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Analisis Sentencia C797 de 2000

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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL CORTE CONSTITUCIONAL SENTENCIAS C-797 DE 2000 Y

C- 674 DE 2008.

CHRISTIAN SILVA ARRIETA

PRESENTADO AL DOCENTE DR. CARLOS CARDONA GAVIRIA

CORPORACION UNIVERSITARIA RAFAEL NUÑEZ


QUINTO SEMESTRE DERECHO JORNADA NOCTURNA
24 DE NOVIEMBRE DE 2023
BARRANQUILLA- COLOMBIA

1
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL CORTE CONSTITUCIONAL SENTENCIA C-797 DE 2000.

HECHOS
Esta sentencia se trata que el señor Benjamin Ochoa Moreno demandó la Constitucionalidad, en algunos
casos totalmente y en otros parcialmente las normas contenidas en los artículos 355, 358, 360, 362-3, 369,
374-1, 374-3, 376 parágrafo, 379-d, 384, 388, 390-1, 390-2, 394, 395, 396, 399, 400-1, 400-3, 404, 417-1,
422, 424, 425, 432-1, 432-2, 444 inciso 4, 448-3, 486-1 del CST.

PROBLEMA JURÍDICO

El problema jurídico que se plantea en la sentencia se refiere de manera general a la libertad sindical
consagrada en los convenios 87 y 88 de la OIT. Determinar si las normas acusadas violan la Constitución,
en cuanto permiten una injerencia indebida del legislador en asuntos que son privativos de la organización
y administración de los sindicatos, y limitan la autonomía que tienen las organizaciones sindicales para
obtener en forma automática su personería, elaborar sus reglamentos, establecer las calidades y requisitos
de admisión de afiliados, y determinar su forma de gestión administrativa y financiera y, por consiguiente,
desconocen la libertad sindical y el principio de igualdad.

ANALISIS DE LOS CARGOS

1. En relación con la violación al derecho de libertad sindical.


d) Los artículos 395, 396 y 400-1 del C.S.T. desconocen la facultad que tienen las
organizaciones sindicales para redactar sus reglamentos administrativos y, la libertad de
organizar sus actividades sin que le sea permitido al Estado intervenir en dicha tarea. Por
ello, no existe razón que justifique la exigencia que señalan los artículos 395 y 396 cuando
impone al tesorero la obligación de prestar caución. Por lo anterior, se debe cuestionar si
resulta constitucionalmente admisible que el legislador pueda ordenar a cualquier otra
persona privada dónde y cómo manejar sus fondos
En referencia al artículo 400-1. Se cuestiona su constitucionalidad en razón de que rara
vez los sindicatos logran reunir el quórum exigido en éste y menos tomar una decisión por
dicha mayoría; así las cosas, la norma impide que los sindicatos puedan adoptar o cambiar
el sistema de cuotas fijado en sus estatutos iniciales.
De manera similar, se puede afirmar que la exigencia para la retención de las cuotas
sindicales se requiere de la certificación del secretario y del fiscal. Por lo tanto, se viola el
derecho de libertad sindical, en cuanto son los estatutos de las organizaciones sindicales las
normas que establecen cuáles directivos tienen funciones de representación ante el
empleador, ante los afiliados y ante terceros, como se predica de toda persona jurídica.
e) En relación con el artículo 400-3, las expresiones demandadas violan las libertades a
redactar los estatutos y reglamentos administrativos, ya que “lo relacionado con cuotas
sindicales es un asunto de incumbencia estatutaria, básico para la libertad real y no meramente
formal de asociación sindical federal y confederal”. Agregó el actor que la norma demandada
tiene como fin que los sindicatos de segundo y tercer grado sean débiles, carentes de recursos,
lo que conlleva a que estén subordinados económicamente a las asociaciones sindicales de
primer grado.

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2. En relación con la violación al principio de igualdad.
a) El artículo 399 del C.S.T. es inconstitucional, toda vez que viola el principio de igualdad,
por consagrar en contra de los sindicatos, un trato diferente injustificado, en virtud a que, a
ninguna forma asociativa sin ánimo de lucro, la ley le impone el deber de decretar la separación
de miembros por dejar de ejercer la actividad característica de la asociación, tal es el caso de las
corporaciones, juntas de acción comunal, cooperativas, etc.
Las normas acusadas, que regulan la libertad sindical, violan el principio de la igualdad en sus
modalidades de "igualdad ante la Ley" y de "no discriminación en materia de derechos,
libertades y oportunidades, contenidos en el artículo 13 de la Constitución Política, ya que las
normas demandadas establecen un trato discriminatorio frente a las demás formas asociativas
sin ánimo de lucro, pues conforme a lo dispuesto en el artículo 38 de la Constitución Política y
en el Decreto 2150 de 1996, estas nacen mediante escritura pública o documento privado
reconocido y su inscripción está exenta de rigores legales. El trato dado a las organizaciones
sindicales es doblemente discriminatorio, pues a los sindicatos se les prohíbe realizar
actividades lucrativas, y a las demás personas jurídicas no; además, a los sindicatos se le fijan
restricciones para adoptar sus estatutos, organizar su administración y establecer
condiciones a la afiliación de ciertos trabajadores.
También se viola el principio de igualdad debido a que el trato dado a las federaciones y
confederaciones es diferente al que se le da al sindicato. En efecto: i) en la legislación
colombiana no se permite pertenecer a varios sindicatos de la misma clase o actividad; ii) a los
sindicatos se les exige cumplir con procedimientos y controles de legalidad administrativos y
previos; iii) a los sindicatos se les impone el deber de decretar la separación de miembros por
dejar de ejercer la actividad característica de la asociación; iv) las asociaciones sindicales
carecen de autonomía liquidataria y v) a las federaciones y confederaciones se les exige el
reconocimiento de personería jurídica por el Gobierno y en cambio los sindicatos obtienen su
personería jurídica de manera inmediata.

INTERVENCIÓN DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL.

El ministerio del trabajo y seguridad social, ratifica que el demandante no tuvo presente lo
establecido en el inciso 2 del artículo 39 ( que la estructura y funcionamiento de los sindicatos
se sujetarán al orden legal y a los principios democráticos de la constitución política), por tanto
le pide a la corte que declare la exequibilidad de las normas demandadas, porque los segmentos
censurados, no hacen cosa distinta que regular las condiciones de existencia de los sindicatos a
fin de darle certeza y seguridad jurídica a sus actos.
Intervino para sustentar la defensa de las normas acusadas, y solicitó a la Corte declararlas
exequibles. Su participación se puede resumir así:
El demandante cuando señala su inconformidad con las normas cuestionadas, no tomó en
cuenta el mandato establecido en el inciso 2 del artículo 39 Superior en donde se establece que
la estructura y funcionamiento de los sindicatos se sujetarán al orden legal y a los principios
democráticos. Bajo este criterio, los segmentos censurados, no hacen cosa distinta que regular
las condiciones de existencia de los sindicatos a fin de darle certeza y seguridad jurídica a sus
actos.
Por ello, "contrariamente a lo que sostiene el demandante las normas acusadas desarrollan en
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un todo el bloque de constitucionalidad que la demandante estima violado, especialmente el
artículo 39 de la Carta Política que habla del sometimiento a un orden legal, pero
particularmente a un: RECONOCIMIENTO JURIDICO

CONCEPTO DEL PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN.

d) Con relación a los artículos 395, 396 y 400-1 del C.S.T. expresa que la primera de estas
normas es constitucional, pues la intención del legislador al determinar que el tesorero de todo
sindicato debe prestar caución en su favor para garantizar el manejo de los fondos de éste, es la
de salvaguardar los intereses de sus afiliados.
En relación con las expresiones demandadas pertenecientes a las demás normas adujo que
menoscaban la libertad sindical que le asiste a toda asociación de trabajadores, y
concretamente, con respecto a la exigencia de un quórum de las dos terceras partes de los
miembros del sindicato para solicitar la retención de las cuotas al empleador, dice que hace
nugatoria la posibilidad de alcanzar los resultados, ya que en muy pocas oportunidades se logra
reunir esa cantidad de afiliados al sindicato; y porque considera que tampoco se necesita de
tanta rigurosidad para hacer efectiva la decisión del sindicato para que el empleador les retenga
las cuotas sindicales, ya que basta con la firma del presidente del sindicato, para disponer el
cumplimiento de dicha retención.
Por lo anterior, solicita que se declare inexequible el art. 396 y exequible el numeral 1 del
artículo 400, “bajo el entendido que se requiere de las dos terceras partes (2/3) de los
miembros asistentes a la reunión en que se decida.
En lo que concierne con el artículo 400-3 argumentó las mismas consideraciones que sostuvo
para el artículo 396 del C.S.T., en razón de que no se necesita de tanta rigurosidad para hacer
efectiva la decisión de los sindicatos de segundo y tercer grado para que el empleador les
retenga las cuotas sindicales. Por ello, solicitó a la Corte declarar la exequibilidad del numeral 3
del artículo 400 del C.S.T. condicionada al hecho de que las comunicaciones sean suscritas por
el presidente y tesorero del sindicato.
Concluyó este cargo, manifestando que “en ejercicio de los principios democráticos y del
derecho de participación, las organizaciones sindicales tienen la facultad y autonomía de elegir
libremente a los representantes (Art.3 Convenio 87), que han de ocupar cargos en la junta
directiva, sin que sea admisible para el legislador intervenir en este aspecto, al consagrar
calidades, requisitos, condiciones, que deben reunir los elegidos, menos aún que se discriminen
a los trabajadores que en forma ocasional, periodo de prueba o aprendiz para la época de la
elección, ya que al redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, la organización puede
definirlos”.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE
Considera la Corte, en consecuencia, que la libertad sindical comporta: i) el derecho de todos
los trabajadores, sin discriminación ni distinción alguna, para agruparse a través de la
constitución de organizaciones permanentes que los identifican como grupos con intereses
comunes, y cuya defensa propugnan. Este derecho implica la libertad tanto para afiliarse como
para retirarse de dichas organizaciones; ii) la facultad de constituir y organizar estructural y
funcionalmente las referidas organizaciones y conformarlas automáticamente como personas
jurídicas, sin la injerencia, intervención o restricción del Estado;
iii) el poder de las organizaciones de trabajadores de determinar: el objeto de la organización,

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condiciones de admisión, permanencia, retiro o exclusión de sus miembros, régimen
disciplinario interno, órganos de gobierno y representación, constitución y manejo del
patrimonio, causales de disolución y liquidación, procedimiento liquidatario, y otros aspectos
que atañen con su estructura, organización y funcionamiento, que deben ser, en principio,
libremente convenidos por los miembros de las asociaciones sindicales al darse sus propios
estatutos o reformarlos, salvo las limitaciones que válidamente pueda imponer el legislador
conforme al inciso 2 del art. 39; iv) La facultad de las asociaciones sindicales para formular las
reglas relativas a la organización de su administración, así como las políticas, planes y
programas de acción que mejor convengan a sus intereses, con la señalada limitación; v) la
garantía de que las organizaciones de trabajadores no están sujetas a que la cancelación o la
suspensión de la personería jurídica sea ordenada por la autoridad administrativa, sino por vía
judicial; vi) el derecho de las organizaciones sindicales para constituir y afiliarse a federaciones
y confederaciones nacionales e internacionales; vii) la inhibición, para las autoridades públicas,
incluyendo al legislador, de adoptar regulaciones, decisiones o adelantar acciones que tiendan a
obstaculizar el disfrute del derecho a la libertad sindical.
No es admisible reconocer el carácter absoluto de la libertad sindical, en la medida en que la
propia Constitución establece como limitación, concretar por el legislador, que “la estructura
interna de los sindicatos y organizaciones sociales y gremiales se sujetarán al orden legal y a
los principios democráticos” (art. 39 inciso 2) y que, los Convenios Internacionales sobre
derechos humanos autorizan que por vía legislativa puedan imponerse restricciones a los
derechos, en cuanto ellas sean necesarias, mínimas, indispensables y proporcionadas a la
finalidad que se persiga, para garantizar la seguridad nacional, el orden, la salud o moral
públicos, los derechos y deberes ajenos y, en general, el cumplimiento de cualquier finalidad
que se estime esencialmente valiosa. Por lo tanto, se advierte, que las aludidas restricciones o
limitaciones no pueden, en modo alguno, afectar lo que se considera el núcleo esencial del
derecho a la libertad sindical, de modo que la desnaturalicen o impidan su normal y adecuado
ejercicio.
Artículos 376 parciales, 390 numerales 1 y 2, 394, 395, 396 y 424. Atribuciones
exclusivas de las asambleas, período de directivas, votación del presupuesto, caución del
tesorero y directiva provisional de federación y confederación.
La expresión acusada del artículo 376, señala que es atribución exclusiva de la asamblea
determinar la cuantía de la caución del tesorero, la asignación de sueldos y la aprobación de
gastos en la cuantía allí especificada. En armonía con esta disposición en el art. 395 se regula lo
relativo a la caución que debe prestar el tesorero de todo sindicato para garantizar el manejo de
los fondos a su cargo, cuya cuantía y forma deben ser determinadas por la asamblea general
Considera la Corte que se ajusta a la Constitución la exigencia de una caución al tesorero de los
sindicatos con el fin de garantizar el adecuado y correcto manejo de los fondos pertenecientes a
éstos, pues se trata de una norma que tiende a asegurar la protección del patrimonio de las
mencionadas organizaciones y de los aportes o cuotas de sus miembros. Por consiguiente, es
razonable que sea función de la asamblea general determinar la cuantía y condiciones bajo las
cuales dicho tesorero debe prestar la aludida caución.
El art. 396 le impone a los sindicatos la necesidad de mantener sus fondos en instituciones
bancarias o de ahorro, salvo la cantidad necesaria para atender gastos menores, según los
estatutos, y por una cuantía que no exceda el salario mínimo mensual más alto. Igualmente se
prevé en dicha norma la necesidad de que toda orden de pago cuente con la autorización
conjunta del presidente, el tesorero y el fiscal.

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A juicio de la Corte es justificada la aludida regulación, porque ella busca atender una finalidad
legítima como es la protección y el adecuado manejo del patrimonio y de los recursos de las
organizaciones sindicales.
Se declarará igualmente exequible el art. 396.
Se declarará exequible la totalidad del art. 395, con la aclaración de que la alusión al
“departamento nacional de supervigilancia sindical”, debe entenderse hoy, con respecto a la
División de Asuntos Colectivos.

Artículo 400. Retención de cuotas sindicales.

Los segmentos normativos demandados del inciso primero, exigen que “con el voto de las dos
terceras partes de sus miembros” la asociación sindical tiene derecho a que los empleadores
deduzcan de los salarios y pongan a disposición del sindicato las cuotas ordinarias y
extraordinarias de sus afiliados y, además, que para la retención de cuotas ordinarias bastará
que “el secretario y el fiscal del” sindicato comuniquen certificadamente al empleador su valor
y la nómina de afiliados.
En el numeral 3 se demanda la expresión “y firmada por el presidente, el fiscal y el
tesorero”, que alude a la comunicación escrita que debe enviarse al patrono para retener y
entregar las cuotas a las federaciones y confederaciones a las que se encuentra afiliado el
sindicato.
Observa la Corte que la expresión acusada del numeral 1 del art. 400 que dice “con el voto de
las dos terceras partes de sus miembros” es inconstitucional, porque comporta una intervención
injustificada e irracional del legislador en un asunto que atañe exclusivamente a la organización
sindical dentro del ámbito de la libertad sindical, que, además, obstaculiza o dificulta que los
sindicatos puedan recaudar oportunamente dichas cuotas.
Nada puede disponer la ley en relación con la forma como se deben llevar a cabo las votaciones
para la adopción de decisiones en el seno de las organizaciones sindicales, en asuntos que
conciernen con el manejo de su patrimonio.
No sucede lo propio con los demás apartes demandados del mismo numeral 1 y 3, en relación
con las formalidades que deben cumplirse para que el patrono lleve a cabo la retención de las
cuotas ordinarias con que deben contribuir los afiliados al sindicato, así como la retención de
las cuotas federales y confederales a cargo del sindicato, pues ello en nada afecta la autonomía
y el derecho de libertad sindical. Se busca simplemente con dichas normas que el empleador
tenga certeza, para efectos de la aludida retención, que ésta se exige por los órganos que tienen
la representación del sindicato.
Conforme a lo anterior se declarará inexequible en relación con el numeral 1 del art. 400 la
expresión “con el voto de las dos terceras partes de sus miembros” y exequible la expresión
“secretario y el fiscal”. Igualmente se declarará exequible la expresión “y firmada por el
presidente, el fiscal y el tesorero” contenida en el numeral 3 del art. 400.

Artículo 399. Separación de miembros.

Esta norma indica que los sindicatos deben separar a los afiliados que en forma voluntaria
hayan dejado de ejercer durante un año la profesión u oficio y cuyos intereses defiende la
organización sindical.

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Observa la Corte que requisito previo para afiliarse a un sindicato es el ejercicio de una
actividad laboral en conjunto con otras personas; éstas justamente, conforme a lo previsto en el
art. 39 de la Carta se unen en una asociación cuyo propósito es el mejoramiento de las
condiciones de los trabajadores en general y de cada uno de ellos en particular. De esta suerte,
si alguien, de manera voluntaria deja de ejercer la profesión u oficio de que se trata, resulta una
consecuencia lógica de ello que, de la misma manera, deje entonces de pertenecer al sindicato
al que antes, cuando era trabajador, se encontraba afiliado.
Con todo, resulta indispensable hacer hincapié en que esa terminación de la condición de
trabajador de la empresa respectiva sea voluntaria, requisito éste que no se cumplirá cuando el
trabajador deja de ejercer material y realmente la labor contratada para cumplir, durante un
tiempo funciones de carácter sindical, lo que ocurre, por ejemplo, cuando se le concede por el
empleador, para ese fin, una “comisión” o “permiso sindical”, pues es claro que, en este caso,
no hay la decisión de abandonar la condición de trabajador, sino otra: la de asumir la defensa de
los afiliados al sindicato en una posición de dirección y, entonces, precisamente en garantía del
derecho de asociación sindical, habrá que entender que en eventos tales la norma acusada no
puede interpretarse en el sentido de que se hubiere dado el supuesto de dejar de ejercer la
profesión u oficio para cuya defensa y mejoramiento fue creado el sindicato. En estas
circunstancias, la norma habrá de declararse exequible, en forma condicionada y para este
efecto.

DECISION
PRIMERO. ESTESE A LO DISPUESTO en la sentencia C-385/2000 en relación con el artículo 384, con
los literales a) de los artículos 388 y 422 y, la expresión "ser colombianos" contenida en el numeral 2 del
art. 432 del Código Sustantivo del Trabajo.

SEGUNDO. ESTESE A LO DISPUESTO en las sentencias 115/911 de la Sala Plena de la Corte Suprema
de Justicia y C-085/952 proferida por esta Corporación en relación con las expresiones acusadas del
numeral 3 del artículo 448 del Código Sustantivo del Trabajo, subrogado por el artículo 63 de la ley 50 de
1990 por existir cosa juzgada constitucional.

TERCERO. Declararse INHIBIDA para decidir sobre las expresiones acusadas del numeral 1 del art. 486
del C.S.T., por carencia actual del objeto.

CUARTO. Declarar EXEQUIBLE el art. 355 e INEXEQUIBLE la expresión acusada del literal d) del
art. 379 del C.S.T.

QUINTO. Declarar EXEQUIBLE el art. 358 del C.S.T., salvo la expresión “la devolución de cuotas o
aportes a los afiliados en caso de retiro voluntario o expulsión”, que se declara EXEQUIBLE bajo los
condicionamientos señalados en la consideración 3.2.2.

1
M.P. Jaime Sanin Greiffenstein
2
M.P. Jorge Arango Mejía
7
Igualmente declarar EXEQUIBLE la expresión “y restricciones” contenida en el numeral 3 del art. 362 del
C.S.T.

SEXTO. Declarar EXEQUIBLE la expresión “la determinación de la cuantía de la caución del tesorero; la
asignación de los sueldos” contenida en el art. 376 del C.S.T. y EXEQUIBLE en forma condicionada, como
se expresa en la consideración 3.2.3, la expresión “la aprobación de todo gasto mayor de un equivalente a
diez (10) veces el salario mínimo mensual más alto”, del mismo artículo.

Declarar INEXEQUIBLE el art. 394 del C.S.T., salvo las siguientes expresiones que se declaran
EXEQUIBLES:

“El sindicato, en asamblea general, votará el presupuesto de gastos para periodos no mayores de un (1) año
y sin autorización expresa de la misma asamblea no podrá hacerse ninguna erogación que no este
contemplada en dicho presupuesto” y “Estas normas no se aplican para gastos que ocasionen las huelgas
declaradas por el sindicato, cualquiera que sea su cuantía”.

Declarar EXEQUIBLE la totalidad del art. 395 del C.S.T., con la aclaración de que la alusión al
“departamento nacional de supervigilancia sindical”, debe entenderse hoy, con respecto a la División de
Asuntos Colectivos.

Declarar igualmente EXEQUIBLE el art. 396 del C.S.T..

Declarar INEXEQUIBLES los arts. 390 y 424 del C.S.T..

SEPTIMO. Declarar INEXEQUIBLE la expresión “con el voto de las dos terceras partes de sus
miembros” y EXEQUIBLE la expresión “secretario y el fiscal” en relación con el numeral 1 del art. 400
del C.S.T..

Declarar EXEQUIBLE la expresión “y firmada por el presidente, el fiscal y el tesorero” contenida en el


numeral 3 del art. 400.

OCTAVO. Declarar INEXEQUIBLE la expresión del art. 417 del C.S.T. “al reconocimiento” y
EXEQUIBLE la expresión “salvo la declaración de huelga que compete privativamente, cuando la ley la
autorice a los sindicatos respectivos o grupos de trabajadores directa o indirectamente interesados”.

NOVENO. Declarar INEXEQUIBLE, el artículo 360 del C.S.T.

DECIMO. Declarar EXEQUIBLE el art. 369 del C.S.T. en lo acusado.

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DECIMO PRIMERO. Declarar INEXEQUIBLES, los numerales 1 y 3 del 374 del C.S.T., en lo
acusado.

DECIMO SEGUNDO. Declarar EXEQUIBLE el art. 388 del C.S:T., con la salvedad anotada en el
ordinal 1 de la parte resolutiva y con excepción de la expresión “tanto de la provisional como de las
reglamentarias”; y de las letras d) y f) del numeral 1 que se declararán INEXEQUIBLES.

Declarar EXEQUIBLE el art. 422 del C.S.T., con la salvedad ya registrada, y con excepción de la
expresión “tanto de la provisional como de las reglamentarias”; y de las letras d) y f) del numeral 1 que se
declaran INEXEQUIBLES.

Declarar INEXEQUIBLE la expresión “de tres (3) de entre ellos” del numeral 1 y el numeral 2 del art.
432 del C.S.T., excepción hecha de la expresión “ser colombianos” que fue declarada inexequible por la
Corte en la sentencia C-385/2000.

DECIMOTERCERO. Declarar INEXEQUIBLE el parágrafo del art. 376 del C.S.T.

DECIMOCUARTO. Declarar EXEQUIBLE el art. 404 del C.S.T. salvo la expresión “y en los demás
casos, a la del Departamento Nacional de Supervigilancia Sindical” que se declarará INEXEQUIBLE.

DECIMOQUINTO. Declarar INEXEQUIBLE la expresión “aprobados por el Ministerio de Trabajo del


art. 425 del C.S.T.

DECIMOSEXTO. Declarar INEXEQUIBLE el inciso 4 del art. 444 del C.S.T.

DECIMOSEPTIMO. Declarar EXEQUIBLE en forma condicionada, según el considerando 3.2.14, el


art. 399 del C.S.T.

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO

Dentro de esta sentencia hubo salvamento parcial de voto por parte de los Magistrados DRES ANTONIO
BARRERA CARBONELL, ALFREDO BELTRAN SIERRA, EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ,
CARLOS GAVIRIA DIAZ, JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO, VLADIMIRO
NARANJO MESA, ALVARO TAFUR GALVIS.

MI OPINION

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Estoy de acuerdo con lo esgrimido por la Corte Constitucional, mediante Sentencia C-797 del año 2000,

otorgó a los trabajadores la facultad de la multiafiliación sindical, al declarar inexequible la norma que

prohibía a los trabajadores de la misma clase o actividad afiliarse a varios sindicatos a la vez. Lo anterior,

abrió las puertas para que pudieran ejercer de forma libre y sin limitación su derecho de asociación sindical,

al afiliarse a tantos sindicatos como quisieran y creyeran que representaban sus derechos. No obstante,

algunos trabajadores al afiliarse a múltiples sindicatos, lo hacen no con la finalidad de verse representados

por estos, sino con la intención de verse cubiertos con la protección laboral que otorga el fuero sindical, ya

bien sea por la fundación de un nuevo sindicato, por la suscripción como miembro de la junta directiva o

subdirectiva de los sindicatos, o por la presentación de un pliego de peticiones dando como consecuencia el

surgimiento del fuero circunstancial; originándose, de esta forma, el “Carrusel Sindical” como abuso del

derecho de asociación sindical. Mediante el presente escrito, se estudiará la linea jurisprudencial y doctrinal

del abuso del derecho de asociación sindical, para posteriormente, plantear los elementos configurativos del

“Carrusel Sindical”, asi como sus efectos negativos. La constitución sucesiva de sindicatos regularmente se

presenta en aquellos eventos en los cuales empleador puede ver inmerso en una causal de disolución y

liquidación de la empresa, en procesos de reorganización empresarial y ante necesidad de acudir a la figura

de despidos colectivos, o inclusive en aquellos casos de restructuración empresarial por transformaciones

societarias como fusiones, escisiones, venta de activos, entre otras causas. Todo esto ante la incertidumbre

de los trabajadores respecto de los efectos que este tipo de figuras podrían generar en los contratos de

trabajo, situación que podrían suscitar un ejercicio abusivo del derecho asociación sindical, comoquiera que

la finalidad de la constitución obedece a razones ajenas a este derecho fundamental.

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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL CORTE CONSTITUCIONALSENTENCIA C- 674 DE 2008.

HECHOS
En ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, los ciudadanos Martha Sofía Cabana y Ramón
Arellano Barrios demandaron la constitucionalidad de los artículos 370, 376, 385 y 386 del Código
Sustantivo del Trabajo. La demanda fue radicada con el número D-7138.
De otra parte, el ciudadano Lucas Mesa Mejía demandó la constitucionalidad de los artículos 386 y 387 del
Código Sustantivo del Trabajo. La demanda fue radicada con el número D-7140.

PROBLEMA JURIDICO
Le corresponde a la Corte determinar si el legislador desconoció el derecho a la autonomía sindical y la
garantía de no injerencia del Estado en las decisiones internas de los sindicatos, al señalar atribuciones
exclusivas, un número mínimo de reuniones al año, el quórum deliberatorio de la asamblea general de
afiliados a las organizaciones sindicales y una excepción a dicho quórum.

INTERVINIENTES

CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES DE COLOMBIA-CUT


Dentro de la oportunidad legal prevista, Central Unitaria de Trabajadores de Colombia- intervino en el
proceso para manifestar lo siguiente:
Respecto del artículo 370 del Estatuto del Trabajo solicita que la Corte declare la inexequibilidad de la
expresión “Ninguna modificación de los Estatutos tiene validez” y la exequibilidad de la expresión “ni
comenzará a regir, mientras no se efectúe el depósito por parte de la organización sindical”, en el entendido
de que hace referencia a la oponibilidad de los estatutos a terceros. Ello, por cuanto, a su juicio, el principio
de la no injerencia de las autoridades públicas en las organizaciones sindicales a que hacen referencia los
artículos 39 de la Carta Política y el Convenio 87 de la O.I.T, se traduce en que la organización sindical,
que ya cuenta con un reconocimiento jurídico del Estado, puede modificar sus propios Estatutos sin que
pueda condicionarse su validez al registro en el Ministerio de Trabajo. Por este motivo, desde el momento
en que la reforma sea aprobada, ésta deber tener plenos efectos entre los miembros de la organización. En
este mismo orden de ideas, sólo un juez de la República y no una autoridad administrativa debe ser el
competente para analizar la legalidad de una reforma estatutaria.

MINISTERIO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL

El apoderado del ministerio en comento interviene en el presente asunto para solicitar que se declare la
exequibilidad de la totalidad de las normas demandadas.
En cuanto al artículo 370 del Estatuto del Trabajo, afirma que, conforme lo señala el artículo 39 de la
Constitución, el Estado puede intervenir, y en consecuencia, las organizaciones sindicales deben obrar
conforme al ordenamiento jurídico vigente. Así mismo, considera que cuando una norma se refiere a la
validez, el operador jurídico debe determinar: el consentimiento, la capacidad, el objeto y la causa lícita. Lo

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anterior, se diferencia de la eficacia, la cual refiere a la oponibilidad frente a terceros. Para el Ministerio,
esta norma protege a las minorías dentro de una organización sindical.

CIUDADANO JOSÉ GABRIEL MESA CÁRDENAS

El ciudadano José Gabriel Mesa Cárdenas intervino dentro del término legal en las demandas de la
referencia para solicitar que la Corte declare su exequibilidad.
Para el interviniente, el principio de no injerencia en la actividades de las organizaciones sindicales
consagrado en el Convenio 87 de la O.I.T., no debe interpretarse como el deber de absoluta inactividad del
Estado o “inacción forzada de las autoridades” frente al desarrollo de las mismas, puesto que, incluso, sólo
en ciertos casos excepcionales, la ausencia total de intervención del Estado es la única vía para preservar la
autonomía sindical. De hecho, recuerda que la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y
Recomendaciones de la O.I.T. ha señalado que el Estado puede imponer requisitos formales a los
sindicatos.

CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO

El Procurador General de la Nación, doctor Edgardo José Maya Villazón, intervino dentro de la
oportunidad procesal prevista, con el fin de solicitar que la Corte se declare inhibida para pronunciarse de
fondo por ineptitud sustantiva de las demandas formuladas contra los artículos 370, 376, 385, 386 y 387 del
Código Sustantivo del Trabajo.
Lo anterior, al considerar que los cargos parecerían sustentarse en razones legales, de conveniencia, pero no
permiten determinar en qué consisten las violaciones a la Constitución. Concluye entonces que los
planteamientos no son específicos, ni pertinentes, ni suficientes, por lo que, conforme lo ha explicado la
Corte Constitucional en sentencias C-1052 de 2001, C-1256 de 2001 y C-013 de 2000, debe inhibirse para
proferir sentencia de fondo.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Establecida la existencia de cosa juzgada constitucional en relación con algunas expresiones de los
artículos 370 y 376 del Código Sustantivo del Trabajo, la Corte circunscribió su examen a las demás
disposiciones acusadas por la supuesta vulneración del derecho a la libertad y autonomía sindical. En
esencia, reiteró que el hecho de que la Constitución proteja la libertad sindical no significa que sea
imposible establecer restricciones para reducir el alcance de la protección, pues es claro que de
acuerdo con las normas constitucionales y el artículo 39 de la Constitución, este derecho puede ser
limitado mientras no se haga imposible su ejercicio, se anule o se desnaturalice su núcleo esencial. Así
mismo, recordó que la jurisprudencia ha delimitado el contenido esencial del derecho a la libertad
sindical, que lleva consigo atribuciones como las del derecho de todos los trabajadores de constituir
sin la injerencia del Estado, organizaciones que defiendan intereses comunes, afiliarse y retirarse de
ellas, determinar el objeto de la organización, condiciones de admisión, permanencia, retiro o
exclusión de sus miembros, régimen disciplinario interno, órganos de gobierno y representación
constitución y manejo del patrimonio, causales de disolución y demás aspectos que atañen a su
estructura, organización y funcionamiento que deben ser en principio, libremente convenidos. A lo
anterior se agrega, que el derecho de asociación sindical corresponde a una expresión social
fundamental en un Estado democrático, en la medida que sólo en Estados democráticos puede
garantizarse la verdadera eficacia en el ejercicio de la libertad sindical y a su vez, el ejercicio del
derecho a la libertad sindical contribuye a afianzar y consolidar la democracia en una sociedad. Por

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ello, las limitaciones al derecho de asociación sindical autorizadas por las normas que conforman el
bloque de constitucionalidad (arts. 39 C.P., 3º del Convenio 87 O.I.T., 22 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y 8º del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales) deben originarse en la ley y tienen como objetivo concretar los principios democráticos
que le son inherentes a la actividad sindical, pues la democratización de la organización sindical
constituye un límite irrefutable que impone el respeto de los derechos de sus integrantes.

Respecto de las normas acusadas, la Corte estableció que se justifica desde el punto de vista del
bloque de constitucionalidad, que la ley le entregue a la asamblea general de las organizaciones
sindicales en forma exclusiva, la facultad de adoptar decisiones fundamentales para el futuro de la
organización, pues impide delegar medidas transcendentales en otros órganos que por su propia
naturaleza y lógica de la gestión sindical, no tienen la misma representatividad. En consecuencia,
resulta razonable que el artículo 376 del Código Sustantivo del Trabajo señale la exclusividad de la
decisión de la asamblea cuando ésta resulta fundamental para el futuro de la organización sindical,
como ocurre con todo aquello que incide en su estructura y funcionamiento, entre otros, la
modificación de los estatutos del sindicato, fusión del mismo con otras asociaciones, su disolución y
liquidación, sustitución del director, expulsión de afiliados, designación de negociadores, elección de
conciliadores y de árbitros. Por consiguiente, la norma acusada resulta idónea, necesaria, adecuada y
proporcionada para garantizar la estructura y funcionamiento democrático de los sindicatos porque
exige la participación efectiva y verdadera de sus afiliados. De ahí que el artículo 376 del C.S.T. fuera
declarado exequible, por el cargo analizado. De otra parte, a juicio de la Corte, resulta válido
constitucionalmente que la ley hubiere dispuesto en el artículo 385 del Código Sustantivo del Trabajo
que la asamblea general del sindicato debe reunirse por lo menos cada seis meses. En primer término,
se trata de un mínimo, pues en los estatutos de la organización sindical se puede establecer un número
superior a ellas. Para la Corporación resulta razonable que la ley hubiere limitado la autonomía del
sindicato y hubiere establecido como mínimo el derecho de los afiliados a reunirse en asamblea dos
veces al año, porque constituye un mecanismo adecuado para la comunicación constante entre los
miembros del sindicato y el control directo y serio de la gestión de los representantes que materializa
la democracia participativa en la organizaciones sindicales. Igualmente, no consideró
desproporcionado exigir a los miembros de los sindicatos que un mínimo de dos veces al año, hagan
presencia, participen y expresen sus preocupaciones en asuntos de interés colectivo. Finalmente, la
Corporación encontró que no prospera el cargo formulado contra los artículos 386 y 387 del Código
Sustantivo del Trabajo, por cuanto el quórum deliberatorio de la mitad más uno de los afiliados resulta
adecuado para preservar los principios democráticos en el sindicato, con mayor razón si se tiene claro
que dicho quórum es un requisito mínimo indispensable para el normal funcionamiento y organización
de los sindicatos. En consecuencia, los artículos 385, 386 y 387 del C.S.T. fueron declarados
exequibles, por el cargo analizado.

10.5. El magistrado JAIME ARAUJO RENTERIA anunció la presentación de una aclaración respecto
de la posición que adoptara en relación con la sentencia C-465 de 2008, de la que se apartara en su
momento y a la cual se dispuso estar a lo resuelto.

DECISION

Primero.- Estarse a lo resuelto en la sentencia C-465 de 2008, por medio de la cual la Corte
Constitucional resolvió declarar la exequibilidad del artículo 370 del código Sustantivo del Trabajo
por el cargo analizado, “en el entendido de que el depósito de la modificación de los estatutos
sindicales cumple exclusivamente funciones de publicidad, sin que ello autorice al ministerio de la
Protección Social para realizar un control previo sobre el contenido de la reforma”.

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Segundo.- Estarse a lo resuelto en las sentencias C-271 de 1999 y C-797 de 2000, por medio de las
cuales la Corte Constitucional declaró la exequibilidad de las expresiones “la votación de la huelga en
los casos de la ley y”, “la determinación de la cuantía de la caución del tesorero”, “la asignación de los
sueldos” y “la aprobación de todo gasto mayor de un equivalente a diez (10) veces el salario mínimo
mensual más alto”, contenidas en el artículo 376 del Código Sustantivo del Trabajo.

Tercero.- Declarar la exequibilidad de las expresiones sobre las cuales no hay pronunciamiento
previo de la Corte Constitucional, contenidas en el artículo 376 del Código Sustantivo del Trabajo y
de la totalidad de los artículos 385, 386 y 387 de la misma normativa, por el cargo analizado en esta
sentencia.

MI OPINION

Estoy de acuerdo con lo esgrimido por esta Alta Corporación ya que el cargo de inconstitucionalidad es
pertinente cuando presenta argumentos de constitucionalidad congruentes con lo solicitado, pues las
discusiones puramente legales y las solicitudes dirigidas a constatar la vigencia o aplicabilidad de la ley no
son admisibles en el proceso de constitucionalidad. Por ello, la Corte ha dicho que no prosperan las
acusaciones cuyo fundamento es el análisis de conveniencia, necesidad [] o actualidad doctrinaria.
Finalmente, los cargos son suficientes cuando la demanda está dirigida a desvirtuar la presunción de
constitucionalidad de la ley, esto es, cuando se genera un verdadero debate constitucional.

Como puede verse, los demandantes plantean una discusión de contenido constitucional porque surge de la
confrontación objetiva y lógica entre los artículos 376, 385, 386 y 387 del Código Sustantivo del Trabajo y
los artículos 39 de la Constitución y 3º del Convenio 87 de la O.I.T. Así, el debate constitucional se ha
planteado en forma concreta y clara en torno a dos problemas de índole superior que son propios del control
de constitucionalidad abstracto, a saber: i) la hermenéutica de las normas que, según criterio de los actores,
integran el bloque de constitucionalidad, pues la cuestión se circunscribe a determinar si las reglas legales
afectan el núcleo esencial del derecho a la asociación sindical. Para ello, es pertinente analizar de acuerdo
con la jurisprudencia constitucional, de una parte, si el Convenio 87 de la O.I.T. hace parte del bloque de
constitucionalidad y, de otra, cuáles son los criterios para determinar el contenido esencial del derecho a la
autonomía sindical. Y, ii) la determinación legal sobre el número mínimo de sesiones al año de la asamblea
del sindicato, el quórum deliberatorio de la misma, una excepción a ese quórum y la atribución de
facultades exclusivas al máximo órgano del sindicato, desarrolla la eficacia constitucional de los principios
democráticos en las organizaciones sindicales o si violan el núcleo esencial del derecho a la asociación
sindical y de la garantía de no injerencia del Estado en los asuntos internos de los sindicatos.

Ahora bien, las demandas acumuladas sostienen que la ley no tiene autorización constitucional para regular
el número de reuniones que debe tener la asamblea del sindicato, ni el quórum requerido para deliberar
válidamente, ni para determinar cuáles decisiones de la asamblea son indelegables, pues ello impide que los
estatutos de las organizaciones de trabajadores o de empleadores, que concretan la autonomía sindical,
señalen la organización interna y las reglas necesarias para la regulación sindical, con lo cual se desconocen
el derecho a la autonomía sindical previsto en el artículo 39 de la Constitución y el principio de no
injerencia del Estado en las organizaciones sindicales consagrado en el Convenio 87 de la O.I.T.

Por el contrario, algunas opiniones que se presentaron en el proceso sostienen que las normas acusadas
simplemente concretan la facultad conferida al legislador por el artículo 39 de la Constitución y el
Convenio 87 de la O.I.T. para limitar el derecho a la asociación sindical y desarrollar los principios
democráticos en las organizaciones sindicales.

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