Quito, febrero de 2018

Mi amada hermana del alma…

Te escribo esta carta porque esta semana sé que no habrá tiempo para
conversar por la proximidad de tu viaje y tanta ocupación que tienes.
Lo hago porque soy una persona que necesita aclarar cuando el agua se pone
turbia en las relaciones. Amo mi esencia confrontativa, directa y me gusta ser
coherente con mis discursos de vida. Mi cultura es un poco así, nos decimos
las cosas, desvelamos los fantasmas, dejamos que salgan los demonios, nos
aceptamos la sombra y seguimos caminando. A veces diciendo adiós, a veces
quedándonos….
Para mi tu eres la persona más importante de todos los amigos ecuatorianos
que he conocido en este cuarto de siglo que llevo viviendo aquí. Eres mi
familia, mi hermana, y pongo mi mente y corazón en esta relación sobre todo
lo demás. Las personas como Cesar son amigos con los que he tenido
vivencias tremendas, de persecución política, de cubrirnos la espalda, de
perdidas, de duelos, quiebres, de sostenernos en muchos aspectos el uno al
otro, incluido el aspecto económico. Llegamos a un nivel muy alto de
confianza en su momento y como amigos nos dimos lo mejor. Hoy esa
amistad tiene unas pocas hojas que permanecen vivas, lo demás se ha
marchitado por falta de riego mutuo y el tiempo ha hecho lo suyo
seguramente.
Todo está bien y todo es perfecto. Sin embargo, cuando alguien es
importante en mi vida, soy de las personas que se van o deja que los otros se
vayan, pero expresando el por qué. No soy de las que se tragan el malestar,
comen calladas, o se quedan rumiando, me gusta preguntar, saber, conocer y
pido perdón sin problema si lastimo, luego regreso al lugar de siempre y si la
amistad es verdadera retomará su cauce, si no los caminos se abrirán,
acepto, suelto y bendigo al otro.
Creo en la amistad real, no en la amistad plana, cortés, amable, social,
aparente, considero que cada cosa que pasa en cada relación es parte de lo
que la construye, otra oportunidad de mirarse, de mirarnos, de ver como
somos frente al otro, que aspectos juzgamos, que carencia proyectamos. Y
en ese sentido cada amistad es un regalo, una aventura, un desafío que si lo
aprovechamos nos hace crecer.
El impase con Cesar es otra gran oportunidad en la que la vida le muestra
cosas a 3 personas involucradas, cada deberá intentar abrir el ojo del espíritu
y ver. Luego dar vuelta a la pagina y quedarse con lo importante.
Lo valioso y en este trio humano para mi eres tú, sobre él. No quiero repetir
ni siquiera sus palabras tontas. Le explico que eres mi amiga y eres un gran
ser humano y suelto porque tampoco es trascendental para mi existencia
conservar una amistad que hace tiempo no tiene riego. Ya fue lo que tuvo
que Ser, aprecio lo vivido, agradezco y suelto.
Su inmadurez, o lo que sea no puede entrar a dañar una hermandad como la
nuestra es lo que pienso y lo que elijo y te pongo en primer lugar. Incluso doy
vuelta a la página tan rápido desde hace algún tiempo, que en tus palabras
descreo y destruyo y me reseteo sin dolor. Antes me quedaba enganchada,
me dolía el rechazo, el juicio, la traición, el abandono y vivía inmersa en el
drama, ahora cada vez es menos.
Aquí lo valioso para mí en este punto del espacio tiempo que habitamos, es
nuestra relación y espero que para ti también lo sea y que nos podamos
decir las cosas siempre y que logremos validarnos en nuestras percepciones
de mundo aunque nos las compartamos. Yo de mi parte hago mi mejor
esfuerzo por desarrollar el amor incondicional, sin juzgarte, aunque no este
de acuerdo con decisiones o actitudes o pensamientos tuyos, siempre te
quiero. Te respeto, acepto y valoro como eres y solo deseo que seas muy
feliz y tengas una vida larga y bella porque eres un Ser bellísimo ante mis ojos
y al igual que yo haces lo que puedes en este aprendizaje terrenal como
todos.
Debo decir que, de toda esta experiencia, lo único que me deja un sabor
amargo es esa sensación molesta de tu juicio implacable sobre el uso de mis
recursos internos. Son los que tengo y los que uso mientras mi espíritu me
desvela más. Los honro y agradezco. Yo amiga mía, para que me conozcas un
poco más: prefiero pedir a vender mi cuerpo (por ejemplo). En cualquiera de
las formas de prostitución que usamos las mujeres, no soy buena. No pienso
en buscar el hombre con plata que me mantenga. Soy poeta, vivo del amor,
del romance, de la piel, del olor, del despertar con alguien a quien ame cada
mañana, que me apasione. Creo en los amigos que nos damos todo, el pan,
el abrazo, la bronca, la casa, el apoyo, la palabra de aliento, la plata, el amor.
Lo Curioso es que esas mujeres que se venden aunque no crean hacerlo, son
aplaudidas, pero si alguien decide pedir dinero prestado o regalado se le
juzga y se le desprecia. Yo me pregunto, cuales son los valores que mueven
el mundo y los elementos de juicio que desencadenan.
¿Otra inquietud que tengo es que tiene más valor de lo que tu das? Te pasas
sosteniendo gente, iluminándola, escuchándola, guiándola, ¿apoyándola
siempre y eso no vale nada? ¿El dinero es todo?
Pues nena te comento, que para mis amigos a quienes involucre en la ayuda
para Laura: nada es más que nada, todo vale, todo se entrega, incluso
consideran que el dinero es lo que menos pesa. Envíe este mensaje a 7
personas que han recibido muchísimo de mí y solo Cesar fue el equivocado
(en otros momentos también estuvo ahí y disfruto ser solidario cuando hice
un trabajo en equipo por alguien conocido por ambos). Todos los demás
dieron desde su amor, desde su corazón, con felicidad y ninguno me juzga, al
contrario, honran mi maternidad, aunque muchas veces no sabe cómo
proceder.
Este tipo de ayudas las he pedido incluso para amigas mías muy cercanas en
momentos difíciles y siempre nos hemos unido para ayudar, porque nos
gusta y aquí no hay lugar para pre juicios, vergüenzas, ni cuestionamientos.
De hecho, con ese grupo de personas hablamos de “darnos dinero cuando
seamos ricos”. Si yo, he pedido ayuda para Laura es porque la necesita pues
su padre la envió sin un centavo y aun no le manda nada y al igual que toda
madre hare lo que sea necesario para que ella cubra sus necesidades básicas
y ayudarla mientras nace su fuerza y crece. Al igual que lo hiciste tu con tus
hijos. Tu tomaste otras opciones de acuerdo a tus recursos internos. Somos
universos mentales diferentes y nada más. Todo es perfecto. Para mí Paty y
espero lo tomes a bien, el tema queda cerrado con esta carta. Descreo y
destruyo este impase, este malestar, esto que desde mi mirada es un juicio y
que no quiero recibir.
Te amo verdaderamente,
Lina