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Enfermería Antes de La Conquista

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Enfermería antes de la conquista

Ticitl o Tlamaqueticitl, fueron sinónimos de “Enfermera” entre los aztecas, Fray Bernardino de
Sahagún refiere que eran mujeres dedicadas al cuidado de los enfermos con conocimientos
suficientes que eran transmitidos de generación en generación para hacer sangrías, dar purgas,
untar el cuerpo, concertar huesos, curar llagas, gota, mal de ojo, cortar la carnaza de ellos,
ablandar palpando; pero sobre todo, para atender a las mujeres en el trabajo de parto, efectuando
maniobras de acomodamiento cuando los productos tenían presentaciones anormales, y durante
el puerperio.

Enfermería después de la conquista

En 1519 México es conquistado por Hernán Cortés y trae de España a nuestro país su idioma,
religión, costumbres, cultura, etc, los conocimientos y técnicas que tenían en ese tiempo en
materia de salud; entre ellos venía Beatriz Palacios, Isabel Rodríguez, Beatriz Muñoz e Isabel
Morales (morilla) encargándose de brindar los cuidados a los primeros españoles heridos en la
conquista.2 En 1521 Hernán Cortés abre su Hospital de la Pura y Limpia Concepción de Nuestra
Señora; y las Hermanas de la Inmaculada Concepción desempeñaron las funciones de enfermería
ayudadas por mujeres seglares. En 1523 Fray Pedro de Gante, funda la primera escuela del nuevo
mundo llamada “Escuela de San Francisco de México” lugar donde se impartía lectura, escritura,
herrería, carpintería, albañilería y enfermería. El español Bernardino Álvarez funda en 1527, el
Hospital de los Convalecientes y Dementes con los Hermanos de la Orden de San Hipólito,
considerándosele el primer enfermero en este país.

En la época colonial

por el distinto bagaje inmunológico de americanos y españoles, se iniciaron una serie de


epidemias desastrosas para la población indígena, como viruela, sarampión, gripe y paludismo.
Con los esclavos negros vino la fiebre amarilla y el dengue.

El Protomedicato era un cuerpo formado por un grupo de médicos por orden de los
conquistadores, Era la máxima autoridad en lo referente a Medicina, Enfermería y Salud Pública.
Isabel de Cendala es considerada la primera enfermera sanitaria de Iberoamérica, debido a que en
1804, Carlos IV envió al doctor Balmis con 50 niños para tomar vacuna e inocularla de brazo en
brazo contra la viruela; los niños iban al cuidado de Isabel de Cendala.

Se inició la educación universitaria de México, pues el Imperial Colegio de la Santa Cruz se


transformó en la Real y Pontificia Universidad de México.

Fueron diversas las órdenes religiosas que prestaron atención a los enfermos. Había también
enfermeras que hacían las primeras curaciones en hospitales y cárceles; solteras o viudas honestas
de edad madura, y ganaban $50.00 (cincuenta pesos) al año. Su ocupación era tan humilde que no
se les pedía licencia ni examen previo para ejercer.
Fueron las religiosas que vinieron a México las que brindaron los cuidados a los enfermos,
incluyendo a la notable poetisa Sor Juana Inés de la Cruz, mostrando su espíritu de grandeza deja
su vida en cumplimiento de su deber, al contagiada de la peste por estar al cuidado de los
enfermos. Destacaron también por su noble participación otras religiosas como las Hijas de la
Caridad, traídas por la Condesa María Gómez de Cortina a quienes se les entregó la custodia del
Hospital de San Juan de Dios; no sin menos mérito las monjas agustinas, franciscanas, capuchinas,
clarisas, josefinas y muchas más; sobresale en 1847 Sor Micaela Ayans, notable enfermera
religiosa encargada de atender a los heridos que lucharon en la batalla de las tropas
angloamericanas; gracias al cuidado y esmero de su trabajo hacia los pacientes, se le encomendó
la supervisión, administración y dirección de los establecimientos de beneficencia, sin embargo, al
ser reglamentadas las Leyes de Reforma, fueron expatriadas las Hijas de la Caridad, incluyendo a
Sor Micaela.

El nombre de “enfermera”(o) se denominan las actividades que mujeres y hombres realizaban en


los hospitales fundados desde el siglo XVI en la Nueva España. En la mayoría de las ordenanzas
aparecen en la categoría de “sirvientes” porque además de atender a los enfermos se especifica su
ubicación laboral: “enfermera lavandera”, “enfermera cocinera”, “enfermera mandadera”. En esa
misma estratificación, las parteras se ubicaban dentro del personal “científico” o del
“administrativo” y su salario era tres veces mayor que el de las enfermeras.

Enfermería laica en México

En 1894 el Coronel Director del Hospital Militar de la ciudad de México, Dr. Fernando López y
Sánchez Ramón, funda la primera escuela laica de enfermeras, y el Dr. Eduardo Licéaga, trae a las
enfermeras alemanas Maude Dato y Gertrudis Friedridg para que dirijan y formen al grupo de
enfermeras mexicanas.

Los médicos tomaron la estrategia de capacitar personal de enfermería contrataron enfermeras


norteamericanas recibidas y que hablaran español Por acuerdo del presidente Porfirio Díaz en
1898 se estableció la “Escuela Práctica y Gratuita de Enfermeros” establecida en el Hospital de
Maternidad e Infancia, donde fungía como director el Dr. Eduardo Liceága; Hubo influencia
alemana y norteamericana en la preparación de las enfermeras mexicanas por los nexos que el
doctor Liceaga tenía. la primera fue Rose Crowder egresada de la escuela de enfermeras del
Hospital del este de Illinois la enseñanza de la enfermería consistía en limpieza y uso del uniforme,
preparación de la unidad del paciente, tendido de camas, observación de síntomas especiales,
registro de signos vitales, reporte de enfermería, baño y cambio de ropa, pre-paración y
administración de alimentos y medicamentos, duchas, esterilización, preparación y manejo de
material quirúrgico, cirugía menor, curaciones, actuación en la sala de operaciones, cuidado en
cirugía abdominal y corneal y Rose Warden junto con el Dr. Eduardo Liceága, establecieron el plan
de trabajo y reglamento que orientó la preparación de las jóvenes en el cuidado de los enfermos.
En esos años Durante estos años la enseñanza “formal” estuvo a cargo de las profesoras
enfermeras e incluía los contenidos y procedimientos de enfermería contemplados en el modelo
de Nightingale.

El doctor Eduardo Liceaga, siendo Director de los Servicios Médicos del Hospicio, Maternidad y
Consultorio en 1900, le solicitó al Presidente Díaz, autorización para establecer una Escuela de
Enfermería en México.

La Escuela fue inaugurada el 9 de febrero de 1907, gracias a los esfuerzos del doctor Fernando
López. Aunque en el Hospital General ya se habían impartido cursos de preparación para las
enfermeras, en 1907 se creó el reglamento respectivo, en el cual se mencionó que la carrera se
cursaría en tres años, distribuidos de la manera siguiente:

 Primer año. Llevarían Anatomía, Fisiología y Curaciones

 Segundo año. Llevarían Higiene y Curaciones en General

 Tercer año. Llevarían Pequeña farmacia, Curaciones, Cuidados de los niños, parturientas y
enajenados.

Por lo que en ese entonces se inició en el Hospital General, la formación de enfermeras de carrera
en México. El doctor Liceaga hizo la invitación a través de la prensa a las mujeres que cumplieran
con los requisitos que se mencionan a continuación:

1. Haber cursado la escuela primaria

2. Tener buena salud

3. Tener alrededor de 20 años de edad

4. Constancia de buena conducta

A fines del siglo XIX el sueldo que recibían las enfermeras era de $8.25 mensual (ocho pesos con
veinticinco centavos). Una remuneración muy limitada, comparándola con el sueldo del doctor
Liceaga que era de $166.66 mensuales (ciento sesenta y seis pesos con sesenta y seis centavos)
como director de la escuela7.

Cubrían jornadas de trabajo, de las siete a las veinte horas del día, y en la noche, de las veinte a las
siete horas del día siguiente; 13 y 11 horas de trabajo respectivamente. Las calificaciones que se
les asignaban eran: Mal, Mediana, Muy Bien y Superior; requiriéndose por lo menos tres medianas
para ser aprobadas. Las alumnas reprobadas en dos cursos consecutivos, repetían el curso y
perdían su empleo. A las que terminaban con éxito el tercer año de estudios, se les daba un
Diploma por parte de la Dirección General de la Beneficencia Pública, que acreditaba que habían
terminado la carrera.

Enfermería moderna
Las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, destacan por el desarrollo de la enfermería
moderna en México ya que a partir de 1931 empiezan a trabajar como enfermeras en el Sanatorio
de San Salvador en la Ciudad de Monterrey, Nuevo León y en 1934 quedan a cargo del famoso
Hospital Muguerza.

En el mandato del presidente Lázaro Cárdenas y por acuerdo presidencial, el 2 de marzo de 1937
se fundó la Escuela para Enfermeras del Ejército, y la (ENEO) en el año de 1945.

En 1952 se prepara el primer curso de docencia para Enfermeras Instructoras, solicitando el


bachillerato como requisito de ingreso. A partir del año siguiente, se consideró como una escuela
universitaria. se iniciaron los primeros cursos de especialización, siendo el primero en pediatría en
el año de 1941, posteriormente el curso de anestesia en 1945, enfermera sanitaria en 1949,
psiquiatría, educación y hematología en 1952, administración para jefes de servicio en 1953 y
enfermera quirúrgica en 1956 IMSS. Desde su fundación en el año 1944, nació el concepto de la
enfermería moderna en México. En mayo de 1947 con el propósito de satisfacer la demanda del
personal en la atención hospitalaria, el Subdirector General Médico Dr. Mario Quiñones, por
indicación del Director General Don Antonio Díaz Lombardo, fundó la Escuela de Enfermería del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuya preparación incluía la mística de los preceptos de
la Seguridad Social Otro ámbito de formación en el IMSS son los cursos pos técnicos para
enfermeras especialistas, los cuales están relacionados con las necesidades de atención de la
población derechohabiente y generada por los cambios en el perfil epidemiológico y demográfico
de la población en el país. Marzo de ese mismo año se consumó un sueño y un gran logro al
crearse el Centro Médico Nacional, visualizado y concebido como el mejor hospital del país. Se
instala un laboratorio de enfermería e inicia el curso de enfermería pediátrica como el cimiento de
una práctica especializada, siendo el Hospital Infantil de México el escenario y su coordinadora
Consuelo Mendoza Laugier. Se inicia también el curso de enfermería psiquiátrica con Renée Valle
Caloca como directora.

Enfermería Militar

A raíz de la Revolución Mexicana del 20 de noviembre de 1910 surge la enfermería militar. La


primera escuela, la improvisa Refugio Esteves Reyes, llamada “Mamá Cuca”, quien estuvo al
cuidado de los heridos, pasando a trabajar posteriormente en el Hospital Militar de Guadalajara
con el grado de Sargento Primero, sale a campaña en 1914 como enfermera militar, y
posteriormente fue administradora del Hospital de Querétaro así como Jefe de convoy de Cirugía.
Mamá Cuca fue condecorada en 1940 con la Medalla al Mérito y del Valor, y ascendida al grado de
Teniente Coronel.2 En 1937 se funda oficialmente la Escuela Militar de Enfermería reconocida
actualmente como la mejor del país por su disciplina y profesionalismo, encontrándose en vías de
su profesionalización.

Enfermería de Vanguardia

Siempre se ha distinguido la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Nuevo León10


por ir a la vanguardia en sus programas, ahí inició la primer Licenciatura en 1969, así como la
primer maestría en enfermería en 1981, y el Doctorado en Enfermería a partir del 2003, con
reconocimiento por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; aunque en Celaya se
ofreció el Doctorado a partir del 2000, pero una de las Universidades de Brasil es quien lo avala.

Enfermería y la globalización

La práctica basada en competencias, el holismo, humanismo y respeto a la vida son los retos para
el siglo XXI, y requiere de autenticidad del profesional de enfermería, estableciendo redes,
cambios de actitud, superación constante, desarrollo y compromiso. 11 Para entender la
globalización se necesita de la intervención de enfermería tanto desde una perspectiva nacional e
internacional, conociendo riesgos, amenazas, medio ambiente, alimentos, clima, explosión
demográfica, desarrollo político, social y económico, aceptar la diversidad culturas, se necesita
también de flexibilidad, dinamismo y métodos interactivos, el dominio de aulas virtuales,
cibernética y robótica, pero ocupando un lugar principal la ética, bioética, los derechos y valores
humanos. 12 Es inimaginable el desarrollo que tendrá nuestra profesión; claro está, a través del
cuidado, estudio, entusiasmo, profesionalización, vocación, servicio, pero sobre todo del amor con
que veamos a nuestra razón de ser: los enfermos.

En 2017 se registraban 300 mil enfermeras y enfermeros en el país, en los que siguen
sobresaliendo las mujeres. Desgraciadamente, se estigmatiza a que es una labor solo para
mujeres, pero cada vez se acepta más entre los hombres.

De acuerdo con una encuesta del INEGI en 2017, la enfermería es una de las labores más
respetadas en el país, de la misma forma que los bomberos y los inventores.

Las enfermeras y enfermeros son una parte fundamental en los cuidados paliativos de los
pacientes, sobre todo en fases terminales. Gracias a ellos, los pacientes obtienen una mejor
calidad de vida y aprenden sobre su propio cuidado.

Tiempos de pandemia ante el COVID-19

El 31 de diciembre de 2019 dimos paso al inicio de un nuevo año conmemorando el año


internacional de las enfermeras y parteras. Sin embargo, nada nos llevó a pensar en la amenaza
que ya se venía gestando no sólo para México, sino para el mundo entero. Era el inicio de un reto
global encabezado por un virus que ha puesto en entredicho no sólo toda la estructura de salud
que con tanto esmero habíamos construido, sino también la económica, social, familiar, política y
hasta religiosa, y que ha provocado un cambio en el estilo de vida de toda la humanidad definido
principalmente por la necesidad de evitar las relaciones sociales que nos caracterizan y nos unen
como seres humanos, sin importar el lugar de nacimiento, raza, condición social, posición
económica, edad o sexo. El personal de enfermería jugó sin duda un papel elemental durante los
picos de hospitalización de la pandemia, así como en la aplicación masiva de vacunas.

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