Actividades para Evaluar La Lectura2
Actividades para Evaluar La Lectura2
Actividades para Evaluar La Lectura2
← Memoria.
← Vocabulario y sintaxis.
← - la velocidad de lectura;
← -el conocimiento de formas gramaticales propias del escrito;
← -la capacidad de encontrar información;
← -la manera de adentrarse en el mundo imaginario que se les propone.
La incorporación del alumno a la conciencia de todo lo que está aprendiendo a hacer es una condición
indispensable para la realización de un aprendizaje efectivo y controlado.
Para esta finalidad hay que proponer a los chicos objetivos claros y concretos en su proceso de
aprendizaje de la lectura. La representación gráfica de sus adquisiciones en las diversas habilidades
puede ayudar a aclarar qué se está aprendiendo y dónde está cada uno respecto de los objetivos fijados.
La recapitulación de la tarea llevada a cabo en función de estos objetivos y la propia opinión del alumno
sobre lo que ha aprendido le permitirán constatar sus avances a través de cuadros y gráficas, colgados en
la clase o guardadas entre sus instrumentos y materiales de trabajo individuales.
Como en todos los procesos de aprendizaje hay que tener en cuenta que en la lectura se alternan
grandes avances repentinos y apreciables externamente con períodos de estancamiento aparente en los
que, sin embargo, los alumnos consolidan los aprendizajes hechos y se ponen las bases para los pasos
siguientes. También pueden aparecer sentimientos de inseguridad ante el aumento de exigencia de la
tarea a realizar
Para suavizar este salto en la exigencia lectora, tan habitual en una escuela que no ha tenido presente la
continuidad de los aprendizajes lectores, sería conveniente que:
Implicar a los alumnos en la evaluación significa también analizar conjuntamente sus dificultades
concretas. El alumno ha de experimentar la sensación de que las causas por las cuales no entiende un
texto pueden ser objetivadas y externas a él mismo. Si el maestro y el alumno consideran conjuntamente
el problema, pueden llegar a descubrir las dificultades de un texto mal construido o con características
que requieren unas habilidades que el alumno todavía no ha adquirido.
El lector podrá saber que no ha encontrado la información
← por no haber continuado leyendo de manera que el texto aclarase lo que parecía una
incoherencia
Poder precisar las causas de la incomprensión hace que el lector pueda salir de la impresión nebulosa de
que un texto no se entiende, o simplemente, que él no lo entiende, con la sensación de fracaso que la
reiteración de esta experiencia implica. En cambio, el hecho de conocer, aunque se trate de conocer lo
que no se sabe, produce siempre sensación de seguridad en el proceso de aprendizaje.