTIÓN, PREVIAMENTE
AL FONDO, NO PROCEDE EL RECURSO DE REVISIÓN QUE PREVÉ EL
ARTÍCULO 164, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO
DE CHIHUAHUA. De la interpretación literal de dicho precepto, se advierte que el
legislador estatal otorgó competencia al Tribunal de Arbitraje de esa entidad
federativa para resolver en revisión los conflictos individuales que se susciten
entre la administración o sus representantes y sus trabajadores, de donde se
sigue que la procedencia de ese recurso se refiere a las controversias de
naturaleza laboral que tramita y resuelve en primera instancia una Junta arbitral,
es decir, a los conflictos individuales de trabajo que, por lógica, para ser revisados
deben ser concluidos, por lo que dicho recurso no procede en contra de la
resolución interlocutoria que decide sobre la personalidad de una de las partes en
el juicio laboral burocrático, en virtud de que no constituye un conflicto individual a
los que alude el numeral citado. Además, por las características del proceso
laboral que regula el Código Administrativo del Estado de Chihuahua, el cual es
predominantemente oral, no es posible considerar que el legislador haya tenido la
intención de hacer procedente el recurso de revisión en contra de aquella
resolución, ya que por la naturaleza de ese proceso, se restringe el empleo de
medios impugnativos para combatir resoluciones intermedias, a fin de lograr su
mayor economía, concentración y sencillez, tan es así, que la regla general es que
cualquier incidencia que se presente durante la sustanciación del juicio, debe ser
resuelta de plano en la misma audiencia que concluye con el fallo definitivo, de tal
modo que sólo éste sea el que, en su caso, justifique la procedencia del recurso
de revisión, sin que exista necesidad de acudir a la figura jurídica de la
supletoriedad de leyes, porque ésta sólo opera tratándose de omisiones o vacíos
legislativos, mas no respecto de situaciones que el legislador no tuvo intención de
establecer.

69. Lea los artículos 920 y 923 de la Ley Federal del Trabajo y
enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 920. El
procedimiento de huelga se iniciará mediante la presentación del pliego de
peticiones, que deberá reunir los requisitos siguientes:--- I. Se dirigirá por escrito al
patrón y en él se formularán las peticiones, anunciarán el propósito de ir a la
huelga si no son satisfechas, expresarán concretamente el objeto de la misma y
señalarán el día y hora en que se suspenderán las labores, o el término de
prehuelga;--- II. Se presentará por duplicado a la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Si la empresa o establecimiento están ubicados en lugar distinto al en que resida
la Junta, el escrito podrá presentarse a la autoridad del trabajo más próxima o a la
autoridad política de mayor jerarquía del lugar de ubicación de la empresa o
establecimiento. La autoridad que haga el emplazamiento remitirá el expediente,
dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la Junta de Conciliación y Arbitraje; y
avisará telegráfica o telefónicamente al Presidente de la Junta.--- III. El aviso para
la suspensión de las labores deberá darse, por lo menos, con seis días de
anticipación a la fecha señalada para suspender el trabajo y con diez días de
anticipación cuando se trate de servicios públicos, observándose las disposiciones
legales de esta Ley. El término se contará a partir del día y hora en que el patrón
quede notificado.”; “Artículo 923. No se dará trámite al escrito de emplazamiento
de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los requisitos del artículo 920
o sea presentado por un sindicato que no sea el titular del contrato colectivo de
trabajo, o el administrador del contrato ley, o cuando se pretenda exigir la firma de
un contrato colectivo, no obstante existir ya uno depositado en la Junta de
Conciliación y Arbitraje competente. El Presidente de la Junta, antes de iniciar el
trámite de cualquier emplazamiento a huelga, deberá cerciorarse de lo anterior,
ordenar la certificación correspondiente y notificarle por escrito la resolución al
promovente”.

Ahora bien, un sindicato de trabajadores transportistas del Estado de


Sonora presenta ante la Junta de Conciliación y Arbitraje una solicitud de
emplazamiento a huelga a tres empresas, cuyo giro es el transporte público.
Del pliego de peticiones respectivo, se desprende que el sindicato solicita
que las empresas cuyo emplazamiento se pide firmen un contrato colectivo
de trabajo con los obreros. Al recibir la solicitud, la junta de trabajo requiere
a los promoventes para que en el término de tres días acrediten que los
trabajadores que prestan sus servicios en las empresas cuyo emplazamiento
a huelga se solicita son afiliados del sindicato solicitante, apercibidos que
de no hacerlo, el expediente se archivará; transcurrido el término concedido,
sin que el sindicato solicitante haya dado cumplimiento a lo ordenado, se
ordena el archivo del expediente. En contra de tal determinación, el sindicato
de trabajadores transportistas promueve juicio de amparo indirecto. El juez
de Distrito que conoce del amparo concede la protección constitucional
solicitada. ¿Es jurídicamente correcta la resolución dictada en el juicio de
amparo?

R. Sí, porque el requerimiento realizado al Sindicato se trata de un


requisito no exigido por la ley.

Registro No. 184642.


Tesis: 2a./J. 15/2003. Jurisprudencia por contradicción.
HUELGA. CUANDO SE SOLICITA LA FIRMA DE UN CONTRATO
COLECTIVO DE TRABAJO, LA AUTORIDAD CORRESPONDIENTE NO DEBE
CONDICIONAR EL EMPLAZAMIENTO A QUE EL SINDICATO ACREDITE QUE
LOS TRABAJADORES DE LA PATRONAL SON SUS AFILIADOS, SINO
ATENERSE A LO ESTABLECIDO EN LOS ARTÍCULOS 920 Y 923 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO. El artículo 920 de la Ley Federal del Trabajo
establece que el procedimiento de huelga se inicia con la presentación del pliego
de peticiones, señalando los requisitos que debe reunir y precisando la actuación
que corresponde a la autoridad que debe hacer el emplazamiento. Por su parte, el
artículo 923 de la propia Ley dispone que la autoridad de trabajo no dará trámite al
escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los
requisitos señalados en el indicado artículo 920, ni cuando sea presentado por un
sindicato que no sea titular del contrato colectivo de trabajo o administrador del
contrato ley, ni tampoco cuando se pretenda exigir la firma de un contrato colectivo
si ya existe uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje competente,
eventos que deberá verificar la autoridad antes de realizar el emplazamiento.
Salvo los requisitos y prevenciones mencionados, la citada Ley no exige más
requisitos para que proceda el emplazamiento, por lo que las autoridades
correspondientes no están facultadas para requerir a un sindicato, cuando solicita
la firma de un contrato colectivo de trabajo mediante emplazamiento a huelga, que
acredite que los trabajadores que pretenden emplazar a huelga están afiliados a
dicho sindicato, que proporcione los nombres de los trabajadores que están en
servicio y que lo justifique con documentos idóneos, pues ello va más allá de lo
que la Ley establece; en todo caso, estas condiciones no corresponde imponerlas
a la autoridad que aquí no interviene como órgano jurisdiccional, sino que son
defensas que toca oponer al patrón cuando contesta el pliego de peticiones o la
solicitud que realice sobre la declaración de inexistencia de huelga, de
conformidad con los artículos 922, 926, 927, 929, 930, 931 y 932 de la Ley citada.
70. En una demanda laboral presentada ante la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje del Estado de Veracruz, se demanda del organismo
descentralizado denominado Comisión Estatal del Agua y Saneamiento de
esa entidad federativa el pago de diversas prestaciones de carácter laboral.
La mencionada junta admite a trámite la demandada. Al contestar la
demanda, el organismo descentralizado plantea incidente de incompetencia,
bajo el argumento de que la autoridad competente para conocer de ese juicio
es el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje; incidente que se declara
infundado. En contra de lo resuelto en el incidente, el organismo demandado
promueve juicio de amparo indirecto y expone como concepto de violación,
que al ser la demandada un organismo descentralizado se surte la
competencia del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje y no de la junta
responsable, de ahí que sea ilegal el acto reclamado. El juez de Distrito que
conoce del juicio de amparo declara infundado el referido concepto de
violación. En este caso, ¿es correcta la decisión del juez de Distrito?

R. Sí, porque los organismos descentralizados no forma parte del Poder


Ejecutivo y por ello las relaciones laborales de los organismos de carácter local
con sus trabajadores escapan de las facultades reglamentarias de las Legislaturas
locales.

No. Registro: 185,430.


Tesis: 2a./J. 137/2002.

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS
LABORALES QUE SURJAN ENTRE LOS ORGANISMOS
DESCENTRALIZADOS DEL ESTADO DE VERACRUZ Y SUS
TRABAJADORES. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
estableció en la tesis P. XXV/98, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VII, abril de 1998, página 122, que,
en atención a lo sostenido en jurisprudencia firme, los organismos
descentralizados no forman parte del Poder Ejecutivo y, en esa virtud, las
relaciones laborales de los organismos de carácter local con sus trabajadores
escapan a las facultades reglamentarias de las Legislaturas Locales; asimismo, en
la diversa tesis P. XXVI/98, publicada en la página 117 del referido Tomo, sostuvo
que conforme a lo dispuesto en los artículos 116, fracción VI, y 123, apartado B,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Poderes
Legislativos de cada entidad federativa sólo pueden expedir las leyes que rijan las
relaciones de trabajo entre los Poderes Locales y sus empleados, pues de
comprender a otros sujetos, las disposiciones respectivas resultarían
inconstitucionales. Por tanto, toda vez que las relaciones laborales entre los
organismos descentralizados del Estado de Veracruz y sus trabajadores se rigen
por el apartado A del artículo 123 de la Constitución Federal, con independencia
de lo que establezcan la Constitución y los ordenamientos secundarios del Estado
mencionado, así como los decretos de creación de aquéllos, la competencia para
conocer de los conflictos laborales que surjan entre los citados organismos y sus
trabajadores corresponde a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado
de Veracruz y no al Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje de dicha entidad.

71. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, el quejoso


señala como acto reclamado la interlocutoria dictada por la junta laboral,
mediante la cual declaró infundado el incidente de falta de personalidad de
quien se ostentó como apoderado de la parte actora. Al rendir informe
justificado, la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado
y remite copias certificadas del expediente laboral respectivo. El quejoso
manifiesta en uno de sus conceptos de violación que durante el incidente de
referencia la junta responsable desechó indebidamente una prueba pericial
ofrecida por su parte con el fin de acreditar que la firma que obraba en la
carta poder exhibida por el supuesto apoderado del actor era falsa. Al revisar
el expediente, el juez de Distrito advierte que si bien en las copias
certificadas obra copia del escrito de ofrecimiento de la citada prueba, lo
cierto es que dentro de las constancias remitidas por la responsable no obra
copia del mencionado acuerdo, ya que las referidas copias se encuentran
incompletas. No obstante lo anterior, el juez de Distrito celebra la audiencia
constitucional y dicta sentencia en la que declara inoperante el referido
concepto de violación. En este caso, ¿fue correcto el proceder del juez de
Distrito?

R. No, ya que de acuerdo al artículo 78 de la Ley de Amparo,


era su obligación recabar las pruebas necesarias para resolver el
asunto.

Registro No. 199454


9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; V, Febrero de 1997; Pág. 108; [J];
PRUEBAS Y ACTUACIONES PROCESALES. EL JUZGADOR DE AMPARO
DEBE ALLEGÁRSELAS CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA
RESOLVER EL ASUNTO. De conformidad con lo dispuesto en el último párrafo
del artículo 78 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito deberá recabar
oficiosamente pruebas que, habiendo sido rendidas ante la responsable, no obren
en autos y estime necesarias para la resolución del asunto. De acuerdo con esta
regla y atendiendo a la necesidad de encontrar la verdad material sobre la formal
que tuvo en cuenta el legislador, debe estimarse que la reforma que sustituyó la
palabra "podrá" por "deberá", se encaminó a atenuar el principio general contenido
en el tercer párrafo del artículo 149 del citado ordenamiento, pues por virtud de la
misma ya no corresponde exclusivamente a las partes aportar las pruebas
tendientes a justificar las pretensiones deducidas en los juicios de garantías, sino
también al Juez de Distrito para allegar de oficio todos los elementos de
convicción que habiendo estado a disposición de la responsable, estime
necesarios para la resolución del amparo, circunstancia de necesidad que no debe
quedar al libre arbitrio del Juez, sino que debe calificarse tomando en cuenta la
estrecha vinculación que la prueba o la actuación procesal tienen con el acto
reclamado, de tal modo que de no tenerse a la vista aquéllas sería imposible
resolver conforme a derecho sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad del
acto. Asimismo, no puede estimarse que la obligación a que se refiere el artículo
78 de la Ley de Amparo, pugne con lo dispuesto por el numeral 149, pues la
aplicación de aquel precepto se actualiza cuando la autoridad reconoce en su
informe la existencia del acto sosteniendo únicamente su legalidad, que es una
situación diversa a la presunción de certeza que opera por la falta de informe, en
cuyo caso corresponde al quejoso la carga de la prueba cuando el acto reclamado
no sea violatorio de garantías en sí mismo, sino que su constitucionalidad o
inconstitucionalidad dependa de los motivos, datos o pruebas en que se haya
fundado el propio acto.

72. Lea los artículos 126 y 134 de la Ley Federal de los Trabajadores
al Servicio del Estado y enseguida conteste el problema que se plantea:
"Artículo 126. En el procedimiento ante el Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje no se requiere forma o solemnidad especial en la promoción o
intervención de las partes."; "Artículo 134. Los trabajadores podrán comparecer
por sí o por representantes acreditados mediante simple carta poder.--- Los
titulares podrán hacerse representar por apoderados que acrediten ese carácter
mediante simple oficio." Ahora bien, en el juicio laboral burocrático 50/2006,
Ramón Sánchez demanda del Secretario del Trabajo y Previsión Social y de
la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, su reinstalación en el puesto
que desempeñaba como auxiliar dictaminador de la mencionada junta. Por
parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la demanda es
contestada por el licenciado Iván Peña, quien solicita se le reconozca el
carácter de apoderado de la secretaría demandada en términos del oficio que
anexó a la referida contestación. El actor promueve incidente de falta de
personalidad del compareciente, bajo el argumento de que en el oficio
respectivo no se particularizaron los datos del juicio o los juicios en que
puede intervenir el supuesto apoderado, ya que de la lectura de ese oficio
solamente se desprende que se le confiere poder al licenciado Iván Peña
“para actuar en los juicios laborales en que la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social sea parte”, lo que es incorrecto, pues en el oficio mediante
el que se otorgó el poder debió precisarse expresamente que ese apoderado
podía comparecer al juicio 50/2006, promovido por Ramón Sánchez; y al no
haberse hecho así, era evidente que no se acreditaba la personalidad con
que se ostentó quien compareció a nombre de la secretaría demandada. El
referido incidente se declara infundado por parte del Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje. En contra de lo resuelto en dicho incidente, el actor
promueve demanda de amparo indirecto. El juez de Distrito que conoce del
juicio de garantías concede la protección constitucional solicitada. En el
caso planteado, ¿es jurídicamente correcta la resolución del juez de Distrito?

R. Es incorrecta, porque de acuerdo a los preceptos citados no se requiere


de formalidad alguna, por lo que el Titular de la dependencia demandada puede
autorizar al apoderado para que los represente en un número indeterminado de
juicios.

No. Registro: 188,780. Jurisprudencia por contradicción.


Tesis: 2a./J. 37/2001.

PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. EL


TITULAR DE UNA DEPENDENCIA O ENTE OFICIAL PUEDE CONFERIR SU
REPRESENTACIÓN PARA COMPARECER EN UN JUICIO ESPECÍFICO O EN
UN NÚMERO INDETERMINADO DE ELLOS. De lo dispuesto en el segundo
párrafo del artículo 134 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado, en el sentido de que los titulares de los entes o dependencias oficiales
podrán hacerse representar por apoderados que acrediten ese carácter mediante
oficio, se desprende que en este documento pueden otorgar su representación,
válidamente, para un número indeterminado de juicios, o bien, para una o más
contiendas laborales específicas, pues al no limitar el legislador el contenido y
alcance del referido oficio, debe estimarse que tales circunstancias quedan a la
voluntad del mencionado titular, máxime que en términos de lo previsto en el
artículo 126 del ordenamiento citado, en el procedimiento burocrático no se
requiere forma o solemnidad especial en la intervención de las partes.

73. En un juicio laboral burocrático seguido ante el Tribunal Federal


de Conciliación y Arbitraje, la parte actora demanda del Secretario de
Hacienda y Crédito Público el cumplimiento de diversas prestaciones de
trabajo a las que, según ella, tiene derecho. El licenciado Víctor Chávez
contesta la demanda y solicita se le reconozca la personalidad como
apoderado de la dependencia demandada, en términos del oficio que expidió
a su favor el Secretario de Hacienda y Crédito Público. La parte actora
plantea incidente de falta personalidad de quien se ostentó como apoderado
de la parte demandada, aduciendo que a la contestación de demanda,
además del oficio correspondiente, debió agregarse copia certificada del
nombramiento del Secretario de Hacienda y Crédito Público. El referido
incidente se declara infundado por parte del tribunal que conoce del juicio
laboral. En contra de lo resuelto en dicho incidente, la parte actora promueve
demanda de amparo indirecto. El juez de Distrito que conoce del juicio de
garantías niega la protección constitucional solicitada. En el caso planteado,
¿resulta jurídicamente correcta la resolución del juez de Distrito?

R. Correcta, porque al emanar el oficio de una autoridad que actúa en el


ámbito de su competencia, el acto en el contenido se encuentra investido del
principio de presunción de legalidad.

Tesis 188779.
No. Registro: 188,779. Jurisprudencia por contradicción.
XIV, Septiembre de 2001.
Tesis: 2a./J. 38/2001

PERSONALIDAD EN LOS JUICIOS LABORALES BUROCRÁTICOS. LA


DEL APODERADO DESIGNADO POR EL TITULAR DE UNA DEPENDENCIA O
ENTE OFICIAL SE ACREDITA MEDIANTE OFICIO, SIN NECESIDAD DE
COMPROBAR EL NOMBRAMIENTO DEL TITULAR QUE LO SUSCRIBE. El
oficio que contiene la designación de apoderados por parte del titular de un ente o
dependencia oficial para que lo represente en el juicio laboral burocrático en el que
es parte, constituye un documento público que, salvo prueba en contrario, hace fe
en el juicio en el que se presenta, sin necesidad de legalización, lo cual significa
que no se requiere de la comprobación del nombramiento del titular que lo expide,
en tanto que al emanar de una autoridad que actúa en el ámbito de su
competencia, es decir, en ejercicio de sus funciones, como titular que lo expide (o
como autoridad facultada para realizar la certificación respectiva), el acto en él
contenido se encuentra investido del principio de presunción de legalidad y, por
ello, hace prueba plena lo afirmado en él por la autoridad que lo suscribe, siempre
que no sea desvirtuado por otros elementos de convicción. Lo anterior da sentido
a la disposición del legislador ordinario de exigir del titular la sola emisión del
referido oficio, cuando en uso de la facultad que le confiere la ley designa
apoderados que lo representen en los juicios laborales burocráticos en los que es
parte.

74. Lea los artículos 519, fracción III, 521, fracción I, 945 y 950 de la
Ley Federal del Trabajo y enseguida conteste el problema que se plantea:
“Artículo 519. Prescriben en dos años: (...) III. Las acciones para solicitar la
ejecución de los laudos de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y de los
convenios celebrados ante ellas (…)”; “Artículo 521. La prescripción se
interrumpe:--- I. Por la sola presentación de la demanda o de cualquiera
promoción ante la Junta de Conciliación o ante la de Conciliación y Arbitraje,
independientemente de la fecha de la notificación. No es obstáculo para la
interrupción que la Junta sea incompetente; y (…)”; “Artículo 945. Los laudos
deben cumplirse dentro de las setenta y dos horas siguientes a la en que surta
efectos la notificación.--- Las partes pueden convenir en las modalidades de su
cumplimiento.”; “Artículo 950. Transcurrido el término señalado en el artículo 945,
el Presidente, a petición de la parte que obtuvo, dictará auto de requerimiento y
embargo”.

Ahora bien, en un juicio laboral se dicta laudo en el que se condena


al demandado al pago de diversas prestaciones. Una vez que queda firme el
mencionado laudo, se notifica a las partes, sin que lo ordenado en el mismo
se cumpla en el término de setenta y dos horas. En tal virtud, quien obtuvo
resolución favorable solicita a la junta de trabajo que dicte auto de
requerimiento y embargo; solicitud que se presenta ante dicha junta el
cuatro de abril de dos mil cinco, sin que se advierta que haya recaído
acuerdo alguno a dicha solicitud, ni que se haya llevado a cabo actuación
posterior tendente a lograr la ejecución del laudo. El once de abril de dos mil
siete, la parte condenada solicita que se declare que ha prescrito la acción
para ejecutar el laudo, porque han transcurrido más de dos años contados
desde la fecha en que se presentó el escrito solicitando la ejecución. El
presidente de la junta laboral declara que ha prescrito la acción del
trabajador para ejecutar el laudo. Inconforme con tal determinación, el actor
interpone recurso de revisión, en el que la junta de trabajo determina
confirmar la decisión del presidente. En contra de lo resuelto en el recurso
de revisión el trabajador promueve demanda de amparo indirecto. El juez de
Distrito que conoce del juicio de amparo niega la protección constitucional
solicitada. En este caso, ¿es jurídicamente correcto el proceder del juez de
Distrito?
R. Correcta, porque si bien el actor interrumpió la prescripción con la
presentación de su escrito, ello fue respecto del tiempo transcurrido con
antelación, pero no puede tener por efecto que se vuelva a iniciar el plazo
respectivo.

No. Registro: 192,369. Jurisprudencia por contradicción.


Tesis: 2a./J. 9/2000.

LAUDOS. PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN DE EJECUCIÓN. De lo


dispuesto por los artículos 519, fracción III y 521 de la Ley Federal del Trabajo
deriva que prescriben en dos años, contados a partir del día siguiente al en que
hubiese quedado notificado el laudo, las acciones para solicitar su ejecución y que
la prescripción se interrumpe por la sola presentación de cualquier promoción ante
las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Por su parte, los diversos preceptos 945 y
950 de la invocada ley disponen que los laudos deben cumplirse dentro de las
setenta y dos horas siguientes a la en que surta efectos la notificación y que,
transcurrido este término, el presidente de la Junta, a petición de la parte que
obtuvo, dictará auto de requerimiento y embargo. De estos preceptos legales se
advierte que es requisito indispensable para dictar auto de requerimiento y
embargo o de ejecución de laudo, el que la parte que obtuvo lo solicite
expresamente, lo cual debe hacer dentro del término de dos años que señala el
citado artículo 519, fracción III, de la ley en comento, so pena de que su acción se
declare prescrita en atención a que dicha promoción, solicitando la ejecución del
laudo o el dictado del auto de requerimiento y embargo, únicamente tiene por
efecto interrumpir la prescripción, inutilizando el tiempo transcurrido antes de la
interrupción, pero en forma alguna puede tenerlo en el sentido de que con su
dictado la prescripción no vuelva nuevamente a correr a partir de éste o después
del acto interruptivo; por tanto, es necesario solicitar, antes de que transcurra el
término fatal, auto de ejecución, lo cual debe hacerse cada vez que sea necesario,
pues, de no interpretarse en ese sentido se contravendría la garantía de certeza
jurídica tutelada por el artículo 14 de la Carta Magna, la cual debe prevalecer
sobre el interés particular.

75. Lea el artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como los diversos preceptos
49, fracción III, 50, fracciones I y II, y 947 de la Ley Federal del Trabajo, que a
continuación se transcriben; y enseguida conteste el problema que se
plantea: “Artículo 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y
socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización
social para el trabajo, conforme a la Ley.--- El Congreso de la Unión, sin
contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales
regirán:--- A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de
una manera general, todo contrato de trabajo: (…) XXI.- Si el patrono se negare a
someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado por la Junta,
se dará por terminado el contrato de trabajo y quedará obligado a indemnizar al
obrero con el importe de tres de meses de salario, además de la responsabilidad
que le resulte del conflicto. Esta disposición no será aplicable en los casos de las
acciones consignadas en la fracción siguiente. Si la negativa fuere de los
trabajadores, se dará por terminado el contrato de trabajo.”; “Artículo 49. El patrón
quedará eximido de la obligación de reinstalar al trabajador, mediante el pago de
las indemnizaciones que se determinan en el artículo 50 en los casos siguientes:
(…) III. En los casos de trabajadores de confianza (…).”; “Artículo 50. Las
indemnizaciones a que se refiere el artículo anterior consistirán:--- I. Si la relación
de trabajo fuere por tiempo determinado menor de un año, en una cantidad igual al
importe de los salarios de la mitad del tiempo de servicios prestados; si excediera
de un año, en una cantidad igual al importe de los salarios de seis meses por el
primer año y de veinte días por cada uno de los años siguientes en que hubiese
prestado sus servicios;--- II. Si la relación de trabajo fuere por tiempo
indeterminado, la indemnización consistirá en veinte días de salario por cada uno
de los años de servicios prestados (…); “Artículo 947. Si el patrón se negare a
someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado, la Junta:--- I.
Dará por terminada la relación de trabajo;--- II. Condenará a indemnizar al
trabajador con el importe de tres meses de salario;--- III. Procederá a fijar la
responsabilidad que resulte al patrón del conflicto, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 50, fracciones I y II; y--- IV. Además, condenará al pago de
los salarios vencidos desde la fecha en que dejaron de pagarlos hasta que se
paguen las indemnizaciones, así como al pago de la prima de antigüedad, en los
términos del artículo 162.--- Las disposiciones contenidas en este artículo no son
aplicables en los casos de las acciones consignadas en el artículo 123, fracción
XXII, apartado "A" de la Constitución”. Ahora bien, en un juicio laboral el actor
demanda de la parte patronal la reinstalación en el trabajo que venía
desempeñando para la demandada, así como el pago de salarios caídos,
vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras. En la audiencia
trifásica el patrón promueve incidente de insumisión al arbitraje. En tal caso,
considerando que la insumisión al arbitraje es procedente, ¿cómo debe
proceder la junta laboral?

Respuesta. A declarar que sólo procede respecto de la reinstalación, por


lo que dará por terminado el contrato de trabajo y condenará al patrón a pagar al
obrero, a título de indemnización, el importe de tres meses de salario y la
responsabilidad que le resulte del conflicto, que se refiere al originado por el
cumplimiento del contrato laboral y no del que pudiera surgir de las demás
acciones que integren la litis natural, como son las vacaciones, prima vacacional,
aguinaldo, horas extras, entre otras.

La Segunda Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 61/2004, que derivó


de la contradicción 128/2003:

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. SÓLO PROCEDE, DE MANERA EXCEPCIONAL,


RESPECTO DE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN POR DESPIDO
INJUSTIFICADO, SIEMPRE QUE SE SURTA ALGUNO DE LOS SUPUESTOS
QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 49 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO Y
NO RESPECTO DE OTRAS ACCIONES. El artículo 123, apartado A, fracción
XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la
"insumisión al arbitraje", consistente en la negativa del patrón a someter sus
diferencias al arbitraje de la Junta, y aunque en aquél no se especifican las
acciones respecto de las que opera, las consecuencias que resultan de su
ejercicio conducen a concluir que dicha institución sólo procede respecto de la
reinstalación al demandarse el cumplimiento del contrato de trabajo, pues el
legislador ordinario, en el artículo 947 de la Ley Federal del Trabajo, dispuso que
ante su procedencia la Junta dará por terminado el contrato de trabajo y el patrón
estará obligado a pagar al obrero, a título de indemnización, el importe de tres
meses de salario y la responsabilidad que le resulte del conflicto, que se refiere al
originado por el cumplimiento del contrato laboral y no del que pudiera surgir de
las demás acciones que integren la litis natural, responsabilidad que se fija en
atención al tiempo de duración de la relación laboral en términos de las fracciones
I y II del artículo 50 de la ley citada, al que remite el referido artículo 947. En esa
medida, es claro que las indemnizaciones que el patrón está obligado a cubrir al
trabajador con motivo de la insumisión al arbitraje, no pueden ser aplicables a
acciones diversas a la de reinstalación por despido injustificado, como son las
relativas a vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras, entre otras,
puesto que aquéllas se fijaron como una retribución a la consecuente declaración
de terminación del contrato de trabajo en lugar de su cumplimiento mediante la
reinstalación demandada, tan es así que la finalidad primordial de las reformas a
las fracciones XXI y XXII del artículo 123, apartado A, constitucional, fue impedir
que el patrón opusiera su negativa a someter sus diferencias al arbitraje o a acatar
el laudo pronunciado por la Junta, cuando el trabajador despedido
injustificadamente hiciera uso del derecho a la permanencia en el empleo
demandando el cumplimiento del contrato mediante su reinstalación, pero también
se consideró la necesidad de establecer algunas excepciones a esa regla general
al contemplar en la propia fracción XXII, la posibilidad de que el patrón quede
eximido "de la obligación de cumplir el contrato" en los casos que determine la ley
secundaria, lo que implica que sólo respecto de la reinstalación proceda la
excepción de referencia, ya que si el trabajador opta por la indemnización
constitucional ello denota su voluntad de dar por terminada la relación laboral. Por
tanto, de acuerdo con la naturaleza jurídica de la insumisión al arbitraje, ésta
solamente procede, de manera excepcional, respecto de la acción de reinstalación
por despido injustificado, cuando se actualiza alguno de los casos que
limitativamente reglamenta la Ley Federal del Trabajo en su artículo 49, lo que por
disposición del propio Constituyente Permanente se traduce en una excepción a la
estabilidad en el empleo y, por lo mismo, no es oponible respecto de otras
acciones aunque se ejerzan en la misma demanda.

76. Lea el artículo 123, apartado B, fracciones XII y XIII bis, de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así como los
artículos 3º, 30 y 82 de la Ley de Instituciones de Crédito, que a continuación
se transcriben; y enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo
123. Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se
promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo,
conforme a la Ley.--- El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases
siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: (…) B.- Entre
los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores: (…)
XII.- Los conflictos individuales, colectivos o intersindicales serán sometidos a un
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje integrado según lo prevenido en la ley
reglamentaria.--- Los conflictos entre el Poder Judicial de la Federación y sus
servidores serán resueltos por el Consejo de la Judicatura Federal; los que se
susciten entre la Suprema Corte de Justicia y sus empleados serán resueltos por
esta última. (…) XIII bis.- El banco central y las entidades de la Administración
Pública Federal que formen parte del sistema bancario mexicano regirán sus
relaciones laborales con sus trabajadores por lo dispuesto en el presente Apartado
(…)”;“Artículo 3o.- El Sistema Bancario Mexicano estará integrado por el Banco
de México, las instituciones de banca múltiple, las instituciones de banca de
desarrollo, el Patronato del Ahorro Nacional y los fideicomisos públicos
constituidos por el Gobierno Federal para el fomento económico, así como
aquellos que para el desempeño de las funciones que la ley encomienda al Banco
de México, con tal carácter se constituyan.”; “Artículo 30.- Las instituciones de
banca de desarrollo son entidades de la Administración Pública Federal, con
personalidad jurídica y patrimonio propios, constituidas con el carácter de
sociedades nacionales de crédito, en los términos de sus correspondientes leyes
orgánicas y de esta Ley (…)”; “Artículo 82.- El personal que las instituciones de
crédito utilicen directa o exclusivamente para la realización de fideicomisos, no
formará parte del personal de la institución, sino que, según los casos se
considerará al servicio del patrimonio dado en fideicomiso. Sin embargo,
cualesquier derechos que asistan a esas personas conforme a la ley, los
ejercitarán contra la institución de crédito, la que, en su caso, para cumplir con las
resoluciones que la autoridad competente dicte afectará, en la medida que sea
necesaria, los bienes materia del fideicomiso.” Ahora bien, en un juicio laboral
se demanda de un fideicomiso (en el que la fiduciaria es una institución de
banca de desarrollo) el pago de una indemnización y otras prestaciones
derivadas de un despido injustificado. El actor presenta su demanda ante la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, cuyo presidente la admite a
trámite. Al contestar la demanda, el fideicomiso demandado plantea
incidente de incompetencia, pues refiere que la autoridad competente para
conocer de dicho juicio laboral es el Tribunal Federal de Conciliación y
Arbitraje; la junta que conoce del juicio declara infundado dicho incidente.
En contra de lo resuelto en el incidente de incompetencia, la demandada
promueve amparo indirecto y en sus conceptos de violación expone que la
junta responsable debió declarar su legal incompetencia para conocer del
asunto, en virtud de que la demandada, al ser un fideicomiso, cuya fiduciaria
es una banca de desarrollo, es una entidad de la Administración Pública
Federal que forma parte del Sistema Bancario Mexicano y que por tanto la
autoridad competente para conocer del juicio es el Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje, ¿cómo deben declararse esos motivos de
inconformidad?

Fundados.
No. Registro: 185,233
Tesis: 2a./J. 10/99

COMPETENCIA LABORAL. EL TRIBUNAL FEDERAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ES COMPETENTE PARA CONOCER DE LOS
CONFLICTOS LABORALES ENTRE UN FIDEICOMISO Y SUS
TRABAJADORES, CUANDO LA FIDUCIARIA DE AQUÉL ES UNA
INSTITUCIÓN DE BANCA DE DESARROLLO. En términos de lo previsto en los
artículos 123, apartado "B", fracciones XII y XIII bis, de la Constitución General de
la República y 124 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje es el órgano competente para conocer
del juicio laboral que se instaura en contra de un fideicomiso, cuya fiduciaria es
una institución de Banca de Desarrollo, ya que de conformidad con lo establecido
en los artículos 3o., 30 y 82 de la Ley de Instituciones de Crédito, dicha institución
bancaria es considerada una entidad de la Administración Pública Federal que
forma parte del Sistema Bancario Mexicano por lo que es la obligada a dar
cumplimiento al laudo respectivo, aunque para ello afecte, en la medida que sea
necesario, sólo los bienes materia del fideicomiso demandado.

77. Lea el artículo 743, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo y


enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 743. La primera
notificación personal se hará de conformidad con las normas siguientes:--- I. El
actuario se cerciorará de que la persona que deba ser notificada habita, trabaja o
tiene su domicilio en la casa o local, señalado en autos para hacer la notificación
(…)”. Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto se señala como acto
reclamado el emplazamiento a un juicio laboral. En los conceptos de
violación, el quejoso manifiesta que el acta en que consta el acto reclamado
no cumple con los requisitos legales, en virtud de que el actuario
responsable se limitó a señalar que una vez constituido en el domicilio
señalado para emplazar al demandado y cerciorado de que es el domicilio
correcto, llamó a la puerta y fue atendido por una persona, quien le informó
“que en ese momento no se encontraba la persona que buscaba”; sin que el
mencionado actuario se haya cerciorado de que en ese domicilio,
efectivamente, habitara, trabajara, o tuviera su domicilio el demandado. Al
rendir su informe justificado, las autoridades responsables aceptaron la
existencia del acto reclamado y remitieron copias certificadas del expediente
respectivo. Al analizar la constancia relativa al emplazamiento, el juez de
Distrito advierte que es cierto lo manifestado por el quejoso, pues en el acta
el actuario no asentó haberse cerciorado de que en el domicilio en que se
constituyó habitara, trabajara o tuviera su domicilio el demandado; por tal
motivo, el juez federal concede la protección constitucional solicitada. En el
caso planteado, ¿resulta correcta la decisión adoptada por el juez federal?

Sí, porque la aludida manifestación de que por el momento no se


encuentra no conduce inequívocamente al estado de certeza que exige el artículo
antes invocado.

Registro No. 194555.


Tesis: 2a./J. 9/99. Jurisprudencia por contradicción.

EMPLAZAMIENTO A JUICIO LABORAL. NO BASTA QUE ALGUIEN


INFORME QUE "POR EL MOMENTO NO SE ENCUENTRA LA PERSONA QUE
BUSCA" PARA CONSIDERAR QUE EL ACTUARIO SE CERCIORÓ QUE EN
ESE LUGAR HABITA, TRABAJA O TIENE SU DOMICILIO EL DEMANDADO. El
emplazamiento a juicio laboral es un acto procesal que reviste gran importancia,
por permitir el cumplimiento de la garantía de audiencia establecida en el artículo
14 constitucional y, por eso, el artículo 743, fracción I, de la Ley Federal del
Trabajo, establece que al realizarlo el actuario debe cerciorarse que en el lugar
señalado en autos habita, trabaja o tiene su domicilio la persona que busca; por lo
que cuando alguien le informa que "por el momento no se encuentra" la persona
que busca, ese funcionario debe recabar otros datos objetivos que le permitan
asegurarse de que verdaderamente ahí habita, trabaja o tiene su domicilio el
destinatario de la notificación, puesto que aquella afirmación no conduce
inequívocamente al estado de certeza que exige el precepto legal en cuestión,
sino que puede llevar a cometer errores que no permitirían o impedirían al
particular conocer el inicio del procedimiento.

78. Lea el artículo 527, fracción I, inciso 7, de la Ley Federal del


Trabajo y enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 527. La
aplicación de las normas de trabajo corresponde a las autoridades federales,
cuando se trate de:--- I. Ramas industriales: (…) 7.- Metalúrgica y siderúrgica,
abarcando la explotación de los minerales básicos, el beneficio y la fundición de
los mismos, así como la obtención de hierro metálico y acero a todas sus formas y
ligas y los productos laminados de los mismos (…)”. Ahora bien, un trabajador
comparece ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de
Nuevo León y demanda diversas prestaciones de carácter laboral de una
empresa, cuyo giro es la fabricación de artículos metálicos. Al contestar la
demanda, la empresa demandada promueve incidente de incompetencia y
señala que es una Junta Federal de Conciliación y Arbitraje la que debe
conocer del juicio. Dicho incidente se declara infundado. En contra de esta
determinación, la parte demandada promueve juicio de amparo indirecto y
expresa como concepto de violación que la junta responsable debió declarar
su legal incompetencia, debido a que la parte patronal es una empresa
dedicada a la rama industrial prevista en el inciso 7 de la fracción I del
artículo 527 de la Ley Federal del Trabajo, ¿cómo debe declararse dicho
concepto de violación?

Respuesta. Infundado, pues aun cuando la empresa emplea metales, acero o


productos laminados de los mismos, no lo produce o prepara industrialmente, sino
sólo se sirve de ellos para manufacturar piezas, artículos metálicos y sus
derivados.

Registro No. 195940.


Tesis: 2a./J. 40/98. Jurisprudencia por reiteración.

COMPETENCIA LABORAL LOCAL. SE SURTE CUANDO SE


DEMANDA A UNA EMPRESA DEDICADA A LA FABRICACIÓN DE
ARTÍCULOS METÁLICOS. El artículo 527, fracción I, inciso 7, de la Ley Federal
del Trabajo, que sujeta a la jurisdicción federal a las ramas industriales
metalúrgica y siderúrgica, ha sido reiteradamente interpretado en el sentido de que
se refiere exclusivamente a aquellas empresas cuyas actividades productivas se
encaminan a beneficiar los minerales, extraer los metales que contienen, ponerlos
en disposición de ser elaborados, preparar sus aleaciones y someterlos a
diferentes tratamientos que involucran operaciones de concentración, tostación,
reducción, afinación y, en general, todo el proceso de producción de metales hasta
culminar en un producto como el acero o el hierro que no es de suyo utilizable
como satisfactor, sino como materia prima para la elaboración de artículos
metálicos, aun cuando para esto se requiera nuevamente su fundición; por tanto,
si la actividad de la empresa demandada se contrae a esta última finalidad, el
conflicto de trabajo en que se le involucre debe ser resuelto en la órbita local, pues
aun cuando emplea metales, acero o productos laminados de los mismos, el
proceso no se dirige a su producción o preparación industrial, sino sólo se sirve de
ellos para manufacturar piezas, artículos metálicos y sus derivados.

79. En un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto


reclamado la omisión por parte de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
de dictar el laudo correspondiente en un juicio laboral. La demanda de
garantías se admite a trámite y se pide informe justificado a la autoridad
responsable; sin embargo, dicha autoridad no rinde el informe justificado,
pese a estar debidamente notificada. Cabe agregar que el quejoso no ofreció
ninguna prueba durante el trámite del juicio de amparo. El juez de Distrito
que conoce del juicio de garantías niega la protección constitucional
solicitada. En este caso, ¿es jurídicamente correcta la resolución del juez de
Distrito?

Respuesta. La carga de la prueba sobre la abstención de la junta de emitir


el laudo corresponde al quejoso cuando se surte la presunción de certeza por la
omisión de la responsable de rendir su informe justificado, ya que el acto
reclamado no es un acto violatorio de garantías en sí mismo.

Registro No. 197499.


Tesis: 2a./J. 50/97. Jurisprudencia por contradicción

LAUDO, ABSTENCIÓN EN SU DICTADO. CARGA DE LA PRUEBA


RESPECTO DE SU INCONSTITUCIONALIDAD. CORRESPONDE AL QUEJOSO
CUANDO SE SURTE LA PRESUNCIÓN DE CERTEZA QUE PREVÉ EL
ARTÍCULO 149 DE LA LEY DE AMPARO, PUES NO ES UN ACTO
VIOLATORIO DE GARANTÍAS EN SÍ MISMO. Cuando en términos del párrafo
tercero del artículo 149 de la Ley de Amparo se presuma cierto, por falta de
informe de la autoridad responsable, el acto reclamado consistente en la omisión
de dictar laudo, la carga de probar su inconstitucionalidad corresponde al quejoso,
toda vez que dicha omisión no es en sí misma violatoria de la Máxima Ley del
país, pues su inconstitucionalidad depende de que realmente exista un juicio
laboral en el que sea parte el quejoso, que se encuentre en estado de resolución y
que haya transcurrido el plazo que la ley establece para fallar. Cabe aclarar que lo
anterior no pugna con lo dispuesto por el artículo 78 de la Ley de Amparo que
prevé la obligación del Juez de Distrito de recabar oficiosamente las pruebas que
estime necesarias para resolver un asunto, ya que, conforme a la jurisprudencia
del Tribunal Pleno de esta Suprema Corte, número P./J. 17/97, de rubro:
"PRUEBAS Y ACTUACIONES PROCESALES. EL JUZGADOR DE AMPARO
DEBE ALLEGÁRSELAS CUANDO LAS ESTIME NECESARIAS PARA
RESOLVER EL ASUNTO.", la aplicación de tal precepto tiene como presupuesto
la existencia de informe justificado, en tanto que lo previsto por el artículo 149 de
la propia ley se actualiza ante la falta de informe justificado, caso en el cual se
presume cierto el acto y la carga de la prueba respecto de su inconstitucionalidad
le corresponde al quejoso, cuando no sea violatorio de garantías en sí mismo.

80. Lea el artículo 123, apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso
1, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y enseguida
conteste el problema que se plantea: “Artículo 123. Toda persona tiene
derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de
empleos y la organización social para el trabajo, conforme a la Ley.--- El Congreso
de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el
trabajo, las cuales regirán:--- A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados
domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo: (…)
XXXI.- La aplicación de las leyes del trabajo corresponde a las autoridades de los
Estados, en sus respectivas jurisdicciones, pero es de la competencia exclusiva de
las autoridades federales en los asuntos relativos a: (…) b).- Empresas:-- 1.-
Aquellas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el
Gobierno Federal (…)”. Ahora bien, un trabajador comparece ante la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje del Estado de Chiapas y demanda de un
organismo público descentralizado del poder ejecutivo federal diversas
prestaciones de carácter laboral. La mencionada junta admite a trámite la
demanda. Al contestar la demanda, el organismo descentralizado plantea
incidente de incompetencia y señala que la autoridad competente para
conocer del juicio entablado en su contra es una junta federal; la junta local
declara infundado el incidente. En contra de esa determinación, el
organismo descentralizado promueve demanda de amparo indirecto y señala
que el juicio laboral debe ser conocido por una Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje, en atención a que la parte demandada debe ser
considerada como una empresa administrada por el gobierno federal, ¿cómo
debe declararse el citado concepto de violación?

Fundado.

No. Registro: 197,495.


Tesis: 2a./J. 47/97 por reiteración.

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA FEDERAL


DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CUANDO SE DEMANDA A EMPRESAS
ADMINISTRADAS EN FORMA DIRECTA O DESCENTRALIZADA POR EL
GOBIERNO FEDERAL. En la fracción XXXI del apartado A del artículo 123
constitucional, al delimitar las esferas de competencia local y federal, el Poder
Revisor de la Constitución tomó en cuenta, fundamentalmente, dos criterios
generales, a saber: la naturaleza o tipo de actividad y la naturaleza o tipo de las
empresas. Al incluir la referida fracción, en el inciso b), subinciso 1, como sujetas a
la jurisdicción federal, a las empresas que sean administradas en forma directa o
descentralizada por el Gobierno Federal, consideró el segundo de los criterios
mencionados, esto es, el de la naturaleza o tipo de empresa. Sin embargo,
aunque la expresión "empresas que sean administradas en forma directa o
descentralizada por el Gobierno Federal", no corresponde a un concepto jurídico
definido, puede concluirse que en ella quedan comprendidos los organismos
descentralizados y las empresas de participación estatal vinculados con el
Gobierno Federal, en la medida en que éstas son integrantes de la administración
pública paraestatal. Por tanto, en el supuesto previsto en la citada disposición
constitucional, quedan comprendidos los organismos descentralizados y las
empresas de participación estatal de carácter federal, de acuerdo con una
interpretación integral del cuerpo normativo fundante, que en su artículo 90 señala
a las entidades paraestatales como integrantes de la administración pública
federal; en consecuencia, para la aplicación de las leyes del trabajo se surte la
competencia de las autoridades federales.

188165
9a. Epoca; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XIV, Diciembre de 2001; Pág. 370; [T.A.];

ORGANISMOS PÚBLICOS DESCENTRALIZADOS. AUN CUANDO TENGAN


PERSONALIDAD JURÍDICA Y PATRIMONIO PROPIOS, SON PARTE
INTEGRANTE DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL, EN SU FACETA
PARAESTATAL. De lo dispuesto en el artículo 90 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos se desprende que la administración pública federal
presenta dos formas de existencia: la centralizada y la paraestatal. Las razones
del desdoblamiento de la administración pública estriban en la circunstancia de
que las atribuciones del poder público se han incrementado con el tiempo, es
decir, de un Estado de derecho se ha pasado a un Estado social de derecho,
donde el crecimiento de la colectividad y, los problemas y necesidades de ésta,
suscitaron una creciente intervención del ente público en diversas actividades,
tanto en prestación de servicios como en producción y comercialización de
productos. Así, en la década de los ochenta, se llevaron a cabo profundos
cambios constitucionales que dieron paso a la llamada rectoría económica del
Estado y, consecuentemente, la estructura estatal se modificó y creció,
específicamente en el ámbito del Poder Ejecutivo, en cuyo seno se gestó la
llamada administración paraestatal que incluye, en términos del artículo 1o. de la
Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, entre otros, a los organismos
descentralizados, que aun cuando tienen personalidad jurídica, patrimonio propio y
gozan de una estructura separada del aparato central, son parte integrante de la
citada administración pública federal, en su faceta paraestatal

81. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


un auto dictado en el procedimiento de ejecución de un juicio laboral; acto
que el quejoso atribuye a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del
Estado de Hidalgo. El presidente de la citada junta rinde informe justificado y
en apoyo remite copias certificadas del expediente respectivo. Al analizar las
mencionadas copias, el juez de Distrito advierte que el acto reclamado no
fue emitido por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje como órgano
colegiado, sino por el presidente de la mencionada junta laboral. Ante esas
circunstancias, el juez de Distrito sobresee en el juicio. En este caso,
¿resulta correcto el sobreseimiento decretado por el juez federal?

Respuesta. Incorrecto, toda vez que el imperativo constitucional de dar


noticia de la iniciación del juicio de garantías se cumple al solicitarse y rendirse el
informe justificado, ya que éste invariablemente deberá ser emitido por el
presidente de dicho órgano colegiado, por ser una atribución que le confiere la Ley
Federal del Trabajo en sus artículos 617, fracción VII, 618, fracción VI, y, 623, por
tanto, ya sea que el informe lo rinda en nombre propio o como representante de la
Junta, al hacerlo se está haciendo sabedor del inicio del juicio de amparo y con
ello está en posibilidad de defender la constitucionalidad del acto reclamado.

No. Registro: 200,702


Tesis: 2a./J. 57/95, jurisprudencia por contradicción

JUNTA LABORAL Y PRESIDENTE DE LA MISMA. ERROR DEL


QUEJOSO AL SEÑALAR COMO RESPONSABLE A AQUELLA EN EL
AMPARO PROMOVIDO EN CONTRA DE ESTE. Si bien es cierto que es esencial
el correcto señalamiento de la autoridad responsable en la demanda de amparo y
que ello es una carga del agraviado, ya que respecto de dichos actos es que
versará el juicio y serán motivo de análisis por parte del juzgador; y si bien es
cierto, asimismo, que las Juntas laborales y sus presidentes son autoridades
distintas, debe considerarse que si en la demanda de amparo el quejoso señala
con desacierto como acto reclamado una resolución que atribuye a una Junta
como órgano colegiado, cuando ésta fue dictada por el presidente en uso de las
atribuciones que le son propias, como la de ordenar la ejecución de un laudo, en
estos casos, el error en el señalamiento de la autoridad responsable no da motivo
para sobreseer en el juicio con apoyo en lo dispuesto por el artículo 74, fracción
IV, de la Ley de Amparo, dado que el imperativo constitucional de dar noticia de la
iniciación del juicio de garantías se cumple al solicitarse y rendirse el informe
justificado, ya que éste invariablemente deberá ser emitido por el presidente de
dicho órgano colegiado, por ser una atribución que le confiere la Ley Federal del
Trabajo en sus artículos 617, fracción VII, 618, fracción VI, y, 623, por tanto, ya
sea que el informe lo rinda en nombre propio o como representante de la Junta, al
hacerlo se está haciendo sabedor del inicio del juicio de amparo y con ello está en
posibilidad de defender la constitucionalidad del acto reclamado.

82. Lea los artículos 2º y 24, fracción IV, de la Ley de Amparo, así
como los diversos preceptos 293, fracción II, y 294 del Código Federal de
Procedimientos Civiles y enseguida conteste el problema que se plantea:
“Artículo 2o.- El juicio de amparo se substanciará y decidirá con arreglo a las
formas y procedimientos que se determinan en el presente libro, ajustándose, en
materia agraria, a las prevenciones específicas a que se refiere el libro segundo
de esta ley.--- A falta de disposición expresa, se estará a las prevenciones del
Código Federal de Procedimientos Civiles.”; “Artículo 24.- El cómputo de los
términos en el juicio de amparo se sujetará a las reglas siguientes: (…) IV.- Los
términos deben entenderse sin perjuicio de ampliarse por razón de la distancia,
teniéndose en cuenta la facilidad o dificultad de las comunicaciones; sin que, en
ningún caso, la ampliación pueda exceder de un día por cada cuarenta
kilómetros.”; “Artículo 293.- En caso de que hubieren de practicarse diligencias o
aportarse pruebas de fuera del lugar del juicio, a petición del interesado se
concederán los siguientes términos extraordinarios: (…) II.- Cuatro meses si lo
está en los Estados Unidos de Norteamérica, en Canadá o en las Antillas (…)”;
“Artículo 294.- Para que puedan otorgarse los términos del artículo anterior, se
requiere:--- I.- Que se soliciten dentro de los tres días siguientes a la notificación
del auto que conceda la práctica de la diligencia o que abra a prueba el negocio,
y--- II.- Que se ministren los datos necesarios para practicar la diligencia,
llenándose, en su caso, los requisitos legales para cada prueba, y, si ésta no ha
de recibirse fuera del lugar del juicio, sino simplemente ha de solicitarse su envío,
los datos necesarios para su identificación.---Llenados los requisitos anteriores, el
tribunal concederá, de plano, el término, sin que sea recurrible su resolución.---
Los términos de que trata este artículo sólo suspenden la tramitación del juicio al
llegar a la audiencia final; todas las restantes diligencias deben practicarse como
si no hubiera pendiente un término extraordinario”.

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como


acto reclamado el emplazamiento practicado en un juicio laboral. Durante el
trámite del juicio de amparo, el quejoso ofrece como prueba de su parte una
testimonial a cargo de dos personas que radican en Los Ángeles, California,
Estados Unidos de Norteamérica y manifiesta que dicha prueba se ofrece
con el objeto de demostrar que en la fecha en que supuestamente se
practicó el emplazamiento en el juicio laboral, el quejoso se encontraba
precisamente en el lugar donde radican las personas cuyo testimonio ofrece,
por lo que no pudo haberse entendido la diligencia con él. Cabe agregar que
el ofrecimiento de la mencionada prueba cumplió con todos los requisitos
legales y se señaló que habría de desahogarse en el lugar en que radican las
personas propuestas como testigos. El Juez Primero de Distrito en el Estado
de Oaxaca, que es quien conoce del juicio de garantías, admite la referida
prueba y señala que para su desahogo se concede el término de cuatro
meses previsto en la fracción II del artículo 293 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo. En tal
caso, ¿es correcto que el juez de Distrito haya fijado el término para el
desahogo de la prueba con base en el artículo citado?

Incorrecto, toda vez que los artículos 293 y 294 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, que establecen plazos extraordinarios para aportar
pruebas fuera del lugar del juicio, no son aplicables supletoriamente al juicio de
garantías.

No. Registro: 174,638


Tesis: P./J. 88/2006 jurisprudencia por contradicción.

PRUEBAS EN AMPARO INDIRECTO. NO SON APLICABLES


SUPLETORIAMENTE LOS ARTÍCULOS 293 Y 294 DEL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES, QUE PREVÉN EL OTORGAMIENTO DE
TÉRMINOS EXTRAORDINARIOS PARA EL DESAHOGO DE DILIGENCIAS
FUERA DEL LUGAR DEL JUICIO. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido que para que opere la supletoriedad de las normas de un ordenamiento
en otro se requiere, entre otras condiciones, que en el ordenamiento a ser suplido
exista una laguna en la regulación de cierta institución jurídica, la cual pueda ser
colmada por las normas supletorias. En esa virtud, y toda vez que la fracción IV
del artículo 24 de la Ley de Amparo dispone que los términos en el juicio
constitucional pueden ampliarse por razón de distancia, teniendo en cuenta la
facilidad o dificultad de las comunicaciones, sin que en ningún caso pueda
exceder de un día por cada cuarenta kilómetros, esto es, prevé el otorgamiento de
plazos extraordinarios para hacer factible la realización de diligencias que deben
desahogarse fuera del lugar del juicio, se concluye que los artículos 293 y 294 del
Código Federal de Procedimientos Civiles, que establecen plazos extraordinarios
para aportar pruebas fuera del lugar del juicio, no son aplicables supletoriamente
al juicio de garantías. Además, si el referido artículo 294 sujeta el otorgamiento de
dichos plazos extraordinarios, entre otras condiciones, a que éstos sean
solicitados "dentro de los tres días siguientes a la notificación del auto que
conceda la práctica de la diligencia o que abra a prueba el negocio", resulta
indudable que dicho dispositivo fue pensado para el proceso civil, en el que
existen diversas etapas plenamente diferenciadas entre ellas, por lo cual las reglas
relativas al procedimiento que debe seguirse para solicitarlos tampoco resultan
aplicables supletoriamente al juicio de garantías, por ser incompatibles con su
naturaleza sumaria.

83. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la omisión por parte de la Junta Federal de Conciliación y
Arbitraje de dictar el laudo respectivo en un juicio laboral, a pesar de haber
transcurrido el plazo legal para ello. La referida demanda se admite a trámite
y se pide el informe a la junta responsable. La mencionada autoridad no
rinde informe justificado, a pesar de estar debidamente notificada.
Momentos antes de que se celebre la audiencia constitucional, el quejoso
presenta una promoción en la que solicita al juez de Distrito que difiera su
celebración, en virtud de que oportunamente solicitó a la junta responsable
le expidiera copias certificadas del expediente del que deriva el acto
reclamado, sin que se le hayan entregado las mencionadas copias, siendo
que éstas resultan indispensables para demostrar la inconstitucionalidad del
acto reclamado; adjunto a la promoción, el quejoso exhibe copia del escrito
presentado ante la junta laboral, en la que obra sello de recepción. ¿Qué
debe acordar el juez de Distrito respecto de esa petición?

Aplazar la celebración de la audiencia, pues para esto basta que así lo pida
el oferente de las documentales, sin necesidad de la solicitud expresa para que se
requiera a la autoridad omisa, pues esto no constituye una formalidad esencial del
escrito de referencia, sin la cual no deba acordarse favorablemente dicho
aplazamiento.

No. Registro: 175,144


Tesis: P./J. 63/2006

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. CUANDO LA AUTORIDAD


RESPONSABLE NO HAYA EXPEDIDO LAS COPIAS O DOCUMENTOS QUE
EL OFERENTE LE HABÍA SOLICITADO PREVIAMENTE, BASTA QUE ÉSTE
SOLICITE EL APLAZAMIENTO DE AQUÉLLA PARA QUE EL JUEZ DE
DISTRITO ASÍ LO ACUERDE. Este Alto Tribunal considera que para que opere el
aplazamiento de la audiencia constitucional en el supuesto del artículo 152 de la
Ley de Amparo, basta que así lo pida el oferente de las documentales, sin
necesidad de la solicitud expresa para que se requiera a la autoridad omisa, pues
esto no constituye una formalidad esencial del escrito de referencia, sin la cual no
deba acordarse favorablemente dicho aplazamiento, lo cual encuentra justificación
en dos motivos: a) El principio de derecho consistente en que a las partes
solamente corresponde narrar los hechos y al juzgador aplicar el derecho, de
manera que si de la indicada narración se desprende la actualización de una
hipótesis normativa determinada, el juzgador debe aplicar el derecho, aun cuando
no le citen el precepto legal exactamente aplicable o no le soliciten expresamente
determinada circunstancia, si la misma es una consecuencia legal y necesaria de
la actualización de dicho supuesto, pues es claro que ante la omisión de una
autoridad de expedir la copia o documento que se ofrece como prueba y que
oportunamente le fue solicitado, la ley establece como consecuencia que previa
solicitud del interesado se requiera a la autoridad omisa y se aplace la audiencia
por un término que no exceda de 10 días, y b) El criterio de que el artículo 152 de
la Ley de Amparo no debe aplicarse con tal rigidez que impida recabar una prueba
que podría dar luz para resolver el juicio de garantías. En ese sentido, se concluye
que en el escrito por el que se solicita el aplazamiento de la audiencia
constitucional, es innecesario que el quejoso pida expresamente al juzgador
federal que requiera a la autoridad responsable la expedición de las copias o
documentos que previamente le solicitó para presentarlos como pruebas en el
juicio de amparo, y como consecuencia se aplace la celebración de la audiencia
constitucional, siempre y cuando esa intención se advierta del escrito referido. Lo
anterior, además, lleva a este Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación a apartarse del criterio contenido en la tesis de rubro: "AUDIENCIA
CONSTITUCIONAL, EL DIFERIMIENTO DE LA, DEBE SOLICITARSE POR EL
QUEJOSO, EN EL SUPUESTO DEL ARTÍCULO 152 DE LA LEY DE AMPARO."

190030
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XIII, Abril de 2001; Pág. 58; [J];
AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO
ACUERDE SU APLAZAMIENTO, EN TÉRMINOS Y PARA LOS EFECTOS QUE
PRECISA EL ARTÍCULO 152 DE LA LEY DE AMPARO, ES NECESARIO QUE
LA PARTE INTERESADA EXHIBA JUNTO CON SU SOLICITUD DE
DIFERIMIENTO, LA COPIA DEBIDAMENTE SELLADA DEL ESCRITO EN EL
QUE SOLICITÓ LA EXPEDICIÓN DE LAS COPIAS O DOCUMENTOS
RESPECTIVOS, O BIEN, CONSTANCIA FEHACIENTE DE QUE LA
AUTORIDAD RESPECTIVA SE NEGÓ A RECIBIRLO. De conformidad con lo
dispuesto en el precepto citado, para que el Juez de Distrito esté en aptitud legal
de acordar el aplazamiento de la audiencia constitucional y de requerir a la
autoridad omisa para que expida las copias o documentos que se le solicitaron, es
requisito indispensable que la parte interesada exhiba, junto con su solicitud de
diferimiento, la copia del escrito a través del cual solicitó la expedición de copias o
documentos para presentarlos como pruebas en el juicio, la que debe ostentar el
sello de recepción correspondiente o, en su defecto, constancia fehaciente de que
la autoridad responsable se negó a recibirlo. Lo anterior en virtud de que si sólo
bastare la manifestación del interesado en el sentido de que presentó su solicitud,
sin demostrarlo, el diferimiento de la audiencia quedaría al arbitrio de las partes, lo
que resulta inadmisible, pues si se pretende exigir el cumplimiento de una
obligación, es necesario que previamente se demuestre que se cuenta con el
derecho para exigirla y, en el caso, el requerimiento para que se cumpla la
obligación que a los funcionarios o autoridades impone el referido precepto,
solamente procederá en los términos indicados.

84. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la interlocutoria dictada por la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje, en la que declaró infundado el incidente de falta de personalidad
del apoderado del trabajador. El juez de Distrito a quien se turna la demanda
estima que ésta no reúne los requisitos previstos en el artículo 116 de la Ley
de Amparo, en virtud de que en dicho escrito no se contiene la expresión
“bajo protesta de decir verdad” ni se narran los hechos o abstenciones que le
constan al quejoso y que constituyen antecedentes del acto reclamado. En
consecuencia, se requiere al quejoso para que en el término de tres días
satisfaga los mencionados requisitos, en el entendido de que al dar
cumplimiento a tal prevención también deberá exhibir las copias del escrito
aclaratorio que sean necesarias para correr traslado a las partes en el juicio,
bajo apercibimiento que de no hacerlo, se tendrá por no interpuesta la
demanda. El primer día del término concedido, el quejoso presenta un
escrito en el que expresa bajo protesta de decir verdad los antecedentes del
acto reclamado; sin embargo, omite exhibir las copias de ese escrito para
correr traslado a las partes, ¿cómo debe proceder el Juez de Distrito ante
dicha promoción?

Debe acordar si se acató la prevención, señalando, en su caso, las


omisiones que quedaron pendientes, para dar oportunidad al promovente de
subsanarlas dentro de aquel término.

No. Registro: 182,896


Tesis: 2a./J. 106/2003

AMPARO. ACLARACIÓN DE DEMANDA. SI LA PROMOCIÓN DE


CUMPLIMIENTO SE PRESENTA ANTES DEL TÉRMINO, EL JUEZ DEBE
ACORDAR SI SE ACATÓ LA PREVENCIÓN, SEÑALANDO, EN SU CASO, LAS
OMISIONES, PARA DAR OPORTUNIDAD AL PROMOVENTE DE
SUBSANARLAS, PERO DENTRO DE AQUEL TÉRMINO. De conformidad con el
artículo 146 de la Ley de Amparo, el Juez de Distrito está facultado para mandar
aclarar el escrito inicial de demanda cuando advierta alguna irregularidad, se haya
omitido alguno de los requisitos a que se refiere el artículo 116 de la ley citada, no
se haya indicado con precisión el acto reclamado o no se hayan exhibido las
copias correspondientes a que alude el artículo 120 de dicho ordenamiento,
debiendo precisar en el auto relativo las irregularidades o deficiencias advertidas,
a fin de requerir al promovente para que en el término de tres días las subsane.
Ahora bien, si se toma en cuenta que de conformidad con lo dispuesto por el
artículo 62 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria
a la mencionada ley, según su artículo 2o., todas las promociones deberán
acordarse a más tardar al día siguiente de presentadas, y en atención al principio
de justicia pronta y expedita consignado en el artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como el de economía procesal, es
indudable que cuando el quejoso en el primer o segundo de los tres días
señalados en el referido artículo 146, presenta un escrito mediante el cual
pretende cumplir con la prevención que le fue impuesta, el Juez debe emitir un
acuerdo en el que tenga por presentado dicho escrito y admita la demanda si se
satisfizo lo ordenado, o bien, en caso de no cumplir con tal requerimiento, señale
las omisiones o defectos que aún subsistan para darle oportunidad de subsanarlos
antes del vencimiento de esos tres días, ello en razón de que dicho término se le
otorga en su beneficio. De no actuar así, se impediría al promovente enterarse de
las razones por las cuales no está cumpliendo cabalmente con la prevención que
le fue formulada, pese a estar en posibilidad temporal de aclarar su escrito de
demanda.
85. En un procedimiento de ejecución de un laudo, la parte
condenada ofrece como prueba de su parte una pericial, a efecto de que los
expertos propuestos valúen un bien inmueble embargado. El presidente de
la junta laboral que conoce del asunto acuerda que no ha lugar a admitir
dicho medio de convicción, en virtud de que no se ofreció con las
formalidades de ley. En contra de tal determinación, la parte condenada
interpone recurso de revisión, en el que la junta laboral confirma lo resuelto
en el auto recurrido. Inconforme con lo resuelto en el recurso, la parte
condenada promueve juicio de amparo indirecto. El juez de Distrito a quien
se turna la demanda la desecha de plano. En este caso, ¿es jurídicamente
correcto el auto dictado por el juez de Distrito?
R. Sí, ya que se trata de un acto dictado dentro del
procedimiento de ejecución, sin ser la última resolución. 114, III, LA.

190035
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XIII, Abril de 2001; Pág. 31; [J];
AMPARO INDIRECTO. SIGNIFICADO DE LA EXPRESIÓN "ÚLTIMA
RESOLUCIÓN", A QUE SE REFIERE EL PÁRRAFO SEGUNDO DE LA
FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 114 DE LA LEY DE LA MATERIA. La referida
disposición exige para la impugnación de los actos dictados en un procedimiento
de ejecución de sentencia, como presupuesto de procedencia de la vía indirecta,
que se reclame la última resolución dictada en dicho procedimiento. Ahora bien,
este requisito tiene como finalidad, de conformidad con lo previsto en la exposición
de motivos de la ley citada, evitar que se abuse del juicio de garantías, lo que se
obtiene si la procedencia de éste contra violaciones sufridas en la ejecución de
una sentencia, se limita a la impugnación de la "última resolución" que se dicte en
esa fase ejecutiva, resolución que debe ser entendida como aquella en la que se
aprueba o reconoce de manera expresa o tácita el cumplimiento total de la
sentencia o se declara la imposibilidad material o jurídica para darle cumplimiento,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 113 de la legislación invocada, al que se
acude en forma analógica, ante la inexistencia de otro ordenamiento que
proporcione una interpretación diferente

No. Registro: 181,144


Tesis: 1a./J. 36/2004

EJECUCIÓN DE SENTENCIA. ES IMPROCEDENTE EL AMPARO


INDIRECTO ENTABLADO CONTRA ACTOS DICTADOS DENTRO DEL
PROCEDIMIENTO RELATIVO, AUN CUANDO SEA PROMOVIDO POR LA
PARTE VENCEDORA EN EL JUICIO NATURAL. La razón medular que tuvo el
legislador al establecer la regla de procedencia contenida en el segundo párrafo
de la fracción III del artículo 114 de la Ley de Amparo -relativa a que tratándose de
actos dictados dentro del procedimiento de ejecución de sentencia el amparo sólo
procede en contra de la resolución que pone fin a dicho procedimiento,
pudiéndose reclamar en la demanda las violaciones cometidas durante éste, que
hubieren dejado sin defensa al quejoso-, fue evitar que con motivo de la
promoción del juicio de garantías se entorpeciera o retardara la ejecución de una
sentencia definitiva, cuyo cumplimiento es una cuestión de orden público. Por tal
motivo, el hecho de que la promoción del amparo contra actos dictados dentro del
procedimiento referido se haya hecho por la parte vencedora en el juicio natural
constituye una cuestión que debe considerarse irrelevante para efectos de
determinar el alcance de la indicada regla de procedencia, en virtud de que ello en
nada altera la circunstancia de que mediante dicha acción se entorpezca la
ejecución de la sentencia, que es precisamente lo que el legislador pretendió
evitar con la disposición mencionada.

86. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el embargo trabado sobre un inmueble que el quejoso afirma es de su
propiedad. Como antecedentes del acto reclamado, el quejoso expone que
tiene conocimiento que el embargo reclamado fue dictado dentro de un
juicio laboral en el que él no es parte. Adjunto a su demanda, exhibe el
original de un contrato privado de compraventa y señala que dicho contrato
se encuentra debidamente inscrito en el Registro Público de la Propiedad, lo
que acreditará durante el curso del juicio de amparo con la constancia
respectiva expedida por dicho registro. Las autoridades responsables rinden
informe justificado y aceptan la existencia del acto reclamado; en apoyo a
dicho informe, remiten copias certificadas del expediente laboral respectivo,
del que se desprende que efectivamente se trabó embargo sobre el bien que
el peticionario del amparo señala es de su propiedad. Un día antes de la
celebración de la audiencia constitucional, el quejoso presenta una
promoción en la que solicita al juez de Distrito difiera la celebración de la
audiencia, en virtud de que el Registro Público de la Propiedad ha omitido
expedirle la constancia correspondiente. Cabe agregar que a dicha
promoción no se adjuntó la copia del escrito de solicitud con el sello de
recepción correspondiente o que el mencionado registro se hubiera negado
a recibirla. ¿Cómo debe acordar el juez de Distrito la solicitud formulada por
el quejoso?

Desestimar la petición, ya que es requisito indispensable que la parte


interesada exhiba, junto con su solicitud de diferimiento, la copia del escrito a
través del cual solicitó la expedición de copias o documentos para presentarlos
como pruebas en el juicio, la que debe ostentar el sello de recepción
correspondiente o, en su defecto, constancia fehaciente de que la autoridad
responsable se negó a recibirlo. Lo anterior en virtud de que si sólo bastare la
manifestación del interesado en el sentido de que presentó su solicitud, sin
demostrarlo, el diferimiento de la audiencia quedaría al arbitrio de las partes, lo
que resulta inadmisible, pues si se pretende exigir el cumplimiento de una
obligación, es necesario que previamente se demuestre que se cuenta con el
derecho para exigirla y, en el caso, el requerimiento para que se cumpla la
obligación que a los funcionarios o autoridades impone el referido precepto,
solamente procederá en los términos indicados.
No. Registro: 190,030
Tesis: P./J. 28/2001

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO


ACUERDE SU APLAZAMIENTO, EN TÉRMINOS Y PARA LOS EFECTOS QUE
PRECISA EL ARTÍCULO 152 DE LA LEY DE AMPARO, ES NECESARIO QUE
LA PARTE INTERESADA EXHIBA JUNTO CON SU SOLICITUD DE
DIFERIMIENTO, LA COPIA DEBIDAMENTE SELLADA DEL ESCRITO EN EL
QUE SOLICITÓ LA EXPEDICIÓN DE LAS COPIAS O DOCUMENTOS
RESPECTIVOS, O BIEN, CONSTANCIA FEHACIENTE DE QUE LA
AUTORIDAD RESPECTIVA SE NEGÓ A RECIBIRLO. De conformidad con lo
dispuesto en el precepto citado, para que el Juez de Distrito esté en aptitud legal
de acordar el aplazamiento de la audiencia constitucional y de requerir a la
autoridad omisa para que expida las copias o documentos que se le solicitaron, es
requisito indispensable que la parte interesada exhiba, junto con su solicitud de
diferimiento, la copia del escrito a través del cual solicitó la expedición de copias o
documentos para presentarlos como pruebas en el juicio, la que debe ostentar el
sello de recepción correspondiente o, en su defecto, constancia fehaciente de que
la autoridad responsable se negó a recibirlo. Lo anterior en virtud de que si sólo
bastare la manifestación del interesado en el sentido de que presentó su solicitud,
sin demostrarlo, el diferimiento de la audiencia quedaría al arbitrio de las partes, lo
que resulta inadmisible, pues si se pretende exigir el cumplimiento de una
obligación, es necesario que previamente se demuestre que se cuenta con el
derecho para exigirla y, en el caso, el requerimiento para que se cumpla la
obligación que a los funcionarios o autoridades impone el referido precepto,
solamente procederá en los términos indicados.

87. En un juicio de amparo indirecto el quejoso señala como acto


reclamado el emplazamiento al juicio laboral 500/2006. La demanda se
admite a trámite y se pide informe a las autoridades responsables, las que
rinden en tiempo el citado informe y agregan a éste copias certificadas del
juicio del que deriva el acto reclamado. Al analizar las mencionadas copias,
el juez de Distrito que conoce del juicio de garantías advierte que el quejoso
compareció al juicio laboral de origen y ofreció diversos medios de
convicción. En virtud de lo anterior, el juez de Distrito sobresee en el juicio.
En el caso planteado, ¿es correcto el sobreseimiento decretado por el juez
de Distrito?

No. Registro: 189,916


Tesis: P./J. 39/2001 jurisprudencia por contradicción.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. CARECE DE TAL CARÁCTER QUIEN


COMPARECIÓ AL PROCEDIMIENTO NATURAL, POR LO QUE DEBE
SOBRESEERSE EN EL JUICIO AL ACTUALIZARSE LA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 73, FRACCIÓN XVIII, DE LA
LEY DE AMPARO, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO 114, FRACCIÓN V,
APLICADA EN SENTIDO CONTRARIO, DEL PROPIO ORDENAMIENTO, AUN
CUANDO HAYA SIDO PROMOVIDO DENTRO DEL TÉRMINO ESTABLECIDO
EN EL ARTÍCULO 21 DE LA PROPIA LEY. La sola circunstancia de que el
afectado conozca de la existencia del juicio en el que funge como parte y
comparezca al mismo, a pesar de no haber sido legalmente emplazado, desvirtúa
su carácter de persona extraña al procedimiento, por lo que si promueve el juicio
de amparo indirecto, ostentándose con tal carácter, el Juez de Distrito debe
sobreseerlo con fundamento en el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo,
fundamentalmente porque el promovente ya no es persona extraña al juicio por
haber comparecido al procedimiento ordinario, quedando en posibilidad de
defenderse dentro del contencioso y, en su oportunidad, si es el caso, acudir al
amparo directo, fundamentándose la improcedencia en los artículos 73, fracción
XVIII y 114, fracción V, aplicada en sentido contrario, de la propia ley; sin que lo
anterior implique que el promovente del amparo indirecto, por el hecho de
ostentarse como tercero extraño, quede al margen del término previsto en el
artículo 21 de la Ley de Amparo, esto es, al plazo de quince días contados a partir
del día siguiente al en que tenga conocimiento del juicio, bajo el argumento de que
la falta o ilegalidad del emplazamiento sea una violación de gran magnitud, pues si
bien la improcedencia por extemporaneidad o consentimiento tácito basado en los
artículos 21 y 73, fracción XII, del propio ordenamiento, puede llegar a
configurarse, tal circunstancia no se surte necesariamente porque puede suceder
que el afectado por la falta de emplazamiento promueva el juicio de garantías
antes de que transcurra el plazo referido y en tal supuesto no cabría sobreseer por
inoportunidad de la demanda, ya que seguiría en pie la otra causal.

88. Lea el artículo 153 de la Ley de Amparo, así como los diversos
preceptos 129 y 133 del Código Federal de Procedimientos Civiles y
enseguida conteste el problema que se plantea: “Artículo 153.- Si al
presentarse un documento por una de las partes, otra de ellas lo objetare de falso,
el juez suspenderá la audiencia para continuarla dentro de los diez días
siguientes; en dicha audiencia, se presentarán las pruebas y contrapruebas
relativas a la autenticidad del documento.--- Lo dispuesto en este artículo sólo da
competencia al juez para apreciar, dentro del juicio de amparo, de la autenticidad
con relación a los efectos exclusivos de dicho juicio.---- Cuando el juez desechare
la objeción presentada, podrá aplicar al promovente que la propuso una multa de
diez a ciento ochenta días de salario.”; “Artículo 129.- Son documentos públicos
aquellos cuya formación está encomendada por la ley, dentro de los límites de su
competencia, a un funcionario público revestido de la fe pública, y los expedidos
por funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones. La calidad de públicos
se demuestra por la existencia regular, sobre los documentos, de los sellos, firmas
u otros signos exteriores que, en su caso, prevengan las leyes.”; “Artículo 133.-
Son documentos privados los que no reúnen las condiciones previstas por el
artículo 129”. Ahora bien, una demanda de amparo indirecto se presenta ante
un Juzgado de Distrito; dicha demanda se encuentra firmada por quienes se
ostentan como representantes de un sindicato de trabajadores mineros;
como acto reclamado se señala la resolución mediante la cual la Junta de
Conciliación y Arbitraje dio por terminado el procedimiento de huelga
30/2005 solicitado por el sindicato quejoso con el fin de obtener la firma de
un contrato colectivo con una empresa minera. Durante el trámite del juicio
de amparo, la empresa minera comparece ante el Juzgado de Distrito en su
carácter de tercera perjudicada y objeta de falsa la demanda de amparo, bajo
el argumento de que las firmas que obran en ese escrito no fueron
estampadas por quienes aparecen como promoventes. En tal caso, ¿cómo
debe proceder el juez de Distrito?

Debe admitir la objeción planteada y tramitar el incidente respectivo.

No. Registro: 190,657


Tesis: P./J. 148/2000 jurisprudencia por contradicción.

DEMANDA DE AMPARO. EL ESCRITO RELATIVO REVISTE EL


CARÁCTER DE DOCUMENTO PRIVADO, POR LO QUE ES SUSCEPTIBLE,
JURÍDICAMENTE, DE SER OBJETADO DE FALSO EN TÉRMINOS DE LO
DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 153 DE LA LEY DE AMPARO. Si bien en ningún
precepto de la Ley de Amparo, se establece qué debe entenderse por documento
privado, resulta aplicable supletoriamente al ordenamiento invocado el Código
Federal de Procedimientos Civiles, que en su artículo 129 determina que son
documentos públicos aquellos cuya formación está encomendada por la ley,
dentro de los límites de su competencia, a un funcionario público revestido de fe
pública, y los expedidos por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones;
mientras que en el diverso artículo 133 del propio ordenamiento legal se indica
que los documentos privados son los que no reúnen las condiciones previstas por
el artículo 129, entre los cuales quedan comprendidos los escritos elaborados por
particulares, en los que aparezca la firma o el signo que refleje la voluntad del
suscriptor del documento. En consecuencia, el escrito inicial de demanda de
amparo participa de las características de un documento privado, porque proviene
de un particular y en él aparece la firma o signo que refleja la voluntad de su
suscriptor, de ahí que sea susceptible jurídicamente de ser objetado de falso en
cuanto a su autenticidad, sin que sea obstáculo para la anterior conclusión el
hecho de que el artículo 153 de la Ley de Amparo disponga que sólo serán
objetables de falsos "los documentos" que presentaren las partes en el juicio de
amparo, porque esa acepción comprende también las promociones presentadas
por ellas, pues constituyen documentos, atento lo cual se encuentran sujetas a la
impugnación de falsedad, de acuerdo a lo dispuesto en el precepto últimamente
citado.

89. Una demanda de amparo indirecto es promovida por quien se


ostenta como apoderado de una empresa hotelera; en dicha demanda se
señala como acto reclamado la interlocutoria dictada por una junta laboral, a
través de la cual se confirmó el auto dictado por el presidente de la
mencionada junta, en el que se resolvió que no ha lugar a declarar prescrito
el derecho del actor para solicitar el inicio del procedimiento de ejecución
del laudo dictado en el expediente 38/2002. Cabe mencionar que el
promovente del amparo no adjuntó a la demanda el documento con el que
acreditara la personalidad con que se ostentó. En tal virtud, el juez de
Distrito requirió al promovente para que en el término de tres días exhibiera
el documento con el que acreditara ser apoderado de la empresa hotelera.
En cumplimiento a tal requerimiento, el promovente exhibió una carta poder,
de la que se advierte que el administrador único de la empresa le otorgó
poder. Cabe mencionar que de la lectura de dicha carta poder, se advierte
que ésta fue suscrita tres días después del día en que se presentó la
demanda ante el Juzgado de Distrito. En ese supuesto, ¿cómo debe
proceder el juez de Distrito?

El juez debe tener por no acreditada la personalidad del mandatario.

No. Registro: 191,109


Tesis: P./J. 91/2000, jurisprudencia por contradicción.

PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO. NO ES DABLE


TENERLA POR ACREDITADA, CONFORME AL ARTÍCULO 12 DE LA LEY DE
LA MATERIA, SI EL PODER FUE OTORGADO CON POSTERIORIDAD A LA
PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA. Al ser la representación, en sentido general,
un fenómeno jurídico que implica que una persona llamada representante realice
actos jurídicos en nombre de otra llamada representado, en forma tal que el acto
surte efectos directamente en la esfera jurídica de este último, como si hubiera
sido realizado por él, y partiendo de la consideración de que el derecho atribuye
efectos jurídicos a la voluntad humana en la medida en que ésta es exteriorizada y
se propone fines lícitos, que constituyen intereses jurídicamente tutelados, debe
concluirse que no puede tenerse por acreditada la personalidad del representante,
en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo, con un poder general o carta
poder otorgados con posterioridad a la presentación de la demanda, pues dicha
representación surte sus efectos precisamente a partir de la fecha en que se
otorgó.

90. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el arresto dictado por la junta laboral dentro del juicio 23/2007. Como
antecedentes del acto reclamado, el quejoso manifiesta que él tiene el
carácter de demandado en el juicio laboral del que deriva el acto reclamado;
que en dicho juicio su contraparte ofreció una prueba confesional a cargo
del peticionario del amparo, pero que por causas ajenas a su voluntad, no
pudo comparecer al desahogo de dicha probanza y que por esa razón la
junta impuso al quejoso un arresto como medida de apremio. En la demanda
de amparo el quejoso indica que en el caso no existe tercero perjudicado;
sin embargo, el juez de Distrito a quien se turna la demanda estima que tal
carácter le resulta al actor en el juicio laboral; por tanto, requiere al quejoso
para que en el término de tres días señale el domicilio en el que puede ser
emplazado el mencionado tercero y exhiba una copia más de su demanda de
amparo para ese fin. En el caso planteado, ¿es jurídicamente correcto el
proceder del juez de Distrito?

Sí es correcto

190690
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XII, Diciembre de 2000; Pág. 6; [J];

ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. EN EL JUICIO DE AMPARO


PROMOVIDO EN SU CONTRA, TIENE EL CARÁCTER DE TERCERA
PERJUDICADA, LA CONTRAPARTE DEL AGRAVIADO EN EL JUICIO
NATURAL QUE NO SEA DEL ORDEN PENAL. Al juicio de amparo promovido en
contra del arresto como medida de apremio, derivado de un procedimiento judicial
que no sea del orden penal, le es aplicable la regla establecida en el inciso a) de la
fracción III del artículo 5o. de la Ley de Amparo, a fin de determinar quiénes tienen
el carácter de terceros perjudicados, y no la regla contenida en el inciso b) de la
fracción y artículo citados, en virtud de que la primera es la que se refiere
específicamente a los casos en que el acto reclamado emane de juicios o
controversias que no sean del orden penal, como ocurre tratándose del arresto
aludido. Por tanto, si esta regla establece que puede intervenir como tercero
perjudicado, la contraparte del agraviado cuando el acto reclamado emana de un
juicio o controversia que no sea del orden penal, se sigue que en el juicio de
garantías promovido contra el arresto como medida de apremio derivado de juicios
diversos a los del orden penal, tiene el carácter de tercera perjudicada la
contraparte del quejoso en el juicio natural cuando se ve afectada directamente
con la conducta contumaz que se pretende vencer a través de la medida de
apremio reclamada. No es obstáculo a lo anterior el hecho de que en el arresto
como medida de apremio se establezca una relación directa entre la autoridad
judicial que lo ordena y el gobernado al que se le impone, ni el que se afecte la
libertad personal, como ocurre tratándose de las órdenes de privación de la
libertad en materia penal, en virtud de que la afectación a esa libertad en ambos
tipos de órdenes tiene su origen en razones esencialmente distintas y persigue
fines diferentes, por lo que al arresto como medida de apremio no se le puede
aplicar analógicamente la regla relativa a la materia penal porque no existe un
ofendido ni persona que tenga derecho a la reparación del daño o a exigir la
responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito y, en cambio, existe la
contraparte del contumaz contra el que se decreta el arresto como medio de
apremio, que cuando se ve directamente afectada en los derechos que se
deducen en el juicio natural con motivo de la desobediencia al mandato judicial,
tiene un interés claro, específico y directo en que se logre vencer la conducta del
contumaz que le agravia, lo que se pretende a través de la medida de apremio.

No. Registro: 183,188


Tesis: 2a./J. 78/2003

TERCERO PERJUDICADO EN EL AMPARO PROMOVIDO POR QUIEN


ES ACTOR EN UN JUICIO DISTINTO DEL ORDEN PENAL. TIENE AQUEL
CARÁCTER EL DEMANDADO, PUES AUNQUE NO HAYA SIDO EMPLAZADO,
TIENE INTERÉS DIRECTO EN LA SUBSISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO.
De conformidad con el artículo 5o., fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo, la
contraparte del agraviado tiene derecho a intervenir en el juicio de garantías como
tercero perjudicado cuando el acto reclamado emane de un juicio distinto del
orden penal, de lo cual se entiende que se refiere a juicios del orden civil,
administrativo o del trabajo, así como a quienes hayan ocupado una posición
contraria a la del promovente del amparo, sea actor o demandado, siempre que
éste haya sido emplazado al juicio respectivo. Sin embargo, tal disposición no
debe interpretarse en el sentido de que cuando el promovente sea el actor en el
juicio natural, únicamente tenga derecho a intervenir como tercero perjudicado el
demandado que haya sido emplazado, pues la finalidad de la norma al prever en
los diferentes incisos de su fracción III los sujetos que pueden ser terceros
perjudicados en el juicio de garantías, fue poner de manifiesto quiénes tienen
derecho a intervenir con ese carácter y no limitar esos supuestos a los sujetos
procesales que pueden participar en el juicio de amparo como tales, lo que se
corrobora con lo dispuesto en el inciso c) de esa fracción, que reconoce ese
derecho a cualquier persona que tenga interés directo en la subsistencia del acto
reclamado; y si bien esa disposición está dirigida esencialmente a la materia
administrativa, revela claramente la intención del creador de la norma de no dejar
fuera del concepto de terceros perjudicados a los demandados no emplazados, ya
que tienen interés en la subsistencia del acto reclamado.

91. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


la interlocutoria dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en el
incidente de falta de personalidad del apoderado del demandado. El juez de
Distrito admite a trámite la demanda. ¿Es jurídicamente correcta la
determinación del juez federal?

Sí es correcta, ya que dicha interlocutoria, por regla general, es


reclamable en amparo indirecto.

No. Registro: 194,553


Tesis: 2a./J. 7/99

PERSONALIDAD EN MATERIA LABORAL. POR REGLA GENERAL


DEBE RECLAMARSE EN AMPARO INDIRECTO, EXCEPTO CUANDO LA
JUNTA, DENTRO DEL JUICIO, DESCONOZCA O RECHACE LA DE QUIEN
COMPARECE POR EL ACTOR, O CUANDO, EN EL LAUDO, HAGA
PRONUNCIAMIENTO ESPECÍFICO SOBRE LA CUESTIÓN, CASOS EN LOS
CUALES PROCEDE EL AMPARO DIRECTO. Conforme al criterio actual del
Tribunal Pleno de la Suprema Corte, recogido en la tesis P. CXXXIV/96, publicada
en las páginas 137 a 139, del Tomo IV, noviembre de 1996, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, que se intitula
"PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME ESTA
CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO
(INTERRUPCIÓN PARCIAL DE LA JURISPRUDENCIA PUBLICADA BAJO EL
RUBRO ‘PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA
LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR RECURSO, ES
IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO RECLAMARSE EN
AMPARO DIRECTO CUANDO SE IMPUGNA LA SENTENCIA DEFINITIVA.’).", la
regla general es que procede el amparo indirecto en contra de las resoluciones
que, previamente al fondo, dirimen una cuestión de personalidad en el juicio
ordinario laboral. De la misma ejecutoria aparece que esa regla tiene dos
excepciones, a saber: a) cuando la autoridad laboral dicte resolución en la que
desestime la personalidad de quien comparece como representante del actor, lo
cual pone fin al juicio sin decidirlo en lo principal; y, b) en el caso de que haga
pronunciamiento específico sobre la personalidad -de cualquiera de las partes- en
el laudo, el cual es definitivo, hipótesis en las que, conforme a los artículos 107,
fracción III, inciso a), de la Constitución Federal, 44, 46, tercer párrafo, y 158 de la
Ley de Amparo, procede el amparo directo.

No. Registro: 190,368


Tesis: P./J. 4/2001

PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE DIRIME


ESTA CUESTIÓN, PREVIAMENTE AL FONDO, PROCEDE EL AMPARO
INDIRECTO. Reflexiones sobre el tema relativo a la procedencia del amparo en
contra de la resolución sobre la personalidad, condujeron a este Tribunal Pleno a
interrumpir parcialmente el criterio contenido en la tesis jurisprudencial número
P./J. 6/91, publicada en las páginas 5 y 6, del Tomo VIII, de la Octava Época del
Semanario Judicial de la Federación, correspondiente al mes de agosto de 1991,
cuyo rubro es: "PERSONALIDAD. EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN QUE
DESECHA LA EXCEPCIÓN DE FALTA DE PERSONALIDAD SIN ULTERIOR
RECURSO, ES IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO, DEBIENDO
RECLAMARSE EN AMPARO DIRECTO CUANDO SE IMPUGNE LA SENTENCIA
DEFINITIVA.", para establecer que si bien es cierto, en términos generales, la
distinción entre actos dentro del juicio que afecten de manera cierta e inmediata
algún derecho sustantivo protegido por las garantías individuales, y aquellos que
sólo afecten derechos adjetivos o procesales, lo que es un criterio útil para
discernir que en el primer supuesto se trata de actos impugnables en amparo
indirecto en virtud de que su ejecución es de imposible reparación, mientras que
en la segunda hipótesis, por no tener esos actos tales características, deben
reservarse para ser reclamados junto con la resolución definitiva en amparo
directo, también lo es que dicho criterio no puede válidamente subsistir como
único y absoluto, sino que es necesario admitir, de manera excepcional, que
también procede el juicio de amparo indirecto tratándose de algunas violaciones
formales, adjetivas o procesales, entre las que se encuentra precisamente el caso
de la falta de personalidad. Para así estimarlo, debe decirse que las violaciones
procesales son impugnables, ordinariamente, en amparo directo, cuando se
reclama la sentencia definitiva, pero pueden ser combatidas en amparo indirecto,
de modo excepcional, cuando afectan a las partes en grado predominante o
superior. Esta afectación exorbitante debe determinarse objetivamente, tomando
en cuenta la institución procesal que está en juego, la extrema gravedad de los
efectos de la violación y su trascendencia específica, así como los alcances
vinculatorios de la sentencia que llegara a conceder el amparo, circunstancias
todas estas cuya concurrencia en el caso de la personalidad le imprimen a las
decisiones que la reconocen o rechazan un grado extraordinario de afectación que
obliga a considerar que deben ser sujetas de inmediato al análisis constitucional,
sin necesidad de esperar a que se dicte la sentencia definitiva, aunque por ser una
cuestión formal no se traduzca en la afectación directa e inmediata de un derecho
sustantivo. Esto es así, tomando en consideración que dicha cuestión es un
presupuesto procesal sin el cual no queda debidamente integrada la litis, además
de que, la resolución sobre personalidad no solamente es declarativa o de simple
reconocimiento o desconocimiento del carácter con que comparece una de las
partes, sino que también es constitutiva. Ahora bien, debe precisarse que la
procedencia del juicio de amparo indirecto contra las resoluciones que deciden
sobre una excepción de falta de personalidad en el actor (y que le reconocen esa
calidad), sólo es una excepción a la regla general de que procede aquél cuando
los actos tienen una ejecución de imposible reparación, cuando se afectan
derechos sustantivos. De lo anterior se infiere que la resolución sobre
personalidad, cuando dirime esta cuestión antes de dictada la sentencia definitiva,
causa a una de las partes un perjuicio inmediato y directo de imposible reparación
que debe ser enmendado desde luego mediante el juicio de amparo indirecto,
hecha excepción del caso en que la autoridad responsable declare que quien
comparece por la parte actora carece de personalidad, porque entonces la
resolución pone fin al juicio y debe combatirse en amparo directo.

92. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el emplazamiento practicado en un juicio laboral. Durante el trámite del juicio
de amparo, el quejoso ofrece como prueba de su parte la testimonial a cargo
de tres personas y manifiesta que dicha prueba se ofrece con la finalidad de
acreditar que el día en que se practicó el emplazamiento reclamado él no se
encontraba en el domicilio en que se constituyó el actuario responsable. Al
escrito de ofrecimiento de la prueba se agregó el interrogatorio
correspondiente, pero se omitió anexar las copias necesarias para correr
traslado a las partes. Cabe mencionar que el ofrecimiento de la prueba se
realizó cinco días antes de la celebración de la audiencia constitucional, sin
contar el del ofrecimiento ni el del desahogo de la audiencia. ¿Qué debe
proveer el juez de Distrito con relación a dicho ofrecimiento?

Debe requerirlo para que las exhiba.

No. Registro: 200,327


Tesis: P./J. 12/95

PRUEBA TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. LA FALTA DE


EXHIBICION DE LAS COPIAS DEL INTERROGATORIO AL MOMENTO DE
ANUNCIARLA NO DA LUGAR A SU DESECHAMIENTO SINO A QUE SE
REQUIERA AL ANUNCIANTE. El artículo 151 de la Ley de Amparo establece que
la prueba testimonial deberá ser anunciada cinco días antes de la fecha señalada
para la audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para
la propia audiencia, exhibiendo copia, para cada una de las partes, de los
interrogatorios al tenor de los cuales deban ser examinados los testigos a fin de
que estén en posibilidad de formular por escrito o verbalmente repreguntas al
verificarse la audiencia. Este dispositivo legal está inspirado en el principio de
igualdad procesal de las partes, el cual implica que éstas deben tener en el
proceso un mismo trato, es decir, que se les debe dar las mismas oportunidades
para hacer valer sus derechos y ejercitar sus defensas. Por tanto, mientras esa
igualdad procesal de las partes se conserva, no es válido que se deseche una
prueba testimonial anunciada en tiempo, sólo por no haberse cumplido el requisito
formal de exhibir la parte o la totalidad de las copias del interrogatorio al momento
de anunciarse, sino que debe requerirse al anunciante para que las exhiba, ya que
en estos casos existe la posibilidad de que las partes del litigio constitucional
puedan conocer el interrogatorio para los testigos y preparar sus repreguntas sin
afectar la celeridad del proceso. Por tanto, sólo se le deberá desechar o tener por
no anunciada la prueba, cuando no exhiba las copias respectivas en el término
perentorio que para tal efecto se le otorgue.

93. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el emplazamiento practicado en un juicio laboral. Durante el trámite del juicio
de amparo, el quejoso anuncia como prueba de su parte una testimonial a
cargo de la persona con la que supuestamente se entendió la diligencia; al
anunciar la prueba, el quejoso manifiesta que se encuentra imposibilitado
para presentar a la persona cuyo testimonio se ofrece, por lo que solicita
que ésta sea citada por conducto del juzgado. ¿Qué debe acordar el juez de
Distrito con relación a dicha petición?

Acordar su admisión, previniendo al quejoso para que señale su domicilio


y una vez señalado citar al testigo con los apercibimientos de ley.

No. Registro: 200,203


Tesis: P./J. 4/96

TESTIGOS, EN EL JUICIO DE AMPARO. BASTA QUE EL OFERENTE


MANIFIESTE QUE NO PUEDE PRESENTARLOS, PARA QUE EL JUEZ DEBA
CITARLOS. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 167 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, aplicado supletoriamente en el juicio de
amparo, basta que el oferente de la prueba testimonial manifieste no poder, por sí
mismo, presentar al testigo, para que el Juez deba citarlo con el apercibimiento de
ley, sin que para ello sea necesario que aquél precise los motivos por los cuales
está imposibilitado para hacerlo, pues además de que el texto de tal norma legal
no establece este último requisito, ni tampoco previene la facultad del juzgador, los
procedimientos o los criterios para calificar la idoneidad de los motivos en que se
funda la petición o para desestimarla por considerar insuficientes los motivos de la
solicitud, se trata de una norma de excepción al principio dispositivo que rige en la
materia probatoria del procedimiento regulado por el Código en cita, que debe ser
interpretada de manera estricta, por lo cual no cabe entenderla a modo de imponer
al oferente la observancia de una formalidad que en nada contribuye a la finalidad
perseguida por la norma de garantizar se aporten al proceso todos los medios de
convicción para descubrir la verdad de los hechos debatidos.

94. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la interlocutoria dictada por una junta laboral, mediante la cual se
determinó que no ha lugar a tener al actor por tácitamente desistido de la
acción laboral. De la lectura integral de la demanda de amparo, no se
advierte que el quejoso haya realizado la narración de los hechos y
abstenciones que le constan y que son antecedentes del acto reclamado
“bajo protesta de decir verdad”, pero al calce de dicho escrito se asentó la
frase “protesto lo necesario”. El juez de Distrito a quien se turna la demanda,
requiere al quejoso para que en el término de tres días regularice la demanda
y exprese que la citada narración la realiza bajo protesta de decir verdad. En
el caso planteado, ¿es jurídicamente correcto el requerimiento formulado?

Sí es correcto e requerimiento formulado por el juez, toda vez que la frase


"Protesto lo necesario", que aparece comúnmente al final de una demanda, como
expresión de cortesía y que deja ver que el ocursante manifiesta a la autoridad sus
respetos, atenciones y consideraciones no puede ser utilizada en sustitución de la
protesta de decir verdad, establecido como requisito en la demanda de amparo, ya
que ambas expresiones tienen contenidos y finalidades distintas.

No. Registro: 192,843


Tesis: P./J. 127/99, jurisprudencia por contradicción.

PROTESTA DE DECIR VERDAD. ES UN REQUISITO FORMAL QUE


DEBE MANIFESTARSE DE MANERA EXPRESA EN EL ESCRITO DE
DEMANDA DE AMPARO, QUE NO PUEDE SER SUSTITUIDO POR LA
EXPRESIÓN FINAL "PROTESTO LO NECESARIO" Y CUYA OMISIÓN PUEDE
LLEVAR AL JUZGADOR DE AMPARO A TENER POR NO INTERPUESTA LA
DEMANDA. Al señalar el artículo 116, fracción IV de la Ley de Amparo, como
requisito en la demanda, el relativo a que el quejoso manifieste "bajo protesta de
decir verdad" los hechos o abstenciones que le consten y que constituyen los
antecedentes del acto reclamado o fundamento de los conceptos de violación,
estableció, con este requisito legal, que no constituye una fórmula sacramental o
solemne, la obligación a cargo del quejoso de manifestar que su relato de hechos
lo hace con sujeción a la verdad. Ahora bien, la omisión de esa declaración, puede
llevar al juzgador a tener por no interpuesta la demanda, en caso de que el
solicitante del amparo no llene ese requisito cuando sea prevenido para ello, de
conformidad con el artículo 146 de la Ley de Amparo. De igual forma, el hecho de
que, aun habiendo realizado la protesta de decir verdad, el quejoso incurra en
falsedad, lo hace acreedor a las sanciones privativas de libertad o pecuniarias,
establecidas en el artículo 211 de la Ley de Amparo. De ahí que la frase "Protesto
lo necesario", que aparece comúnmente al final de una demanda, como expresión
de cortesía y que deja ver que el ocursante manifiesta a la autoridad sus respetos,
atenciones y consideraciones no puede ser utilizada en sustitución de la protesta
de decir verdad, establecido como requisito en la demanda de amparo, ya que
ambas expresiones tienen contenidos y finalidades distintas.

95. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la negativa de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje a
registrar un sindicato. La mencionada demanda de garantías no cumple con
todos los requisitos establecidos en el artículo 116 de la Ley de Amparo,
pues se omite narrar los antecedentes del acto reclamado. El juez de Distrito
a quien se turna la demanda, requiere al quejoso para que en el término de
tres días satisfaga el requisito precisado; en el entendido de que deberá
exhibir equis número de copias del escrito aclaratorio para correr traslado a
las partes. ¿es jurídicamente correcto el requerimiento formulado por el juez
de Distrito, en el sentido de que deben exhibirse equis número de copias del
escrito aclaratorio?

No, ya que de acuerdo al artículo 120 de la LA, se debe hacer el


requerimiento indicando al quejoso cuántas copias son las necesarias para la
tramitación del juicio y para qué son éstas.

177046
9a. Epoca; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXII, Octubre de 2005; Pág. 170; [J];

COPIAS PARA LA TRAMITACIÓN DEL JUICIO DE AMPARO. AL PREVENIR


AL QUEJOSO PARA QUE EXHIBA LAS FALTANTES, EL ÓRGANO
JURISDICCIONAL DEBE PRECISAR EL NÚMERO EXACTO DE LAS
REQUERIDAS. La sanción procesal impuesta a las partes por no exhibir las
copias para el trámite del juicio de amparo consiste en tener por no interpuesta la
demanda de garantías y sólo procede cuando el promovente ya fue requerido por
el órgano jurisdiccional correspondiente para que exhiba las copias omitidas.
Ahora bien, así como la garantía de acceso a la justicia o a la tutela jurisdiccional
engendra un deber negativo para que los órganos del Estado no obstaculicen a los
gobernados la posibilidad de dilucidar sus pretensiones jurídicas, dicha garantía
también implica un deber positivo consistente en facilitarles el acceso a la justicia.
En ese tenor, aunque pudiera pensarse que la Ley de Amparo establece
claramente cuántas copias debe exhibir el promovente del juicio de garantías y,
por ende, que el uso de expresiones como "las copias omitidas", "las copias de
ley" u otras similares es suficiente para considerar correcto el requerimiento del
juzgador, resulta evidente que para facilitar el acceso a la justicia y dar mayor
seguridad jurídica a los gobernados, al realizar el requerimiento respectivo, el
órgano jurisdiccional debe precisar el número exacto de copias o tantos que deben
exhibirse para el trámite del juicio de amparo, ya sea del escrito de demanda, del
que desahoga la prevención, o de ambos, pues no debe soslayarse el hecho de
que quien lo promueve no siempre es abogado o está correctamente asesorado
por un especialista en la materia jurídica, por lo que podría suceder que, a pesar
de haber sido requerido, el promovente cometiera el error de no acompañar las
copias suficientes, lo que traería como consecuencia que se tuviera por no
interpuesta la demanda de amparo, con la consecuente imposibilidad de acceder a
la justicia constitucional

No. Registro: 189,977


Tesis: P./J. 36/2001, jurisprudencia por contradicción.

DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO. LA ACLARACIÓN DEL ESCRITO


RELATIVO DEBE EXHIBIRSE CON EL NÚMERO DE COPIAS A QUE SE
REFIERE EL ARTÍCULO 120 DE LA LEY DE AMPARO. Si bien el referido
precepto establece que con la demanda se exhibirán las copias necesarias para
correr traslado a las partes, y para integrar el incidente de suspensión, sin hacer
referencia expresa al escrito aclaratorio, también lo es que dicha disposición le
resulta aplicable, pues este último, junto con el escrito inicial, integran la demanda
de amparo.

96. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la falta de emplazamiento a un juicio laboral. La demanda de
amparo es turnada al Juzgado Segundo de Distrito en el Estado de Morelos,
en donde se registra con el número 80/2007. El juez de Distrito admite a
trámite la demanda, pide informe a las autoridades responsables y ordena
emplazar a los terceros perjudicados. Durante el trámite del juicio de
amparo, se recibe en el Juzgado Segundo de Distrito una promoción firmada
por un tercero perjudicado, en la que manifiesta que el juicio de garantías es
improcedente, porque ante el Juzgado Primero de Distrito en el Estado de
Morelos está pendiente de resolverse el diverso juicio de amparo 67/2007,
promovido por el mismo quejoso, contra las mismas autoridades y por el
propio acto reclamado; sin embargo, el tercero perjudicado no exhibe
prueba alguna para apoyar su dicho. Al dictar la sentencia, el Juez Segundo
de Distrito desestima la mencionada causa de improcedencia, bajo el
argumento de que en autos no está debidamente acreditada y resuelve el
fondo del asunto. En el caso que se plantea, ¿resulta correcto el proceder
del juzgador federal?

No, porque ante la existencia de un indicio de una causa de


improcedencia el juzgador debe indagar o recabar de oficio las pruebas
necesarias para estar en posibilidad de determinar si opera o no la causal.

No. Registro: 176,291.


Tesis: 1a./J. 163/2005, jurisprudencia por contradicción.

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. ANTE LA EXISTENCIA


DE ALGÚN INDICIO DE UNA CAUSAL DE ESA NATURALEZA, EL JUZGADOR
DEBE INDAGAR O RECABAR DE OFICIO LAS PRUEBAS NECESARIAS
PARA ASÍ ESTAR EN POSIBILIDAD DE DETERMINAR FEHACIENTEMENTE
SI OPERA O NO ESA CAUSAL. Conforme al último párrafo del artículo 73 de la
Ley de Amparo, el examen de las causales de improcedencia del juicio de
garantías es oficioso, esto es, deben estudiarse por el juzgador aunque no las
hagan valer las partes, por ser una cuestión de orden público y de estudio
preferente al fondo del asunto. Asimismo, esta regla de estudio oficioso debe
hacerse extensiva a la probable actualización de dichas causales cuando éstas se
adviertan mediante un indicio, sea que una de las partes las haya invocado u
ofrecido o que el juzgador las hubiese advertido de oficio, pues con independencia
de cuál sea la vía por la que se conocieron esos indicios, el juzgador de amparo
los tiene frente a sí, y la problemática que se presenta no se refiere a la carga de
la prueba, sino a una cuestión de orden público; por consiguiente, si de las
constancias de autos el juzgador de amparo advierte un indicio sobre la posible
existencia de una causal que haría improcedente el juicio constitucional,
oficiosamente debe indagar y en todo caso allegarse de las pruebas necesarias
para resolver si aquélla se actualiza o no y así, probada fehacientemente,
sobresea en el juicio o bien en caso contrario, aborde el fondo del asunto.

97. En un juicio laboral se dictó laudo en el que se condenó al


demandado al pago de diversas prestaciones. Dentro de los quince días
siguientes a que dicho laudo fue notificado, el demandado tiene
conocimiento del juicio laboral y considera que el emplazamiento fue ilegal,
lo que le impidió comparecer al juicio a defenderse. En este supuesto, ¿cuál
es el medio de impugnación en el que puede reclamarse el referido
emplazamiento?

Amparo indirecto, ya que se trata de una persona extraña por


equiparación, que encuadra dentro de la hipótesis prevista en el
artículo 114, V, LA.

No. Registro: 189,964.


Tesis: P./J. 40/2001, jurisprudencia por contradicción.

EMPLAZAMIENTO. LA FALTA O ILEGALIDAD DEL MISMO SON


IMPUGNABLES EN AMPARO INDIRECTO CUANDO EL QUEJOSO SE
OSTENTA COMO PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO POR EQUIPARACIÓN, NO
OBSTANTE QUE TENGA CONOCIMIENTO DE LA SENTENCIA, LAUDO O
RESOLUCIÓN DEFINITIVA DURANTE EL TRANSCURSO DEL TÉRMINO
PREVISTO EN LOS ARTÍCULOS 21 Y 22 DE LA LEY DE AMPARO. Cuando el
quejoso no fue emplazado al juicio o fue citado en forma distinta de la prevenida
por la ley, lo que le ocasionó el desconocimiento total del juicio, se le equipara a
una persona extraña a juicio, por lo que el conocimiento del amparo en estos
supuestos, compete a un Juez de Distrito y no a los Tribunales Colegiados de
Circuito de conformidad con lo dispuesto por la fracción VII del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por el artículo 114,
fracción V, de la Ley de Amparo; toda vez que el quejoso, por medio del amparo
indirecto, tiene la posibilidad de aportar ante el Juez, en la audiencia
constitucional, las pruebas necesarias para demostrar la falta de emplazamiento o
que el llamamiento que se le hizo al juicio se realizó en forma distinta a la prevista
en la ley, siempre y cuando el quejoso haya promovido la demanda de amparo
dentro del término que señalan los artículos 21 y 22 de la Ley de Amparo, pues
ello no hace que pierda su calidad de tercero extraño al juicio, pues la violación
cometida en su contra, la constituye precisamente esa falta de citación que lo hace
desconocedor y, por ende, extraño al juicio seguido en su contra. Sin que tampoco
sea obstáculo el que los artículos 158 y 159, fracción I, de la Ley de Amparo,
establezcan como violación reclamable en amparo directo esa falta o ilegalidad del
emplazamiento, ya que no es posible aplicar esos dispositivos legales cuando el
quejoso es persona extraña al juicio por equiparación y de hacerlo, se le dejaría en
estado de indefensión, porque no se le daría oportunidad de acreditar la
irregularidad del emplazamiento.

98. José N., ostentándose tercero extraño a un juicio laboral,


promueve juicio de amparo indirecto en el que reclama el embargo trabado
sobre un transformador eléctrico durante la etapa de ejecución del laudo.
Con el fin de acreditar su interés jurídico, el quejoso anexa a su demanda
una factura que ampara la propiedad del referido bien. Las autoridades
responsables rinden informe justificado y aceptan la existencia del acto
reclamado. Al analizar la factura, el juez de Distrito advierte que dicho
documento no está suscrito; por tal motivo, estima que el quejoso no
acreditó su interés jurídico y determina sobreseer en el juicio. En el caso que
se plantea, ¿resulta correcta la decisión del juzgador federal?

No, ya que las facturas no requieren estar firmadas para tener eficacia
probatoria

La Primera Sala de la SCJN aprobó la tesis de jurisprudencia 32/2001, que derivó


de la contradicción de tesis 75/99:

FACTURAS. NO REQUIEREN ESTAR FIRMADAS PARA TENER EFICACIA


PROBATORIA EN EL JUICIO DE AMPARO, POR NO EXIGIRLO LEY O
DISPOSICIÓN APLICABLE ALGUNA. De la interpretación sistemática de lo
dispuesto en los artículos 133, 136, 137, 203, 204 y 206, primer párrafo, del
Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de
Amparo, en términos de lo previsto en su artículo 2o., se advierte que los
documentos privados pueden estar o no suscritos, según la clase de documento
de que se trate. Ahora bien, entre los documentos privados que no se acostumbra
suscribir se encuentran las facturas, que son documentos propios del tráfico de
mercancías o de prestación de servicios y que sirven como medios de control de
las obligaciones fiscales. Esto es así, porque al no existir en el Código de
Comercio disposición alguna que regule la forma y contenido de las facturas, debe
estarse a lo señalado en las demás disposiciones legales y administrativas
aplicables a ese tipo de documentos, como son la Ley Federal de Protección al
Consumidor, el Código Fiscal de la Federación y la Ley Aduanera, así como a las
reglas que en relación con las facturas publican anualmente las autoridades
fiscales federales en la resolución miscelánea fiscal o en la resolución miscelánea
de comercio exterior, ordenamientos que no establecen como condición para la
validez de las facturas la firma de quien las expide o de su representante legal; sin
que esto implique que se desconozca la persona que las extendió, ya que atento
los múltiples requisitos fiscales que deben contener, permiten identificar al
vendedor, al comprador y a la mercancía o servicio objeto de la operación
comercial. En estas circunstancias, se concluye que las facturas son documentos
privados que para tener eficacia probatoria en el juicio de amparo, no requieren
de firma alguna, al no ser un requisito previsto en las leyes y demás disposiciones
aplicables.

Registro No. 190371.


Tesis: P./J. 7/2001. Jurisprudencia por contradicción.
FACTURAS "ENDOSADAS" A FAVOR DE QUIEN SE PRESENTA
COMO TERCERO EXTRAÑO AL JUICIO NATURAL. ACREDITAN SU INTERÉS
JURÍDICO SI NO SON OBJETADAS, IDENTIFICAN LOS BIENES Y EL
"ENDOSO" ES DE FECHA CIERTA. El tercero extraño al juicio natural, cuando
se le embargan bienes de su propiedad, sin que hubiese intervenido en alguna
forma en el procedimiento, puede acreditar su interés jurídico en el juicio de
garantías, presentando ante la autoridad jurisdiccional la factura donde se
describan los bienes materia del embargo, siempre y cuando, de conformidad con
lo dispuesto por los artículos 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles y
2034, fracción III, del Código Civil para el Distrito Federal, aplicados supletoria y
analógicamente, respectivamente, dicho documento no haya sido objetado, la
factura detalle los bienes embargados, y el llamado "endoso", que no significa otra
cosa más que el acto de enajenación del bien, sea de fecha cierta. Esto último se
entenderá desde el día en que el acto traslativo de dominio haya sido inscrito en la
oficina de Registro Público respectiva, a partir de la muerte de cualquiera de los
contratantes, o bien, desde la fecha en que se entregue a un funcionario público,
por razón de su oficio; pues la circunstancia de ser de fecha incierta imposibilita
determinar si todo reclamo que sobre esos bienes realicen terceros, es derivado
de actos anteriores o posteriores a la adquisición del bien litigioso, garantizándose,
de esta manera, la legalidad y certeza jurídica que debe imperar en este tipo de
operaciones y, evitando así, que el juicio de amparo sea utilizado con fines
desleales.

99. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la última resolución dictada en el procedimiento de ejecución del
laudo dictado en el juicio laboral 543/2004. La mencionada demanda se turna
al Juez Tercero de Distrito en el Estado, quien la admite a trámite y la
registra con el número 100/2007. Al rendir informe justificado, la autoridad
responsable acepta la existencia del acto reclamado e informa al juez de
amparo que la resolución que constituye el acto reclamado ya fue materia
del diverso juicio de garantías 345/2006, del índice del Juzgado Cuarto de
Distrito en el Estado, en el que se negó el amparo al quejoso; en apoyo a
dicho informe, remite copias certificadas del expediente laboral 543/2004. Al
analizar las mencionadas copias, el Juez Tercero de Distrito advierte que la
aseveración realizada por la responsable es acertada, pues en el expediente
laboral obra agregada copia certificada de la resolución pronunciada por el
Juez Cuarto de Distrito en el Estado en el juicio de amparo indirecto
345/2006, en la que se negó el amparo al quejoso; igualmente, advierte que
existe copia certificada del acuerdo mediante el cual se declaró que causó
ejecutoria la resolución antes mencionada. Cabe destacar que el juicio
345/2006 fue promovido por el mismo quejoso, contra la misma autoridad
responsable y por el propio acto reclamado. En tal virtud, el Juez Tercero de
Distrito en el Estado, previo a celebrar la audiencia constitucional, decreta el
sobreseimiento en el juicio de amparo 100/2007. En este caso, ¿cómo
calificaría el proceder del juez de Distrito?

No. Registro: 184,572.


Tesis: 2a./J. 10/2003. Jurisprudencia por contradicción.

SOBRESEIMIENTO. PROCEDE DECRETARLO FUERA DE LA


AUDIENCIA CONSTITUCIONAL, CUANDO SE ACTUALICE UNA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA, MANIFIESTA E INDUDABLE. De lo dispuesto en los artículos
74, fracción III y 83, fracción III, ambos de la Ley de Amparo, se desprende que el
legislador previó la posibilidad que durante el juicio sobreviniera alguna de las
causales de improcedencia previstas por el artículo 73 de la ley de la materia, tan
es así que en el segundo de los preceptos mencionados estableció la procedencia
del recurso de revisión contra los autos de sobreseimiento; éstos son
precisamente los que el Juez pronuncia cuando, durante el trámite conoce de la
existencia de una causal de improcedencia. Conforme a lo anterior, cuando la
causal de improcedencia sea notoria, manifiesta e indudable, de manera que con
ningún elemento de prueba pueda desvirtuarse, procede decretar el
sobreseimiento en el juicio de garantías, sin necesidad de esperar la audiencia
constitucional; estimar lo contrario traería consigo el retardo en la impartición de
justicia, lo que es contrario al espíritu que anima al artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la parte que establece que toda
persona tiene derecho a que se le administre justicia por los tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo
sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.

100. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


la resolución dictada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje,
mediante la cual se confirmó el auto dictado por el presidente de dicha junta,
en el que resolvió que no ha lugar a declarar prescrito el derecho del actor
Pedro Torres para pedir la ejecución del laudo dictado en el juicio laboral
102/2003. La demanda se admitió a trámite y se ordenó emplazar al tercero
perjudicado Pedro Torres, en el domicilio señalado en la demanda de
amparo. El actuario adscrito al Juzgado de Distrito se constituyó en el
domicilio señalado, pero fue informado que el mencionado tercero ya no vive
ahí desde hace cuatro meses. En vista de lo anterior, el juez de Distrito
requirió al quejoso para que señalara nuevo domicilio en el que pudiera ser
emplazado el tercero perjudicado; en cumplimiento al requerimiento antes
precisado, el quejoso manifestó, bajo protesta de decir verdad, que
desconoce el domicilio en que puede ser emplazado Pedro Torres. Así las
cosas, el juez de Distrito ordenó se investigara el domicilio del mencionado
tercero, para cuyo efecto requirió a diversas dependencias oficiales y
privadas, las que negaron tener en sus registros algún dato útil para
localizar el domicilio del tercero perjudicado. En consecuencia, el juez de
Distrito ordenó que el emplazamiento a Pedro Torres se realizara por edictos
a costa del quejoso, los que quedaron a su disposición en la Secretaría del
Juzgado, para que en el término de tres días pasara a recogerlos;
posteriormente pagara su publicación y la exhibiera en el juicio.
Transcurrido el término de tres días para que el quejoso recogiera los
edictos, sin haberlo hecho, el juez de Distrito decretó el sobreseimiento en el
juicio. En el caso planteado, ¿resulta correcto que el juez haya decretado el
sobreseimiento en el juicio de garantías?

Sí, toda vez que incumple con un presupuesto procesal, que se erige en
formalidad esencial del procedimiento y hace que el juzgador de amparo no pueda
pronunciarse sobre el fondo de lo planteado en el juicio constitucional.

No. Registro: 186,587.


Tesis: 2a./J. 64/2002. Jurisprudencia por contradicción.

EMPLAZAMIENTO POR EDICTOS AL TERCERO PERJUDICADO. EL


INCUMPLIMIENTO DEL QUEJOSO DE RECOGERLOS, PAGAR SU
PUBLICACIÓN Y EXHIBIRLA, DA LUGAR AL SOBRESEIMIENTO EN EL
JUICIO DE AMPARO. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 30, fracción
II, de la Ley de Amparo, el emplazamiento a juicio del tercero perjudicado se hará
mediante notificación personal, siempre que se conozca o se logre investigar su
domicilio, o por medio de edictos a costa del quejoso, si a pesar de la
investigación se ignora aquél. Ahora bien, del análisis sistemático de lo previsto en
el artículo 73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, en relación con los diversos
dispositivos 30, fracción II y 5o., fracción III, del propio ordenamiento, así como en
el numeral 14, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, se concluye que si una vez agotada la investigación a que alude el
referido artículo 30, fracción II, y ordenado el emplazamiento a juicio del tercero
perjudicado por medio de edictos a costa del quejoso, éste no los recoge, paga su
publicación y exhibe ésta, procede decretar el sobreseimiento en el juicio de
garantías, toda vez que incumple con un presupuesto procesal, que se erige en
formalidad esencial del procedimiento y hace que el juzgador de amparo no pueda
pronunciarse sobre el fondo de lo planteado en el juicio constitucional; por ende,
se actualiza una causa de improcedencia, pues con la no publicación de los
edictos ordenados queda paralizado el juicio de garantías al arbitrio del quejoso,
con lo que se contraviene lo dispuesto en el artículo 17 de la Constitución Federal,
puesto que se entorpece la administración de justicia, por retardarse la solución
del conflicto, ya que ello no es atribuible al órgano jurisdiccional, sino al propio
quejoso, cuyo interés particular no puede estar por encima del interés público,
tutelado por dicho precepto constitucional, en razón de que la sociedad está
interesada en que los juicios se resuelvan dentro de los términos que al respecto
señale la ley y no quede su resolución al arbitrio de una de las partes, en este
caso del quejoso.

101. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la resolución dictada por la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje, en la que declaró infundado el incidente de incompetencia
planteado por la parte demandada. En dicha demanda, el quejoso manifestó
que autorizaba para oír y recibir notificaciones, en los amplios términos del
artículo 27 de la Ley de Amparo, al licenciado Ignacio Reyes. La demanda de
amparo se admitió a trámite y se reconoció como autorizado del quejoso a la
persona señalada, en los términos propuestos. Al día siguiente de que se
admitió la demanda de amparo, se recibió en el Juzgado de Distrito un
escrito signado por el licenciado Ignacio Reyes, mediante el cual ampliaba la
demanda de garantías (considere que la ampliación se formuló dentro del
término de quince días a que se refiere el artículo 21 de la Ley de Amparo). El
juez de Distrito desechó de plano la citada ampliación, porque estimó que el
autorizado no se encontraba facultado para formularla. En este caso,
¿resulta correcto el proceder del juez de Distrito?

Es incorrecto, ya que el autorizado sí está facultado para promover la


ampliación de la demanda de amparo.

No. Registro: 186,345.


Tesis: 1a./J. 31/2002, jurisprudencia por contradicción.

AUTORIZADO PARA OÍR Y RECIBIR NOTIFICACIONES EN LOS


TÉRMINOS AMPLIOS DEL ARTÍCULO 27, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY
DE AMPARO. ESTÁ FACULTADO PARA PROMOVER LA AMPLIACIÓN DE LA
DEMANDA. Aun cuando en el artículo 27 de la Ley de Amparo no se encuentra
precisada explícitamente, a favor del autorizado para oír y recibir notificaciones, la
facultad de ampliar la demanda de garantías, esta circunstancia no puede
conducir a negar su existencia, ya que la enumeración de las facultades que el
mencionado precepto establece, evidentemente, es enunciativa y no limitativa,
pues además de indicar las relativas a la interposición de los recursos que
procedan, ofrecer y rendir pruebas, alegar en las audiencias, solicitar su
suspensión o diferimiento, pedir se dicte sentencia para evitar la consumación del
término de caducidad o sobreseimiento por inactividad procesal, señala la de
realizar cualquier acto que resulte ser necesario para la defensa de los derechos
del autorizante, lo que entraña una diversidad importante de facultades de
representación, cuyo ejercicio, dentro del juicio constitucional, debe entenderse
que inicia con la presentación de la demanda respectiva y subsiste mientras exista
un acto que realizar en relación con el juicio de amparo, lo que, en principio, pone
de manifiesto la existencia de la facultad del autorizado para ampliar la demanda
de garantías. Lo anterior se corrobora con el hecho de que en la práctica pueden
presentarse diversos supuestos en los que el titular del derecho no esté en aptitud
de promover personalmente esa ampliación, lo cual traería como consecuencia
que se le dejara en estado de indefensión, pues el propósito que anima la
existencia del juicio es el de proteger al gobernado de los actos de autoridad que
violen sus garantías individuales consagradas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y, por ende, sería más perjudicial para el quejoso la
negativa del juzgador de admitir la ampliación de demanda promovida por el
autorizado para recibir notificaciones en los amplios términos del referido artículo
27, que los propios actos de autoridad reclamados, toda vez que en esa medida
se le impediría en definitiva defenderse de los actos que pudiera reclamar
mediante dicha ampliación.

102. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el embargo trabado sobre un inmueble que el quejoso afirma es de su
propiedad. Como antecedentes del acto reclamado, el peticionario del
amparo señala que el embargo fue decretado en un juicio laboral en el que él
no es parte. El juez de Distrito a quien se turna la demanda la admite a
trámite. Al rendir su informe justificado, la autoridad responsable acepta la
existencia del acto reclamado y remite copias certificadas del expediente
respectivo. Cabe destacar que el quejoso no ofreció ninguna prueba durante
el trámite del juicio de amparo. El juez de Distrito, al momento de dictar
sentencia, estimó que el quejoso no acreditó su interés jurídico, a pesar de
que correspondía a él probar tal circunstancia; en consecuencia, sobreseyó
en el juicio de amparo. En este caso, ¿resulta correcta la consideración del
juez de Distrito, en el sentido de que correspondía al quejoso probar su
interés jurídico?

Sí, ya que la existencia del acto reclamado no presupone la acreditación del


interés jurídico, a menos que existan constancias en el expediente de las que se
advierta que efectivamente el bien embargado es propiedad del quejoso.

Registro No. 187777.


Tesis: 1a./J. 1/2002. Jurisprudencia por reiteración.

INTERÉS JURÍDICO EN EL JUICIO DE AMPARO. CARGA DE LA


PRUEBA. La carga procesal que establecen los artículos 107, fracción I, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 4o. de la Ley de Amparo,
consistente en que el promovente del juicio de garantías debe demostrar su
interés jurídico, no puede estimarse liberada por el hecho de que la autoridad
responsable reconozca, en forma genérica, la existencia del acto, en virtud de que
una cosa es la existencia del acto en sí mismo y otra el perjuicio que éste pueda
deparar a la persona en concreto.

103. Lea el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo y enseguida


conteste el problema que se plantea: “Artículo 849. Contra actos de los
presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados, en ejecución de los
laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a las tercerías y de los
dictados en las providencias cautelares, procede la revisión.”

Ahora bien, en un juicio de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la interlocutoria dictada por la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje, mediante la cual se declaró infundado el incidente de falta de
personalidad del apoderado del demandado. Al rendir su informe justificado,
la autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado y remite
copias certificadas del expediente respectivo. Durante el trámite del juicio de
garantías comparece ante el Juzgado de Distrito el tercero perjudicado,
quien hace valer como causa de improcedencia que en contra de la
interlocutoria reclamada en el amparo, el quejoso también había hecho valer
el recurso de revisión previsto en el artículo 849 de la Ley Federal del
Trabajo; precisando que tanto la demanda de amparo como el recurso de
revisión fueron presentados en la misma fecha, por lo que se actualizaba la
causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XIV, de la Ley de
Amparo. Al analizar las copias certificadas del juicio laboral, el juez de
Distrito advierte que es cierto lo afirmado por el tercero perjudicado, pues en
la misma fecha en que se presentó la demanda de amparo también se
presentó el recurso ordinario ante la responsable; también advierte que
dicho recurso fue desechado de plano por la autoridad laboral. Al dictar la
sentencia correspondiente, el juez de Distrito desestima la causa de
improcedencia hecha valer por el tercero perjudicado. En el caso planteado,
¿es correcto el proceder del juez federal?

Sí, ya que el recurso promovido no era el idóneo para modificar, revocar o


nulificar el acto reclamado, pues contra la resolución del incidente de personalidad
no procede la revisión prevista en el artículo en mención. Además, el mismo fue
desechado, cuando la fracción en comento exige que se esté tramitando.

Registro No. 190665.


Tesis: P./J. 144/2000. Jurisprudencia por contradicción.

IMPROCEDENCIA. LA CAUSAL PREVISTA EN LA FRACCIÓN XIV DEL


ARTÍCULO 73 DE LA LEY DE AMPARO REQUIERE QUE EL RECURSO O
DEFENSA LEGAL PROPUESTO SE HUBIERA ADMITIDO, SE ESTÉ
TRAMITANDO AL RESOLVERSE EL AMPARO Y SEA EL IDÓNEO PARA
OBTENER LA REVOCACIÓN O MODIFICACIÓN DEL ACTO RECLAMADO. La
causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XIV, de la Ley de
Amparo se actualiza cuando concurran las siguientes circunstancias: a) Que sea
el quejoso quien haya interpuesto el recurso o medio legal de defensa en contra
del acto de autoridad contra el cual solicite amparo; b) Que el recurso o medio de
defensa haya sido admitido y se esté tramitando cuando se resuelva el juicio de
garantías; y, c) Que el recurso o medio de defensa legal constituya la vía idónea
de impugnación para conducir a la insubsistencia legal del acto de autoridad
señalado como acto reclamado en el juicio de amparo. Esa interpretación se
justifica, por un lado, porque el precepto de referencia exige que el recurso o
medio de defensa pueda tener por efecto modificar, revocar o nulificar el acto de
autoridad que sea materia del juicio constitucional, resultado que podrá obtenerse
si el instrumento jurídico de defensa utilizado es el apropiado, esto es, que esté
instituido expresamente por la ley y regido por un procedimiento para su
tramitación, oponible frente a una resolución que lesione los intereses de la parte
que se dice afectada y mediante el que se pueda lograr la invalidación o la
modificación de la resolución impugnada; y, por otro, porque de acuerdo con el
principio del contradictorio, el tribunal debe otorgar a las partes la oportunidad de
ser oídas en defensa de sus derechos, esto es, debe atender si el agraviado está
en posibilidad de ser oído en el recurso o medio de defensa que hubiera propuesto
ante la autoridad responsable o su superior jerárquico, para lo cual es
indispensable que esté demostrada fehacientemente la admisión del recurso, pues
la simple presentación del escrito respectivo no implica que se le dé la oportunidad
de ser escuchado en defensa de sus derechos. En este orden de ideas, la causal
de improcedencia en mención, únicamente puede considerarse actualizada
cuando la parte interesada acredite que el recurso o medio de defensa hecho valer
en contra del acto reclamado se esté tramitando simultáneamente con el juicio de
garantías, correspondiendo al juzgador de amparo determinar si el medio legal de
defensa que esté tramitándose simultáneamente al juicio de amparo, constituye o
no la vía idónea de impugnación que pudiera tener como resultado la revocación,
modificación o anulación del mismo acto contra el cual se solicita amparo.

104. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado el apercibimiento de arresto dictado dentro de un juicio laboral;
como autoridad responsable se señala al presidente de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje del Estado de Hidalgo. Cabe mencionar que en toda
la demanda de garantías el quejoso le imputa el acto reclamado a la
mencionada autoridad. Adjunto a dicha demanda, el peticionario del amparo
exhibe la notificación del acto reclamado; de tal anexo se desprende que el
apercibimiento de arresto lo dictó el presidente de la Junta Especial Número
51 de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado de Hidalgo. Ante tal
circunstancia, el juzgador de amparo ordena requerir al quejoso para que
aclare su demanda y señale con precisión la autoridad a la que atribuye el
acto reclamado. En este caso, ¿es correcto que el juzgador haya requerido al
quejoso?

Sí, ya que de acuerdo al artículo 146 de la LA, el juez tiene la obligación de


requerir al quejoso cuando advierta alguna irregularidad en la demanda, en este
caso, la incongruencia entre lo manifestado en la demanda y los anexos.

Registro No. 200588.


Tesis: 2a./J. 30/96. Jurisprudencia por reiteración.

DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU ANALISIS INTEGRAL SE VE LA


PARTICIPACION DE UNA AUTORIDAD NO SEÑALADA COMO
RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO PARA DARLE
OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA. Ha sido criterio reiterado de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que la demanda de amparo debe ser
interpretada en una forma integral, de manera que se logre una eficaz
administración de justicia, atendiendo a lo que en la demanda se pretende en su
aspecto material y no únicamente formal, pues la armonización de todos los
elementos de la demanda, es lo que permite una correcta resolución de los
asuntos. Ahora bien, entre los requisitos que debe contener una demanda de
amparo, de acuerdo con lo establecido por el artículo 116 de la ley de la materia,
se encuentra el relativo a la expresión de la autoridad o autoridades responsables
(fracción III), por lo cual, en los casos en que del análisis integral de la demanda,
el Juez advierta con claridad la participación de una autoridad no señalada como
responsable en el capítulo correspondiente, debe prevenir a la parte quejosa, con
el apercibimiento relativo, en términos de lo previsto en el primer párrafo del
artículo 146 de la Ley de Amparo, para que aclare si la señala o no como
responsable, ya que de omitir esa prevención, incurre en una violación a las
normas que rigen el procedimiento en el juicio de amparo, que trasciende al
resultado de la sentencia, por lo que en términos del artículo 91, fracción IV, de la
Ley de Amparo, debe ordenarse su reposición.

No. Registro: 176,329


Tesis: 2a./J. 183/2005, jurisprudencia por contradicción.

DEMANDA DE AMPARO. AL PROVEER SOBRE SU ADMISIÓN, SU


ANÁLISIS DEBE COMPRENDER LOS ANEXOS QUE SE ACOMPAÑEN A LA
MISMA. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que la
demanda de amparo debe ser interpretada en forma integral, atendiendo a lo que
en ella se pretende desde el punto de vista material y no únicamente formal; el
desarrollo de este criterio permite considerar que el estudio integral de la demanda
incluye el de los anexos de la misma, en virtud de que éstos generalmente
contienen datos que completan el entendimiento de la demanda, cuando es
obscura o imprecisa; así, los anexos pueden permitir al Juez esclarecer su
contenido y desentrañar la verdadera voluntad del quejoso, lo que encuentra su
apoyo en los principios que para la administración de justicia prevé el artículo 17
de la Constitución General de la República. Por ende, en los casos en que del
análisis integral de la demanda y sus anexos, el Juez advierta alguna irregularidad
o imprecisión, debe prevenir a la parte quejosa en términos de lo previsto en el
artículo 146 de la Ley de Amparo, para que formule la aclaración correspondiente,
ya que de omitir esa prevención, incurre en una violación a las normas que rigen el
procedimiento en el juicio de amparo, que podría trascender al resultado de la
sentencia, por lo que con apoyo en el artículo 91, fracción IV, de la Ley de
Amparo, llevaría a ordenar la reposición del procedimiento.

105. Una demanda de amparo, intentada en la vía directa, se presenta


ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje; en dicha demanda se
señala como acto reclamado la resolución mediante la que la autoridad
laboral declaró procedente el incidente de insumisión al arbitraje respecto de
unas prestaciones y ordenó el trámite del juicio laboral por lo que ve a otros
reclamos. Luego de realizar los trámites legales conducentes, la junta de
trabajo remite la demanda y sus anexos al Tribunal Colegiado de Circuito en
turno. Al recibirse la demanda en el Tribunal Colegiado, éste declara su legal
incompetencia para conocer del juicio de garantías y ordena remitir la
demanda y sus anexos al juez de Distrito en turno en el Estado. Al recibir la
demanda, el juez de Distrito advierte que ésta se encuentra formulada
conforme a los requisitos exigidos por el artículo 166 de la Ley Amparo y no
conforme a los exigidos en el diverso precepto 116 del propio ordenamiento;
por lo que la demanda es irregular, al no haberse expresado algunos
requisitos, tales como narrar, bajo protesta de decir verdad, los hechos y
abstenciones que le constan al quejoso y que son los antecedentes del acto
reclamado. En tales condiciones, el juez de Distrito emite un auto en el que
requiere al quejoso para que en el término de tres días regularice su
demanda. En este caso, ¿resulta jurídicamente correcto el requerimiento
formulado por el juez federal?

Sí es correcto prevenir al quejoso en términos de los artículos 146 y 116


de la Ley de Amparo, cuando el amparo haya sido intentado en la vía directa, y el
juez, al avocarse al conocimiento de la demanda, advierte que se formuló
conforme a los requisitos exigidos para la demanda en amparo directo y no
indirecto.

Registro No. 200232.


Tesis: P./J. 51/95. Jurisprudencia por contradicción.
DEMANDA DE AMPARO, INTENTADA EN VIA DIRECTA
PROCEDIENDO LA INDIRECTA. EL JUEZ DE DISTRITO AL AVOCARSE A SU
CONOCIMIENTO DEBE PREVENIR AL QUEJOSO EN LOS TERMINOS DE LOS
ARTICULOS 146 Y 116 DE LA LEY DE AMPARO. Si el Juez de Distrito se avoca
al conocimiento de una demanda de garantías que se intentó por la vía directa, por
virtud de haberse declarado incompetente un Tribunal Colegiado de Circuito, debe
prevenir al quejoso en los términos del artículo 146 de la Ley de Amparo a fin de
que, con el objeto de regularizar el procedimiento, satisfaga los requisitos que
debe llenar la demanda de amparo indirecto previstos por el artículo 116 del propio
ordenamiento jurídico; pues si el Juez de Distrito se limita a notificar el auto de
radicación del asunto, a fin de que sea el quejoso el que lo recurra para que se
regularice el procedimiento, se impone a éste una carga adicional procesal que
transgrede el principio de igualdad procesal de las partes.

106. Una demanda de amparo indirecto es promovida por quien se


ostenta como apoderado de una persona moral dedicada al comercio de
refacciones automotrices; en dicha demanda se señala como acto reclamado
el embargo trabado sobre mercancía que el promovente afirma es propiedad
de su representada. Como antecedentes del acto reclamado, señala que el
embargo fue ordenado en un juicio laboral en el que la quejosa no es parte.
Adjunto a la demanda de amparo, el promovente exhibe un testimonio
notarial en el que consta que se le confiere poder para pleitos y cobranzas.
El juez de Distrito admite a trámite la demanda. Seguido el juicio de amparo
por sus etapas legales, se celebra la audiencia constitucional; acto seguido,
el juez de Distrito dicta sentencia en la que sobresee en el juicio, bajo el
argumento de que la personalidad de quien se ostentó como apoderado de
la quejosa no estaba demostrada en autos, en virtud de que el poder
exhibido no cumple con todos los requisitos legales. En el caso planteado,
¿es correcto el sobreseimiento decretado por el juez de Distrito?

No, pues la personalidad del promovente debe examinarla el juez al


resolver sobre la admisión de la demanda, y en su caso, prevenir al quejoso para
que subsane la irregularidad.

Registro No. 200084.


Tesis: P./J. 43/96. Jurisprudencia por contradicción.
PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE PRONUNCIARSE
SOBRE ELLA CUANDO PROVEE ACERCA DE LA DEMANDA Y, SI NO ESTA
ACREDITADA, PREVENIR AL PROMOVENTE, DE CONFORMIDAD CON EL
ARTICULO 146 DE LA LEY DE AMPARO; DE LO CONTRARIO, EL REVISOR
ORDENARA LA REPOSICION DEL PROCEDIMIENTO. Una nueva reflexión
acerca de los dispositivos de la Ley de Amparo en torno al tema de la
personalidad y de los criterios surgidos a lo largo de varias décadas sustentados,
primero por el Tribunal Pleno, y luego por las Salas de esta Suprema Corte,
conducen a que este órgano supremo abandone las tesis jurisprudenciales
publicadas en la última compilación, Tomo VI (Materia Común), identificadas con
los números 369 y 378, intituladas: "PERSONALIDAD EN EL AMPARO.
EXAMINARLA EN CUALQUIER ESTADO DEL JUICIO, ES LEGAL" y "PODERES
INSUFICIENTES POR OMISION DE REQUISITOS. AL DICTARSE LA
SENTENCIA NO PROCEDE PREVENIR AL QUEJOSO, SINO SOBRESEER",
para adoptar el criterio de que al Juez de Distrito no le es dable examinar de oficio
la personería del promovente en cualquier momento del juicio, sino al recibir la
demanda, porque constituye un presupuesto procesal de análisis oficioso, de cuyo
resultado si está plenamente satisfecho ese requisito, el Juez lo debe hacer
constar en el acuerdo admisorio; y, de no estarlo, lo estime como una irregularidad
de la demanda que provoca prevenir al promovente, en términos del artículo 146
de la ley de la materia, para que satisfaga ese extremo dentro del plazo legal, bajo
el apercibimiento que de no hacerlo, se le tendrá por no interpuesta; proceder que
independientemente de estar apoyado en la Ley de Amparo, obedece a los
imperativos del precepto 17 constitucional y responde también a los principios de
certidumbre jurídica, buena fe y economía procesal, en tanto impide el empleo
estéril de recursos humanos y materiales en el trámite del juicio iniciado por quien
carece de personalidad y evita los daños graves ocasionados, tanto para el
sistema de impartición de justicia como para las partes. La inobservancia de este
criterio, origina que el tribunal revisor, si estima que no está comprobada la
personalidad del promovente, ordene la reposición del procedimiento, según lo
previene el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo.

107. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


el embargo trabado sobre tres equipos de cómputo que el quejoso afirma
son de su propiedad. Como antecedentes del acto reclamado, el peticionario
del amparo señala que el embargo fue ordenado por el presidente de la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje, dentro de un juicio laboral en el que
el quejoso no es parte. Con el fin de acreditar su interés jurídico, el
inconforme exhibe copias fotostáticas simples de las tres facturas que
amparan la propiedad de los equipos de cómputo embargados, sin que
dichas copias sean objetadas en el juicio de amparo. Cabe destacar que el
quejoso no ofreció ningún otro medio de prueba en el juicio de garantías. Al
dictar sentencia, el juez de Distrito estima que el quejoso no acreditó su
interés jurídico y sobresee en el juicio. En el caso planteado, ¿es correcto el
sobreseimiento decretado por el juez de Distrito?

Es correcto el sobreseimiento decretado por el Juez de Distrito, ya que las


copias simples de las facturas son ineficaces para acreditar el interés jurídico en el
amparo.

Registro No. 196457.


Tesis: 2a./J. 21/98. Jurisprudencia por reiteración.
INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. LAS COPIAS FOTOSTÁTICAS
SIMPLES, POR SÍ SOLAS, NO LO ACREDITAN. Conforme a lo dispuesto por el
artículo 217 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria
a la Ley de Amparo, el valor probatorio de las fotografías de documentos, o de
cualesquiera otras aportadas por los descubrimientos de la ciencia, cuando
carecen de certificación, queda al prudente arbitrio judicial como indicios. Esta
Suprema Corte, en diversas tesis de jurisprudencia, ha sostenido que el quejoso
debe probar fehacientemente su interés jurídico, por ello debe estimarse que las
copias fotostáticas sin certificación son insuficientes para demostrarlo, si no existe
en autos otro elemento que, relacionado con aquéllas, pudiera generar convicción
de que el acto reclamado afecta real y directamente los derechos jurídicamente
tutelados del quejoso.

108. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado el emplazamiento practicado en el juicio laboral 54/2003; en dicha
demanda se señala como autoridad responsable únicamente a la Junta Local
de Conciliación y Arbitraje. El juez de Distrito a quien se turna la citada
demanda advierte que en diversas ocasiones el quejoso atribuye el acto
reclamado al actuario adscrito a la junta señalada como responsable. En
consecuencia, el juez de Distrito requiere al quejoso para que aclare si
también señala como autoridad responsable al actuario adscrito a la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje. En este caso, ¿resulta correcto el
requerimiento formulado por el juez federal?

Registro No. 200588.


Tesis: 2a./J. 30/96. Jurisprudencia por reiteración.
DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU ANALISIS INTEGRAL SE VE LA
PARTICIPACION DE UNA AUTORIDAD NO SEÑALADA COMO
RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO PARA DARLE
OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA. Ha sido criterio reiterado de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que la demanda de amparo debe ser
interpretada en una forma integral, de manera que se logre una eficaz
administración de justicia, atendiendo a lo que en la demanda se pretende en su
aspecto material y no únicamente formal, pues la armonización de todos los
elementos de la demanda, es lo que permite una correcta resolución de los
asuntos. Ahora bien, entre los requisitos que debe contener una demanda de
amparo, de acuerdo con lo establecido por el artículo 116 de la ley de la materia,
se encuentra el relativo a la expresión de la autoridad o autoridades responsables
(fracción III), por lo cual, en los casos en que del análisis integral de la demanda,
el Juez advierta con claridad la participación de una autoridad no señalada como
responsable en el capítulo correspondiente, debe prevenir a la parte quejosa, con
el apercibimiento relativo, en términos de lo previsto en el primer párrafo del
artículo 146 de la Ley de Amparo, para que aclare si la señala o no como
responsable, ya que de omitir esa prevención, incurre en una violación a las
normas que rigen el procedimiento en el juicio de amparo, que trasciende al
resultado de la sentencia, por lo que en términos del artículo 91, fracción IV, de la
Ley de Amparo, debe ordenarse su reposición.

Tesis: P./J. 8/98

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA POR.


OMISIÓN EN EL SEÑALAMIENTO DE ALGUNAS DE LAS AUTORIDADES QUE
INTERVINIERON EN LOS ACTOS RECLAMADOS. Al resolver el Pleno de este
Alto Tribunal la contradicción de tesis 27/96, determinó que debía seguir
prevaleciendo la jurisprudencia sustentada por la actual Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada con el número 30/96
(Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, del
mes de junio de mil novecientos noventa y seis, páginas doscientos cincuenta y
doscientos cincuenta y uno), bajo el rubro: "DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU
ANÁLISIS INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO
SEÑALADA COMO RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO
PARA DARLE OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA.". Ahora bien, siguiendo tal
criterio, debe considerarse que si la persona extraña a juicio, al promover su
demanda de amparo, o bien, al formular la ampliación a la misma, no señala a las
autoridades que participaron en los actos reclamados, concurriendo a la afectación
de su interés jurídico, y que por ello resultan responsables, el Juez de Distrito
debe prevenir a la parte quejosa para que regularice su demanda, en el entendido
de que si el Juez omite efectuar dicha prevención, incurrirá en una violación a las
normas del procedimiento, que debe ser corregida por el tribunal revisor,
ordenándose la reposición del procedimiento, con fundamento en la fracción IV del
artículo 91 de la Ley de Amparo.

109. En un juicio de amparo indirecto se señalan como actos


reclamados el embargo trabado sobre un inmueble que el quejoso afirma es
de su propiedad, así como el eventual remate y la adjudicación de dicho bien
en subasta pública. Como antecedentes de tales actos, el quejoso manifiesta
que el embargo fue ordenado por el presidente de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje dentro de un juicio laboral en el que el peticionario
del amparo no es parte. Con el fin de demostrar su interés jurídico, el
inconforme exhibe adjunto a su demanda de amparo una escritura pública,
relativa a un contrato de compraventa celebrado entre el demandado en el
juicio laboral y el quejoso, respecto del inmueble embargado. El quejoso
también solicita la suspensión del acto reclamado (tanto provisional como
definitiva). El juez de Distrito a quien se turna la demanda la admite a trámite
y ordena que con copias simples de la demanda y sus anexos se forme por
duplicado y por cuerda separada el incidente de suspensión, por así haberlo
solicitado el quejoso. En dicho incidente se concede al quejoso la
suspensión provisional de los actos reclamados. La autoridad responsable
rinde informe previo, en el que acepta la existencia del acto reclamado.
Seguidos los trámites legales, se lleva a cabo la audiencia incidental. Cabe
mencionar que el quejoso no ofreció ningún medio de prueba dentro de
dicho incidente, por lo que solamente obran como pruebas de su parte las
copias simples de la escritura pública cuyo original quedó agregado en el
juicio principal. El juez de Distrito niega la suspensión definitiva de los actos
reclamados, al considerar que las copias simples que obran en el cuaderno
de suspensión son insuficientes para acreditar el interés jurídico del
quejoso. En ese caso, ¿es correcta la determinación del juez de Distrito?

Sí es correcto, ya que el único caso en que se puede tomar en cuenta el


mismo elemento probatorio "para ambos cuadernos" es cuando se ordena proveer
sobre la suspensión provisional en el auto admisorio de la demanda pues, en esa
hipótesis, el juzgador está obligado a apreciar las pruebas que se acompañaron a
aquélla y valorarlas, para determinar si es o no procedente la suspensión
provisional solicitada

No. Registro: 197,242


Tesis: P./J. 92/97, jurisprudencia por contradicción.

PRUEBAS EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO Y EN EL


INCIDENTE DE SUSPENSIÓN. SU OFRECIMIENTO Y DESAHOGO. De
conformidad con los artículos 2o., 131, 150 y 151 de la Ley de Amparo, las reglas
para el ofrecimiento de pruebas en el cuaderno principal del juicio de garantías
difieren de las relativas al incidente de suspensión. Ello implica que las ofrecidas y
desahogadas en un cuaderno no pueden ser tomadas en consideración en el otro,
salvo por dos condiciones: que se pida la compulsa respectiva, o que se solicite la
expedición de copias certificadas, y obtenidas éstas se exhiban en el expediente
en el que deban surtir sus efectos. Esta regla trae como consecuencia la
improcedencia del ofrecimiento con la pretensión de que en un cuaderno "se
tengan a la vista al momento de resolver", las existentes en el otro, porque, de
actuar así, ello puede repercutir en la debida marcha del proceso, sea del juicio
principal o en el incidente de suspensión, pues la circunstancia de que uno y otro
se tramiten por cuerda separada, les incorpora autonomía e independencia por
cuanto hace a sus elementos probatorios. Además, dada la naturaleza de ambos,
pudiera no coincidir en un mismo estadio procesal, de modo tal que si uno de ellos
se encontrara en revisión y el otro aún en primera instancia, en éste sería
imposible resolver por la falta de elementos. De ahí que, indefectiblemente, deben
ofrecerse y desahogarse en el cuaderno respectivo los medios de prueba cuya
valoración se pretenda. Se hace la aclaración de que el único caso en que se
puede tomar en cuenta el mismo elemento probatorio "para ambos cuadernos" es
cuando se ordena proveer sobre la suspensión provisional en el auto admisorio de
la demanda pues, en esa hipótesis, el juzgador está obligado a apreciar las
pruebas que se acompañaron a aquélla y valorarlas, para determinar si es o no
procedente la suspensión provisional solicitada. Esto último obedece a que es en
dicho momento cuando el juzgador, además de las copias destinadas a integrar el
incidente de suspensión, también tiene a la vista el original de la demanda y, en su
caso, los documentos que se acompañan a esta última, razón por la que está en
aptitud de valorar, de manera directa, el material probatorio aportado por el
promovente del juicio y resolver lo conducente, tanto en el cuaderno principal
como en los incidentales, aunque con posterioridad a ese momento se haga la
separación formal y material del original de la demanda de amparo y sus copias.

No. Registro: 185,215


Tesis: 1a./J. 71/2002

COPIAS FOTOSTÁTICAS SIMPLES. CARECEN, POR SÍ SOLAS, DE


VALOR PROBATORIO PLENO Y, POR ENDE, SON INSUFICIENTES PARA
DEMOSTRAR EL INTERÉS JURÍDICO DEL QUEJOSO QUE SE OSTENTA
COMO TERCERO EXTRAÑO AL JUICIO, PARA OBTENER LA SUSPENSIÓN
DEFINITIVA DE LOS ACTOS RECLAMADOS, CONSISTENTES EN EL ACTO
DE PRIVACIÓN O DE MOLESTIA EN BIENES DE SU PROPIEDAD O QUE
TIENE EN POSESIÓN. Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido,
en reiteradas ocasiones, que para que el quejoso esté legitimado para solicitar la
suspensión definitiva de los actos reclamados, debe acreditar, aunque sea en
forma presuntiva, que tiene interés jurídico para obtener dicha medida cautelar,
esto es, que es titular de un derecho respecto del cual recae el acto que se estima
inconstitucional; aunado a ello, de lo dispuesto en el artículo 217 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria por disposición
expresa del diverso numeral 2o. de la Ley de Amparo, se advierte que el valor
probatorio de las copias fotostáticas simples queda al prudente arbitrio judicial.
Atento lo anterior, se concluye que las copias fotostáticas sin certificación
(simples) carecen, por sí mismas, de valor probatorio pleno y, por ende, son
insuficientes para demostrar el interés jurídico del quejoso que se ostenta como
persona extraña a juicio, para obtener la suspensión definitiva de los actos
reclamados, consistentes en el acto de privación o de molestia en bienes de su
propiedad o que tiene en posesión, según sea el caso, si no existe en autos otro
elemento que, relacionado con aquéllas, pudiera generar convicción de que el acto
reclamado afecta real y directamente sus derechos jurídicamente tutelados, pues
con tales documentos no se acredita el primer requisito para que opere la prueba
presuncional, relativo al conocimiento de un hecho conocido, esto es, a la
existencia del bien mueble o inmueble respecto del cual se aduce que recae el
acto que se impugna como lesivo de garantías individuales; sin que sea óbice a lo
anterior el hecho de que en el juicio principal obren los documentos originales o
copias certificadas de éstos, pues como el incidente de suspensión es un
procedimiento que se sigue por cuerda separada, únicamente pueden ser
tomadas en cuenta las probanzas que se ofrezcan en éste.

110. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


la falta de emplazamiento a un juicio laboral. La demanda se admite a
trámite, se pide informe justificado a las autoridades responsables y se
ordena emplazar al tercero perjudicado. Al rendir su informe justificado, la
autoridad responsable acepta la existencia del acto reclamado y remite
copias certificadas del expediente respectivo. Durante el trámite del juicio de
amparo, se recibe en el Juzgado de Distrito un escrito firmado por el tercero
perjudicado, en el que solicita se sobresea en el juicio de garantías, bajo el
argumento de que el quejoso sí fue emplazado al juicio laboral, pues en el
expediente respectivo obra la constancia que así lo acredita. Al revisar las
copias certificadas remitidas por la autoridad responsable, el juez de Distrito
advierte que sí existe una constancia de emplazamiento al quejoso; sin
embargo, al dictar sentencia desestima la causa de improcedencia invocada
por el tercero perjudicado y resuelve el fondo del juicio de garantías. En tal
caso, ¿fue correcto que el juez federal desestimara la causa de
improcedencia planteada por el tercero perjudicado?

La causal de improcedencia invocada por el tercero perjudicado, tiene


íntima relación con el fondo del asunto, pues mientras en la causa invocada se
afirma que el quejoso si fue emplazado, esto es precisamente de lo que se duele
el promovente de amparo, por lo que no se puede analizar una sin entrar al fondo
del asunto. De tal forma que resultó correcta la desestimación de la causal
invocada.

Registro No. 187973.


Tesis: P./J. 135/2001. Jurisprudencia por reiteración.
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SI SE HACE VALER UNA
CAUSAL QUE INVOLUCRA EL ESTUDIO DE FONDO DEL ASUNTO, DEBERÁ
DESESTIMARSE. Las causales de improcedencia del juicio de garantías deben
ser claras e inobjetables, de lo que se desprende que si se hace valer una en la
que se involucre una argumentación íntimamente relacionada con el fondo del
negocio, debe desestimarse.

111. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


la orden de arresto dictada por el presidente de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje. Como antecedentes del acto reclamado, el quejoso
manifiesta que en el juicio laboral del que deriva el arresto, la parte actora
ofreció una testimonial a cargo del peticionario del amparo, pero que por
causas ajenas a su voluntad, no pudo comparecer al desahogo de dicha
probanza y derivado de ello se decretó el arresto. Al promover la demanda
de amparo el quejoso solicitó la suspensión del acto reclamado. La demanda
se admitió a trámite y se ordenó la apertura del incidente de suspensión, por
duplicado y por cuerda separada. En principio, se concedió la suspensión
provisional del acto reclamado; se recibió el informe previo de la autoridad
responsable, en el que aceptó la existencia del acto reclamado y, en su
oportunidad, se concedió la suspensión definitiva del acto reclamado; esta
última quedó condicionada a que dejaría de surtir efectos si el quejoso no
exhibía en el término de cinco días una garantía por tres mil quinientos
pesos. Tal garantía la fijó el juzgador de amparo como medida de
aseguramiento, en términos de lo dispuesto en los artículos 130 y 136 de la
Ley de Amparo, aplicados analógicamente a la orden de arresto, por ser un
acto que afecta la libertad personal. En tal caso, ¿fue correcto que el
juzgador de amparo aplicara analógicamente los artículos 130 y 136 de la
Ley de Amparo para decretar la medida de aseguramiento?

No es correcto, ya que al arresto como medio de apremio, no le son


aplicables analógicamente las medidas de aseguramiento previstas en los
artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo, ya que éstas persiguen fines distintos a
los de un arresto por el desacato a un mandato judicial.

Registro No. 191374


Tesis: P./J. 75/2000, jurisprudencia por contradicción.

ARRESTO COMO MEDIO DE APREMIO. A LA SUSPENSIÓN EN SU


CONTRA NO LE SON APLICABLES ANALÓGICAMENTE LAS MEDIDAS DE
ASEGURAMIENTO DEL QUEJOSO PREVISTAS POR LOS ARTÍCULOS 130 Y
136 DE LA LEY DE AMPARO. El arresto como medida de apremio, que tiene su
fundamento en el artículo 17 constitucional que exige como garantía individual la
de una administración de justicia pronta, completa e imparcial, persigue vencer la
resistencia de quien se opone a acatar un mandato judicial. En cambio, las
órdenes de aprehensión, detención o retención dictadas por autoridades judiciales
del orden penal, por el Ministerio Público o por autoridades administrativas, se
refieren a un acto tipificado como delito por la ley y del que se presume probable
responsable al quejoso. Las medidas de aseguramiento a que aluden los artículos
130 y 136 de la Ley de Amparo, que debe tomar en cuenta el Juez de Distrito al
conceder la suspensión contra las órdenes de aprehensión, detención o retención
aludidas, no pueden exigirse al concederse la suspensión contra el arresto como
medio de apremio en aplicación analógica de los preceptos citados, en virtud de
que el origen y los fines perseguidos en cada tipo de órdenes son distintos y,
además, en las segundas no están presentes las razones que justifican el dictado
de esas medidas respecto de las primeras porque en aquéllas no hay necesidad
de devolver al quejoso a la autoridad responsable en caso de que se niegue el
amparo pues no hay hecho delictivo respecto del que deba purgarse pena
privativa de la libertad. Además, conforme a la jurisprudencia de la Suprema Corte
el arresto como medida de apremio no puede exceder del plazo de treinta y seis
horas previsto por el artículo 21 constitucional, por lo que el dictado de medidas de
aseguramiento en ese supuesto podría ocasionar la consumación irreparable de
los efectos del acto reclamado, tornándose nugatorios los fines de la suspensión al
agotarse la materia del amparo. Por último, frente al interés particular del quejoso
de obtener su libertad en ambos tipos de órdenes en las que derivan de un hecho
delictivo, el interés social exige que quien resulte responsable purgue la pena
correspondiente, mientras que en las otras sólo exige el acatamiento al mandato
judicial, lo que puede hacer el quejoso en cualquier momento.

112. En un juicio de amparo indirecto se señala como acto reclamado


la resolución mediante la que la junta laboral determinó que no ha lugar a
dar trámite a un procedimiento de huelga solicitado por un sindicato de
trabajadores dedicados al transporte público. La demanda de amparo se
admite, se pide informe a la autoridad responsable –que debe rendirse en el
término de cinco días- y se fija fecha para la celebración de la audiencia
constitucional. La autoridad responsable rinde su informe de manera
extemporánea; dicho informe se recibe en el Juzgado de Distrito tres días
antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia constitucional,
sin que el quejoso haya tenido oportunidad de imponerse del mencionado
informe y sin que solicitara el diferimiento de la audiencia. No obstante, el
juez de Distrito lleva a cabo la mencionada audiencia. En ese caso, ¿fue
correcto que el juez de Distrito haya celebrado la audiencia constitucional?

No, ya que el juez debió diferir de oficio la audiencia constitucional, con la


finalidad de otorgar íntegramente a las partes el plazo de 8 días a que se refiere el
artículo 149 de la Ley de Amparo.

Registro No. 170291.


Tesis: 2a./J. 21/2008. Jurisprudencia por contradicción.

INFORME JUSTIFICADO PRESENTADO EN FORMA


EXTEMPORÁNEA. IMPONE QUE SE DIFIERA LA AUDIENCIA
CONSTITUCIONAL PARA OTORGAR ÍNTEGRAMENTE A LAS PARTES, EL
PLAZO DE 8 DÍAS A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 149 DE LA LEY DE
AMPARO. De acuerdo con el análisis de dicho artículo, el plazo que permite al
quejoso tener conocimiento del informe justificado, es de al menos ocho días
antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia constitucional, que
la circunstancia de que no se rinda con esa anticipación es imputable únicamente
a la autoridad responsable y que en ningún caso puede provocar que se deje en
estado de indefensión al quejoso. Conforme a ello, en el caso de que el informe
justificado se presente en forma extemporánea, la audiencia debe diferirse para
que se otorgue íntegramente a las partes el plazo de ocho días a que se refiere el
artículo 149 de la Ley de Amparo, el cual, por tanto, debe computarse a partir de
que surta efectos la notificación del auto en que se difiere la audiencia
constitucional en términos del artículo 24, fracciones I y II del ordenamiento legal
en cita, para que las partes se impongan del informe y, en su caso, cuenten con el
tiempo suficiente para desvirtuar los razonamientos expresados por la autoridad
responsable y, de considerarlo conveniente, preparar las pruebas conducentes,
dando de esta manera, viabilidad al plazo a que se refiere el artículo 151 de la ley
en cita, para el desahogo de las pruebas pericial, testimonial y de inspección
judicial; pues de computar ese plazo, contando los días que corren a partir del
siguiente al en que surte efectos la notificación del proveído con que se da vista
con el informe justificado hasta el anterior a la audiencia constitucional junto con
los días que pasan entre el día siguiente a que surte efectos la notificación del
auto que difiere la audiencia hasta que ésta se lleva a cabo, se deja en
indefensión al gobernado ante la incertidumbre que genera el no conocer con
seguridad el plazo efectivo que tiene para desvirtuar y probar las refutaciones que
tenga contra el informe justificado, así como si dicho plazo verdaderamente será
de ocho días, lo que puede ocasionar que actúe con vacilación respecto a
imponerse del informe, realizar sus investigaciones, recabar los elementos
probatorios necesarios para acreditar su derecho y ofrecerlos de manera oportuna.
Por tanto, los jueces de Distrito tendrán que verificar, cuando difieran la audiencia
constitucional con motivo de que el informe justificado se haya presentado en
forma extemporánea, que entre la fecha en que surta efectos la notificación del
proveído relativo y la nueva fecha señalada para su desahogo, transcurran cuando
menos ocho días hábiles.

191995
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XI, Abril de 2000; Pág. 5; [J];

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. DEBE, EN PRINCIPIO, DIFERIRSE DE OFICIO


CUANDO LOS INFORMES JUSTIFICADOS NO SE RINDEN CON OCHO DÍAS
DE ANTICIPACIÓN A LA PRIMERA FECHA SEÑALADA PARA SU
CELEBRACIÓN, SI EL QUEJOSO O EL TERCERO PERJUDICADO NO TIENEN
CONOCIMIENTO DE SU CONTENIDO. Cuando la autoridad responsable no rinda
su informe justificado al menos ocho días antes de la celebración de la audiencia,
y el quejoso o el tercero perjudicado no comparezcan a ésta a solicitar su
diferimiento o suspensión, no debe verificarse tal actuación con apoyo en una
aplicación aislada y restringida de la parte final del párrafo primero del artículo 149
de la Ley de Amparo ("... el Juez podrá diferir o suspender la audiencia, según lo
que proceda, a solicitud del quejoso o del tercero perjudicado, ..."), sino
relacionándolo de una manera lógica, sistemática y armónica con el párrafo último
del propio precepto ("Si el informe con justificación es rendido fuera del plazo que
señala la ley para ello, será tomado en cuenta siempre que las partes hayan
tenido oportunidad de conocerlo y de preparar las pruebas que lo desvirtúen.");
por lo tanto, el Juez de Distrito debe diferir, de oficio y por una sola vez, la
celebración de la audiencia constitucional, con la finalidad de que las partes
(principalmente el quejoso) se impongan del contenido del informe con justificación
y estén en aptitud de preparar, ofrecer y desahogar las pruebas que, en su caso,
estimen convenientes para desvirtuarlo. De esta manera se equilibra
procesalmente a las partes y, a la vez, se podrá aplicar cabalmente el párrafo
último del referido numeral de la ley de la materia, en virtud de que el Juez de
Distrito, al dictar la sentencia correspondiente, tomará en cuenta los informes
justificados, aun cuando se hayan rendido sin la anticipación debida, pero ya con
el pleno conocimiento del quejoso y del tercero perjudicado que les haya permitido
defenderse de resultar necesario
113. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto
reclamado el emplazamiento practicado en un juicio laboral; en dicha
demanda se autoriza para oír notificaciones, en los amplios términos del
artículo 27 de Ley de Amparo, al licenciado Gustavo Ortega. La demanda se
admite a trámite y se tiene como autorizado, en los términos propuestos, al
profesionista señalado. Durante el trámite del juicio de garantías, se recibe
un escrito firmado por el quejoso, mediante el cual anuncia como prueba de
su parte una testimonial a cargo de dos personas (considere que dicha
prueba se anunció con la debida oportunidad y con las formalidades de ley).
El juez de Distrito tuvo por anunciada la mencionada prueba y señaló que
sería desahogada al celebrarse la audiencia constitucional. Un día antes de
que se celebre la audiencia se recibe en el Juzgado de Distrito un escrito
signado por el licenciado Gustavo Ortega, en su carácter de autorizado del
quejoso, en el que solicita se tenga por desistida a la parte quejosa de la
prueba testimonial anunciada en autos. ¿Qué debe acordar el juez de Distrito
respecto a tal desistimiento?

Respuesta: El juez de Distrito debe acordar favorablemente el


desistimiento solicitado por el autorizado de la parte quejosa, en virtud de que
válidamente puede desistir de una prueba ofrecida por él o por su autorizante.

No. Registro: 192,183


Jurisprudencia P./J. 26/2000
Contradicción de tesis

AUTORIZADO EN TÉRMINOS AMPLIOS CONFORME AL ARTÍCULO


27, PÁRRAFO SEGUNDO, DE LA LEY DE AMPARO. ESTÁ FACULTADO
PARA DESISTIR DE LAS PRUEBAS OFRECIDAS EN EL JUICIO, POR ÉL O
POR SU AUTORIZANTE. Conforme a lo dispuesto en el citado precepto, el
autorizado en términos amplios goza de la capacidad procesal necesaria para
realizar, a nombre del autorizante, cualquier acto que resulte necesario para la
defensa de los derechos de éste, por lo que a aquél corresponde valorar qué
actuaciones procesales son factibles de permitir al autorizante obtener una
resolución favorable a sus intereses, con independencia de que en un caso
concreto pudieren ser desfavorables a este último, riesgo que asume el
autorizante al conferir su representación a un tercero, profesional en derecho,
cuando se trate de las materias administrativa, civil y mercantil. En esa medida, en
ejercicio de la representación conferida, el autorizado puede válidamente desistir
de una prueba ofrecida por él o por su autorizante, lo que se corrobora por la
circunstancia de que tal actuación encuadra dentro de la relativa a utilizar en juicio
los medios de prueba que se estimen pertinentes, la que no se limita a su aspecto
positivo, el ofrecimiento y rendición de pruebas, pues también se expresa en su
aspecto antagónico, la posibilidad de desistir de pruebas previamente ofrecidas.

114. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la falta de emplazamiento a un juicio laboral. La demanda se
admite a trámite, se ordena emplazar al tercero perjudicado, se pide informe
a la autoridad responsable y se fija fecha para la celebración de la audiencia
constitucional. La autoridad responsable rinde el informe justificado dos
días antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia, como
apoyo a dicho informe remite copias certificadas del expediente laboral
respectivo; por tal razón, el juzgador de amparo difiere de oficio la
celebración de la mencionada audiencia. Una vez que el quejoso se impuso
del contenido del informe, anunció como prueba de su parte una testimonial
a cargo de dos personas; señaló que dicha prueba se anunciaba porque en
el expediente laboral del que deriva el acto reclamado, cuyas copias remitió
la responsable en apoyo a su informe, se advertía que existe una constancia
de un supuesto emplazamiento al quejoso, lo que era inexacto, pues en la
fecha consignada en el acta correspondiente el peticionario del amparo no
se encontraba en el país. Cabe hacer mención que el anuncio de la prueba se
realizó con todas las formalidades de ley y se realizó cinco días antes de la
nueva fecha señalada para la audiencia constitucional, sin contar el del
ofrecimiento ni el de la audiencia. El juez de Distrito que conoce del asunto
tiene por anunciada la testimonial y ordena su preparación para ser
desahogada en la audiencia constitucional. En ese caso, ¿es jurídicamente
correcto el proceder del juez de Distrito?

Respuesta: Si, en virtud de que el quejoso no conocía el hecho con la


oportunidad legal suficiente, dado que el informe justificado se rindió poco antes
de la celebración de la audiencia constitucional.

No. Registro: 200,200


Jurisprudencia P./J. 7/96
Contradicción de tesis

PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCION JUDICIAL EN


EL AMPARO. SU OFRECIMIENTO DESPUES DEL DIFERIMIENTO DE LA
AUDIENCIA. Este Pleno modifica la jurisprudencia que en la compilación de 1988,
Segunda Parte, página 2435, aparece con el número 1533 y que establece
"PRUEBAS TESTIMONIAL Y PERICIAL EN EL AMPARO, CUANDO SE DIFIERE
LA AUDIENCIA.- Es procedente admitir las pruebas testimonial y pericial para la
audiencia en el amparo, cuando la inicialmente señalada ha sido diferida de oficio
por el Juez de Distrito, y no a petición de las partes"; y, asimismo, se aparta del
criterio contenido en la última tesis relacionada con dicha jurisprudencia, que
establece, esencialmente, que es inexacto que cuando la audiencia se difiere de
oficio, se puedan ofrecer dichas pruebas para la audiencia diferida, agregando que
cuando no se anuncian oportunamente para la primera audiencia, no pueden
ofrecerse para la segunda, porque ya se perdió el derecho. Partiendo de la
hipótesis de que las pruebas pericial, testimonial y de inspección judicial no fueron
ofrecidas antes de la audiencia inicial, que ésta se difirió y que en el nuevo periodo
sí se ofrecieron con la anticipación requerida por el artículo 151 de la Ley de
Amparo, en relación con la fecha de la segunda audiencia, el nuevo criterio
sostenido por este Pleno se apoya en dos principios básicos: En primer lugar, el
de la expeditez del procedimiento de amparo que deriva de su naturaleza sumaria,
de acuerdo con el cual, si las mencionadas pruebas no se ofrecen con la
anticipación exigida por el citado precepto, ya no pueden ofrecerse con
posterioridad por haber precluido ese derecho procesal; y en segundo, el
cimentado en el respeto a la garantía de defensa de la parte oferente, lo que
significa que ésta, para gozar de la oportunidad de ofrecer las pruebas aludidas,
no sólo debe contar con el plazo de cinco días hábiles antes del señalado para la
audiencia constitucional, sin incluir el del ofrecimiento ni el señalado para la
celebración de la audiencia, sino además, que tal plazo se dé a partir de la fecha
en que tenga conocimiento del hecho que trate de probar o desvirtuar con dichas
probanzas, conocimiento que puede inferirse de los datos y elementos objetivos
de los autos. Así, por ejemplo, cuando la parte oferente ya tenga conocimiento del
hecho o situación cuya certeza trata de probar o desvirtuar con tiempo anterior al
término señalado en el citado artículo 151, tomando como referencia la audiencia
inicial, ya no podrá válidamente ofrecerlas en el período posterior, porque ha
precluido su derecho por su abandono; en cambio, si el oferente no conocía el
hecho con la oportunidad legal suficiente, como cuando el quejoso se entera de él
con motivo del informe justificado rendido poco antes de la audiencia, o como
cuando el tercero perjudicado es llamado a juicio sin tiempo suficiente para ofrecer
esos elementos probatorios, entonces sí pueden proponerse legalmente con
posterioridad a la primera fecha de la audiencia, respetando siempre los términos
del artículo 151, sólo que tomando como indicador la segunda fecha, ejemplos que
pueden multiplicarse teniendo en común, todos ellos, que desde el punto de vista
jurídico el oferente no debe quedar indefenso en la materia probatoria examinada,
por causas ajenas a su descuido o negligencia dentro del procedimiento.
Conforme a este criterio, por tanto, carece de importancia el hecho de que la
audiencia se haya diferido de oficio o a petición de parte, debiendo atenderse a los
principios expuestos, cuya aplicación permite dar a cada parte el trato que amerita
su propia situación procesal.

115. En una demanda de amparo indirecto se señalan como actos


reclamados los siguientes: a) El embargo trabado sobre un bien inmueble
del quejoso dentro del juicio laboral 500/2003; b) El embargo trabado sobre
un vehículo propiedad del quejoso, dentro del juicio laboral 501/2003; ambos
actos se atribuyen al presidente y al actuario de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje. Como antecedentes de los actos reclamados, el
quejoso manifiesta que él no es parte en ninguno de los juicios laborales. El
juez de Distrito a quien se turna la demanda la desecha de plano, al
considerar que en una sola demanda no se pueden reclamar actos derivados
de juicios diversos. En ese caso, ¿es correcto que el juez de Distrito haya
desechado la demanda?

Respuesta: No, en virtud de que ese supuesto no está contemplado


específicamente como causal de improcedencia en ningún precepto legal.

No. Registro: 197,658


Jurisprudencia P./J. 75/97
Contradicción de tesis

ACTOS RECLAMADOS EN UN SOLO AMPARO DERIVADOS DE


JUICIOS DIVERSOS, DESVINCULADOS ENTRE SÍ. ES PROCEDENTE EL
JUICIO DE GARANTÍAS. No procede sobreseer en el juicio cuando el tribunal de
amparo, al celebrar la audiencia constitucional y dictar la correspondiente
resolución, advierte que se promovió una demanda de amparo, en la que la parte
quejosa reclamó actos emanados de diversos juicios, desvinculados entre sí, que
provienen de una o varias autoridades, o bien, que durante la tramitación del
juicio, con motivo de los informes justificados que rindan la autoridad o autoridades
responsables a quienes se atribuyen dichos actos, observe que éstos emanan de
juicios o procesos diversos, también desvinculados, que tienen su origen en la
misma autoridad o en diversas señaladas como responsables, toda vez que ese
supuesto no está contemplado específicamente como causal de improcedencia en
ningún precepto. Con lo anterior, no se hacen nugatorias las reglas de la
acumulación a que aluden los artículos 57 a 63 de la Ley de Amparo, porque
aunque se diera esa figura jurídica, o bien acaeciera lo contrario, no sería motivo
para establecer que se actualiza una causa de improcedencia, al no estar
contemplada así en la ley, amén de que no es factible que durante la tramitación
del juicio de amparo se hubiere promovido, de oficio o a petición de parte, la
acumulación correspondiente, tan es así, que llegado el momento de resolver el
debate constitucional, el tribunal de amparo se encuentra con la circunstancia de
que, en un solo amparo, se reclamaron actos derivados de juicios diversos,
desvinculados entre sí.

116. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado la negativa de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje a
registrar un sindicato de patrones. La demanda se turna al Juzgado Primero
de Distrito en el Estado. El Juez Primero admite la demanda, la registra con
el número 56/2007, ordena emplazar al tercero perjudicado y pide informe a
la autoridad responsable. Durante el trámite del juicio de amparo se recibe
en el Juzgado de Distrito un escrito firmado por el tercero perjudicado, a
través del cual manifiesta que el acto reclamado ya fue materia de análisis en
el diverso juicio de amparo 700/2006, del índice del Juzgado Cuarto de
Distrito en el Estado, en el que se negó la protección constitucional al
quejoso. En vista de lo anterior, el Juez Primero de Distrito remite un oficio
en el que solicita al Juez Cuarto de Distrito le informe si en el juzgado a su
cargo existe radicado algún juicio promovido por el mismo quejoso, contra
la misma autoridad responsable y por el propio acto reclamado. En
respuesta a lo anterior, la Secretaria de Acuerdos del Juzgado Cuarto de
Distrito remite, vía fax, al Juzgado Primero de Distrito copia de la resolución
dictada en el juicio de amparo 700/2006, así como del auto en que se declaró
que tal determinación había causado ejecutoria. Cabe hacer mención que la
Secretaria de Acuerdos del Juzgado Primero de Distrito certificó la hora y
fecha en que se recibió el fax, la denominación del órgano jurisdiccional
remitente, así como el nombre y cargo de la funcionaria que remitió las
constancias. Con base en las mencionadas copias, el juez Primero de
Distrito en el Estado sobreseyó en el juicio de amparo 56/2007, bajo el
argumento de que se actualizó la causa de improcedencia relativa a la cosa
juzgada. En tal caso, ¿fue correcta la determinación del Juez Primero de
Distrito de apoyar la resolución de sobreseimiento en las constancias
recibidas vía fax?

Respuesta: Si, en virtud de que las constancias enviadas por fax entre los
órganos del Poder Judicial de la Federación, si está certificada la hora y fecha de
su recepción, así como el órgano que las remite por el secretario de acuerdos del
tribunal judicial que las recibe, tienen pleno valor probatorio.

No. Registro: 173,071


Jurisprudencia 1a./J. 27/2007
Reiteración de criterios

CONSTANCIAS ENVIADAS POR FAX ENTRE LOS ÓRGANOS DEL


PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN. SI ESTÁ CERTIFICADA LA HORA Y
FECHA DE SU RECEPCIÓN, ASÍ COMO EL ÓRGANO QUE LAS REMITE POR
EL SECRETARIO DE ACUERDOS DEL TRIBUNAL JUDICIAL QUE LAS
RECIBE, TIENEN PLENO VALOR PROBATORIO. El artículo 210-A del Código
Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo en
términos de lo previsto en el diverso artículo 2o. de esta Ley, reconoce como
medios de prueba la información generada o comunicada que conste en medios
electrónicos, ópticos o en cualquier otra tecnología, y establece que su fuerza
probatoria está sujeta a la fiabilidad del método en que haya sido generada,
comunicada, recibida o archivada y, en su caso, si es posible atribuir a las
personas obligadas el contenido de la información relativa y ser accesible para su
ulterior consulta. Ahora bien, entre los medios de comunicación electrónica se
encuentra el denominado fax, que es un medio de transmisión de datos que
emplea la red telefónica, por el cual se envía un documento que se recibe por el
destinatario en copia fotostática; de ahí que las constancias transmitidas por este
medio, entre los órganos del Poder Judicial de la Federación, si están certificadas
por el secretario de Acuerdos del tribunal judicial al que se transmite el mensaje,
sobre la hora y fecha de recepción del fax y la persona del órgano jurisdiccional
federal que lo remitió, tienen pleno valor probatorio, por ser confiable el medio en
que fueron comunicadas dichas constancias, ya que tiene un grado de seguridad
similar al de la documentación consignada en papel, además de que es
identificable la persona a quien se atribuye su contenido y pueden verificarse tanto
el origen de la documentación como su texto; pues en la actualidad los citados
órganos se encuentran comunicados electrónicamente, por distintos medios, lo
que permite corroborar los datos del fax recibido.

117. En un juicio de amparo indirecto se señalan como actos


reclamados el embargo trabado sobre un inmueble que el quejoso afirma es
de su propiedad, así como el eventual remate y adjudicación que de dicho
bien se haga en subasta pública dentro del procedimiento de ejecución del
laudo dictado en el juicio laboral 345/2002. El juez de Distrito a quien se
turna la demanda la admite solamente por lo que ve al embargo y la desecha
por lo que ve al eventual remate y adjudicación, bajo el argumento de que
éstos son actos futuros e inciertos. En este caso, ¿es correcto el
desechamiento parcial decretado por el juez de Distrito?

Respuesta: No es correcto el desechamiento parcial de la demanda, en


virtud de que la reclamación de un acto futuro o incierto, del cual no pueda
saberse con exactitud si es inminente o si llegará o no a materializarse, no
constituye un motivo manifiesto e indudable de improcedencia que conlleve a
desechar la demanda de amparo.

No. Registro: 184,156


Jurisprudencia 1a./J. 25/2003
Contradicción de tesis

DEMANDA DE AMPARO. LA RECLAMACIÓN DE UN ACTO FUTURO O


INCIERTO, DEL CUAL NO PUEDA SABERSE CON EXACTITUD SI ES
INMINENTE O SI LLEGARÁ O NO A MATERIALIZARSE, NO CONSTITUYE UN
MOTIVO MANIFIESTO E INDUDABLE DE IMPROCEDENCIA, POR LO QUE EL
JUEZ DE DISTRITO DEBE ADMITIRLA A TRÁMITE. El artículo 145 de la Ley de
Amparo faculta al Juez de Distrito para desechar la demanda de amparo indirecto
cuando al examinarla aparezca un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia; sin embargo, esa potestad del Juez no es ilimitada, ni depende de
un criterio puramente subjetivo, pues tal motivo debe estar plenamente
demostrado, y advertirse en forma patente y absolutamente clara de la lectura del
escrito de demanda, de los escritos aclaratorios o de los documentos que se
anexen a esas promociones. De ahí que cuando se reclame un acto futuro e
incierto y no pueda saberse con exactitud si es inminente, o bien, si llegará o no a
materializarse, sino que es necesario contar con elementos de prueba que
permitan una correcta conclusión, no debe considerarse que existe un motivo
manifiesto e indudable de improcedencia que amerite aplicar el indicado artículo
145 para desechar de plano la demanda, por lo que el Juez de Distrito deberá
admitirla a trámite. Lo anterior obedece a que para que el juzgador se encuentre
en condiciones de saber si el acto reclamado, considerado como futuro, se
realizará por parte de la autoridad, debe analizar los elementos probatorios
existentes, y si estimara racionalmente que la responsable ya ordenó la realización
del acto reclamado o que está a punto de hacerlo, deberá admitir la demanda, sin
perjuicio de que durante la sustanciación del juicio quede plenamente probado que
efectivamente se trata de un acto de ese tipo, o se tenga la certeza de la
existencia de alguna otra causa de improcedencia regulada en el artículo 73 de la
citada ley, u otra prevista en diverso precepto legal relacionado con la fracción
XVIII de este numeral.

118. El actor en un juicio laboral ofrece diversas documentales para


acreditar algunos de los hechos de su demanda. La junta desecha esos
medios de convicción, bajo el argumento de que no tienen relación con la
litis. ¿En qué vía es impugnable ese desechamiento?
Respuesta: Amparo Directo, al tratarse de una violación procesal de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 159, fracción III, de la Ley de Amparo.

No. Registro: 205,484


Jurisprudencia P./J. 6/94
Contradicción de tesis

PRUEBAS. LA FORMA EN QUE PRETENDAN RECIBIRSE O


DESAHOGARSE CONSTITUYE UNA VIOLACION RECLAMABLE COMO
REGLA GENERAL, POR EL OFERENTE DE LAS MISMAS, EN AMPARO
DIRECTO. El artículo 159, fracción III, de la Ley de Amparo establece que en los
juicios seguidos ante tribunales civiles, administrativos o del trabajo, se
considerarán violadas las leyes del procedimiento y que se afectan las defensas
del quejoso cuando no se le reciban las pruebas que legalmente haya ofrecido, o
cuando no se reciban conforme a la ley. Ahora bien, cuando la violación
procedimental que se reclama no consiste en la admisión o el desechamiento de
una prueba, sino en la forma en que se pretendan recibir o desahogar las pruebas
al oferente de las mismas, cabe concluir que el caso se ubica en la hipótesis
prevista en la fracción III del numeral citado, es decir, en el caso de que las
pruebas que legalmente se hayan ofrecido no se reciban conforme a la ley
procediendo, en consecuencia, reclamar tal violación en la vía de amparo directo
al promoverse la demanda contra la sentencia definitiva, laudo o resolución que
ponga fin al juicio en términos de lo dispuesto en el numeral 161 de la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales, toda vez que hasta el
momento en que se haya dictado el fallo definitivo se podrá apreciar si con motivo
de la forma en que se recibieron o desahogaron las pruebas se vulneraron las
defensas del oferente de las mismas, trascendiendo tal violación al resultado de la
sentencia. Sin embargo, esta regla general admite una excepción: cuando la forma
en que pretende llevarse a cabo la recepción o el desahogo de la probanza
relativa en sí misma, pueda tener una ejecución de imposible reparación, lo cual
ocurre de acuerdo con la tesis jurisprudencial 24/1992 del Pleno de esta Suprema
Corte de Justicia, con el rubro: "EJECUCION IRREPARABLE. SE PRESENTA
PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL AMPARO INDIRECTO CONTRA
ACTOS DENTRO DEL JUICIO, CUANDO ESTOS AFECTAN DE MODO
DIRECTO E INMEDIATO DERECHOS SUSTANTIVOS.", cuando se violen
derechos sustantivos contenidos en las garantías individuales consagradas en la
Constitución y nunca en los casos en que sólo se afecten derechos adjetivos o
procesales, caso en el cual la violación respectiva podrá ser reclamada en amparo
indirecto.

Artículo 159, fracción III, de la Ley de Amparo, que establece:


“Artículo 159. En los juicios seguidos ante tribunales civiles, administrativos
o del trabajo se considerarán violadas las leyes del procedimiento y que se afectan
las defensas del quejoso:

III. Cuando no se le reciban las pruebas que legalmente haya ofrecido, o


cuando no se reciban conforma a la Ley;”

Tesis: 3a. 58
PRUEBAS. SU ADMISIÓN, COMO REGLA GENERAL, CONSTITUYE
VIOLACIÓN PROCESAL RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO. Las
fracciones III, VII y XI, del artículo 159 de la Ley de Amparo, guardan estrecha
relación entre sí, ya que en la primera se establece que en los juicios seguidos
ante tribunales civiles, administrativos o del trabajo, se considerarán violadas las
leyes del procedimiento y que afectan las defensas del quejoso, cuando no se le
reciban pruebas que legalmente haya ofrecido, o cuando no se reciban conforme a
la ley; en la segunda fracción cuando sin su culpa se reciban, sin su conocimiento,
las pruebas ofrecidas por las otras partes, con excepción de las que fueren
instrumentos públicos, y en la tercera, o sea en la fracción XI del mismo numeral,
también se establece que son violaciones de esa índole los casos análogos a los
de las fracciones que preceden, a juicio de la Suprema Corte de Justicia o de los
Tribunales Colegiados de Circuito, según corresponda. Ahora bien, debe
estimarse como caso análogo al previsto por las fracciones III y VII, la admisión de
las pruebas ofrecidas por la parte contraria del quejoso, tomando en consideración
que igual perjuicio recibe el agraviado cuando son rechazadas ilegalmente las
pruebas que ofrece, como cuando a su contraparte se le reciben las que propone
sin conocimiento del quejoso, en una forma contraria a lo establecido por la ley. En
consecuencia, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 161 de la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 Constitucionales, la violación de que se
trata, sólo es reclamable mediante el amparo directo que se promueva contra la
sentencia definitiva que se dicte en el juicio respectivo. Sin embargo, esta regla
general sufre una excepción: cuando esa admisión y su consecuente desahogo
puedan tener una ejecución de imposible reparación, ya que se viola una garantía
individual que no podrá repararse, aunque la sentencia llegue a ser favorable al
efecto, lo que sucede de acuerdo con la tesis jurisprudencial número 16 publicada
en la página 81 del Informe de Labores del Presidente de este Alto Tribunal,
correspondiente al año de mil novecientos ochenta y nueve, con el rubro de
"EJECUCION DE IMPOSIBLE REPARACION. ALCANCES DEL ARTICULO 107,
FRACCION III, INCISO G), CONSTITUCIONAL.". Además, lo anterior queda claro
con el criterio establecido en la Jurisprudencia número 3/90 Tercera Sala, en la
que se considera que la admisión de la prueba pericial contable en los libros del
quejoso, ofrecidas por la contraparte, es una violación reclamable en amparo
directo, por darse esa hipótesis. (Gaceta No. 25, página 52).

119. ¿En qué vía es impugnable la resolución que pone fin a una
tercería excluyente de dominio en un juicio laboral?

Respuesta: En Amparo Directo.

No. Registro: 176,797


Jurisprudencia 2a./J. 126/2005
Contradicción de tesis
TERCERÍAS EXCLUYENTES DE DOMINIO O DE PREFERENCIA DE
CRÉDITO EN MATERIA LABORAL. TIENEN NATURALEZA DE JUICIO Y NO
DE INCIDENTE, POR LO QUE LA SENTENCIA QUE LAS RESUELVE ES
IMPUGNABLE EN AMPARO DIRECTO. De los artículos 976, 977 y 978 de la Ley
Federal del Trabajo se advierte que las tercerías excluyentes de dominio o de
preferencia, tanto material como formalmente, tienen la naturaleza de juicio y no
de incidente, pese a que el segundo de los preceptos citados establezca que se
tramitarán en forma incidental, pues esta mención sólo se refiere a la forma
procesal, pero no a su naturaleza sustancial, toda vez que mientras el incidente
resuelve generalmente cuestiones de carácter adjetivo, la tercería decide un
aspecto sustantivo (la propiedad del bien embargado o la preferencia del crédito
reclamado), ajeno a la cuestión ventilada en el juicio del que surge, lo que
materialmente le da la calidad de un juicio con sustantividad propia. Además, el
tercero es ajeno a la controversia principal y al ejercer la nueva acción debe
acreditar un interés propio y distinto al de quienes son parte en aquélla; la nueva
acción se ventila por cuerda separada a través de un procedimiento singular en el
que el tercerista tiene los derechos, cargas y obligaciones que en todo juicio tienen
las partes, y no suspende el curso del juicio preexistente, lo que evidencia que las
tercerías excluyentes son formalmente juicios y, por ende, que las resoluciones
que las deciden en cuanto al fondo, por tratarse de sentencias definitivas, son
impugnables en amparo directo, en términos de los artículos 44, 46 y 158 de la
Ley de Amparo.

120. El artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Contra


actos de los presidentes, actuarios o funcionarios, legalmente habilitados,
en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones que ponen fin a
las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares, procede la
revisión”. El artículo transcrito regula la procedencia del recurso de revisión
en materia de Trabajo. Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia de
la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para reclamar
en amparo la resolución que aprobó el remate en la fase de ejecución de un
juicio laboral, ¿es necesario agotar previamente el recurso de revisión?

Respuesta: Sí, en virtud de que la resolución que aprobó el remate se rige


por el artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo, y necesariamente debe
atenderse al principio de definitividad.

No. Registro: 180,802


Jurisprudencia 2a./J. 103/2004
Contradicción de tesis

REMATE EN EJECUCIÓN DE LAUDOS. EL POSTOR NO PUEDE


CONSIDERARSE PERSONA EXTRAÑA PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO
DE AMPARO, POR LO QUE DEBE AGOTAR EL RECURSO DE REVISIÓN
PREVISTO EN EL ARTÍCULO 849 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO. De la
interpretación de los artículos 967, 968, 970 y 971 de la Ley Federal del Trabajo,
se advierte que el postor en el remate que se celebre en ejecución de un laudo
pronunciado por una Junta de Conciliación y Arbitraje tiene carácter de parte en
dicha diligencia por el hecho de presentar una postura por escrito y exhibir el
billete de depósito respectivo, independientemente de que dicha postura sea
calificada de legal o no. Por tanto, al incorporarse a la relación procesal y
someterse a la dirección del presidente de la Junta durante el desarrollo del
remate, es inconcuso que no puede considerársele como persona extraña al
procedimiento en términos de los artículos 107, fracción III, inciso c), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción V, de la Ley
de Amparo, por lo que el amparo que promueva contra actos que le causen
perjuicio dentro de la diligencia de remate se rige por el artículo 114, fracción III,
del último ordenamiento citado, hipótesis en la que necesariamente debe
atenderse al principio de definitividad y, por ende, debe agotar previamente el
recurso de revisión a que se refiere el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo,
el cual prevé su procedencia contra actos de los Presidentes en ejecución del
laudo.

121. Se promueve un juicio de amparo en el que se señala como acto


reclamado la negativa para registrar un sindicato federal atribuida a la
Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social. La autoridad responsable hace valer como causa de
improcedencia la prevista en el artículo 73, fracción XV, de la Ley de Amparo,
en virtud de que el quejoso no agotó en contra de esa negativa el recurso de
revisión previsto en el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo. Aduce que no es obstáculo para estimar que se actualiza
dicha causal, lo dispuesto por el párrafo tercero del artículo 1 de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, porque la negativa de registro de
un sindicato es un acto administrativo proveniente de la propia Secretaría
del Trabajo y Previsión Social y no propiamente de la justicia laboral,
proveniente de las juntas de conciliación y arbitraje. Este artículo dice:
“ART. 1. (...) Este ordenamiento no será aplicable a las materias de carácter
fiscal, responsabilidades de los servidores públicos, justicia agraria y
laboral, ni al ministerio público en ejercicio de sus funciones
constitucionales (...)”. Ahora bien, de conformidad con la interpretación
realizada por la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, ¿en este caso se actualiza la causal de improcedencia
invocada por la autoridad responsable?

Respuesta: No, en virtud de que se trata de un acto preponderantemente


laboral y no aplica el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo.

No. Registro: 180,803


Jurisprudencia 2a./J. 101/2004
Contradicción de tesis

REGISTRO DE SINDICATOS FEDERALES. CONTRA SU NEGATIVA


PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO SIN QUE DEBA AGOTARSE,
PREVIAMENTE, EL RECURSO DE REVISIÓN PREVISTO EN EL ARTÍCULO 83
DE LA LEY FEDERAL DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO, EN VIRTUD
DE QUE ES UN ACTO PREPONDERANTEMENTE LABORAL. El registro de
sindicatos federales, previsto en los artículos 365, 366 y 368 de la Ley Federal del
Trabajo, es competencia de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a través
de la Dirección General de Registro de Asociaciones, por lo que si bien es un acto
formalmente administrativo por su génesis, desde el punto de vista material
constituye un acto de naturaleza preponderantemente laboral, mediante el cual se
justifica ante cualquier autoridad la personalidad y capacidad de las
organizaciones sindicales, con la particularidad de que cuando no se satisfacen
los requisitos establecidos en los numerales citados, la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social está facultada para negar dicho registro, pero en contra de esa
negativa no procede el recurso de revisión previsto en el artículo 83 de la Ley
Federal de Procedimiento Administrativo, atento a que en su artículo 1o.
expresamente se excluye de su aplicación a la materia laboral, de cuya naturaleza
material participa el referido registro sindical, de tal manera que contra dicha
negativa los entes sindicales no tienen la carga de agotar ese medio ordinario de
defensa, sino que pueden acudir desde luego al juicio de garantías ante Juez de
Distrito, conforme al artículo 114, fracción II, de la Ley de Amparo.

122. Se promueve juicio de amparo indirecto en el que se señala


como acto reclamado la interlocutoria dictada en un incidente de falta de
personalidad. El trabajador quejoso hace valer como conceptos de violación
argumentos que no fueron planteados en el incidente de falta de
personalidad. Partiendo de que no se actualiza ninguna causa de
improcedencia, en este caso, ¿el juzgador de amparo debe estudiar los
conceptos de violación?

Respuesta: Si, en virtud de que la personalidad de las partes en el juicio


laboral constituye un presupuesto procesal sin el cual no puede desarrollarse
válidamente.

No. Registro: 178,171


Jurisprudencia 2a./J. 71/2005
Contradicción de tesis

PERSONALIDAD EN EL JUICIO LABORAL. EL JUEZ DE DISTRITO


PUEDE EXAMINAR ARGUMENTOS QUE EL TRABAJADOR NO PLANTEÓ AL
PROMOVER EL INCIDENTE RELATIVO. La Cuarta Sala de la anterior
integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo en la
jurisprudencia 4a./J. 18/93, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación Número 65, mayo de 1993, página 17, con el rubro: "PERSONALIDAD
EN EL JUICIO LABORAL. LAS JUNTAS PUEDEN VÁLIDAMENTE EXAMINARLA
DE OFICIO.", que la personalidad de las partes en el juicio laboral constituye un
presupuesto procesal sin el cual no puede desarrollarse válidamente. En
congruencia con tal criterio, se concluye que el Juez de Distrito puede analizar
cuestiones que no formaron parte del incidente de falta de personalidad del
demandado patrón, al no haberlas expuesto el quejoso trabajador ante la Junta
responsable, pues además de que no puede tenerse por acreditada en el juicio
una personalidad que no existe, so pretexto de la mala o deficiente pretensión del
trabajador al hacer valer el incidente relativo ante la potestad común, se cumplirá
con la garantía constitucional relativa a que en los juicios deben observarse las
formalidades esenciales del procedimiento conforme a las leyes expedidas con
anterioridad al hecho, porque se dará certeza de que la actuación del
representante causará un efecto válido en el patrimonio del representado patrón,
sin que con esto se vulnere el artículo 78 de la Ley de Amparo, en virtud de que no
se analizarán pruebas que no hubieran sido ofrecidas en el juicio laboral, en
particular en dicho incidente, sino las mismas, pero por disímbolos motivos que
fueron materia de pronunciamiento por la autoridad responsable.

123. Durante la tramitación de un juicio laboral fallece el trabajador


actor. Antes de dictado el laudo en el juicio laboral, se dicta un proveído
desfavorable a los intereses del trabajador fallecido y que es reclamable en
amparo indirecto. En este caso, ¿el mandatario del trabajador se encuentra
legitimado para promover el juicio de garantías?

Respuesta: Si, mientras no se apersone la sucesión, el mandatario deberá


continuar en el ejercicio de su encargo con el fin de no provocar estado de
indefensión por la preclusión de los derechos procesales de aquella.

No. Registro: 178,243


Jurisprudencia 2a./J. 69/2005
Contradicción de tesis

AMPARO. PUEDE PROMOVERSE POR EL MANDATARIO DEL


TRABAJADOR, DESPUÉS DE LA MUERTE DE ÉSTE. Aunque por regla general
el mandato termina por la muerte del mandante, existe disposición expresa en el
artículo 2600 del Código Civil Federal, en el sentido de que el mandatario deberá
continuar en la gestión de su encargo entretanto los herederos provean por sí
mismos a la administración de los negocios, siempre que de lo contrario pueda
resultar algún perjuicio para sus intereses. En consecuencia, si durante la
tramitación de un juicio laboral muere el trabajador y se dicta el laudo relativo, el
mandatario podrá promover el juicio de garantías en su representación, ya que
este medio de control constitucional debe considerarse dentro de las gestiones
conducentes a la continuación del juicio, pues tiene por objeto la conservación de
los derechos de la sucesión del mandante; de manera que en tanto no se
apersone a juicio dicha sucesión a través del albacea, el mandatario deberá
continuar en el ejercicio de su encargo con el fin de no provocar estado de
indefensión por la preclusión de los derechos procesales de aquélla.

124. ¿Cuál es el medio de impugnación a través del cual debe


combatirse el auto aclaratorio del laudo dictado en el juicio laboral?

Respuesta: A través del juicio de amparo directo, al ser parte integrante


del laudo.

No. Registro: 179,140


Jurisprudencia 2a./J. 23/2005
Contradicción de tesis

ACLARACIÓN DE LAUDO. AL SER PARTE INTEGRANTE DE ÉSTE,


ES RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO. Aun cuando el artículo 847 de la Ley
Federal del Trabajo no dispone expresamente que la aclaración del laudo se
reputará parte integrante de éste, ello no es obstáculo para considerarla así, en
atención a las siguientes razones: a) La mencionada aclaración tiene como
presupuesto la existencia del laudo; b) Al ser su finalidad corregir errores o
precisar algún punto del propio laudo, su materia se circunscribe a superar los
cometidos al decidir sobre el fondo del conflicto; y, c) Tiene como límite el sentido
del laudo, ya que por ningún motivo podrá variarlo, es decir, la aclaración no
puede ir más allá del laudo al que va destinada, de lo que se obtiene que no
constituye una resolución aislada o independiente de aquella en la que se efectuó
el pronunciamiento de fondo, pues su papel se encuentra delimitado por el
contenido de la resolución que constituye su materia. En consecuencia, al ser la
aludida aclaración parte del laudo, es reclamable en amparo directo ante un
Tribunal Colegiado de Circuito, conforme al artículo 158 de la Ley de Amparo.

125. ¿Cuál es el medio de impugnación a través del cual debe


combatirse la indebida notificación de la admisión de una prueba dentro del
juicio laboral cuando la parte afectada que compareció a ese procedimiento
se entera de ella antes de emitirse el laudo?

Respuesta: El incidente de nulidad de notificaciones

No. Registro: 186,512


Jurisprudencia 2a./J. 65/2002
Contradicción de tesis

NULIDAD DE NOTIFICACIONES EN EL JUICIO LABORAL. ESTE


INCIDENTE, RESPECTO DE LAS PARTES QUE HAN COMPARECIDO,
CONSTITUYE UN MEDIO ORDINARIO DE DEFENSA Y DEBE AGOTARSE
ANTES DE ACUDIR AL AMPARO, EXCEPTO CUANDO LA PARTE AFECTADA
SE ENTERA DESPUÉS DEL LAUDO. Los artículos 107, fracción III, incisos a) y
b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 73, fracción XIII,
de la Ley de Amparo, establecen lo que se conoce como principio de definitividad
en el juicio de garantías, consistente en que el quejoso, previamente al ejercicio de
la acción constitucional, debe agotar los medios ordinarios de defensa que prevén
los preceptos aplicables, pues de no ser así, el mencionado juicio será
improcedente. Ahora bien, de la interpretación conjunta de los artículos 735, 752 y
762 a 765 de la Ley Federal del Trabajo, se concluye que el incidente de nulidad
de notificaciones en el juicio laboral satisface los requisitos que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación ha establecido para estimar la existencia de un medio
ordinario de defensa, es decir, tiene por objeto anular la notificación que lesiona
los intereses del quejoso, con efectos similares a la revocación, está establecido
en la citada ley laboral y tiene determinado un procedimiento para su resolución,
pues fija un término para su interposición y un plazo para su resolución y, por
tanto, constituye una actuación necesaria de las partes que han comparecido al
juicio laboral, a fin de que la Junta de Conciliación y Arbitraje se pronuncie,
específicamente, sobre la nulidad de las notificaciones que se practiquen en forma
distinta a lo prevenido en la ley. Lo anterior es así, porque los medios ordinarios de
defensa son instituidos en las leyes para que los afectados los hagan valer, y sólo
en caso de no obtener resolución favorable se actualiza el medio extraordinario de
defensa, que es el juicio de amparo; de lo contrario, si las partes dentro del juicio
ordinario no tuvieran la carga de plantear sus defensas, excepciones o recursos
ante la autoridad responsable, a fin de que ésta agote su jurisdicción, el amparo se
convertiría en un recurso ordinario y el Juez de amparo suplantaría las facultades
del Juez ordinario; además, si los afectados no interponen dichos medios
ordinarios de defensa, las violaciones procesales que pudieron haber sido
reparadas por la propia autoridad responsable mediante la tramitación del
incidente respectivo, no podrán ser atendidas en el juicio de amparo que se
promueva; máxime que debe prevalecer lo dispuesto por la fracción V del artículo
159 de la Ley de Amparo, que establece que se considerarán violadas las leyes
del procedimiento y que afectan las defensas del quejoso, entre otras, cuando se
resuelva ilegalmente un incidente de nulidad, lo que implica la obligatoriedad de su
promoción. Sin embargo debe considerarse para la exigencia previa del incidente
de nulidad de notificaciones, el momento en el cual el afectado tuvo conocimiento
de la violación procesal de que se trata, pues si ello ocurrió antes de dictarse el
laudo, el afectado debió interponer el incidente de referencia antes de acudir al
juicio de amparo; en cambio, de haber conocido la violación hasta después de
emitido el laudo por la Junta del conocimiento, el afectado puede reclamar el laudo
en amparo directo junto con la violación procesal, pues habiendo concluido el
procedimiento, los efectos de la cosa juzgada y de la preclusión impiden que se
abra nuevamente para discutir cuestiones procesales, las que sólo pueden ser
decididas en vía de amparo.

126. ¿En qué casos debe suplirse la deficiencia de la queja en favor


del trabajador, cuando éste figura como quejoso en un juicio de amparo
indirecto?

Respuesta: En materia laboral, ante la ausencia total de conceptos de


violación o agravios y cuando el acto reclamado afecte algún interés fundamental
tutelado por el artículo 123 de la Constitución Federal.

No. Registro: 200,727


Jurisprudencia 2a./J. 39/95
Contradicción de tesis

SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL A FAVOR DEL


TRABAJADOR. OPERA AUN ANTE LA AUSENCIA TOTAL DE CONCEPTOS
DE VIOLACION O AGRAVIOS. La Jurisprudencia 47/94 de la entonces Cuarta
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que lleva por rubro:
"SUPLENCIA DE LA QUEJA EN MATERIA LABORAL TRATANDOSE DEL
TRABAJADOR. CASO EN QUE NO OPERA", establece que para la operancia de
la suplencia de la queja en materia laboral a favor del trabajador es necesario que
se expresen conceptos de violación o agravios deficientes en relación con el tema
del asunto a tratar, criterio que responde a una interpretación rigurosamente literal
del artículo 76 bis de la Ley de Amparo para negar al amparo promovido por el
trabajador el mismo tratamiento que la norma establece para el amparo penal, a
través de comparar palabra a palabra la redacción de las fracciones II y IV de
dicho numeral, cuando que la evolución legislativa y jurisprudencial de la suplencia
de la queja en el juicio de garantías lleva a concluir que la diversa redacción de
una y otra fracciones obedeció sencillamente a una cuestión de técnica jurídica
para recoger y convertir en texto positivo la jurisprudencia reiterada tratándose del
reo, lo que no se hizo en otras materias quizá por no existir una jurisprudencia tan
clara y reiterada como aquélla, pero de ello no se sigue que la intención del
legislador haya sido la de establecer principios diferentes para uno y otro caso.
Por ello, se estima que debe interrumpirse la jurisprudencia de referencia para
determinar que la suplencia de la queja a favor del trabajador en la materia laboral
opera aun ante la ausencia total de conceptos de violación o agravios, criterio que
abandona las formalidades y tecnicismos contrarios a la administración de justicia
para garantizar a los trabajadores el acceso real y efectivo a la Justicia Federal,
considerando no sólo los valores cuya integridad y prevalencia pueden estar en
juego en los juicios en que participan, que no son menos importantes que la vida y
la libertad, pues conciernen a la subsistencia de los obreros y a los recursos que
les hacen posible conservar la vida y vivir en libertad, sino también su posición
debilitada y manifiestamente inferior a la que gozan los patrones.

Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Página: 63
Tesis: P./J. 105/2008
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, laboral

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA DE TRABAJO.


OPERA EN FAVOR DEL TRABAJADOR CUANDO EL ACTO RECLAMADO
AFECTE ALGÚN INTERÉS FUNDAMENTAL TUTELADO POR EL ARTÍCULO
123 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Al establecer el artículo 76 bis de la Ley
de Amparo las hipótesis en que se aplica la suplencia de la queja deficiente en
cada una de las materias en las que procede el juicio de amparo, precisa que en
materia de trabajo dicha suplencia sólo opera a favor del trabajador. Así, para
establecer cuándo en un juicio de amparo en esta materia debe suplirse la queja
deficiente de los planteamientos formulados en los conceptos de violación de la
demanda de amparo, o bien, de los agravios expresados en el recurso
correspondiente, debe atenderse preferentemente a dos elementos, a saber: 1) a
la calidad del sujeto que promueve el amparo o interpone el recurso, quien debe
ser trabajador; y, 2) a la naturaleza jurídica del acto reclamado materia de la
controversia en el juicio de garantías, que se determina por el bien jurídico o
interés fundamental que se lesiona con dicho acto, es decir, debe afectar directa e
inmediatamente alguno de los derechos fundamentales consagrados en el artículo
123 de la Constitución Federal que surgen de la relación obrero-patronal y sus
conflictos. De esta manera, para que el órgano de control constitucional esté
obligado a aplicar la institución de la suplencia de la deficiencia de la queja, sólo
debe atenderse a los dos elementos anteriores, sin importar el origen del acto
reclamado, es decir, si deriva de un conflicto obrero-patronal, de un acto
administrativo, de una ley o de un reglamento, por lo que si en el caso, un
trabajador impugna un acto que afecta un bien jurídico o interés fundamental
consagrado en su favor por las normas constitucionales, como lo son las garantías
mínimas de seguridad social previstas en la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, debe concluirse que procede
suplir la deficiencia de la queja.

127. ¿Qué medio de defensa procede en contra de la omisión por


parte de la junta laboral de pronunciar el laudo dentro de un juicio, a pesar
de haber transcurrido el plazo previsto en la Ley Federal del Trabajo?

Respuesta: El juicio de amparo indirecto

No. Registro: 182,160


Jurisprudencia 2a./J. 8/2004
Contradicción de tesis

LAUDO. LA OMISIÓN DE SU DICTADO, A PESAR DE HABER


TRANSCURRIDO EL PLAZO LEGAL PARA ELLO, ES UN ACTO DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. El Pleno
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la tesis de
jurisprudencia P./J. 24/92, visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Número 56, agosto de 1992, página 11, que los actos
en el juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución de imposible
reparación, son impugnables ante el Juez de Distrito en términos de lo dispuesto
por el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, debiéndose entender que
producen "ejecución irreparable" los actos dentro del juicio, sólo cuando afectan
de modo directo e inmediato derechos sustantivos consagrados en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, y nunca en los casos en que sólo
afectan derechos adjetivos o procesales. Por otra parte, el propio Tribunal Pleno
precisó en la jurisprudencia P./J. 113/2001 publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, septiembre de 2001, página
5, que el artículo 17 constitucional garantiza a favor de los gobernados el disfrute
de diversos derechos, entre los que se encuentra el acceso efectivo a la
administración de justicia, la cual debe impartirse de manera pronta y expedita
mediante el cumplimiento por parte de la autoridad jurisdiccional de los plazos y
términos dispuestos por la ley. En ese orden, la omisión de pronunciar el laudo, a
pesar de haber transcurrido el plazo previsto en los artículos 885 a 887 y 889 de la
Ley Federal del Trabajo, constituye una paralización del procedimiento laboral,
que evidencia la existencia de una violación que incide en la esfera jurídica del
particular de manera irreparable, pues con ello se difiere la resolución del juicio,
aun cuando el laudo que en el fondo del asunto llegare a emitirse resultara
favorable a sus intereses, ya que la violación a la garantía individual no podría ser
remediada ante la imposibilidad material de retrotraer el tiempo y, por ende, la vía
para la impugnación de aquella omisión es el amparo indirecto, en términos de lo
dispuesto por el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, pues el efecto
vinculatorio de la sentencia concesoria será obligar a la Junta a obrar en el sentido
de respetar la garantía violada emitiendo el laudo relativo.

128. Se promueve un juicio de garantías en el que se señaló como


acto reclamado “la dilación y falta de prontitud en el trámite del juicio
laboral, ya que la junta de conciliación y arbitraje ha omitido pronunciarse
sobre la admisión de una prueba dentro del término legal”. Aduce el quejoso
que esa omisión provocó un retraso en el juicio que resulta contraria al
artículo 17 constitucional. De las constancias remitidas por la autoridad
responsable se advierte que, durante el juicio de garantías, la junta se
pronunció sobre la admisión de la prueba de que se trata; sin embargo,
también se advierte que en las actuaciones posteriores, la junta no ha
observado los términos legales al emitir sus proveídos, estando pendiente
un acuerdo en el que se observa también dilación. Ahora bien, en este caso,
¿se actualiza alguna causa que haga improcedente el juicio de garantías?

Respuesta: No, pues a pesar de que la Junta ya se pronunció sobre la


admisión de la prueba de que se trata, el amparo también procede contra las
omisiones y dilaciones subsecuentes a las reclamadas.

No. Registro: 172,833


Jurisprudencia 2a./J. 44/2007
Contradicción de tesis

AMPARO. PROCEDE CONTRA LAS OMISIONES Y DILACIONES EN


EL TRÁMITE DE UN JUICIO LABORAL DENTRO DE LOS PLAZOS Y
TÉRMINOS LEGALES, AUN TRATÁNDOSE DE LAS SUBSECUENTES A LAS
RECLAMADAS. El juicio ordinario laboral se conforma por etapas y actos
concatenados entre sí, desarrollados en forma lógica y sistematizada, para
obtener generalmente un laudo, los cuales deben realizarse dentro de los plazos y
términos previstos en la Ley Federal del Trabajo. Ahora bien, debido a la conexión
de esas etapas y actos, el retraso u omisión en la realización de los actos previos,
indefectiblemente ocasiona que los subsecuentes ya no se efectúen con
puntualidad, afectando el desarrollo normal y oportuno del juicio. De esta manera,
si en el amparo se reclama la dilación u omisión en el trámite de un juicio laboral y
durante la sustanciación de aquél, la autoridad responsable no agota cabalmente
el procedimiento ni dicta laudo, sino que esa condición de retraso u omisión
persiste también respecto de los actos subsecuentes a los reclamados y se
proyecta a etapas ulteriores del proceso, no se actualizan las causales de
improcedencia del juicio previstas en las fracciones V, X, XVI y XVIII del artículo
73 de la Ley de Amparo, porque el quejoso conserva su interés jurídico para
solicitar la tramitación expedita del juicio, cuya demora afecta directamente su
esfera de derechos; no opera un cambio de situación jurídica que tenga por
consumadas irreparablemente las violaciones, porque sigue existiendo el estado
de las cosas prevaleciente al momento de pedir el amparo, consistente en la falta
de prontitud en la tramitación y resolución del juicio; no cesan los efectos de las
dilaciones y omisiones reclamadas ni éstos quedan destruidos como si se hubiera
otorgado la protección constitucional, sino que perduran hasta en tanto el juicio
laboral continúe y concluya. Las dilaciones u omisiones subsecuentes a las
reclamadas no son actos futuros de realización incierta, sino inminentes, porque al
producirse momento a momento, una vez sobrevenida la tardanza u omisión en la
tramitación del juicio, es ineludible que ya no se desarrollará con prontitud.
Además, la autoridad responsable no queda indefensa, porque las infracciones
subsecuentes, además de que compartirían la misma naturaleza que las
reclamadas, al tratarse de dilaciones u omisiones en la tramitación y resolución
oportuna de la controversia, se generarían en el mismo expediente laboral,
respecto del cual se promovió el juicio de garantías, del que ya tuvo noticia y
manifestó lo conducente al rendir su informe con justificación y este conocimiento
de los hechos, inclusive, le permitirá actuar con celeridad para no incurrir en
mayores dilaciones.

129. En 2003 estuvo vigente la Norma que regulaba el Programa de


Separación Voluntaria en la Administración Pública Federal, expedida por la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En ella se previó una
compensación económica para diversos servidores públicos de la
administración pública federal y de las entidades paraestatales que se rigen
por los apartados A y B del artículo 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que se separaran voluntariamente de su empleo.
Ahora bien, en el caso que se suscite un conflicto derivado de la falta de
pago de prestaciones laborales y de la compensación a que se refiere la
norma administrativa antes mencionada, ¿en qué tipo de juicio debe
ventilarse la referida controversia?

Respuesta: A través de un juicio laboral

No. Registro: 172,890


Jurisprudencia 2a./J. 35/2007
Contradicción de tesis

SEPARACIÓN VOLUNTARIA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


FEDERAL. LA NATURALEZA DE LA NORMA QUE REGULA EL PROGRAMA
RELATIVO ES FORMALMENTE ADMINISTRATIVA PERO MATERIALMENTE
LABORAL, POR LO QUE LOS CONFLICTOS Y EL EJERCICIO DE LAS
ACCIONES QUE SURJAN CON MOTIVO DE SU APLICACIÓN Y
CUMPLIMIENTO CORRESPONDE A AUTORIDADES ESPECIALIZADAS EN
ESTA ÚLTIMA MATERIA. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en las jurisprudencias 2a./J. 51/2004 y 2a./J. 155/2004, publicadas en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos XIX,
mayo de 2004, y XX, noviembre de dicho año, páginas 593 y 122,
respectivamente, en torno a la naturaleza formal y materialmente administrativa de
la Norma que Regula el Programa de Separación Voluntaria en la Administración
Pública Federal sostuvo que los Juzgados de Distrito en Materia Administrativa,
así como el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, son competentes
para conocer, los primeros, de la negativa a incorporar a algún servidor público a
dicho programa y, el segundo, de los conflictos surgidos con motivo de la
aplicación de la norma que regula ese programa. Sin embargo, una nueva
reflexión conduce a esta Sala a abandonar ese criterio únicamente en cuanto a la
naturaleza material que de esa normatividad se estableció al considerarla
administrativa, por lo que la Norma que Regula el Programa de Separación
Voluntaria en la Administración Pública Federal, vigente en 2003, que prevé una
compensación económica para diversos servidores de la administración pública
federal y de las entidades paraestatales que se rigen por los apartados A y B del
artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se
separen voluntariamente de su empleo, debe considerarse de naturaleza
materialmente laboral, porque constituye una prestación extralegal derivada del
nexo laboral que no tiene su origen en aquel precepto o en alguna de sus leyes
reglamentarias, es decir, se trata de una compensación que incluye algunos
conceptos, como la antigüedad y el sueldo, originados en dichas leyes que es
otorgada por el Estado en su calidad de patrón equiparado de los trabajadores que
laboran en organismos públicos descentralizados, lo cual le imprime a dicha
norma carácter laboral; de ahí que los conflictos y el ejercicio de las acciones que
surjan con motivo de su aplicación deben ser de la competencia de autoridades
especializadas en esta materia.

130. Lea el siguiente artículo de la Ley del Servicio Civil para el


Estado de Sonora: “Art. 42. La relación de trabajo termina: (...) II. Por
supresión de la plaza en el presupuesto de egresos o en la ley respectiva; el
interesado podrá optar por su indemnización igual a tres meses del último
salario que disfrutaba o su colocación en otra plaza disponible, si reúne los
requisitos necesarios”. Por otro lado, el artículo 123, apartado B, fracción IX,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice: “(...) El
Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir
leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: B. Entre los poderes de la Unión, el
Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores: (...) IX. (...) En caso de
separación injustificada tendrán derecho a optar por la reinstalación en su
trabajo o por la indemnización correspondiente, previo el procedimiento
legal. En los casos de supresión de plazas, los trabajadores afectados
tendrán derecho a que se les otorgue otra equivalente a la suprimida o a la
indemnización de ley”. Ahora bien, ¿dicho precepto legal viola lo dispuesto
en la disposición constitucional citada?

Respuesta: Sí, porque excede lo dispuesto en el numeral 123, apartado B,


fracción IX, de la Constitución y en la Ley Reglamentaria de la materia, pues el
término "plaza disponible", a diferencia de "plaza equivalente" que denota igualdad
en el valor, puede significar el otorgamiento de una plaza cuyas condiciones sean
menores a la suprimida, o bien, si no existe al momento de la supresión, entonces
conceder, obligatoriamente, la indemnización de ley.

No. Registro: 172,960


Jurisprudencia 2a./J. 33/2007
Contradicción de tesis

PLAZAS. EL ARTÍCULO 42, FRACCIÓN II, DE LA LEY DEL SERVICIO


CIVIL PARA EL ESTADO DE SONORA, RELATIVO A LA SUPRESIÓN DE
AQUÉLLAS, EXCEDE LO DISPUESTO EN EL NUMERAL 123, APARTADO B,
FRACCIÓN IX, DE LA CONSTITUCIÓN Y EN LA LEY FEDERAL DE LOS
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. El artículo 116, fracción VI, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que las
relaciones de trabajo entre los Estados y sus trabajadores se regirán por las leyes
que expidan las Legislaturas Locales con base en el artículo 123 constitucional y
sus disposiciones reglamentarias, precepto que en la fracción IX de su apartado B
prevé que en caso de supresión de plazas, los trabajadores afectados tendrán
derecho a que se les otorgue otra equivalente a la suprimida o a la indemnización
de ley, o sólo a la primera en términos del artículo 43, fracción III, de la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Por otra parte, de los
antecedentes legislativos de los preceptos constitucionales de referencia, se
advierte que el Constituyente Permanente consagró como garantía fundamental
de los trabajadores la estabilidad en el empleo, con lo que privilegia la
continuación de la relación del trabajo y otorga como opción para el trabajador el
que reciba la indemnización legal en los casos de suspensión o cese injustificado,
y por extensión a los casos de supresión de plazas, indemnización a la que podrá
llegarse, en consecuencia, sólo por decisión del propio trabajador; asimismo, del
precepto de la ley reglamentaria en cita también se advierte que se privilegia aún
más la garantía indicada, al disponer que en los casos de supresión de plazas, los
trabajadores afectados tendrán derecho al otorgamiento de una plaza equivalente
en categoría y sueldo. En ese tenor, el artículo 42, fracción II, de la Ley del
Servicio Civil para el Estado de Sonora al establecer que la relación de trabajo
termina, entre otros casos, por supresión de la plaza en el presupuesto de egresos
o en la ley respectiva, agregando que el interesado podrá optar por recibir una
indemnización igual a tres meses del último salario que disfrutaba, o por su
colocación en otra plaza disponible, si reúne los requisitos necesarios, excede lo
dispuesto tanto en el señalado numeral 123, apartado B, fracción IX, de la
Constitución, como en la Ley Reglamentaria de la materia, pues por un lado, la
supresión misma no implica, obligatoriamente, la terminación de la relación de
trabajo, ya que las normas fundamental y legal citadas privilegian la estabilidad en
el empleo y, por otro, porque condiciona el otorgamiento de una plaza a que exista
otra disponible y a que el interesado reúna los requisitos necesarios, lo que
evidentemente es contrario a ese espíritu protector, pues el término "plaza
disponible", a diferencia de "plaza equivalente" que denota igualdad en el valor,
puede significar el otorgamiento de una plaza cuyas condiciones sean menores a
la suprimida, o bien, si no existe al momento de la supresión, entonces conceder,
obligatoriamente, la indemnización de ley.

131. El artículo 123, apartado A, fracción XXI, de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos estatuye: “(...) El Congreso de la Unión, sin
contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales
regirán: A. Entre los obreros, jornaleros, empleados, domésticos, artesanos, y de
manera general, todo contrato de trabajo: (...) XXI. Si el patrono se negare a
someter sus diferencias al arbitraje o a aceptar el laudo pronunciado por la Junta,
se dará por terminado el contrato de trabajo y quedará obligado a indemnizar al
obrero con el importe de tres meses de salario, además de la responsabilidad que
le resulte del conflicto. Esta disposición no será aplicable en los casos de las
acciones consignadas en la fracción siguiente. Si la negativa fuere de los
trabajadores, se dará por terminado el contrato de trabajo”. Ahora bien, en un
juicio laboral el patrón opone como excepción la negativa a reinstalar al trabajador
y, en consecuencia, a someterse al arbitraje respecto de tal reclamación. Al emitir
el laudo, la junta omite pronunciarse sobre esa excepción y el demandado no hace
valer dicha omisión en el juicio de amparo directo. Se niega la protección
constitucional al demandado y, en consecuencia, queda firme el laudo que lo
condena a la reinstalación. En tal hipótesis, el derecho del patrón a no someterse
al arbitraje en relación con la reinstalación, ¿puede ejercitarse en diversa etapa
procesal?

Respuesta:

Sí, ya que se en este caso coinciden dos figuras jurídicas semejantes mas no
iguales, la primera, la insumisión al arbitraje, y la segunda, el no acatamiento del
laudo. Por tanto, si se hace valer la insumisión al arbitraje y la Junta omite tomarla
en cuenta al resolver el laudo y tal omisión no se hace valer en amparo directo,
ello no impide que se pueda ejercer la segunda, de no acatamiento del laudo,
incluso en el período de ejecución.

173475
9a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXV, Enero de 2007; Pág. 767; [J];

REINSTALACIÓN. EL DERECHO DEL PATRÓN DE NEGARSE A ACATAR LA


CONDENA RELATIVA NO PRECLUYE SI LA AUTORIDAD LABORAL OMITIÓ
DECIDIR LO CONDUCENTE EN EL LAUDO, EN TANTO PUEDE HACERSE
VALER HASTA SU EJECUCIÓN. De los artículos 123, apartado A, fracciones XXI
y XXII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 49 y 947 de
la Ley Federal del Trabajo, no se advierte plazo para que los patrones ejerzan su
derecho de negarse a acatar el laudo que condene a la reinstalación del
trabajador, mediante el pago de las indemnizaciones correspondientes, en los
casos excepcionales que la propia ley autoriza, por lo que ese derecho puede
ejercerse válidamente tanto al contestar la demanda como hasta después de
dictado el laudo o al momento de su ejecución. Por tanto, ante la omisión de la
autoridad laboral de decidir en el laudo respecto de la excepción que hizo valer el
patrón, en el sentido de no acatar el laudo que lo condene a la reinstalación, su
falta de impugnación en el juicio de amparo no da lugar a estimar consentida y
firme para todos los efectos legales esa cuestión que no formó parte de la litis
constitucional, en tanto sólo repercute en la ejecución de la condena a la que
puede oponerse el derecho a no acatar el laudo, que sólo podría considerarse
precluido si la autoridad laboral desestima la excepción relativa y tal decisión no es
impugnada en el correspondiente juicio de garantías, o analizada se le niega la
razón, pues en estos casos el pronunciamiento relativo debe estimarse firme.

132. El artículo 876, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo


establece: “La etapa conciliatoria se desarrollará en la siguiente forma: (...)
III. Si las partes llegaren a un acuerdo, se dará por terminado el conflicto. El
convenio respectivo, aprobado por la Junta, producirá todos los efectos
jurídicos inherentes a un laudo”. Ahora bien, si un trabajador pretende hacer
valer la nulidad del convenio celebrado por su apoderado y la parte
demandada, aduciendo que tal convenio contiene una renuncia a sus
derechos, el cual ya fue autorizado por la junta y elevado a la categoría de
laudo, ¿a través de qué medio legal puede obtener la nulidad pretendida?

Respuesta: Debe demandarse en un nuevo juicio ante la Junta que


conoció y aprobó el acuerdo.

No. Registro: 173,799


Jurisprudencia 2a./J. 162/2006
Contradicción de tesis

CONVENIO LABORAL. LA NULIDAD DEL CELEBRADO ANTE LA


JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE PARA DAR POR CONCLUIDO UN
CONFLICTO, DEBE DEMANDARSE EN UN NUEVO JUICIO. Si bien el convenio
a que alude el artículo 876, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo produce los
mismos efectos jurídicos que un laudo, en tanto pone fin al conflicto, de la
interpretación de la mencionada disposición legal en relación con los artículos 837,
fracción III, 838 a 842 de la propia legislación, se advierte que el convenio y el
laudo son actos jurídicos distintos, pues el primero consiste en un acuerdo de las
partes celebrado por escrito en el juicio laboral para dar por terminado el conflicto,
el cual debe aprobarlo la Junta, quien actúa como simple sancionadora de la
voluntad de aquéllas, sin que valore pruebas ni decida sobre la litis planteada;
mientras que el segundo es un acto jurisdiccional que decide el fondo de la
controversia mediante la valoración de pruebas y apreciación de los hechos. En
ese sentido, se concluye que el medio apto para promover la nulidad del convenio
referido, cuando alguna de las partes estime que contiene renuncia de derechos
de los trabajadores o que adolece de algún vicio de validez en términos del
artículo 33 de la ley indicada, es un nuevo juicio ante la Junta que conoció y
aprobó el acuerdo, pues conforme a los numerales 604 y 621 de la citada
normatividad corresponde a las Juntas Locales o a la Federal de Conciliación y
Arbitraje el conocimiento y resolución de los conflictos entre trabajadores y
patrones, supuesto en el que encuadra la controversia referida.

133. Dentro de un juicio laboral, la junta señala fecha y hora para que
se lleve a cabo la diligencia de reinstalación del trabajador. El actuario de la
junta, al cumplimentar el acuerdo correspondiente, confunde la hora de la
diligencia y levanta un acta en la que asienta que el trabajador no se
presentó. Atento lo anterior, el trabajador solicita se señale nueva fecha para
que se realice la reinstalación derivada del ofrecimiento de trabajo formulado
por el patrón. La junta acuerda de manera desfavorable dicha petición. En
este caso, ¿a través de qué medio de impugnación puede reclamarse dicha
determinación?

Respuesta: En el juicio de amparo directo, dado que constituye una


violación procesal análoga a las previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo

No. Registro: 173,730


Jurisprudencia 2a./J. 190/2006
Contradicción de tesis

OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA NEGATIVA A SEÑALAR NUEVA


FECHA PARA QUE SE REALICE LA REINSTALACIÓN DERIVADA DEL
FORMULADO EN EL JUICIO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL
ANÁLOGA A LAS PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 159 DE LA LEY DE
AMPARO. Conforme al criterio sustentado por la Segunda Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en las jurisprudencias 2a./J. 44/2000 y 2a./J.
43/2004, publicadas respectivamente en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Novena Época, Tomo XI, mayo de 2000, página 135 y Tomo XIX, abril
de 2004, página 431, con los rubros: "OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA
OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE REQUERIR AL TRABAJADOR
PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA, ES UNA VIOLACIÓN
PROCESAL QUE DA LUGAR A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE
REPONGA EL PROCEDIMIENTO." y "OFRECIMIENTO DE TRABAJO. LA
OMISIÓN DE LA JUNTA DE ACORDARLO O DE REQUERIR AL TRABAJADOR
PARA QUE MANIFIESTE SI LO ACEPTA O LO RECHAZA, INCLUSO CUANDO
ÉSTE NO COMPARECE A LA AUDIENCIA DE LEY, ES UNA VIOLACIÓN
PROCESAL QUE LLEVA A CONCEDER EL AMPARO PARA QUE SE REPONGA
EL PROCEDIMIENTO."; las violaciones relativas a la reinstalación del trabajador
derivada del ofrecimiento de trabajo son análogas a las previstas en el artículo 159
de la Ley de Amparo, porque afectan las defensas del quejoso y trascienden al
resultado del fallo, por lo que su estudio procede en el juicio de amparo directo.
Por tanto, el criterio antes expuesto es aplicable tratándose de la negativa a
señalar nueva fecha para que se realice la reinstalación derivada del ofrecimiento
de trabajo formulado en el juicio, toda vez que el trabajador perdió su derecho a
ser reinstalado y trasciende al resultado del laudo, ya que si se llevara a cabo la
diligencia de reinstalación sin contratiempos podrían variar las cuestiones de fondo
con relación a las prestaciones reclamadas en el juicio y, por otra parte, si en la
diligencia aludida ocurrieran incidencias que impidieran concretar la reinstalación
ofrecida y aceptada o no se hiciera en los términos ofrecidos, ello traería
consecuencias jurídicas que incidirían en la calificación de la oferta de trabajo.

134. En un juicio de garantías, se señalan como actos reclamados los


preceptos legales que regulan el pago y devolución del saldo
correspondiente a las aportaciones del fondo de las subcuentas de cesantía
en edad avanzada y vejez, y de vivienda, del Sistema de Ahorro para el
Retiro. Ahora bien, en este caso ¿qué juez de Distrito, atendiendo a la
materia, será competente para conocer de dicho juicio de amparo? (se debe
partir de la base de que el competente debe ser un juez especializado)

Respuesta: Un juez de Distrito en materia de Trabajo, pues el asunto


implica un conflicto entre trabajador y patrón derivado de la relación de trabajo o
de hechos íntimamente relacionados con ella.

No. Registro: 176,114


Jurisprudencia 2a./J. 166/2005
Contradicción de tesis

SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO. ES COMPETENTE UN JUEZ


DE DISTRITO EN MATERIA DE TRABAJO PARA CONOCER DE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DE PRECEPTOS LEGALES QUE REGULEN EL
PAGO Y DEVOLUCIÓN DEL SALDO CORRESPONDIENTE A LAS
APORTACIONES DEL FONDO DE LAS SUBCUENTAS DE CESANTÍA EN
EDAD AVANZADA Y VEJEZ, Y DE VIVIENDA. El Sistema de Ahorro para el
Retiro constituye una prerrogativa constitucional y legal establecida en favor de los
trabajadores, encaminada a su protección y bienestar, cuyo propósito es que
cuando concluyan su vida laboral activa afronten su retiro con recursos propios
acumulados en una cuenta individual durante toda su vida productiva, de manera
que las controversias suscitadas con motivo de las aportaciones a los fondos de
ahorro para el retiro son de naturaleza preponderantemente laboral, pues no es
indispensable que el acto de autoridad tenga sustento en las Leyes Federal del
Trabajo, del Seguro Social, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores o de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, ni que estos
ordenamientos sean aplicados por alguna de las autoridades previstas en el
artículo 523 de la ley primeramente citada, sino que debe tomarse en cuenta que
este aspecto social de la materia laboral se sustenta en el numeral 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de ahí que toda
controversia derivada de una relación de trabajo o todo trámite administrativo que
apunte a preservar derechos laborales quedarán enmarcados en los objetivos del
derecho del trabajo. En congruencia con lo anterior, y de conformidad con los
artículos 103, fracción I y 107, fracción VII, constitucionales; 114, fracción I, de la
Ley de Amparo y 55, fracción II, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, se concluye que cuando se reclame la inconstitucionalidad de
preceptos legales que regulen el pago y devolución del saldo correspondiente a
las aportaciones del fondo de las subcuentas de cesantía en edad avanzada y
vejez, y de vivienda, del Sistema de Ahorro para el Retiro, se surten los
presupuestos de competencia de un Juez de Distrito en Materia de Trabajo, pues
el asunto implica un conflicto entre trabajador y patrón derivado de la relación de
trabajo o de hechos íntimamente relacionados con ella.

135. El artículo 49 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “El patrón


quedará eximido de la obligación de reinstalar al trabajador, mediante el
pago de las indemnizaciones que se determinan en el artículo 50 en los
casos siguientes: I. Cuando se trate de trabajadores que tengan una
antigüedad menor de un año; II. Si comprueba ante la Junta de Conciliación
y Arbitraje, que el trabajador, por razón del trabajo que desempeña o por las
características de sus labores, está en contacto directo y permanente con él
y la Junta estima, tomando en consideración las circunstancias del caso,
que no es posible el desarrollo normal de la relación de trabajo; III. En los
casos de trabajadores de confianza; IV. En el servicio doméstico; y V.
Cuando se trate de trabajadores eventuales”. Ahora bien, ¿de conformidad
con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, la relación de los casos en que el patrón estará eximido de la
obligación de reinstalar al trabajador es de carácter limitativo o enunciativo?

Respuesta: Es de carácter limitativo

No. Registro: 181,541


Jurisprudencia 2a./J. 61/2004
Contradicción de tesis

INSUMISIÓN AL ARBITRAJE. SÓLO PROCEDE, DE MANERA


EXCEPCIONAL, RESPECTO DE LA ACCIÓN DE REINSTALACIÓN POR
DESPIDO INJUSTIFICADO, SIEMPRE QUE SE SURTA ALGUNO DE LOS
SUPUESTOS QUE ESTABLECE EL ARTÍCULO 49 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO Y NO RESPECTO DE OTRAS ACCIONES. El artículo 123, apartado
A, fracción XXI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece la "insumisión al arbitraje", consistente en la negativa del patrón a
someter sus diferencias al arbitraje de la Junta, y aunque en aquél no se
especifican las acciones respecto de las que opera, las consecuencias que
resultan de su ejercicio conducen a concluir que dicha institución sólo procede
respecto de la reinstalación al demandarse el cumplimiento del contrato de trabajo,
pues el legislador ordinario, en el artículo 947 de la Ley Federal del Trabajo,
dispuso que ante su procedencia la Junta dará por terminado el contrato de
trabajo y el patrón estará obligado a pagar al obrero, a título de indemnización, el
importe de tres meses de salario y la responsabilidad que le resulte del conflicto,
que se refiere al originado por el cumplimiento del contrato laboral y no del que
pudiera surgir de las demás acciones que integren la litis natural, responsabilidad
que se fija en atención al tiempo de duración de la relación laboral en términos de
las fracciones I y II del artículo 50 de la ley citada, al que remite el referido artículo
947. En esa medida, es claro que las indemnizaciones que el patrón está obligado
a cubrir al trabajador con motivo de la insumisión al arbitraje, no pueden ser
aplicables a acciones diversas a la de reinstalación por despido injustificado, como
son las relativas a vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y horas extras, entre
otras, puesto que aquéllas se fijaron como una retribución a la consecuente
declaración de terminación del contrato de trabajo en lugar de su cumplimiento
mediante la reinstalación demandada, tan es así que la finalidad primordial de las
reformas a las fracciones XXI y XXII del artículo 123, apartado A, constitucional,
fue impedir que el patrón opusiera su negativa a someter sus diferencias al
arbitraje o a acatar el laudo pronunciado por la Junta, cuando el trabajador
despedido injustificadamente hiciera uso del derecho a la permanencia en el
empleo demandando el cumplimiento del contrato mediante su reinstalación, pero
también se consideró la necesidad de establecer algunas excepciones a esa regla
general al contemplar en la propia fracción XXII, la posibilidad de que el patrón
quede eximido "de la obligación de cumplir el contrato" en los casos que determine
la ley secundaria, lo que implica que sólo respecto de la reinstalación proceda la
excepción de referencia, ya que si el trabajador opta por la indemnización
constitucional ello denota su voluntad de dar por terminada la relación laboral. Por
tanto, de acuerdo con la naturaleza jurídica de la insumisión al arbitraje, ésta
solamente procede, de manera excepcional, respecto de la acción de reinstalación
por despido injustificado, cuando se actualiza alguno de los casos que
limitativamente reglamenta la Ley Federal del Trabajo en su artículo 49, lo que por
disposición del propio Constituyente Permanente se traduce en una excepción a la
estabilidad en el empleo y, por lo mismo, no es oponible respecto de otras
acciones aunque se ejerzan en la misma demanda.

136. ¿A través de qué medio de impugnación es posible combatir la


determinación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE) por la que modifica la pensión otorgada a
un trabajador?

Respuesta: Tales actos son impugnables, optativamente, a través del recurso de


revisión o por medio del juicio contencioso administrativo ante el Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa, previamente al juicio de garantías.

No. Registro: 177,279


Jurisprudencia 2a./J. 111/2005
Contradicción de tesis

INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS


TRABAJADORES DEL ESTADO. LAS RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS
DICTADAS POR AQUÉL O POR SUS ÓRGANOS DEPENDIENTES, QUE
CONCEDAN, NIEGUEN, REVOQUEN, SUSPENDAN, MODIFIQUEN O
REDUZCAN LAS PENSIONES, SON ACTOS DE AUTORIDAD IMPUGNABLES
A TRAVÉS DEL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, PREVIAMENTE
AL AMPARO, SALVO QUE SE ACTUALICE ALGUNA EXCEPCIÓN AL
PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD. Conforme a los artículos 51, antepenúltimo y
último párrafos, de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado y 46, fracción II, del Estatuto Orgánico del propio
Instituto, éste está facultado legalmente para conceder, negar, suspender,
modificar o revocar las pensiones; resoluciones que constituyen actos de
autoridad en tanto que afectan en forma unilateral la esfera jurídica del particular
sin necesidad de contar con su consenso o de acudir previamente a los tribunales.
Por tanto, en términos del artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, tales actos son impugnables optativamente a través del recurso de
revisión o por medio del juicio contencioso administrativo ante el Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa, previamente al juicio de garantías, acorde con
el precepto 11, fracción VI, de la Ley Orgánica del Tribunal citado, con la salvedad
de que no habrá obligación de agotar el juicio ordinario indicado cuando se
actualice alguna excepción al principio de definitividad previsto en la fracción XV
del artículo 73 de la Ley de Amparo. En esta tesitura, se concluye que debe
abandonarse parcialmente el criterio establecido en la tesis 2a. XLVII/2001,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XIII, mayo de 2001, página 454, con el rubro: "INSTITUTO DE SEGURIDAD
Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO. PARA
DETERMINAR CUÁL ES EL ÓRGANO JURISDICCIONAL QUE DEBE
CONOCER DE LOS JUICIOS LABORALES EN LOS QUE SE RECLAME EL
PAGO DE PRESTACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL A ESE ORGANISMO,
DEBE ATENDERSE AL RÉGIMEN CONSTITUCIONAL QUE RIGE EL VÍNCULO
LABORAL DEL QUE ÉSTAS DERIVAN.", para establecer que no es aplicable en
los casos en que únicamente se demanden al referido Instituto las resoluciones
(órdenes) mediante las cuales haya concedido, negado, suspendido, revocado,
modificado o reducido la pensión respectiva.

137. En el artículo transitorio de una ley estatal se establecen


antigüedad y porcentajes de jubilación diferentes tratándose de hombres (30
años de servicios) y mujeres (28 años de servicios). En este caso, si el
trabajador varón desea impugnar en el juicio de amparo la
inconstitucionalidad de ese precepto por el trato desigual que establece
entre hombres y mujeres, ¿cuál es el término en que deberá promover el
referido juicio de garantías y a partir de qué momento debe computarse?

Respuesta: En el plazo de 15 días conforme a lo señalado en el artículo


21 de la Ley de Amparo, contados a partir de la emisión del dictamen que resuelve
sobre la situación personal de dichos trabajadores, por ser el primer acto de
aplicación de dicha disposición transitoria y el que les causa perjuicio.

No. Registro: 177,273


Jurisprudencia 2a./J. 104/2005
Contradicción de tesis
ISSSTELEÓN. LA DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA POR LOS
TRABAJADORES VARONES, RECLAMANDO LA INCONSTITUCIONALIDAD
DEL ARTÍCULO SEXTO TRANSITORIO DE LA LEY QUE LO REGULA,
REFORMADO MEDIANTE DECRETO 241, PUBLICADO EN EL PERIÓDICO
OFICIAL EL 24 DE DICIEMBRE DE 1993, DEBE PRESENTARSE EN EL PLAZO
DE 15 DÍAS, CONFORME AL ARTÍCULO 21 DE LA LEY DE LA MATERIA, CON
MOTIVO DE SU PRIMER ACTO DE APLICACIÓN. La Suprema Corte de Justicia
de la Nación, al analizar la fracción XII del artículo 73 de la Ley de Amparo,
estableció que tratándose de leyes heteroaplicativas o de individualización
condicionada, el juicio de garantías debe promoverse con motivo del primer acto
de aplicación que cause perjuicio al quejoso. Por tanto, cuando los trabajadores
varones reclaman la inconstitucionalidad del artículo sexto transitorio de la Ley del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del
Estado de Nuevo León, reformado mediante Decreto 241, publicado en el
Periódico Oficial el 24 de diciembre de 1993, que establece antigüedad y
porcentajes de jubilación diferentes tratándose de hombres y mujeres, la demanda
de amparo debe presentarse, por ser una norma de carácter heteroaplicativo, en
el plazo de 15 días conforme a lo señalado en el artículo 21 de la Ley de Amparo,
con motivo de la emisión del dictamen que resuelve sobre la situación personal de
dichos trabajadores, por ser el primer acto de aplicación de dicha disposición
transitoria y el que les causa perjuicio.

138. Con motivo de la terminación de una relación laboral, un patrón


paga al trabajador una serie de prestaciones con evidente exceso a las
previstas en el contrato de trabajo. El patrón, en un juicio laboral, demanda
al trabajador ante la junta de conciliación y arbitraje la devolución de las
cantidades pagadas en exceso, por existir un enriquecimiento sin causa del
trabajador. El trabajador opone la excepción de incompetencia aduciendo
que el conflicto debe ser resuelto por un juez civil. Ahora bien, en esta
hipótesis ¿qué autoridad es la competente para conocer y resolver el
referido conflicto?

Respuesta: La Junta de Conciliación y Arbitraje

No. Registro: 179,916


Jurisprudencia P./J. 116/2004
Contradicción de tesis

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA. SI DERIVA DE UNA LIQUIDACIÓN


POR TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO, COMPETE CONOCER
DEL JUICIO A LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Del artículo 123,
apartado A, fracción XX, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, que dispone: "Las diferencias o los conflictos entre el capital y el
trabajo, se sujetarán a la decisión de una Junta de Conciliación y Arbitraje ...", se
desprende que hay una exclusividad jurisdiccional en favor de dicha autoridad
para resolver aquello que derive de un conflicto entre capital y trabajo, es decir,
entre patrón y trabajador. Así, cuando un patrón, atribuyendo un enriquecimiento
sin causa a quien fue su trabajador, le demanda la devolución de determinada
cantidad de dinero que le pagó en exceso con motivo de la terminación de la
relación laboral, es claro que el conflicto se origina entre capital y trabajo por
exceso en el cumplimiento de lo pactado en el contrato de trabajo o en la ley
aplicable; por lo que a pesar de que el fundamento legal invocado como apoyo de
la demanda únicamente se refiera a la materia civil, lo cierto es que atendiendo a
los restantes elementos que determinan la naturaleza de la acción, que son los
hechos narrados, las prestaciones reclamadas y las pruebas aportadas, se
establece una naturaleza eminentemente laboral, por lo que conforme al 123,
apartado A, fracción XX, constitucional, la competencia para decidir en el juicio se
surte a favor de una Junta de Conciliación y Arbitraje.

139. ¿Cuál es el término en que debe promoverse el incidente de


nulidad de notificaciones dentro de un juicio laboral?

Respuesta: Debe promoverse dentro del plazo genérico de tres días


hábiles previsto en el artículo 735 de la Ley Federal del Trabajo, a partir de que el
afectado tenga conocimiento o se manifieste sabedor de la actuación que le
agravia, y se contará el día de su vencimiento.

No. Registro: 180,118


Jurisprudencia 2a./J. 156/2004
Contradicción de tesis

NULIDAD DE NOTIFICACIONES EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL.


EL INCIDENTE RELATIVO DEBE PROMOVERSE DENTRO DEL PLAZO
GENÉRICO DE TRES DÍAS HÁBILES PREVISTO EN EL ARTÍCULO 735 DE LA
LEY FEDERAL DEL TRABAJO, A PARTIR DE QUE EL AFECTADO TENGA
CONOCIMIENTO O SE MANIFIESTE SABEDOR DE LA ACTUACIÓN QUE LE
AGRAVIA, Y SE CONTARÁ EL DÍA DE SU VENCIMIENTO. El citado precepto
establece un plazo genérico de tres días hábiles para la realización o práctica de
algún acto procesal o el ejercicio de un derecho cuando no tengan fijado alguno,
pero no prevé el momento a partir del cual inicia ni cuándo fenece, por lo cual
debe tenerse en cuenta el contenido del Título Catorce (Derecho Procesal del
Trabajo), Capítulo VI (De los términos procesales), de la Ley Federal del Trabajo,
específicamente el artículo 733 que ordena que en el procedimiento laboral los
plazos comenzarán a correr el día siguiente al en que surta efecto la notificación, y
se contará en ellos el día del vencimiento, y el diverso 764, del cual se advierte
que el elemento que debe atenderse para considerar que surte efectos una
notificación mal hecha u omitida, es el relativo al momento en el que el afectado
tiene conocimiento de la actuación procesal, es decir, el momento en el que se
ostenta sabedor de ella. En tal virtud, se concluye que el incidente de nulidad de
notificaciones en el procedimiento laboral deberá promoverse dentro del plazo
genérico de tres días hábiles, contados a partir del momento en el que el afectado
tenga conocimiento o se manifieste sabedor de la actuación procesal cuya nulidad
promueve, y se contará el día de su vencimiento.

140. En la audiencia de ofrecimiento y admisión de pruebas, el


presidente de la junta (en los casos en que jurídicamente puede actuar de
manera individual) desecha la inspección respecto de la contabilidad del
demandado. Con posterioridad, el pleno de la junta revoca dicha
determinación y ordena la admisión de la prueba. Lo anterior con
fundamento en el artículo 686 de la Ley Federal del Trabajo. Este precepto
dice: “(...)Las Juntas ordenarán que se corrija cualquier irregularidad u
omisión que notaren en la sustanciación del proceso, para el efecto de
regularizar el procedimiento, sin que ello implique que puedan revocar sus
propias resoluciones, según lo dispone el artículo 848 de la presente Ley”.
En este caso, ¿cómo calificaría la referida resolución de la junta?

Respuesta: Es incorrecto su proceder, dado que no puede emitir un nuevo


auto que modifique a aquél, es decir, no puede desechar las pruebas que ya había
admitido o admitir las que ya había desechado.

No. Registro: 180,398


Jurisprudencia 2a./J. 146/2004
Contradicción de tesis

AUDIENCIA DE OFRECIMIENTO Y ADMISIÓN DE PRUEBAS. EL


ACUERDO QUE DICTE LA JUNTA SOBRE LAS QUE ADMITA O DESECHE NO
PUEDE SER REVOCADO CON MOTIVO DE LOS VOTOS DE LOS
REPRESENTANTES FORMULADOS CON POSTERIORIDAD A DICHA ETAPA.
Conforme al artículo 620 de la Ley Federal del Trabajo, el acuerdo de admisión de
pruebas, en principio, debe ser colegiado y, en su caso, tomado por mayoría, pero
puede suceder que en dicha actuación no esté presente ninguno de los
representantes, por lo que el Presidente deberá citarlos y solamente en el
supuesto de que ninguno asista, éste o el Auxiliar de la Junta podrá suscribir la
resolución individualmente, haciendo constar los antecedentes indicados. Ahora
bien, toda vez que el referido acuerdo produce un derecho procesal para la parte a
quien le favorece, y no puede considerarse de mero trámite, sujeto a modificar las
decisiones tomadas por la Junta, porque no está referido a una irregularidad u
omisión que pueda corregirse en términos del artículo 686 del citado ordenamiento
legal, no es factible que la Junta de Conciliación y Arbitraje emita uno nuevo que
modifique a aquél, una vez concluido el ofrecimiento a que se refiere la fracción IV
del artículo 880 de la ley mencionada, es decir, que deseche las pruebas que ya
había admitido o que admita las que ya había desechado, ni en vista de los votos
de los representantes que debieron emitirse en las mismas actuaciones al
momento de admitir o desechar pruebas, porque se entiende que el acuerdo fue
tomado por todos los integrantes de la Junta, por la mayoría de los presentes o, en
su caso, por el Presidente o el Auxiliar de la Junta individualmente, ya que de lo
contrario la Junta estaría revocando sus actuaciones, lo cual está prohibido por el
artículo 848 de la Ley Federal del Trabajo.
141. El artículo 828 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Admitida
la prueba de inspección por la Junta, deberá señalar día, hora y lugar para su
desahogo; si los documentos y objetos obran en poder de alguna de las
partes, la Junta la apercibirá que, en caso de no exhibirlos, se tendrán por
ciertos presuntivamente los hechos que se tratan de probar. Si los
documentos y objetos se encuentran en poder de personas ajenas a la
controversia se aplicarán los medios de apremio que procedan”. En un juicio
laboral, el patrón demandado omite exhibir los documentos que obran en su
poder y sobre los cuales versa la prueba de inspección, a pesar del
apercibimiento de la junta de tener los hechos que se tratan de probar como
presuntivamente ciertos. En tal hipótesis, la omisión de la junta de emitir un
auto en el que haga efectivo dicho apercibimiento, ¿constituye una violación
procesal reclamable en amparo directo, o un acto de imposible reparación
susceptible de impugnarse en un juicio de garantías en la vía indirecta?

Respuesta: Ninguno de dichos supuestos, dado que se trata de una


violación in judicando (en la sentencia)

No. Registro: 181,048


Jurisprudencia 2a./J. 78/2004
Contradicción de tesis

PRUEBAS EN MATERIA LABORAL. LA OMISIÓN DE LA JUNTA DE


DICTAR UN ACUERDO QUE HAGA EFECTIVO EL APERCIBIMIENTO DE
TENER POR CIERTOS PRESUNTIVAMENTE LOS HECHOS QUE SE
PRETENDEN DEMOSTRAR CON LA INSPECCIÓN SOBRE DOCUMENTOS
QUE EL PATRÓN DEBE CONSERVAR, NO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN
PROCESAL. Cuando la Junta admite la prueba de inspección sobre documentos
que el patrón tiene obligación de conservar, debe requerirlo para que en la fecha
señalada para su desahogo los exhiba, apercibiéndolo, con fundamento en el
artículo 828 de la Ley Federal del Trabajo, que en caso de no presentarlos se
tendrán por ciertos presuntivamente los hechos que se pretenden probar, salvo
prueba en contrario. Ahora bien, al tratarse de una presunción iuris tantum de
tener por cierto lo que se pretendía probar, si no se exhiben tales documentos, ello
tendrá valor dependiendo de las demás pruebas que obren en el expediente
respectivo, lo que únicamente puede reflejarse en el laudo y, en consecuencia, no
se requiere necesariamente que la Junta dicte un acuerdo posterior al desahogo
de la inspección en el que se haga efectivo el mencionado apercibimiento, pues
además de que ello no lo exige la Ley Federal del Trabajo, la consecuencia
jurídica que se actualizaría sólo generaría una violación in judicando, pero no al
procedimiento, ya que la omisión de dictar un acuerdo en esos términos no
trasciende al resultado del fallo ni afecta las defensas del quejoso.

142. El artículo 762, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo


establece: “Se tramitarán como incidentes de previo y especial
pronunciamiento las siguientes cuestiones: I. Nulidad”. Ahora bien, de
conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, el incidente de nulidad previsto en la fracción
transcrita ¿procede únicamente para impugnar notificaciones, o también
para reclamar otro tipo de actuaciones?

Respuesta: Únicamente las notificaciones.

No. Registro: 181,091


Jurisprudencia 2a./J. 92/2004
Contradicción de tesis

NULIDAD. EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL ES IMPROCEDENTE


EL INCIDENTE QUE SE INTERPONE CON APOYO EN LA FRACCIÓN I DEL
ARTÍCULO 762 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, EN CONTRA DE
ACTUACIONES DISTINTAS A NOTIFICACIONES. Es improcedente el incidente
de nulidad que se interpone con apoyo en la fracción I del artículo 762 de la Ley
Federal del Trabajo, en contra de actuaciones distintas a las notificaciones
efectuadas dentro del procedimiento laboral, pues aun cuando en el citado
precepto se dispone que se tramitará como incidente de previo y especial
pronunciamiento, entre otras cuestiones, la "nulidad", sin especificar a qué tipo se
refiere, lo cierto es que relacionando esta disposición con el estudio conjunto de
los artículos 739 a 751, 761 a 765, y especialmente lo dispuesto en el diverso 752
de la propia ley, se advierte que el legislador se refiere a la nulidad de las
notificaciones, por lo que resulta correcto el desechamiento, por notoriamente
improcedente, del incidente de nulidad interpuesto en contra de actuaciones
distintas a las notificaciones practicadas en el procedimiento laboral, con apoyo en
lo dispuesto en el artículo 685, en cuanto que prevé los principios de economía,
concentración y sencillez que rigen el derecho procesal del trabajo, en relación
con el numeral 848 de la ley de la materia, que dispone expresamente que las
resoluciones que dicten las Juntas no pueden ser invalidadas por medio de
defensa alguno; lo que se corrobora si se tiene en cuenta que en la ley citada se
utiliza el término "nulidad de actuaciones" en forma genérica; y que de
conformidad con el artículo 107, fracciones III, inciso a) y V, inciso d), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los
artículos 158, 159 y 161, primer párrafo, de la Ley de Amparo, y 37, fracción I,
inciso d), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, el juicio de
amparo directo procede en contra de los laudos o resoluciones definitivas que
pongan fin al juicio dictados por Juntas o tribunales laborales federales o locales,
respecto de los cuales no proceda ningún recurso ordinario por el que puedan ser
modificados o reformados, ya sea que la violación se cometa en ellos o durante el
procedimiento, que afecte las defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del
fallo; y que en términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracciones III, incisos
b) y c), y VII, de la Constitución Federal; 114, fracciones III, IV y V, de la Ley de
Amparo y 55, fracción IV, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
el juicio de amparo indirecto procede en contra de actos de Juntas o tribunales de
trabajo ejecutados en el juicio, fuera de él o después de concluido, que tengan
sobre las personas o las cosas una ejecución de imposible reparación, o que
afecten a personas extrañas al juicio.
Tesis: 2a./J. 91/2004 – Contradicción 67/2004
NULIDAD. EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL EL INCIDENTE PREVISTO EN
LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 762 DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
ÚNICAMENTE PROCEDE EN CONTRA DE LAS NOTIFICACIONES
PRACTICADAS CON VIOLACIÓN A LO ESTABLECIDO EN EL CAPÍTULO VII
DEL TÍTULO CATORCE DE LA LEY CITADA. De las consideraciones
sustentadas por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
resolver la contradicción de tesis 36/2002-SS, de la que derivó la jurisprudencia
2a./J. 65/2002, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XVI, julio de 2002, página 259, bajo el rubro: "NULIDAD DE
NOTIFICACIONES EN EL JUICIO LABORAL. ESTE INCIDENTE, RESPECTO DE
LAS PARTES QUE HAN COMPARECIDO, CONSTITUYE UN MEDIO
ORDINARIO DE DEFENSA Y DEBE AGOTARSE ANTES DE ACUDIR AL
AMPARO, EXCEPTO CUANDO LA PARTE AFECTADA SE ENTERA DESPUÉS
DEL LAUDO.", así como del significado en materia procesal laboral del concepto
"nulidad de actuaciones" (en forma genérica), se concluye que aun cuando el
artículo 762, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo, dispone que se tramitará
como incidente de previo y especial pronunciamiento, entre otras cuestiones, la
"nulidad", sin especificar a qué tipo se refiere, lo cierto es que relacionando dicho
precepto con el estudio conjunto de los artículos 739 a 751, 761 a 765, y
especialmente de lo dispuesto en el 752 de la propia ley, se advierte que el
legislador se refiere a la nulidad de las notificaciones, lo que se corrobora si se
atiende a los principios de economía, concentración y sencillez que rigen el
derecho procesal del trabajo previstos en el artículo 685, así como lo ordenado en
el artículo 848 de la ley de la materia, que dispone expresamente que las
resoluciones que dicten las Juntas no pueden ser invalidadas por medio de
defensa alguno, por lo que el incidente de nulidad previsto en el artículo 762,
fracción I, únicamente procede en relación con las notificaciones practicadas
durante el procedimiento laboral, en forma distinta a la regulada en el capítulo VII
del título catorce de la propia ley.

143. El artículo 951 de la Ley Federal del Trabajo establece: “En la


diligencia de requerimiento de pago y embargo se observarán las normas
siguientes: (...) VI. El Actuario, bajo su responsabilidad, embargará
únicamente los bienes necesarios para garantizar el monto de la condena, de
sus intereses y de los gastos de ejecución”. Ahora bien, ¿a qué intereses se
refiere la disposición trascrita?

Respuesta: Son aquellos que deriven de la ejecución tardía del laudo, esto
es, cuando no lo cumpla voluntariamente dentro de las setenta y dos horas
siguientes a la en que surta efectos su notificación.

No. Registro: 181,533


Jurisprudencia 2a./J. 70/2004
Contradicción de tesis
LAUDO. LOS INTERESES A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 951,
FRACCIÓN VI, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, SON LOS QUE
DERIVAN DE LA EJECUCIÓN TARDÍA DE AQUÉL, AUNQUE TAL PRECEPTO
NO CONCEDE ACCIÓN PARA DEMANDARLOS. La interpretación del citado
precepto permite establecer que los intereses que deben garantizarse en el
embargo ordenado por la Junta de Conciliación y Arbitraje, cuando el patrón no
efectúe el pago de las prestaciones a que fue condenado, son aquellos que
deriven de la ejecución tardía del laudo, esto es, cuando no lo cumpla
voluntariamente dentro de las setenta y dos horas siguientes a la en que surta
efectos su notificación. Ahora bien, el hecho de que el artículo 951, fracción VI, de
la Ley Federal del Trabajo no conceda acción para reclamarlos como prestación
en el juicio laboral y obtener una condena a su pago en el laudo que decida el
litigio, no significa que tales intereses se encuentran proscritos por la ley en otros
supuestos, de modo que habrá de atenderse a lo que dicha legislación establezca
en cada caso con relación a las prestaciones específicas que se reclamen, así
como a los acuerdos o convenios de las partes en los que tiene un lugar
preponderante su voluntad, quienes en uso de la libertad que les asiste para
determinar el contenido de estos actos jurídicos, pueden acordar el pago de
intereses, con las limitantes legales, ya que a favor del trabajador existen
dispositivos protectores como el que establece, entre otros, el artículo 111 de esa
ley.

144. Si existen irregularidades en el desahogo de la prueba de


inspección ocular en un juicio laboral, ¿a través de qué medio de
impugnación se puede combatir el desahogo de dicha prueba?

Respuesta: A través del juicio de amparo directo, dado que se trata de una
violación procesal

No. Registro: 182,125


Jurisprudencia 2a./J. 7/2004
Contradicción de tesis

PRUEBA DE INSPECCIÓN OCULAR EN EL PROCEDIMIENTO


LABORAL. SU ILEGAL DESAHOGO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN
PROCESAL RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO, SIN QUE LA FALTA DE
COMPARECENCIA DEL OFERENTE PARA REALIZAR OBJECIONES
IMPLIQUE EL CONSENTIMIENTO TÁCITO DE ESA TRANSGRESIÓN. De lo
dispuesto en las tesis de jurisprudencia 4a./J. 14 (Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Tomo IV, julio-diciembre de 1989, Primera Parte,
Pleno y Salas, página 337) y 2a./J. 74/2003, sustentadas, respectivamente, por la
anterior Cuarta Sala y por la actual Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, se advierte que el ilegal desahogo de la prueba de inspección ocular,
con independencia de que el oferente sea o no el quejoso, constituye una
violación procesal reclamable en amparo directo por ubicarse en la hipótesis
prevista en el artículo 159, fracción III, de la Ley de Amparo y que, por ende, la
concesión del amparo tendrá por efecto que se ordene la reposición del
procedimiento. En ese sentido, el hecho de que el oferente de la prueba no
comparezca a su desahogo para realizar objeciones u observaciones no debe
reputarse como un consentimiento tácito de dicha violación, toda vez que las
Juntas de Conciliación y Arbitraje, en términos del artículo 686 de la Ley Federal
del Trabajo, tienen facultad para corregir cualquier irregularidad u omisión que
notaren en la sustanciación del procedimiento, sin que ello implique que puedan
revocar sus propias resoluciones, por lo que es obvio que el oferente demuestra
su interés en el desahogo de la prueba al ofrecerla acompañada de los elementos
necesarios y, por tanto, no puede estimarse que consienta la violación procesal
derivada de su ilegal desahogo, si considera que el actuario no se ciñó a la forma
en que se ofreció y admitió tal medio de convicción, máxime que en materia
laboral no hay recursos dentro del procedimiento para remediar el desahogo ilegal
de pruebas.

145. El artículo 3, fracción VII, de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos establece: “VII. Las universidades y las demás
instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía,
tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas;
realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con
los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e
investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus
planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y
permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio. Las
relaciones laborales, tanto del personal académico como del administrativo,
se normarán por el apartado A del artículo 123 de esta Constitución, en los
términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo
conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que
concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los
fines de las instituciones a que esta fracción se refiere”. Ahora bien, de
acuerdo con la disposición legal transcrita, ¿qué autoridades son las
competentes para conocer de los conflictos laborales suscitados entre las
universidades a las que la ley les otorgue autonomía y sus trabajadores?

Respuesta: Las Juntas de Conciliación y Arbitraje, pues el hecho de que


las universidades sean autónomas, no significa que sus decisiones sean
inatacables.

No. Registro: 185,621


Jurisprudencia 2a./J. 102/2002
Contradicción de tesis

UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR


AUTÓNOMAS POR LEY. LOS CONFLICTOS ORIGINADOS CON MOTIVO DE
LAS RELACIONES LABORALES CON SU PERSONAL ADMINISTRATIVO Y
ACADÉMICO, DEBEN RESOLVERSE POR LAS JUNTAS DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE. Las relaciones de trabajo entre las universidades e instituciones de
educación superior autónomas por ley y su personal administrativo y académico,
están sujetas a las disposiciones del capítulo XVII, del título sexto de la Ley
Federal del Trabajo, pues si bien les corresponde exclusivamente a las propias
universidades o instituciones regular los aspectos académicos, dada la facultad
con que cuentan para fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia de
su personal académico, ello no implica que las decisiones que tomen en los
aspectos laborales con su personal, sean jurisdiccionalmente inatacables, pues
ese no es el alcance de la autonomía universitaria, ya que el artículo 3o.
constitucional establece que las relaciones jurídicas de las universidades públicas
autónomas con su personal académico y administrativo son de naturaleza laboral,
y deben sujetarse a lo establecido en el apartado A del artículo 123 de la propia
Norma Fundamental y a lo dispuesto en la Ley Federal del Trabajo. En tal virtud,
los conflictos entre dichas universidades y sus trabajadores se someterán a la
decisión de una Junta de Conciliación y Arbitraje, lo que de ningún modo implica
una violación a la autonomía universitaria en lo que se refiere al ingreso,
promoción y permanencia de su personal académico y administrativo, ya que el
régimen a que se hallan sujetas y que deriva de sus propias leyes orgánicas,
reglamentos y estatutos, no se menoscaba por el hecho de que sus controversias
laborales, aun las de orden académico y administrativo, se sujeten a los laudos de
las Juntas de Conciliación y Arbitraje, en virtud de que conforme al artículo 353-S
de la Ley Federal del Trabajo, dichas Juntas deben ajustar sus actuaciones y
laudos no sólo a la Ley Federal del Trabajo, sino también a las normas interiores,
estatutarias y reglamentarias de la institución autónoma correspondiente.

146. El trabajador actor en un juicio laboral promueve juicio de


amparo indirecto en contra de todo lo actuado en el juicio natural. Lo
anterior, porque no le fue notificado personalmente el primer auto en el que
se tuvo por admitida la demanda, sólo se celebró una audiencia y se dictó un
laudo desfavorable a sus intereses, dejándolo en estado de indefensión. En
esta hipótesis, ¿resulta procedente el juicio de amparo?

Respuesta: No, en virtud de que el actor no puede tener el carácter de


persona extraña al juicio laboral, ni por equiparación, pues fue el trabajador el que
promovió el juicio.

No. Registro: 193,763


Jurisprudencia 2a./J. 65/99
Contradicción de tesis

PERSONA EXTRAÑA AL JUICIO LABORAL, NO PUEDE TENER ESE


CARÁCTER EL ACTOR. El Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de
la Nación, ha determinado que la persona extraña al juicio es aquella que no ha
figurado en el juicio o en el procedimiento como parte en sentido material, pero
que sufre un perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin
haber tenido la oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las
actuaciones relativas, quedando incluido en este concepto, la parte que no fue
emplazada o que lo fue incorrectamente. Sin embargo este equiparamiento entre
quien no fue parte en el juicio y quien siéndolo no fue emplazado o lo fue
incorrectamente, no puede hacerse extensivo al actor, primero, porque éste sí fue
parte en el juicio y, segundo, porque no puede alegar el desconocimiento del
procedimiento, dado que fue él quien lo inició. Por tanto, si la Junta laboral, al
tratar de cumplir con la obligación contenida en el artículo 742, fracción I, de la Ley
Federal del Trabajo, de notificar personalmente el primer proveído al actor, no lo
hace en los términos establecidos en los artículos 743 y siguientes del propio
dispositivo legal, el actor no puede, so pretexto de ser extraño al juicio, quedar
eximido de tramitar el incidente de nulidad previsto en el artículo 752 de la propia
ley laboral.

147. En un juicio laboral seguido ante la Junta Local de Conciliación


y Arbitraje, la empresa demandada promueve el incidente de incompetencia.
Basa dicho incidente en que el juicio de que se trata es competencia de la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de acuerdo con el artículo 527,
fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo. Lo anterior porque se trata
de un conflicto entre una administradora de fondos para el retiro y su
trabajador, y esa empresa presta el servicio de manejo de cuentas
individuales de los trabajadores en términos de una ley federal (Ley del
Seguro Social) previa autorización de un órgano desconcentrado federal
(Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro). El artículo 527,
fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo dice: “La aplicación de las
normas de trabajo corresponde a las autoridades federales, cuando se trate
de: (...) II. Empresas: (...) Aquellas que actúen en virtud de un contrato o
concesión federal y las industrias que les sean conexas”. Ahora bien, en el
caso planteado ¿cómo calificaría el planteamiento de incompetencia
formulado por la demandada en el juicio laboral?

Respuesta: Infundado, dado que corresponde a la Junta Local de


Conciliación y Arbitraje conocer de los conflictos laborales surgidos entre una
empresa administradora de fondos para el retiro y sus trabajadores.

No. Registro: 193,273


Jurisprudencia 2a./J. 105/99
Reiteración de criterios

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS
LABORALES SURGIDOS ENTRE UNA EMPRESA ADMINISTRADORA DE
FONDOS PARA EL RETIRO Y SUS TRABAJADORES. El artículo 19 de la Ley
de los Sistemas de Ahorro para el Retiro regula la actividad a que se dedican las
administradoras de fondos relativas a dichos sistemas, estableciendo al respecto
que corresponde a éstas "el manejo de las cuentas individuales de los
trabajadores y canalizar los recursos de las subcuentas que las integran en
términos de las leyes de seguridad social, así como administrar sociedades de
inversión"; y que, para organizarse y operar, sólo requieren de una autorización de
la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, órgano
desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; en tal virtud, en
los conflictos laborales suscitados entre una empresa que se dedica a esta
actividad y sus trabajadores, la aplicación de las leyes del trabajo corresponde a
las autoridades locales, pues no se está en el caso previsto en el artículo 123,
apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso 2, de la Constitución General de la
República ni dentro de la hipótesis que prevé el artículo 527, fracción II, inciso 2,
de la Ley Federal del Trabajo, que establece la competencia federal cuando se
trate de empresas que actúan mediante un contrato o concesión federal.

148. En una ley estatal se establece un órgano administrativo


(Dirección General de Pensiones) que administra las aportaciones en materia
de seguridad social que enteran los órganos estatales o los ayuntamientos.
Asimismo, se regula un juicio contencioso administrativo ante un tribunal
administrativo local. Un trabajador de un ayuntamiento promueve un juicio
laboral en contra de esa dirección y del ayuntamiento, en virtud de la
determinación de la propia dirección de devolver al ayuntamiento
aportaciones pagadas en exceso. El ayuntamiento promueve un incidente de
incompetencia en el que hace valer que dicha controversia debe ser resuelta
por el tribunal administrativo local. El tribunal declara infundado el incidente
de incompetencia, pues considera que se trata de un conflicto laboral. En
este caso, ¿es jurídicamente correcta dicha determinación?

Respuesta: No, dado que el Tribunal de lo Administrativo es competente


para conocer de las controversias suscitadas entre la Dirección de Pensiones del
Estado y sus afiliados, relativas a las cuotas o aportaciones, por actuar en calidad
de autoridad.

No. Registro: 192,412


Jurisprudencia 2a./J. 14/2000
Contradicción de tesis

TRIBUNAL DE LO ADMINISTRATIVO DEL ESTADO DE JALISCO. ES


COMPETENTE PARA CONOCER DE LAS CONTROVERSIAS SUSCITADAS
ENTRE LA DIRECCIÓN DE PENSIONES DEL ESTADO Y SUS AFILIADOS,
RELATIVAS A LAS CUOTAS O APORTACIONES, POR ACTUAR EN CALIDAD
DE AUTORIDAD. Cuando se reclaman actos de la Dirección General de
Pensiones del Estado de Jalisco, derivados de las cotizaciones o aportaciones que
enteran los diversos órganos estatales o municipales con motivo de
compensaciones nominales, o de cualquier otra índole, es competente para
conocer y resolver la controversia planteada, el Tribunal de lo Administrativo del
Estado de Jalisco, en términos de lo que establecen los artículos 72 de la
Constitución Local; 57 y 67, fracción I, de la ley orgánica de la propia entidad
federativa; y, 2o., 3o., 76, 77 y 81, fracción I, de la Ley de Pensiones del Estado;
en virtud de que en tales hipótesis, la mencionada dirección actúa con el carácter
de autoridad y sus determinaciones se caracterizan por ser de carácter unilateral
acordes con su potestad administrativa; decisorias en cuanto a la materia que es
de su estricta y única competencia; modifican una situación jurídica ajena a la
relación laboral entre el servidor público y el órgano del Estado; y afectan la esfera
jurídica de los trabajadores afiliados a ella.

149. El artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Si el


documento privado consiste en copia simple o fotostática se podrá solicitar, en
caso de ser objetado, la compulsa o cotejo con el original; para este efecto, la
parte oferente deberá precisar el lugar donde el documento original se encuentre”.
Ahora bien, en el trámite de un incidente de nulidad se ofrece como prueba la
documental privada. Como ésta fue objetada, se solicita el cotejo de la copia
simple con su original en términos del artículo transcrito. En tal hipótesis, diga si el
referido cotejo debe realizarse necesariamente con el original del documento, o
también puede efectuarse con una copia certificada de éste por notario público.

Respuesta: Puede efectuarse con una copia certificada por notario


público.

No. Registro: 179,623


Jurisprudencia 2a./J. 2/2005
Contradicción de tesis

COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS POR NOTARIO PÚBLICO. A


LAS EXHIBIDAS EN EL JUICIO LABORAL DEBE DÁRSELES EL MISMO
TRATAMIENTO Y VALOR PROBATORIO EN CUANTO A SU CONTENIDO QUE
A LOS ORIGINALES. La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, en la tesis de jurisprudencia 2a./J. 16/2001, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001,
página 477, con el rubro: "COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS DE OTRAS
DE IGUAL ÍNDOLE, CUYO COTEJO O COMPULSA ORDENÓ LA JUNTA.
HACEN FE EN EL JUICIO LABORAL, YA QUE PRODUCEN CERTEZA DE QUE
SU CONTENIDO COINCIDE PLENAMENTE CON SU ORIGINAL, PUES ESA
CONFIABILIDAD SE LA OTORGA LA CERTIFICACIÓN, SALVO PRUEBA EN
CONTRARIO.", sostuvo que las copias fotostáticas certificadas tienen valor
probatorio no sólo cuando se expiden sustentándose en un documento original,
sino también cuando se efectúa con apoyo en una copia certificada por un
funcionario con fe pública que manifieste haber tenido el original a la vista y que
ambos documentos concuerdan en todas sus partes; asimismo, estableció que la
referencia que hace el artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo en el sentido de
que cuando se ofrezca como medio de prueba un documento privado consistente
en copia simple o fotostática se podrá solicitar, en caso de ser objetado, la
compulsa o cotejo con el original, no constituye un obstáculo para realizarse con
apoyo en una copia certificada, puesto que dicho precepto tiene el propósito de
precisar que el original es idóneo para el cotejo, pero no impide que se lleve a
cabo con una copia certificada. En congruencia con tal criterio, se concluye que a
las copias fotostáticas certificadas por Notario Público exhibidas en el juicio laboral
se les debe dar, en cuanto a su contenido, el mismo tratamiento y valor probatorio
que al documento original, sin que ello signifique que ese documento sea apto
para demostrar el fin que se persigue, pues ello dependerá de las objeciones o a
la apreciación que en derecho haga la Junta en su resolución.

189990
9a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XIII, Abril de 2001; Pág. 477; [J];
COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS DE OTRAS DE IGUAL ÍNDOLE,
CUYO COTEJO O COMPULSA ORDENÓ LA JUNTA. HACEN FE EN EL JUICIO
LABORAL, YA QUE PRODUCEN CERTEZA DE QUE SU CONTENIDO
COINCIDE PLENAMENTE CON SU ORIGINAL, PUES ESA CONFIABILIDAD SE
LA OTORGA LA CERTIFICACIÓN, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO. Las
copias fotostáticas certificadas expedidas por la autoridad laboral tienen pleno
valor probatorio no sólo cuando su expedición se realiza sustentándose en un
documento original, sino también cuando se efectúa con apoyo en una copia
certificada extendida por un funcionario público con fe pública que manifieste
haber tenido el original a la vista y que ambos documentos concuerdan en todas
sus partes. Ello es así, tomando en consideración, por una parte, el principio
general para la valoración de pruebas contenido en el artículo 841 de la Ley
Federal del Trabajo, que consiste en que las Juntas gozan de facultades para
dictar sus laudos a verdad sabida y buena fe guardada, sin necesidad de sujetarse
a reglas sobre la estimación de pruebas, apreciando los hechos según sus
miembros lo crean debido en conciencia, pero siempre expresando las razones,
motivos y fundamentaciones lógicas, esto es, sin llegar a conclusiones
dogmáticas; y, por la otra, que la referencia que hace el artículo 798 de la ley de la
materia en el sentido de que cuando se ofrezca como medio de prueba un
documento privado consistente en copia simple o fotostática se podrá solicitar, en
caso de ser objetado, la compulsa o cotejo con el original, de modo alguno
constituye un obstáculo para que dicha compulsa pueda realizarse con apoyo en
una copia certificada, puesto que tal señalamiento únicamente tiene el propósito
de precisar que aquel documento sirve de prueba idónea para el cotejo, pero de
ninguna manera el de impedir que la compulsa se lleve a cabo con una copia
certificada, ya que no debe pasar inadvertido que ésta produce certeza de que su
contenido coincide plenamente con su original, pues esa confiabilidad se la otorga
la certificación, salvo prueba en contrario. En estas condiciones, cuando la copia
simple o fotostática sea una reproducción del original y esté autenticada por un
funcionario con fe pública hacen igual fe que el original, lo que encuentra apoyo,
en lo esencial, en la jurisprudencia de la anterior Cuarta Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación,
Séptima Época, Volúmenes 181-186, Quinta Parte, página 69, de rubro: "COPIAS
FOTOSTÁTICAS, VALOR PROBATORIO DE LAS. REQUISITO DE FORMA.",
que establece que: "No se le puede conceder valor probatorio alguno a las
pruebas documentales fotostáticas cuando son objetadas según lo ordena el
artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo vigente, si al ofrecerlas no se cumple
con los requisitos de forma, como son el que se acompañen de su original; a falta
de este último, el que se ofrezca su cotejo con su original; a falta del citado cotejo,
el que la propia documental fotostática se encuentre certificada por un funcionario
con fe pública que manifieste haber tenido el original a la vista y que ambos
concuerdan en todas sus partes.
150. En un juicio laboral, la Junta requiere al patrón la exhibición de
ciertos documentos originales a fin de cotejar una copia simple ofrecida por
el trabajador, en virtud de la objeción presentada por aquél. La junta
apercibe al patrón que en caso de no dar cumplimiento a ese requerimiento
tendrá como auténtica la copia exhibida por el trabajador. Señale si dicho
apercibimiento puede considerarse como un acto dentro de juicio de
imposible reparación y, en su caso, si es impugnable en amparo indirecto.

Respuesta: No, dado que se trata de una violación procesal reclamable en


amparo directo

No. Registro: 185,101


Jurisprudencia 2a./J. 151/2002
Contradicción de tesis

PRUEBA DOCUMENTAL EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. EL


APERCIBIMIENTO QUE REALICE LA JUNTA DE CONCILIACIÓN Y
ARBITRAJE AL ORDENAR LA PRÁCTICA DEL COTEJO O COMPULSA,
CONSISTENTE EN TENER COMO AUTÉNTICO EL DOCUMENTO OBJETADO
EN CASO DE NO EXHIBIRSE SU ORIGINAL, EN HIPÓTESIS DIVERSAS A LAS
PREVISTAS EN LOS ARTÍCULOS 784, 804 Y 805 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL
PROCEDIMIENTO. Los citados preceptos contemplan la obligación probatoria que
en materia laboral se encuentra establecida para la parte patronal, en relación con
determinados aspectos de la controversia, así como los supuestos en los que
tratándose de la no exhibición de documentos en el juicio puede apercibirse a una
de las partes en el procedimiento laboral y los alcances de ese apercibimiento. En
ese tenor, debe concluirse que fuera de las hipótesis previstas en los invocados
artículos, el apercibimiento que realice la Junta de Conciliación y Arbitraje al
ordenar la práctica del cotejo o compulsa, consistente en tener como auténtico el
documento objetado en caso de no exhibirse su original carece de fundamento
jurídico y, por ende, constituye una violación a las leyes del procedimiento, en la
inteligencia de que dicha transgresión procesal sólo daría lugar al otorgamiento de
la protección constitucional en caso de que trascendiera al resultado del laudo y,
además, afectara las defensas del quejoso.

151. El artículo 744 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Las


ulteriores notificaciones personales se harán al interesado o persona
autorizada para ello, el mismo día en que se dicte la resolución si concurre al
local de la Junta o en el domicilio que hubiese designado y si no se hallare
presente, se le dejará una copia de la resolución autorizada por el Actuario;
si la casa o local está cerrado, se fijará la copia en la puerta de entrada o en
el lugar de trabajo”. Ahora bien, diga si de conformidad con el criterio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, las notificaciones personales
posteriores a la primera podrán practicarse al interesado si concurre al local
de la junta el mismo día en que se emita la resolución que se notifica o en
días posteriores a dicha fecha.
Respuesta: Las ulteriores notificaciones personales pueden practicarse,
válidamente, en el local de la Junta si el interesado o su autorizado comparecen a
darse por notificados, con independencia de que se realicen el mismo día o en una
fecha posterior a la del dictado de la resolución.

No. Registro: 185,358


Jurisprudencia 2a./J. 136/2002
Contradicción de tesis

NOTIFICACIONES PERSONALES ULTERIORES EN EL


PROCEDIMIENTO LABORAL, PUEDEN PRACTICARSE, VÁLIDAMENTE, EN
EL LOCAL DE LA JUNTA, SI EL INTERESADO O SU AUTORIZADO
COMPARECEN ANTE ELLA, SIN QUE SEA ÓBICE EL QUE SE REALICEN EL
MISMO DÍA O EN UNA FECHA POSTERIOR A LA DEL DICTADO DE LA
RESOLUCIÓN. De la aplicación de la literalidad del artículo 744 de la Ley Federal
del Trabajo, que establece que las ulteriores notificaciones personales se harán al
interesado o persona autorizada para ello, el mismo día en que se dicte la
resolución si concurre al local de la Junta o en el domicilio que hubiese designado,
no se advierte restricción alguna en el sentido de que esas notificaciones sólo
puedan realizarse en el local de la Junta el mismo día en que se dicta la resolución
que se trata de comunicar al interesado. Lo anterior es así, pues la única intención
del legislador fue dejar en claro que ese tipo de notificaciones se hagan el mismo
día si aquél o su autorizado acuden a notificarse, en virtud de que el procedimiento
laboral es predominantemente oral y las Juntas tienen el deber de tomar las
medidas necesarias para lograr la mayor economía, concentración y sencillez del
proceso, por lo que las ulteriores notificaciones personales pueden practicarse,
válidamente, en el local de la Junta si el interesado o su autorizado comparecen a
darse por notificados, con independencia de que se realicen el mismo día o en una
fecha posterior a la del dictado de la resolución, ya que la finalidad de la
notificación es que ellos se enteren de dicha resolución, lo que se logra a plenitud
si la diligencia se entiende directamente con su destinatario.

152. El artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo establece: “(...) Si en


el juicio correspondiente no comprueba el patrón la causa de la rescisión, el
trabajador tendrá derecho, además, cualquiera que hubiese sido la acción
intentada, a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del
despido hasta que se cumplimente el laudo”. En un juicio laboral se condena
al patrón a pagar la indemnización constitucional y salarios caídos desde la
fecha del despido. Durante la ejecución del laudo, fallece el trabajador. En tal
hipótesis, ¿cuál es la fecha hasta la que deben pagarse los salarios caídos, a
cuyo pago fue condenado el patrón?

Respuesta: Hasta la fecha en que ocurrió el deceso.

No. Registro: 188,358


Jurisprudencia 2a./J. 53/2001
Contradicción de tesis

SALARIOS CAÍDOS. CUANDO EL TRABAJADOR FALLECE ANTES


DEL CUMPLIMIENTO DEL LAUDO O RESOLUCIÓN RESPECTIVA, EL
CÁLCULO DEL MONTO DEL PAGO DEBE COMPRENDER HASTA LA FECHA
EN QUE OCURRIÓ EL DECESO. El pago de los salarios caídos, establecido en el
artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, supone la existencia de una relación
laboral cuyo desarrollo normal fue impedido por causas imputables al patrón. Sin
embargo, si bien es cierto que durante el lapso transcurrido entre el despido y el
cumplimiento de la resolución que ordene la reinstalación en el empleo, o bien, la
indemnización correspondiente, el trabajador está en condiciones de prestar sus
servicios y cuando no lo hace por motivos atribuibles al patrón, éste se ve obligado
a pagar el salario que en condiciones normales se hubiera generado en su favor,
también lo es que el fallecimiento de aquél significa que no está ya en condiciones
de prestar servicio alguno, extinguiéndose, por tanto, cualquier posible relación de
trabajo y, por ende, la obligación del patrón de remunerar un trabajo que no le
puede ya ser prestado sin que el motivo, en este caso, pueda serle imputado, por
lo que es inconcuso que el pago de los salarios caídos, cuando el trabajador
fallece antes de que se cumplimente el laudo o resolución respectiva, deberá
hacerse a sus herederos o causahabientes efectuándose el cálculo del monto
respectivo únicamente hasta la fecha en que ocurrió el deceso.

153. De conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿en qué casos las copias
certificadas expedidas por el secretario de la junta tienen valor probatorio
pleno?

Respuesta: En todos los casos, ya que producen certeza de que su


contenido coincide plenamente con su original, pues esa confiabilidad se la otorga
la certificación, salvo prueba en contrario.

No. Registro: 189,990


Jurisprudencia 2a./J. 16/2001
Contradicción de tesis

COPIAS FOTOSTÁTICAS CERTIFICADAS DE OTRAS DE IGUAL


ÍNDOLE, CUYO COTEJO O COMPULSA ORDENÓ LA JUNTA. HACEN FE EN
EL JUICIO LABORAL, YA QUE PRODUCEN CERTEZA DE QUE SU
CONTENIDO COINCIDE PLENAMENTE CON SU ORIGINAL, PUES ESA
CONFIABILIDAD SE LA OTORGA LA CERTIFICACIÓN, SALVO PRUEBA EN
CONTRARIO. Las copias fotostáticas certificadas expedidas por la autoridad
laboral tienen pleno valor probatorio no sólo cuando su expedición se realiza
sustentándose en un documento original, sino también cuando se efectúa con
apoyo en una copia certificada extendida por un funcionario público con fe pública
que manifieste haber tenido el original a la vista y que ambos documentos
concuerdan en todas sus partes. Ello es así, tomando en consideración, por una
parte, el principio general para la valoración de pruebas contenido en el artículo
841 de la Ley Federal del Trabajo, que consiste en que las Juntas gozan de
facultades para dictar sus laudos a verdad sabida y buena fe guardada, sin
necesidad de sujetarse a reglas sobre la estimación de pruebas, apreciando los
hechos según sus miembros lo crean debido en conciencia, pero siempre
expresando las razones, motivos y fundamentaciones lógicas, esto es, sin llegar a
conclusiones dogmáticas; y, por la otra, que la referencia que hace el artículo 798
de la ley de la materia en el sentido de que cuando se ofrezca como medio de
prueba un documento privado consistente en copia simple o fotostática se podrá
solicitar, en caso de ser objetado, la compulsa o cotejo con el original, de modo
alguno constituye un obstáculo para que dicha compulsa pueda realizarse con
apoyo en una copia certificada, puesto que tal señalamiento únicamente tiene el
propósito de precisar que aquel documento sirve de prueba idónea para el cotejo,
pero de ninguna manera el de impedir que la compulsa se lleve a cabo con una
copia certificada, ya que no debe pasar inadvertido que ésta produce certeza de
que su contenido coincide plenamente con su original, pues esa confiabilidad se la
otorga la certificación, salvo prueba en contrario. En estas condiciones, cuando la
copia simple o fotostática sea una reproducción del original y esté autenticada por
un funcionario con fe pública hacen igual fe que el original, lo que encuentra
apoyo, en lo esencial, en la jurisprudencia de la anterior Cuarta Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Época, Volúmenes 181-186, Quinta Parte, página 69, de
rubro: "COPIAS FOTOSTÁTICAS, VALOR PROBATORIO DE LAS. REQUISITO
DE FORMA.", que establece que: "No se le puede conceder valor probatorio
alguno a las pruebas documentales fotostáticas cuando son objetadas según lo
ordena el artículo 798 de la Ley Federal del Trabajo vigente, si al ofrecerlas no se
cumple con los requisitos de forma, como son el que se acompañen de su original;
a falta de este último, el que se ofrezca su cotejo con su original; a falta del citado
cotejo, el que la propia documental fotostática se encuentre certificada por un
funcionario con fe pública que manifieste haber tenido el original a la vista y que
ambos concuerdan en todas sus partes.".

154. Lea los siguientes artículos de la Ley Federal del Trabajo: “Art.
365. Los sindicatos deben registrarse en la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social en los casos de competencia federal y en las Juntas de Conciliación y
Arbitraje en los de competencia local, a cuyo efecto remitirán por duplicado:
(...) III. Copia autorizada de los estatutos; y IV. Copia autorizada del acta de la
asamblea en que se hubiese elegido la directiva.- Los documentos a que se
refieren las fracciones anteriores serán autorizados por el Secretario
General, el de Organización y el de Actas, salvo lo dispuesto en los
estatutos”. “Artículo 377. Son obligaciones de los sindicatos: (...) II.
Comunicar a la autoridad ante la que estén registrados, dentro de un término
de diez días, los cambios de su directiva y las modificaciones de los
estatutos, acompañando por duplicado copia autorizada de las actas
respectivas”. Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia de la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿en qué casos
la autoridad que conozca del registro de la directiva de un sindicato (toma de
nota) tiene facultad para verificar si el procedimiento de cambio o elección
de la directiva se apegó a las reglas estatutarias?

Respuesta: En todos los casos, a fin de verificar si el procedimiento de


cambio o elección de directiva se apegó a las reglas estatutarias que reflejan la
libre voluntad de los agremiados, ya que la certificación confiere no sólo la
administración del patrimonio del sindicato, sino la defensa de sus agremiados.

No. Registro: 191,095


Jurisprudencia 2a./J. 86/2000
Contradicción de tesis

SINDICATOS. LA AUTORIDAD LABORAL TIENE FACULTAD PARA


COTEJAR LAS ACTAS DE ASAMBLEA RELATIVAS A LA ELECCIÓN O
CAMBIO DE LA DIRECTIVA, A FIN DE VERIFICAR SI EL PROCEDIMIENTO SE
APEGÓ A LOS ESTATUTOS O, SUBSIDIARIAMENTE, A LA LEY FEDERAL
DEL TRABAJO. Es cierto que en la Ley Federal del Trabajo no existe ningún
precepto legal que faculte de manera expresa a la autoridad del trabajo encargada
de tomar nota del cambio de directiva de los sindicatos, para cotejar si las actas y
documentos que le presentan los representantes sindicales se ajustan, o no, a las
reglas estatutarias; sin embargo, tal facultad se infiere con claridad de la
interpretación armónica y concatenada de los artículos 365, fracción III, 371 y 377,
fracción II, de la Ley Federal del Trabajo, en cuanto establecen que para obtener
su registro, los sindicatos deben exhibir copia de sus estatutos, los cuales deben
reglamentar los puntos fundamentales de la vida sindical y que deben comunicar
los cambios de su directiva "acompañando por duplicado copia autorizada de las
actas respectivas"; requisitos que, en conjunto, justifican que la autoridad laboral
verifique si el procedimiento de cambio o elección de directiva se apegó a las
reglas estatutarias que reflejan la libre voluntad de los agremiados, máxime si se
toma en consideración la gran importancia de la toma de nota, ya que la
certificación confiere a quienes se les otorga no sólo la administración del
patrimonio del sindicato, sino la defensa de sus agremiados y la suerte de los
intereses sindicales. En tal virtud, no es exacto que ese cotejo constituya una
irrupción de la autoridad en demérito de la libertad sindical consagrada en la Carta
Fundamental, y tampoco es verdad que la negativa a tomar nota y expedir la
certificación anule la elección, pues esto sólo podría ser declarado por una Junta
de Conciliación y Arbitraje, oyendo a los afectados a través de un juicio, quienes
en todo caso, podrán impugnar esa negativa a través del juicio de garantías.

155. En una entidad federativa se crea un organismo descentralizado


que se encargará de la prestación de los servicios de salud. Algunos
trabajadores de la Secretaría de Salud son transferidos al organismo
descentralizado. Ahora bien, ¿qué autoridad es competente para conocer los
conflictos suscitados entre el organismo descentralizado y los trabajadores
que le fueron transferidos de la administración pública centralizada?

Respuesta: La Junta local de Conciliación y Arbitraje, por el cambio de


régimen jrídico.
No. Registro: 192,338
Jurisprudencia 2a./J. 13/2000
Reiteración de criterios

COMPETENCIA. SE SURTE A FAVOR DE LA JUNTA LOCAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE TRATÁNDOSE DE CONFLICTOS ENTRE
SERVICIOS DE SALUD DEL ESTADO DE TAMAULIPAS Y SUS
TRABAJADORES. El organismo público descentralizado que se denomina
"Servicios de Salud del Estado de Tamaulipas" fue creado mediante decreto
publicado en el Periódico Oficial del Estado el veintidós de enero de mil
novecientos noventa y siete, y sustituyó como titular de la relación laboral a la
Secretaría de Salud con los trabajadores transferidos a dicho organismo; sin
embargo, esa situación no debe llevar a determinar competente al Tribunal de
Arbitraje de los Trabajadores del Gobierno del Estado de Tamaulipas que
únicamente puede resolver las controversias que se susciten entre el Gobierno del
Estado y sus trabajadores, pero no respecto de aquellas en que se involucren
organismos descentralizados, los cuales no pueden estar sujetos a una legislación
burocrática estatal.

No. Registro: 192,339


Jurisprudencia 2a./J. 12/2000
Reiteración de criterios

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CONOCER DE LA DEMANDA INTERPUESTA
POR UN TRABAJADOR EN CONTRA DEL INSTITUTO DE SALUD PÚBLICA
DEL ESTADO DE GUANAJUATO. Conforme a lo establecido en el Acuerdo de
Coordinación para la Descentralización de los Servicios de Salud en el Estado de
Guanajuato, que celebraron el veinte de agosto de mil novecientos noventa y seis
las Secretarías de Salud, de Hacienda y Crédito Público, de Contraloría y
Desarrollo Administrativo, integrantes del Ejecutivo Federal, y el Estado de
Guanajuato; y en el Decreto Número 48 emitido por el gobernador del propio
Estado el veintidós de noviembre del propio año, al citado organismo público
descentralizado, le fueron transferidas las funciones en materia de prestación de
servicios de salud, incluyendo los recursos humanos necesarios para ello,
disponiéndose que esta entidad es la titular de la nueva relación de trabajo y que a
su secretario técnico corresponde nombrar y remover, previo acuerdo del
presidente del consejo general, a los servidores públicos adscritos a ella. De ello
se sigue que la relación equiparada de los trabajadores dedicados a la prestación
de servicios de salud que laboraban tanto para la Secretaría de Salud, integrante
del Ejecutivo Federal, como para la propia secretaría de carácter local, que fueron
transferidos al organismo descentralizado, sufrió una trascendental modificación,
pues el régimen jurídico que rige tal vínculo dejó de ser el previsto en los artículos
123, apartado B, en el ámbito federal, y 116, fracción VI, en el ámbito local, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, siendo ahora el diverso
régimen previsto en el apartado A del primero de los preceptos antes citados, por
lo que, para conocer de los conflictos que se susciten entre el Instituto de Salud
Pública del Estado de Guanajuato y sus trabajadores, resulta competente la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje, en razón de que por la naturaleza de aquel
organismo y de las funciones que realiza, no se actualiza alguna de las hipótesis
de excepción que surten la competencia federal. No es obstáculo a lo anterior, el
que la regulación ordinaria aplicable para regir el vínculo laboral en comento, se
constituya por disposiciones de carácter burocrático, bien sea de carácter federal o
local, pues de la interpretación de lo dispuesto en los artículos 73, fracción X,
última parte; 116, párrafo primero y fracción VI; y, 123, apartados A y B, de la
propia Constitución, esta Suprema Corte de Justicia ha determinado que las
relaciones laborales de tal naturaleza se rigen, necesariamente, por el citado
apartado A y no por el régimen burocrático, que es de excepción.

156. El artículo 803 de la Ley Federal del Trabajo establece: “Cada


parte exhibirá los documentos u objetos que ofrezca como prueba para que
obren en autos. Si se trata de informes, o copias, que deba expedir alguna
autoridad, la Junta deberá solicitarlos directamente”. Ahora bien, si alguna
de las partes ofrece la documental pública consistente en algunas de las
actuaciones que obran en un expediente que se encuentra en los archivos
de la junta, en este caso la oferente, ¿debe necesariamente exhibir copia
certificada de dichas actuaciones?

Respuesta: No es necesario que el oferente exhiba copia certificada de


dichas actuaciones, dado que la Junta tiene la facultad de poder ordenar, con
citación de las partes, el examen de aquellos documentos que tenga a la vista, si
ésta es apta para el esclarecimiento de la verdad, con independencia de que el
oferente de la prueba no hubiera acompañado copia certificada de esas
actuaciones.

No. Registro: 193,031


Jurisprudencia 2a./J. 121/99
Contradicción de tesis

DOCUMENTAL PÚBLICA CONSISTENTE EN EXPEDIENTES QUE SE


ENCUENTRAN EN LOS ARCHIVOS DE LA MISMA JUNTA QUE CONOCE DEL
ASUNTO. SU OFRECIMIENTO Y ADMISIÓN DEBEN SATISFACER LOS
REQUISITOS LEGALES QUE ESTABLECE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO,
ATENDIENDO A LOS PRINCIPIOS DE ECONOMÍA Y SENCILLEZ DEL
PROCESO. Los artículos del 795 al 801, 803, 806, 807 y del 810 al 812, de la Ley
Federal del Trabajo, establecen diversas formas específicas y requisitos
relacionados con el ofrecimiento y admisión de la prueba documental pública en
una controversia laboral, que deben cumplirse. No obstante, de la interpretación
lógica y sistemática de lo dispuesto por los artículos 685, 687, 776, 782 y 783 de la
Ley Federal del Trabajo, se infiere que por regla general la Junta de Conciliación y
Arbitraje tiene la obligación de tomar las medidas necesarias para lograr la mayor
economía, concentración y sencillez del proceso laboral, en las que quedan
comprendidos los requisitos y forma determinada respecto del ofrecimiento y
admisión de una prueba documental pública, consistente en las actuaciones
contenidas en diverso juicio, cuyo expediente obra en los archivos de la misma
Junta, pues si la ley le concede la facultad de poder ordenar el examen de
documentos, objetos y lugares y, en general, para practicar las diligencias que
juzgue conveniente para el esclarecimiento de la verdad, es porque las partes
interesadas tienen el derecho de ofrecer el examen de documentos que puede
consistir en la revisión de un diverso expediente relativo a distinto juicio, máxime si
dicha prueba no es contraria a la moral o al derecho, tiene relación con los hechos
controvertidos y fue ofrecida en la audiencia. Por consiguiente, aun cuando el
oferente de la prueba no hubiera acompañado copia certificada de esas
actuaciones, o bien, copias simples de las mismas, pidiendo el cotejo o compulsa,
la Junta tiene la facultad de poder ordenar, con citación de las partes, el examen
de aquellos documentos que tenga a la vista, si ésta es apta para el
esclarecimiento de la verdad; de ahí que si el ofrecimiento y admisión de una
prueba en una controversia laboral, consistente en el examen de las actuaciones
contenidas en diverso juicio, cuyo expediente obra en los archivos de la misma
Junta, se lleva a cabo con citación de las partes, tal actuación es legal, pues se
encuentra regulada por las disposiciones generales que también comprenden el
ofrecimiento, admisión y desahogo de una prueba documental pública de esa
clase.

157. El artículo 825, fracción II, de la Ley Federal del Trabajo


establece: “En el desahogo de la prueba pericial se observarán las
disposiciones siguientes: I. Cada parte presentará personalmente a su perito
el día de la audiencia, salvo el caso previsto en el artículo anterior; II. Los
peritos protestarán de desempeñar su cargo con arreglo a la Ley e
inmediatamente rendirán su dictamen; a menos que por causa justificada
soliciten se señale nueva fecha para rendir su dictamen; III. La prueba se
desahogará con el perito que concurra, salvo el caso de la fracción II del
artículo que antecede, la Junta señalará nueva fecha, y dictará las medidas
necesarias para que comparezca el perito; IV. Las partes y los miembros de
la Junta podrán hacer a los peritos las preguntas que juzguen conveniente; y
V. En caso de existir discrepancia en los dictámenes, la Junta designará un
perito tercero”. Ahora bien, ¿la formalidad prevista en este artículo que exige
la comparecencia personal del perito ante la junta para protestar su cargo,
es aplicable a todos los peritos que intervengan en un juicio laboral?

Respuesta: Si, es aplicable a todos los peritos

No. Registro: 193,894


Jurisprudencia 2a./J. 42/99
Contradicción de tesis

PERITOS. LA FORMALIDAD DE SU COMPARECENCIA PERSONAL A


PROTESTAR SU CARGO ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 825, FRACCIÓN II,
DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO, ES APLICABLE A TODOS LOS
PERITOS. El artículo 825 de la Ley Federal del Trabajo, que establece el orden y
las reglas a las que se sujetará el desahogo de la prueba pericial, consigna en su
fracción II, como presupuesto inicial, la obligación de los peritos de protestar el
desempeño de su cargo con arreglo a la ley. Este requisito, por el hecho de
encontrarse consignado en una fracción previa a la que establece la procedencia
de la designación del perito tercero en discordia, en caso de existir discrepancia
en los dictámenes de los peritos de las partes, no significa que sea inaplicable al
perito tercero, pues las reglas que establece el artículo 825 referido deben ser
respetadas tanto por los peritos de las partes, como por el tercero en discordia,
dado que no hay motivo para establecer que los peritos terceros están sujetos a
un régimen procesal distinto del que atañe a los peritos de las partes. Además, la
protesta constituye una formalidad relevante por sus efectos, ya que trae consigo
el perfeccionamiento de la designación mediante la aceptación del cargo y la
vinculación a que el perito se sujetará en el desempeño de su labor a las
obligaciones que la ley le impone, a saber, la de manifestar sus conocimientos
sobre la ciencia, técnica o arte relativa, de acuerdo al cuestionamiento que se le
formule, con estricto apego a la verdad y con imparcialidad, incurriendo en
responsabilidad en caso contrario. Por ello, debe considerarse que la protesta del
desempeño del cargo con arreglo a la ley constituye una formalidad esencial para
el desahogo de la prueba pericial, aplicable a todos los peritos, sean designados
por las partes o por la Junta, en este último caso ya sea que nombre al que
corresponda al trabajador en los casos en que así procede previstos en el artículo
824 de la propia ley o al perito tercero en discordia, y si, para realizarla, el
legislador consideró necesaria su comparecencia personal al consignarlo así en la
fracción II del artículo 825, no existe razón alguna para hacer una diferenciación al
respecto atendiendo a si la designación del perito procede de las partes o de la
Junta, de acuerdo al principio jurídico de que donde la ley no distingue no tiene por
qué hacerse distinción alguna, máxime si, conforme a lo señalado, tal protesta
constituye una formalidad esencial que debe cumplir todo perito.

158. El artículo 123, apartado B, fracción X, de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos establece: “(...) El Congreso de la Unión,
sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo,
las cuales regirán: B.- Entre los Poderes de la Unión, el Gobierno del Distrito
Federal y sus trabajadores: X. Los trabajadores tendrán el derecho de
asociarse para la defensa de sus intereses comunes (...)”. Ahora bien, ¿las
disposiciones legales o estatutarias que establecen la existencia de un
sindicato único de trabajadores al servicio de una dependencia pública
vulneran la garantía social de libertad sindical?

Respuesta: Si, porque está prohibida la sindicación única

No. Registro: 193,868


Jurisprudencia P./J. 43/99
Reiteración de criterios

SINDICACIÓN ÚNICA. LAS LEYES O ESTATUTOS QUE LA PREVÉN,


VIOLAN LA LIBERTAD SINDICAL CONSAGRADA EN EL ARTÍCULO 123,
APARTADO B, FRACCIÓN X, CONSTITUCIONAL. El artículo 123 constitucional
consagra la libertad sindical con un sentido pleno de universalidad, partiendo del
derecho personal de cada trabajador a asociarse y reconociendo un derecho
colectivo, una vez que el sindicato adquiere existencia y personalidad propias.
Dicha libertad debe entenderse en sus tres aspectos fundamentales: 1. Un
aspecto positivo que consiste en la facultad del trabajador para ingresar a un
sindicato ya integrado o constituir uno nuevo; 2. Un aspecto negativo, que implica
la posibilidad de no ingresar a un sindicato determinado y la de no afiliarse a
sindicato alguno; y 3. La libertad de separación o renuncia de formar parte de la
asociación. Ahora bien, el mandamiento de un solo sindicato de burócratas por
dependencia gubernativa que establezcan las leyes o estatutos laborales, viola la
garantía social de libre sindicación de los trabajadores prevista en el artículo 123,
apartado B, fracción X, de la Constitución Federal de la República, toda vez que al
regular la sindicación única restringe la libertad de asociación de los trabajadores
para la defensa de sus intereses.

159. Lea los siguientes artículos de la Ley Federal del Trabajo:


“Artículo 151. Cuando las habitaciones se den en arrendamiento a los
trabajadores, la renta no podrá exceder del medio por ciento mensual del
valor catastral de la finca y se observarán las normas siguientes: (...) II. Los
trabajadores tienen las obligaciones siguientes: (...) b). Cuidar de la
habitación como si fuera propia”. “Artículo 892. Las disposiciones de este
Capítulo rigen la tramitación de los conflictos que se susciten con motivo de
la aplicación de los artículos 5o., fracción III; 28, fracción III; 151; 153,
fracción X; 158; 162; 204, fracción IX; 209, fracción V; 210; 236, fracciones II y
III; 389; 418; 425, fracción IV; 427, fracciones I, II y VI; 434, fracciones I, III y V;
439; 503 y 505 de esta Ley y los conflictos que tengan por objeto el cobro de
prestaciones que no excedan del importe de tres meses de salarios”. En un
juicio laboral se absuelve al patrón de reinstalar al trabajador por considerar
que el despido fue justificado. Posteriormente, mediante el procedimiento
especial, el patrón reclama de quien fue su trabajador la entrega de la
habitación que le otorgó en comodato mientras durara la relación laboral.
Ahora bien, diga a través de que medio de impugnación puede combatirse el
laudo dictado en el referido procedimiento especial.

Respuesta: A través del juicio de amparo directo por tratarse de un laudo.

No. Registro: 187,527


Jurisprudencia 2a./J. 19/2002
Contradicción de tesis

HABITACIONES A TRABAJADORES OTORGADAS EN


ARRENDAMIENTO O COMODATO MIENTRAS DURA LA RELACIÓN
LABORAL. PROCEDE EL AMPARO DIRECTO CONTRA LA RESOLUCIÓN DE
LA JUNTA CON QUE CULMINA EL PROCEDIMIENTO ESPECIAL DE
DEVOLUCIÓN. El procedimiento especial que de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 892 de la Ley Federal del Trabajo debe tramitarse acorde con las
normas que lo regulan, cuando el patrón ejerce la pretensión que le asiste en
términos del artículo 151, fracción II, inciso d), del mismo ordenamiento legal, con
el fin de que, con motivo de la terminación de la relación laboral, le sea devuelta la
posesión de las habitaciones que dio en arrendamiento o en comodato a los que le
prestaron un trabajo personal subordinado, constituye un verdadero juicio que se
inicia con una demanda y se desarrolla en una sola audiencia, donde las partes
tienen oportunidad, en caso de no llegar a un arreglo conciliatorio, de exponer lo
que a su derecho convenga, de precisar sus peticiones, de ofrecer y rendir
pruebas y de formular alegatos y concluye con una resolución en la que la Junta
decide sobre el fondo del conflicto al que se contrae la litis natural, en la cual será
materia de debate tanto la insubsistencia del vínculo laboral como el origen de la
posesión que del inmueble relativo detenta el trabajador, por lo que no existe
motivo alguno para considerar que el laudo respectivo es impugnable en amparo
indirecto, ya que al tener por objeto dirimir una precisa y autónoma controversia
que no tiene como finalidad concretar las consecuencias jurídicas de un diverso
laudo, no puede analogarse a un acto dictado fuera de juicio o en ejecución de
sentencia, para efectos de lo dispuesto en el artículo 114, fracción III, de la Ley de
Amparo. Por tanto, debe concluirse que las resoluciones que emite la Junta de
Conciliación y Arbitraje competente en los referidos procedimientos especiales
tienen las características de un laudo en términos de la fracción III del artículo 837
de la ley en cita, por cuanto deciden sobre el fondo del conflicto planteado, sin que
admitan ningún recurso a virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas, de
manera tal que en su contra procede el amparo directo ante el Tribunal Colegiado
de Circuito que corresponda, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 107,
fracciones III, inciso a) y V, inciso d), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y 44, 46 y 158 de la Ley de Amparo.

160. El artículo 827 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “La parte
que ofrezca la inspección deberá precisar el objeto materia de la misma; el
lugar donde debe practicarse; los períodos que abarcará y los objetos y
documentos que deben ser examinados. Al ofrecerse la prueba, deberá
hacerse en sentido afirmativo, fijando los hechos o cuestiones que se
pretenden acreditar con la misma”. Ahora bien, si en un incidente de nulidad
se ofrece la prueba de inspección respecto de documentos que debe
conservar el patrón, ¿en qué lugar o lugares puede verificarse el desahogo
de dicho medio de convicción?

Respuesta: En el domicilio del patrón e incluso, en el local de la Junta de


Conciliación y Arbitraje.

Donde señale la parte que ofrezca la prueba de inspección, lo que puede


ser en la Junta de Conciliación y Arbitraje o donde se encuentren los documentos
materia de la misma.

No. Registro: 188,770


Jurisprudencia 2a./J. 39/2001
Contradicción de tesis

PRUEBA DE INSPECCIÓN EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. SI SE


OFRECE PARA EXAMINAR LOS DOCUMENTOS QUE EL PATRÓN TIENE
OBLIGACIÓN DE CONSERVAR Y EXHIBIR EN JUICIO, PUEDE SEÑALARSE
VÁLIDAMENTE PARA SU DESAHOGO EL LOCAL DE LA JUNTA DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE. Si se toma en consideración que conforme a lo
dispuesto en los artículos 784 y 804 de la Ley Federal del Trabajo, es obligación
de la parte patronal conservar y exhibir en juicio los documentos que en el numeral
últimamente citado se precisan, bajo el apercibimiento de que de no presentarlos
se presumirán ciertos los hechos alegados por el trabajador y, asimismo, que el
artículo 827 de la propia ley únicamente establece que la parte que ofrezca la
prueba de inspección debe señalar, entre otros requisitos, el lugar donde deba
practicarse, resulta inconcuso que si dicha prueba se ofrece para examinar los
aludidos documentos, puede señalarse válidamente para su desahogo el local de
la Junta de Conciliación y Arbitraje. Lo anterior es así, porque con ello se colma la
intención del legislador, en el sentido de que, por una parte, se exhiban en juicio
los documentos que establece el referido artículo 804 y, por otra, se cumplan los
requisitos para ofrecer la prueba de inspección, entre ellos, el señalar el lugar
donde ha de practicarse. Además, ningún precepto de la Ley Federal del Trabajo
prevé que la indicada probanza deba desahogarse, necesariamente en el domicilio
donde se encuentren los documentos materia de la misma, por lo que si el
legislador no distinguió, el juzgador tampoco puede hacerlo. Lo anterior no
descarta la posibilidad de que la Junta designe como lugar de desahogo el
domicilio del patrón cuando exista causa justificada.

161. ¿Qué medio de impugnación procede en contra del proveído que


ordena el desechamiento de una demanda laboral?

Respuesta: El juicio de amparo directo, por ser una resolución que pone
fin al juicio.

No. Registro: 194,715


Jurisprudencia 2a./J. 87/98
Contradicción de tesis

DEMANDA LABORAL. EL ACUERDO QUE LA DESECHA PONE FIN AL


JUICIO Y, POR TANTO, ES RECLAMABLE EN AMPARO DIRECTO. De lo
dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso a), y V, constitucional; 44, 46,
tercer párrafo, y 158 de la Ley de Amparo, se desprenden los requisitos de
procedencia del juicio de amparo directo y la competencia de los órganos
jurisdiccionales a los que corresponde resolverlo. Esta Suprema Corte de Justicia
ha estimado, en reiteradas ocasiones, que el juicio se inicia, para los efectos del
amparo, con la presentación de la demanda ante el órgano correspondiente,
atendiendo a las reformas constitucionales y legales del quince de enero de mil
novecientos ochenta y ocho. En tal virtud, el acuerdo que desecha una demanda
laboral, constituye una resolución que pone fin al juicio, por lo que en su contra
procede el amparo directo, porque las pruebas para analizar la constitucionalidad
del acto deben obrar en el expediente de la responsable y, por ello, no se justifica
el trámite de un juicio que admite dos instancias y una audiencia que prevé el
periodo de pruebas, atentando contra los principios de economía procesal y
celeridad en la administración de justicia.

162. En un incidente de nulidad promovido en un juicio laboral se


ofrece la prueba pericial. En este caso, ¿puede el oferente de la prueba
desistir del desahogo de ésta? En caso de ser afirmativa su respuesta
anterior, diga hasta qué momento puede realizarse dicho desistimiento.

Respuesta: Si, hasta antes de que se rinda el dictamen del perito tercero
en discordia.

No. Registro: 194,701


Jurisprudencia 2a./J. 4/99
Contradicción de tesis

PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL. EL OFERENTE DE LA


MISMA PUEDE DESISTIR DE ELLA HASTA ANTES DE QUE SE RINDA EL
DICTAMEN DEL PERITO TERCERO EN DISCORDIA. El ofrecimiento y
desistimiento de los medios probatorios es un derecho procesal de las partes, por
lo que la parte oferente de una prueba pericial puede desistir de ella hasta antes
de que se rinda el dictamen del perito tercero en discordia, dado que no se rompe
con ello el equilibrio procesal, no afectándose a la contraparte y, por otro lado, se
respetan los principios de instancia de parte, economía y concentración
procesales que rigen los procesos laborales. El hecho de que en el nombramiento
y actuación del perito tercero en discordia no intervenga la parte oferente, no es
razón que justifique una conclusión contraria a la expuesta, ya que dicho
nombramiento y actuación no es sino la consecuencia procesal necesaria del
ofrecimiento de la prueba señalada, por lo que no puede desvincularse del
derecho procesal que tiene su oferente de desistir de ella. Tampoco es aplicable a
este caso el principio de comunidad o adquisición de la prueba, dado que en el
momento señalado, la pericial no se encuentra totalmente desahogada y, por lo
mismo, puede ser motivo de desistimiento. La conclusión expuesta también se ve
fortalecida por el principio inquisitivo que rige el procedimiento laboral, ya que en
todo caso la Junta se encuentra facultada para ordenar el desahogo de las
pruebas que estime necesarias.

163. La primera etapa del procedimiento de huelga inicia con la


presentación del pliego petitorio. Ahora bien, diga en qué momento concluye
dicha etapa procedimental.

Respuesta: Concluye con la notificación al patrón del pliego petitorio o, de


no ser procedente la petición, cuando se niegue el trámite correspondiente.
No. Registro: 195,400
Jurisprudencia 2a./J. 79/98
Contradicción de tesis

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las


disposiciones contenidas en el título octavo, capítulos I y II, y título decimocuarto,
capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite distinguir, con base en los
efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres principales
etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son
las siguientes: a) La primera, que comprende desde la presentación del pliego
petitorio por la coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al
patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de
labores, se verifica el cumplimiento de los requisitos de procedibilidad por la
autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará su notificación al patrón
o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente, dando
por concluido el procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de
pre-huelga, abarca desde el emplazamiento al patrón hasta antes de la
suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio produce el efecto jurídico
de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por la huelga, lo que
le impide realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento,
asimismo, se genera la suspensión de la ejecución de las sentencias y diligencias
de aseguramiento que recaigan sobre los tales bienes, distintas de fallos laborales
y cobro de créditos fiscales, en los términos previstos en la ley. También en esta
etapa se celebra la audiencia de conciliación ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, en que se procurará el avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la
existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a una solución,
previamente al estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que
deberán continuar laborando, en los casos en que pueda verse afectada la
seguridad de la empresa, los bienes de producción o la reanudación de los
trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de
labores hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga
suspende los efectos de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes
y conflictos de naturaleza económica, durante el periodo de paro de labores.
Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se podrá
solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de
procedencia y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de
responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para
regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por
terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará
legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por
acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a
cargo de quien elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores
sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en definitiva sobre la justificación
o injustificación de la suspensión de labores.

164. El patrón puede solicitar a la junta la declaración de inexistencia


de una huelga por no reunir los requisitos de procedencia y objetivos
previstos en la ley, a fin de quedar libre de responsabilidad y de que se fije a
los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para regresar a laborar,
apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por terminadas las
relaciones de trabajo. Ahora bien, diga en qué momento puede solicitarse la
declaración de inexistencia de la huelga.

Respuesta: Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la


huelga.

No. Registro: 195,400


Jurisprudencia 2a./J. 79/98
Contradicción de tesis

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES. El análisis de las


disposiciones contenidas en el título octavo, capítulos I y II, y título decimocuarto,
capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite distinguir, con base en los
efectos jurídicos que se producen para las partes y terceros, tres principales
etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas características esenciales son
las siguientes: a) La primera, que comprende desde la presentación del pliego
petitorio por la coalición de trabajadores hasta la orden de emplazamiento al
patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto, fecha y hora de la suspensión de
labores, se verifica el cumplimiento de los requisitos de procedibilidad por la
autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará su notificación al patrón
o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite correspondiente, dando
por concluido el procedimiento; b) La segunda etapa, conocida también como de
pre-huelga, abarca desde el emplazamiento al patrón hasta antes de la
suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio produce el efecto jurídico
de constituir al patrón en depositario de la empresa afectada por la huelga, lo que
le impide realizar actos de disposición sobre los bienes del establecimiento,
asimismo, se genera la suspensión de la ejecución de las sentencias y diligencias
de aseguramiento que recaigan sobre los tales bienes, distintas de fallos laborales
y cobro de créditos fiscales, en los términos previstos en la ley. También en esta
etapa se celebra la audiencia de conciliación ante la Junta de Conciliación y
Arbitraje, en que se procurará el avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la
existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a una solución,
previamente al estallamiento de la huelga, se fijará el número de trabajadores que
deberán continuar laborando, en los casos en que pueda verse afectada la
seguridad de la empresa, los bienes de producción o la reanudación de los
trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión de
labores hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga
suspende los efectos de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes
y conflictos de naturaleza económica, durante el periodo de paro de labores.
Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se podrá
solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de
procedencia y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de
responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para
regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por
terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará
legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por
acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a
cargo de quien elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores
sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en definitiva sobre la justificación
o injustificación de la suspensión de labores.

165. En el artículo transitorio de un decreto que reforma una ley del


Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de una entidad federativa, se
modifica la forma de calcular la pensión de los trabajadores que se
encuentren cotizando al entrar en vigor la ley. Conforme a la ley abrogada, la
pensión se calculaba con base en el salario nominal; en cambio, en virtud
del artículo transitorio, se calculará con base en el salario neto (en ese caso
inferior al nominal). Ahora bien, un trabajador que se encontraba cotizando
cuando entró en vigor la nueva ley promueve juicio de garantías haciendo
valer que el citado artículo transitorio resulta violatorio de la garantía de
irretroactividad de las leyes. Lo anterior, porque cuando se jubile se le
otorgará una pensión inferior a la que tenía derecho antes de que entrara en
vigor la nueva. En este caso, ¿cómo debe calificarse el concepto de
violación planteado por el quejoso?

Respuesta: De infundado, toda vez que el derecho nace hasta la


jubilación, de ahí que no exista derecho adquirido alguno que resulte violado con
la reforma.

No. Registro: 195,676


Jurisprudencia P./J. 42/98
Reiteración de criterios

JUBILACIÓN DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO


DE NUEVO LEÓN. LOS PÁRRAFOS PRIMERO Y SEGUNDO DEL ARTÍCULO
SEXTO TRANSITORIO DEL DECRETO 241 QUE REFORMÓ LA LEY DEL
ISSSTELEÓN, EN CUANTO A LAS BASES QUE RIGEN A AQUÉLLA, NO
VIOLAN LA GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD. El párrafo primero del artículo
sexto transitorio del Decreto 241 del Congreso del Estado de Nuevo León, de
veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y tres, que reformó la Ley del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de
Nuevo León, dispone que: "Los servidores públicos que se encontraban sujetos al
régimen de cotización previsto en el ordenamiento abrogado, podrán jubilarse a
los treinta años de servicio y veintiocho en el caso de la mujer, alcanzando una
pensión proporcional a su último salario de cotización neto, conforme a la
siguiente tabla."; en tanto que, el párrafo segundo precisa la indicada "tabla".
Ahora bien, la circunstancia de que esta reforma legal dé lugar a que quienes se
jubilen a partir de su vigencia obtengan menos beneficios que quienes lo hicieron
con anterioridad, en virtud de la aplicación del salario neto, en vez del nominal que
antes se consideraba, y por la modificación de los porcentajes para el cálculo de la
pensión, no implica que se viole la garantía de irretroactividad de las leyes,
prevista en el primer párrafo del artículo 14 constitucional, tanto a la luz de la
teoría de los derechos adquiridos como a la de la teoría de los componentes de la
norma. En relación con la primera teoría, debe considerarse que la pensión por
jubilación no constituye un derecho que los trabajadores en activo adquieran por
existir la relación laboral equiparada y por haber cotizado en el sistema relativo, ya
que la introducción de dicha prestación al patrimonio jurídico de aquéllos se
encuentra condicionada al cumplimiento de los años de servicio requeridos para
ello, por lo que mientras ese requisito no se cumpla, tal prestación constituye una
mera expectativa de derecho, de lo que se sigue que la disposición transitoria en
comento no afecta derechos adquiridos, respetándose la garantía señalada. Por
otra parte, con base en la teoría de los componentes de la norma y dado que el
derecho a la jubilación es la consecuencia jurídica de una serie de supuestos o
actos parciales, el hecho de que los trabajadores al servicio del Estado de Nuevo
León que obtengan tal prestación con posterioridad a la entrada en vigor de la
reforma en comento reciban un trato menos benéfico de los que la hubieren
obtenido con anterioridad, no provoca una violación a la citada garantía, pues el
nuevo salario base para calcular el monto de la pensión por jubilación, y el
porcentaje al que ella equivaldrá constituyen supuestos parciales de tal
prerrogativa laboral, que una vez actualizados generan el derecho a la jubilación;
además, la constitucionalidad de la modificación legal de mérito deriva de que
mediante ella no se afectan los supuestos parciales, previamente acontecidos, de
dicha consecuencia, pues no desconoce los años de servicio, las cotizaciones y el
periodo durante el cual se realizaron.

166. El artículo 123, apartado A, fracción XII, de la Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos establece: “El Congreso de la Unión, sin
contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales
regirán: A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de
una manera general, todo contrato de trabajo: (…) XII. Toda empresa agrícola,
industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo, estará obligada, según lo
determinen las leyes reglamentarias a proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas. Esta obligación se cumplirá mediante las
aportaciones que las empresas hagan a un fondo nacional de la vivienda a fin de
constituir depósitos en favor de sus trabajadores y establecer un sistema de
financiamiento que permita otorgar a éstos crédito barato y suficiente para que
adquieran en propiedad tales habitaciones.- Se considera de utilidad social la
expedición de una ley para la creación de un organismo integrado por
representantes del Gobierno Federal, de los trabajadores y de los patrones, que
administre los recursos del fondo nacional de la vivienda. Dicha ley regulará las
formas y procedimientos conforme a los cuales los trabajadores podrán adquirir en
propiedad las habitaciones antes mencionadas (…)”. En 1997, se reformó la Ley
del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) a
fin de que los trabajadores que no hagan uso del crédito para adquirir viviendas
puedan retirar los fondos de su propiedad, o bien, optar por que se acumulen a su
fondo de pensiones. Ahora bien, ¿esta reforma vulnera la disposición
constitucional trascrita?

Respuesta: No, pues la circunstancia de que los trabajadores puedan


retirar los fondos de su propiedad, o bien, optar por que se acumulen a su fondo
de pensiones, sólo reconoce que esos depósitos son propiedad del trabajador y
pueden disponer de ellos.

No. Registro: 195,857


Jurisprudencia P./J. 33/98
Reiteración

INFONAVIT. LA REFORMA A ESA LEY POR DECRETO PUBLICADO EN


EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL SEIS DE ENERO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE, NO CONTRAVIENE EL ARTÍCULO 123,
APARTADO A, FRACCIÓN XII, CONSTITUCIONAL. El texto de la fracción XII del
apartado A del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos (vigente quince días después de la publicación del decreto respectivo
en el Diario Oficial de la Federación el catorce de febrero de mil novecientos
setenta y dos), modificó sustancialmente la obligación de los patrones que el texto
anterior del propio dispositivo establecía de proporcionar a los trabajadores
habitaciones cómodas e higiénicas, pues dispone que aquéllos deben constituir
depósitos a favor de éstos para que adquieran las viviendas en propiedad y
establece un sistema de financiamiento que permite otorgarles un crédito barato y
suficiente; además, prevé la creación de un organismo integrado por
representantes del Gobierno Federal, de los trabajadores y de los patrones, que
administre los recursos del Fondo Nacional de la Vivienda. Por tanto, si son cosas
distintas, el instituto, que administra los recursos del fondo, y éste, que es un
patrimonio de los trabajadores unificado al solo fin de otorgar créditos baratos y
suficientes para la adquisición de viviendas en propiedad, ha de concluirse que la
reforma en examen no viola el precepto constitucional citado, como tampoco lo
transgrede al establecer que si los trabajadores no hacen uso del crédito para
adquirir viviendas puedan retirar los fondos de su propiedad, o bien, optar porque
se acumulen a su fondo de pensiones, pues con ello sólo se reconoce que esos
depósitos son propiedad del trabajador y pueden disponer de ellos. Así mismo, el
que se establezca que las aportaciones se entreguen a entidades receptoras,
generalmente instituciones bancarias, que manejen el fondo de vivienda separado
del fondo de pensiones, tampoco contraría el texto constitucional, porque esas
entidades actúan por cuenta y orden del instituto, lográndose un saneamiento en
las finanzas de éste porque en lugar de que el Estado subsidie el rubro, se invierte
el capital de lo recaudado y se generan intereses a favor de cada trabajador.

167. Un patrón promueve juicio de amparo indirecto en contra de


todo lo actuado en el procedimiento de declaración de beneficiarios de uno
de sus trabajadores (cuyo objeto es determinar a quién corresponde el pago
de las prestaciones que se adeudan al trabajador fallecido), porque no fue
llamado a aquél. En tal hipótesis, ¿resulta procedente el juicio de garantías
instado por el patrón?
Respuesta: No, dado que carece de interés jurídico para impugnar su
resolución.

No. Registro: 196,119


Jurisprudencia 2a./J. 22/98
Contradicción de tesis

BENEFICIARIOS EN MATERIA LABORAL, DECLARACIÓN DE. EL


PATRÓN CARECE DE INTERÉS JURÍDICO PARA IMPUGNAR SU
RESOLUCIÓN. De una interpretación armónica de los artículos 115, 501, 503, 892
a 899 y demás relativos de la Ley Federal del Trabajo, se concluye que el
procedimiento de beneficiarios y dependencia económica, que tiene como única
finalidad que se declare por parte de la autoridad laboral, quién es el que habrá
de suceder al trabajador fallecido en el beneficio de una condena en contra del
patrón, respecto de una acción previamente instaurada, sólo podría impugnarse
por alguna de las personas que se considerara con mejor derecho en términos de
las fracciones I a V, del mencionado artículo 501, pero la determinación adoptada
en el procedimiento respectivo no genera un perjuicio o agravio personal y directo
en la esfera jurídica del patrón, habida cuenta de que al existir una condena previa
en su contra, independientemente de quién resulte beneficiario, él tendrá que
cumplirla, lo que actualiza la hipótesis de improcedencia prevista en la fracción V,
del artículo 73 que, aplicado en concordancia con el artículo 74, fracción III, ambos
de la Ley de Amparo, conduce al sobreseimiento del juicio.

168. El artículo 128 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio


del Estado, Reglamentaria del Apartado B del Artículo 123 Constitucional
establece: “Las audiencias, según corresponda, estarán a cargo de los
Secretarios de Audiencias, del Pleno o de las Salas y Salas Auxiliares. El
Secretario General de Acuerdos del Tribunal o los Secretarios Generales
Auxiliares de las Salas y Salas Auxiliares, resolverán todas las cuestiones
que en ellas se susciten. A petición de parte, formulada dentro de las
veinticuatro horas siguientes, estas resoluciones serán revisadas por el
Pleno o por las Salas respectivas”. Como se ve, los secretarios de
audiencias de las salas del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje
estarán a cargo de tales audiencias; sin embargo, todas las cuestiones serán
resueltas por el secretario General de Acuerdos del Tribunal o por los
secretarios generales auxiliares de las salas. Ahora bien, diga contra qué
tipo de resoluciones procede el recurso de revisión previsto en el precepto
trascrito.

Respuesta: Contra las resoluciones dictadas en las audiencias


respectivas, con motivo de una cuestión suscitada en su decurso,
independientemente de la autoridad que las emita.

No. Registro: 197,694


Jurisprudencia 2a./J. 40/97
Contradicción de tesis

RECURSO DE REVISIÓN. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 128 DE


LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO.
Este dispositivo legal prevé, en su párrafo primero, lo siguiente: "Las audiencias,
según corresponda, estarán a cargo de los secretarios de Audiencias, del Pleno o
de las Salas y Salas Auxiliares. El secretario general de Acuerdos del tribunal o los
secretarios generales auxiliares de las Salas o Salas Auxiliares, resolverán todas
las cuestiones que en ellas se susciten. A petición de parte, formulada dentro de
las veinticuatro horas siguientes, estas resoluciones serán revisadas por el Pleno
o por las Salas respectivas.". La interpretación del párrafo transcrito debe hacerse
en forma sistemática, a fin de conocer la intención del legislador; así, esta
Segunda Sala considera que el recurso de revisión que establece dicho precepto
se prevé en razón de la naturaleza de la resolución recurrida y no del carácter de
la autoridad que la emitió; esto es así, porque tal recurso fue creado por el
legislador a fin de establecer en favor de las partes un medio de defensa que les
permita combatir las resoluciones dictadas en las audiencias respectivas, con
motivo de una cuestión suscitada en su decurso, independientemente de la
autoridad que las emita. Además, el hecho de que el secretario que dicta tal
resolución carezca de facultades para ello, no hace improcedente el recurso de
que se trata, sino que, en todo caso, esa circunstancia puede ser la materia del
medio de impugnación, aunada a los demás agravios que se puedan aducir.

169. El artículo 364 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Los


sindicatos deberán constituirse con veinte trabajadores en servicio activo o
con tres patrones, por lo menos. Para la determinación del número mínimo
de trabajadores, se tomarán en consideración aquellos cuya relación de
trabajo hubiese sido rescindida o dada por terminada dentro del periodo
comprendido entre los treinta días anteriores a la fecha de presentación de
la solicitud de registro del sindicato y la en que se otorgue éste”. Ahora bien,
un trabajador promueve un juicio laboral en contra del sindicato del que
reclama el reparto del producto de la venta de unas acciones. El sindicato
promueve incidente de incompetencia, porque considera que el juicio debe
ser resuelto por un juez civil, en virtud de que el trabajador ya no tiene el
carácter de agremiado de ese sindicato, porque ya está jubilado. Luego, a
juicio del sindicato demandado, ya no se trata de un conflicto entre el
sindicato y uno de sus agremiados, por lo que carece de naturaleza laboral.
En este caso, ¿tiene el actor el carácter de miembro del sindicato aun
cuando ya se encuentre jubilado?

RESPUESTA: La jubilación de un trabajador no le hace perder la calidad


de miembro sindicalizado.

JUSTIFICACION: Jurisprudencia 2a./J. 26/97, por contradicción de tesis


59/96, de la Segunda Sala, No. Registro: 198,224.

SINDICATOS. LA JUBILACIÓN DE UN TRABAJADOR NO LE HACE


PERDER LA CALIDAD DE MIEMBRO SINDICALIZADO. El artículo 364 de la Ley
Federal del Trabajo señala que para la constitución de un sindicato de
trabajadores es requisito legal indispensable que se integre con veinte
trabajadores en servicio activo; exigencia que aparece también en el artículo 360,
fracciones II, III y IV, de la citada ley, pues al hacerse mención de los sindicatos de
trabajadores de empresa, industriales o nacionales de industria (artículo 360,
fracciones II, III y IV), se utiliza la expresión "que presten sus servicios". Sin
embargo, el incumplimiento de este requisito sólo da lugar a la negativa del
registro correspondiente, en términos del artículo 366, fracción II, de la Ley
Federal del Trabajo; e inclusive, en términos de lo dispuesto en el artículo 369,
fracción II, de la propia ley, a la cancelación de dicho registro cuando ya no se
cuente con el número de trabajadores en activo necesarios para la constitución del
sindicato. Por tanto, si de conformidad con lo dispuesto en los artículos 360, 364,
365, 366 y 369 de la Ley Federal del Trabajo, para permanecer como miembro de
un sindicato de trabajadores no se requiere, necesariamente, ser un trabajador en
activo, cuando este carácter desaparece porque la relación de trabajo ha
concluido en definitiva, lo que sucede cuando el trabajador obtiene la jubilación, no
se pierde la calidad de sindicalizado, pues ninguna disposición de la Ley Federal
del Trabajo establece que un trabajador, a partir de que obtiene la jubilación, deja
de fungir como miembro del sindicato de que se trate, ya que esto sólo puede
ocurrir en tres casos: por renuncia, muerte o expulsión del trabajador. Además de
que el artículo 356 de la referida ley, interpretado con base en los principios de
justicia social, conduce a establecer que el estudio, el mejoramiento y la defensa
de los intereses de la clase trabajadora conllevan a la búsqueda y fortalecimiento
de un derecho individual del trabajo y una seguridad social digna y suficiente para
cada uno de sus miembros, que no se agota en la conquista de derechos y
beneficios con motivo de la prestación inmediata del servicio personal
subordinado, sino que va más allá, pues está también encaminada a la obtención
de derechos y beneficios en favor de quien realizó durante un tiempo prolongado
ese servicio y recibió con posterioridad su jubilación, cuya satisfacción cabal no
sólo debe confiarse al propio trabajador jubilado -por lo general mermado en sus
condiciones físicas debido al desgaste orgánico realizado-, sino también al
sindicato al que pertenece, en tanto que con ello este último puede preservar con
mayor eficacia su tutela.

170. El artículo 527, fracción I, inciso 13, de la Ley Federal del Trabajo
establece: “La aplicación de las normas de trabajo corresponde a las
autoridades federales, cuando se trate de: (...) I. Ramas industriales: (...) 13.
Química, incluyendo la química farmacéutica y medicamentos”. En un juicio
laboral, promovido por un trabajador de un laboratorio de análisis clínicos
ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el patrón demandado hace
valer en la vía incidental que dicho asunto corresponde conocerlo a la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje en términos del precepto transcrito. La
junta resuelve el incidente declarándolo infundado. Ahora bien, en ese caso,
¿cuál es la autoridad competente para conocer del referido juicio laboral?

RESPUESTA. La autoridad competente es la Junta Local de Conciliación


y Arbitraje, ya que la Ley Federal del Trabajo, ya que el laboratorio sólo emplea los
productos químicos, pero no es su rama industrial.

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 2a./J. 27/96 por reiteración, de la


Segunda Sala, No. Registro: 200,586.

COMPETENCIA LOCAL. A ELLA CORRESPONDEN LOS CONFLICTOS


DE TRABAJO PROMOVIDOS CONTRA LABORATORIOS DE ANÁLISIS
CLÍNICOS. La controversia que se suscite entre un laboratorio de análisis clínicos
y sus trabajadores no es de la competencia federal, en términos de lo dispuesto
por el artículo 527, fracción I, inciso 13 de la Ley Federal del Trabajo, que se
refiere a la industria química (incluyendo la química farmacéutica y de
medicamentos), ya que por ella debe entenderse la organización de operaciones
dirigidas a la elaboración de productos, sustancias y compuestos orgánicos e
inorgánicos obtenidos a partir de la transformación de ciertas materias primas
vegetales, minerales o animales; por tanto, dentro de tales operaciones no quedan
comprendidas las actividades de un laboratorio de análisis clínicos, en el que si
bien se emplean productos químicos y se realizan procesos de esta índole, no se
orientan en sí a la producción de esos componentes, ni tampoco a la investigación
de los procedimientos necesarios para su obtención, sino que sólo se sirven de
ellos como medios para alcanzar un objetivo distinto. Además, debe considerarse
que la jurisdicción federal se surte por regla general cuando la empresa de que se
trate tenga por objeto directo e inmediato las operaciones inherentes y propias de
cada rama industrial y no cuando simplemente utilice los productos, resultado de
aquéllas para transformarlos o comercializarlos.

171. Mediante un acuerdo administrativo, el Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores de una entidad federativa determinó
incrementar las percepciones de los jubilados en la misma proporción y
fecha en que aumenten los salarios de los trabajadores en activo. Conforme
a la ley respectiva ese instituto se encontraba facultado para tomar esa
determinación. Dicho acuerdo fue ratificado en un convenio celebrado entre
el gobierno del Estado y un sindicato. Posteriormente se modifica la ley que
regula al referido instituto, y en un artículo transitorio se dejan sin efectos el
acuerdo y el convenio antes mencionados, para sustituir el mecanismo de
incremento de las percepciones de los jubilados por un cálculo basado en el
Índice Nacional de Precios al Consumidor. Un jubilado que ya percibía su
pensión conforme a la legislación anterior promueve juicio de amparo
indirecto en contra de ese precepto transitorio, porque lo considera
violatorio de la garantía de irretroactividad prevista en el artículo 14
constitucional. En este caso, ¿cómo calificaría el motivo de inconformidad
planteado?

RESPUESTA: Se le debe conceder el amparo al quejoso porque


efectivamente la aplicación de esa nueva ley es violatorio de la garantía de
irretroactividad.
JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia número P./J. 63/96 por reiteración del
Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro: 900,296.

JUBILACIÓN DINÁMICA DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO DE


NUEVO LEÓN ESTABLECIDA EN 1986. EL ARTÍCULO TERCERO
TRANSITORIO DE LA LEY DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS
SOCIALES DEL ESTADO, PUBLICADA EN EL PERIÓDICO OFICIAL DE 13 DE
OCTUBRE DE 1993, AL DEJAR SIN EFECTOS AQUELLA, VIOLA LA
GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD.- El Consejo Directivo del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Nuevo León,
mediante acuerdo de quince de mayo de mil novecientos ochenta y seis,
determinó incrementar las percepciones de los jubilados en la misma proporción y
fecha en que aumenten los salarios de los trabajadores en activo. Dicho Consejo,
en los términos de la ley del instituto publicada en el periódico oficial de veintiuno
de enero de mil novecientos ochenta y tres, tiene la representación legal del
instituto y, por ende, es el órgano facultado para dictar acuerdos que mejoren los
derechos establecidos en la ley a favor de los trabajadores. El acuerdo
mencionado fue ratificado en el convenio de veintinueve de mayo de mil
novecientos ochenta y seis, celebrado entre el Gobierno del Estado y el Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación, Sección 50. El artículo tercero
transitorio de la ley del instituto citado, publicada en el periódico oficial de trece de
octubre de mil novecientos noventa y tres, dejó sin efectos los acuerdos y
convenios celebrados con anterioridad relativos a las materias que regula la ley,
entre ellos, el acuerdo y convenio mencionados, estableciéndose en dicha ley el
incremento anual de la renta mensual vitalicia de los jubilados conforme a un
factor que se obtiene a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor. En
consecuencia, el artículo tercero transitorio viola la garantía de irretroactividad en
perjuicio de los gobernados consagrada por el artículo 14 constitucional al dejar
sin efectos el derecho adquirido por los jubilados consistente en el incremento de
sus percepciones en la misma proporción y fecha en que aumentaron los salarios
de los trabajadores en activo, afectando la situación jurídica específica establecida
en su favor con anterioridad a la vigencia del artículo transitorio citado.

172. El artículo 527, fracción II, inciso 2, de la Ley Federal del Trabajo
establece: “La aplicación de las normas de trabajo corresponde a las
autoridades federales, cuando se trate de: (...) II. Empresas: (...) 2. Aquéllas
que actúen en virtud de un contrato o concesión federal y las industrias que
les sean conexas”. El trabajador de una empresa de autotransporte federal
promueve un juicio laboral ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje. Al
contestar la demanda, la empresa hace valer, en la vía incidental, la
incompetencia de la junta, porque considera que debe conocer del juicio la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje de conformidad con el precepto
trascrito. Lo anterior, en virtud de que se trata de una empresa que presta un
servicio con base en una concesión. Ahora bien, el servicio de
autotransporte dejó de ser materia de concesión a partir de una modificación
legal publicada en 1993. Ahora sólo se requiere un permiso administrativo.
Sin embargo, la empresa demandada obtuvo la concesión para prestar el
servicio con anterioridad a la citada reforma legal. En este caso, la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje declara infundado el incidente. En contra de
esa interlocutoria, se promueve juicio de amparo indirecto, en el que debe
determinarse cuál es la autoridad competente para conocer de este juicio. En
este caso, conforme al criterio jurisprudencial de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿cuál es la autoridad competente
para conocer el referido conflicto laboral?

RESPUESTA. La autoridad competente es la Junta local de conciliación y


arbitraje.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 66/97 por reiteración de la


Segunda Sala, No. Registro: 196,964.

COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CUANDO SE DEMANDA A EMPRESAS
DEDICADAS AL AUTOTRANSPORTE FEDERAL QUE PRESTAN EL SERVICIO
A TRAVÉS DE UN PERMISO, O BIEN, DE UNA CONCESIÓN EXPEDIDA CON
ANTERIORIDAD A LA VIGENCIA DE LA LEY DE CAMINOS, PUENTES Y
AUTOTRANSPORTE FEDERAL (PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN EL 22 DE DICIEMBRE DE 1993), EN LOS CASOS EN QUE ÉSTA
DETERMINE QUE LA MATERIA YA NO ES CONCESIONABLE, SINO QUE
SÓLO REQUIERE PERMISO (MODIFICACIÓN DE LOS CRITERIOS
CONTENIDOS EN LAS JURISPRUDENCIAS NÚMEROS 24/97, 37/97 Y 35/97,
COMPILACIÓN DE 1997, TOMOS V-JUNIO Y VI-AGOSTO). Una nueva reflexión
acerca de los pronunciamientos establecidos en las citadas tesis jurisprudenciales
y la conveniencia de establecer un criterio congruente y uniforme que defina con
precisión, atendiendo al servicio prestado y a la naturaleza jurídica del acto
administrativo que así lo autorice, el órgano jurisdiccional laboral competente para
resolver las controversias suscitadas entre los trabajadores y las empresas que
prestan el servicio público de autotransporte federal, conduce a la necesidad de
realizar modificaciones a las dos primeras tesis y a la interrupción de la citada en
último lugar, cuyos rubros son: "COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL.
AUTOTRANSPORTE FEDERAL DE CARGA. ES LOCAL CUANDO QUIENES
REALIZAN ESA ACTIVIDAD OPERAN MEDIANTE PERMISO (LEY DE
CAMINOS, PUENTES Y AUTOTRANSPORTE FEDERAL, VIGENTE A PARTIR
DE 1993)."; "COMPETENCIA EN MATERIAL LABORAL. AUTOTRANSPORTE
FEDERAL DE PASAJEROS. ES LOCAL CUANDO QUIENES REALIZAN ESA
ACTIVIDAD OPERAN MEDIANTE PERMISO (LEY DE CAMINOS, PUENTES Y
AUTOTRANSPORTE FEDERAL, VIGENTE A PARTIR DE 1993)." y
"COMPETENCIA EN MATERIA LABORAL. ES LOCAL CUANDO NO OBRA EN
AUTOS EL TÍTULO DE CONCESIÓN DE AUTOTRANSPORTE FEDERAL.". La
modificación que se hace en los términos del artículo 194 de la Ley de Amparo,
atiende esencialmente a que el régimen jurídico de las empresas dedicadas al
autotransporte federal establecido en los artículos 152 y 153, fracción V, de la Ley
de Vías Generales de Comunicación (derogados), fue modificado sustancialmente
por virtud de la expedición de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte
Federal (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de diciembre de
1993), de cuyos artículos 1o., 2o., 8o. y 33 se advierte que la actividad aludida, en
la actualidad, sólo requiere para su desarrollo de la obtención de un permiso
administrativo, lo que evidencia la intención del legislador de reconocer que la
prestación de ese servicio público ya no corresponde originariamente al Estado,
sino que puede ser desempeñado por los particulares cuando cumplan con los
requisitos que al efecto se establecen, lo que significa que la aplicación de las
leyes laborales para quienes desarrollan esa actividad corresponde a las
autoridades locales. Así, aun cuando se esté en presencia de una concesión
otorgada bajo la vigencia de las disposiciones anteriores y en atención, más que a
la designación formal del título otorgado, a la naturaleza específica de su régimen
jurídico, debe concluirse que, al margen de su alcance legal, tal documento no
puede válidamente servir de base para fincar la competencia para conocer del
juicio laboral en órgano distinto de las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje.
Lo anterior se ve reforzado con el contenido del artículo sexto transitorio de la
nueva ley, cuya interpretación conduce a considerar que aun cuando una
concesión anterior continúe en vigor, ello sólo implica el reconocimiento de la
autorización legal de las actividades de quienes prestan el servicio, facultándolos
para su explotación con los mismos documentos que se encontraban vigentes al
momento de la modificación de los textos legales correspondientes, pero de
ninguna forma para establecer la permanencia de dos regímenes jurídicos
distintos sobre un mismo objeto, que al propio tiempo motivara sendos ámbitos de
jurisdicción (federal o local) para las autoridades del trabajo.

173. La legislación fiscal obliga a los patrones a retener y enterar el


impuesto que se cause a cargo del trabajador con motivo del pago de
prestaciones a las que sean condenados en un laudo con motivo de la
terminación de la relación laboral. En un juicio laboral, se emite un laudo en
el que se condena al patrón al pago de la indemnización constitucional,
salarios caídos y prima de antigüedad con motivo de la terminación del
contrato. Una vez determinadas en cantidad líquida las prestaciones materia
de la condena, ¿qué requisito debe satisfacerse para tener por cumplido el
laudo en lo relativo a la referida obligación fiscal?

RESPUESTA: Una vez que se ha determinado en el laudo el importe


líquido de la condena y el patrón al exhibir su cuantificación manifieste haber
retenido el impuesto correspondiente, para que la autoridad laboral tenga
posibilidad de vigilar el cumplimiento del laudo, bastará con que aquél exhiba el
recibo de liquidación en el que pueda observarse con claridad el desglose y
coincidencia de los conceptos y cantidades a las que resultó condenado en el
laudo, así como las cantidades retenidas por concepto del impuesto

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 136/2007, por contradicción de


tesis 119/2007-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 171,728.

LAUDO. PARA TENERLO POR CUMPLIDO ES INNECESARIO QUE EL


PATRÓN EXHIBA LA CONSTANCIA DE RETENCIÓN DEL IMPUESTO SOBRE
LA RENTA POR LOS CONCEPTOS MATERIA DE LA CONDENA O EL
DOCUMENTO QUE ACREDITE LA DEDUCCIÓN RELATIVA, PUES BASTA
CON QUE EN EL RECIBO DE LIQUIDACIÓN EXPRESE LAS CANTIDADES
SOBRE LAS CUALES SE EFECTÚA DICHA RETENCIÓN. Conforme a los
artículos 109, 110, 112 y 113 de la Ley del Impuesto sobre la Renta y 26,
fracciones I y II, del Código Fiscal de la Federación, salvo los casos de excepción,
los patrones tienen el carácter de auxiliares de la administración pública federal en
la recaudación del impuesto de referencia a cargo de sus trabajadores, en tanto
tienen la obligación de retener el causado por alguno o algunos de los conceptos a
los que resulten condenados en el laudo con motivo de la terminación de la
relación laboral. En ese sentido, una vez que se ha determinado en el laudo el
importe líquido de la condena y el patrón al exhibir su cuantificación manifieste
haber retenido el impuesto correspondiente, para que la autoridad laboral tenga
posibilidad de vigilar el cumplimiento del laudo, bastará con que aquél exhiba el
recibo de liquidación en el que pueda observarse con claridad el desglose y
coincidencia de los conceptos y cantidades a las que resultó condenado en el
laudo, así como las cantidades retenidas por concepto del impuesto, sin necesidad
de que la autoridad laboral proceda a examinar si el cálculo del entero fue o no
correcto, pues en caso de que resulte defectuoso, no se deja en estado de
indefensión al trabajador, ya que tiene expedito su derecho para solicitar ante la
autoridad hacendaria la devolución de las cantidades que le hayan sido retenidas
en forma indebida y corresponderá a la autoridad fiscal su revisión,
consecuentemente no es requisito indispensable para efecto de tener por
cumplido el laudo que el patrón exhiba el documento en el que acredite la
deducción del impuesto para justificar el monto de las prestaciones que debió
pagar al trabajador, o la constancia de que enteró la cantidad que retuvo al
trabajador como impuesto del producto del trabajo.

174. El artículo 123, Apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso 1,


de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece: (...)
El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá
expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: “A. Entre los obreros,
jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo
contrato de trabajo:(...) XXXI. La aplicación de las leyes del trabajo
corresponde a las autoridades de los Estados, en sus respectivas
jurisdicciones, pero es de la competencia exclusiva de las autoridades
federales en los asuntos relativos a: b). Empresas: (...) 1. Aquellas que sean
administradas en forma directa o descentralizada por el Gobierno Federal”.
En un juicio laboral ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, un
trabajador (de una empresa que presta servicios contables) demanda del
Instituto Mexicano del Seguro Social el pago de una pensión por invalidez.
En dicho juicio, se promueve el incidente de incompetencia. Ahora bien, en
el caso planteado, ¿cuál es la autoridad competente para conocer del juicio
laboral?
RESPUESTA. La autoridad competente es la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje, porque se demanda al Instituto Mexicano del Seguro
Social y se le reclama una acción de carácter principal.

JUSTIFICACIÓN. Tesis 2a. XLI/96 de la Segunda Sala, No. Registro:


200,596.

COMPETENCIA LOCAL. SE SURTE SI SOLO SE RECLAMA AL


INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL LA MODIFICACIÓN DEL
SALARIO BASE DE COTIZACIÓN. Como la reclamación de modificación del
salario base de cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social no es una
acción principal, porque no encuadra en ninguna de las obligaciones que tiene que
cumplir dicho Instituto frente a los derechohabientes, como son atención médica,
otorgamiento de pensiones, pago de prestaciones contenidas en la Ley del Seguro
Social u otras de índole semejante, la autoridad competente para conocer del
juicio laboral es la Junta Local y no la Federal de Conciliación y Arbitraje.

Jurisprudencia 4a./J. 30/94 por reiteración, de la Segunda Sala, No.


Registro: 207,679.

SEGURO SOCIAL, PLURALIDAD DE DEMANDADOS SI UNO DE


ELLOS ES EL INSTITUTO MEXICANO DEL, FUERO FEDERAL ATRACTIVO. Si
de la demanda laboral se advierte que uno de los codemandados es el Instituto
Mexicano del Seguro Social, en contra del cual se ejercitan acciones de carácter
principal, se actualiza la hipótesis contenida en los artículos 123, apartado A,
fracción XXXI, inciso b), subinciso 1), de la Constitución Federal y 527, fracción II,
inciso 1), de la Ley Federal del Trabajo, que establece que son de la competencia
exclusiva de las autoridades federales los asuntos relativos a empresas
administradas en forma descentralizada por el gobierno federal. Por tanto, la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje es la autoridad competente para conocer del
juicio respectivo en su totalidad, pues no obstante que los demás demandados no
se encuentran en los supuestos de los preceptos mencionados, por haberse
ejercitado todas las acciones en una sola demanda laboral, no debe dividirse la
continencia de la causa.

175. En un incidente de nulidad tramitado en la ejecución de un


laudo, durante el desahogo de la prueba pericial, una de las partes sustituye
a su perito. El perito sustituto al comparecer a la audiencia de desahogo de
la prueba se limita a presentar el dictamen elaborado por el perito sustituido
(originalmente designado). Además, se adhiere a dicho dictamen y lo ratifica.
En este caso, ¿puede tomarse en cuenta ese dictamen al que se adhirió el
perito sustituto?

RESPUESTA: Si, porque es legal que el perito sustituto, puede


válidamente adherirse a otro dictamen o hacer suyo el rendido por el experto
sustituido.
JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 2a./J. 56/2005 por contradicción de tesis
183/2004-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 178,385.

PERITO SUSTITUTO. PUEDE VÁLIDAMENTE ADHERIRSE A OTRO


DICTAMEN O HACER SUYO EL RENDIDO POR EL EXPERTO SUSTITUIDO.
Cuando el perito sustituto en la audiencia de desahogo de la prueba pericial se
limita a hacer suyo y ratificar el dictamen elaborado por el sustituido o por
cualquier otro experto, aquél debe tenerse por rendido, pues tal proceder significa
que está de acuerdo con los términos en que el otro fue formulado, de manera que
a partir de ese momento es responsable, profesionalmente, de su contenido. Lo
anterior es acorde con los principios de economía y celeridad en el proceso laboral
y, por ende, provoca que la impartición de la justicia sea pronta y expedita;
máxime que la fracción II del artículo 825 de la Ley Federal del Trabajo no prohíbe
tal actuación por parte del perito sustituto. Además, el hecho de que el perito
sustituto haga suyo y ratifique el dictamen elaborado por el sustituido o por otro
perito no significa que la pericial relativa no se haya desahogado conforme a su
leal saber y entender, pues de acuerdo con la fracción IV del referido artículo, las
partes y los miembros de la Junta, en la audiencia podrán hacerle las preguntas
que juzguen convenientes, e incluso estos últimos podrán hacerlo una vez recibido
el proyecto de laudo, porque pueden solicitar cualquier diligencia para el
esclarecimiento de la verdad, en términos del artículo 886 de la ley citada.

176. De conformidad con el artículo 151 de la Ley de Amparo las


pruebas testimonial, pericial e inspección ocular deben anunciarse con
cinco días hábiles de anticipación al de la celebración de la audiencia
constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la audiencia.
Se promueve un juicio de amparo indirecto en el que se señala como acto
reclamado un acto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. En dicho
juicio, el quejoso ofrece la prueba pericial. Ahora bien, para determinar si se
anunció oportunamente la prueba, diga si deben considerarse como días
inhábiles únicamente los establecidos en las disposiciones legales, o
también los especificados en los acuerdos del Consejo de la Judicatura
Federal.

RESPUESTA: Los días inhábiles para el anuncio de las pruebas


testimonial, pericial e inspección ocular en el amparo, sólo tienen ese carácter los
establecidos en disposiciones generales expedidas por el órgano legislativo, sin
incluir los días en que se suspendan las labores del órgano jurisdiccional por
acuerdo de la suprema corte de justicia de la nación, del consejo de la judicatura
federal o del propio tribunal o juzgado

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia P./J. 19/2003 por contradicción de tesis


14/2002-PL, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. No. Registro:
183,844.

DÍAS INHÁBILES PARA EL ANUNCIO DE LAS PRUEBAS


TESTIMONIAL, PERICIAL E INSPECCIÓN OCULAR EN EL AMPARO. SÓLO
TIENEN ESE CARÁCTER LOS ESTABLECIDOS EN DISPOSICIONES
GENERALES EXPEDIDAS POR EL ÓRGANO LEGISLATIVO, SIN INCLUIR
LOS DÍAS EN QUE SE SUSPENDAN LAS LABORES DEL ÓRGANO
JURISDICCIONAL POR ACUERDO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE
LA NACIÓN, DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL O DEL PROPIO
TRIBUNAL O JUZGADO. Los artículos 23, 24, 26 y 151, párrafo segundo, de la
Ley de Amparo, el artículo 163 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación, y los artículos 281, 282, 286 y 288 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, supletorio de la Ley de Amparo, establecen cuáles son los
días hábiles para la realización de las actuaciones judiciales, determinando
asimismo cuáles son los inhábiles y, por ende, en los que no deben realizarse
tales actuaciones; estos preceptos dan certeza a los litigantes para conocer de
antemano cuáles son los días inhábiles que deben deducir del cómputo de los
plazos legales previstos para la realización de cualquier actuación procesal;
además de esos días predeterminados, hay otros que alteran esa previsión legal,
en cuanto provocan modificaciones del plazo respectivo, que por regla general,
favorece a los gobernados dado que prolonga en su beneficio el plazo con que
originalmente contaban para efectuar determinado acto procesal, los cuales
pueden provenir de un acuerdo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del
Consejo de la Judicatura Federal o de los propios Tribunal Unitario de Circuito o
Juzgado de Distrito que conozca del juicio, originados por caso fortuito o fuerza
mayor, supuestos en los que el órgano jurisdiccional autoriza administrativamente
la suspensión de labores, lo que trae como consecuencia que ese día se
considere inhábil conforme a lo previsto en el artículo 26 de la Ley de Amparo,
provocando casi siempre la prolongación del plazo respectivo; empero, para salvar
cualquier eventual confusión cuando la inhabilitación de un día provoca la
reducción del plazo, como ocurre verbigracia, respecto al anuncio de las pruebas
testimonial, pericial e inspección ocular que habrán de rendirse en el amparo, acto
procesal que debe efectuarse cinco días hábiles antes de celebrarse la audiencia
constitucional, la autoridad que conozca del amparo no debe deducir del plazo los
días en que se haya acordado la suspensión laboral con motivo de los acuerdos
referidos, puesto que en este caso la consecuencia que sufre el gobernado le
produce perjuicio, dado que ese hecho futuro, incierto e imprevisible puede
provocar la deserción de tales pruebas por el anuncio inoportuno, lo que
evidentemente resulta injustificado; de ahí que los únicos días que en todo
momento pueden considerarse como inhábiles para el anuncio de dichos medios
de prueba, son aquellos que previenen las disposiciones legales, en la medida en
que su inhabilitación es producto de una decisión adoptada por el legislador, cuya
observancia general deriva del conocimiento que tienen los gobernados por
haberse publicado en los medios de difusión autorizados, en este caso en el Diario
Oficial de la Federación.

177. En la etapa de ejecución de laudo, se emite un dictamen por una


persona que tiene conocimiento en la ciencia sobre la que debe versar aquél,
pero no es especialista en la rama específica del saber que debe ser objeto
de la prueba pericial. Ahora bien, en este caso, ¿puede negarse valor
probatorio al dictamen de referencia únicamente por no haber sido emitido
por un especialista?

RESPUESTA. No puede de modo automático privarlo de todo valor o


dárselo plenamente. Las Juntas de Conciliación y Arbitraje en ejercicio de su
arbitrio jurisdiccional que les confiere la ley, pueden decidir sobre su alcance y
valor probatorio

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 56/96 por contradicción de


tesis12/96, de la Segunda Sala, No. Registro: 200,502.

PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL. LA EVALUACIÓN DE UN


PERITAJE RENDIDO POR QUIEN NO ES ESPECIALISTA, NO PUEDE DE
MODO AUTOMÁTICO PRIVARLO DE TODO VALOR O DÁRSELO
PLENAMENTE. Tomando en consideración que el artículo 822 de la Ley Federal
del Trabajo, no exige que los peritos sean especialistas en la rama del saber para
la que se les designe, sino que sólo establece que deben tener conocimiento en la
ciencia, técnica o arte sobre el cual debe versar su dictamen, así como que deban
acreditar estar autorizados conforme a la ley para el caso de que la materia de que
se trate estuviere legalmente reglamentada, ha de considerarse que en un juicio
laboral no puede válidamente exigirse que los peritos tengan que ser,
necesariamente, especialistas. Lo anterior no significa que estos no puedan fungir
como peritos; por lo contrario, si para investigar los hechos relativos se cuenta con
el auxilio de dichos expertos, resultará más conveniente para el juzgador, en tanto
que en congruencia con la naturaleza y finalidad de la pericial, se garantizará el
allegamiento de mejores y más profundos elementos de conocimiento.

Jurisprudencia 2a./J. 55/96 por contradicción de tesis, de la Segunda Sala,


No. Registro: 200,503.

PRUEBA PERICIAL EN MATERIA LABORAL. PARA QUE TENGA


VALOR PROBATORIO, NO ES NECESARIO QUE LOS DICTÁMENES
PROVENGAN DE ESPECIALISTAS. La intervención de peritos que no sean
especialistas, pero tengan conocimiento en la ciencia, técnica o arte sobre el cual
debe versar su dictamen, en los términos del artículo 822 de la Ley Federal del
Trabajo, no puede, válidamente, privar a las Juntas de Conciliación y Arbitraje del
ejercicio de su arbitrio jurisdiccional sobre el contenido de los peritajes para decidir
sobre su alcance y valor probatorio, ya que no debe declinar en el perito, por más
especializado que sea, la alta responsabilidad de externar las razones por las
cuales conceden o niegan eficacia probatoria a los respectivos dictámenes.
Consecuentemente, tampoco es legal aceptar que con la sola demostración de
que un perito no tiene la especialización correspondiente, su dictamen pierda todo
valor probatorio de modo automático y, por contrapartida, que también de manera
maquinal se le dé pleno valor al emitido por el especialista, además de que tal
proceder sería contrario a las disposiciones tutelares de la aludida probanza en
materia laboral, en cuanto prevé el auxilio del trabajador que, si difícilmente puede
pagar un perito general, menos aún podrá contratar a un especialista.

178. Tanto en el artículo 123, apartado A, fracción XXXI, inciso a), de


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como en el
artículo 527, fracción I, de la Ley Federal del Trabajo, se toma en
consideración la rama industrial a la que pertenece la empresa para la que
presta sus servicios el trabajador a fin de delimitar la competencia entre las
juntas de conciliación y arbitraje federales y locales. Ahora bien, para
determinar la rama industrial a la que corresponde una empresa
perteneciente a una sociedad mercantil y, por consiguiente, la competencia
de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje o de las juntas locales, ¿se
debe atender al objeto enunciado en los estatutos de aquéllas?

RESPUESTA. Si no existen otros elementos sí, ya que


esencialmente se tiene que atender a las actividades.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 4/96 por reiteración, de la Segunda


Sala, No. Registro: 200,644.

COMPETENCIA LABORAL. AUNQUE EL OBJETO DE LAS


SOCIEDADES ENUNCIADO EN SU ESTATUTO, RESULTA INSUFICIENTE,
POR SI SÓLO, PARA DEMOSTRAR LA ACTIVIDAD QUE REALMENTE
REALIZAN, ES DETERMINANTE SI NO HAY ELEMENTO QUE LO DESVIRTUE.
El objeto social de las sociedades enunciado en la escritura constitutiva, o sus
reformas, resulta insuficiente para demostrar las actividades que realmente
realizan y, por sí solo, no es determinante para fincar la competencia en alguna
autoridad jurisdiccional; sin embargo, si ese dato es el único que aparece en autos
acerca de la actividad que desempeña la empresa demandada en el juicio laboral,
el mismo adquiere relevancia para decidir la competencia, cuando no es motivo de
controversia entre las partes y no aparece contrariado con ningún otro elemento
de prueba.

179. En un juicio laboral, la parte demandada plantea, en la vía


incidental, la incompetencia de la junta por razón de la materia. El apoderado
del trabajador actor se allana a la demanda incidental. La junta declara
infundado el incidente por considerar que es competente legalmente para
conocer del asunto. En este caso, ¿es jurídicamente correcta la
determinación de la junta?

RESPUESTA. Si es correcta, porque el allanamiento de una de las partes


a la incidencia de competencia planteada por su contraria, es ineficaz para
otorgarle competencia a una Junta que, por razón de la materia, no la tiene, dado
que las normas que regulan la distribución de competencias en los juicios
laborales son de orden público y, por ende, su observancia es obligatoria.

JUSTIFICACIÓN. Tesis de la anterior Cuarta Sala, Octava Época, No.


Registro: 207,936.

COMPETENCIA POR MATERIA, EL ALLANAMIENTO DE UNA DE LAS


PARTES AL INCIDENTE DE COMPETENCIA PLANTEADO POR SU
CONTRARIA ES INEFICAZ PARA QUE SE SURTA LA. El allanamiento de una
de las partes a la incidencia de competencia planteada por su contraria, es
ineficaz para otorgarle competencia a una Junta que, por razón de la materia, no
la tiene, dado que las normas que regulan la distribución de competencias en los
juicios laborales son de orden público y, por ende, su observancia es obligatoria,
ya que el artículo 686 de la Ley Federal del Trabajo prevé que el proceso del
derecho del trabajo se sustanciará y decidirá en los términos señalados por la
propia ley y el diverso numeral 701 del mismo ordenamiento, establece que las
Juntas de Conciliación y Arbitraje tiene la obligación de declararse incompetentes
en cualquier estado de juicio, hasta antes de la audiencia del desahogo de
pruebas, cuando existan datos en el expediente que así lo justifiquen.

180. Dentro de un incidente de nulidad promovido después de


concluido un juicio laboral, se ofrece la prueba pericial. Una de las partes
solicita, sin emitir razones para ello, la sustitución del perito que designó. En
este caso, ¿resulta procedente tal sustitución?

RESPUESTA: Si es procedente la sustitución del perito, mientras


propuesto no haya rendido su dictamen.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 12/2003 por contradicción de tesis


137/2002-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 184,596.

PRUEBA PERICIAL. EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL ES VÁLIDA


LA SUSTITUCIÓN DEL PERITO MIENTRAS EL PROPUESTO NO RINDA SU
DICTAMEN. El deber de los peritos de protestar el desempeño de su cargo con
arreglo a la ley, contenido en el artículo 825, fracción II, de la Ley Federal del
Trabajo, constituye una formalidad esencial para el desahogo de la prueba
respectiva, que trae consigo el perfeccionamiento de su designación y el
aseguramiento de la certeza jurídica de su labor; sin embargo, tal protesta no
acarrea la imposibilidad de que, mientras el perito no haya rendido su dictamen, la
parte que lo propuso pueda sustituirlo por otro, porque la prueba pericial estará
totalmente desahogada hasta que se rinda el dictamen respectivo, además de que
al aceptarse tal sustitución se salvaguarda el equilibrio procesal que debe existir
entre las partes al no afectarse a la contraparte en sus intereses jurídicos. No es
óbice a lo antes expuesto el hecho de que el referido artículo prevea que
"inmediatamente" después de que los peritos protesten su cargo rendirán su
dictamen, pues la propia ley contempla diversos supuestos en los que la autoridad
laboral puede señalar nueva fecha para continuar con el desahogo de la prueba,
por lo que el perito puede rendir su dictamen incluso días después de que haya
protestado.
181. Un trabajador promueve juicio laboral en contra del Instituto
Mexicano del Seguro Social de quien reclama el pago de una serie de
servicios médicos que tuvo que contratar con motivo de la negativa del
instituto demandado a prestar el servicio. La demanda se presentó ante la
Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. El instituto demandado opone, en
la vía incidental, la excepción de incompetencia de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje, porque considera que la controversia debe ser
resuelta por un juez civil del fuero común. Al emitir la interlocutoria la Junta
sostiene su competencia con base en el artículo 527, fracción II, inciso 1, de
la Ley Federal del Trabajo. Este precepto dice: “La aplicación de las normas
de trabajo corresponde a las autoridades federales, cuando se trate de: (...)
II. Empresas: 1. Aquéllas que sean administradas en forma directa o
descentralizada por el Gobierno Federal”. Inconforme con dicha
interlocutoria el instituto promueve juicio de amparo indirecto en el que
reitera que la competencia para conocer del juicio recae en un juez civil.
Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿cuál es el órgano competente para
conocer de dicha controversia?

RESPUESTA: se actualiza el ejercicio de una acción civil que debe


deducirse ante el Juez común. (civil).

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 1/2001 por contradicción de tesis


35/97, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
190,365.

SEGURO SOCIAL. LA ACCIÓN DE PAGO EJERCITADA CONTRA EL


INSTITUTO POR GASTOS EFECTUADOS CON MOTIVO DE LA NEGATIVA A
BRINDAR ASISTENCIA MÉDICA U HOSPITALARIA A UN ASEGURADO,
BENEFICIARIO O PENSIONADO, O POR RESULTAR DEFICIENTE, ES DE
NATURALEZA CIVIL Y SU CONOCIMIENTO CORRESPONDE A UN JUEZ DEL
FUERO COMÚN. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 275, de la Ley
del Seguro Social abrogada, las controversias entre los asegurados o sus
beneficiarios y el instituto sobre las prestaciones que la propia ley otorga, podrán
ventilarse ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, infiriéndose de dicho
precepto que es requisito sine qua non para que una acción sea de la
competencia de ese tribunal laboral, que la prestación reclamada derive de ese
ordenamiento. Ahora bien, la acción de pago ejercitada por un asegurado,
beneficiario o pensionado, en contra de la citada institución de seguridad social, en
razón de haber realizado erogaciones en numerario por no recibir los servicios
médicos u hospitalarios, o bien, al estimar que son deficientes, circunstancias que
los condujeron a obtener esos servicios en forma particular, escapa del ámbito de
las normas laborales, administrativas y fiscales contenidas en el ordenamiento
invocado; además de que en esa hipótesis la controversia no se endereza contra
dicha institución como subrogataria de la obligación patronal en materia de
seguridad y previsión social de los trabajadores, que es el carácter reconocido por
la ley que lo rige, sino como prestador de un servicio médico, al que los afectados
le atribuyen haber incurrido en responsabilidades por negligencia, impericia o falta
de cuidado; atento lo cual, el reclamo de la prestación económica de que se trata,
desde luego, constituye una acción prevista en la legislación civil y, por tanto, debe
ser resuelta bajo la aplicación de las normas del derecho común.

182. Se promueve un juicio de garantías en contra del embargo


trabado en un juicio laboral. El presidente y el actuario de la junta señalados
como responsables rinden su informe justificado después de los cinco días
que les fueron otorgados por el juez para ese efecto, pero diez días antes de
la celebración de la audiencia constitucional, motivo por el cual el quejoso
se impuso de su contenido. En dicho informe, el presidente y el actuario de
la junta niegan la existencia del embargo que reclama el quejoso, quien no
ofrece ninguna prueba que acredite la traba del embargo. En este caso,
¿cómo debe proceder el juez de Distrito?

Sobreseer por inexistencia de acto, dada la presunción legal y la falta de


prueba en contrario.

Tesis: 1a./J. 8/99

INFORME JUSTIFICADO. CONSECUENCIAS DEL MOMENTO DE RENDICIÓN


O DE SU OMISIÓN (HIPÓTESIS DIVERSAS DEL ARTÍCULO 149 DE LA LEY
DE AMPARO). Del contexto del artículo 149 de la Ley de Amparo, en relación con
los efectos que se producen en el juicio de amparo con la rendición u omisión del
informe justificado, se advierten las siguientes hipótesis: a) Por regla general, el
Juez de Distrito, al solicitar los informes justificados de las autoridades
responsables, concede un término de cinco días, contados a partir de la
notificación del auto correspondiente; b) Si el Juez Federal lo estima conveniente,
por la importancia y trascendencia del caso, a lo que procede agregar que puede
haber situaciones de complejidad para la obtención de constancias, es posible
discrecionalmente ampliar el término por cinco días más, para que la autoridad
responsable rinda su informe con justificación; c) La circunstancia de que las
autoridades responsables presenten sus informes justificados con posterioridad al
término de cinco días o, en su caso, al de su ampliación discrecional, no trae como
consecuencia que se deba tener por presuntivamente cierta la existencia de los
actos que se les atribuyen, según se destacará en inciso subsecuente; d) Las
autoridades responsables rendirán sus informes con justificación con la
anticipación que permita su conocimiento por el quejoso, al menos ocho días
antes de la audiencia constitucional; e) La consecuencia de que se rinda el
informe justificado con insuficiente anticipación en relación con la fecha de la
celebración de la audiencia constitucional, será que el Juez difiera o suspenda tal
audiencia, según lo que proceda, a solicitud de las partes, que inclusive podrá
hacerse en la misma fecha fijada para la celebración de la diligencia; f) Si el Juez
de Distrito omite dar vista a la parte quejosa con el informe justificado rendido con
insuficiente anticipación en relación con la fecha fijada para la celebración de la
audiencia constitucional, el tribunal revisor podrá ordenar la reposición del
procedimiento, atento lo que establece el artículo 91, fracción IV, de la Ley de
Amparo; y g) Cuando la autoridad responsable no rinda su informe con
justificación, se presumirá cierto el acto reclamado, salvo prueba en contrario,
quedando a cargo del quejoso la prueba de los hechos que determinen su
inconstitucionalidad, cuando dicho acto no sea violatorio de garantías en sí mismo,
sino que su constitucionalidad o inconstitucionalidad dependa de los motivos,
datos o pruebas en que se haya fundado el propio acto. Esta parte del precepto se
refiere a casos de ausencia de rendición de informe justificado por parte de la
autoridad responsable, o bien, para el evento en que dicho informe hubiera sido
rendido con posterioridad a la celebración de la audiencia constitucional, lo que
hace precluir cualquier oportunidad de las partes para apersonarse, presentar
promociones o aportar constancias en el juicio de garantías.

170291
9a. Epoca; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Febrero de 2008; Pág. 590; [J];
INFORME JUSTIFICADO PRESENTADO EN FORMA EXTEMPORÁNEA.
IMPONE QUE SE DIFIERA LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL PARA
OTORGAR ÍNTEGRAMENTE A LAS PARTES, EL PLAZO DE 8 DÍAS A QUE SE
REFIERE EL ARTÍCULO 149 DE LA LEY DE AMPARO. De acuerdo con el
análisis de dicho artículo, el plazo que permite al quejoso tener conocimiento del
informe justificado, es de al menos ocho días antes de la fecha señalada para la
celebración de la audiencia constitucional, que la circunstancia de que no se rinda
con esa anticipación es imputable únicamente a la autoridad responsable y que en
ningún caso puede provocar que se deje en estado de indefensión al quejoso.
Conforme a ello, en el caso de que el informe justificado se presente en forma
extemporánea, la audiencia debe diferirse para que se otorgue íntegramente a las
partes el plazo de ocho días a que se refiere el artículo 149 de la Ley de Amparo,
el cual, por tanto, debe computarse a partir de que surta efectos la notificación del
auto en que se difiere la audiencia constitucional en términos del artículo 24,
fracciones I y II del ordenamiento legal en cita, para que las partes se impongan
del informe y, en su caso, cuenten con el tiempo suficiente para desvirtuar los
razonamientos expresados por la autoridad responsable y, de considerarlo
conveniente, preparar las pruebas conducentes, dando de esta manera, viabilidad
al plazo a que se refiere el artículo 151 de la ley en cita, para el desahogo de las
pruebas pericial, testimonial y de inspección judicial; pues de computar ese plazo,
contando los días que corren a partir del siguiente al en que surte efectos la
notificación del proveído con que se da vista con el informe justificado hasta el
anterior a la audiencia constitucional junto con los días que pasan entre el día
siguiente a que surte efectos la notificación del auto que difiere la audiencia hasta
que ésta se lleva a cabo, se deja en indefensión al gobernado ante la
incertidumbre que genera el no conocer con seguridad el plazo efectivo que tiene
para desvirtuar y probar las refutaciones que tenga contra el informe justificado,
así como si dicho plazo verdaderamente será de ocho días, lo que puede
ocasionar que actúe con vacilación respecto a imponerse del informe, realizar sus
investigaciones, recabar los elementos probatorios necesarios para acreditar su
derecho y ofrecerlos de manera oportuna. Por tanto, los jueces de Distrito tendrán
que verificar, cuando difieran la audiencia constitucional con motivo de que el
informe justificado se haya presentado en forma extemporánea, que entre la
fecha en que surta efectos la notificación del proveído relativo y la nueva fecha
señalada para su desahogo, transcurran cuando menos ocho días hábiles.

183. El artículo 76 bis, fracción I, de la Ley de Amparo establece: “Las


autoridades que conozcan del juicio de amparo deberán suplir la deficiencia
de los conceptos de violación de la demanda, así como la de los agravios
formulados en los recursos que esta ley establece, conforme a lo siguiente:
I. En cualquier materia, cuando el acto reclamado se funde en leyes
declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de
Justicia”. El demandado (patrón) en un juicio laboral promueve un juicio de
garantías en contra del último acto de ejecución de un laudo dictado por un
tribunal laboral local. El quejoso hace valer una serie de violaciones
cometidas en su perjuicio durante el procedimiento de ejecución. Ahora
bien, de las constancias se advierte que en la ejecución del laudo se aplicó
en perjuicio del quejoso un precepto de la ley laboral local que ya fue
declarado inconstitucional por la jurisprudencia de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cabe precisar que el quejoso no
señaló como acto reclamado dicha ley ni como autoridad responsable al
Congreso ni al ejecutivo local. En este caso, ¿es procedente suplir la
deficiencia de la queja a favor del patrón quejoso?

RESPUESTA. En este caso sí es procedente suplir la deficiencia de la


queja al patrón.

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 2a./J. 42/97 por contradicción de tesis


61/96, de la Segunda Sala, No. Registro: 197,696.

SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN FAVOR DE LA


PARTE PATRONAL, IMPROCEDENCIA DE LA. El artículo 76 bis de la Ley de
Amparo, en su fracción IV, establece que en materia laboral la suplencia sólo se
aplicará en favor del trabajador; luego, resulta inconcuso que no es dable la
operancia de dicha institución jurídica en favor del patrón. El anterior aserto deriva
de una interpretación gramatical, histórica, sistemática y finalista, que lleva a esta
Segunda Sala a concluir que la suplencia de la queja en la materia laboral
únicamente se justifica en favor del trabajador, en tanto que su finalidad es
solventar la desigualdad procesal de las partes y la necesidad de proteger bienes
básicos. La desigualdad procesal se sustenta, primordialmente, en el artículo 123
constitucional y en la Ley Federal del Trabajo, que regulan la relación laboral como
un derecho de clases; así como en la circunstancia genérica, consistente en la
mayor posibilidad económica del patrón, lo cual le permite acceder a los servicios
de mejores abogados, caso contrario del trabajador; así también, porque al tener
el patrón la administración de la empresa, cuenta con una mejor posibilidad de
allegarse medios probatorios para el juicio. La protección a bienes básicos tiene
como base el hecho de que la subsistencia del trabajador y de su familia, con todo
lo que lleva implícito, depende de su salario y prestaciones inherentes, razón que
evidencia la importancia que tiene para el trabajador un litigio derivado de la
relación laboral. En tal virtud, al no existir tales justificantes para el patrón, por
ningún motivo o pretexto es correcto apartarse de los lineamientos del artículo 76
bis de la Ley de Amparo, ni menos todavía interpretarlos o pretender soslayarlos
por analogía o mayoría de razón, habida cuenta de que la fracción VI del
susodicho artículo 76 bis no es aplicable para suplir la deficiencia de la queja en
favor del patrón, ni aun excepcionalmente, tratándose de una violación manifiesta
de la ley que lo haya dejado sin defensa, tal y como ocurre por la falta de
emplazamiento o su práctica defectuosa, toda vez que la norma específica debe
prevalecer sobre la genérica, esto es, si la voluntad del legislador hubiera sido que
en materia laboral se aplicara en favor del patrón la fracción VI, hubiese utilizado
un texto distinto, por ejemplo, la suplencia de la queja sólo se aplicará en favor del
trabajador "con excepción de lo previsto (o cualquier otra similar) en la fracción
VI", lo cual no ocurrió así; entonces, no tiene por qué interpretarse en otro sentido.
Es menester indicar que existe una excepción derivada de lo previsto en la
fracción I del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, esto es, únicamente para el
caso de que el acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por
la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, supuesto en el cual
sí es factible la suplencia en favor del patrón. Conviene agregar que el artículo
107, fracción III, inciso c), en concordancia con la fracción VII, constitucional,
establece la figura de "tercero extraño a juicio", hipótesis normativa recogida por el
artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, figura jurídica que, trasladada a la
materia laboral, permite al patrón impugnar todo lo actuado en el juicio natural a
través del amparo indirecto, aunque necesariamente debe realizar el razonamiento
lógico-jurídico que demuestre la transgresión de garantías impugnada, porque
pretender lo contrario implicaría dejar en estado de indefensión a la otra parte, la
trabajadora; situación que se agudiza en el recurso de revisión, pues aceptarse
otra cosa implicaría atentar contra la naturaleza jurídica del recurso y en perjuicio
de la parte trabajadora.

175752
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXIII, Febrero de 2006; Pág. 8; [J];
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS,
FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. OPERA, AUNQUE NO SE HAYA
PLANTEADO EN LA DEMANDA LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY. De
los procesos legislativos que culminaron con las reformas a los artículos 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del entonces 76 de la Ley
de Amparo, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de
1951, el 16 de enero de 1984 y el 7 de abril de 1986, así como del texto del actual
artículo 76 Bis, fracción I, de la ley citada, se advierte que si el acto reclamado se
funda en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, debe suplirse la queja deficiente aunque en la
demanda no se hayan reclamado dichas leyes, ni se haya señalado como
autoridades responsables a los órganos legislativos correspondientes o
denunciado algún vicio de constitucionalidad de la norma en que se apoya o
sustenta el acto. La suplencia debe consistir en juzgar que el acto reclamado se
apoya en una disposición inconstitucional en los términos establecidos por la
jurisprudencia, con todas sus consecuencias jurídicas, para cumplir con la
intención del Poder Reformador de garantizar la constitucionalidad de los actos de
autoridad.

175754
9a. Epoca; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; XXIII, Febrero de 2006; Pág. 7; [J];
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS,
FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. ES APLICABLE EN AMPAROS
DIRECTO E INDIRECTO, EN PRIMERA INSTANCIA O EN REVISIÓN. El citado
precepto establece que las autoridades que conozcan del juicio de garantías
deben suplir la queja deficiente cuando el acto reclamado se funde en una ley
declarada inconstitucional por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, sin expresar que opere sólo en cierto tipo de amparos, por lo que es
dable interpretar que dicho beneficio procesal resulta aplicable en los juicios de
amparo directo y en los indirectos, en primera instancia o en revisión, tal como se
sostuvo en la exposición de motivos del proceso legislativo que culminó con la
reforma del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de
1951.

184. Una persona promueve juicio de amparo en contra del embargo


trabado en un bien de su propiedad dentro de un juicio laboral respecto del
cual tiene el carácter de tercero extraño. En la demanda de garantías, solicita
la suspensión provisional. El juez de distrito concede dicha medida cautelar
y como requisito de efectividad fija una caución determinada. A fin de que
siga surtiendo efectos la suspensión provisional, el quejoso exhibe una
póliza de fianza. Posteriormente, se concede al quejoso la suspensión
definitiva y también se le fija una caución para que siga surtiendo efectos. El
peticionario de garantías exhibe una nueva póliza de fianza para garantizar
los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse con la suspensión
definitiva. En tal virtud, el quejoso solicita la devolución de la póliza de
fianza que exhibió para que surtiera efectos la suspensión provisional. En
este caso, ¿resulta procedente la petición formulada por el quejoso?

RESPUESTA. Sí resulta procedente su petición, ya que con la exhibición


de la segunda póliza, quedan garantizados los derechos de los terceros que
pudieran otorgarse por la suspensión definitiva, que sustituye a la provisional.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 141/2005 por contradicción de


tesis 89/2005-PS de la Primera Sala, No. Registro: 176,102.

SUSPENSIÓN PROVISIONAL. NO EXISTE IMPEDIMENTO LEGAL


PARA LA DEVOLUCIÓN DE LA GARANTÍA OTORGADA CON MOTIVO DE SU
CONCESIÓN, UNA VEZ EXHIBIDA LA CORRESPONDIENTE A LA DEFINITIVA.
Al decretar la suspensión provisional de los actos reclamados en un juicio de
amparo, el Juez de Distrito está imposibilitado materialmente para determinar el
monto de una garantía que responda por los daños y perjuicios que pudieran
ocasionarse al tercero perjudicado durante la secuela procesal, por lo que
únicamente lo hará de manera provisional, hasta en tanto se celebre la audiencia
incidental, momento procesal en el que, de concederse la suspensión, podrá fijar
una garantía definitiva, y la determinada provisionalmente perderá su fundamento
de existencia y no podrá surtir efecto alguno, independientemente de que haya
regido la situación de los actos reclamados por lapso determinado. Por tanto, al
fijar el monto de la garantía definitiva, el juzgador deberá considerar que sea
suficiente para responder por los daños y perjuicios que pudieran ocasionarse al
tercero perjudicado con motivo de la concesión de la suspensión en cualquiera de
los momentos procesales, siempre que tengan como antecedente aquélla. Así
ambas garantías (provisional y definitiva) cumplen con el artículo 125 de la Ley de
Amparo, pero no se justifica que subsistan simultáneamente, pues ello
contravendría dicho precepto, porque al concederse definitivamente la suspensión
la determinación provisional se sustituye, sucediendo lo mismo con la respectiva
garantía, ya que la otorgada con motivo de la suspensión definitiva no sólo
garantiza un periodo determinado, sino que responde por los daños que pudieran
ocasionarse al tercero perjudicado por la suspensión en general, en virtud de que
no se trata de dos suspensiones que requieran dos garantías diversas, sino que la
suspensión del acto reclamado en el juicio de amparo es una sola, aunque se
resuelva en dos momentos procesales diversos; de ahí que no exista impedimento
legal para que una vez exhibida la garantía decretada al conceder en definitiva la
suspensión de los actos reclamados en un juicio de amparo, se devuelva la
otorgada con motivo de la concesión provisional, ya que los daños y perjuicios que
pudieran haberse ocasionado automáticamente quedan respaldados con la
garantía que se exhiba con motivo de la suspensión definitiva.

185. Un juez de Distrito en materia laboral recibe una demanda de


amparo indirecto en la que se señala como acto reclamado la resolución
mediante la cual la junta laboral responsable se negó a tener por contestada
en sentido afirmativo la demanda formulada por el quejoso en el juicio
laboral de origen. El juez federal dicta un proveído en el que ordena la
admisión de la demanda de garantías. En este caso, ¿resulta correcto el
proceder del juez federal?

RESPUESTA. No es correcto porque tal acto es impugnable en amparo


directo, ya que no se trata de un acto de imposible reparación.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 60/95 por contradicción 14/95 de


la Segunda Sala, No. Registro: 200,701.

DEMANDA LABORAL, LA NEGATIVA DE LA JUNTA DE TENERLA


POR CONTESTADA EN SENTIDO AFIRMATIVO, ES IMPUGNABLE EN
AMPARO DIRECTO. La negativa de la Junta de tener por contestada la demanda
laboral en sentido afirmativo, debe impugnarse en amparo directo, que es la vía
idónea para plantear la infracción de derechos adjetivos que producen únicamente
efectos intraprocesales, los cuales pueden ser reparados si se obtiene un laudo
favorable. Lo anterior revela, que no se trata de circunstancias que produzcan
afectación directa e inmediata a los derechos sustantivos tutelados por la
Constitución, reservados al amparo indirecto. Por otra parte, resulta inexacto
estimar que sólo las violaciones textualmente consignadas por el artículo 159 de la
Ley de Amparo, son susceptibles de atacarse a través del amparo directo, con
exclusión de cualquier otra, ya que ello conduce a desconocer el contenido de la
fracción XI del propio numeral, según la cual también se consideran violaciones a
las leyes del procedimiento que afectan las defensas del gobernado, todas
aquellas que resulten análogas a las expresadas en las primeras diez fracciones
de dicha disposición.

186. Los representantes del sindicato de la empresa “Construvida”


presentaron demanda de amparo indirecto en contra de la resolución, no
impugnable mediante algún recurso ordinario, que declaró la inexistencia del
estado de huelga. Al proveer sobre dicha demanda, el juez de Distrito
advierte que los representantes no firmaron al pie de la última hoja con la
que termina el texto; sin embargo, aprecia que las firmas manuscritas de
aquéllos aparecen en una hoja que está agregada a la demanda. En el caso
que se plantea, ¿cómo debe proceder el juez federal?

RESPUESTA. Debe admitirse la demanda, y para el caso de que el Juez o


el tribunal del conocimiento tengan dudas respecto a la identidad y voluntad del
quejoso para promover la demanda de garantías, podrá prevenirlo para que
ratifique o haga la aclaración correspondiente, de acuerdo con los artículos 146 y
178 de la Ley de Amparo, respectivamente.

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 1a./J. 128/2005 por contradicción de


tesis 112/2005-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 176,725.

DEMANDA DE AMPARO. PARA TENER POR MANIFIESTA LA


VOLUNTAD DE PROMOVERLA, LA FIRMA O FIRMAS PUEDEN
ESTAMPARSE EN HOJAS ANEXAS. El artículo 204 del Código Federal de
Procedimientos Civiles establece que por suscripción de un documento, se
entiende la colocación, al pie del escrito, de las palabras que con respecto a su
destino sean idóneas para identificar a la persona que suscribe; sin embargo,
tratándose de la demanda de garantías, la firma correspondiente puede ser
plasmada en hojas anexas, pues el hecho de que la misma no se imprima al pie
de la última hoja con la que termina el texto de la demanda sino en una o varias
anexas, no significa que no existe el propósito de promover tal demanda, ya que al
haberse acompañado al escrito relativo forma parte de ella y constituye el signo
expreso e inequívoco de su voluntad, máxime si se toma en cuenta que el
documento que contiene la demanda constituye un todo integral, salvo prueba en
contrario, esto es, mientras no se demuestre que la firma de que se trata no fue
puesta del puño y letra del titular de la demanda o de su representante. Además,
en el caso de que el Juez o el tribunal del conocimiento tengan dudas respecto a
la identidad y voluntad del quejoso para promover la demanda de garantías, podrá
prevenirlo para que ratifique o haga la aclaración correspondiente, de acuerdo con
los artículos 146 y 178 de la Ley de Amparo, respectivamente.
187. En su carácter de tercera extraña a juicio, Rosalía Hinojosa
Zambrano presentó demanda de amparo indirecto en contra del embargo a
un inmueble de su propiedad. Dicho embargo se realizó el 8 de mayo de 2007
dentro del juicio laboral 100/2004, iniciado por Mariana Franco Falcón en
contra de Elena Méndez Drew y otros. Para acreditar su interés jurídico,
Hinojosa Zambrano presentó contrato privado de compraventa que celebró,
en calidad de compradora, con Elena Méndez Drew, ésta en calidad de
vendedora, el 3 de junio de 1998, respecto del bien materia del embargo. La
quejosa también agregó a su demanda copia certificada del acta de
defunción de la vendedora de 20 de octubre de 2003. Por otro lado, en el
juicio de garantías no se objetó el contrato de compraventa. En este caso,
¿el contrato privado de compraventa presentado en el juicio es suficiente
para tener por acreditado el interés jurídico de la quejosa?

RESPUESTA. Si es suficiente para acreditar su interés jurídico, pues aun


cuando el contrato no fue inscrito en el Registro Público de la Propiedad o
celebrado ante algún fedatario, adquiere fecha cierta a partir de la muerte de una
de las partes.

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 1a./J. 33/2003 por contradicción de tesis


103/98-PS, de la Segunda Sala, No. Registro: 183,800.

INTERÉS JURÍDICO, EL CONTRATO PRIVADO DE COMPRAVENTA


DE INMUEBLES EN EL QUE FALLECE UNA DE LAS PARTES ANTES DE QUE
SE HAYA VERIFICADO EL ACTO RECLAMADO CONSTITUYE PRUEBA
SUFICIENTE PARA ACREDITARLO. La Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación en la jurisprudencia número 1a./J. 46/99 determinó que el
contrato privado de compraventa de inmueble, no objetado, que cuenta con fecha
cierta goza de plena eficacia probatoria y que una de las formas en que un
documento adquiere fecha cierta es mediante el fallecimiento de uno de sus
firmantes. Por tanto, un contrato como el referido, en el que una de las partes
muere antes de que tenga verificativo el acto reclamado, constituye una prueba
suficiente para acreditar el interés jurídico en el juicio de garantías. Lo anterior
obedece a que si bien la constancia de la compraventa contenida en una escritura
pública y su inscripción en el Registro Público de la Propiedad constituyen un
medio de prueba idónea para acreditar el dominio adquirido sobre el inmueble en
cuestión; sin embargo, en el juicio de amparo no se resuelve en definitiva el
derecho de propiedad, sino tan sólo de manera presuntiva para efectos de
determinar si el acto reclamado irrumpió de manera inconstitucional en la esfera
jurídica del quejoso.

188. En su carácter de tercera extraña a juicio por equiparación,


Diana Guzmán Castellanos promovió juicio de amparo indirecto en contra de
todo lo actuado en el juicio laboral 83/2007, seguido ante la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje número ocho bis del Distrito Federal, pues considera
que no fue legalmente emplazada a dicho juicio. En su demanda, la quejosa
manifestó lo siguiente: a) el 4 de mayo de 2007, su sobrino le informó de la
existencia del citado juicio laboral, el cual fue iniciado en su contra por
Adelina Rivera Acevedo y otras trabajadoras; b) el 8 siguiente, solicitó, por
escrito, ante la junta laboral copias de todo lo actuado en el juicio, esto con
el fin de promover juicio de garantías, y c) el 16 de mayo de 2007, recibió las
copias solicitadas. En este caso, a efecto de que el juez de Distrito realice el
cómputo del término de quince días que tenía la parte quejosa para
promover juicio de amparo, ¿cuál es el momento en que se considera que la
quejosa tuvo conocimiento del acto reclamado?

RESPUESTA: El acto reclamado debe tenerse por conocido desde el


momento en que se reciben las copias solicitadas a la autoridad responsable.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 42/2002 por contradicción de tesis


32/2000-PS de la Primera Sala, No. Registro: 186,084.

ACTO RECLAMADO. DEBE TENERSE POR CONOCIDO DESDE EL


MOMENTO EN QUE SE RECIBEN LAS COPIAS SOLICITADAS A LA
AUTORIDAD RESPONSABLE. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido el criterio de que conforme al espíritu que informa el artículo 21 de la
Ley de Amparo, el momento en que el quejoso tuvo conocimiento del acto
reclamado debe constar probado de modo directo y no inferirse a base de
presunciones. En congruencia con lo anterior, se concluye que no es sino hasta el
momento en que el particular recibe las copias solicitadas ante la autoridad
responsable, con la finalidad de promover el juicio de garantías, cuando puede
entenderse que tuvo un conocimiento directo, exacto y completo del acto
reclamado, pues es hasta entonces que puede tenerse la certeza de que el
particular conoció en su integridad los actos que estima le son violatorios de
garantías y, por tanto, es esa fecha la que debe tomarse como base para el
cómputo del término que establece el artículo 21 de la ley citada. De lo contrario,
el hecho de que se presuma que con la simple solicitud de copias el quejoso ya
tenía conocimiento pleno del acto reclamado, podría ocasionar que el término para
la presentación de la demanda empezara a correr antes de que hubiera tenido
conocimiento íntegro del acto reclamado, con lo que se limitaría el plazo que tiene
el particular para formular su demanda y defender sus derechos, lo cual se
traduciría en una denegación de impartición de justicia y se rompería incluso con
el equilibrio procesal al limitarle su posibilidad de defensa.

189. El 26 de diciembre de 2006, Rocío Aldama Aguirre tiene


conocimiento de que existe un juicio laboral iniciado por Salomé Herrera
Galindo en contra de la empresa “Espectáculos de la Noche” en el cual ya se
dictó laudo favorable a la parte actora y en el que se ha embargado un
inmueble propiedad de Aldama Aguirre. Ahora bien, al hacer el cómputo del
término para la presentación de la demanda de amparo indirecto, ¿debe
descontarse del cómputo respectivo el período en que hubiera estado de
vacaciones la autoridad responsable?
RESPUESTA. Sí deben descontarse los días por vacaciones de la
autoridad.

Jurisprudencia 1ª./J.5/2006, de la Primera Sala por contradicción de tesis


73/2005-PS, No. Registro: 174,744.

DEMANDA DE AMPARO. TRATÁNDOSE DE TERCERO EXTRAÑO A


JUICIO DEBE DESCONTARSE DEL CÓMPUTO A QUE SE REFIERE EL
ARTÍCULO 21 DE LA LEY DE AMPARO, EL PERIODO DE VACACIONES DE
LA AUTORIDAD RESPONSABLE (APLICACIÓN DE LA TESIS
JURISPRUDENCIAL 3a./J. 42 30/89). Del artículo 21 de la Ley de Amparo se
advierte que el término para promover la demanda en el juicio de garantías se
computará, entre otros supuestos, a partir de que el quejoso tenga conocimiento
del acto reclamado. Ahora bien, si se atiende a que por disposición expresa de la
ley los terceros extraños a juicio tienen derecho de acudir al juicio de garantías a
partir de que adviertan la afectación a su interés jurídico, es decir, cuando se
percaten de que en un proceso judicial o procedimiento seguido en forma de juicio
no han sido escuchados previamente, resulta indudable que, a fin de preparar su
demanda, deben conocer directa, exacta y completamente las consideraciones y
fundamentos legales sustentados por la autoridad responsable, de lo que se sigue
que tratándose de tercero extraño a juicio sí debe descontarse del cómputo del
término para presentar su demanda de amparo el periodo de vacaciones de la
autoridad responsable, pues si a aquél se le diera un tratamiento diverso, se
atentaría contra el principio de igualdad procesal entre las partes, ya que cualquier
quejoso, por el solo hecho de serlo, debe estar sujeto a las mismas disposiciones
procesales. En tal virtud, resulta aplicable al caso la tesis jurisprudencial de la
anterior Tercera Sala, identificable bajo el rubro: "AMPARO. PARA LA
INTERPOSICIÓN DE LA DEMANDA NO DEBEN COMPUTARSE LOS DÍAS
INHÁBILES POR VACACIONES DE LA AUTORIDAD.", que aparece publicada
con el número 3a./J. 42 30/89 en el Semanario Judicial de la Federación, Octava
Época, Tomo IV, Primera Parte, julio a diciembre de 1989, página 279; máxime,
que uno de los criterios en contradicción de los cuales derivó la citada
jurisprudencia emanó de un amparo seguido por un tercero extraño a juicio.

190. Los representantes del sindicato de la empresa “Aluminios del


Sur” presentaron demanda de amparo indirecto en contra de la resolución,
no impugnable mediante algún recurso ordinario, que les negó el registro (la
toma de nota) referente al cambio de directiva, a pesar de que habían
exhibido ante la autoridad responsable las actas correspondientes. Al
proveer sobre la demanda, el juez de Distrito advierte que el sindicato
quejoso no precisó correctamente el nombre de una autoridad responsable y
omitió exhibir suficientes copias para emplazar a las partes. Por lo anterior,
el juzgador federal decide requerir al solicitante de amparo tanto para que
exhiba las copias faltantes de la demanda como para que aclare la
denominación de la autoridad responsable. Ahora bien, en el acuerdo en que
se realice dicho requerimiento, el juez de Distrito ¿está obligado a precisar el
número exacto de copias que debe exhibir el quejoso tanto del escrito de
demanda como del ocurso en que desahoga la prevención?

RESPUESTA. Si está obligado a ello.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 106/2005 por contradicción de


tesis 90/2005-PS de la Primera Sala, No. Registro: 177,046.

COPIAS PARA LA TRAMITACIÓN DEL JUICIO DE AMPARO. AL


PREVENIR AL QUEJOSO PARA QUE EXHIBA LAS FALTANTES, EL ÓRGANO
JURISDICCIONAL DEBE PRECISAR EL NÚMERO EXACTO DE LAS
REQUERIDAS. La sanción procesal impuesta a las partes por no exhibir las
copias para el trámite del juicio de amparo consiste en tener por no interpuesta la
demanda de garantías y sólo procede cuando el promovente ya fue requerido por
el órgano jurisdiccional correspondiente para que exhiba las copias omitidas.
Ahora bien, así como la garantía de acceso a la justicia o a la tutela jurisdiccional
engendra un deber negativo para que los órganos del Estado no obstaculicen a los
gobernados la posibilidad de dilucidar sus pretensiones jurídicas, dicha garantía
también implica un deber positivo consistente en facilitarles el acceso a la justicia.
En ese tenor, aunque pudiera pensarse que la Ley de Amparo establece
claramente cuántas copias debe exhibir el promovente del juicio de garantías y,
por ende, que el uso de expresiones como "las copias omitidas", "las copias de
ley" u otras similares es suficiente para considerar correcto el requerimiento del
juzgador, resulta evidente que para facilitar el acceso a la justicia y dar mayor
seguridad jurídica a los gobernados, al realizar el requerimiento respectivo, el
órgano jurisdiccional debe precisar el número exacto de copias o tantos que deben
exhibirse para el trámite del juicio de amparo, ya sea del escrito de demanda, del
que desahoga la prevención, o de ambos, pues no debe soslayarse el hecho de
que quien lo promueve no siempre es abogado o está correctamente asesorado
por un especialista en la materia jurídica, por lo que podría suceder que, a pesar
de haber sido requerido, el promovente cometiera el error de no acompañar las
copias suficientes, lo que traería como consecuencia que se tuviera por no
interpuesta la demanda de amparo, con la consecuente imposibilidad de acceder a
la justicia constitucional.

191. Juana Lagos Alvarado demandó de la empresa “Cosméticos


Multicolores”, de Rubí Mendoza Alejo y de Sonia Mota Licona, entre otras
prestaciones, la reinstalación en su empleo con motivo del despido
injustificado del que fue objeto. Una junta laboral admitió la demanda.
Emplazados que fueron los demandados, éstos señalaron como
representante común a Rubí Mendoza Alejo y contestaron lo que a su interés
convino. Durante la tramitación del juicio laboral, la junta dictó un proveído
que afecta en grado predominante y superior a Juana Lagos Alvarado. Ésta
promovió juicio de amparo indirecto; el juzgador admitió la demanda. Ahora
bien, es el caso que las tres terceras perjudicadas fueron emplazadas por
conducto de la representante común en el juicio natural. En este caso, ¿el
referido emplazamiento resulta legal?
RESPUESTA. Sí resulta legal el emplazamiento, porque tal personalidad la tiene
reconocida ante la autoridad y porque la figura del representante es similar a la del
mandatario.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 121/2005 por contradicción de


tesis 117/2005-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 176,793.

TERCEROS PERJUDICADOS EN EL JUICIO DE AMPARO. ES LEGAL


LA NOTIFICACIÓN QUE SE LES PRACTIQUE POR CONDUCTO DEL
REPRESENTANTE COMÚN DESIGNADO EN EL JUICIO NATURAL. El artículo
13 de la Ley de Amparo establece que cuando alguno de los interesados tenga
reconocida su personalidad ante la autoridad responsable, aquélla será admitida
en el juicio de amparo para todos los efectos legales procedentes. En ese sentido,
se concluye que es legal el emplazamiento hecho a los terceros perjudicados en el
juicio de garantías por conducto del representante común designado en el juicio
natural, porque la figura del representante es similar a la del mandatario y, por
consiguiente, aquél cuenta con autorización para litigar a favor de sus
representados.

192. Colorina Mendoza Salas promovió juicio de amparo indirecto en


contra de todo lo actuado en un juicio laboral. Durante la tramitación del
juicio de garantías, la quejosa ofreció, en tiempo y forma, prueba testimonial
a cargo de Isabela Fuentes Ibáñez y Daniela Trujillo Falcón. El juez de
Distrito admitió dichos medios de convicción; sin embargo, Daniela Trujillo
Falcón quedó imposibilitada para comparecer al desahogo de la prueba, por
causa superveniente no imputable a Colorina Mendoza. Por lo anterior ésta
solicita que, sin variarse el interrogatorio exhibido para el desahogo de la
prueba, se le permita la sustitución de aquella testigo por Janet Ponce de la
Peña. Al respecto, ¿resulta procedente dicha solicitud?

RESPUESTA. Si es procedente dicha solicitud, siempre y cuando se haya


ofrecido oportunamente y la solicitud se presente dentro de los cinco días previos
a la celebración de la audiencia constitucional

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 64/2005 por contradicción de tesis,


de la Primera Sala, No. Registro: 177,767.

TESTIGOS EN EL JUICIO DE AMPARO. LA SOLICITUD EN LA QUE SE


PIDE SU SUSTITUCIÓN DEBE PRESENTARSE DENTRO DE LOS CINCO DÍAS
PREVIOS A LA CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. El
artículo 151 de la Ley de Amparo establece que la prueba testimonial debe
anunciarse cinco días hábiles antes del señalado para la celebración de la
audiencia constitucional, sin contar el del ofrecimiento ni el señalado para la propia
audiencia; sin embargo, dicho plazo no debe aplicarse analógicamente para la
sustitución de testigos. Lo anterior es así, ya que de aplicarse analógicamente el
referido plazo se perdería la razón de ser de la propia figura, al anularse de facto
el derecho de sustituir a un testigo; por tanto, es procedente la solicitud de
sustitución de la persona que deberá desahogar la prueba testimonial pero sin
variar el interrogatorio exhibido al momento de ofrecer la prueba, si ésta queda
imposibilitada para ello por una causa superveniente, no imputable al oferente de
la prueba, siempre y cuando se haya ofrecido oportunamente y la solicitud se
presente dentro de los cinco días previos a la celebración de la audiencia
constitucional, sin contar el de ésta; sin que con ello se vulneren los principios
de igualdad y certeza jurídica en materia procesal, pues queda intacto el derecho
de las partes en litigio de conocer el interrogatorio respectivo con la anticipación
requerida por el referido artículo; mientras que respecto a la identidad del testigo,
si bien varía con relación a la anunciada en el ofrecimiento de la prueba, se
conocerá por las partes previo a la audiencia constitucional, con lo cual se
salvaguarda su derecho a determinar la idoneidad del testigo sustituto,
permitiendo que se formulen y preparen oportunamente por escrito o verbalmente
las repreguntas y, en su caso, la posible impugnación de dicha idoneidad, la cual
podrá ser considerada por el juzgador al momento de realizar la valoración de sus
declaraciones. Máxime que el Juez de amparo puede diferir la celebración de la
audiencia de ley, si así lo estima necesario, para estudiar la acreditación de la
causa superveniente invocada por el oferente de la prueba, a efecto de llevar a
cabo la preparación de dicha testimonial, esto es, determinar si el testigo sustituto
requiere ser citado, si es necesaria la sustanciación de un exhorto o, incluso, si
considera que la identidad de aquél debe conocerse por las otras partes con
mayor anticipación a la audiencia constitucional.

193. La secretaria del Juzgado Segundo de Distrito en Materia del


Trabajo Jazmín Cuenca Soto está encargada del despacho del juzgado con
motivo de las vacaciones del juez. El período vacacional del titular del
juzgado es del 13 al 31 de enero de 2006. Dentro de dicho período, se le
turna a Jazmín Cuenca un asunto en el que el juez presidió y concluyó la
audiencia constitucional, la cual fue celebrada el 10 de enero de 2006. En
este caso, ¿la mencionada secretaria encargada del despacho puede
válidamente emitir el fallo correspondiente en dicho asunto?

RESPUESTA. No puede emitirlo.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 88/2005 por contradicción de tesis


37/2005-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 177,149.

SECRETARIO ENCARGADO DEL DESPACHO DEL JUZGADO CON


MOTIVO DE LAS VACACIONES DEL TITULAR. NO PUEDE DICTAR
SENTENCIA SI LA AUDIENCIA NO FUE PRESIDIDA POR ÉL, SINO POR EL
JUEZ A QUIEN SUSTITUYE. El artículo 161 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación establece que los secretarios encargados de los Juzgados de
Distrito fallarán los juicios de amparo cuyas audiencias se hubieran señalado para
los días en que los Jueces a quienes sustituyen disfruten de vacaciones, por lo
que a contrario sensu se concluye que solamente pueden emitir sentencia en esos
estrictos casos y que, por tanto, cuando la audiencia se haya celebrado y
concluido formalmente por el titular antes de su periodo vacacional, los secretarios
que los sustituyen no pueden dictar la sentencia respectiva. Ello es, por un lado,
congruente con las disposiciones legales que contemplan la sustitución total y
completa de los secretarios en el ejercicio de la función jurisdiccional sólo en caso
de ausencias largas y con la previa intervención del Consejo de la Judicatura
Federal y, por otro, no conlleva una afectación apreciable sobre los principios
rectores del juicio de garantías, dada la corta duración de los periodos
vacacionales de que disfrutan los Magistrados y los Jueces de Distrito. Máxime si
se considera que el citado artículo 161 prevé un caso de ausencia breve y de
duración legalmente predeterminada -15 días, según el artículo 160 de dicha ley-,
en la cual el ejercicio de la función jurisdiccional por parte de los secretarios es
excepcional, por lo que es indudable que su alcance debe interpretarse
restrictivamente.

175787
9a. Epoca; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXIII, Febrero de 2006; Pág. 497; [J];
REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO EN EL AMPARO. DEBE ORDENARSE
SÓLO RESPECTO DEL DICTADO DE LA SENTENCIA CUANDO LA
AUDIENCIA LA PRESIDIÓ EL JUEZ DE DISTRITO, PERO AQUÉLLA LA DICTÓ
EL SECRETARIO ENCARGADO DEL DESPACHO EN AUSENCIA DEL
TITULAR. El artículo 161 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación
establece que los secretarios encargados de los Juzgados de Distrito fallarán los
juicios de amparo cuyas audiencias se hubieran señalado para los días en que los
Jueces a quienes sustituyen disfruten de vacaciones, por lo que a contrario sensu
se concluye que solamente pueden emitir sentencia en esos estrictos casos y que,
por tanto, cuando la audiencia se haya celebrado y concluido formalmente por el
titular antes de su periodo vacacional, los secretarios que los sustituyen no pueden
dictar la sentencia respectiva. Ello es, por un lado, congruente con las
disposiciones legales que contemplan la sustitución total y completa de los
secretarios en el ejercicio de la función jurisdiccional sólo en caso de ausencias
largas y con la previa intervención del Consejo de la Judicatura Federal y, por otro,
no conlleva una afectación apreciable sobre los principios rectores del juicio de
garantías, dada la corta duración de los periodos vacacionales de que disfrutan los
Magistrados y los Jueces de Distrito. Máxime si se considera que el citado artículo
161 prevé un caso de ausencia breve y de duración legalmente predeterminada -
15 días, según el artículo 160 de dicha ley-, en la cual el ejercicio de la función
jurisdiccional por parte de los secretarios es excepcional, por lo que es indudable
que su alcance debe interpretarse restrictivamente

194. En su carácter de tercera extraña a un juicio laboral, Yuridia


Mendoza Ramos promueve juicio de amparo indirecto en contra del embargo
sobre un vehículo de su propiedad realizado por el actuario de una junta
laboral el 21 de junio de 2007. En su demanda de garantías, la solicitante de
amparo exhibe la factura del vehículo que contiene una cesión de derechos a
su favor hecha por el propietario original. Durante la tramitación del juicio de
amparo, Yuridia Mendoza ofrece, en tiempo y forma, la prueba de inspección
ocular en los archivos de la Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito
Federal a efecto de que personal del juzgado constate que: a) desde febrero
de 2003, el vehículo embargado está a su nombre en dicha dependencia con
motivo de que se exhibió ante ésta la factura del automotor, y b) que ha
pagado las tenencias de dicho carro. No obstante que este medio de
convicción no es contrario a la moral o al derecho y se estima idóneo para
acreditar el interés jurídico de la quejosa, el juez de distrito desecha la
prueba, bajo el argumento de que los hechos que pretende probar la quejosa
son susceptibles de acreditarse con prueba documental, la cual debió
recabarse de la dependencia gubernamental, en términos del artículo 152 de
la Ley de Amparo. En este caso, ¿resulta jurídicamente correcta dicha
determinación?

RESPUESTA. No es correcta la determinación del Juez, ya que tal


circunstancia no está prevista en la ley, y si bien algunas pruebas son más
idóneas que otras, ello no impide que determinado hecho se acredite con alguna
de las pruebas previstas en el artículo 151 de la Ley de Amparo.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 41/2002 por contradicción de tesis


34/2002-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 185,994.

INSPECCIÓN OCULAR EN EL JUICIO DE AMPARO. CUANDO


RESULTE IDÓNEA PARA EL OBJETO QUE SE PROPUSO, EL JUEZ DE
DISTRITO NO ESTÁ FACULTADO PARA DESECHARLA BAJO EL
ARGUMENTO DE QUE EL HECHO ES SUSCEPTIBLE DE DEMOSTRARSE
CON LA DOCUMENTAL. De conformidad con lo dispuesto en los artículos 150 a
155 de la Ley de Amparo, así como 79, 81, 85 y 86 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, estos últimos de aplicación supletoria a los juicios de
garantías, por disposición expresa del artículo 2o. de la citada ley, que establecen
que en el amparo indirecto debe admitirse cualquier medio de prueba que sea
idóneo y esté reconocido por la ley, a excepción de la confesional y de las que
fueren contra la moral o el derecho, así como el procedimiento para su
ofrecimiento, preparación y desahogo, y la facultad del juzgador, para conocer la
verdad, de valerse de cualquier medio de prueba reconocido por la ley, y que esté
relacionado con los hechos controvertidos, además de la obligación de las partes
de probar sus pretensiones; en relación con el criterio del Tribunal Pleno de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación contenido en la tesis P./J. 41/2001,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo XIII, abril de 2001, página 157, de rubro: "PRUEBAS TESTIMONIAL,
PERICIAL Y DE INSPECCIÓN OCULAR EN EL JUICIO DE AMPARO. CUANDO
SU FALTA DE IDONEIDAD PARA EL OBJETO QUE SE PROPUSIERON
RESULTE PATENTE, EL JUEZ DE DISTRITO ESTÁ FACULTADO PARA
DESECHARLAS DESDE SU ANUNCIO Y NO RESERVARSE HASTA LA
CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL."; se concluye que
cuando en el juicio de amparo es ofrecida la prueba de inspección ocular, la cual
se estima idónea para acreditar el hecho pretendido, y sin que su ofrecimiento sea
contrario a la moral o al derecho, no es válido legalmente negar su admisión, con
el argumento de que los hechos son susceptibles de acreditarse con la
documental o con alguna otra prueba, puesto que tal circunstancia no se
encuentra prevista en la ley. Además, si bien es cierto que de acuerdo con la
naturaleza de cada prueba, hay unas más idóneas que otras para demostrar el
hecho que se pretende acreditar, lo que permite distinguir cuáles son aptas para
generar mayor convicción en el juzgador, también lo es que las partes tienen la
oportunidad de escoger y decidir con cuál de ellas pretenden demostrar el hecho
concreto a conocer e, incluso, aportar distintos medios probatorios
complementarios entre sí para dar mayor certidumbre legal, y sólo cuando de
manera indubitable se advierta que la prueba ofrecida no es la idónea para
acreditar el hecho pretendido, o bien, sea contraria a la moral o al derecho,
entonces sí, conforme a la jurisprudencia citada, debe ser desechada.

195. En su carácter de persona extraña a juicio, Cornelia Balmori


Mora promovió juicio de amparo indirecto en contra del embargo,
procedimiento de remate y lanzamiento que se pretende realizar sobre un
inmueble, cuya propiedad y posesión tiene desde hace más de diez años.
Dichos actos fueron realizados en el período de ejecución de un juicio
laboral que inició el 29 de enero de 2004. Para acreditar su interés jurídico,
exhibió contrato privado de compraventa debidamente ratificado ante
Notario Público el 22 de abril de 1993. En el expediente laboral presentado
por las autoridades responsables obra copia certificada de la escritura
pública del inmueble embargado en el juicio laboral. De dicho instrumento
notarial se advierte que las medidas y colindancias del inmueble (norte y
sur) no coinciden con las registradas en el contrato privado de compraventa
que exhibió la quejosa. Por lo anterior, ésta ofreció, en tiempo y forma,
prueba pericial a fin de identificar plenamente el inmueble embargado con el
predio cuya privación reclama en el juicio de garantías. El juez de Distrito
admite dicho medio de convicción y otorga a las contrapartes de la oferente
de la prueba pericial el derecho para adicionar el cuestionario exhibido al
efecto, en términos del artículo 146 del Código Federal de Procedimientos
Civiles aplicable supletoriamente a la Ley de Amparo. En este supuesto, ¿es
jurídicamente correcta la resolución del juzgador federal?

RESPUESTA. Si es correcta la determinación del Juez.

JUSTIFICACION. Jurisprudencia 1a./J. 44/2002 por contradicción de tesis


82/2000-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 185,936.

PRUEBA PERICIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. PROCEDE LA


APLICACIÓN SUPLETORIA DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS
CIVILES PARA OTORGAR A LA CONTRAPARTE DEL OFERENTE EL
DERECHO A ADICIONAR EL CUESTIONARIO QUE ÉSTE EXHIBIÓ. La
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en relación con la aplicación supletoria
del Código Federal de Procedimientos Civiles que en materia de amparo establece
el artículo 2o. de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sostenido el criterio de
que respecto de instituciones contempladas en dicha ley que no tengan
reglamentación o que teniéndola sea insuficiente, procede la supletoriedad, con la
única limitación de que las disposiciones que se apliquen supletoriamente no
estén en contradicción con el conjunto de normas que se deba suplir, sino que
sean congruentes con los principios del juicio de amparo. En este tenor, si las
disposiciones del Código Federal de Procedimientos Civiles no contravienen lo
dispuesto en la Ley de Amparo, sino que, por el contrario, resultan acordes con el
principio de economía procesal bajo el cual se constituye el juicio de garantías, a
efecto de tener procedimientos ágiles, que se desenvuelvan en el menor tiempo
posible y con el menor empleo de recursos, en fiel seguimiento de la garantía de
pronta administración de justicia tutelada por el artículo 17 de la Constitución
Federal, se concluye que procede la aplicación supletoria del artículo 146 del
mencionado código, para otorgar a las contrapartes del oferente de la prueba
pericial el derecho de adicionar el cuestionario exhibido al efecto, pues con ello se
privilegia la economía procesal y la pronta administración de justicia, lo que no
acontece en el supuesto contrario, pues de negarse la aplicación supletoria
señalada, implicaría que las contrapartes del oferente de la prueba pericial
tendrían que ofrecer también esa probanza, a efecto de que se pudiera emitir un
dictamen que, aunque se refiriera a la misma materia del debate, comprendiera
puntos distintos de los abarcados en el primer cuestionario.

196. Diana Anguiano Minaya promovió juicio de amparo indirecto en


contra de todo lo actuado en un juicio laboral. Durante el juicio de garantías,
la quejosa ofreció, en tiempo y forma, prueba testimonial señalando al efecto
nombres y domicilios de sus testigos, a quienes solicitó se les citara por
conducto del juzgado. Ahora bien, si el juzgador federal considera que la
prueba testimonial debe admitirse y que, por ende, debe ordenar la citación
de los testigos, ¿debe apercibir al oferente con declarar desierta la prueba si
resultan falsos o incorrectos los domicilios señalados para ordenar la
citación de los testigos?

RESPUESTA. No debe hacerlo, en virtud de que no existe advertencia


alguna previa al ofrecimiento de la testimonial, en el que se señalaron los nombres
y omisiones, que pueda acarrear la realización de ciertos actos u omisiones, sino
que se efectúa después de que se hizo tal oferta.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 43/2002 por contradicción de tesis


49/2002-PS de la Primera Sala, No. Registro: 186,175.

PRUEBA TESTIMONIAL EN EL JUICIO DE AMPARO. ES ILEGAL EL


APERCIBIMIENTO HECHO AL OFERENTE EN EL SENTIDO DE QUE DE
RESULTAR FALSOS O INCORRECTOS LOS DOMICILIOS SEÑALADOS PARA
CITAR A LOS TESTIGOS, AQUÉLLA SE DECLARARÁ DESIERTA. El
apercibimiento puede emplearse como una advertencia o prevención que la
autoridad hace a determinada persona, de las consecuencias desfavorables que
podrá acarrearle la realización de ciertos actos u omisiones, o bien, como una
sanción que el juzgador puede imponer a sus subordinados y también a quienes
perturben o contraríen el normal desarrollo de las audiencias y demás actividades
judiciales o falten al respeto y consideración debidos a la administración de
justicia. De lo anterior deriva que no puede constituir propiamente un verdadero
apercibimiento el que se realiza al oferente de la prueba testimonial, consistente
en que, de no resultar ciertos los domicilios de los testigos propuestos, se
declarará desierta tal prueba, en virtud de que no existe advertencia alguna previa
al ofrecimiento de dicha probanza, en el que se señalaron los nombres y
domicilios de los testigos a citar, que pueda acarrear la realización de ciertos actos
u omisiones, sino que se efectúa después de que se hizo tal oferta. Lo antes
expuesto es así, porque el artículo 167 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, interpretado en forma estricta,
no autoriza a realizar apercibimiento alguno en tal sentido, y si las autoridades
sólo pueden hacer lo que la ley les permite, es claro que no debe prejuzgarse si
los domicilios señalados por el oferente de la prueba testimonial son o no ciertos.
Además, la falta de apercibimiento previo no repercutiría en la celeridad del
procedimiento, ya que la justicia debe obtenerse a través de un procedimiento que
garantice una efectiva defensa que permita al juzgador conocer con mayor
precisión la verdad legal, aspecto este que evidentemente redundaría en darle
mayor seguridad y certeza jurídica a sus resoluciones, por lo que, si no resultan
ciertos los domicilios de los testigos, el juzgador estará, hasta ese momento, en
aptitud de realizar el apercibimiento adecuado, según el caso que se actualice, y
ahora sí, en aras de la celeridad del procedimiento.

197. La persona moral “Frigoríficos del Sur” desea presentar


demanda de amparo indirecto en contra del ilegal emplazamiento que se le
realizó dentro del juicio laboral 11/2007. Con motivo de que es el último día
que dicha persona moral tiene para presentar su demanda de garantías, su
representante se traslada al domicilio del secretario del juzgado de Distrito
que ha sido autorizado por el juez para recibir promociones fuera del horario
de labores. Al respecto, mencione qué datos debe registrar el referido
secretario para que sea válida la razón asentada con motivo de la recepción
de la demanda de amparo.

RESPUESTA: Basta con que en ella se señalen la fecha y hora de


recepción del escrito, que se asienten los anexos y copias que, en su caso, le
sean entregadas, y que el citado funcionario firme al calce para debida constancia.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 33/2001 por contradicción de tesis


5/2000, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
189,975.

DEMANDAS O PROMOCIONES PRESENTADAS EN HORAS


INHÁBILES. REQUISITOS QUE DEBE CONTENER LA RAZÓN QUE
RESPECTO A SU RECEPCIÓN ASIENTE EL SECRETARIO DEL JUZGADO DE
DISTRITO AUTORIZADO POR EL TITULAR DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL
RESPECTIVO. Si se toma en consideración que conforme a lo dispuesto en los
artículos 23, cuarto párrafo, de la Ley de Amparo y 61 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la citada ley, en términos de lo
previsto en el artículo 2o. de ésta, la presentación de demandas o promociones de
término puede hacerse el día en que el plazo relativo concluya, fuera del horario
de labores del órgano jurisdiccional correspondiente, ante el secretario autorizado
para recibirlas, quien tiene la obligación de autorizar con su firma todos los actos
procesales de los que deba dejarse constancia y le estén encomendados, así
como hacer constar la fecha (día, mes y año) y la hora en que se presente el
escrito, dando cuenta con él al día siguiente, o bien, desde luego, cuando se trate
de un asunto urgente, es inconcuso que para que la razón que al respecto asiente
el referido secretario sea válida, basta con que en ella se señalen la fecha y hora
de recepción del escrito, que se asienten los anexos y copias que, en su caso, le
sean entregadas, y que el citado funcionario firme al calce para debida constancia,
sin que sea necesario asentar otros datos como el lugar de recepción, el nombre
del funcionario que recibe, la clase de nombramiento que tiene y el órgano donde
labora. Ello es así, porque si la finalidad que se persigue al permitir la presentación
de demandas o promociones el día en que concluya el plazo legal para hacerlo,
fuera del horario de labores, es la de dar oportunidad a las partes de ejercer con
plenitud sus derechos, desde el primer momento en que nacen, hasta el último
minuto del plazo que la ley les otorga para ello, es incuestionable que dicho
ejercicio no puede quedar supeditado a la satisfacción de formalidades no
previstas en la ley, que incluso pudieran ocasionar graves perjuicios al
promovente, pues la negligencia, desconocimiento o actuación indebida del
secretario autorizado para recibir promociones de término podría dejar a aquél en
estado de indefensión, dando lugar a que la presentación se considere
extemporánea por causas ajenas a su conducta procesal.

198. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, Paloma


Varela Morales ofrece, en tiempo y conforme a derecho, la prueba de
inspección ocular. El juez de Distrito advierte, en forma patente e indudable,
que dicha prueba no es idónea para lo que pretende probar la solicitante de
amparo. En este caso, ¿está facultado el juzgador federal para desechar la
prueba referida?

RESPUESTA. Si está facultado para desechar la prueba desde su anuncio


y no reservarse hasta la celebración de la audiencia constitucional.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 41/2001 por contradicción de tesis


13/2000, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
189,894.

PRUEBAS TESTIMONIAL, PERICIAL Y DE INSPECCIÓN OCULAR EN


EL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SU FALTA DE IDONEIDAD PARA EL
OBJETO QUE SE PROPUSIERON RESULTE PATENTE, EL JUEZ DE
DISTRITO ESTÁ FACULTADO PARA DESECHARLAS DESDE SU ANUNCIO Y
NO RESERVARSE HASTA LA CELEBRACIÓN DE LA AUDIENCIA
CONSTITUCIONAL. De acuerdo a lo que disponen los artículos 150, 151, 152,
153, 154 y 155 de la Ley de Amparo; así como 79, 81, 85 y 86 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, estos últimos de aplicación supletoria a los juicios de
garantías, por disposición expresa del artículo 2o. de la citada ley, en el amparo
indirecto debe admitirse cualquier medio de prueba que esté reconocido por la ley,
a excepción de la confesional y de las que fueren contra la moral o el derecho; sin
embargo, esa facultad de que goza el quejoso para ofrecer pruebas no es plena
sino que está limitada al cumplimiento de ciertos requisitos, entre los que se
encuentra el relativo a que el medio de convicción ofrecido necesariamente tenga
relación inmediata con los hechos controvertidos, que no es otra cosa que el
principio de idoneidad de la prueba, el cual si bien no se prevé en la ley de
referencia, sí se contempla en el artículo 79 del código adjetivo invocado, que
resulta aplicable supletoriamente a los juicios de garantías. Por tanto, si se ofrece
una prueba que no satisfaga este requisito, su ofrecimiento resulta contrario a
derecho y, en esa hipótesis, el juzgador no está obligado a admitirla en términos
de lo previsto en los mencionados artículos 150 y 79, sino que desde su anuncio,
según se trate de alguno de los medios de convicción de los que requieran previa
preparación, como la testimonial, la pericial o la inspección ocular, puede y debe
desecharla, sin esperar para ello hasta la celebración de la audiencia
constitucional. Empero, para tomar esta decisión el Juez de Distrito debe tener
singular cuidado a fin de no dejar sin defensa al oferente, pues tal determinación
debe tomarse en cuenta sólo cuando no haya duda razonable de que la prueba
ofrecida nada tiene que ver con la controversia, y en este punto, el Juez debe
actuar con amplitud de criterio más que con rigidez.

199. Malena Ramos Hernández promovió juicio de amparo indirecto


en el que señaló como autoridades responsables a diversos funcionarios de
la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. El acto que reclama es la multa
por cien mil pesos que se le impuso a consecuencia de diversas
infracciones del orden laboral. En sus conceptos de violación aduce que
dichas autoridades son incompetentes para imponer cualquier tipo de multa
(lo cual es cierto). Sólo el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social rinde informe justificado en el que niega el acto reclamado. La
quejosa promueve incidente de falsedad de documentos (respecto del citado
informe), en el que las pruebas desahogadas demuestran la falsedad hecha
valer. No obstante lo anterior, al momento de dictar sentencia, el juez de
Distrito advierte que se actualiza una causal de improcedencia. En este
supuesto, ¿cómo debe proceder el juez de Distrito?

RESPUESTA. Si el Juez de Distrito advierte la existencia de una causal de


improcedencia, es evidente que por cuestión de prioridad y de orden público debe
sobreseer en el juicio, sin realizar pronunciamiento sobre la autenticidad del
documento controvertido, hecha excepción del caso en que el documento sea
determinante respecto de la causal de improcedencia

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 27/2000 por reiteración, de la


primera Sala, No. Registro: 190,937.

INCIDENTE DE FALSEDAD DE DOCUMENTOS. ES INNECESARIO


PRONUNCIARSE EN ÉL, AL ACTUALIZARSE UN MOTIVO DE
IMPROCEDENCIA QUE IMPIDE EXAMINAR EL FONDO DEL AMPARO.
Conforme al artículo 153 de la Ley de Amparo, es factible la sustanciación durante
el trámite del juicio de amparo indirecto del incidente de falsedad de documentos,
situación que obliga al Juez de Distrito a suspender o diferir la audiencia
constitucional, con la finalidad de recibir y valorar las pruebas relativas a la
autenticidad del documento cuestionado, respecto del cual y únicamente para los
efectos de ese juicio de amparo debe pronunciarse al dictar la sentencia de fondo.
No obstante lo anterior, en el caso de que el Juez de Distrito advierta la existencia
de una causal de improcedencia, es evidente que por cuestión de prioridad y de
orden público debe sobreseer en el juicio, sin realizar pronunciamiento sobre la
autenticidad del documento controvertido, hecha excepción del caso en que el
documento sea determinante respecto de la causal de improcedencia, pues
conforme a la lógica y a una correcta técnica del amparo, la improcedencia impide
al órgano de control constitucional el estudio de tema alguno que se relacione con
el fondo de la litis constitucional, ello sin perjuicio de que, ante el supuesto de que
alguna de las partes estime delictiva la conducta del oferente de un documento
que considere apócrifo, pueda efectuar la denuncia ante la autoridad competente.

200. Elena Zapata Alcántara promovió juicio de amparo indirecto en


contra de la resolución definitiva que resolvió el incidente de sustitución
patronal que promovió en el periodo de ejecución del laudo dictado por la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje número cinco. Previos los trámites
legales, el juez de Distrito concede el amparo y protección de la Justicia
Federal fundando y motivando su resolución en la sola trascripción de
jurisprudencias aplicables al caso. En el caso planteado, ¿el proceder del
juez federal es suficiente para cumplir con la exigencia de fundar y motivar
su resolución?

RESPUESTA. No es suficiente para cumplir con la exigencia de fundar y


motivar su resolución, sino que es necesario que el órgano jurisdiccional asiente
las consideraciones lógicas que demuestren, cuando menos, su aplicabilidad al
caso concreto, independientemente de que, de ser necesario, el juzgador
complemente la aplicación de los criterios jurisprudenciales en que se apoye, con
razonamientos adicionales que aseguren el cumplimiento de la referida garantía
constitucional.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 88/2000 por contradicción de tesis


17/98, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
191,112.

JURISPRUDENCIA. SU TRANSCRIPCIÓN POR LOS ÓRGANOS


JURISDICCIONALES EN SUS RESOLUCIONES, PUEDE SER APTA PARA
FUNDARLAS Y MOTIVARLAS, A CONDICIÓN DE QUE SE DEMUESTRE SU
APLICACIÓN AL CASO. Las tesis jurisprudenciales emitidas por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, funcionando en Pleno o en Salas, y las que dictan
los Tribunales Colegiados de Circuito, dentro de sus respectivas competencias,
son el resultado de la interpretación de las normas de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, así como de los tratados internacionales, leyes
federales, locales y disposiciones reglamentarias y, al mismo tiempo constituyen
normas de carácter positivo obligatorias para los tribunales judiciales o
jurisdiccionales, en términos de lo dispuesto en los artículos 192 y 193 de la Ley
de Amparo, y 177 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Sin
embargo, como el artículo 16 constitucional obliga a toda autoridad a fundar y
motivar sus resoluciones, debe estimarse que la sola transcripción de las tesis
jurisprudenciales no es suficiente para cumplir con la exigencia constitucional, sino
que es necesario que el órgano jurisdiccional asiente las consideraciones lógicas
que demuestren, cuando menos, su aplicabilidad al caso concreto
independientemente de que, de ser necesario, el juzgador complemente la
aplicación de los criterios jurisprudenciales en que se apoye, con razonamientos
adicionales que aseguren el cumplimiento de la referida garantía constitucional.

201. Un patrón presenta una demanda de amparo indirecto en materia


laboral en la que el señalamiento de las autoridades responsables y de los
actos reclamados se localiza en diversas partes del escrito. En este caso, a
fin de fijar con claridad el o los actos reclamados por el quejoso, ¿es
correcto que el juez federal interprete en su integridad el escrito de
demanda?

RESPUESTA. Si es correcto, ya que debe estudiarse íntegramente la


demanda para determinar los actos reclamados.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 55/98 por reiteración, de la


Segunda Sala. No. Registro: 195,745.

ACTOS RECLAMADOS. DEBE ESTUDIARSE ÍNTEGRAMENTE LA


DEMANDA DE AMPARO PARA DETERMINARLOS. Si del análisis integral del
escrito de demanda se llega al conocimiento de que, aunque no de manera formal,
se señala algún acto como lesivo de garantías dentro de los conceptos de
violación o en cualquier otra parte de la demanda de amparo, debe tenérsele
como acto reclamado y estudiarse su constitucionalidad en la sentencia, pues ha
sido criterio reiterado de esta Suprema Corte de Justicia, considerar la demanda
como un todo.

Jurisprudencia P./J. 40/2000 por reiteración del Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, No. Registro: 192,097.

DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU


INTEGRIDAD. Este Alto Tribunal, ha sustentado reiteradamente el criterio de que
el juzgador debe interpretar el escrito de demanda en su integridad, con un sentido
de liberalidad y no restrictivo, para determinar con exactitud la intención del
promovente y, de esta forma, armonizar los datos y los elementos que lo
conforman, sin cambiar su alcance y contenido, a fin de impartir una recta
administración de justicia al dictar una sentencia que contenga la fijación clara y
precisa del acto o actos reclamados, conforme a lo dispuesto en el artículo 77,
fracción I, de la Ley de Amparo.

202. El sindicato de trabajadores de la industria del calzado en León,


Guanajuato, promovió juicio de amparo indirecto en contra del registro y
reconocimiento de un diverso sindicato en la misma rama industrial. Durante
la tramitación del juicio de amparo, el sindicato desistió de la demanda,
razón por la que el juzgador sobreseyó en el juicio de garantías.
Posteriormente, dicho sindicato presentó nueva demanda de amparo en
contra de las mismas autoridades responsables y por el mismo registro y
reconocimiento del diverso sindicato. El juzgador que conoce de este
segundo juicio de garantías lo sobresee, dado que el desistimiento de la
primera demanda implicó el consentimiento expreso de los actos
reclamados y el sobreseimiento dictado en el primer juicio con motivo de
dicho desistimiento actualizó la cosa juzgada. Al respecto, ¿resulta
jurídicamente correcta la resolución del juzgador federal?

RESPUESTA. Es correcto el sobreseimiento por consentimiento expreso


del acto reclamado, ya que el desistimiento en el juicio de amparo implica un
desistimiento de la acción, por ende, supone el consentimiento expreso de los
actos reclamados.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 3/96 por contradicción de tesis


302/91, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
200,197.

DESISTIMIENTO DE LA DEMANDA EN EL JUICIO DE AMPARO.


IMPLICA EL CONSENTIMIENTO EXPRESO DE LOS ACTOS RECLAMADOS,
RESULTANDO IMPROCEDENTE UN NUEVO JUICIO CONTRA ELLOS. Entre
los principios rectores del juicio de amparo se encuentra el de instancia de parte
agraviada, conforme con el cual dicho juicio sólo puede ser promovido por la parte
a quien perjudique el acto reclamado. Por consecuencia, es lógico concluir que
quien puede promover el juicio de amparo, salvo lo dispuesto en el artículo 14 de
la ley de la materia, se encuentra también en condiciones de desistir de él. El
desistimiento en el juicio de amparo implica un desistimiento de la acción y, por
ende, supone el consentimiento expreso de los actos reclamados, pues el efecto
de la renuncia del quejoso, el sobreseimiento en el juicio, deja a la autoridad
responsable en aptitud de obrar o de no hacerlo, en el sentido asignado al acto
reclamado. Como ese desistimiento entraña un consentimiento expreso de los
actos reclamados, si el quejoso promueve un diverso juicio en contra de los
mismos actos reclamados en aquel del cual desistió, el segundo juicio resultará
improcedente, al actualizarse los supuestos previstos por la fracción XI del artículo
73 de la Ley de Amparo. En ese sentido, cuando se satisfacen los requisitos
legales, ese desistimiento también puede actualizar los supuestos de la fracción IV
del numeral citado pues si bien, en principio y como regla general, una resolución
de sobreseimiento -que es la consecuencia del desistimiento del quejoso- no
constituye cosa juzgada, existen casos de excepción a ese principio, como lo ha
establecido la jurisprudencia de la Suprema Corte (publicada en la página
novecientos veintisiete, de la Segunda Parte, del Apéndice al Semanario Judicial
de la Federación de mil novecientos ochenta y ocho) que revelan la
inejercitabilidad de la acción y dentro de los que se encuentra el relativo al
consentimiento, en ese caso, expreso, de los actos reclamados.

Jurisprudencia de la Segunda Sala por reiteración, No. Registro: 237,445.

COSA JUZGADA. IMPROCEDENCIA DE AMPARO (FRACCION IV DEL


ARTICULO 73 DE LA LEY DE AMPARO) CONTRA ACTOS OBJETO DE JUICIO
SOBRESEIDO QUE NO PUEDEN RECLAMARSE DE NUEVO. Aun cuando, por
regla general, una sentencia de sobreseimiento no constituye cosa juzgada ni
impide, por consiguiente, la promoción de un nuevo juicio de garantías en que se
combata el mismo acto, existen casos de excepción en virtud de que la causa de
improcedencia de cosa juzgada opera también por diversas circunstancias, pues
ésta no sólo se da cuando en una sentencia ejecutoria se ha examinado y resuelto
sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, sino
también cuando se ha determinado su inatacabilidad a través de un juicio de
garantías, siempre que tal determinación se haya realizado atendiendo a razones
o circunstancias que hagan inejercitable la acción de amparo de modo absoluto,
con independencia del juicio en que tal determinación se haya efectuado, como
ocurre, por ejemplo, cuando se ha declarado por sentencia ejecutoria que se ha
consumado de manera irreparable el acto reclamado, o que han cesado sus
efectos, o que dicho acto ha sido consentido, o cuando se ha determinado que el
acto reclamado no afecta los intereses jurídicos de la parte quejosa, pues estas
situaciones no pueden ser desconocidas en un nuevo juicio de garantías.

203. La empresa “Papel KGB” promovió juicio de amparo indirecto en


contra del emplazamiento a juicio laboral el cual aduce se le practicó en
forma incorrecta por parte del actuario adscrito a la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje número cuatro bis. El juez de Distrito admitió la
demanda y emplazó a las autoridades responsables. En los informes
justificados, la quejosa conoce plenamente las razones, fundamentos y
motivos que registró el actuario de la junta responsable en la diligencia de
emplazamiento. Con motivo de lo anterior, la persona moral presentó
ampliación de demanda en la que agregó conceptos de violación en contra
de la diligencia de emplazamiento. En este caso, ¿resulta procedente la
ampliación de demanda formulada por la parte quejosa?

RESPUESTA. Si resulta procedente, ya que la quejosa conoció los


fundamentos y motivos del acto reclamado hasta que se le dio vista con el
contenido del informe justificado, siempre que el escrito relativo se presente dentro
de los plazos que establecen los artículos 21, 22 y 218 de la Ley de Amparo a
partir del conocimiento de tales datos, pero antes de la celebración de la audiencia
constitucional.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 15/2003 por contradicción de tesis


2/99-PL, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
183,932.

AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO.


SUPUESTOS EN LOS QUE PROCEDE. La estructura procesal de dicha
ampliación, que es indispensable en el juicio de garantías, se funda en el artículo
17 constitucional y debe adecuarse a los principios fundamentales que rigen dicho
juicio, de los que se infiere la regla general de que la citada figura procede en el
amparo indirecto cuando del informe justificado aparezcan datos no conocidos por
el quejoso, en el mismo se fundamente o motive el acto reclamado, o cuando
dicho quejoso, por cualquier medio, tenga conocimiento de actos de autoridad
vinculados con los reclamados, pudiendo recaer la ampliación sobre los actos
reclamados, las autoridades responsables o los conceptos de violación, siempre
que el escrito relativo se presente dentro de los plazos que establecen los
artículos 21, 22 y 218 de la Ley de Amparo a partir del conocimiento de tales
datos, pero antes de la celebración de la audiencia constitucional.

Tesis número 2a. XLI/99 de la Segunda Sala, No. Registro: 194,333.

DEMANDA DE AMPARO. PROCEDENCIA DE SU AMPLIACIÓN.


Aunque la Ley de Amparo no prevé expresamente, la figura de la ampliación de la
demanda, la Suprema Corte, con fundamento en la relación armónica de las
disposiciones relativas a la acción constitucional, ha establecido, en tesis aisladas
que sí procede y ha dado algunas reglas en relación con el momento procesal en
que puede ejercitarse, a saber: 1a. Antes de que se fije la litis constitucional, esto
es, cuando aún no hayan sido rendidos los informes por las autoridades
responsables. En esa etapa, la demanda puede ampliarse señalando nuevos
actos reclamados, nuevas autoridades responsables y nuevos conceptos de
violación, con la única condición de que la ampliación se presente dentro del
mismo plazo que rige la presentación de la demanda; 2a. Después de que se
hayan rendido los informes justificados. En este supuesto la demanda sólo puede
ampliarse en aquellos casos en que de dichos informes se advierta la existencia
de un nuevo acto, la intervención de una autoridad distinta a la que emitió o
ejecutó el acto reclamado o bien, que hasta ese momento se conozcan los
fundamentos y motivos que sustenten el acto que se reclama, lo que también
haría posible la ampliación por lo que ve a los conceptos de violación. La
ampliación de la demanda, en este caso, debe hacerse atendiendo al plazo que
establece la Ley de Amparo para la demanda principal. 3a. Que en ninguno de los
supuestos señalados haya sido celebrada la audiencia constitucional.

204. En su carácter de patrón, la persona moral “Ositos de Peluche”


promovió juicio de amparo indirecto en contra de la falta de emplazamiento a
juicio laboral. En su demanda de amparo, la solicitante de garantías aduce
que tuvo conocimiento de dicho acto por conducto del representante de una
empresa amiga, pero que lo desconoce en sí. Por lo anterior, señala como
autoridades responsables a la junta laboral y al actuario adscrito a ésta. El
juez de Distrito admitió la demanda y emplazó a las autoridades
responsables. Éstas rindieron sus informes justificados de cuyo contenido,
el quejoso advierte que quien ordenó el emplazamiento fue el presidente de
la junta responsable y que quien practicó el emplazamiento fue el secretario
de dicha autoridad. Por tal motivo, el quejoso amplía su demanda en contra
de estas autoridades. En este caso, ¿resulta procedente dicha ampliación?

RESPUESTA. Sí, pues cuando de los informes justificados la parte


quejosa advierta la participación de autoridades no señaladas como responsables,
tiene la oportunidad de ampliar su demanda de amparo respecto de tales
autoridades dentro de los plazos que establecen los artículos 21, 22 y 218 de la
Ley de Amparo.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 15/2003 por contradicción de tesis


2/99-PL, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
183,932.

AMPLIACIÓN DE LA DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO.


SUPUESTOS EN LOS QUE PROCEDE. La estructura procesal de dicha
ampliación, que es indispensable en el juicio de garantías, se funda en el artículo
17 constitucional y debe adecuarse a los principios fundamentales que rigen dicho
juicio, de los que se infiere la regla general de que la citada figura procede en el
amparo indirecto cuando del informe justificado aparezcan datos no conocidos por
el quejoso, en el mismo se fundamente o motive el acto reclamado, o cuando
dicho quejoso, por cualquier medio, tenga conocimiento de actos de autoridad
vinculados con los reclamados, pudiendo recaer la ampliación sobre los actos
reclamados, las autoridades responsables o los conceptos de violación, siempre
que el escrito relativo se presente dentro de los plazos que establecen los
artículos 21, 22 y 218 de la Ley de Amparo a partir del conocimiento de tales
datos, pero antes de la celebración de la audiencia constitucional.

Tesis número 2a. XLI/99 de la Segunda Sala, No. Registro: 194,333.

DEMANDA DE AMPARO. PROCEDENCIA DE SU AMPLIACIÓN.


Aunque la Ley de Amparo no prevé expresamente, la figura de la ampliación de la
demanda, la Suprema Corte, con fundamento en la relación armónica de las
disposiciones relativas a la acción constitucional, ha establecido, en tesis aisladas
que sí procede y ha dado algunas reglas en relación con el momento procesal en
que puede ejercitarse, a saber: 1a. Antes de que se fije la litis constitucional, esto
es, cuando aún no hayan sido rendidos los informes por las autoridades
responsables. En esa etapa, la demanda puede ampliarse señalando nuevos
actos reclamados, nuevas autoridades responsables y nuevos conceptos de
violación, con la única condición de que la ampliación se presente dentro del
mismo plazo que rige la presentación de la demanda; 2a. Después de que se
hayan rendido los informes justificados. En este supuesto la demanda sólo puede
ampliarse en aquellos casos en que de dichos informes se advierta la existencia
de un nuevo acto, la intervención de una autoridad distinta a la que emitió o
ejecutó el acto reclamado o bien, que hasta ese momento se conozcan los
fundamentos y motivos que sustenten el acto que se reclama, lo que también
haría posible la ampliación por lo que ve a los conceptos de violación. La
ampliación de la demanda, en este caso, debe hacerse atendiendo al plazo que
establece la Ley de Amparo para la demanda principal. 3a. Que en ninguno de los
supuestos señalados haya sido celebrada la audiencia constitucional.

205. La empresa de seguridad “Jaguar” presentó demanda de


amparo indirecto en contra de la diligencia de embargo que se realizó dentro
de un juicio laboral seguido por Virginia Zamora Castillo y otros en contra de
la empresa de transporte de carga “Flamingos”. En su demanda de amparo,
la quejosa afirma que presta servicios de seguridad a la empresa demandada
en el juicio laboral; que no es parte en el juicio natural, y sin embargo, el
actuario de la junta señalada como responsable embargó tres vehículos
marca “Tsuru”, modelo 2005, que son de su propiedad. A su demanda
acompañó sendas facturas que contienen cesiones de derechos a su favor y
que describen e identifican los bienes mencionados. Es el caso que las
cesiones de derechos hechas a su favor no son de fecha cierta y durante el
juicio de garantías dichas facturas no son objetadas. En este caso, ¿la parte
quejosa acredita su interés jurídico para instar el juicio de garantías a través
de las citadas facturas?

RESPUESTA. No acredita su interés jurídico porque si bien las facturas no


fueron objetadas no son de fecha cierta.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 7/2001, por contradicción de tesis


26/97 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
190,371.

FACTURAS "ENDOSADAS" A FAVOR DE QUIEN SE PRESENTA


COMO TERCERO EXTRAÑO AL JUICIO NATURAL. ACREDITAN SU INTERÉS
JURÍDICO SI NO SON OBJETADAS, IDENTIFICAN LOS BIENES Y EL
"ENDOSO" ES DE FECHA CIERTA. El tercero extraño al juicio natural, cuando
se le embargan bienes de su propiedad, sin que hubiese intervenido en alguna
forma en el procedimiento, puede acreditar su interés jurídico en el juicio de
garantías, presentando ante la autoridad jurisdiccional la factura donde se
describan los bienes materia del embargo, siempre y cuando, de conformidad con
lo dispuesto por los artículos 203 del Código Federal de Procedimientos Civiles y
2034, fracción III, del Código Civil para el Distrito Federal, aplicados supletoria y
analógicamente, respectivamente, dicho documento no haya sido objetado, la
factura detalle los bienes embargados, y el llamado "endoso", que no significa otra
cosa más que el acto de enajenación del bien, sea de fecha cierta. Esto último se
entenderá desde el día en que el acto traslativo de dominio haya sido inscrito en la
oficina de Registro Público respectiva, a partir de la muerte de cualquiera de los
contratantes, o bien, desde la fecha en que se entregue a un funcionario público,
por razón de su oficio; pues la circunstancia de ser de fecha incierta imposibilita
determinar si todo reclamo que sobre esos bienes realicen terceros, es derivado
de actos anteriores o posteriores a la adquisición del bien litigioso, garantizándose,
de esta manera, la legalidad y certeza jurídica que debe imperar en este tipo de
operaciones y, evitando así, que el juicio de amparo sea utilizado con fines
desleales.

206. ¿Qué entiende por persona extraña a juicio?

RESPUESTA: En principio, aquella que no ha figurado en el juicio o en el


procedimiento como parte en sentido material, pero que sufre un perjuicio dentro
del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la oportunidad
de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas, quedando
incluida en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que fue
emplazada incorrectamente.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 7/98 por contradicción de tesis


11/95, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
196,932.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, CONCEPTO DE. Para los efectos del


juicio de amparo, en los términos del artículo 114, fracción V, de la ley de la
materia, persona extraña es, en principio, aquella que no ha figurado en el juicio o
en el procedimiento como parte en sentido material, pero que sufre un perjuicio
dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la
oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas,
quedando incluida en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o
que fue emplazada incorrectamente.

207. En un juicio laboral se dictó una providencia cautelar para


embargar bienes de la parte patronal. No obstante, en la diligencia respectiva
se embargó un inmueble propiedad de Oliva Colchado Aguirre quien no es
parte en dicho juicio. Ésta comparece a la junta laboral y se entera
perfectamente de los motivos y fundamentos de la diligencia de embargo y,
además, advierte que el juicio está en la etapa probatoria. En este caso, ¿a
partir de qué momento se computa el término para que Oliva Colchado
promueva juicio de amparo indirecto en contra del referido acto?

RESPUESTA. A partir del momento en que se enteró perfectamente de


los motivos y fundamentos de la diligencia de embargo.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 6/98 por contradicción de tesis


contradicción de tesis 11/95, No. Registro: 196,930.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. EL PLAZO PARA QUE PROMUEVA


EL AMPARO NO SE COMPUTA SIEMPRE A PARTIR DE LA EJECUCIÓN DE
LA SENTENCIA, SINO A PARTIR DE CUANDO AQUÉLLA CONOCE EL
PROCEDIMIENTO, SENTENCIA O ACTO QUE AFECTE SU INTERÉS
(MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 359, COMPILACIÓN DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO, TOMO VI). Una nueva reflexión sobre el
tema del amparo promovido por las personas extrañas a juicio a que se refiere el
artículo 114, fracción V, de la ley de la materia, lleva a este Pleno, por una parte, a
reiterar las consideraciones generales de la resolución dictada en el expediente de
contradicción de tesis 22/92 y que originó la jurisprudencia 359 (compilación de mil
novecientos noventa y cinco, Tomo VI, páginas doscientos cuarenta y uno a
doscientos cuarenta y dos), esto es, que quien promueve amparo como persona
extraña a juicio tiene la carga de acreditar la afectación que los actos reclamados
causan a su interés jurídico, y que esta violación a los derechos de que el quejoso
es titular permite determinar la regla de que el plazo impugnativo debe computarse
a partir de que tenga conocimiento de esos actos que le causan un agravio
personal, actual y directo, de donde se infiere que si la afectación es causada
desde el principio, en virtud de no haber sido emplazado y por todo el juicio, el
plazo empieza a contar desde que tiene conocimiento de ello; asimismo, si lo que
agravia al quejoso es la sentencia, el cómputo empieza cuando tiene conocimiento
de este fallo, o bien, a partir de la ejecución, si sólo ésta lo perjudica. Por otra
parte, sin embargo, este Pleno se aparta del criterio de dicha tesis jurisprudencial,
en cuanto limitaba la causación de la afectación al extraño a juicio sólo por los
actos de ejecución, de donde derivaba que el cómputo del plazo debía comenzar,
en todos los casos, a partir de la ejecución. La separación respecto de esta parte
de la tesis deriva de su desarmonía con la regla fundamental de la primera parte,
así como por la razón de que cuando dos personas litigan entre sí, sin llamar a
quien es titular de los derechos controvertidos, ya el solo procedimiento le causa
perjuicio, tanto desde el punto de vista legal, como constitucional, en virtud de que
se sigue el juicio sin darle la garantía de audiencia; además, si en los casos en
que desde el procedimiento se causa perjuicio al quejoso extraño y tiene
conocimiento de ello, se tuviera que esperar hasta la ejecución, es claro que se
apartaría de la regla prevista en el artículo 21 de la Ley de Amparo, acerca de que
el plazo impugnativo debe contarse a partir de que haya tenido conocimiento de tal
acto. El cómputo a partir de la ejecución se justifica, por tanto, sólo cuando ésta es
la única que agravia al quejoso, o bien, cuando afectándole el procedimiento, tuvo
conocimiento del mismo hasta la

208. El representante de la empresa “Cajita Feliz” presentó demanda


de amparo indirecto en contra de la diligencia de embargo que se realizó en
la etapa de ejecución del laudo dictado en el juicio laboral seguido en su
contra por Irma Delgado Dorantes y otros. En su demanda de garantías
afirma que la diligencia se realizó sin la presencia de persona con facultades
legales para actuar a nombre de la empresa, razón por la que no se pudieron
señalar bienes a embargar, lo cual a su juicio constituye un acto de
ejecución irreparable. En tal hipótesis, ¿es procedente el juicio de amparo
instado por la persona moral quejosa?

RESPUESTA. No es procedente el juicio de garantías, porque los actos


dictados en ejecución del laudo son reclamables en amparo indirecto sólo contra
la última resolución dictada en el procedimiento respectivo, con la posibilidad de
reclamar en la misma demanda las demás violaciones cometidas durante ese
procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al quejoso.

JUSTIFICACION. Jurisprudencia 1ª./29/2003 por contradicción d tesis


74/2002-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 184,221.

AMPARO INDIRECTO. REGLAS PARA SU PROCEDENCIA,


RESPECTO DE ACTOS DICTADOS DENTRO DEL JUICIO, DESPUÉS DE
CONCLUIDO Y EN EJECUCIÓN DE SENTENCIA. De lo dispuesto en los
artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de Amparo, se
desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del juicio de
amparo indirecto: la primera regla genérica consiste en que éste procede contra
actos en el juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, los cuales han sido
definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación como aquellos que por
sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente alguno de los
derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución
Federal, por medio de las garantías individuales, pues esa afectación o sus
efectos no se destruyen con el solo hecho de que quien los sufra obtenga una
sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber, la personalidad de las
partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre otros; la
segunda regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial procede
en contra de actos dictados por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
después de concluido el juicio, siempre que no se dicten en ejecución de
sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio emitido por el Máximo Tribunal del
país, gozan de autonomía y no tienen como finalidad directa e inmediata ejecutar
la sentencia dictada en el juicio natural, como son el arresto dictado como medida
de apremio para vencer la contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria
que fije en cantidad líquida la condena de que fue objeto el perdidoso; y la regla
específica introducida por el legislador con el propósito de impedir que el juicio de
garantías sea utilizado para retardar o entorpecer la ejecución de una sentencia
definitiva con el carácter de cosa juzgada, consistente en que el juicio de amparo
en la vía indirecta podrá promoverse contra actos dictados por tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia, sólo contra la
última resolución dictada en el procedimiento respectivo, con la posibilidad de
reclamar en la misma demanda las demás violaciones cometidas durante ese
procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al quejoso y, tratándose de
remates, contra la resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben; en el
entendido de que conforme al criterio sustentado por el más Alto Tribunal de la
República, la última resolución es aquella en la que se aprueba o reconoce de
manera expresa o tácita el cumplimiento total de la sentencia o se declara la
imposibilidad material o jurídica para darle cumplimiento. En estas condiciones, y
en atención a que las citadas reglas tienen aplicación en diversas etapas del juicio
natural, según la naturaleza y finalidad de cada uno de los actos dictados durante
su prosecución, es claro que cada una de ellas es aplicable a hipótesis diferentes,
por lo que no pueden adminicularse entre sí con el grave riesgo de desnaturalizar
el juicio de garantías; por tanto, a los actos dictados en juicio que causen una
ejecución de imposible reparación sobre las personas o las cosas, no se les
pueden aplicar las reglas que rigen para los actos dictados después de concluido
el juicio y en ejecución de sentencia, porque si así se hiciera, el juicio de amparo
indirecto sería procedente en contra de todos los actos dictados dentro de un
procedimiento, aun cuando no causen una ejecución de imposible reparación; de
igual manera, a los actos dictados después de concluido el juicio o en ejecución de
sentencia, no puede aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo
indirecto que rige para actos dictados dentro del juicio, porque bastaría que se
alegara que tales actos causan una ejecución de imposible reparación para que el
juicio de amparo fuera procedente, pasando por alto que uno de los motivos por
los cuales el legislador instrumentó esas reglas, fue evitar el abuso del juicio de
garantías.

209. La empresa “Canta Bar” presentó demanda de amparo indirecto en


contra de la resolución dictada por la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
número ocho, que aprobó la planilla de liquidación de salarios presentada por su
contraparte a fin de ejecutar el laudo dictado en un juicio laboral seguido en su
contra por Rita Galicia Marcos y otros. En este caso, ¿resulta procedente el juicio
de garantías instado por la empresa quejosa?

Sí, porque dicha resolución no puede reputarse como un acto de ejecución


impugnable a través del recurso de revisión establecido en el artículo 849 de la
Ley Federal del Trabajo, porque en principio, no emite esta interlocutoria el
Presidente de la Junta, sino ésta actuando de manera colegiada; y en segundo
término, no se pronuncia en ejecución del laudo, sino como requisito previo a esta
etapa.

Tesis: 2a./J. 67/2000 – Contradicción 29/2000

INCIDENTE DE LIQUIDACIÓN DE LAUDO. COMO LA INTERLOCUTORIA QUE


LO RESUELVE, O EL ACUERDO QUE LO DESECHA, NO FORMAN PARTE
DEL PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN, NO PROCEDE EL RECURSO DE
REVISIÓN ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 849 DE LA LEY FEDERAL DEL
TRABAJO, ANTES DE INTENTAR EL AMPARO INDIRECTO. La interpretación
armónica de los artículos 761 al 765, 843 y 946 de la Ley Federal del Trabajo,
permite concluir que si al emitir el laudo correspondiente en un juicio laboral, la
Junta omite cuantificar el importe de la condena por la que se deberá despachar
ejecución, cualquiera de las partes puede promover el incidente de liquidación
respectivo, debiéndose estimar que la resolución interlocutoria que le pone fin o el
acuerdo que lo deseche de plano, no forman parte del procedimiento de ejecución
del laudo, en primer lugar, porque es emitido por la Junta y no únicamente por su
presidente y, en segundo lugar, porque en esa resolución sólo se establece el
importe líquido de las prestaciones de la condena, lo cual constituye un requisito
previo para hacer ejecutable el laudo; de ahí que dichas resoluciones no puedan
reputarse como actos de ejecución impugnables a través del recurso de revisión
establecido en el artículo 849 de la Ley Federal del Trabajo. Por lo que en esas
condiciones, no cabe agotar este recurso antes de promover en su contra la
demanda de amparo, que debe ser indirecto en términos del artículo 114, fracción
III, de la Ley de Amparo.

210. Si se impugna la personalidad de la contraparte en un juicio


laboral, antes de acudir al juicio de amparo indirecto, ¿debe observarse el
principio de definitividad que rige el juicio de garantías?

RESPUESTA. Sí debe observarse el principio de definitividad que rige al


juicio de garantías, ya que las partes en un juicio laboral, previamente a la
tramitación del amparo, deben impugnar la personalidad a través de la excepción
o incidente que culmina con la interlocutoria relativa.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 8/99 por contradicción de tesis


49/98, de la Segunda Sala, No. Registro: 194,552.

PERSONALIDAD EN MATERIA LABORAL. ANTES DE ACUDIR AL


AMPARO, DEBEN AGOTARSE LOS MEDIOS ORDINARIOS DE DEFENSA
OPONIENDO LAS EXCEPCIONES Y DEFENSAS QUE ESTABLECE LA LEY
RESPECTIVA. Los artículos 107, fracción III, incisos a) y b), de la Constitución
Federal y 73, fracciones XIII y XIV, de la Ley de Amparo, establecen que el
quejoso, previamente al ejercicio de la acción constitucional, debe agotar los
medios ordinarios de defensa que prevén los preceptos aplicables, pues de no ser
así, el amparo indirecto será improcedente, o el concepto de violación inoperante,
en razón de que el juicio de amparo es un medio extraordinario de defensa y, por
lo tanto, para acudir a él es necesario agotar, en la vía ordinaria, los recursos que
procedan. Ahora bien, los artículos 762, fracción III, 763 y demás relativos de la
Ley Federal del Trabajo establecen que en materia de personalidad, dentro del
juicio, las partes pueden impugnarla a través de la excepción o incidente que
procedan y culmina con la interlocutoria relativa; tal defensa es necesaria para que
la Junta se pronuncie sobre el tema, ya que si aquélla no se agota o ésta no
decide, el amparo será improcedente. Los medios ordinarios de defensa están
instituidos para que los afectados los hagan valer, conforme al principio de
definitividad del juicio de amparo, que es un medio extraordinario de defensa, de
modo que si las partes no tuvieran la carga de agotar defensas, excepciones o
recursos ante la autoridad responsable, el amparo se convertiría en un recurso
ordinario y el Juez de amparo suplantaría las facultades de aquélla.

211. La sociedad mercantil “Todo para tu Hogar”, en su carácter de


persona extraña al juicio, promovió juicio de amparo indirecto en contra del
emplazamiento que se practicó dentro del juicio laboral 123/2006. La quejosa
expresó en su demanda que desconocía los fundamentos y motivos de la
diligencia de emplazamiento, y señaló como autoridades responsables a la
Junta Local de Conciliación y Arbitraje número diez y al actuario adscrito a
ésta. La demanda de amparo fue admitida por el juez de Distrito. De los
informes justificados rendidos por las autoridades responsables se advierte
que fue el secretario de acuerdos de la junta responsable quien realizó el
emplazamiento a juicio. La parte quejosa amplía su demanda de amparo
agregando conceptos de violación en contra de la diligencia de
emplazamiento, exponiendo que jurídicamente es inadmisible que la citada
diligencia la haya practicado el secretario de acuerdos; sin embargo, no
señala como nueva autoridad a este último. En tal supuesto, ¿cómo debe
proceder el juez de Distrito?

RESPUESTA. El Juez de Distrito debe prevenir a la parte quejosa para


que regularice su demanda, ya que cuando al rendirse el informe justificado el
Juez de Distrito advierta la participación de autoridades no señaladas como
responsables por el quejoso, deberá notificar a la quejosa personalmente el
contenido de dicho informe, e igualmente prevenirlo para que aclare o amplíe su
demanda y si no lo hiciera, no puede juzgarse el acto de la autoridad (secretario
de acuerdos) no señalada y debe sobreseerse por lo que a dicha autoridad se
refiere, al plecluir su derecho a enmendar la solicitud de amparo.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 8/98 por contradicción de tesis


11/95, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
196,931.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO, DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA


POR. OMISIÓN EN EL SEÑALAMIENTO DE ALGUNAS DE LAS
AUTORIDADES QUE INTERVINIERON EN LOS ACTOS RECLAMADOS. Al
resolver el Pleno de este Alto Tribunal la contradicción de tesis 27/96, determinó
que debía seguir prevaleciendo la jurisprudencia sustentada por la actual Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada con el número 30/96
(Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, del
mes de junio de mil novecientos noventa y seis, páginas doscientos cincuenta y
doscientos cincuenta y uno), bajo el rubro: "DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU
ANÁLISIS INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO
SEÑALADA COMO RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO
PARA DARLE OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA.". Ahora bien, siguiendo tal
criterio, debe considerarse que si la persona extraña a juicio, al promover su
demanda de amparo, o bien, al formular la ampliación a la misma, no señala a las
autoridades que participaron en los actos reclamados, concurriendo a la afectación
de su interés jurídico, y que por ello resultan responsables, el Juez de Distrito
debe prevenir a la parte quejosa para que regularice su demanda, en el entendido
de que si el Juez omite efectuar dicha prevención, incurrirá en una violación a las
normas del procedimiento, que debe ser corregida por el tribunal revisor,
ordenándose la reposición del procedimiento, con fundamento en la fracción IV del
artículo 91 de la Ley de Amparo.

212. En un juicio de amparo indirecto derivado de actos del orden


laboral, las autoridades responsables invocan como causales de
improcedencia del juicio de garantías diversas fracciones del artículo 73 de
la Ley de Amparo sin expresar las razones que justifiquen la actualización de
dichas hipótesis normativas. En tal hipótesis, ¿cómo deberá proceder el juez
federal?

RESPUESTA. El juzgador deberá analizar la improcedencia sólo cuando


sea de obvia y objetiva constatación.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 137/2006 por contradicción de


tesis 142/2006-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 174,086.

IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SE INVOCA


COMO CAUSAL ALGUNA DE LAS FRACCIONES DEL ARTÍCULO 73 DE LA
LEY DE LA MATERIA, SIN EXPRESAR LAS RAZONES QUE JUSTIFIQUEN SU
ACTUALIZACIÓN, EL JUZGADOR DEBERÁ ANALIZARLA SÓLO CUANDO
SEA DE OBVIA Y OBJETIVA CONSTATACIÓN. Por regla general no basta la
sola invocación de alguna de las fracciones del artículo 73 de la Ley de Amparo
para que el juzgador estudie la improcedencia del juicio de garantías que plantee
la autoridad responsable o el tercero perjudicado, sin embargo, cuando aquélla
sea de obvia y objetiva constatación; es decir, que para su análisis sólo se
requiera la simple verificación de que el caso se ajusta a la prescripción contenida
en la norma, deberá analizarse aun sin el razonamiento que suele exigirse para
justificar la petición, toda vez que en este supuesto bastará con que el órgano
jurisdiccional revise si se trata de alguno de los actos contra los cuales no proceda
la acción de amparo, o bien si se está en los supuestos en los que conforme a ese
precepto ésta es improcedente, debido a la inexistencia de una pluralidad de
significados jurídicos de la norma que pudiera dar lugar a diversas alternativas de
interpretación. Por el contrario, si las partes hacen valer una causal de
improcedencia del juicio citando sólo la disposición que estiman aplicable, sin
aducir argumento alguno en justificación de su aserto, no obstante que para su
ponderación se requiera del desarrollo de mayores razonamientos, el juzgador
deberá explicarlo así en la sentencia correspondiente de manera que motive las
circunstancias que le impiden analizar dicha causal, ante la variedad de posibles
interpretaciones de la disposición legal invocada a la que se apeló para fundar la
declaración de improcedencia del juicio.

213. La suplencia de la queja deficiente en juicios de amparo del


orden laboral, cuando el acto reclamado se funde en leyes declaradas
inconstitucionales por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia, ¿es
aplicable en amparos directo e indirecto, en primera instancia o en revisión?

RESPUESTA. Si es aplicable en todos esos supuestos.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 6/2006 por contradicción de tesis


Contradicción de tesis 52/2004-PL, No. Registro: 175,754.

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO


76 BIS, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. ES APLICABLE EN AMPAROS
DIRECTO E INDIRECTO, EN PRIMERA INSTANCIA O EN REVISIÓN. El citado
precepto establece que las autoridades que conozcan del juicio de garantías
deben suplir la queja deficiente cuando el acto reclamado se funde en una ley
declarada inconstitucional por la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, sin expresar que opere sólo en cierto tipo de amparos, por lo que es
dable interpretar que dicho beneficio procesal resulta aplicable en los juicios de
amparo directo y en los indirectos, en primera instancia o en revisión, tal como se
sostuvo en la exposición de motivos del proceso legislativo que culminó con la
reforma del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 19 de febrero de
1951.

214. El hecho de que sea procedente la suplencia de la queja


deficiente en juicios de amparo del orden laboral, cuando el acto reclamado
se funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de la
Suprema Corte de Justicia, ¿ello impide abordar cuestiones de procedencia
del juicio de garantías?

RESPUESTA. No, porque no se pueden soslayar las cuestiones que


afectan la procedencia del juicio de garantías, ya que la suplencia de mérito opera
sólo respecto de cuestiones de fondo, esto es, una vez superados los motivos de
improcedencia del juicio,

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 7/2006 por contradicción de tesis


52/2004-PL, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
175,753.

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO


76 BIS, FRACCIÓN I, DE LA LEY DE AMPARO. NO IMPLICA SOSLAYAR
CUESTIONES DE PROCEDENCIA DEL JUICIO DE GARANTÍAS. De
conformidad con el proceso legislativo que culminó con la reforma al artículo 94 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 25 de octubre de 1967, el fin inmediato de la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declara
inconstitucional una ley es salvaguardar y asegurar la supremacía de la
Constitución. Ahora bien, una vez integrada la jurisprudencia, si fuera el caso de
suplir la queja deficiente en el juicio de amparo en términos del artículo 76 Bis,
fracción I, de la ley de la materia, aquélla podrá aplicarse, pero sin soslayar las
cuestiones que afectan la procedencia del juicio de garantías, ya que la suplencia
de mérito opera sólo respecto de cuestiones de fondo, esto es, una vez superados
los motivos de improcedencia del juicio, pues sería absurdo pretender que por la
circunstancia de que el acto reclamado se funde en una norma declarada
inconstitucional tuviera que aceptarse la procedencia de todo juicio de amparo.

215. En un juicio de amparo indirecto en materia laboral, Pedro


Morales Fernández (tercero extraño a juicio) reclamó la diligencia de
embargo, la aprobación y la adjudicación de un inmueble que afirmó es de
su propiedad. El solicitante de amparo exhibió un contrato privado de
compraventa ratificado ante Notario Público, el 22 de septiembre de 1999. En
este documento se advierte que Pedro Morales se identificó ante el
funcionario público con una credencial para votar con fotografía expedida
por el Instituto Federal Electoral el 24 de julio de 2002. Al respecto, está
demostrado en el expediente que no hay error mecanográfico o alguna
causa legal que explique el porqué Pedro Morales Fernández se identificó
con una credencial que, por razones cronológicas, no existía en la fecha de
ratificación del contrato. En tal hipótesis, ¿el contrato privado de
compraventa presentado por Pedro Morales en el juicio de garantías es
suficiente para acreditar su interés jurídico?

RESPUESTA. No es suficiente, porque si la ratificación ante el


mencionado fedatario tiene como propósito dar fecha cierta al acuerdo de
voluntades celebrado por las partes a fin de que tenga valor contra terceros, es
incuestionable que cualquier elemento que permita dudar de la certeza en cuanto
a la fecha, afecta el instrumento notarial.

JUSTIFICACIÓN: Jurisprudencia 1ª./J.51/2005 por contradicción de tesis


27/2005-PS, de la Primera Sala, No. Registro: 177,926.

INTERÉS JURÍDICO EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.


VALORACIÓN DE DOCUMENTOS PRIVADOS RATIFICADOS ANTE NOTARIO
PARA ACREDITARLO. No es factible acreditar el interés jurídico en el juicio de
amparo indirecto cuando el quejoso reclama actos de desposesión derivados de
juicio y ostenta la calidad de tercero extraño mediante la exhibición de un
documento privado ratificado ante notario, en cuya certificación éste asentó que
uno de los comparecientes se identificó con un documento que, por razones
cronológicas, no pudo existir sino mucho después de la fecha de la ratificación, y
está demostrado en autos que no hay error mecanográfico o de otra índole que
explique ese desfase. Ello es así, porque si la ratificación ante el mencionado
fedatario tiene como propósito dar fecha cierta al acuerdo de voluntades celebrado
por las partes a fin de que tenga valor contra terceros, es incuestionable que
cualquier elemento que permita dudar de la certeza en cuanto a la fecha, afecta al
instrumento notarial.

216. En su carácter de tercera extraña a juicio, la persona moral


“Focura” promovió juicio de amparo indirecto en contra del embargo, el
remate y la adjudicación de un inmueble de su propiedad. Dichos actos se
dictaron en el juicio laboral seguido por Anastacia Ramos Solís en contra de
la persona moral “Autos Elegantes”. La parte quejosa señala como
autoridades responsables al presidente de la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje número cinco y actuario adscrito. La demanda de amparo fue
admitida por el juez de Distrito. En los informes justificados rendidos por las
autoridades responsables, el juzgador federal advierte que en el juicio
laboral se habilitó al secretario de la junta para diligenciar la orden de
embargo y que ésta fue dictada por los integrantes de la junta laboral. El juez
de Distrito se limita exclusivamente a dar vista con los informes justificados
al quejoso notificándolo por lista. En tal supuesto, ¿resulta jurídicamente
correcto el proceder del juzgador federal?

RESPUESTA. No es correcto su proceder, ya que debió notificar los


informes justificados personalmente, el contenido de dicho informe, con la
prevención correspondiente.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 127/2000 por contradicción de tesis


33/97, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
190,689.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. CUANDO DEL INFORME


JUSTIFICADO SE ADVIERTA LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO
SEÑALADA COMO RESPONSABLE POR LA QUEJOSA EN SU DEMANDA DE
GARANTÍAS, EL JUEZ DE DISTRITO DEBE NOTIFICARLE PERSONALMENTE
EL CONTENIDO DE DICHO INFORME, CON LA PREVENCIÓN
CORRESPONDIENTE. La interpretación teleológica del primer párrafo del artículo
30 de la Ley de Amparo, permite considerar que el legislador estableció una
facultad discrecional en favor del Juez de Distrito, para ordenar que se haga
personalmente una notificación; pero dicha notificación personal, que se ordena
durante la sustanciación del juicio de amparo, únicamente se llevará a cabo
cuando se trate de determinaciones de importancia y trascendencia para la
correcta integración de la litis constitucional, cuyo objetivo principal será no dejar
en estado de indefensión a alguna de las partes. En estas condiciones, cuando la
demanda de amparo es presentada por quien se ostenta como persona extraña a
juicio, y al rendirse el informe justificado el Juez de Distrito advierte la participación
de autoridades no señaladas por el quejoso como responsables, dicho juzgador
deberá notificarle personalmente el contenido de dicho informe, para que esté en
aptitud de regularizar su demanda, debiendo también tomar en cuenta lo que
respecto a la prevención establecen las jurisprudencias números 5/98 y 8/98 de
este Tribunal Pleno, publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo VII, enero de mil novecientos noventa y ocho,
páginas noventa y seis y noventa y cuatro, respectivamente, bajo los rubros:
"PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. EN EL AMPARO QUE PROMUEVA, SON
AUTORIDADES RESPONSABLES LAS QUE DICTAN, ORDENAN, EJECUTAN O
TRATAN DE EJECUTAR, LOS ACTOS QUE AFECTAN EL BIEN O DERECHO
DEL QUE AQUÉLLA ES TITULAR." y "PERSONA EXTRAÑA A JUICIO,
DEMANDA DE AMPARO PROMOVIDA POR. OMISIÓN EN EL SEÑALAMIENTO
DE ALGUNAS DE LAS AUTORIDADES QUE INTERVINIERON EN LOS ACTOS
RECLAMADOS.", ya que de lo contrario el Juez de Distrito incurrirá en violación a
las normas del procedimiento, que en todo caso será corregida por el tribunal
revisor ordenando para ello que se reponga el procedimiento, de conformidad con
el artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo.
217. En la etapa de ejecución del laudo dictado en el juicio laboral
seguido por Jimena Rizado Mendieta en contra de la empresa “Alfombras
Multicolores”, el presidente de la junta ordenó se embargaran bienes de la
parte patronal. En cumplimiento a dicha resolución, el actuario de la junta
laboral embargó el inmueble ubicado en la calle Argentina, número 24,
colonia Centro del Distrito Federal. En su carácter de tercera extraña a juicio,
Sara Elizalde Alfaro promovió juicio de amparo indirecto en contra del
embargo del inmueble, pues afirma que éste es de su propiedad. En dicho
caso, si la quejosa acredita su interés jurídico, qué autoridad o autoridades
deben considerarse como responsables en el juicio de amparo.

RESPUESTA. El presidente de la Junta como ordenadora y el actuario


como ejecutora,

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 5/98, por contradicción de tesis


11/95 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
196,929.

PERSONA EXTRAÑA A JUICIO. EN EL AMPARO QUE PROMUEVA,


SON AUTORIDADES RESPONSABLES LAS QUE DICTAN, ORDENAN,
EJECUTAN O TRATAN DE EJECUTAR, LOS ACTOS QUE AFECTAN EL BIEN
O DERECHO DEL QUE AQUÉLLA ES TITULAR. De los artículos 4o., 11 y 114,
fracción V, de la Ley de Amparo, se infiere que, como regla general, para
determinar qué autoridades han de ser llamadas como responsables cuando
alguien demanda el amparo como persona extraña a un juicio, deben precisarse
los actos autoritarios que afectan los intereses jurídicos del quejoso; y si bien no
puede establecerse, a priori, con precisión, quiénes son autoridades responsables
en esta clase de amparos, sí es posible, dentro de la amplia serie de situaciones
susceptibles de presentarse, llegar a señalar a título ejemplificativo y como
aplicación de la regla general, algunas de las hipótesis más características. Así,
cuando el quejoso, como persona extraña, es titular del derecho o bien que
debaten actor y demandado en un juicio, sufre el perjuicio desde que se inició el
procedimiento sin haber sido emplazado, o haberse realizado el emplazamiento
con vicios que le impidieron comparecer a defender sus derechos subsistiendo el
perjuicio durante todo el juicio y, en su caso, en la ejecución; en esas condiciones,
si todo el procedimiento le causa perjuicio, inclusive la sentencia definitiva y su
ejecución (si hasta ahí se llegó), serán autoridades responsables el Juez y, en sus
respectivos casos, el actuario, el tribunal de segunda instancia y los ejecutores. En
otro supuesto, si los bienes o derechos de que es titular la persona extraña no son
debatidos ni tocados durante el procedimiento, sino sólo por el Juez en su
sentencia, ésta será el acto reclamado y el Juez la autoridad responsable. En otra
aplicación de la regla general, si ni el procedimiento ni la sentencia afectan los
intereses del quejoso extraño, pero sí el mandamiento de ejecución, éste y su
cumplimiento serán los actos reclamados, y serán responsables el ordenador y el
ejecutor. Finalmente, si los derechos del extraño no son tocados por el
procedimiento ni por la sentencia, ni por el mandamiento de ejecución, sino sólo
por la ejecución, ésta constituye el acto reclamado y el actuario o ejecutor será la
autoridad responsable. No es obstáculo para lo anterior, la circunstancia de que al
momento de promover la demanda no se tenga conocimiento de todas las
autoridades sino sólo de alguna de ellas, ya que el quejoso tendrá la oportunidad
de realizar el señalamiento de las restantes en la ampliación de demanda, que
procederá una vez que se conozca el informe justificado y, para tal efecto, si el
quejoso omitiera señalar alguna o algunas de las autoridades que participaron en
el procedimiento, concurriendo a la afectación de su derecho, debe atenderse a la
jurisprudencia número 30/96 de la Segunda Sala, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, del mes de junio
de mil novecientos noventa y seis, a fojas doscientos cincuenta y doscientos
cincuenta y uno, bajo el rubro: "DEMANDA DE AMPARO. SI DE SU ANÁLISIS
INTEGRAL SE VE LA PARTICIPACIÓN DE UNA AUTORIDAD NO SEÑALADA
COMO RESPONSABLE, EL JUEZ DEBE PREVENIR AL QUEJOSO PARA
DARLE OPORTUNIDAD DE REGULARIZARLA.".

218. Durante la etapa de ejecución de un laudo, comparece al juicio


un nuevo apoderado de la parte actora, quien para acreditar su carácter
exhibe un poder notarial. La parte patronal promueve incidente de falta de
personalidad. El presidente de la junta laboral desecha dicha incidencia y le
reconoce la personalidad al apoderado de la parte actora. Aquélla interpone
recurso de revisión en contra de tal resolución. Previos los trámites legales,
dicho recurso se declara infundado. En tal hipótesis, ¿procede juicio de
amparo indirecto contra esta determinación?

RESPUESTA. No, pues según jurisprudencia firme, la finalidad de esta incidencia,


es impedir la ejecución de la sentencia, por lo que se debe esperar a que se emita
la última resolución en la etapa de ejecución para poder impugnarla.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 1a./J. 23/2005 por contradicción de


tesis, de la Primera Sala, No. Registro: 178,441.

INCIDENTE DE FALTA DE PERSONALIDAD TRAMITADO EN LA


ETAPA DE EJECUCIÓN DE SENTENCIA. LA RESOLUCIÓN DICTADA EN ÉL
DEBE IMPUGNARSE A TRAVÉS DEL AMPARO PROMOVIDO CONTRA LA
ÚLTIMA RESOLUCIÓN EMITIDA EN ESA ETAPA. La Suprema Corte de Justicia
de la Nación ha sostenido que, por regla general, un acto dictado en ejecución de
sentencia sólo puede reclamarse a través del amparo indirecto promovido contra
el último acto emitido en esa etapa, el cual es el que declara cumplida la sentencia
o la imposibilidad para cumplirla. Asimismo, ha establecido que existen casos de
excepción a la regla mencionada, en los cuales se ha admitido la procedencia del
amparo indirecto contra actos dictados en ejecución de sentencia, cuando éstos
gozan de autonomía propia por no tener como finalidad directa e inmediata
ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural. Ahora bien, la sentencia que
resuelve un incidente de falta de personalidad promovido en la etapa de ejecución
de sentencia no se encuentra dentro de los casos de excepción precisados, pues
si se ha determinado que no procede el amparo contra los actos que tienen como
finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural, sino
hasta que se dicta la última resolución del procedimiento de ejecución, entonces,
interpretando a contrario sensu ese criterio, la referida resolución es de la misma
naturaleza jurídica de aquéllos, ya que la finalidad del incidente aludido es impedir
la ejecución de la sentencia cuestionando la personería del ejecutante. Por ello, la
resolución dictada en un incidente de falta de personalidad promovido en la etapa
de ejecución de sentencia, debe reclamarse a través del amparo que se promueva
contra la última resolución emitida en esa etapa.

219. La persona moral “Farinelli” promovió juicio de amparo indirecto


en contra del emplazamiento que se le practicó en un juicio laboral iniciado
en su contra por Cristina Balmori Becerra. Como dicha quejosa es la parte
patronal en el juicio natural, ¿qué requisitos deben satisfacer los conceptos
de violación que formule, a efecto de que el juez de amparo pueda proceder
al estudio de los mismos?

Deben contener los razonamientos lógico-jurídicos que demuestren la


transgresión de garantías impugnada, pues no puede suplirse en su favor la
deficiencia de la queja.

Tesis: 2a./J. 42/97

SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA EN FAVOR DE LA PARTE


PATRONAL, IMPROCEDENCIA DE LA. El artículo 76 bis de la Ley de Amparo,
en su fracción IV, establece que en materia laboral la suplencia sólo se aplicará en
favor del trabajador; luego, resulta inconcuso que no es dable la operancia de
dicha institución jurídica en favor del patrón. El anterior aserto deriva de una
interpretación gramatical, histórica, sistemática y finalista, que lleva a esta
Segunda Sala a concluir que la suplencia de la queja en la materia laboral
únicamente se justifica en favor del trabajador, en tanto que su finalidad es
solventar la desigualdad procesal de las partes y la necesidad de proteger bienes
básicos. La desigualdad procesal se sustenta, primordialmente, en el artículo 123
constitucional y en la Ley Federal del Trabajo, que regulan la relación laboral como
un derecho de clases; así como en la circunstancia genérica, consistente en la
mayor posibilidad económica del patrón, lo cual le permite acceder a los servicios
de mejores abogados, caso contrario del trabajador; así también, porque al tener
el patrón la administración de la empresa, cuenta con una mejor posibilidad de
allegarse medios probatorios para el juicio. La protección a bienes básicos tiene
como base el hecho de que la subsistencia del trabajador y de su familia, con todo
lo que lleva implícito, depende de su salario y prestaciones inherentes, razón que
evidencia la importancia que tiene para el trabajador un litigio derivado de la
relación laboral. En tal virtud, al no existir tales justificantes para el patrón, por
ningún motivo o pretexto es correcto apartarse de los lineamientos del artículo 76
bis de la Ley de Amparo, ni menos todavía interpretarlos o pretender soslayarlos
por analogía o mayoría de razón, habida cuenta de que la fracción VI del
susodicho artículo 76 bis no es aplicable para suplir la deficiencia de la queja en
favor del patrón, ni aun excepcionalmente, tratándose de una violación manifiesta
de la ley que lo haya dejado sin defensa, tal y como ocurre por la falta de
emplazamiento o su práctica defectuosa, toda vez que la norma específica debe
prevalecer sobre la genérica, esto es, si la voluntad del legislador hubiera sido que
en materia laboral se aplicara en favor del patrón la fracción VI, hubiese utilizado
un texto distinto, por ejemplo, la suplencia de la queja sólo se aplicará en favor del
trabajador "con excepción de lo previsto (o cualquier otra similar) en la fracción
VI", lo cual no ocurrió así; entonces, no tiene por qué interpretarse en otro sentido.
Es menester indicar que existe una excepción derivada de lo previsto en la
fracción I del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, esto es, únicamente para el
caso de que el acto reclamado se funde en leyes declaradas inconstitucionales por
la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, supuesto en el cual
sí es factible la suplencia en favor del patrón. Conviene agregar que el artículo
107, fracción III, inciso c), en concordancia con la fracción VII, constitucional,
establece la figura de "tercero extraño a juicio", hipótesis normativa recogida por el
artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, figura jurídica que, trasladada a la
materia laboral, permite al patrón impugnar todo lo actuado en el juicio natural a
través del amparo indirecto, aunque necesariamente debe realizar el razonamiento
lógico-jurídico que demuestre la transgresión de garantías impugnada, porque
pretender lo contrario implicaría dejar en estado de indefensión a la otra parte, la
trabajadora; situación que se agudiza en el recurso de revisión, pues aceptarse
otra cosa implicaría atentar contra la naturaleza jurídica del recurso y en perjuicio
de la parte trabajadora.

Jurisprudencia P./J. 68/2000 por reiteración del Pleno de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, No. Registro: 191,384.

CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. PARA QUE SE ESTUDIEN, BASTA CON


EXPRESAR CLARAMENTE EN LA DEMANDA DE GARANTÍAS LA CAUSA DE
PEDIR. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que debe
abandonarse la tesis jurisprudencial que lleva por rubro "CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN. REQUISITOS LÓGICOS Y JURÍDICOS QUE DEBEN REUNIR.", en
la que, se exigía que el concepto de violación, para ser tal, debía presentarse
como un verdadero silogismo, siendo la premisa mayor el precepto constitucional
violado, la premisa menor los actos autoritarios reclamados y la conclusión la
contraposición entre aquéllas, demostrando así, jurídicamente, la
inconstitucionalidad de los actos reclamados. Las razones de la separación de ese
criterio radican en que, por una parte, los artículos 116 y 166 de la Ley de Amparo
no exigen como requisito esencial e imprescindible, que la expresión de los
conceptos de violación se haga con formalidades tan rígidas y solemnes como las
que establecía la aludida jurisprudencia y, por otra, que como la demanda de
amparo no debe examinarse por sus partes aisladas, sino considerarse en su
conjunto, es razonable que deban tenerse como conceptos de violación todos los
razonamientos que, con tal contenido, aparezcan en la demanda, aunque no estén
en el capítulo relativo y aunque no guarden un apego estricto a la forma lógica del
silogismo, sino que será suficiente que en alguna parte del escrito se exprese con
claridad la causa de pedir, señalándose cuál es la lesión o agravio que el quejoso
estima le causa el acto, resolución o ley impugnada y los motivos que originaron
ese agravio, para que el Juez de amparo deba estudiarlo.

220. El juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo expresa que


tiene amistad estrecha con la parte quejosa, pues convive familiarmente con
ésta todos los fines de semana. De ahí que el juez considera que se actualiza
la causal de impedimento –por estrecha amistad- prevista en la fracción VI
del artículo 66 de la Ley de Amparo. En tal hipótesis, ¿la sola manifestación
del juzgador es suficiente para que se actualice la causal de impedimento
referida?

RESPUESTA. Sí, ello no sólo en mérito de la credibilidad que como Juez


goza, sino porque tal manifestación tiene validez probatoria plena, por tratarse de
una confesión expresa en lo que le perjudica, hecha por persona capaz para
obligarse, con pleno conocimiento, sin coacción ni violencia y proveniente de un
hecho propio, en relación con el asunto de donde se originó la excusa planteada.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia 2a./J. 36/2002 por contradicción de tesis


4/2002-SS, de la Segunda Sala, No. Registro: 186,939.

IMPEDIMENTO POR CAUSA DE AMISTAD ESTRECHA. PARA


CALIFICARLO DE LEGAL ES SUFICIENTE LA MANIFESTACIÓN QUE EN ESE
SENTIDO HACE EL FUNCIONARIO JUDICIAL RESPECTIVO. De conformidad
con lo dispuesto en la fracción VI del artículo 66 de la Ley de Amparo, los
funcionarios ahí mencionados estarán impedidos para conocer del juicio de
garantías cuando tengan amistad estrecha o enemistad manifiesta con alguna de
las partes, sus abogados o representantes. En consecuencia, si algún funcionario
judicial manifiesta que tiene amistad estrecha por existir convivencia familiar
frecuente con una de las partes, esta causal de impedimento debe tenerse por
acreditada no sólo en mérito de la credibilidad que como Juez goza, sino porque
tal manifestación valorada en términos de lo previsto en los artículos 93, fracción I,
95, 96 y 199 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria conforme al artículo 2o. de la referida Ley de Amparo, tiene validez
probatoria plena, por tratarse de una confesión expresa en lo que le perjudica,
hecha por persona capaz para obligarse, con pleno conocimiento, sin coacción ni
violencia y proveniente de un hecho propio, en relación con el asunto de donde se
originó la excusa planteada.

221. El juez Segundo de Distrito en Materia del Trabajo Alejandro


Ramírez Olivares celebra la audiencia constitucional, en la que recibe las
pruebas y los alegatos en el juicio de amparo iniciado por Juan Domínguez
Acuña en contra de actos de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
número seis. Dicho juzgador es sustituido por el juez Tomás Mijares
Alderete, quien dicta la sentencia del juicio iniciado por Ramírez Olivares en
diversa fecha. En este caso, ¿resulta jurídicamente correcto el proceder de
Mijares Alderete?
RESPUESTA. Sí, pues dicha sustitución no puede llevar a sostener que los
períodos que conforman la audiencia constitucional se trate, de diversos actos,
pues es un solo acto procesal, por lo que tal circunstancia no constituye violación
a las reglas fundamentales que norman el procedimiento, siempre y cuando el
acta haya sido firmada.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 129/2000 por contradicción de tesis


Contradicción de tesis 37/98, del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, No. Registro: 190,717.

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. SI LAS PRUEBAS Y ALEGATOS LOS


RECIBE UN JUEZ DE DISTRITO Y LA SENTENCIA LA EMITE EN DIVERSA
FECHA EL QUE LO SUSTITUYE, ELLO NO DA LUGAR A LA REPOSICIÓN
DEL PROCEDIMIENTO, PORQUE NO SON ACTOS PROCESALES DISTINTOS,
SINO UNO SOLO. El primer párrafo del artículo 155 de la Ley de Amparo dispone:
"Abierta la audiencia se procederá a recibir, por su orden, las pruebas, los
alegatos por escrito y, en su caso, el pedimento del Ministerio Público; acto
continuo se dictará el fallo que corresponda.". De lo expuesto se infiere que la
audiencia constitucional comprende los periodos de pruebas, alegatos y sentencia;
ahora bien, si un Juez de Distrito recibe las pruebas y alegatos, y la sentencia la
dicta en diversa fecha el Juez que legalmente lo sustituye, dicha sustitución no
puede llevar a sostener que se trate de un diverso acto, pues conforme a la
disposición transcrita se trata de un solo acto procesal, por lo que tal circunstancia
no constituye violación a las reglas fundamentales que norman el procedimiento
en el juicio de garantías que amerite su reposición, siempre y cuando el acta haya
sido firmada.

222. Sin que haya hecho valer alguna instancia previamente a la


promoción del juicio de amparo indirecto, Alejandro Ramírez Escobar, en
representación de Juana Manríquez Osorio, demandó el amparo y protección
de la Justicia Federal en contra de diversos preceptos de la Ley del Seguro
Social. A efecto de acreditar su personalidad, Ramírez Escobar exhibió una
carta poder de índole privada suscrita por la quejosa, dos testigos y él. En tal
hipótesis, ¿es necesario que la carta poder exhibida por el promovente sea
ratificada ante el juez de Distrito, a efecto de tener por acreditada la
personalidad con que se ostenta Ramírez Escobar?

R.- Sí, en términos del artículo 12, tercer párrafo, de la Ley de Amparo.

Tesis: 2a./J. 96/2006

AMPARO INDIRECTO CONTRA LEYES. LA PERSONALIDAD DEL


APODERADO DEL QUEJOSO DEBE ACREDITARSE CONFORME AL
ARTÍCULO 12, TERCER PÁRRAFO, DE LA LEY DE AMPARO. Cuando el
quejoso con motivo de la impugnación de una ley, no haya hecho valer alguna
instancia previamente a la promoción del amparo indirecto, sino que lo entabla
desde luego por considerarla inconstitucional, el apoderado debe justificar su
personalidad conforme a la regla establecida en el artículo 12, tercer párrafo, de la
Ley de Amparo, conforme al cual: "Tanto el agraviado como el tercero perjudicado
podrán constituir apoderado para que los represente en el juicio de amparo, por
medio de escrito ratificado ante el Juez de Distrito o autoridad que conozca de
dicho juicio".

Tesis: 2a./J. 97/2006

PERSONALIDAD EN EL AMPARO. CUANDO EL QUEJOSO RECLAMA LA


INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY QUE CREA EL FIDEICOMISO QUE
ADMINISTRARÁ EL FONDO DE APOYO SOCIAL PARA EX TRABAJADORES
MIGRATORIOS MEXICANOS, CONFORME AL ARTÍCULO 12, TERCER
PÁRRAFO, DE LA LEY DE AMPARO, PUEDE CONSTITUIR APODERADO
MEDIANTE ESCRITO RATIFICADO ANTE EL JUEZ DE DISTRITO. El citado
precepto dispone que el agraviado o el tercero perjudicado podrán constituir
apoderado para que los represente en el juicio de amparo, por medio de escrito
ratificado ante el Juez de Distrito o la autoridad que conozca de dicho juicio. Ahora
bien, para que pueda considerarse válida la representación del mandatario
conforme al artículo 12, tercer párrafo, de la Ley de Amparo, dicho documento
deberá ratificarse en los términos indicados, pues de no hacerse así tal documento
resultaría insuficiente por no acreditarse la personalidad a través de los medios
que la ley de la materia establece. Por tanto, cuando se reclame la
inconstitucionalidad de la Ley que crea el Fideicomiso que Administrará el Fondo
de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo de 2005, y el Juez de Distrito, desde
que provee acerca de la admisión de la demanda, advierta que el documento
exhibido por el promovente para comprobar su personalidad es insuficiente para
ese objetivo, debe dictar las medidas conducentes para que se subsane, con
apoyo en el artículo 116, fracción I, en relación con el 146, ambos de la Ley citada,
con el objeto de que el promovente ratifique dicho documento, apercibido que de
no hacerlo se tendrá su demanda por no interpuesta, en términos del precepto
citado últimamente.

223. El sindicato de electricistas promueve juicio de amparo indirecto


en contra de la negativa de una junta laboral para tramitar el pliego de
peticiones para el inicio del procedimiento de huelga. Al momento de dictar
sentencia, el juzgador advierte que se actualizan tres causas de
improcedencia. En tal hipótesis, para fundar el sobreseimiento del juicio de
amparo ¿es necesario que el juez de Distrito estudie todas las causas de
improcedencia que se actualizan?

RESPUESTA. No es necesario, basta con que estudie una de ellas, para


que en su caso, se sobresea en el juicio de garantías.

195744
9a. Epoca; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; VIII, Agosto de 1998; Pág. 414; [J];
SOBRESEIMIENTO. BASTA EL ESTUDIO DE UNA SOLA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA. Al quedar demostrado que el juicio de garantías es
improcedente y que debe sobreseerse con apoyo en los artículos relativos de la
Ley de Amparo, el que opere, o no, alguna otra causal de improcedencia, es
irrelevante, porque no cambiaría el sentido de la resolución.

224. La persona moral “Filoteca” desea presentar demanda de


amparo indirecto en contra del ilegal emplazamiento que se le realizó dentro
del juicio laboral 11/2007. Con motivo de que es el último día que dicha
persona moral tiene para presentar su demanda de garantías, su
representante se traslada al domicilio del secretario del Juzgado Tercero de
Distrito que ha sido autorizado para recibir promociones fuera del horario de
labores. Dicho secretario recibe la demanda y la remite a la oficialía de
partes común, lugar en donde es turnada al Juzgado Quinto de Distrito. En
este caso, ¿debe notificarse personalmente a la quejosa el proveído en que
se ordene la admisión de la demanda de garantías?

RESPUESTA. No, debe notificarse por lista que para el efecto se fije en
los estrados del juzgado.

JUSTIFICACIÓN. Jurisprudencia P./J. 12/96 por contradicción de tesis


132/91 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, No. Registro:
200,158.

DEMANDA DE AMPARO RECIBIDA POR EL SECRETARIO


AUTORIZADO EN LUGARES EN QUE EXISTEN VARIOS JUZGADOS DE
DISTRITO, REMITIDA A LA OFICIALIA DE PARTES COMUN Y TURNADA A
DIVERSO JUZGADO AL DE SU ADSCRIPCION. EL AUTO ADMISORIO NO
DEBE NOTIFICARSE PERSONALMENTE. Las demandas de amparo que se
presentan fuera del horario de labores ante el secretario autorizado de un Juzgado
de Distrito, en términos del último párrafo del artículo 23 de la Ley de Amparo,
deben ser remitidas a la oficina de correspondencia común, para que ésta cumpla
con el procedimiento que señala el artículo 56 de la anterior Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación (49 de la ley en vigor); esto es, para que la
registre por orden numérico riguroso y la turne al juzgado que corresponda. Por
otra parte, el examen de los artículos 30, primer párrafo, y 147, primer párrafo, de
la Ley de Amparo, lleva a concluir que no hay obligación legal para el Juez de
Distrito, de notificar personalmente al quejoso el acuerdo de admisión de su
demanda, pues el primero de los numerales señalados dispone este tipo de
notificación respecto del emplazamiento del tercero perjudicado y de la primera
notificación que deba hacerse a personas distintas de las partes en el juicio, y le
otorga al juzgador la facultad de ordenar que se haga personalmente determinada
notificación a cualquiera de las partes, cuando lo estime conveniente; por tanto, es
obligación del quejoso o de su representante, cerciorarse, en primer término, a
qué juzgado se remitió su demanda de amparo, en los lugares en donde existe
oficina de correspondencia común y, en segundo lugar, del acuerdo sobre la
admisión de su demanda, a través de la correspondiente notificación por lista que
para el efecto se fije en los estrados del juzgado.

225. El juez Primero de Distrito en Materia del Trabajo celebró la


audiencia constitucional el 10 de enero de 2007; acto seguido y continuo, en
esa misma fecha, dictó la sentencia correspondiente. Dicho juzgador y su
secretario omitieron firmar la audiencia constitucional al concluir el periodo
de alegatos, pero sí firmaron la sentencia que se dictó en el juicio de
amparo. En tal hipótesis, ¿resulta jurídicamente correcto tal proceder?

Sí, pues si la sentencia de amparo se dicta en la misma fecha del inicio de la


celebración de la audiencia constitucional, como un acto continuo o inmediato a la
conclusión del período de alegatos, ni el Juez de Distrito ni el secretario están
obligados a suscribirla, porque el acto procesal concluye con el dictado de la
sentencia, la que sí deberán firmar y, por ende, no incurre en violación al
procedimiento.

Tesis: P./J. 3/97

AUDIENCIA CONSTITUCIONAL. CUANDO DEBE REPONERSE EL


PROCEDIMIENTO SI NO SE FIRMO EL ACTA RESPECTIVA. De conformidad
con lo dispuesto por el artículo 155 de la Ley de Amparo, la audiencia
constitucional comprende tres períodos, cuyo orden cronológico y legal para su
desahogo es: a) el período de pruebas (ofrecimiento, admisión y desahogo de
pruebas); b) formulación de alegatos; y, c) dictado de la sentencia de garantías; lo
que significa que se trata de un solo acto procesal en el procedimiento judicial,
cuyo último período va a concluir con el juicio constitucional. Ahora bien, de
acuerdo con lo dispuesto en los artículos 219 y 220 del Código Federal de
Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, todas las
resoluciones judiciales deberán estar suscritas por el Juez, Magistrados o
Ministros, según corresponda; entendiéndose por resoluciones judiciales los
decretos, autos o sentencias que se emitan en el juicio, lo que significa que estas
resoluciones procesales son aquellos actos que se dictan en el procedimiento,
pero que no deben comprender las actuaciones del juzgador dentro de un mismo
acto procesal, como sucede con los períodos que comprende la audiencia
constitucional, que se traducen en meras actuaciones del juzgador dentro de un
mismo acto procesal. Por ende, si la sentencia de amparo se dicta en la misma
fecha del inicio de la celebración de la audiencia constitucional, como un acto
continuo o inmediato a la conclusión del período de alegatos, el Juez de Distrito no
está obligado a suscribirla, porque el acto procesal concluye con el dictado de la
sentencia, la que sí deberá firmar y, por ende, no incurre en violación al
procedimiento. Sin embargo, interpretando en sentido contrario lo dispuesto en el
artículo 346 del Código Federal de Procedimientos Civiles, el juzgador está en
posibilidad legal de dictar la sentencia relativa en un momento distinto del inicio de
la celebración de la audiencia constitucional, es decir, en fecha distinta a la en que
declaró abierta la audiencia, para lo cual deberá firmar tanto el acta de audiencia
al finalizar el período de alegatos, como la sentencia al dictarla, porque realiza dos
actuaciones en momentos distintos. Por lo tanto, si omite el Juez firmar la
audiencia al concluir el período de alegatos, violando el principio de seguridad
jurídica, y dicta en fecha distinta la sentencia, incurre en violación al
procedimiento.

226. En su carácter de secretario autorizado como juez, Ernesto


Rodríguez Martínez presidió la audiencia constitucional celebrada en el
juicio de garantías promovido en contra de la resolución definitiva que
resolvió un incidente de falta de personalidad en un juicio laboral. El cúmulo
de trabajo del juzgado impidió a dicho secretario dictar la sentencia el
mismo día en que inició la audiencia constitucional. De ahí que sólo firmó el
acta junto con el secretario de acuerdos, después de concluido el periodo de
alegatos. En tal hipótesis, ¿Ernesto Rodríguez podrá dictar la sentencia
correspondiente dentro del citado juicio de garantías, en fecha posterior al
de la celebración de la audiencia constitucional?

El secretario en funciones de Juez sí puede dictar la sentencia si aún no


concluye el periodo de autorización.

No. Registro: 194,091


Jurisprudencia
Instancia: Pleno

SECRETARIO AUTORIZADO COMO JUEZ PARA RESOLVER EN


JUICIOS DE AMPARO. PUEDE VÁLIDAMENTE PRONUNCIAR SENTENCIAS
SI PRESIDIÓ CON ESE CARÁCTER LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL Y AÚN
NO CONCLUYE EL PERIODO DE LA AUTORIZACIÓN. De acuerdo con los
artículos 107, fracción VII, de la Constitución Federal y 155 de la Ley de Amparo,
el trámite de la audiencia constitucional está regido por los principios procesales
de continuidad, unidad y concentración, la que se integra, entre otros actos, con la
sentencia, con la que culmina dicha audiencia. De esas disposiciones y principios,
deriva que el secretario autorizado por el Consejo de la Judicatura Federal para
fallar los asuntos de amparo en los términos del artículo 161 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, debe dictar la sentencia el mismo día en que
se celebre la audiencia constitucional; y por excepción, si el cúmulo de las labores
y atenciones que demanda el juzgado impide al secretario, en funciones de Juez,
dictar la sentencia el día de la audiencia, debe firmar el acta relativa junto con el
funcionario judicial que funja como fedatario, a fin de cerrar formalmente el periodo
de la audiencia ese mismo día. En esta última hipótesis, el secretario autorizado
podrá, válidamente, dictar la sentencia correspondiente con posterioridad, a
condición de que se encuentre dentro del tiempo que comprende la autorización,
pues si dicho periodo ya transcurrió y, por ende, ya está en funciones el Juez
titular, sólo a éste corresponderá dictar la sentencia respectiva, en el caso de que
el acta de la audiencia esté levantada y formalmente cerrada. En el supuesto de
que el secretario autorizado, sin haber dictado la sentencia en los términos
anteriores, tampoco firme con su fedatario el acta de la audiencia constitucional,
ante la falta de constancia que pruebe su formal existencia, la audiencia deberá
reponerse por el titular, independientemente de la responsabilidad que pueda
resultar al secretario autorizado. El criterio que asume este Tribunal Pleno,
además de que respeta los principios procesales que rigen la audiencia
constitucional, circunscribe la actuación del secretario al tiempo estricto en que se
le otorgó la autorización, con lo cual se acata el acuerdo del Consejo de la
Judicatura Federal y se evita la inconveniencia jurídica de que en un momento
dado existan dos Jueces en un mismo juzgado, si se permite que el secretario
autorizado dicte la sentencia después de vencida su autorización, en asuntos en
los que había presidido, con ese carácter, la audiencia.

Contradicción de tesis 28/96. Entre las sustentadas por los Tribunales


Colegiados Segundo en Materia Civil del Tercer Circuito y Octavo en Materia Civil
del Primer Circuito. 7 de diciembre de 1998. Unanimidad de diez votos. Ausente:
José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Ma. del
Socorro Olivares de Favela.

227. En su carácter de tercera extraña a juicio, la persona moral


“Chan Balam” promovió juicio de amparo indirecto en contra de la orden y
ejecución del embargo realizado a un inmueble de su propiedad. Dichos
actos derivan del juicio laboral seguido por Norma Espinosa Quintero en
contra de la persona moral “Dulces Mi Tierra”. La quejosa solicita en su
demanda la suspensión de las consecuencias de la orden de embargo, como
lo son el procedimiento de remate y la adjudicación del inmueble. El juez de
Distrito que conoce del asunto concede la suspensión. Al respecto, como
requisito de efectividad de la suspensión del acto reclamado, ¿dicho
juzgador está facultado para exigir a la quejosa la exhibición de una garantía
y para determinar la naturaleza de la misma?

No. Registro: 175,421


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 15/2006
Contradicción de tesis 43/2005-PL.

SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO. EL JUZGADOR NO DEBE


DETERMINAR LA NATURALEZA DE LA GARANTÍA QUE EL QUEJOSO
HABRÁ DE EXHIBIR PARA QUE AQUÉLLA SURTA EFECTOS, SALVO LO
PREVISTO POR EL ARTÍCULO 135 DE LA LEY DE AMPARO.
De lo previsto por los artículos 125, 126, 127, 128, 173 y 174 de la citada
Ley, se advierte que el Juez de Distrito o la autoridad que conoce del juicio de
garantías o de la suspensión no están facultados para determinar la naturaleza de
la garantía o caución que deba presentar el quejoso para que surta efectos la
suspensión del acto reclamado, por lo que basta determinen su monto para que se
exhiba en cualquiera de las formas establecidas por la ley, salvo lo que establece
el artículo 135 del mismo ordenamiento legal, respecto del cobro de
contribuciones.
228. Lea el párrafo primero del artículo 19 de la Ley de Amparo en su
texto anterior: “Las autoridades responsables no pueden ser representadas
en el juicio de amparo, pero sí podrán, por medio de simple oficio, acreditar
delegados que concurran a las audiencias para el efecto de que en ellas
rindan pruebas, aleguen y hagan promociones”. Ahora, realice una
interpretación literal del citado precepto legal.
Enseguida, lea los siguientes asertos:
1. Los delegados pueden ofrecer pruebas, alegatos y presentar
promociones en cualquier etapa del juicio, inclusive en segunda instancia,
pues las facultades citadas son sólo enunciativas.
2. Los delegados pueden ofrecer pruebas, alegatos, presentar
promociones, promover incidentes e interponer recursos en cualquier etapa
del juicio, pues sólo así se respeta el principio de igualdad procesal,
considerando que las autoridades responsables no pueden comparecer a
todos los juicios a los que son llamadas.
3. Los delegados sólo pueden ejercer en las audiencias las
facultades que en forma limitada se señalan en el primer párrafo del artículo
19 de la Ley de Amparo.

Ahora bien, precise cuál de los anteriores asertos es jurídicamente


correcto.

La número 3

No. Registro: 182,241


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 9/2004
Contradicción de tesis 32/2003-PL

AUTORIDADES RESPONSABLES. LAS FACULTADES QUE EL


ARTÍCULO 19, PÁRRAFO PRIMERO, DE LA LEY DE AMPARO OTORGA A
SUS DELEGADOS SÓLO PUEDEN EJERCERLAS EN AUDIENCIAS. De lo
dispuesto en el citado precepto se advierte, por un lado, que las autoridades
responsables deben comparecer al juicio en forma directa, conforme a lo señalado
en el artículo 11 de Ley de Amparo, a fin de responder por la constitucionalidad del
acto reclamado en la controversia de que se trate y, por otro, que pueden concurrir
a las audiencias a ofrecer pruebas, alegar y hacer promociones a través de
delegados. Ahora bien, si se toma en consideración que la delegación de
facultades sólo puede conferirse respecto de una parte de las funciones que
corresponden a determinada autoridad, es indudable que la actuación de los
delegados de las autoridades responsables en el juicio de amparo debe limitarse a
ese momento procesal, ya que debe interpretarse literalmente lo establecido en el
referido artículo 19, primer párrafo, y aplicar la norma jurídica a los casos que
alude, pues en el supuesto de considerar que dichos delegados pueden ofrecer
pruebas, alegatos y presentar promociones no solamente en audiencias sino en
cualquier etapa del juicio, se les estarían otorgando mayores facultades que las
señaladas en la mencionada disposición.

229. Los representantes del sindicato de la industria farmacéutica


promovieron juicio de amparo indirecto en contra de la declaración de
inexistencia del estado legal de la huelga que habían iniciado. Con motivo de
lo anterior, aquéllos solicitaron se concedieran las suspensiones provisional
y definitiva de la ejecución de la orden para que los trabajadores de la parte
patronal regresaran a trabajar. El juzgador concedió la suspensión
provisional solicitada. En tal hipótesis, para proveer sobre la suspensión
definitiva, ¿el juez de Distrito debe examinar la legitimación procesal de los
representantes del sindicato quejoso?

No, en el incidente de suspensión el juzgador no puede analizar la


personalidad de los representantes del quejoso, ya que esta cuestión corresponde
al juicio principal.

No. Registro: 173,255


Jurisprudencia
Tesis: 1a./J. 91/2006
Contradicción de tesis 175/2005-PS.

LEGITIMACIÓN PROCESAL DEL PROMOVENTE DEL JUICIO DE


AMPARO. AL SER UNA CUESTIÓN CUYO ANÁLISIS CORRESPONDE AL
JUICIO PRINCIPAL, NO ES DABLE EXAMINARLA EN EL INCIDENTE DE
SUSPENSIÓN. El incidente de suspensión es de previo y especial
pronunciamiento y en él solamente se discuten cuestiones relativas a los
requisitos que exige el artículo 124 de la Ley de Amparo para la procedencia de la
suspensión de los actos reclamados. En ese sentido, se concluye que en dicho
incidente no es dable examinar aquellas cuestiones que versen sobre la
legitimación procesal del promovente del juicio de amparo, porque ello
corresponde hacerlo en el juicio principal; de ahí que basta la orden de formar y
dar trámite al incidente de suspensión derivado del juicio de garantías de que se
trate, para tener por acreditado el requisito establecido en la fracción I del artículo
124 citado, quedando excluida de la litis incidental la prueba de personalidad de
quien lo promueve.

230. Saraí Mendoza Zamora promovió juicio de amparo indirecto en el


que tildó de inconstitucionales diversos preceptos legales que regulan el
pago y devolución del saldo correspondiente a las aportaciones del fondo de
las subcuentas de cesantía en edad avanzada y vejez, y de vivienda, del
Sistema de Ahorro para el Retiro. Dichos preceptos son heteroaplicativos y
la quejosa los reclama, porque a su juicio es inminente la aplicación de tales
hipótesis normativas. Conforme al criterio de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, ¿resulta procedente el referido juicio de garantías?
No es procedente, ya que la inconstitucionalidad de leyes
heteroaplicativas sólo puede reclamarse por actos concretos ya realizados y no
por actos inminentes.

Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 77/97
Reiteración

LEYES HETEROAPLICATIVAS. SI SE RECLAMAN POR ACTOS


INMINENTES Y NO POR ACTOS CONCRETOS YA REALIZADOS, ES
IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO. Para que la acción constitucional sea
procedente en contra de leyes heteroaplicativas, o sea, en relación con las que se
impugnan por haber existido un acto concreto de aplicación en perjuicio del
quejoso, es necesario que se demuestre la existencia misma de dicho acto de
aplicación, relacionado con la fecha de presentación de la demanda y, por ende,
no basta la inminencia de la aplicación de la ley para que el amparo sea
procedente, ya que la referida inminencia no actualiza o concreta el perjuicio en la
esfera jurídica del gobernado de manera real y actual, lo cual constituye requisito
indispensable de procedencia del juicio de garantías, sino que sólo genera la
presunción de que tal aplicación ha de realizarse, sin conocerse circunstancias de
tiempo, modo y lugar de ejecución, lo que impide constatar la existencia misma del
perjuicio.

231. Conforme a lo previsto en la Ley Federal del Trabajo ¿cómo se


denomina a la asociación de trabajadores o patrones, constituida para el
estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses?

Sindicato

Ley Federal del Trabajo


Artículo 356. Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones,
constituida para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses.

232. En el período de ejecución de un laudo se interpone recurso de


revisión en contra de actos realizados por el actuario de una Junta de
Conciliación y Arbitraje. En tal hipótesis, ¿en qué autoridad recae la
competencia para conocer de dicho recurso?

Ley Federal del Trabajo


De la Revisión de los Actos de Ejecución

Artículo 849. Contra actos de los presidentes, actuarios o funcionarios,


legalmente habilitados, en ejecución de los laudos, convenios, de las resoluciones
que ponen fin a las tercerías y de los dictados en las providencias cautelares,
procede la revisión.
Artículo 850. De la revisión conocerá:

I. La Junta de Conciliación o la Junta Especial de la de Conciliación y


Arbitraje correspondiente, cuando se trate de actos de los presidentes de las
mismas;

II. El Presidente de la Junta o el de la Junta Especial correspondiente,


cuando se trate de actos de los actuarios o funcionarios legalmente habilitados; y

III. El Pleno de la Junta de Conciliación y Arbitraje cuando se trate de


actos del Presidente de ésta o cuando se trate de un conflicto que afecte a dos o
más ramas de la industria.

233. ¿A qué autoridad corresponde la ejecución de los laudos que


emiten las Juntas de Conciliación y Arbitraje?

Al Presidente de la Junta de Conciliación Permanente, las de Conciliación


y arbitraje y a de las Juntas Especiales.

Artículo 617. El Presidente de la Junta tiene las facultades y obligaciones


siguientes:
(…)
IV. Ejecutar los laudos dictados por el Pleno y por las Juntas Especiales
en los casos señalados en la fracción anterior;

Artículo 940. La ejecución de los laudos a que se refiere el artículo


anterior, corresponde a los Presidentes de las Juntas de Conciliación Permanente,
a los de las de Conciliación y Arbitraje y a los de las Juntas Especiales, a cuyo fin
dictarán las medidas necesarias para que la ejecución sea pronta y expedita.

No. Registro: 195,362


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 74/98
Contradicción de tesis 52/94.

SUSPENSIÓN EN AMPARO DIRECTO CONTRA LAUDOS.


CORRESPONDE PROVEER SOBRE ELLA AL PRESIDENTE DE LOS
TRIBUNALES DE TRABAJO. Congruente con los criterios de la anterior Cuarta
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se encuentran
contenidos en la jurisprudencia 540 y tesis de los siguientes rubros:
"SUSPENSIÓN EN MATERIA DE TRABAJO." (visible en la página 356, del Tomo
V, parte Suprema Corte de Justicia de la Nación, Apéndice de 1995) y "TRABAJO
FORMA DE SUSPENSIÓN EN MATERIA DE." (consultable en el Semanario
Judicial de la Federación, Tomo LIV, página 1822) y conforme a lo dispuesto por el
artículo 174 de la Ley de Amparo, en los juicios de garantías de la competencia de
los Tribunales Colegiados de Circuito en que se reclame un laudo o resolución que
ponga fin al juicio, corresponde a los presidentes de los tribunales laborales
proveer sobre la medida cautelar por así disponerlo el precepto antes indicado y
porque si dichos funcionarios son los encargados de ejecutar los laudos en
términos del artículo 940 de la Ley Federal del Trabajo, resulta coherente que
también lo sean para suspender su ejecución.

No. Registro: 200,702


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 57/95
Contradicción de tesis 13/95.

JUNTA LABORAL Y PRESIDENTE DE LA MISMA. ERROR DEL


QUEJOSO AL SEÑALAR COMO RESPONSABLE A AQUELLA EN EL
AMPARO PROMOVIDO EN CONTRA DE ESTE. Si bien es cierto que es esencial
el correcto señalamiento de la autoridad responsable en la demanda de amparo y
que ello es una carga del agraviado, ya que respecto de dichos actos es que
versará el juicio y serán motivo de análisis por parte del juzgador; y si bien es
cierto, asimismo, que las Juntas laborales y sus presidentes son autoridades
distintas, debe considerarse que si en la demanda de amparo el quejoso señala
con desacierto como acto reclamado una resolución que atribuye a una Junta
como órgano colegiado, cuando ésta fue dictada por el presidente en uso de las
atribuciones que le son propias, como la de ordenar la ejecución de un laudo, en
estos casos, el error en el señalamiento de la autoridad responsable no da motivo
para sobreseer en el juicio con apoyo en lo dispuesto por el artículo 74, fracción
IV, de la Ley de Amparo, dado que el imperativo constitucional de dar noticia de la
iniciación del juicio de garantías se cumple al solicitarse y rendirse el informe
justificado, ya que éste invariablemente deberá ser emitido por el presidente de
dicho órgano colegiado, por ser una atribución que le confiere la Ley Federal del
Trabajo en sus artículos 617, fracción VII, 618, fracción VI, y, 623, por tanto, ya
sea que el informe lo rinda en nombre propio o como representante de la Junta, al
hacerlo se está haciendo sabedor del inicio del juicio de amparo y con ello está en
posibilidad de defender la constitucionalidad del acto reclamado.

234. Con motivo de la inasistencia del demandado a una audiencia de


desahogo de pruebas, el Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje le
impone una medida de apremio consistente en una multa de siete días de
salario mínimo. En este caso, ¿cuál es el medio de impugnación que debe
hacer valer el enjuiciado en contra de tal determinación?

Recurso de reclamación.

Ley Federal del Trabajo: “Artículo 853. Procede la reclamación contra las
medidas de apremio que impongan los Presidentes de las Juntas de Conciliación,
de las Juntas Especiales y de las de Conciliación y Arbitraje, así como de los
auxiliares de éstas.”
235. ¿Cuáles son los distintos tipos de sindicatos de trabajadores
que contempla la Ley Federal del Trabajo?

Gremiales
De empresa
Industriales
Nacionales de Industria
De oficios varios

Artículo 360. Los sindicatos de trabajadores pueden ser:

I. Gremiales, los formados por trabajadores de una misma profesión, oficio


o especialidad;

II. De empresa, los formados por trabajadores que presten sus servicios
en una misma empresa;

III. Industriales, los formados por trabajadores que presten sus servicios
en dos o más empresas de la misma rama industrial;

IV. Nacionales de industria, los formados por trabajadores que presten sus
servicios en una o varias empresas de la misma rama industrial, instaladas en dos
o más Entidades Federativas; y

V. De oficios varios, los formados por trabajadores de diversas


profesiones. Estos sindicatos sólo podrán constituirse cuando en el municipio de
que se trate, el número de trabajadores de una misma profesión sea menor de
veinte.

236. Lea el siguiente precepto de la Constitución Federal.


Artículo 123. El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases
siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo, las cuales regirán: A) Entre los
obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general,
todo contrato de trabajo:… XXXI. La aplicación de las leyes del trabajo
corresponde a las autoridades de los Estados, en sus respectivas jurisdicciones,
pero es de la competencia exclusiva de las autoridades federales en los asuntos
relativos a:… b) Empresas: 1. Aquellas que sean administradas en forma directa o
descentralizada por el Gobierno Federal.
Ahora bien, una ley federal que creó un organismo público
descentralizado de la Administración Pública Federal, dispuso: las
relaciones entre el organismo y su personal, se regirán por la Ley Federal de
los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del apartado “B” del
artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Ahora bien, de conformidad con lo antes trascrito, ¿puede válidamente
considerarse que la referida ley es inconstitucional?
No, ya que el artículo 1o. de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado que sujeta al régimen laboral burocrático no sólo a los servidores de los
Poderes de la Unión y del Gobierno del Distrito Federal, sino también a los
trabajadores de organismos descentralizados que aunque integran la
administración pública federal descentralizada, no forman parte del Poder
Ejecutivo Federal

No. Registro: 200,199


Jurisprudencia
Tesis: P./J. 1/96
Reiteración

ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS DE CARACTER FEDERAL. SU


INCLUSION EN EL ARTICULO 1o. DE LA LEY FEDERAL DE LOS
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, ES INCONSTITUCIONAL. El
apartado B del artículo 123 constitucional establece las bases jurídicas que deben
regir las relaciones de trabajo de las personas al servicio de los Poderes de la
Unión y del Gobierno del Distrito Federal, otorgando facultades al Congreso de la
Unión para expedir la legislación respectiva que, como es lógico, no debe
contradecir aquellos fundamentos porque incurriría en inconstitucionalidad, como
sucede con el artículo 1o. de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado que sujeta al régimen laboral burocrático no sólo a los servidores de los
Poderes de la Unión y del Gobierno del Distrito Federal, sino también a los
trabajadores de organismos descentralizados que aunque integran la
administración pública federal descentralizada, no forman parte del Poder
Ejecutivo Federal, cuyo ejercicio corresponde, conforme a lo establecido en los
artículos 80, 89 y 90 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
al presidente de la República, según atribuciones que desempeña directamente o
por conducto de las dependencias de la administración pública centralizada, como
son las Secretarías de Estado y los Departamentos Administrativos. Por tanto, las
relaciones de los organismos públicos descentralizados de carácter federal con
sus servidores, no se rigen por las normas del apartado B del artículo 123
constitucional.

Tesis: 4a./J. 40/94


TRABAJADORES DEL SERVICIO POSTAL MEXICANO. EL ARTICULO
16 DEL DECRETO PRESIDENCIAL QUE CREO DICHO ORGANISMO, EN
CUANTO ESTABLECE QUE SE REGIRÁN POR LA LEY FEDERAL DE LOS
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, ES INCONSTITUCIONAL. Al
establecer el artículo 16 del Decreto que creó el organismo público
descentralizado denominado Servicio Postal Mexicano, "que las relaciones entre el
organismo y su personal, se regirán por la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado, reglamentaria del apartado "B" del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos", contraría una norma de
mayor jerarquía en el orden jurídico, como lo es el apartado "A", fracción XXXI,
inciso b), del artículo 123 constitucional, que establece que se regirán por este
apartado "A", los asuntos relativos a empresas que sean administradas en forma
directa o descentralizada por el Gobierno Federal.

237. Mediante escrito presentado ante la Junta Especial Número


Cincuenta y Uno de la Federal de Conciliación y Arbitraje en el Estado de
Hidalgo, José Reyes Espinosa demandó de la Administradora de Fondos
para el Retiro Afore XXI, sociedad anónima de capital variable, la devolución
y entrega de las aportaciones realizadas a favor del actor por el Instituto
Mexicano del Seguro Social a la subcuenta de retiro, cesantía y vejez, así
como de las aportaciones de la subcuenta de vivienda que administra la
demandada. Una vez emplazada ésta, promovió incidente de incompetencia
aduciendo que la junta federal del conocimiento no tenía facultades para
conocer de la controversia, pues la competencia recaía en una junta local de
conciliación y arbitraje; lo anterior, toda vez que aun cuando la demandada
sea una entidad financiera, ésta no opera bajo una concesión otorgada por el
Estado, que sería lo que generaría la competencia federal, sino que opera
bajo el amparo de una autorización administrativa, por lo que se surte la
competencia de la junta local. Dicho incidente fue declarado infundado.
Inconforme con esta determinación, la parte demandada promovió juicio de
amparo indirecto en el que expresó como concepto de violación que era
incorrecta la decisión de la junta responsable, pues contrariamente a lo que
había sostenido, en el caso, al haberse demandado la devolución del saldo
integral de la cuenta individual del sistema de ahorro para el retiro, era
inconcuso que era la junta local la competente para conocer el conflicto
laboral. En este caso ¿cómo calificaría el concepto de violación expresado
por la quejosa?

Infundado, porque la competencia para conocer del juicio entablado contra


una Afore en el que se demande la entrega de las cantidades depositadas en la
cuenta individual del Sistema de Ahorro para el Retiro de un trabajador,
corresponde a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

No. Registro: 174,596


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 100/2006
Contradicción de tesis 25/2006-SS.

SISTEMA DE AHORRO PARA EL RETIRO. LA JUNTA FEDERAL DE


CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE ES COMPETENTE PARA CONOCER DEL
JUICIO EN QUE SE DEMANDE A UNA ADMINISTRADORA DE FONDOS PARA
EL RETIRO (AFORE) LA ENTREGA DEL SALDO DE LA CUENTA INDIVIDUAL
DE UN TRABAJADOR. La competencia para conocer del juicio entablado contra
una Afore en el que se demande la entrega de las cantidades depositadas en la
cuenta individual del Sistema de Ahorro para el Retiro de un trabajador,
corresponde a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, pues la naturaleza de
la prestación demandada involucra órganos administrados en forma directa o
descentralizada por el Gobierno Federal, surtiéndose la competencia referida con
base en el artículo 123, apartado A, fracción XXXI, inciso b), subinciso 1, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y su correlativo 527,
fracción II, inciso 1, de la Ley Federal del Trabajo. Ello es así, porque si bien es
cierto que los recursos depositados en la cuenta individual de cada trabajador son
de su propiedad, con las modalidades establecidas en la ley, también lo es que
existe una estrecha vinculación entre las administradoras de fondos para el retiro y
los institutos de seguridad social en la recepción, depósito, administración,
transferencia y disponibilidad de los recursos, pues para que proceda la entrega
de estos últimos al trabajador deben darse las hipótesis legalmente establecidas y
mediar autorización de dichos institutos e, inclusive, tratándose de los recursos de
la subcuenta de vivienda, éstos deben transferirse a la administradora de fondos
para el retiro correspondiente por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda
para los Trabajadores, dado que su administración es llevada por dicho Instituto,
que es quien cubre los intereses correspondientes, por lo que aunque no se
señalen expresamente como prestaciones reclamadas en el juicio laboral la
autorización de disponibilidad de recursos a los institutos de seguridad social y la
transferencia de los fondos de la subcuenta de vivienda a la Afore para su entrega
al trabajador, tales prestaciones deben considerarse implícitamente demandadas
cuando se reclame la devolución del saldo integral de la cuenta individual del
Sistema de Ahorro para el Retiro a la empresa administradora de fondos para el
retiro correspondiente, ante la imposibilidad de desvincular tal prestación de las
acciones principales de las que depende. Cabe destacar que lo anterior no
contraría lo sustentado por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en las tesis 2a./J. 105/99 y 2a. CXXXI/99, publicadas con los rubros:
"COMPETENCIA LABORAL. CORRESPONDE A LA JUNTA LOCAL DE
CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE CONOCER DE LOS CONFLICTOS LABORALES
SURGIDOS ENTRE UNA EMPRESA ADMINISTRADORA DE FONDOS PARA EL
RETIRO Y SUS TRABAJADORES." y "COMPETENCIA LABORAL. RESIDE EN
LA JUNTA LOCAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE EL CONOCIMIENTO DE
LAS DEMANDAS PROMOVIDAS CONTRA LAS ADMINISTRADORAS DE
FONDOS PARA EL RETIRO (AFORES), POR SUS TRABAJADORES.",
respectivamente, pues éstas se refieren a conflictos laborales entre las Afores y
sus trabajadores, y no a juicios en que se demande la devolución al trabajador del
saldo de su cuenta individual del Sistema de Ahorro para el Retiro.

238. En una demanda de amparo indirecto se señala como acto


reclamado el embargo practicado sobre bienes de la parte quejosa en el
juicio laboral 50/2006. La demanda se admite a trámite, se ordena el
emplazamiento al tercero perjudicado y se señala fecha para la celebración
de la audiencia constitucional. El emplazamiento al tercero perjudicado se
logra seis días antes de la celebración de la audiencia constitucional. Un día
antes de la celebración de la audiencia, el tercero perjudicado ofrece prueba
pericial idónea y pertinente para lo que pretende acreditar. En este caso,
¿cómo debe proceder el juez de Distrito en relación con la prueba ofrecida
por el tercero perjudicado?
Debe diferir la audiencia y señalar nueva fecha para su celebración, toda
vez que la señalada no dio la oportunidad suficiente para la preparación de la
probanza pericial, ante su eventual ofrecimiento.

Tesis: P./J. 19/97


PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCION JUDICIAL EN
EL AMPARO. TERMINO ENTRE LA NOTIFICACION DE LA DEMANDA Y LA
AUDIENCIA. El texto del artículo 107, fracción VII, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, que establece las bases de procedencia del
amparo indirecto, induce a considerar el carácter sumario del procedimiento
relativo tendiente a resolver sobre la constitucionalidad de los actos autoritarios
reclamados, de manera rápida y eficaz. Congruente con este precepto
constitucional, la Ley de Amparo fija los plazos máximos y aquellos de excepción,
para la celebración de la audiencia y las condiciones para su suspensión o
diferimiento a fin de que, dentro de las eventualidades de orden práctico que
pudieran surgir en el procedimiento, se garantice la defensa de las partes, tal
como se advierte de lo dispuesto en los artículos 147, 149, 152 y 156 de dicha ley.
Por su parte, el artículo 151 de la propia ley establece el plazo mínimo de cinco
días para que las partes en el juicio de garantías propongan las pruebas que
requieren especial preparación, como son la pericial, la testimonial y la de
inspección judicial, como una formalidad esencial del procedimiento que el órgano
constitucional debe observar, siempre y cuando tales pruebas sean ofrecidas,
supuesto en el cual deberá fijar la celebración de la audiencia constitucional para
una fecha que permita su preparación, o bien, suspenderla o diferirla para lograr el
mismo objetivo, teniendo en consideración, en su caso, los criterios de esta
Suprema Corte, especialmente el contenido en la jurisprudencia número 7/1996,
publicada en la página 53, Tomo III-febrero, Novena Epoca del Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, bajo el rubro: "PRUEBAS PERICIAL,
TESTIMONIAL Y DE INSPECCION JUDICIAL EN EL AMPARO. SU
OFRECIMIENTO DESPUES DEL DIFERIMIENTO DE LA AUDIENCIA", de tal
manera que si no lo hace así, el Juez incurrirá en una violación del procedimiento
en el juicio de amparo, que ameritará su reposición. Sin embargo, en la hipótesis
de que las partes no anuncien ninguna de estas pruebas que ameritan
preparación, ha de concluirse que el señalamiento de la fecha de la audiencia sin
librar los cinco días en los términos del artículo 151 de la Ley de Amparo,
ordinariamente no constituye violación procesal.

Tesis: P./J. 7/96


PRUEBAS PERICIAL, TESTIMONIAL Y DE INSPECCION JUDICIAL EN
EL AMPARO. SU OFRECIMIENTO DESPUES DEL DIFERIMIENTO DE LA
AUDIENCIA. Este Pleno modifica la jurisprudencia que en la compilación de 1988,
Segunda Parte, página 2435, aparece con el número 1533 y que establece
"PRUEBAS TESTIMONIAL Y PERICIAL EN EL AMPARO, CUANDO SE DIFIERE
LA AUDIENCIA.- Es procedente admitir las pruebas testimonial y pericial para la
audiencia en el amparo, cuando la inicialmente señalada ha sido diferida de oficio
por el Juez de Distrito, y no a petición de las partes"; y, asimismo, se aparta del
criterio contenido en la última tesis relacionada con dicha jurisprudencia, que
establece, esencialmente, que es inexacto que cuando la audiencia se difiere de
oficio, se puedan ofrecer dichas pruebas para la audiencia diferida, agregando que
cuando no se anuncian oportunamente para la primera audiencia, no pueden
ofrecerse para la segunda, porque ya se perdió el derecho. Partiendo de la
hipótesis de que las pruebas pericial, testimonial y de inspección judicial no fueron
ofrecidas antes de la audiencia inicial, que ésta se difirió y que en el nuevo periodo
sí se ofrecieron con la anticipación requerida por el artículo 151 de la Ley de
Amparo, en relación con la fecha de la segunda audiencia, el nuevo criterio
sostenido por este Pleno se apoya en dos principios básicos: En primer lugar, el
de la expeditez del procedimiento de amparo que deriva de su naturaleza sumaria,
de acuerdo con el cual, si las mencionadas pruebas no se ofrecen con la
anticipación exigida por el citado precepto, ya no pueden ofrecerse con
posterioridad por haber precluido ese derecho procesal; y en segundo, el
cimentado en el respeto a la garantía de defensa de la parte oferente, lo que
significa que ésta, para gozar de la oportunidad de ofrecer las pruebas aludidas,
no sólo debe contar con el plazo de cinco días hábiles antes del señalado para la
audiencia constitucional, sin incluir el del ofrecimiento ni el señalado para la
celebración de la audiencia, sino además, que tal plazo se dé a partir de la fecha
en que tenga conocimiento del hecho que trate de probar o desvirtuar con dichas
probanzas, conocimiento que puede inferirse de los datos y elementos objetivos
de los autos. Así, por ejemplo, cuando la parte oferente ya tenga conocimiento del
hecho o situación cuya certeza trata de probar o desvirtuar con tiempo anterior al
término señalado en el citado artículo 151, tomando como referencia la audiencia
inicial, ya no podrá válidamente ofrecerlas en el período posterior, porque ha
precluido su derecho por su abandono; en cambio, si el oferente no conocía el
hecho con la oportunidad legal suficiente, como cuando el quejoso se entera de él
con motivo del informe justificado rendido poco antes de la audiencia, o como
cuando el tercero perjudicado es llamado a juicio sin tiempo suficiente para ofrecer
esos elementos probatorios, entonces sí pueden proponerse legalmente con
posterioridad a la primera fecha de la audiencia, respetando siempre los términos
del artículo 151, sólo que tomando como indicador la segunda fecha, ejemplos que
pueden multiplicarse teniendo en común, todos ellos, que desde el punto de vista
jurídico el oferente no debe quedar indefenso en la materia probatoria examinada,
por causas ajenas a su descuido o negligencia dentro del procedimiento.
Conforme a este criterio, por tanto, carece de importancia el hecho de que la
audiencia se haya diferido de oficio o a petición de parte, debiendo atenderse a los
principios expuestos, cuya aplicación permite dar a cada parte el trato que amerita
su propia situación procesal.

239. El artículo 947, fracción IV, de la Ley Federal del Trabajo


establece: “Si el patrón se negare a someter sus diferencias al arbitraje o a
aceptar el laudo pronunciado, la Junta: (...) IV. Además, condenará al pago
de los salarios vencidos desde la fecha en que dejaron de pagarlos hasta
que se paguen las indemnizaciones, así como al pago de la prima de
antigüedad, en los términos del artículo 162”. En un juicio laboral se exime al
patrón de reinstalar a un trabajador de confianza; sin embargo, se le
condena al pago de la indemnización constitucional y salarios caídos en
términos de la fracción transcrita. En ejecución de ese laudo, los salarios
vencidos que debe pagar el patrón deben calcularse a partir de la fecha en
que tales salarios dejaron de pagarse. Ahora bien, diga hasta qué fecha
deben cubrirse los mencionados salarios.

Desde la fecha del despido hasta que las indemnizaciones a que se refiere
el art 50 de la LFT son cubiertas y puestas a disposición del trabajador de
confianza.

No. Registro: 174,173


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 132/2006
Contradicción de tesis 107/2006-SS

SALARIOS CAÍDOS. SE GENERAN DESDE LA FECHA DEL DESPIDO


HASTA QUE LAS INDEMNIZACIONES PREVISTAS EN EL ARTÍCULO 50 DE
LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO SON CUBIERTAS Y PUESTAS A
DISPOSICIÓN DEL TRABAJADOR DE CONFIANZA, CUANDO SE EXIMIÓ AL
PATRÓN DE LA REINSTALACIÓN. La determinación del periodo que debe
comprender el cálculo del importe relativo a los salarios caídos tratándose del
cumplimiento de un laudo condenatorio, cuando se eximió al patrón de la
reinstalación respecto de un trabajador de confianza, ha sido establecida por el
legislador en el artículo 50, fracción III, en relación con el 947, ambos de la Ley
Federal del Trabajo, al disponer que en ese supuesto el patrón debe pagar las
indemnizaciones legalmente previstas, así como los salarios vencidos "desde la
fecha del despido hasta que se paguen las indemnizaciones", lo que constituye un
criterio expreso y claro, derivado de la lógica y especial naturaleza de las
relaciones laborales en el caso de trabajadores de confianza, cuya reinstalación
no es obligatoria para la parte patronal, lo que tiende a promover, además, el
derecho fundamental de toda persona al goce y protección efectiva del salario,
pues a partir de esa fórmula legislativa el patrón debe cumplir lo más pronto
posible con el laudo respectivo otorgando directamente o poniendo oportunamente
a disposición del trabajador la indemnización legal para la satisfacción de sus
necesidades.

240. El artículo 118 de la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos


del Estado de Tamaulipas dice: “Las resoluciones dictadas por el Tribunal
de Arbitraje se tomarán por mayoría de votos de los representantes y el voto
de los ausentes se sumarán al del Presidente; cuando se trate de conflictos
colectivos, además del Presidente se requerirá la presencia de uno de los
representantes por lo menos. La resolución deberá ser cumplida dentro de
los quince días hábiles a partir de su notificación. La Secretaría de Finanzas
se atendrá a ellas para ordenar el pago de sueldos, indemnizaciones y
demás prestaciones que se deriven de la misma, de acuerdo a la plantilla de
ejecución de pago que se presente para el efecto. El Tribunal de Arbitraje no
podrá condenar al pago de costas”. Según se ve, la Secretaría de Finanzas
del gobierno de ese Estado de la República dará cumplimiento a los laudos
del tribunal de arbitraje y ordenará el pago de las prestaciones a las que sea
condenado el Estado. Ahora bien, de conformidad con el criterio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿el secretario de Finanzas del
Gobierno del Estado de Tamaulipas, tratándose de la obligación que le
impone el artículo trascrito, tiene el carácter de autoridad para efectos del
juicio de amparo?

No, en razón de que su actividad no depende de sus relaciones de supra a


subordinación con el particular que obtiene un laudo favorable.

No. Registro: 173,100


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 38/2007
Contradicción de tesis 212/2006-SS.

AUTORIDAD PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO. NO LO ES EL


SECRETARIO DE FINANZAS DEL GOBIERNO DEL ESTADO DE TAMAULIPAS
TRATÁNDOSE DE LA OBLIGACIÓN QUE LE IMPONE EL ARTÍCULO 118 DE
LA LEY DEL TRABAJO DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS DE LA ENTIDAD. El
Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado de Tamaulipas no tiene el
carácter de autoridad responsable para efectos del juicio de amparo, tratándose
de la obligación que le impone el artículo 118 de la Ley del Trabajo de los
Servidores Públicos de la entidad, en razón de que su actividad no depende de
sus relaciones de supra a subordinación con el particular que obtiene un laudo
favorable, pues la obligación de pago de la plantilla de ejecución prevista en ese
precepto deviene de la obligación de auxiliar al Gobernador del Estado, quien
debe cubrir ese derecho al particular por conducto del Secretario mencionado, con
cargo al dinero administrado por éste, sin que pueda modificar o extinguir el
derecho del beneficiado con el fallo laboral.

241. Para que se configure el litisconsorcio pasivo necesario en


materia de trabajo, ¿es necesario que los colitigantes comparezcan al juicio
laboral?

R.- No, ya que éste deriva de la relación material única o indivisible que exista
entre los colitigantes, previamente al juicio, y no de las conductas procesales de
las partes como comparecer o dejar de hacerlo si lo estiman pertinente, una vez
que fueron emplazados.

No. Registro: 174,424


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 121/2006
Contradicción de tesis 98/2006-SS.

LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO EN MATERIA DE TRABAJO.


SU CONFIGURACIÓN NO DERIVA DE QUE LOS COLITIGANTES HAYAN
COMPARECIDO A JUICIO. La doctrina y la jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación han establecido coincidentemente que el litisconsorcio
pasivo necesario tiene su razón de ser en la existencia de juicios en los que debe
haber una sola sentencia eficaz e igual para todos los litisconsortes, dado que no
puede dictarse una decisión judicial válida sin oírlos a todos, pues por virtud del
vínculo indivisible derivado de la misma relación jurídica sustantiva, es imposible
condenar a una parte sin que la condena alcance a los demás. En congruencia
con lo anterior, se concluye que para determinar si en el procedimiento laboral se
configura el litisconsorcio pasivo necesario es irrelevante que los colitigantes
hayan comparecido a juicio, ya que aquél deriva de la relación material única o
indivisible que exista entre ellos, previamente al juicio, y no de las conductas
procesales de las partes como comparecer o dejar de hacerlo si lo estiman
pertinente, una vez que fueron emplazados. Además, si bien en ocasiones será
hasta la contestación de la demanda, o aun después, cuando se advierta que
existe el litisconsorcio pasivo necesario, ello no significa que la comparecencia sea
un elemento para configurarlo, dado que la relación causal única o inescindible es
preexistente al juicio, sólo que hasta ese momento se tuvo noticia judicial de ella,
pues también puede desprenderse desde la demanda laboral o, en su caso,
derivar de la Ley Federal del Trabajo.

242. Lea los artículos 700 de la Ley Federal del Trabajo y 2° de la Ley
Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios, asimismo lea
el artículo Cuarto transitorio de este último ordenamiento y enseguida
resuelva el problema que se plantea: “Artículo 700. (…) II. Si se trata de la
Junta de Conciliación y Arbitraje, el actor puede escoger entre: - a) La Junta del
lugar de prestación de los servicios; si éstos se prestaron en varios lugares, será
la Junta de cualquiera de ellos. - b) La Junta del lugar de celebración del contrato.
- c) La Junta del domicilio del demandado”; “Artículo 2°. Petróleos Mexicanos,
creado por Decreto del 7 de junio de 1938, es un organismo descentralizado, con
personalidad jurídica y patrimonio propios, con domicilio en la ciudad de México,
Distrito Federal, que tiene por objeto, conforme a lo dispuesto en esta Ley, ejercer
la conducción central y la dirección estratégica de todas las actividades que
abarca la industria petrolera estatal en los términos de la Ley Reglamentaria del
Artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo”; “Transitorios (…) Cuarto: El
domicilio legal de los organismos creados por esta Ley será el Distrito Federal,
hasta en tanto en disposiciones reglamentarias se establezca, en su caso, otro
diverso”.
En un juicio de amparo indirecto promovido por PEMEX Refinación
se señala como acto reclamado la resolución que declara infundado el
incidente de incompetencia promovido por la parte demandada (PEMEX
Refinación), dentro de un juicio laboral tramitado ante la Junta Especial
Número Cuarenta y Cuatro de la Federal de Conciliación y Arbitraje, con
sede en Poza Rica, Veracruz. En dicho incidente se resolvió que la junta era
competente para conocer de la controversia laboral puesto que la demanda
se había formulado en términos del artículo 700, fracción II, inciso c), de la
Ley Federal del Trabajo, esto es, se le otorgaba competencia a la junta en
atención a que la demandada contaba con oficinas en Poza Rica, Veracruz.
La parte quejosa señala en sus conceptos de violación que es incorrecta la
determinación de la junta responsable, pues con el simple hecho de que la
demandada cuente con oficinas en Poza Rica, Veracruz, es insuficiente para
que se surta la competencia de aquélla para resolver el juicio laboral, ya que
de conformidad con lo previsto en el artículo 2° de la Ley Orgánica de
Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios, en relación con el Cuarto
transitorio de este mismo ordenamiento, el domicilio de la demandada se
encuentra en la ciudad de México, Distrito Federal, por lo que debía ser una
autoridad de esta entidad la que conociera del conflicto laboral. En este caso
¿en qué sentido se debe resolver el juicio de garantías?

Debe negarse el amparo, pues los conceptos de violación son infundados


ya que cuando Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios figuren como
demandados en un juicio y cuenten con oficinas, instalaciones o establecimientos
en determinada entidad del país, como asiento de sus actividades, y su domicilio
esté dentro de la jurisdicción de la Junta correspondiente, para fijar la competencia
puede válidamente tomarse en consideración el domicilio que tengan en la
entidad, independientemente del establecido en la Ciudad de México, conforme a
los artículos 2o. y cuarto transitorio de la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y
Organismos Subsidiarios, pues atender exclusivamente a este domicilio para fijar
la competencia, coartaría la facultad del trabajador de elegir la Junta ante la cual
puede presentar su demanda.

No. Registro: 173,813


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 161/2006
Contradicción de tesis 157/2006-SS

COMPETENCIA POR TERRITORIO DE LA AUTORIDAD LABORAL.


PARA DETERMINARLA PUEDE CONSIDERARSE EL DOMICILIO QUE
PETRÓLEOS MEXICANOS Y SUS ORGANISMOS SUBSIDIARIOS
ESTABLEZCAN EN CUALQUIER ENTIDAD FEDERATIVA EN LA QUE
DESARROLLEN SU ACTIVIDAD PREPONDERANTE, INDEPENDIENTEMENTE
DEL QUE SU LEY ORGÁNICA LES ASIGNE. El artículo 700 de la Ley Federal
del Trabajo establece las reglas a que debe atenderse para fijar la competencia
por territorio y faculta al actor que promueve ante las Juntas de Conciliación y
Arbitraje para elegir aquella a la que deberá dirigir su demanda, pudiendo optar
por: a) La del lugar de prestación de servicios, y si éstos se prestaron en varios
lugares, la de cualquiera de ellos; b) La del lugar de celebración del contrato; y, c)
La del domicilio del demandado; respecto de este último supuesto, cuando
Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios figuren como demandados en
un juicio y cuenten con oficinas, instalaciones o establecimientos en determinada
entidad del país, como asiento de sus actividades, y su domicilio esté dentro de la
jurisdicción de la Junta correspondiente, para fijar la competencia puede
válidamente tomarse en consideración el domicilio que tengan en la entidad,
independientemente del establecido en la Ciudad de México, conforme a los
artículos 2o. y cuarto transitorio de la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y
Organismos Subsidiarios, pues atender exclusivamente a este domicilio para fijar
la competencia, coartaría la facultad del trabajador de elegir la Junta ante la cual
puede presentar su demanda.

243. El artículo 900 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Los


conflictos colectivos de naturaleza económica, son aquéllos cuyo
planteamiento tiene por objeto la modificación o implantación de nuevas
condiciones de trabajo, o bien, la suspensión o terminación de las relaciones
colectivas de trabajo, salvo que la presente Ley señale otro procedimiento”.
Ahora bien, una vez iniciado por parte del patrón un conflicto colectivo de
naturaleza económica ante la junta laboral, cuya finalidad es modificar las
condiciones del contrato colectivo que celebró con el sindicato, diga ¿cuál
es el supuesto en que puede suspenderse la tramitación de dicho conflicto?

Si se ejerce el derecho de huelga, salvo que los trabajadores manifiesten


por escrito estar de acuerdo en someter el conflicto a la decisión de la junta, o que
dicho ejercicio tenga por objeto apoyar otra huelga.

Ley Federal del Trabajo:

“Artículo 902. El ejercicio del derecho de huelga suspende la tramitación de los


conflictos colectivos de naturaleza económica, pendientes ante la Junta de
Conciliación y Arbitraje y la de las solicitudes que se presenten, salvo que los
trabajadores manifiesten por escrito, estar de acuerdo en someter el conflicto a la
decisión de la Junta.

No es aplicable lo dispuesto en el párrafo anterior, cuando la huelga tenga por


objeto lo señalado en el artículo 450, fracción VI.”

“Artículo 450. La huelga deberá tener por objeto:


I. Conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando
los derechos del trabajo con los del capital;
II. Obtener del patrón o patrones la celebración del contrato colectivo de trabajo y
exigir su revisión al terminar el período de su vigencia, de conformidad con lo
dispuesto en el Capítulo III del Título Séptimo;
III. Obtener de los patrones la celebración del contrato-ley y exigir su revisión al
terminar el período de su vigencia, de conformidad con lo dispuesto en el Capítulo
IV del Título Séptimo;
IV. Exigir el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo o del contrato-ley en las
empresas o establecimientos en que hubiese sido violado;
V. Exigir el cumplimiento de las disposiciones legales sobre participación de
utilidades;
VI. Apoyar una huelga que tenga por objeto alguno de los enumerados en las
fracciones anteriores; y
VII.- Exigir la revisión de los salarios contractuales a que se refieren los artículos
399 bis y 419 bis.”
Artículo 900. Los conflictos colectivos de naturaleza económica, son
aquéllos cuyo planteamiento tiene por objeto la modificación o implantación de
nuevas condiciones de trabajo, o bien, la suspensión o terminación de las
relaciones colectivas de trabajo, salvo que la presente Ley señale otro
procedimiento.

Artículo 901. En la tramitación de los conflictos a que se refiere este


Capítulo, las Juntas deberán procurar, ante todo, que las partes lleguen a un
convenio. A este fin, podrán intentar la conciliación en cualquier estado del
procedimiento, siempre que no se haya dictado la resolución que ponga fin al
conflicto.

244. El artículo 900 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Los


conflictos colectivos de naturaleza económica, son aquéllos cuyo
planteamiento tiene por objeto la modificación o implantación de nuevas
condiciones de trabajo, o bien, la suspensión o terminación de las relaciones
colectivas de trabajo, salvo que la presente Ley señale otro procedimiento”.
Ahora bien, ¿quiénes están legitimados en la causa para plantear los
conflictos colectivos de naturaleza económica?

a. Por los sindicatos de trabajadores titulares de los contratos colectivos de


trabajo.
b. Por la mayoría de los trabajadores de una empresa o establecimiento,
siempre que se afecte el interés profesional.
c. Por el patrón o patronos.

Artículo 903. Los conflictos colectivos de naturaleza económica podrán ser


planteados por los sindicatos de trabajadores titulares de los contratos colectivos
de trabajo, por la mayoría de los trabajadores de una empresa o establecimiento,
siempre que se afecte el interés profesional, o por el patrón o patronos, mediante
demanda por escrito, la cual deberá contener:

245. ¿Cuáles son los conflictos colectivos de naturaleza económica?

Son aquéllos cuyo planteamiento tiene por objeto la modificación o


implantación de nuevas condiciones de trabajo, o bien, la suspensión o
terminación de las relaciones colectivas de trabajo, salvo que la presente Ley
señale otro procedimiento.

Ley Federal del Trabajo


Procedimientos de los Conflictos Colectivos de Naturaleza Económica

Artículo 900. Los conflictos colectivos de naturaleza económica, son


aquéllos cuyo planteamiento tiene por objeto la modificación o implantación de
nuevas condiciones de trabajo, o bien, la suspensión o terminación de las
relaciones colectivas de trabajo, salvo que la presente Ley señale otro
procedimiento.

246. ¿Cuál es el acto procesal que da inicio al procedimiento de


huelga?

Ley Federal del Trabajo


Procedimiento de Huelga

Artículo 920. El procedimiento de huelga se iniciará mediante la


presentación del pliego de peticiones, que deberá reunir los requisitos siguientes:

No. Registro: 195,400


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 79/98
Contradicción de tesis 38/97

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES.


El análisis de las disposiciones contenidas en el título octavo, capítulos I y
II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite
distinguir, con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y
terceros, tres principales etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas
características esenciales son las siguientes: a) La primera, que comprende
desde la presentación del pliego petitorio por la coalición de trabajadores hasta
la orden de emplazamiento al patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto,
fecha y hora de la suspensión de labores, se verifica el cumplimiento de los
requisitos de procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se
ordenará su notificación al patrón o, de no ser procedente la petición, se negará el
trámite correspondiente, dando por concluido el procedimiento; b) La segunda
etapa, conocida también como de pre-huelga, abarca desde el emplazamiento al
patrón hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio
produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la empresa
afectada por la huelga, lo que le impide realizar actos de disposición sobre los
bienes del establecimiento, asimismo, se genera la suspensión de la ejecución de
las sentencias y diligencias de aseguramiento que recaigan sobre los tales bienes,
distintas de fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los términos previstos
en la ley. También en esta etapa se celebra la audiencia de conciliación ante la
Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el avenimiento de las partes,
sin prejuzgar sobre la existencia o justificación del movimiento y, de no llegar a
una solución, previamente al estallamiento de la huelga, se fijará el número de
trabajadores que deberán continuar laborando, en los casos en que pueda verse
afectada la seguridad de la empresa, los bienes de producción o la reanudación
de los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse del momento de suspensión
de labores hasta la resolución de fondo del conflicto. El estallamiento de la huelga
suspende los efectos de las relaciones de trabajo y la tramitación de las solicitudes
y conflictos de naturaleza económica, durante el periodo de paro de labores.
Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio de la huelga, se podrá
solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los requisitos de
procedencia y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón quedaría libre de
responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un plazo de veinticuatro horas para
regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo anterior se darán por
terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la huelga se considerará
legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo, sólo podría darse por
acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las peticiones o laudo arbitral a
cargo de quien elijan las partes o de la Junta en mención, si los trabajadores
sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en definitiva sobre la justificación
o injustificación de la suspensión de labores.

247. Una vez que se notifica al patrón el pliego de peticiones con


emplazamiento a huelga, ¿qué carácter asume dicho patrón, respecto de la
empresa o establecimiento afectado con el paro laboral?

En depositario de la empresa o establecimiento afectado por la huelga,


con las atribuciones y responsabilidades inherentes al cargo.

Artículo 920. El procedimiento de huelga se iniciará mediante la


presentación del pliego de peticiones, que deberá reunir los requisitos siguientes:

I. Se dirigirá por escrito al patrón y en él se formularán las peticiones,


anunciarán el propósito de ir a la huelga si no son satisfechas, expresarán
concretamente el objeto de la misma y señalarán el día y hora en que se
suspenderán las labores, o el término de prehuelga;

II. Se presentará por duplicado a la Junta de Conciliación y Arbitraje. Si la


empresa o establecimiento están ubicados en lugar distinto al en que resida la
Junta, el escrito podrá presentarse a la autoridad del trabajo más próxima o a la
autoridad política de mayor jerarquía del lugar de ubicación de la empresa o
establecimiento. La autoridad que haga el emplazamiento remitirá el expediente,
dentro de las veinticuatro horas siguientes, a la Junta de Conciliación y Arbitraje; y
avisará telegráfica o telefónicamente al Presidente de la Junta.

III. El aviso para la suspensión de las labores deberá darse, por lo menos,
con seis días de anticipación a la fecha señalada para suspender el trabajo y con
diez días de anticipación cuando se trate de servicios públicos, observándose las
disposiciones legales de esta Ley. El término se contará a partir del día y hora en
que el patrón quede notificado.

Artículo 921. El Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje o las


autoridades mencionadas en la fracción II del artículo anterior, bajo su más estricta
responsabilidad harán llegar al patrón la copia del escrito de emplazamiento
dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la de su recibo.

La notificación producirá el efecto de constituir al patrón, por todo el


término del aviso, en depositario de la empresa o establecimiento afectado
por la huelga, con las atribuciones y responsabilidades inherentes al cargo.

No. Registro: 195,400


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 79/98
Página: 445
Contradicción de tesis 38/97

HUELGA. SUS ETAPAS PROCEDIMENTALES.


El análisis de las disposiciones contenidas en el título octavo, capítulos I y
II, y título decimocuarto, capítulo XX, de la Ley Federal del Trabajo, permite
distinguir, con base en los efectos jurídicos que se producen para las partes y
terceros, tres principales etapas dentro del procedimiento de huelga, cuyas
características esenciales son las siguientes: a) La primera, que comprende desde
la presentación del pliego petitorio por la coalición de trabajadores hasta la orden
de emplazamiento al patrón. En esta fase se precisa el motivo, objeto, fecha y
hora de la suspensión de labores, se verifica el cumplimiento de los requisitos de
procedibilidad por la autoridad y, en caso de quedar satisfechos, se ordenará su
notificación al patrón o, de no ser procedente la petición, se negará el trámite
correspondiente, dando por concluido el procedimiento; b) La segunda etapa,
conocida también como de pre-huelga, abarca desde el emplazamiento al patrón
hasta antes de la suspensión de labores. La notificación del pliego petitorio
produce el efecto jurídico de constituir al patrón en depositario de la
empresa afectada por la huelga, lo que le impide realizar actos de disposición
sobre los bienes del establecimiento, asimismo, se genera la suspensión de la
ejecución de las sentencias y diligencias de aseguramiento que recaigan sobre los
tales bienes, distintas de fallos laborales y cobro de créditos fiscales, en los
términos previstos en la ley. También en esta etapa se celebra la audiencia de
conciliación ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, en que se procurará el
avenimiento de las partes, sin prejuzgar sobre la existencia o justificación del
movimiento y, de no llegar a una solución, previamente al estallamiento de la
huelga, se fijará el número de trabajadores que deberán continuar laborando, en
los casos en que pueda verse afectada la seguridad de la empresa, los bienes de
producción o la reanudación de los trabajos y; c) La última etapa se circunscribirse
del momento de suspensión de labores hasta la resolución de fondo del conflicto.
El estallamiento de la huelga suspende los efectos de las relaciones de trabajo y la
tramitación de las solicitudes y conflictos de naturaleza económica, durante el
periodo de paro de labores. Dentro de las setenta y dos horas siguientes al inicio
de la huelga, se podrá solicitar la declaración de su inexistencia por no reunir los
requisitos de procedencia y objetivos previstos en la ley, con lo que el patrón
quedaría libre de responsabilidad y se fijaría a los trabajadores un plazo de
veinticuatro horas para regresar a laborar, apercibiéndoles que de no acatar lo
anterior se darán por terminadas las relaciones de trabajo. De lo contrario, la
huelga se considerará legalmente existente, por lo que su conclusión, en el fondo,
sólo podría darse por acuerdo entre las partes, allanamiento del patrón a las
peticiones o laudo arbitral a cargo de quien elijan las partes o de la Junta en
mención, si los trabajadores sometieron a ella la decisión, fallo que resolvería en
definitiva sobre la justificación o injustificación de la suspensión de labores.

248. En una empresa existen tres sindicatos, pero sólo uno es titular
del contrato colectivo de trabajo. Uno de los sindicatos, que no es titular del
contrato, inicia un procedimiento de huelga, con la finalidad de que se
subsanen varias deficiencias e irregularidades del contrato colectivo, pues
repercuten en el salario de sus agremiados. En este caso, diga si la junta
laboral debe dar trámite al pliego petitorio con emplazamiento a huelga.

No se dará trámite al pliego petitorio.

No. Registro: 184,642


Jurisprudencia
Tesis: 2a./J. 15/2003
Contradicción de tesis 121/2002-SS

HUELGA. CUANDO SE SOLICITA LA FIRMA DE UN CONTRATO


COLECTIVO DE TRABAJO, LA AUTORIDAD CORRESPONDIENTE NO DEBE
CONDICIONAR EL EMPLAZAMIENTO A QUE EL SINDICATO ACREDITE QUE
LOS TRABAJADORES DE LA PATRONAL SON SUS AFILIADOS, SINO
ATENERSE A LO ESTABLECIDO EN LOS ARTÍCULOS 920 Y 923 DE LA LEY
FEDERAL DEL TRABAJO. El artículo 920 de la Ley Federal del Trabajo
establece que el procedimiento de huelga se inicia con la presentación del pliego
de peticiones, señalando los requisitos que debe reunir y precisando la actuación
que corresponde a la autoridad que debe hacer el emplazamiento. Por su parte, el
artículo 923 de la propia Ley dispone que la autoridad de trabajo no dará trámite al
escrito de emplazamiento de huelga cuando éste no sea formulado conforme a los
requisitos señalados en el indicado artículo 920, ni cuando sea presentado por un
sindicato que no sea titular del contrato colectivo de trabajo o administrador del
contrato ley, ni tampoco cuando se pretenda exigir la firma de un contrato colectivo
si ya existe uno depositado en la Junta de Conciliación y Arbitraje competente,
eventos que deberá verificar la autoridad antes de realizar el emplazamiento.
Salvo los requisitos y prevenciones mencionados, la citada Ley no exige más
requisitos para que proceda el emplazamiento, por lo que las autoridades
correspondientes no están facultadas para requerir a un sindicato, cuando solicita
la firma de un contrato colectivo de trabajo mediante emplazamiento a huelga, que
acredite que los trabajadores que pretenden emplazar a huelga están afiliados a
dicho sindicato, que proporcione los nombres de los trabajadores que están en
servicio y que lo justifique con documentos idóneos, pues ello va más allá de lo
que la Ley establece; en todo caso, estas condiciones no corresponde imponerlas
a la autoridad que aquí no interviene como órgano jurisdiccional, sino que son
defensas que toca oponer al patrón cuando contesta el pliego de peticiones o la
solicitud que realice sobre la declaración de inexistencia de huelga, de
conformidad con los artículos 922, 926, 927, 929, 930, 931 y 932 de la Ley citada.
249. Una vez que se notifica al patrón el pliego de peticiones con
emplazamiento a huelga, ¿cuál es la carga procesal (relacionada con el
pliego petitorio) que, en su caso, debe cumplir dicho patrón?

Presentar su contestación por escrito ante la Junta de Conciliación y


Arbitraje dentro de las 48 horas siguientes a la de la notificación.

Artículo 922. El patrón, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la


de la notificación, deberá presentar su contestación por escrito ante la Junta de
Conciliación y Arbitraje.

250. El artículo 404 de la Ley Federal del Trabajo estatuye: “Contrato-


ley es el convenio celebrado entre uno o varios sindicatos de trabajadores y
varios patrones, o uno o varios sindicatos de patrones, con objeto de
establecer las condiciones según las cuales debe prestarse el trabajo en una
rama determinada de la industria, y declarado obligatorio en una o varias
Entidades Federativas, en una o varias zonas económicas que abarquen una
o más de dichas Entidades, o en todo el territorio nacional”. Ahora bien, si
un contrato-ley fue celebrado por tres sindicatos que están coaligados ¿cuál
de ellos debe presentar el pliego de peticiones con emplazamiento a huelga,
a fin de iniciar un procedimiento de huelga para la revisión del contrato-ley?

El sindicato administrador del contrato-ley, esto es, el que represente el


mayor número de trabajadores.

Ley Federal del Trabajo:


“Artículo 418. En cada empresa, la administración del contrato-ley corresponderá
al sindicato que represente dentro de ella el mayor número de trabajadores. La
pérdida de la mayoría declarada por la Junta de Conciliación y Arbitraje produce la
de la administración.”

“Artículo 923. No se dará trámite al escrito de emplazamiento de huelga cuando


éste no sea formulado conforme a los requisitos del artículo 920 o sea presentado
por un sindicato que no sea el titular del contrato colectivo de trabajo, o el
administrador del contrato ley, o cuando se pretenda exigir la firma de un contrato
colectivo, no obstante existir ya uno depositado en la Junta de Conciliación y
Arbitraje competente. El Presidente de la Junta, antes de iniciar el trámite de
cualquier emplazamiento a huelga, deberá cerciorarse de lo anterior, ordenar la
certificación correspondiente y notificarle por escrito la resolución al promovente.”.

“Artículo 938. Si la huelga tiene por objeto la celebración o revisión del contrato
ley, se observarán las disposiciones de este Capítulo, con las modalidades
siguientes:

I. El escrito de emplazamiento de huelga se presentará por los sindicatos


coaligados, con una copia para cada uno de los patrones emplazados, o por los de
cada empresa o establecimiento, ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, o ante
las autoridades mencionadas en el artículo 920 fracción II de esta Ley;”.

251. Al dictar laudo dentro de un juicio laboral, la junta de trabajo condena a


la empresa “Camiones de lujo, S.A. de C.V.” a pagar a favor del trabajador
José Romo diversas prestaciones. El mencionado laudo queda firme ante la
falta de impugnación de las partes. Durante la etapa de ejecución del laudo,
el trabajador alega que el cumplimiento de las prestaciones respectivas debe
exigirse a Luis Báez Andrade, en virtud de que esta persona física es el
nuevo patrón, pues sustituyó a la persona moral que fue condenada en el
juicio. Al comparecer ante la autoridad laboral, Luis Báez afirma que no
existe la sustitución patronal alegada por el obrero y que por ello no puede
exigírsele el pago de las prestaciones a que resultó condenada la persona
moral “Camiones de lujo, S.A. de C.V.”. En ese caso, ¿a quién corresponde
la carga de probar la existencia o inexistencia de la sustitución patronal?

RESPUESTA: Al presunto patrón sustituto.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 170002
Instancia: Segunda Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVII, Marzo de 2008
Materia(s): Laboral
Tesis: 2a./J. 28/2008
Página: 261

SUSTITUCIÓN PATRONAL. SI LA DEMANDADA SUSTITUTA NIEGA TENER


TAL CARÁCTER, A ELLA LE CORRESPONDE LA CARGA DE LA PRUEBA.
De la interpretación sistémica de la Ley Federal del Trabajo, y en especial de sus
artículos 41 y 784, se concluye que cuando el trabajador alegue en cualquier
etapa del procedimiento de trabajo la existencia de una sustitución patronal y la
persona física o moral en su calidad de patrono sustituto niegue tal carácter, a
éste corresponderá la carga de la prueba, en virtud de que la sustitución patronal
es una figura jurídica en la cual participan únicamente la parte patronal sustituta y
la patronal sustituida, es decir, se realiza solamente entre el transmisor y el
adquirente de la unidad económico-jurídica, sin que los trabajadores tengan
participación alguna en su realización, de ahí que le corresponda a la parte
patronal la carga de la prueba cuando se alegue la sustitución patronal y éste la
niegue, en cualquier plazo, en el entendido de que el patrón sustituido será
solidariamente responsable con el sustituto por las obligaciones derivadas de las
relaciones de trabajo y de la legislación laboral, nacidas antes de la fecha de la
sustitución y hasta por el término de seis meses, por lo que concluido este lapso,
subsistirá hacia el futuro únicamente la responsabilidad del patrón sustituto.
252. Lea los siguientes artículos de la Ley Federal del Trabajo: “Artículo 861. Para
decretar un secuestro provisional se observarán las normas siguientes:- - - I. El
solicitante determinará el monto de lo demandado y rendirá las pruebas que
juzgue conveniente para acreditar la necesidad de la medida;- - - II. El Presidente
de la Junta, tomando en consideración las circunstancias del caso y las pruebas
rendidas, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la en que se le solicite,
podrá decretar el secuestro provisional si, a su juicio, es necesaria la providencia
(…)”. “Artículo 862. En el caso de la fracción II del artículo anterior, se considerará
necesaria la providencia, cuando el solicitante compruebe que el demandado tiene
diferentes juicios o reclamaciones ante autoridades judiciales o administrativas
promovidos por terceros en su contra, y que por su cuantía, a criterio del
Presidente, exista el riesgo de insolvencia”.
Ahora bien, en un juicio laboral el actor (trabajador) solicita al presidente de la
junta laboral que decrete el secuestro provisional sobre bienes del patrón
(demandado), porque considera que existe riesgo de insolvencia. Para demostrar
la necesidad de la medida solicitada, el obrero ofrece diversas pruebas
documentales, de las que se advierte que en contra del demandado se están
tramitando tres juicios laborales más (seguidos por otros trabajadores), los cuales
aún se encuentran pendientes de resolución. El presidente de la junta determina
que no procede decretar el secuestro provisional solicitado, ya que si bien se
demostró que existen otros juicios seguidos en contra del demandado, lo cierto es
que en ninguno de ellos se ha dictado laudo, razón por la que no quedó acreditado
el riesgo de insolvencia. En tal caso, ¿es correcto el argumento expuesto por el
presidente de la junta?

RESPUESTA: Es incorrecto, pues la ley laboral no precisa el estado procesal de


los juicios, dado que el Presidente debe hacer un juicio a priori para determinar si
procede o no la medida cautelar.

JUSTIFICACIÓN: Ley Federal del Trabajo.


Artículo 862. En el caso de la fracción II del artículo anterior, se considerará
necesaria la providencia, cuando el solicitante compruebe que el demandado tiene
diferentes juicios o reclamaciones ante autoridades judiciales o administrativas
promovidos por terceros en su contra, y que por su cuantía, a criterio del
Presidente, exista el riesgo de insolvencia.

Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Febrero de 2009
Página: 463
Tesis: 2a./J. 16/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral
Rubro: SECUESTRO PROVISIONAL EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL.
PARA DECRETARLO NO SE REQUIERE DEMOSTRAR QUE EN UN DIVERSO
JUICIO O RECLAMACIÓN, SEGUIDO POR TERCEROS CONTRA EL MISMO
DEMANDADO, SE DICTÓ LAUDO O SENTENCIA CONDENATORIA.

Texto: El artículo 862 de la Ley Federal del Trabajo establece que el secuestro
provisional es necesario cuando se compruebe que contra el demandado existen
diferentes juicios o reclamaciones, promovidas por terceros, ante autoridades
judiciales o administrativas y que, por su cuantía, exista riesgo de insolvencia. Por
tanto, no es posible exigir a quien solicite esa medida la demostración de que en
esos juicios o reclamaciones se dictó laudo o sentencia condenatoria, pues se le
impondría una carga probatoria no prevista en ese precepto. Además, si el
secuestro provisional, comúnmente conocido como embargo precautorio, tiene
como finalidad asegurar ciertos bienes del demandado, para garantizar el
cumplimiento del laudo que, en su caso, le imponga una condena de pago,
entonces para decretar la medida basta demostrar la existencia de otros juicios o
reclamaciones y el riesgo de insolvencia, cuya ponderación corresponde al
Presidente de la Junta, con vista a las circunstancias del caso y al contenido de
las demandas en las cuales se establecen las prestaciones reclamadas,
determinables, por regla general, mediante operaciones aritméticas.

253. En un juicio de amparo indirecto se reclama la Ley del Instituto de


Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE),
vigente a partir del 1o. de abril de 2007. En uno de sus conceptos de
violación, el quejoso expone que la norma reclamada viola el principio de
irretroactividad de las leyes, en virtud de que contempla un nuevo sistema
de seguridad social que descansa fundamentalmente en aspectos
financieros y de ahorro individual, con lo que se aparta del anterior sistema,
el cual se basaba en la “solidaridad”, lo que se traducía en que el Estado
debía financiar y administrar las prestaciones inherentes a la seguridad
social y que era su obligación otorgar dichas prestaciones. Al dictar la
sentencia respectiva, el juez de Distrito declara infundado el argumento del
quejoso, al considerar que, para los efectos de la seguridad social, el
concepto “solidaridad” se traduce en el esfuerzo conjunto de los
trabajadores y del Estado en sí mismo considerado y en su calidad de patrón
para garantizar el otorgamiento de las prestaciones constitucionales
mínimas respectivas (pensiones por retiro, por invalidez o incapacidad y
muerte; servicios de salud, turísticos y de recuperación y vivienda barata) y
proteger a quienes menos tienen, mediante una distribución equitativa de las
cargas económicas; de ahí que fuera desacertado lo manifestado por el
peticionario del amparo. En tal caso, ¿es correcto lo expuesto por el juez
federal respecto a lo que debe entenderse por “solidaridad” para los efectos
de la seguridad social?

RESPUESTA: Sí
JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168658
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Laboral
Tesis: P./J. 109/2008
Página: 8

ISSSTE. CONCEPTO DE SOLIDARIDAD PARA EFECTOS DE LA SEGURIDAD


SOCIAL (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
De la exposición de motivos de la Ley de Pensiones Civiles de 1947, se advierte
que la intención del legislador al crear a la Dirección de Pensiones (antecesora del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) como
un organismo descentralizado y dotarlo de facultades de inversión de los recursos
obtenidos por las cuotas y aportaciones de seguridad social, fue la de eximir al
Estado como tal, de la obligación de otorgar los beneficios respectivos, el cual
únicamente estaría obligado a cubrir las aportaciones correspondientes en su
carácter de patrón, según se desprende de la parte conducente de dicha
exposición, que se lee: "Como consecuencia de la descentralización que se otorga
a pensiones y de la posibilidad de inversiones productivas de que se le dota, será
la misma Institución la que reporte el pago de su propio presupuesto, exonerando
en consecuencia de esa carga al erario federal, quien únicamente quedará
obligado a las aportaciones por las sumas iguales a los descuentos hechos para el
fondo de los trabajadores al servicio del Estado". Lo anterior se corrobora si se
toma en consideración que la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales
de los Trabajadores del Estado de 1983, en su artículo 177 imponía a las
dependencias y entidades el deber de cubrir, en la proporción que a cada una
corresponda, el déficit que llegara a existir en el Instituto y le impidiera cumplir con
sus obligaciones -como lo es el pago de las pensiones-, no así al Estado como tal.
Por otra parte, en el ámbito de la seguridad social de los trabajadores del Estado,
el concepto de "solidaridad" se traduce en el esfuerzo conjunto de los
trabajadores y del Estado en sí mismo considerado y en su calidad de patrón
para garantizar el otorgamiento de las prestaciones constitucionales
mínimas respectivas (pensiones por retiro, por invalidez o incapacidad y
muerte; servicios de salud, turísticos y de recuperación y vivienda barata) y
proteger a quienes menos tienen, mediante una distribución equitativa de las
cargas económicas. Por ello, la solidaridad social no implica que el Estado deba
financiar y administrar las prestaciones inherentes a la seguridad social y menos
aún que sea su obligación otorgar dichas prestaciones. Tampoco implica que los
beneficios de los pensionados (renta vitalicia y asistencia médica) necesariamente
deban cubrirse con las cuotas y aportaciones de los trabajadores en activo
(sistema de reparto) y con la ayuda subsidiaria del Estado. En esa virtud, el nuevo
régimen de seguridad social que prevé la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, vigente a partir del 1o. de abril
de 2007, atiende al referido principio de solidaridad social, en la medida en que el
sistema diseñado por el legislador ordinario garantiza el otorgamiento de las
prestaciones a que constitucionalmente tienen derecho todos los trabajadores
para asegurar su bienestar y el de su familia, en especial de los que obtienen
menos ingresos, mediante una distribución equitativa de los recursos económicos
necesarios para ello.

254. La fracción VI del apartado B del artículo 123 de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos dispone: “Sólo podrán hacerse retenciones,
descuentos, deducciones o embargos al salario, en los casos previstos en las
leyes; (…)”. Por su parte, la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado, en su artículo 38, fracción III y último párrafo, establece:“Sólo podrán
hacerse retenciones, descuentos o deducciones al salario de los trabajadores
cuando se trate: (…). III.- De los descuentos ordenados por el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado con motivo de
obligaciones contraídas por los trabajadores; (…). El monto total de los
descuentos no podrá exceder del treinta por ciento del importe del salario total,
excepto en los casos a que se refieren las fracciones III, IV, V y VI de este
artículo”. Finalmente, la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir del 1o. de abril de
2007, contiene los siguientes preceptos: “Artículo 20. Cuando no se hubieren
hecho a los Trabajadores o Pensionados los Descuentos procedentes conforme a
esta Ley, el Instituto mandará descontar hasta un treinta por ciento del sueldo o
Pensión mientras el adeudo no esté cubierto. En caso de que la omisión sea
atribuible al Trabajador o Pensionado, se le mandará descontar hasta un
cincuenta por ciento del sueldo”. “Artículo 164. Los préstamos se deberán otorgar
de manera que los abonos para reintegrar la cantidad prestada y sus intereses
sumados a los Descuentos por préstamos hipotecarios y a los que deba hacerse
por cualquier otro adeudo a favor del Instituto, no excedan del cincuenta por ciento
del total de las percepciones en dinero del Trabajador, y se ajustarán al
reglamento que al efecto expida la Junta Directiva”.
Ahora bien, en una demanda de amparo indirecto se reclama la
inconstitucionalidad del artículo 20 de la Ley del ISSSTE, antes transcrito. En
sus conceptos de violación, el quejoso refiere que ese precepto es contrario
a lo dispuesto en el artículo 123, apartado B, fracción VI, de la Constitución
General, en virtud de que los descuentos autorizados en la norma reclamada
privan al servidor público del producto de su trabajo. Al dictar la sentencia
respectiva, el juez de Distrito considera que es fundado el concepto de
violación y concede el amparo al quejoso. En ese caso, partiendo de la base
de que el juicio de garantías es procedente, ¿fue correcto el proceder del
juez federal?

RESPUESTA: Es incorrecto.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168653
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 187/2008
Página: 13

ISSSTE. EL ARTÍCULO 20 DE LA LEY RELATIVA, QUE AUTORIZA


DESCUENTOS AL SALARIO DE LOS TRABAJADORES PARA CUBRIR
PAGOS VENCIDOS DERIVADOS DE CRÉDITOS OTORGADOS POR EL
INSTITUTO, NO ES VIOLATORIO DEL ARTÍCULO 123, APARTADO B,
FRACCIÓN VI, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE
2007).
El indicado precepto constitucional establece que sólo podrán hacerse
retenciones, descuentos, deducciones o embargos al salario, en los casos
previstos en las leyes. Por su parte, el artículo 38, fracción III y último párrafo de la
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, expresa que se podrán
hacer descuentos al salario de los trabajadores cuando sean ordenados por el
Instituto con motivo de las obligaciones que hayan contraído con éste, los cuales
podrán exceder del 30% del importe del salario total del trabajador. En relación
con lo anterior, el artículo 164 de la ley del Instituto señala que los préstamos
deberán otorgarse de manera que los abonos para cubrir la cantidad prestada y
sus intereses sumados a cualquier otro adeudo a favor del Instituto, no excedan
del 50% del total de las percepciones en dinero. En tal virtud, si el trabajador en su
calidad de deudor del Instituto se encuentra obligado a cubrir el crédito que le fue
otorgado, es inconcuso que lo dispuesto en el referido artículo 20 en el sentido de
que el Instituto podrá ordenar que se le descuente cualquiera de los porcentajes
señalados de su salario para cubrir el saldo de los pagos vencidos pendientes de
amortizar, no puede dar lugar a estimar que se le priva del producto de su trabajo
y ello sea violatorio del artículo 123, Apartado B, fracción VI, constitucional.

255. Lea el siguiente precepto de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1o. de abril de 2007: “Artículo 45. En aquellos casos en que se dictamine
procedente el otorgamiento de la Pensión, el Instituto estará obligado a otorgar la
resolución en que conste el derecho a la misma en un plazo máximo de noventa
días, contados a partir de la fecha en que reciba la solicitud con la totalidad de la
documentación respectiva, así como la constancia de licencia prepensionaria, o en
su caso, el aviso oficial de baja. Si en los términos señalados en el párrafo anterior
no se ha otorgado la resolución, el Instituto estará obligado a efectuar el pago del
cien por ciento del último Sueldo Básico del solicitante que estuviere separado
definitivamente del servicio con cargo a sus gastos de administración, sin perjuicio
de continuar el trámite para el otorgamiento de la resolución en que conste el
derecho a Pensión y de que se finquen las responsabilidades en que hubieren
incurrido los servidores públicos del Instituto y los de las Dependencias o
Entidades que en los términos de las leyes aplicables estén obligados a
proporcionar la información necesaria para integrar los expedientes respectivos,
los cuales deberán restituir al Instituto las cantidades erogadas, así como sus
accesorios”.
En una demanda de amparo indirecto, se reclama la inconstitucionalidad del
artículo antes reproducido. En sus conceptos de violación, el quejoso afirma
que la norma reclamada es violatoria del principio de seguridad jurídica
consagrado en el artículo 14 constitucional, en virtud de que no se establece
el plazo para que el ISSSTE efectúe el pago inicial de la pensión que
corresponda a los trabajadores. Ahora bien, partiendo de la base de que el
juicio de amparo es procedente y tomando en consideración que, conforme
al nuevo régimen de seguros previsto por la ley del ISSSTE, las pensiones
deben ser pagadas por las instituciones de seguros autorizadas para tal
efecto o por las administradoras de fondos de ahorro para el retiro, mas no
por el ISSSTE, diga si le asiste razón o no al peticionario del amparo.

RESPUESTA: No.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168649
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 154/2008
Página: 17

ISSSTE. EL ARTÍCULO 45 DE LA LEY RELATIVA, AL ESTABLECER SÓLO EL


PLAZO PARA QUE EL INSTITUTO EMITA LA RESOLUCIÓN SOBRE EL
DERECHO A LA PENSIÓN DEL TRABAJADOR, PERO NO EL DEL PRIMER
PAGO, NO ES VIOLATORIO DE LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
Aun cuando es verdad que la disposición normativa señalada no establece un
plazo para que el Instituto efectúe el pago inicial de la pensión que les
corresponda a los trabajadores, ello obedece al hecho de que conforme al nuevo
régimen de seguros, las pensiones se pagan por las Instituciones de Seguros
autorizadas para tal efecto y por las Administradoras de Fondos para el Retiro,
mas no así por el Instituto, cuya actuación se constriñe a emitir la resolución en la
que se reconozca el derecho del trabajador a recibir una pensión y, en su caso,
transferir a la aseguradora o administradora que haya elegido, los recursos
económicos necesarios para la contratación de la renta vitalicia o retiros
programados, de ahí que no pueda estimarse que el citado artículo 45 viole la
garantía de seguridad jurídica, habida cuenta que la fecha de pago inicial de la
pensión está determinada en las disposiciones que regulan la actuación de las
aseguradoras y administradoras, lo que genera certidumbre al trabajador en
cuanto a la fecha en que podrá disponer de su pensión.

256. Lea el siguiente precepto de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1o. de abril de 2007: “Artículo 60. Para los efectos de este Capítulo, las
Dependencias y Entidades deberán avisar por escrito al Instituto, dentro de los
tres días siguientes al de su conocimiento, en los términos que señale el
reglamento respectivo y demás disposiciones aplicables, los accidentes por
riesgos del trabajo que hayan ocurrido. El Trabajador o sus familiares también
podrán dar el aviso de referencia, así como el de presunción de la existencia de un
riesgo del trabajo.- - - Al servidor público de la Dependencia o Entidad que,
teniendo a su cargo dar el aviso a que se refiere este artículo, omitiera hacerlo, se
le fincarán las responsabilidades correspondientes en términos de ley.- - - El
Trabajador o sus Familiares Derechohabientes deberán solicitar al Instituto la
calificación del probable riesgo de trabajo dentro de los treinta días hábiles
siguientes a que haya ocurrido, en los términos que señale el reglamento
respectivo y demás disposiciones aplicables.- - - No procederá la solicitud de
calificación, ni se reconocerá un riesgo del trabajo, si éste no hubiere sido
notificado al Instituto en los términos de este artículo”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
precepto antes transcrito. El quejoso afirma que el último párrafo de dicho
artículo es contrario a la garantía de seguridad social contemplada en el
artículo 123 constitucional, pues ante la falta del aviso respectivo en torno a
un accidente por riesgo de trabajo, indebidamente, libera a la dependencia
de toda responsabilidad, no obstante que ella es la que se encuentra
obligada a dar el aviso. Ahora bien, partiendo de la base de que el juicio de
amparo es procedente, ¿cómo debe declararse el concepto de violación?

RESPUESTA: Fundado.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168648
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 146/2008
Página: 18

ISSSTE. EL ARTÍCULO 60, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY RELATIVA, AL


LIBERAR A LA ENTIDAD O DEPENDENCIA DE TODA RESPONSABILIDAD EN
TORNO A UN ACCIDENTE POR RIESGO DE TRABAJO POR LA FALTA DEL
AVISO RESPECTIVO, ES VIOLATORIO DE LA GARANTÍA DE SEGURIDAD
SOCIAL (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
El indicado precepto legal establece, entre otras cosas, que las dependencias y
entidades deberán avisar por escrito al Instituto, dentro de los 3 días siguientes al
de su conocimiento, de los accidentes por riesgos de trabajo, en términos del
reglamento y demás disposiciones aplicables, así como que el trabajador o sus
familiares también podrán dar ese aviso. De igual manera dispone que el
trabajador o sus familiares derechohabientes deberán solicitar al Instituto la
calificación del probable riesgo de trabajo y, en su último párrafo, que en el caso
de que éste no hubiere sido notificado en los términos de ley, no procederá la
solicitud de calificación ni se reconocerá como tal. De lo anterior se advierte, que
el dar el aviso constituye una obligación de la dependencia o entidad en la que
labora el trabajador, que al no llevarse a cabo se traducirá en un perjuicio para
éste, implicando que ante la falta de cumplimiento de una obligación a cargo del
patrón, el trabajador sufrirá las consecuencias correspondientes. Así, es claro que
el último párrafo del artículo 60 de la ley del Instituto, transgrede la garantía de
seguridad social contenida en la fracción XI del Apartado B del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al impedir que ante el
incumplimiento por parte de la dependencia o entidad en la que labora, el
trabajador tenga el derecho de que ésta responda por los riesgos de trabajo
correspondientes, restringiendo o menoscabando el derecho a la seguridad social
consagrada en el referido artículo constitucional, sin que sea óbice a lo anterior, el
hecho de que el aviso correspondiente también puedan darlo el trabajador y sus
familiares, ya que para éstos, a diferencia de las dependencias y entidades,
constituye un derecho que no puede traducirse en una afectación ante su no
ejercicio.

257. Lea la parte conducente del siguiente precepto de la Ley del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE),
vigente a partir del 1o. de abril de 2007: “Artículo 62. En caso de riesgo del
trabajo, el Trabajador tendrá derecho a las siguientes prestaciones en dinero:- - - I.
Al ser declarada una incapacidad temporal, se otorgará licencia con goce del cien
por ciento del sueldo, cuando el riesgo del trabajo imposibilite al Trabajador para
desempeñar sus labores. El pago se hará desde el primer día de incapacidad y
será cubierto por las Dependencias o Entidades hasta que termine la incapacidad
cuando ésta sea temporal, o bien hasta que se declare la incapacidad permanente
del Trabajador (…). II. Al ser declarada una incapacidad parcial, se concederá al
incapacitado una Pensión calculada conforme a la tabla de valuación de
incapacidades de la Ley Federal del Trabajo, atendiendo al Sueldo Básico que
percibía el Trabajador al ocurrir el riesgo y los aumentos posteriores que
correspondan al empleo que desempeñaba hasta determinarse la Pensión. El
tanto por ciento de la incapacidad se fijará entre el máximo y el mínimo
establecido en la tabla de valuación mencionada, teniendo en cuenta la edad del
Trabajador y la importancia de la incapacidad, según que sea absoluta para el
ejercicio de su profesión u oficio aun cuando quede habilitado para dedicarse a
otros, o si solamente hubiere disminuido la aptitud para su desempeño. Esta
Pensión será pagada mediante la contratación de un Seguro de Pensión que le
otorgue una Renta, en los términos de la fracción siguiente (…). III. Al ser
declarada una incapacidad total, se concederá al incapacitado una Pensión
vigente hasta que cumpla sesenta y cinco años, mediante la contratación de un
Seguro de Pensión que le otorgue una Renta, igual al Sueldo Básico que venía
disfrutando el Trabajador al presentarse el riesgo, cualquiera que sea el tiempo
que hubiere estado en funciones. La cuantía de este beneficio será hasta por un
monto máximo de diez veces el Salario Mínimo”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
precepto antes transcrito. El quejoso manifiesta que la norma impugnada
genera incertidumbre jurídica, en virtud de que no se define lo que debe
entenderse por “sueldo” para los efectos de calcular las prestaciones en
dinero a que tiene derecho un trabajador que sufre un riesgo de trabajo.
Ahora bien, partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente,
diga si le asiste razón o no al quejoso.

RESPUESTA: No

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168647
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 142/2008
Página: 20

ISSSTE. EL ARTÍCULO 62 DE LA LEY RELATIVA, AL NO DEFINIR EL


CONCEPTO DE "SUELDO", NO CREA INCERTIDUMBRE JURÍDICA
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
El señalado precepto regula las prestaciones en dinero a que tiene derecho el
trabajador cuando sufre un riesgo de trabajo. En un primer supuesto, cuando se
declara una incapacidad temporal, se le otorgará una licencia con goce del 100%
del sueldo; en el segundo supuesto, al ser declarada una incapacidad parcial, se
concederá al incapacitado una pensión conforme al sueldo básico que percibía al
ocurrir el riesgo y los aumentos posteriores que correspondan al empleo que
desempeñaba, la que será pagada mediante la contratación de un seguro que le
otorgue una renta; en el tercero, al ser declarada una incapacidad total, se
concederá al incapacitado una pensión también mediante la contratación de un
seguro de pensión que le otorgue una renta igual al sueldo básico que venía
disfrutando el trabajador al presentarse el riesgo, hasta un monto máximo de diez
veces el salario mínimo. En esas condiciones, dicho precepto no es violatorio de
garantía alguna, dado que el mismo distingue entre "sueldo" y "sueldo básico",
atendiendo al tipo de incapacidad del trabajador y de la fuente de donde se
obtiene el pago de que se trate, pues en la fracción I, el mismo deriva de una
licencia con goce de sueldo al 100% y es cubierto por la dependencia o entidad
donde labora; mientras que en las fracciones II y III, la norma establece el sueldo
básico como base para el pago de una pensión mediante la contratación de un
seguro y que no podrá exceder de diez veces el salario mínimo, y que será el
sueldo del tabulador regional, de ahí que no exista incertidumbre jurídica sobre
dicho aspecto, a lo que cabe agregar, que el artículo trigésimo quinto transitorio de
la nueva ley, al prever que el cálculo del sueldo básico en ningún caso podrá dar
por resultado una cantidad menor al sueldo básico establecido en la ley que se
abroga para el cálculo de las cuotas y aportaciones al Instituto, protege al
trabajador de cualquier discordancia en el cálculo que resultara inferior.

258. Lea los siguientes preceptos de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1o. de abril de 2007: “Artículo 116. El pago de la Pensión de invalidez se
suspenderá durante el tiempo en que el Pensionado desempeñe un trabajo que le
proporcione un ingreso mayor al referido en el artículo 118 de esta Ley”. “Artículo
118. Para los efectos de esta Ley, existe invalidez cuando el Trabajador activo
haya quedado imposibilitado para procurarse, mediante un trabajo igual, una
remuneración superior al cincuenta por ciento de su remuneración habitual,
percibida durante el último año de trabajo, y que esa imposibilidad derive de una
enfermedad o accidente no profesional. La declaración de invalidez deberá ser
realizada por el Instituto (…)”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
artículo 116 antes transcrito. El quejoso aduce que esa norma es violatoria
de la garantía de igualdad prevista en el artículo 1o. de la Constitución
Federal y que por tanto resulta discriminatoria, pues establece la posibilidad
de suspender la pensión decretada a favor de un trabajador con problemas
físicos o alguna incapacidad por el simple hecho de que se dedique a otras
actividades y éstas le remuneren un ingreso superior al establecido en el
diverso precepto 118.
Al dictar la sentencia respectiva, el juez de Distrito que conoce del asunto
declara fundado el concepto de violación y concede el amparo. Ahora bien,
partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente, diga si el
actuar del juez federal fue correcto.

RESPUESTA: Es incorrecto.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168655
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 139/2008
Página: 21
ISSSTE. EL ARTÍCULO 116 DE LA LEY RELATIVA, NO ES VIOLATORIO DE
LA GARANTÍA DE IGUALDAD PROTEGIDA EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
En términos del artículo 118 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado, para la procedencia de una pensión por
invalidez se requiere que el trabajador activo haya quedado imposibilitado para
procurarse mediante un trabajo igual una remuneración superior al 50% de la
habitual, percibida durante el último año de trabajo y que esa imposibilidad derive
de una enfermedad o accidente no profesional. A su vez, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 116, el pago de dicha pensión puede suspenderse cuando
el pensionado desempeñe un trabajo que le proporcione un ingreso mayor al
indicado porcentaje. En ese contexto, este último precepto debe interpretarse en el
sentido de que ese ingreso provenga de un trabajo igual, para ser acorde con la
previsión del artículo 118, en cuanto a la imposibilidad que el mismo refiere,
porque al señalar el citado artículo 116, la suspensión de la pensión cuando el
pensionado "desempeñe un trabajo que le proporcione un ingreso mayor" debe
entenderse que ese trabajo se refiere a un servicio personal subordinado en los
términos de la legislación laboral, en el que obtenga un salario como remuneración
al servicio prestado al patrón, no a cualquier actividad lícita que le reditúe
ingresos, pues de ser éste el caso la suspensión no guardaría relación con los
requisitos para la declaración de invalidez. De ahí, es lógico que el Instituto pueda
suspender la pensión correspondiente, pues en realidad el derechohabiente dejó
de cumplir los requisitos que la norma establece para tener derecho al beneficio
de mérito. En consecuencia, no puede estimarse que la norma analizada resulte
violatoria de la garantía de igualdad protegida en el artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y no es discriminatoria, pues la
suspensión sólo procede cuando, atendiendo a la merma de facultades físicas del
trabajador, éste puede procurarse un ingreso igual o superior al que habitualmente
percibía como producto de un trabajo remunerado.

259. Lea los preceptos que enseguida se transcriben: Constitución Política


de los
Estados Unidos Mexicanos: “Artículo 1o. (…) Queda prohibida toda
discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las
opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas”.
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), vigente a partir del 1o. de abril de 2007: “Transitorios (…)
Quinto. Los Trabajadores tienen derecho a optar por el régimen que se establece
en el artículo décimo transitorio, o por la acreditación de Bonos de Pensión del
ISSSTE en sus Cuentas Individuales”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
artículo quinto transitorio antes reproducido. El quejoso afirma que el
precepto reclamado es violatorio de la garantía de igualdad y no
discriminación previsto en el artículo 1o constitucional, ya que al permitir
que los trabajadores opten por uno de los dos sistemas de jubilación
previstos en la ley del ISSTE, ello se traduce en que sujetos que son iguales
(jubilados) sean tratados en forma distinta, por el solo hecho de haber
elegido sistemas de jubilación distintos. Ahora bien, partiendo de la base de
que el juicio de amparo es procedente, diga si le asiste razón o no al
quejoso.

RESPUESTA: No le asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168645
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 114/2008
Página: 25

ISSSTE. EL ARTÍCULO QUINTO TRANSITORIO DE LA LEY RELATIVA, NO


VIOLA LAS GARANTÍAS DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN PREVISTAS
EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL
DE 2007).
La garantía de no discriminación que consagra el tercer párrafo del artículo 1o.
constitucional, proscribe cualquier distinción motivada por razones de género,
edad, condición social, religión o cualquier otra análoga que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas; sin embargo, no es cualquier distinción de trato entre
las personas, sino sólo aquellas que atenten contra la dignidad humana, así como
las que tengan por efecto anular o menoscabar sus derechos y libertades, o bien,
la igualdad real de oportunidades. A partir de ello, el artículo quinto transitorio de la
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
vigente, al disponer que los trabajadores tienen derecho a optar entre el régimen
que se establece en el artículo décimo transitorio o por la acreditación de bonos de
pensión del ISSSTE en sus cuentas individuales, no viola las citadas garantías,
pues aun cuando pudiera estimarse que los regímenes de pensiones de retiro a
que se refiere suponen el goce de derechos de diferente sentido y alcance, lo
cierto es que ello no implica que el derecho de opción que prevé dicho numeral
genere un trato disímil y discriminatorio entre los trabajadores del Estado, en tanto
se otorga a todos aquellos que se encuentren en activo al entrar en vigor la ley
reclamada, sin hacer distinción alguna por razones de género, edad, profesión u
otra análoga; habida cuenta que su ejercicio no se sujeta a ninguna condición, lo
que evidencia que tampoco tiene como fin anular o menoscabar la igualdad real
de oportunidades de los trabajadores ni sus derechos, pues no debe soslayarse
que en términos de lo dispuesto en el artículo cuarto transitorio, a todos se les
reconocen las aportaciones que realizaron con anterioridad a fin de garantizar sus
beneficios pensionarios.

260. Lea los preceptos que enseguida se transcriben: Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos: “Artículo 1o. (…) Queda prohibida toda
discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las
opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas”.
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), vigente a partir del 1o. de abril de 2007: “Transitorios (…)
Séptimo. A partir del día primero de enero de dos mil ocho, los Trabajadores
tendrán seis meses para optar por el régimen previsto en el artículo décimo
transitorio o por la acreditación de Bonos de Pensión del ISSSTE (…)”. Ley del
Seguro Social (vigente a partir del 1º de julio de 1997): “Transitorios (…)
Tercero. Los asegurados inscritos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor
de esta Ley, así como sus beneficiarios, al momento de cumplirse, en términos de
la Ley que se deroga, los supuestos legales o el siniestro respectivo para el
disfrute de cualquiera de las pensiones, podrán optar por acogerse al beneficio de
dicha Ley o al esquema de pensiones establecido en el presente ordenamiento”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
artículo séptimo transitorio de la ley del ISSSTE. El peticionario del amparo
alega que la norma impugnada vulnera el principio de igualdad y no
discriminación consagrado en el artículo 1º constitucional, en virtud de que
obliga a los trabajadores al servicio del estado a elegir el sistema de pensión
que les convenga en un plazo de seis meses, contado a partir del primero de
enero de dos mil ocho, en tanto que la Ley del Seguro Social establece que
los trabajadores sujetos a dicha norma (inscritos al seguro social con
anterioridad a la entrada en vigor de esa ley) pueden elegir el sistema de
pensión de su preferencia hasta el momento en que se actualice el supuesto
que origine el otorgamiento de la pensión; de ahí que el precepto reclamado
da un trato desigual a los trabajadores al servicio del estado, al obligarlos a
elegir el sistema de pensión en un plazo menor al concedido a los
trabajadores sujetos al régimen de la Ley del Seguro Social. Ahora bien,
partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente, diga si le
asiste razón o no al quejoso.

RESPUESTA: No le asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168644
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 115/2008
Página: 27

ISSSTE. EL ARTÍCULO SÉPTIMO TRANSITORIO DE LA LEY RELATIVA, NO


VIOLA LAS GARANTÍAS DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN PREVISTAS
EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL
DE 2007).
El hecho de que conforme a lo dispuesto en el artículo séptimo transitorio de la
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,
los trabajadores del Estado deban elegir entre el anterior régimen de pensiones
modificado y el nuevo sistema de cuentas individuales antes de actualizarse
cualquier supuesto de pensión, no viola la garantía de igualdad jurídica que
consagra el artículo 1o. constitucional, pues si bien ello implica que se les da un
trato diferente respecto de los trabajadores sujetos al régimen de la Ley del
Seguro Social, en cuanto al momento en que pueden ejercer el derecho de opción
-ya que conforme al artículo tercero transitorio del decreto por el que se creó la
actual Ley del Seguro Social, los trabajadores inscritos con anterioridad a la fecha
en que entró en vigor, podrán optar por el nuevo esquema de pensiones que dicho
ordenamiento legal prevé o bien, el que establecía la ley derogada, hasta el
momento de pensionarse-; lo cierto es que los servidores públicos y el resto de los
trabajadores no se encuentran en una misma situación jurídica, debido a que sus
relaciones laborales son de diversa naturaleza. Incluso, debe destacarse que la
implementación del sistema de cuentas individuales en el régimen de seguridad
social de los trabajadores del Estado, no implica que se pretenda colocarlos en
una situación de absoluta igualdad jurídica frente a los trabajadores que cotizan en
el régimen de la Ley del Seguro Social, ya que la intención que prevalece en el
legislador, es evitar que los empleados públicos pierdan sus aportaciones y que se
desconozcan sus periodos de cotización cuando dejan de prestar sus servicios al
Estado, de tal suerte que puedan migrar entre el sector público y privado llevando
consigo los beneficios pensionarios que vayan acumulando. Además, debe
tenerse presente que a los trabajadores del Estado que decidan migrar al sistema
de cuentas individuales, se les otorgará un bono equivalente a la pensión que se
les reconoce a la fecha de entrada en vigor de la ley reclamada que se depositará
en su cuenta individual, lo que no aconteció con los trabajadores que cotizan en el
régimen de la Ley del Seguro Social.

261. Lea los siguientes preceptos: Ley Federal del Trabajo: “Artículo 356.
Sindicato es la asociación de trabajadores o patrones, constituida para el estudio,
mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses”. Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado: “Artículo 67. Los sindicatos son las
asociaciones de trabajadores que laboran en una misma dependencia,
constituidas para el estudio, mejoramiento y defensa de sus intereses comunes”.
Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), vigente a partir del 1o. de abril de 2007: “Transitorios (…)
Cuadragésimo quinto. Las organizaciones de Trabajadores orientarán a sus
agremiados en lo relativo al ejercicio de los derechos que les otorga esta Ley”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
artículo cuadragésimo quinto transitorio de la ley del ISSSTE. El peticionario
del amparo afirma que esa norma es violatoria de la garantía de
irretroactividad de ley consagrada en el artículo 14 constitucional, porque
reduce la concepción legal del sindicato, prevista tanto en la Ley Federal del
Trabajo como en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado
(anteriores a la norma impugnada), pues limita al sindicato a ser un simple
orientador de sus agremiados, lo que implica un grave perjuicio: que al
sindicato ya no se le reconocerá la personalidad para acudir en defensa de
los intereses de sus agremiados. Ahora bien, partiendo de la base de que el
juicio de amparo es procedente, diga si le asiste razón o no al quejoso.

RESPUESTA: No le asiste razón:

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168646
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 183/2008
Página: 28

ISSSTE. EL ARTÍCULO CUADRAGÉSIMO QUINTO TRANSITORIO DE LA LEY


RELATIVA, NO VIOLA LA GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD QUE
CONSAGRA EL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o.
DE ABRIL DE 2007).
El citado precepto transitorio establece que las organizaciones de trabajadores
orientarán a sus agremiados en lo relativo al ejercicio de los derechos que otorga
la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado, de lo que se advierte que no reduce ni modifica la concepción legal de los
sindicatos, pues únicamente les impone el deber de asesorar a sus integrantes a
efecto de que puedan ejercer los derechos que se consignan a su favor, lo que,
inclusive, es acorde con su objeto, el cual no se limita exclusivamente a la
representación de sus agremiados, sino, además, a estudiar y mejorar la defensa
de sus intereses, conforme a los artículos 356 de la Ley Federal del Trabajo y 67
de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. En tal virtud, es
evidente que dicha disposición no altera ni modifica ningún derecho de los
sindicatos de trabajadores y, por ende, no es violatoria de la garantía de
irretroactividad de la ley que consagra el artículo 14 constitucional.
262. Lea los siguientes preceptos de la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1o. de abril de 2007: “Transitorios (…) Sexto. Para los efectos señalados en
el artículo anterior, dentro de un plazo que no excederá del treinta y uno de
diciembre de dos mil siete, se realizará lo siguiente:- - - I. El Instituto acreditará el
tiempo de cotización de cada Trabajador de acuerdo con la información disponible
en sus registros y bases de datos, así como con la que se recabe para este fin, de
conformidad con los programas y criterios que estime pertinentes;- - - II. Con base
en la información relativa al tiempo de cotización acreditado de cada Trabajador, el
Instituto entregará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el cálculo
preliminar de los importes de los Bonos de Pensión del ISSSTE que les
correspondan;- - - III. A través de los mecanismos que estimen pertinentes, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Instituto harán del conocimiento de
los Trabajadores el cálculo preliminar de sus Bonos de Pensión, así como la
información sobre las opciones a que tengan derecho conforme a lo dispuesto
en este ordenamiento, y - - - IV. Las Dependencias y Entidades deberán colaborar
con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Instituto en todo lo necesario
para integrar la documentación e información requeridas para la acreditación del
tiempo de cotización, el Sueldo Básico y el cálculo del Bono de Pensión de los
Trabajadores, así como para informar a éstos sobre las opciones y derechos
correlativos”. “Séptimo. A partir del día primero de enero de dos mil ocho, los
Trabajadores tendrán seis meses para optar por el régimen previsto en el artículo
décimo transitorio o por la acreditación de Bonos de Pensión del ISSSTE.- - -
Dentro de ese plazo, en caso de que el Trabajador considere que su Sueldo
Básico o tiempo de cotización son diferentes a los que le sean
acreditados como base para el cálculo preliminar de su Bono de Pensión, tendrá
derecho a entregar al Instituto, para que realice la revisión y ajuste que en su caso
correspondan, las hojas únicas de servicio que para este efecto le expidan las
Dependencias y entidades en que haya laborado, con el propósito de que los
ajustes procedentes le sean reconocidos en el cálculo del Bono de Pensión, como
parte de los elementos necesarios para sustentar su decisión.- - - La opción
adoptada por el Trabajador deberá comunicarla por escrito al Instituto a través de
las Dependencias y Entidades, en los términos que se establezcan y se le hayan
dado a conocer, y será definitiva, irrenunciable y no podrá modificarse. El formato
que se apruebe para ejercer este derecho deberá ser publicado en el Diario Oficial
de la Federación.- - - Cuando el Trabajador no manifieste la opción que elige
dentro del plazo previsto, se le deberá hacer saber en los términos que establezca
el reglamento respectivo conforme al cual se respetará lo conducente a los
Trabajadores que no manifiesten su elección”.
En un juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad de los artículos
transitorios antes reproducidos. El quejoso afirma que esos preceptos son
violatorios de las garantías de legalidad y seguridad jurídica consagradas en
los artículos 14 y 16 constitucionales, porque no precisan la forma o el
medio a través del cual se hará saber al trabajador el tiempo y monto de las
cotizaciones que realizó con anterioridad al primero de abril de dos mil siete,
ni se establecen los elementos mínimos que debe contener el comunicado
respectivo, lo que resulta indispensable a efecto de que exista certeza tanto
en la actuación de las autoridades responsables, como de que efectivamente
se hizo del conocimiento del trabajador la información respectiva para estar
en aptitud de ejercer el derecho de opción que establece la ley del ISSSTE. El
juez federal que conoce del amparo admite la demanda y antes de dictar
sentencia advierte que el Reglamento para el ejercicio del derecho de opción
que tienen los trabajadores de conformidad con los artículos quinto y
séptimo transitorios del Decreto por el que se expide la ley del ISSSTE,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de diciembre de 2007,
establece con claridad toda la información que deberá hacerse del
conocimiento del trabajador; que dicha información deberá estar a su
disposición en la página de internet del ISSSTE, a más tardar el 31 de
diciembre de 2007 e integrarse al documento de elección correspondiente, el
cual será entregado al trabajador por la dependencia o entidad para la que
labore, ya sea personalmente en el lugar donde presta sus servicios, o bien,
por correo certificado o medios electrónicos, con acuse de recibo. Ahora
bien, partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente, ¿el juez
federal debe considerar que le asiste razón al quejoso?

RESPUESTA: No debe considerar que no le asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168622
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 117/2008
Página: 58

ISSSTE. LOS ARTÍCULOS SEXTO Y SÉPTIMO TRANSITORIOS DE LA LEY


RELATIVA, RESPETAN LAS GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD
JURÍDICA QUE CONSAGRAN LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
Tratándose de disposiciones legales que otorgan un derecho a los particulares, en
respeto a las garantías de legalidad y seguridad jurídica, el legislador está
obligado a establecer el mecanismo a través del cual va a ejercerse ese derecho y
las correlativas facultades y obligaciones de la autoridad, en la inteligencia de que
dicho mecanismo puede desarrollarse en distintos cuerpos normativos, en tanto no
existe ninguna disposición constitucional que establezca lo contrario. Ahora bien,
los artículos sexto y séptimo transitorios de la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, establecen que el Instituto y la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de los mecanismos que
estimen convenientes, deberán informar a los trabajadores el cálculo preliminar de
su bono de pensión, así como sobre las opciones, los derechos correlativos y su
derecho a elegir entre el régimen del artículo décimo transitorio o por la
acreditación de bonos y que los trabajadores deberán informar sobre la opción que
elijan en los términos del reglamento respectivo. Por su parte, el Reglamento para
el ejercicio del derecho de opción que tienen los trabajadores de conformidad con
los artículos quinto y séptimo transitorios del Decreto por el que se expide la ley
del Instituto, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de diciembre de
2007, en sus artículos 1o., 2o., 4o., 5o., 26, 30, 35, 36, 38, 39 y 40, precisa con
claridad toda la información que deberá hacerse del conocimiento del trabajador,
la cual deberá estar a su disposición en la página de Internet del Instituto, a más
tardar el 31 de diciembre de 2007 e integrarse al documento de elección
correspondiente, mismo que será entregado al trabajador por la dependencia o
entidad para la que labore, ya sea personalmente en el lugar donde presta sus
servicios, o bien, por correo certificado o medios electrónicos, con acuse de
recibo. En esa virtud, aun cuando los artículos sexto y séptimo transitorios no
precisen cuál es el medio o la forma en que se hará saber al trabajador la
información en comento, lo cierto es que de ello no deriva su contravención a las
garantías de legalidad y seguridad jurídica, toda vez que tales aspectos se regulan
con precisión en el reglamento respectivo, lo cual evita la incertidumbre de los
trabajadores y la actuación arbitraria de las autoridades, que es lo que protegen
las garantías constitucionales en comento.

263. Lea el siguiente precepto de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1o. de abril de 2007: “Artículo 102. Las Cuotas y Aportaciones a que se
refiere este Capítulo serán:- - -I. A los Trabajadores les corresponde una Cuota de
seis punto ciento veinticinco por ciento del Sueldo Básico;- - - II. A las
Dependencias y Entidades les corresponde una Aportación de retiro de dos por
ciento, y por cesantía en edad avanzada y vejez, de tres punto ciento setenta y
cinco por ciento del Sueldo Básico, y - - - III. El Gobierno Federal cubrirá
mensualmente una Cuota Social diaria por cada Trabajador, equivalente al cinco
punto cinco por ciento del salario mínimo general para el Distrito Federal vigente al
día primero de julio de mil novecientos noventa y siete actualizado trimestralmente
conforme al Índice Nacional de Precios al Consumidor al día de la entrada en vigor
de esta Ley. La cantidad inicial que resulte, a su vez, se actualizará
trimestralmente en los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre, conforme
al Índice Nacional de Precios al Consumidor.- - -Para efecto de las Cuotas y
Aportaciones de los Pensionados por riesgos del trabajo o invalidez, las
cotizaciones antes mencionadas se realizarán con base en el monto de la Pensión
que reciban.- - - Los recursos a que se refiere este artículo se depositarán en las
Subcuentas de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez”.
En una demanda de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del
precepto antes transcrito. El inconforme expresa que el artículo impugnado
es contrario al ordenamiento constitucional, porque las aportaciones que los
pensionados por riesgo de trabajo e invalidez deben realizar al seguro de
retiro, cesantía en edad avanzada y vejez se traduce en un efecto negativo
producido por la norma en cuestión. Ahora bien, partiendo de la base de que
el juicio de amparo es procedente, diga si le asiste razón o no al quejoso.
RESPUESTA: No le asiste.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168628
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Laboral
Tesis: P./J. 156/2008
Página: 50

ISSSTE. LAS APORTACIONES QUE LOS PENSIONADOS POR RIESGO DE


TRABAJO E INVALIDEZ DEBEN REALIZAR AL SEGURO DE RETIRO,
CESANTÍA EN EDAD AVANZADA Y VEJEZ, NO SE TRADUCEN EN UN
EFECTO NEGATIVO DE LA LEY RELATIVA (LEGISLACIÓN VIGENTE A
PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
Lo dispuesto en el artículo 102 del citado ordenamiento legal en el sentido de que
tratándose de los pensionados por riesgos de trabajo e invalidez, las cuotas y
aportaciones para el seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, se
deberán calcular sobre el monto de su pensión, no debe entenderse como un
efecto negativo de la nueva ley, ya que con tales aportaciones se pretende
asegurar que los referidos pensionados cuenten con los recursos económicos
suficientes para que, al concluir la vigencia de su seguro de pensión, puedan
contratar otro de pensión por vejez, habida cuenta que los recursos que debe
enterar el Instituto a la aseguradora que elija el trabajador para la contratación del
seguro de pensión por riesgos de trabajo o invalidez, deben ser suficientes para
que la renta respectiva cubra tanto el monto de la pensión, como las cuotas y
aportaciones para el seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez y la
gratificación anual, de lo que se sigue, que el pensionado no se ve afectado en la
cuantía de su pensión.

264. Lea la parte conducente de los siguientes preceptos de la Ley del


Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(ISSSTE), vigente a partir del 1o. de abril de 2007: “Artículo 65. Los
Trabajadores que soliciten Pensión por riesgos del trabajo y los Pensionados por
la misma causa, están obligados a someterse a los reconocimientos y tratamientos
que el Instituto les prescriba y proporcione en cualquier tiempo, con el fin de
aumentar o en su caso disminuir su cuantía y en su caso revocar la misma en
virtud del estado físico que goce el pensionista, así como a las investigaciones y
evaluaciones necesarias para verificar la vigencia de sus derechos por este
concepto y, en caso de no hacerlo, no se tramitará su solicitud o se le suspenderá
el goce de la Pensión (…). El pago de la Pensión o la tramitación de la solicitud se
reanudará a partir de la fecha en que el Pensionado se someta al tratamiento
médico, sin que haya lugar, en el primer caso, al reintegro de las prestaciones que
dejó de percibir durante el tiempo que haya durado la suspensión. Asimismo, el
Instituto solicitará a la Aseguradora que esté pagando la Renta contratada por el
Pensionado, la devolución de la Reserva del Seguro de Pensión, correspondiente
al plazo que dure la suspensión”. “Artículo 66. La Pensión por incapacidad parcial
podrá ser revocada cuando el Trabajador se recupere de las secuelas que deje el
riesgo del trabajo, previa valoración que se le realice en términos del artículo
anterior. En este supuesto, el Trabajador continuará laborando, y el único efecto
será la cancelación de la Pensión correspondiente (…)”.
“Artículo 127. La Pensión por invalidez o la tramitación de la misma se
suspenderá: (…) II. En el caso de que el Pensionado o solicitante se niegue
injustificadamente a someterse a los reconocimientos y tratamientos que el
Instituto le prescriba y proporcione en cualquier tiempo, así como a las
investigaciones y evaluaciones necesarias para verificar la vigencia de sus
derechos por este concepto, o se resista a las medidas preventivas o curativas a
que deba sujetarse, salvo que se trate de una persona afectada de sus facultades
mentales. El pago de la Pensión o la tramitación de la solicitud se reanudará a
partir de la fecha en que el Pensionado se someta al tratamiento médico, sin que
haya lugar, en el primer caso, a recibir las prestaciones que dejó de percibir
durante el tiempo que haya durado la suspensión (…)”.
En una demanda de amparo se reclama la inconstitucionalidad de los
preceptos antes reclamados. El quejoso afirma que esas normas son
violatorias de garantías individuales, porque obligan injustificadamente a los
pensionados por incapacidad e invalidez a someterse a reconocimientos y
tratamientos médicos que el ISSSTE prescriba y proporcione. Ahora bien,
partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente, diga si le
asiste razón o no al peticionario del amparo.

RESPUESTA: No le asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168624
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 148/2008
Página: 53

ISSSTE. LOS ARTÍCULOS 65, 66 Y 127, FRACCIÓN II, DE LA LEY RELATIVA,


AL OBLIGAR A LOS PENSIONADOS POR INCAPACIDAD E INVALIDEZ A
SOMETERSE A RECONOCIMIENTOS Y TRATAMIENTOS QUE EL INSTITUTO
PRESCRIBA Y PROPORCIONE, NO SON VIOLATORIOS DE GARANTÍAS
INDIVIDUALES (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE
2007).
De los citados preceptos legales, se advierte que los trabajadores que soliciten
pensión por riesgos del trabajo o de invalidez, así como los pensionados por las
mismas causas, están obligados a someterse a los reconocimientos y tratamientos
que el Instituto les prescriba y proporcione en cualquier tiempo, con el fin de
aumentar o disminuir su cuantía y en su caso, revocar la misma en virtud del
estado físico que goce el pensionista, lo mismo que a las investigaciones y
evaluaciones necesarias para verificar la vigencia de sus derechos por este
concepto y que, en caso de no hacerlo, no se tramitará su solicitud o se le
suspenderá el goce de la pensión, misma que se reanudará a partir de la fecha en
que el pensionado se someta al tratamiento médico, sin que haya lugar al
reintegro de las prestaciones que dejó de percibir durante el tiempo que haya
durado la suspensión; asimismo, que la pensión por incapacidad parcial por riesgo
de trabajo podrá ser revocada cuando el trabajador se recupere de las secuelas
provocadas por el accidente, previa valoración realizada en términos del artículo
65 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado. Lo anterior es correcto, si se considera que tratándose de incidencias
médicas, el Instituto sólo puede comprobar el estado físico y salud de los
derechohabientes así como el grado de su afectación mediante revisiones
médicas, a las cuales se encuentran obligados tanto quienes solicitan una
declaración de incapacidad o invalidez como quienes ya cuentan con una pensión
consecuencia de la declaración de los padecimientos respectivos, así como a los
tratamientos médicos que al efecto deban seguir, pues con ello lo que busca el
Instituto es lograr la recuperación de la salud de dichas personas. En
consecuencia, resulta legal que el Instituto cuente con la facultad que dichos
preceptos legales le otorgan, pues de no ser así, se vería imposibilitado para
lograr su cometido y, además, permitiría el abuso por parte de los
derechohabientes que se encontraran en dichos supuestos, prolongando el
disfrute de una pensión aun cuando hubieran desaparecido las causas que le
dieron origen o no permitiendo la recuperación del individuo si ello fuera posible,
consiguiendo el mismo abuso. Aunado a lo anterior, el hecho de que con
posterioridad a la suspensión acceda a las revisiones o tratamientos y no le sea
reintegrado el monto que dejó de recibir mientras duró la suspensión, no puede
considerarse que sea un acto confiscatorio, dado que si no se cumple con uno de
los requisitos legales para la procedencia del pago, no se puede obligar al Instituto
a que lo haga, pues de lo contrario, quedaría a la libre voluntad del trabajador o
pensionado acudir cuando él quisiera a las revisiones o tratamientos. Finalmente,
tampoco existe violación a la garantía de audiencia cuando sea revocada la
incapacidad parcial, pues ello derivará de los resultados que arrojen los estudios
pertinentes que se le practiquen al pensionado, en los que se determinará que han
desaparecido las secuelas que dejó el riesgo de trabajo y que podrá continuar
laborando.

265. En los artículos cuarto a noveno transitorios de la Ley del Instituto de


Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE),
vigente a partir del 1o. de abril de 2007, en lo que aquí interesa, se regulan
los siguientes aspectos: 1) a los trabajadores se les reconocen los periodos
cotizados con anterioridad a la entrada en vigor de la ley, 2) se prevé el
derecho de los trabajadores a optar por el régimen que se establece en el
artículo décimo transitorio de la ley o por la acreditación de bonos de
pensión en sus cuentas individuales y 3) se establecen el mecanismo de
opción y el valor de los bonos de pensión. En una demanda de amparo se
reclama la inconstitucionalidad de los mencionados artículos. El quejoso
afirma que esas normas son violatorias de las garantías de legalidad y
seguridad jurídica, así como del derecho a la seguridad social, porque
excluyen a las personas que a la entrada en vigor de la ley se encuentren
pensionadas. Al momento de resolver el asunto, el juez de Distrito cuenta
con los siguientes datos: a) el juicio de amparo es procedente, b) los
artículos impugnados efectivamente excluyen a las personas que a la
entrada en vigor de la norma se encuentren pensionadas y c) en los artículos
décimo octavo y décimo noveno transitorios de la ley del ISSSTE se
establece que las personas que a la entrada en vigor de la ley se encuentren
gozando de una pensión, continuarán ejerciendo sus derechos en los
términos y condiciones previstos en las disposiciones vigentes al momento
de su otorgamiento, para lo cual, el ISSSTE deberá llevar por separado la
contabilidad de los recursos que destine el Gobierno Federal para tal fin.
Con base en lo anterior, ¿debe considerar el juez de Distrito que asiste razón
al quejoso?

RESPUESTA: No asiste razón al quejoso.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168623
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 122/2008
Página: 56

ISSSTE. LOS ARTÍCULOS CUARTO A NOVENO TRANSITORIOS DE LA LEY


RELATIVA, AL EXCLUIR A LAS PERSONAS QUE A LA ENTRADA EN VIGOR
DE LA LEY SE ENCUENTREN PENSIONADAS, NO VIOLAN LAS GARANTÍAS
DE LEGALIDAD Y SEGURIDAD JURÍDICA, ASÍ COMO EL DERECHO A LA
SEGURIDAD SOCIAL QUE CONSAGRAN LOS ARTÍCULOS 14, 16 Y 123
CONSTITUCIONALES (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL
DE 2007).
Si bien es verdad que los referidos preceptos transitorios prevén que a los
trabajadores se les reconocen los periodos cotizados con anterioridad; el derecho
a optar por el régimen que se establece en el artículo décimo transitorio o por la
acreditación de bonos de pensión en sus cuentas individuales; y, el mecanismo de
opción y el valor de los bonos de pensión, sin incluir a los jubilados; lo cierto es
que ello se debe a que tales numerales únicamente regulan los derechos de los
trabajadores en activo, ya que los derechos de aquéllos se prevén en los artículos
décimo octavo y décimo noveno transitorios, que respectivamente establecen que
las personas que a la entrada en vigor de la ley reclamada se encuentren gozando
de una pensión, continuarán ejerciendo sus derechos en los términos y
condiciones previstos en las disposiciones vigentes al momento de su
otorgamiento, para lo cual, el Instituto deberá llevar por separado la contabilidad
de los recursos que destine el Gobierno Federal para tal fin, de ahí que no puedan
estimarse violadas las garantías de legalidad y seguridad jurídica, así como el
derecho a la seguridad social que consagran los artículos 14, 16 y 123 de la
Constitución General de la República.

266. En un juicio de amparo indirecto en materia de trabajo se reclama la


resolución incidental emitida por una junta local de conciliación y arbitraje a
través de la cual se declaró infundado el incidente de falta de personalidad
promovido por la parte actora en el juicio de origen. En dicho juicio de
garantías únicamente se señaló como autoridad responsable al presidente
de la junta responsable, no así al pleno de dicho órgano, aun cuando fue
éste quien emitió el acto reclamado. Al dictar la resolución correspondiente,
el juez federal determina sobreseer en el juicio de amparo bajo el argumento
de que el presidente de la junta no tenía el carácter de autoridad
responsable, ya que éste no emitió por sí mismo el acto que se reclama,
dado que éste fue dictado por una autoridad distinta, como lo es Pleno de la
junta local de conciliación y arbitraje. En este caso, ¿es correcto el proceder
del juez federal?

Es incorrecto el proceder del Juez de Distrito, porque cuando se señalen como


actos reclamados un laudo o resolución emitidos por la junta relativa, en funciones
de órgano colegiado y como autoridad responsable, el Presidente de la misma, a
éste no se le debe desconocer el carácter de autoridad responsable, porque de
acuerdo a lo establecido en los preceptos 610, 618, fracción I, 888, 889, 839 y
890 de la Ley precitada está obligado a intervenir en su emisión y a firmarlos una
vez que se voten, esto es, es copartícipe en el pronunciamiento de los actos de la
junta que presida, circunstancia que innegablemente lo inviste del carácter de
autoridad responsable en términos del artículo 11 de la Ley de Amparo, y
evidencia la existencia del acto reclamado, razón por la cual no existe motivo
alguno para sobreseer en el juicio por inexistencia del acto reclamado.

No. Registro: 169,649


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVII, Mayo de 2008
Tesis: 2a./J. 78/2008
Página: 123

PRESIDENTES DE LAS JUNTAS FEDERAL O LOCAL DE CONCILIACIÓN Y


ARBITRAJE O DE LAS JUNTAS ESPECIALES. CUANDO SE SEÑALA COMO
ACTO RECLAMADO UN LAUDO O RESOLUCIÓN PRONUNCIADOS POR
AQUÉLLAS Y COMO AUTORIDAD RESPONSABLE A SUS PRESIDENTES,
NO ES MOTIVO PARA NO RECONOCER A ÉSTOS TAL CARÁCTER NI PARA
DECLARAR INEXISTENTES DICHOS ACTOS. De acuerdo con lo establecido en
los artículos 123, apartado A, fracción XX, constitucional, 609, 617, fracción IV,
618, fracción II, 623 y 940 de la Ley Federal del Trabajo, los Presidentes de las
Juntas, ya sean Federales o Locales, de Conciliación y Arbitraje o de sus Juntas
Especiales, tienen doble carácter, como integrantes de las propias juntas, esto es,
cuando las presiden y emiten los laudos y resoluciones como parte de un órgano
colegiado, así como cuando actúan individualmente en ejercicio de las facultades
propias concedidas en dicha ley; por ello, cuando cumplen con su obligación de
rendir los informes justificados en los juicios de garantías en términos de los
numerales 617, fracción VII y 618, fracción VI, de la Ley invocada actúan en su
doble carácter y están en aptitud de defender el acto reclamado,
independientemente de que se trate de una resolución emitida por la junta como
órgano colegiado, pues el Presidente de una junta no puede desconocer un acto
en cuya emisión participó como miembro de la misma, en virtud de que actúa
como integrante del órgano colegiado, lo conoce como Presidente, por tratarse de
una misma persona física. Por tanto, cuando se señalen como actos reclamados
un laudo o resolución emitidos por la junta relativa, en funciones de órgano
colegiado y como autoridad responsable, el Presidente de la misma, a éste no se
le debe desconocer el carácter de autoridad responsable, porque de acuerdo a lo
establecido en los preceptos 610, 618, fracción I, 888, 889, 839 y 890 de la Ley
precitada está obligado a intervenir en su emisión y a firmarlos una vez que se
voten, esto es, es copartícipe en el pronunciamiento de los actos de la junta que
presida, circunstancia que innegablemente lo inviste del carácter de autoridad
responsable en términos del artículo 11 de la Ley de Amparo, y evidencia la
existencia del acto reclamado, razón por la cual no existe motivo alguno para
sobreseer en el juicio por inexistencia del acto reclamado.

Contradicción de tesis 18/2008-SS. Entre las sustentadas por el Quinto


Tribunal Colegiado en Materia Penal y el Décimo Tercer Tribunal Colegiado
en Materia de Trabajo, ambos del Primer Circuito y el entonces Tribunal
Colegiado del Vigésimo Circuito. 16 de abril de 2008. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretario: Alberto Miguel Ruiz Matías.

267. Ernesto Cruz Méndez, ostentándose tercero extraño por equiparación,


promueve demanda de amparo indirecto en la que reclama el ilegal
emplazamiento que presuntamente se le realizó dentro de un juicio laboral.
El juez federal que conoce del asunto ordena la tramitación del juicio
respectivo y solicita a la autoridad responsable rinda su informe con
justificación. Una vez rendido el informe justificado, el juez federal se
percata que en el juicio laboral del que deriva el acto reclamado aún no se ha
dictado el laudo correspondiente; sin embargo, ya se ordenó el cierre de la
instrucción en dicho juicio. Al celebrarse la audiencia constitucional, el juez
de Distrito emite resolución en la que determina sobreseer en el juicio, bajo
el argumento de que el quejoso no tiene el carácter de tercero extraño por
equiparación, por ende, no se encuentra en el supuesto relativo a que el
ilegal emplazamiento que reclama le haya ocasionado un total
desconocimiento que le impidió imponerse de los autos y defender sus
intereses dentro del procedimiento infringiendo en su perjuicio la garantía de
audiencia contenida en el artículo 14 de la Constitución Federal. En este
caso, ¿es correcto el proceder del juez de Distrito?

RESPUESTA: Sí, porque sino se ha dictado el laudo, el quejoso puede promover


el incidente de nulidad.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Enero de 2009
Página: 698
Tesis: 2a./J. 198/2008
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

Rubro: TERCERO EXTRAÑO A JUICIO POR EQUIPARACIÓN. CARECE DE


ESE CARÁCTER EL QUEJOSO QUE SE OSTENTE SABEDOR DEL
PROCEDIMIENTO LABORAL SEGUIDO EN SU CONTRA EN CUALQUIERA DE
SUS ETAPAS HASTA ANTES DE LA EMISIÓN DEL LAUDO, POR ESTAR EN
CONDICIONES DE IMPONERSE DE LOS AUTOS Y DEFENDER SUS
INTERESES.

Texto: Si el quejoso en el juicio de garantías se ostenta como tercero extraño por


equiparación pero cuando de autos se desprenda que por cualquier medio se hizo
sabedor del procedimiento laboral incoado en su contra y aún no se ha dictado el
laudo, no puede considerarse que tenga dicho carácter, por no estar en el
supuesto relativo a que el ilegal emplazamiento le haya ocasionado un total
desconocimiento que le impidió imponerse de los autos y defender sus intereses
dentro del procedimiento infringiendo en su perjuicio la garantía de audiencia
contenida en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. De ahí que si promueve el juicio de garantías en estas últimas
circunstancias, se actualiza la causa de improcedencia establecida en la fracción
XIII del artículo 73 de la Ley de Amparo, por no haber agotado el principio de
definitividad, pues previamente al ejercicio de la acción constitucional debió
promover el incidente de nulidad de notificaciones a que se refieren los artículos
735, 752 y 762 a 765 de la Ley Federal del Trabajo.

268. ¿En qué casos opera en el juicio de amparo la suplencia de la queja


deficiente a favor de los beneficiarios de un trabajador que ha fallecido?

RESPUESTA: Cuando acudan al juicio de garantías o a los recursos que derivan


del ordenamiento citado en defensa de los derechos que les corresponden como
beneficiarios de un trabajador fallecido, sin importar quienes figuren como
demandados, esto es, si la reclamación se entabló contra el patrón, una
institución de seguridad social o cualquier otro obligado, pues en este caso su
situación debe asimilarse a la del trabajador, ya que de no considerarse así se
estaría desconociendo, a priori, que los reclamantes son beneficiarios directos de
éste, sin permitir al juzgador, a través del ejercicio de esa facultad, descubrir la
verdad legal en torno a su calidad de derechohabientes del trabajador fallecido y
sobre los derechos controvertidos.

No. Registro: 168,016


Jurisprudencia
Materia(s): Laboral
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Enero de 2009
Tesis: 2a./J. 199/2008
Página: 697

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE. OPERA A FAVOR DE LOS


BENEFICIARIOS DEL TRABAJADOR FALLECIDO INDEPENDIENTEMENTE
DE SU EDAD Y DE QUIENES FIGUREN COMO DEMANDADOS. Si se tiene en
cuenta, por un lado, que la institución de la suplencia de la queja deficiente ha
tenido una evolución tanto legal como jurisprudencial para ampliar su ámbito de
aplicación y, por otro, que en materia laboral actualmente se aplica de manera
total y aun en suplencia de conceptos de violación o agravios a favor de la clase
trabajadora, es indudable que la suplencia de la queja deficiente prevista en el
artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, debe comprender a los
beneficiarios de los trabajadores, independientemente de su edad, cuando
acudan al juicio de garantías o a los recursos que derivan del ordenamiento citado
en defensa de los derechos que les corresponden como beneficiarios de un
trabajador fallecido, sin importar quienes figuren como demandados, esto es, si la
reclamación se entabló contra el patrón, una institución de seguridad social o
cualquier otro obligado, pues en este caso su situación debe asimilarse a la del
trabajador, ya que de no considerarse así se estaría desconociendo, a priori, que
los reclamantes son beneficiarios directos de éste, sin permitir al juzgador, a
través del ejercicio de esa facultad, descubrir la verdad legal en torno a su calidad
de derechohabientes del trabajador fallecido y sobre los derechos controvertidos.

Contradicción de tesis 165/2008-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales


Colegiados Primero en Materias Civil y de Trabajo y Segundo en Materias
Administrativa y de Trabajo, ambos del Décimo Sexto Circuito. 26 de noviembre
de 2008. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Genaro David Góngora Pimentel.
Ponente: José Fernando Franco González Salas. Secretaria: Sofía Verónica
Ávalos Díaz.

269. En un juicio de amparo indirecto, un trabajador reclama la


inconstitucionalidad de diversos artículos previstos en la Ley del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Cabe
precisar que la norma se impugna en su carácter de autoaplicativa, es decir,
con motivo de su entrada en vigor, sin que exista algún acto concreto de
aplicación en perjuicio del quejoso. En este caso, de conformidad con el
criterio sustentado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿se puede
suplir la queja deficiente a favor del quejoso, en términos de lo dispuesto en
el artículo 76 Bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, que dispone que en
materia laboral la referida suplencia sólo opera a favor del trabajador?

RESPUESTA:

R.- Si se debe suplir la deficiencia de la queja, porque al establecer el


artículo 76 bis de la Ley de Amparo las hipótesis en que se aplica la suplencia de
la queja deficiente en cada una de las materias en las que procede el juicio de
amparo, precisa que en materia de trabajo dicha suplencia sólo opera a favor del
trabajador. Así, para establecer cuándo en un juicio de amparo en esta materia
debe suplirse la queja deficiente de los planteamientos formulados en los
conceptos de violación de la demanda de amparo, o bien, de los agravios
expresados en el recurso correspondiente, debe atenderse preferentemente a dos
elementos, a saber: 1) a la calidad del sujeto que promueve el amparo o interpone
el recurso, quien debe ser trabajador; y, 2) a la naturaleza jurídica del acto
reclamado materia de la controversia en el juicio de garantías, que se determina
por el bien jurídico o interés fundamental que se lesiona con dicho acto, es decir,
debe afectar directa e inmediatamente alguno de los derechos fundamentales
consagrados en el artículo 123 de la Constitución Federal que surgen de la
relación obrero-patronal y sus conflictos. De esta manera, para que el órgano de
control constitucional esté obligado a aplicar la institución de la suplencia de la
deficiencia de la queja, sólo debe atenderse a los dos elementos anteriores, sin
importar el origen del acto reclamado, es decir, si deriva de un conflicto obrero-
patronal, de un acto administrativo, de una ley o de un reglamento, por lo que si
en el caso, un trabajador impugna un acto que afecta un bien jurídico o interés
fundamental consagrado en su favor por las normas constitucionales, como lo son
las garantías mínimas de seguridad social previstas en la Ley del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, debe concluirse
que procede suplir la deficiencia de la queja.
No. Registro: 168,545
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Laboral
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Tesis: P./J. 105/2008
Página: 63

SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA DE TRABAJO. OPERA


EN FAVOR DEL TRABAJADOR CUANDO EL ACTO RECLAMADO AFECTE
ALGÚN INTERÉS FUNDAMENTAL TUTELADO POR EL ARTÍCULO 123 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL. Al establecer el artículo 76 bis de la Ley de Amparo
las hipótesis en que se aplica la suplencia de la queja deficiente en cada una de
las materias en las que procede el juicio de amparo, precisa que en materia de
trabajo dicha suplencia sólo opera a favor del trabajador. Así, para establecer
cuándo en un juicio de amparo en esta materia debe suplirse la queja deficiente
de los planteamientos formulados en los conceptos de violación de la demanda de
amparo, o bien, de los agravios expresados en el recurso correspondiente, debe
atenderse preferentemente a dos elementos, a saber: 1) a la calidad del sujeto
que promueve el amparo o interpone el recurso, quien debe ser trabajador; y, 2) a
la naturaleza jurídica del acto reclamado materia de la controversia en el juicio de
garantías, que se determina por el bien jurídico o interés fundamental que se
lesiona con dicho acto, es decir, debe afectar directa e inmediatamente alguno de
los derechos fundamentales consagrados en el artículo 123 de la Constitución
Federal que surgen de la relación obrero-patronal y sus conflictos. De esta
manera, para que el órgano de control constitucional esté obligado a aplicar la
institución de la suplencia de la deficiencia de la queja, sólo debe atenderse a los
dos elementos anteriores, sin importar el origen del acto reclamado, es decir, si
deriva de un conflicto obrero-patronal, de un acto administrativo, de una ley o de
un reglamento, por lo que si en el caso, un trabajador impugna un acto que afecta
un bien jurídico o interés fundamental consagrado en su favor por las normas
constitucionales, como lo son las garantías mínimas de seguridad social previstas
en la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado, debe concluirse que procede suplir la deficiencia de la queja.

270. En el artículo quinto transitorio de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se dispone que
los trabajadores tienen derecho a optar entre el régimen de pensión que se
establece en el diverso artículo décimo transitorio o por la acreditación de
bonos de pensión del ISSSTE en sus cuentas individuales. Ahora bien, en un
juicio de amparo indirecto se reclama la inconstitucionalidad del artículo
quinto transitorio. En dicho juicio, el quejoso expone como único concepto
de violación que el referido precepto legal es contrario al orden
constitucional, puesto que viola la garantía de irretroactividad de la ley que
consagra el artículo 14 Constitucional. El juez federal que conoce del asunto
dicta sentencia definitiva en la que declara fundado el concepto de violación
expuesto por el quejoso y, consecuentemente, le concede la protección de la
Justicia Federal que solicita. En este caso, ¿es correcta la decisión adoptada
por el juez de Distrito?

RESPUESTA: No es correcta, dado que el ejercicio de esa opción no conlleva, por


sí, una afectación a sus derechos adquiridos al amparo de la ley anterior, en tanto
los trabajadores no adquieren el derecho a pensionarse en cualquier momento
sino cuando se cumplen los requisitos previstos en la ley respectiva y aun cuando
no da derecho a permanecer en el régimen de pensiones de retiro bajo las mismas
condiciones que establecía la ley de 1983, lo cierto es que, el régimen previsto en
el artículo décimo transitorio de la nueva ley, es el mismo que regulaba la
derogada, pero sujeto a ciertas modificaciones graduales.

Registro No. 168643


Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Página: 29
Tesis: P./J. 113/2008
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, laboral

ISSSTE. EL DERECHO QUE SE OTORGA A LOS TRABAJADORES QUE SE


ENCUENTREN EN ACTIVO PARA ELEGIR ENTRE DOS REGÍMENES DE
PENSIONES DE RETIRO DIFERENTES, NO VIOLA LA GARANTÍA DE
IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY QUE CONSAGRA EL ARTÍCULO 14 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE
ABRIL DE 2007). El artículo quinto transitorio de la Ley del Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, al disponer que los
trabajadores tienen derecho a optar entre el régimen que se establece en el
artículo décimo transitorio o por la acreditación de bonos de pensión del ISSSTE
en sus cuentas individuales, no viola la garantía de irretroactividad de la ley que
consagra el artículo 14 de la Constitución General de la República, dado que el
ejercicio de esa opción no conlleva, por sí, una afectación a sus derechos
adquiridos al amparo de la ley anterior, en tanto los trabajadores no adquieren el
derecho a pensionarse en cualquier momento sino cuando se cumplen los
requisitos previstos en la ley respectiva y aun cuando no da derecho a permanecer
en el régimen de pensiones de retiro bajo las mismas condiciones que establecía
la ley de 1983, lo cierto es que, el régimen previsto en el artículo décimo transitorio
de la nueva ley, es el mismo que regulaba la derogada, pero sujeto a ciertas
modificaciones graduales. Por otra parte, el hecho de que los trabajadores decidan
por el sistema de cuentas individuales, elimina cualquier aplicación retroactiva de
la ley, puesto que optaron libremente por el nuevo régimen, por lo que el cambio
de sistema de pensiones de reparto a cuenta individual, tampoco viola la garantía
de irretroactividad de la ley, en relación con los trabajadores que se encontraban
en activo a la entrada en vigor de la nueva ley, puesto que no se les obliga a
sujetarse a un determinado sistema, sino que se les da la opción de elegir
libremente, según su situación particular, entre el anterior modificado y el nuevo de
cuentas individuales.

271. El artículo décimo transitorio de la Ley del Instituto de Seguridad y


Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, vigente a partir del 1° de
abril de 2007, establece las reglas para el otorgamiento y pago de pensiones
de los trabajadores afiliados al referido instituto de seguridad social que no
opten por migrar al sistema de cuentas individuales y, de manera particular
su fracción IV, establece el salario base para su cálculo, señalando para tal
efecto lo siguiente: “DÉCIMO. A los Trabajadores que no opten por la
acreditación de Bonos de Pensión del ISSSTE, se les aplicarán las siguientes
modalidades: (…) IV. Para calcular el monto de las cantidades que correspondan
por Pensión, se tomará en cuenta el promedio del Sueldo Básico disfrutado en el
último año inmediato anterior a la fecha de la baja del Trabajador, siempre y
cuando el Trabajador tenga una antigüedad mínima en el mismo puesto y nivel de
tres años. Si el Trabajador tuviere menos de tres años ocupando el mismo puesto
y nivel, se tomará en cuenta el sueldo inmediato anterior a dicho puesto que
hubiere percibido el Trabajador, sin importar su antigüedad en el mismo”.
Ahora bien, en un juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad de la
citada norma. El quejoso expone como concepto de violación que la
condición que se prevé en dicho numeral, consistente en que para
considerar el sueldo básico disfrutado en el último año inmediato anterior a
la fecha de la baja del Trabajador, es necesario que éste tenga una
antigüedad mínima en el mismo puesto y nivel de tres años, es contraria al
orden constitucional, habida cuenta que se propicia una reducción en la
cuantía de la pensión, lo que es contrario al fin esencial de la jubilación,
consistente en que al concluir su etapa productiva, el trabajador reciba un
renta vitalicia que le permita mantener la calidad de vida que tenía al
separarse definitivamente del servicio. En este caso, partiendo de la base de
que el juicio de amparo es procedente, de conformidad con el criterio de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, ¿cómo debe calificarse dicho
concepto de violación?

RESPUESTA: Fundado.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168636
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 127/2008
Página: 39

ISSSTE. LA FRACCIÓN IV DEL ARTÍCULO DÉCIMO TRANSITORIO DE LA


LEY RELATIVA ES INCONSTITUCIONAL EN LA PARTE QUE CONDICIONA EL
CÁLCULO DE LA PENSIÓN SOBRE EL PROMEDIO DEL SUELDO BÁSICO
PERCIBIDO EN EL AÑO ANTERIOR A LA BAJA, A LA PERMANENCIA DEL
TRABAJADOR EN EL MISMO PUESTO Y NIVEL EN LOS TRES ÚLTIMOS
AÑOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
El artículo décimo transitorio de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado establece las reglas para el otorgamiento
y pago de pensiones de los trabajadores afiliados al referido instituto de seguridad
social que no opten por migrar al sistema de cuentas individuales y, de manera
particular su fracción IV, establece el salario base para su cálculo, señalando para
tal efecto, como regla general, que las pensiones se calcularán con el promedio
del sueldo básico disfrutado en el último año anterior inmediato a la fecha de la
baja del trabajador condicionado a que éste hubiera permanecido en el puesto y
nivel los últimos tres años inmediatos anteriores a su baja, señalándose que en
caso contrario, la pensión se calculará con el sueldo inmediato anterior a dicho
puesto sin importar la antigüedad en el mismo. Ahora bien, esa condición es
inconstitucional porque la justificación de política administrativa que invocó el
legislador carece de razonabilidad, habida cuenta que se propicia una reducción
en la cuantía de la pensión, lo que es contrario al fin esencial de la jubilación,
consistente en que al concluir su etapa productiva, el trabajador reciba un renta
vitalicia que le permita mantener la calidad de vida que tenía al separarse
definitivamente del servicio.

272. Lea el siguiente artículo de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios


Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente hasta el treinta y
uno de marzo de 2007. “Artículo 36. Los riesgos del trabajo serán calificados
técnicamente por el Instituto. El afectado inconforme con la calificación, podrá
designar un perito técnico o profesional para que dictamine a su vez. En caso de
desacuerdo entre la calificación del Instituto y el dictamen del perito del afectado,
el Instituto le propondrá una terna, preferentemente de especialistas de notorio
prestigio profesional, para que de entre ellos elija uno. El dictamen de éste
resolverá en definitiva y será inapelable y obligatorio para el interesado y para el
Instituto”.
Ahora, lea el siguiente precepto de la Ley del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir
del 1° de abril de 2007. “Artículo 58. Los riesgos del trabajo serán calificados
técnicamente por el Instituto, de conformidad con el reglamento respectivo y
demás disposiciones aplicables. En caso de desacuerdo con la calificación el
afectado inconforme tendrá treinta días naturales para presentar por escrito ante el
Instituto, su inconformidad avalada con un dictamen de un especialista en
medicina del trabajo. En caso de desacuerdo entre la calificación del Instituto y el
dictamen del especialista del afectado, el Instituto propondrá una terna de médicos
especialistas en medicina del trabajo, para que de entre ellos, el afectado elija
uno. - - - El dictamen del especialista tercero resolverá en definitiva sobre la
procedencia o no de la calificación y será inapelable y de carácter obligatorio para
el interesado y para el Instituto, esto último sin perjuicio de la obligación del
afectado de someterse a los reconocimientos, tratamientos, investigaciones y
evaluaciones que ordene el Instituto para verificar la vigencia de sus derechos
periódicamente”.
Una vez leídos los anteriores preceptos legales, dé respuesta al
planteamiento que se le formula a continuación.
En un juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad del último de los
artículos mencionados. En dicho juicio, el quejoso manifiesta que el referido
precepto es violatorio de la garantía de irretroactividad de la ley prevista en
el artículo 14 Constitucional respecto de las personas que al momento de la
promulgación de la nueva ley, ya tenían el carácter de trabajadores, ya que
en el precepto de que se trata se determina que cuando se está en
desacuerdo con la calificación del riesgo de trabajo que emite el instituto, el
afectado tendrá que presentar su inconformidad avalada con el dictamen de
un especialista en medicina del trabajo, términos que no se encontraban
previstos en el artículo 36 de la ley derogada; por ende, es evidente que
dicha norma afecta un derecho adquirido al amparo de la norma anterior, ya
que en caso de estar en desacuerdo con la calificación de un riesgo de
trabajo emitida por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado, tendrá que avalar su inconformidad con el peritaje
de un especialista en medicina del trabajo, cuando al amparo de la ley
derogada no se exigía dicha formalidad. El juez que conoce del asunto, al
dictar la sentencia definitiva, declara fundado el referido concepto de
violación, por lo que determina conceder el amparo al quejoso. En este caso,
partiendo de la base de que el juicio de amparo es procedente, ¿es correcta
la decisión adoptada por el juez federal?

RESPUESTA: Es incorrecta.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168641
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 141/2008
Página: 32

ISSSTE. EL REQUISITO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 58 DE LA LEY


RELATIVA, REFERENTE AL DICTAMEN MÉDICO ESPECIALISTA EN
MEDICINA DEL TRABAJO, NO ES VIOLATORIO DE LAS GARANTÍAS DE
SEGURIDAD SOCIAL NI DE IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY, PREVISTAS EN
LOS ARTÍCULOS 123, APARTADO B, FRACCIÓN XI Y 14 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
El artículo 56 de la indicada ley, señala que serán considerados como riesgos del
trabajo los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en
el ejercicio o con motivo del trabajo, así como las consecuencias que dichos
riesgos pueden producir; a su vez, el diverso artículo 58, regula un aspecto
específico de los riesgos del trabajo que puede sufrir un asegurado, que amerita
ser calificado técnicamente por el Instituto y para tal efecto, establece el
procedimiento de inconformidad cuando aquél no está de acuerdo con la
calificación emitida, la que debe ir avalada con dictamen de un médico especialista
en medicina del trabajo y, en caso de desacuerdo, el propio Instituto propondrá
una terna de especialistas en la misma materia para que, de entre ellos, el
afectado elija uno que resolverá en definitiva sobre la procedencia o no de la
calificación. Ahora bien, aun cuando es cierto que para controvertir el dictamen
que emite el Instituto, el escrito de inconformidad debe ir acompañado por
dictamen de un especialista en la materia, ello no resulta violatorio de garantías,
pues al respecto el artículo 123, Apartado B, fracción XI, constitucional, sólo
señala que la seguridad social cubrirá los accidentes y enfermedades
profesionales, pero no establece formas, procedimientos o modalidades que
deban observarse para determinar el grado de incapacidad, sino que esta
regulación se deja a la ley secundaria, como el caso específico la ley que contiene
el mencionado precepto. Por otra parte, aun cuando la ley abrogada no imponía el
requisito de que fuera un especialista en medicina del trabajo, ello no implica que
se afecte un derecho adquirido por los trabajadores al amparo de la ley anterior,
pues en tanto no se actualicen los supuestos que condicionan el otorgamiento de
una prestación, ésta constituye una expectativa de derecho y, por ende, la
modificación de las formas y condiciones en que debe otorgarse, no puede dar
lugar a estimar que se viola la garantía de irretroactividad de la ley.

273. En términos de los artículos 62, 63, 121 y 122 de la Ley del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, vigente a
partir del 1° de abril de 2007, los trabajadores que se inhabiliten con motivo
de un riesgo de trabajo o por causas ajenas al mismo, tendrán derecho a que
se les conceda una pensión mediante la contratación de un seguro que les
otorgue una renta cuya cuantía varía dependiendo de la pensión de que se
trate (riesgo de trabajo o invalidez) en cuyos casos, se tendrá derecho a una
gratificación anual igual en número de días a las concedidas a los
trabajadores en activo, según la cuota diaria de su pensión, de la que podrá
disponer en una sola exhibición o conjuntamente con cada mensualidad,
incrementándose cada exhibición con la doceava parte de la gratificación
anual.
Para tal efecto, el Instituto entregará a la aseguradora que elija el trabajador
el monto constitutivo respectivo de acuerdo a las reglas que fije la Comisión
Nacional de Seguros y Fianzas, con cargo a las reservas actuariales y
financieras constituidas para tal fin con las cuotas y aportaciones de los
seguros respectivos; mientras que tratándose de las pensiones de retiro,
cesantía en edad avanzada y vejez, la pensión se cubre con cargo a los
recursos acumulados en la cuenta individual propiedad del trabajador, quien
puede optar entre contratar una aseguradora para el pago de una pensión o
solicitar la entrega de retiros programados por conducto del
PENSIONISSSTE o la administradora. Ahora bien, de conformidad con el
criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, diga si el que se haya
previsto en la nueva ley del ISSSTE la referida gratificación anual por
concepto de aguinaldo sólo a favor de los pensionados por invalidez o
riesgos de trabajo, viola o no el principio de igualdad previsto en el artículo
1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

RESPUESTA: No viola dicho principio

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168635
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 157/2008
Página: 40

ISSSTE. LA GRATIFICACIÓN ANUAL POR CONCEPTO DE AGUINALDO


SÓLO A FAVOR DE LOS PENSIONADOS POR INVALIDEZ O RIESGOS DE
TRABAJO, NO VIOLA EL PRINCIPIO DE IGUALDAD PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE
2007).
En términos de los artículos 62, 63, 121 y 122 de la Ley del Instituto de Seguridad
y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, los trabajadores que se
inhabiliten con motivo de un riesgo de trabajo o por causas ajenas al mismo,
tendrán derecho a que se les conceda una pensión mediante la contratación de un
seguro que les otorgue una renta cuya cuantía varía dependiendo de la pensión
de que se trate (riesgo de trabajo o invalidez) en cuyos casos, se tendrá derecho a
una gratificación anual igual en número de días a las concedidas a los
trabajadores en activo, según la cuota diaria de su pensión, de la que podrá
disponer en una sola exhibición o conjuntamente con cada mensualidad,
incrementándose cada exhibición con la doceava parte de la gratificación anual.
Para tal efecto, el Instituto entregará a la aseguradora que elija el trabajador el
monto constitutivo respectivo de acuerdo a las reglas que fije la Comisión Nacional
de Seguros y Fianzas, con cargo a las reservas actuariales y financieras
constituidas para tal fin con las cuotas y aportaciones de los seguros respectivos;
mientras que tratándose de las pensiones de retiro, cesantía en edad avanzada y
vejez, la pensión se cubre con cargo a los recursos acumulados en la cuenta
individual propiedad del trabajador, quien puede optar entre contratar una
aseguradora para el pago de una pensión o solicitar la entrega de retiros
programados por conducto del PENSIONISSSTE o la administradora. En esa
virtud, los presupuestos, origen y consecuencias de las pensiones aludidas son
distintas y el hecho de que la ley del Instituto sólo prevea el pago de aguinaldo o
gratificación anual para las pensiones de riesgos de trabajo e invalidez, no resulta
violatorio de la garantía de igualdad prevista en el artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, dado que existen diferencias que
justifican esa distinción respecto de las pensiones de retiro, cesantía en edad
avanzada y vejez.

274. Conforme a lo dispuesto en los artículos 62, 63, 120 y 121 de la Ley del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,
vigente a partir del 1° de abril de 2007, se concederá al trabajador una
pensión por incapacidad o por invalidez según corresponda, con vigencia
hasta que cumpla 65 años de edad, a través de un seguro que le otorgue una
renta, después de lo cual el trabajador que reúna los requisitos
correspondientes tendrá derecho a recibir una pensión de vejez o, en su
caso, la pensión garantizada. Ahora bien, de conformidad con el criterio de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, diga si la limitación de la pensión
por incapacidad o invalidez a los 65 años de edad se encuentra justificada.

RESPUESTA: Sí

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168632
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Laboral
Tesis: P./J. 147/2008
Página: 45

ISSSTE. LA LIMITACIÓN DE LA PENSIÓN POR INCAPACIDAD O INVALIDEZ


A LOS 65 AÑOS DE EDAD SE ENCUENTRA JUSTIFICADA (LEGISLACIÓN
VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
Conforme a lo dispuesto en los artículos 62, 63, 120 y 121 de la ley del Instituto,
se concederá al trabajador una pensión por incapacidad o por invalidez según
corresponda, con vigencia hasta que cumpla 65 años de edad, a través de un
seguro que le otorgue una renta, después de lo cual el trabajador que reúna los
requisitos correspondientes tendrá derecho a recibir una pensión de vejez o, en su
caso, la pensión garantizada. Lo anterior es así, porque al presentarse la
incapacidad o la invalidez, el monto constitutivo para el otorgamiento de la pensión
se cubre con cargo a las reservas actuariales y financieras constituidas por el
Instituto para tal fin mediante las cuotas y aportaciones respectivas; a diferencia
de las pensiones de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, cuyo monto es con
cargo al saldo de la cuenta individual del trabajador y porque la pensión por riesgo
de trabajo o invalidez cubre el riesgo amparado únicamente desde que se declara
la incapacidad y hasta los 65 años de edad, ya que la ley considera que la vida
productiva de un trabajador termina a esa edad. En tal virtud, alcanzada la edad
de referencia, la pensión por riegos de trabajo o invalidez concluye su vigencia,
pues se estima que el trabajador ha llegado al fin de su etapa productiva, lo que le
da derecho a la pensión de vejez, circunstancia que justifica cabalmente la
limitación de que se trata.

275. El 1° de abril de 2007 entró en vigor la nueva Ley del Instituto de


Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. En esta
nueva ley se modificaron los requisitos para tener derecho a una pensión de
jubilación, de retiro por edad y tiempo de servicios o de cesantía en edad
avanzada, ya que se estableció una edad mínima para poder gozar de una
pensión de jubilación y se aumentó dicha edad en el caso de las pensiones
de retiro por edad y tiempo de servicios o de cesantía en edad avanzada. En
ese tenor, diga si de conformidad con el criterio de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, tal modificación es violatoria de la garantía de
seguridad social prevista en el artículo 123, Apartado B, fracción XI, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

RESPUESTA: No

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168631
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 123/2008
Página: 46

ISSSTE. LA MODIFICACIÓN DE LOS REQUISITOS PARA TENER DERECHO A


UNA PENSIÓN DE JUBILACIÓN, DE RETIRO POR EDAD Y TIEMPO DE
SERVICIOS O DE CESANTÍA EN EDAD AVANZADA, NO VIOLA LA GARANTÍA
DE SEGURIDAD SOCIAL (ARTÍCULO DÉCIMO TRANSITORIO DE LA LEY
VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007). El artículo 123, Apartado B,
fracción XI, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
establece los derechos mínimos de seguridad social de los trabajadores al servicio
del Estado, como son entre otros, la jubilación, invalidez, vejez y muerte, sin
señalar los términos o condiciones conforme a los cuales deberán otorgarse las
prestaciones correspondientes, de lo que se sigue que la facultad conferida al
legislador para regular tales aspectos no encuentra en el citado precepto
constitucional limitación o condición alguna. En ese orden, de la exposición de
motivos de la ley reclamada se advierte que la razón fundamental que originó la
reforma al régimen del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado, es la crisis financiera por la que atraviesa y que reduce
su capacidad para hacer frente a sus obligaciones, siendo el problema más grave
el pago de las pensiones, lo que se explica porque con el paso de los años la
esperanza de vida se ha incrementado y la edad promedio de retiro ha disminuido,
lo que genera un incremento en su duración, habida cuenta que el número de
cotizantes por pensionado se ha reducido considerablemente; también, el Instituto
presenta un déficit de flujo de caja que año con año tiene que ser subsidiado por el
Gobierno Federal ante un mayor requerimiento de servicios de salud, además de
que el perfil epidemiológico de la población cambió de enfermedades infecciosas a
enfermedades crónico degenerativas que son más costosas y prolongadas. En
esas condiciones, el establecimiento de una edad mínima para poder gozar de
una pensión de jubilación o el aumento en el caso de las de retiro por edad y
tiempo de servicios o de cesantía en edad avanzada, se encuentra plenamente
justificado, motivo por el que no existe violación a la garantía de seguridad social
contenida en el citado precepto constitucional.

276. En el Título Cuarto de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios


Sociales de los Trabajadores del Estado, vigente a partir del 1° de abril de
2007, se regulan las funciones y la organización del referido Instituto. Así, en
el artículo 225 de la mencionada legislación se prevé lo siguiente: “Artículo
225. El Ejecutivo Federal establecerá las bases para determinar las
organizaciones de Trabajadores que deberán intervenir en la designación de los
miembros de los órganos de gobierno del Instituto”.
Ahora bien, en un juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad del
mencionado precepto. El quejoso expone como concepto de violación, que
dicha norma es inconstitucional al otorgar al Poder Ejecutivo la facultad de
establecer las bases para determinar las organizaciones de trabajadores que
deberán intervenir en la designación de los miembros de los órganos de
gobierno del instituto, entrometiéndose así en la vida independiente de los
sindicatos. En ese tenor, partiendo de la base de que el juicio de garantías es
procedente, diga si le asiste o no razón al quejoso.

RESPUESTA: No asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168634
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 169/2008
Página: 42
ISSSTE. LA INTEGRACIÓN DE LOS ÓRGANOS DE GOBIERNO DEL
INSTITUTO, PENSIONISSSTE Y FOVISSSTE, NO TRASCIENDE A LA VIDA
INDEPENDIENTE DE LOS SINDICATOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR
DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
El artículo 225 de la ley relativa faculta al titular del Poder Ejecutivo a establecer
las bases para determinar las organizaciones de trabajadores que deberán
intervenir en la designación de los miembros de los órganos de gobierno del
Instituto, sin que ello vulnere en forma alguna la independencia de los sindicatos
salvaguardada en el artículo 123, Apartado B, fracción X, de la Constitución
Federal. Esto es así, pues la norma regula únicamente la facultad del Ejecutivo
para establecer los lineamientos base que determinarán qué organizaciones
laborales podrán participar en el nombramiento de los órganos de gobierno del
Instituto, es decir, sólo regula los elementos y requisitos que establecerán cuáles
organizaciones podrán intervenir en dicha decisión; pero de ninguna manera
impone requisitos internos que deban observar tales organizaciones para
determinar quién o quiénes de sus miembros los representará en esa elección, ni
el procedimiento para ello y menos aún altera la conformación de esas
organizaciones sindicales, por lo que la libertad sindical consistente en el derecho
fundamental de agruparse para la realización de un fin lícito, sin presiones o
intromisiones que puedan alterar o desnaturalizar su finalidad, no se ve afectada
con la facultad de que se trata.

277. Lea el siguiente artículo de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios


Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), vigente a partir del 1° de
abril de 2007, y enseguida dé respuesta al planteamiento que se le formula:
“Artículo 214. Corresponde a la Junta Directiva: (…) XIV. Otorgar premios,
estímulos y recompensas a los servidores públicos del Instituto, de conformidad
con lo que establece la ley de la materia (…)”.
Ahora bien, en un juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad de
dicho precepto. El peticionario de amparo manifiesta que la mencionada
norma contraviene el derecho a la seguridad social que la Constitución
General de la República establece en su artículo 123; ya que se confiere una
facultad a la junta directiva del instituto para otorgar premios, estímulos y
recompensas a los trabajadores del propio instituto, gratificaciones que
serán cubiertas únicamente con cargo a los ahorros de los mismos
trabajadores. En este caso, diga si asiste o no razón al quejoso.

RESPUESTA: No asiste razón.

JUSTIFICACIÓN:
Novena Época
No. Registro: 168639
Instancia: Pleno
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXVIII, Octubre de 2008
Materia(s): Constitucional, Laboral
Tesis: P./J. 168/2008
Página: 35

ISSSTE. LA FACULTAD DE LA JUNTA DIRECTIVA DEL INSTITUTO PARA


OTORGAR PREMIOS Y ESTÍMULOS A SUS TRABAJADORES, NO
TRANSGREDE EL DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL PREVISTO EN LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
(LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 1o. DE ABRIL DE 2007).
Si bien el artículo 214, fracción XIV, de la ley relativa dispone que corresponde a la
Junta Directiva del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado, otorgar premios, estímulos y recompensas a los servidores públicos
del Instituto, de conformidad con lo que establece la ley de la materia; de ninguna
manera permite que se cubran con cargo a los ahorros de los trabajadores, sino
que tal otorgamiento debe ser de conformidad con la Ley de Premios, Estímulos y
Recompensas Civiles, de donde deriva que las erogaciones serán con cargo a la
partida correspondiente de la Secretaría donde se tramite cada premio y en caso
de falta o insuficiencia de partida, con cargo al presupuesto del ramo de la
Presidencia y que los estímulos y recompensas únicamente podrán recaer sobre
el presupuesto de la dependencia u organismo al que pertenezca el beneficiario,
por lo que es evidente que tales erogaciones no contravienen ni ponen en riesgo
el derecho constitucional a la seguridad social de los trabajadores.
278. En un procedimiento laboral, al inicio de la etapa de demanda y
excepciones de la audiencia de ley, el demandado opone la excepción de
incompetencia de la junta laboral para conocer del juicio respectivo; por su
parte, la parte actora en el juicio laboral en esa misma etapa, impugna la
personalidad del demandado para comparecer al procedimiento. Partiendo de
la base de que ambas cuestiones son de previo y especial pronunciamiento y
que las mismas deben ser resueltas en la etapa de demanda y excepciones,
diga cuál es la prelación que debe observarse en el estudio de dichas
cuestiones.

R. Primero competencia y luego personalidad.

Debe estimarse que el orden de su estudio debe atender a un criterio lógico y


tomar en cuenta que ningún órgano jurisdiccional puede resolver sin antes analizar
su competencia cuando ésta se cuestiona. En consecuencia, la Junta debe
analizar primero si es competente para conocer del asunto y después resolver lo
relacionado con la personalidad del demandado; pues de lo contrario podría
suponerse que implícita o explícitamente es competente para conocer, cuando lo
cierto es que esta cuestión está controvertida.

Registro No. 167293


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Mayo de 2009
Página: 118
Tesis: 2a./J. 62/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

COMPETENCIA Y PERSONALIDAD DEL DEMANDADO EN EL


PROCEDIMIENTO LABORAL. PRELACIÓN PARA SU ESTUDIO, CUANDO
AMBAS CUESTIONES SON PROPUESTAS AL INICIO DE LA ETAPA DE
DEMANDA Y EXCEPCIONES DE LA AUDIENCIA.

Las cuestiones de competencia y personalidad del demandado propuestas en la


segunda etapa de la audiencia de ley en un procedimiento laboral, deben
resolverse de plano en términos del artículo 703 de la Ley Federal del Trabajo y
conforme a la interpretación de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación en la jurisprudencia 2a./J. 31/2001, de rubro: "PERSONALIDAD EN
EL JUICIO LABORAL. LAS OBJECIONES QUE AL RESPECTO SE REALICEN
DEBERÁN RESOLVERSE DE PLANO, OYENDO A LAS PARTES EN LA
AUDIENCIA DE LEY."; por ello, si bien ambas cuestiones son de previo y especial
pronunciamiento y deben resolverse dentro de la etapa de demanda y excepciones,
debe estimarse que el orden de su estudio debe atender a un criterio lógico y tomar
en cuenta que ningún órgano jurisdiccional puede resolver sin antes analizar su
competencia cuando ésta se cuestiona. En consecuencia, la Junta debe analizar
primero si es competente para conocer del asunto y después resolver lo
relacionado con la personalidad del demandado; pues de lo contrario podría
suponerse que implícita o explícitamente es competente para conocer, cuando lo
cierto es que esta cuestión está controvertida.

Contradicción de tesis 8/2009.

279. ¿En qué casos, la declaratoria de incompetencia emitida por una Junta
Especial de Conciliación y Arbitraje mediante la cual declina el conocimiento
de un asunto a otra Junta Especial perteneciente al mismo tribunal del
trabajo, genera la nulidad de lo actuado ante la junta declarada
incompetente?

R. Si la Junta se declara incompetente a petición de parte, aunque a


la que se remita el asunto pertenezca al mismo tribunal de trabajo, todo lo actuado
ante aquélla, con excepción del auto admisorio, será nulo.

Registro No. 167112


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Junio de 2009
Página: 297
Tesis: 2a./J. 76/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

INCOMPETENCIA DE LA JUNTA ESPECIAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE.


CUANDO ES A PETICIÓN DE PARTE ES NULO TODO LO ACTUADO, AUN
CUANDO LA DECLARADA COMPETENTE PERTENEZCA AL MISMO
TRIBUNAL DE TRABAJO.

La declaración de incompetencia del tribunal de trabajo puede generarse de oficio o


a petición de parte, de donde resulta importante distinguir la circunstancia que dé
lugar a tal declaración, y así estar en aptitud de determinar la nulidad respectiva;
en consecuencia, si la Junta se declara incompetente a petición de parte, aunque a
la que se remita el asunto pertenezca al mismo tribunal de trabajo, todo lo actuado
ante aquélla, con excepción del auto admisorio, será nulo; y, contrariamente, en
caso de la declaratoria de oficio, ya no regirá el principio genérico previsto en el
artículo 706 de la Ley Federal del Trabajo en virtud de que en esa situación se
estaría en el supuesto de excepción señalado en el artículo 704 del mismo
ordenamiento.

Contradicción de tesis 187/2008-SS

280. Pedro Juárez promueve juicio laboral en el que demanda de Enrique


Contreras diversas prestaciones. La junta laboral a la que corresponde el
conocimiento del asunto, emite un proveído en el que desecha parcialmente
la demanda respectiva, al considerar que el reclamo de algunas de las
prestaciones que demanda el actor es improcedente. Inconforme con tal
determinación, Pedro Juárez promueve juicio de amparo indirecto. El juez de
Distrito que conoce del asunto, previamente a admitir la demanda de
garantías, dicta un acuerdo mediante el cual requiere al quejoso para que
señale el domicilio de Enrique Contreras, a quien, según el juez federal, le
recae el carácter de tercero perjudicado. En este caso, partiendo de la base
de que Enrique Contreras aún no ha sido emplazado al juicio laboral, diga si
es o no correcto el proceder del juez federal.

R. No es correcto el proceder del Juez Federal, porque sólo el


demandado emplazado, tiene el carácter de tercero perjudicado, toda vez que
con el llamamiento a juicio se ha constituido la relación procesal. Lo anterior es
congruente con el artículo 167 de la Ley de Amparo, ya que el tercero perjudicado
debe comparecer ante el Tribunal Colegiado de Circuito a defender sus derechos,
pues quien todavía no es emplazado en el juicio de origen no ha resentido
afectación alguna a su esfera jurídica y, en consecuencia, no tiene derechos que
defender.

Registro No. 167160


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Mayo de 2009
Página: 265
Tesis: 2a./J. 67/2009
Jurisprudencia
Materia(s): Común
TERCERO PERJUDICADO EN EL AMPARO PROMOVIDO POR EL ACTOR EN
UN JUICIO CIVIL, ADMINISTRATIVO O LABORAL. NO TIENE TAL CARÁCTER
EL DEMANDADO NO EMPLAZADO (MODIFICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA
2a./J. 78/2003).

Conforme al artículo 5o., fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo, la contraparte
del agraviado tiene derecho a intervenir en el juicio de garantías como tercero
perjudicado cuando el acto reclamado emane de juicios del orden civil,
administrativo o del trabajo. Ahora bien, esa disposición debe interpretarse en el
sentido de que cuando el promovente del amparo es el actor en el juicio natural,
sólo el demandado emplazado, tiene el carácter de tercero perjudicado, toda vez
que con el llamamiento a juicio se ha constituido la relación procesal. Lo anterior es
congruente con el artículo 167 de la Ley de Amparo, ya que el tercero perjudicado
debe comparecer ante el Tribunal Colegiado de Circuito a defender sus derechos,
pues quien todavía no es emplazado en el juicio de origen no ha resentido
afectación alguna a su esfera jurídica y, en consecuencia, no tiene derechos que
defender.

Solicitud de modificación de jurisprudencia 3/2009. Tercer Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Primer Circuito.

281. Ernesto Méndez, ostentándose como apoderado de Miguel Luna (actor


en el juicio laboral de origen), promueve juicio de amparo indirecto en el que
reclama una interlocutoria emitida por la Junta laboral en la que determina
tener por acreditada la personalidad del apoderado del demandado. En la
demanda de garantías, el promovente dice que su personalidad ya le ha sido
reconocida por la junta responsable, por lo que solicita que el juez de amparo
se la tenga también por reconocida en términos de lo previsto en el artículo
13 de la Ley de Amparo; sin embargo, no exhibe las constancias respectivas
con las que acredite su dicho. El juez federal, previamente a admitir la
demanda de garantías, emite un acuerdo en el que requiere al quejoso para
que en el término de tres días exhiba las constancias respectivas que
acrediten la representación que dice tener, bajo el apercibimiento que de no
hacerlo tendrá por no interpuesta la demanda de amparo. En el último de los
días del término otorgado para tal efecto, el quejoso presenta un escrito ante
el juez federal en el que le informa, bajo protesta de decir verdad, que tiene
imposibilidad para cumplir con lo requerido, en virtud de que la junta
responsable no le ha expedido las constancias de mérito (acreditando ante el
juez federal en forma fehaciente, haber solicitado la expedición de las
constancias respectivas, con la oportunidad debida), por lo que le solicita su
intervención para obtenerlas. En este caso, ¿cómo debe proceder el juez
federal?
R. El juez debe requerir a la autoridad omisa la aportación
inmediata de las constancias solicitadas oportunamente por el promovente
para acreditarla en términos del artículo 13 de la ley relativa, en aplicación de
la regla contenida en el numeral 152 del mismo ordenamiento, sin diferir la
admisión de la demanda.

Registro No. 167096


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Junio de 2009
Página: 297
Tesis: 2a./J. 79/2009
Jurisprudencia
Materia(s): Común

PERSONALIDAD EN EL AMPARO. EL JUEZ DEBE REQUERIR A LA


AUTORIDAD OMISA LA APORTACIÓN INMEDIATA DE LAS CONSTANCIAS
SOLICITADAS OPORTUNAMENTE POR EL PROMOVENTE PARA
ACREDITARLA EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 13 DE LA LEY RELATIVA, EN
APLICACIÓN DE LA REGLA CONTENIDA EN EL NUMERAL 152 DEL MISMO
ORDENAMIENTO, SIN DIFERIR LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA.

La regla que prevé la potestad del Juez Federal para requerir a la autoridad omisa
la aportación de los documentos solicitados por las partes para exhibirlos como
prueba en el juicio de garantías, haciendo uso de los medios de apremio, debe
también aplicarse tratándose de la expedición de las constancias solicitadas
oportunamente por el promovente para justificar el reconocimiento de su
personalidad ante aquélla, cuando al desahogar la prevención para comprobar
esa circunstancia, manifieste bajo protesta de decir verdad la imposibilidad para
hacerlo debido a la falta de expedición de las constancias, y solicite al Juez su
intervención para obtenerlas, pues al no existir en la Ley de Amparo disposición
expresa que faculte al juzgador para requerir esa documentación, la cual debe
exhibirse previamente a la admisión de la demanda en términos de la
jurisprudencia P./J. 23/2009, del Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, de rubro: "PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO. EL ARTÍCULO 13 DE LA LEY RELATIVA REQUIERE QUE,
PREVIAMENTE A LA ADMISIÓN DE LA DEMANDA, EL PROMOVENTE EXHIBA
LAS CONSTANCIAS QUE ACREDITEN EL RECONOCIMIENTO DE DICHO
PRESUPUESTO PROCESAL ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE.", la
aplicación de aquella regla resulta indispensable para salvaguardar el derecho del
promovente a la prosecución del juicio. Lo anterior no implica que la admisión de la
demanda deba diferirse hasta en tanto se expidan las citadas documentales, ya
que conforme a los numerales 120, 122 a 124, 130 y 145 a 148 de la Ley de
Amparo, el acuerdo respectivo que provee también sobre la suspensión provisional
no puede postergarse más allá del plazo extraordinario establecido en el indicado
artículo 146 para regularizar la demanda, dada la urgencia de la medida cautelar
para preservar la materia del amparo; de ahí que, en el supuesto señalado, el
juzgador deberá admitir la demanda sin perjuicio de acordar lo conducente a la
personería del peticionario del amparo cuando la autoridad responsable expida las
constancias solicitadas o informe sobre ellas.

Contradicción de tesis 112/2009.

Registro No. 167431


Localización:
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIX, Abril de 2009
Página: 7
Tesis: P./J. 23/2009
Jurisprudencia
Materia(s): Común

PERSONALIDAD EN EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. EL ARTÍCULO 13


DE LA LEY RELATIVA REQUIERE QUE, PREVIAMENTE A LA ADMISIÓN DE
LA DEMANDA, EL PROMOVENTE EXHIBA LAS CONSTANCIAS QUE
ACREDITEN EL RECONOCIMIENTO DE DICHO PRESUPUESTO PROCESAL
ANTE LA AUTORIDAD RESPONSABLE.

El artículo 13 de la Ley de Amparo dispone que cuando alguno de los interesados


tenga reconocida su personalidad ante la autoridad responsable, tal personalidad
será reconocida en el juicio de amparo para todos los efectos legales, siempre que
compruebe tal circunstancia con las constancias respectivas. Del análisis de dicho
precepto puede arribarse a la conclusión de que la exhibición de las referidas
constancias debe realizarse al momento de presentar el escrito inicial de
demanda, en el entendido de que, de no hacerlo así, el juez o tribunal del
conocimiento deberán requerir al promovente en términos de lo dispuesto por el
artículo 146 de la Ley de Amparo, para que en el plazo de tres días exhiba las
constancias referidas, apercibido que de no hacerlo así, se tendrá por no
interpuesta la demanda en aquellos casos en que se afecten únicamente intereses
patrimoniales, o bien se dará vista al Ministerio Público en los demás casos. Lo
anterior es así, pues las únicas excepciones a la regla de acreditar la personalidad
previamente a la admisión de la demanda se encuentran referidas a las materias
penal y agraria, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 16 y 215 de la Ley
de Amparo, ya que en términos del primer numeral citado, bastará la simple
manifestación del quejoso en el sentido de tener el carácter de defensor del
quejoso para que se admita la demanda, sin perjuicio de que se solicite al juez o
tribunal la certificación correspondiente; mientras que el segundo de los preceptos
citados dispone que cuando no se hayan acompañado los documentos que
justifiquen la personalidad, el juez o tribunal que conozca del juicio de amparo,
con independencia del requerimiento que formule a los promoventes, solicitará por
separado a las autoridades agrarias para que le informen si efectivamente cuentan
con la personalidad con que se ostentaron, sin perjuicio de conceder la
suspensión provisional de los actos reclamados. Sostener una interpretación
distinta de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Amparo, esto es, que la
exhibición de las constancias que acrediten el reconocimiento de la personalidad
ante la autoridad responsable puede realizarse en cualquier etapa del
procedimiento, podría generar la posibilidad de que se tramitara un juicio de
amparo iniciado por quien carece de representación para promoverlo, lo que
implicaría una labor estéril por parte del tribunal del conocimiento en la tramitación
y decisión del asunto, además de que se causarían perjuicios a las partes del
proceso, con el consecuente menoscabo de sus intereses, porque se ven
sometidos no sólo a las molestias impuestas por los trámites, medios de apremio y
diligencias de desahogo de pruebas, sino también a otros efectos, como los que
derivan de la suspensión del acto reclamado, del otorgamiento de garantías para
su ejecución e incluso de las sanciones en que puedan incurrir por su desacato.

Contradicción de tesis 3/2008-PL.

282. En un juicio laboral, el apoderado del trabajador (actor en el juicio)


presenta un escrito a través del cual desiste parcialmente de las prestaciones
reclamadas en la demanda laboral. La junta del conocimiento, sin mayor
trámite, emite un proveído en el que acuerda de conformidad dicha petición.
Inconforme con tal determinación, el trabajador promueve juicio de amparo
indirecto. En su demanda de amparo, el quejoso expone que es incorrecto el
proceder de la junta responsable, pues no debió acordar de conformidad el
desistimiento parcial de la demanda laboral formulado por el apoderado de
aquél, ya que dicho mandatario no contaba con facultades expresas para ello
(lo cual es cierto); por tanto, manifiesta el peticionario de amparo, la junta
responsable, previamente a acordar lo relativo al referido desistimiento, debió
requerir al trabajador para que ratificara el escrito presentado por su
322
apoderado. En este caso, partiendo de la base de que el juicio de garantías es
procedente, ¿cómo calificaría el concepto de violación expresado por el quejoso?

R, Como fundado.

Registro No. 166967


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXX, Julio de 2009
Página: 401
Tesis: 2a./J. 83/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

DESISTIMIENTO EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL. ES NECESARIA SU


RATIFICACIÓN POR EL ACTOR CUANDO EL APODERADO CARECE DE
FACULTADES EXPRESAS PARA ELLO.

En términos del artículo 692 de la Ley Federal del Trabajo, las partes en el juicio pueden
comparecer de manera directa o por conducto de apoderado. Al respecto, la exigencia del
legislador en cuanto a comparecer a través de apoderado debe entenderse en el sentido
de que dicho nombramiento constituya la expresión de un acto jurídico regular, es decir, en
el que se hayan cumplido los elementos materiales que lo condicionan, así como los
requisitos formales que deba contener para su validez, estimando para ello que la Ley
Federal del Trabajo no regula el contrato de mandato sino sólo permite su ejecución, pues
solamente ordena que los apoderados exhiban el testimonio notarial correspondiente, la
carta poder con los requisitos previstos en dicho precepto, que se reducen a su
otorgamiento ante dos testigos, o el documento idóneo para tal efecto a juicio de la Junta.
En esa virtud, cuando el apoderado del trabajador desistió en el juicio sin contar con
facultades expresas para hacerlo, con violación al artículo 2,587 del Código Civil Federal,
es decir, excediendo la actuación que se le tiene permitida, pues todo mandato judicial
requiere cláusula especial para poder desistir, procede que la Junta de Conciliación y
Arbitraje mande ratificar el escrito relativo, de manera que el trabajador exprese en forma
inequívoca si es o no su voluntad desistir, convalidando, si así procede, la actuación
excesiva de su apoderado, pues el artículo 2,594 del propio Código dispone que la parte,
en este caso, el trabajador, puede ratificar antes del laudo (sentencia), lo que el procurador
hubiere hecho excediéndose del poder.

Contradicción de tesis 142/2009

283. Lea el siguiente precepto de la Ley Federal del Trabajo y enseguida dé respuesta
a la pregunta que se le formula: “Artículo 813. La parte que ofrezca prueba testimonial
deberá cumplir con los requisitos siguientes: (…) III. Si el testigo radica fuera del lugar de
residencia de la Junta, el oferente deberá al ofrecer la prueba, acompañar interrogatorio
por escrito, al tenor del cual deberá ser examinado el testigo; de no hacerlo, se declarará
desierta. Asimismo, exhibirá copias del interrogatorio, las que se pondrán a disposición de
las demás partes, para que dentro del término de tres días presenten su pliego de
repreguntas en sobre cerrado”.
Ahora bien, de conformidad con la interpretación que realizó la Suprema Corte de
Justicia de la Nación de dicho precepto legal, diga si la siguiente afirmación es
correcta o incorrecta: La expresión "lugar de residencia de la Junta" que se contiene en el
artículo 813, fracción III, de la Ley Federal del Trabajo, se refiere a la extensión del territorio
donde ejerce jurisdicción la junta laboral, no así a la ciudad o población donde se encuentra
el asiento físico de ésta.

R.- Es incorrecta, pues la expresión "lugar de residencia de la Junta" se


refiere a la ciudad o población donde se encuentra su asiento físico, no a la extensión del
territorio donde ejerce jurisdicción.
323

Registro No. 166775


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXX, Julio de 2009
Página: 458
Tesis: 2a./J. 86/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

TESTIMONIAL EN EL JUICIO LABORAL. DEBE ESTARSE A LA INTERPRETACIÓN


LITERAL DE LA EXPRESIÓN "LUGAR DE RESIDENCIA DE LA JUNTA" PARA
DETERMINAR LOS CASOS EN QUE EL OFERENTE DEBE ACOMPAÑAR EL
INTERROGATORIO ESCRITO DE LA PRUEBA, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 813,
FRACCIÓN III, DE LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO.

Del análisis del concepto "jurisdicción", contenido en los artículos 698, 699 y 700 de la Ley
Federal del Trabajo, entre otros, se entiende que se refiere a las atribuciones conferidas a
distintas autoridades laborales, en atención a un criterio territorial o tomando en cuenta si la
autoridad es local o federal, es decir, denota los distintos ámbitos de distribución de
competencias. En cambio, el término "residencia" se emplea para designar el lugar físico
donde un ente tiene su domicilio o asiento, según se advierte, por ejemplo, de los artículos
30, 737 y 739 del mismo ordenamiento, así como de la exposición de motivos de las
reformas a ese cuerpo legal, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 4 de enero
de 1980. Ahora bien, el artículo 813 de la Ley Federal del Trabajo establece los requisitos a
cumplir por el oferente de la prueba testimonial en el juicio laboral, y en su fracción III
señala que si el testigo radica fuera del lugar de residencia de la Junta, aquél deberá, al
ofrecer la prueba, acompañar interrogatorio por escrito, al tenor del cual se examinará al
testigo. En esta tesitura, la expresión "lugar de residencia de la Junta" se refiere a la
ciudad o población donde se encuentra su asiento físico, no a la extensión del territorio
donde ejerce jurisdicción. Por tanto, si los testigos radican fuera del lugar de residencia del
órgano jurisdiccional, debe estarse a lo dispuesto en el mencionado precepto, aunque ese
lugar se ubique dentro de la jurisdicción territorial de la Junta. Lo anterior, sin perjuicio de
la facultad que tiene para proveer sobre la forma más adecuada para el desahogo de la
prueba, en términos de lo previsto en la ley de la materia.

Contradicción de tesis 146/2009.

284. Pedro Sánchez presentó demanda laboral en la que reclamó del Banco de
Crédito Rural del Pacífico Sur (sociedad nacional de crédito del Sistema Banrural, en
liquidación), el pago de diversas prestaciones. La autoridad de trabajo a la que
correspondió el conocimiento de dicha demanda, emitió un acuerdo en el que la
admitió a trámite y ordenó el emplazamiento de la institución de crédito demandada.
El actuario adscrito a la autoridad laboral del conocimiento practicó el
emplazamiento de la demandada a través del Servicio de Administración y
Enajenación de Bienes, ya que, según el actuario, aquél tiene legitimación procesal
pasiva para comparecer al juicio laboral a nombre de la sociedad nacional de crédito
demandada. En este caso, ¿cómo calificaría el proceder del actuario?

R. Como correcto, pues el emplazamiento al juicio laboral de las sociedades


nacionales de crédito del sistema banrural. es legal el practicado a través del
liquidador Servicio de Administración y Enajenación de Bienes.

Registro No. 167257


Localización:
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
324
XXIX, Mayo de 2009
Página: 174
Tesis: 2a./J. 40/2009
Jurisprudencia
Materia(s): laboral

EMPLAZAMIENTO AL JUICIO LABORAL DE LAS SOCIEDADES NACIONALES DE


CRÉDITO DEL SISTEMA BANRURAL. ES LEGAL EL PRACTICADO A TRAVÉS DEL
LIQUIDADOR SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN Y ENAJENACIÓN DE BIENES (SAE),
AUNQUE NO CONSTE SU INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO PÚBLICO DE COMERCIO.

El artículo tercero transitorio de la Ley Orgánica de la Financiera Rural decretó la disolución


y ordenó la liquidación de las sociedades nacionales de crédito del Sistema Banrural a
partir del 1o. de julio de 2003, nombrando como liquidador al Fideicomiso Liquidador de
Instituciones y Organizaciones Auxiliares de Crédito (FIDELIQ). Por otra parte, el artículo
octavo transitorio de la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del
Sector Público determinó que los mandatos y demás operaciones encomendadas al
FIDELIQ se entenderán conferidas al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes
(SAE), organismo público descentralizado de la administración pública federal. Por tanto,
es legal el emplazamiento al juicio laboral de una sociedad nacional de crédito en
liquidación, perteneciente al Sistema Banrural, a través del SAE, aun cuando no esté
inscrito en el Registro Público de Comercio dicho Servicio como liquidador de la institución
nacional de crédito demandada, en primer lugar, porque las disposiciones legales que
ordenan la liquidación del Sistema Banrural y designan al liquidador no exigen esa
formalidad para que éste asuma la representación legal de dichas sociedades y, en
segundo término, porque conforme a los artículos decimocuarto y decimoquinto transitorios
de la Ley Orgánica citada, tanto las sociedades nacionales de crédito del Sistema Banrural
en liquidación como el liquidador son responsables de las obligaciones en materia de
trabajo a cargo de esas sociedades, tanto con motivo de la terminación de la relación
laboral de los trabajadores que se encontraban en activo al iniciarse la liquidación del
Sistema Banrural, como de los jubilados, pensionados y sus derechohabientes,
destacándose, incluso, la determinación relativa a que sea el liquidador quien cuente con
los recursos económicos suficientes para cumplir dichas obligaciones a través de las
acciones que el Gobierno Federal realice para ello y de las cantidades provenientes de las
reservas constituidas para ese fin por las propias sociedades nacionales de crédito en
liquidación.

Contradicción de tesis 47/2009.

285. Ante una junta local de Conciliación y Arbitraje del estado de Querétaro, se
demanda la cancelación del registro de un sindicato, bajo el argumento de que éste
ha quedado disuelto, en virtud de haber transcurrido el término de su duración fijado
en los estatutos. Una vez notificada la demanda respectiva al sindicato, éste
comparece al procedimiento laboral y, en tiempo y forma, plantea la incompetencia
de la junta laboral que conoce del asunto, pues en su concepto, la autoridad laboral
que debe conocer del mismo es la junta local de Conciliación y arbitraje del estado
de Hidalgo, dado que fue en dicha entidad federativa en la que se efectuó el registro
del sindicato cuya cancelación se demanda (esto último es cierto). En este caso,
¿cómo debe resolverse el planteamiento de incompetencia formulado por el
sindicato demandado?

R. Como fundado.
325
Artículo 700. La competencia por razón del territorio se rige por las normas
siguientes:

I. Si se trata de Juntas de Conciliación, la del lugar de prestación de servicios;

II. Si se trata de la Junta de Conciliación y Arbitraje, el actor puede escoger entre:

a) La Junta del lugar de prestación de los servicios; si éstos se prestaron en varios lugares,
será la Junta de cualquiera de ellos.

b) La Junta del lugar de celebración del contrato.

c) La Junta del domicilio del demandado.

III. En los conflictos colectivos de jurisdicción federal, la Junta Federal de Conciliación y


Arbitraje, en los términos del artículo 606 de esta Ley; en los conflictos colectivos de
jurisdicción local, la del lugar en que esté ubicada la empresa o establecimiento;

IV. Cuando se trate de la cancelación del registro de un sindicato, la Junta del lugar
donde se hizo;

V. En los conflictos entre patrones o trabajadores entre si, la Junta del domicilio del
demandado; y

VI. Cuando el demandado sea un sindicato, la Junta del domicilio del mismo.

286. En el artículo 443 de la Ley Federal del Trabajo se dispone que la huelga debe
limitarse al mero acto de la suspensión del trabajo. Por otra parte, el diverso artículo
451 de ese mismo ordenamiento, precisa que para suspender los trabajos se
requiere que la huelga tenga por objeto alguno o algunos de los que se indican el
artículo 450 de esa misma ley; y además, que la suspensión se realice por la mayoría
de los trabajadores de la empresa o establecimiento. Ahora bien, de conformidad con
dichos preceptos legales, diga en qué casos la determinación de la mayoría antes
mencionada puede promoverse como cuestión previa a la suspensión de los
trabajos.
R. En ningún caso.

Artículo 451. Para suspender los trabajos se requiere:

I. Que la huelga tenga por objeto alguno o algunos de los que señala el artículo
anterior;

II. Que la suspensión se realice por la mayoría de los trabajadores de la empresa o


establecimiento. La determinación de la mayoría a que se refiere esta fracción, sólo
podrá promoverse como causa para solicitar la declaración de inexistencia de la
huelga, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 460, y en ningún caso como
cuestión previa a la suspensión de los trabajos; y

III. Que se cumplan previamente los requisitos señalados en el artículo siguiente.

287. En un juicio de amparo indirecto el Juez de Distrito, con fundamento en el


artículo 74, fracción IV, de la Ley de Amparo, impuso una multa de diez días de
salario al Presidente de la Junta Laboral señalada como autoridad responsable, ello
en virtud de que éste no informó oportunamente al juzgador federal sobre la
cesación de efectos del acto reclamado. En este caso, ¿qué salario mínimo deberá
tomarse como base para calcular el importe de la multa impuesta?
326
El salario mínimo general vigente en la zona geográfica que corresponda al momento de
realizarse la conducta sancionada, de conformidad con el artículo 3 Bis de la Ley de
Amparo.

ARTÍCULO 3 BIS
(REFORMADO, D.O.F. 17 DE JUNIO DE 2009)
ARTICULO 3o. Bis.- Las multas previstas en esta ley se impondrán a razón de días de
salario. Para calcular su importe se tendrá como base el salario mínimo general vigente en
la zona geográfica que corresponda al momento de realizarse la conducta sancionada.
El juzgador sólo aplicará las multas establecidas en esta Ley a los infractores que, a su
juicio, hubieren actuado de mala fe.

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